miércoles, 23 de junio de 2010

27 de Junio. Solemnidad de San Pedro.

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 12,1-11.
En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo decapitar a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno: tenía intención de ejecutarlo en público, pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado a ellos con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.
De repente se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo:
-Date prisa, levántate.
Las cadenas se le cayeron de las manos y el ángel añadió:
-Ponte el cinturón y las sandalias.
Obedeció, y el ángel le dijo:
-Échate la capa y sígueme.
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que da a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo:
-Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.
MEDITACIÓN
Herodes, nieto del rey Herodes el Grande ha logrado en el año 41 conseguir de los romanos todos los territorios que había obtenido su abuelo y con el fin de congraciarse con los judíos vavorece a los fariseos, persiguiendo a quienes en estos momentos son objeto de su ira: los cristianos. La persecución es selectiva y así detiene a dos de los dirigentes: Santiago y Pedro.
Por otra parte la liberación de Pedro se sitúa en el ambiente pascual, que da sentido a todo el relato, pues fueron en estas fechas cuando Cristo fue sepultado y liberado de las cadenas de la muerte. El Ángel del Señor es la presencia de Dios que liberó al igual que a Pedro, de noche, al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, exterminando a los primogénitos egipcios, de la misma forma que, nos relata el texto omitido, hiere días después a Herodes y lo acompañó durante su peregrinar por el desierto. Los gestos del apóstol evocan la disponibilidad que exigía la Pascua (se levantó, se puso el cinturón y la capa) y los verbos son los mismos que en la resurrección de Jesús.
Así Pedro como jefe de la Iglesia, el Nuevo Israel, revive la experiencia de salvación del Pueblo de Dios y como continuador de la obra de Jesús recorre el mismo camino: apresado, sepultado en la cárcel y encadenado, liberado por el Ángel del Señor, mientras la Iglesia permanece en oración.
De este modo la lectura nos invita a nosotros a revivir esta experiencia. En los momentos de sufrimiento y desánimo hemos de confiar en el Señor que enviará un ángel. Dios no ha dejado nunca a su Iglesia sola y ella siempre ha mantenido viva la esperanza en quien la libera de sus cadenas.
SALMO RESPONSORIAL. Sal 33,2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R/. El ángel del Señor
librará a los que temen a Dios.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligirlo invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor;
dichoso el que se acoge a él. R/.
MEDITACIÓN
Con Israel: de nuevo nos encontramos con un salmo alfabético, cuyos versos comienzan con una letra del alfabeto hebreo, siguiendo su orden. Es la oración de un pobre, un anawin que sabe que Dios hace feliz a quien nada tiene y todo lo recibe de Él.
Con Jesús: es la oración de Jesús, el pobre por excelencia y María, la humilde que proclama el Magníficat. Todas los versos podemos colocarlos en labios de Jesús tras resucitar y ser librado de sus ansias y angustias.
Con nuestro tiempo: escuchar al pobre, vivir la opción preferencial por los pobres no es una cuestión ideológica, es la opción de Dios. Los salmos nos hablan de ellos, son el eco de sus gemidos, expresan en oraciones las esperanzas, desánimos y sufrimientos de los millones de seres humanos que sufren el hambre, la guerra, la tortura, las enfermedades,... No es política, es hacer nuestros los sentimientos de Dios que él manifiesta en los salmos, en la Palabra de Dios.
Con los juniors: pongámosle rostro a este afligido: son los niños y niñas de Togo que van a recibir por segundo año la visita del movimiento junior, pero son también esas familias que tienen la nevera vacía, esa persona enferma que no tiene para pagarse las medicinas y que a pesar de ello sigue confiando en Dios, es el dolor de tantos estómagos vacíos, de tantas almas buenas que piden de nosotros compasión, es decir, sufrir con ellos con pasión y no ser fríos ante su dolor.
Carlos G. Vallés. Busco tu Rostro. Sal Terrae.
GUSTAD Y VED
Dejo que las palabras resuenen en mis oídos: «Gustad y ved qué bueno es el Señor». Gustad y ved. Es la invitación más seria y más íntima que he recibido en mi vida: invitación a gustar y ver la bondad del Señor. Va más allá del estudio y el saber, más allá de razones y argumentos, más allá de libros doctos y escrituras santas. Es invitación personal y directa, concreta y urgente. Habla de contacto, presencia, experiencia. No dice «leed y reflexionad», o «escuchad y entended», o «meditad y contemplad», sino «gustad y ved». Abrid los ojos y alargad la mano, despertad vuestros sentidos y agudizad vuestros sentimientos, poned en juego el poder más íntimo del alma en reacción espontánea y profundidad total, el poder de sentir, de palpar, de «gustar» la bondad, la belleza y la verdad. Y que esa facultad se ejerza con amor y alegría en disfrutar radicalmente la definitiva bondad, belleza y verdad que es Dios mismo.
«Gustar» es palabra mística. Y desde ahora tengo derecho a usarla. Estoy llamado a gustar y ver. No hay ya timidez que me detenga ni falsa humildad que me haga dudar. Me siento agradecido y valiente, y quiero responder a la invitación de Dios con toda mi alma y alegría. Quiero abrirme al gozo íntimo de la presencia de Dios en mi alma. Quiero atesorar las entrevistas secretas de confianza y amor más allá de toda palabra y toda descripción. Quiero disfrutar sin medida la comunión del ser entre mi alma y su Creador. El sabe cómo hacer real su presencia y cómo acunar en su abrazo a las almas que él ha creado. A mí me toca sólo aceptar y entregarme con admiración agradecida y gozo callado, y disponerme así a recibir la caricia de Dios en mi alma.
Sé que para despertar a mis sentidos espirituales tengo que acallar el entendimiento. El mucho razonar ciega la intuición, y el discurrir humano cierra el camino a la sabiduría divina. He de aprender a quedarme callado, a ser humilde, a ser sencillo, a trascender por un rato todo lo que he estudiado en mi vida y aparecer ante Dios en la desnudez de mi ser y la humildad de mi ignorancia. Sólo entonces llenará él mi vacío con su plenitud y redimirá la nada de mi existencia con la totalidad de su ser. Para gustar la dulzura de la divinidad tengo que purificar mis sentidos y limpiarlos de toda experiencia pasada y todo prejuicio innato. El papel en blanco ante la nueva inspiración. El alma ante el Señor.
El objeto del sentido del gusto son los frutos de la tierra en el cuerpo, y los del Espíritu en el alma: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza. (Gal 5,22). Cosecha divina en corazones humanos. Esa es la cosecha que estamos invitados a recoger para gustar y asimilar sus frutos. La alegría brotará entonces en nuestras vidas al madurar las cosechas por los campos del amor; y las alabanzas del Señor resonarán de un extremo a otro de la tierra fecunda.
«Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza siempre está en mi boca. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre».

