Lectura de la profecía de Ezequiel 33, 7-9
Esto dice el Señor:
-A ti, hijo de hombre, te he puesto de centinela en la casa de
Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte. Si
yo digo al malvad: “Malvado, eres reo de muerte”, pero tú no hablas para
advertir al malvado que cambie de conducta, él es un malvado y morirá por su
culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Pero si tú adviertes al malvado
que cambie de conducta, y no lo hace, él morirá por su culpa, pero tú habrás
salvado la vida.
Textos paralelos.
A ti también, hijo
de hombre, te he hecho centinela.
Ez 3, 17-19: Hijo de Adán, te he puesto de atalaya enla casa de
Israel. Cuando escuches una palabra de mi boca, le darás la alarma de mi parte.
Si yo digo al malvado que es reo de muerte y tú no le das la alarma – es decir,
no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie su mala conducta y
conserve la vida –, entonces el malvado morirá por su culpa y a ti te pediré
cuenta de su sangre. Pero si tú pones en guardia al malvado, y no se convierte
de su maldad y de su mala conducta, entonces él morirá por su culpa, pero tú
habrás salvado la vida.
Notas
exegéticas.
33 10 El pueblo desalentado, se
declara abrumado por el peso de sus pecados e incapaz de librarse de él.
Ezequiel afirma como respuesta la posibilidad de una conversión. Este trozo,
vv. 10-20, es la reanudación del tema ya tratado en 18, 21-31.
Salmo
responsorial
Sal 94, 1-2.6-9
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del
señor;
“No
endurezcáis vuestro corazón”.
Venid,
aclamemos al Señor,
demos
vítores a la Roca que nos salva;
entremos
a su presencia dándole gracias,
aclamándolo
con cantos. R/.
Entrad,
postrémonos por tierra,
bendiciendo
al Señor, creador nuestro.
Porque
él es nuestro Dios,
y
nosotros su pueblo,
el
rebaño que él guía. R/.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
“No
endurezcáis el corazón como en Meribá,
como
el día de Masá en el desierto;
cuando
vuestros padres me pusieron a prueba
y
me tentaron, aunque habían visto mis obras. R/.
Textos paralelos.
Venid, cantemos gozosos a Yahvé.
Dt 32, 15: Comió Jacob hasta saciarse, / engordó mi cariño, y tiró
coces / - estabas gordo y cebado y corpulento - / y rechazó a Dios, su creador;
/ deshonró a su roca salvadora.
Porque él es nuestro Dios.
Sal 100, 3: Sabed que el Señor es Dios, / él nos hizo y somos
suyos, / pueblo suyo y ovejas de su aprisco.
Ez 34, 1-2a: Me dirigió la palabra el Señor: – Hijo de Adán,
profetiza contra los pastores de Israel.
Sal 23, 1-4: El Señor es mi pastor: nada me falta. / En verdes
praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis
fuerzas: / me guía por senderos oportunos / como pide su título. / Aunque
camine por cañadas oscuras, / nada temo: Tú vas conmigo; / tu vara y tu cayado
me sosiegan.
Sal 80, 2: Pastor de Israel, escucha: / tú que guías a José como a
un rebaño; / en tu trono de querubines resplandece.
No seáis tercos como en Meribá.
Ex 19, 5: Por tanto, si queréis obedecerme y guardar mi alianza,
entre todos los pueblos seréis mi propiedad, porque es mía toda la tierra.
Como el día de Masá en el desierto.
Hb 3, 7-11:
Sal 81, 9: Escucha, pueblo mío, que te amonesto, / Israel, ojalá
me escuches.
Ex 17, 5-7: [la comunidad israelita se queja contra Moisés por carecer
de agua, Dios interviene] “Pasa delante del pueblo, acompañado de las
autoridades de Israel, empuña el bastón con el que golpeaste el Nilo y camina;
yo te espero allí, junto a la roca de Horeb. Golpea la roca y saldrá agua para
que beba el pueblo”. Moisés lo hizo ante las autoridades israelitas y llamó al
lugar Masá y Meribá, porque los
israelitas se habían careado y habían tentado al Señor, preguntando: “¿Está o
no está con nosotros el Señor?”.
