miércoles, 27 de octubre de 2021

Domingo 30. 31 de octubre de 2021.

 


Primera lectura.

Lectura del libro del Deuteronomio 6, 2-6.

Moisés habló al pueblo diciendo:

-Teme al Señor, tu Dios, tú, tus hijos y nietos, y observa todos sus mandatos y preceptos, que yo te mando, todos los días de tu vida, a fin de que se prolonguen tus días. Escucha, pues, Israel, y esmérate en practicarlos, a fin de que te vaya bien y te multipliques, como te prometió el Señor, Dios de tus padres, en la tierra que mana leche y miel. Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón.

 

Textos paralelos.

Guardando todos los preceptos y mandamientos.

Ex 15, 26: Si obedecéis al Señor, vuestro Dios, haciendo lo que él aprueba, escuchando sus mandatos y cumpliendo sus leyes, no os enviaré las enfermedades que he enviado a los egipcios, porque yo soy el Señor, que te cura.

Escucha, Israel: esmérate en practicarlos.

Lc 11, 28: ¡Dichosos, más bien, los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

Escucha, Israel: Yahvé nuestro Dios es el único Yahvé.

Dt 4, 25-26: Cuando engendres hijos y nietos y os hagáis veteranos en la tierra, si os pervertís haciéndoos ídolos de cualquier figura, haciendo lo que el Señor, tu Dios reprueba - ¡cito hoy como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra! -, desapareceréis muy pronto de la tierra.

Dt 10, 12: Ahora, Israel, ¿qué es lo que exige el Señor tu Dios? Que respetes al Señor, tu Dios; que sigas sus caminos y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.

Mt 22, 37: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda el alma, con toda tu mente.

Que penetren en tu mente estas palabras.

Jr 31, 33: Así será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo – oráculo del Señor –: Meteré mi Ley en su pecho, la escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Dt 11, 18-21: Meteos estas palabras mías en el corazón y en el alma, atadlas a la muñeca como un signo, ponedlas de señal en vuestra frente, enseñádselas a vuestros hijos, habladles de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado, escríbelas en las jambas de tu casa y en tus portales, para que dures y duren tus hijos en la tierra que el Señor juró dar a tus padres, cuanto dure el cielo sobre la tierra.

 

Notas exegéticas.

6 2 “Temer a Yahvé” se ha hecho una expresión típica de la fidelidad a la Alianza. En adelante el temor implica a la vez un amor que responde a Dios y una obediencia absoluta a todo lo que Dios manda. El contenido religioso y moral de este temor se irá afianzando sin cesar.

6 4 Otra traducción propuesta a veces: “Escucha Israel: Yahvé es nuestro Dios, solo Yahvé”. Pero la expresión parece ser una afirmación del monoteísmo. Con ella comenzará la oración llamada Semá (“Escucha”), que sigue siendo una de las preferidas de la piedad judía. – A lo largo de la historia de Israel, esta fe en un Dios único no cesó de desprenderse, con precisión creciente, de la fe en la elección y la alianza. La existencia de otros dioses no se llegó a afirmar nunca expresamente en los tiempos antiguos, pero la afirmación del Dios vivo, único señor del mundo lo mismo que su pueblo se refuerza cada vez más con una negación sistemática de los falsos dioses.

6 5 El amor de Dios no es algo que quede a elección, es un mandamiento. Este amor, que responde al amor de Dios hacia su pueblo, incluye el temor de Dios, la obligación de servirle y la observancia de sus preceptos. Este mandamiento de amor no se encuentra explícito fuera del Deuteronomio, pero su equivalente se da en 2 R 23, 25 y en Os 6, 6. Aunque falte la letra del precepto, la realidad del amor a Dios llena los libros proféticos, sobre todo Oseas y Jeremías, y los Salmos. Jesús, citando Dt 6, 5, dirá que el mayor de los mandamientos es el amor de Dios, un amor que es compatible con el temor filial, pero que excluye el temor servil.

 

Comentario.

-Estructura:

Vv. 2-3: final de la sección que contiene los Diez Mandamientos:

Motivos de la obediencia del pueblo de Israel a la ley recién promulgada:

La obediencia conducirá al cumplimiento de las promesas (tierra fértil y descendencia numerosa).

Vv. 4-6:

Shema de Israel:

“Escucha”.

Credo que todo israelita, entonces y ahora, recita cada día.

Finalidad: obediencia a la prohibición de dar culto a dioses de otros pueblos.

Fundamento de la vida de Israel:

Amor a Dios:

Obediencia / afecto.

