domingo, 31 de agosto de 2008

Evangelio del Domingo XXIII T.O.

Primera lectura

Si no hablas al malvado, te pediré cuenta de su sangre

Lectura de la profecía de Ezequiel 33, 7-9
Así dice el Señor:«A ti hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel;cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte.Si yo digo al malvado:"¡Malvado, eres reo de muerte!",y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa,pero a ti te pediré cuenta de su sangre;pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta,si no cambia de conducta,él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.»
Palabra de Dios

Salmo responsorial

Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9
R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándole con cantos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque hablan visto mis obras.» R.

Segunda lectura

Amar es cumplir la ley entera
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10
Hermanos:A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás» y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo. »Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.
Palabra de Dios

Aleluya

2 Co 5, 19Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.

Evangelio

Si te hace caso, has salvado a tu hermano
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:- «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has, salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano.Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. »
Palabra del Señor

Jesús es el Señor. Las fiestas de la Virgen María.

LAS FIESTAS DE LA VIRGEN MARÍA Y DE LOS SANTOS.

Las fiestas de la Virgen.

Los cristianos también celebramos fiestas para alabar a María, la Madre de Dios. María es la mujer más humilde y buena. Dios Padre pensaba en Ella desde siempre, la libró de todo pecado y la eligió entre todas las mujeres para que fuese la Madre de Jesús.

-El Ángel del Señor dijo a María:

“Alégrate, María, Dios te ha llenado de su gracia.
Vas a tener un hijo a quien llamarás Jesús.
María contestó al ángel: soy la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra”
(Lucas 1, 30-31.38)

María es la hija más querida por Dios Padre, Ella lo reconoce y canta:

El Señor hizo en mí maravillas. ¡Gloria al Señor!

- Virgen María, desde el Cielo, intercede por nosotros ante Jesús, su Hijo y Señor nuestro. La queremos mucho y le decimos:

Dios te Salve, María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-¡Virgen María, Dios Padre te ha llenado de su gracia! Eres Madre de Jesús y Madre nuestra y por eso te decimos:

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Las fiestas que la Iglesia celebra especialmente en honor a la Virgen María son:
1 de enero: Santa María, Madre de Dios.
15 de agosto: la Asunción de la Virgen María.
8 de septiembre: la Natividad de Nuestra Señora.
8 de diciembre: la Inmaculada Concepción de María.

Las fiestas de los Santos.
Además de la Virgen María hay algunos Santos que son especialmente importantes. Estas son algunas de las fechas que la Iglesia celebra en memoria de los Santos:
19 de marzo: san José, esposo de la Virgen.
29 de junio: san Pedro, el primero de los Apóstoles, y san Pablo, el gran evangelizador.
25 de julio: Santiago Apóstol, patrono de España.
También nuestros pueblos y ciudades tienen un santo o una santa importante. Es el patrono o patrona y celebramos su fiesta por todo lo alto.
Normalmente, el nombre con el que nos bautizaron es el nombre de un santo. Podemos conocer su vida y pedirle que nos ayude a ser buenos cristianos. El día de su fiesta celebramos el día de nuestro santo.

La fiesta de Todos los Santos y el día de oración por los difuntos.
Jesús resucitado vive para siempre, todo lo ilumina, también la oscuridad de la muerte. Porque Cristo ha resucitado, nosotros creemos que quienes mueren siendo amigos de Dios lo serán para siempre y estarán con Él en el Cielo. El día 1 de noviembre los recordamos a todos, es la fiesta de Todos los Santos.
Los cristianos oramos cada día en la Eucaristía por los difuntos. La Iglesia nos enseña a pedir a Dios por ellos y el día 2 de noviembre los recordamos, de forma especial, en la Conmemoración de los fieles difuntos.

Jesús es el Señor. La misa dominical.

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DOMINICAL.

La celebración del Domingo es una de las señales de los cristianos. Desde hace veinte siglos los cristianos se reúnen para celebrar la Eucaristía. Lo hacen el domingo porque fue en este día cuando los Apóstoles encontraron por primera vez a Jesús resucitado después de su muerte en la Cruz.
En la Misa suceden muchas cosas y es muy importante nuestra participación: nos reunimos como hermanos, miramos a la Cruz, escuchamos al Señor, le decimos que queremos acogerlo y unirnos a Él en la Comunión.
Al terminar las oraciones siempre decimos “Amén”. Es una palabra muy antigua usada por los hebreos que quiere decir “Señor, creo en Ti. Acepto lo que dices”.
La Misa no es sólo una ceremonia a la que se asiste, es una acción de la comunidad cristiana, presidida por el sacerdote que representa a Cristo.
Creemos que el Padre nos reúne, Jesús resucitado ora con nosotros y nos ofrece su vida, nos da su Cuerpo y su Sangre y nos llena del Espíritu Santo. Porque Jesús está presente en la Misa, estamos atentos y participamos en ella guiados por la fe, la esperanza y la caridad, y cantamos:

Un Mandamiento nuevo nos dio el Señor,
que nos amáramos todos como Él nos amó.
La señal de los cristianos es amarse como hermanos.

Jesús es el Señor. Las fiestas cristianas.

LAS FIESTAS CRISTIANAS.

Los cristianos a lo largo del año, celebramos los grandes acontecimientos de la vida de Jesús: Navidad, Pascua, Pentecostés... También celebramos las fiestas de la Virgen María y de los Santos. La mejor forma de celebrar las fiestas es participar en la Eucaristía, que es el corazón de las fiestas cristianas.
Es muy importante conocer y celebrar las grandes fiestas de la Iglesia y, para vivirlas bien, las preparamos con un tiempo especial: Cuaresma, Adviento.
Cada domingo, recordamos la Pascua de Jesús. Es el día del Señor. Nos reunimos con todos los cristianos para celebrar la Eucaristía. ¡El Señor vive y está con nosotros!
El calendario litúrgico recoge todas las celebraciones de la Iglesia.

¿Cómo celebrar las fiestas litúrgicas?

Para celebrar las fiestas litúrgicas es necesario:
*Saber qué vamos a celebrar y disponer nuestro corazón.
*Acudir al Sacramento de la Reconciliación, si lo necesitamos.
*Participar en la celebración de la Santa Misa con la comunidad.

La fiesta de la Navidad.
El día 25 de diciembre es Navidad, celebramos la fiesta del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Es una fiesta muy alegre. El Hijo de Dios se ha hecho niño, se ha hecho hombre y nos trae la Buena Noticia de que Dios nos quiere.

Jesús nació en Belén: José, que vivía en Nazaret, tuvo que viajar a Belén. Iba con él María su esposa, que esperaba un hijo.
“Mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada”
(Leer Lucas 2, 4-7).
Cuando nace un niño todos se alegran en la casa. El día en que Jesús nació, los ángeles alababan a Dios. Nosotros, llenos de alegría, cantamos a Dios Padre con el mismo canto de los ángeles:
Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz
a los hombres que ama el Señor.

Tiempo de Navidad.

El tiempo litúrgico de Navidad comprende desde el 25 de diciembre hasta la fiesta de la Epifanía o de los Reyes Magos, en la cual recordamos la manifestación de Jesús a todos los pueblos de la tierra, y el Bautismo de Jesús en el río Jordán.
En este período de tiempo se celebra también la fiesta de Santa María Madre de Dios y de la Sagrada Familia. La Iglesia celebra el Nacimiento de Jesús. Él es la luz del mundo. Él es “Dios-con-nosotros”, ayer, hoy y siempre.

Tiempo de Adviento

El tiempo de Adviento es tiempo de preparación para la fiesta de Navidad. Cuatro semanas que nos invitan a recordar la primera venida al mundo de Jesús, el Hijo de Dios, y a avivar nuestra esperanza en la segunda venida de Cristo, al final de los tiempos.
La liturgia de la Iglesia, especialmente en la proclamación de la Palabra, nos ayuda a preparar nuestros corazones y a vivir en la esperanza de esta venida definitiva: el profeta Isaías, Juan Bautista y la Virgen María son nuestros modelos en este tiempo de espera.



La Solemnidad de Pascua.


El Domingo de Resurrección es la gran fiesta de los cristianos. Jesús, el Crucificado, vive con Dios Padre para siempre. Un ángel, sentado a la puerta del sepulcro anunció a las mujeres:
“Jesús, el que murió en la cruz, no está en el sepulcro:
¡ha resucitado! (Mateo 28,6)
Miramos la Cruz y llenos de gozo decimos: “¡Aleluya, el Señor resucitó!”
Cantamos juntos:
“¡Este es el día en que actuó el Señor.
Sea nuestra alegría y nuestro gozo!
¡Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia!
¡Aleluya!” (Salmo 118, 24-29)

Tiempo de Pascua.

Los cincuenta días que van desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés hemos de celebrarlos con alegría y gozo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como “un gran domingo”. Jesucristo, muriendo, destruyó nuestra muerte y resucitando nos ha devuelto la vida. Esto es lo que celebramos durante el tiempo de Pascua.

Tiempo de Cuaresma.
Durante cuarenta días, antes de la fiesta de Pascua, nos preparamos para celebrarla bien. A lo largo de estas semanas Dios nos llama a escuchar su Palabra, a cambiar nuestro corazón y a vivir como verdaderos discípulos de Jesús. Todo culmina con la Semana Santa.

La Semana Santa.

Todos los años, los cristianos celebramos la Semana Santa para recordar la Muerte y Resurrección de Jesús: la Pascua. Y así renovar nuestra vida. En esta semana, que comienza el Domingo de Ramos, acompañamos a Jesús y contemplamos, unidos, sus misterios.

Domingo de Ramos.
-Cuando Jesús iba a Jerusalén para entregar su vida, la gente salió a su encuentro con palmas en las manos. Muchos hombres, mujeres y niños lo bendecían, llenos de gozo, diciendo:

“Bendito el que viene en el nombre del Señor.
¡Hosanna en el cielo!” (Lucas 19,38)

También nosotros, que queremos ser amigos de Jesús, le decimos:

Bendito eres, Señor, ahora y por siempre.

Al escuchar, en la Misa de este domingo, el relato de la Pasión del Señor, toda la asamblea reunida se prepara a participar en la celebración para vivir los acontecimientos de la Muerte y Resurrección de Jesús, su entrega al Padre para salvarnos.

Jueves Santo.

Antes de morir, Jesús cenó con sus amigos, se despidió de ellos y les hizo un gran regalo. Les dijo:

“Un Mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros
como yo os he amado” (Juan 13, 34)

Jesús tomó pan y vino, se lo dio diciendo:
Tomad y comed, esto es mi Cuerpo.
Tomad y bebed, esta es mi Sangre.
Jesús, hemos escuchado lo que Tú has hecho y dicho en la Última Cena.
Te damos gracias porque has querido quedarte con nosotros. ¡Gracias, Jesús,
deseamos sentarnos a tu mesa y celebrar, unidos, la Eucaristía!

Viernes Santo:

Jesús dijo:
“Nadie tiene amor más grande
que el que da la vida por sus amigos” (Juan 15,13).

Jesús murió en la Cruz para salvar a todos los hombres y darles una Vida nueva.

“Al ver la Cruz, sé que Jesús me ama y le digo:
Jesús, te veo sobre la Cruz, con la cabeza inclinada.
Has querido dar la vida por nosotros para decirnos
que tu amor por todos los hombres es muy grande.
Tu amor no tiene fin. ¡Gracias, Jesús!

Adorando la Cruz de Jesús, la asamblea canta:

¡Te adoramos, Cristo y te bendecimos,
porque por tu Santa Cruz has salvado al mundo!

Ahora sabemos que Jesús ha muerto para salvarnos. Con María esperamos su resurrección.

