
Primera lectura.
Lectura del
libro del Eclesiástico 15, 15-20
Si quieres,
guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad. Él te ha puesto
delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras. Ante los hombres está
la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es
la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo. Sus ojos miran a los
que le temen, y conoce todas las obras del hombre. A nadie obligó a ser impío y
a nadie dio permiso para pecar.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[1].
Él te ha puesto delante
fuego y agua.
Dt 11,26-28: Mira: yo os propongo hoy
bendición y maldición: la bendición, si escucháis los preceptos del Señor
vuestro Dios, que yo os mando hoy; la maldición, si no escucháis los preceptos
del Señor, vuestro Dios, y os apartáis del camino que yo os mando hoy, yendo en
pos de dioses que no conocéis.
Ante los humanos está la vida y la muerte.
Dt 30, 15-20: Mira: hoy pongo delante de ti
la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues yo te mando hoy amar al Señor tu
Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así
vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a
entrar para poseerá. Pues, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas
arrastrar y te `postras ante otros dioses y les sirves, yo os declaro hoy que
moriréis sin remedio; no duraréis mucho en la tierra adonde tú vas a entrar
para tomarla en posesión una vez pasado el Jordán. Hoy cito como testigos
contra vosotros la cielo y a la tierra. Pongo delate de ti la vida y la muerte,
la bendición y la maldición. Elige la vida, para que viváis tú y tu
descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él,
pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juró dar a tus padres,
Abrahán, Isaac y Jacob.
Jr 21,8: El centinela gritó: “En la atalaya,
señor mío, paso yo todo el día, / y en mi puesto de guardia estoy en pie todas
las noches”.
Tiene un gran poder y todo lo ve.
Sal 33,13-18: El Señor mira desde el cielo,
/ se fija en todos los hombres. / Desde su morada observa / a todos los
habitantes de la tierra: / él modelo cada corazón / y comprende todas sus
acciones. / No vence el rey por su gran ejército, / no escapa el soldado por su
mucha fuerza; / nada valen sus caballos para la victoria, / ni por su gran
ejército se salvan. / Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, / en los
que esperan su misericordia.
Sal 34,16: Los ojos del Señor miran a los
justos, / sus oídos escuchan sus gritos.
Notas exegéticas[2].
15 15 Para este segundo hemistiquio, el msA dice: “y la perspicacia para
hacer su voluntad”; y añade (también msB): “Si crees en él, también tú vivirás”.
15 17 Tema de los dos caminos: el del pecado y el de la sabiduría. Ver
Dt 30, 15-20; Jr 21,8; Prov 2, 8-9.12-20; Didajé 1, 1-2; 5-1. – El msB
trae otro estico: “Pues abundante es la sabiduría del Señor, / Dios poderoso
que observa todo”.
15 19 Para este hemistiquio, dice MsA: “Los ojos de Dios ven sus obras”.
15 20 El segundo hemistiquio dice así en el msA: “y no fortaleció a los
mentirosos”. A continuación trae otro estico (también msB): “No se apiada de quien
obra falsamente, / ni de quien descubre un secreto·.
Salmo responsorial
Salmo 118
R/. Dichoso el que camina en la ley del Señor.
R/. Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.
Tu promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos. R/.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu ley. R/.
Muéstrame, Señor, el camino de tus
decretos,
y lo seguiré puntualmente:
enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla de todo corazón. R/.
Textos
paralelos[3].
Dichosos
los que caminan rectamente.
Sal 1,1: Dichoso el hombre / que
no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, /
ni se sienta en la reunión de los cínicos.
Sal 112,1: Dichoso quien teme al
Señor / y ama de corazón sus mandatos.
Mt 5, 3: Bienaventurados los pobres
en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dt 4, 29: Entonces buscarás allí
al Señor, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda
tu alma.
2 Cro 31, 21: Todo lo que él [Ezequías]
emprendió para el servicio del templo de Dios, de la ley y de los mandamientos
lo hizo buscando a su Dios con todo su corazón, por eso tuvo éxito.
Notas
exegéticas[4].
119 (118) Salmo “alfabético”. Los ocho versos dobles de cada estrofa
comienzan por una de las 22 letras del alfabeto hebreo, y cada de ellos, con la
única excepción del v.122, contiene uno de los términos que designan la Ley:
dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa, palabra, juicio, camino.
La palabra “ley” y sus sinónimos han de ser tomadas en el sentido más amplio de
enseñanza revelada, tal como la han transmitido los profetas. tenemos en este
salmo uno de los monumentos más característicos de la piedad israelita hacia la
revelación divina.
Segunda
lectura.
Lectura de la
primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2,
6-10
Hermanos:
Hablamos de
sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo, ni
de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una
sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los
siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido,
pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino que, como está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede
pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman”. Y Dios nos lo ha revelado
por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[5].
Una sabiduría de Dios, misteriosa.
Rm 16, 25ss: Al que puede consolidaros según
mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación
del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora
mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios
eterno para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe; a Dios,
único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos.
