
Primera lectura.
Lectura del
libro del Levítico 19, 1-2.17-18
El Señor habló
así a Moisés:
-Di a la
comunidad de los hijos de Israel: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro
Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero responderás a tu
prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de
tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti
mismo. Yo soy el Señor”.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[1].
Sed santos, porque yo,
Yahvé, vuestro Dios, soy santo.
Lv 11,44-45: Porque yo soy el Señor, vuestro
Dios; santificaos y sed santos, pues yo soy santo. No os volváis impuros con
ninguno de esos bichos que se arrastran por el suelo. Pues yo soy el Señor, el
que os subí de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed santos porque yo
soy santo.
No odies en tu corazón a tu hermano:
Ez 33,7: A ti, hijo de hombre, te he puesto
de centinela en la casa de Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les
advertirás de mi parte. Si yo digo al malvado: “Malvado, eres reo de muerte”,
pero tú no hablas para advertir al malvado que cambie de conducta, él es un
malvado y morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.
Mt 18,15: Si tu hermano peca contra ti,
repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Si 10,6: Por ningún agravio guardes rencor
al prójimo, / ni actúes guiado por un arrebato de insolencia.
Amarás a tu prójimo:
Mt 5, 43: Habéis oído que se dijo: “Amarás a
tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros
enemigos y rezad por los que os persiguen.
Mt 22, 39: El segundo es semejante a él: “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo”.
Rm 13,9: De echo, el no cometerás adulterio,
no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los otros mandamientos,
se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Ga 5, 14: Porque toda la ley se cumple en
una sola frase, que es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
St 2, 8: Si cumplís la que, según la
Escritura, es la ley regia: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, hacéis bien.
Notas exegéticas[2].
19 Este capítulo reúne, sin orden aparente, prescripciones
concernientes a la vida cotidiana, sin más unión que la referencia repetida a
Yahvé y a su santidad. Sus lazos con el Decálogo son aparentes.
19 2 En el Levítico solo dos veces recibe Moisés la orden de dirigirse
directamente a toda la comunidad de israelitas: aquí y en 8, 3-5, con ocasión
de la investidura del sacerdocio. Tal hecho podría poner de relieve a su modo
la importancia de los preceptos que vienen a continuación: la actitud moral del
pueblo es capital en lo que concierne a su comunión con Yahvé, así como la
mediación del sacerdote.
19 18 Esta afirmación (combinada con Dt 6, 5) fue adoptada por Jesús
para expresar la esencia de la Ley de Moisés (Mt 22, 37-39). Para rabí de
Aquiba (50-135 d.C.) “es un principio fundamental de la Ley”.
Comentario revista Homilética[3]
-Mensaje central
del Código de Santidad (Lv 17-26):
“Sed santos,
porque yo soy santo” (v. 2).
Autónomo dentro
de Levítico.
Expresa la
espiritualidad del clero del templo de Jerusalén en la época de Esdrás-Nehemías,
bajo el dominio Persa (s. V-IV a.C.).
-Dimensiones de
la vida del creyente judío:
Afirmaciones:
Santidad
divina.
Santidad del creyente.
Amor al
prójimo.
-Santo:
“Poner aparte”.
El Señor es
puesto aparte porque es completamente diferente a la humanidad y al mundo (Is 6).
Isaías es puesto
aparte, porque pertenece a Dios, y lo expresa en su culto (Is 19, 5-6).
En relación con
la Alianza con Dios:
Principio
fundamental de la ética y la praxis religiosa: imitar a Dios.
Contexto:
Israel / universal (Sermón de la Montaña).
“Tu hermano”, “tu
prójimo”, el inmigrante que reside en el país (19,34).
Salmo responsorial
Salmo 102
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus
hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles. R/.
Textos
paralelos[4].
Él, que
tus culpas perdona.
Ex 15, 26: Si obedeces fielmente
la voz del Señor tu Dios y obras lo recto a sus ojos, escuchando sus mandatos y
acatando todas sus leyes, no te afligiré con ninguna de las plagas con que afligí
a los egipcios, porque hoy soy el señor, el que te cura.