Vigilia pascual.
Toda la Semana Santa tiene su centro en la Vigilia Pascual. Celebramos la gran noche de la resurrección del Señor: la Luz, la Palabra, el Agua y el Banquete, son signos de esta gran fiesta. ¡Jesús resucita y nos trae la Vida nueva!

Celebramos con gran alegría la Resurrección del Señor, la luz alumbra nuestra noche. Es Pascua, la fiesta de las fiestas. Renovamos nuestro Bautismo. ¡Gracias, Jesús, porque unidos a Ti pasamos de la muerte a la Vida!

Reunidos en torno a l Cirio Pascual cantamos: ¡Luz de Cristo! ¡Demos gracias a Dios! Y la Iglesia proclama:
“¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento
en el que Cristo resucitó de entre los muertos”
(Pregón Pascual)

Jesús es el Señor. La oración cristiana.

LA ORACIÓN CRISTIANA.

La oración del Señor: el Padrenuestro.


Padre nuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

La Señal de la Santa Cruz.

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gloria al Padre.


Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.




ORACIONES A NUESTRA SEÑORA.

Avemaría.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Salve Regina.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

OTRAS ORACIONES.

Ángel de la Guarda.


Ángel de mi guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día,
no me dejes solo, que me perdería.

Al Espíritu Santo.

Ven, Espíritu Santo,
ilumina nuestros corazones
y llénalos con el fuego de tu amor.

Para empezar el día.

Comienza el día, Señor, Dios nuestro;
te suplicamos que tu amor llene nuestros corazones
para que nos ayudemos unos a otros.
Y que todo lo que hoy hagamos sea una ofrenda para Ti.



Para pedir perdón.
Yo confieso, ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa,
por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los Ángeles, a los Santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor.

Para dar gracias.
Te damos gracias, Señor, Dios omnipotente,
por tantos beneficios como nos das.
Me gustaría contar a todos las maravillas
que haces con nosotros. Tú nos amas
con un amor sin fin. ¡Gracias, Señor mío!
A ti, que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

Bendición de la mesa.
Bendice, Señor, a cuantos hoy comemos este pan.
Bendice a quienes lo hicieron, a quienes no lo tendrán,
y haz que, juntos, lo comamos en la Mesa celestial.

Gracias te damos, Señor, por el pan que nos mantiene,
y enséñanos a compartirlo con los que no lo tienen.

Jesús es el Señor. La fe cristiana.

ORAR Y CELEBRAR.
LA FE CRISTIANA.

LA PROFESIÓN DE FE.


El Símbolo de los Apóstoles.
Creo en Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo,
su Único Hijo,
Nuestro Señor.
Que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de santa
María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió
a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar
a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
Y la Vida eterna. Amén.


El Símbolo Niceno.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres,
y por nuestra salvación bajó del Cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María la Virgen
y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al Cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivir y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe
una misma adoración y gloria,
y que habló por los Profetas.
Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la Vida del mundo futuro. Amén.

LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO.

Los siete Sacramentos.

1.Bautismo.
2.Confirmación.
3.Eucaristía.
4.Penitencia o Reconciliación.
5.Unción de Enfermos.
6.Orden sacerdotal.
7.Matrimonio.

LA VIDA EN CRISTO.

El Mandamiento Nuevo de Jesús.

“Amaos unos a otros como yo os he amado”

Las Bienaventuranzas.
-Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
-Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra.
-Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.
-Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
-Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.
-Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios.
-Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
-Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Las tres virtudes teologales.
1.Fe.
2.Esperanza.
3.Caridad.


Los Diez Mandamientos.

1.Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2.No tomarás el nombre de Dios en vano.
3.Santificarás las fiestas.
4.Honrarás a tu padre y a tu madre.
5.No matarás.
6.No cometerás actos impuros.
7.No robarás.
8.No darás falso testimonio ni mentirás.
9.No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10.No codiciarás los bienes ajenos.

Los cinco Mandamientos de la Iglesia.

1.Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
2.Confesar los pecados mortales al menos una ve al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar.
3.Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4.Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.5.Ayudar a la Iglesia en sus necesidades

Jesús es el Señor. Fórmulas de fe.

FÓRMULAS DE FE.

Las fórmulas de fe son importantes porque nos permiten expresar, asimilar, celebrar y compartir con los demás las verdades de la fe, utilizando un lenguaje común.
La Iglesia como una madre, nos enseña el lenguaje de la fe para que lleguemos a comprender cuánto nos ama Dios Padre.

Introducción.

1.¿Eres cristiano?
-Sí, soy cristiano por la gracia de Dios.

2.¿Qué es la gracia?
-La gracia es la participación en la vida de Dios. Es la ayuda que Dios nos da para responder a su llamada.

3.¿Quién es cristiano?
-Es cristiano quien cree en Jesús y ha recibido el Bautismo.

4.¿Cómo nacemos a la vida cristiana?
-Nacemos a la vida cristiana por el don de la fe y del Bautismo, en la Iglesia.

5.¿Cómo aprendemos a vivir como cristianos?
-Aprendemos a vivir como cristianos escuchando la Palabra de Dios, celebrando la Eucaristía y amándonos como Jesús nos enseñó.

6.¿Dónde aprendemos a vivir como cristianos?
-Aprendemos a vivir como cristianos unidos a toda la Iglesia, en la familia y en la catequesis, donde nos enseñan a conocer, amar e imitar a Jesús.

7.¿Por qué la Santa Cruz es la señal del cristiano?
-La Santa Cruz es la señal del cristiano porque en ella murió Jesús por amor a los hombres, para salvarlos.

La profesión de la fe cristiana.


El Credo, o Símbolo de la fe, resume toda la historia de lo que Dios ha hecho en favor de los hombres.
Lo profesamos en la Iglesia y afirmamos que creemos en Dios Padre, en su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo.
Unidos a todos los cristianos rezamos el Credo cada domingo, como hicieron nuestros padres y padrinos el día de nuestro Bautismo.
También profesamos la fe cristiana cuando, ante los demás, decimos que somos cristianos y vivimos como discípulos de Jesús.

8.¿Quién nos transmite la Palabra de Dios?
-La Iglesia nos transmite la Palabra de Dios a través de su vida y especialmente de la Biblia o Sagrada Escritura.

9.¿Qué es el Credo o Símbolo de la fe?
-El Credo o Símbolo de la fe es la profesión de la fe cristiana, recibida de los Apóstoles.

10.¿Qué profesamos en el Credo?
-En el credo profesamos la fe en Dios, por quien todo existe, y en su plan de Salvación para todos los hombres.

11.¿Cuál es el centro de la fe cristiana?
-El centro de la fe cristiana es el misterio de la Santísima Trinidad.

12.¿Qué nos revela el misterio de la Santísima Trinidad?
-El misterio de la Santísima Trinidad nos revela que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un sólo Dios. Así se manifiesta que Dios es Amor.

13.¿Quién nos ha revelado el Misterio de la Santísima Trinidad?
-Jesús, el Hijo de Dios, es quien nos ha revelado este Misterio. Él nos enseña que Dios es Amor y nos lo da a conocer.

14.¿Por qué decimos que Dios es nuestro Padre?
-Decimos que Dios es nuestro Padre porque nos ha creado, cuida de nosotros y, llevado por su amor, quiere hacernos hijos suyos a imagen de su Hijo, Jesucristo.

15.¿Por qué decimos que Dios es el Creador del cielo y de la tierra?
-Decimos que Dios es el Creador del cielo y de la tierra porque hizo todas las cosas de la nada, libremente y por amor.

16.¿Para qué ha creado Dios a los ángeles?
-Dios ha creado a los ángeles para que lo alaben y le sirvan como mensajeros en la obra de Salvación de los hombres

17.¿Qué es lo más importante que Dios ha creado?
-El hombre y la mujer son lo más importante que Dios ha creado. Lo creó a su imagen y semejanza, libres, capaces de amar y de conocer la verdad, e iguales en dignidad.

18.¿Dios cuida de toda la obra de la Creación?
-Sí, Dios cuida de todas las cosas con sabiduría y amor. Especialmente cuida de nosotros porque nos ha hecho hijos suyos.

19.¿Para qué nos ha creado Dios?
-Dios nos ha creado para conocerlo, amarlo y servirle. Para ser felices con Él en la tierra y después en el Cielo.

20.¿Cuál fue el pecado de Adán y de Eva?
-Adán y Eva, nuestros primeros padres, tentados por el diablo, quisieron ser como Dios y lo desobedecieron.

21.¿Qué consecuencia tuvo este primer pecado?
-Adán y Eva, al pecar, rompieron su amistad con Dios y, como consecuencia, perdieron la gracia de la santidad, la paz con los hombres y la armonía con la Creación.


22.¿Qué es el pecado original?
-El pecado original es la condición de alejamiento de Dios en la que nacemos, como consecuencia del pecado de nuestros primeros padres. Por eso necesitamos la Salvación de Dios.

23.¿Abandonó Dios a los hombres después del primer pecado?
-Dios no abandonó a los hombres sino que tuvo misericordia de ellos, les tendió la mano y les prometió un Salvador, Jesucristo.

24.¿Quién es Jesucristo?
Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre que nació de la Virgen María por obra del Espíritu Santo. Es verdadero Dios y verdadero hombre.

25.¿Quién es la Virgen María?
-La Virgen María es la Madre de Jesús y Madre nuestra, concebida sin pecado original, que está en el Cielo en cuerpo y alma.

26.¿Por qué decimos que la Virgen María es Madre de los cristianos?
-Porque la Virgen María ayuda a todos los cristianos y pide por ellos a Jesús, su Hijo.

27.¿Por qué llamamos Maestro a Jesús?
-Llamamos Maestro a Jesús, porque Él nos enseña a amar a Dios y al prójimo.

28.¿Por qué llamamos Salvador a Jesús?
-Llamamos Salvador a Jesús porque, enviado por Dios Padre, quita el pecado del mundo y hace de todos los hombres una sola familia.

29.¿Qué nos enseñan los Evangelios sobre la infancia de Jesús?
-Los Evangelios nos enseñan que Jesús nació en Belén y vivió en Nazaret con María y José. Junto a ellos, creció en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los hombres

30.¿Qué hizo Jesús durante su vida pública?
-Durante su vida pública, Jesús anunció e hizo presente la Buena Noticia de la Salvación: el Reino de Dios ha llegado a nosotros

31.¿Qué es el Reino de Dios?
-El Reino de Dios es la nueva Vida que Dios nos da, que es vivir en justicia, verdad, amor y paz.

32.¿Cómo podemos participar en el Reino de Dios?
-Podemos participar en el Reino de Dios si creemos en Jesús y, renovados por el Bautismo, amamos a Dios y al prójimo cono Él lo hizo.

33.¿Por qué la gente se admiraba al ver lo que hacía y decía Jesús?
-La gente se admiraba porque Jesús pasó por la vida haciendo el bien con obras y palabras. Así mostraba que Dios quiere salvar a los hombres.

34.¿Por qué Jesús hizo milagros?
-Jesús hizo milagros porque quería decirnos que con Él ha llegado el Reino de Dios y que creamos y confiemos en Él.
35.¿Por qué murió Jesús?
-Jesús murió porque quiso ser fiel al plan que Dios Padre tenía de salvar a todos los hombres. Gracias a su vida y entrega en la Cruz, Dios Padre perdonó nuestros pecados y nos dio una nueva Vida.

36.¿Qué quiere decir que Jesús resucitó de entre los muertos?
-Quiere decir que Jesús, después de morir y ser sepultado, fue devuelto a la vida por el poder de Dios, su padre para no morir jamás.

37.¿Por qué la Resurrección de Jesús es tan importante para la fe cristiana?
-Porque con la Resurrección Cristo realiza la promesa de Dios en favor de los hombres: darles la Vida nueva que no tendrá fin.

