Lectura del primer libro de Samuel 1,20-22.24.28.
Al cabo de los días Ana concibió y dio a luz un hijo, al que puso
por nombre Samuel, diciendo: “Se lo pedí al Señor”. El esposo Elcaná y toda su
casa subieron a ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto. Ana, en
cambio, no subió, manifestando a su esposo:
-Esperemos hasta que el niño sea destetado. Entonces lo ofreceré
al Señor y se quedará allí para siempre.
Una vez destetado, lo subió consigo, junto con un novillo de tres
años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la
casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo. Inmolaron el novillo y
presentaron el niño a Elí. Ella le dijo:
-Perdón, por tu vida, mi señor, yo soy aquella mujer que estuvo
aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió
cuanto le había pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al
Señor de por vida. Y se postraron allí ante el Señor.
Textos
paralelos.
Se lo ofrezco a Yahvé todos
los días de su vida.
Sal 2, 7: Voy a recitar el decreto del Señor: Me ha dicho: “Tú eres mi
hijo, yo te he engendrado hoy”.
Lc 1, 54: Socorre a Israel su siervo, recordando la lealtad.
Notas exegéticas.
1 20 Esta explicación por la raíz
hebrea sa’al, “pedir”, debería dar el nombre de Sa’ûl, Saúl. La
etimología bíblica se contenta en este caso con una vaga asonancia. “Samuel” se
explica mejor por el compuesto Sem-’El, “el Nombre de Dios” o “el Nombre (de
Dios) es Él”.
1 22 (a) Generalmente se tardaba
bastante en destetar a los niños, a veces hasta tres años.
1 22 (b) Un fragmento de Qumrán
añade: “Haré de él un nazir para siempre”.
1 24 “un novillo de tres años” griego,
siriaco; “tres novillos”, hebreo; pero ver v. 25.
1 28 El verbo está en masculino
singular sin sujeto explícito. Este puede ser Elí, a quien Ana acaba de
dirigirse (vv. 26-28a) o Samuel. El texto de Qumrán dice “ella se postró”;
latino y siriaco: “ellos se postraron”. La frase falta en griego.
Salmo responsorial
Salmo 82(83), 2-3.5-6.9-10.
¡Dichosos
los que viven en tu casa, Señor! R/.
¡Qué
deseables son tus moradas,
Señor
del universo!
Mi
alma se consume y anhela
los
atrios del Señor,
mi
corazón y mi carne
retozan
por el Dios vivo. R/.
Dichosos
los que viven en tu casa,
alabándote
siempre.
Dichoso
el que encuentra en ti su fuerza
y
tiene tus caminos en su corazón. R/.
Señor
del universo,
escucha
mi súplica;
atiéndeme,
Dios de Jacob.
Fíjate,
oh Dios, escudo nuestro,
mira
el rostro de tu Ungido. R/.
Textos paralelos.
Salmo 82(83), 2-3.5-6.9-10.
Mi ser languidece anhelando los atrios de Yahvé:
Sal 42, 2-3: Como ansía la cierva corrientes de agua, así mi alma
te ansía, oh Dios. Mi alma está sedienta de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo entraré
a ver el rostro de Dios?
Sal 122, 1: ¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del
Señor”. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.
Notas exegéticas.
84 Canto de Sión, que celebra al huésped
divino del Templo, fuente de felicidad y de gracia para los peregrinos, vv.
6-8, así como para los adictos al servicio del santuario, vv. 5.11.
84 6 “Subidas” griego; “senderos”
hebreo – los peregrinos cantaban durante la marcha los salmos llamados “graduales”
o “de las subidas” (a Jerusalén), Sal 120s.
84 10 Aquí, el “ungido” o “mesías”
es probablemente el sumo sacerdote, jefe de la comunidad después del desierto.
Segunda
lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2.21-24.
Queridos hermanos:
Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de
Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos.
Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo
veremos tal cual es. Queridos, si el corazón no nos condena, tenemos plena
confianza ante Dios. Cuando pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y este es su mandamiento: que creamos
en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como
nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en
esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Textos paralelos.
Para llamarnos hijos de Dios.
Rm 8, 14-17: Cuantos se dejan
llevar del Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y no habéis recibido un espíritu
de esclavos, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos que nos permite
clamar Abba, Padre. Y el Espíritu atestigua a nuestro espíritu que somos hijos
de Dios. Si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios,
coherederos con Cristo; si compartimos su pasión, compartiremos su gloria.