Desconocida para todos los jefes de este mundo.
Ef 3,10: Así, mediante la Iglesia, los
principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de
Dios.
1 Pe 1,12: Y se reveló que no era en
beneficio propio, sino en el vuestro / por lo que administraban estas cosas /
que ahora os anuncian quienes os proclaman el evangelio / con la fuerza del
Espíritu Santo enviado desde el cielo. / Son cosas que los mismos ángeles
desean contemplar.
Is 19, 11: Son insensatos los señores de Soán,
/ necio el consejo / de los más sabios consejeros del faraón / ¿Cómo podéis
decir al faraón: / “Soy hijo de sabios, / hijo de antiguos reyes”?
Is 19, 13: Los señores de Soán son necios, /
se engañan los señores de Menfis, / extravían a Egipto con notables de sus
tribus.
Ba 3,14: Aprende donde está la prudencia, /
dónde el valor y la inteligencia, / donde una larga vida, / la luz de los ojos
y la paz.
Lo que ni el ojo vio, ni el oído escuchó.
Is 64,3: Jamás se oyó ni se escuchó, / ni
ojo vio un Dios, fuera de ti, / que hiciera tanto por quien espera en él.
Sal 19, 4: Sin que hablen, sin que
pronuncien, / sin que resuene su voz.
Si 1,10:
Y Dios nos reveló todo esto por medio de su Espíritu.
2 Cor 13,13: La gracia del Señor Jesucristo,
el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
Jn 14,26: Pero el paráclito, el Espíritu
Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os
vaya recordando todo lo que he dicho.
Notas exegéticas[6]:
2 6 (a) No un grupo esotérico de iniciados, sino los que han alcanzado el
pleno desarrollo de la vida y del pensamiento cristianos. Ver 14,20; Flp 3, 15;
Col 4,12; Hb 5,14; Mt 19, 21. Se identifican con los “espirituales” a los que
Pablo contrapone ·los niños en Cristo”, 3,1
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 5, 17-37
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos:
-No creáis que
he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar
plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de
cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de
los preceptos menos importantes y de los enseñe así a los hombres será el menos
importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será
grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos.
Habéis oído que
se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo
os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será
procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que compadecer ante el
Sanedrín, y el que lo llama “necio” merece la condena de la “gehena” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas
allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante
el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a
presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida,
mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al
alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí
hasta que hayas pagado el último céntimo.
Habéis oído que
se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una
mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho
te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado
entero en la “gehena”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y
tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehena”.
Se dijo: “el que
repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno
repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer
adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis
oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus
juramentos al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el
cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies;
ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues
no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí,
no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.
Palabra del Señor.
Los dichos de Jesús (Fuente Q)[7]
Q 16, 17
[Antes] pasarán el cielo y [la] tierra, [que
se pierda una letra o] una coma de la ley.
Q 16, 18
Todo el que repudia a su mujer [y se casa
con ] comete adulterio, y el que se casa con una repudiada comete
adulterio.
Textos
paralelos[8].
No penséis que he venido a
abolir la Ley y los profetas.
Rm 3,31: Entonces, ¿qué?, ¿privamos a la ley
de su valor mediante la fe? De ningún modo. Más bien confirmamos la ley.
Rm 10,4: Pues el fin de la ley es Cristo,
para justificación de todo el que cree.
Rm 13,8-10: A nadie le debáis nada, más que
el amor mutuo, porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De echo el no
cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los
otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El
amor no hace mal a su prójimo, por eso la plenitud de la ley es el amor.
Mientras duren el cielo y la tierra.
// Lc 16,17: Es más fácil que pasen el cielo
y la tierra que no que caiga un ápice de la ley.
Ni una i ni una tilde de la ley.
Mt 24,34-35: En verdad os digo que no pasará
esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán.
El que no de importancia a uno de estos mandamientos.
St 2, 10: Pues quien observa toda la ley,
pero falla en un solo precepto, se hace responsable de todos.
Ga 6, 2: Llevad los unos las cargas de los
otros y así cumpliréis la ley de Cristo. Pues si alguien cree ser algo, no
siendo nada, se engaña a sí mismo.
St 1,25: Pero el que se concentra en una ley
perfecta, la de la libertad, y permanece en ella, no como oyente olvidadizo,
sino poniéndola en práctica, ese será dichoso al practicarla.
Si vuestra justicia no es mayor.
Lv 19,15: No serás parcial ni para favorecer
al pobre ni para honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
Rm 10, 3: En efecto, desconociendo la
justicia de Dios y buscando establecer su propia justicia, no se sometieron a
la justicia de Dios.
Flp 3,9: No con una justicia mía, la de la
ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de dios y
se apoya en la fe.
No matarás.
Gn 9, 6: Quien derrame la sangre de un
hombre, / por otro hombre será su sangre derramada; / porque a imagen de Dios
hizo él al hombre.