38.¿Cómo participamos nosotros de la Resurrección de Jesús?
-Nosotros participamos de su Resurrección si creemos que Jesús ha resucitado y, bautizados, esperamos resucitar un día con Él.

39.¿Quién es el Espíritu Santo?
-El Espíritu Santo es Dios, como el Padre y el Hijo. Él da vida a la Iglesia y la hace Santa.

40.¿Qué hace el Espíritu Santo en nosotros?
-El Espíritu Santo nos ayuda a comprender lo que Jesús dijo, nos da fuerza para seguirlo, continuar su obra y confiar en Dios Padre

41.¿Qué es la Iglesia?
-La Iglesia es la gran familia de los que creen en Jesús y lo siguen; unida por los mismos Sacramentos, tiene como Pastores a los sucesores de os apóstoles

42.¿Por qué decimos que la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios?
-La Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios porque, guiada por el Espíritu Santo, camina hacia dios Padre con Jesucristo, el Señor.

43.¿Por qué decimos que la Iglesia es nuestra Madre?
-Decimos que la Iglesia es nuestra Madre porque ella nos hace hijos de Dios por el Bautismo, nos alimenta con el Pan de la Palabra y de la Eucaristía, y nos ayuda a crecer en la vida cristiana.

44.¿Cuál es la misión de la Iglesia?
-La misión de la Iglesia es continuar la obra de Jesús en el mundo hasta el final de los tiempos.

45.¿Qué quiere decir “creo en la resurrección de la carne?
-“Creer en la resurrección de la carne” es creer que como Cristo resucitó, también nosotros resucitaremos al final de los tiempos cuando Cristo vuelva en su gloria.

46.¿Qué quiere decir “creo en la Vida eterna”?
-“Creer en la Vida eterna” quiere decir que creemos que, después de esta vida, Dios Padre nos dará una Vida que durará para siempre.

47.¿Qué es el Cielo?
-El Cielo es la felicidad de la que gozan los hombres que están ya con Dios para siempre.


48.¿Qué es el Infierno?
-El Infierno es el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre.

49.¿Qué es el Purgatorio?
-El Purgatorio es el sufrimiento de los hombres que han muerto en paz con Dios, pero que tiene que ser purificados de sus pecados antes de participar en la felicidad del Cielo.

50.¿Qué significa la palabra “Amén”, con la que termina el Credo?
-Decir “Amén” significa que creemos las palabras, las promesas y los Mandamientos de Dios; que nos fiamos totalmente de Él.

La celebración del Misterio cristiano.

Los gestos y las palabras de Jesús continúan hoy entre nosotros a través de los gestos y palabras de la Iglesia: los Sacramentos.
Quienes participamos en la vida de la Iglesia sabemos que en sus palabras y acciones se cumple la promesa de Jesús a los Apóstoles: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20).

51.¿Jesús está presente hoy entre nosotros?
­-Jesús está presente hoy entre nosotros cuando la Iglesia ora, proclama la Palabra de Dios y celebra los Sacramentos, particularmente la Eucaristía. También está presente en todos los hombres, sobre todo en los más pobres y en los que sufren.

52.¿Qué sucede cuando la Iglesia celebra los Sacramentos?
-Cuando la Iglesia celebra los Sacramentos nos encontramos con Cristo resucitado y recibimos la gracia del Espíritu Santo.

53.¿Cuáles son los siete Sacramentos?
-Los siete Sacramentos son: el Bautismo, la Confirmación, la Eucaristía, la Reconciliación, la Unción de enfermos, el Orden sacerdotal y el Matrimonio.

54.¿Cuáles son los Sacramentos que nos inician en la vida cristiana?
-Los Sacramentos que nos inician en la vida cristiana son: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

55.¿Qué hace en nosotros el sacramento del Bautismo?
-El sacramento del Bautismo nos hace hijos de Dios a imagen de Jesús y miembros de la Iglesia. Por el Bautismo somos lavados del pecado original, morimos a todo pecado y nacemos a una Vida nueva.

56.¿Qué hace en nosotros el sacramento de la Confirmación?
-Por la Confirmación, los bautizados recibimos más plenamente al Espíritu Santo, nos unimos más a Jesucristo y a su Iglesia y somos enviados a anunciar el Evangelio.

57.¿Qué es pecar?
-Pecar es decir “no” al amor de Dios, desobedeciendo sus Mandamientos.

58.¿Qué consecuencias tiene el pecado?
-El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios, hace daño a los demás y a nosotros mismos.

59.¿Por qué los cristianos no nos desanimamos a pesar de haber pecado?
-Porque Dios Padre está siempre dispuesto a perdonarnos, pues es misericordioso y conoce nuestro corazón.

60.¿Qué hace en nosotros el sacramento de la Penitencia?
-Por el sacramento de la Penitencia, la Iglesia, en nombre de Jesús, perdona nuestros pecados y nos reconcilia con Dios y con los hombres.

61.¿Por qué los cristianos celebramos el domingo?
-Porque el domingo es el día del Señor. Convocados por Dios Padre, celebramos la Eucaristía. Los cristianos no podemos vivir sin el domingo.

62.¿Qué celebra la Iglesia en la Eucaristía?
-En la Eucaristía la Iglesia celebra el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y ofrenda sacramental de su único Sacrificio en la Cruz..

63.¿Cómo participamos los cristianos en la Eucaristía?
-En la Eucaristía, los cristianos escuchamos la Palabra, damos gracias a Dios Padre y nos ofrecemos a Él con su Hijo Jesucristo. En la Comunión recibimos a Jesús como alimento de Vida eterna que nos une a todos como hermanos.

64.¿Está Jesús realmente presente en la Eucaristía?
-Sí, por la acción del Espíritu Santo, Jesús está realmente presente en la Eucaristía: lo que parece pan y vino es el Cuerpo y la Sangre del Señor.

65.¿A qué nos invita el sacerdote cuando dice: “podéis ir en paz”?
-El sacerdote nos envía a compartir la fe, la paz y todo lo nuestro con los hombres.

66.¿Qué hace en nosotros la Eucaristía?
-La Eucaristía nos une más a Cristo y a la Iglesia, fortalece nuestra vida cristiana y nos hace crecer en el amor al prójimo.

67.¿Quiénes presiden la Eucaristía?
-La Eucaristía la presiden los obispos y los presbíteros como representantes de Cristo.

68.¿Qué es la Unción de enfermos?
-La Unción de enfermos es el Sacramento que nos fortalece en la enfermedad y ayuda a los que están en peligro de muerte, uniendo su sufrimiento al sufrimiento de Cristo.

69.¿Qué es el sacramento del Orden sacerdotal?
-Es el Sacramento por el que algunos bautizados son consagrados para ser ministros en la Iglesia y continuar la misión que Cristo dio a los Apóstoles.

70.¿Qué es el sacramento del Matrimonio?
­Es el Sacramento que santifica la unión del hombre y de la mujer del que nace la familia cristiana como comunidad de vida y de amor.


La vida en Cristo.

El cristiano está llamado a vivir y crecer hasta la medida de Cristo Jesús respondiendo al proyecto de amor que Dios Padre tiene sobre todos los hombres.
Este proyecto de amor se expresa en los Mandamientos, que se resumen en el amor a Dios y al prójimo, tal como Jesús nos ha enseñado.
Hoy, como siempre, la Iglesia nos invita a seguir a Jesús según los Mandamientos de Dios con la ayuda del Espíritu Santo, que nos da la fuerza para cumplirlos con generosidad, alegría y libertad.

71.¿Los cristianos podemos seguir a Jesús?
­-Sí, podemos seguir a Jesús gracias al Espíritu Santo que vive en nosotros y nos ayuda a conocer lo bueno y lo malo. Es el Espíritu quien nos da la fuerza para obrar el bien.

72.¿Por qué podemos elegir entre el bien y el mal?
-Podemos elegir entre el bien y el mal porque Dios nos ha hecho libres y nos da su gracia para hacer el bien y evitar el mal.

73.¿Cuál es el mayor obstáculo para seguir a Jesús?
-El mayor obstáculo para seguir a Jesús es olvidarnos de Él y de sus mandatos en la vida diaria.

74.¿Cómo seguir a Jesús?
-Seguimos a Jesús cumpliendo la voluntad de Dios, manifestada en los Diez Mandamientos, tal y como los vivió y nos los enseñó Jesús y nos ha transmitido la Iglesia.

75.¿Qué nos enseñan los Diez Mandamientos?
-Los Diez Mandamientos nos enseñan el camino para llegar a Dios y así ser felices y hacer felices a los demás.

76.¿Qué nos enseñó Jesús sobre los Mandamientos?
-Jesús nos enseñó a no separar nunca el amor a Dios del amor a nuestros hermanos.

77.¿Cuál es el Mandamiento Nuevo de Jesús?
-El Mandamiento Nuevo de Jesús es este: “Amaos unos a otros como yo os he amado”.

78.¿Cuál es la novedad de este Mandamiento?
-La novedad de este Mandamiento es que Jesús nos llama a amar a todos hasta dar la vida, incluso por nuestros enemigos, como Él hizo.

La oración cristiana.


La oración es la relación viva y personal de los hombres con Dios Padre, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo.
Jesús nos enseñó la oración más importante: el Padrenuestro. La Virgen María reconoció las obras grandes que Dios hizo en ella, por eso oraba y alababa al Señor.
En la comunidad cristiana aprendemos a escuchar a Dios, agradecerle los dones que nos da, a acoger su voluntad, a pedirle en nuestra necesidad, a vivir en su presencia. La familia cristiana es el primer lugar de la educación en la oración.

79.¿Qué es orar?
-Orar es hablar con Dios Padre, que siempre nos ama y nos escucha. Al orar respondemos a Dios como hijos suyos.

80. ¿Cómo oraba Jesús?
-Jesús oraba con confianza pues Él conocía mejor que nadie a Dios, su Padre.

81.¿Podemos atrevernos a hablar con Dios nuestro Padre?
-Sí, podemos atrevernos a hablar con Dios, nuestro Padre, porque Jesús mismo nos lo mandó y para eso nos enseñó el Padrenuestro.

82.¿Cuál es la petición que orienta la oración del Padrenuestro?
-La petición que orienta todo el Padrenuestro es esta: “Venga a nosotros tu Reino”.

83.¿De qué manera podemos hablar con Dios Padre en la oración?
-En la oración podemos dar gracias a Dios, pedirle ayuda, alabarlo, ofrecernos, estando en silencio delante de Él, adorándolo.

84.¿Es posible orar en todo momento?
-Sí, es posible orar en todo momento pues el Señor está siempre presente en todos los acontecimientos de nuestra vida.

85.¿Quién puede enseñarnos a orar?
-Aprendemos a orar especialmente en la familia, en la catequesis, en comunidad con otros cristianos y en el silencio de nuestro corazón.

86.¿Cuáles son los lugares favorables para la oración?
-Se puede orar en cualquier sitio, pero el templo es el lugar propio de la oración de la Iglesia.

Jesús es el Señor. Conocemos y vivimos la fe X

CONOCEMOS Y VIVIMOS LA FE.
Las palabras de la fe.

¿Qué quiere decir “creo en la Vida eterna”?
-Creer en la Vida eterna quiere decir que creemos que, después de esta vida, Dios Padre nos dará una Vida que durará para siempre.

¿Qué es el Cielo?
-El Cielo es la felicidad de la que gozan los hombres que están ya con Dios para siempre.

¿Qué quiere decir “creo en la resurrección de la carne”?
-Creer en la resurrección de la carne es creer que como Cristo resucitó, también nosotros resucitaremos al final de los tiempos cuando Cristo vuelva en su gloria.

