Lectura del libro de Isaías 42, 1-4.6-7
Esto dice el Señor:
-Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me
complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las
naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no
la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará. Manifestará la justicia con
verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En
su ley esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te tomé
de la mano, te formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones,
para que abras los ojos a los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la
prisión a los que habitan en tinieblas.
Textos
paralelos.
Mt 12, 18-21: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a
quien prefiero. Sobre él pondré mi Espíritu para que anuncie el derecho a los
paganos. No gritará, no altercará, no voceará por las calles. La caña cascada
no la quebrará, el pábilo vacilante, no lo apagará. Promoverá eficazmente el
derecho. En su nombre esperaran los paganos.
Mt 11, 5: Ciegos recobran la vista, cojos caminan, leprosos quedan
limpios, sordos oyen, muertos resucitan, pobres reciben la buena noticia.
Jn 1, 32-34: Juan dio este testimonio: “Contemplé al Espíritu, que
bajaba del cielo como una paloma y se posaba sobre él. Yo no lo conocía; pero
el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y
posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo. Yo lo he visto
y atestiguo que él es el Hijo de Dios.
Mt 3, 16: Jesús se bautizó, salió del agua y al punto se abrió el
cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba en él.
Proclamará la justicia y la lealtad.
Jn 8, 45: Cuando yo digo la verdad, no me creéis.
Jn 14, 6: Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al
Padre, si no es por mí.
A ser luz de las naciones.
Jn 8, 12: Yo soy la luz del mundo, quien me siga no caminará en
tinieblas, antes tendrá la luz de la vida.
Lc 7, 22: Id a informar a Juan lo que habéis visto y oído: ciegos
recobran la vista, cojos caminan, leprosos quedan limpios, sordos oyen, muertos
resucitan, pobres reciben la buena noticia.
Jn 9, 39: He venido a este mundo a entablar proceso, para que los
ciegos vean y los que vean queden ciegos.
Jn 8, 31-32: Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis realmente
discípulos míos, entenderéis la verdad y la verdad os hará libres.
De la cárcel a los que viven en tinieblas.
Sal 107, 10: Yacían en oscuridad y tinieblas, / cautivos de
hierros y desgracias.
Lc 1, 79: Que ilumina a los que habitan en tinieblas / y en sombra
de muerte, / que endereza nuestros pasos por un camino de paz.
Notas
exegéticas.
42 Este es el primero de los cuatro “cantos
del Siervo” (42, 1-4 (5-9); 49, 1-6; 50, 4-9 (10-11); 52, 13-53, 12). Algunos
ponen fin a este primer canto en el v. 7, otros en el v. 4. En este poema, se
presenta al siervo como un profeta, objeto de una misión y de una
predestinación divina, animado por el Espíritu para enseñar a toda la tierra,
con discreción y firmeza a pesar de las oposiciones. Pero su misión rebasa la
de los demás profetas, puesto que él mismo es alianza y luz, y lleva a cabo una
obra de liberación y salvación.
42 1 A la elección del Siervo
acompaña una efusión del Espíritu, como en el caso de los jefes carismáticos de
los tiempos antiguos, los Jueces y los primeros reyes, Saúl y David. El relato
del bautismo de Jesús, Mt 3, 16-17, asocia a la venida del Espíritu una cita que
combina este v. y los vv. 1-4 son aplicados a Jesús por Mateo 12, 17-31. – Al precisar
“Jacob, mi siervo,… Israel, mi elegido”, la versión griega da fe,
como la glosa de 49, 3 de una tradición judía que reconocía en el Siervo a la
Comunidad de Israel, así designada en otros textos del Segundo Isaías.
42 2 “ni se quebrará”, griego, Targum
(lo‘ yerós); “no correrá”, lo‘ yurús, hebreo.
42 6 [lo formé] Término idéntico al
utilizado en Gn 2, 7 para describir a Yahvé “modelando” al primer hombre.
Comentario.
-Segundo Isaías:
Profeta anónimo que escribe desde
Babilonia en el s. VI a.C.
Mensaje central:
Consolar al pueblo de Israel
que ha perdido su tierra, su rey y su templo:
Canto del Siervo de Yahvé:
Ciro, rey extranjero,
instrumento de Dios.
Sentido más allá de esta
referencia histórica.
Texto mesiánico recogido por
Mateo, quien identifica a Cristo con este servidor anunciado por el profeta (Mt
3, 16.17; 12, 8; 17, 5).
