Lectura
del libro del Eclesiástico 15, 15-20.
Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su
voluntad. Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que
quieras. Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo
que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es s poder y lo
ve todo. Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del
hombre. A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar.
Comentario.
-Texto
sapiencial.
-Precedente:
Dt
30, 15-20:
Última
sección de la Torá.
Enseñanza
de los dos caminos (vida/muerte) por parte de Moisés antes de morir.
-Contexto:
Situaciones
en las que algunos judíos acusan a Dios de todo cuanto pasa, incluso los extravíos
personales.
Incapacidad
para asumir responsablemente la propia vida.
-Dios
no quiere el mal ni el pecado:
Dios
no quiere que los israelitas abandonen el buen camino.
Pero
ha depositado en el ser humano la libertad de elección.
Salmo responsorial
Sal 119 (118)
Dichoso
el que camina en la ley del Señor. R/.
Dichoso
el que, con vida intachable,
camina
en la ley del Señor;
dichoso
el que, guardando sus preceptos,
lo
busca de todo corazón. R/.
Tu
promulgas tus mandatos
para
que se observen exactamente.
Ojalá
esté firme mi camino,
para
cumplir tus decretos. R/.
Haz
bien a tu siervo: viviré
y
cumpliré tus palabras;
ábreme
los ojos, y contemplaré
las
maravillas de tu ley. R/.
Muéstrame,
Señor,
el
camino de tus decretos,
y
lo seguiré puntualmente;
enséñame
a cumplir tu ley
y
a guardarla de todo corazón. R/.
Notas exegéticas.
119 Salmo “alfabético”. Los ochos
versos dobles de cada estrofa comienzan con una de las 22 letras del alfabeto
hebreo, y cada uno de ellos, con la única excepción del v. 122, contiene uno de
los términos que designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento,
promesa, palabra, juicio, camino. La palabra “ley” y sus sinónimos han de ser
tomados en el sentido más amplio de la enseñanza revelada, tal como la han
transmitido los profetas. Tenemos en este salmo uno de los monumentos más característicos
de la piedad israelita hacia la revelación divina.
Segunda
lectura.
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10.
Hermanos:
Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que
no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer,
sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada
por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de
este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran
crucificado al Señor de la gloria. Sino que, como está escrito: “Ni el ojo vio,
ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que
lo aman”. Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea
todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.
Comentario.
-Reflexión sobre las
consecuencias cristológicas, teológicas y eclesiológicas de la fe en el
crucificado-resucitado.
-Pensamiento apocalíptico:
Separación entre unos y otros:
Los que pertenecen a la luz /
los que pertenecen a las tinieblas.
Creyentes: reciben una sabiduría
distinta a la del mundo.
Los que viven según los
criterios del Evangelio / los que viven según los criterios del mundo.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Mateo 5, 17-37.
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos:
-No creáis que he
venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar
plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de
cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de
los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos
importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será
grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos.
Habéis oído que se
dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os
digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado.
Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín,
y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto,
si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de
que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y
vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu
ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais
todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te
metan en la cárcel. En verdad te digo que n o saldrás de allí hasta que hayas
pagado el último céntimo.
Habéis oído que se
dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer
deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho
te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser
echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela
y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os
digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a
cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído
que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos
al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es
el trono de Dios; ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por
Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes
volver blanco, o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, si, no, no.
Lo que pasa de ahí viene del Maligno.
Textos
paralelos.
No penséis que he venido a abolir
la Ley y los Profetas.
Rm 3, 31: Entonces, ¿qué?,
¿privamos a la ley de su valor mediante la fe? De ningún modo. Más bien
confirmamos la ley.
Rm 10, 4: Pues el fin de la ley
es Cristo, para justificación de todo el que cree.
Rm 13, 8-10: A nadie le debáis
nada, más que amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho
el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera
de los otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el
amor.
Os aseguro que mientras duren el
cielo.
Lc 16, 17: Es más fácil que pasen
el cielo y la tierra que no que caiga un ápice de la ley.
Ni una tilde de la ley.
Mt 24, 34-35: En verdad os digo
que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
No de importancia a uno de estos
mandamientos.
St 2, 10: Pues quien observa toda
la ley, pero falta en un solo precepto. se hace responsable de todos. Porque el
que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás; por tanto, si no
cometes adulterio, pero matas, te haces transgresor de la ley.
El que los observe y los enseñe,
ese será grande.
Ga 6, 2: Llevad los unos las
cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo.
St 1, 25: Pero el que se
concentra en una ley perfecta, la de la libertad, y permanece en ella, no como
oyente olvidadizo, sino poniéndola en práctica, ese será dichoso al
practicarla.
Porque os digo que si vuestra
justicia.
Lv 19, 15-16: No serás parcial ni
por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu
prójimo. Yo soy el Señor.
Rm 10, 3: En efecto, desconociendo
la justicia de Dios y buscando establecer su propia justicia, no se sometieron
a la justicia de Dios.
Flp 3, 8-9: Por él lo perdí todo,
y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él, no
con una justificación mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de
Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.
No matarás.
Gn 9, 6: [Alianza de Dios con
Noé] Quien derrame la sangre de un hombre por otro será su sangre derramada;
porque a imagen de Dios hizo él al hombre.
Ex 20, 13: No matarás.
Dt 5, 17: No matarás.
Todo aquel que se encolerice
contra su hermano.
Si 10, 6: Por ningún agravio
guardes rencor al prójimo, ni actúes guiado por un arrebato de insolencia.
Ef 4, 26-27: Si os indignáis, no
lleguéis a pecar; que el solo no se ponga sobre vuestra ira. No deis ocasión al
diablo.
St 1, 19-20: Tened esto presente,
mis queridos hermanos: que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para
hablar y lenta para la ira, pues la ira del hombre no produce la justicia que
Dios quiere.
Será reo de la Gehenna.
Mt 3, 12: [Juan Bautista] Él
tiene el bieldo de la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y
quemará la paja en una hoguera que no se apaga.
Mc 11, 25: Y cuando os pongáis a
orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del
cielo os perdone vuestras culpas.
Vete primero a reconciliarte.
Si 28, 2: Perdona la ofensa del
prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados.
Lc 12, 58-59: Por ello, mientras
vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a
un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te
entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
No hayas pagado el último
céntimo.
Ex 20, 14: No cometerás
adulterio.
Dt 5, 18: No cometerás adulterio.
Todo el que mira con deseo a una
mujer.
Si 9, 5: No te fijes demasiado en
la doncella, no sea que te castiguen por causa suya.
Ya cometió adulterio con ella en
su corazón.
Mt 18, 8-9: Si tu mano o tu pie
te induce a pecar, córtatelo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida
manco o cojo que con las dos manos o los pies ser arrojado al fuego eterno. Y
si tu ojo te induce a pecar, sácalo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la
vida con un solo ojo que con los dos ser arrojado a la gehenna del fuego.
Todo su cuerpo vaya a la Gehenna.
Dt 24, 1-4: Si uno se casa con
una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, y le
escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, y ella sale de la
casa, va y se casa con otro, y el segundo también la aborrece, le escribe el
acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, o bien muere el segundo
marido, el primer marido, que la despidió, no podrá casarse otra vez con ella,
porque ha quedado impura; sería una abominación ante el Señor; no eches un
pecado sobre la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en heredad.
Ml 2, 14-16: Y encima decís: “¿Por
qué?”. Porque el Señor es testigo de que traicionaste a la mujer de tu juventud,
a tu compañera, a la mujer con quien te uniste por alianza. Nadie que tenga un
mínimo de espíritu actúa así: ¡cuánto menos quien busca descendencia divina! Cuidad
vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud. El que odia y
la despacha, dice el Señor Dios de Israel, cubre sus vestidos de violencia,
dice el Señor del universo. Cuidad vuestro espíritu y no seáis traidores.
Le dé acta de repudio.
Mt 19, 9: Pero yo os digo que, si
uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – y se casa con otra,
comete adulterio.
Todo aquel que repudia a una
mujer.
Mc 10, 11-12: Él les dijo: Si uno
repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si
ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
Lc 16, 18: Todo el que repudia a
su mujer y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una
repudiada por su marido comete adulterio.
Excepto en caso de unión
legítima.
1 Co 7, 10-11: A los casados les
ordeno, no yo sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; pero si se
separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con el marido; y que el
marido no repudie a la mujer.
Os 1, 2: Comienzo de lo que dijo
el Señor por medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas: Ve y despósate con una mujer
ligada a la prostitución y acepta los hijos de su prostitución, porque el país
no hace sino prostituirse, apartándose del Señor.
