Lectura de la profecía de Ezequiel 2, 2-5
En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie, y oí
que me decía:
-Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, un pueblo
rebelde que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus padres me han ofendido hasta
el día de hoy. También los hijos tienen dura la cerviz y el corazón obstinado;
a ellos te envío para que les digas: “Esto dice el Señor”. Te hagan caso o no
te hagan caso, pues son un pueblo rebelde, reconocerán que hubo un profeta en
medio de ellos.
Textos
paralelos.
Me invadió el Espíritu
mientras me hablaba.
Ez 3, 24: Penetró en mí el
espíritu y me levantó en pie; entonces el Señor me habló.
Yo te envío a los
israelitas, nación rebelde.
Dt 9, 7: Recuerda y no olvides
que provocaste al Señor, tu Dios, en el desierto; desde el día que saliste de
Egipto hasta que llegasteis a este lugar habéis sido rebeldes al Señor.
Dt 9, 24: Desde que os conozco,
habéis sido rebeldes al Señor.
Escuchen o no escuchen.
Ez 12, 1-2: Me dirigió la
palabra el Señor: “Hijo de Adán, vives en la casa rebelde: tienen ojos para
ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son casa rebelde”.
Ez 33, 33: Pero cuando se
cumplan, y están para cumplirse, se darán cuenta de que tenían un profeta en
medio de ellos.
Notas exegéticas.
2 3 “nación” texto siriaco; “naciones”
texto hebreo.
2 4 Toda una serie de fórmulas
sirve, en hebreo, para expresar la obstinación, lit. “cerviz”, “rostro”, “frente”,
o “corazón duro”. La expresión “corazón duro” evoca quizás en español el egoísmo
más que la rebelión o la obstinación; se traducirá, pues, por “corazón empedernido,
obstinado”, aunque el mismo término se traduzca en otras partes por “duro” o “endurecido”.
Comentario.
-Ezequiel (s. VI a.C.):
Rostro en tierra ante la manifestación
deslumbrante de la Gloria de Dios.
El Señor le pide que se ponga
en pie para escuchar las palabras.
Llamada, vocación, a ser
profeta.
Invadido por el Espíritu que le
pone en pie ante el Señor.
-Vocación de Ezequiel:
Proviene de Dios.
Portavoz de Dios: autoridad
divina.
Temor, cardos, espinos y espinos
y escorpiones, tinieblas, pueblo rebelde, de dura cerviz y corazón obstinado.
Salmo responsorial
Salmo 123 (122)
Nuestros
ojos están en el Señor,
esperando
su misericordia. R/.
A
ti levanto mis ojos,
a
ti que habitas en el cielo.
Como
están los ojos de los esclavos
fijos
en las manos de sus señores. R/.
Como
están los ojos de la esclava
fijos
en las manos de su señora,
así
están nuestros ojos
en
el Señor, Dios nuestro,
esperando
su misericordia. R/.
Misericordia,
Señor, misericordia,
que
estamos saciados de desprecios;
nuestra
alma está saciada
del
sarcasmo de los satisfechos,
del
desprecio de los orgullosos. R/.
Textos paralelos.
Nuestros ojos miran a Yahvé, nuestro Dios.
Sal 25, 15: Mis ojos están
fijos en el Señor pues él sacará mis pies de la red.
Sal 69, 4: Estoy fatigado de
gritar, tengo ronca la garganta, se me nublan los ojos de tanto aguardar a
Dios.
Sal 119, 82: Mis ojos se consumen
por tu promesa: ¿cuándo me consolarás?
Sal 141, 8: Sí, Señor, a ti se
vuelven mis ojos, en ti me refugio, no desnudes mi cuello.
¡Piedad, Yahvé, ten
piedad!
Ne 3, 36: Escucha, Dios
nuestro, cómo se burlan de nosotros. Haz que sus insultos recaigan sobre ellos
y que sean botín en el destierro para que se burlen de ellos.
Sal 44, 14s: Nos has hecho el
refrán de los paganos, nos hacen muecas las naciones. Tengo siempre delante mi
deshonra, la vergüenza me cubre la cara, al oír insultos e injurias, al ver al
enemigo agresivo.
Estamos por demás
saturados del sarcasmo de los satisfechos.
Jb 12, 5: Una tea despreciable
me juzga el satisfecho o bueno para ser holado por cualquiera.
Za 1, 15: Vuestros antepasados,
¿dónde están?, vuestros profetas, ¿viven para siempre?