-Mensaje:
Es alguien sobre el que reposa
el Espíritu de Dios.
Misión:
Traer el derecho a las naciones.
Dimensión universal.
Ámbito escatológico.
Este siervo:
Trabajará con un estilo en el
que el respeto y el cuidado de los marginados y los débiles estarán en primera
línea.
No asumirá la violencia de las
conquistas.
Luz de las naciones.
Liberará a su pueblo.
Despertará la fe donde estaba dormida
o cegada.
Confirmará la alianza de Dios
con la humanidad.
Salmo responsorial
Salmo 29 (28), 1a-4.9c-10
El
Señor bendice a su pueblo con la paz. R/.
Hijos
de Dios, aclamad al Señor,
aclamad
la gloria del nombre del Señor,
postraos
ante el Señor en el atrio sagrado. R/.
La
voz del Señor sobre las aguas,
el
Señor sobre las aguas torrenciales.
La
voz del Señor es potente,
la
voz del Señor es magnífica. R/.
El
Dios de la gloria ha tronado.
En
su templo un grito unánime: “¡Gloria!”
El
Señor se sienta sobre las aguas del diluvio,
el
Señor se sienta como rey eterno. R/.
Textos paralelos.
Sal 18, 14: Mientras el Señor
tronaba en el cielo, / el Altísimo lanzaba su voz.
Sal 68, 8: Oh Dios, cuando
salías al frente de tu pueblo, / cuando avanzabas por el páramo.
Sal 77, 17-19: Te vio el mar,
oh Dios, / te vio el mar y tembló, / las olas se estremecieron. / Las nubes
descargaban su agua, / retumbaban los nubarrones, / tus saetas zigzagueaban. /
Rodaba el estruendo de tu trueno, / los relámpagos deslumbraban el orbe, / la
tierra temblaba y retemblaba.
Sal 97, 2-6: Nubes y nubarrones
lo rodean, / Justicia y Derecho sostienen su trono. / Delante de él avanza
Fuego / abrasando en torno a sus enemigos. / Sus relámpagos deslumbran el orbe,
/ al verlo, la tierra se estremece. / Los montes se derriten como cera ante el
Señor, / ante el Dueño de toda la tierra. / Los cielos proclaman su justicia /
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Sal 144, 5-6: Señor, inclina
los cielos y desciende; / toca las montañas y echarán humo. / Fulmina el rayo y
dispérsalos, / dispara tus saetas y desbarátalos.
Ex 19, 16: Al tercer día por la
mañana hubo truenos y relámpagos y una nube espesa en el monte, mientras el
toque de la trompeta crecía en intensidad, y el pueblo se echó a temblar en el
campamento.
Ha 3, 6: Se detiene y tiembla
la tierra, / lanza una mirada / y dispersa las naciones; / se derrumban las
viejas montañas, se prosternan / los collados
primordiales, / los órbitas primordiales, ante él.
Rendid a Yahvé gloria y
poder.
Sal 96, 7-9: Tributad al Señor,
familias de los pueblos, / tributad al Señor gloria y poder. / Tributad al
Señor la gloria de su nombre, / entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. /
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra
entera.
La voz de Yahvé sobre las
aguas.
Sal 77, 19: Rodaba el estruendo
de tu trueno, / los relámpagos deslumbraban el orbe, / la tierra temblaba y
retemblaba.
El Dios de la gloria
truena.
Sal 104, 7: Pero a tu bramido
huyeron, / al fragor de tu trueno se precipitaron.
¡Es Yahvé sobre las aguas
caudalosas!
Is 30, 30: El Señor hará oír /
la majestad de su voz, / mostrará su brazo que descarga /
con ira furiosa y rayos
abrasadores, / con tormenta y aguacero y pedrisco.
La voz de Yahvé con
fuerza.
Ez 10, 5: El rumor de las alas
de los querubines llegó hasta el atrio exterior; era como la voz del Todopoderoso
cuando habla.
Jb 37, 4-5: Tras el ruge su
voz, atruena con voz majestuosa / y ya no lo detiene una vez que se escucha su
voz. / Dios atruena con voz maravillosa
/ y realiza proezas que no comprendemos.
Yahvé se sentó sobre el
diluvio.
Gn 7, 17: El diluvio cayó durante
cuarenta días sobre la tierra. El agua, al crecer, levantó el arca, de modo que
iba más alta que el suelo.
