Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a.
Preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este
monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares
exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a
todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones. Aniquilará la
muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los
rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo – lo ha dicho el Señor –.
Aquel día se dirá:
-Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en él y nos ha salvado. Este
es el Señor en quien esperábamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque
reposará sobre este monte la mano del Señor.
Textos
paralelos.
Preparará Yahvé Sebaot para
todos los pueblos.
Mt 8, 11: Os digo que muchos vendrán de oriente y occidente y se
sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios.
Un convite de manjares enjundiosos.
Jn 6, 51: Yo soy el pan vivo que baja del cielo. Quien coma de
este pan vivirá siempre. El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne.
Jn 6, 54: Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y
yo lo resucitaré el último día.
Acabará para siempre con la Muerte.
Os 13, 14: ¿Los libraré del poder del Abismo / los rescataré de la
Muerte?
Enjugará el Señor Yahvé.
Ap 21, 4: Les enjugará las lágrimas de los ojos. Ya no habrá
muerte ni pena ni llanto ni dolor. Todo lo antiguo ha pasado.
1 Cor 15, 26: El último enemigo en ser destruido es la muerte.
Ap 7 17: Pues le han declarado: Tú eres sacerdote perpetuo en la
línea de Melquisedec.
En toda la superficie del país.
Is 35, 10: Y volverán a Sión con cánticos: / en cabeza, alegría
perpetua, / siguiéndolos, gozo y alegría; / pena y aflicción se alejarán.
Notas
exegéticas.
25 6 Volviendo sobre los conceptos
universalistas ya difundidos entre los profetas anteriores Is 2, 2-3, Za 8, 20,
etc., y ampliándolos, el autor describe la afluencia de los pueblos a Jerusalén
como a un inmenso banquete. A partir de este texto la idea de un banquete
mesiánico se hizo corriente en el Judaísmo y vuelve a encontrarse en el NT: Mt
22, 2-10.
25 7 Este velo que oculta los rostros,
ver 1 R 19 13, puede impedir la visión y la comprensión o con más frecuencia es
señal de duelo. El término apocalipsis significa precisamente
desvelamiento y es empleado a propósito de las naciones en el Cántico de Simeón
(Lc 2, 32).
Comentario.
-Este texto pertenece al “Apocalipsis de Isaías” (24-27).
-Textos tardíos postexílicos (s. V o IV a.C.), cuyo estilo y
mensaje no tiene nada que ver con el profeta Isaías (s. VIII a.C.).
-Imagen de un gran banquete:
Describir el futuro en el que Dios aniquilaría la muerte y aportaría
la salvación anhelada a todos los pueblos.
Todas las naciones participan de ese gran banquete.
Salmo
responsorial
Sal 23 (22)
R/. Habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
El
Señor es mi pastor, nada me falta:
en
verdes praderas me hace recostar;
me
conduce hacia fuentes tranquilas
y
repara mis fuerzas. R/.
Me
guía por el sendero justo,
por
el honor de su nombre.
Aunque
camine por cañadas oscuras,
nada
temo, porque tú vas conmigo:
tu
vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas
una mesa ante mí,
enfrente
de mis enemigos;
me
unges la cabeza con perfume,
y
mi copa rebosa. R/.
Tu
bondad y tu misericordia me acompañan
todos
los días de mi vida,
y
habitaré en la casa del Señor
por
años sin término. R/.
Textos paralelos.
Yahvé es mi pastor.
Ez 34, 1: Me dirigió la palabra
el Señor: “Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza
diciéndoles: ¡Pastores! Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que
se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas los que tienen que apacentar los
pastores?
En verdes pastos me hace
reposar.
Jn 10, 9: Yo soy la puerta:
quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar pastos.
Me conduce a fuentes
tranquilas.
Jn 4, 1: Los fariseos se
enteraron de que Jesús ganaba más discípulos y bautizaba más que Juan.
Allí reparo mis fuerzas.