Sal 42, 9: De día el Señor me
hará misericordia, / de noche cantaré la alabanza, / la oración al Dios de mi
vida.
Jb 42,10: Cuando Job intercedió
por sus compañeros, el Señor cambió su suerte y duplicó todas sus posesiones.
Yahvé es clemente y misericordioso
Ex 34, 6-7: El Señor pasó ante
él [Moisés] proclamando: “Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento
a la ira y rico en clemencia y lealtad, que mantiene la clemencia hasta la
milésima generación, que perdona la culpa, el delito y el pecado, pero no los
deja impunes y castiga la culpa de los padres en los hijos y nietos, hasta la
tercera y cuarta generación”.
Sal 86,15: Pero tú, Señor, /
Dios clemente y misericordioso, / lento a cólera, rico en piedad y leal.
Sal 145, 8: El Señor es clemente
y misericordioso, / lento a la cólera y rico en piedad.
Jr 3, 12: Vuelve, apóstata
Israel / – oráculo del Señor – , / que no os pondré mala cara, / porque yo soy
compasivo / – oráculo del Señor – ; / no guardo rencor por siempre.
Is 57, 16: No estaré en pleito
perpetuo, / ni me irritaré por siempre, / porque ante mi sucumbirán / el
espíritu y el aliento que he creado.
Jon 4, 2: ¿no lo decía yo,
Señor, cuando estaba en mi tierra? Por eso intenté escapar a Tarsis, pues bien
se que eres un Dios bondadoso, compasivo, paciente y misericordioso, que te
arrepientes del mal.
Jl 2, 13: Rasgad vuestros
corazones, no vuestros vestidos, / y convertíos al Señor vuestro Dios, / un
Dios compasivo y misericordioso, / lento a la cólera y rico en amor, / que se
arrepiente del castigo.
Notas
exegéticas[5].
102 8 Son los
atributos del nombre de Yahvé, revelados a Moisés, Ex 34, 6ss, que todo el
salmo desarrolla acentuando la misericordia y la bondad.
Tres
lecturas con Noel Quesson[6]
Con Israel.
Un pecador
perdonado sube al Templo para ofrecer un "sacrificio de acción de
gracias", durante el cual hace relato del favor recibido. Acompañado de
una muchedumbre de amigos y parientes, a quienes invita a tomar parte en el
banquete sacrifical, y asociarse a su acción de graclas. ¡Es un himno al amor
de Dios! El Dios de la Alianza. Observemos el paso de la primera persona del singular
"mi", "yo", a la primera persona del plural
"nosotros", "nos"... En "aquel" pecador habla
Israel. ¡La "remisión de los pecados" no es un acto individualista
sino comunitario, desde aquellos tiempos! Profunda intuición de la solidaridad
de cada pecador con el conjunto de los pecadores... Con "¡el pecado del
mundo!"
Con Jesús.
¡Dios es bueno!
¡Dios es amor! ¡Dios es Padre! Jesús no hará otra cosa que tomar las palabras
de este salmo: "con la ternura de un padre con sus hijos"...
"Padre nuestro, que estás en los cielos, perdona nuestras ofensas". Y
el resultado de este amor, ¡es el "perdón"! Se escucha ya la parábola
del "Hijo pródigo". (Lucas 15,1-32). Se escuchan ya estas palabras:
"Amad a vuestros enemigos, entonces seréis hijos del Dios Altísimo, porque
El es bondadoso con los ingratos y los malos". (Lucas 6. 27-38).
Con nuestro tiempo.
La alegría
estalla en este canto. Dejémonos llevar por su impulso alegre, que invita a
todos los ángeles y todo el cosmos, a corear su acción de gracias. Grandeza del
hombre, que por su "ser espiritual" su "alma", es una
especie de microcosmos que resume toda la creación: "¡bendice al Señor
alma mía!" Un hombre solo, de rodillas concentra en El toda la alabanza
del universo... a condición de ser un "alma", esto es, un pedazo de
este cosmos material, pero "interiorizado" y "consciente".