Nm 20, 12-13: [la misma escena, pero Moisés golpea dos veces]. El
Señor dijo a Moisés y a Aarón: “Por no haberme creído, por no haber reconocido
mi santidad en presencia de los israelitas, no haréis entrar a esta comunidad
en la tierra que les voy a dar”. (Esta es Meribá, donde los israelitas se
carearon con el Señor, y él les mostró su santidad).
Dt 6, 16: No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a
prueba, como lo tentasteis en Masá.
Dt 33, 8: Para tus leales los tumim y urim. / Los pusiste a prueba
en Masá. / los desafiaste en Meribá.
Nm 20, 2: Faltó agua al pueblo y se amotinaron contra Moisés y
Aarón.
Sal 78, 8: Para que no imitaran a sus antepasados: / generación
rebelde y contumaz, / generación de corazón inconstante, / de espíritu
desconfiado de Dios.
Sal 78, 37: Su corazón no era constante con él / ni eran fieles a
su alianza.
Dt 32, 5: Hijos degenerados, se portaron mal con él, / generación
malvada y pervertida.
Dt 32, 18: ¡Despreciaste a la Roca que te engendró, / y olvidaste
al Señor que te dio a luz!
Jb 21, 14: Ellos que decían a Dios: “Apártate de nosotros, / que
no nos interesan tus caminos”.
Sal 132, 8: ¡Levántate, Señor, ven a tu descanso, / ven con el
arca de tu poder! / Que tus sacerdotes se vistan de gala / y tus leales
vitoreen.
Sal 132, 14: Este es mi descanso para siempre, / aquí habitaré,
porque la quiero.
Nm 14, 30: No entraréis en la tierra donde juré que os
establecería. Solo exceptúo a Josué, hijo de Nun, y a Caleb, hijo de Jefoné.
Dt 12, 9: La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se
marchó.
Notas
exegéticas.
95 Himno procesional, recitado quizá
en la fiesta de las tiendas, ver Dt 31, 11.
95 1 Alusión repetida en el v. 8, a
la roca de donde brotó el agua en el desierto. Ex 19, 1s. o a la roca sobre la
que se hallaba edificado el Templo, 2 S 24, 18.
95 8 Meribá significa “disputa” y
Masá “tentación”.
Segunda lectura.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10
Hermanos:
A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama
ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el “no cometerás adulterio, no
matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquiera de los otros mandamientos, se
resume en esto: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal a su
prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.
Textos paralelos.
Con nadie tengáis otra
deuda que la del mutuo amor.
Mt 22, 34-40: Al enterarse los
fariseos de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en un lugar;
y uno de ellos, le preguntó capciosamente: “Maestro, ¿cuál es el precepto más
importante de la ley?” Le respondió: “Amarás al Señor tu Dos de todo corazón,
con toda el alma, con toda tu mente. Este es el precepto más importante; pero
el segundo es equivalente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos preceptos
sustentan la ley entera y los profetas”.
Jn 13, 34: Os doy un
mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado: amaos así
unos a otros.
Ga 5, 14: Pues la ley entera se
cumple con un precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No adulterarás, no
matarás
Ex 20, 13-17: No matarás. / No
cometerás adulterio. / No robarás. / No darás testimonio falso contra tu próximo.
/ No codiciarás los bienes de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo,
ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.
Dt 5, 17-21: No matarás. / Ni
cometerás adulterio. / Ni robarás. / Ni darás testimonio falso contra tu
prójimo. / Ni pretenderás la mujer de tu prójimo. Ni codiciarás su casa, ni sus
tierras, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea
de él.
Amarás a tu prójimo.
Lv 19, 18: No serás vengativo
ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.
Ga 5, 14:
La caridad es, por tanto,
la ley en su plenitud.
1 Co 13, 4-7: Pues la ley entera se cumple
con un precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Notas
exegéticas.
13 8
La
ley, en general, según parece, y no sólo la Ley mosaica.
13 9
(a) Adicción
(Vulgata): “No levantarás falso testimonio”.
13 9
(b) El
prójimo ya no es, como en Levítico, el miembro del mismo pueblo, sino todos los
miembros de la familia humana, unificada en Cristo, Ga 3, 28; Mt 25, 40.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a
sus discípulos:
-Si tu hermano peca contra ti,
repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede
confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad,
y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un
publicano. En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará desatado
en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en
la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque
donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Textos paralelos.