Ne 2, 19: Cuando se enteraron el
joronita Sabalat, Tobías, el siervo amonita, y el árabe Guesen, empezaron a
burlarse de nosotros y a zaherirnos[1]
Notas exegéticas.
123 Esta salmo data sin duda de los
tiempos siguientes a la vuelta del destierro o de la época de Nehemías, cuando
la comunidad renaciente se hallaba expuesta al desprecio y a los ataques de los
paganos, ver Ne 2, 19; 3, 16.
123 4 Adición del período macabeo,
quizá bajo la persecución de Antíoco Epifanes. El texto es oscuro. Queré: “el
desprecio es para los soberbios griegos”, pero el texto consonántico y en las
versiones, la palabra “griego” ha quedado unida a la palabra precedente (dando
una forma posible de la palabra “soberbios”).
Tres lecturas.
Con Israel: Salmo
de Peregrinación o "salmo de Subida", este poema es una joyita
literaria, cuyo ritmo verbal está cincelado mediante un juego de repeticiones
significativas: los ojos, la mano, "hacia"... Piedad, hartos
despreciados... El pueblo de Israel tenía conciencia de ser un pueblo de
"pequeños", de "pobres", de "oprimidos", de
"despreciados". Todo esto lo dice la palabra hebrea "Anawin"
que se traduce ya por "pobre" ya por "humilde". Lejos de
abatirse por esta situación, los judíos se apoyaban en ella para "volverse
a Dios sólo": privados de todo poder político o militar, ellos
"volvían los ojos hacia el cielo".
Con Jesús: "Los
ojos vueltos hacia Dios, hasta que El se compadezca de nosotros...". ¡Qué
bella es esta oración muda y perseverante! Los únicos que hablan son los
ojos... Como los ojos de un niño, que miran fijamente a su madre, en actitud
suplicante. Jesús nos recomendó orar "con perseverancia", aun siendo
importunos (Lucas 18,5 - Lucas 11,5). "Orad sin cesar, sin
fatigaros". "A Ti levanto mis ojos, a Ti que habitas en los
cielos...". Varias veces nos dice el Evangelio, que Jesús alzó los ojos al
cielo para orar (Mateo 14,19, 15,35-36 - Marcos 6,39-41 - Lucas 9,14-16).
Con nuestro tiempo: El espíritu de oración. "Hacia Ti levanto
los ojos". Hacia Ti, Señor, elevo mi alma". En ninguna parte como en
los ojos está el alma. Nuestros ojos hablan. Nos pueden servir para la oración...
Fijos en un icono, en un crucifijo, en el Tabernáculo... Vueltos hacia el
"Pan de Vida", el Cuerpo de Cristo.
Segunda
lectura.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 7b-10.
Hermanos:
Para que no me engría, se me ha dado una espina en la carne: un
emisario de Satanás que me abofetea, para que no me engría. Por ello, tres veces
le he pedido al Señor que lo apartase de mí y me ha respondido: “Te basta mi
gracia: la fuerza se realiza en la debilidad”. Así que muy a gusto me glorío de
mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo
contento en medio de las debilidades, los insultos, las privaciones, las
persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte.
Textos paralelos.
Recibí en mi carne una
especie de aguijón.
Rm 9, 2: Siento una pena muy
grande, un dolor incesante en el alma: yo por mis hermanos, los de mi linaje.
2 Co 11, 28: Y aparte todo el
resto, la carga cotidiana, la preocupación por todas las iglesias.
Tres veces rogué al Señor.
Mt 26, 39: Se adelantó un poco
y, postrado en tierra, oró así: “Padre, si es posible, que se aparte de mí esta
copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Mt 26, 42: Por segunda vez se
alejó a orar: “Padre, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se
cumpla tu voluntad”.
Mt 26, 44: Los dejó y se apartó
por tercera vez repitiendo la misma oración.
Mi gracia te basta pues
mi fuerza se realiza en la debilidad.
2 Co 4, 7: Este tesoro lo
llevamos en vasijas de barro, para que se vea que su fuerza superior procede de
Dios y no de nosotros.
Is 40, 29: Él da fuerza al
cansado, acrecienta el vigor al inválido.
Se manifieste en mí la fuerza
de Dios.
2 Co 7, 4: Puedo hablaros con
plena franqueza y sentir plena satisfacción de vosotros. Estoy lleno de
consuelo, desbordo de gozo en toda clase de tribulaciones.