Cuando oro, todo el universo ora por mí. ¡Sí, el hombre es grande, él es el
cantor del universo! Y sin embargo, ¡qué frágil es el hombre! Pensamiento muy
moderno... expresado aquí mediante una imagen inolvidable: la flor del campo,
la hierba, que florece por la mañana y se marchita por la tarde... Con este
toque poético desgarrador: "¡nadie vuelve a saber de ella!"
Segunda
lectura.
Lectura de la
primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3,
16-23
Hermanos:
¿No sabéis que
sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno
destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es
santo: y ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros
se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. Porque
la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: “El caza a
los sabios con astucia”. Y también: “El Señor penetra los pensamientos de los
sabios y conoce que son vanos”. Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres,
pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo
presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[7].
¿No sabéis que sois templo
de Dios?
1 Cor 6, 19: ¿Acaso no sabéis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido
de Dios?
Ef 2, 20-22: Estáis edificados sobre el
cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular.
Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un
templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la
construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
2 Cor 6, 16: ¿qué acuerdo puede haber entre
el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos templo del Dios vivo; así
lo dijo él: Habitaréis entre ellos y caminaré con ellos: seré su Dios y ellos
serán mi pueblo.
¿Qué nadie os engañe!
1 Cor 1, 21: Y puesto que, en la sabiduría
de Dios, el mundo no conoció a Dios por el camino de la sabiduría, quiso Dios
valerse de la necedad de la predicación para salvar a los que creen.
El que enreda a los sabios en su propia astucia.
Jb 5, 9-13: Él hace prodigios misteriosos, /
obra maravillas sin cuento: / proporciona lluvia a la tierra, / envía el agua a
los campos; / pone a los humildes en lo alto, / en lugar seguro a los abatidos;
/ trastorna los planes del arteo, / de modo que fracase en sus manejos; / enreda
en su astucia a los sabios, / arruina las decisiones tortuosas.
Sal 94, 11: Sabe el Señor que los
pensamientos del hombre / son insustanciales.
Notas exegéticas[8]:
3 16 La comunidad cristiana, cuerpo de Cristo (12, 12ss), es el verdadero
Templo de la nueva Alianza. El Espíritu que mora en ella comunica lo que el
Templo prefiguraba, lugar o estancia de la gloria de Dios. 1 R 8, 10-13; ver Jn
2,21ss; Ap 21,22 y 1 Cor 6, 19, 2 Cor 6, 16
3 17 Pablo distingue tres categorías de predicadores los que construyen con
solidez (v.14), los que construyen con materiales que no resisten la prueba (v.
15) y los que en vez de construir destruyen (v.17). Esos son sacrílegos y, como
tales, serán castigados.
4 23 Los vv. 21-23 repiten intencionadamente las expresiones de 1, 12 “Cada uno
de vosotros dice: Yo soy de Pablo. Yo soy de Apolo. Yo soy de Cefas”. Se trata
exactamente de lo contrario, replica Pablo. Vosotros no sois de esos hombres,
ellos son de vosotros, son vuestros servidores. Y están a vuestro servicio,
como toda la creación para que seáis de Cristo, quien por su parte es de Dios.
Comentario revista Homilética[9]
-Contexto
anterior:
Direcciones:
División
entre los miembros de la comunidad de Corintio (1 Cor 1, 12; 3,4): Apolo,
Pablo, Cristo.
Reflexión
sobre la verdadera sabiduría.
-Partes:
Imagen de
los “templos”:
Corintio: Afrodita
(acrópolis), Poseidón (llano).
El cristiano
es un “templo de Dios”:
Santo:
cuidarlo y evitar su destrucción.
Unidos a
Dios / evangelizador:
Cada
cristiano es templo de Dios.
Argumento de
la sabiduría:
La fe
cristiana:
No consiste
en ser sabio según lo humano.