Ex 20, 13: No matarás.
Dt 5, 17: No matarás.
Si 10,6: Por ningún agravio guardes rencor
al prójimo, / ni actúes guiado por un arrebato de insolencia.
Ef 4, 26: Si os indignáis, no lleguéis a
pecar; que el sol no se ponga sobre vuestra ira.
St 1,19-20: Tened esto presente, mis
queridos hermanos, que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar
y lenta para la ira, pues la ira del hombre no produce la justicia que Dios
quiere.
El que llame a su hermano.
Si 28,2: Apártate de las disputas y evitarás
el pecado, / porque el violento atiza las disputas.
No saldrás de allí:
Lc 12, 58-59: Por ello, mientras vas con tu
adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo
con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al
guardia y el guardia te meta en la cárcel.
No cometerás adulterio.
Ex 20, 14: No cometerás adulterio.
Dt 5, 18: No cometerás adulterio.
Si 9, 5: No te fijes demasiado en la doncella,
/ no sea que te castiguen por causa suya.
Mt 18, 8-9: Si tu mano o tu pie te induce a
pecar, córtatelo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida manco o cojo
que con las dos manos o los dos pies ser arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo
te induce a pecar, sácalo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida con
un solo ojo que con los dos ser arrojado a la gehenna del fuego.
El que repudie a su mujer.
Dt 24, 1-4: Si uno se casa con una mujer y
luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, y le escribe el
acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, y ella sale de la casa, va y
se casa con otro, y el segundo también la aborrece, le escribe el acta de
divorcio, se la entrega y la echa de casa, o bien muere el segundo marido, el
primer marido que la despidió no podrá casarse otra vez con ella, porque ha
quedado impura; sería una abominación ante el Señor; no eches un pecado sobre
la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en heredad.
Ml 2, 14-16: Y encima decís: “¿Por qué?”
Porque el Señor es testigo de que traicionaste a la mujer de tu juventud, a tu
compañera, a la mujer con quien te uniste por alianza. Nadie que tenga un mínimo
de espíritu actúa así; ¡cuánto menos quien busca descendencia divina! Cuidad
vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud. El que la
odia y la despacha, dice el Señor Dios de Israel, cubre sus vestidos de
violencia, dice el Señor del universo. Cuidad vuestro espíritu y no seáis
traidores.
Mt 19, 9: Pero yo os digo que, si uno repudia
a su mujer – no hablo de unión ilegítima – y se casa con otra, comete
adulterio.
// Mc 10, 11-12: Él les dijo: “Si uno
repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si
ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.
// Lc 16, 18: Todo el que repudia a su mujer
y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una repudiada por su
marido comete adulterio.
1 Cor 7, 10-11: A los casados les ordeno, no
yo sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que
permanezca sin casarse o que se reconcilie con su marido, y que el marido no
repudie a la mujer.
Os 1, 2: Comienzo de lo que dijo el señor por
medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas: “Ve, despósate con una mujer / ligada a
la prostitución, / porque el país no hace sino prostituirse, / apartándose del
Señor”.
No perjurarás.
Ex 20, 7: No pronunciarás el nombre del
Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su
nombre en falso.
Nm 30, 3: Si un hombre hace un voto al
Señor, o se compromete a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: cumplirá
todo lo que ha proferido su boca.
Dt 23, 22: Si haces un voto al Señor tu
Dios, no tardarás en cumplirlo, porque el señor, tu Dios, te lo reclamará e
incurrirás en pecado.
Si 23,9: No habitúes tu boca al juramento /
ni te acostumbres a nombrar al Santo.
St 5,12: Y sobre todo, hermanos míos, no
juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de juramento,
que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo condena.
Sal 11,4: El Señor está en su templo santo,
/ el Señor tiene su trono en el cielo; / sus ojos están observando, / sus
pupilas examinan a los hombres.
Is 66,1:
Sal 48,3-4: El monte Sión, confín del cielo,
/ ciudad del gran rey; / entre sus palacios, / Dios descuella como un alcázar.
2 Cor 1,17-19: Al hacer estos planes, ¿actué
a la ligera?, ¿o es que los planes que hago los hago con miras humanas, de
forma que se dan en mí el sí y el no? ¡Dios me es testigo! La palabra que os
dirigimos no es sí y no. Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre
vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no, sino que en él sólo
hubo sí.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[9].
5 17 Jesús no viene ni a destruir la Ley, Dt 4, 8ss (y toda la economía
antigua) ni a consagrarla como intangible, sino a darle con su enseñanza y su
modo de actuar una forma nueva y definitiva, en la que por fin se realiza en
plenitud aquello hacia lo que la Ley conducía. Esto es así en particular de la “Justicia”,
v. 20, ver 3,15; Lv 19,15; Rm 1,16ss, justicia “perfecta”, v. 42, de la que las
sentencias de los vv. 21-48 dan varios ejemplos relevantes. El precepto antiguo
se hace interior y llega hasta el deseo y el motivo secretos, ver 12,34; 23,
25-28. Por tanto, ningún detalle de la Ley debe ser omitido mientras no haya
sido así llevado a su cumplimiento, vv. 18-19; ver 13,52. No se trata tanto de
aligeramiento como de profundización, 11, 28. El amor, en el que ya se resumía
la Ley antigua, 7, 12; 22,34-40p, pasa a ser el mandamiento nuevo e inagotable
de Jesús. Jn 13,34, y cumple toda le Ley, Rm 13,8-10; Ga 5, 14; ver Col 3, 14.