Is 54, 9: Me sucede como en el tiempo de Noé. / juré
que las aguas del diluvio / no volverían a cubrir la tierra; / así juro no
airarme contra ti / ni reprocharte.
Notas
exegéticas.
29 La tormenta evoca el poder y la
gloria divinos, que causan pavor a los enemigos de Israel y aseguran la paz al
pueblo de Dios.
29 1 (a) El griego precisa la utilización
de este salmo: “para la clausura de la Fiesta de las tiendas” (Dt 16, 3),
fiesta en la que se pedía la lluvia (Za 14, 16-19).
29 1 (b) Lit. “hijos de los dioses”,
ver Sal 82, 1, identificados con los ángeles que forman la corte divina. El
pasaje se aplica en ocasiones a Israel, “hijo de Dios·, Ex 4, 22. – Griego y
Vulgata tienen a continuación la variante: “Traed a Yahvé crías de carnero”.
29 2 Se trata del cielo, réplica
invisible del Templo de Jerusalén.
29 10 Entronizado sobre las aguas
primordiales, símbolo del caos.
Tres lecturas.
Con Israel: en la liturgia judía este salmo se canta en
Pentecostés para celebrar la revelación del Sinaí. Israel recuerda esta “teofanía”
formidable que vivió a lo largo de su peregrinación de cuarenta años en el
desierto de Cadés.
Con Jesús: Para un judío de tiempos de Jesús el trueno
era la voz de Dios.
Con nuestro tiempo: la imagen de la tempestad que fulmina los
cedros, que domina la fuerza de las aguas, nos dice que Dios tendrá la última
palabra contra todas las potencias hostiles. Jesucristo es este “Señor de la
gloria” cantado por el salmista.
Segunda lectura.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38.
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
-Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas,
sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que
sea. Envió su palabra a los hijos de Israel, anunciando la Buena Nueva de la
paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Vosotros conocéis lo que sucedió
en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan.
Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu
Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.
Textos paralelos.
Hch 2, 22: Israelitas, escuchad
mis palabras. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros
con los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por su medio, como bien
sabéis.
Dios no hace acepción de
personas.
Dt 10, 17: Que el Señor,
vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, fuerte y
terrible, no es parcial ni acepta soborno.
Ga 2, 6: En cuanto a los “respetables”
– hasta qué punto lo eran no me importa, pues Dios no es parcial con los hombres
– esos respetables no me impusieron nada.
Le es grata cualquier
persona.
Rm 2, 11: Que Dios no es parcial.
1 P 1, 17: Y si llamáis Padre
al que juzga imparcialmente las acciones de cada uno, proceded con cautela
durante vuestra permanencia en la tierra.
Anunciándoles la Buena
Nueva.
Is 52, 7: ¡Qué hermosos son
sobre los montes / los pies del heraldo que anuncia la paz, / que trae la buena
nueva, / que pregona la victoria, / que dice a Sión: “Ya reina tu Dios!”
Na 2, 1: Mirad sobre los montes
los pies / del heraldo que pregona la paz; / “Festeja tu fiesta, Judá, / cumple
tus votos, / que el Criminal / no volverá a atravesarte / porque ha sido
aniquilado.
Vosotros sabéis lo que
sucedió en toda Judea.
Rm 10, 12: Y no hay diferencia
entre judíos y griegos; pues es el mismo el Señor de todos, generoso con todos
los que lo invocan.
Lc 4, 44: Y predicaba en las
sinagogas de Judea.
Como Dios ungió con el
Espíritu Santo y con poder a Jesús.
Is 61, 1: El Espíritu del Señor
/ está sobre mí, / porque el Señor me ha ungido. / Me ha enviado para dar / una
buena noticia a los que sufren, / para vendar los corazones desgarrados, / para
proclamar la amnistía a los cautivos / y a los prisioneros la libertad.
Mt 3, 16: Jesús se bautizó,
salió del agua y al punto se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que
bajaba como una paloma y se posaba sobre él.
Hch 1, 8: Pero recibiréis la
fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en
Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.
Pasó haciendo el bien y
curando a todos los oprimidos por el diablo.
Hch 2, 22: Israelitas, escuchad
mis palabras. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros
con los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por su medio, como bien
sabéis.
Dios estaba con él.
Mt 4, 1: Entonces Jesús, movido
por el Espíritu, se retiró al desierto para ser puesto a prueba por el Diablo.
Nosotros somos testigos.
Mt 8, 29: De pronto se pusieron
a gritar: “¡Hijo de Dios! ¿qué tienes con nosotros? ¿Has venido antes de tiempo
a atormentarnos?