Rm 8, 37-39: En todas esas
circunstancias vencemos de sobra gracias al que nos amó. Estoy persuadido de
que ni muerte ni vida, ni ángeles ni potestades, ni presente ni futuro, ni
poderes ni altura ni hondura, ni criatura alguna nos podrá separar del amor de
Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
Jn 1, 12: Pero a los que la
recibieron los hizo capaces de ser hijos de Dios: a los que creen en él.
Ef 1, 5: Por Jesucristo, según
el designio de su voluntad, nos predestinó a ser sus hijos adoptivos.
Porque no le reconoció a
él.
Jn 15, 21: Todo eso lo harán a
causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
Jn 16, 3: Y eso harán porque no
conocen al Padre ni a mí.
Jn 17, 25: Padre justo, el
mundo no te ha conocido; yo te he conocido y estos han conocido que tú me
enviaste.
Sabemos que, cuando se
manifieste.
Col 3, 4: Cuando se manifieste
Cristo, vuestra vida, entonces vosotros apareceréis gloriosos junto a él.
Flp 3, 21: El cual transformará
nuestro cuerpo humilde en la forma de su cuerpo glorioso, con la eficacia con
que puede someterse todo.
Rm 8, 29: A los que escogió de
antemano los destino a reproducir la imagen de su Hijo, de modo que fuera él el
primogénito de muchos hermanos.
1 Co 13, 12: Ahora vemos como enigmas
en un espejo, entonces veremos cara a cara. Ahora conozco a medias, entonces
conoceré tan bien como soy conocido.
Obtendremos de él todo lo
que pidamos.
Mt 7, 7-11: Pedid y os darán,
buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; pues quien pide recibe, quien busca
encuentra, a quien llama le abren. ¿Quién de vosotros, si su hijo le pide pan,
le da una piedra?, ¿o si le pide pescado, le da una culebra? Pues si vosotros,
con lo malos que sois, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más
dará vuestro Padre del cielo cosas buenas a los que se las pidan!
Jn 14, 13-14: Y lo que pidáis
alegando mi nombre lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del
Padre. Si pedís algo alegando mi nombre, yo lo haré.
Hacemos lo que le agrada.
Jn 8, 29: El que me envió está
conmigo y no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Según el mandamiento que
nos dio.
Jn 13, 34: Os doy un
mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado: amaos así
unos a otros.
Jn 15, 17: Esto es lo que os
mando, que os améis unos a otros.
Mora en Dios y Dios en
él.
1 Jn 1, 3: Lo que vimos y oímos
os lo anunciamos también a vosotros para que compartáis nuestra vida, como
nosotros la compartimos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
1 Jn 1, 7: Pero si caminamos en
la luz, como él está en la luz, compartimos nuestra vida y la sangre de su Hijo
Jesús nos limpia de todo pecado.
En esto conocemos que
mora en nosotros.
Jn 14, 21: Quien conserva y
guarda mis mandamientos, ése sí que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, lo
amaré yo y me manifestaré a él.
Jn 14, 23: Jesús le contestó:
Si alguien me ama cumplirá mi palabra, i Padre lo amará, vendremos a él y
habitaremos en él.
En que nos ha dado su
espíritu.
1 Jn 4, 13: Reconocemos que
está con nosotros y nosotros con él porque nos ha hecho participar de su
Espíritu.
Notas
exegéticas.
3 1 (a) Om.: “pues ¡lo somos!, y
variante (Vulgata): “y que lo seamos”.
3 1 (b) El verbo “(re) conocer”,
empleado dos veces, no está en perfecto sino primero en presente y después en
aoristo, para señalar mejor el aspecto incoativo del conocimiento. El mundo,
incapaz de descubrir en Dios al Padre que nos ha revelado su amor en su hijo,
no puede conocer a los cristianos en su condición de hijos de Dios.
3 2 (a) Jn distingue dos etapas en la
condición filial de los creyentes: el estadio inicial, a partir del comienzo de
la ida cristiana, y su cumplimiento escatológico, en perfecta semejanza al Hijo
de Dios.
3 2 (b) La conjunción ·porque” no va
unida probablemente a “seremos semejantes a él”, sino a “Sabemos”: la certeza
que ya tenemos de ver un
día al Hijo de Dios en su gloria nos asegura que llegaremos a ser plenamente semejantes a él. En consecuencia, no se trata
directamente de una visión transformadora, como en el helenismo.