// Lc 17, 3: Estad en guardia:
Si tu hermano peca, repréndelo; si se arripiente, perdónale.
Si tu hermano llega a pecar.
Lv 19, 17: No guardarás odio a
tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado
por su causa.
Ga 6, 1: Hermanos, si alguien
es sorprendido en un delito, vosotros, los espirituales, corregidlo con
modestia. Pero vigílate tú, no vayas a ser tentado tú también.
Todo asunto quede zanjado
por la palabra de dos o tres testigos.
Dt 19, 15: No es válido el testimonio
de uno solo contra nadie, en cualquier caso de pecado, culpa o delito. Solo por
la deposición de dos o tres testigos se podrá fallar una causa.
Considéralo como al
pagano.
Rm 16, 17: Hermanos, os
recomiendo que vigiléis a los que siembran discordias y tropiezos contra la
doctrina que aprendisteis; evitadlos.
1 Co 5, 11: Concretamente os
escribí que no os juntarais con uno que lleva el nombre de hermano y es
inmoral, avaro, explotador, idólatra, difamador o borracho. Con ese ni comer.
Yo os aseguro que todo lo
que atéis.
Mt 16, 19: A ti te daré las
llaves del reino de Dios: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo;
lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Jn 20, 23: A quienes les perdonéis
los pecados les quedan perdonados; a quienes se los mantengáis les quedan
mantenidos.
De acuerdo en la tierra
para pedir algo.
Jn 15, 7: Si permanecéis en mí
y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y os sucederá.
Jn 15, 16: No me elegisteis
vosotros; yo os elegí y os destiné a ir ay dar fruto, un fruto que permanezca;
así, lo que pidáis al Padre alegando mi nombre yo os lo concederé.
Donde dos o tres están
reunidos.
Mt 1, 23: Mira la virgen está
encinta, dará a luz un hijo que se llamará Emanuel (que significa
Dios-con-nosotros).
Mt 28, 20: Y enseñadles a cumplir cuanto os he mandado.
Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.
Ex 20, 24: Hazme un altar de
tierra y en él ofrecerás tus holocaustos, tus sacrificios de comunión, tus
ovejas y tus vacas. En los lugares donde pronuncie mi nombre bajaré a ti y te
bendeciré.
Los dichos de Jesús.
Q 17, 3-4
3 Si tu hermano peca [contra ti],
repréndele; y si [se arrepiente], perdónale.
4 Y si peca contra ti siete veces
al día, perdónale siete veces.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
18 15 La precisión “contra ti”, añadido por
numerosos testigos, parece que se debe rechazar. Se trata de una falta grave y
pública que no se ha hecho necesariamente al que la corrige. El caso del v. 21
es distinto.
18 17 (a) La “ekklesia”, es decir, la asamblea
de los hermanos.
18 17 (b) Personas “impuras” con las que los judíos
piadosos no podían tratar, ver 5, 46. Véase la excomunión en 1 Cor 5, 11.
18 18 Extensión a los ministros de la Iglesia (a la
que en primer lugar se dirige todo este discurso) de uno de los poderes
conferidos a Pedro.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
15-17 La Iglesia es esencialmente
santa; pero, mientras dure la historia humana, habrá en ella pecadores, a los
que habrá que corregir: primero la corrección en secreto, luego la corrección
privada ante testigos, finalmente la denuncia pública ante la autoridad
constituida en la Iglesia. Ese “tribunal” para dirimir cuestiones entre hermanos,
para absolver o condenar, es un elemento externo y visible de la Iglesia. La
comunidad judía de Qumrán tenía una norma semejante. (Qumrán, Regla de la
Comunidad, col. V, 26-VI,1).
15 SI TU HERMANO PECA (algunos
manuscritos añaden contra ti): cf. Lev 19, 17. HERMANO es el que
comparte la misma fe, un miembro de la comunidad de creyentes. // VETE A
CORREGIRLO: lit. vete, corrígelo. // “Escuchar” (y “no escuchar”: v. 16)
son semitismos: su significado es: “hacer caso”, “no hacer caso”. // GANASTE: conseguiste
que tu hermano siga perteneciendo a la comunidad.
