
I Dios de la Ternura.
Día 2º.
Día 2º.
Preparo el corazón.
Un paso o dos antes del lugar donde tengo que hacer la meditación, me pondré en pie, alzando el entendimiento hacia arriba, considerando como el Señor nuestro Dios me mira.
Escucho a Dios.
Entonces Moisés dijo a Yahvé:
-Déjame ver tu gloria.
Él le contestó:
Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahvé; pues concedo mi favor a quien quiero y tengo misericordia con quien quiero.
Y añadió:
-Pero mi rostro no podrás verlo, porque nadie puede verme y seguir con vida.
Yahvé añadió:
-Aquí hay un sitio junto a mí; ponte sobre la roca. Al pasar mi roca, te meteré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro no lo verás.
Éxodo 33, 18-23
Sigo escuchando.
Lee el texto, imaginando el lugar, a Moisés ante Dios, metido en la hendidura, su gloria pasando delante de él, su mano cubriéndole.
Se trata que reces, hagas tuyas las palabras de Moisés, el deseo de ver su rostro, de conocerle, un deseo humano.
Y escucha dirigidas a ti las palabras de Dios: ¿qué te dice?, ¿cómo te hace sentir?.
Y le hablo.
Al final el salmista pone en tu corazón y en tus labios lo importante de nuestra fe. Ésta no es tanto curiosear acerca de Dios y el Misterio que Él representa, cuanto su cercanía. Haz tuyo y medita, dejando que la frase que más te llame la atención sea como una roca que cae de la montaña y suena el eco.
Yahvé es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace reposar.
Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas.
Me guía por cañadas seguras
haciendo honor a su nombre.
Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas ante mí una mesa,
a la vista de mis enemigos;
perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.
Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días.
Y después...
Busca el rostro de Dios no sólo en quienes te caen bien, sino en quienes te caen mal.
En clave junior:
Y como junior recuerda que nosotros somos al igual que Moisés amigos de Dios, llamados a llevar una vida de oración, de amistad con quien cada día en su Palabra nos habla.
Texto base tomado de http://www.seminariomenorvalencia.com/
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