3 23 Lit. “que creamos en el nombre
de su Hijo…”. Por primera vez en la epístola, el autor utiliza aquí el verbo “creer”
con el fin de preparar la sección dedicada a la fe y al discernimiento de los
espíritus. Todavía no se trata propiamente de la fe interior, como en 5, 1-13,
sino de la adhesión comunitaria a un credo.
3 24 Como ocurre con el verbo “creer”
en el v. precedente, también la palabra “Espíritu” es mencionada aquí por
primera vez. Juan no alude a los dones carismáticos, ni siquiera directamente,
al parecer, a la experiencia personal del Espíritu en nosotros. Piensa más bien
en el Espíritu que suscita nuestra confesión de fe y nuestro amor fraterno y
nos permite así reconocer que estamos en comunión con Dios.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Lucas 2, 41-52.
Los padres de Jesús
solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce
años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron;
pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se
pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron
en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles
preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas
que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-Hijo, ¿por qué nos
has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados.
Él les contestó:
-¿Por qué me
buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? Pero ellos
no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y
fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su
corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios
y ante los hombres.
Textos paralelos.
Sus padres iban todos los años a Jerusalén a
la fiesta de la Pascua.
Dt 16, 16: Tres
veces al año irán todos los varones en peregrinación al lugar que el Señor se
elija: por la fiesta de los Ázimos, por la fiesta de las Semanas y por la
fiesta de las Chozas.
Ex 12, 14: Este día
será para vosotros memorable, en él celebraréis fiesta al Señor. Ley perpetua
para todas las generaciones.
Su madre conservaba
cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
Lc 2, 19: Pero María
conservaba y meditaba todo en su interior.
Jesús crecía en
sabiduría.
Lc 1, 80: El niño
crecía, se fortalecía espiritualmente y vivió en el desierto hasta el día en
que se presentó a Israel.
1 S 2, 26: El niño
Samuel iba creciendo, y lo apreciaban el Señor y los hombres.
Pr 3, 1-4: Hijo mío,
no olvides mi instrucción, conserva en tu memoria mis preceptos, porque te
darán muchos días, y años de vida, y prosperidad; que no te abandonen bondad y
lealtad, cuélgatelas al cuello, escríbelas en la tablilla del corazón:
alcanzarás favor y aceptación de Dios y de los hombres.
Notas exegéticas Biblia de
Jerusalén.
2 41
Es
posible que Lc se inspire aquí en 1 S 1, 3.7 – La ley prescribía tres
peregrinaciones anuales (Ex 23, 14).
2 42
Más
o menos la edad de la madurez religiosa en el judaísmo.
2 46
(a) Jesús
“encontrado” “al cabo de tres días” “en casa de su Padre”, tres rasgos que
prefiguran el acontecimiento de la Pascua.
2 46
(b) Los
“maestros” (de la Ley) enseñaban en el atrio del Templo, como más tarde hará
Jesús. Su enseñanza adoptará con frecuencia la forma de diálogo.
2 49
Otros
traducen: “en las cosas de mi Padre”. En cualquier caso, Jesús afirma, delante
de José que tiene a Dios por Padre y vindica para con él relaciones que son
superiores a las de la familia humana. Primera manifestación de su conciencia
de ser “el Hijo”, ver Mt 4, 3.
2 50
El
misterio de la filiación de Jesús sobrepasa toda inteligencia humana, incluso
la más abierta a la palabra de Dios. Sin embargo, las escenas precedentes
sugieren que María y José han captado algo de ese misterio.
2 52
Esta
conclusión retoma los temas de 2, 40 y parece inspirarse en 1 S 26 (Samuel se
queda ante Dios, como Jesús en 2, 43).
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
41-52
A
los doce años de edad, un niño judío empezaba a ser “bar miswah” (= “hijo
de la Ley”) con plenos derechos y deberes religiosos, entre ellos el deber de peregrinar
a Jerusalén res veces al año (cf. Ex 23, 14). La narración de Lc abunda en
vocabulario de filiación-paternidad: Jesús demuestra que, ante todo tiene conciencia
de ser Hijo del Padre; obediente a él, Jesús será fiel hijo de la Ley
(expresión de la voluntad del
Padre), y dócil en Nazaret a “sus padres”, representantes del Padre. Por
experiencia dolorosa empieza a aprender que, para un ser humano, llamar “Padre”
a Dios supone a veces no llamar “padre” a nadie más sobre la tierra. Esta nota
dolorosa aumenta el paralelismo de la narración con el final de la vida terrena
de Jesús: en Jerusalén, en la Pascua, por obediencia al Padre, “se oculta” tres
días.