Habéis oído que se dijo a los
antepasados: No perjuradas.
Ex 20, 7: No pronunciarás el
nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el señor impune a quien
pronuncie su nombre en falso.
Nm 30, 3: Si un hombre hace un
voto al Señor o se compromete a algo bajo juramento; no faltará a su palabra:
cumplirá todo lo que ha proferido su boca.
Dt 23, 22: Si haces un voto al
Señor tu Dios, no tardarás en cumplirlo, porque el Señor, tu Dios, te lo
reclamarás e incurrirás en pecado.
Si 23, 9: No habitúes tu boca al
juramento, ni te acostumbres a nombrar al Santo.
St 5, 12: Y sobre todo, hermanos
míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de
juramento; que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo
condena.
Sal 11, 4: Pero el Señor está en
su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo y sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
Is 66, 1: Esto dice el Señor: El
cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies; ¿Qué templo podréis
construirme o que lugar para mi reposo?
Es el trono de Dios.
Sal 48, 3-4: El monte Sión,
confín del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios Dios descuella como
un alcázar.
Tampoco jures por tu cabeza.
2 Co 1, 17-19: Al hacer estos
planes, ¿actué a la ligera?, ¿o es que los planes que hago los hago con miras
humanas, de forma que se dan en mí el sí y el no? ¡Dios me es testigo! La
palabra, que os dirigimos no es sí y no. Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que
fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no,
sino que en él solo hubo sí.
St 5, 12: Y sobre todo, hermanos
míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de
juramento; que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo
condena.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
5 17
Jesús
no viene ni a destruir la Ley (y toda la economía antigua) ni a consagrarla
como intangible, sino a darle con su enseñanza y su modo de actuar una forma
nueva y definitiva, en la que por fin se realiza en plenitud aquello hacia lo
que la Ley conducía. Esto es así, en particular de la “Justicia”, justicia “perfecta”,
de la que sentencias de los vv. 21-48 dan varios ejemplos relevantes. El
precepto antiguo se hace interior y llega hasta el deseo y el motivo secretos.
Por tanto, ningún detalle de la Ley debe ser omitido mientras no haya sido así
llevado a su cumplimiento. No se trata tanto de aligeramiento como de
profundización. El amor, en el que ya se resumía la Ley antigua, pasa a ser el mandamiento
nuevo e inagotable y cumple toda la ley.
5 18
(a) Lit.:
“en verdad (Amén) os digo...”. Introduciendo algunos de sus dichos con Amén,
término hebreo que significa “en verdad”. Jesús subraya su autoridad. La
palabra hebrea, que en su origen significaba “firmeza”, evolucionó en dos
direcciones: la de “verdad” y la de “fidelidad”.
5 18
(b) Se
trata de los rasgos más pequeños del alfabeto hebreo.
5 18
(c) Expresión
difícil. Probablemente no se trata de “hasta que haya cumplido todo en la cruz”,
ni “hasta que todos los mandamientos hayan sido cumplidos por mis discípulos”,
sino “hasta que todo se cumpla”, e.d. hasta el final del mundo. La ley,
revalorizada por Jesús, conservará toda su autoridad.
5 19
Las
palabras “el más pequeño... ese será grande” no implican la idea de una
jerarquía en el Reino. Mediante esta expresión, los rabís aprobaban o
desaprobaban los diversos comportamientos de las personas.
5 20
Justicia
es la fidelidad de los discípulos a la ley de Dios, fidelidad nueva, que la interpretación
autorizada que Jesús ofrece de dicha ley hace posible y urgente. Idéntica
palabra con el mismo sentido en 3, 15.
5 21
Por
la enseñanza tradicional, dada oralmente sobre todo en las sinagogas.
5 22
(a) El
término Raqa, traducido del arameo, significa: cabeza vacía, sin seso.
5 22
(b) Aquí
el Gran Sanedrín, que tenía su sede en Jerusalén, por oposición a los simples “tribunales”
distribuidos por el país.
5 22
(c) Al
sentido originario del término griego “insensato”, el uso judío añadía un matiz
mucho más grave de impiedad religiosa.
5 22
(d) La
Gehenna era una de las vaguadas de Jerusalén donde se ofrecieron holocaustos de
niños en honor de Moloc. Profanado por Josías fue quizá transformado en
vertedero público. En cualquier caso, se convirtió en símbolo de maldición,
incluso de maldición eterna en la literatura apocalíptica. En este último
sentido lo emplea el NT (diez veces en Mt).
5 26
Lit.
“cuadrante” (kodrántes), e.d., la cuarta parte de un as, moneda romana
que permitía comprar un par de pajarillos.
5 28
La
mirada dirigida a una mujer (esposa o prometida) con pretensiones de
arrebatársela a otro. Esta palabra (gyné) tiene el mismo valor en Mt 1,
20. Jesús no condena el hecho en sí de que un hombre se sienta atraído por una
mujer, sino el deseo activo, que de algún modo se apropia de la mujer ajena.
5 29
Lit.
“te escandaliza”. El ´termino griego por “escándalo” (skándalon) significa
propiamente “obstáculo”, “emboscada”, “lazo”, “piedra de tropiezo (Is 8, 14-15;
Rm 9, 33; 1 P 2, 8). Muchas son las causas u ocasiones de caída: en primer
lugar Jesús, pero también, en otro sentido, los hombres, el mundo, la
persecución.
5 31
Como
en 19, 9, aquí no se trata del divorcio en el sentido moderno del término, sino
del derecho que tenía un hombre a repudiar a su esposa.
5 32
El
término griego correspondiente (porneia) es interpretado de diversas
maneras: 1. algo deshonroso. En este caso, el texto autorizaba el
repudio de la esposa por diversas razones, no precisadas aquí. 2. El adulterio,
e.d. la infidelidad de la mujer a su esposo. En este caso, el texto autorizaría
el repudio de la adúltera. 3. La unión conyugal ilegal, sobre todo según
la legislación de Lv 18, 6-18, sentido que se encuentra probablemente en Hch
15, 18-29. En este caso, Jesús prohibiría cualquier acto de repudio, excepto en
los casos de uniones ilegales previstas por Lv 18. Esta célebre “excepción
mateana” es quizá la aplicación a una situación nueva (análoga a lo que hace
suponer 1 Co 7) de una palabra de Jesús que excluía cualquier tipo de repudio.
Sea lo que sea de estas hipótesis, este texto quiere recordar la
indisolubilidad de la unión conyugal. Basándose en él, la tradición ortodoxa
considera el adulterio, como causa posible de divorcio.
5 37
Esta
fórmula, que aparentemente se entiende bien puede explicarse de diversas
maneras: 1º Veracidad: si es sí, decid sí; si es no, decid no. 2º Sinceridad:
que el sí (o el no) de la boca corresponda al sí (o al no) del corazón. 31
Solemnidad: la repetición del sí o del no sería una fórmula solemne de
afirmación o de negación que debe bastar y dispensar de recurrir a un juramente
comprometiendo a la divinidad.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.
17-20
Relación
de Jesús con la Ley antigua, de la alianza nueva con la alianza antigua: no son
realidades contrarias; Jesús conserva lo esencial de la tradición judía, pero
le aporta un sello nuevo, original, superior (cf. v. 20): se cumple desde
dentro, con espíritu y corazón nuevos. Escritores cristianos de los primeros
tiempos, siguiendo la línea del pensamiento judío – la Ley = personificación de
la sabiduría divina –, presentan a Jesús no solo como legislador de la
nueva ley; él mismo es la ley; también por eso, Jesús es punto de unión
del AT y del NT. El documento Le peuple juif et ses Saintes Éscritures dans
la Bible chrétienne (2001) afirma, al hablar del “cumplimiento”: “Jesús no
se limita a interpretar un papel ya escrito, el papel de Mesías, sino que
confiere a las nociones de Mesías y de salvación una plenitud que
no se podía imaginar por adelantado; la llena de un contenido nuevo. Se puede incluso
hablar a este respecto de una “nueva creación” (Enquiridion bíblico
1724).
17 LA LEY mosaica. //
CUMPLIR (término técnico de la escatología): llevar a plenitud, dar plenitud,
perfeccionar; o bien: revelar con la vida el verdadero sentido de la Ley. La ley
es necesaria, como la caridad, y ambas deben ir unidas, quedarse en la ley es
fariseísmo; despreciar la ley en nombre de una moral de la caridad es desconocer
al ser humano: unidad de materia y espíritu.