5 18 (a) Lit: “en verdad (Amén) os digo…”. Introduciendo algunos de sus
dichos con Amén, término hebreo que significa “en verdad·, Sal 41,14; Rm
1,25; Jesús subraya su autoridad: 6, 2-5.16, etc.; Jn 1, 51, etc. La palabra
hebrea que en su origen significaba “firmeza”, evolucionó en dos direcciones:
la de “verdad”, y la de “fidelidad”.
5 18 (b) Se trata de los rasgos más pequeños del alfabeto hebreo.
5 18 (c) Expresión difícil. Probablemente no se trata de “hasta que haya
cumplido todo en la cruz”, ni de “hasta que todos los mandamientos hayan sido
cumplidos por mis discípulos”, sino “hasta que todo se cumpla”, es decir, hasta
el final del mundo. La ley, revalorizada por Jesús, conservará toda su
autoridad.
5 19 Las palabras “el más pequeño…ese será grande” no implican la idea de una jerarquía
en el Reino. Mediante esta expresión, los rabís aprobaban o desaprobaban los
diversos comportamientos de las personas.
5 20 Justicia es la fidelidad de los discípulos a la ley de Dios, fidelidad
nueva, que la interpretación autorizada (7, 29) que Jesús ofrece de dicha ley
hace posible y urgente. Idéntica palabra con el mismo sentido en 3, 15; 5, 6.
10; 6, 1-33; 21,32.
5 21 Por la enseñanza tradicional, dada oralmente sobre todo en la sinagoga.
5 22 (a) El termino [imbécil] Raqa, traducido del arameo significa
cabeza vacía, sin seso.
5 22 (b) Aquí, el Gran Sanedrín, que tenía su sede en Jerusalén, por oposición
a los simples “tribunales”, vv. 21-22, distribuidos por el país.
5 22 (c) Al sentido originario del término griego “insensato”, el uso judío añadía
un matiz mucho más grave de impiedad religiosa.
5 22 (d) La Gehena era una de las vaguadas de Jerusalén donde se ofrecieron holocaustos
de niños en honor de Moloc (2 Cro 28,3; 33,6). Profanado por Josías (2 Re
23,10), fue quizá transformado en vertedero público. En cualquier caso, se
convirtió en símbolo de maldición (Jr 7, 31; 19,6), incluso de maldición eterna
en la literatura apocalíptica. En este último sentido lo emplea el NT (diez
veces en Mc).
5 26 [Céntimo] Lit. “cuadrante” (kodrántés), e.d., la cuarta parte de
un as, moneda romana que permitía comprar un par de pajarillos (ver Mt 10, 29).
5 28 La mirada dirigida a una mujer (esposa o prometida) con pretensiones de
arrebatársela a otro. Esta palabra (gyné) tiene el mismo valor en Mt
1,20.24; 5,31; 14,3. Jesús no condena el hecho de que un hombre se sienta
atrtaído por una mujer, sino el deseo activo, que de algún modo se apropia de
la mujer ajena.
5 29 Lit. “te escandaliza”. El término griego por “escándalo” (skandalon)
significa propiamente “obstáculo”, “emboscada”, “lazo” (Sal 124,7), “piedra de
tropiezo” (KIs 8, 14-15; Rm 9, 33; 1 Pe 2, 8). Muchas son las causas u
ocasiones de caída: en primer lugar Jesús (Mt 11, 6; 13,57; 17,24; 26, 31-33),
pero también, en otro sentido, los hombres (5, 29; 16,23; 18, 6-9), el mundo
(13,41; 18, 7), la persecución (13,21; 24,10).
5 31 Como en 19,9, aquí no se trata del divorcio en el sentido moderno del
término, sino del derecho que tenía un hombre a repudiar a su esposa.
5 32 El término griego correspondiente (porneía) es interpretado de
diversas maneras. 1. algo deshonroso (ver Dt 24, 1 griego, y las
discusiones rabínicas que remiten a este texto). En este caso, el texto
autorizaría el repudio de la esposa por diversas razones no prescritas aquí. 2.