41 El versículo,
comienza así lit.: e iban los padres de él…
43 SE QUEDÓ: la
hipótesis de un texto hebreo subyacente de esta traducción: “Se volvió el
niño Jesús a Jerusalén” (J.M. Gia. Pérez).
45 PARA BUSCARLO:
(sentido de finalidad); o continuando su búsqueda en el camino.
46 Al niño Jesús LO
ENCONTRARON, tal como está descrito en la postura-actitud del discípulo que
escucha al maestro. // EN MEDIO DE : equivale a ante; no necesariamente está
Jesús en el centro del círculo formado por LOS MAESTROS de la Ley (los
rabinos).
47 LA INTELIGENCIA DE
SUS RESPUESTAS: lit. la inteligencia y la respuesta de él (endíadis: sus
respuestas inteligentes).
48 La pregunta-queja de
María es, lit., que (o por qué) hiciste a nosotros así, e.d., “así
como esto”.
49 ¿QUÉ MOTIVO…
BUSCARME?: lit. qué porque buscabais a mí. “Vulgarmente llaman esta
fiesta el Niño perdido, sin algún fundamento: ni sus padres le perdieron
ni él se perdió (…), ¿Por qué me buscáis, si no me he perdido? Soy templo, y
estoy en el templo; soy rey, y oigo, y pregunto, y respondo; soy Hijo, y hago
la voluntad de mi Padre. ¿Por qué me buscáis con dolor?” (Quevedo). // EN LA
CASA DE (otros prefieren: en las cosas de ): en griego tenemos:
preposición + artículo neutro plural + genitivo de persona. Es giro conocido
(p.ej. en Rm 16, 10.11: “los de la casa de N.”), usado también en la LXX y en
griego extrabíblico. Jesús orienta la queja de María que, por discreción, ha
aludido en público a José como “padre” de Jesús; le dice: “Tú sabes quién es mi
Padre, yo le obedezco, no me he escapado de la casa paterna”. Las primeras
palabras de Jesús conservadas por los evangelistas, igual que las últimas antes
de morir nos dicen que el PADRE es el supremo interés de Jesús en el término de
la entrega de su vida.
50 LA RSPUESTA: lit. la
palabra. De nuevo Quevedo, sobre la confusión de María y José: “Sin Dios no
se aprende, ni se sabe si Dios. Mucho refiere Maldonado de los padres griegos y
latinos, todo digno de gran reverencia; mas a mi ver siempre queda inaccesible
la dificultad y retirado el misterio (…) Si yo no me declarare al juicio de todos,
séame disculpa que, en lugar de palabras, el evangelista afirma que la Madre de
Dios y José no entendieron. (…) Forzosa me parece a mí la ignorancia, y en ella
estaré si otra culpa que la de haber osado acometer lugar tan escondido”.
51 PERO BAJÓ física o geográficamente
(cf. “subir a Jerusalén”; y además se abajó ESTÁNDOLES SUBORDINADOS. “En
toda su vida no hizo otra cosa sino bajar: bajar en la encarnación,
bajar haciéndose criatura, bajar obedeciendo, bajar haciéndose pobre, abandonado,
desterrado, perseguido, ejecutado, poniéndose siempre en el último lugar” (Ch.
de Foucauld). // GUARDABA… TODAS AUQELLAS COSAS (lit. todos aquellos acontecimientos
reveladores. Es el espíritu de la liturgia católica: la memoria, facultad
creativa, “re-cuerda” (re-cordar viene del latín cor = corazón),
vuelve a pasar por el corazón un acontecimiento que ocurrió un día, pero que
sigue siendo fuente actual de vida.
52 ESTATURA, como en
19, 3; o edad.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
2,
41-52 La Pascua, que comienza el decimoquinto día del mes judío de Nisán, es
una fiesta que conmemora la libertad de los judíos de la esclavitud de Egipto.