18 OS DIGO DE VERDAD
(griego: amên légô hymîn): fórmula solemne (casi como juramento), que
introduce rotundamente una afirmación importante. Si está duplicado el vocablo hebreo
amên (siempre en Jn) la traducimos: “De verdad os aseguro”. // NO... NI
MUCHO MENOS: la negación, en el texto griego, es enfática. // UNA “I”: la letra
yod, la más pequeña del alfabeto hebreo, la yota del alfabeto
griego. // SE REALICE TODO: ¿todo lo que anunciaron los profetas?; ¿lo que
exige la nueva “justicia”?, ¿el fin del mundo?
19 ESTOS MANDAMIENTOS:
aun los MÍNIMOS: se refiere a los de la ley mosaica, más bien que a los de
Jesús. En el escrito rabínico Sifré Deuteronomio (12, 28; 19, 11) se decía: “Que
el mandamiento leve te sea tan querido como el mandamiento grave; [...] si se
quebranta un mandamiento leve, se termina por quebrantar un mandamiento grave”.
// SERÁ LLAMADO, se entiende, por Dios (voz pasiva “teológica”).
20 JUSTICIA: fidelidad
a la Ley en cuanto expresión de la voluntad de Dios. // LOS ESCRIBAS Y
FARISEOS, al igual que “publicanos y pecadores”, no es una división adecuada,
pues la mayoría de los escribas era del partido fariseo (Hch 5, 21 y 23, 6).
21 Las antítesis, hasta
el v. 44, resaltan el contraste entre lo antiguo y lo nuevo, y
explican en qué y cómo la “justicia cristiana” es superior a la de los escribas
y fariseos. // OÍSTEIS, como en los vs. 27.37.38 y 43, es un semitismo: el
vocablo talmúdico sm’ significa recibir una tradición, una doctrina, y,
por tanto ser enseñado, aprender. // SE DIJO (lit. fue dicho; lo
mismo en los vs. 27.31.33.38 y 43): nuevo ejemplo de voz pasiva “teológica”;
equivale a Dios dijo. Por esto, es mayor la audacia de Jesús, en
apariencia mero aldeano de Nazaret, al explicar y definir la voluntad de Dios
al mismo nivel de Dios (Dios dijo..., pero yo os digo), no solo transmitiendo
disposiciones ajenas, como hizo Moisés. // REO ANTE EL TRIBUNAL: o bien: merecedor
de condena (lit. reo de juicio condenatorio). Sobre la pena de
muerte para el homicida, cf. Ex 21, 12 y Lv 24, 17. Para Jesús, el sentido del
5º mandamiento dado por Dios es la caridad más delicada con el prójimo. No
matarás es: 1º) No tendrás rencor; y 2) Darás vida.
22 Hay gradación en la
condena: condenado a muerte por el tribunal de 1ª instancia; confirmada la
sentencia por el tribunal supremo (EL SANEDRÍN) de Jerusalén; merecerá el
infierno. En cambio, los insultos no van de menos a más, y hasta no parecen
indicar malicia especial, por eso, es más sorprendente la pena impuesta.
// “¡ESTÚPIDO!”: en griego raká, versión literal del arameo reqa’
(=vacío, cabeza hueca). // “¡NECIO!”, en 23, 17 Jesús mismo
pronuncia esta palabra contra los fariseos (propiamente, HERMANO es el que
pertenece a la comunidad). // LA GEHENA: “Gé-Hinnom”, valle del suroeste de Jerusalén,
donde hubo sacrificios en honor a Molok (cf. 2 Re 23, 10); por eso mismo, lugar
simkbólico de maldición en el AT (cf. Jr 7, 31-33). A partir del destierro fue
convertido en basurero. Desde el siglo II a.C. empezó a considerarse como emplazamiento
del “infierno” (lugar de castigo para los impíos). En los escritos
apocalípticos, la gehena, y otros nombres sinónimos, designan el (lugar del)
suplicio eterno de los condenados, después de la resurrección corporal y del
Juicio final; en esta línea hay que entender 5, 29-30.
25-26
La
lección es: “¡Arrepiéntete a tiempo!”. // PONTE DE ACUERDO: lit. sé
benévolo. // Y TE ECHEN: lit. y serás echado. // CÉNTIMO: lit. es un
latinismo: cuadrante, la cuarta parte de un “as”, un céntimo de denario;
como quien dice, el último valor monetario.
28 UNA MUJER casada o
ya desposada con otro. // PARA DESEARLA, o deseándola (a modo de
infinitivo hebreo-arameo con le). La pureza cristiana empieza por lo más
secreto del hombre, el corazón. Según el escrito rabínico Sifré Números 15, 38,
no se mira primeramente y luego peca el corazón, sino al revés: “Los ojos
siguen al corazón, como lo demuestra el ciego que comete todas las
abominaciones”.
29-30
La
condición está expresada en griego como condición real: “si efectivamente...”,
“si de hecho...”. “Hacer caer”, hacer que otro dé un mal paso – lit. escandalizar
–, ser ocasión de tropiezo físico o moral (ocasionar la pérdida de la fe,
apartar del seguimiento de Jesús, obstaculizar el camino de la fe y la vida
moral), es algo que nace del corazón (Mc 7, 21-22); el OJO o la MANO son
solamente instrumentos externos del corazón, de esa fuente buena o mala.
31 “Despedir” no
es “divorciarse” en el sentido moderno; se trata, más bien, de “repudio” o
separación.
32 CASO (griego: lógos,
con valor jurídico, como en Hch 19, 38: “Sí... tiene una querella”) DE
UNIÓN ILEGÍTIMA: lit. de fornicación, con el sentido probable de
concubinato, o de poligamia sucesiva.
33 LO QUE PROMETISTE
CON JURAMENTO: lit. tus juramentos.
37 VUESTRO LENGUAJE SEA
“Sí”...: decid sí cuando sea sí, etc. La misma norma aparece también en
la literatura rabínica (p. ej. Melkitá Éxodo 19, 24). // DEL MALVADO: del demonio;
o bien: del mal, de lo malo.
Notas exegéticas
de la Biblia Didajé.
5,
20 Los
escribas y los fariseos cumplían la ley, pero no su espíritu; ambos son
necesarios para la salvación. Cat. 2054.
5,
21 Mientras
que el quinto mandamiento prohíbe el asesinato, la palabra de Cristo va a
prohibir el odio, la ira, y cualquier forma de violencia, radicalizando así
el precepto antiguo, es decir, llevándolo a su raíz más profunda. Cat. 678, 2257,
2262-2265, 2302-2303.
5,
22 El
Sanedrín era el máximo representante judicial de Israel. La gehenna del
fuego (Gehenna es una palabra aramea) se deriva del significado hebreo “Valle
de Hinom), fosa cerca de Jerusalén donde la basura se quemaba constantemente.
Se utilizaba en sentido figurado para describir un lugar de castigo donde los
muertos sufrirán por sus pecados. Cat 1036.
5,
23s Para
reconciliarte con Dios, es necesario reconciliarte con el prójimo. Esto se
expresa también en la oración del Señor (el Padrenuestro), donde pedimos que se
nos perdone como nosotros perdonamos. El sacramento de la Penitencia es el
medio sacramental habitual de la reconciliación con Dios y con el prójimo. Cat.
1388-1390, 1424, 2608, 2792, 2841-2845.
5,
27 La
tradición ha entendido el sexto mandamiento referido a la globalidad de los
pecados contra la moral sexual, incluyendo la fornicación, los actos
homosexuales, la masturbación, y otros pecados contra la pureza. El adulterio
del corazón (el deseo de actividad sexual ilícita) también es gravemente
pecaminoso. Oseas y Jeremías comparaban la idolatría con el adulterio (cf. Os
2, 7; Jr 5, 7; 13, 27). Cat. 1456, 2336, 2380-2381, 2513, 2523-2533.
5,
30 Córtatela y tírala: esta exhortación insta al cristiano a rechazar
impetuosamente todo lo que nos separa de Dios. Los cristianos deben emplear medios
rigurosos para luchar contra las tentaciones, aquí las tentaciones contra la
castidad. El ejemplo de Cristo es una advertencia: todo el mundo debe estar
alerta ante cualquier cosa que pueda llegar a convertirse en ocasión de pecado.
Cat. 226, 1034.
5,
31 Dios
creó el matrimonio como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer (cf.