Col 1, 24: Ahora me alegro de padecer
por vosotros, de completar, a favor de su cuerpo que es la Iglesia, lo que
falta a los sufrimientos de Cristo.
Cuando soy débil,
entonces es cuando soy fuerte.
Flp 4, 13: Todo lo puedo con el
que me da fuerzas.
Col 1, 29: Para ello trabajo y
peleo, con la energía suya que actúa eficazmente en mí.
Notas
exegéticas.
12 7 (a) Quizá una enfermedad de ataques
agudos e imprevisibles; quizá la resistencia de Israel, los hermanos de Pablo
según la carne, a la fe cristiana.
12 7 (b) Omisión: “para que no me engría”.
– También se puede unir el comienzo del v. 7 con el v. 6: “… No sea que alguien
se forme de mí una idea superior a lo que en mí ve u oye que digo que de mí por
la sublimidad de esas revelaciones. Por eso, para que no me engría…”. La frase
es confusa y el texto no es críticamente seguro.
Comentario.
-Paradoja
fuerte-débil:
Evangelio:
Débil.
Lo anuncian personas
débiles, con contradicciones y pecados.
Comunidades
eclesiales: débiles, sin estar a la altura.
Fuerte:
La gracia de Dios.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 6, 1-6.
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la ciudad y lo seguían sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía
se preguntaba asombrada:
-¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido
dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo
de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven
con nosotros aquí?
Y se escandalizaban cuenta de él. Les decía:
-No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus
parientes y en su casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, solo curo algunos enfermos
imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe. Y recorría los pueblos
de alrededor enseñando.
Textos paralelos.
Mc 6, 1-6 |
Mt 13, 53-58 |
Lc 4, 16-30 |
Saliendo de allí, se dirigió a su ciudad, acompañado de sus discípulos. Un sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud que lo escuchaba comentaba, asombrada: -¿De dónde saca este todo eso? ¿Qué clase de saber se le ha dado, que
tales milagros realiza con las manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de
María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros,
sus hermanas? Y esto lo sentían como un obstáculo. Jesús les decía: -A un profeta lo desprecian solo en su patria, entre sus parientes y
en su casa. Y no podía hacer allí ningún milagro, salvo unos pocos enfermos a
quienes impuso las manos y curó. Y se extrañó de su incredulidad. Después recorría las aldeas del contorno enseñando. |
Cuando Jesús terminó estas parábolas, se marchó de allí, se dirigió a su ciudad y se puso a enseñarles en su sinagoga. Ellos preguntaban asombrados: -¿De dónde saca este su saber y sus milagros? ¿No es este el hijo del
artesano?, ¿no se llama su madre María y sus hermanos Jacobo, José, Simón y
Judas? ¿De dónde saca todo eso? Y lo sentían como un obstáculo. Jesús les dijo; -A un profeta lo desprecian solo en su patria y en su casa. Y, por su incredulidad, no hizo allí muchos milagros. |
Fue a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entró un sábado en la sinagoga y se puso en pie
para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías. Lo desenrolló
y dio con el texto que dice: “El Espíritu del Señor sobre mí, porque él me ha
ungido para que dé la buena nueva a los pobres; me ha enviado a anunciar la
libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para proclamar el año de
gracia del Señor. Lo enrolló, se lo entregó al empleado y se sentó. Toda la
sinagoga tenía los ojos fijos en él. Empezó diciéndoles: -Hoy, en presencia vuestra, se ha cumplido esta Escritura. Todos lo aprobaban, admirados de aquellas palabras sobre la gracia
que salía de su boca. Y decían: -Pero ¿no es este el hijo de José? Él les contestó: -Seguro que me diréis aquel refrán: médico cúrate tú. Lo que hemos
oído que sucedió en Cafarnaún, hazlo aquí, en tu ciudad. Y añadió: -Os aseguro que ningún profeta es aceptado en su patria. Ciertamente
os digo, había muchas viudas en Israel en tiempo de Elías, cuando el cielo
estuvo cerrado tres años y medio y hubo una gran carestía en todo el país. A
ninguna de ellas fue enviado Elías, si no es a la viuda de Sarepta en
Sidonia. Muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; ninguno
se curó, sino Naamán el sirio. Al oírlo, todos en la sinagoga se indignaron. Levantándose, lo sacaron fuera de la ciudad y lo llevaron a un
barranco del monte sobre el que estaba edificada la ciudad, con intención de
despeñarlo. Pero él, abriéndose paso entre ellos se marchó. |
¿No es este el
carpintero?