Notas exegéticas.
10 35 Terminología cultual. Es grato a
Dios el sacrificio irreprochable o, el que lo ofrece. Isaías había anunciado
que, al fin de los tiempos, los sacrificios de los gentiles serían gratos a
Yahvé.
10 36 Variante: “La palabra que ha
enviado”.
10 37 (a) Los vv. 37-42 forman un resumen
de la historia evangélica que subraya los puntos que el mismo Lucas pone de
relieve en su evangelio.
10 37 (b) Variante: “el comienzo”.
10 38 Ver Lc 4, 18-21 (citando a Is
61, 1), que sugiere que la bajada del Espíritu sobre Jesús con ocasión de su
bautismo fue una unción. Este mismo Espíritu va a descender sobre los incircuncisos
que escuchan a Pedro (v. 44).
Comentario.
-Libro de los Hechos:
Pedro: predicador de la nueva
noticia de salvación (kerygma) que se extiende imparablemente.
-Anuncio llega a la costa
mediterránea:
Cesarea Marítima.
Casa del Centurión romano
Cornelio que se abre a la fe.
-Lucas presenta en este
discurso ecos del kerygma:
Anuncia a Jesús: actividad,
muerte y resurrección.
Dimensión salvífica de Jesús.
-Los acontecimientos en torno a
Jesús:
No son míticos.
Son históricos: Galilea, Jesús
de Nazaret, después del bautismo de Juan.
-¿Quién es Jesús?
Rasgos principales del Siervo
de Yahvé:
Ungido por Dios con la fuerza
del Espíritu.
No permite que la caña termine
por romperse.
Misión universal.
-Jesús es confesado por la primera
comunidad cristiana como “Señor de todos”.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 1, 7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan:
-Detrás de mi viene el que es
más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus
sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu
Santo.
Y sucedió que por aquellos días
llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas
salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como
una paloma. Se oyó una voz desde los cielos:
-Tú eres mi Hijo amado, en ti
me complazco.
Textos paralelos.
Y proclamaba: “Detrás de
mi viene uno…”.
Jn 1, 26-27: Yo os bautizo con
agua. Entro vosotros está uno que no conocéis, que viene detrás de mí; y yo no
soy quien para soltarle la correa de la sandalia.
Yo os he bautizado con
agua.
Jn 1, 33: Yo no lo conocía;
pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y
posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.
Hch 1, 5: Que Juan bautizó con
agua, vosotros seréis bautizados dentro de poco con Espíritu Santo.
Hch 11, 16: Yo me acordé de lo
que había dicho el Señor: Juan bautizó con agua, ,vosotros seréis bautizados
con Espíritu Santo.
Mt 3, 13-17 |
Mc 1, 7-11 |
Lc 3, 21-22: |
Por entonces fue Jesús desde
Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Juan se lo impedía
diciendo: “Soy yo quien necesito que me bautices tú, ¿y tú acudes a mí?”
Jesús le respondió: “Ahora cede, pues de ese modo conviene que realicemos la
justicia plena”. Ante esto accedió. Jesús se bautizó, salió del agua y al punto se
abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se
posaba sobre él; se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo
querido, mi predilecto”. |
En aquel tiempo, proclamaba Juan: -Detrás de mi viene el que es
más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus
sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu
Santo. Y sucedió que por aquellos
días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el
Jordán. Apenas salió del agua, vio
rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó
una voz desde los cielos: -Tú eres mi Hijo amado, en ti
me complazco. |
Mientras todo el pueblo se
bautizaba, también Jesús se bautizó; y mientras oraba,
se abrió el cielo, bajó sobre él el Espíritu
Santo en figura corpórea de paloma y se oyó una voz del cielo: “Tú eres mi
hijo querido, mi predilecto”. |
En cuanto salió del agua.
Is 63, 11: Se acordaron del
pasado, / del que sacó a su pueblo: / ¿Dónde está el que sacó de las aguas / al
pastor de su rebaño? / ¿Dónde el que metió en su pecho / su santo espíritu?
Is 63, 19: Estamos como antaño,
/ cuando no nos gobernabas / y no llevábamos tu nombre.
Jn 1, 32-34: Juan dio este testimonio:
“Contemplé al Espíritu, que bajaba del cielo como una paloma y se posaba sobre
él. Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel
sobre el que veas bajar y posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu
Santo. Yo lo he visto y atestiguo que él es el Hijo de Dios.