Is 40, 31: Pero los que esperan
en el Señor / renuevan sus fuerzas, / echan alas como las águilas, / corren sin
cansarse, / marchan sin fatigarse.
Me guía por cañadas
oscuras.
Jr 31, 25: Regaré gargantas sedientas,
/ colmaré a los muertos de hambre.
Pr 4, 11: Te instruyo sobre el camino
de la sensatez, / te encamino por la senda recta.
Sal 116, 1: ¡Yo amo! , porque
el Señor escucha / mi voz suplicante.
Aunque fuese por valle
tenebroso.
Is 50, 10: ¿Quién de vosotros
respeta al Señor / y obedece a su siervo? / Aunque camine en tinieblas, / sin
rayo de luz, / que confíe en el Señor / y se apoye en su Dios.
Jb 10, 21-22: Antes de partir,
para no volver / al país de tinieblas y sombras, / a la tierra lóbrega y opaca,
/ de confusión y negrura, / donde la misma claridad es sombra.
Preparas ante mí una
mesa.
Ex 16, 1: Toda la comunidad de
Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, entre Elim y Sinaí, el día
quince del segundo mes después de salir de Egipto.
Sal 22, 27: Comerán los desvalidos
hasta saciarse / y alabarán al Señor los que lo buscan: / ¡No perdáis nunca el
ánimo!
Bondad y amor me
acompañan.
Sal 16, 6: Me ha tocado una
parcela apacible, / es espléndida mi heredad.
Sal 63, 6: Como de enjundia y
de manteca / se saciará mi garganta, / y con labios jubilosos / te alabará mi
boca.
Habitaré en la casa de
Yahvé.
Sal 27, 4: Una cosa pido al
Señor, / es lo que busco: / habitar en la casa del Señor / todos los días de mi
vida; / contemplando la belleza del Señor, / observando su templo.
Notas
exegéticas.
23 La solicitud divina por los
justos, descrita bajo la doble imagen del pastor u del huésped que ofrece el
lenguaje mesiánico. Este salmo se aplica tradicionalmente a la vida sacramental
especialmente al Bautismo y a la Eucaristía.
23 4 “pues tú vienes” adicción
probable para armonizar con 1 S 22 23 y subrayar así la alusión al gesto
davídico. El texto primitivo sería: “Cerca de mí, tu vara, tucayado están ahí”.
25 5 Conforme a la costumbre de la
hospitalidad oriental.
23 6 “y habitaré” versiones: “volveré
a”, hebreo (simple corrección vocálica).
Segunda lectura.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14.19-20
Hermanos:
Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para
todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo
en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis
tribulaciones. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con
magnificencia, conforme a su riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la
gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Textos paralelos.
A la saciedad y al hambre.
2 Co 12, 9-10: Y me contestó:
te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad. Así que muy a gusto
presumiré de mis debilidades, para que se aloje en mí el poder de Cristo.
Porque estoy contento con las debilidades, insolencias, necesidades,
persecuciones y angustias por Cristo. Pues cuando soy débil, entonces son
fuerte.
Col 1, 29: Para ello trabajo y
peleo, con la energía suya que actúa eficazmente en mí.
Mi Dios proveerá.
2 Co 2, 15: En efecto, somos el
aroma de Cristo ofrecido a Dios, para los que se salvan y para los que se
pierden.
Al Dios y Padre nuestro,
la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Rm 16, 27: A Dios, el único sabio,
por medio de Jesucristo, sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Notas exegéticas.
4 12 Lit. “he sido iniciado”.
Término propio de los cultos mistéricos (vb. myéo), cuyo sentido aquí es sencillo: he aprendido una cosa que todos no
saben.
4 13 Var.: “en Cristo”.
4 19 Var. (Vulgata): “provea”.
Comentario.
- Concluimos este domingo la
lectura de los textos de la carta a los filipenses.