¿Qué significa la palabra “Amén” con la que termina el Credo?
-Decir “Amén” significa que creemos las palabras, las promesas y los Mandamientos de Dios; que nos fiamos totalmente de Él.

La vida cristiana.
Desde nuestro Bautismo estamos llamados a parecernos a Jesús. Él nos ha enviado al Espíritu Santo, que nos guía e impulsa para que vivamos como Él vivió.
Jesús nos ha dado a muchos compañeros en este camino. La Virgen María en primer lugar, como nuestra Madre. También a los Santos, que con su ejemplo e intercesión nos impulsan a seguir a Jesús. Ellos, como luz que nos ilumina, nos recuerdan que es posible vivir como cristianos, incluso en medio de las dificultades.
En los Santos se cumple esta palabra de san Juan dirigida también a nosotros:
“Ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es” (1 Juan 3,2).
Toda la Iglesia, que espera la venida definitiva de Jesús, ora en Adviento: ¡Ven, Señor Jesús! Al celebrar la Eucaristía proclamamos: ¡Ven, Señor!

Señor, Tú eres bueno. Te alabamos y te damos gracias.
Al final del mundo vendrás con tu gloria. En tu Reino no habrá
miseria ni dolor, nadie llorará, nadie estará triste.
Ahora, ayúdanos a creer y esperar en Ti.
Haz de nosotros instrumentos de tu paz,
y danos la alegría de saber que siempre nos acompañas.

Con Jesús, por siempre, en la Casa del Padre.

Jesús es el Señor. Tema 44. Los santos, amigos de Dios para siempre.

TEMA 44. LOS SANTOS, AMIGOS DE DIOS PARA SIEMPRE.


Síntesis del tema.
Creados para gloria de Dios, caminamos con Jesús hacia un mundo nuevo.
Con la Virgen y los Santos estamos invitados a la fiesta que no tiene fin.


Tema.
Todos estamos llamados por Dios a ser santos, Dios nos llama a parecernos a Jesús, su Hijo. Para ello, mientras vivimos en este mundo, el Espíritu Santo nos anima a amar siempre a todos, sembrando alegría y paz en los corazones de quienes viven con nosotros.
Los Santos son hombres, mujeres y niños que, en la tierra, siguieron a Jesús y amaron mucho a Dios y a los hombres. Conocemos a algunos de estos Santos: san Vicente, san Ignacio, santo Domingo, santa Teresa... Son muchos y sólo Dios los conoce a todos. Entre los Santos sobresale la Virgen María, Madre de todos los creyentes. Ella, y todos los Santos, piden a Dios por nosotros, por medio de Jesucristo.
Los cristianos caminamos al encuentro del Señor. Por eso en nuestra oración decimos:
¡Ven, Señor Jesús! Con esta aclamación expresamos el deseo y la esperanza de encontrarnos con el Señor resucitado cuando vuelva al final de los tiempos. Él lo hará todo nuevo y llevará a plenitud su Reino. Jesús resucitado dará nueva Vida a todo lo creado. También a nuestro cuerpo que resucitará glorioso. Jesucristo ha resucitado y vive para siempre. Nosotros resucitaremos de entre los muertos y viviremos con Jesús.
Jesús está con nosotros en la vida y en la muerte. Él nos dijo:

“En la Casa de mi Padre hay muchas estancias.
Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo,
para que donde estoy yo, estéis también vosotros” (Juan 14, 2-3)


Oración.
No podemos imaginar
cómo será el Cielo que Dios nos promete,
pero tenemos la certeza de que Él nos espera al final de la vida.
Todavía estamos en camino. ¡Ven, Señor Jesús! Envíanos
al Espíritu Santo, así viviremos el Mandamiento
del Amor con generosidad y alegría.
¡Así prepararemos tu venida definitiva!

Frase de síntesis final.
Creo en la resurrección de la carne y la Vida eterna. Amén.

Preguntas:
-¿Hacía donde caminamos?
-¿A qué estamos invitados?
-¿A qué estamos llamados?
-¿Cómo podemos ser santos?
-¿Qué son los santos?
-¿Qué lugar ocupa María?
-¿Cuál es la misión de los santos?
-¿Qué hará Jesús al final del mundo?
-¿Qué nos ocurrirá a nosotros?

Y en clave junior:
Toda nuestra vida se resume en el principio de la oración junior: vamos hacia Jesús por el camino que Él nos marca (ReI pg. 45)

Jesús es el Señor. Tema 43. Dios nos invita a todos a su casa.

TEMA 43. DIOS NOS INVITA A TODOS A SU CASA.

Síntesis del tema.
Dios quiere que todos los hombres se salven.
Al fina de la vida Dios verá cuánto amor hay en nuestro corazón y nos juzgará con su misericordia.


Tema.
Dios, nuestro Padre y Creador, quiere que digamos “sí” al amor que nos tiene y que participemos para siempre en su Reino de justicia, de verdad, de amor y de paz, que Jesucristo ya ha hecho presente en nuestro mundo.
Al final de la vida Dios, que nos conoce mejor que nadie, mirará el corazón de cada uno. Será misericordioso, cuando recompense a cada uno según sus obras. Quien haya rechazado la invitación de Jesús a amar quedará excluido de la Casa del Padre: eso es el Infierno.
En la Casa del Padre están ya la Virgen María y los Santos, que aquí en la tierra siguieron a Jesús. Dios quiere que estemos todos reunidos y alegres, en la fiesta que no tiene fin: eso es el Cielo.
Algunas personas necesitarán un tiempo para quedar limpias de toda sombra de pecado y gozar de la alegría de Dios: eso es el Purgatorio.
La oración de la Iglesia ayuda a los que han muerto para que sean transformados por el amor de Dios.
Al final de nuestra vida, Jesús nos dirá:


“Venid vosotros, benditos de mi Padre;
heredad el Reino preparado para vosotros desde la Creación del
mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, estuve desnudo y me vestisteis,
fui forastero y me hospedasteis” (Mateo 25, 34-36)

Oración.
¡Padres! Tú nos has dado la vida
y quieres que vivamos felices. Es tan grande tu amor
que quieres darnos una vida que no terminará nunca, el Cielo.
Padre, podemos olvidarnos de tu amor, pero
Tú siempre nos esperas y nos perdonas. ¡Qué alegría saber
que tienes las puertas abiertas para tus hijos! Queremos
que nuestra vida sea un “sí” a tu amor.
Frase de síntesis final.


La Vida eterna es vivir siempre y vivir felices con Dios.

Preguntas:
-¿Qué es lo que Dios quiere?
-¿Qué hará Dios al final de los tiempos?
-¿Qué es el Infierno, el Cielo y el Purgatorio?
-¿Qué hace la oración de la Iglesia?

Y en clave junior:
“Reuniones, juegos, celebraciones,... las actividades deben ir encaminadas a hacer de los juniors cristianos vivos y responsables que no tengan miedo de reproducir con palabras, actitudes y hechos la misma vida que Jesús compartió con los hombres y mujeres de su tiempo, sintiéndose responsables del mundo en el que viven como fermento de vida nueva” (ReI pg. 19)

Jesús es el Señor. Tema 42. Somos herederos de una gran promesa.

TEMA 42. SOMOS HEREDEROS DE UNA GRAN PROMESA.

Síntesis del tema.
Dios Padre, que nos ha creado, nos ha llamado a la Vida eterna. Una vida para siempre.
Dios es fiel y nosotros confiamos en su promesa de participar en la Vida eterna.

Tema.
En nuestro mundo todavía hay dolor, injusticia, violencia y falta de amor. Pero Dios, que es Creador y Señor de todas las cosas, quiere que se renueven y sean mejores. Dios nos llama a un mundo nuevo donde Él será para todos como un sol que todo lo ilumina.
En este mundo nuevo no habrá cansancio, ni hambre, ni sed. No habrá penas, ni lágrimas, ni muerte. Toda la Creación quedará transformada.
El día de nuestro Bautismo, Dios Padre nos puso en camino hacia ese mundo. Nos unió a Jesucristo resucitado, que vive para siempre. Nos entregó al Espíritu Santo como fuerza en nuestro caminar.
Porque Jesús ha resucitado y ha vencido a la muerte, los cristianos creemos en la Vida eterna. Esta es la gran promesa que nos ha dado: seremos semejantes a Jesús y felices con Él para siempre.
Nosotros creemos y esperamos que al morir veremos a Dios cara a cara y entraremos en este mundo nuevo que ya ha comenzado. Con nuestro trabajo colaboramos con Dios en la obra de la Creación. Con nuestro testimonio crece la vida nueva que Jesús nos ha traído.
Cuando celebramos la Eucaristía y a empieza a cumplirse la promesa:

“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna” (Juan 6,54)

Oración.
¡Señor! Alimentados con el Pan de Vida,
nos pareceremos más a Ti y nos esforzaremos
por hacer este mundo más hermoso y fraterno.
Ayúdanos a descubrir que Tú caminas con nosotros
y que el mundo nuevo ya ha comenzado”
Frase de síntesis final.
Creo en la vida eterna.

Preguntas:
-¿A qué nos ha llamado Dios Padre?
-¿Qué es lo que Dios quiere?
-¿Cómo es el mundo nuevo?
-¿Por qué creemos los cristianos en la Vida eterna?
-¿Qué es la Vida eterna?
-¿Qué nos ocurrirá cuando muramos?
-¿Qué aporta nuestro trabajo, testimonio y la eucaristía?

Y en clave junior:

“Que el Concilio Vaticano II haya definido a los jóvenes como la esperanza de la Iglesia anima a no cansarse de anunciar a Jesucristo, de proclamar su Evangelio a quienes son los centinelas de la mañana en este amanecer del tercer milenio” (ReI pg 16)

Jesús es el Señor. Núcleo X. Con Jesús, por siempre, en la casa del Padre.

NÚCLEO X. CON JESÚS, POR SIEMPRE, EN LA CASA DEL PADRE.

En el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, leemos:

“Esta es la morada de Dios con los hombres:
acampará entre ellos. Ellos será su Pueblo y Dios
estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas
de sus ojos, ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor.
Porque lo de antes ha pasado. ¡Todo lo hago nuevo!”
(Apocalipsis 21, 3-5)

En este núcleo descubriremos:

42.Somos herederos de una gran promesa.
43.Dios nos invita a todos a su Casa.
44.Los Santos, amigos de Dios para siempre.

Jesús es el Señor. Conocemos y vivimos la fe IX.

CONOCEMOS Y VIVIMOS LA FE.

Las palabras de la fe.

¿Por qué los cristianos celebramos el domingo?
-Porque el domingo es el día del Señor. Convocados por Dios Padre, celebramos la Eucaristía. Los cristianos no podemos vivir sin el domingo.

¿Qué celebra la Iglesia en la Eucaristía?
-La Iglesia celebra el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y ofrenda sacramental de su único Sacrificio en la Cruz.

¿Qué hace en nosotros la Eucaristía?
-La Eucaristía nos une más a Cristo y a la Iglesia, nos fortalece en la vida cristiana y nos hace crecer en el amor al prójimo.

¿Está Jesús realmente presente en la Eucaristía?
-Sí, por la acción del Espíritu Santo, Jesús está realmente presente en la Eucaristía: lo que parece pan y vino es el Cuerpo y la Sangre del Señor.

