miércoles, 22 de octubre de 2008

Escuela de Oración. XXI. Meditación 1ª


SEMANA XXI. LOS TRES GRADOS DE HUMILDAD.

DÍA 1º.



Serenarse, ponerse en presencia.

“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Oración preparatoria.
“Señor concédeme la gracia para querer vivir contigo y como tú, siguiéndote de la forma más generosa, aunque haya que pasar por lo que haya que pasar. Señor, haz que mi corazón se vaya configurando con el tuyo, de manera que la sencillez, la pobreza y la humildad sean también el estilo de mi vida”

Introducción.
Se anota en el guión del Seminario Menor de Valencia:
“Nos gustaría ser más sensibles a la acción del Espíritu que “mueve” y “atrae” nuestra voluntad, mostrándonos lo que Dios quiere de nosotros en las circunstancias concretas de nuestra vida. Queremos entusiasmarnos con la persona de Jesús, hacernos uno con él, y así vivir el seguimiento hasta sus últimas consecuencias, caminando si es preciso por su penoso camino en suma pobreza, hambre, sed, injurias, afrentas, hasta morir en la cruz. Pero esto sólo podremos vivirlo desde el amor que nos impulsará a desear caminar junto a él, en su misión crucificante y crucificada. Por eso más que conocer los valores evangélicos, más que tener una voluntad libre de aficiones desordenadas, es necesario un enamoramiento tal que nos haga “necesitar” vivir con él y como él.

Textos:
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. El tentador se acercó y le dijo:
-Sí eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Mas él respondió:
-Está escrito:
No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo lo llevó consigo a la Ciudad Santa, lo puso sobre el alero del Templo y le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito:
A sus ángeles te encomendará,
y en tus manos te llevarán,
para que no tropiece tu pie en piedra alguna.
Jesús le contestó:
-También está escrito:
No tentarás al Señor tu Dios.
De nuevo lo llevó consigo el diablo a un monte alto, le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
-Todo esto te daré si te postras y me adoras.
Dícele entonces Jesús:
-Apártate, Satanás, porque está escrito:
Al Señor tu Dios adorarás
y sólo a él darás culto.
El diablo finalmente lo dejó. Y entonces se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle.
Mateo 4, 1-11

Meditación.
Nos dice el Seminario:
La primera manera de humildad podría llamarse “amor fundamental”. Es cuando en todo obedecemos la ley de Dios. Es cuando ni por nada ni por nadie coemetemos un pecado mortal, ni ponemos en peligro nuestra relación con Dios ya que él es el amor absoluto de nuestra vida. La fidelidad a los mandamientos de Dios es total y estamos dispuestos a dar la vida antes que quebrantarlos. Esto es una gracia de Dios que nos hace aborrecer instintivamente (como ante el olor a podrido), todas las tentaciones graves y nos hace huir de las ocasiones de pecado.

VER: leo el texto e imagino la escena, buscando descubrir lo que en ella se representa y el mensaje que desea mostrar.


JUZGAR: lo comparo en mi vida como junior. Las tentaciones de Jesús son las tentaciones del cristiano y por tanto del junior. También nosotros somos tentados a buscar en el junior el poder, la fama y la propia satisfacción.


ACTUAR: es decir, orar, háblale a Jesús.

lunes, 20 de octubre de 2008

Escuela de Oración. XX. Meditación 3ª


DÍA 3º.

Serenarse, ponerse en presencia.



“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Nos cuenta Dolores López Guzmán:
“Un novicio dirigió esta palabra al prior de la Orden:
-Maestro, ¿cómo se aprende el camino de la contemplación?
El anciano le dijo:
-Dame un poco de agua de la fuente. Estoy fatigado y sudoroso.
El joven, guardó silencio y, llenando un cuenco de agua fresca se la dio a beber. Quedaron callados, sentados a la sombra del claustro, junto a la fuente. El sabio prior le miraba con agradecimiento. Al cabo de un tiempo, se levantó, llenó el cuenco y se lo llevó al joven novicio para apaciguar su sed. El anciano tomó de nuevo la palabra.
Para contemplar es necesario hacerse mendigo. Saber pedir y, sobre todo, saber recibir. Escuchar las necesidades y los gestos de los otros; ir más allá de uno mismo. Tú has respondido diligente a mi petición y has tomado con sencillez el agua que he puesto en tus labios. Dejarse amar y sorprender por Dios es el gran tesoro de la contemplación.
El joven novicio refrescó sus manos en el agua de la fuente y recitó en alta voz:
El río de Dios va lleno de agua,
tu preparas los trigales.
Así es como la preparas:
riegas sus surcos, allanas sus glebas,
con lluvias la ablandas, bendices sus renuevos.
Salmo 65

Oración preparatoria.
“Señor abre mis ojos para reconocer los engaños del mal espíritu en mi vida, sus seducciones y trampas. Concédeme no usar tu nombre en vano, no adorar falsos dioses con la pretendida justificación de que te estoy adorando a ti”

Textos:

Tened vosotros los mismos sentimientos que Cristo:
El cual siendo de condición divina,
no codició el ser igual a Dios,
sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de esclavo.
Asumiendo emejanza humana
y apareciendo en su porte como hombre,
se rebajó a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó
y le otorgó el Nombre,
que está sobre todo nombre.
Para que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en los cielos, en la tierra y en los abismos,
y toda lengua confiese
que Cristo Jesús es el Señor
para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2, 5-11


Meditación.
Nos dice el Seminario:
Cristianismo de autorrealización. La plenitud de vida radica en su autorrealización y en alcanzar la felicidad, a la cual todos tenemos “derecho”. Por tanto la vocación es un gran medio para lograr estos dos objetivos, pero así el centro lo ocupa el propio sujeto que define los objetivos y jzga sobre su logro, uno no “se recibe” de otra instancia superior. La prueba final de todo discernimiento es el amor a la cruz del Señor, la cual crucifica los planes del sujeto, frustrando los propios planes y renunciando a uno mismo. La fe promete la plenitud, que pasa por perder la vida, por dejar las riendas en manos de otro. En este cristianismo Dios no puede actuar como un verdadero Señor y pedir la vida entera, sino simplemente ser un buen siervo al servicio del otro señor: de MÍ.

VER: de nuevo le preguntamos al texto lo que nos dice. En él nos habla de Jesús, desde la invitación a tener sus mismos sentimientos. Jesús es quien dejó su vida en las manos del Padre, pasando por uno de tantos.


JUZGAR: respondemos a la pregunta, ¿tengo los mismos sentimientos que Cristo? En cuanto somos juniors amamos a los demás como Jesús nos ama, por tanto, sí debiéramos tener sus mismos sentimientos, su misma actitud hacia los otros. Se trata que analicemos nuestra vida a la luz de este texto.