Tú eres mi Hijo amado, en
ti me complazco.
Is 42, 1: Mirad a mi siervo, /
a quien sostengo; / mi elegido, a quien prefiero. Y/ Sobre él he puesto mi
espíritu, / para que promueva / el derecho a las naciones.
Mc 9, 7: Vino una nube que les
hizo sombra, y salió una voz de la nube: “Este es mi hijo querido. Escuchadle”.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
1 7 La expresión “detrás de mí” es
indicativa de rango, como ocurre en un cortejo. Resalta el contraste entre Juan
y Jesús: el que viene detrás es en realidad “mas fuerte”. La fuerza, “atributo
del Mesías” se manifestará en la lucha de Jesús contra Satán. Por el contrario,
quien viene delante es en realidad un siervo: poner o quitar la sandalia era
una tarea de esclavo.
1 9 Al recibir el Espíritu, Jesús es
ungido como rey sobre el nuevo pueblo de Dios. Esto es lo que la voz celeste le
declara, citando Sal 2, 7, ver Lc 3, 22, completado por Is 42, 1: Jesús es también
el “Siervo” que va a enseñar el derecho a las naciones. Para describir la
escena, Mc se inspira en Is 63, 11.19: Jesús es presentado como un nuevo Moisés,
la voz celeste ya no se dirige a Jesús, sino a la gente. Según Jn 1, 34-35, es
el Bautista quien ve al Espíritu bajar sobre Jesús y quien proclama a la gente
su verdadera personalidad.
1, 10 “Los cielos se rasgaban” como un
paño, ver 15, 38, señal de que Dios interviene para realizar su promesa (Is 63,
19), aquí el envío del Espíritu Santo.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
10 El
texto de Mc parece decir que Jesús fue el único testigo del acontecimiento.
11 TÚ
ERES…: lit. tú eres el hijo de mí, el [hijo] querido. “El hijo querido”
equivale a “el únicamente querido”, e.d., “el hijo único·. De este
apelativo no está ausente, ni siquiera en esta ocasión, un trasfondo de
sacrificio y muerte (cf. 12, 6); el sacrificio de Isaac – “el hijo querido –,
que tanto influyó en la literatura rabínica, posiblemente tiene algo que ver
con estas palabras. // EN TI ME COMPLAZCO: el tiempo verbal griego es aoristo,
a modo de perfecto estativo hebreo: “Me agradé en ti y mi agrado permanece,
por eso te elegí”.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
1, 9-11 Dios entró en el mundo a través
de la Encarnación de Jesucristo, Hijo de Dios, segunda Persona de la Santísima
Trinidad. El bautismo de Cristo fue la primera manifestación explícita de la
Santísima Trinidad: la presencia física del Hijo, la voz del Padre, y el Espíritu
Santo representado por la paloma. Cat. 151, 333 y 422.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Documento
Q.
16 b. Yo os bautizo (con) agua, pero
el que viene detrás de mí es más fuerte que yo. Yo no soy digno de (quitarle)
las sandalias. Él os bautizará con Espíritu (santo) y fuego.
17 Tiene su bieldo en la mano y
aventará su parva, y reunirá el trigo en su granero, pero la paja la quemará en
un fuego que no se apaga.
21 (… Jesús… bautizado, se abrió el
cielo).
22 (y… el Espíritu… sobre él…Hijo…)
Comentarios
de los Santos Padres.
“Detrás de mi viene el que es
más fuerte que yo; yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias”. Lo
de “Es preciso que él crezca y yo disminuya”, equivale a decir: es preciso que
el Evangelio crezca y yo, la ley, disminuya. Llevaba Juan, es decir, la ley en
Juan, un vestido hecho de pelos de camello: no podía llevar la túnica propia
del cordero, de quien dice: “He aquí el cordero de Dios, he aquí el que quita
los pecados del mundo”, y también: “Como oveja fue llevado a la muerte”. Bajo
la ley no podemos llevar la túnica propia de aquel cordero.
Jerónimo. Comentario al Ev.
de Marcos, homilía 1.
Aquí establece una comparación
entre la ley y el Evangelio. Y dice también: “Yo os bautizo con agua”, esto es
la ley, “pero él os bautizará con Espíritu Santo”, esto es el Evangelio.
Jerónimo. Comentario al Ev.
de Marcos, homilía 2.
No puede llamarse bautismo
perfecto sino en virtud de la cruz y de la resurrección de Cristo.