La vida cristiana.
Cada Eucaristía es un encuentro con el Señor. Toda la celebración es como un camino que recorremos con Jesús. La meta es permanecer unidos a Él y entre nosotros, y anticipar, “aquí y ahora”, el encuentro definitivo en su gloria. Estos son los distintos momentos:

Somos convocados por el amor de Dios Padre:
Formamos parte de un Pueblo, de una familia que es la Iglesia.
Nos reunimos en el nombre del Señor, que sale a nuestro encuentro, para celebrar el Misterio de la fe.
La comunidad cristiana prepara su corazón y su mente para vivir la Eucaristía en plenitud.
Escuchamos la Palabra
Estamos atentos al mensaje que vamos a recibir.
Conocemos lo que el Señor quiere de nosotros.
Nos disponemos a hacer crecer nuestra fe con la Palabra de Dios.
Acción de gracias y alabanza
Nos ofrecemos al Padre, por y con Jesús, en el Espíritu Santo.
En la Eucaristía reconocemos la presencia de Jesús y su entrega por nosotros.
Alabamos y adoramos al Padre.
Recibimos el pan de vida*
En gracia de Dios recibimos el pan que nos alimenta.
Crecemos a imagen de Cristo Jesús.
Nos unimos más a Dios y entre nosotros.
Somos enviados a una misión
Comunicamos el Evangelio de la Vida a todos los hombres.
Vivimos como hermanos en el nombre del Señor.
Somos colaboradores en la extensión del Reino de Dios.

*Por respeto, una hora antes de comulgar, no tomamos ningún alimento. Es el Ayuno eucarístico.

La Eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana.
La Eucaristía. Nos alimentamos con el Cuerpo y la Sangre del Señor.

Jesús es el Señor. Tema 41. Comemos el pan de la vida eterna.

TEMA 41. COMEMOS EL PAN DE LA VIDA ETERNA.


Síntesis del tema.
En la Eucaristía recibimos a Jesús que se nos da como alimento de la vida que dura para siempre.
Por la Eucaristía Jesús nos une y nos envía a anunciar el Evangelio a todos los hombres, nuestros hermanos.


Tema.
Reunidos como familia de Dios, nos preparamos para la Comunión. Oramos como Jesús nos enseñó: Padre nuestro que estás en el Cielo... Apoyados en la fe de la Iglesia, pedimos la paz y nos la damos unos a otros.
El sacerdote parte el pan consagrado y lo ofrece a todos como alimento de Vida eterna: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor. Respondemos: Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El sacerdote nos da el Pan de Vida: El Cuerpo de Cristo. Respondemos: Amén, que quiere decir: Creo, esto es verdad.
Al comulgar, Jesús resucitado nos une a Él y nos da la fuerza del Espíritu Santo para vivir como hermanos de una misma familia.
Cantamos juntos, oramos en silencio y recordamos las palabras de Jesús: “El que come mi Carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él” (Juan 6, 56).
Para poder recibir a Jesús en la Eucaristía, procuramos estar en paz con Él y con los hermanos confesándonos antes, si fuera necesario.
El sacerdote, después de la Comunión, guarda en el sagrario el pan consagrado que es el Cuerpo de Cristo. Así puede ser llevado a los enfermos y a aquellos que están a punto de morir y pasar a la Casa del Padre.
Una luz encendida al lado del sagrario es la señal de la presencia del Señor, a quien podemos visitar y adorar.
Hemos celebrado la Cena del Señor. La Misa
ha terminado. El sacerdote nos da la bendición
de Dios y somos enviados a ser testigos de Jesús
entre los hombres: “Podéis ir en paz”


Oración.
¡Gracias, Padre, porque nos has regalado
el Pan de la Vida, alimento para nuestro camino hacia Ti!

Preguntas:

-¿A quién recibimos en la Eucaristía?
-¿Qué hace Jesús en la Eucaristía?
-¿Cuáles son los ritos que tienen lugar en la eucaristía?
-¿Qué es necesario para poder recibir a Jesús?
-¿Dónde se guarda el pan consagrado y para qué?
-¿A qué somos enviados al concluir la Misa?

Y en clave junior:

A lo largo del curso y de un campamento hay momentos difíciles, duros y tensos. Por eso necesitamos alimentarnos de la eucaristía y tener un rato de oración, pues ella nos “abre al amor de los hermanos, y nos hace capaces de construir la historia según el designio de Dios” (ReI pg 26), transformando la vida en un único acto de amor, siendo fuente de esperanza, de paz interior y de alegría (ReI pg 27)

Jesús es el Señor. Tema 40. Damos gracias al Padre por la entrega de Jesús.

TEMA 40. DAMOS GRACIAS AL PADRE POR LA ENTREGA DE JESÚS.


Síntesis del tema.
En la Eucaristía, damos gracias a Dios Padre por la Muerte y Resurrección de su Hijo y nos unimos a Cristo en su entrega.
La Eucaristía es el regalo más bello del amor de Dios. Es la fuente de la alegría que no acaba. Es el anticipo de la fiesta del Cielo.


Tema.
Eucaristía quiere decir acción de gracias. Es la acción de gracias más importante que los cristianos dirigimos a Dios.
Se presenta al altar el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo de los hombres, y se bendice a Dios: Bendito seas por siempre, Señor.
Luego entramos en el corazón de la celebración: la Plegaria eucarística. En ella el sacerdote bendice y da gracias al Padre por las obras que ha hecho en favor de los hombres, sobre todo por el donde e su Hijo. Nosotros aclamamos la grandeza de Dios: Santo, Santo, Santo es el Señor...
Después, el sacerdote pide a Dios Padre que envíe al Espíritu Santo; hace los mismos gestos de Jesús en la Última Cena y pronuncia sus palabras: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros. Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre... derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
El pan y el vino se transforman en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, nuestro Señor. Luego dice: Este es el Sacramento de nuestra fe. Y aclamamos: Anunciamos tu Muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Ahora, el sacerdote continúa la Plegaria en la que recuerda que Jesús renueva el Sacrificio de su entrega en la Cruz. Con Jesús nosotros podemos ofrecer al Padre y formar una comunidad de hermanos por la acción del Espíritu Santo. El sacerdote ora por toda la Iglesia, por el Papa, el Obispo... Recuerda también a los que murieron. Pide que un día nos reunamos con ellos, con la Virgen María, los Apóstoles, los Mártires y con todos los Santos, para compartir con ellos la gloria de la Resurrección.
La Plegaria eucarística termina con esta aclamación del sacerdote: Por Cristo, con Él y en Él a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Y respondemos: Amén.
Es el momento de rezar el Padrenuestro,
de pedir la paz y, en amistad con Dios
y los hermanos, recibir la Comunión.

Oración.
¡Gracias, Padre, por la entrega de Jesús.
Con él podemos ofrecernos a ti.!

Preguntas:
-¿A quién damos gracias y con quién nos unimos en la Eucaristía?
-¿Qué es la Eucaristía?
-¿Cuáles son los ritos que tienen lugar después de la oración de los fieles?

Y en clave junior:
“Partían el pan por las casas, la fracción del pan: celebraban juntos la Eucaristía” (ReI pg 24). Esta es otra de los rasgos de las primeras comunidades cristianas, los cuales se han de vivir en los centros juniors si realmente queremos formar una comunidad y vivir el segundo itinerario (comunitario-eclesial)

Jesús es el Señor. Tema 39. Escuchamos la Palabra de Dios.

TEMA 39. ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS.

Síntesis del tema.
En la Eucaristía se proclama la Palabra de Dios. Nosotros la escuchamos y la acogemos como una semilla que tiene que dar fruto en nuestra vida.


Tema.
¡Cuántas palabras oímos cada día! En casa, en el colegio, con los amigos... Pero hay una palabra muy especial: la Palabra de Dios.
En la celebración de la Eucaristía se proclama la Palabra de Dios. Nosotros, en silencio, la escuchamos con atención y la acogemos en nuestro corazón. Es el Señor quien nos habla a través de ella y nos cuenta las maravillas que Él hace por nosotros. Por eso al terminar las lecturas se dice: Palabra de Dios. Respondemos: Te alabamos Señor.
Cuando el sacerdote lee el Evangelio es Jesús quien nos habla. Es por esto que al terminar se dice: Palabra del Señor. Respondemos: Gloria a Ti Señor Jesús.
El sacerdote nos explica la Palabra que se ha proclamado, para enseñarnos a vivir como cristianos. El Espíritu Santo nos ayuda a comprenderla y nos da fuerza para vivirla.
Después se recita el Credo o Símbolo de la fe, en el que profesamos la fe de la Iglesia, como hicieron los padres y padrinos el día de nuestro Bautismo.
Luego le pedimos al Señor por la Iglesia, por el mundo y por nuestras necesidades. Es la Oración de los fieles.

Ahora se presenta el pan y el vino.
Comienza la Plegaria de acción de gracias
que proclama el sacerdote y hace
presente la Muerte y Resurrección de Jesús.

Oración.
¡Gracias, Padre, porque nos has regalado
el Pan de tu Palabra que nos da la vida!

Preguntas:
-¿Cómo es la Palabra de Dios?
-¿Cómo debemos escuchar la proclamación de la Palabra de Dios en misa?
-¿Cuáles son las respuestas de los fieles?
-¿Quién habla cuando el sacerdote proclama el Evangelio?
-¿Qué nos enseña el sacerdote cuando nos explica la Palabra?
-¿Cómo nos ayuda el Espíritu Santo?
-¿Con qué sacramento se relaciona la recitación del Credo?
-¿Por quién pedimos en la Oración de los Fieles?

Y en clave junior:

El consiliario es Presidente y animador de la liturgia (ReI pg. 34). Por otra parte el junior como los primeros cristianos se caracteriza por acudir a la enseñanza de los apóstoles, compartir la fe e intentar comprender las escrituras a la luz de los hechos cristianos (ReI pg 24)

Jesús es el Señor. Tema 38. Celebramos la eucaristía en el día del Señor.

TEMA 38. CELEBRAMOS LA EUCARISTÍA EN EL DÍA DEL SEÑOR.

Síntesis del tema.

Se conoce que somos cristianos porque nos reunimos los domingos para celebrar la Resurrección del Señor.
Dios Padre nos convoca en su casa para celebrar esta fiesta.
La participación en la Eucaristía es, para todo bautizado, el centro del domingo y de su vida cristiana.

Tema.

El domingo es un día de familia, de descanso y de visitas. Para los cristianos es un día muy especial. Damos gracias a Dios porque ha creado todas las cosas, nos ha dado la vida y nos invita a disfrutarla.
Pero todavía la fiesta es más grande porque el domingo es el día del Señor resucitado. Desde hace más de dos mil años, la comunidad cristiana se reúne para celebrarlo en la Eucaristía. No podemos vivir sin el domingo.
En la Eucaristía, reunidos en el nombre del Señor, escuchamos su Palabra, damos gracias y alabamos al Padre, nos ofrecemos a Él unidos a Jesucristo, recibimos el Pan de Vida y somos enviados a la misión.
Al comenzar la Misa, con la alegría de estar reunidos en el nombre del Señor, hacemos la Señal de la Cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El sacerdote nos saluda: El Señor esté con vosotros.
Después pedimos perdón a Dios: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos, que he pecado...
A continuación lo alabamos con gozo, diciendo: ¡Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor!
Ahora estamos mejor dispuestos para escuchar la Palabra de Dios.

Oración.

¡Gracias, Padre, nos amas tanto que nos reúnes con Jesús como a hijos de una misma familia!.

Preguntas:
-¿Por qué somos conocidos los cristianos?
-¿Para qué nos convoca Dios Padre?
-¿Por qué es importante la misa dominical?
-¿Qué es el domingo?
-¿Podemos vivir sin el domingo?
-¿Qué hacemos los cristianos el domingo?
-¿Qué se hace en la eucaristía?
-¿Cuál es el sentimiento con el que comenzamos la Misa?
-¿Cuáles son los ritos con que comienza la misa?

Y en clave junior:

¿Vemos coherente ser junior y no ir a misa? Sin la misa del domingo no hay un buen cristiano y sin ella no hay un buen junior. “La eucaristía es la fuente y cima de toda vida cristiana y se debe participar en ella como cristianos bautizados y miembros de la comunidad parroquial que somos” (ReI pg 65)

Jesús es el Señor. Núcleo IX. La eucaristía nos alimenta con el cuerpo y la sangre del Señor.