ACTUAR: nos planteamos un propósito y le pedimos a Jesús nos ayude.

sábado, 18 de octubre de 2008

Domingo XIX T.O.: al Cesar lo que es del Cesar.



Textos:


Lectura del libro de Isaías 45, 1. 4-6


Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano:


«Doblegaré ante él las naciones,


desceñiré las cinturas de los reyes,


abriré ante él las puertas,


los batientes no se le cerrarán.


Por mi siervo Jacob,


por mi escogido Israel,


te llamé por tu nombre,


te di un título,


aunque no me conocías.


Yo soy el Señor y no hay otro;


fuera de mí, no hay dios.


Te pongo la insignia,


aunque no me conoces,


para que sepan de Oriente a Occidente


que no hay otro fuera de mí.


Yo soy el Señor, y no hay otro.»Palabra de Dios

Salmo responsorial

Sal 95, 1 y 3. 4-5. 7-8. 9-10a y cR.





Aclamad la gloria y el poder del Señor.





Cantad al Señor un cántico nuevo,


cantad al Señor, toda la tierra.


Contad a los pueblos su gloria,


sus maravillas a todas las naciones. R.





Porque es grande el Señor,


y muy digno de alabanza,


más temible que todos los dioses.


Pues los dioses de los gentiles son apariencia,


mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.





Familias de los pueblos,


aclamad al Señor,


aclamad la gloria y el poder del Señor,


aclamad la gloria del nombre del Señor,


entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R.





Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,


tiemble en su presencia la tierra toda;


decid a los pueblos:


«El Señor es rey, él gobierna a los pueblos rectamente.» R.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b


Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones.Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.


Palabra de Dios

Aleluya

Flp. 2, 15d. 16Brilláis como lumbreras del mundo,mostrando una razón para vivir.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 15-21





En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron:- «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no? »


Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:


- «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto. »


Le presentaron un denario. Él les preguntó:


- «¿De quién son esta cara y esta inscripción?»


Le respondieron:


- «Del César.»


Entonces les replicó:


- «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»


Palabra del Señor.





REFLEXIÓN.


Seguimos en la controversia entre Jesús y los sumos sacerdotes, escribas, herodianos, ancianos,... Todos ellos buscan un motivo para matar a Jesús, como bien ocurrirá días después. Hoy se acercan a él con una pregunta comprometedora: ¿pagar al Cesar o no pagar?


Sí Jesús declara afirmativamente se gana la enemistad del pueblo, extenuado por los impuestos y por tanto bendice un poder que somete con violencia el pequeño territorio de Palestina y ha divinizado al emperador. Si responde negativamente entonces pueden acusarle de zelote, teniendo como precedente la rebelión de Judas el Galileo quien el año 6 d.C. se sublevó debido a la introducción de este impuesto.


Pero Jesús, conociendoles les responde: "devolved al Cesar lo que es del Cesar", pues ellos llevaban la moneda del Cesar, en contra de la Ley que prohibia el uso de imágenes. Ellos habían sacrificado la Ley en aras a mantener sus privilegios.


Y esa es la advertencia. La labor del hombre religioso no está en mantener privilegios sino en servir a Dios como los profetas, como Jesús. No podemos servir a Dios y al dinero (Mt 6,21), para nosotros el valor no está en las monedas sino en las personas, ellas son las que tienen la imagen de Dios.

Somos juniors, pero ¿se nota?, ¿dónde hemos puesto nuestro corazón?

Escuela de Oración. XX. Meditación 2º


DÍA 2º.


Serenarse, ponerse en presencia.


“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Vivimos en un tiempo de prisas. ¿Quién de nosotros sería capaz de navegar a la velocidad de hace catorce años? Conectar a la línea de teléfonos, esperar acceder, descargar lentamente la página, y así un minuto, dos, tres.... No os digo lo que representaba trabajar con un ordenador como el MSX, Amstrad o Spectrum, sin diskete, con la cinta magnetofónica cargando los programas,...
Hoy todo es rapidez y sin ser malo si provoca el que no nos detengamos. Necesitamos parar el tiempo y dejar que la vida vaya al ritmo que le corresponde, pensar en lo que nos ocurre, buscar la voz de Dios en cada circunstancia, analizar.
Y eso es la oración, un medio ideal no sólo a nivel del creyente sino de toda persona, pues invita a la reflexión, a parar el tiempo, estar con uno mismo, conocerse. Y cuanto más desde el diálogo de amor con el Padre.

Oración preparatoria.

“Señor abre mis ojos para reconocer los engaños del mal espíritu en mi vida, sus seducciones y trampas. Concédeme no usar tu nombre en vano, no adorar falsos dioses con la pretendida justificación de que te estoy adorando a ti”

Textos:


Entró en Jericó e iba cruzando la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero como era bajo de estatura, no podía, pues la gente se lo impedía. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzó la vista y le dijo:
-Zaqueo, baja pronto; conviene que hoy me quede yo en tu casa.
Se apresuró a bajar y lo recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban:
-Ha ido a hospedarse a casa de un pecador.
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
-Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo:
-Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.


Meditación.
Nos dice el Seminario:
Cristianismo ético. ¿Es reducible el cristianismo a ética? evidentemente no, pero ¿qué decimos que es ser cristiano? Amar al prójimo. Esta afirmación sin más, nos conduce a ver a Cristo como modelo ético. Hay que ser como Cristo. Hacer lo que Cristo hace... Así, el maestro Jesús de Nazaret da ejemplo y estimula, pero no da vida. Es el encuentro con Zaqueo que cambia la vida al dejarse amar, o el encuentro con el joven rico, que se queda en su incapacidad, encerrado en sus posibilidades, sus leyes y sus causas, incapaz de contar con la sorpresa de Dios que actúa donde y como quiere. Por Cristo, sí, pero CON Cristo y EN Cristo, descubriendo este tersoro, por el que merece la pena venderlo todo. Por eso no se reconoce el elemento de pasividad que comporta recibir gratuitamente la salvación, se busca la propia salvación a través de la propia acción. Es necesario demostrar a Dios, a los demás que uno da la talla. La cruz no se entiende como un lugar de pasividad desde donde se nos regala gratuitamente la salvación, sino como una revelación sangrante de lo que ocurre en la historia que debe ser respondido como compromiso y acción.
En este punto entramos en un tema que ha marcado la historia de la Iglesia. En otros tiempos se llamó compromiso cristiano. Y así cuando el adolescente llegaba a la confirmación se le insistía en el compromiso que adquiría. El sacramento era el momento en el que el joven se comprometía a ser apóstol de Cristo. Hoy el péndulo se encuentra en la otra parte, hemos de volver la mirada a Dios y no mirarnos tanto a nosotros mismos. En la confirmación lo importante es que Dios confirma al joven, renueva el amor que desbordó en él el día del bautismo, ofreciéndole el don de sí, el Espíritu Santo.
Lo importante no es lo que hace el junior por Jesús sino lo que Jesús hace por el junior. Por eso, como ocurre en la Biblia, te invito a meditar esta escena.