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 4,6-8.17-18.
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. El me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. ¡A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén!

MEDITACIÓN:
Confieso que fue la experiencia más intensa vivida en la peregrinación a Roma que vivimos el pasado año. La meta fue alcanzada el lunes 3 de Agosto, cuando nos arrodillamos ante la tumba del Apóstol Pedro y allí celebramos la eucaristía presidida por D. Esteban. Pero aquella tarde del día 4 fue única. El edificio de la Basílica de San Pablo de Extramuros de una gran belleza, era entrar en la trascendencia, acompañados por el canto gregoriano de los monjes benedictinos. Y allí pude contemplar una tumba y unas cadenas, la del Apóstol Pablo. En el silencio de la oración, sentí llevar en mi corazón a mis centros juniors de Montaverner y Alfarrasí, a mi Zona Montcabrer y me sentí impregnado del Apóstol. Allí en aquella tumba había estado sepultado, allí había alcanzado la meta, la corona merecida, quien había llevado las cadenas por Cristo. Y Pablo seguía vivo y su pasión por el Evangelio.
Quienes compartimos aquellos días podemos evocar la tarde en la que nos entramos en esta Basílica, la que la ciudad de Roma dedica a San Pablo. Todos podemos contemplar su figura, modelo del educador, pues Él escuchó la llamada de Cristo y le siguió como apóstol suyo, construyendo la Iglesia y transformando la sociedad con un mensaje íntegro, impregnado de Cristo.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16,13-19.
En aquel tiempo, llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y preguntaba a sus discípulos:
-¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
Ellos contestaron:
-Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
El les preguntó:
-Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió:
-¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
-Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo
MEDITACIÓN
El evangelio de la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo coincide en su mayor parte con el del domingo pasado. Por eso nos detenemos en las últimas frases. En ellas descubrimos a Pedro como continuador de la obra de Cristo, quien la define sirviéndose de tres metáforas: la piedra, las llaves y atar y deseatar. La primera convierte a Pedro en la roca sobre la que se asienta la Iglesia pero también en la piedra de escándalo, pues su destino está unido al de Cristo que es la piedra angular rechazada, ante la cual la muerte no tiene poder. Las llaves es una prerrogativa mesiánica, representan la autoridad del Apóstol, verdadera y plena y atar y desatar significa la potestad para interpretar auténticamente la ley y para expulsar y admitir en la comunidad eclesial.
Así pues Pedro es otro Cristo, su destino está unido a Él y por la sucesión apostólica en la Iglesia esta es la identidad y misión del Papa.

ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia:
¿Qué es lo que me mueve a seguir como educador junior o como cristiano? o dicho de otro modo ¿por qué soy junior? Hoy te invito a hacerte esta pregunta, buscar en tu corazón la raíz, la causa primera que te mueve cada semana a ir a las reuniones, a animar a los niños el sábado y participar de la eucaristía el domingo. A continuación pregúntate: ¿cómo me siento en la Iglesia? ¿me aporta algo el Papa, su persona y su mensaje?, ¿cómo me he sentido cuando me he encontrado con él en el V Encuentro Mundial de las Familias de 2006, la peregrinación junior a Roma de 2009, las Jornadas Mundiales de la Juventud,...?
Reflexión.-
Compara tus respuestas con las que da Pedro y Jesús. ¿Quién es Jesús para Pedro? ¿Quién es Pedro para Jesús?
Compromiso.-
El Papa es el sucesor de Pedro y por tanto en este mundo tiene su misma autoridad, es el Vicario de Cristo. Trata de sentir y valorar su persona.
Celebración:
Ora por el Papa.

ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

EXPERIENCIA:
Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia abierta, vela y cartel.

Signo de esta semana: un cuadro del Papa, una piedra y unas llaves antiguas.

Preparación:

Proclamación del Evangelio: proclamamos el Evangelio.