Gn 2, 24). Cristo elevó el matrimonio a sacramento de la nueva alianza,
insistiendo en su indisolubilidad originaria. Unión ilegítima (en
griego: porneia): algunos estudiosos afirman que este término se refiere
a la infidelidad o al adulterio. Pero no es así. El griego (y particularmente
Mt) conoce un término técnico específico para hablar del adulterio (moicheia)
diverso de porneia. Mt 5, 31-32 se refiere con esta expresión a matrimonios
ilícitos tales como aquellos entre parientes cercanos, regulados en Lv 18, 7-13
(ver Mt 14, 4). El matrimonio entre un hombre y una mujer bautizados, una vez
ratificado y consumado, no puede ser disuelto excepto por la muerte. Cat. 174-175,
2380-2382.
5,
33-37 Todo juramento invoca a Dios como testigo; por lo tanto, es un pecado
grave jurar contradiciendo la verdad intencionadamente. Cristo llama a sus
discípulos a amar y a defender la verdad incondicionalmente. Cat. 2150-2153,
2463, 2466.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
2262 En el Sermón de la Montaña, el
Señor recuerda el precepto “No matarás” (Mt 5, 21), y añade el rechazo absoluto
de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos
presentar la otra mejilla, amar a los enemigos. El mismo no se defendió y dijo
a Pedro que guardase la espada en la vaina.
2302 Recordando el precepto: “No
matarás” (Mt 5, 21) nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la
inmoralidad de la cólera homicida y del odio: La ira es un deseo de venganza. “Desear
la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero
es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el
mantenimiento de la justicia” (Sto. Tomás de Aquino, Summa theologiae).
Si la ira llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo
gravemente, constituye una falta grave contra la caridad, es pecado mortal. El
Señor dice: “Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el
tribunal” (Mt 5, 22).
2303 El odio voluntario es
contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea
deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le
desea deliberadamente un daño grave.
1036 Las afirmaciones de la Escritura
y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a
la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación
con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante
a la conversión.
2380 El adulterio. Esta
palabra, designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una mujer, de los
cuales al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque
ocasional, cometen un adulterio. Cristo condena incluso el deseo del adulterio.
El sexto mandamiento y el Nuevo Testamento prohíben absolutamente el adulterio.
Los profetas denuncian su gravedad; ven en el adulterio la imagen del pecado de
idolatría.
2529 El noveno mandamiento pone en
guardia contra el desorden o concupiscencia de la carne.
2530 La lucha contra la concupiscencia
de la carne pasa por la purificación del corazón y por la práctica de la
templanza.
2532 La purificación del corazón es
imposible sin la oración, la práctica de la castidad y la pureza de intención y
de mirada.
2533 La pureza del corazón requiere el
pudor, que es paciencia, modestia y discreción. El pudor preserva la intimidad
de la persona.
2153 Jesús enseña que todo juramento
implica una referencia a Dios y que la presencia de Dios y de su verdad debe
ser honrada en toda palabra. La discreción del recurso a Dios al hablar va
unida a la atención respetuosa a su presencia, reconocida o menospreciada en
cada una de nuestras afirmaciones.
Concilio Vaticano II
Así pues, Dios, inspirador y autor de los libros de
uno y otro testamento, dispuso en su sabiduría que el Nuevo estuviera latente
en el Antiguo y en el Nuevo el Antiguo se hiciera patente (cf. S. Agustín, Quaest.
in Hept., 2, 73). Pues aunque Cristo en su sangre fundó una Nueva Alianza
(cf. Lc 22, 20; 1 Co 11, 25); sin embargo, los libros del Antiguo Testamento,
asumidos en su integridad en la predicación evangélica (cf. S. Ireneo, Adv.
haer. III, 21, 3), adquieren y muestran su completa significación en el
Nuevo Testamento (cf. Mt 5, 17) y a su vez lo iluminan y explican.
Dei Verbum, 16.
San Agustín
Debemos reprender con amor; no con deseo de dañar,
sino con afán de corregir. [...] Si lo haces por amor propio, nada haces. Si lo
haces por amor hacia él, obras excelentemente. [...] ¿Quién de nosotros,
hermanos míos, puede esperar el reino de los cielos, diciendo el evangelio: Quien
llama a su hermano “necio” será reo del fuego de la gehenna? (Mt 5, 22).
Pánico grande; pero advierte allí mismo el remedio: Si presentas tu ofrenda
ante el altar y allí mismo te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja tu ofrenda ante el altar (Mt 5, 22-24). Dios no se aira porque tardes
en presentar tu ofrenda; Dios te quiere a ti más que a tu ofrenda. Pues si te
presentas con la ofrenda ante Dios lleno de malos sentimientos hacia tu
hermano, te responderá: “Perdido tú, ¿qué me has ofrecido?”. Presentas tu
ofrenda si ser tú mismo ofrenda. Cristo busca más a quien redimió con su sangre
que lo que tú hallaste en tu hórreo. Por tanto, deja allí tu ofrenda ante el
altar y vete a reconciliarte antes con tu hermano, y cuando vengas presenta la
ofrenda (ib.,24). Mira cuán pronto se desató aquel reato digno del fuego
eterno. Antes de reconciliarte, lo merecías; una vez reconciliado, presentas
confiado tu ofrenda ante el altar.
Sermón 82, 4-5. II, pgs. 812-813.
Los Santos Padres.
Esta es una manera magnífica de introducir la superación de las obras de
la Ley, superación que, sin abolirla, constituye un mejoramiento progresivo. En
efecto, manifiesta que la entrada en el cielo es ofrecida a los apóstoles
únicamente si superan la justicia de los fariseos. Así pues, una vez expuestas
las prescripciones de la Ley, las supera perfeccionándolas, no aboliéndolas.
Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 16. 1a, pg. 152.
Todo lo que la Ley no ha condenado, aunque se trate de acciones, lo
condena la fe del Evangelio por culpa de la ligereza en el insultar, aunque
solo sea con palabras.
Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 17. 1a, pg. 157.
¿Cómo la maldición de un hermano puede encerrar fuerza tan grande que
merezca el castigo tan extremo? Tanta, hermanos, tanta que Cristo está en el
hermano, y Cristo es la sabiduría de Dios. Por ello, quien maldice a su hermano
ridiculiza la sabiduría de Dios.
Pedro Crisólogo, Sermones, 177, 6-7. 1a, pg. 159.
La frase “si presentas tu ofrenda”, etc., significa que Dios ha inventado
para los pecadores el arrepentimiento como modo de salvación y de evitar el
castigo, y enuncia que un modo de evitar el castigo consiste en la atención del
afligido. Puesto que el que no ama a su hermano, no ama al Señor, es justo que
el Señor no acepte a quien tiene malos sentimientos contra el hermano, porque
no se acerca a Él con espíritu de verdad.
Cirilo de Alejandría, Fragmentos sobre el Ev. de Mateo, 50. 1a,
pg. 160.
El ojo derecho, la mano derecha, representan el afecto por los hermanos,
la mujer, los hijos, los familiares y parientes. Si vemos que nos impiden
contemplar la verdadera luz, debemos cortar estas partes de nosotros mismos, no
sea que queriendo ganar a otros, nosotros mismos nos perdamos en la eternidad.
Jerónimo, Comentario al Ev. de Mateo, 1, 5, 29. 1a, pg. 167.
En esta cuestión nada me parece más congruente que decir que el ojo
significa el amigo muy amado, pues ciertamente podemos llamarlo miembro nuestro,
y miembro que amamos intensamente; y él es el consejero que como ojo nos
muestra el camino, y consejero en las cosas divinas, porque es nuestro ojo
derecho. El ojo izquierdo, en cambio, es consejero muy estimado, pero en las
cosas terrenas pertenecientes a las necesidades de la vida: de él es superfluo
hablar cuando es ocasión de pecado, porque ni siquiera el derecho se ha de
perdonar en estos casos. Luego también la mano derecha podemos entender un
ministro y cooperador amado en nuestras obras santas. Así pues, como el ojo
representa la contemplación, la mano la acción. De este modo la mano izquierda
significa las obras que son necesarias a esta vida y al cuerpo.
Agustín, Sermón del Señor en la Montaña, 1, 13, 38. 1a, pg. 168.
La fe elimina la costumbre frecuente de jurar. Establece la actividad de
nuestra vida en la verdad y, rechazando la inclinación a mentir, prescribe la
lealtad tanto en el hablar como en el escuchar... Por tanto, los que viven en
la sencillez de la fe no necesitan hacer uso del juramento. Con tales personas
lo que es, siempre es, y lo que no es, no es, pues todas las palabras y todas sus
acciones permanecen en la verdad.
Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 23. 1a, pg. 172.