Mt 12, 46: Todavía estaba
hablando a la multitud, cuando se presentaron fuera su madre y sus hermanos,
deseosos de hablar con él.
Imponiéndoles las manos.
Mt 7, 32: Le llevaron un hombre
sordo y tartamudo y le suplicaban que le aplicase la mano.
1 Tim 4, 14: No descuides tu
carisma personal, que te fue concedido por indicación profética al imponerte
las manos los ancianos.
Mt 8, 10: Y enseguida embarcó
con los discípulos y se dirigió al territorio de Dalmanuta.
Notas exegéticas Biblia de
Jerusalén
6 Al igual que el episodio paralelo
de Lc 4, 16ss., ver allí la nota, este relato ha sufrido una transformación: de
favorables como eran, los oyentes se vuelven bruscamente hostiles.
Lc 4, 16 (a) Este relato extraña por el
cambio inexplicable de la muchedumbre, que salta de la admiración a la
animosidad. Esta anomalía se debe sin duda a una evolución literaria. Un primer
relato refería una visita a la sinagoga con una predicación coronada por el
éxito al comienzo del ministerio, ver Mc 1, 21s , en Nazaret, ver Mt 4, 13 con
Nazara como Lc 4, 16. Luego, se ha vuelto sobre el relato, sobrecargándolo y
situándolo más tarde en la vida de Jesús. Mt 13, 43-48; Mc 6, 1-6, para dejar
sentada la incomprensión y el rechazo que siguieron a la primera acogida del
pueblo. De este texto complejo, Lucas ha sabido extraer una página admirable,
que ha conservado al comienzo del ministerio, como una escena inaugural, y donde
esboza, en un esquema simbólico, la misión de gracia de Jesús y la recusación
de su pueblo.
6 3 (a) Y no “el hijo del carpintero”
Mt 13, 55; la expresión de Mc considera mejor el nacimiento virginal de Jesús. –
El término griego por “carpintero” (tekton) puede designar a un obrero que trabaja la madera, la piedra o el
metal; incluso a un constructor de viviendas.
6 3 (b) Variante: “José” o “Josefo”.
6 3 (c) Única mención de las hermanas
de Jesús, salvo en 3, 32 según ciertos testigos textuales.
6 5 Esta imposibilidad va unida a
la falta de fe (v. 6). No se trata de un vínculo psicológico, como si la
confianza del enfermo condicionase el éxito de la curación. Al margen de un
contexto de fe, un milagro se vería privado de significado, no se podría hablar
de milagro.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
6 1 SU TIERRA: como en
el v. 4, es lit. la patria de él, su patria chica. Lc 4, 16 dice el
nombre: Nazaret. Jesús no vuelve unos días a su aldea por nostalgia o
sentimentalismo, sino por obediencia a la misión recibida del Padre.
6 2 MUCHOS, AL OÍR (LO):
algunos manuscritos leen con artículo: los muchos oyentes; podría ser un
semitismo: todos los oyentes. // QUE SABIDURÍA… SE LE HA CONCEDIDO: lit.
la que fue dada a este. La primera reacción – admirar la sabiduría y los
poderes de Jesús, a quien habían conocido en el pueblo “hecho semejante a
nosotros” –, da paso al rechazo; su historial, su extracción social, hacen más
bochornosa la presencia del “carpintero, el hijo de María”, metido a intelectual
y taumaturgo. El v. 6a da la explicación teológica de ese rechazo: les faltaba
fe. // POR SU MEDIO: Mc emplea
literalmente un hebraísmo: por sus manos.