Totalidad de la persona: corazón, alma y fuerza = sentimiento, razón y voluntad.

Transmitido a los hijos.

 

Salmo responsorial

Salmo 18 (17), 2-4.47.51ab.

 

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;

Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.

Dios mío, peña mía, refugio mío,

escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.

Invoco al Señor de mi alabanza

y quedo libre de mis enemigos. R/.

 

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,

sea ensalzado mi Dios y Salvador.

Tú diste gran victoria a tu rey,

tuviste misericordia de tu ungido.  R/.

 

Textos paralelos.

Yahvé, mi roca y mi baluarte.

Gn 49, 24: Pero el arco se les queda rígido y les tiemblan manos y brazos ante el Campeón de Jacob, el Pastor y Piedra de Israel.

Dt 32, 4: Él es la Roca, sus obras son perfectas, sus caminos son justos; es un Dios fiel, sin maldad, es justo y recto.

Dt 32, 15: Comió Jacob hasta saciarse, engordó mi cariño y tiró coces – estabas gordo y cebado y corpulento – y rechazó a Dios, su creador; deshonró a su Roca salvadora.

Sal 18, 37: Ensanchaste el camino a mis pasos y no flaquearon mis tobillos.

Dt 33, 17: Bello como cría de vaca, con grandes cuernos de búfalo, con ellos embestirá a los pueblos y acosará a los confines de la tierra. Así son las miríadas de Efraín, así son los millares de Manasés.

Invoco a Yahvé, digno de alabanza.

Lc 1, 69: Nos ha suscitado una eminencia salvadora en Casa de David, su siervo.

Viva Yahvé, bendita sea mi roca.

Sal 18, 47: ¡Viva el Señor, bendita sea mi Roca! ¡Sea ensalzado mi Dios y Salvador!

 

Notas exegéticas.

18 Esta oda triunfal se compone de una oración de acción de gracias, vv.5-28, y un cántico real de victoria, vv. 32-51, con final mesiánico. La recensión paralela de 2 S 22 permite corregir el texto, a menudo defectuoso.

18 2 Verso omitido en el hebreo y colocado en 2 S 22 al final del v. 33. Lo unimos al v. 2, que es el único donde se habla a Dios en segunda persona.

18 3 (a) Los salmos llaman frecuentemente a Yahvé la Roca de Israel: baluarte de sus fieles y, ante todo, del linaje davídico.

18 3 (b) Lit. “cuerno”, símbolo de poderío y de vigor, a veces con alcance mesiánico.

18 51 Final litúrgico que recuerda las promesas de victoria y de salvación hechas a la dinastía davídica.

 

Tres lecturas.

Con Israel:   La acción de gracias de un Rey de Israel. El país estaba en extremo peligro: los enemigos amenazaban... Aparecía la muerte... Los "lazos mortales me rodeaban"... El pueblo de Israel quizá, iba a desaparecer. El rey (se habla aquí de David) se puso al frente de sus ejércitos y logró la victoria. Ahora, celebrando la reciente victoria, sube al Templo para ofrecer un "sacrificio de acción de gracias", y cumplir un voto que él había hecho en el momento de peligro. Está rodeado de toda la muchedumbre, de pobres (los Anawim citados en este salmo). Llega ante el altar. Empieza a cantar su acción de gracias: he ahí la puesta en escena, el revestimiento de este salmo.

Con Jesús:   Tanto el salmista como Jesús nos dicen que Dios pone en acción estos formidables poderes para "salvar", para "liberar" a su pueblo... Evocación de la salida de Egipto, del paso del mar Rojo, de la tormenta del Sinaí, pero sobre todo anuncio profético del "fin de los tiempos", cuando todos los dragones que aterrorizan al hombre se habrán precipitado en el mar del fuego (Apocalipsis 12.13).

Con nuestro tiempo:   La vida es un gran combate, Dios es nuestro aliado y seremos victoriosos. ¿Quién de entre nosotros no está oprimido por la enfermedad, el pecado, la muerte, la perversidad y el egoísmo, duras limitaciones, injusticias personales y colectivas? No dudemos un momento, recitemos este salmo: "persigo a mis enemigos en retirada, extermino a mis rivales... Se rinden...". No nos contentemos con exclamar esta oración en el fondo del corazón: combatamos con Jesús, hasta el día en que "no habrá más lágrimas, ni duelo, ni sufrimiento, ni pecado...".

 

Segunda lectura.

Lectura de la carta a los Hebreos 7, 23-28.