REFLEXIÓN:

Interiorización: ¿Qué valor tiene el Papa en mi vida? ¿conozco sus iniciativas y enseñanzas? ¿como desea Jesús que valore al Papa?

COMPROMISO:

Gesto: sobre la piedra grande depositamos cada uno una piedrecita, como signo de que nuestra vida se apoya en la enseñanza del Papa. O bien colocamos la pañoleta.

CELEBRACIÓN:

Oración final: cada uno hace espontáneamente una oración por el Papa.


Oración.


Dios y Padre nuestro, que has preparado el camino al sucesor de Pedro;
en este tiempo de gracia, ayúdanos a orar con fervor y a acoger en el amor
a Benedicto XVI, el Papa que Tú has querido darnos.
Unidos en oración, queremos que le concedas el espíritu del Evangelio para que,
imitando a Jesús, el Buen Pastor, sirva con fidelidad a tu pueblo.
Haz que, supliendo Tú la pobreza de sus fuerzas,
sea valiente y fiel pastor de su rebaño-tu rebaño-,siguiendo en todo momento
las inspiraciones del Espíritu Santo.
Otorga al Papa Benedicto XVI, como él mismo desea,
que desempeñe su ministerio “petrino”, al servicio de la Iglesia,
con humilde abandono en las manos de tu Providencia.
Que los Cardenales de tu Santa Iglesia, Señor, le sostengan
con la oración y con la colaboración constante, sapiente y activa.
Que los obispos estén a tu lado con la oración y con el consejo, para que pueda ser
verdaderamente el “Siervo de los siervos de Dios”.
Que tus sacerdotes, en los cuales piensa ya el nuevo Papa
“con gran afecto”, le quieran con gran cariño
y le apoyen con su trabajo esforzado y con su entrega fiel.
Que todos tus fieles, Señor y Padre nuestro, amen al Vicario de Cristo,
siendo dóciles a sus enseñanzas e intentando ser buenos testigos de Cristo resucitado,
en medio del mundo en el que viven.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, Trinidad Beatísima por intercesión
de la Santísima Virgen, en cuyas manos pone el Papa Benedicto XVI
el presente y futuro de su persona y de la Iglesia,
concédele la gracia de hacer realidad su promesa de fidelidad incondicional,
sirviéndote sólo a Ti y dedicándose totalmente a la Iglesia.
De esa manera, se cumplirá su deseo de que la luz de Cristo
resplandezca ante todos los hombres y mujeres de hoy,
especialmente, ante “los pobres y pequeños”. Amén


http://www.conferenciaepiscopal.es/vaticano/papa/oraciones.htm

GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada:
Queridos hermanos:
Aunque la fiesta de San Pedro y San Pablo es el martes nosotros hoy la celebramos porque son los apóstoles más importantes de la Iglesia. San Pedro es el primero de ellos y San Pablo el gran misionero que amaba tanto a Jesús que murió por Él. Además hoy recordamos al Papa Benedicto y rezamos por él, pues es el sucesor de San Pedro.

Señor, ten piedad.
Tú que elegiste a San Pedro para darle las llaves. Señor, ten piedad.
Tú que le pediste a San Pedro que gobernase la Iglesia. Cristo, ten piedad.
Tú que siempre le quisiste y le ayudaste en los momentos difíciles. Señor, ten piedad.

Monición Primera lectura.-
En la Primera Lectura vamos a escuchar como Dios no dejó sólo a san Pedro. Herodes lo metió en la cárcel y cuando estaba encadenado a dos soldados recibió una visita misteriosa.

Monición Segunda lectura.-
San Pablo nos va a contar lo que sentía días antes de morir por Jesús. Él fue una persona que amaba muchísimo a Jesús y dedicó muchas horas a anunciar el Evangelio hasta morir por Él.

Monición evangelio.-
Hola soy Pedro. ¿Os acordáis del evangelio del domingo pasado? Sí, cuando nos preguntó Jesús qué era lo que la gente pensaba de él y quién era para nosotros. Pues bien, recordad que yo le respondí muy bien. Hoy vamos a escucharlo de nuevo, esta vez contado por el evangelista san Mateo y además estad atentos para saber lo que Jesús me va a dar.

Homilía.-
Tomamos como punto de partida las llaves: ¿para qué sirven? ¿quiénes son los que tienen las llaves? Si en la Iglesia hay un cuadro de San Pedro les pedimos que busquen a un santo que lleva en sus manos unas llaves.
También les mostramos una fotografía del Papa Benedicto XVI y les hablamos de él.
Peticiones.-

Para que Jesús ayude al Papa a enseñarnos el Evangelio. Roguemos al Señor.

Para que Dios escuche las oraciones que cada día le dirige el Papa Benedicto. Roguemos al Señor.

Para que Dios envíe misioneros a las tierras donde no conocen a Jesús. Roguemos al Señor.

Para que los cristianos queramos mucho al Papa. Roguemos al Señor.


Para que todas los cristianos estemos cada día más unidos con el Papa. Roguemos al Señor.

Para que los que han muerto estén con San Pedro y San Pablo. Roguemos al Señor.

Ofrendas.-
Te ofrecemos esta piedra, que representa al Apóstol Pedro.
Te ofrecemos estas llaves, que significan la autoridad del Papa.
El Pan y Vino nos recuerda tu presencia gracias a estar unidos al Papa por los sacerdotes y el obispo.