Jerónimo. Diálogo contra los
luciferianos, 7.
¿Te das cuenta, querido, cuáles y
cuántos bienes habríamos perdido, si el Señor no hubiera hecho caso a Juan, y no
hubiésemos recibido el bautismo? Antes, las puertas del cielo permanecían
cerradas y la región de arriba era inaccesible. Podemos descender a lo más
bajo, en cambio no podemos volver a subir a lo alto. ¿Acaso tuvo lugar solo el
bautismo del Señor? También tuvo lugar la renovación del hombre viejo y también
confió los tronos de la misma adopción. Al instante, “los cielos se abrieron”.
Se hizo la reconciliación de lo visible con lo invisible. Los poderes del cielo
se llegaron de alegría, y fueron curadas las enfermedades de la tierra; las
cosas que permanecían escondidas salieron a la luz; los que estaban entre el
número de los enemigos se hicieron amigos.
Hipólito. Homilía sobre la
santa Teofanía, 6.
[La paloma] es el pájaro de la
dulzura, símbolo de la inocencia y de la sencillez. También nos prescribe
imitar la inocencia de las palomas.
Orígenes. Homilías sobre el
Ev. de Lucas, 27, 6.
La paloma es un ave mansa y pura.
Como el Espíritu Santo es espíritu de mansedumbre, aparece bajo la forma de
paloma. Por otra parte, la paloma nos recuerda también la antigua historia,
Pues bien sabéis que, cuando nuestro linaje sufrió naufragio universal y estuvo
a punto de desaparecer, apareció la paloma para señalar la terminación de la
tormenta, y, llevando un ramo de olivo, anunció la buena nueva de la paz sobre
toda la tierra. Todo lo cual era figura de lo venidero… Por eso aparece ahora
la paloma, no para traer un ramo de olivo en el pico, sino para señalarnos al
que venía a librarnos de todos nuestros males y para infundirnos las más bellas
esperanzas. Esa paloma no venía para sacar a un solo hombre del arca, sino para
levantar al cielo de la tierra entera, y, en lugar del ramo de olivo, traer a
todo el género humano la filiación divina.
Juan Crisóstomo. Homilías
sobre el Ev. de Mateo, 12,3.
Se muestra claramente la
Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu Santo en la
paloma.
Agustín. Tratado sobre el Ev.
de Juan, 6, 5.
Este, el llamado hijo de José,
es también mi Hijo conforme a la naturaleza divina. “Este es mi Hijo, el amado”.
Este es el que alimenta a miles de hambrientos; el que trabajando, da descanso
a los que trabajan; el que no teniendo ni siquiera dónde reclinar su cabeza,
tiende a todos la mano; el que sufre, y cura todas las enfermedades; el que cae
golpeado, y regala a todos la libertad; el que es herido en un costado, y
repara el costado de Adán.
Hipólito. Homilía sobre la
santa Teofanía, 7.
San Agustín.
El bautismo de Juan valía tanto como valía
Juan. Era un bautismo santo, porque era conferido por un santo, pero siempre
hombre; aunque un hombre que había recibido del señor la gracia extraordinaria
de preceder al juez, indicarlo con el dedo, cumpliendo así la profecía: “Yo soy
la voz del que clama en el desierto: Preparad el camino al Señor” (Jn 1, 23).
El bautismo del Señor, en cambio, valía tanto cuanto el Señor: era, por tanto,
un bautismo divino, porque el Señor es Dios.
Comentario sobre el evangelio de San Juan 5, 3-6. Pg. 234.
San Juan de Ávila.
Pues en tales espejos se mire el sacerdote
que va a consagrar, y entre ellos no olvide aquel tan principal que es San Juan
Bautista, que, de solamente echar agua en la cabeza de Cristo, se tenía por
indigno, y con profundo temblor y reverencia decía: Ego a Te debeo baptizari, et Tu venis ad me? (Mt 3, 14). Y, a esta cuenta,
mayor santidad ha menester un sacerdote, y mayor espanto y admiración le ha de
tomar, pues trata al Señor con un trato más familiar que San Juan Bautista.
Tratado sobre el sacerdocio, 20. OC I, pg. 927.