Hermanos:

Ha habido multitud de sacerdotes de la anterior Alianza, porque la muerte les impedía permanecer; en cambio, Jesús, como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de él, convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo. Él no necesita ofrecer sacrificios cada día como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. En efecto, la ley hace sumos sacerdotes a hombres llenos de debilidades. En cambio, la palabra del juramento, posterior a la ley, consagra al Hijo, perfecto para siempre.

 

Textos paralelos.

 Permanece para la eternidad.

Hb 10, 19: Por la sangre de Jesús, hermanos, tenemos libre acceso al santuario.

De ahí que pueda también salvar definitivamente.

Ap 1, 18: El que vive; estuve muerto y ahora ves que estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y el Abismo.

Hb 9, 24: Pues bien, Cristo entró, no en un santuario hecho a mano, copia del auténtico, sino en el cielo mismo; y ahora se presenta ante Dios a favor nuestro.

Rm 8, 34: ¿Quién condenará? ¿Acaso Jesucristo, el que murió y después resucitó y está a la diestra de Dios y suplica por nosotros?

1 Jn 2, 1: Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguien peca, tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo, el Justo.

 

Notas exegéticas.

7 24 “Exclusivo”, en el sentido de “inmutable” e “intransferible” (que no se transmite de unos a otros). Lo que se verifica en el eôn (eternidad), fuera de las leyes del tiempo, no requiere ni repetición de actos rituales ni dinastías que garanticen su continuidad. Como la que se refiere al diezmo, 7, 8, así también la ley sobre la consagración garantizaba a los sacerdotes levíticos “para no morir”.

7 25 Cristo sacerdote eterno ejerce en el cielo su oficio de mediador e intercesor. Su petición es análoga a la del Espíritu Santo que intercede ante Dios a favor de los santos.

7 27 Esta eficacia absoluta y definitiva del sacrificio de Cristo queda especialmente subrayada por Hb: este sacrificio único, realizado “de una vez para siempre” se contrapone a los sacrificios de la antigua alianza, indefinidamente repetidos porque eran incapaces de procurar la salvación. Lo esencial en el sacrificio no es la muerte de la víctima o la consunción de las ofrendas, sino la aceptación por parte de Dios, ofreciéndose a sí mismo, Cristo ha sido acogido en el eôn divino, donde cada acto cobra un valor eterno.

7 28 En 10 1 continuará el comentario sobre la relación entre la fe, como sombra, unida en el Sal 110, 4 con imagen verdadera, y la realidad.

 

Comentario.

-Comparación sacerdocio Melquisedec y levítico:

“Jesús es el garante de la alianza superior” (Hb 7, 22).

Tiempos salvíficos:

Templo: no alcanza la plenitud.

Jesucristo: eterno.

Nuevo sacerdocio:

Línea de Melquiseq.

Inocente, no conoce el pecado porque es obediente a Dios.

No necesita ofrecer sacrificios por él mismo.

Ofrendas del Templo:

Sacerdotes en la línea levítica:

Ofrecen las víctimas sin ofrecer su vida.

Repetible.

Sacerdocio de Jesús:

Ofreció de una vez para siempre.

Se ofreció a sí mismo.

Dos formas de la relación con Dios y la salvación:

Sacerdotes: desde la Ley.

Jesucristo: desde la misericordia.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b-34.

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:

-¿Qué mandamiento es el primero de todo?

Respondió Jesús:

-El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, tu Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos.

El escriba replicó:

-Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:

-No estás lejos del reino de Dios.

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

 

Textos paralelos.

 

Mc 12, 28-34

Mt 22, 34-40.46

Lc 10, 25-28; 20, 40.

Un letrado que oyó la discusión y apreció lo acertado de la respuesta, se acercó a Jesús y le preguntó:

 

 

-¿Cuál es el mandamiento más importante?

 

 

Respondió Jesús:

 

 

 

 

 

 

-El más importante es: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es uno solo. Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con todas tus fuerzas. El Segundo es: Amarás al prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos.

 

 

 

 

 

El letrado le respondió:

-Muy bien, maestro; es verdad lo que dices: que es uno solo y no hay otro fuera de él. Que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

 

Viendo Jesús que había respondido cuerdamente, le dijo:

-No estás lejos del reino de Dios.

 

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Al enterarse los fariseos que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en un lugar; y uno de ellos, le preguntó capciosamente:

 

-Maestro, ¿cuál es el precepto más importante en la ley?

 

Le respondió:

 

 

 

 

 

 

-Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda el alma, con toda tu mente. Este es el precepto más importante; pero el segundo es equivalente: Amarás al prójimo como a ti mismo. Estos dos preceptos sustentan la ley entera y los profetas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En adelante nadie se atrevió a hacerle preguntas.