Ver: sitúate en el texto, míralo, contempla a Zaqueo, la higuera, Jesús pasando, su casa, lo ajetreado que se encuentra agasajando al divino huesped, las miradas entre Jesús y él, la expresión de alegría en su rostro al escuchar como el Maestro le elogia, a los pecadores con él y la mirada de los fariseos.


Juzgar: compáralo hoy, imagina la escena en estos tiempos. Imagina a Jesús un día en la peña más rebelde del pueblo, ¿qué pensaríamos los juniors? Siente que eres Zaqueo, los apóstoles, los pecadores, los fariseos, ¿qué sentimientos brotan de tu corazón? ¿Qué sientes al sentir que Jesús te ama?


Actuar: simplemente reza, dile que le quieres, con tus palabras.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Escuela de Oración. XX. Meditación 1.


SEMANA XX. CRISTIANISMOS INSUFICIENTES.

DÍA 1º.



Serenarse, ponerse en presencia.

“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Oración preparatoria.

“Señor abre mis ojos para reconocer los engaños del mal espíritu en mi vida, sus seducciones y trampas. Concédeme no usar tu nombre en vano, no adorar falsos dioses con la pretendida justificación de que te estoy adorando a ti”

Introducción.

Le dijimos al Señor que querríamos ser llamados bajo su bandera, le dijimos que ese querer no era de admiración, que buscábamos que no fuera mediatizada, sino que fuera un querer real... esta semana queremos dejarnos preguntar querer, ¿qué?, ya que desde una observación de nuestra realidad eclesial, circula con carta de ciudadanía entre nosotros versiones del cristianismo que tal vez, y sin darnos demasiada cuenta terminan por desvirtuar la fe cristiana. Cada una de ellas configura un cierto tipo de cristianismo que radica, fundamentalmente en un pacto demasiado ingenuo con los dioses de nuestra cultura.
Así afirma el Seminario y si nos detenemos, lo que buscamos en esta semana es desenmascarar nuestros falsos juniors. El porqué estamos en el Centro, si lo estamos realmente por Jesús o no.
Así pues, ayudados por la Palabra de Dios, nuestra mejor guía, vamos a descubrir si nuestro ser junior es el que Dios quiere, el correcto o no.

Textos:
En efecto, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como sabéis, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas.
1 Tesalonicenses 2, 2.

Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la espeanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes.
1 Timoteo 4, 10

No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios.
2 Timoteo 1, 8

Meditación.
Nos dice el Seminario:

Uno de los dioses más potentes de nuestra sociedad y al que servimos fielmente, es el bienestar emocional, por eso, como el cristianismo nos promete la plenitud personal, creemos que nos ha de llevar hacia el bienestar emocional, dejando que el “me siento bien” sea la clave del discernimiento. Esto genera un autocentramiento enorme en la propia subjetividad: todo tiene sentido según yo me sienta, conecte, lo vida... en definitiva el criterio de verdad es “mi estado anímico”: Jesús perdona si yo lo siento, se entrega si a mí me gusta, muere en la cruz si a mí me emociona... esto provoca el efecto contrario, quien no se fia sino de su “estar bien” no puede lanzarse al vacío y experimentar la grandeza de que alguien que no es él le sostiene. Por eso si se deja de sentir afectivamente, la fe entra en crisis.
Desde esta forma de seguir a Jesús, el seguimiento se entiende de un modo general, presuponiendo que conduce al bienestar emocional, pero repugna ante la llamada a compartir la cruz del Señor, a cargar con ella y seguirle, la cruz resulta fuera de lugar e inadmisible.
Vamos a aplicarlo a la oración.


Ver (que dice el texto): el autor es Pablo, el apóstol que sufrió y padeció mucho por anunciar el Evangelio, “después de haber padecido sufrimientos e injurias,..., entre freecuentes luchas, ... , nos fatigamos y luchamos, ..., prisionero,...” y anima a sus discípulos a realizar lo mismo: “no te avergüences ni del testimonio ni de mí,..., soporta conmigo”. La situación de Pablo llega al extremo de estar en la cárcel por ser cristiano y predicar a Cristo. Por eso anima a los tesalonicenses y a Timoteo a seguir evangelizando. También le preguntamos por qué lo soporta, dónde coloca el corazón y todas sus esperanzas. Él nos responde, en “Dios vivo”, en Jesús. Así pues, lee el texto, una primera lectura, una segunda más detenida, una tercera donde sobre todo subrayes y repitas la frase que más te llama la atención.


Juzgar (que me dice el texto): contrasta tu vida con la Palabra de Dios, teniendo presente lo que has leído arriba. Preguntate: ¿por qué estoy en el junior? Quizás lo estés por tus amigos, porque estás agusto, te lo pasas bien, te diviertes, te encanta trabajar en los juniors, hay un buen ambiente. Pero, ¿qué pasaría si de repente todo eso cambiase y estar en los juniors fuese motivo de burla por parte de tus amigos? No olvides, estamos en el junior no porque nos guste sino porque Jesús a través del consiliario, te ha llamado y porque quieres servir al Evangelio, viviendo los principios de vida, la ley junior, el lema. Es ahora el momento de que reflexiones y pienses en los motivos que te han llevado al junior o te mantienen en él.


Actuar (que le digo al texto, a Dios): háblale, es tu mejor confidente, quien más te conoce.

lunes, 13 de octubre de 2008

Escuela de Oración. Semana XIX. Día 2º


DÍA 2º.

Serenarse, ponerse en presencia.


“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.
La autora que seguimos en este apartado cita la frase de Santa Teresa de Liseaux: “Dios no tiene necesidad de nuestras trabajos aunque sí de nuestro amor”. Y este es el lenguaje de Dios. No son las matemáticas ni la física, pues como bien ha demostrado la historia, las pruebas sobre la existencia de Dios, no muestran que Dios exista, son razones par quien ya ha dado el paso de la fe. Dios pertenece al ámbito donde somos más humanos, el amor. Podemos vivir sin saber química, pero no podemos vivir sin conocer el amor.
Y Dios pertenece a este ámbito. Así la oración no es pensar en la verdad ni mucho menos dar vueltas replegado sobre uno mismo, es percibir y gustar con el pensamiento las razones que habitan, no sólo en la mente, sino, sobre todo, en el corazón, pues “no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho”, decía santa Teresa de Jesús.