En la época de Cristo, los judíos estaban obligados a peregrinar al Templo de
Jerusalén para celebrarla. Los hombres a menudo traían a sus familias y viajaban
en caravanas con otras familias. Probablemente María y José no notaron la
ausencia de Cristo porque pensaron que estaría con otros familiares o amigos de
la caravana. Cuando encontraron a Cristo en el Templo, su respuesta indicó que
entendía su identidad como Hijo de Dios y su misión para redimir a la
humanidad. Este incidente es un anticipo de la pasión en Jerusalén. Los tres
días de Cristo en el Templo también se pueden entender como una prefiguración
de los tres días en el sepulcro antes de su resurrección. Cat. 534, 583 y 2599.
2,
52 Aquí
de nuevo, tan solo un par de frases describen un largo tramo de la vida de
Cristo, en este caso, el período entre los doce años de edad aproximadamente
hasta quizás los treinta. Los estudiosos se refieren a este período como “los
años ocultos” de Cristo ya que se dice o se sabe poco acerca de sus actividades
durante este tiempo. Parece que habría tenido una vida modesta y normal a lo
largo de esos 18 años. Por lo tanto, él nos proporciona un modelo para hacer
nuestras propias vidas ordinarias santas y agradables a Dios. Cat. 471-472,
517, 2196, 2599.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
534 El hallazgo de
Jesús en el templo es el único suceso que rompe el silencio de los
Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el
misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina:
“¿No sabíais que me debo a los asuntos de mi Padre?”. María y José “no
comprendieron” esta palabra, pero la acogieron en la fe, y María “conservaba
cuidadosamente todas las cosas en su corazón”, a lo largo de todos los años en
que Jesús permaneció oculto en el silencio de una vida ordinaria.
583 Como los profetas
anteriores a Él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo de Jerusalén.
Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su nacimiento. A
la edad de doce años, decidió quedarse en el Templo para recordar a sus padres
que se debía a los asuntos de su Padre. Durante su vida oculta, subió allí
todos los años al menos con ocasión de la Pascua; su ministerio público estuvo
jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas
judías.
584 Jesús subió al Templo
como al lugar privilegiado para el encuentro con Dios. El Templo era para Él la
casa de su Padre, una casa de oración.
2599
El
Hijo de Dios, hecho Hijo de la Virgen, también aprendió a orar conforme a su
corazón de hombre. Él aprende de su madre las fórmulas de oración; de ella, que
conservaba todas las “maravillas” del Todopoderoso y las meditaba en su
corazón. Lo aprende en las palabras y en los ritmos de la oración de su pueblo,
en la sinagoga de Nazaret y en el Templo.
472 Este alma que el
Hijo de Dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal,
este no podía ser de por sí ilimitado: se desenvolvía en las condiciones
históricas de su existencia en el espacio y en el tiempo. Por eso el Hijo de
Dios, al hacerse hombre, quiso progresar en sabiduría, en estatura y en gracia.
Igualmente adquirir aquello que en la condición humana se adquiere de manera
experimental. Eso correspondía a la realidad de su anonadamiento voluntario en la
condición de esclavo.
Notas exegéticas Biblia del Peregrino
2, 41-52 Jesús cumple la edad en que
asume sus obligaciones legales. Jesús es hijo carnal de María, por la cual está
ligado físicamente a la humanidad. Está ligado a ella por afecto y sumisión
filial. Pero esa relación queda relativizada y sometida a otra superior. Jesús,
es hijo legal de José, por el cual queda registrado oficialmente como
descendiente de David. Peor también su relación con José queda relativizada y
sometida a la relación de Jesús con el Padre.
Comentarios
de los Santos Padres.
A los doce años,
según leemos, es cuando comenzó la enseñanza del Señor; pues un mismo número de
mensajeros se había reservado a la predicación de la fe. No sin motivo, olvidándose de sus padres
según la carne, el que aun en su carne mortal estaba lleno de la sabiduría de
Dios y de su gracia, al cabo de tres días fue encontrado en el templo, como
signo de que a los tres días de su pasión triunfante, resucitado, debía
presentarse a nuestra fe sobre el trono del cielo y entre los honores divinos
el que era creído muerto.
Ambrosio, Exposición
sobre el Ev. de Lucas, 2, 63. III, pg. 104.
Preguntaba – repito –,
no para aprender cualquier cosa, sino para enseñarles con sus preguntas. Saber
preguntar y responder manan de una fuente doctrinal. Es el indicio de la misma
ciencia el saber preguntar y lo que hay que responder. Convenía que el Salvador
nos enseñara en primer lugar a preguntar como Él hizo, para después responder
conforme a las palabras y argumentos de Dios.