“Hacerse
necio” para así poder entrar en la nueva sabiduría que solo Dios puede
conceder.
Trasfondo:
desprecio de “los perfectos” hacia los menos instruidos.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos:
-Habéis oído que
se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al
que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha,
preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale
también el mando; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a
quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que
se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad
a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de
vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la
lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio
tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a
vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también
los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es
perfecto.
Palabra del Señor.
Los dichos de Jesús (Fuente Q)[10]
Q 6, 32
.. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito
tenéis? ¿Acaso no hacen lo mismo los publicanos?
Q 6, 34
Y si [prestáis a quienes esperáis que os
devuelvan, ¿qué mérito tenéis?] ¿Acaso no hacen lo mismo [los gentiles].
Q 6, 36
Sed compasivos como… vuestro Padre es
compasivo.
Q 17, 3
Si tu hermano peca [contra ti], repréndele;
y si [se arrepiente], perdónale.
Q 17, 4
Y si peca contra ti siete veces al día, perdónale
siete veces.
Evangelios paralelos[11]
// Lc 6, 27-36: En cambio, a vosotros los
que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os
odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te
pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas
que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no
se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si
amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que
los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis?
También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis
cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores,
con intención de cobrárselo. Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced
el bien y prestad sin esperar nada; así será grande vuestra recompensa y seréis
hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed misericordiosos
como vuestro Padre es misericordioso.
//Lc 6, 29: Al que te pegue en una mejilla,
preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la
túnica.
Textos
paralelos[12].
Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Ex 21,24: Ojo por ojo, diente por diente,
mano por mano, pie por pie.
Lv 24,20: Fractura por fractura, ojo por
ojo, diente por diente; se le causará a él la misma lesión que él haya causado
al otro.
Dt 19,21: No tengas piedad de él: vida por
vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Is 50,6: Ofrecí la espalda a los que me
golpeaban, / las mejillas a los que mesaban mi barba, / no escondí el rostro
ante ultrajes y salivazos.
Hch 23,2: El sumo sacerdote Ananías ordenó a
sus ayudantes que lo golpeasen en la boca [a Pablo].
Rm 12,19-21: No os toméis la venganza por
vuestra cuenta, queridos; dejad más bien lugar a la justicia, pues está
escrito: “Mía es la venganza, ya daré lo merecido”, dice el Señor. Por el
contrario, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de
beber; actuando así amontonarás ascuas sobre su cabeza. No te dejes vencer por
el mal, antes bien vence el mal con el bien.
Lc 6, 30: A quien te pide dale; al que se lleve
lo tuyo, no se lo reclames.
Dt 15, 7-8: Cuando haya entre los tuyos un
pobre, entre tus hermanos, en una de tus ciudades, en la tierra que va a darte
el Señor, tu Dios, no endurezcas tu corazón ni cierres tu mano a tu hermano
pobre, sino que le abrirás la mano y le prestarás a la medida de su necesidad.
Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Lv 19, 18: No te vengarás de los hijos de tu
pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.
Lc 23, 34: Jesús decía: “Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen”.
Hch 7, 60: Luego, cayendo de rodillas y
clamando con voz potente, dijo [Esteban]: “Señor, no les tengas en cuenta este
pecado”. Y con estas palabras, murió.
Si 4, 10: Se como un padre para los
huérfanos / y como un marido para su madre. / Así serás como un hijo del
Altísimo, / y él te amará más que tu madre.
Ga 4,7: Así que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Si amáis a los que os aman.
Lv 11,44: Porque yo soy el Señor, vuestro Dios;
santificaos y sed santos, pues yo soy santo.
19,2: Di a la comunidad de los hijos de
Israel: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
Tb 12,8: Más vale la oración sincera y la
limosna hecha con rectitud que riqueza lograda con injusticia.
1Pe 1,16: Porque está escrito: “Seréis
santos, porque yo soy santo”.
St 1,4: Pero que la paciencia lleve consigo
una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[13].
5 39 Jesús alude a la llamada “ley del talión”. Al equiparar el castigo con el
daño producido, la ley marcaba una restricción de la venganza (ver Gn 4,
23-24). Jesús, con esta modificación, abre una etapa en la evolución de los
comportamientos de la que ya hay algún eco en textos rabínicos. Nótese que todos
los ejemplos propuestos (vv. 39-40) se refieren a daños personales. Jesús no prohíbe
oponerse dignamente a los ataques injustos, ver Jn 18,22s. ni, mucho menos,
combatir el mal en el mundo.
5 40 A título de prenda, ver Ex 22, 25 a; Dt 24,12 ss. Es manifiesto el giro
voluntariamente paradójico del pensamiento, ver 19,24.
5 43 La segunda parte de este mandamiento no se encuentra así en la Ley, ni
podría encontrarse. Esta expresión, forzada de una lengua pobre en matices (el
original arameo) equivale a: “No tienes por qué amar a tu enemigo”. Compárese
con Lc 14,26 y su paralelo Mt 10,37. Encontramos no obstante en Si 12,4-7 y en
los escritos de Qumram (1 QS 1,10, etc.) una detestación de los pecadores que
no está lejos del odio, y en la que Jesús no ha podido pensar.
5 44 (a) Adicción: “haced bien a los que os odien”.
5 44 (b) Adicción: “y por los que os maltraten”, ver
Lc 6, 27 ss.
5 46 (a) El término así traducido (misthós) es
frecuente en Mt (5, 12-46; 6, 1.2.16). En 10, 41-42 y 20, 78 tiene el sentido literal
de salario, lo que es debido. En los cap. 5 y 6 se quiere poner de relieve la
oposición “recompensa de los hombres / recompensa de Dios”. Jesús advierte del
peligro de una interpretación literal de este lenguaje antropomórfico, haciendo
ver que la recompensa de Dios es soberana y que se basa solo en su bondad (ver
20,15).
5 46 (b) Recaudadores de impuestos, a quienes el
cargo, ejercido con extorsión, les granjeaba el desprecio público, ver 9, 10;
18, 17ss.
4 48 La perfección de los discípulos debe corresponder a la de Dios, cuya
generosidad se extiende a malos y buenos (v.45). Lc 6, 36 no habla de
perfección, sino de bondad.
38 Oísteis que se dijo: cfr. v. 21. La mal llamada ley
del talión no era una ley, sino un principio de equidad par ano
extralimitarse. “No es la canonización de una sed de venganza, sino, por el
contrario, el principio del derecho en lugar del principio de venganza. El
principio fundamental de los hijos de Caín era (¡y es!): “Caín fue vengado
siete veces, mientras que Lamek lo fue setenta veces siete” (Gn 4,24). Contra
este principio se levanta el de la correspondencia: delito y castigo deben estar
en equilibrio. El derecho debe asegurarse, pero su realización no debe
deformarse en venganza” (J. Ratzinger). De hecho, salvo rara excepción, los
rabinos solían interpretar ojo por ojo y diente por diente no a la letra,
sino calculando una compensación pecuniaria para el agraviado.
39 El cristianismo no es condescendiente con el mal ni renuncia a la justicia;
la promueve con métodos evangélicos, y así la sobrepasa.
“Oponer resistencia” es devolver mal
por mal; o, más probablemente aquí, llevar al adversario ante los tribunales. “Nuestros
maestros enseñan: los que reciben ofensas y no las devuelven, los que son
humillados y no responden, sino que obran con amor y se alegran en los
castigos, son los que dice la Escritura Ju 5, 31 “… como el brillar del sol en
toda su potencia” (Talmud de Babilonia Git 4, 2).
Al malvado (mejor que al mal): al que es malo,
al agresor; dejar que el mal reine sin trabas, no es cristiano. La
bofetada en la mejilla derecha, si es algo más que realismo descriptivo,
indica un corazón innoble (el agresor golpea puesto detrás del ofendido); o tal
vez se trata de un signo de máximo desprecio en Oriente: golpe que se da en el
dorso de la mano.
40 La túnica: vestido interior – camisa – e oposición a el
manto (capa, o prenda exterior).
41 Una milla: el vocablo griego mílion es un latinismo. Una milla romana, como medida
de longitud, equivalía a mil pasos dobles, casi mil quinientos metros.
43 Amarás a tu prójimo: cf. referencias bíblicas en Mc
12,31.
Tu prójimo, el cercano, el compatriota: es todo
israelita. Cuando san Pablo cita este precepto, se ha ampliado el horizonte del
AT, y prójimo son todos, especialmente los hermanos en la fe (Gl
6, 10).
La limitación odiarás a tu enemigo no
aparece en el AT, sino en la literatura rabínica, p.ej. en Sifré Levítico 19,
18 (el mandamiento de no vengarse “se refiere a los hijos de tu pueblo, pero
puedes vengarte y tener rencor a los otros”, e.d., a los no israelitas. Para un
semita, odiar es “no amar”, “amar menos”, “posponer” (hebreo sn;
compárese Mt 10, 37 y Lc 14, 26). Por otra parte, la forma verbal de futuro
puede indicar la esfera de la “licitud”; puedes no amar, e. d., no es
necesario que ames.
Enemigo, en contraposición a “hermano” (v. 47), es
el enemigo personal; en sentido más amplio, es el enemigo de la comunidad, el
perseguidor de los creyentes. Textos de Qumrán – concretamente, la Regla de
la Comunidad y la Regla de la -
piden a los miembros de la secta odiar y perseguir a los enemigos
implacablemente, “amar a los hijos de la luz y odiar a los hijos de la
oscuridad”.
44 Amad con amor de caridad (verbo griego agapâte;
1 Jn 4, 8): no nos pide “tener afectos o cariño (verbo griego phileîte),
que podría ser una extorsión psicológica.
Un personaje célebre de nuestra literatura,
Don Quijote, amplificó oratoriamente estas palabras de Jesús: “El tomar
venganza injusta, que justa no puede haber alguna que lo sea, va derechamente
contra la santa ley que profesamos, en la cual se nos manda que hagamos bien a
nuestros enemigos y que amemos a los que nos aborrecen, mandamiento que, aunque
parece algo dificultoso de cumplir, no le es sino para aquellos que tienen
menos de Dios que del mundo y más de carne que de espíritu; porque Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, que nunca mintió ni pudo ni puede mentir, siendo
legislador nuestro, dijo que su yugo era suave y su carga liviana, y, así, no
nos había de mandar cosa que fuese imposible cumplirla.
45 Para que os portéis como hijos: lit., para que lleguéis a
ser (en el sentido de mostraros, manifestaros): para que vean que
sois verdaderamente hijos.
Que hace: menos probable, porque hace. De
nuevo Don Quijote (Cervantes por él) aprovechó estas palabras de Jesús: Dios “no
falta a los mosquitos del aire ni a los gusanillos de la tierra ni a los renacuajos
del agua, y es tan piadoso que hace salir su sol sobre los buenos y los malos y
llueve sobre injustos y justos”.
47 Hermanos (israelitas; o de la comunidad cristiana): algunos manuscritos
leen amigos; y, en algún texto tardío se añade: que os saludan a
vosotros.
48 Perfectos: la perfección bíblica está en la línea de
la pertenencia exclusiva a Dios (19,21). En Lc 6, 36 estas palabras están concretadas,
con visión práctica y realista: “sed misericordiosos!.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[15]:
5,42 Cristo relacional la ayuda a los pobres con amarlo a Él directamente. El
servicio a los necesitados será el asunto del juicio final. (cf. Mt 25,31-36).
# Catecismo de la Iglesia Católica 1039 y 2443.
5, 44 Seguir a Cristo requiere amar como Él ama,
perdonando a todos los que nos causan daño o mal de algún modo. Cristo murió
pro amor a todos, incluso cuando aún eran pecadores y enemigos (cf. Rm 5, 10).
Que hace salir su sol sobre… injustos: podemos confiar en la providencia
de Dios nuestro Padre todas nuestras necesidades. #1825, 1933,2608, 2828, 2844.
5, 48 Cristo invita a todos a la perfección de la
caridad. “Todos los fieles, de cualquier estado o condición están llamados a la
plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad” (Vaticano II,
Lumen Gentium 40, 2). El medio de esta caridad consiste en vivir los mandamientos
de Cristo, incluyendo sus palabras, consejos y acciones. # 1693, 1968, 2013,
2842.
Comentarios patrísticos[16]:
San Hilario de Poitiers. Sobre el Ev. de Mateo,
4, 25.
Los evangelios no sólo nos mandan abstenernos
de cometer un mal, sino que incluso buscan olvidar la ofensa y no la venganza.
Se nos manda poner la otra mejilla cuando uno sea abofeteado… También el Señor
de los poderes celestes ofreció sus mejillas a los puñetazos y sus espaldas a
los latigazos; con ello aumentó su gloria.
S. Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo,
18, 1.
Con lo que nos dio el Señor a entender que,
si nuestro hermano comete esa falta, es porque el demonio lo instiga, y, al
trasladar la culpa a otro, trata de mitigar y cortar la mayor parte de la ira
contra el que materialmente ha obrado. ¿Cómo? ¿Es que hemos de resistir – me dices
– al maligno? Ciertamente, hemos de resistirle; pero no de ese modo. Hemos de
resistirle como Él nos lo mandó: entregándonos a padecer. De este modo la
victoria es infalible. El fuego no se extingue con el fuego, sino con agua.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo,18,
4.
¡Mirad por cuántos escalones ha ido subiendo
y cómo ha terminado por colocarnos en la cúspide de la virtud! Contémoslos de
abajo arriba. El primer escalón es que no hagamos por nuestra cuenta mal a
nadie. El segundo, que si a nosotros se nos hace, no devolvamos mal por mal. El
tercero, no hacer a quien nos haya perjudicado lo mismo que a nosotros se nos
hizo. El cuarto, ofrecerse uno mismo para sufrir. El quinto, dar más que lo que
el ofensor pide a nosotros. El sexto, no aborrecer a quien todo eso hace. El
séptimo, amarlo. El octavo, hacerle beneficios. El noveno, rogar a Dios por Él.
¡He aquí la cima filosófica! De aquí también el espléndido premio que nos
promete.
San Jerónimo. Comentario al Evangelio de san
Mateo. 38.39[17].
Al suprimir la reciprocidad nuestro Señor
corta la raíz del pecado. En la Ley hay castigo, en el Evangelio, gracia. Allí
se castiga la culpa, aquí se reprime el primer brote del pecado.
San Jerónimo. Comentario al Evangelio de san
Mateo. 44[18].
Sepamos pues que Cristo no ordena lo
imposible sino que es perfecto: esto lo hizo David con Saúl y Absalón (1 Sam
24,9; 26,5; 2 Sam 18,33). También el mártir Esteban oró por sus enemigos que lo
apedreaban (Hch 7, 59), y Pablo desea ser anatema por sus perseguidores (Rm 9,
3). Esto enseñó e hizo Jesús cuando dijo: Padre, perdónales, porque no saben
lo que hacen (Lc 23, 34).
San Agustín. Sermón 386,1[19].
Mas pongamos el caso de que quien pecó
contra ti no te ha suplicado perdón; si además de pecar se aíra todavía, ¿qué has
de hacer tú? ¿Has de perdonarle o no? Supongamos que no te ha perdonado. ¿Por
qué motivo? Porque no te ha pedido perdón. Si no le has perdonado porque no te
ha suplicado, no dudes en rezar la oración del Señor, recítala confiado y no
golpees tu pecho por no haber perdonado a quien no te pidió perdón. Por tanto,
quien no te pidió perdón se quedó con la deuda, deuda que se le exigirá
ciertamente; con todo, en ti debe hallarse el amor perfecto y has de rogar por
quien no te suplica el perdón, puesto que ruegas por quien se encuentra en gran
peligro.
Juan de Ávila. En la Infraocrtava del Corpus[20]:
Se halla escrito que Dios es amor (1
Jn 4,9); y entendamos cuánto Dios se precia de aqueste nombre, y que quien
quisiere agradarle tenga su amor, y quien mucho le agradare tenga más amor. Fuego
de amor infinito es Él, y cuanto uno más se llegare a Él, más encendido estará
y más semejable en el amor; lo cual declara el Señor diciéndonos: Amad a
vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecieren, y rogad por los que os
persigan y acusan, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos
(Mt 5, 44). No os engañe nadie; ninguno gtiene más santidad de cuanto está
junto con el Santo de los santos, que es Dios; y ninguno se junta con Él sino
por el amor, y quien más ama, más junto está.
Comentario de José Luis Sicre[21]
-La ley del talión:
No es de origen
bíblico, sino mesopotámico.
Código de
Hammurabi (s. XVIII a.C.):
“Si un hombre
deja tuerto a otro, lo dejarán tuerto” (n. 196).
“Si le rompe
un hueso a otro, que le rompan un hueso” (n. 197).
Intenta poner freno
a la crueldad de las personas frente a la venganza incontrolada (muerte por
cicatriz).
Licitud de la
venganza.
Esquilo. Las
Coéforas: “¿A caso no es santo y justo devolver a un enemigo mal por mal?”.
-Jesús no
acepta esta actitud en sus discípulos:
Entrega y
generosidad / enfrentamiento.
5 casos
concretos:
Bofetada,
pleito, túnica, caminar (los soldados romanos podían obligar a los judíos a
llevarles su impedimenta esta distancia), préstamo.
Pero podría
ocurrir que el pobre tenga que aterirse de frío sin su capa:
Luz: “Estos logia
contienen una cierta dosis de provocación deliberada. Tratan de causar
extrañeza, de sacudir, de protestar simbólicamente contra el círculo de la
violencia. Son expresión de una protesta contra cualquier tipo de espiral de la
violencia deshumanizadora, o de la esperanza en otra conducta del ser humano
diferente a la que se da en la vida cotidiana. Pero no quedan ahí, porque
invitan a una conducta activa. En esta conducta puede haber un factor de
protesta y un factor provocativo contra la violencia que impera en el mundo”.
Nos obligan a
analizar nuestra actitud global ante el prójimo: si vivimos con espíritu de
venganza, de rencor, de regatear al máximo nuestra ayuda, o si actuamos con
generosidad y entrega.
-A quien te
fuerza (aggareísei) a caminar una milla:
Imperio Persa y
Romano: derecho de algunos funcionarios.
Simón de Cirene
los soldados lo fuerzan (eggáreisan)
[1] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[2] Ib.
[3] Homilética. 2020/1. Sal Terrae. Pgs. 76-77.
[4] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[5] Ib.
[6] Noel Quesson. 50
salmos para todas los días. Tomo I. Paulinas. Bogotá (Colombia). 1988. https://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/07A/marco_domingo_07A.htm
[7] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[8] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[9] Homilética. 2020/1. Sal Terrae. Pgs. 77
[10] Guijarro, Santiago. Los
dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.
[11] Sagrada Biblia, versión
oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.
[12] Indicaciones Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019. Texto Sagrada Biblia,
versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[13] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[14] Iglesias González, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[15] Biblia Didaje con comentarios
del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de
www.vatican.va
[16] Merino Rodríguez, M. La
Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio
según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[17] San Jerónimo. Comentario
al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[18] San Jerónimo. Comentario
al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[19] Pío de Luis, OSA. Comentarios
de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción.
Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[20] San Juan de Ávila. Obras
Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pg.643
[21] José Luis Sicre. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz.
Verbo Divino. Pamplona. 2019.
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