En esto un jurista se levantó y, para ponerlo a prueba, le preguntó:

 

 

 

-Maestro, ¿qué debo hacer para heredar vida eterna?

 

 

Le contestó:

 

-¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué es lo que lees?

 

Replicó:

 

-Amarás al Señor tu Dios con todo corazón, con toda el alma, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Le respondió:

-Has respondido correctamente: hazlo y vivirás.

 

Y no se atrevieron a hacerle más preguntas.

El Señor, nuestro Dios, es el único Señor.

Dt 6, 4-5: Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Lv 19, 18: No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás al prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Él es único y que no hay otro fuera de Él.

Dt 6, 4: Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es solamente uno.

Dt 4, 35: Pues a ti te lo mostramos, para que sepas que el Señor es Dios y no hay otro fuera de él.

Vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

Am 5, 21-22: Detesto y rehúso vuestras fiestas, no se aplacan vuestras reuniones litúrgicas; por muchos holocaustos y ofrendas que me traigáis, no los aceptaré ni miraré vuestras víctimas cebadas.

1 S 15, 22: Samuel contestó [a Saúl]: ¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos o quiere que obedezcan al Señor? Obedecer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que grasa de carnero.

Sal 40, 7-9: Sacrificios y ofrendas no los quieres; me has cavado oídos; no pides holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo digo: “aquí he venido”. En el texto del rollo se escribe de mí que he de cumplir tu voluntad: y lo quiero, Dios mío, llevo tu instrucción en las entrañas.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

12 29 El monoteísmo es tan intransigente en el NT como en el Judaísmo. Aquí se apoya, en labios de Jesús, en el Semá. Pablo exhortará a los gentiles a “volverse” al único Dios vivo. Para él, toda la obra de Cristo Jesús arranca de Dios y en él acaba, porque lo transforma en su propia gloria. El evangelio de Jn expresa el asunto de otro modo: Jesús viene del Padre y va al Padre.

12 32 Vv. 32-34: este añadido inesperado, en el que el escriba se ve felicitado por haber repetido simplemente las palabras de Jesús, es una adición tomada de una tradición paralela a los vv. 28-31, y cuya forma literaria más bien recuerda a Lc 10, 25-28.

12 33 “con toda inteligencia” (synesis) difiere del v. 30 “con toda su alma” (psyche) y parece corresponder a “con todo el pensamiento”. En Dt 6, 5 griego encontramos “corazón” (kardía) o “pensamiento” (diánoia), según los distintos manuscritos. Parece evidente la correspondencia semántica entre psyche y kardía, por una parte, y synesis y diánoia, por otra.

12 34 Único texto de los sinópticos en que Jesús felicita a un escriba. Según Mc, el escriba tiene buena fe y su intención no es malévola (al contrario que Mt 22, 35 y Lc 10, 25). Jesús no recibe ninguna adhesión en Mt, pero consigue la aprobación de algunos escribas en Lc 20, 39. Aquí el escriba aparece casi como discípulo entusiasta y consigue la aprobación del propio Jesús. Así concluye en Mc la serie de tres controversias: con una nota positiva que contrasta con las severas palabras que vienen a continuación.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

28 Los rabinos discutían cuál de los mandamientos promulgados por Moisés y multiplicados por la tradición oral, era el principal. Del v. 34 se deduce que aquel escriba preguntaba con buena intención.

29-30 (EL) SEÑOR NUESTRO DIOS… ES UNO: o bien: el Señor (es) nuestro Dios…; o el Señor nuestro Dios (es) un (solo) Señor. La unicidad de Dios funda ese radicalismo en las exigencias del amor (“toto…, todo…, todo…”). Como no hay varios dioses, no existen varios “señores” entre quienes tengamos que dividir el corazón.

31 (EL) SEGUNDO…: Jesús une los dos preceptos que los judíos consideraban independientes. La revelación plena del precepto de la caridad (cf. Jn 13-17 y 1 Jn) nos dice que el amor a Dios y el amor al prójimo son un río único que brota de la misma fuente: el Espíritu del Padre y del Hijo, “el Espíritu de amor”. // COMO A TI MISMO: D. Flusser propuso leer como sujeto el texto hebreo (Lv 19, 18): kamoka: “Ama a tu prójimo, que es como tú”.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

12, 28-34 Un escriba se presentó a Cristo con una pregunta honesta, sobre cuál era el mandamiento mayor. Conociendo su sinceridad, Cristo explicó cómo el primer y mayor mandamiento, que se estipula claramente en la tradicional oración judía Shema, resume todas las enseñanzas proféticas sobre las leyes reveladas de Dios. Acatar este mandamiento implica fidelidad al resto de los mandamientos. Cat. 575.

