Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a.
Esto dice el Señor:
-I tú, Belén Éfrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a
sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos
inmemoriales. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz,
el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel. Se mantendrá
firme, pastoreará con la fuerza del Señor, con el dominio del nombre del Señor,
su Dios; se instalarán, ya que el Señor se hará grande hasta el confín de la
tierra. Él mismo será la paz.
Textos
paralelos.
En cuanto a ti, Belén de Efratá.
Mt 2, 5-6: Le contestaron: “En Belén de Judá, como está escrito por el
profeta: Tú, Belén, en territorio de Judá, en nada eres la menor de las
poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo, Israel”.
Jn 7, 42: ¿No dice la Escritura que el Mesías viene del linaje de David
y de Belén, la patria de David?
Por eso, él los abandonará hasta el momento en que la parturienta
de a luz.
Is 7, 14: Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la joven
está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.
Notas exegéticas.
5 1 (a) “la menor” griego; “pequeña”
hebreo; hebreo y griego añaden “para ser”, repetición de 1c (“el que ha de ser”).
5 1 (b) Efratá (a la que Miqueas parece
dar el sentido etimológico de “fecunda”, en relación con el nacimiento del
Mesías) designaba primero un clan aliado de Caleb y establecido en la región de
Belén; luego, el nombre pasó a la ciudad, y de ahí la glosa del texto, -
Miqueas está pensando en los antiguos orígenes de la dinastía de David; los
evangelistas reconocerán en “Belén de Efratá” la designación del lugar de
nacimiento del Mesías.
5 2 (a) Es decir, Yahvé.
5 2 (b) Se trata de la madre del
Mesías. Miquea piensa tal vez en el célebre oráculo de la ‘almâ Is 7,
14, pronunciado por Isaías unos treinta años antes.
5 4 (a) Este fragmento anuncia una
victoria futura sobre Asiria, atribuyéndola al hijo de David y a los jefes de
Judá.
Comentario.
-Miqueas:
Reino de Judá, segunda mitad
del s. VIII a.C.
Contemporáneo de Oseas, profeta
del norte, e Isaías, profeta de Jerusalén.
-Esperanza mesiánica:
Rey que restaurará la dinastía
davídica en la época exílica o postexílica.
Juicio y castigo:
Tono negativo / optimista.
En medio de las tinieblas
brilla la luz de un nuevo comienzo para Israel.
Salmo responsorial
Salmo 80 (79), 2ac.3b-4.15-16.18-19.
Oh
Dios, restáuranos,
que
brille tu rostro y nos salve. R/.
Pastor
de Israel, escucha;
tú
que te sientas sobre querubines, resplandece
despierta
tu poder y ven a salvarnos. R/.
Dios
del universo, vuélvete:
mira
desde el cielo, fíjate,
ven
a visitar tu viña.
Cuida
la cepa que tu diestra plantó
y
al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.
Que
tu mano proteja a tu escogido,
al
hombre que tú fortaleciste.
No
nos alejaremos de ti;
danos
vida,
para
que invoquemos tu nombre. R/.
Textos paralelos.
Oh Dios, haz que nos recuperemos.
Jr 31, 18: Estoy escuchando lamentarse a Efraín: Me ha corregido y
he escarmentado, como novillo indómito; vuélveme y me volveré, que tú eres mi
Señor, mi Dios.
Sal 4, 7: Muchos dicen: ¿Quién nos hará gozar de la dicha si la
luz de tu rostro, Señor, se ha alejado de nosotros?
Escucha, Pastor de Israel.
Ez 34, 1: Me dirigió la palabra el Señor: Hijo de Adán, profetiza
contra los pastores de Israel, profetiza diciéndoles: ¡Pastores!, esto dice el
señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las
ovejas los que tienen que apacentar los pastores?
Notas exegéticas.