- Contexto:
Pablo está agradecido a los
filipenses. De ellos ha recibido presentes que le han aliviado en las precarias
condiciones que ha tenido que vivir. Si bien, se muestra más interesado en el
amor que reflejan que en el bien material que le pueden hacer.
- Se siente profundamente libre
en relación con los bienes materiales.
- Su libertad no es un
ejercicio de puro ascetismo, sino que tiene su fundamento consistente en
Cristo.
- Su presencia le permite dar
el justo valor a sus necesidades.
- La comunión de bienes:
Tema recurrente.
Seña de identidad de la
comunidad cristiana.
-
Actitudes clave de lectura:
Libertad de los bienes
materiales.
Agradecimiento por la comunión
de estos, espacio para construir la comunidad.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió a
hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo,
diciendo:
-El reino de los cielos se parece
a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que
llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados
encargándoles que dijeran a los convidaos: “Tengo preparado el banquete, he
matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero
ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los
demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en
cólera, envío sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego
a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados
no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis
llamadlos a la boda·. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos
los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de
comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que
no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el
vestido de boda?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los
servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será
el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos
los elegidos.
Los dichos de Jesús.
Q 16 Un hombre preparó una [gran]
cena [e invitó a muchos].
Q 17 Y envió a su siervo [a la hora
de la cena] para decir a los invitados: Venid, porque ya está preparada.
Q 18 “Uno se excusó a causa de su” campo.
¿Q 19? “Otro se excusó a causa de sus
negocios”.
¿Q 20? ..
Q 21 “Y el siervo <regresó y
dijo> a su siervo:
Q 23 Sal a los caminos y llama a los
que encuentras, para que se llene mi casa.
Textos paralelos.
// Lc 14, 16-24:
Mateo |
Lucas |
En aquel tiempo, volvió a
hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo,
diciendo: -El reino de los cielos se parece
a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que
llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros
criados encargándoles que dijeran a los convidaos: “Tengo preparado el
banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la
boda”. Pero ellos no hicieron caso;
uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los
criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envío
sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la
ciudad. Luego dijo a sus criados: “La
boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los
cruces de los caminos y a todos los que encontréis llamadlos a la boda·. Los
criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos
y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a
saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le
dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?” El otro no
abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos
y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de
dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. |
Un hombre daba un gran
banquete, al que invitó a muchos. Hacia la hora del banquete
despachó a su criado a avisar a los invitados: Venid que ya está preparado.
Uno tras otro se fueron excusando todos. El primero dijo: He comprado
un terreno y tengo que ir a examinarlo; por favor, acepta mis excusas. El
segundo dijo: He comprado una yunta y voy a probarlos; por favor acepta mis
excusas. El tercero dijo: Me acabo de casar y no puedo ir. El criado volvió a
informar al amo. El amo de casa, irritado,
dijo al criado: Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los
pobres, lisiados, ciegos y cojos. El criado le dijo: Señor, se ha hecho lo
que me ordenabas y todavía sobra sitio. El amo dijo al criado: Sal a
los caminos y veredas y oblígalos a entrar hasta que se llene la casa. Pues
os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi banquete. |
Tomó Jesús de nuevo
la palabra y les habló en parábolas.
Mt 8, 11: Os digo
que muchos vendrán de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y
Jacob en el reino de Dios.
Pr 9, 1-6: La
sensatez se ha edificado una casa, / ha labrado siete columnas, / ha matado las
reses, mezclado el vino / y puesto la mesa, / ha despachado a sus criadas a
pregonarlo / en los puntos que dominan la ciudad. / “El que sea inexperto,
venga acá; / al falto de juicio le quiero hablar. / Venid a comer de mis
manjares / y a beber el vino que he mezclado; / dejad la inexperiencia y
viviréis, / seguid derechos el camino de la prudencia.
Semejante a un rey.
