Lectura del segundo libro de los Reyes 5,
14-17.
En aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete
veces, conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios. Y su carne volvió a
ser como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra. Naamán y toda su
comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar,
se detuvo ante él exclamando:
-Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de
Israel. Recibe, pues, un presente de tu siervo.
Pero Eliseo respondió:
-Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada.
Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó. Naamán dijo
entonces:
-Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un
par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a
otros dioses más que al Señor.
Comentario.
-Naamán:
Encarna al pagano abierto a la fe de Israel:
Obediencia al profeta y baño ritual = curación.
Confesión:
Monoteísmo.
-Aunque
Israel es el locus propio de Dios, los gentiles, en otros países, pueden
participar de los beneficios, de la gracia, del Dios universal.
-Jesús
recordará la curación de Naamán (Lc 4, 27):
Visita a Nazaret.
Afirmar la libertad de Dios, cuya salvación llega a judíos y paganos.
-Encuentro
de Felipe con el etíope (Hch 8, 26.39).
Salmo responsorial
Sal 97
El
Señor revela a las naciones su salvación. R/.
Cantad
al Señor un cántico nuevo,
porque
ha hecho maravillas.
Su
diestra le ha dado la victoria,
su
santo brazo. R/.
El
Señor da a conocer su salvación,
revela
a las naciones su justicia.
Se
acordó de su misericordia y su fidelidad
en
favor de la casa de Israel. R/.
Los
confines de la tierra han contemplado
la
salvación de nuestro Dios.
Aclama
al Señor, tierra entera;
gritad,
vitoread, tocad. R/.
Notas exegéticas.
97 Himno escatológico. Hay en él
numerosas reminiscencias de salmos anteriores.
Segunda
lectura.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 8-13.
Querido hermano:
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido
del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar
cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso
lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación
y la gloria eterna en Cristo Jesús. Es palabra digna de crédito: pues si
morimos con él, también viviremos con él; si perseveramos, también reinaremos
con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece
fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
Comentario.
-Tono exhortativo.
-El autor invita al
destinatario a hacer memoria:
Memoria-memorial:
Biblia: el presente actualiza
el pasado y se proyectan al futuro.
El tiempo adquiere un sentido
completo, transversal y salvífico.
-Hacer memoria de Jesús
resucitado:
Actualizar a Jesús vivo, no
solo recordando los hechos y dichos.
Celebrar su presencia vivificadora.
Proyectar la fe en Cristo vivo
hacia el futuro personal y de la Iglesia.
-La palabra de Dios no está
encadenada:
Profetas: testigos de la
libertad de Dios.
-La salvación nos ha sido lograda
en Cristo Jesús:
Tema central en la teología
paulina.
-Tiempos salvíficos:
Pasado: muerte vencida por el
bautismo (morimos-viviremos).
Presente: hoy de la vida
cristiana en medio de tribulaciones (perseveramos-reinaremos).
Futuro: decisión libre y
personal (negamos-nos negará).
Fidelidad de Dios (somos
infieles-él permanece fiel).
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según Lucas 17, 11-19.
Una vez, yendo Jesús
camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una
ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo
lejos y a gritos le decían:
-Jesús, maestro, ten
compasión de nosotros.
Al verlos, les dijo:
-Id a presentaros
ante los sacerdotes.
Y sucedió que,
mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba
curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de
Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la
palabra y dijo:
-¿No han quedado
limpios los diez?; los otros nueve, ¿donde están? ¿No ha habido quien volviera
a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Y le dijo:
-Levántate, vete, tu
fe te ha salvado.
Textos
paralelos.
De camino a
Jerusalén.
Lc 9, 51: Cuando se
completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión
de ir a Jerusalén.
Se pararon a
distancia.
Lv 13, 45-46: Se derribará
la casa. Sus piedras, sus maderas y todos los escombros serán sacadas fuera de
la ciudad a un lugar inmundo. Quien entre en esa casa mientras está clausurada
quedará impuro hasta la tarde.
Ten compasión de
nosotros.
Mt 8, 4: Jesús le
dijo: “No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la
ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio”.
Mc 1, 44: “No se lo
digas a nadie; pero ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación
lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio”.
Mientras iban, quedaron
limpios.
Lc 5, 14: Y él le
ordenó, no comunicarlo a nadie; y le dijo: “Ve, preséntate al sacerdote y
ofrece por tu purificación según mandó Moisés, para que les sirva de testimonio”.
Lv 14, 1-5: El Señor
dijo a Moisés: “Esta es la ley que ha de aplicarse al leproso en el día de su
purificación. Será llevado al sacerdote y este saldrá fuera del campamento; si,
tras haberlo examinado, comprueba que el leproso está ya curado de su lepra, el
sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros puros
vivos, madera de cedro, púrpura escarlata e isopo. Mandará degollar uno de los
pájaros sobre una vasija de barro con agua corriente”.
Alabando a Dios.
Lc 2, 20: Y se
volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían
oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
¿No quedaron limpios
los diez?