80 Este salmo se aplica tanto al reino
del Norte, devastado por los asirios (mencionados en el título griego) como a
Judá después del saqueo de Jerusalén el año 586. El salmista, quizá un levita
refugiado en Mispá de Benjamín en tiempos de Gololías espera la restauración
del reino unificado en sus límites ideales.
80, 16 El hebreo añade: “y sobre el
hijo que fortaleciste”, anticipación de 18b.
80 18 Alusión probable a Zorobabel.
Segunda
lectura.
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 5-10.
Hermanos:
Al entrar Cristo en el mundo dice: “Tú no quisiste sacrificios ni
ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas
expiatorias. Entonces yo dije: He aquí que vengo – pues así está escrito en el
comienzo del libro acerca de mí – para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad”. Primero
dice: “Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas
expiatorias”, que se ofrecen según la ley. Después añade: “He aquí que vengo
para hacer tu voluntad”. Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme
a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de
Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Textos paralelos.
Por eso, al entrar en este mundo, dice.
Sal 40, 7-9: Sacrificios y
ofrendas no los quieres; me has cavado oídos; no pides holocaustos ni víctimas
expiatorias. En el texto del rollo se escribe de mí que he de cumplir tu
voluntad: y yo lo quiero, Dios mío, llevo tu instrucción en las entrañas.
Dice primero sacrificios
y oblaciones.
1 S 15, 22: Samuel contestó:
¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos o quiere que obedezcan al Señor?
Obedecer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que grasa de carneros.
Añadir después: Entonces
aquí estoy.
Jn 6, 38: Porque no bajé del
cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Jn 10, 17s: Por eso me ama el
Padre, porque doy la vida, para recobrarla después.
Mt 26, 39: Se adelantó un poco
y, postrado rostro en tierra, oró así: Padre, si es posible, que se aparte de
mí esta copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Mt 26, 42: Por segunda vez se
alejó a orar: Padre, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se
cumpla tu voluntad.
Jn 17, 19: Por ellos me
consagro, para que queden consagrados con la verdad.
Hb 9, 14: Cuanto más la sangre
de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará
nuestras conciencias de obras muertas, para que demos culto al Dios vivo.
Hb 9, 28: Así Cristo se ofreció
una vez para quitar los pecados de todos y aparecerá una segunda vez, sin
relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan.
Hb 10, 12: Este, en cambio,
después de ofrecer un único sacrificio, se sentó para siempre a la diestra de
Dios.
Hb 10, 14: Pues con un solo
sacrificio llevó a perfección definitiva a los consagrados.
Ef 5, 2: Proceded con amor,
como Cristo os amó para entregarse por vosotros a Dios como ofrendas y
sacrificios de aroma agradable.
Hb 7, 27: Él no necesita, como
los otros sumos sacerdotes, ofrecer cada día sacrificios, primero por sus
pecados y después por los del pueblo; pues eso lo hizo de una vez para siempre,
ofreciéndose a sí mismo.
Notas
exegéticas.
10 5 El texto masorético ofrece otra
traducción: “Pero el oído me has abierto”. Aquí, como en 5, 1-10, el sacrificio
de Cristo se realiza en este mundo, en su cuerpo, en cambio en los cap. 8 y 9
el sacrificio se realiza en su sangre, en el cielo, según el ritual del
sacrificio de Kippur o “expiación”.
Comentario.
-Dos alianzas:
1ª: pueblo de Israel, ley y sangre de animales.
2ª: Cristo, personal y sangre del crucificado.
Continuidad y ruptura:
1ª: relación con Dios basada en la observancia de la
Ley y cumplimiento escrupuloso y ritual de los sacrificios de animales.
2ª: muerte de Cristo.
Cumplimiento de la salvación anunciada por los
profetas:
Amasías e Isaías: incapacidad de un culto hueco al
margen de la justicia, en cuanto no es agradable a Dios.
Jesús asume el anuncio profético:
Su sacrificio es existencial.
El tiempo de las promesas ha caducado.
Tiempo definitivo de la salvación.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Lucas 1, 39-45.