Orígenes, Homilías
sobre el Ev. de Lucas, 19, 6. III, pg. 105.
Aprendamos, niños, a
estar sometidos a nuestros padres; el más grande se somete al más pequeño: José
era de mayor edad, por eso Jesús le honra con el respeto que se debe a su
padre, dando a los hijos un ejemplo de sumisión.
Orígenes, Homilías
sobre el Ev. de Lucas, 20, 4. III, pg. 105.
San Agustín
Es hallado en el templo; su madre le dice: ¿Por
qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, con dolor, te estábamos buscando. Y
él responde: ¿No sabíais que conviene que me ocupe de las cosas de mi Padre?
(Lc 2, 42-49). Esto lo dijo, porque, como Hijo de Dios, estaba en el templo
de Dios. Aquel templo, en efecto, no era de José, sino de Dios. “He aquí, dirá
alguien, que admitió no ser hijo de José”. (…) Aunque era hijo de ellos, no
quería serlo en forma que excluyese el ser Hijo de Dios. Hijo de Dios, en
efecto; Hijo de Dios desde siempre, el que los creó a ellos. Hijo del hombre,
en cambio, en el tiempo, nacido de una virgen sin semen marital; a uno y a
otro, sin embargo, tenía como padres.
Sermón 51, 17-19.
San Juan de Ávila
Cristo, obediente fue a su Padre en vida y
en muerte; y también obedeció a su santísima Madre, y al santo Josef, como
cuenta San Lucas (Lc 2, 51). Y no piense nadie de poder agradar sin obediencia
al que tan amigo fue de ella, que, por no la perder, perdió la vida en la cruz.
Audi filia (II), 101. OC I, pgs. 756-757.
A mí me conviene entender en los negocios a que mi Padre me envió,
dijo
Jesucristo (Jn 9, 4; Lc 2, 49; 4, 43). ¡Quién mirase como es razón de esto! ¡Quién
se parase a pensar y dijese!: ¿A qué me envió Dios a este mundo? ¿Qué hago? ¿En
qué entiendo? ¿Cómo gasto el tiempo? ¿En qué me ejercito? No es razón pararnos
en el camino. De priesa vamos; a negocios de grande importancia vamos, no es
razón parar en cosas de poco provecho.
Miércoles de la semana 4 de Cuaresma. OC III, pgs. 185.
Mas hay aquí mucho que advertir, y es que,
siendo el Señor tan honrado de su Madre, ejemplo de todos los buenos hijos en
reverencia, amor y obediencia, del cual se escribe que era súbdito a ella (cf. Lc 2, 51), ¿por qué no
agradeció a esta mujer las alabanzas que dijo a su Madre?
La Virgen María. OC III, pg. 917.
Pues aprendan de la Reina de los ángeles,
que nunca hablaba sino para una de tres cosas: o para ser informada, como se
muestra en la embajada del ángel, que le preguntó que cómo podría ser aquello
que le decía: oyó la respuesta que con obra del Espíritu Santo (Lc 1, 34); o para socorrer faltas o
miserias de prójimos como se muestra en el Evangelio que dijo nuestra Señora a
su Hijo en el convite: No tienen vino (Jn 2, 3): habló para remediar aquella falta; o para mostrar su fatiga
o congoja, como se muestra en el Evangelio, de cuando se perdió el Señor, que
dijo: Hijo,
¿cómo lo habéis hecho ansí? Que yo y vuestro padre con gran dolor os hemos buscado (Lc 2, 48).
A una doncella. OC IV, pg. 719.
No creáis al engañador, sino a nuestro Señor
Jesucristo, que es muy amigo de obediencia y fue subjecto a nuestra Señora y San Josef (cf. Lc 2, 51), y esto para
daros ejemplo, que si Él, sabiendo tanto, obedecía a los que eran menores, que
así nosotros nos obedezcamos y subjectemos unos a otros por su amor.
A san Juan de Dios. OC IV, pg. 490.
Procure de continuo traer a la memoria la
profunda humildad de nuestro Salvador, el cual, siendo Dios, se sometió a la obediencia
del hombre (cf.
Lc 2, 51), conviene a saber, de la Virgen María, su Madre, y de San Josef, que
ansí lo dice el Evangelio, a darnos a entender que, por su respecto y amor,
obedezcamos no tan solamente a los mayores, mas aun a los menores, a imitación
del mismo, procurando antes de servir que no ser servido, obedecer antes que
mandar.