¿Quién, después que ha consagrado, no queda
atónito, o con profunda humildad no dice al Señor, a semejanza de San Pedro y
de San Juan Baptista: Tú, Señor,
vienes a mí? (cf. Lc 5, 8; Mt 3, 14). ¿Qué
sacerdote, si profundamente considerase eseta admirable obediencia que Cristo
le tiene, mayor a menor, Rey a vasallo, Dios a criatura, ternía corazón para no
obedecer a nuestro Señor en sus santos mandamientos y para perder antes la
vida, aun en cruz, que perder su obediencia? ¿Quién alzaría el cuelo contra su
mayor, quién no se abajaría a su igual y menor? Viendo esto San Juan, se
espantó y dijo: Ego a te debeo baptizari et tu venis ad me? Y aun así podríamos nosotros
decir: “Yo, Señor, había de ir a ti y obedecerte, ¿y tú vienes a mí?”. Y
responderemos ha lo que a él respondió: Sic enim decet implere omnem iustitiam (cf. Mt 3, 14-15). Y dice la glosa que “toda humildad”, scilicet,
humillarse al mayor, igual y menor. Sic decet: ¿Para qué, Señor? Para
abajar nuestra soberbia, para que tenga vergüenza el sacerdote de parecer
soberbio y desobidiente siendo Dios tan humilde para con él.
Platicas: I.
A sacerdotes, 2. OC I, pg. 787-788.
De manera que,
así como dice el santo Evangelio que, siendo el Señor baptizado, se abrieron
los cielos a él (Mt 3, 16), porque, aunque muchos han entrado allá después
de él, a ninguno se le abren sino por causa de él; así podemos decir que las
entrañas de su Eterno Padre, que se abren para conceder nuestros ruegos, a
Cristo se abren; y él es el oído del Padre, pues que la gracia y favores con
que somos oídos, por él lo tenemos.
Audi, filia (II),
cap. 85. OC I, pg. 720.
Hic est
Filius meus dilectus, in quo mihi bene complacui (Mt
3, 17). Él es el que le hace quitar el enojo, y no solamente no le castiga, mas
echa el espada cullá y dale abrazos de amor en lugar de castigos; y no solo
está rogando por nosotros, mas por los pecados de todo el mundo. No habría
predicadores verdaderos que predicasen esto. Dios es amansamiento por todos los
pecados del mundo; no hay que temer, que pagados están todos los pecados y los
pecados de los que están en el infierno.
Lecciones
sobre 1 San Juan (I), lección 6. OC II, pg. 151.
Como dice san Agustín, que “como Cristo solo
descendió del cielo, solo Cristo sube al cielo”. Y conforme a esta sentencia,
dice san Mateo que siendo Cristo baptizado le fueron abiertos los cielos (Mt 3, 16).
En la infraoctava del Corpus, 28. OC III, pg. 697.
Del Señor leemos que en su santo baptismo
fue declarado por voz celestial por Hijo carísimo del Eterno Padre (Mt 3, 17).
San José, 7. OC III, pg. 1003.
No seamos, señora, de aquéstos; agradezcámosle
que nos quiere por casa, pues Salomón le agradeció que le dio licencia para
hacerle una casa fuera de sí. Ogiamos este mensaje de Dios, que quiere venir a
nos, como lo oyó la bienaventurada María, que toda se ofreció por esclava de Dios (cf. Lc 1, 38), y conozcamos esta
merced; y tengámonos por indignos de ella, diciendo con San Juan: Yo tengo de ir a ti, ¡y
tú vienes a mí! (cf.
Mt 3, 14).
A una mujer devota en tiempo de Adviento. OC IV, pg. 372.
Acordarse de Cristo, mirando qué obró en la tierra de Jordán,
donde fue bautizado¸ para nuestro provecho y le fueron abiertos los cielos (Mt 3, 16), no para Él, que
abiertos le estaban, mas para nosotros, a quien por Adán estaban cerrados. Y
porque se nos abrieron por Cristo, dice el Evangelio que le fueron los cielos
abiertos, porque a aquél se dice hecha una merced por cuyo amor se hace, aunque
él no llevase parte de ella. Pues mirando… A quien así mira que por Cristo le
son los cielos abiertos y que por el santo bautismo es tomado por hijo de Dios,
osa esperar como hijo la herencia del cielo, viviendo en obediencia de los
mandamientos de Dios.
A un señor de estos reinos. OC IV, pg. 92.
Comentario Homilética
Marcos:
Título
(1,1).
Tríptico
inicial:
Anuncio
de Juan Precursor (1,2-8).
Bautismo
de Jesús (1,9-11).
Tentaciones
en el desierto (1,12-13).
-Jesús:
Declarado
“hijo amado” por Dios.
Asistido
por el Espíritu.