En aquellos días,
María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de
Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel
del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
-¡Bendita tú entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite
la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura
saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que has creído, porque lo que
te ha dicho el Señor se cumplirá.
Textos paralelos.
Llena del Espíritu
Santo.
Lc 1, 15: Será
grande a juicio del señor; no beberá vino ni licor. Estará lleno de Espíritu
Santo desde el vientre materno.
Bendita tú entre las
mujeres.
Jc 5, 24: ¡Bendita
tú entre las mujeres Yael, mujer de Jeber, el quenita, bendita entre las que
habitan en tiendas!
Jdt 13, 18: Y Ozías
dijo a Judit: Que el Altísimo te bendiga, hija, más que a todas las mujeres de
la tierra. Bendito el Señor, creador de cielo y tierra, que enderezó tu golpe
contra la cabeza del general enemigo.
Feliz la que ha
creído.
Jn 20, 29: Le dice
Jesús: Porque me has visto, has creído; dichosos los que creerán sin haber
visto.
Notas exegéticas Biblia de
Jerusalén.
1 39
Hoy
en día preferentemente identificada con Ain Karim, 6 km al oeste de Jerusalén.
1 43
Título
divino de Jesús resucitado que Lucas le concede desde su vida terrena, con más
frecuencia que Mt y Mc.
1 45
O: “Y
feliz tú que has creído, porque tendrá cumplimiento lo que te ha sido prometido
de parte del Señor”.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
39 EN AQUELLOS DÍAS
(lit. en los días estos): “por aquel entonces”. // SE PUSO EN CAMINO:
lit. se levantó y… marchó (semitismo, igual que en el versículo
siguiente: “cuando entró… saludó”). // POR LA (ZONA)…: la preposición griega eis,
entendida como intercambiable con epí. La traducción cuenta, además,
con un trasfondo arameo: en concreto, el arameo-hebreo medinah puede
significar ciudad o distrito (zona, provincia).
41 La “letra” del
relato puede ocultar que los verdaderos protagonistas del encuentro no son
María e Isabel, sino Jesús y Juan, que actúan a través de sus madres; Juan
recibe el Espíritu que, por boca de Isabel, alaba a María como Madre del Señor
y primera creyente; Jesús, por medio de María, formula lo que, años más tarde,
dirá con otras palabras (cf. Lc 10, 21), la alabanza al Padre, que lleva a cabo
su plan salvador sirviéndose de los humildes.
42 EXCLAMÓ DANDO UN
GRITO (lit. voceó con grito grande y dijo): el
verbo griego es un ´termino vinculado en la LXX a la liturgia de los levitas
ante el Arca de la Alianza. BENDITA… ENTRE 8LAS) MUJERES (fórmula de superlativo
hebreo): la mujer más bendecida por Dios. // Una homilía, atribuida a
Orígenes, amplifica las palabras de Isabel: “Soy yo quien debería haber ido a
ti, puesto que eres bendita más que todas las mujeres, tú, la Madre de mi
Señor, mi Señora”. Así el niño Juan empezaba a aprender.
45 ASÍ QUE, ¡FELIZ..:
lit. y feliz la creyente (vocativo semítico), cf., por contraste, el v.
20: “por no haber creído”. “El Autor de la fe no podía ser concebido en una
(madre) incrédula, predicaba Inocencio III (s. XII-XIII). // SE CUMPLIRÁN LAS
PROMESAS QUE TE HAN SIDO HECHAS: lit. que (o porque) habrá
cumplimiento para las cosas habladas (en hebreo no hay un vocablo específico
para “prometer”) a ella.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
1, 39-45
El
destacado encuentro de María e Isabel nos enseña sobre la persona de Cristo y
el papel profético de san Juan Bautista, que saltó en el vientre de Isabel.