El adulterio, es decir, la infidelidad de la mujer a su esposo. En este
caso, el texto autorizaría el repudio de la adúltera. 3 La unión conyugal ilegal,
sobre todo según la legislación de Lv 18,6-18, sentido que se encuentra
probablemente en Hch 15, 28-29. En este caso, Jesús prohibiría cualquier acto
de repudio, excepto en los casos de uniones ilegales previstas por Lv 18. Esta
célebre “excepción mateana” es quizá la aplicación de una situación nueva
(análoga a la que hace suponer 1 Cor 7) de una palabra de Jesús que excluía
cualquier tipo de repudio. Sea lo que sea de estas hipótesis, este texto quiere
recordar la indisolubilidad de la unión conyugal. Basándose en él, la tradición
ortodoxa considera el adulterio como causa de divorcio.
5 37 Esta fórmula, que aparentemente se entiende bien, ver 2 Cor 1,17; St
5,12, puede explicarse de diversas maneras: 1º Veracidad: si es sí, decid sí;
si es no, decid no. 2º Sinceridad: que el sí (o el no) de la boca corresponda
al sí (o al no) del corazón. 3º Solemnidad: la afirmación de negación que debe
bastar y dispensar de recurrir a un juramento, comprometiendo a la divinidad.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[10]:
17-20 Relación de Jesús con la Ley antigua, de la
alianza nueva con la alianza antigua: no son realidades contrarias; Jesús
conserva lo esencial de la tradición judía, pero le aporta un sello nuevo,
original, superior (cf. v. 20): se cumple desde dentro, con espíritu y corazón
nuevo. Escritores cristianos de los primeros tiempos, siguiendo la línea del
pensamiento judío – la Ley = personificación de la sabiduría divina -,
presentan a Jesús no solo como legislador de la nueva ley: él mismo es la
Ley; también por eso, Jesús es punto de unión del Antiguo Testamento y del
Nuevo Testamento. El documento Le peuple juif et ser Saintes Écritures dans
la Bible chrétienne (2001) afirma, al hablar del “cumplimiento”: “ Jesús no
se limita a interpretar un papel ya escrito, el papel de Mesías, sino que
confiere a las nociones de Mesías y de salvación una plenitud que
no se podía imaginar por adelantado; las llena de un contenido nuevo. Se puede
incluso hablar a este respecto de una “nueva creación”.
17 Cumplir (término técnico de la escatología): llevar
a plenitud, dar plenitud, perfeccionar; o bien: revelar con la vida el
verdadero sentido de la Ley. Le ley es necesaria, como la caridad, y ambas
deben ir unidas; quedarse en la ley es fariseísmo, despreciar la ley en nombre
de una moral de la caridad es desconocer al ser humano: unidad de materia y
espíritu.
18 Os digo de verdad (griego: amên légô hymîn):
fórmula solemne (casi como un juramento), que introduce rotundamente una
afirmación importante. Si está duplicado el vocablo hebreo amên (siempre
en Jn) la traducimos: “De verdad os aseguro”.
No… ni mucho menos: la negación en el texto griego
es enfática.
Una “i”: la letra yod, la más pequeña del alfabeto
hebreo, la yota del alfabeto griego.
Se realice todo: ¿todo lo que anunciaron los profetas?; ¿lo
que exige la nueva “justicia”? ; ¿el fin del mundo?
19 Estos mandamientos, aun los mínimos: se
refiere a los de la ley mosaica, más bien que a los de Jesús. En el escrito rabínico Sifré Deuteronómico, SfDT,
(12,28; 19,11) se decía: “Que el mandamiento leve te sea tan querido como el
mandamiento grave; […] si se quebranta un mandamiento leve, se termina por
quebrantar un mandamiento grave”.
Será llamado (cf. v. 9), se entiende, por Dios
(voz pasiva “teológica”).
20 Justicia: fidelidad a la Ley en cuanto expresión de
la voluntad de Dios.
Los escribas y fariseos: al igual que “publicanos y
pecadores”, no es una división adecuada, pues la mayoría de los escribas era
del partido fariseo (Hch 5,21 y 23,6).
21 Las antítesis ante el v. 44, resaltan el contraste entre lo antiguo y
lo nuevo, y explican en qué y cómo la ·justicia cristiana” es superior a
la de los escribas y fariseos.
Oísteis, como en los vs. 27-33.38 y 43, es un
semitismo: el vocablo talmúdico sm’ significa recibir una tradición,
u9na doctrina, y, por tanto, ser enseñado, aprender.
Se dijo (literalmente fue dicho; lo mismo en
los vs. 27.32.33.38 y 43): nuevo ejemplo de voz pasiva “teológica”; equivale a Dios
dijo. Por eso ees mayor la audacia de Jesús, en apariencia mero aldeano de
Nazaret, al explicar y definir la voluntad de Dios al mismo nivel de Dios (Dios
dijo… per yo os digo), no solo transmitiendo disposiciones ajenas, como
hizo Moisés.
Reo ante el tribunal: o bien: merecedor de
condena (lit. reo de juicio condenatorio). Sobre la pena de muerte
para el homicida, cf. Ex 21, 12 y Lv 24,17. Para Jesús, el sentido del 5º mandamiento
dado por Dios es la caridad más delicada para con el prójimo. No matarás es
1º) No tendrás rencor; y 2º) Darás vida.