Is 25, 6-10: El Señor
de los ejércitos / ofrece a todos los pueblos, / en este monte, / un festín de
majares suculentos, / un festín de vinos de solera, / manjares enjundiosos, /
vinos generosos. / Arrancará en este monte / el velo que cubre a todos los
pueblos, / el paño que tapa a todas las naciones; / y aniquilará la muerte para
siempre. / El Señor enjugará las lágrimas / de todos los rostros / y alejará de
la tierra entera / el oprobio de su pueblo / – lo ha dicho el Señor –.
Envió a sus siervos
a llamar a los invitados.
Mt 21, 34: Cuando
llegó la vendimia, despachó a sus criados a recoger de los agricultores el
fruto que le correspondía.
Los escarnecieron y
los mataron.
Mt 21 35: Ellos
agarraron a los siervos: a uno lo desollaron, a otro lo mataron, al tercero lo
apedrearon.
El rey enojado.
2 S 11, 1: Al día
siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con
sus oficiales y todo Israel a devastar la región de los amonitas y sitiar Rabá.
2 S 12, 26:
Mientras, Joab había atacado a la capital de los amonitas y se había apoderado
de ella.
Dio muerte a
aquellos homicidas.
Is 64, 10: Nuestro
templo, nuestro orgullo, / donde te alabaron nuestros padres, / ha sido pasto
del fuego, / y lo que más queríamos / está reducido a escombros.
Ap 17, 16: Los diez
cuernos que viste y la fiera aborrecerán a la prostituta, la dejarán arrasada y
desnuda, se comerán su carne y la quemarán.
Invitad a la boda a
los que encontréis.
Ap 19, 7: Hagámosle
fiesta alegre dándole gloria, porque ha llegado la boda del Cordero y su novia
está preparada.
Reunieron a todos
los que encontraron.
Mt 13, 38: El campo
es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los
súbditos del maligno.
Mt 13, 47: El
reinado de Dios se parece a una red echada al mar, que atrapa peces de toda
especie.
Le dijo: Amigo.
Ap 19, 8: La han
vestido de lino puro resplandeciente (el lino son las obras buenas de los
santos).
Él se quedó callado.
Sb 4, 19: Se
convertirán en cadáver sin hora, / baldón entre los muertos para siempre; /
pues los derribará cabezas abajo, sin dejarles hablar, / los zarandeará desde
los cimientos, y los arrasará hasta lo último; / vivirán en dolor y su recuerdo
perecerá.
Sb 17, 2: Pensaban
los malvados que controlaban la nación santa, / mientras yacían ellos
prisioneros de las tinieblas, / en el calabozo de una larga noche, recluidos
bajo sus techos, / prófugos de la entera providencia.
Sb 8, 12: Si callo,
estarán a la expectativa; si tomo la palabra, prestarán atención; y si me
alargo hablando, se llevarán la mano a la boca.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
22 Parábola entreverada de rasgos
alegóricos, como la precedente, ,y que entraña la misma lección: el rey es
Dios, el banquete de bodas es la felicidad mesiánica, ya que el hijo del rey es
el Mesías; los enviados son los profetas y los apóstoles; los invitados que
hacen caso omiso de ellos o los ultrajan son los judíos; los que son llamados
de los caminos son los pecadores y los gentiles; el incendio de la ciudad es la
ruina de Jerusalén. A partir del v. 11 cambia la escena y se trata del Juicio
final. Parece que Mt ha combinado dos parábolas, una análoga a la de Lc 14,
16-24, la otra aquella cuya conclusión se encuentra en vv. 11s: el hombre que
responde a la invitación ha de llevar vestido de bodas; las obras de justicia
deben acompañar la fe.
22 10 Estas palabras pueden aludir al
hecho de que en el Reino antes del juicio final se encuentran mezclados malos y
buenos, o más probablemente a la gracia de Dios, que invita al disfrute del
Reino a todos los hombres, sobre todo a los pecadores.
22 14 Esta sentencia parece
corresponder a la primera parte de la parábola más bien que a la segunda. No se
trata de los elegidos en general, sino de los judíos, los primeros invitados.