12, 29 La Santísima Trinidad – tres Personas divinas en un solo Dios – es un misterio de fe que en modo alguno pone en entredicho el monoteísmo de los judíos. El Antiguo Testamento contiene muchas profecías y personajes que preparan la Nueva Alianza de Cristo. El Antiguo Testamento forma parte de la revelación divina y fue avalado como tal por Cristo, que no vino a abolir la Ley, sino a cumplirla y completarla. Cat. 129, 202, 228-231, 2196.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

575 Muchas de las obras y de las palabras de Jesús han sido, pues, un “signo de contradicción para las autoridades religiosas de Jerusalén, aquellas a las que el Evangelio de san Juan denomina con frecuencia “los judíos”, más incluso que a la generalidad del pueblo de Dios. Ciertamente, sus relaciones con los fariseos no fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le previnieron del peligro que corría. Jesús alaba a algunos de ellos como al escriba de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de fariseos. Jesús confirma doctrinas sostenidas para esta élite religiosa del pueblo de Dios: la resurrección de los muertos, las formas de piedad (limosna, ayuno y oración) y la costumbre de dirigirse a Dios como Padre, carácter central del mandamiento del amor a Dios y al prójimo.

129 Los cristianos, por tanto, leen el Antiguo Testamento a la luz de Cristo muerto y resucitado. Esta lectura tipológica manifiesta el contenido inagotable del Antiguo Testamento. Ella no debe hacer olvidar que el Antiguo Testamento conserva su valor propio de revelación que nuestro Señor mismo reafirmó. Por otra parte, el Nuevo Testamento exige ser leído también a la luz del Antiguo. La catequesis cristiana primitiva recurría constantemente a él. Según un viejo adagio, el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo, mientras que el Antiguo se hace manifiesto en el Nuevo: Novum in Vetere latet et in Novo Vetus patet (S. Agustín y Concilio Vaticano II).

229 La fe en Dios nos mueve a volvernos solo a Él como a nuestro primer origen y nuestro fin último: y a no anteponer nada a él.

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

11, 28-34 He aquí una pregunta que no es capciosa. La tradición rabínica contó hasta 613 preceptos. ¿Había de saberlos todos para cumplirlos todos? ¿Se podían sintetizar y reducir a pocos capítulos? ¿A uno solo?

11, 34 El letrado, que ha aceptado la soberanía de Dios en la vieja legislación, ahora se abre al reinado de Dios que se hace presente en Jesús.

 

Comentarios de los Santos Padres.

Nuestro Señor Jesucristo enseña que todo el cumplimiento de la ley y de los profetas consiste en los dos preceptos de amor a Dios y al prójimo. De estos escribió el evangelio de Marcos… Todos estos preceptos del amor, es decir, de la caridad, son de tal naturaleza, que si el hombre creyese haber hecho algo bueno, pero sin caridad, totalmente se equivoca.

Agustín, Sobre la gracia y el libre albedrío, 17, 36-18, 37. II, pg. 235.

Dios es solamente uno, y asimismo Señor de cielo y tierra, ¿cómo puede haber otro Dios aparte de Él? y ¿dónde estará ese que ellos llaman dios, si el único y verdadero Dios llena todo cuanto abarcan el cielo y la tierra?

Atanasio, Contra los paganos, 6. II, pg. 235.

No es propio de cualquiera alcanzar la perfección de la caridad y conocer a quien verdaderamente ha de ser amado, sino solo de quien ha abandonado el hombre viejo, corrompido por los deseos engañosos, y se ha vestido de nuevo, que se renueva mediante el reconocimiento a imagen del Creador. Así, el que ama las riquezas, y se dedica de manera desmesurada a la belleza corruptible del cuerpo, y prefiere esta pequeña gloria, puesto que ama a estas cosas que no debía con afán desmedido, ese tal permanece ciego respecto de la contemplación del que hay que amar en realidad.

Basilio el Grande. Homilías sobre los Salmos. 44, 2. II, pg. 236.

Cuando nosotros accedemos a la gracia del bautismo, renunciamos a todos los otros dioses y señores, y confesamos al único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Orígenes, Homilías sobre el Éxodo, 8, 4. II, pg. 236.