22 Hay gradación en la condena: condenado a muerte por el tribunal de 1ª
instancia; confirmada la sentencia por el tribunal supremo (el sanedrín
de Jerusalén: cf. 10,17; Hch 5, 21); merecerá el infierno. En cambio, los
insultos no van de menos a más, y hasta no parecen indicar malicia especial,
por eso, es más sorprendente la pena impuesta.
“¡Estúpido!”: en griego raká, versión
literal del arameo reqa’ (=vacío, cabeza huera).
“¡Necio!”: en 23, 17 Jesús mismo
pronuncia esta palabra contra los fariseos (propiamente, hermano es el
que pertenece a la comunidad).
La gehena: “Ge Hinnom”, valle del suroeste de
Jerusalén, donde hubo sacrificios humanos en honor de Molok (cf. 2 Re 23, 10; 2
Cron 28, 3; 33,6); por eso mismo, lugar simbólico de maldición en el AT (cf. Jr
7, 31-33; 19, 5-6; 32-35). A partir del destierro fue convertido en basurero.
Desde el siglo II a.C. empezó a considerarse como emplazamiento del “infierno”
(lugar de castigo para los impíos). En los escritos apocalípticos, la gehena,
y otros nombres sinónimos, designan el (lugar del) suplicio eterno de los
condenados, después de la resurrección corporal y del juicio final; en esta
línea hay que entender (5, 29-30; 10, 28; 18, 9; Mc 9, 43; Lc 12,5; St 3, 6.
25-26 La lección es “¡Arrepiéntete a tiempo!”.
Ponte de acuerdo: lit. sé benévolo.
Alguacil: Lc 4,20.
Y te echen: lit. y serás echado.
Céntimo: lit. es un latinismo: cuadrante, la cuarta
parte de un “as”, u9n céntimo de denario; como quien dice, el último valor monetario
(cf. Mc 12,42).
28 Una mujer casada, o ya desposada con otro.
Para desearla, o deseándola(a modo de infinitivo
hebreo-arameo). La pureza cristiana empieza por lo más secreto del hombre, el
corazón. Según Sifré Números Sf Nm 14,38, no se mira primeramente y luego peca
el corazón, sino al revés: “los ojos siguen al corazón, como lo demuestra el
ciego que comete todas las abominaciones.
29-30 La condición está expresada en griego como
condición real: “sí, efectivamente…”, “si de hecho…”. “Hacer caer”,
hacer que otro dé un mal paso – lit. escandalizar -, ser ocasión de
tropiezo físico o moral (ocasionar la pérdida de la fe, apartar del seguimiento
de Jesús, obstaculizar el camino de la fe y la vida moral), es algo que nace
del corazón (Mc 7, 21-22); el ojo o la mano son solamente
instrumentos del corazón, de esa fuente buena o mala.
31 “Despedir” no es “divorciarse” en el sentido moderno; se trata,
más bien, de “repudio” o separación.
32 Caso (griego: lógos, con valor jurídico,
como en Hch 19,38: “Si… tienen una querella) de unión ilegítima:
lit. de fornicación, con el sentido probable de concubinato, o de poligamia
sucesiva; cf. Ef 5, 3.
33 Lo que prometiste con juramento: lit. tus juramentos.
37 Vuestro lenguaje sea “Sí”…: decid si cuando
sea sí, etc. La misma norma aparece en la literatura rabínica (p.ej., Mélkita
Éxodo 19,24.
Del malvado: del demonio; o bien: del mal, de lo
malo.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[11]:
5, 20 Los escribas y los fariseos cumplían la ley,
pero no su espíritu; ambos son necesarios para la salvación. Catecismo Iglesia
Católica (Cat) 2054.
5, 21 Mientras que el quinto mandamiento prohíbe el
asesinato, la palabra de Cristo va a prohibir el odio, la ira, y cualquier
forma de violencia, radicalizando así el precepto antiguo, es decir,
llevándolo a su raíz más profunda. Cat 678, 2257, 2662-2665, 2302-2303
5, 22 El Sanedrín era el máximo representante
judicial de Israel. La gehena del fuego (Gehenna es una palabra
aramea) se deriva del hebreo “Valle de Hinom”, fosa cerca de Jerusalén donde la
basura se quemaba constantemente. Se utilizaba en sentido figurado para describir
un lugar de castigo donde los muertos sufrirán por sus pecados. Cat 1036.
5 23s Para poder reconciliarse con Dios, es
necesario reconciliarse con el prójimo. Esto se expresa también en la oración
del Señor (el Padrenuestro), donde pedimos que se nos perdone como nosotros
perdonamos. El sacramento de la Penitencia es el medio sacramental habitual de
la reconciliación con Dios y con el prójimo. Cat 1388-1390, 1424, 2608, 2792,
2841-2845.