3 EL CARPINTERO: así
se ha entendido tradicionalmente, con apoyo de autores tan antiguos como san
Justino (s. II) y, por supuesto, en los apócrifos (p.ej., en el Evangelio
del Pseudo-Mateo, 37, 1, leemos: “… y, como san José, era carpintero – faber
lignarius – y con la madera no hacía sino yugos de bueyes, arados,
instrumentos para remover la tierra y cultivarla y lechos de madera…”). Quizá,
atendiendo a la raíz de la palabra griega, es mejor pensar en un peón de la
construcción (albañil), o en un obrero manual en general. // EL HIJO DE MARÍA:
como entre los judíos los “apellidos” hacían referencias al padre, no a la
madre, hablar así de Jesús suponía o que José ya había muerto, o que se trataba
de una expresión insultante, como dirigida a hijo de padre desconocido. Mt 13,
55 (“el hijo del carpintero”) y Lc 4, 22 (“hijo del José”) tal vez reflejan mejor
el modo de pensar de la gente de Nazaret. // JERMANO DE…: esta palabra, en las lenguas bíblicas,
comprende desde el hermano de sangre hasta el hermano de raza (el connacional);
designa lo mismo al pariente en cualquier grado, que al miembro de una
comunidad (“co-frade”). Ni en el NT ni en ninguna otra fuente de la tradición
primitiva se mencionan otros hijos de María fuera de Jesús, ni se dice
que estos cuyos nombres se citan sean “hijos de María”. Hoy se
piensa también que esos parientes podían ser hijos de “otra María” (así la
llama significativamente Mt 28, 1), discípula de Jesús (Mt 27, 56). // ESTABAN
ESCANDALIZADOS a propósito DE ÉL: casi igual a: chocaban con él.
4 ES DECIR, EN SU
CASA: prácticamente sinónimo de lo anterior: “Entre los suyos”. El apócrifo Tm
31 cita este proverbio: “Un profeta no es bien recibido en su pueblo; un médico
no cura a los que lo conocen”.
5-6 NO PODÍA… PRODIGIO:
no es que la fe tenga poder o ejerza un derecho sobre Dios para obtener
milagros, es que un milagro carece de sentido cuando el hombre se cierra a Dios
que se le acerca en la acción prodigiosa. Dios no se impone a la fuerza. ESTABA
SORPRENDIDO: asombro por asombro: sus paisanos se escandalizaron de él, Jesús
se sorprendió al ver que ellos le cerraran el corazón y no creyeran. Es el
difícil problema teológico de la ciencia de Jesús, lo más claro en Mc es la
llamada “ciencia experimental”; no hubiera sido Jesús verdadera criatura humana
si en su crecimiento corporal y espiritual no hubiera tenido experiencias
nuevas, por la observación de la naturaleza, el trato con la gente, etc. El
testimonio explícito de los evangelistas dice que Jesús “se admiraba”, “se
sorprendía”, al saber algo que hasta entonces no conocía experimentalmente. //
Y RECORRÍA LAS ALDEAS DEL CONTORNO: o quizás: y, describiendo un círculo,
recorría las aldeas.
Notas exegéticas Biblia del
Peregrino
6,
1-6 Su
imagen de Mesías o de Profeta (Dt 18, 15) no es compatible con los antecedentes
familiares y profesionales de Jesús. Sus “manos” son de artesano, ahora son
instrumentos de poder. Se admiran, preguntan, pero se resisten a responder,
porque “tropiezan” en humildad.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
6, 1-6 Al volver a Nazaret, Cristo fue
rechazado otra vez. Los paisanos le conocían como un residente ordinario,
carpintero de profesión, y9 no estaban dispuestos a aceptarlo como un maestro o
un rabino. Hasta el comienzo de su ministerio público a los treinta años de
edad, Cristo vivió una vida oculta e insignificante, que las Escrituras resumen
en brevísimas palabras (Lc 2, 52). Podemos barruntar que Cristo trabajó duro en
su taller de Nazaret durante esos “años ocultos” de su vida, confirmando la
necesidad de buscar la santidad a través de nuestro trabajo y los acontecimientos
de la vida cotidiana. Cat. 531-534.
6, 3 Esta es la única referencia que
se hace en el Evangelio sobre la profesión cotidiana. Sirve para reforzar el
hecho de que llevó una vida ordinaria en Nazaret: Hijo de María: No está
claro si José ya había muerto. Hermano: Se refiere a cualquier tipo de
parentesco entre varones; Santiago y Joset se identifican en otro lado como hijos
de otra mujer llamada María (Mt 13, 55). Cat. 500.
6, 5 Cristo reprendió a menudo a sus
apóstoles por su falta de fe. Él curó frecuentemente a la gente con el contacto
de su mano. La imposición de las manos significa la obra del Espíritu Santo, y
sigue siendo un signo potente utilizado actualmente en los sacramentos. Cat.
699 y 2610.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
Se comprende que Jesús no sea
honrado en su propia patria, mientras que sí lo es junto “a los extraños a las
alianzas”, las naciones…. Siempre enseñaba en la sinagoga: no se partaba de
ella ni la rechazaba.