Oración preparatoria.
“Señor, abre mis ojos para reconocer como me sitúo ante ti. Concédeme la gracia de estar enamorado de ti para que sintiendo como me llamas a tu servicio, sea capaz de elegir aquello que sea para mayor gloria de tu nombre y plenitud de mi vida”.


Ejercicio.
Continuando con los binarios, en este día el Seminario Menor nos invita a considerar la voluntad mediatizada, el “quiero... pero”. Dice así: “la intención es que descubramos si seguimos a Jesús casi del todo, porque estamos dispuestos a todo menos a un determinado afecto. Somos capaces de lo más, y nos reservamos algo pequeño, supone estar atados por una voluntad mediatizada, y buscar un trato o un apaño con Dios. Es querer manipular a Dios, más o menos conscientemente. Es una aplicación acomodaticia del Padre nuestro: hágase tu voluntad, siempre que coincida con la mías. Es una especie de sombra, una zona de nuestra luna que no se deja iluminar por el sol, y que nunca se aclara con la verdad, con la sinceridad.


Textos:
Un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira, vendió una propiedad y se quedó con una parte del precio; la otra parte la llevó y la puso a los pies de los apóstoles. Pedro le dijo:
-Ananías, ¿cómo es posible que Satanás se haya adueñado de tu corazón para mentir al Espíritu Santo y quedarte con parte del precio del campo? ¿Acaso no era tuyo mientras lo tenías? y una vez vendido, ¿no podías disponer del precio?¿Por qué determinaste en tu interior hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Al oír estas palabras, cayó y expiró. Y un gran temor se apoderó de todos cuantos lo oyeron. Se levantaron los jóvenes, lo amortajaron y lo llevaron a enterrar.
Unas tres horas más tarde entró su mujer, que ignoraba lo ocurrido. Pedro le preguntó:
-Dime, ¿habéis vendido el campo en tanto?
Ella respondió:
-Sí, en eso.
Pedro le replicó:
-¿Cómo os habéis puesto de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, aquí a la puerta están los pies de los que han enterrado a tu marido; ellos te llevarán también a ti.
Al instante cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta, y la llevaron a enterrar junto a su marido.
Hch 5, 1-10

Mientras iban caminando, uno le dijo:
-Te seguiré adonde quiera que vayas.
Jesús replicó:
-Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
Dijo a otro:
-Sígueme.
Pero él respondió:
-Déjame ir primero a enterrar a mi padre.
Replicó Jesús:
-Deja que los muertos entierren a los muertos. Tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Hubo otro que le dijo:
-Te seguiré, Señor, pero déjame antes despedirme de los de mi casa.
Replicó Jesús:
-Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
Lc 9, 57-61

Meditación.


Dos textos que ilustran el quiero... pero. El primero pertenece al libro de los Hechos de los Apóstoles. El problema de Ananías y Safira es el engaño, el pretender mentir a los apóstoles y en ellos a Dios. Podían libremente haberse negado a ofrecer el campo. Pero quieren aparentar que lo dan todo y no es así. El segundo situado en el camino de Jesús hacia Jerusalén nos presenta a través de tres personajes la urgencia del Reino de Dios y el seguimiento. Cuando decimos “voy hacia ti Jesús, quiero marchar por el camino que tú me marques” estamos comprometiéndonos a que Jesús sea lo primero. En el seguimiento es necesario asumir la ausencia de seguridades, como Jesús buscar a Dios por encima de todo, situar la familia en su lugar y no mirar atrás añorando lo que dejamos.


VER: ¿qué dice el texto?, ¿de qué va? Trato de imaginarlo y situarme en la escena, como un discípulo de los apóstoles o de Jesús que ve lo que ocurre. Imagino a los apóstoles sentados en una amplia sala, rodeados de los cristianos, a Jesús caminando y deteniéndose.


JUZGAR: ¿qué me dice Dios en este texto? Me sumerjo en él. Yo soy esa persona que quiere ofrecer al Centro Junior todo, pero se reserva una parte. ¿Qué es lo que no estoy dispuesto a dar y sin embargo parece que sí lo doy al Centro?, yo soy esa persona que quiere seguir a Jesús, pero... quiero una vida tranquila, sin que nada me moleste, cómoda. También quiero estar con la muerte, ¿? Sí, lo que me impide amar, necesito tiempo para quitarme todo lo que me mata (los caprichos, el tiempo perdido, la pereza,...) y yo como el tercero añoro y en el fondo envidio a los que no son juniors, a esos amigos y amigas que se han quedado atrás. La urgencia del Reino es así, primero es Jesús, es vivir el amor a los demás, entregarnos a la Iglesia en el junior, como tantas veces realizas cuando dejas tu ambiente para ir de convivencia o de campamento.


ACTUAR: ¿qué le digo yo? Simplemente, después de escuchar a Dios, háblale.

lunes, 6 de octubre de 2008

La Biblia: muy buena reflexión.


Casualmente, buscando la imagen para la sección Escuela de Oración he encontrado este texto de la religiosa y biblista Dolores Alexandre.

"Un sínodo, tres películas y un obispo".

Te invito a leerlo, de fácil y amena lectura, profundiza en el valor de la Biblia, el libro fundamental e imprescindible de todo junior.



Escuela de Oración. Semana XIX. Día 1º


SEMANA XIX. LOS BINARIOS.

DÍA 1º.



Serenarse, ponerse en presencia.


“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Oración preparatoria.


“Señor, abre mis ojos para reconocer como me sitúo ante ti. Concédeme la gracia de estar enamorado de ti para que sintiendo como me llamas a tu servicio, sea capaz de elegir aquello que sea para mayor gloria de tu nombre y plenitud de mi vida”.

Introducción.


Si en cada momento se nos pide un paso más en el camino de la experiencia espiritual, ahora se nos pide que llamemos a las cosas por su nombre, que pongamos ante Dios la realidad profunda de nuestros afectos, que son esa enorme capacidad que tenemos para adherirnos a personas, cosas, proyectos... ¿qué no hacemos por alguien que queremos?, ¿qué no movemos para conseguir lo que anhelamos?...
Podemos decir que allí donde están nuestros afectos, está nuestro corazón.
Lo afectivo es lo efectivo en tu vida, ya que los afectos van guiando tu propia vida, tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. Ellos establecen tu escala real de valores.
En definitiva... “Si quieres, puedes... y si no puedes, pon nombre tu no querer”.
A estas alturas de la película es necesario situarnos con profundidad y sinceridad delante del Señor y de su Iglesia.