NÚCLEO IX. LA EUCARISTÍA. NOS ALIMENTA CON EL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR.

En la celebración de la Misa el sacerdote dice:
“Estamos reunidos delante de Ti, Padre,
y recordamos, llenos de alegría,
lo que Jesús ha hecho para salvarnos.
Él aceptó la muerte por nosotros,
pero Tú lo resucitaste.
Por eso, llenos de alegría te aclamamos:
¡Señor, Tú eres bueno, te alabamos
y te damos gracias”
(Plegaria eucarística III para las Misas con niños)


En este núcleo descubriremos:
38.Celebramos la Eucaristía en el día del Señor.
39.Escuchamos la Palabra de Dios.
40.Damos gracias al Padre por la entrega de Jesús.
41.Comemos el Pan de la Vida eterna.

Jesús es el Señor. Conocemos y vivimos la fe VIII

CONOCEMOS Y VIVIMOS LA FE.
Las palabras de la fe.

¿Qué es pecar?
-Pecar es decir “no” al amor de Dios, desobedeciendo sus Mandamientos.

¿Qué consecuencias tiene el pecado?
-El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios, hace daño a los demás y a nosotros mismos?
¿Por qué los cristianos no nos desanimamos a pesar de haber pecado?
-Porque Dios Padre está siempre dispuesto a perdonarnos, pues es misericordioso y conoce nuestro corazón.

¿Qué hace en nosotros el sacramento de la Penitencia?
-Por el sacramento de la Penitencia, la Iglesia, en nombre de Jesús, perdona nuestros pecados y nos reconcilia con Dios y con los hombres.

La vida cristiana.
Así celebramos la misericordia de Dios en el sacramento de la Penitencia:
-Examen de conciencia:
En silencio, en presencia de Dios, pensamos en las enseñanzas de Jesús y reconocemos lo que hemos hecho mal.
-Dolor de los pecados:
Ante nuestro pecado, sentimos habernos alejado de Él.
-Propósito de enmienda:
Pedimos la ayuda de Dios y prometemos volver a su amistad.
-Confesión de los pecados:
Confesamos con sinceridad nuestros pecados al sacerdote, que nos acoge y escucha en el nombre de Jesús y de su Iglesia.
El sacerdote impone las manos sobre nuestra cabeza y recita las palabras del perdón: Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
-Cumplir la penitencia:
Después, oramos y damos gracias al Padre por su perdón. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir lo que nos propone el sacerdote para reparar el daño causado por nuestros pecados y continuar nuestro camino de vida cristiana.

“Habrá mas alegría en el Cielo por un sólo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse” (Lucas 15,7).

La Reconciliación. Recibimos el perdón que nos renueva.

Jesús es el Señor. Tema 37. Celebramos la reconciliación.

TEMA 37. CELEBRAMOS LA RECONCILIACIÓN.

Síntesis del tema.
Jesús mandó a los Apóstoles que, en su nombre, perdonasen los pecados.
Los sacerdotes, en nombre de Jesús y de la Iglesia, perdonan los pecados en el sacramento de la Reconciliación.
Cuando los cristianos, después del Bautismo, necesitamos recibir el perdón de Dios, celebramos el sacramento de la penitencia.


Tema.
Antes de volver a su Padre, Jesús resucitado dio a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados en su nombre. Les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les serán perdonados” (Juan 20,22).
La Iglesia no se cansa de anunciar a los hombres la misericordia del Padre. Dios quiere que quien peca no se desaliente, sino que se anime y continúe el camino de Jesús.
La Iglesia nos ofrece hoy el perdón de Dios de muchas maneras, pero hay una muy especial por la que cada uno recibe de Jesús el perdón de Dios Padre y es reconciliado con la Iglesia y con los hermanos. Es el sacramento de la Reconciliación o Penitencia.
Este Sacramento es un encuentro maravilloso. Dios, que quiere perdonarnos, y nosotros que, arrepentidos volvemos a Él.
Confesamos nuestros pecados ante el sacerdote que proclama:
Dios, Padre misericordioso, que reconcilió
consigo al mundo por la Muerte y Resurrección
de su Hijo y envió al Espíritu Santo
para la remisión de los pecados, te conceda,
por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz.
Apoyados en la gracia del perdón y con alegría, nos comprometemos a ser fieles a Jesús y al don de nuestro bautismo.
Quien el perdón de sus pecados proclama con gratitud:
“Dad gracias al señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia”
(Juan 13, 34-35)

Oración.
¡Señor, qué alegría!
El sacerdote nos acoge, nos escucha,
y nos perdona en tu nombre.
¡Qué cerca estás de nosotros cuando deseamos
volver a Ti! ¡Gracias, porque la Iglesia nos ofrece tu perdón!
Frase de síntesis final.
Creo en el perdón de los pecados.

Preguntas:
-¿Cuál es el origen de perdonar los pecados?
-¿En nombre de quién perdonan los pecados los sacerdotes?
-¿Qué les dijo Jesús a los Apóstoles?
-¿De qué no se cansa la Iglesia?
-¿Cómo nos ofrece la Iglesia el perdón de los pecados?
-¿Qué es el sacramento de la Reconciliación?
-¿Cuál es la fórmula de la absolución?

Y en clave junior:
El sacramento de la reconciliación es importantísimo en la vida del junior, formando parte del itinerario litúrgico-sacramental (ReI pg.25) y del método junior (experiencia-reflexión-compromiso-celebración, ReI pg. 65). Por eso a lo largo del año, especialmente en Adviento y Cuaresma, en las convivencias y campamentos se incluyen celebraciones penitenciales, como momentos de encuentro con Cristo y de experiencia del perdón del Padre.

Jesús es el Señor. Tema 36. Jesús nos trae el perdón de Dios Padre.

TEMA 36. JESÚS NOS TRAE EL PERDÓN DE DIOS PADRE.

Síntesis del tema.
Jesús salía al encuentro de los pecadores y acogía siempre a los que se arrepentían.
Jesús perdona a los que han pecado y se han alejado de Él porque es misericordioso como su Padre Dios.
Hoy, Jesús continúa ofreciéndonos el perdón en el sacramento de la Reconciliación o Penitencia.


Tema.
Jesús siempre se compadeció de los que sufrían y perdonó a muchos pecadores. A todos les anunciaba esta Buena Noticia: “No necesitan médico los sanos sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (Marcos 2, 17).
Para anunciar a todos que Dios Padre siempre está dispuesto a ofrecernos su perdón y su misericordia, Jesús contó una parábola. Un padre esperaba que su hijo, que se había alejado de él y había malgastado su herencia, volviera a su lado. Un día el hijo, arrepentido, decidió regresar a su casa.




Y así dice la parábola: “Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete porque este hijo mío estaba perdido y lo hemos encontrado” (Lucas 15, 11-32).
También Zaqueo, que se arrepiente de ser injusto con los demás, recibe el perdón:
“Hoy ha sido la Salvación de esta casa.
He venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido” (Lucas 19,9-10)



Oración.
Vivir el perdón es un signo de los cristianos.
Jesús nos invita a orar diciendo:
Padre, perdona nuestras ofensas como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
Nosotros decimos: ¡Señor, ten misericordia de nosotros,
porque hemos pecado contra Ti!
¡Muéstranos tu misericordia y danos tu Salvación!

Frase de síntesis final.
Dios, nuestro Padre, no se cansa nunca de perdonarnos porque nos conoce y nos ama.

Preguntas:
-¿Cómo actuaba Jesús con los pecadores?
-¿Cómo nos ofrece hoy Jesús su perdón?
-¿De qué trata la parábola del Padre misericordioso?
-¿Qué le dijo Jesús a Zaqueo?
-¿Se cansa el Padre de perdonarnos?

Y en clave junior:
Una de las expresiones más claras de como nos ama Jesús es el sacramento del Perdón. Por eso nosotros cuando afirmamos en la Ley Juniors que amamos a todos los hombres del mundo como Jesús nos ama (ReI pg.45) nos comprometemos a perdonar como Jesús nos perdona, desde la experiencia de su perdón a través del sacramento de la reconciliación.

Jesús es el Señor. Tema 35. A veces nos alejamos del amor de Dios.

TEMA 35. A VECES NOS ALEJAMOS DEL AMOR DE DIOS.

Síntesis del tema.
Dios nos ha hecho libres y podemos decir “sí” o “no” a su amor y a sus mandatos.
Cuando decimos “no” a Dios, nos apartamos de Él. Pero Él nos ofrece su perdón y podemos volver a su amistad.
El Espíritu Santo, que hemos recibido, nos ayuda a vencer el mal con el bien y a pedir perdón cuando pecamos.

Tema.
El Bautismo nos ha hecho libres para amar a Dios y a los hombres como Jesús nos enseñó. Pero muchas veces, hacemos mal uso de nuestra libertad. Hacemos lo que nos da la gana o lo contrario de lo que deberíamos hacer: somos egoístas. Insultamos a los demás. Desobedecemos a nuestros padres, abuelos y profesores. Queremos tener siempre razón, decimos mentiras, cogemos cosas que no son nuestras. Somos perezosos y a veces sentimos envidia. No nos acordamos de Jesús, no cumplimos sus enseñanzas, no rezamos...
Cuando actuamos así, desobedecemos a Dios y sus Mandamientos. Esto es el pecado. Existe el pecado que destruye nuestra amistad con Dios y con los hermanos. Lo llamamos pecado mortal. Hay otros pecados que debilitan esta amistad. Son los pecados veniales.
Pero Dios Padre, en su Hijo Jesús, siempre nos ofrece su perdón, que arranca de nuestro corazón el mal que nos impide ser amigos suyos y no nos deja ser felices. Si amamos como Jesús, vencemos el pecado.
Un día Jesús contó que, como un pastor busca a la oveja perdida, Dios Padre nos busca cuando nos apartamos de Él:
“... cuando la encuentra, se la pone muy contento sobre los hombres y, llegando a casa, convoca a los amigos y a los vecinos y les dice: alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido”
(Lucas 15, 5-7)


Oración.
¡Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre!
¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios!
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades.
Él rescata tu vida de la fosa
y te llena de gracia y de ternura.
Frase de síntesis final.
El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios,
hace daño a los hermanos y entristece nuestro corazón.

Preguntas
- ¿Por qué podemos decir sí o no a Dios?
-¿Qué ocurre cuando decimos no a Dios?
-¿Quién nos ayuda a vencer el mal y pedir perdón?
-¿Para qué nos ha hecho libres el bautismo?
-¿Cuándo ofendemos a Dios?
-¿Cuáles son los dos tipos de pecado y como se definen?
-¿Qué hace Dios ante nuestro pecado?
-¿Con quienes compara Jesús al Padre y al pecador?

Y en clave junior:
En nuestro método junior descubrimos la realidad de pecado que hay en nuestra vida. Iluminados por la Palabra de Dios tanto a nivel individual, como de Equipo y de Centro, pecamos, nos apartamos de Dios, no vivimos lo que Jesús espera de nosotros.

Jesús es el Señor. Núcleo VIII. La Reconciliación, recibimos el perdón que nos renueva.

NÚCLEO VIII. LA RECONCILIACIÓN, RECIBIMOS EL PERDÓN QUE NOS RENUEVA.

El profeta Ezequiel anuncia esta promesa del Señor.
“Os daré un corazón nuevo y os infundiré
un espíritu nuevo: arrancaré de vuestra carne
el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi Espíritu y haré que caminéis
según mis preceptos y que pongáis
por obra mis Mandamientos” (Ezequiel 36, 26-27)


En este núcleo descubriremos:
35.A veces nos alejamos del amor de Dios.
36.Jesús nos trae el perdón de Dios Padre.
37.Celebramos la Reconciliación.