La vida humana consiste en una unidad de tres cosas. Así consta por las palabras del Apóstol dirigidas a los efesios. Así, desea que se conserve íntegra la gracia del cuerpo, del alma y del espíritu para la venida del Señor; con estas palabras menciona el cuerpo como parte nutriente del hombre, el alma como parte que siente, y espíritu la intelectiva.

Gregorio de Nisa, Sobre la creación del hombre, 8. II, pg. 236.

Esta es la cima de todas las virtudes, y también el fundamento. Al mismo tiempo que se indica el amor para con Dios se señala el amor para con el prójimo. En efecto, quien ama a Dios no debe despreciar a su hermano, ni debe estimar más el dinero que a un hermano suyo, sino que le ha de mostrar mayor benignidad, haciendo memoria de que se digo: “Quien haga algo en contra de uno de estos pequeños, contra mí lo hace” (Mt 25, 40). Y pensando que Dios conoce que todo lo que se hace con Él mismo es lo que se realice con generosidad y manifieste con magnanimidad respecto a la limosna, y no teniendo en cuenta la vileza aparente del pobre, sino la grandeza de quien ha prometido que harán con él lo mismo que él haga con los demás.

Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Génesis, 55, 3. II, pg. 237.

Ninguno de estos dos amores puede ser perfecto si le falta el otro, porque no se puede amar de verdad a Dios y sin amar al prójimo; ni se puede amar al prójimo sin amar a Dios  (Lc 10, 27). Por eso el Señor pidió más de una vez a Pedro que lo amase, y por ello este respondía: tú sabes que te amo, y el Señor siempre concluía “apacienta mis ovejas” o bien: “apacienta mis corderos” (cf. Jn 21, 15-17), como si dijera con claridad que solo esta es la verdadera y única prueba del amor de Dios, si procuramos estar solícitos del cuidado de nuestros hermanos y les ayudamos.

Beda, Homilías sobre los Evangelios, 2, 22. II, pg. 237.

Cuando uno ama fraternalmente a otro procura hacer todo lo que pueda gustar al amado con su propio amor. También nosotros si amamos sinceramente a Dios debemos esforzarnos en cumplir sus mandatos y no hacer ninguna cosa que le pueda encolerizar.

Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Génesis, 55, 2. II, pg. 237.

En esta vida la virtud no consiste en otra cosa que en amar lo que se debe amar. Elegirlo es prudencia; no separarse de ello a pesar de las molestias es fortaleza; a pesar de los incentivos, es templanza; a pesar de la soberbia, es justicia.

Agustín, Carta a Macedonio, 155, 4, 13. II, pg. 237.

Hermanos, rechazad todo lo que prohíbe la misericordia, y no únicamente el retenerlo sino incluso el escucharlo, porque vale más la misericordia que todos los sacrificios y holocaustos juntos.

Calixto I, Papa. Carta a los Obispos de la Galia, 6. II, pg. 238. II, pg. 237.

 

San Agustín

No es posible que quien ama a Dios no se ame a sí mismo. Y diré más: solo sabe amarse a sí mismo quien ama a Dios. En verdad se ama intensamente a sí mismo quien pone toda la diligencia en gozar del sumo y verdadero bien; y como ya hemos probado que es Dios, es indudable que se ama intensamente quien es amante de Dios. ¿No debe existir entre los hombres vínculo alguno de amor que los una? Más bien es verdad que no existe peldaño más seguro para llegar al amor de Dios que el amor del hombre para con sus semejantes. (…). Interrogado [el Señor] sobre los preceptos que han de regular la vida no se limitó a uno solo. (…) Proclama, pues, el segundo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22, 39). Te amas a ti mismo de forma saludable, si amas a Dios más que a ti mismo. Lo que haces contigo, eso has de hacer con tu prójimo, a saber; procurar que también el ame a Dios con amor perfecto. Pues no amas al prójimo como a ti mismo si no te esfuerzas por conducirlo al mismo bien al que tú tiendes. Dios es el único bien que no resulta limitado para todos los que tienden a él contigo. (…) Nadie piense que ha de alcanzar la felicidad y a Dios, si desprecia al prójimo.

Las costumbres de la Iglesia católica I, 26, 48-51. II, pgs. 1695-1696.