Ejercicio.


La meditación de este día tiene como tema: “Voluntad caprichosa del admirador: QUERRÍA”. Son los educadores que desconocen el “quiero” decidido y coherente. Se mueven en el “querría... pero”. Se asientan en “quisiera” quitar ese afecto desordenado que me impide vivir en plenitud y me mantiene a distancia del seguimiento de Jesús, pero es costos el despegarse de ello... No se deciden por Jesús. Se deciden por las cosas a las que están apegados. Van dando largas al asunto. No ponen los medios y remedios necesarios. No hay voluntad. En todo caso, creen que en la hora de la muerte Dios solucionará todo: “Mañana le abriremos, respondía, para lo mismo responder mañana”.
He aquí dos textos bíblicos.

Textos:


Escuchad otra parábola. Había un propietario que plantó una viña, la rodeo de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió sus siervos a los labradores para percibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro lo mataron, a otro lo apedrearon. Envió después otros siervos, en mayor número que los rpimeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, pensado: A mi hijo lo respetrán. Pero los labradores al ver al hijo, se dijeron entre sí:
Este es el heredero. vamos, matémosle y quedémonos con su herencia.
Y, agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
Mateo 21, 33-40

Tomó Jesús de nuevo la palabra y les habló en parábolas. Les dijo:
“El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero éstos no quisieron venir.
Volvió a enviar otros siervos, con este encargo: decid a los invitados, mirad, mi banquete está preparado. Ya han sido matados mis novillos y animales cebados, y todo está a punto. Venid a la boda.
Pero ellos no hicieron caso y se fueron: el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. El rey enojado, envió sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.
Entonces dijo a sus siervos. La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id pues, a los cruces de los caminos e invitad a la boda a cuantos encontréis. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de boas se llenó de comensales.
Mateo 22, 1-10

Meditación.


El primer texto nos recuerda que nuestra vida no nos pertenece, la recibimos de Dios y un día hemos de rendir cuentas ante el Creador. Somos administradores de ella, de nuestra persona, nuestro cuerpo. También nosotros hacemos oídos sordos cuando Dios envía a los profetas para advertirnos que hemos de cuidar de ella y trabajarla para que de frutos de amor. Éstos avisos de Dios nos llegan a través de la Biblia, el Papa y los obispos, los consiliarios, los educadores, la campaña, los textos formativos, las convivencias, las charlas,... Unas veces decimos que están desfasados o eso no se lleva, el mundo va por otro camino, otras los matamos interiormente, apagando su voz y así cuando el consiliario habla nos distraemos pensando en otras cosas o jugando con el movil, no nos interesa, ¿qué puede decirme un cura a mí, si ellos no saben como está la juventud?, ¿la campaña, para qué, mi centro es diferente? Es le pasar de lo que me digan e ir a la mía, como veíamos al semana anterior, unas veces soy junior y otras vivo como si no fuese junior, olvidando la ley, lema, oración y principios de vida.
El segundo texto es el de las excusas. Dios todas las semanas envía mensajeros para invitarnos a su banquete: la eucaristía. Pero, no vamos. Siempre tenemos razones para no ir. También nosotros tenemos nuestro campo y nuestro negocio. Pero el sábado o el domingo por la tarde, ¿cómo vamos a ir a misa si tenemos que estudiar? ¿y el domingo por la mañana, después de una noche de fiesta a ver quien se levanta, que también tenemos derecho a ir con los amigos y divertirnos?
Siempre hay excusas para no ir a misa. Lo mismo que las hay para no ir a la reunión de monitores o a una convivencia o encuentro de monitores y educadores. Sobre todo tenemos que estudiar y claro. Es más importante salir con los amigos que formarte cristianamente o ayudar a los niños en su formación cristiana.
No es esto tan nuevo como puedes creer. No es ésta la primera generación de jóvenes que tienen excusas para no ir a misa o a un encuentro de educadores. Le ocurrió ni más ni menos que al mismo Jesucristo. Todos cuando queremos tenemos excusas para no ir a una reunión.
Es el querría, pero...
Pues bien, ahora se trata que te enfrentes sólo con la Palabra de Dios. Recuerda, no estás leyendo un texto cualquiera, sino la Biblia y por tanto Dios va a hablarte:
Ver (lectio): ¿qué dice el texto? Léelo varias veces, deteniéndote en las palabras que te sean significativas o aquellas que no comprendes, haciendo un resumen del texto.
Juzgar (meditatio): ¿qué te dice el texto? Revisa tu vida a la luz de lo leído. Dios te dice una palabra, con la mente reflexiona lo que Jesús quiere decirte hoy a ti, recordando momentos o situaciones de tu vida en la que has actuado como los viñadores homicidas o los invitados a la boda.Actuar (oratio): ¿qué le dices al texto? Con el corazón háblale a Jesús, dile que te cuesta entenderlo, o agradécele haberte iluminado hoy, pídele te ayude. Es el momento de hablarle desde los sentimientos y realizar un propósito que te ayude a cambiar tu vida y ser como él espera de ti.

Escuela de Oración. semana XVIII. Día 5º


30 de Septiembre

Texto:
¡Que bueno es Dios para Israel,
el Señor para los limpios de corazón!

Por poco se extravían mis pies,
casi resbalan mis pasos,
celoso como estaba de los perversos,
al ver prosperar a los malvados.

No hay congojas para ellos,
sano y rollizo, está su cuerpo;
no comparten las penas de los hombres,
no pasan tribulaciones como los otros.

Por eso el orgullo es su collar,
la violencia el vestido que los cubre;
su gordura rebosa malicia,
de artimañas desborda su corazón.

Se sonríen, hablan con maldad,
hablan altivamente de opresión;
ponen en el cielo su boca,
y su lengua se pasea por la tierra.

Por eso mi pueblo va tras ellos:
sorben con ansia sus palabras.
Dicen: ¿va a saberlo Dios?
¿Lo va a saber el altísimo?
¡Así son, éstos son los malvados!,
tranquilos y acumulando riqueza.

¿Así que en vano purifiqué mi corazón,
lavé mis manos en señal de inocencia,
aguanté golpes todo el día
y correcciones cada mañana?

Si hubiese dicho: “Hablaré con ellos”
habría traicionado a la raza de tus hijos.
Me di entonces a pensar para entenderlo,
pero me resultaba harto difícil.

Hasta que entré en el santuario de Dios
y acabé entendiendo su destino:
los pones en el resbaladero,
los empujas a la ruina.

De pronto quedan hechos un horror,
desaparecen consumidos de espanto:
como un sueño al despertar, Señor,
al levantarte desprecias su imagen.