Isabel se dirige a María como “la madre de mi Señor” y afirma que el niño Jesús
era el cumplimiento de lo que Dios había prometido a través de los profetas. Al
estar Cristo niño dentro de ella, el encuentro de María con su prima Isabel
representa la última visita de Dios a su pueblo. Este saludo mutuo de las dos
mujeres, denominado la Visitación, es el segundo misterio gozoso del Rosario.
Cat. 148, 422, 523.
1,
42 Estas
palabras forman parte del Avemaría. Como madre de Cristo, María es madre de todos
los redimidos en su Hijo, que son miembros de su Cuerpo Místico, la Iglesia.
María es también el Arca de la Nueva Alianza,, puesto que el arca de la Alianza
del Antiguo Testamento representaba la morada de Dios en la tierra entre su
pueblo, María en sí misma lleva al Hijo de Dios encarnado en su seno. Cat. 523,
717, 2676.
1, 43
Las
palabras de Isabel identifican no solo la divinidad de Cristo, sino la
maternidad divina de María. Ella es la Madre de Dios y también Madre nuestra.
Debido a su estrecha colaboración con su Hijo, se instauró la hermosa tradición
del Rosario, compuesto por la contemplación de los misterios de la Encarnación
de Cristo, su muerte y resurrección. Algunos de estos misterios se celebran en
las fiestas litúrgicas dedicadas a María, que incluyen las Inmaculada
Concepción (8 de diciembre), la Madre de Dios (1 de enero) y la Asunción de la
Virgen (15 de agosto). Otras oraciones, incluyendo el Memorare y el Regina
Coeli, hacen hincapié en diferentes principios de la vida de Cristo
relacionados con María. Cat. 448, 495, 967-975, 2677.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
148 La Virgen María
realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe, María
acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que “nada
es imposible para Dios” (Lc 1, 37) y dando su asentimiento: “He aquí la esclava
del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). Isabel la saludó: “¡Dichosa
la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del
Señor!”. Por esta fe todas las generaciones la proclamarán bienaventurada (cf.
Lc 1, 48).
523 San Juan Bautista es
el precursor inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino. “Profeta
del Altísimo” (Lc 1, 76), sobrepasa a todos los profetas de los que es el
último e inaugura el Evangelio, desde el seno de su madre saluda la venida de
Cristo y encuentra su alegría en ser el amigo del esposo a quien señala como el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Precediendo a Jesús con el
espíritu y el poder de Elías da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo
de conversión y finalmente su martirio.
524 Al celebrar anualmente
la liturgia del Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando
en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan
el ardiente deseo de su segunda Venida. Celebrando la natividad y el martirio
del Precursor, la Iglesia se une al deseo de este: “Es preciso que él crezca y
que yo disminuya”.
717 Hubo un hombre,
enviado por Dios, que se llamaba Juan. Juan fue lleno del Espíritu Santo ya
desde el seno de su madre por obra del mismo Cristo que la Virgen María acababa
de concebir del Espíritu Santo. La Visitación de María a Isabel se convirtió así
en la visita de Dios a su pueblo.
2676
“Bendita
tú entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús”. Después
del saludo dele ángel, hacemos nuestro el de Isabel. Llena del Espíritu Santo
Isabel es la primera en la larga serie de generaciones que llamarán
bienaventurada a María. Bienaventurada la que ha creído: María es bendita entre
todas las mujeres porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor.
Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las naciones de la tierra.
Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas
las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios:
Jesús, el fruto bendito de tu vientre.
2677
“Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros”. Con Isabel, nosotros nos
maravillamos y decimos: “¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?”
(Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús, su hijo, María es madre de Dios y madre
nuestra; podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones: ora
por nosotros como ella oró por sí misma. “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,
38). Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de
Dios: “Hágase tu voluntad”.
448 Con mucha
frecuencia, en los evangelios, hay personas que se dirigen a Jesús llamándole “Señor”.