Jesús es el Señor. Conocemos y vivimos la fe VII.

CONOCEMOS Y VIVIMOS LA FE.

Las palabras de la fe.

¿Por qué decimos que la Iglesia es nuestra Madre?
-Decimos que la Iglesia es nuestra Madre porque ella nos hace hijos de Dios por el Bautismo, nos alimenta con el Pan de la Palabra y de la Eucaristía y nos ayuda a crecer en la vida cristiana.

¿Los cristianos podemos seguir a Jesús?
-Sí, los cristianos podemos seguir a Jesús gracias al Espíritu Santo, que vive en nosotros y nos ayuda a conocer lo bueno y lo malo. Es el Espíritu quien nos da fuerza para obrar el bien.

¿Qué nos enseñó Jesús sobre los Mandamientos?
-Jesús nos enseñó a no separar nunca el amor a Dios del amor a nuestros hermanos.

¿Cuál es el Mandamiento nuevo de Jesús?
El Mandamiento Nuevo de Jesús es este: “Amaos unos a los otros como yo os he amado”.

La vida cristiana.

El libro del Éxodo narra que Dios entregó los Mandamientos a Moisés y le dijo estas palabras: “Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado de Egipto, de la esclavitud. No habrá para ti otros dioses”.
Dios, que salvó a Israel de la esclavitud, pidió como respuesta el cumplimiento del Decálogo.
Estos son los Mandamientos. No los olvides:
1.Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2.No tomarás el nombre de Dios en vano.
3.Santificarás las fiestas.
4.Honrarás a tu padre y a tu madre.
5.No matarás.
6.No cometerás actos impuros.
7.No robarás.
8.No darás falso testimonio ni mentirás.
9.No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10.No codiciarás los bienes ajenos.
Cuando vivimos según los Mandamientos, somos más libres y ayudamos a que los demás también lo sean.

Gracias a los Mandamientos, los hombres, liberados por Dios, siguen el camino que da vida y lleva a la felicidad.

Por el Bautismo, nacemos a la Vida nueva.

Jesús es el Señor. Tema 34. Como hijos, oramos a Dios nuestro Padre.

TEMA 34. COMO HIJOS, ORAMOS A DIOS, NUESTRO PADRE.

Síntesis del tema.

Orar es hablar con Dios, que sabemos que nos ama.
Jesús nos ha enviado al Espíritu, que habita en nuestro corazón, para que podamos llamar Padre a Dios.
Para orar necesitamos que nuestra vida esté cerca de Dios.


Tema.

No podemos vivir sin respirar. Tampoco podemos vivir como cristianos sin orar, sin hablar con Dios. Orar es rezar con palabras o en silencio, escuchando o leyendo el Evangelio.
Jesús oraba siempre y enseñó a sus discípulos a orar. Nos dio ejemplo y nos enseñó la oración del Padrenuestro. La Iglesia lo reza siempre que está reunida, especialmente cuando celebra la Eucaristía. Es la oración más importante, el modelo de todas las oraciones. Los Santos también nos enseñan a orar. Ellos son maestros de oración.
Es bueno rezar a solas, mirando la naturaleza o ante una imagen, en la habitación o en el templo. También es bueno rezar en familia, en la parroquia, con el grupo de catequesis... Hay personas que dedican su vida a orar. Son los monjes o monjas que viven en los monasterios.
Podemos rezar de muchas maneras: con palabras, cantos, gestos, silencios..., pero lo esencia está en el corazón. Es importante rezar en algunos momentos del día: por la mañana, para alabar a Dios y pedir su ayuda para el día que comienza; pro la noche, para darle gracias y pedirle perdón.
Si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, cualquier cosa que hagamos se convertirá en oración.
Jesús nos dice:
“Cuando recéis, no uséis muchas palabras como los que
se imaginan que por hablar mucho les harán caso.
No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe
lo que os hace falta antes de que lo pidáis” (Mateo 6, 7-8)

Oración.

Solos, o con la comunidad cristiana,
oramos en comunión con la Virgen María,
que reconoce las cosas grandes que Dios ha realizado en Ella
y se llena de gozo. Por eso exclama con alegría:
“Mi alma proclama la grandeza del Señor
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador”.

Frase de síntesis final.
Dios atrae a todos los hombres al encuentro con Él en la oración.

Preguntas:
-¿Qué es orar?
-¿Quién hace posible que llamemos a Dios Padre?
-¿Cuál es la condición para orar?
-¿Por qué es importante orar?
-¿Cómo rezaba Jesús?
-¿Qué es el Padrenuestro?
-¿Cómo podemos rezar?
-¿Dónde podemos rezar?
-¿Cuándo es importante rezar?
-¿Cómo debemos rezar, según Jesús?


Y en clave junior:
La oración es importantísima en los juniors: rezamos al comenzar y concluir las reuniones, mediante la lectura de la Palabra de Dios, la oración junior y otras oraciones. Rezamos en los campamentos al comenzar la jornada y al atardecer,... Ella forma parte de los itinerarios, en cuanto “introduce en la experiencia de Dios; promueve la maduración de la propia identidad frente a Dios y a los demás; asegura la proyección de uno mismo; y transforma toda la vida en un único acto de amor: es fuente de esperanza, de paz interior, de alegría. Como toda relación, también la oración necesita fidelidad, constancia y atención” (ReI pgs. 26-27)

Jesús es el Señor. Tema 33. Amamos a los demás como hermanos.

TEMA 33. AMAMOS A LOS DEMÁS COMO HERMANOS.

Síntesis del tema.
Dios ha puesto a todos los hombres los bienes de la tierra al servicio de los hombres.
Jesús nos ha enseñado a compartir lo que tenemos y a no poner el corazón en las cosas materiales.
El Espíritu Santo nos da fuerza para decir siempre la verdad.


Tema.

Jesús nos pide que tratemos a los demás como queremos que los demás nos traten a nosotros. De esta manera aprendemos a vivir como hermanos.
El respeto a los bienes de los demás es una norma básica de convivencia y solidaridad. El séptimo Mandamiento: No robarás, nos pide que respetemos a las personas y a sus bienes cuidando de todos los eres de la Creación.
La verdad es como una luz que ilumina el camino. Quien dice la verdad está cerca de Dios y de los demás. Jesús nos llama a ser leales y sinceros, como Él lo fue, aunque nos cueste. El octavo Mandamiento dice: No darás falso testimonio ni mentirás. Es una invitación a vivir en la luz pues todo hombre tiene derecho a la verdad.
El décimo Mandamiento: No codiciarás los bienes ajenos, nos llama a ser libres, a no ser esclavos de las cosas y a no desear lo que los demás tienen.
Jesús nos invita a ser generosos, a amar a los demás y a no andar preocupados por tener muchas cosas. Recordemos que hay más alegría en dar que en recibir.
Dice el Salmo 15:
“¿Quién está cerca de Ti, Señor?
El que dice la verdad de corazón”
(Deuteronomio 6,5)

Oración.
Señor, ayúdanos
a decir siempre la verdad y a respetar
a nuestros hermanos; a no hacer daño a nuestro prójimo
y a no tener envidia de los otros.
¡Gracias te damos, Señor, por tus Mandamientos
que son como una lámpara en nuestro camino,
que nos ayudan a encontrarte, a vivir en paz con los demás
y a estar alegres!

Frase de síntesis final.
Quien no ama a su hermano al que ve, no puede amar a Dios a quien no ve.

Preguntas:
-¿Para qué ha puesto Dios los bienes de la tierra?
-¿Qué nos ha enseñado Jesús?
-¿Quién nos ayuda a decir siempre la verdad?
-¿Cómo debemos tratar a los demás?
-¿Por qué es importante el respeto a los bienes de los demás?
-¿Qué nos enseña el séptimo Mandamiento?
-¿A qué nos invita el octavo Mandamiento?
-¿A qué nos llama el noveno Mandamiento?
-¿cuál es la invitación de Jesús?
-¿Qué les ocurre a los que no aman?

Y en clave junior:
En los Principios de Vida Juniors nos comprometemos a “vivir en la Verdad para conquistar mi libertad; defender la Justicia y luchar por un mundo nuevo y ser comprensivo con los demás y exigente conmigo mismo” (ReI pg 46).

Jesús es el Señor. Tema 32. Aprendemos a amar en familia.

TEMA 32. APRENDEMOS A AMAR EN FAMILIA.

Síntesis del tema.
La familia es el fruto del matrimonio entre un hombre y una mujer, una comunidad de vida y amor.
El gran regalo que Dios hace al hombre es la vida. Por eso debemos respetarla y cuidarla.
Crecemos cuando vivimos en el amor, la ayuda y el perdón mutuo. Éste es el evangelio de la familia.


Tema.
Nacemos a la vida y al amor en la familia: padre y madre, hijos, hermanos y hermanas, abuelos, tíos... ¡Cuánto podemos aprender unos de otros! ¡Qué alegría vivir juntos! Aunque a veces puede ser difícil. Nos esforzamos en respetar y ayudar a nuestros padres, especialmente cuando son ancianos. El cuarto Mandamiento nos dice: Honrarás a tu padre y a tu madre.
La vida es un don de Dios que hemos recibido a través de nuestros padres. Sólo Dios es Señor de la vida, por eso todos debemos respetarla y cuidarla. Esto es cumplir el quinto Mandamiento: No Matarás.
El sexto Mandamiento: No cometerás actos impuros; y el noveno: No consentirás pensamientos ni deseos impuros; nos enseñan a valorar y respetar nuestro cuerpo como don de Dios, que se nos ha dado para vivir y amar como Él quiere. ¡Qué gran regalo ser hombre o mujer! Cada uno es diferente, pero igual de importante en dignidad.
El apóstol san Pablo nos recuerda:

“Como elegidos de Dios, santos y amados,
vestios de la misericordia entrañable, bondad, humildad,
dulzura, comprensión. Y por encima de esto, el amor” (Colosenses 3, 12-14)

Oración.
¡Gracias, Padre,
porque nuestros padres nos han dado la vida!
Señor, en cada familia que ama, Tú estás amando.
Señor, en cada familia que sufre, Tú estás sufriendo.
Señor, en cada familia que ríe, Tú estás riendo.
Gracias, Señor, porque cada familia que te busca, te encuentra.
Gracias, Padre, porque en nuestra familia descubrimos el amor.
Fortalece el amor entre mis padres para que sean
como una roca sobre la que se construya nuestra vida familiar.

Frase de síntesis final.
En tu familia se manifiesta, vive y crece el amor de Dios.

Preguntas:
-¿Qué es la familia?
-¿Qué es la vida?
-¿Qué es el evangelio de la vida?
-¿Cuándo cumplimos el cuarto Mandamiento?
-¿Cuándo cumplimos el quinto Mandamiento?
-¿A qué nos enseña el sexto y noveno Mandamiento?
-¿Dónde está el Padre?

Y en clave junior:
“Se considera la familia como la primera experiencia de la Iglesia. Los padres cristianos son para sí y para sus hijos testigos de fe, además de ser los primeros y últimos responsables de su educación. En juniors se tratará de sensibilizar a las familias para que asuman su plena responsabilidad humana y cristiana en la educación de los hijos. Se tratará de comprometer a las familias en la vida del centro y de la parroquia. Se informará habitualmente a las familias del proceso de maduración humana y en la fe de sus hijos” (ReI pg. 34)

Jesús es el Señor. Tema 31. Amamos a Dios sobre todas las cosas.

TEMA 31. AMAMOS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

Síntesis del tema.
Jesús nos enseña a amar a Dios con todo el corazón y con todas las fuerzas. Del amor a Dios nace el verdadero amor al prójimo.
El domingo los cristianos celebramos que Dios es Señor de todas las cosas.