Cuando mi corazón se avinagraba,
cuando se torturaba mi conciencia,
estúpido de mí, no comprendía,
sólo era un animal ante ti.

Pero yo estoy siempre contigo,
me tomas de la mano derecha,
me guías según tus planes,
me conduces tras la gloria.

¿A quien tengo yo en el cielo?
Estando contigo no hallo gusto en la tierra.
Aunque se consuman mi cuerpo y mi mente,
tú eres mi roca, mi lote, Dios por siempre.

Los que se alejan de ti se pierden,
aniquilas a los que te son adúlteros.
Pero mi bien es estar junto a Dios,
he puesto mi cobijo en el Señor,
a fin de proclamar tus obras.



Ejercicio:
En este ejercicio consiste en personalizar el salmo 72. Te puede ayudar la reflexión del sacerdote jesuita Carlos G. Vallés. Recuerda, nos encontramos en las dos banderas: ¿qué bandera escojo?, ¿la bandera junior o la bandera del mundo? La bandera junior tiene los colores con los que el salmista pinta al hombre justo, la otra la de los perversos. Ésta es mucho más atractiva que la primera pero conduce al sufrimiento del prójimo. Aún así, tú eres quien tiene que dar el paso, lo que no puedes hacer es quedarte en medio o alistarte en los dos ejércitos, o si prefieres en un lenguaje menos bélico y más actual, en los dos equipos. Es absurdo que uno juegue en un partido de fútbol 10 minutos en un equipo, 20 en el otro, 5 en el primero, 40 en el segundo,... según le interese o vaya ganando un u otro equipo.


Mi corazón se agriaba...y envidiaba.Me da vergüenza a mí mismo, pero no puedo remediarlo. ¿Por qué me quemo por dentro cuando mi hermano triunfa? ¿Por qué me entristecen sus éxitos? ¿Por qué me resulta imposible alegrarme cuando otros lo alaban? ¿Por qué he de forzarme a sonreír cuando me veo obligado a felicitarle? Quisiera ser amable y educado, reconozco que su trabajo es diferente al mío, que sus éxitos no me hacen ningún daño.Incluso veo perfectamente que sus triunfos deberían alegrarme, porque también él, a su manera, trabaja por tu Reino como yo lo hago; y así, cuando le salen bien las cosas, le salen también a ti y a mí, y todo eso redunda en tu gloria. Pero, en vez de ver en ello tu gloria, veo solamente su gloria personal, y eso me irrita. Y luego me irrito por haberme irritado. No hay tristeza más triste en el corazón del hombre que la que le hace entristecerse cuando las cosas le salen bien a su hermano.Y, sin embargo, esa tristeza anida en mi corazón. Simiente amarga. Vergüenza íntima. Envidia inconfesable. El sufrimiento más irracional del mundo y, sin embargo, el más real, universal, diario. Apenas pasa un día, una hora, sin que las garras inútiles de la envidia hagan sangrar a mi corazón indefenso.Entonces trato de justificar mi locura y encubro con planteamientos filosóficos la necedad de mis quejas. ¿Por qué sufren los justos? ¿Por qué ganan los malvados? ¿Por qué ese hombre, que ni se acuerda de ti, me ha ganado a mí, que te rezo todos los días? ¿Por qué permites que un hombre sin religión triunfe, mientras fieles sinceros quedan en la miseria? ¿Por qué está el mundo al revés? ¿Por qué no hay justicia en la tierra?¿Por qué te quedas impasible, como si esto no te importase nada? ¿Por qué me pierdo yo en el fracaso y el olvido, mientras que seres a los que no quiero juzgar, pero que a todas luces se saltan tus reglas y aun tus mandamientos, cosechan éxitos y acaparan admiración? ¿Por qué yo, que te sirvo de toda la vida, me quedo atrás en el mundo mientras otros que sólo te sirven de palabra se me adelantan en todo y disfrutan de la popularidad que a mí se me niega?Yo por poco doy un mal paso,casi resbalaron mis pisadas:porque envidiaba a los perversos,viendo prosperar a los malvados.Para ellos no hay sinsabores,están sanos y orondos;no pasan las fatigas humanas ni sufren como los demás.Por eso su collar es el orgullo,y los cubre un vestido de violencia.Insultan y hablan mal,y desde lo alto amenazan con la opresión.Su boca se atreve con el cielo,y su lengua recorre la tierra.Dicen, “¿Es que Dios lo va a saber,se va a enterar el Altísimo?”Así son los malvados;siempre seguros acumulan riquezas.Entonces, ¿para qué he limpiado yo mi corazóny he lavado en la inocencia mis manos?;¿para qué aguanto yo todo el díay me corrijo cada mañana?Meditaba yo para entenderlo,pero me resultaba muy difícil.Esa es mi tentación, Señor, y ante ti la descubro con toda sinceridad y humildad. Acepto tu juicio, reconozco mi ignorancia, adoro el misterio. Sé que eres justo y misericordioso, y no me toca a mí pedirte cuentas o exigir que tus opiniones se ajusten a las mías. Tienes al tiempo a tu favor (y donde digo tiempo, digo eternidad); sé que amas a todos los hombres y sabes muy bien qué es lo mejor para cada uno en todo instante, y qué es lo mejor para mí, que observo todo eso y siento las cosas profundamente y quiero robustecer mi fe contemplando tu acción entre los hombres. Eres libre para distribuir tus gracias como lo deseas, y en lo que haces por uno hay bondad para todos si logro entender con la mente lo que ya creo con el corazón.Suaviza en mí ese ímpetu que siento de compararme a los demás, ese falso instinto de sentirme amenazado por sus éxitos y desplazado por sus logros. Enséñame a alegrarme con las alegrías de mis hermanos, a sonreír con su sonrisa, a tomar como hechos a mí los favores que les haces a ellos. Recuérdame que siempre he de respetar tus juicios, aguardar tu hora, creer en la eternidad.Y, sobre todo, Señor, dame la gracia de que no me ponga nunca a clasificar a la gente, a declarar a unos buenos y a otros malos, a encerrarlos en celdas ideológicas que sólo mi orgullo intelectual ha erigido. Tú eres el único que conoces de veras el corazón del hombre, tú eres Padre y tú eres Juez.A mí me corresponde amar a todos los hombres como hermanos y liberarme de la carga que en mala hora me he echado yo mismo sobre mis espaldas de juzgar las conciencias de los hombres sin conocerlas. Quiero ser feliz estando donde estoy y siendo lo que soy pues me basta saber que estoy a tu lado y tú me amas y me defiendes.¿No te tengo a ti en el cielo?Y contigo, ¿qué me importa la tierra?Yo siempre estaré contigo;tú agarras mi mano derecha,me guías según tus planesy me llevas a un destino glorioso.