La parábola no dice, pero tampoco excluye, que algunos “pocos” de entre ellos
hayan respondido y hayan sido elegidos.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
22 1-2 UN REY: lit. un hombre rey. //
DIO UN BANQUETE…: lit. hizo bodas (así en toda la parábola, con el
significado secundario de “banquete de boda”) para el hijo de él (en
honor de su hijo).
4 Esos OTROS ESCLAVOS tenían el
encargo de llamar definitivamente, o por última vez, A LOS anteriormente CONVIDADOS.
7 SU EJÉRCITO: lit. sus
ejércitos (plural de generalización).
10 TODOS LOS QUE ENCONTRARON, MALOS
Y BUENOS: comenta san Agustín: “Así está ahora la Iglesia, llena de buenos y
malos […]. Esa muchedumbre la oprime a veces y está a punto de hacerla
naufragar. La muchedumbre de los que viven mal turba a los que viven bien, y
los perturba hasta el punto de que el que vive bien piensa, cuando ve a los otros
vivir mal, que está haciendo el tonto; sobre todo porque, según los valores de
este mundo, hay muchos malos felices, hay muchos buenos infelices”.
11-12 ¿Pertenecieron estos vs. a otra
parábola, originariamente separada de la anterior? // UNO: lit. un hombre. El
TRAJE DE BODA no tiene porque entenderse como vestido especial; simplemente es
la ropa limpia, la que se pone un invitado que quiere hacer honor a su
anfitrión. Alegóricamente simboliza “lasa buenas obras” (Ap 19, 8): no basta
ser invitado, es preciso convertirse y producir los frutos de esta conversión.
12 SIN TRAJE: lit. no teniendo
traje.
13 DESPUÉS DE ATARLO [DE] PIES Y
MANOS, ECHADLO…: lit. habiendo atado de él pies y manos echad a él…
14 Forma semitizante de comparativo:
son más los invitados que los realmente participantes en el
banquete. Es la enseñanza de la parábola: los primeros invitados a entrar en el
reino de Dios – los judíos – se han quedado fuera, al no aceptar la invitación.
Este sería el sentido directo, si el v. 14 iba después del 10 originariamente;
tal como está colocado, su alcance se extiende a toda la humanidad invitada por
Dios a su “fiesta de familia”. Las formas verbales griegas están en la voz
pasiva “teológica”: “Dios invita a muchos” (e. d., a todos: cf.
v. 10 y Mc 10, 45), pero elige a pocos (a un número menor que el de los
invitados).
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
22, 1-14 La imagen del banquete de bodas
evoca la alegría escatológica. Cristo, el Hijo, es el esposo prometido a su
Iglesia. A veces se describe el reino de los cielos como el banquete de bodas
del Cordero (cf. Ap 19, 9). El invitado que no llevba un traje adecuado
representa probablemente a aquellos que, aun estando entre los invitados, no se
han preparado adecuadamente en vida, con un “sí” total a la vocación a la
santidad y, por lo tanto, no pueden participar en el banquete de bodas. Catecismo
de la Iglesia Católica 546.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
San
Jerónimo.
1-3. Jesús les habló otra vez en
parábolas. Los
fariseos, comprendieron que estas parábolas se referían a ellos, buscaban
detenerlo y matarlo. El Señor conocía su designio, sin embargo acusa a los que
están enfurecidos contra él y no se deja dominar por el temor a oponerse a los
pecadores. Este rey que celebró las bodas de su hijo es Dios omnipotente.
Celebró las bodas de nuestro Señor Jesucristo y de la Iglesia, donde son
congregados tanto los judíos como los gentiles; envió a su servidor para llamar
a los invitados a las bodas: sin duda se trata de Moisés por quien dio la Ley a
los invitados. Si leyéramos “servidores”, como traen la mayoría de los
manuscritos, se referiría a los profetas, ante cuya invitación se negaron a
venir los invitados.