Este título expresa el respeto y la confianza de los que se acercan a Jesús y
esperan de Él socorro y curación. Bajo la moción del Espíritu Santo, expresa el
reconocimiento del misterio divino de Jesús. En el encuentro con Jesús
resucitado, se convierte en adoración: “Señor mío y Dios mío” (Jn 20, 28).
Entonces toma una connotación de amor y de afecto que quedará como propio de la
tradición cristiana: “¡Es el Señor!” (Jn 21, 7).
Notas exegéticas Biblia del Peregrino
1, 39-56 El nuevo episodio se polariza
hacia el encuentro misterioso de Jesús y Juan y hacia el himno de María. El
anunciado es llamado antes de nacer (Jr 1, 5; Is 49, 1).
1, 42 Bendita: aunque puede recordar a
mujeres ilustres: Jael (Jc 5, 24), Judit (Jdt 13, 18), Abigail (1 Sm 25, 33),
el contexto próximo nos invita a pensar en la bendición genesíaca de la
fecundidad (Gn 1, 28).
Comentarios
de los Santos Padres.
Los hombres mejores
van delante de los menos buenos para prestarles con su presencia algún ánimo.
Así el Salvador se acercó hasta juan para santificar su bautismo. Jesús, en el
seno de la Virgen, se apresuró a santificar a Juan, todavía en el seno de su
madre.
Orígenes, Homilías
sobre el Ev. de Lucas, 7, 1. III, pg. 64.
Esa exultación, o diríamos
resalutación ofrecida a la madre del Señor, como suele acaecer en los milagros,
fue obra divina en el niño, no obra humana del niño.
Agustín, Cartas,
187, 8, 23. III, pg. 64.
Pienso que todo esto
tiene relación con lo que dice el profeta: “Antes de que te formara en el seno
materno, ya te conocía; antes de que salieras a la luz, ya te había santificado”
(Jeremías 1, 5).
Máximo de Turín, Sermón,
5, 4. III, pg. 64.
Bendito el fruto del
vientre por cuyo medio hemos recibido la semilla de la incorrupción y el fruto
de la herencia celestial que habíamos perdido en Adán.
Beda, Homilías
sobre los Evangelios, 1, 4. III, pg. 66.
El mismo Espíritu
que le confirió el don de la profecía, le otorgó a la vez el regalo de la
humildad. Repleta del espíritu profético, comprendió que había venido a ella la
madre del Salvador, pero revestida del espíritu de humildad entendió que era
menos digna que la que acudía a ella.
Beda, homilías
sobre los Evangelios, 1, 4. III, pg. 66.
San Agustín
El evangelista advierte que para decir esto
fue llena del Espíritu Santo. Sin duda por su revelación conoció lo que
significaba la exultación del niño, esto es: que había venido la madre de aquel
cuyo precursor y heraldo había de ser.
Carta 187, 7. I, pg. 114.
San Juan de Ávila
Santa Isabel lo recibió, no en sus entrañas
como nosotros, mas en su casa, entrando la Virgen en ella; y la paga fue
henchir de consolación a la madre y de gracia al niño que estaba en su vientre
(cf. Lc 1, 41).
Santísimo sacramento. OC III, pg. 535.
¡Oh dichosa persona a quien, Señora,
visitas! ¡Oh cuán de verdad dirá: ¡Vuestra visita guardó mi espíritu! (Jb 10, 12). Pues que de nuevo lo da, no es
mucho que lo guarde. ¡Oh dichosa casa donde entras a visitarla! ¿Qué bien habrá
que no traigas contigo, pues llevas contigo a Dios? Nunca la Virgen andaba
sola; ¡qué de virtudes la acompañaban, que la hermosean mejor que todo el oro!