Oración:
Jesús,
te pedimos que ayudes al Papa
para que sea valiente y fiel pastor
que escuche lo que el Espíritu Santo
le habla a su corazón.
Que los obispos estén a su lado
con la oración y consejo.
Que los sacerdotes
le quieran con gran cariño
y sean dóciles a sus enseñanzas.
Que todos le queramos
y recemos por él todos los días.


JÓVENES EJEMPLARES:
SAN LUIS GONZAGA (21 de Junio)
En el número anterior descubríamos al patrono de la juventud africana, San Carlos Luanga. El mismo mes la Iglesia celebra al que es el patrono de toda la juventud, san Luis Gonzaga.
Ella se llamaba Maria Tana, pertenecía a la nobleza del ducado de Sabaya, muy jovencita fue enviada a la corte de los Valois en París donde se ganó la estima de la hia del rey Enrique II, Isabel. Cuando la joven princesa contrajo matrimonio con el rey Felipe II marchó con ella a Madrid. Y allí se conocieron. Él, don Ferrate, poseía el castillo de Castiglione. La pareja abandonó la corte de los Austrias para regresar al hogar paterno y allí nacieron siete hijos, entre ellos Luis, en 1568. El drama marcó la vida de ellos: tres murieron muy jóvenes, uno fue apuñalado, otro lo matará un tiro de arcabuz entre los brazos de su madre, herida con siete puñaladas, otro será un tirano y homicida y otro de sus hermanos será odiado por los súbditos. Pero Dios es capaz hacer centellear una estrella en medio de la oscura noche.
El noble niño vive, a pesar de la violencia que reinaba a su alrededor, una infancia feliz, instruyéndose en la oración, el amor a los pobres y la guerra. Con cinco años acompaña a su padre al campamento militar de las tropas españolas situado a las orillas del río Po, en espera de atacar Túnez. Tras el triunfo su padre marcha a Madrid.
Y Dios comenzó a trabajar aquel joven. Con tan solo diez años ha realizado una confesión general y ha hecho en silencio voto perpetuo de virginidad, pasando largas de oración. El 22 de Julio de 1580, tras entrevistarse con San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán, recibe la Primera Comunión. Dos años más tarde con su familia marcha a Madrid, donde es nombrado “menino” del Príncipe de Asturas D. Diego. Allí conoce al padre Fernando Paternó, jesuita, llevando una vida de penitencia. El 15 de Agosto de 1583 en la iglesia del Colegio Imperial de Madrid, después de celebrar la misa y comulgar, ora ante la imagen de Nuestra Señora del Buen Consejo y escucha una voz, invitándole a ingresar en la Compañía de Jesús. Ese mismo día pide consejo a su confesor, el Padre Paterno y lo comunica a su madre. Ésta se lo anuncia a su padre, quien responde amenazándole con azotarle y proponiéndole buscase otra orden donde conseguir dignidades eclesiásticas. Su respuesta fue: es una de las razones por las que he escogido la Compañía, cerrar de una vez la puerta a la ambición. El padre lo intenta mediante el General de los Observantes de San Francisco, un obispo,... Finalmente un día, enfermo de gota, pidió al gobernador de la ciudad fuese a ver a su hijo Luis, quien se encontraba en su habitación, arrodillado ante un crucifijo y azotándose sin piedad. Éste se lo comunicó, rompiendo las resistencias del padre. Luis renunció al principado y marchó a Roma, donde llegó el 19 de noviembre de 1585, presentándose al Padre General, Claudio Acquaviva. En los primeros días recibe la visita de cardenales y del Papa Sixto V. El 25 de noviembre entra en San Andrés del Quirinal y allí se desprende de todos los vestidos que traía (dos abrigos, dos sotanas, dos jubones,...), vistiendo como los demás y entregándose a la oración.
Tras dos años de noviciado pasó dos meses en el Gesú, ocupándose de los oficios más humildes y tres en Nápoles, estudiando metafísica. El 27 de noviembre de 1587 hizo los votos del bienio, ingresando en el Colegio Romano. La muerte de su padre le llevó de nuevo al hogar familiar con el fin de pacificar las tensiones en el seno de su familia, residiendo en un cuchitril debajo de la escalera del Colegio de Milán. De regreso a Roma ocupó un cuartucho encima de la escalera. A finales de 1590 y principios de 1591 la peste asoló la ciudad. El padre Acquaviva creó un pequeño hospital junto a su residencia, siendo asistidos los apestados por los jesuitas. Luis Gonzaga se movilizó. Acudió a todos los hospitales, escribió a su madre y hermano pidiéndoles ayuda. Pero el número de muertos aumentaba, alcanzando los 60.000. El 3 de marzo se encontró con un apestado en medio de la calle, se lo echó encima y lo llevó al hospital. Aquel mismo día enfermó.
“Deseo ser desatado de este cuerpo y estar con cristo”. En la medianoche del 20 al 21 de Junio de 1591, abrazado al crucifijo entregó su alma.

martes, 15 de junio de 2010

Nº 47. 25 de Junio de 2010

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Zacarías 12, 10-11; 13, 1

Así dice el Señor:
«Derramaré sobre la dinastía de David
y sobre los habitantes de Jerusalén
un espíritu de gracia y de clemencia.

Me mirarán a mí, a quien traspasaron,
harán llanto como llanto por el hijo único,
y llorarán como se llora al primogénito.