San Juan de Ávila
Los moros que van a Meca a ver el zancarrón de
Mahoma, se tienen por tan bienaventurados de lo ver, que muchos de ellos se
sacan los ojos, porque, habiendo visto cosa tan santa con ellos, les parece que
le es hacer desacato, si con los mesmos ojos miran otra cosa. [...] Con mucha
razón, por cierto, mandaste tú que todos los tuyos se saquen el ojo que les
escandaliza (Mt 5, 29); y con mucha razón nosotros nos los debemos sacar.
Quiere decir que los mortifiquemos, por el acatamiento que se debe a la vista
de su sagrada persona. La lengua del sacerdote llave es con que se cierra el
infierno y se abre el cielo, y se abran las conciencias, y consagra a Dios. Si
quisiéramos, padres, pecar con la lengua, pidamos otra lengua prestada; que
esta con la cual consagramos a Dios y hacemos tan admirables afectos, en
ninguna manera se sufre emplearla en servir al demonio con ella.
Plática a los sacerdotes. I, pg. 789.
El hombre es justificado por la fe, sin obras de
aquesta ley. Sí, que por la fe no destruimos la ley, sino establecémosla; antes
la confirmamos y damos entendimiento. Lo mismo dijo nuestro Señor por san
Mateo: Non veni solvere legem, sed adimplere (Mt 5, 17).
Lecciones sobre 1 Juan (I). II, pg. 178.
Porque todo lo que la ley vieja era sombra y todo se
hacía por figura, todas aquellas cerimonias, y aquel “no comáis esto y estotro”,
todo era por figura. Dice Sant Juan: La ley es dada por Moisén; la gracia y
la verdad fue hecha por Cristo. La verdad es contraria a sombra. La verdad
es cuerpo de la sombra. Quien cumplió lo figurado, dio verdad a las figuras.
Que mi Señor dijo: No vine a quebrantar la ley, sino a cumplilla (Mt 5,
17).
Lecciones sobre 1 Juan (I). II, pg. 331.
Verdad algunas veces se toma, según que
se opone a mentira, que es acepción común; otras, según que se opone a vanidad
y a cosa de poco tomo, como solemos decir: “Aquesto es verdad”, porque es
cosa sólida y de importancia; otras, a figura, porque en el Testamento
Viejo había tantas figuras cuya verdad era nuestro Señor Jesucristo,
como del cordero y pan cenceño. No solamente fue hecha la verdad por
nuestro Señor, según las dos primeras maneras; mas también según la tercera.
¿Hay otra manera de verdad que haya sido hecha por nuestro Señor? Sí; Él dice: Non
veni salvere Legem, sed adimplere (Mt 5, 17).
Lecciones sobre 1 Juan (II), II, pg. 452.
Amas a Dios y amas al prójimo por Dios: este amor no
compadece pecado mortal. Qui non diligit, manet in morte (1 Jn 3, 14).
Luego el que ama, con vida está. Sacaremos de aquí que la vida del alma es la
caridad. Omnis qui odit fratrem suum, homicida est. Et scitis quoniam omnis
honicida non habet vitam aeternam in se manentem (1 Jn 3, 15). Con Caín lo
ha San Mateo: Qui autem occiderit
reus erit iudicio. Ego autem dico vovis; quia omnis qui irascitur fratri
suo, reus erit iudicio (Mt 5, 21-22).
Lecciones sobre 1 Juan (I), 304-305.
Decís: “No eché mano a la espada, ni le saqué
sangre, ¿cómo, por querer mal a mi prójimo, soy homicida?”.
Eso es para con el alcalde, mas para con Dios,
homicida es. Omnis qui irascitur fratri suo, dignus erit iudicio (Mt 5,
22). Digno es la pena y juicio de homicida, el que se enojare con odio de
su hermano; porque, si no es más de una ira que no pasa en querello mal, ni
desealle mal, no sería pecado mortal, sino venial. Y que, aliende de enojarse,
queriéndolo mal, lo muestra por obra, que es con alguna señal o meneo, que es
decir racca, esto es decille fatue (necio). Y por eso se
engañaban los fariseos, a los cuales nuestro Señor esto hablaba, pensando que
solos los que sacaban sangre eran matadores.
Lecciones sobre 1 San Juan (II). II, pg. 438.
“El que dijere a su prójimo loco o necio (cf. Mt 5,
22) no por castigallo mas por injuriallo digno es del fuego del infierno”. Y,
pues esto es así, mira por ti y ten caridad como Dios lo manda y ternás sana tu
alma de esta enfermedad; porque quien ama no quiere mal, ni sabe injuriar, ni herir
ni matar, mas antes sufrir sin volver mal por mal, mas perdonar de buena
voluntad. Y si aquesto te parece recio, más te parecerá cuando Cristo te dirá: “Vete
al infierno pues heciste mal y no quieres perdonar. Allí será el temblar”.
Tratado de Doctrina cristiana. II, pg. 817.
Dice la ley vieja: No te perjudarás; dice el
Evangelio: Non jurare omnino (Mt 5, 34). Hobo herejes que dijeron que
jurar, de cualquier manera que fuese, era pecado; tomáronlo de esta parte del
Evangelio. Dijo un doctor que lo habían dicho porque no sabían lógica; que, si
supieran, entenderían que en algunas cosas no es pecado jurar; que no quiere
decir,m sino: no juréis a todo viento. Non omnis homo currit, id est, aliquis
homno currit (Decir que no todo hombre corre es igual a decir que hay
algún hombre que corre). Que no va la sagrada Escriptura para esa lógica.
En ninguna cosa juréis: pues si me toman juramento, en ese caso se permite. Lo
que Dios defiende es jurar de la manera que el vulgo usa a jurar.
Lecciones sobre 1 San Juan (I), pg. 187.
No jurar, aunque sea con verdad, ni por Dios, ni por
sus santos, ni fe, ni cruz, ni cielo, ni tierra, ni por el cabello de tu
cabeza. Tu habla sea “sí” o “no” (Mt 5, 37) o “por cierto” o “en verdad”. Lo
demás es, de mal procede, si no hubiere gran necesidad y con verdad. Tercamente
pecan en este mandamiento los que no cumplen los votos que prometen.
Tratado de Doctrina cristiana. II, pg. 815-816.
Porque otra cosa no es nueva ley, sino espíritu de
la vieja, encerrado en la carne y sombras de la ley y figuras. Y por eso,
aunque muere según la letra, vive según su ánima; y más se dice cumplida y mejorada
que destruida; y así protestó el Señor que la venía a cumplir: Non
veni solvere legem sed adimplere (cf. Mt 5, 17).
Sermón del Jueves Santo. III, pg. 410.
Porque no penséis que son de mi cabeza, os diré las
palabras que dice Dios, el cual es tan verdadero, que primero faltará el cielo
y la tierra que su palabra falte (cf. Mt 5, 18).
Sermón domingo 4 después de Cuaresma. III, pg. 172.
-No soy robador, - No basta no ser robador, mas no
has de amar demasiadamente tu hacienda. No basta no matar a nadie, mas no te
has de airar, etc. Y esto es lo que Cristo dijo: Nisi abundaverit iustitia vestra
plusquam phariseorum, etc. (cf. Mt 5, 20). La justicia del fariseo era
aquella; la del cristiano es esta. Como aquel es un mal tan general y que tanta
inclinación tenemos a ello, que hasta los niños, si uno tiene unos zapatos nuevos
o un sayo, luego se nos hincha y luego desprecia a los otros. Si uno tiene un
poco de ciencia, si uno es de linaje, si una mujer es un poco hermosa, de ahí
viene a decir: “No soy como aquel”, y ternese en mucho y al otro en nada, como
ese fariseo. Esta es la una persona de la farsa. Entra agora la otra.
Domingo 10 después de Pentecostés. III, pg. 263.
Y el varón oiga y cumpla lo que el Señor dice: Si tu
ojo derecho te hace pecar, sácatelo y arrójalo de ti (cf. Mt 5, 20).
Baje los ojos; y si los alza, mire al Señor. No hagas, cristiano, cuenta que
tienes ojos mañana para mirar a mujeres; dáselos al Señor para que le sirvan a
Él, pues Él te lo dio; refrena tus malos deseos y tu vista de fuera; que mientras
más penoso te fuere, más meritorio te será; y según es Dios lleno de misericordia,
por ventura por verte mañana trabajar contigo por no le ofender con tu vista,
te dará fuerza para que te quedes con la buena costumbre de tener vista casta y
corazón casto, que no será pequeña merced. Y de esta manera dice San Pablo,
templo del Espíritu Santo, que cumpliremos lo que nos dijo: Comprados
sois con precio grande, honrad y llevad a Dios en vuestro cuerpo (1 Co 6, 20) y en
el espíritu de vuestra mente.