Acompañanla ángeles como a su Reina y Señora; mas mirad bien quien lleva en su
vientre, y veréis cuán rica y acompañada va, para sí y para darlo a la casa
donde entra. ¿Qué bien no dará la que lleva a Dios en sí? Y para que supiesen
los hombres católicos y se confundan los herejes que es cosa provechosa la
intercesión de los santos y que por sus ruegos nos hace Dios bienes, quiso Dios
que se diese el espíritu de gracia al niño por hablar la virgen y se diese el
espíritu de profecía a la madre. Porque, decidme, ¿quién dijo a Santa Elisabet
que aquella Señora era bendita, lo mismo que el ángel la dijo? ¿Quién le enseñó que era Mater domini mei? (Lc 1, 45). ¿Quién le dijo: Beata qua credidisti, pues fueron cosas que pasaron
entre el ángel y la Virgen? Díjoselas Dios; y pudiera decírselas antes que la
Virgen vinera, para que la fuera la vieja a visitar o la saliera a recebir; y
no fue servido porque no entendiéramos esta verdad, sino aguarda que la Virgen
entrase y saludase a la vieja para que diga: Ut facta ets vox salutationis tuae (Lc 1, 41). Por el habla, por
el medio de la Virgen les vino este bien; y así parece cuán provechosa nos es
su intercesión y el encomendarnos a ella y con cuanta razón la debemos suplicar
que nos visite?
Visitación de la Virgen. OC III, pgs. 891-892.
Decid, Señor, fructo bendito de Virgen (Lc 1, 42); decir vos qué tal es
este vientre en que anduvistéis; ¿a quién os parece, Señor, se debe comparar? Oíd
lo que dice en los Cantares: Tu vientre, un montón de trigo, rodeado de azucenas (Ct 7, 2)… Montón, porque en
lo bajo ancho y va hasta arriba enasgostado. Como el arca de Noé, que fue figurada
a esta excelentísima Arca de Dios, era abajo ancha y arriba angosta de un codo…
¿Qué quiere decir lilio? – Virginidad, pureza.
Domingo 12 después de Pentecostés. OC III, pg. 266.
Creyó la Virgen a Dios, tuvo muy gran fe, y
ansí le dijo Santa Elisabet: en ti serán perfeccionadas y cumplidas (Lc 1, 45), etc. La una ajorca
es esperanza. Tuvo la bendicta Virgen
esperanza en el Señor, confiaba en el Señor.
Anunciación de Nuestra Señora. OC III, pg. 882.
Esta es la luz, que es la primera cosa que
Dios cría en el ánima cuando la justifica. Y así como antes de la distinción de
las cosas crió una nube de luz (cf. Gn 1, 3), y después de aquella poca de luz
sucedió este sol que tiene tanta abundancia de ella, así en el ánima donde la
luz de la fe viviere sucederá la copiosa luz de ver a Dios en el cielo. Esta
conviene tener, porque, así como Dios entró en el vientre de María haciéndose
hombre, porque
ella creyó la palabra que le fue dicha (cf. Lc 1, 45), así venga Dios en el ánima
por la palabra de la fe. Abraham fue justificado por la fe (cf. Rm 4, 9), y los que tienen fe son
verdaderos hijos de Abraham (Gal 3, 7).
A un hijo de penitencia. OC IV, pg. 521.
San Oscar Romero.
En este mismo sentido al dirigirme a los
poderosos económicamente, les invito, en el espíritu de la Navidad, a proclamar
con Jesús el evangelio: que no hay más que un solo Dios que no puede admitir
ídolos, y que no se puede servir a Dios y al dinero y por eso viene a salvar
desde los pobres a la austeridad. El bien del país exige sacrificios, ya nos ha
exigido, y en gran escala a las mayorías que han tenido que vivir tanto tiempo
el hambre y la miseria. Es justo que algún sacrificio tengan que hacer los demás.
No se quiera defender con la violencia, privilegios e intereses, o buscar armas
y crear ejércitos; sería peor, no conduce a nada bueno porque no puede hacer
bienestar y progreso sobre bases tan deleznables. La exigencia evangélica- de
la justicia social es dura pero es la única sólida para crear paz y trabajo. Lo
demás es hacerse responsable ante la historia de las explosiones de la
violencia y de la desesperación y acelerar el imperio de una dictadura que
nadie desea.