Aquel día, será grande el luto en Jerusalén,
como el luto de Hadad-Rimón
en el valle de Meguido.»

Aquel día, se alumbrará un manantial,
a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén,
contra pecados e impurezas.

Palabra de Dios.
MEDITACIÓN
Zacarías pertenece a los Doce Profetas Menores y el libro consta de dos partes muy distintas. La primera (1-8) gira entorno a la reconstrucción del templo y la restauración nacional (520 a.C.) y la segunda (9-14) escrita por otros autores y a la que pertenece este fragmento data de finales del siglo IV y principios del s.III a.C. Su influencia es notable en el Nuevo Testamento y en ella anuncia el resurgimiento de la Casa de David y la aparición de un misterioso personaje, “el Traspasado”, al tiempo que promete el Espíritu de gracia y clemencia.
De este modo el profeta comienza anunciando el Espíritu de gracia y clemencia. Dios nos ha enviado a nosotros este Espíritu que nos hace sensibles a la cruz de Cristo, a descubrir en el crucificado la presencia del mismo Dios y llorar con aquellos que en nuestro tiempo son los Cristos vivos, los traspasados. En tercer lugar y desde la cruz brota un manantial que nos purifica de nuestros pecados: los sacramentos.
Así pues el texto nos conduce a meditar entorno a la presencia en nuestro interior del Espíritu Santo, a contemplar a Cristo y en él a los que sufren y valorar los sacramentos, especialmente el de la Misericordia, como ámbito donde nuestros pecados son lavados.


SALMO RESPONSORIAL. Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 (R/.: 2b)


R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca,
agostada, sin agua. R/.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.

MEDITACIÓN
Con Israel: este salmo es una oración de confianza en Dios ante la presencia de un enemigo que pretende acabar con el orante. Para ello desarrolla su oración en tres tiempos: en la madrugada se levanta con la garganta reseca, pues habita en el desierto; por la noche recuerda a Dios y durante el día lo contempla y alaba, experimentando en todo momento la cercanía y protección de Dios.
Con Jesús: Jesús con su vida hizo suyas estas palabras, dedicando la noche y la madrugada a la oración, experimentando la sed en la cruz, donde su carne toda ella reseca por los azotes, golpes y clavos ansiaba la resurrección. En los evangelios alabó constantemente a Dios y su alimento, del que se sació, fue cumplir la voluntad del Padre. Toda su persona estuvo unida al Padre, quien le auxilió en la noche de la Pascua.
Con nuestro tiempo: ¡cuántas veces las personas añoramos a Dios! ¡Si tuviera la fe que tenía cuando estaba en los juniors, cuando era niño! Es la oración de quien va perdiendo la fe y sin embargo necesita a Dios, recuerda cuando le contemplaba en la Iglesia y, en el desierto en el que, apartándose de Dios, se ha convertido su vida, ora confiadamente.
Con los juniors: haz tuya esta oración, Jesús es a quien contemplas en los juniors, Él es quien te alimenta en la eucaristía y te sostiene en la oración.
Carlos G. Vallés. Busco tu Rostro. Sal Terrae.

«Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria!».
Esa es la palabra, clara y única, que define el estado de mi alma, Señor: sed. Sed física, casi animal, que quema mis entrañas y apergamina mi garganta. La sed del desierto, de las arenas secas y el sol ardiente, de dunas y espejismos, de yermos sin fin y cielos sin misericordia. La sed que se impone a todos los demás deseos y se adelanta a toda otra necesidad. La sed que necesita el trago de agua para vivir, para subsistir, para devolver los sentidos al cuerpo y la paz al alma. La sed que moviliza cada célula y cada miembro y cada pensamiento para buscar el próximo oasis y llegar a él antes de que la vida misma se queme en el cuerpo.
Tal es mi deseo por ti, Señor. Sed en el cuerpo y en el alma. Sed de tu presencia, de tu visión, de tu amor. Sed de ti. Sed de las aguas de la vida, que son las únicas que pueden traer el descanso a mi alma reseca. Aguas saltarinas en medio del desierto, milagro de luz y frescura, arroyos de alegría, juego transparente de olas que cantan y corrientes que bailan sobre la tierra seca y las piedras inertes. Resplandor en la noche y melodía en el silencio. Te deseo y te amo. En ti espero y en ti descanso.
Aumenta mi sed, Señor, para que yo intensifique mi búsqueda de las fuentes de la vida.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 26-29

Hermanos:
Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo.
Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

Palabra de Dios.