4. De nuevo envió a otros
servidores. En
estos servidores que fueron enviados en segundo lugar es mejor ver a los
profetas que a los apóstoles, siempre que más arriba esté escrito “su servidor”.
En cambio, si leemos “servidores”, por estos servidores enviados en segundo
lugar debemos entender los apóstoles. El banquete preparado, los terneros y los
mejores animales que han sido muertos describen, mediante una metáfora, las
riquezas del rey, para que a través de imágenes carnales entendamos las cosas
espirituales, o bien se puede percibir en ellos la grandeza de los dogmas y una
doctrina totalmente imbuida de la Ley de Dios.
5.6. Y se fueron, uno a su granja. Entre los que no reciben la
verdad del Evangelio hay muchas diferencias. Los que se negaron a venir porque
estaban ocuapdos en otras cosas son menos culpables que aquellos que,
despreciando los sentimientos del que los invitaba, respondieron con crueldad a
su amabilidad y deteniendo a los servidores del rey los mataron y les dieron muerte.
En esta parábola no se habla de la muerte del esposo, se muestra el desprecio
de las bodas por la muerte de los servidores.
7. Y envió a sus tropas. Por
sus tropas entendamos sus ángeles vengadores de los que está escrito en los
salmos: Dirigió contra ellos los ángeles de su ira, o bien los romanos,
bajo la conducción de Vespasiano y Tito, que mataron al pueblo judío e
incendiaron la ciudad pecadora [año 70 d.C.].
8.9. Salid a los cruces de los
caminos. El
pueblo de los gentiles no estaba en los caminos sino en los cruces de los
caminos. Uno se pregunta cómo, en aquellos que estaban afuera, entre los malos,
se han encontrado algunos buenos. El Apóstol
trtata este punto con más detalle en la carta a los Romanos: los
gentiles que hacen naturalmente lo que está contenido en la Ley condenan a los
judíos que no cumplen la Ley escrita (Rm 2, 14). Entre los mismos paganos hay
diversidad infinita, sabemos que algunos están inclinados al vicio y corren
precipitadamente hacia el mal, otros practican la virtud por la honestidad de
sus costumbres.
11.12. El rey entró. Los vestidos de fiesta son los
preceptos del Señor y las obras cumplidas según la Ley y el Evangelio que son
las vestiduras del hombre nuevo.
Amigo, ¿cómo has entrado aquí? Lo llama amigo porque ha sido
invitado a las bodas, le reprocha su desvergüenza por haber manchado la pureza
de las bodas con la sordidez de su vestido.
14. Porque muchos son llamados pero
pocos son elegidos. Una breve sentencia resume todas las parábolas porque tanto en los
obreros de la viña como en la edificación de la casa y en el banquete de bodas
lo que se busca no es el principio sino el fin.
San Agustín.
¿Qué cosa es el vestido nupcial?
Sin duda alguna, se trata de algo que no tienen en común los buenos y los
malos. Hallando esto, habremos hallado el vestido nupcial. Entre los dones de
Dios, ¿cuál no tienen en común los buenos y los malos? El ser hombres y no
bestias es un don de Dios, pero lo poseen tanto buenos como malos. El que nos
llegue la luz del cielo, en el que las nubes descarguen la lluvia, las fuentes
manen, los campos den fruto, es don de Dios, pero común a buenos y malos.
Entremos en la boda; dejemos de lado a quienes no vinieron a pesar de haber
sido llamados. Centrémonos en los comensales, es decir, en los cristianos. Don
de Dios es el bautismo; lo tienen buenos y malos. El sacramento del altar lo
reciben tanto buenos como malos. Profetizó el inicuo Saúl, enemigo de aquel
varón santo y justísimo; profetizó mientras lo perseguían (1 Re 19). ¿Acaso se
afirma que solo los buenos creen? también los demonios creen, pero tiemblan
(St 2, 19). ¿Qué he de hacer? He tocado todo y aún no he llegado al vestido
nupcial. […] ¿Por qué nos tienes en vilo, ¡oh Apóstol!? Quizá es la profecía el
don de Dios que no tienen en común los buenos y los malos. Si no tengo
caridad – dijo – de nada me sirve (1 Co 13, 1-3).