Queridos hermanos, perdonen lo prolongado y
terminemos augurando como lo hacía Puebla, junto a la imagen de María que ha
sido central en esta reflexión. Es la hora de María, tiempo de un nuevo
Pentecostés que Ella preside con su oración. Cuando bajo el influjo del
Espíritu Santo inicia la Iglesia un nuevo tramo en su peregrinar. María está
aquí junto a la Navidad y junto a Ella nos sentimos hijos que buscamos, como
Ella, la verdadera felicidad que Jesús nos trae.
Vamos a
asistir ahora a este acto de Iglesia de promover estos jóvenes en su heroico
deseo de trabajar por la liberación del pueblo pero desde la proyección de la
salvación de Jesús. Estos jóvenes junto con los otros que llenan nuestros
seminarios, son esperanza de que en El Salvador hay fuerza salvífica de Dios
encarnada también en los hombres. Así sea…
Comentario Homilética.
-Centro
del anuncio del nacimiento de Juan (vv. 5-25) y nacimiento de Juan (vv. 57-58):
Escenas
marianas:
Entre
el anuncio del nacimiento de Juan y el nacimiento de Juan.
Anunciación
(vv. 26-38) – visitación (vv. 39-45) – cántico de María (46-56).
-Primera
reacción de María después de la anunciación:
Se
levantó (anistemi, resucitar): María es una nueva criatura que actúa
como portadora de la salvación de Dios.
-Partes:
vv.
39-40: reacción de María (levantarse).
vv.
41-42a: consecuencias del saludo de María en la criatura y la madre.
vv.
42b-45: exclamación de Isabel
MISA DE NIÑOS. SAGRADA FAMILIA. CICLO C.
Monición de entrada.
Buenos días:
Todos los años el primer domingo después de Navidad los
cristianos tenemos la fiesta de la Familia de Jesús.
Jesús, María y José son la primera familia cristiana.
Y con ellos nos acordamos de todas las familias.
Porque las personas y sobre todo los niños somos felices
cuando tenemos una familia que nos quiere.
Es el mejor regalo que nos hace Dios.
Señor, ten piedad.
Tú que eras obediente al Papá Dios. Señor, ten piedad.
Tú que te conocían como el hijo de José, el carpintero.
Cristo, ten piedad.
Tú que obedecías a María y José. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco, que es el papá de los católicos,
para que sea muy querido por todos nosotros. Te lo pedimos Señor.
-Por la Iglesia, para que sea una familia donde todos se
sientan queridos. Te lo pedimos Señor.
-Por las mamás y los papás, para que les ayudes a
educarnos. Te lo pedimos, Señor.
-Por los novios, para que se preparen muy bien antes de
casarse. Te lo pedimos, Señor.
-Por los que mandan en los países, para que hagan que a
ninguna familia le falte una casa donde vivir. Te lo pedimos, Señor.
-Por las familias donde no se quieren entre ellos, para
que les ayudes. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, para que hagamos de la iglesia una familia,
tu familia. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT
JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. I DE
ADVIENTO.
EXPERIENCIA.
Busca una cruz, una luz,
un nacimiento o una estampa de la Virgen María con el Niño Jesús o de la
Esperanza (embarazada). Obsérvala, mírala durante uno o dos minutos, el tiempo
que necesites.
Haz la señal de la cruz,
pidiendo al Padre que a través del Hijo te envíe el Espíritu Santo para que
puedas conocer que quieren decirte en este encuentro de fe, esperanza y
caridad.
Vuelve a hacer la señal
de la cruz, pero esta vez pausadamente, deteniéndote en tres momentos: cuando
tu mano esté sobre tu frente piensa en tu madre y padre; cuando descienda a tu
pecho piensa en tus abuelos; y cuando la traces sobre los hombros en tus
hermanos y primos.
Visualiza el vídeo del
primer año de Ismael las veces que necesites:
https://www.youtube.com/watch?v=yiFEv0J_OzM
¿De qué trata?
Recuerda o imagina esos
momentos con tu madre. Si tienes en el móvil, Tablet u ordenador alguna foto,
búscala, mira sus ojos, entra en su corazón. ¿Cómo se sentiría cuando tú
estabas dentro de ella?, ¿y la primera vez que sus manos te acariciaron? ¿cómo
te miraría cuando te amamantaba o te daba el biberón? Reza por ella. Si está
viva en este mundo dale las gracias a Dios por tener cerca tu primer hogar. Si
está viva en el corazón de Dios pídele que siga ayudándote, siéntela en tu
corazón, donde anida el corazón de Dios.
Recuerda también a las
personas que formaron parte de tus primeros cinco años. Y sobre todo dale
gracias a Dios por ellas, porque iban cerca de ti para que no cayeses y te levantaban
cuando caías.
REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
san Lucas 1, 39-45.
En aquellos días,
María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de
Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel
del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
-¡Bendita tú entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite
la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura
saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que has creído, porque lo que
te ha dicho el Señor se cumplirá.
El día 17 comienza la semana preparatoria de la Navidad. El tono y
temática del Adviento cambia. Ya no se centra en la espera de la segunda venida
de Cristo, sino en la conmemoración de su primera venida. Por eso durante la
semana se leen las genealogías de Jesús y los textos del Evangelio de la Infancia
(Mateo y Lucas) previos al nacimiento de Cristo; y el cuarto domingo el anuncio
a José (ciclo A), anuncio a María (ciclo B) y la visitación de María a Isabel
(ciclo C).
Después de la anunciación al padre de Juan, Zacarías, y antes del
nacimiento del Bautista, Lucas nos presenta a María como la primera creyente
del nuevo tiempo que ha comenzado con Jesús. Para ello compone el relato con la
Anunciación, la visitación a Isabel y el cántico de María, el Magníficat.
Vuelve a leer el evangelio,
Céntrate en la Lectio Divina: ¿qué dice el texto (cómo imaginas el
lugar, las palabras o frases que consideras más importantes, las partes del
fragmento)?, ¿qué te dice el texto (después de lo que has pensado y rezado en
la sección de experiencia, relaciónalo con tu familia, piensa en tu madre y las
semejanzas con María e Isabel, pues las tres fueron mujeres que llevaban dentro
de ellas una vida, vida, también en las personas que te hablaron de Dios, ¿a quién
consideras feliz porque cree en Dios y te habla o te habló con entusiasmo de
Él?, ¿y tú eres feliz por seguir a Jesús?) y ¿qué le dices a Jesús (si eres
feliz por tener fe y creer en Él dale las gracias, si estás frio o fría y dudas
de su existencia pídele que te ayude, háblale o permanece en silencio).
COMPROMISO.
Te propongo dos: visita estas navidades la
iglesia de tu parroquia u otra y permanece un rato en silencio hablando con
Jesús o simplemente mirando el sagrario, el altar, el belén; y en segundo lugar
cuando vayas a los encuentros con tus familiares salúdales mirándoles a los
ojos, a los mayores dales un beso o un abrazo y sería bueno que durante la cena,
la comida y la tertulia, tuvieses el móvil en silencio y no lo utilizases. Es
el mejor regalo que puedes hacer a tu familia: mirarles y escucharles.
CELEBRACIÓN.
Mira este vídeo de la teresiana Elia Fleta Mallol, María
e Isabel. Recuerda: nada es imposible si estás en sus manos.
https://www.youtube.com/watch?v=aDVtfg7Xcqo&list=RDaDVtfg7Xcqo&start_radio=1&rv=aDVtfg7Xcqo&t=20
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica.
Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de
reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.
Homilética. Sal Terrae. Noel Quesson. 50 salmos para todos los
días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.http://www.quierover.org
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