5 27 La tradición ha entendido el sexto mandamiento referido a la globalidad
de los pecados contra la moral sexual, incluyendo la fornicación, los actos
homosexuales, la masturbación, y otros pecados contra la pureza. El adulterio
del corazón (el deseo de la actividad sexual ilícita) también es gravemente pecaminoso.
Oseas y Jeremías comparan la idolatría con el adulterio (cf. Os 2, 7; Jr 5, 7;
13, 27). Cat 2513, 2523-2533.
5 30 Córtatela y tírala: esta exhortación insta al
cristiano a rechazar impetuosamente todo lo que nos separa de Dios. Los
cristianos deben emplear medios rigurosos para luchar contra las tentaciones,
aquí las tentaciones contra la castidad. El ejemplo de Cristo es una
advertencia: todo el mundo debe estar alerta ante cualquier cosa que pueda
llegar a convertirse en ocasión de pecado. Cat 226, 1034.
5 31s Dios creó el matrimonio, como una unión indisoluble
entre un hombre y una mujer (cf. Gn 2,24). Cristo elevó el matrimonio a
sacramento de la nueva alianza, insistiendo en su indisolubilidad originaria. Unión
ilegítima (en griego: porneia): algunos estudiosos afirman que este
término se refiere a la infidelidad o al adulterio. Pero no es así. El griego
(y particularmente Mateo, cf. 15,19) conoce un término técnico específico para
hablar del adulterio (moicheia) diverso a porneia Mt 5, 31-32, se
refiere con esta expresión a matrimonios ilícitos tales como aquellos entre parientes
cercanos, regularos en Lv 18, 7-13 (y ver Mt 14,4). El matrimonio entre un
hombre y una mujer bautizados, una vez ratificado y consumado, no puede ser
disuelto excepto por la muerte. Cat 174-175, 2380-2382.
5, 33-37 Todo juramento invoca a Dios como testigo;
por tanto, es un pecado grave jurar contradiciendo la verdad intencionadamente.
Cristo llama a sus discípulos a amar y defender la verdad incondicionalmente. Cat
2150-2153, 2463, 2466.
Comentarios patrísticos[12]:
San Agustín. Sermones, 55,2
Por tanto hermanos, si ningún hombre puede
dominar su lengua, acudamos a dios para que la domine. Si quieres dominarla tú
solo, no podrás, porque eres hombre. “Ningún hombre puede dominar su lengua”
(St 3,8). […] Busquemos a Dios para que dome al hombre.
San Pedro Crisólogo. Sermones, 177,6-7.
Alguien podría decir: ¿Cómo la maldición de
un hermano puede encerrar fuerza tan grande que merezca un castigo tan extremo?
Tanta, hermanos, tanta que Cristo está en el hermano, y Cristo es la sabiduría
de Dios. Port ello, quien maldice a su hermano ridiculiza la sabiduría de Dios.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo,
16.9.
Cuando esta se halla ya sobre el altar,
cuando ya ha comenzado el sacrificio, te manda reconciliarte. No después de
acabar el sacrificio ni antes de presentarlo: en medio del sacrificio mismo nos
manda correr a la reconciliación. ¿Por qué causa, pues, con qué fin nos manda
obrar así? […] El Señor quiere aquí imponer la necesidad ineludible de la
reconciliación. Porque quien tiene orden de no ofrecer el sacrificio antes de
reconciliarse con su hermano, sino por amor de su prójimo, siquiera porque no
quede sin ofrecerse el sacrificio, se dará prisa para correr al ofendido y
poner término a la enemistad.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo,
17,4
El que es manso, pacífico, pobre de espíritu
y misericordioso, ¿cómo imaginar que eche de casa a su mujer? El que a otros
pone en paz, ¿cómo estará él en discordia con su propia mujer?... Porque el que
no mirare con ojos impúdicos a mujer ajena, tampoco cometerá adulterio; y, no
cometiendo adulterio, tampoco dará ocasión al hombre para que repudie a su
mujer.
San Jerónimo. Comentario al Evangelio de san
Mateo. 5.19[13].
Critica a los fariseos que despreciando los
mandatos de Dios establecían sus propias tradiciones, su enseñanza al pueblo no
les sirve para nada si destruyen, por poco que sea, un precepto de la Ley.
El que llame a su hermano: Raca. Esta expresión es propia del
hebreo. Raca significa kenós, es decir, vano, vacío, que podemos
traducir por la injuria corriente: “sin seso”. Si hemos de rendir cuentas de
una palabra inútil, ¡cuánto más de una injuria! Pero con toda intención se
añade: El que llame a su hermano: Raca. No tenemos otro hermano que el
que tiene el mismo padre que nosotros. Si también él cree en dios y conoce a
Cristo, Sabiduría de Dios, ¿cómo podemos despreciarlo con el epíteto de tonto?
San Agustín. Sermón 338[14].