viernes, 3 de octubre de 2008

Escuela de Oración. Semana XVIII. Día 4º


XVIII. 29 de Septiembre de 2008.


Serenarse, ponerse en presencia.
“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

La meditación forma parte de la vida de los monjes y monjas. Ellos, a lo largo del día dedican un tiempo a ella. Si te detienes, durante estos días lo que has realizado han sido meditaciones, es decir, has unido tu mente con tu corazón. Lógicamente no es fácil y por eso necesita sobre todo mucho ejercicio.
Así le ocurrió a un joven, según cuenta Mª Dolores López Guzmán:
Un joven se acercó a su superior y le dijo:
-Padre, se necesitan braceros para la viña del Señor pero no se por dónde comenzar.
El superior le contestó:
-No podrás sembrar los campos si no conoces los colores de la tierra.
Tras un breve silencio continuó:
-La primera actitud es la vigilancia. Los engaños son numerosos y las tentaciones, sagaces. Es preciso mirar constantemente y sopesar los movimientos del corazón, contrastar cada experiencia, atender a la voz de los maestros, reflexionar sobre el sentido de la vida, amar al prójimo y depositar la confianza en el Señor. Así descubrirás el camino. El cultivo del pensamiento y la meditación también son un modo de alabar a Dios.
El joven se retiró a su cuarto y se puso a recapacitar sobre las palabras que había escuchado.

Composición de lugar.
Con la vista imaginativa ver...mirar... contemplar.

Oración preparatoria:
“Señor abre mis ojos para reconocer los engaños de la tentación, sus trampas, que me atraen mucho pero a la vez impiden que sea realmente feliz. Concédeme a la vez reconocer tu estilo de vida. Abre mis ojos Señor, para entender y atreverme a seguir con sinceridad el camino que tu me marques, siguiendo el estilo de vida junior que brota del encuentro contigo y la vivencia del Evangelio”.

El texto.
Por tanto, ad muerte a todo lo terreno que haya en vosotros: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría, todo lo cual atrae la ira de Dios sobre los rebeldes. También vosotros practicasteis eso en otro tiempo, y vivisteis de ese modo. Mas ahora, desechad todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y obscenidades; ni lo mencionéis siquiera. No os mintáis unos a otros, pues os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador. Para Él no hay griego o judío; circuncisión o incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo o libre, pues Cristo es todo y está en todos.
Así que, como elegidos de Dios, santos y amados, revestios de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene quejas contra otros. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. Y por encima de todo esto, revestios del amor, que es el broche de la perfección. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo cuerpo. Y sed agradecidos.


Composición de lugar:
Indica el Seminario Menor: Soberbia (poder) contra humidad (anonadarse). Soberbia es la preocupación obsesionada por el universo del poder, objetivo prioritario de esta sociedad competitiva y ejecutiva. La raíz de ello está en la propia autoprepotencia, que me lleva a colocarme en el vértice de todo, ocupando el lugar de Dios. Yo juzgo, etiqueto, mando, decido,... soy dios...

En el texto de san Pablo de nuevo, teniendo presente el tema de esta semana, cuyo origen se encuentra en el mundo militar: las dos banderas, se nos pide que escojamos entre la bandera de Jesucristo, el ejército del amor y la bandera del mundo, el ejército del egoísmo. Como cristianos no podemos ser mediocres y por tanto como juniors, si bien, es muy difícil plasmarlo en nuestra vida, hemos de tener las ideas muy claras y si realmente somos juniors escoger la bandera de Cristo. Así lo rezamos en nuestra oración: voy hacia ti Jesús, quiero marchar por el camino que tú me marques. Si pensamos lo que rezamos está claro que este camino no es el de “hacer lo que me da la gana” o “hacer lo que hacen todos”, sino un camino muy exigente que me lleva a vivir la ley junior del amar como Jesús nos ama y no como ama el mundo, con interés y buscando sacar rendimiento del amor queda, y nos lleva a vivir los principios de vida junior.
Recibir la cruz no es un gesto para que vengáis a misa, cantar y animar la eucaristía del sábado por la tarde y tener una celebracioncita, es decir que queremos despojarnos del hombre viejo, el hombre y la mujer se entiende, el que es egoísta, busca la sexualidad no como encuentro para dar y amar, sino para disfrutar al margen de un proyecto de amor y del Evangelio, es egoísta, lleno de ida, maldad, cólera,... Frente al hombre nuevo, Cristo y el cristiano incorporado con él por el bautismo, que vive desde el amor, la misericordia, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia,...
Querido amigo: los ejercicios buscan en primer lugar favorecer el encuentro con Cristo y en segundo lugar despertarnos, hacernos ver nuestro pecado, como no somos buenos cristianos y por tanto somos malos juniors. Piensa y medita ¿cuál es la bandera en la que milito? Y pídele a Jesús que te ayude para escoger la suya.

Camino


Es evidente que la vida de Alexia impresiona y por ello la misma Iglesia ha emprendido el camino de su beatificación.
La conocía hace ya muchos años. Pero el tiempo pasó y fue a raíz de un campamento cuando, navegando por internet, entré en su web y pedí a su familia estampas. Ellos respondieron muy educadamente y agradeciéndome pusiese bajo su intercesión los campamentos que emprendía.
Por eso cuesta creer que por dinero se sea capaz de utilizar la vida de esta niña, como ha ocurrido con la película Camino, por mucho que el lobo se quiera disfrazar de oveja.
Y así lo han entendido su familia, quienes han escrito la siguiente carta:
Carta Abierta de Alfredo González-Barros, hermano de Alexia, la niña, protagonista de el filme "Camino".


"Soy Alfredo González-Barros y González, hermano de Alexia, inequívoca protagonista de tu película. Ayer me senté a ver tu rueda de prensa en el Festival de San Sebastián con un objetivo: quería oír cómo argumentabas ante los periodistas que nunca te pusiste en contacto con nosotros y por qué no has atendido nuestra petición formal de que retirases de tu película la referencia explícita a Alexia González-Barros y González.

En esa carta que te enviamos todos los hermanos, se decía que nuestra petición “en nada afecta a la libertad de expresión y creación, que nosotros compartimos como un valor fundamental de toda convivencia libre y democrática”; y añadíamos: “No dudamos de que su hombría de bien entenderá esta petición y pondrá los medios pertinentes para acogerla con la mayor prontitud”. Pero una vez más, no ha sido así. En tu respuesta nos prometiste: “Para vuestra tranquilidad os comunico que ni desde la productora, ni desde la distribuidora hemos utilizado nunca ni pensamos utilizar el nombre de Alexia, ni hacer referencia a ella o a su proceso de beatificación como parte de la publicidad de la película. Tenéis mi palabra”.