Tema.
¡Qué alegría vivir en paz, confiar unos en otros, respetar los dones de cada uno! A veces la violencia, la mentira, el egoísmo crecen en nosotros. Pero los cristianos intentamos vivir como Jesús. Él nos enseña a amar a Dios con todo el corazón y a cumplir su voluntad con alegría, como dice el primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Dios Padre es Señor de cielo y tierra. Él es la fuente de toda bondad y de todo amor. Amar a Dios es reconocer su grandeza. Su nombre es santo y debemos pronunciarlo siempre con respeto. No debemos usar el nombre de Dios para afirmar lo que es mentira o para esconder lo que es verdad. Esto dice el segundo Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano.
El tercer Mandamiento nos propone: Santificarás las fiestas. Desde el principio los cristianos dedicamos el domingo y otras fiestas importantes a agradecer a Dios todos los dones que Él nos ha dado. Esos días, al celebrar la Eucaristía, damos gracias a Dios por Jesucristo resucitado. Descansamos, dedicamos tiempo a la familia, a los amigos, y a visitar a los enfermos o ancianos.
Estos Mandamientos nos hacen libres y son la fuente del amor a los demás:

“Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón,
con toda el alma y con toda las fuerzas” (Deuteronomio 6,5)

Oración.
¡Omnipotente, altísimo,
y bondadoso Señor! A ti la alabanza,
la gloria y el honor.
Tan solo Tú eres digno de toda bendición.
Criaturas del Señor, bendecid al Señor.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Frase de síntesis final.
Dios vive en el corazón de quienes aman. Todo amor procede de Dios.

Preguntas:
-¿Cómo nos enseña Jesús a amar?
-¿Qué celebramos el domingo?
-¿Cómo debemos amar a Dios?
-¿Qué significa No tomarás el nombre de Dios en vano?
-¿Por qué es importante el domingo?
-¿Cómo debemos Santificar las fiestas?
-¿Por qué son buenos los tres primeros mandamientos, que hacen referencia a Dios?
-¿De donde nace el amor?

Y en clave junior:
“En momentos puntuales podemos llevar a la Eucaristía nuestra vida y la del equipo, para dar gracias y alabanza al Padre, pues también es momento de comunión con el resto de miembros de la Parroquia y Centros Juniors. Sin embargo hay que tener en cuenta que la eucaristía es la fuente y cima de toda la vida cristiana y se debe participar en ella como cristianos bautizados y miembros de la comunidad parroquial que somos. No es en sí misma un momento del método, sino que se debe participar en ella todos los domingos y festivos, independientemente de reunirse con el Equipo Juniors” (ReI pg 65).

Jesús es el Señor. Tema 30. Llamados a vivir como hijos de Dios.

TEMA 30. LLAMADOS A VIVIR COMO HIJOS DE DIOS.

Síntesis del tema.
Por el Bautismo estamos llamados a vivir como hijos de Dios siguiendo a Jesús.
Seguir a Jesús es responder a su llamada: amar a Dios y al prójimo como Él nos enseña.
Por el Espíritu, que vive en nuestro corazón, podemos seguir a Jesús y cumplir los Mandamientos.


Tema.
Deseamos ser felices, querer y que nos quieran, tener amigos, vivir en familia; que el amor y la verdad sean la luz que ilumine nuestro camino.
Dios Padre, por medio de Moisés, dio a su Pueblo un Decálogo o Diez Mandamientos, que son una luz que señala el camino para amarlo, ser feliz y hacer felices a los demás.
Jesús enseñó a vivir estos Mandamientos de una forma nueva. Los resumió en dos: “Amar a Dios y al prójimo” (Mateo 22, 34-40). Para que podamos cumplirlos con alegría y generosidad, sin separarlos nunca, nos dio al Espíritu Santo que actúa en nuestro interior.
Jesús, con la parábola del Buen Samaritano, nos enseñó que todo hombre, sea extranjero o enemigo, es nuestro prójimo y tenemos que amarlo. Jesús, al dar su vida por todos, nos mostró cómo quiere Dios que los cristianos amemos al prójimo.
Así nos dijo Jesús cómo tiene que ser nuestro amor:
“Os doy un Mandamiento nuevo:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos
será que os amáis unos a otros”
(Juan 13, 34-35)

Oración.
Gracias, Padre,
porque nos has dado un camino de vida:
los Mandamientos. Con su luz podemos hacer
obras de amor: dar de comer al hambriento;
visitar al que está solo o enfermo; consolar al que sufre;
acoger al que no tiene casa; perdonar las ofensas;
orar por todos. Gracias, Padre, porque así
somos felices y hacemos felices a los demás.

Frase de síntesis final.

Los Mandamientos son el camino de una vida libre para amar.

Preguntas:
-¿A qué estamos llamados por el Bautismo?
-¿Qué es seguir a Jesús?
-¿Por qué podemos seguir a Jesús y cumplir los Mandamientos?
-¿Qué son los Diez Mandamientos?
-¿Cómo resumió Jesús los Diez Mandamientos?
-¿Cuál es la enseñanza que nos ofrece Jesús en la parábola del Buen Samaritano?
-¿Qué nos mostró Jesús al dar su vida?

Y en clave junior:
“La ley Juniors: Amamos a todos los hombres como Jesús nos ama”. El amor es la gran fuerza que crea la unión entre todos: en el Equipo, en el Centro, en la Comunidad Cristiana y en toda la Iglesia Universal” (ReI pg. 45). “La base de la espiritualidad juniors se encuentra en la Palabra de Dios, los Sacramentos y el amor hacia los hermanos” (ReI pg. 45)

Jesús es el Señor. Tema 29. Crecemos en la vida de la fe.

TEMA 29. CRECEMOS EN LA VIDA DE LA FE.

Síntesis del tema.
El don del Bautismo crece y se fortalece con el sacramento de la Confirmación.
En la Confirmación, el Espíritu Santo nos fa fuerza para crecer en la fe y ser testigos de Cristo.
El sacramento de la Confirmación nos une con más fuerza a la Iglesia y a su misión.


Tema.

El día de nuestro Bautismo recibimos al Espíritu Santo. Nacemos a la vida de Dios y entramos a formar parte de la Iglesia. Por el sacramento de la Confirmación, como un nuevo Pentecostés, el Espíritu Santo nos une mucho más a Jesús y a su Iglesia para que seamos testigos valientes del Evangelio
Al celebrar la Confirmación, el Obispo impone sus manos sobre nuestra cabeza y ora para que venga el Espíritu y nos llene de sus dones. Es el mismo gesto que hacían los Apóstoles a los nuevos bautizados.
Después, el Obispo, que es sucesor de los Apóstoles, nos unge la frente con el Santo Crisma –que es el aceite que consagró el Jueves Santo- haciendo la Señal de la Cruz. El obispo dice: Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo. Respondemos: Amén. Y el Obispo nos saluda con el signo de la paz.
Una vez confirmados, somos invitados a participar en la eucaristía, que es fuente y cumbre de la vida cristiana. Recibimos a Cristo como alimento para amar como Él nos ama.
Quien se deja guiar por el Espíritu Santo tiene una Vida nueva:
“El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad” (Gálatas 5, 22-23)

Oración.

Te damos gracias, Padre,
por Jesús nuestro Señor, que después de subir
al Cielo, nos ha enviado al Espíritu Santo
que había prometido. Como tantos cristianos en todo el mundo
que viven con alegría la fe y dan testimonio,
yo también quiero ser testigo, Padre, y vivir la fe
con alegría en mi familia, en mis amigos, en la parroquia y en la escuela.

Frase de síntesis final.
El Espíritu Santo nos da fuerza para ser testigos de Dios en el mundo.

Preguntas:

-¿Por medio de qué sacramento crece y se fortalece el don del Bautismo?
-¿Qué nos ofrece el Espíritu Santo en este sacramento?
-¿A quién nos unimos por este sacramento?
-¿Cuáles son los ritos del sacramento de la confirmación?
-¿Qué aporta la Eucaristía al sacramento de la confirmación?

Y en clave junior:

“Los sacramentos son una realidad familiar para los cristianos. Fuimos bautizados nada más nacer, después crecimos y celebramos nuestra primera comunión; de jóvenes recibimos la confirmación. Tres de ellos (el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía) son llamados sacramentos de la iniciación cristiana. A través de ellos quedamos unidos a Cristo e incorporados a la Iglesia, para vivir en ella la vida de Dios” (ReI pg. 25).

Jesús es el Señor. Tema 28. Nacemos a la vida nueva

TEMA 28. NACEMOS A LA VIDA NUEVA.

Síntesis del tema.
Por el Bautismo somos lavados del pecado original, morimos a todo pecado y nacemos a la Vida nueva de los hijos de Dios.
Por el Bautismo quedamos unidos a la Muerte y Resurrección de Cristo que nos salva.


Tema.

¡Cuántas cosas sabemos de Jesús! Pero, ¿cómo podremos vivir unidos a Él? Por el Bautismo, Dios Padre nos hace hijos suyos, discípulos de Jesucristo y nos da el gran regalo del Espíritu Santo. Quedamos unidos a Jesús y entramos a formar parte de una nueva familia, la Iglesia. Se inicia nuestra vida cristiana.
Los padres piden a la Iglesia el Bautismo para sus hijos. El sacerdote acoge a los niños y hace sobre ellos la Señal de la cruz. La comunidad parroquial se alegra porque va a nacer un nuevo cristiano.
Los padres y los padrinos proclaman la fe de la Iglesia, el Credo. El sacerdote derrama agua sobre la cabeza del que va ser bautizado, mientras dice: Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Después, el sacerdote entrega a los padres y padrinos una vela que se ha encendido en el Cirio Pascual, mientras dice: Que vuestro hijo, iluminado por Cristo, camine siempre como hijo de la luz. Los nuevos bautizados necesitarán la ayuda de sus padres y de toda la comunidad para crecer en la fe.
Más tarde recibirán el sacramento de la Confirmación con el que, mediante la unción con el Santo Crisma y la imposición de las manos, crece la gracia del Bautismo y se hace más fuerte la condición de hijo de Dios. Con el sacramento de la Eucaristía se unirán más plenamente a Cristo y a su Sacrificio en la Cruz, para la salvación de todos los hombres.
Jesús dijo que el Bautismo da a los hombres la Vida de Dios:
“Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu,
no puede entrar en el Reino de Dios”
(Juan 3, 1-5)

Oración.
¡Gracias, Padre! Por el Bautismo
hemos recibido la luz de Cristo.
Podemos vivir como hijos suyos y hermanos
de todos los hombres. ¡Gracias, Padre, por la Iglesia,
Madre y Educadora que nos ayuda a crecer
en el camino de la vida cristiana!
Frase de síntesis final.
Bautismo, Confirmación y Eucaristía son los Sacramentos que nos inician en la vida cristiana.

Preguntas:
-¿Qué nos ocurre en el bautismo?
-¿Cuáles son los ritos del sacramento del bautismo?
-¿Con qué sacramentos crecerá la gracia del bautismo y se unirá a Cristo el bautizado?

Y en clave junior:
“Vivir los sacramentos supone hacerlo en comunidad, con constancia y seguridad, descubriendo la presencia viva y operante del Resucitado más allá de límites e incertidumbres. Encontrar y seguir a Jesucristo, vivir y actuar como cristiano no es resultado solo de nuestras fuerzas, sino del don y de la gracia que vienen del amor de Dios. Los sacramentos, en cuanto momentos peculiares del encuentro con el Señor, son etapas fundamentales en la experiencia de fe de cada cristiano porque han iniciado el camino de creyente sellando su pertenencia a la Iglesia” (ReI pg 25)