A una doncella. OC IV, pg. 721.
San Oscar Romero.
No venimos a sentirnos familia sino de
verdad a hacernos familia. Se convierten verdaderamente en hijos del Padre, en
Jesucristo, quien les participa su vida por el poder del espíritu mediante el
bautismo. Esta gracia de la filiación divina es el gran tesoro que la Iglesia
debe ofrecer a los hombres de nuestro continente. Esta gracia de la filiación
divina. Por eso, hermanos, yo insisto tanto en que seamos Iglesia auténtica. En
que no tergiversemos las finalidades de la comunidad. A la Iglesia, a la
comunidad cristiana se va a hacerse hijos de Dios y desde hijo de Dios,
trabajar como hermanos con todos los hombres por el bien común de la otra
familia que es la patria…
Hermanos, esta es nuestra familia, una
familia que peregrina en el mundo y donde hay toda clase de miembros, pero que
desde una perspectiva cristiana nos sentimos como un núcleo muy cercano a Dios
y somos la pequeña Iglesia en el hogar y la gran Iglesia Universitaria en el
mundo: la parroquia, la diócesis, la comunidad de base. Vivamos intensamente en
este día en que la liturgia nos ofrece el bello mensaje de la Sagrada Familia,
cada uno en su propio puesto de familia universal siéntase hermano y colabore
con todos los otros hermanos a hacer de este mundo no una jauría de miedo, sino
un paraíso, antesala de los hijos de Dios. Así sea…
Homilía, 30 diciembre 1979.
Comentario Homilética.
-Contexto:
Final
del evangelio de la infancia.
Presentación
de Jesús en el Templo (vv. 22-38)
Primer
y breve sumario de la vida oculta de Jesús en Nazaret (vv. 39-40).
Peregrinación
anual a Jerusalén (vv. 41-50).
Segundo
sumario sobre la vida oculta de Jesús en Nazaret (vv. 51-52).
Proclamación
del Bautista, preámbulo a la misión de Jesús (Lc 3).
-Partes:
Vv.
41-50: Jesús entre los doctores de la Ley.
Vv.
51-52: breve sumario sobre la vida en Nazaret.
MISA DE NIÑOS. II NAVIDAD.
Monición de entrada.
Buenos días:
Hoy es el segundo domingo después de Navidad.
Este domingo nos acordamos de cuando Jesús nació en
Belén.
Fue entonces cuando comenzó un nuevo tiempo.
Y así las personas cuando hablamos de los años decimos
antes y después de Cristo.
Porque con Jesús todo ha cambiado, todo es más bonito y
bello.
Señor, ten piedad.
Tú que eres la luz, pero algunas personas no te quieren. Señor, ten piedad.
Tú que eres la luz, pero algunas personas no han querido
recibirte. Cristo, ten piedad.
Tú que eres la luz, pero algunas personas no la enseñan a
los demás. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco, para que este año siga
ayudándonos a quererte mucho. Te lo pedimos Señor.
-Por la Iglesia, para que sepa hablarnos de ti. Te lo pedimos
Señor.
-Por los que salen en televisión, hablan en la radio,
escriben en los periódicos, por los yotubers y los influenceres; para que
busquen ayudar a las personas. Te lo pedimos, Señor.
-Por las maestras y maestros, para que nos enseñen no
solo a saber cosas sino también a querer a los demás. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, para que iluminemos con el corazón de
Jesús a nuestra familia. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT
JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. I DE
ADVIENTO.
EXPERIENCIA.
Busca en internet un
cuadro de la Sagrada Familia.
Haz la señal de la cruz
mirándolo.
Pídeles que ellos te
ayuden para que el Espíritu Santo que envolvía su vida penetre en tu corazón y
te conceda conocer las cosas del Padre, su voluntad.
Busca una foto de tu
familia, o imagina que eres un niño y dibújala en una hoja, mientras piensas en
ellos, los que ves y los que te ven, porque están con el Padre.
¿Dónde te has colocado?
¿Y a qué distancia tus familiares? Pregúntate por los motivos.
Mira este vídeo sobre
la familia:
https://www.youtube.com/watch?v=k7XlFsqJzvI
En la misma hoja coloca
a tus vecinos, ¿los conoces?, ¿sabes sus nombres?, ¿les saludas cuando los
encuentras en la calle, el portal, el ascensor o con la escusa de la Covid
subes por la escalera?