 

San Juan de Ávila

El primer mandamiento es: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. Aquel a quien Dios ama el que guarda sus mandameintos y por ninguna cosa los quebranta, mas antes trabaja de honrar, servir y agradar a Dios por su bondad, por la cual es digno de ser obedecido y de balde ser servido. ¿Y quién no ama a Dios? El que le ofende en quebrantar sus mandamientos y quiere más el pecado que a Jesús crucificado. Mas, ¡oh desventurado, loco, desatinado, digno de ser llorado!: ¿cuál es mejor: criatura o Criador? Pues ¿por qué te ciegas y escoges lo peor? Asimesmo, en este mandamiento nos manda Dios que no entendamos ni creamos en agüeros, ni en sueños, ni en hechicerías, ni en estrellerías, ni en santiguaderas, ni en adivinar, porque es todo burla y gran vanidad.

Tratado de doctrina cristiana. II, pg. 815.

Los hombres que por miedo, por venguenza, dejan de servir a Dios y se vuelven atrás de lo comenzado no son buenos para el cielo. Abraham aparejado estaba para matar a su hijo cuando Dios se lo mandase; pues, si somos hijos de la fe de Abraham, hagamos sus obras. Mandamiento tenemos: Diliges Dominum, etc. (Dt 6, 5; Mc 12, 30). ¡Ay! que hijos y mujer, y vos mismo, y todo lo demás que podéis tener, todo se ha de posponer a la voluntad de Dios. Desnudo nació, para que desnuda traigáis vos vuestra alma de todo lo que no fuera Dios, y no os han de congojar ni dar pena las afrentas que por Dios se os ofrecieren. Deshonra da (a) Dios el que se queja estar por Él deshonrado. No penséis reinar con Él, si primero no padecéis con Él.

Sermón de Epifanía. III, pg. 84.

No atribuyas a ti la honra, que se debe a solo Dios, y que es en gran manera celosísimo de la honra, que está casado con ella, y ansí como es marido, ansí ama a su mujer, que a nadie quiere dar parte de ella. Ansí dice No cederé mi gloria a otro (Is 42, 8; 48, 11). ¿De cuál pensáis que es más celoso Dios, de su amor o de su honra? Él pide el amor diciendo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas (cf. Dt 6, 5; Mc 12, 30), que no queda fuerza alguna con que no lo amemos. Pues tan celoso como es del amor, tanto es de la honra. No quiere que nadie le usurpe nada de ella, y ansí decía: Videte quia ego sum solus Deus et nullus alius praeter me (cf. Dt 32, 39). No quiera nadie atribuirse mi gloria y honra y hacerse Dios, que no hay otro Dios, sino yo solo.

Sermón Domingo 10 después de Pentecostés, III, pg. 261.

Habíale antes preguntado que cuál es el mayor mandamiento de toda la ley; y aunque al principio se movió a saludables palabras de Jesucristo Redentor nuestro, se convirtió y mereció que le dijese: Non longe es a Regno Dei, como San Marcos dice (cf. Mc 12, 34). Donde parece que tanto provecho trae la habla y comunicación de los abismos de Dios, que aunque el hombre se llegue a ellos frío y tibio y no con tan buen propósito como era razón, empero, oyéndolos, conversándolos, nos mudamos en bien. Y especialmente en esto verdad, y acaece muchas veces, en el bien obrar; que muchas veces tenemos una pereza, una mala gana de hacer una buena obra, y cuando la comenzamos envíanos Dios devoción y buenos propósitos; y por eso ninguno, aunque tibio se sienta, aunque pesado, deje de hacer buenas obras, porque es Dios tan misericordioso, que quien a Él se llega no le deja frío ni hambriento. Los que se dan muchas veces a la oración, experimenten esto y verán cuan gran verdad es; que se llegan hambrientos a la mesa de Dios y van hartos.

Homilía domingo 12 de Pentecostés. III, pg. 268.

 

San Oscar Romero.

E un hecho que el hombre no ha usado todavía la fuerza que los caracteriza. El hombre no se caracteriza por la fuerza bruta, no es animal. El hombre se caracteriza por la razón y por el amor...

Homilía. 4 de noviembre de 1979.

 

Comentario Homilética

-Previo:

Llegada a Jerusalén.

Gesto mesiánico de la purificación del Templo (11, 15-19).

Controversias con los grupos religiosos judíos:

Sumos sacerdotes, escribas y ancianos: autoridad de Jesús (11, 27-33).

Fariseos y herodianos: tributo al Cesar (12, 13-17).

Saduceos: resurrección de los muertos (12, 18-27).

-Posterior:

Discurso escatológico (Mc 13).

-Estructura:

Pregunta del escriba acerca del mandamiento más grande (v. 28).

Respuesta de Jesús (vv. 29-31): cita Dt 6, 4-5 y Lv 19, 18).

Respuesta del escriba: ratifica la respuesta de Jesús y añade sus consecuencias (vv. 32-33).