Sermón vísperas del Corpus. III, pg. 447.
Mis ovejas, dice el Señor, oyen
mi voz. Estáis vos enemistado o andáis vos fornicando, hozáis vos en las
vanidades del mundo, y díceos Dios: No fornicarás, amarás a tu prójimo, no jurarás
mi nombre en vano (cf. Ex 20, 2-17; Dt 5, 6-21; Mt 5, 21ss), y vos, como mala oveja, no
dejáis de comer y pacer y hozar en las enemistades y carnalidades.
Sermón miércoles de la semana de Pasión. III, pg. 210.
Porque el ser bueno para sí solo, cosa imperfecta es;
y el ser bueno para otros, y no para sí, cosa es dañosa. Y
aquel será llamado grande en el reino de los cielos (Mt 5, 19) que,
siendo él bueno, procumpla con entrambas obligaciones, sin que la obligación de
mirar por sí le haga estrecho para contentarse con ellas, ni el cuidado de
mirar por los otros le haga aflojar el cuidado de sí.
Carta a un señor de este reino, siendo asistente
de Sevilla. IV, pg. 59.
Sentencia es de Cristo que, si
nuestro ojo derecho nos es ocasión de pecar, lo saquemos y alacemos de nos (cf. Mt 5, 29). El ojo derecho es el amor que tenemos a la hacienda, honra,
vida o parientes; el amor de estas cosas ofende a nuestro Señor, nos habemos de
extrañar a él y cortarle de nos, porque no nos extrañemos a Dios. Ninguna cosa
nos debe ser tan amada, que no la hollemos si nos estorba estar bien con Dios.
No se da la amistad del reino soberano sino a quien piensa que compra barato, aunque
le cueste la misma vida; que los que quieren cumplir con sus afectos y con el
amor del Señor, muy engañados están amando a Dios como a una de las otras
cosas, queriendo Él ser amado sobre todas.
Carta a un su devoto.
IV, pg. 370.
San Oscar Romero.
Queridos compañeros y hermanos sacerdotes, hagamos nuestra
esta página de la lectura de hoy; no pongamos nuestra confianza en el poder de
la tierra.
Jamás he tolerado ni he consentido que la predicación del
Evangelio se revuelva con el lenguaje de una revolución. Y cuando me han
acusado a algún sacerdote que predica la revolución, he pedido pruebas, casos
concretos. Sólo así podemos proceder. Pero muchas veces es la calumnia o una
información de terceros; informaciones a veces interesadas, pero cuando he
platicado con el sacerdote buscando su pensamiento, encuentro que su lenguaje
no es otro que la sabiduría de Cristo, que supo reclamar también contra las
injusticias y no sabía tolerar los atropellos de los pobres y necesitados. Por
eso, hermanos, nuestra Iglesia tiene que tener mucho cuidado, las queridas
comunidades de base, los grupos de reflexión, para que al reflexionar en la
Biblia, en la palabra del Señor, no busquen otra cosa más que la sabiduría de
Cristo Crucificado, no el poder de la política o del dinero. ¡A cuántos ha
seducido y los ha hecho sal insípida ese apoyo frágil de las fuerzas de la
tierra! Ni tampoco en el otro extremo: La puesta de las armas y de la
violencia. No es el lenguaje Cristiano.
Homilía, 5 de febrero de 1978.
Papa Francisco.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de hoy (cf. Mateo 5, 17-37) está
tomado del “Sermón de la Montaña” y trata el tema del cumplimiento de la Ley:
cómo debo cumplir la Ley, cómo hacerlo. Jesús quiere ayudar a sus oyentes a
tener un acercamiento justo a las prescripciones de los Mandamientos dados a
Moisés, exhortándolos a estar disponibles para Dios que nos educa para la
verdadera libertad y responsabilidad a través de la Ley. Se trata de vivirla
como un instrumento de libertad. No olvidemos esto: vivir la Ley como un
instrumento de libertad, que me ayude a ser más libre, que me ayude a no
ser esclavo de las pasiones y el pecado. Pensemos en las guerras, pensemos en
las consecuencias de las guerras, pensemos en esa niña que murió de frío en
Siria anteayer. Tantas calamidades, tantas. Esto es el resultado de las
pasiones, y la gente que hace la guerra no sabe cómo dominar sus pasiones. No
cumplen con la ley. Cuando se cede a las tentaciones y pasiones, uno no es
señor y protagonista de su vida, sino que se vuelve incapaz de manejarla con
voluntad y responsabilidad.
El discurso de Jesús está estructurado en cuatro
antítesis, expresadas con la fórmula «Habéis oído que se dijo... pues yo os
digo». Estas antítesis se refieren a otras tantas situaciones de la vida
cotidiana: el asesinato, el adulterio, el divorcio y el juramento. Jesús no
suprime las prescripciones relativas a estas cuestiones, sino que explica su
pleno significado e indica el espíritu en el que deben ser observadas.
Nos anima a pasar de la observancia formal de la Ley a la observancia
sustancial, aceptando la Ley en nuestros corazones, que es el centro de las
intenciones, decisiones, palabras y gestos de cada uno de nosotros. Del corazón
salen las buenas y las malas acciones.
Acogiendo la Ley de Dios en nuestros corazones
entendemos que, cuando no amamos a nuestro prójimo, nos matamos de alguna
manera a nosotros mismos y a los demás, porque el odio, la rivalidad y la
división matan la caridad fraternal, que es la base de las relaciones
interpersonales. Y esto se aplica a lo que he dicho sobre las guerras y también
a las habladurías, porque el lenguaje mata. Aceptando la Ley de Dios en el
corazón se entiende que los deseos deben ser guiados, porque no se puede
tener todo lo que uno desea, y no es bueno ceder a sentimientos egoístas y
posesivos. Cuando se acepta la Ley de Dios en el corazón, se comprende que
hay que abandonar un estilo de vida de promesas rotas, así como pasar de la
prohibición del perjurio a la decisión de no jurar en absoluto, asumiendo la
actitud de plena sinceridad con todos.
Y Jesús es consciente de que no es fácil vivir los
mandamientos de una manera tan completa. Por eso nos ofrece la ayuda de su
amor: vino al mundo no sólo para cumplir la Ley, sino también para darnos su
gracia, para que podamos realizar la voluntad de Dios, amándolo a Él y a
nuestros hermanos y hermanas. ¡Todo, todo lo podemos hacer con la gracia de
Dios! Así, la santidad no es otra cosa que guardar esta gratitud que Dios nos
ha dado, esta gracia. Se trata de confiar y encomendarse a Él, a su Gracia, a
esa gratitud que nos ha dado y coger la mano que nos tiende constantemente,
para que nuestros esfuerzos y nuestro compromiso necesario puedan ser sostenidos
por su ayuda, llena de bondad y misericordia.
Hoy Jesús nos pide que avancemos en el camino
del amor que nos ha indicado y que comienza en el corazón. Éste es el
camino que hay que seguir para vivir como cristianos. Que la Virgen María nos
ayude a seguir el camino trazado por su Hijo, a alcanzar la verdadera alegría y
a difundir la justicia y la paz por todas partes.
Ángelus, 16 de febrero de
2020.
Papa Francisco. Audiencia.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La semana pasada visité dos países africanos: la
República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Doy las gracias a Dios que me
ha permitido realizar este viaje, deseado desde hace tiempo. Dos “sueños”:
visitar al pueblo congoleño, custodio de un país inmenso, pulmón verde de
África: junto a la Amazonia, son los dos pulmones del mundo. Tierra rica de
recursos y ensangrentada por una guerra que no termina nunca porque siempre hay
quien alimenta el fuego. Y visitar al pueblo sursudanés, en una peregrinación
de paz junto al arzobispo de Canterbury Justin Welby y al moderador general de
la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields: fuimos juntos para testimoniar que es
posible y necesario colaborar en la diversidad, especialmente si se comparte la
fe en Jesucristo.