He aquí el vestido nupcial; vestíos
con él. ¡Oh comensales!, para estar sentados con tranquilidad. No digáis: “Somos
pobres para llevar ese vestido”. Vestid y seréis vestidos. Es invierno, vestid
a los desnudos. Cristo está desnudo y a quienes no tienen el vestido nupcial él
se lo dará. Corred a él, pedídselo. Sabe santificar a sus fieles, sabe vestir a
los desnudos. Para que teniendo el vestido nupcial, no quepa el miedo a las tinieblas
exteriores, a ser atado de miembros, manos y pies, nunca os falten las obras.
Si faltan, cuando tenga atadas las manos, ¿qué ha de hacer? ¿A dónde ha de huir
con los pies atados? Tened este vestido nupcial, ponéoslo y sentaos tranquilos,
cuando él venga a inspeccionar. Llegará el día del juicio. Ahora se concede un
largo plazo; quien se hallaba desnudo, vístase de una vez.
Sermón
95, 7
San Juan de Ávila.
28. ¿Acodáisos del evangelio de las
bodas? Amigo, ¿a qué entraste no teniendo vestidura de bodas? Plega a
Dios, hermanos, que sepáis entender las bodas, para que las fiestas que se
hacen el suelo se hagan también en el cielo. En bodas estáis; los ojos del
cielo os están mirando. Mirad qué tanta razón es que tengáis limpieza mucha;
plegue a Dios, por quien es, que [no] estéis en las bodas sin tener vestidura
de bodas. [S]i mirándoos Dios viese alguna sin vestidura de bodas, ¿qué sería?
Si mirase Dios, vuestro corazón y lo hallase ajeno de la perfición, ¿qué diría
Dios? ¿Qué sería si Dios os dijese: “Cómo entrastes en Santa Clara o Santa Inés
sin tener la vestidura de bodas? ¿Cómo os osáis asentar en lugar de santas, sin
hacer las obras que hicieron?...
Plática 16. A las monjas de Zafra. OC I. Pgs. 899-900.
23. Y, pues tantos y tan claros motivos tiene para se mirar si va bien
vestido, para parecer agradable y hermoso a los ojos de Dios, no lleve sus ojos
cerrados, porque no oiga aquella terrible sentencia: Amice, quomodo huc
intrati non habens vestem nuptialen? (Mt 22, 12); y, atados los pies y las
manos, lo echen en las tinieblas de fuera, [pues] amó las tinieblas de dentro,
no queriendo mirar la luz, que pudiera declarar sus faltas y enseñar [le] sus
obligaciones para que cumpliera con ellas. Mírese y remírese, y pida para ello
particular gracia del Espíritu Santo, como la pedían los santos, y las faltas
que en sí conociere lávelas con abundancia de lágrimas.
Tratado sobre el sacerdocio. OC I. Pg. 928.
Finalmente privada de la vestidura de boda
(cf. Mt 22, 12-15), átala el diablo, por orden de la divina justicia, de pies y
de manos, porque la hace andar a su gusto y querer, y échala en las tinieblas,
que en esta vida son interiores, para que ni se vea a sí misma, ni conozca a
Dios, ni el peligro en que está, ni lo que perdió.
Diálgos iner confesarium et penitentem. OC II. Pg. 790.
27 ¿Cómo eres manso, si por una palabra que te dijeron tienes rencor, y no
bastan frailes ni clérigos para hacerte perdonar, ni viernes santo, en el cual
se te representa más la pasión de Cristo y la liberalidad y caridad, con que,
sin que se lo regasen sus contrarios, los perdonó y rogo a su Padre por ellos?