Orígenes. Comentario al Ev.
de Mateo, 10, 16. II, pg. 135.
Otro significado más es el de “no
querido”, como cuando se dice que “no podía hacer milagros allí debido a su
incredulidad” de los que le reciben. En efecto, como para las curaciones se
necesitan ambos elementos, a saber, la fe de los que eran curados y la fuerza
de los que curaba, no podía darse uno de ellos faltando el otro.
Gregorio Nacianceno. Discurso
teológico, 30, 10-11. II, pg. 136.
No obstante, me parece que Mateo
y Marcos, con la finalidad de mostrar precisamente la superioridad del poder de
Dios, capaz de actuar incluso en medio de la incredulidad, pero no más de lo
que corresponde a la fe de quienes se benefician, no afirmaron que hizo los
milagros en razón de su incredulidad, sino sencillamente, no realizó allí
muchos milagros. Y Marcos no dijo: No pudo hacer allí ningún milagro, sino que
lo corroboró, aunque añadió: “Solamente sanó a unos pocos enfermos
imponiéndoles las manos”. De esta manera el poder que Él tenía triunfó sobre la
incredulidad, incluso en aquellas circunstancias.
Orígenes. Comentario al Ev.
de Mateo, 10, 19. II, pg. 137.
Comentario Homilética
-Final de la segunda sección.
-Partes:
Pequeña introducción (v.1):
Vuelta de Jesús a su tierra.
Actitud discipular de seguirle.
Sección central (v. 2-4):
Reacción de los nazarenos ante la enseñanza de Jesús (vv.
2-3).
Respuesta concisa y severa de Jesús (v. 4).
Conclusión narrativa: Jesús no podía hacer ningún milagro
(v. 5-6).
MISA DE NIÑOS. XV T.ORDINARIO.
Monición de entrada.
Buenos días:
Cuando venimos a misa lo hacemos en nombre de
Jesús.
Él es el que nos invita.
Cuando escuchamos las lecturas Jesús nos habla.
Y cuando rezamos en misa, Jesús reza con
nosotros.
Señor,
ten piedad.
Porque no escuchamos tu palabra. Señor, ten piedad.
Porque no nos tomamos en serio el Evangelio.
Cristo, ten piedad.
Porque nos da miedo seguirte. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Para que el Papa Francisco siga
anunciándonos el Evangelio. Te lo pedimos Señor.
-Para que la Iglesia pueda anunciar el Evangelio
en todos los sitios con libertad. Te lo
pedimos Señor.
-Para que quienes no quieren que se anuncie
el Evangelio, cambien y lo permitan. Te lo pedimos, Señor.
-Para que los cristianos que sufren porque no
les quieren no se desanimen. Te lo pedimos, Señor.
-Para que nosotros, nos sintamos enviados por
Jesús como los Doce. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
Virgen María,
queremos darte las gracias porque nos ayudas cada día a ser buenos cristianos y
a hablar de Jesús a las personas que están cerca de nosotros.
EXPERIENCIA.
Entra en este enlace y
mira: https://www.youtube.com/watch?v=Fjhav97WnOo
¿Quiénes son los
protagonistas?
Vuelve a mirarlo y
detente en aquella persona cuyas palabras te hacen pensar o te gustan.
REFLEXIÓN.
Lee el evangelio de este domingo.
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 6, 1-6.
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la ciudad y lo seguían sus
discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la
multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
-¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido
dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el
hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no
viven con nosotros aquí?
Y se escandalizaban cuenta de él. Les decía:
-No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus
parientes y en su casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, solo curo algunos enfermos
imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe. Y recorría los pueblos
de alrededor enseñando.
Sitúate en la escena: el lugar,
el ambiente, los personajes, las reacciones.
¿Cómo se siente Jesús?
Cuántaselo.
COMPROMISO.
Busca a alguna persona mayor, pregúntale,
escúchale.
Intenta durante esta semana prestar atención a
los niños y mayores, consciente que ellos tienen una sabiduría mostrada en sus
palabras y forma de vida.
CELEBRACIÓN.
Toma un álbum de fotos o búscalas en tu ordenador o móvil.
En concreto de los niños del campamento, los educadores y sacerdotes del
centro, tus mayores. Reza por ellos y agradece a Dios lo que te enseñaron.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio
según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio
según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.
San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de
reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca.
1992.
Francisco. Fratelli Tutti. www.vatican.va
Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía
de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.
Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
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