Lectura de la profecía de Daniel 12, 1-3.
Por aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que se
ocupa de los hijos de tu pueblo; serán tiempos difíciles como no los ha habido
desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los
que duermen en el polvo de la tierra despertarán: unos para la vida eterna,
otros para vergüenza e ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor
del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas
por toda la eternidad.
Textos
paralelos.
En aquel tiempo surgirá Miguel.
Dn 10, 13: El príncipe del reino de Persia me opuso resistencia durante
veintiún días; miguel, uno de los príncipes supremos, vino en mi auxilio; por
eso me detuve allí junto a los reyes de Persia.
Dn 10, 21: Pero te comunicaré lo que está escrito en el libro de la
verdad. Nadie me ayuda en mis luchas si no es vuestro príncipe Miguel.
Serán tiempos difíciles.
Mt 24, 21: Habrá una tribulación tan grande como no la hubo desde el
comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá en el futuro.
Jr 30, 7: ¡Ay! Aquel día será grande y sin igual, hora de angustia para
Jacob. Pero saldrá de ella.
Jl 2, 2: Día de oscuridad y tinieblas, día de nubes y nubarrones; como
crepúsculo que se extiende sobre los montes es el ejército denso y numeroso.
Muchos de los que descansan en el polvo.
Jn 5, 28-29: No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los
que están en el sepulcro oirán su voz. Los que obraron bien resucitarán para
vivir, los que obraron mal resucitarán para ser juzgados.
2 M 7, 9: Y estando para morir dijo: “Tú, malvado, nos arrancas la vida
presente. Pero cuando hayamos muerto por su Ley, el rey del universo nos
resucitará para una vida eterna”.
Ez 37, 10: Pronuncié el conjuro que me había mandado. Penetró en ellos
el aliento, revivieron y se pusieron en pie: era una muchedumbre inmensa.
Is 66, 24: Y al salir verán los cadáveres de los que se rebelaron
contra mí: su gusano no muere, su fuego no se apaga, y serán el horror de todos
los mortales.
Mt 13, 43: Entonces, en el reino de su Padre, los justos brillarán como
un sol. Quien tenga oídos que escuche.
1 Co 15, 41-42: Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, otro
el de los astros; un astro se distingue de otro en resplandor. Así pasa con la
resurrección de los muertos.
Notas exegéticas.
12 1 El libro de los Predestinados o
Libro de la Vida.
12 2 Este es uno de los textos
importantes del AT sobre la resurrección de la carne. En los textos más antiguos,
el tema de la resurrección era entendido de manera simbólica y colectiva. La
promesa de la resurrección individual es la respuesta profética al problema
planteado por la experiencia del martirio.
12 3 (b) Lit. “los que hicieron
justos” y por tanto “los maestros de justicia”. El v. precedente sugiere que
aquí no solo se trata del renombre póstumo de los santos, como en Sb 3, 7, sino
de una transfiguración escatológica que afecta a sus cuerpos, ya “gloriosos”.
Comentario.
-Conclusión de la revelación
escatológica (Dn 10-12).
-Antioco IV Epípanes:
Ha intentado someter a Israel y
eliminar su religión.
Ángel Miguel:
Primer guardián de Israel.
Lleva a su fin la historia de
este mundo.
Tiempos difíciles:
Precederán al tiempo
escatológico.
Los judíos fieles se salvarán.
-Resurrección:
Versículo 2: único texto claro
y explícito que en la Biblia hebrea menciona la resurrección individual.
Limitada:
Daniel: los sabios que
enseñaron la justicia.
Macabeos: los soldados y
mártires.
Premio – castigo:
Desarrollada por la literatura
apocalíptica judía y cristiana.
Salmo responsorial
Salmo 16 (15), 5.8-11.
Protégeme,
Dios mío, que me refugio en ti. R/.
El
Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi
suerte está en tu mano.
Tengo
siempre presente al Señor,
con
él a mi derecha no vacilaré. R/.
Por
eso se me alegra el corazón,
se
gozan mis entrañas,
y
mi carne descansa esperanzada.
Porque
no me abandonarás en la región de los muertos
ni
dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.
Me
enseñarás el sendero de la vida,
me
saciarás de gozo en tu presencia,
de
alegría perpetua a tu derecha. R/.
Textos paralelos.
Yahvé es parte de mi herencia y mi copa.
Nm 18, 20: El Señor dijo a Aarón: “Tú no recibirás heredad en su
tierra ni tendrás una parte en medio de ellos. Yo soy tu parte y tu heredad en
medio de los israelitas”.
Dt 10, 9: Cierto: del Señor son los cielos, hasta el último cielo;
la tierra y todo cuanto la habita.
Si 45, 20-22: Pero aumentó la dignidad de Aarón, dándole su
herencia, le concedió como sustento las ofrendas sagradas, comer lo ofrecido al
Señor; su porción es el pan presentado como un don para él y su descendencia;
en cambio, no tiene propiedad en la tierra ni reparte herencia con el pueblo,
su lote y herencia entre los israelitas son las ofrendas al Señor.