Reza por ellos.
REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
san Lucas 2, 41-52.
Los padres de Jesús
solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce
años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron;
pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se
pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron
en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles
preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas
que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-Hijo, ¿por qué nos
has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados.
Él les contestó:
-¿Por qué me
buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? Pero ellos
no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y
fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su
corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios
y ante los hombres.
Después del nacimiento en Belén la familia de Jesús, siguiendo a
Lucas, cumplidos los días de la purificación se traslada a Jerusalén y visita
por primera vez el Templo, siendo acogidos por los ancianos Simeón y Ana. De
allí regresan a Nazaret peregrinando a Jerusalén todos los años, mientras el
Niño crece en sabiduría. A los doce años, cuando los varones pasaban de ser
niños a ser bar miswah, “hijos de la Ley”, asumiendo todos los derechos
y obligaciones de los hombres adultos, Jesús se queda allí. Durante tres días
se oculta a los ojos de la Sagrada Familia, porque está cumpliendo la voluntad
de su Padre. La madre volverá a sufrirlo durante la Pasión, cuando después de
la muerte se oculte tres días para encontrarlo en la Casa del Padre, es decir,
resucitado. Dos partes tiene el texto, La primera es la exaltación, Jesús
obediente al Padre permanece en lo alto, en la Casa del Padre. La segunda el
abajamiento, Jesús obediente a sus padres, desciende a Nazaret.
Vuelve a leer el texto las veces que necesites, ejercitando la
Lectio Divina (qué dice, qué te dice, qué le dices), el método de oración
ignaciana (composición de lugar; reflexión sobre los puntos a meditar, es
decir, la obediencia de Jesús al Padre y a sus padres, la vida cristiana
vertebrada en estas dos obediencias o amores inseparables, el amor a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a uno mismo; diálogos con Jesús, María y José;
y Padrenuestro), la repetición de algunas frases,… Es el momento de abandonar
tu Nazaret para estar con el Padre, escuchándole y hablándole.
COMPROMISO.
Haz una foto al dibujo y publícalo en el Whats
App de la familia, o envíales a tus familiares la foto, con un texto en el que
les digas que has rezado por ellos.
CELEBRACIÓN.
Mira y escucha la canción Bendecid, oh Señor, las
familias de los cantantes Roberto Carlos y Antonio María, acompañados por el
padre Zezinho, sacerdote dehoniano.
https://www.youtube.com/watch?v=T0wn8a5eHjg&t=77s
Que ninguna familia
comience en cualquier de repente,
Que ninguna familia
se acabe por falta de amor.
La pareja sea el uno
en el otro de cuerpo y de mente
y que nada en el
mundo separe un hogar soñador.
Que ninguna familia
se albergue debajo del puente
y que nadie
interfiera en la vida y en la paz de los dos.
Y que nadie los haga
vivir sin ningún horizonte
y que puedan vivir
sin temer lo que venga después.
La familia comience
sabiendo por qué y donde va
y que el hombre
retrate la gracia de ser un papá.
La mujer sea cielo y
ternura y afecto y calor
Y los hijos conozcan
la fuerza que tiene el amor.
Bendecid O Señor las
familias, Amén.
Bendecid O Señor la
mía también.
Bendecid O Señor las
familias, Amén.
Bendecid O Señor la
mía también.
Que marido y mujer
tengan fuerza de amar sin medida
y que nadie se vaya a
dormir sin buscar el perdón.
Que en la cuna los niños
aprendan el don de la vida,
la familia celebre el
milagro del beso y del pan.
Que marido y mujer de
rodillas contemplen sus hijos,
que por ellos
encuentren la fuerza de continuar.
Y que en su
firmamento la estrella que tenga más brillo
pueda ser la esperanza
de paz y certeza de amar.
La familia comience
sabiendo por qué y donde va
y que el hombre
retrate la gracia de ser un papá.
La mujer sea cielo y
ternura y afecto y calor
y los hijos conozcan
la fuerza que tiene el amor.
Bendecid Oh Señor las
familias, Amén.
Bendecid Oh! Señor la
mía también.
Bendecid O Señor las
familias, Amén.
Bendecid O Señor la
mía también
Bendecid O Señor la
mía también.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica.
Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
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Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
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San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi,
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San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de
reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
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Homilética. Sal Terrae. Noel Quesson. 50 salmos para todos los
días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.http://www.quierover.org
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