MEDITACIÓN:
La carta a los Gálatas nos acompaña estos domingos. En ella el Apóstol responde a los ataques lanzados por los judaizantes quienes consideraban el cristianismo una rama más dentro del judaísmo y no aceptaban a Pablo como Apóstol. Los primeros capítulos defiende su ministerio. En el capítulo 3 aborda el problema que le planteaban los judaizantes: ¿es necesaria la Ley cuando uno es cristiano? El apóstol responde que ésta fue necesaria durante un tiempo, como una maestra. Pero una vez nos hemos encontrado con Cristo ya no estamos sujetos a ella, somos de Cristo. Y en él desaparecen toda diferencia.
De este modo Pablo nos corrige de la tentación que siempre hemos tenido los cristianos. Preferimos tener un Dios Señor a un Dios Padre, creer en Jesucristo Juez a creer en Jesucristo Amigo. Es más fácil vivir la religión desde la ley que desde el amor y eso lo sabemos muy bien a nivel humano. Es más fácil cumplir con el trabajo que con nuestros padres o la persona amada. El jefe sólo nos exige unas horas, una parte de nuestra vida, unas cualidades o profesionalidad. La persona amada nos exige toda la persona y todo el tiempo. Así el bautismo no es un contrato con el que Dios se compromete a darnos unos sacramentos, una formación y un código de valores y nosotros nos comprometemos a cumplirlos. El bautismo nos reviste de Cristo, somos Cristo, nos une como el matrimonio une al hombre y a la mujer, o la concepción une a los padres con el hijo. Es experiencia de amor total.
Así pues,¿cómo vivimos nuestra condición de educadores o de juniors? Estamos preparando el campamento, ¿con qué actitud nos adentramos en su preparación y ejecución? ¿como si fuésemos educadores contratados por el Ayuntamiento, intentando hacer muy bien nuestro trabajo y así alcanzar un alto nivel de satisfacción por parte de los niños? o ¿tomando conciencia que allí seremos Cristo, su corazón, sus manos, sus labios, sus pies, su persona?



EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-24
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
—«¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron:
—«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
El les preguntó:
—«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo:
—«El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
—«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Y, dirigiéndose a todos, dijo:
—«El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN
La liturgia nos ha hecho, si se me permite, una jugarreta que es importante aclarar de cara a la comprensión del texto. Si tomamos los evangelios de los tres últimos domingos el orden tal como lo presenta Lucas es: la pecadora arrepentida (pasado domingo) - multiplicación de los panes (Corpus) – profesión de fe de Pedro (este domingo).
Así pues dando un salto hacia hace dos semanas, tras la multiplicación de los panes Jesús pregunta a los apóstoles.
El texto comienza presentando a Jesús en oración. Ésta formó parte de la vida de Jesús, el mismo Lucas nos lo presenta en los momentos clave de su ministerio (bautismo, antes de elegir a los Doce, Transfiguración, Getsemaní,...). Tras la misión y multiplicación de los panes Jesús les dirige dos preguntas, una general y otra personal. La respuesta primera es la visión que tenía el pueblo, ésta no supera la de un profeta. Hoy también hay muchas personas que admiran a los cristianos por el bien que realizan, los consideran hombres y mujeres coherentes, héroes de nuestro siglo, personas de vida ejemplar, pero son incapaces de aceptar la razón que hay detrás de un misionero o un cristiano que vive lo que cree: la presencia de Dios en su vida. Así pues, no es tan moderno el no creer en Dios a pesar de los signos que ofrecen los buenos cristianos.
La segunda pregunta es más personal y Pedro, en nombre de los apóstoles, responde acertadamente: ha acogido a Jesús en su realidad más profunda, Él es el Mesías. Aún así necesitará un tiempo para comprender el significado real de su mesianismo. Su corazón está en un Cristo triunfante en este mundo, que establezca un gobierno teocrático, bajo el mandato de Dios y donde él tenga un cargo importante. Por eso necesita corregirle. El mesianismo de Jesús pasa por el fracaso a los ojos de este mundo y el triunfo a los ojos de la fe. El Jesús que conocieron los judíos es el Jesús que excluido por las autoridades religiosas y ejecutado. El Jesús que conocerán los apóstoles es el Jesús resucitado, el que supera la barrera del espacio y tiempo, el que entra en la eternidad de Dios. Pero el triunfo está cruzando el umbral de la muerte.
Y finalmente les ofrece una enseñanza clara, en sintonía con su identidad. El discípulo si acoge a Jesús como Mesías tendrá que correr la misma suerte, estar dispuesto a perder la vida en este mundo, a apagar la sed de triunfalismo. Al finalizar el capítulo 9 el evangelio comienza la subida a Jerusalén, una catequesis en la que Jesús desarrolla los puntos presentados en este fragmento.
También hoy nosotros que aceptamos a Jesús como Mesías, el Hijo de Dios, el Salvador y el Señor, tenemos la tentación de buscar el triunfo en este mundo, el éxito social gracias a ser discípulos de Cristo y rechazamos la cruz que representa el seguimiento, una cruz con unos trazos muy definidos en nuestro tiempo: el dejar de ser representativos en el pueblo o el barrio, el tener que sufrir acusaciones y burlas por ser hijos de la Iglesia, el cargar con el pecado de los miembros de la Iglesia, la ausencia de niños en los centros, la falta de vocaciones,... No es fácil perderse, es decir, perder el deseo de triunfalismo y sin embargo la claridad del Evangelio no permite darle la vuelta.


ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia:
En tu vida han pasado muchas personas, unas te han ayudado a ser mejores, otras te han hecho daño, las ha habido que han sido decisivas y sin ellas no pensarías igual o quizás no habrías escogido un determinado camino (estudios, profesión, vinculación a la parroquia, centro junior, noviazgo, matrimonio,...). ¿Por qué fueron importantes en tu vida? ¿qué te aportaron? ¿Si tuvieses que escribirles una carta qué les dirías?
Reflexión.-
También Jesús ha pasado por tu vida de muchas maneras. ¿Cómo lo has vivido a lo largo de tus años, es decir, cómo lo has visto? Quizás al principio era esa imagen que tu abuela o tus padres tenían en casa o al llegar a la Iglesia te indicaban. Después fue la ilusión de la Primera Comunión, alguien muy importante que ibas a recibir, tal como te lo enseñaban tus catequistas. En los juniors le conociste como un amigo. A los 14 años comenzaste a plantearte si realmente existía y las dudas que sembraban en ti algunos profesores o profesoras del instituto o algunos amigos tuyos te hicieron dudar de su existencia, quizás ahora te encuentres así, con un “¿?” respecto de Él. También puede haberte ocurrido que gracias a un Intensivo o un Compromesos o a las oraciones y formación del centro te has reencontrado con Él. Es el momento de dejarle a Él que te pregunte directamente.
Compromiso.-
Lee el evangelio y párate en la pregunta de Jesús: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respóndele con sinceridad y dile lo que Él es para ti. Si respondes como Pedro sigue y hazte una segunda pregunta: ¿estoy dispuesto a cargar con la cruz, a aceptar que ser cristiano no ahora sino en el Evangelio no es ser “la Reina de los Mares” sino el que sigue a un excluido?
Celebración:
Deja que el Espíritu hable en tu corazón, como gesto besa la cruz con sinceridad, expresándole lo que Él es para ti, porque tengas la respuesta que tengas, lo cierto es que es que le amas y si ésta ha sido la de Pedro, al besarla, tómala en tus manos y pídele que infunda en ti valor para acogerla con las dos manos y los diez dedos, sin titubear.

ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

EXPERIENCIA:
Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia abierta, vela apagada y cartel.

Signo de esta semana: en una parte fotografías de personajes importantes (Jaime I, Felipe II, Luis Vives, Descartes, Rousseuau, Napoleón, Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Cervantes, Eisenhower, Gorbachov, Obama,...). Contemplamos los los rostros de los personajes históricos: ¿qué han hecho por la humanidad? ¿qué alcanzaron en su vida?

Preparación:

Proclamación del Evangelio: quitamos estas fotografías, encendemos la vela y proclamamos el Evangelio, bien leído, bien acompañado del powerpoint de las benedictinas http://www.benedictinescat.com/Montserrat/eucarcast.html

REFLEXIÓN:

Interiorización: ¿qué dice Jesús?, ¿qué me dice a mí? y ¿qué nos dice como equipo de educadores?

COMPROMISO:

Gesto: colocamos las fotografías de los misioneros, santos y mártires. Podemos explicar brevemente cada uno de ellos y entregar unas cuartillas con todos ellos. Cada educador acercará a la cruz aquel con quien más se identifique, expresando su deseo de imitar alguna de sus acciones (preocupación por los pobres, vida orante, defensa de los excluidos, asistencia a los enfermos, educación de los niños con dificultades,...).

CELEBRACIÓN:

Oración final: cantamos la canción misionero o la rezamos, desde nuestro encuentro con Cristo.


Oración.


"Dice la gente que este mundo es muy raro,
que lo que hay que hacer es pasar.

Que son muchos los que tienen problemas,
y porque les vas a ayudar.

Pero no les hagas caso,
pues en ellos no está la verdad.

Ese don que ignoras,
en tí lo han de encontrar.

Si lo descubres misionero serás.

Misionero serás,
misionero serás,
misionero de tu ciudad,
misionero que buscas la alegría en ayudar.
Misionero serás,
misionero serás,
misionero de tu ciudad,
misionero que ofreces toda tu vida a los demás.

Creen muchos que ser misionero es solamente viajar,
a todos los pueblos que aún no conoces,
y a ellos quisieras llegar.
Puedes ser misionero,
en tu propia ciudad,
pero intentarlo no es fácil,
Dios te ayudará.

Si lo consigues,
misionero serás.

GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada:
Queridos hermanos:
El curso se está terminando, la catequesis de comunión y los juniors ya están de vacaciones y la próxima semana entraremos en el verano. Pero Jesús no se va de vacaciones, sino que un nuevo domingo quiere estar con nosotros y hoy además para hacernos una pregunta. Conforme sea nuestra respuesta será nuestra manera de vivir la misa y la vida.

Señor, ten piedad.
Tú que eres Dios. Señor, ten piedad.
Tú que moriste en la cruz. Cristo, ten piedad.
Tú que resucitaste. Señor, ten piedad.

Monición Primera lectura.-
El domingo pasado escuchábamos al profeta Natán, este domingo es el profeta Zacarías quien nos va a hablar para anunciarnos un personaje que todos conocemos y que él llama el Traspasado, ya podéis imaginar quien es.

Monición Segunda lectura.-
Escuchemos en la segunda lectura una enseñanza muy importante del Apóstol San Pablo y que todos deberíamos tenerla muy en cuenta.

Monición evangelio.-
Hola, soy Pedro otra vez. Si D. N. os preguntase quién es, diríais, pues está claro, un sacerdote. Jesús hizo una vez esto, nos hizo una pregunta que no sólo había que sabérsela como antes se sabían los niños las preguntas del catecismo. Eso es muy fácil, sino además la respuesta teníamos que decirla con nuestra vida.

Homilía.-
http://jgghomilias.blogspot.com/
http://www.benedictinescat.com/Montserrat/indexceramcast.html:
Se puede aplicar la oración, preguntarles a los chavales por los diferentes personajes, llevarlos donde se encuentre el crucificado, preguntarles y después que ellos extraigan como pueden cargar con la cruz (ayudando a sus padres, visitando a los abuelos o no quejarse cuando los padres en vez de ir a la playa se quedan cuidando del abuelo o abuela o se van a visitarlo al pueblo,...).
Peticiones.-

Para que Jesús ayude al Papa y los obispos a enseñarnos la verdad sobre Él. Roguemos al Señor.