Lc 9, 53: Pero no lo
recibieron, porque su aspecto era de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Lc 10, 33: Pero un
samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció.
Levántate y vete; tu
fe te ha salvado.
Mt 8, 10: Al oírlo,
Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “En verdad os digo que en
Israel no he encontrado en nadie tanta fe”.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.
17 11
Para
llegar al valle del Jordán y bajar hasta Jericó, desde donde subirá a
Jerusalén. – Otros traducen: “pasó a través de Samaría y Galilea”. Pero
entonces el evangelio debería haber invertido el orden: Galilea y Samaría”.
17
13 Único
caso en que este término (epistates), frecuente en Lc, no es pronunciado
por un discípulo.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.
11-19
Episodio
exclusivo de Lc.
11 ENTRE SAMARÍA Y
GALILEA: este dato resulta chocante; si hemos de tomarlo a la letra, suponiendo
que no sea error geográfico de san Lucas, Jesús iría bordeando la línea
divisoria entre ambas regiones por el camino montañoso.
15-16
SE
VOLVIÓ: físicamente y, sin duda, espiritualmente. Quizá Lc piensa en la fe
cristiana de aquel hombre; de hecho, el verbo griego puede traducirse también: se
convirtió. // A GRANDES VOCES: lit. con voz grande. // PRECISAMENTE
(lit. y él) ERA SAMARITANO: un no judío, casi un gentil; los samaritanos
estaban religiosamente a medio camino entre el paganismo y el judaísmo.
17 TOMANDO... LA
PALABRA DIJO: la naturaleza humana de Cristo poseía esa riqueza que llamamos
sensibilidad: le agradaba la gratitud, le dolía el desagradecimiento.
18 RESULTA QUE NO HUBO
QUIEN...: lit. no fueron encontrados los que... Probablemente semitismo:
el verbo arameo skj funciona también como auxiliar, por lo que también
puede traducirse: “¿no ha vuelto ninguno a dar gloria...? // DAR GLORIA
A DIOS es, aquí, sinónimo de agradecer.
Notas exegéticas
de la Biblia Didajé.
17,
11-19 Los leprosos fueron proscritos en el siglo primero en la sociedad judía.
Ritualmente impuros y considerados portadores de una enfermedad contagiosa, se
vieron obligados a vivir marginados de la sociedad y a advertir a los demás de
su estado si alguien se acercaba. La expresión de agradecimiento del samaritano
ante la bendición de Dios demuestra tanto la santidad como la humildad.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
1503 La compasión de Cristo hacia los
enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase son un signo
maravilloso de que “Dios ha visitado a su pueblo” (Lc 7, 17) y de que el Reino
de Dios está muy cerca. Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también
de perdonar los pecados: vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el
médico que los enfermos necesitan. Su compasión hacia todos los que sufren
llega hasta identificarse con ellos: “Estuve enfermo y me visitasteis” (Mt 25,
36). Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado, a lo largo de
los siglos, de suscitar la atención muy particular de los cristianos hacia
todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta atención dio origen a
infatigables esfuerzos por aliviar a los que sufren.
1504 A menudo Jesús pide a los
enfermos que crean. Se sirve de signos para curar: saliva e imposición de
manos, barro y ablución. Los enfermos tratan de tocarlo, “pues salía de él una
fuerza que los curaba a todos” (Lc 6, 19). Así, en los sacramentos, Cristo continúa
“tocándonos” para sanarnos.
San Agustín
Retened esto y perseverar en ello. Que nadie cambie, que nadie se
leproso. La doctrina inconstante, que cambia de color, simboliza la lepra de la
mente; también esta la limpia Cristo. Quizá pensaste distintamente en algún
punto, reflexionaste y cambiaste para mejor tu opinión, y de este modo lo que
era variado pasó a ser de un único color. No te lo atribuyas, no sea que te
halles entre los nueve que no le dieron las gracias. Solo uno se mostró
agradecido; los restantes eran judíos; él era extranjero, y simbolizaba a los
pueblos extraños; aquel número entregó a Cristo el diezmo. A él, por tanto, le
debemos la existencia, la vida y la inteligencia; a él debemos el ser hombres,
el haber vivido bien y el haber entendido con rectitud. Nuestro no es nada, a
no ser el pecado que poseemos. Pues, ¿qué tienes que no hayas recibido? (1 Cor
4, 7). Así, pues, vosotros, sobre todo quienes entendéis lo que oís: que es
preciso curarse de la enfermedad, elevad a lo alto vuestro corazón purificado
de la variedad y dad gracias a Dios.
Sermón 176,
6. II, pgs. 1386-1387.
San Juan de Ávila
Mas estos miserables captivos, y tan flacos para libertar de un tirano
tan fuerte, unas veces por oír un sermón, otras por se confesar, otras por sola
inspiración de Dios, y otras por otros medios, que en la Iglesia católica hay, sintieron dentro de sí una poderosísima
mano, que, captivando a quien los tenia captivos, sacó a ellos del captiverio
de la maldad en que estaban, y les mudó el corazón tan verdaderamente mudado
que muchas veces, en menos tiempo que un mes y que una semana, se han visto más
aborrecedores de la maldad que eran primero amadores de ella.