Los primeros tres días estuve en Kinsasa, capital de
la República Democrática del Congo. Renuevo mi gratitud al presidente y a las
otras autoridades del país por la acogida que me reservaron. Inmediatamente
después de mi llegada, en el Palacio Presidencial, pude dirigir el mensaje a la
nación: el Congo es como un diamante, por su naturaleza, por sus recursos,
sobre todo por su gente; pero este diamante se ha convertido en motivo de
contiendas, de violencias, y paradójicamente de empobrecimiento del pueblo. Es
una dinámica que se encuentra también en otras regiones africanas, y que vale
en general para ese continente: continente colonizado, explotado, saqueado. Frente a todo esto
dije dos palabras: la primera es negativa, “¡basta!”, ¡basta
de explotar África! He dicho otras veces que en el inconsciente colectivo está “África debe
ser explotada”: ¡basta con esto! Dije eso. La segunda es positiva: juntos, juntos
con dignidad, todos juntos, con respeto recíproco, juntos en el nombre de
Cristo, nuestra esperanza, ir adelante. No explotar e ir adelante
juntos.
Y en el nombre de Cristo nos hemos reunido en la
gran Celebración eucarística.
También en Kinsasa hubo otros encuentros: con las
víctimas de la violencia en el este del país, la región que desde hace años está
desgarrada por la guerra entre grupos armados manejados por intereses
económicos y políticos. No pude ir a Goma. La gente vive en el miedo y en la
inseguridad, sacrificada en el altar de negocios ilegales. Escuché los
testimonios impactantes de algunas víctimas, especialmente mujeres, que
depositaron a los pies de la Cruz armas y otros instrumentos de muerte. Con
ellos dije “no” a la violencia, “no” a la resignación, “sí” a la reconciliación
y a la esperanza. Han sufrido mucho y siguen sufriendo.
Después me reuní con representantes de diferentes
obras de caridad presentes en el país, para darles las gracias y animarlos. Su
trabajo con los pobres y para los pobres no hace ruido, pero día tras día hace
crecer el bien común. Y sobre todo con la promoción: las
iniciativas de caridad deben estar siempre en primer lugar para la promoción,
no solo para la asistencia sino para la promoción. Asistencia sí, pero
promoción.
Un momento entusiasmante fue el encuentro con los
jóvenes y los catequistas congoleños en el estadio. Fue como una inmersión en
el presente proyectado hacia el futuro. ¡Pensemos en la fuerza de renovación
que puede llevar a esa nueva generación de cristianos, formados y animados por
la alegría del Evangelio! A ellos, a los jóvenes, les indiqué cinco caminos: la
oración, la comunidad, la honestidad, el perdón y el servicio. A los jóvenes del Congo les dije: vuestro
camino es este; oración, vida comunitaria, honestidad, perdón y servicio. Que
el Señor escuche el grito que invoca paz y justicia.
Después, en la Catedral de Kinsasa me reuní con los
sacerdotes, los diáconos, los consagrados y las consagradas y los seminaristas.
Son muchos y son jóvenes, porque las vocaciones son numerosas: es una gracia de
Dios. Les exhorté a ser servidores del pueblo como testigos del amor de Cristo,
superando tres tentaciones: la mediocridad espiritual, la
comodidad mundana y la superficialidad. Que son tentaciones ―yo diría―
universales, para los seminaristas y para los sacerdotes. Cierto, la
mediocridad espiritual, cuando un sacerdote cae en la mediocridad, es triste;
la comodidad mundana, es decir, la mundanidad, que es uno de los peores males
que pueden suceder a la Iglesia; y la superficialidad. Finalmente, con los
obispos congoleños compartí la alegría y la fatiga del servicio pastoral. Les
invité a dejarse consolar por la cercanía de Dios y a ser profetas para el
pueblo, con la fuerza de la Palabra de Dios, ser signos de cómo es el Señor, de
la actitud que tiene el Señor con nosotros: compasión,
cercanía y ternura. Son tres maneras de cómo el Señor se relaciona con nosotros: se hace
cercano ―la cercanía― con compasión y con ternura. Esto pedí a los sacerdotes y
a los obispos.
Después, la segunda parte del viaje tuvo lugar en
Yuba, capital de Sudán del Sur, Estado nacido en 2011. Esta visita tuvo una
fisonomía totalmente particular, expresada por el lema que retomaba las
palabras de Jesús: “Rezo para que sean una sola cosa” (cfr. Jn 17,21). De
hecho, se trató de una peregrinación ecuménica de paz, realizada junto a los
jefes de dos Iglesias históricamente presentes en esa tierra: la Comunión
Anglicana y la Iglesia de Escocia. Era el punto de llegada de un camino
iniciado hace algunos años, que nos había visto reunidos en Roma en 2019, con
las autoridades sursudanesas, para asumir el compromiso de superar el conflicto
y construir la paz. En 2019 se hizo un retiro espiritual aquí, en la Curia, de
dos días, con todos estos políticos, con toda esta gente aspirante a los
puestos, algunos enemigos entre ellos, pero estaban todos en el retiro. Y esto
dio la fuerza para ir adelante. Lamentablemente el proceso de reconciliación no
ha avanzado mucho, y el recién nacido Sudán del Sur es víctima de la vieja
lógica del poder, de la rivalidad, que produce guerra, violencias, refugiados y
desplazados internos. Agradezco mucho al señor presidente la acogida que nos
dio y cómo está tratando de gestionar este camino nada fácil, para decir “no”
a la corrupción y al tráfico de armas y “sí” al encuentro y al diálogo. Y esto
es vergonzoso: muchos países llamados civilizados ofrecen ayuda a Sudán del
Sur, y la ayuda consiste en armas, armas, armas para fomentar la guerra. Esto es una
vergüenza. Y sí, ir adelante diciendo “no” a la corrupción y al tráfico
de armas y “sí” al encuentro y al diálogo. Solo así podrá haber desarrollo, la
gente podrá trabajar en paz, los enfermos curarse, los niños ir al colegio.
El carácter ecuménico de la visita a Sudán del Sur
se manifestó en particular en el momento de oración celebrado junto con los
hermanos anglicanos y con los de la Iglesia de Escocia. Juntos escuchamos la
Palabra de Dios, juntos le dirigimos oraciones de alabanza, de súplica y de
intercesión. En una realidad fuertemente
conflictual como la de Sudán del Sur este signo es fundamental, y no es
descontado, porque lamentablemente está quien abusa del nombre de
Dios para justificar violencias y abusos.
Hermanos y hermanas, Sudán del Sur es un país de
unos 11 millones de habitantes ―¡pequeño!― de los cuales, a causa de los
conflictos armados, dos millones son desplazados internos y otros tantos han
huido a países vecinos. Por esto quise reunirme con un gran grupo de
desplazados internos, escucharlos y hacerles sentir la cercanía de la Iglesia.
De hecho, las Iglesias y las organizaciones de inspiración cristiana están en
primera línea junto a esta pobre gente, que desde hace años vive en los campos
para desplazados. En particular me dirigí a las mujeres ―hay mujeres valientes
allí― que son la fuerza que puede transformar el país; y animé a todos a ser
semillas de un nuevo Sudán del Sur, sin violencia, reconciliado y pacificado.
Luego, en el encuentro con los pastores y los
consagrados de esa Iglesia local, miramos a Moisés como modelo de docilidad a
Dios y de perseverancia en la intercesión.
Y en la celebración eucarística, último acto de la
visita a Sudán del Sur y también de todo el viaje, me hice eco del Evangelio
animando a los cristianos a ser “sal y luz” en esa tierra tan probada. Dios
no pone su esperanza en los grandes y en los poderosos, sino en los pequeños y
en los humildes. Así es como se mueve Dios.
Doy las gracias a las autoridades de Sudán del Sur,
al señor presidente, a los organizadores del viaje y a todos aquellos que han
puesto su esfuerzo, su trabajo para que la visita saliera bien. Doy las gracias
a mis hermanos, Justin Welby e Iain Greenshields, por haberme acompañado en
este viaje ecuménico.
Recemos para que, en la República Democrática del
Congo y en Sudán del Sur, y en toda África, broten las semillas de su Reino de
amor, de justicia y de paz.
Comentario al evangelio del domingo.
-Evangelio de Mateo:
Jesús: intérprete
autorizado de las Escrituras (Ley y Profetas).
-Contexto:
Pluralismo
interpretativo de la Escritura en el judaísmo contemporáneo a Jesús y Mateo:
Litigio de
la comunidad de Mateo con un sector judío de la ciudad en la que vive (¿Antioquía?).
ORACIÓN JUNIORS.
EXPERIENCIA.
Busca un lugar tranquilo,
apacigua tus pensamientos, cierra los ojos, sígnate y dile a Jesús: “Aquí
estoy, háblame”.
Invoca el Espíritu
Santo para que Él abra tu corazón a la Palabra de Dios y te conceda el don de
la oración.