Lm 3, 24: “El Señor es mi lote”, me digo, y espero en él.
Tengo siempre presente a Yahvé.
Sal 121, 5: El Señor es tu guardián, el Señor es tu sombra, está a
tu derecha.
Por eso se me alegra el corazón.
Hch 2, 25-28: Ya que David dice de él: Pongo siempre delante al
Señor: con él a la derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón y goza
mi lengua y mi carne descansa esperanzada: porque no me dejarás en la muerte ni
permitirás que tu devoto conozca la corrupción. Me enseñarás el camino de la
vida, me llenarás de gozo en tu presencia.
Hch 13, 35: Y en otro lugar dice: no permitirás que tu fiel sufra
la corrupción.
No me abandonarás al Seol.
Nm 16, 33: Ellos con todos los suyos bajaron vivos al abismo; la
tierra los cubrió y desaparecieron de la asamblea.
Sal 49, 16: Pero Dios rescata mi vida, me arranca de la mano del
abismo.
Sal 73, 24: Me guías según tus planes y me llevas a un destino
glorioso.
Notas exegéticas.
16 9 Lit. “mi gloria”.
16 10 El salmista ha elegido a
Yahvé. El realismo de su fe y las exigencias de su vida mística piden una
intimidad indisoluble con él: necesita, pues, escapar a la muerte que le
separaría de él. Esperanza imprecisa aún, que preludia la fe en la
resurrección. Las versiones traducen “fosa” por “corrupción”. La aplicación
mesiánica, admitida por el Judaísmo, se ha verificado en la resurrección de
Cristo.
Tres lecturas.
Con Israel: Este salmo se clasifica en la categoría de los
"Salmos del huésped de Yahveh". El hombre que ora aquí, vive en un
mundo materialista, en que los cultos paganos han invadido la sociedad
"tras los ídolos van corriendo".. se someten a sus "libaciones
sangrientas". En esa época se inmolaban niños a Moloc. El autor denuncia
esta increíble propagación del paganismo, sus prácticas y sus devastaciones.
Con Jesús: En hebreo hay una palabra cuyos matices son
intraducibles. El "Hassid" es el hombre que ha sido objeto de la
Hessed divina: el amor misericordioso. El hombre se convierte en
"fiel", "amigo", de Dios: él corresponde al amor.
·Chouraqui, antiguo alcalde de Jerusalén, gran conocedor de la lengua judía
traduce así este texto: "tu no puedes permitir que tu "amante"
vea la corrupción". El verdadero "Hassid ", es Jesús. El único
que puede hoy recitar este salmo es Cristo resucitado, vencedor de la muerte.
"Aun durante la noche mi corazón se alegra... mi carne reposa tranquila...
¡Tú no puedes abandonarme a la muerte, ni dejar que aquel que tú amas y que te
ama, vea la corrupción!" Seguramente el levita que escribió esto, no pensó
en la doctrina de la resurrección, sino confusamente, y adivinó que una de las
exigencias del amor es la no separación del ser amado: nuestra fe en la
resurrección se apoya en esta certeza, miles de veces repetida, que Dios nos
ama con amor (Hessed).
Con nuestro tiempo: El lado dramático de la vida de un verdadero
creyente. Quien tiene fe es un hombre inmerso en un mundo que vive en forma muy
diferente a él. "Nosotros por causa de Cristo, pasamos por locos" (1Co
4, 10). Podemos, como el levita de este salmo, sentirnos muy solos; el
paganismo nos rodea por todas partes. Los "ídolos" están cerca,
siempre tentadores: el sexo, el poder, el placer, la independencia total,
etc... Si miro la vida de cerca, descubro mi idolillo personal... esta fruslería
a la que doy demasiada importancia. Mediante este salmo pedimos a Dios no
"absolutizar" nada. ¡Dios es el único absoluto! Nadie más... Si doy a
algo distinto un carácter absoluto, estoy creando un ídolo, que tarde o
temprano se romperá en mis manos. "¡Señor, líbrame, líbranos de los
ídolos!"
Segunda
lectura.
Lectura de la carta a los Hebreos 10,
11-14.18.
Todo sacerdote ejerce su ministerio diariamente ofreciendo muchas
veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.
Pero Cristo, después de haber ofrecido por los pecados un único sacrificio,
está sentado para siempre jamás a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta
hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola
ofrenda ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados. Ahora
bien, donde hay perdón, no hay ya ofrenda por los pecados.
Textos paralelos.
Todo sacerdote está en
pie, día tras día, oficiando y ofreciendo.
Hb 10, 1-4: La ley es sombra de
los bienes futuros, no la copia de la realidad. Con los mismos sacrificios ofrecidos
periódicamente cada año, nunca puede consumar a los que se acercan. Pues si los
hubiera purificado definitivamente, al no tener conciencia de pecado, los que
rinden culto habrían cesado de ofrecerlos. Por el contrario, con ellos se
renueva cada año el recuerdo de los pecados, ya que la sangre de toros y cabras
no puede perdonar pecados.