Para que Dios premie a las personas que nos han ayudado a conocer más a Jesús durante este año: catequistas, monitores juniors y profesores de religión. Roguemos al Señor.

Para que todos los niños puedan tener unas vacaciones en paz y sin estar enfermos. Roguemos al Señor.

Para que no olvidemos a los niños que han sufrido el terremoto de Haití, las catástrofes naturales o las guerras y el hambre. Roguemos al Señor.

Para que los cristianos que son perseguidos encuentren en Jesús ayuda y consuelo. Roguemos al Señor.

Para que todos nos amemos mucho y no tengamos miedo a sufrir por ser cristianos. Roguemos al Señor.

Ofrendas.-
Con esta corona rota queremos decir que rechazamos el poder.
Con esta cruz te expresamos nuestro deseo de seguirte por ella.
Con el pan y vino expresamos nuestro deseo de amarte y acogerte en las cosas pequeñas para las personas pero grandísimas para ti y para nosotros, como es la eucaristía.

Oración:
Jesús,
quiero ser valiente
para anunciar el Evangelio
y los demás te conozcan.

Quiero ser valiente
para no dormirme en mis problemas
y ayudar a los que me necesitan.

Quiero ser valiente
para estar al lado de los niños
que los demás desprecian.

Quiero ser valiente
para decir a todos que Tú,
Jesús eres mi mejor amigo.

JÓVENES EJEMPLARES:
SAN CARLOS LUANGA Y 21 COMPAÑEROS
Nos encontramos ante unos jóvenes cercanos a nosotros gracias al movimiento Coeurs Vaillants, con quien gracias al Proyecto Togo nos hemos hermanado. Los jóvenes de allí tienen a estos santos por patronos y por tanto para nosotros son también importantes.
Nos encontramos en 1879, el rey Mutesa de Uganda acpeta que los Padres Blancos se instalen en su reino y prediquen el cristianismo con libertad. Sin embargo tres años más tarde los expulsa, marchando los misioneros y quedando una pequeña comunidad cristiana. Muerto el rey en 1884 el nuevo rey Mwanga autoriza la entrada de los misioneros, si bien no será un tiempo pacífico, pues comienzan a surgir una serie de problemas:
El monarca o kabaka se enamora de uno de sus pajes cristianos, deseando tener relaciones con él y encontrando la negativa como respuesta.
Los cristianos de la corte descubren una conspiración por parte del primer ministro, éste salva la vida gracias a la intercesión de los cristianos, ahora bien, se enemista con ellos.
El rey ordena el martirio del obispo anglicano Hannigton, recibiendo la recriminación por parte de los cristianos.
Finalmente enferma y pide a los misioneros medicinas, éstas al no ser bien utilizadas empeoran la salud del monarca y la acusación por parte de personas anticristianas de haber envenenado al rey. Y así se desata la persecución contra los cristianos, ordenando la muerte del mayordomo de palacio José Mukasa y prohibiendo la práctica del cristianismo. Éstos fueron prudentes y celebra la eucaristía y las catequesis en la clandestinidad, si bien el rey, sabedor lo tolera hasta que su hermana, convertida al cristianismo y bautizada con el nombre de Clara se niega a permitir los cultos paganos en la tumba real que ella cuida y descubre al armero de palacio Dionisio dando catecismo a su hijo y heredero al trono, atravesándolo con una lanza.
La persecución estalla en toda su virulencia. En la madrugada del 26 de Mayo de 1886 ordena martirizar a todos los cristianos de la corte. Éstos se reunen con Carlos Luanga, recibiendo el bautismo los catecúmenos y orando. Al amanecer el rey reúne a su Coseno y prohíbe el cristianismo. En el mismo palacio es martirizado el guardia real Ponciano Ngondwe.
El resto son conducidos hacia Namugongo, siendo decapitado ese mismo día Andres Kaggwa. El 27 la comitiva llega al poblado de Lubawo y allí Gonzaga Gonza cae exhausto al suelo, siendo alanceado, decapitado y sus restos abandonados al borde del camino.
El 30 muere Matias Mulumba Kalemba, un hombre de 50 años cuyo cuerpo es atado a un árbol, permaneciendo cubierto de heridas sangrantes durante tres días, sufriendo el aire, el sol, la sed, la fiebre y el acoso de miles de moscas.
El 31 es martirizado en el poblado de Mityna el catequista Noe Mawaggali, atado a un árbol sus entrañas son echadas a las hienas.
Llegados a Namugongo los mártires son encerrados en una cabaña. Al amanecer Carlos Luanga es separado y quemado a fuego lento en una hoguera, es el 3 de junio. Ese mismo día, envueltos en esteras son quemados Bruno Serunkuma, Lucas Banabakintu, Santiago Bazabaliawo, Ambrosio Kibuka, el niño Kizito, Mugagga, Gyavira, Mukasa Kiriwawanwu y Adolfo Mukasa Ludigo y Mbaga Tutar, a quien su padre intentó vanamente persuadir.
El 27 de enero de 1887 es degollado Juan Maria Muzeyi.
El 18 de Octubre de 1964, dia del Domund, Pablo VI los canoniza.