Si eso no das, ¿cómo creeré yo que derramarás la sangre y darás la vida por tu
prójimo? Vestis ergo nuptialis est Christus,… (Mt 22, 11).
24. Domingo 19 después de Pentecostés. O.C. III. Pg. 293
En fiesta tan principal, ¿vienes con tus
andrajos? (cf. Mt 22, 11-14). Estos que están aquí, tan pobres eran como tú,
pero tuvieron respeto a mis bodas y demandaron prestadas vestiduras, etc. ¿Cómo
tu veniste sin ella?, etc. Como aquel desventurado enmuciese, mandóloel rey
echar, etc. ¡Dios nos guarde! Al infierno. ¡Dios nos libre que or su infinita
bondad! Y concluye el santo [evangelio] diciendo: Multi sunt vocati, apuci
vero electi. Dios, por quien es, nos dé gracia para que seamos de los pocos
escogidos y no de los muchos perdidos. ¡Hágalo Él, por la sangre que por
nosotros derramó en la cruz! … - Señor, ¿por qué juicio tan recio? – Por estar
sin ropa. ¿Quién entenderá las justicias de Dios? Ansí como no hay sabio que
entienda, como dice David, sus misericordias (cf. Sal 106, 43), no hay sabio
que entienda sus justicias. ¿Quieres entender quién es Dios? La cosa más
misericordiosa que se puede pensar y la cosa más rigurosa que se puede decir.
Misericordioso más que ángeles y arcángeles, etc., más que cielo y tierra y que
todas las criaturas. Aunque cada una tuviese mas lenguas, no pueden decir las misericordias
de Dios. Y riguroso más que se puede pensar. Dios os guarde de caer en su ira.
Dios os dé gracia para aprovecharos de las justicias de Dios. Si no, después,
de norabuena os parió vuestra madre. Estas dos cosas, misericordia y justicia,
se declaran en este evangelio. Misericordia en el llamamiento y convite a las bodas;
justicia en castigarlos.
24. Domingo 19 después de Pentecostés. O.C. III. Pg. 286.
¡Cuán valerosa cosa es el amor, y necesario
para bien usar del oficio público!, pues él es el que hace emplear bien los
talentos y ser guarlardonado por ello; y la falta de él hace al hombre
descuidado y flojo y lo echa a las penas eternas.
11. A un señor de este reino, siendo
asistente de Sevilla. O.C. IV. Pg. 68.
Comentario del padre José Luis
Sicre.
-Se parece mucho a otra que se conserva en el
evangelio de Lucas (14, 15-24) y en el Evangelio de Tomás (n. 64).
- Ni Mateo ni Lucas reproducen la parábola
primitiva.
- Mateo ha reinterpretado la parábola a la
luz de los acontecimientos posteriores y en clara polémica con las autoridades
religiosas judías.
- Con estos cambios la parábola explica por
qué la comunidad cristiana está compuesta de personas imprevisibles y, al mismo
tiempo, contiene un toque de atención para todas ellas. En el Reino de Dios
puede entrar cualquiera, bueno o malo. Pero, si acepta la invitación, debe presentarse
dignamente vestido.
Comentario Homilética
-Texto continuación de la parábola del
domingo anterior y última del grupo de parábolas que Jesús dirige a las clases
dirigentes de Israel.
- Después entrarán en escena los fariseos que
le propondrán el tema del tributo del Cesar (22, 15-22).
- Misma idea que las dos anteriores:
El rechazo del “Israel oficial” a la oferta
de salvación.
-
Partes:
Versículos introductorios (1-2).
Cuerpo de la parábola:
vv. 3-7: envío de siervos a los invitados y
reacciones de estos.
vv. 8-13: tercer envío,
encuentro del rey con un invitado y reacción.
Antítesis de Jesús.
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Española. BAC. Madrid. 2016.
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Jerónimo.
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Sicre, J.L. El evangelio de Mateo. Un drama para
ser feliz. Verbo Divino. Estella. 2019.
Homilética. Sal Terrae. 2020/5.
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