Audi filia (II). OC I, pg. 614.
San Oscar Romero.
Por eso, hermanos, con esto terminamos, pues, nuestra
explicación humilde sobre la Iglesia de la promoción integral, una Iglesia que
se preocupa de salvar las almas, pero que también se preocupa de salvar los
cuerpos, de defender los derechos históricos de los hombres; pero que no se
termina sólo en aspectos políticos terrenales, sino que hace prevalecer con
primacía absoluta, la relación del hombre con Dios. Busca la conversión de cada
corazón, porque de nada serviría una liberación económica en que todos los
pobres tuvieran su casa, su dinero, pero todos ellos fueran pecadores, el
corazón apartado de Dios. ¿De qué sirve?. Hay naciones que actualmente
económicamente, socialmente están bien promovidas, aquellas, por ejemplo, del
Norte de Europa. Y sin embargo, cuánto vicio, cuánto desorden. La Iglesia
siempre tiene la palabra que decir: la conversión. La promoción no está
terminada aunque organizáramos idealmente la economía, la política, la
sociología de nuestro pueblo. No está terminada. Sería la base para que
culminara en esto que la Iglesia busca y predica, el Dios adorado por todos los
hombres, el Cristo reconocido como único salvador, la alegría profunda del
espíritu de estar en paz con Dios y con nuestros hermanos.
Comentario.
-Continuación del domingo anterior.
-Comienzo de la tercera etapa del camino hacia Jerusalén:
Corazón: tercer anuncio de la Pasión, Muerte y Resurrección (Lc 8, 31-34).
-No hay que cumplir determinadas condiciones étnicas o éticas para estar
cerca de Dios.
-Partes:
Introducción para marcar la tercera etapa hacia Jerusalén (v. 11).
1ª parte (vv. 12-14) en tres momentos:
Encuentro con los diez leprosos y ruego (vv. 12-13).
Respuesta de Jesús (v. 14a).
Purificación de los leprosos (v. 14b).
2ª parte (vv. 15-19):
Reacción agradecida del leproso samaritano (vv. 15-16).
Respuesta sorprendida de Jesús (vv. 17-18).
Palabras de Jesús hacia el samaritano (v. 19).
EXPERIENCIA.
Coloca ante ti una cruz
o estampa de Cristo.
Apaga o silencia el móvil.
Cierra los ojos. Repite
varias veces en tu interior: “Ven, Espíritu Santo”.
Implora al Espíritu el
don de la oración.
Entra en este enlace,
pincha el “play”, cierra los ojos y escucha:
https://www.youtube.com/watch?v=aRJxAmSDCHA
Vuelve a mirarlo y
escucharlo.
Apunta en una hoja o en
el ordenador las ideas que ha suscitado la historia de Tani.
¿Cuáles son los motivos
por los que puede darle gracias a Dios?
Y tú, ¿en tus lepras,
es decir, enfermedades, situaciones duras, aspectos de tu cuerpo que te cuesta
aceptar, de qué le das las gracias?
+REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
Lucas 17, 11-19.
Una vez, yendo Jesús
camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una
ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo
lejos y a gritos le decían:
-Jesús, maestro, ten
compasión de nosotros.
Al verlos, les dijo:
-Id a presentaros
ante los sacerdotes.
Y sucedió que,
mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba
curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de
Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la
palabra y dijo:
-¿No han quedado
limpios los diez?; los otros nueve, ¿donde están? ¿No ha habido quien volviera
a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Y le dijo:
-Levántate, vete, tu
fe te ha salvado.
¿QUÉ DICE? lee varias veces el texto. Realiza la
composición de lugar, es decir, con tu imaginación reproduce la escena.
¿QUÉ TE DICE? Sitúate en cada uno de los personajes. Siente
la mirada que Jesús les dirige cuando le buscan, les cura y se alejan o regresa
dándole las gracias. ¿Cuáles son tus lepras, aquello que no has aceptado de tu
vida, tus pecados, incoherencias, rasgos de carácter,...? Preséntaselos a Jesús
y permanece en silencio.
COMPROMISO.
Al levantarte da las gracias a Dios por todo lo que hoy te ha
dado. Al acostarte por las personas que te han ayudado en los ratos malos o han
compartido los buenos. Reza por quienes estuvieron a tu lado cuando sufriste
una enfermedad, intervención quirúrgica, fracaso,...
CELEBRACIÓN.
Escucha la canción de Violeta Parra Gracias a la vida,
cambiando la palabra abstracta “vida” por el nombre personal de Dios.
https://www.youtube.com/watch?v=w67-hlaUSIs
Sagrada
Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
BAC. Madrid. 2016.
Biblia
de Jerusalén. 5ª
edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva
Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de
San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano.
Valladolid. 1986.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan
de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados
y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Homilética. Sal Terrae.
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