Nunca pueden borrar los
pecados.
Hb 10, 10: Pues según esa
voluntad, queramos consagrados por la ofrenda, hecha una vez para siempre, del
cuerpo de Jesucristo.
Hb 7, 27: Él no necesita, como
los otros sumos sacerdotes, ofrecer cada día sacrificios, primero por sus
pecados y después por los del pueblo; pues eso lo hizo de una vez para siempre,
ofreciéndose a sí mismo.
Se sentó a la diestra de
Dios para siempre.
Sal 110, 1: Oráculo del Señor a
mi Señor: “Siéntate a mi derecha hasta que haga de tus enemigos escabel de tus
pies”.
Hch 2, 33: Exaltado a la diestra
de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado.
Es lo que estáis viendo y oyendo.
Mediante una sola
oblación ha llevado a la perfección.
Hb 11, 40: Porque Dios nos
reservaba un plan mejor, que aquellos no cumplieran su destino sin nosotros.
Jn 17, 19: Por ellos me
consagro, para que queden consagrados con la verdad.
Notas
exegéticas.
10 11 No se entiende bien la relación
que aquí se establece en el sacrificio: tamîd (diario y no obligatorio para el sumo
sacerdote) y el sacrificio anual de expiación. Quizá se trata aquí, lo mismo
que en 7, 27, de una alusión a los sacrificios de investidura de los
sacerdotes, que duraban siete días.
10 18 Texto utilizado en las controversias
teológicas. De parte protestante se han puesto objeciones a la doctrina
católica, que considera la misa como un sacrificio. Del lado católico se
responde que la misa no es un sacrificio distinto de la cruz, sino solo un sacramento
que hace presente ese único sacrificio.
Comentario.
-Lenguaje de Hebreos:
Litúrgico:
Sacerdocio, santuario, ofrenda de animales, etc.
-Ofrenda presentada en el templo:
Carácter sacrificial.
Finalidad: obtener el perdón de los pecados.
Liturgia penitencial.
-Misterio de la salvación de Cristo:
Lenguaje cultual y litúrgico.
Sacrificio de Cristo:
Gólgota / templo.
Jerusalén.
Su propia sangre / sangre de animales.
Perfección – perdón:
No hay necesidad de ofrecer sacrificios por los
pecados.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Marcos 13, 24-32.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “En
aquellos días, después de la gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no
dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y
gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos,
desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Aprended de esta
parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas,
deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede,
sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta
generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del
cielo ni el Hijo, solo el Padre.
Textos paralelos.
Mc 13, 24-32 |
Mt 24, 29-36 |
Lc 21, 25-27.29-33 |
En aquellos días, después de esa tribulación el sol se oscurecerá, la
luna no irradiará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y los
ejércitos celestes temblarán. Entonces verán llegar al Hijo del Hombre en una nube, con gran poder
y majestad. Entonces despachará a los ángeles y reunirá a los elegidos de los
cuatro vientos, de un extremo de la tierra a un extremo del cielo. Aprended el ejemplo de la higuera: cuando las ramas se ablandan y
brotan las hojas, sabéis que está cerca la primavera. Lo mismo vosotros,
cuando veáis suceder aquello, sabed que está cerca, a las puertas. Os aseguro que no pasará esta generación antes de que suceda todo
eso. Cielo y tierra pasarán, mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, no los conoce nadie, ni los ángeles en el
cielo, ni el hijo; solo los conoce el Padre. |
Inmediatamente después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la
luna no irradiará su resplandor; las estrellas caerán del cielo y los
ejércitos celestes temblarán. Entonces aparecerá en el cielo el estandarte del Hijo del hombre: Todas las razas del mundo harán duelo y verán al Hijo del hombre
llegar en las nubes del cielo, con gloria y poder. Despachará a sus ángeles a reunir, con un gran toque de trompeta, a
los elegidos de los cuatro vientos, de un extremo a otro del cielo. Aprended el ejemplo de la higuera: cuando las ramas se ablandan y
brotan las hojas, sabéis que está cerca la primavera. Lo mismo vosotros,
cuando veáis que sucede todo esto, sabed que el fin está cerca, a las
puertas. Os aseguro que no pasará esta generación antes que suceda todo esto.
Cielo y tierra pasarán, mis palabras no pasarán. En cuanto al día y a la hora, no los conoce nadie, ni los ángeles del
cielo ni el Hijo; sólo los conoce el Padre. |
Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra se angustiarán los pueblos, desconcertados por el
estruendo del mar y del oleaje. Los
hombres desfallecerán de miedo, aguardando lo que se le echa encima al mundo;
pues las potencias celestes se tambalearán. Entonces verán al Hijo del Hombre que llega en una nube con gran
poder y gloria. Y les añadió una parábola: -Observad la higuera y los demás árboles: cuando echan brotes, sabéis
sin más que el verano está cerca. Igual vosotros, cuando veáis que sucede
eso, sabed que se acerca el reinado de Dios. Os aseguro que no pasará esta generación
antes de que suceda todo eso. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no
pasarán. |
Entonces verán al Hijo del hombre viniendo entre
nubes.
Dn 7, 13-14: Seguí mirando, y
en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo una figura humana, que se
acercó al anciano y fue presentada ante él. Le dieron poder real y dominio:
todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no
pasa, su reino no tendrá fin.
Mt 8, 20: Jesús le contesto: “Las
zorras tienen madrigueras, los pájaros tienen nidos, pero este (el Hijo del)
hombre no tiene donde recostar la cabeza.
Enviará a los ángeles y
reunirá a los cuatro vientos.
Dt 30, 3-4: El Señor, tu Dios,
cambiará tu suerte, compadecido de ti; el Señor, tu Dios, volverá y te reunirá
sacándote de todos los pueblos por donde te disperso; aunque tus dispersos se
encuentren en los confines del cielo, el Señor, tu Dios, te reunirá, te
recogerá allí; el Señor, tu Dios.
Za 2, 10-17: ¡Eh, eh!, huid del
país del norte – oráculo del Señor –, que yo os dispersé a los cuatro vientos –
oráculo del Señor –. ¡Eh, hijos de Sión, que habitáis en Babilonia, escapad! Porque
así dice el Señor de los ejércitos a las naciones que los deportaron: El que os
toca a vosotros, me toca a mí la niña de los ojos. Yo agitaré mi mano contra
ellos, y serán botín de sus vasallos, y sabrán que el Señor de los ejércitos me
ha enviado. Festeja y aclama, joven Sión, que yo vengo a habitar en ti –
oráculo del Señor –. Aquel día se incorporarán al Señor muchos pueblos y serán
pueblo mío; habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me
ha enviado a ti. El Señor tomará a Judá como lote suyo en la tierra santa, y
volverá a escoger a Jerusalén. ¡Silencio todos ante el Señor, que se levanta en
su santa morada!
Notas exegéticas Biblia de
Jerusalén.
13
24 Los
prodigios cósmicos sirven en el lenguaje tradicional de las profecías para
describir intervenciones poderosas de Dios en la historia, aquí la crisis
mesiánica seguida del final triunfante del pueblo de los santos y de su jefe el
Hijo del hombre. Nada hay que obligue a aplicarlos al fin del mundo, como a
menudo se hace a causa del contexto que le es dado.
13
26 Con
este mismo texto de Daniel responderá Jesús a la pregunta de sus jueces (14,
62). En el AT la nube manifiesta la presencia divina (Ex, Lv y Nm) y el Hijo
del hombre es un personaje celeste.
13
30 La
expresión “todo esto” parece no delimitar un acontecimiento histórico preciso,
como podría ser la ruina del Templo. Por esta época, algunas generaciones
judías habían vivido en la espera de un próximo fin del mundo. Hablando
conforme a esta espera Jesús se expresaba en las categorías de pensamiento del
profetismo y de la apocalíptica, donde no se distinguían las diferentes etapas
del transcurrir de la historia. También aquí, la tradición ha conservado
fielmente unas palabras que ciertamente planteaban un problema puesto también
de relieve por la declaración del v. 31 y por la cercanía de otra afirmación
que parece contradictoria.
13
32 La
forma absoluta “Hijo” para designar a Jesús en relación con el Padre no aparece
en los sinópticos más que aquí (paralelo en Mt) y en Mt 11, 27 (paralelo Lc 10,
22). Se puede relacionar con ella la invocación Abba (Mc 14, 36) con la que
Jesús se dirige a Dios, y la distinción entre siervos e hijos en la parábola de
los viñadores homicidas. Es difícil atribuirla a la comunidad, pues en tal caso
habría corregido las palabras del v. 32 que expresan los límites del conocimiento
de Jesús en un asunto tan importante en aquella época. Para el judaísmo en este
punto como en otros, Jesús afirma netamente las prerrogativas de Dios.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
25 LAS FUERZAS DE LOS
CIELOS: lit. las fuerzas que (están) en los cielos: los astros.
29 ESTÁ CERCA todo
aquello de lo que se ha hablado anteriormente. O bien, si se refiere a la
segunda venida del Hijo del hombre: ESTÁ CERCA el triunfo definitivo del reino
de Dios. Sobre la proximidad de la segunda venida de Cristo, cf. v. 32.
32 Al contrario de las
corrientes apocalípticas contemporáneas, Jesús siempre se negó a dar la fecha
de su segunda venida. Aquí afirma que la desconoce; puede ser un recurso pedagógico
para dejar en relieve una prerrogativa divina conocida de sus oyentes y
repetida en la literatura apocalíptica: que solo Dios conoce el momento
final (cf. en 10, 18 otro ejemplo en el que Jesús, con una frase negativa sobre
sí mismo pone de relieve una prerrogativa divina). Como Dios que era, Jesús
sabía el momento de la consumación de la historia; en cuanto hombre, podía saberlo,
pero sin tener la misión de revelarlo (algo así como un “secreto profesional”);
o podía no saberlo, lo mismo que ignoraba, por su limitación de verdadera
criatura humana, otras cosas que no eran necesarias para llevar a cabo su
misión. San Efrén formula así la explicación clásica de este texto: Jesús “ocultó
este dato para que estemos vigilantes y cada uno de nosotros piense que ese
acontecimiento sucederá durante su vida”.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
13,
24-32 Cristo predijo su Ascensión así como su segunda venida en el final de los
tiempos, cuando juzgue a vivos y muertos. Las descripciones de calamidades se
usaban a menudo en el Antiguo Testamento en relación con el castigo por
infidelidad. Cat. 1200.
13,
32 Esta
enseñanza pone de manifiesto la necesidad de los seguidores de Cristo de estar
siempre preparados para darle la bienvenida cuando regrese. Cat. 474.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
1200
Desde
la primera comunidad de Jerusalén hasta la Parusía, las Iglesias de Dios,
fieles a la fe apostólica, celebran en todo lugar el Misterio pascual. El
Misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebración son
diversas.
474 Debido a su unión
con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento humano
de Cristo gozaba de plenitud de la ciencia de los designios eternos que había
venido a revelar . Lo que reconoce ignorar en este campo, declara en otro lugar
no tener misión de revelarlo (Hch 1, 7).
Notas exegéticas Biblia del Peregrino
13, 24-37 El hecho de la parusía o venida
del Mesías se afirma de modo trasparente; todo el resto es opaco. En conclusión,
la parusía se propone como hecho cósmico, histórico (en aquellos días),
trascendente (poder, majestad), universal. La tradición cristiana es unánime en
esperar la “venida” de Jesucristo y afirma que será “gloriosa”.
13, 28-32: Sobre la fecha de los sucesos
futuros la última sección nos deja en la incerteza.
13, 30 Este verso parece reflejar la
actitud de la comunidad que esperaba una parusía próxima; actitud propia de la
primera generación cristiana (documentada por ejemplo en 2 Tesalonicenses).
Comentarios
de los Santos Padres.
Perseguirán a la Iglesia los impíos, con
enorme crueldad, quienes, desechando todo temor, sonriéndoles la felicidad del
mundo, dirán: “Paz y seguridad”. Entonces caerán las estrellas del cielo y se
estremecerán sus virtudes, porque muchos que al parecer brillaban en gracia, se
rendirán a sus perseguidores, y caerán, y serán turbados fieles que eran
fortísimos.
Agustín, Carta a Hesiquio, 199, 11,
39. II, pg. 250-251.
En el día del juicio se obscurecerán las
estrellas, no por la disminución de su ardiente luz, sino por la claridad que
llegará inesperadamente de la verdadera Luz, es decir, del Juez supremo cuando
venga en toda su majestad.
Beda, Exposición al Ev. de Marcos, 4,
13, 24. II, pg. 251.
Veo que esto se puede entender de dos
maneras. Puede venir sobre la Iglesia como sobre una nube, como ahora no cesa
de venir, conforme a lo que dijo: “Ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la
derecha de la virtud viniendo sobre las nubes del cielo” (Mt 26, 64). Pero
entonces vendrá con gran poder y majestad porque aparecerán más en los santos
su poder y majestad divinas, porque les aumentó la fortaleza para que no sucumbieran
a la persecución. Puede entenderse también que viene en su Cuerpo, en el que “está
sentado a la derecha del Padre” (Mc 16, 19), en el que murió, resucitó y subió
al cielo.
Agustín, Carta a Hesiquio, 199, 11, 41.
II, pg. 251.
Primeramente vino en los predicadores, llenando
toda la tierra. No nos opongamos a la primera venida, para que no nos
horroricemos en la segunda.
Agustín, Enarraciones sobre los Salmos,
95, 14. II, pg. 252.
Congrega de los cuatro vientos a los
elegidos, luego los congrega de todo el mundo. También el nombre de Adán,
conforme ya lo he dicho, significa “orbe terráqueo” según la lengua griega. Su
nombre se forma con cuatro letras: A, D, A y M. Conforme a la lengua griega,
los nombres de las cuatro partes del orbe comienzan por esas letras, pues al
oriente le denominan los griegos “anatolen”; al occidente “disin”; al aquilón, “arkton”
y al mediodía, “mesembrian”. Con ellas se forma la palabra “Adam”. Por tanto,
Adán se halla diseminado por todo el orbe terráqueo.
Agustín, Enarraciones sobre los Salmos, 95,
15. II, pg. 252.
La producción de frutos por parte de los
árboles constituye una señal del verano, en cuanto que lo preceden; de igual manera,
las tribulaciones del mundo son una señal premonitoria del reino de Dios, en
cuanto que vienen antes que él. Toda señal es algo que pertenece a aquello de
lo que es indicio, y cualquier cosa posee una señal de sí misma a la cual
pertenece la cosa. Por tanto, si las tribulaciones son señales del reino de
Dios, como los frutos son indicio del verano, entonces también el reino de Dios
pertenece al Creador, al cual se atribuyen las tribulaciones que son sus
señales.
Tertuliano, Contra Marción, 4, 39, 16-17.
II, pg. 253.
El verano significa el fin del mundo, porque
es la época en que se recogen los frutos para guardar.
Hipólito, Comentario al Ev. de Mateo,
24, 32. II, pg. 253.
Ignora entre los discípulos lo que por él no
podían entonces comprender, mientras afirmaba saber lo que por su medio
convenía que aprendiesen. Conocía entre los perfectos lo que entre los párvulos
ignoraba.
Agustín, Sobre la Santísima Trinidad, 1,
12, 23. II, pg. 356.
San Agustín
Hemos escuchado que el último día ha de venir
con terror para quienes rechazan la seguridad del vivir bien, y prefieren
continuar en su mala vida. Es útil que Dios haya querido que ignorásemos aquel
día, para que el corazón esté siempre preparado en la espera de lo que sabe que
ha de llegar, aunque no sepa cuándo ha de ser. Pues nuestro Señor Jesucristo,
enviado a nosotros como maestro, a pesar de ser Hijo del hombre, dijo que
ignoraba ese día (Mc 13, 32). Su magisterio no incluía enseñarnos eso a
nosotros. En efecto, anda hay que sepa el Padre y que ignore el Hijo, puesto
que la ciencia del Padre se identifica con su Sabiduría, y su Sabiduría es su Hijo,
su Palabra. Pero no era provechoso para nosotros conocer esa fecha, que conocía
el que había venido para enseñarnos, pero no lo que él sabía que no nos era
provechoso. En su condición de maestro, no solo enseñó, sino que también ocultó
algo, pues en cuanto maestro sabía enseñar lo provechoso y ocultar lo dañino.
Comentario al salmo 36, 1, 1. II, pg. 1553.
San Juan de Ávila
En aquel día temblará la tierra, caerse han
todos los edificios, vernán las animalías de los campos bramando, espantados de
miedo, a meterse entre los hombres, temblando de Dios, para que lo que viviendo
no temieron a Dios, dice San Gregorio, teman y sepan que cosa es Dios, que hará
de buscar el logrero[1] al
que debe para restituir, y el encubridor al encubierto, y el injuriador al
injuriado para pedirse perdón; el que está amancebado dejará la mala compañía.
¡Qué de temblores, qué de espantos, qué de miedos! La lumbre no dará luz, la luna no dará lumbre (Mc 13, 24). ¡Qué temor será
mirar arriba y ver el cielo hecho fuego! Todo a escuras, las estrellas parecerán
que caen.
Domingo I de Adviento. III, pg. 27.
Él lo dijo: Entonces lo verán al hijo de la Virgen con gran majestad (Mc 13, 26). Vendrá un
grandísimo resplandor que tiemblen los malos de vello así resplandecer. Dice el
Apocalipsis capítulo 6, que recibirán tan grandes desmayos y tormentos, que
dirán: montes,
caed sobre nosotros. ¿Qué habéis? ¿Por qué viene Dios tenéis tanta pena? ¿Escondeisos de cara del Cordero? (cf. Ap 6, 16). ¿Tanto miedo
habéis. Dice Grisóstomo: no me contéis muertes ni fuegos ni infiernos, en
comparación de ver a Dios enojado.
Domingo I de Adviento. III, pg. 28.
Si estás arrimado a tu corazón y estás lleno
de tu propia voluntad y antojo, si haces todo lo que se te antoja, ¿cómo has de
descansar? Antes faltará el cielo y la tierra que falte la palabra de Dios (cf.
Mc 13, 31). (…). Arrimaos a Dios; subíos al cielo, do no llegará tormenta de los
trabajos; poné vuestra esperanza en Dios, decilde: “Véaos yo, que todo lo
sufriré por vos. Lo próspero yo lo renuncio, lo adverso yo lo padeceré de buena
gana; solamente os vea yo”.
Jueves de la Ascensión. III, pg. 237-238.
Por eso, ninguno, aunque más santo sea, no
deje la penitencia. Mirad Job cuán justo era y decía: Por eso me retracto y me
arrepiento cubierto de polvo y ceniza (Jb 42, 6). Miren a San Juan Bautista,
santificado en el vientre de su madre, la penitencia que hizo tan grande. Y
todos esos santos apóstoles no aflojaron de asperísima penitencia, aunque
tenían palabra de Aquel en cuya boca nunca fue hallada mentira, y antes perecería el
cielo y la tierra que su palabra (cf. Mc 13, 31), que sus nombres están escritos en el
cielo (cf. Lc
10, 20), y que irían allá.
A un su discípulo. IV, pg. 539.
San Oscar Romero.
Quienes quieren traducir a sus criterios y
a sus moldes todo lo que pasa en el país y no son capaces de adecuar, evaluar
sus estrategias, sus sistemas, sus procederes a las nuevas maneras del país, no
comprenden que en la historia es una continua madre dando a luz; algo viejo
muere y algo nuevo nace siempre en la historia. Y el hombre de esperanza sabe
que todos los dolores del país como los dolores de la familia, el sufrimiento
del hogar, son dolores de la nueva criatura que ha de nacer si en el dolor
elevamos el corazón a Dios, que también quiere cobrarse, de nuestra parte,
nuestro propio dolor y sufrimiento para colaborar con su omnipotencia en la
salvación de nuestro pueblo.
Homilía, 18 noviembre 1979.
Comentario Homilética.
-Discurso Escatológico de Jesús (Mc 13):
Estilo apocalíptico con elementos proféticos
y exhortativos.
Estructura:
Introducción (vv.1-4).
Predicación de persecuciones (vv. 5-13).
Gran tribulación de Jerusalén (vv. 14-23).
Manifestación gloriosa del Hijo del hombre
(vv. 24-27).
Parábola de la higuera (vv. 28-32).
Exhortación a la vigilancia (vv. 33-37).
Centro:
Anuncio de la venida del Hijo del hombre (vv.
24-27).
Precedido por las exhortaciones a la
fidelidad en tiempo de persecución (vv. 1-23).
Seguido por las exhortaciones sobre la
vigilancia (vv. 28-37).
Finalidad:
Sostener la fidelidad y la perseverancia de
la comunidad cristiana en tiempos difíciles.
Alentar la esperanza con la fe en la venida
del Hijo del hombre, Jesús.
Después: Pasión de Jesús (Mc 14, 1ss.)
-Estructura (2 perícopas):
1ª (vv. 24-27):
Imágenes típicas de la literatura apocalíptica.
Hijo del hombre: libro de Daniel.
Cataclismos cósmicos: símbolo de la
intervención de Dios en la historia y su juicio sobre la humanidad.
Venida del Hijo del hombre con gran poder y
gloria.
2ª (vv. 28-32):
Serena imagen de una higuera.
Vigilancia y atención a los signos del paso
de Dios por la vida del discípulo y la historia.
MISA DE NIÑOS. SOLEMNIDAD DE CRISTO REY.
Monición de entrada.
Este domingo es la fiesta de Cristo Rey.
Y este domingo terminamos el año cristiano.
El año cristiano empieza el primer domingo de
Adviento y termina el domingo de Cristo Rey.
Jesús es el centro de todas las personas y
hacía él vamos.
Él es el que nos invita a venir a misa, el
que nos habla y se nos da en el pan y el vino.
Él es que nunca se separa de nosotros.
Y a él recibiremos el próximo año en la Primera
Comunión.
Señor,
ten piedad.
Tú que nos salvas. Señor, ten piedad.
Tú que eres nuestro modelo. Cristo, ten piedad.
Tú que haces que estemos siempre a tu lado. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco, para que no se canse
de ser Papa. Te lo pedimos Señor.
-Por la Iglesia, para que sea un ejemplo para
nosotros. Te lo pedimos Señor.
-Por los países, para que cuiden de la tierra
y ayuden a frenar el cambio climático. Te lo pedimos, Señor.
-Por los que mandan en los países, para que
trabajen por la paz y para que todos los niños y niñas vivan como en Europa. Te
lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, que somos amigos de Jesús,
para que lo seamos de todas las personas, sobre todo de las que son mayores,
están enfermas o son pobres. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT
JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. DOMINGO XXXIII
T.O.
EXPERIENCIA.
Sal de tu habitación o
el lugar donde te encuentras leyendo estas letras.
Levanta la cabeza, mira
el cielo y permanece en silencio contemplándolo y escuchando los sonidos.
Agacha la cabeza, mira
el suelo: ¿cómo es? ¿hay hormigas trabajando sobre él? Permanece en silencio.
Mira cuanto te rodea y
conceptualízalo: casa pequeña, casa alta, edificio de viviendas, patio, bosque,
campos de caquis, viñas, matojos, río,… Permanece en silencio.
¿En lo que has
observado hay signos de contaminación o elementos contaminantes? ¿El aire es
puro?, ¿el agua del río está contaminada?, ¿qué había antes en ese lugar, que
hay hoy?, ¿Cuándo el reloj, los zapatos, el móvil, el tendido eléctrico o
telefónico, el alquitrán,… dejen de ser usados dónde serán depositados?
¿Cómo era el lugar hace
25, 50, 100 años?
Visualiza este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=4e_Duq-e5YM
La primera vez intenta
fijarte en las imágenes. Cuando termines de verlo haz una lista con lo que
recuerdas.
La segunda vez lee y presta
atención a la voz: ¿cuál es la frase que recuerdas? Si no lo sabes, vuelve a
verlo.
Aquí tienes el texto:
Un desierto desolado,
asediado por una asfixiante crisis que aboca al país a la lucha por la
supervivencia. La tierra habla de sueños rotos y de futuro incierto. Y sus
habitantes, día a día, arrastran con esfuerzo la carga de la vida. Son los
animales con su instinto de supervivencia y el paralelismo con nuestra sociedad
quienes ponen de manifiesto los fracasos del mundo moderno aún incapaz de
cubrir las necesidades más básicas del ser humano. En consecuencia todos seguimos
abandonados a una suerte dictada por las leyes de la naturaleza.
Tenemos que darnos
cuenta que la crisis del agua, que la crisis de la agresión al medio ambiente
no es una causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado y lo
que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir. El desarrollo no puede ser
en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana, del
amor arriba de la tierra, de las relaciones humanas de cuidar a los hijos, de
tener amigos, de tener lo elemental. Cuando luchamos por el medio ambiente, el
primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana. El hombre
tendrá que demostrarse capaz de gobernarse como especie o no.
En el extremo
meridional de la península Ibérica grandes bandadas de cigüeñas se concentran
cada año esperando las condiciones necesarias para cruzar el estrecho de Gibraltar.
Allí donde van les esperan paisajes que jamás han visto antes, nuevos retos.
Solo si sobreviven a tan largo viaje podrán, tal vez, volver a disfrutar de la
deseada primavera en casa.
Desgraciadamente no
siempre ocurre. En los últimos años las cigüeñas permanecen en España porque
las temperaturas han subido.
Durante unos minutos
reflexiona sobre estos párrafos o alguna de las frases. ¿Qué le dices a Dios al
respecto? Ora.
REFLEXIÓN.
Toma la Biblia, pide al
Espíritu Santo te ilumine para comprender el texto y descubrir el mensaje que
Dios tiene para ti hoy y aquí. Lee:
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 13, 24-32.
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos: “En aquellos días, después de la gran angustia, el
sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del
cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre
las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus
elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo
del cielo. Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen
tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis
vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os
digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo
conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre.
Vísperas de la solemnidad de
Jesucristo, Rey del Universo, nuestra madre Iglesia nos ofrece un fragmento del
discurso escatológico o del final del mundo. Jesús se dirige a los discípulos
anunciándoles, con imágenes tomadas de Daniel y la apocalíptica judía del siglo
I d.C., el final de la Creación. A continuación a modo de advertencia lo
ejemplariza con la parábola de la higuera, a fin de invitarnos a la vigilancia.
Para ello nos ofrece la ayuda de su Palabra, los evangelios y por extensión la
Palabra de Dios, la Biblia. Una vigilancia solo posible si se desconoce el
momento en que va a suceder. La sección, no ofrecida por este texto, concluye
con la admonición “¡Velad!”. Le sigue el relato de la pasión, muerte,
resurrección, apariciones, envío de los discípulos y anuncio misionero por
parte de ellos.
En nuestros días el cambio climático ha pasado de ser una posibilidad
futura a una realidad. La COP 26 Glasgow ha mostrado las enormes barreras y
muros que hay que derribar en el marco mundial para frenar esta tragedia en la
que la humanidad puede desaparecer por completo del mismo modo que ya se han
extinguido miles de especies. El final del mundo, de la humanidad, ya no es una
teoría milenarista sino una posibilidad real. ¿Y qué respuesta aporta la
Iglesia? En primer lugar las enseñanzas de Jesús y en concreto este Evangelio.
En la media situemos en el vértice de nuestros valores el mensaje de Jesús, la cruz
y la renuncia a todo lo que destruye al prójimo y la Creación, frenaremos el
cambio climático. Por otra parte las enseñanzas de la Iglesia sintetizadas en
el Catecismo de la Iglesia Católica aportan líneas de actuación. Y finalmente los
escritos y mensajes del papa Francisco, en concreto la carta encíclica Laudato
si, sobre el cuidado de la casa común, constituyen herramientas para salvaguardar
la tierra y quienes en ella vivimos.
Pero, ¿qué puedes hacer tú?
Vuelve a leer el evangelio y pregúntate ¿qué es lo que dice? y
¿qué es lo que a ti te dice?
Dialoga con Jesús sobre tus reflexiones, o escúchale repitiendo
rítmicamente una o varias de las frases del evangelio.
COMPROMISO.
Haz una lista de aquello que deseas pedir a
los Reyes Magos. Ordénalas según la necesidad que tengas de ella. Tacha las dos
últimas.
CELEBRACIÓN.
Escucha la canción Cántico de las criaturas de Kairoi.
https://www.youtube.com/watch?v=Mfl2ghyC_Jo
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica.
Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de
reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.
Homilética. Sal Terrae. Noel Quesson. 50 salmos para todos los
días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.http://www.quierover.org
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