Intervención final de Jesús: corrobora las palabras del escriba (v. 34).

-Mandamientos que regulaban la observancia de la Ley de Dios:

Prohibiciones: 365 (1 por día).

Obligaciones: 248 (1 por cada parte del cuerpo).

 

MISA DE NIÑOS. XXXII T.O.

Monición de entrada.

Buenos días.

Cada domingo los amigos de Jesús venimos a misa para recibir dos regalos de Dios.

El primero es la Palabra de Dios que escuchamos cuando se leen las lecturas.

Y el segundo es el alimento de la comunión que reciben los que han comulgado.

Por eso debemos estar muy atentos y tener el corazón muy abierto.

Porque vamos a recibir en los dos regalos mucho amor de Jesús.

 

 Señor, ten piedad.

Salvador nuestro. Señor, ten piedad.

Redentor nuestro. Cristo, ten piedad.

Mediador nuestro.  Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco, el papá de todos los que vamos a misa. Te lo pedimos Señor.

-Por la Iglesia, que Dios quiere que sea una familia donde haya mucho amor. Te lo pedimos Señor.

-Hoy es el día de la iglesia diocesana, por la iglesia en Valencia. Te lo pedimos, Señor.

-Por las niñas y los niños que no tienen padres, por los que viven solos. Te lo pedimos, Señor.

-Por los que tienen hambre y los que no les pagan bien en su trabajo. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que ayudan a los pobres. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, que vamos a recibir el alimento que nos da Jesús. Te lo pedimos, Señor.

 

 Acción de gracias.

Virgen María. Gracias porque hoy tu hijo Jesús nos ha puesto un ejemplo: el de una viuda que ayudaba a la iglesia y que no solo daba dinero, sino además su corazón.

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D.  DOMINGO XXX T.O.

EXPERIENCIA.

Comienza con la señal de la cruz.

Si tienes una hoja en blanco dibuja un corazón y dentro tu nombre. Escribe en ella los nombres de las personas con las que te relacionas, dependiendo del trato que tengas, las sitúas más cerca o más lejos de tu corazón.

¿Qué es lo que te une a ellas? ¿Qué les das y qué recibes de quienes te rodean?

Escucha el silencio, los sonidos de tu entorno.

Acerca tu mano al corazón, siente el movimiento de este músculo: ¿quién lo tejió y lo puso en marcha? ¿Por qué no ha cesado un solo instante de latir? ¿A quién les debes se haya desarrollado dentro de ti?

Piensa las personas que a lo largo de tu vida han colaborado a impedir que se detuviese y además han cultivado su interior engrandeciéndolo con los valores, creencias, aprendizajes, educación,…?

Mira este vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=o8ic4vcvnhY

Piensa en una de estas frases:

Por muchos que guiaron a otros…

Por muchos que se sumaron…

Por muchos que trabajaron por otros…

Por muchos que se dieron a sí mismos…

Por muchos que se desgastaron por otros…

Por muchos que desde siempre creyeron en el proyecto…

Continúa las frases con las tuyas propias.

Anota nombres de personas que reúnan esas características.

Recuerda a tus monitores y completa estas frases con ellos.

Reza por ellas.

 


REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee:

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b-34.

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:

-¿Qué mandamiento es el primero de todo?

Respondió Jesús:

-El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, tu Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos.

El escriba replicó:

-Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:

-No estás lejos del reino de Dios.

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

 

 

El evangelio de este domingo centra nuestra vida en lo fundamental. Son como el cuerpo y el alma. No se pueden separar. Amar a Dios sin amar al prójimo es fundamentalismo. Amar al prójimo sin amar a Dios es altruismo. Ninguna de las dos opciones son cristianas ni responden al Evangelio.

 

 

COMPROMISO.

Mira a los ojos a los demás. Cuando entres en casa o estando allí entra algún familiar, levántate, abandona el móvil, el ordenador, la televisión, mírale a los ojos y salúdale. Si vas por una ciudad y en la calle te encuentras a un mendigo, ayúdale y sobre todo, mírale a los ojos, dirigiéndole un “buenos días” o “tome”. Más que el dinero estas personas necesitan ser miradas, no como un objeto de la calle, sino como una persona.

 

CELEBRACIÓN.

Escucha canción de Javier Bru, El ciego de Jericó. Javier Bru es católico venezolano, casado y con dos hijos, que reside en Miami, al servicio del Ministerio Pastoral para Hispanos.  https://www.youtube.com/watch?v=E0yFHFr6C_0

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.

Homilética. Sal Terrae. Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.http://www.quierover.org

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA