Lectura del libro de Isaías 62, 1-5.
Por amor a Sion no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre
nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fulgida en la mano del
Señor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán “Abandonada” ni
a tu tierra “Devastada”; a ti te llamarán “Mi predilecta”, y a tu tierra “Desposada”,
porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá un esposo. Como un joven
se desposa con una doncella, así te desposan tus constructores. Como se
regocija el marido con su esposa, se regocija tu Dios contigo.
Textos
paralelos.
Te llamarán con un nombre nuevo.
Is 56, 5:
Les daré en mi casa y en mis murallas un monumento y un nombre mejores que
hijos e hijas; nombre eterno les daré que no se extinguirá.
Is 65, 15:
Legaréis vuestro nombre a mis elegidos como fórmula de imprecación. A vosotros
el Señor os dará muerte y a sus siervos les dará otro nombre.
Jamás te
dirán “Abandonada”.
Os 2, 25: Y
me la sembraré en el país, me compadeceré de Incompadecida y diré a
No-pueblo-mío: Eres mi pueblo y él responderá: Dios mío.
Is 60, 15: Estuviste
abandonada, aborrecida, sin un transeúnte, pero te haré el orgullo de los siglos,
la delicia de todas las edades.
Te
llamarán “Mi complacencia”.
Is 1, 26:
Te daré jueces como los antiguos, consejeros como los de antaño: entonces te
llamarás Ciudad Justa, Villa Fiel.
Serás el
gozo de tu Dios por ti.
Is 65, 19:
Me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella
gemidos ni llantos.
Notas exegéticas.
62 Nuevo poema a la gloria de Jerusalén,
como el cap. 60. Pero aquí, el tema de los desposorios adquiere gran relieve:
el triunfo de Jerusalén y del país, que le rodea consiste en convertirse en
esposa de Yahvé.
62 4 “Abandonada” (Azubah), “Mi
complacencia” (Jefsi-Bah): estos nombres dados aquía Jerusalén y al país
de Judá a causa de su significación son nombres propios comprobados en otros
lugares de la Biblia. En esta atribución de nombres propios se reconoce el uso
profético iniciado por Os 2, 25.
62 5 “Se casará contigo tu
edificador” yib’alek honek conj. según el comentario; “se casarán contigo
tus hijos” yib’aluk banayik hebreo.
Comentario Homilética.
-Tercer Isaías:
Profeta anónimo que escribe en Jerusalén después de la vuelta del
exilio (s. VI-V a.C.).
Situación desalentadora, particularmente para los afligidos,
presos y esclavos.
Desmoralización.
Mensaje: hacia el futuro:
Jerusalén, esposa de Yahvé, va a recibir una promesa de salvación.
Día de bodas / reconciliación.
El pasado de Jerusalén, ciudad abandonada y devastada, no turba el
tono gozoso y alegre del poema.
De ciudad abandonada y devastada pasará a ser ciudad desposada.
Salmo responsorial
Salmo 96 (95) 1-3.7-8a.9-10.
Contad
las maravillas del Señor
a
todas las naciones. R/.
Cantad
al Señor un cántico nuevo,
cantad
al Señor, toda la tierra;
cantad
al Señor, bendecid su nombre. R/.
Proclamad
día tras día su victoria.
Contad
a los pueblos su gloria,
sus
maravillas a todas las naciones. R/.
Familias
de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad
la gloria y el poder del Señor;
aclamad
la gloria del nombre del Señor. R/.
Postraos
ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble
en su presencia la tierra toda.
Decid
a los pueblos: “El Señor es rey:
él
gobierna a los pueblos rectamente”. R/.
Textos
paralelos.
1 Cro 16, 23-33: Canta al Señor la tierra entera, pregonad día
tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas
las naciones; porque es grande el Señor y muy digno de alabanza; más temible
que todos los dioses. Pues los dioses de los paganos son apariencia, mientras
que el Señor hizo los cielos; honor y majestad están en su presencia, fuerza y
belleza en su santuario. Tributad al Señor, familias de los pueblos, tributad
al Señor gloria y poder, tributad al Señor la gloria de su nombre, entrad en
sus atrios trayéndole ofrendas; postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra entera. Él afianzó el orbe y no vacilará. Alégrese
los cielos, goce la tierra, y digan los pueblos: “El Señor es rey”. Retumbe el
mar y cuanto contiene, exulte la campiña y cuanto hay en ella, aclamen los
árboles silvestres delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra.
Sal 98, 1: Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho
maravillas; su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
Anunciad su salvación día a día.
Sal 98, 2: El Señor da a conocer su victoria, revela su justicia a
la vista de los pueblos.
Sal 105, 1: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, informad de
sus hazañas a los pueblos.
Tributad a Yahvé, familias de los pueblos.
Sal 29, 1-2a: Hijos de Dios, aclamad al Señor; aclamad la gloria y
el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor.
Postraos ante Yahvé en el atrio sagrado.
Sal 29, 2b: Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
El orbe está seguro, no vacila.
Sal 93, 1: El Señor reina, de majestad vestido, el poder, vestido
y ceñido de poder. Así está firme el orbe y no vacila.
Notas exegéticas.
96 Este himno, que agrupa quizá dos
poemas que celebran la realeza divina y el advenimiento del Juez del mundo, se
compone de reminiscencias de Salmos y de Isaías. – El orden es distinto en la
recensión de 1 Cro 16, 23-33. – El griego añade un título al salmo: “Cántico de
David. Cuando se construía la casa tras el cautiverio”.
96 8 El poeta sigue el Sal 29, 1-2,
cuyo tono universalista acentúa.
Segunda
lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11.
Hermanos:
Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad
de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un
mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación
del Espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con
sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay
quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu,
donde curar. A este se le ha concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A
otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas;
a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto,
repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Textos
paralelos.
A cada cual se le otorga la manifestación del
Espíritu.
Hch 1, 8: Pero recibiréis la
fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en
Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.
1 Co 12, 28-30: Dios los
dispuso en la Iglesia: primero apóstoles, segundo profetas, tercero maestros,
después milagros, después carismas de curaciones, de asistencia, de gobierno,
de lenguas diversas. ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿son todos maestros?,
¿son todos taumaturgos?, ¿tienen todos carismas de curaciones?, ¿hablan todos
lenguas arcanas? ¿son todos intérpretes?
Rm 12, 6-8: Usemos los dones
diversos que poseemos según la gracia que nos han concedido: por ejemplo, la
profecía regulada por la fe, el servicio para administrar la enseñanza, para enseñar;
el que exhorta, exhortando; el que reparte, con generosidad; el que preside,
con diligencia; el que alivia, de buen humor.
Don de profecía.
Hch 11, 27: Por aquel tiempo bajaron unos
profetas de Jerusalén a Antioquía.
A otro, discernimiento de espíritus.
1 Jn 4, 1-3: Queridos, no os fieis de
cualquier espíritu, antes comprobad si los espíritus proceden de Dios; pues
muchos falsos profetas han venido al mundo. El Espíritu de Dios lo reconoceréis
en lo siguiente: todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne mortal
procede de Dios; todo espíritu que no confiesa a Jesús no procede de Dios, sino
más bien del Anticristo. Oísteis que iba a venir, ahora ya está en el mundo.
Don de interpretarlas.
Hch 2, 4: Se llenaron todos del Espíritu
Santo y empezaron a hablar lenguas extranjeras, según el Espíritu Santo les permitía
expresarse.
Notas
exegéticas.
12 4 Pablo pone los carismas en
paralelo con los “misterios” (servicios) y la “diversidad de actuaciones”, y
atribuye el conjunto de esta animación eclesial no solo al Espíritu, sino
también al Señor (Jesús) y a Dios (Padre). Anuncia ya los grandes temas de la
parábola del cuerpo: la diversidad y la unidad (oposición entre “diversidad de “
y “un mismo”).
12 6 Nótese la presentación
trinitaria del pensamiento.
12 8 (a) Probablemente para exponer las
verdades cristianas más elevadas, las que se refieren al ser de Dios y su acción
en nosotros: la enseñanza “de lo perfecto” de Hb 6, 1.
12 8 (b) El don de exponer las verdades elementales
del cristianismo: “la enseñanza elemental acerca de Cristo” de Hb 6, 1.
12 9 La fe en grado extraordinario.
12 10 (a) El don de distinguir el origen
(Dios, la naturaleza, el Maligno) de los fenómenos carismáticos.
12 10 (b) El carisma de las lenguas – glosolalia – o de la xenoglosia (lenguas extrañas) es el don de
alabar a Dios profiriendo, bajo la acción del Espíritu Santo y en estado más o
menos extáticos, sonidos ininteligibles. Es lo que Pablo llama “hablar en
lenguas” o “hablar en lengua”. Este carisma se remonta a la iglesia primitiva,
en la que era el primer efecto sensible de la venida del Espíritu a las almas.
Comentario Homilética.
-Cartas de San Pablo:
Respuesta a situaciones reales por
las que atravesaban las comunidades paulinas / exposición articulada.
-Comunidad de Corintio:
Reflejo de la ciudad: popular,
dispar, plural, diversa, portuaria (2 puertos), con tránsito permanente de
personas, infinidad de religiones y filosofías.
-Mundo grecorromano:
Politeísta.
Sectas paganas que cultivan el
dualismo entre espíritus buenos y malos.
La comunidad cristiana: monoteísta.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Juan 2, 1-11.
En aquel tiempo,
había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaban allí. Jesús y
sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre
de Jesús le dice:
-No tienen vino.
Jesús le dice:
-Mujer, ¿qué tengo
yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dice a los
sirvientes:
-Haced lo que él os
diga.
Había allí colocadas
seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros
cada una. Jesús les dice:
-Llenad las tinajas
de gua.
Y las llenaron hasta
arriba. Entonces les dice:
-Sacad ahora y
llevadlo al mayordomo.
Ellos se lo
llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde
venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces
llama al esposo y le dice:
-Todo el mundo pone
primero el vino nuevo y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado
el vino bueno hasta ahora.
Este fue el primero
de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y
sus discípulos creyeron en él.
Textos
paralelos.
Boda en Caná de Galilea.
Jn 21, 2: Estaban
juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Mellizo), Natanael de Caná de Galilea,
los Zebedeos y otros discípulos.
Haced lo que él os
diga.
Gn 41, 55: Llegó el
hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan para el Faraón; el Faraón decía
a los egipcios: Dirigíos a José y haced lo que él os diga.
Dos o tres medidas
cada una.
Mc 7, 3-4: Es a saber
que los fariseos y los judíos en general no comen sin antes lavarse las manos
restregando, siguiendo la tradición de los ancianos; cuando vuelven del
mercado, no comen sin antes lavarse; y observan otras muchas reglas
tradicionales, abluciones de copas, jarras y ollas.
Cuando ya están
bebidos.
Mt 26, 29: Os digo
que en adelante no beberé de este producto de la vid hasta el día en que lo
beba con vosotros en el reino de mi Padre.
Lc 5, 37-39: Llegará
un día en que les arrebaten el novio: entonces ayunarán. Y les propuso una
comparación: Nadie rasga un retazo de un manto nuevo para remediar uno viejo.
Pues sería rasgar el nuevo, y el remiendo del nuevo no le cae bien al viejo.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; pues el vino nuevo reventaría los odres,
se derramaría y los odres se echarían a perder. El vino nuevo se ha de echar en
odres nuevos. Nadie que ha bebido el viejo quiere el nuevo; pues dice: bueno es
el viejo.
Comienzo de los signos
que realizó Jesús.
Jn 4, 54: Esta fue
la segunda señal que hizo Jesús cuando se trasladó de Judea a Galilea.
Jn 12, 37: A pesar
de las muchas señales que había realizado en su presencia no creían en él.
Ex 4, 30-31: Aarón
repitió todo lo que el Señor había dicho a Moisés, y este realizó los signos
ante el pueblo. El pueblo creyó, y al oír que el Señor se ocupaba de los
israelitas y se fijaba en su opresión, se inclinaron y se postraron.
Jn 1, 14: La Palabra se hizo
carne y acampó entre nosotros. Contemplamos su gloria, gloria como de Hijo
único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.
2 1
(a) Tres
días después del encuentro con Felipe y Natanael. De este modo, el evangelio se
abre con una semana completa, contada día por día, y que concluye con la
manifestación de la gloria de Dios.
2 1
(b) María
está presente en el primer milagro que manifiesta la gloria de Jesús, y de
nuevo en la cruz. Con evidente intención, varios rasgos se corresponden en las
dos escenas.
2 4
(a) Lit.:
“¿Qué a mí y a ti?”. Semitismo bastante frecuente en el AT y en el NT. Se
emplea para rechazar una intervención que se juzga inoportuna y hasta para
indicar a alguien que no se quiere mantener relación alguna con él. Solo el contexto
permite precisar el matiz exacto en cada caso. Aquí Jesús presenta a su madre
la dificultad de que “todavía no ha llegado su hora”.
2 4
(b) Este
tratamiento, insólito en un hijo para con su madre, se repetirá en 19, 26,
donde su significación se aclara como evocación de Gn 3, 15.20. María es la
nueva Eva, “la madre de los vivientes”.
2 4
(c) La
“hora” de Jesús es la hora de su glorificación, de su vuelta a la diestra del
Padre. El evangelio señala su proximidad. Fijada por el Padre, no podrá ser
adelantada. Con todo, el milagro conseguido con la intervención de María será
su anuncio simbólico.
2 11
Al
igual que Moisés Jesús debe realizar “signos” para probar que ha sido enviado
por Dios, ya que solo Dios puede obrar contra las leyes de la naturaleza. Durante
su vida terrestre realizará seis, el último de ellos la resurrección de Lázaro,
que prefigura su propia resurrección, el signo por excelencia. Estos signos, y
otros muchos que no se han descrito explícitamente, deben suscitar la fe en la
misión de Cristo, sin embargo, es una nota de decepción lo que cierra la
primera parte del evangelio, de redacción probablemente más tardía. Jesús
reprocha a sus interlocutores que tengan necesidad de “signos” para creer. A
excepción de este último texto, el término “signo” lo usa solo el evangelista a
propósito de Jesús; por su parte, Jesús habla de sus “obras” o de las obras de
los discípulos.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.
2 1-2
AL TERCER
DÍA después de lo narrado en 1, 43-51: e.d., el día séptimo, si empezamos a
contar desde el testimonio del Bautista en 1, 19-27. // CANÁ DE GALILEA: entre
los evangelistas solo Juan cita esta población (aquí y en el v. 11; 4, 46; 21,
2), innominada en todo el AT y en el resto del NT. ¿Qué significado tiene lo ocurrido
en esta aldea, cuya localización se discute, para que Jn haya guardado su
recuerdo? // LA MADRE DE JESÚS participa en el “prototipo” de los demás signos
o pruebas milagrosas. Sin llamarla por su nombre propio (como tampoco lo hace
en todo su Evangelio), aparece por primera vez María, que en Jn es más que una
persona individual: es figura, símbolo, como tal, es designada la Madre,
y, directamente: Mujer. Después de esta escena “desaparecerá” hasta la
crucifixión de Jesús (cf. Jn 19, 25-27). La redacción del texto parece sugerir
que la presencia de María motivó que TAMBIÉN fuera invitado JESÚS con SUS
DISCÍPULOS.
3 Algunos manuscritos
añaden la explicación: “no tienen vino porque se les terminó el vino de l
boda”. Propiamente María no pide un milagro, ni apunta soluciones; se
limita a exponer una necesidad que ha advertido.
4 QUÉ (TENGO en común,
o QUÉ VER) YO CONTIGO (lit. que para mí y para ti): cf. Mt 8, 29 con ese
giro en plural. Esta fórmula señala que los interlocutores hablan desde
distintos puntos de vista, y puede entenderse qué quieres tú de mí, o por
qué vienes tú a mí, o qué asunto hay par que lo tratemos tú y yo. //
MUJER: el empleo de esta palabra no indica falta de respeto; tratándose de “la
Madre de Jesús”, tiene además en Jn cierto tono solemne no exento de
simbolismo: es “la Mujer”. // TODAVÍA NO… MI HORA: sobre “la hora” de su
Pasión y glorificación; mientras tanto, durante su ministerio público, María
quedará en segundo plano. Si se acepta que la segunda frase de Jesús es también
interrogativa (=¿es que no ha llegado lla mi hora?), habría que decir
que “la hora” de Jesús se adelantó a este signo de Caná y cubrió toda su vida
pública. La traducción afirmativa adoptada, deja entender que Jesús, que empieza
a manifestarse como Mesías, implícitamente remite a María a la hora de su
manifestación plena en la cruz: “No ha llegado mi hora en que con el nombre de
Mujer, padeciendo en la carne que me diste, te nombraré”, comentaba, entre nuestros
clásicos, Quevedo en el s. XVII.
5 DE JESÚS: lit. de
él. En cierto sentido, la respuesta de Jesús tenía un tono similar a la de
Lc 2, 49, pero Jn ya no dice que María “no entendió” (Lc 2, 50); desde aquel
misterio del Niño en el templo han pasado bastantes años y María ha crecido en
conocimiento de su Hijo. Lo que ella dice a los sirvientes (testamento
espiritual de la Madre, últimas palabras suyas conservadas en los
Evangelios) indican que intuía cuál era la voluntad de Jesús; su consejo
coincide con el del Padre (“¡escuchadlo!”: Lc 9, 35). Se ha sugerido la
comparación entre las palabras de María a los sirvientes y la ratificación de
la Alianza por el pueblo: “Hermanos todo lo que ha dicho Yahvé” (Ex 19, 8; 24,
3); si esto se admite, hay que concluir que María queda en relieve como figura
representativa del Israel fiel (Muñoz León).
6 CONFORME A… LA PURIFICACIÓN:
lit. conforme a – o para – la purificación de los judíos. Para
las abluciones de los judíos (cf. Mc 7, 3-4; ¿y Jn 3, 25), las vasijas de piedra,
que no se contaminaban ritualmente, eran preferidas a las de barro o de madera.
Jesús va a transformar el agua de la antigua alianza en el vino mejor de la
revelación evangélica. // DOS O TRES METRETAS: cada “metreta” equivalía a unos 40
litros.
9-10
El
vino abundante es, en los escritos proféticos del AT, signo de la abundancia de
los bienes mesiánicos, de la felicidad de los últimos tiempos (cf. Is 25, 6; Jr
31, 12; Am 9, 13). En la tradición judía, la Torah es llamada frecuentemente “vino”,
que también simbolizó la ley que iba a enseñar el Mesías. Cf., además la
efusión del Espíritu en Pentecostés, con efectos externos comparables a los de
la embriaguez, al decir de los observadores (Hch 2, 13). // TODOS: lit. todo
hombre. // EL VINO MEJOR: lit. el buen (positivo que hace veces de
comparativo y superlativo) vino.
11 Lit. esto hizo
comienzo de las señales el Jesús en Caná de la Galilea, etc. “Comienzo”: no
con el sentido de primero en una serie (al que seguirá un segundo, un tercero,
etc.), sino como modelo-tipo (PROTOTIPO) de los siguientes. “Signo revelador”
es el vocablo de Jn para la “prueba maravillosa” en los Sinópticos, lo que
nosotros llamaríamos, sin más, “milagro”: una prueba o símbolo, una muestra no
tanto del poder de Dios cuanto de la verdadera realidad de Jesús, Dios que se
revela presente (cf. Hch 2, 22). Jn ha seleccionado siete de estos signos
reveladores. Con la palabra signo, el verbo más usado en el NT es hacer;
la traducción prefiere ofrecer, mostrar, etc., ya que en nuestro idioma “hacer
señales” o “hacer signos” significa otra cosa. // Y ASÍ MANIFESTÓ (o también, para
manifestar ) SU ESPLENDOR, su cualidad divina, su gloria propia del Hijo de Dios (cf. 1,
14). // El objetivo inmediato del milagro fue solucionar una carencia material;
la finalidad profunda era que SUS DISCÍPULOS empezaran A CREER EN ÉL.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
2,
1-12 Cristo obró su primer milagro en el banquete de bodas de Caná por
petición de su madre, María. El banquete de bodas de Caná es una afirmación del
carácter sagrado del matrimonio cristiano, que Cristo elevó al nivel de
sacramento. Este banquete de bodas prefigura también el eterno banquete de
bodas del Cordero en el cielo, en el que habrá una unión perfecta y gozosa
entre Cristo y cada miembro de su Cuerpo Místico, la Iglesia. Dado que no se
menciona a José, el padre adoptivo de Jesús y marido de María, tanto aquí como
en el resto del Evangelio, se puede deducir que José había fallecido antes de
que Cristo comenzara su vida pública. Cat. 967-975, 1613, 2618.
2, 3
La
preocupación maternal de María sigue vigente hacia cada persona a través de su
poderosa intercesión. Una conocida devoción mariana, el Memorare, dice
así: “Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que
ninguno de los que han acudido a tu protección implorando tu auxilio, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a ti acudo, Madre, Virgen de las
vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante
ti, Madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente.
Amén". Cat. 2618, 2677.
2, 4
La
respuesta de Cristo reconduce la petición de su Madre. Ya de niño, Jesús había
reconducido la recriminación de su Madre tras hallarle perdido en el Templo (cf.
Lc 2, 41s). Jesús el hace ver ahora a María que aquí solo se va a anticipar su Hora
(la Hora de Jesús llega cuando comienza su entrega en la Pasión: Jn 13, 1).
María aprende así a percibir el milagro como un signo. Al llamar a su madre “mujer”,
Cristo hace alusión a su papel de nueva Eva (Gn 3, 15), cuya obediencia a Dios
contrasta con la desobediencia de Eva; más tarde, su papel de nueva Eva (Gn 3,
15), cuya obediencia a Dios contrasta con la desobediencia de Eva; más tarde,
cuando María se mantenga al pie de la cruz, Cristo volverá a dirigirse a ella
como “mujer”. Cat. 964 y 2168.
2, 5
Raras
veces se cita a María directamente en la Escritura, y cada una de sus intervenciones
está cargada de un profundo significado para todos los cristianos. La instrucción
que dio a los sirvientes supone un principio fundamental para cualesquiera que
desee seguir a Cristo. Cat. 148, 2674.
2,
10 La
transformación del agua en vino tiene varios significados. Una de las lecciones
obvias que se puede sacar de este milagro es la importancia de ofrecer lo mejor
para gloria de Dios. Se dieron cuenta claramente de que el vino era excelente.
Entre otras, están la prefiguración de la Eucaristía, en el que el vino se
transforma en cuerpo y sangre de Cristo, el “vino nuevo” del banquete nupcial
celestial. También se anuncia que en poco tiempo Cristo será glorificado y la
Nueva Alianza simbolizada, lo que completaría y reemplazaría la Antigua Alianza
entre Dios e Israel. Cat. 1335.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
968 Por su total adhesión
a la voluntad del Padre, a la obra redentora de su Hijo, a toda moción del
Espíritu Santo, la Virgen María es para la Iglesia el modelo de la fe y de la
caridad. Por eso es “miembro supereminente y del todo singular de la Iglesia”
(Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, 59),
incluso constituye “la figura” (typus) de la Iglesia (o.c., 63).
968 Pero su papel con relación
a la Iglesia y a toda la humanidad va más lejos: “Colaboró de manera totalmente
singular a la obra del Salvador por su obediencia, su fe, esperanza y ardiente
amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es
nuestra Madre en el orden de la gracia” (o.c., 61).
1613
En
el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo – a petición de su
Madre – con ocasión de un banquete de bodas. La Iglesia concede una gran
importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la
confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el
matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo.
2618
El
Evangelio nos revela cómo María ora e intercede en la fe en Caná, la madre de
Jesús ruega a su Hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de
otro banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a
petición de la Iglesia, su Esposa. Y en la hora de la nueva Alianza, al pie de
la Cruz, María es escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera “madre de
los que viven”.
Notas exegéticas Biblia del Peregrino
2, 1-11 La boda sustenta y unifica los
símbolos. El matrimonio es en el AT símbolo frecuente del amor de Yahwh por
la comunidad, muchas veces personificada en la capital (Os 2, Is 1, 21-26; Ez
16; Bar 4-5). En el NT es símbolo de la unión del Mesías con la Iglesia (Ef 5,
21-33; Mt 22, 1-14; Ap 12; 2 Cor 11, 1-4). El vino es don de amor (Cant 1, 2) y
se anuncia como don mesiánico (Am 9, 13-14; Os 14, 7; Jr 31, 12; Is 25, 6). Es
además símbolo del Espíritu (Hch 2, 15-16).
Comentarios
de los Santos Padres.
Quien no tuvo a
menos asumir la naturaleza de siervo, con mayor razón no tendría inconveniente
en asistir a los desposorios de unos siervos.
Juan Crisóstomo, Homilías
sobre el Ev. de Juan, 21, 1. IV, pg. 154.
Con su presencia
honró el matrimonio, que es alegría y regocijo de todos, y así (el Salvador) canceló
la antigua tristeza del parto.
Cirilo de Alejandría,
Comentario al Ev. de[1] Juan, 2, 1. IV, pg. 155.
María Santísima le
dice: “No tienen vino”. Jesús, como contrariado, le responde: “Mujer, ¿qué nos
va a ti y a mí?”. No cabe duda de que esta respuesta es la de uno que se ha
contrariado. Pero, en mi opinión, es porque su madre le advertía tan de repente
la falta de bebida material, cuando él había venido a procurar a todos los
hombres del mundo la nueva bebida de la salvación eterna. Pues con lo de “todavía
no ha llegado mi hora”, estaba anunciando el tiempo gloriosísimo de su pasión,
o el vino de nuestra redención, provechoso para la vida de todos. Lo que pedía
María era un beneficio temporal; lo que Cristo preparaba era el gozo eterno.
Con todo, el Señor en su bondad no dudó en hacer aquel pequeño favor, mientras
llegaban las gracias mayores.
Máximo de Turín, Sermones,
23. IV, pg. 158.
El evangelista no
precisó sin motivo eso de “para las purificaciones de los judíos”, no fuera a
ser que algún incrédulo pensara que se había quedado en su interior alguna hez
de vino que, al mezclarse con el agua vertida en ellas, habría producido una
especie de vino ligerísimo. Por eso dice “para las purificaciones de los judíos”,
para precisar que en aquellas tinajas jamás se había guardado vino. Pues como
Palestina padece escasez de agua y siendo raros allí los manantiales, los
judíos tenían tinajas llenas de agua para no verse en la obligación de acudir
al río cuando quedaban impuros y para tener a mano el medio de purificarse.
Juan Crisóstomo, Homilías
sobre el Ev. de Juan, 22, 2. IV, pg. 161.
Hermanos carísimos,
veneremos con toda el alma estas bodas de Cristo y de la Iglesia, que entonces
se representaban en una aldea, y ahora se celebran en el mundo entero.
Beda, Homilías
sobre los Evangelios, 1, 14. IV, pg. 164.
San Agustín
Excluido todo significado místico, el hecho de que el Señor, invitado,
haya asistido a la boda, quiso confirmar que él es el autor del matrimonio.
Habían de surgir los hombres de quienes habla el Apóstol, que prohibirían el
matrimonio, diciendo que es cosa mala e invención del diablo, siendo así que el
mismo Señor en el evangelio, a la pregunta de si es lícito al hombre despedir a
la mujer por una causa cualquiera, responde negativamente, a no ser en caso de
fornicación. La respuesta, si recordáis, suena así: Lo que Dios ha unido, no
lo separe el hombre (Mt 19, 6).
Comentario sobre el evangelio de San Juan 9, 2. II, pg. 718.
San Juan de Ávila
Factae sunt nuptiae in Cana Galileae. Fueron hechas bodas en Caná de la provincia de Galilea (Jn 2, 1). En gran manera es
Nuestro Señor amigo de la unidad; es su oficio ayuntar las cosas apartadas y
divididas, y las juntas conservarlas en su unidad; parecióle bien a sus ojos,
agradóle la unidad. Veremos en esto, si bien miramos, el mesmo ser de Dios, que
es tan unísima esencia, simplicísima, que no se puede pensar cosa que más una
sea, sin ninguna composición ni división.
Domingo 2 después de Epifanía. III, pg. 96.
Pues aprendan de la Reina de los ángeles, que nunca hablaba sino para
una de estas tres cosas: o para ser informada, como se muestra en la embajada
del ángel, que le preguntó que cómo podría ser aquello que le decía: oyó la
respuesta que con
obra del Espíritu Santo (Lc 1, 34ss.); o para socorrer faltas o miserias de prójimos como se muestra
en el Evangelio que dijo nuestra Señora a su Hijo en el convite: No tienen vino (Jn 2, 3): habló para remediar
aquella falta; o para mostrar su fatiga o congoja, como se muestra en el
Evangelio de cuando se perdió el Señor, que dijo: Hijo, ¿cómo lo habéis hecho ansí? Que yo y vuestro
padre con gran dolor os hemos buscado (Lc 2, 48). El alma que quisiere aprovechar
es de menester que su conversación y habla sea con alguno de estos intentos,
conviene a saber: o para ser informada o instruida, o para socorrer necesidades
de faltas de prójimos, o para mostrar sus fatigas y miserias.
A una doncella. IV, pg. 718.
Mire y remire el que gobierna república si tiene esta fortaleza de
amor, que, como fuerte vino, le embriague y saque de sí y de sus intereses y pase
a ser padre de muchos con el amor y esclavo de ellos con el trabajo. Y a todo
aquello que a esto le contradijere, desconocerlo, por muy conocido y amado que
sea, y decirle lo que el Señor dijo a su benditísima Madre: Mujer, ¿qué a mí contigo?
(Jn 2, 4). ¿Qué
parentesco, qué conjunción puede haber más íntima que la que el Hijo de Dios
tenía con su benditísima Madre? Y cuando se ofreció que convenía a la honra del
Padre, que eternamente lo engendró, que el milagro se hiciese, no cuando era
pedido, desconoce tal Hijo a tal Madre; para darnos ejemplo de tener cuenta con
lo que Dios quiere, sin tenerla, poco ni mucho, con lo que a esto contradijere.
A un señor de este reino, siendo asistente de Sevilla. OC IV, pg. 61.
-¿Qué haré por la Virgen? Muchos bienes me ha dado Dios por ella, ¿qué
haré por ella? - ¿Acuérdaseos de aquellas bodas cuando faltó el vino, que dijo
la Virgen a su Hijo: “Hijo, no tienen vino, compasión tengo de ellos”? Díjole nuestro Redemptor: Mujer, ¿qué tengo que ver
contigo? – “¡Bien
lo entiendo!”. Base a los que servían las bodas: Quodqumque dixerit vobis, facite: Todo lo que os
dijere mi Hijo
hacedlo (Jn 2, 5). Y así el mayor
servicio que le podéis hacer es hacer lo que manda su Hijo: “Señora, por
vuestro amor perdono esta injuria”. ¿Tenéis amor malo a mujer: “Quiero
apartarme de ella por vos. Quiero callar, silencio quiero tener por amor de
vos; aquello que más me duele hacerlo o dejarlo de hacer, ofrecerlo por la
Virgen”. Que quererla bien y no imitarla, poco aprovecha. Imitémosla en la humildad
y en las demás virtudes; porque ella es el dechado de quien hemos de sacarlas;
y haciendo esto nos alcanzará gracia y después gloria.
Sermones de Nuestra Señora, III, pg. 854.
Olvidado tenemos a Dios y a su ley, y por eso no somos visitados de la Virgen,
que ella ansí lo siente, pues dice: Quodcumque dixerit vobis, facite (Jn 2, 5).
Visitación de la Virgen. III, pg. 893.
Y si la amamos, imitémosla; si por Madre la tenemos, obedezcámosla. Y
lo que nos manda es que hagamos todo aquello que su hijo bendicto nos manda (cf. Jn 2, 5). Porque el camino
por donde ella ganó lo que tiene, la obediencia de Dios fue.
Asunción de María, III, pg. 946.
Esfuércese vuestra reverencia en la gracia del Señor, y haga buen
rostro a la cruz, y no espere en lo que ya queda de la vida sino un trabajo
sobre otro. Los cuales, cuanto más crecidos fueren, tanto más los tome por
prenda de su salvación y por señales de que el descanso está cerca, que ya sabe
que al fin de los caminos está una cuesta para subir a la ciudad, la cual,
aunque por una parte cansa mucho, por venir sobre cansancio, mas por otra da
consuelo, por ser trabajo que da fin a los trabajos, entrando el hombre en la
ciudad deseada. Y este postrer trtabajo, que a la vejez suele venir, es el buen vino de la cruz, el cual el Señor guarda para dar a sus amigos a la postre, como cuando convirtió el agua
en vino (Jn 2, 10). Bébalo vuestra reverencia con alegría, porque de él se
entiende: Inebriamini,
carissimi[2]
(Ct 5, 1). Y
por medio de él espere ser uno de aquellos de los cuales está escrito: Inebriabuntur ab ubertate
domus tuae, et torrente voluptatis tuae potabis eos[3]
(Sal 35, 9); y
no piense que tardará mucho este día, pues nuestro barro es tan flaco y tantos golpes
le dan, que, cuando no pensemos, será quebrado, y diremos: Laqueus contritus est, et
nos liberati sumus[4] (Sal 123, 7).
A un amigo sacerdote. OC IV, pg. 605-606.
San Oscar Romero.
La actitud de María debe ser nuestra actitud de Iglesia: confiada pero
activa. Orar como si todo dependiera de él, pero trabajar como si todo
dependiera de nosotros porque apenas le dice a Jesús su oración, María se va a
decir a los sirvientes: "pongamos nuestra parte, llenemos las tinajas,
obedezcamos a lo que él dice". No se puede dar un milagro sólo esperándolo
de Dios, hay que poner de nuestra parte todo lo que está a nuestro alcance...
Supone, pues, el milagro pero también supone la acción. María es la conjugación
maravillosa de la fe y de la actividad. Eso debe ser cada católico también:
conjugación maravillosa de fe que pone en Dios toda su confianza y conjugación
también de los valores humanos. Creer también en mi actividad humana, y la
necesidad de poner confianza, también, en los hombres. Homilía, 20 enero 1980.
Comentario Homilética.
-Contexto:
Libro de los
Signos.
Jesús es
señalado por Juan Bautista como “el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo” (1, 29).
Primeros
discípulos (1, 35-51) e inicio del ministerio público.
-Partes:
Vv. 1-2:
introducción narrativa en relación con la conclusión (v. 11).
Vv. 3-6: intervención
de María e indicación de las tinajas de agua.
Vv. 7-10:
órdenes de Jesús, respuesta de los sirvientes y reacción del maestresala.
V. 11:
conclusión, como en 1-2 se repiten las palabras Jesús, Caná de Galilea y los
discípulos.
MISA DE NIÑOS. III DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.
Monición de entrada.
Buenos días:
Hemos venido a misa para escuchar la Palabra de Dios en las lecturas y tenerla
guardada en nuestro corazón.
También hemos venido para celebrar la consagración del pan y del vino,
recibir el cuerpo de Jesús y ser obedientes a Jesús.
Señor, ten piedad.
Tú tienes palabras que nos ayudan a ser felices. Señor, ten piedad.
Tus amigos, si te hacemos caso, siempre estaremos contigo. Cristo, ten piedad.
Los que escuchamos tu palabra y te hacemos caso somos niñas y niños muy
felices. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco, para que le ayudes a hablar de ti y a enseñarnos a
hacerte caso. Te lo pedimos Señor.
-Por las personas que estudian la Biblia, el credo y los mandamientos, para
que sepan enseñarnos lo que aprenden. Te lo pedimos Señor.
-Por los sacerdotes y catequistas, para que nos ayuden con tu Palabra. Te
lo pedimos, Señor.
-Por las personas que hablan y escriben en la radio, la tele e internet,
para que no digan mentiras. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, para que seamos obedientes a lo que tú nos enseñas. Te lo pedimos,
Señor.
Acción de gracias.
ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT
JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. LAS BODAS DE CANÁ (II T.O.)
EXPERIENCIA.
Cierra los ojos, haz
presencia de Dios, signándote en la frente, los labios y el corazón.
Junta las manos y con
los ojos cerrados permanece unos minutos.
¿En qué has pensado?
¿Cómo te has sentido?
Mira tu reloj, o el del
móvil, en el modo en el que se muestren los segundos.
Permanece uno, dos,
tres minutos observándolo.
¿En qué has pensado?
¿Cómo te has sentido?
Entra en internet y mira
este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=MWwJOGXuoRw
Vuelve a mirarlo.
Piensa en las frases
que se anotan:
Tal vez no haya llegado
el tiempo.
Puede que el tiempo no
sea el mejor.
Pero la hora ha
llegado.
¿Cuál será tu excusa?
Su madre dice a los
sirvientes: ¿haced lo que él os diga?
REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 2, 1-11.
En aquel tiempo,
había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaban allí. Jesús y
sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre
de Jesús le dice:
-No tienen vino.
Jesús le dice:
-Mujer, ¿qué tengo
yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dice a los
sirvientes:
-Haced lo que él os
diga.
Había allí colocadas
seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros
cada una. Jesús les dice:
-Llenad las tinajas
de gua.
Y las llenaron hasta
arriba. Entonces les dice:
-Sacad ahora y
llevadlo al mayordomo.
Ellos se lo
llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde
venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces
llama al esposo y le dice:
-Todo el mundo pone
primero el vino nuevo y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado
el vino bueno hasta ahora.
Este fue el primero
de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y
sus discípulos creyeron en él.
Pide a Jesús la gracia de comprender el mensaje que Dios tiene
ahora y aquí para ti a través de este texto.
Imagina el lugar: la sala, las mesas, los cubiertos, las jarras de
vino, los novios, los invitados.
Imagina que eres uno de ellos y observa la escena. En un momento
determinado Jesús aparta la mirada de los convidados y te mira a ti, con una
mirada directa. ¿Cómo te sientes?
¿Qué dice el texto? La anécdota tomada de la vida cotidiana, una
boda, nos remite a un significado más profundo. Son las bodas del Cordero, de
Cristo con la Iglesia, que alcanzará su mayor significado cuando el transforme
el pan y vino en su cuerpo y sangre, durante la Última Cena y en la cruz,
cuando de su costado mane sangre y agua. Las promesas del Antiguo Testamento se
cumplen con el primer signo de Jesús: Él ha venido desposarse con el nuevo
Israel, la Iglesia. De los cántaros del Antiguo Testamento mana el vino nuevo,
que nunca se terminará.
¿Qué te dice el texto? Recuerda la última frase del vídeo. Búscala
y repítela en tu interior. Porque hoy, aquí y ahora, ha llegado no solo la hora
de Jesús, sino tu hora, la hora en la que te unas a la hora de Jesús, en la que
te entregues totalmente a Él. Puedes plantearte la vocación religiosa o
sacerdotal. Dios puede estar esperando este momento para ello. Pero no olvides que
la entrega total a Cristo no es solo para sacerdotes, monjas y frailes, es para
todos. Se trata de un modo nuevo de vivir, de un despertarte de tu zona de confort
para viviendo el Evangelio hacer este mundo más habitable, pensando más en los
demás que en ti.
COMPROMISO.
Ha comenzado el segundo trimestre del curso Juniors, ¿cómo puedes
darte más al Centro, la parroquia, la Iglesia y la sociedad?
CELEBRACIÓN.
Reza
pausadamente la Oración Juniors o escúchala en este vídeo del Coro Diocesano de
Juniors M.D.:
https://www.youtube.com/watch?v=3gLPEXWjPuk
Sagrada
Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
BAC. Madrid. 2016.
Biblia
de Jerusalén. 5ª
edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia
del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva
Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de
San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano.
Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por
los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad
Nueva. Madrid. 2009.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan
de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados
y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.
Homilética. Sal Terrae.
https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA
[1] Hez: 1. En las
preparaciones líquidas, parte de desperdicio que se deposita en el fondo de las
cubas o vasijas. www.rae.es
[2] Bebed mi vino
amadísimos. Trad. editor.
[3] Se nutren de lo
sabroso de tu casa, y les das a beber del torrente de tus delicias. Trad. editor.
[4] La trampa se rompió
y escapamos. Trad. editor.
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