Lamentablemente no ha sido así.

Tu afirmación de ayer de que el aplauso al morir la protagonista, se produjo en la realidad cuando murió Alexia (el periodista dijo su nombre) me ha dolido en el alma por lo injusto y terrible de tal aseveración.

No debería hacer falta que te diga que mi hermana Alexia no murió rodeada de aplausos. Murió rodeada de cariño. Cariño de sus seres queridos: padres y hermanos y con el silencio respetuoso de las enfermeras, doctores y enfermos que motu propio se acercaron a la habitación de Alexia.

Murió mientras intentábamos tragar nuestras lágrimas, porque –no lo olvides- para nosotros era un verdadero drama el pensar en tener que soportar su pérdida.
Ya ves qué actitud tan poco original. Una gran pena por la perdida de un ser muy querido. Y es verdad que el gran pesar de su pérdida solo se dulcificaba por el convencimiento íntimo de que Alexia había dejado de sufrir y estaba en el cielo.

Reconozco que esa es la ventaja de ser creyentes.

Y gracias a serlo, mis hermanos y yo podemos convivir y dialogar con personas que piensan de otro modo: nos educaron así.

Te ruego que rectifiques públicamente tu aserto –que quiero creer fruto de un grave error inocente por tu parte- de que los padres y hermanos de Alexia se despidieron de su hija y hermana con un aplauso. Es demencial llegar a pensarlo e inaudito que aceptáramos de nadie tal actitud hacia Alexia.


Fdo. Alfredo González-Barros González"

Este escrito está tomado de: http://www.semimenor.blogspot.com/

También en www.alexiagb.org podéis adentraros en su vida.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Dedicado a... María.

Ella comprendió muy bien lo que es la vocación. Al comenzar octubre va por ti, Madre.

Escuela de Oración. Semana XVIII. Día 3º


XVIII. 29 de Septiembre de 2008.


Serenarse, ponerse en presencia.
“Al llegar ante el Santísimo, al que se lo debo todo, ante él hago un signo de sumisión, de pobreza, de reconocimiento de su grandeza y de mi pequeñez. Me pongo de rodillas y como aquel que se sabe ante alguien muy importante le agradezco poder estar con él”.

Que Dios es especial, es indudable y el motivo es evidente, porque es Dios, es decir, nuestro Señor, el que nos dio, nos da y nos dará la vida y sobre todo porque tiene una forma única de amar. Por eso ante Él sentimos un gran deseo de estar con Quien más nos ama y a la vez el temor invade nuestro corazón.
Como bien estás descubriendo Dios es sobretodo amor y el amor no se impone. Nuestra relación con él es de amor y sinceridad mutua, como en toda relación.
Así pues comienza situándote ante Dios. Él está en tu corazón, interiormente póstrate y siente que te encuentras ante Él. Deja que tus sentimientos afloren. Piensa en lo que representa estar ante Dios. No se trata de que llegues a Él por un argumento filosófico, sino que descalzándote de ti mismo te postres ante quien es tu Señor y quien más te ama. Vas a comenzar en tu habitación un rato de amor entre la criatura y Dios.
Me dirás eso es imposible, pues no lo siento ni lo veo. Para ti es imposible, pero quita de la historia a los orantes y habrás matado a casi toda la humanidad. Esta experiencia es tan humana que no hay pueblo que la tenga y sino piensa en los musulmanes. En estos días realizan fuertes sacrificios por Dios, el mismo Dios que adoramos los judíos y los cristianos. Y todos los días rezan cinco veces. Lo mismo tantos hombres y mujeres de todas las religiones. Y como no, los cristianos, somos millones los que nos acercamos a Dios y sentimos que está y nos ayuda.

Composición de lugar.
Con la vista imaginativa ver...mirar... contemplar.

Oración preparatoria:
“Señor abre mis ojos para reconocer los engaños de la tentación, sus trampas, que me atraen mucho pero a la vez impiden que sea realmente feliz. Concédeme a la vez reconocer tu estilo de vida. Abre mis ojos Señor, para entender y atreverme a seguir con sinceridad el camino que tu me marques, siguiendo el estilo de vida junior que brota del encuentro contigo y la vivencia del Evangelio”.

El texto.
Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos; les dijo:
-En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan, pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres: ensanchan las filacterias y alargan las orlas del mando; les gusta ocupar el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”.
Mateo 23, 1-7

Composición de lugar:
Honor (aparentar) contra menosprecio (someterse). Honor es la preocupación obsesiva por el universo del APARENTAR, por el mundo de las apariencias sociales, espirituales, organizativas.... que provocan el aplauso de los demás con la vana-gloria acompañante. La vanagloria es una tentación sutil, ya que se basa normalmente en datos objetivos, pero que se ha realizado buscando la gloria personal. Entonces con la vanidad llega la autocomplacencia, que nos hace llenarnos de lo vano, de nuestra vaciedad. Frente a esto se coloca el menos precio, que es el sometimiento a los demás, es decir, ponerme a disposición de los otros gratuitamente, sin aparentar, buscar recompensas, quedar bien.
Esto es lo que nos indica el Seminario Menor como introducción. Durante esta semana nos encontramos en la meditación de las dos banderas: Cristo o yo. En los días precedentes Moisés nos invitaba a escoger la Ley que anida en tu corazón, frente a los dioses cananeos; ayer era Pablo quien nos invitaba a vivir para Cristo frente al dinero; y hoy es Jesús quien nos llama a vivir para Dios, evitando toda vanagloria, pues en el Evangelio de este día nos encontramos en el pecado de los que nos decimos cristianos porque vamos a misa, estamos en el junior y creemos en Jesús: actuar para que nos vean.
Afortunadamente vivir en una sociedad hostil a la Iglesia nos cura de este pecado. Hoy ir a misa o estar en los juniors lejos de ser motivo de alabanza es de desprecio. Por eso hemos de vivirlo así, dándole gracias a Dios porque no podemos utilizar la Iglesia para ponernos una máscara de respetabilidad. Aún así piensa y analiza porqué estás en los juniors, si alguna vez te has sentido de este modo. También es verdad que lo que Jesús nos dice te puede pasar si has aceptado ser monitor o monitora para que te saluden los niños en las plazas y te llamen monitor, para así tener un protagonismo entre los niños. Si en principio no es malo, si lo es cuando uno entra como monitor o monitora para eso o es lo que más valora, por encima de servir a Jesús en la parroquia.