Nadie diga: “No pequé contra Dios, sino
contra un hermano, contra un hombre; pecado leve o casi nulo”. Quizá dices que
es leve porque se cura fácilmente. Pecaste contra el hermano; repara el pecado
y quedarás sano. Cometiste la acción moral con rapidez y con la misma rapidez
encontraste remedio. Dios no se aíra porque tardes en presentar tu ofrenda; Dios
te quiere a ti más que tu ofrenda. Pues si te presentas con la ofrenda ante
Dios lleno de malos sentimientos hacia tu hermano, te responderá: “Perdido tú,
¿qué me has ofrecido?”. Presentas tu ofrenda sin ser tú mismo ofrenda. Cristo busca más a quien redimió con su sangre
que lo que tú hallaste en tu hórreo.
-No soy robador. – No basta no ser robador,
más no has de amar demasiadamente tu hacienda. No basta no matar a nadie, mas
no te has de airar, etc. Y esto es lo que Cristo dijo. La justicia del fariseo
era aquella; la del cristiano es esta. Como aquél es un mal tan general y que
tanta inclinación tenemos a ello, que hasta los niños, si uno tiene unos
zapatos nuevos o un sayo, luego se nos hincha y luego desprecia a otros. Si uno
tiene un poco de ciencia, si uno es de linaje, si una mujer es un poco hermosa,
de ahí viene a decir: “No soy como aquél”, y tenerse en mucho y al otro en
nada, como este fariseo. Esta es la una persona de la farsa. Entra agora la
otra.
Y el varón oiga y cumpla lo que el señor
dice: Si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y arrójalo de ti. Baje los
ojos; y si los alza, mire al Señor. No hagas, cristiano, cuenta que tienes ojos
mañana para mirar tus malos deseos y tu vista de fuera; que mientras más penoso
te fuere, más meritorio te será; y según es Dios lleno de misericordia, por
ventura por verte mañana trabajar contigo por no le ofender con tu vista, te
dará fuerza para que te quedes con la buena costumbre de tener vista casta y
corazón casto, que no será pequeña merced.
Comentario de José Luis Sicre[17]
-Jesús ha venido
a dar cumplimiento a la Ley, pero interpretándola en su sentido profundo, no
como hacen los escribas y fariseos.
-Este punto de
vista coincide con el de los antiguos profetas, que distinguían siempre entre
lo esencial y lo secundario en relación con Dios.
-Jesús no es un
hereje ni un traidor. Todo lo contrario. En él “se cumple lo que está dicho por
los profetas”. Lo que no acepta es la interpretación legalista de la ley. Para
aclarar ideas, desarrollará este tema a continuación, contrastando la interpretación
de Jesús con la de los escribas y fariseos y dando unas nuevas normas de
conducta, tan importantes que de su observancia depende cómo será considerado
cada uno en el Reino de Dios.
-Actitud
cristiana ante:
La Ley –
escribas.
Las obras de
piedad – fariseos.
-Peligro de los
escribas: legalismo, exaltación de la ley y de la norma por encima de todas las
cosas. Al legalismo se llega:
Buscando
seguridad humana: persona inmadura, con miedo a correr riesgos.
Buscando
seguridad religiosa: conciben la voluntad de Dios no como una actitud global en
la vida sino concretada en una serie de actos.
Peligros:
Quedarse en la
letra de la ley:
Por ejemplo:
le ley manda ir a misa los domingos, lo cumple pero no le dedica ni un minuto a
Dios durante el resto de la semana.
Con la Ley en
la mano se puede machacar al prójimo:
Se critica al
que no vive como uno cree convenientemente y se le condena interiormente.
-Para combatir
esta postura legalista y enseñar a sus discípulos a actuar cristianamente:
6 casos
concretos: asesinato, adulterio, divorcio, juramento, venganza y amor al
prójimo.
Contraposición:
“lo que se ha dicho” (la Ley de Dios y de Moisés) / “pero yo os digo” (la nueva
ley).
No matarás:
La ley: no
hincharle el puñal al prójimo.
Jesús: no
encolerizarse, insultar (raka) y llamar “renegado, tonto, desobediente,
rebelde, impío, criminal” (moré)
No cometerás
adulterio:
“Quien deliberadamente
considera a una mujer es como si hubiera tenido relación con ella” (Talmud judío).
No jurarás:
Jesús
considera el juramento una falta de respeto a Dios y una estupidez. Porque el
hombre, al jurar, está invocando algo que no le pertenece, de lo que no puede
disponer. Al mismo tiempo, puede encubrir con el juramento una mentira. El
discípulo de Jesús tiene que moverse en una honradez tan absoluta que le baste
decir “sí” y “no”.
[1] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[2] Ib.
[3] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[4] Ib.
[5] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[6] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[8] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada
Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[9] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[10] Iglesias González, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[11] Biblia Didaje con comentarios
del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de
www.vatican.va
[12] Merino Rodríguez, M. La
Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio
según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[13] San Jerónimo. Comentario
al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[14] Pío de Luis, OSA. Comentarios
de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción.
Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[17] José Luis Sicre. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz.
Verbo Divino. Pamplona. 2019.
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