Mira el vídeo.
https://www.youtube.com/watch?v=nbgM97um2pw´
¿Cómo te has sentido?
Resume en una idea el
vídeo.
¿Alguna vez te has
identificado con la anciana y con el joven?
Permanece en silencio
pensando en el vídeo.
+REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 5, 17-37.
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos:
-No creáis que he
venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar
plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de
cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de
los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos
importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será
grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos.
Habéis oído que se
dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os
digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado.
Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín,
y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto,
si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de
que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y
vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu
ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais
todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te
metan en la cárcel. En verdad te digo que n o saldrás de allí hasta que hayas
pagado el último céntimo.
Habéis oído que se
dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer
deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho
te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser
echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela
y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os
digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a
cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído
que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos
al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es
el trono de Dios; ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por
Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes
volver blanco, o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, si, no, no.
Lo que pasa de ahí viene del Maligno.
¿Qué dice el texto? Después
de invitar a los discípulos a ser sal y luz Jesús concreta esta llamada en la
profundización de la Ley de Moisés. Él no inventa nada ajeno a las leyes del
Antiguo Testamento, sino que las profundiza y conduce al oyente a penetrar en
el espíritu de los preceptos, pasar del minimalismo formal, es decir, cumplir a
la letra los Diez Mandamientos, al maximalismo sustancial, es decir, cumplirlos
con el corazón en todas las implicaciones que derivan del precepto. Ser
cristiano no es ser siervo de un Señor que legisla, premia y castiga; sino hijo
de un Padre que espera de nosotros toda la potencialidad que contiene nuestro
corazón. Después de una primera lectura, divide el texto en las partes y cada
día medita sobre una de ellas.
¿Qué te dice? Vuelve
a leerlo, con pausas, permitiendo al Espíritu trabajar tu corazón, relacionando
cada frase con tu pasado, presente y expectativas a corto y largo plazo.
COMPROMISO.
Anota un propósito relacionado con la enseñanza de Jesús y proponte
estar vigilante a fin de no dañar con tus palabras y miradas a los demás.
CELEBRACIÓN.
Escucha
la canción Mírame Jesús de Fran.
https://www.youtube.com/watch?v=6ezWHdQzD2o
GUIÓN MISA NIÑOS.
DOMINGO
VII T.O. 19 de febrer de 2023
Monición de entrada.-
Hola:
Cuando
venimos a misa tenemos que ser como san Pedro.
Él
un día le dijo a Jesús:
¿A
quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Porque
las palabras que Jesús nos dice nos ayudan.
Y
nos ayudan a que las personas se sientan queridas por nosotros.
Señor ten piedad.-
Tú eres Santo. Señor,
ten piedad.
Tú
eres perfecto. Cristo, ten piedad.
Tú
eres compasivo. Señor, ten piedad.
Peticiones.-
Jesús, te pido por el Papa Francisco y el obispo
Enrique. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por la Iglesia, para que sea
lugar de perdón. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido los que no conocen a
Jesús, para que te conozcan. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido los que mandan, para que
no sean vengativos. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por las personas, para
que no nos odiemos. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido para que seamos obedientes
a tus palabras. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.-
María, queremos darte las gracias porque
nos ayudas a ser buenas niñas y buenos niños y a querer a las personas que
están tristes.
GUIÓ
MISSA D’INFANTS. DIUMENGE VII T. O. 18 de febrer de 2023.
Monició d’entrada.-
Hola:
Quan
venim a missa hem de ser com sant Pere.
Ell
un dia li digué a Jesús:
On
anirem? Tu tens paraules de vida eterna.
Perquè
les paraules que Jesús ens diu ens ajuden.
I
ens ajuden a que les persones es senten estimades per nosaltres.
Senyor, tingueu pietat.
Vos sou sant.
Senyor, tingueu pietat.
Vos sou perfecte.
Crist, tingueu pietat.
Vos sou compassiu.
Senyor, tingueu pietat.
Plegaries.-
Jesús, et demane pel Papa Francesc i el
bisbe Enric. T’ho demane, Senyor.
Jesús, et demane per l’església, perquè
siga un lloc de perdó. T’ho demane, Senyor.
Jesús, et demane pels qui manen, perquè
no siguen venjatius. T’ho demane, Senyor.
Jesús, et demane per les persones, perquè
no ens odiem. T’ho demane, Senyor.
Jesús, et demane perquè siga’m obedients
a les teues paraules. T’ho demane, Senyor.
Acció de gràcies.
Maria, volem donar-te les gràcies perquè
ens ajudes a ser bones xiquetes i bons xiquets i a estimar les persones que estan
tristos.
Lectura
del llibre del Levític 19, 1-2.17-18.
El
Senyor digué a Moisés:
-Digues
a tota la comunitat dels israelites: Sigueu sants, perquè jo, el Senyor, el
vostre Déu, soc sant. No tingues malícia als teus germans dins el teu cor. Reprèn
els altres, si cal; així no et faràs responsable del seu pecat. No et venges ni
guardes rancúnia contra ningú del teu poble. Estima els altres com a tu mateix.
Jo soc el Senyor.
Paraula
de Déu.
Sal 102
El Senyor és compassiu
i benigne. R/.
Beneeix el
Senyor, ànima meua,
del fons del cor
beneeix el seu sant nom.
Beneeix el
Senyor, ànima meua,
no t’oblides
dels seus favors. R/.
Ell et perdona
les culpes
i et cura de tota
malaltia;
rescata de la
mort la teua vida
i et sacia d’amor
entranyable. R/.
El Senyor és
compassiu i benigne,
lent per al
castic, ric en l’amor.
No ens castiga
els pecats com mereixíem,
no ens paga com
deuria les nostres culpes. R/.
Llança les
nostres culpes lluny de nosaltres
com l’Orient és
lluny de l’Occident.
Com un pare s’apiada
dels fills,
el Senyor s’apiada
dels fidels. R/.
Lectura
de la primera carta de sant Pau als cristians de Corint 3, 16-23.
Germans:
No
ho sabeu que sou un temple de Déu i que l’Esperit de Déu habita en vosaltres?
Si algú profana el temple de Déu, Déu li’n demanarà compte, perquè el temple de
Déu és sagrat, i aquest temple sou vosaltres.
Que
ningú no s’enganye ell mateix. Si entre vosaltres algú
es té per savi segons la saviesa d’aquest món és ignorància. L’Escriptura diu: “Fa
caure els savis en els seus propis paranys”. I també: “El Senyor sap què valen
els pensaments dels savis: no s’aguanten més que el fum”.
Per tant, que ningú no es glorie de ser seguidor de cap home. Tot és
vostre: Pau, Apollo, Quefes, el món, la vida, la mort, el present, el futur.
Tot és vostre, però vosaltres sou de Crist, i Crist és de Déu.
Paraula
de Déu.
X Lectura de l’Evangeli segons sant Mateu 5, 38-48.
En aquell temps, Jesús digué als seus
deixebles:
-Ja sabeu que van dir: “Ull per ull, dent
per dent”. Doncs jo vos dic: No vos hi torneu contra els qui vos fan mal. Si
algú et pega a la galta dreta, para-li també l’altra. Si algú et vol posar un
plet per quedar-se el teu vestit, dona-li també el mantell. Si algú t’obliga a
portar una càrrega un quart d’hora de camí, porta-li-la mitja hora. Dona a tothom
qui et demane, no et desentengues del qui et vol manllevar.
Ja sabeu que van dir: “Estima els altres”,
però no els enemics.
Doncs jo vos dic: Estimeu els enemics,
pregueu per aquells que vos persegueixen. Així sereu fills del vostre Pare del
cel, ell fa eixir el sol sobre bons i dolents, i fa ploure sobre just i injusts.
Perque si estimeu només els qui vos estimen, quina recompensa mereixeu? Els
publicans, no fan també aixó mateix?
I si només saludeu els germans, que feu d’extraordinari?
Els pagans, no fan també això mateix? Sigueu bons del tot, com ho és el vostre
Pare celestial.
Paraula del Senyor.
Sagrada
Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
BAC. Madrid. 2016.
Biblia
de Jerusalén. 5ª
edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González.
BAC. Madrid. 2017.
Biblia
Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.
Catecismo
de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación
de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia.
Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Riutort Mestre, P. Llibre del poble de Déu.
Gorg. València. 1975.
Pío de Luis,
OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las
lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
San Juan de
Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid.
2015.
San Juan de Ávila. Obras
Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores.
BAC. Madrid. 2013.
San
Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid. 2015.
San
Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Eucaristía. Verbo Divino.
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