Vencedor
de Satanás.
Comienza
su misión de hacer presente la soberanía de Dios en el atormentado Israel del
siglo I (1, 14-15).
-Evangelio
de este domingo:
Parte
final del primer relato del tríptico inicial (vv. 7-8).
Segundo
relato (vv. 9-11):
Momentos:
Bautismo
de Jesús (v. 9).
Venida
del Espíritu de Jesús (v. 10).
Declaración
de Dios sobre Jesús (v. 11).
Pequeños
episodios que llegan a un clímax narrativo:
La
divina declaración solemne de la identidad de Jesús:
Es
el Hijo amado.
-Contraste:
Tiempos:
os bauticé con agua / os bautizará con Espíritu Santo.
Movimientos:
Jesús sube del agua / el Espíritu baja de los cielos.
-Verbo
rasgar:
Bautismo
de Jesús: los cielos.
Muerte
de Jesús: el velo del Templo.
Dos
espacios divinos se rasgan.
-Títulos
de Jesús:
De
la parte humana (Juan): “el que es más fuerte”.
De
la parte divina (la voz celestial): “Mi Hijo amado”.
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Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
Noel Quesson. 50 salmos para todos los días.
Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
Monición de entrada.
Buenos días.
Hoy en la iglesia nos acordamos del bautismo de
Jesús.
En el río Jordán Juan bautiza a Jesús.
Y entonces sale una paloma y se oye una voz.
La paloma es el Espíritu Santo y la voz es del
Padre.
Así pues, allí están las tres personas de la
Santísima Trinidad.
Ellas también estuvieron el día de nuestro
bautismo. Porque el sacerdote nos bautizó en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo.
Y hoy vamos a recordar nuestro bautismo, contestando
a las preguntas que hizo el sacerdote a nuestros padres y padrinos.
Señor, ten piedad.
Tú que fuiste bautizado por Juan. Señor, ten piedad.
Tú que recibiste el Espíritu Santo. Cristo, ten piedad.
Tú que eres el Hijo amado del Padre. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco y todas las personas que
hemos sido bautizados, para que seamos buenos. Te lo pedimos Señor.
-Por todas las madres y los padres, para que les
enseñen las palabras de Jesús y a querer a las personas. Te lo pedimos Señor.
-Por las personas que están enfermas de Covid,
para que les ayudes a cuidarse. Te lo pedimos, Señor.
-Por todas los niños, para que los Reyes Magos
vengan todos los años a traernos regalos y nos den ganas de dejarlos a los
hermanos y amigos. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, para que seamos como Jesús, ayudando
a las personas que nos piden ayuda. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
Virgen María, te damos gracias por la
visita de los Reyes Magos, por las personas que se pusieron muy contentas al
vernos contentos. También te damos gracias por que un día nos bautizaron y la
iglesia nos recibió como madre.
MISA DE NIÑOS. II TIEMPO ORDINARIO.
Monición de entrada.
Buenos días.
Cada domingo venimos aquí los niños y mayores que buscamos a Jesús.
Las personas que queremos, como Juan y Andrés, estar con Él.
Y en la misa le escuchamos cuando el sacerdote lee el Evangelio.
Además hoy estamos a diecisiete de enero, es la fiesta de san Antonio.
Él es el amigo de Dios que cuida de los animales.
Y aunque este año no podemos traerlos para que los bendiga Jesús, si que
vamos a acordarnos de ellos.
Señor, ten piedad.
Porque a veces no nos interesa escuchar palabras que hablan de Jesús. Señor,
ten piedad.
Porque a veces no estamos atentos en misa. Cristo, ten piedad.
Porque a veces no hacemos caso a lo que Jesús nos dice en misa. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco y la Iglesia, para que esté atenta a lo que Dios le
dice en las cosas que pasan. Te lo pedimos Señor.
-Por las personas que buscan a Jesús, para que lo encuentren. Te lo pedimos Señor.
-Por los chicos y chicas que desean ser frailes, monjas o sacerdotes, para
que les ayudes a saber si tú quieres que lo sean. Te lo pedimos, Señor.
-Por nuestras mascotas y todos los animales de nuestro pueblo, para que san
Antonio los cuide. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, para que no nos cansemos de escuchar y leer los evangelios y
la Biblia. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
Virgen María, te damos gracias por las
catequistas que cada semana nos hablan de tu hijo Jesús. También te damos
gracias por nuestras mascotas que siempre nos muestran que nos quieren.
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