16 TODA CAUSA (lit. toda
palabra; hebraísmo) …SOBRE [LA] DECLARACIÓN, lit. … sobre [la] bica.
17 CONSIDÉRALO COMO…: lit. sea
para ti como.
18 Mientras los vs. 15-17 expresan
una norma de comportamiento, este v. 18 es una entrega de poderes. Hay una
pequeña, pero importante, ruptura gramatical con lo que antecede: Jesús no
habla en singular, ni a cualquier seguidor suyo, sino en plural, y a un grupo
cualificado; son palabras que implican un poder jerárquico, una autoridad que
rige a la comunidad (un régimen de gobierno que los judíos contemporáneos de
Jesús conocían y entendían perfectamente). La Iglesia católica ha definido,
citando este versículo, que los católicos y sacerdotes son los únicos ministros
de la absolución sacramental (H. Denzinger – A. Schönmetzer, Enchiridion
Symboloru, Definitounum et Declarationum de rebus fidei et morum. Barcelona.
1973.
19 LO OBTENDRÁN: lit. les
sucederá para ellos.
20 EN MI NOMBRE: en el v. 5 era “epì
tôi onómati mou” (“apoyado en mi”, “por causa de mí”); ahora es “eis tò
emòn ónonta” (“teniéndome en cuenta a mí”, “para honrarme a mí”, “para
entregarse a mí”).
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
18, 20 Cristo está presente entre
nosotros de muchas maneras, incluso en la asamblea de los fieles (en la misa,
en los sacramentos, en su ministerio en el altar, en la palabra de Dios, y cada
vez que los fieles se reúnen para orar). Sin embargo, está presente de un modo
único en las especies sagradas de la Eucaristía. Es en este gran Sacramento
donde recibimos el Cuerpo, la Sangre, el Alma, y la Divinidad de Cristo. Cat.
832, 833, 1088, 1373 y 2689.
San
Jerónimo.
15-17 Si tu hermano peca contra ti, ve
y corrígelo en privado, etc. Si nuestro hermano ha pecado contra nosotros y nos ha perjudicado en
algo, tenemos la posibilidad, más bien la obligación, de perdonarlo, porque se
nos ha prescrito que perdonemos sus deudas a nuestros deudores; pero si alguien
hubiera pecado contra Dios, no depende de nosotros. En efecto, la divina
Escritura dice: Si un hombre ha pecado contra un hombre, el sacerdote rogará
por él; pero si ha pecado contra Dios, ¿quién rogará por él?” (1 Samuel 2,
25). Nosotros, por el contrario, indulgentes con las injurias que se hacen a
Dios, manifestamos odio por las ofensas que nos hacen. Y debemos corregir al
hermano en privado no sea que, si ha perdido una vez el pudor y la vergüenza,
permanezca en pecado. Y si nos escucha ganamos su alma y por la salud de otro
procuramos también la nuestra. Pero si se niega a escucharnos, que se llame a
un hermano; si se niega a escuchar a este, llámese a un tercero, ya sea para
tratar de corregirlo ya para amonestarlo delante de testigos. Pero si tampoco a
ellos quiere escucharlos, entonces hay que decirlo a muchos para que lo
detesten y el que no pudo ser salvado por la vergüenza se salve por las
afrentas. Cuando dice: Considéralo como pagano y publicano, muestra que
se debe detestar más a aquel que bajo el nombre de fiel hace obras propias de
infieles que al que es abiertamente gentil. En sentido tropológico [doctrina
moral que se dirige a la reforma o enmienda de las costumbres, rae.es] se llama
publicanos a los que corren tras las riquezas del mundo y exigen impuestos por
medio de negocios ilícitos, fraudes y robos, crímenes y perjurios.
18 Os aseguro que todo lo que atéis
… Dio poder a los
apóstoles para que supieran quienes reciben tal condenación que la sentencia de
los hombres es corroborada por la sentencia divina y todo lo que sea atado en
la tierra quedará atado en el cielo.
19.20 También os digo… Todo lo dicho anteriormente nos
había invitado a la concordia. Ahora nos promete también un premio para que con
mayor solicitud persigamos activamente la paz; al decir que se encontrará en
medio de dos o tres pensamos en el ejemplo de aquel tirano que había tomado
prisioneros a dos amigos. Uno de ellos había vuelto a ver a su madre, dejando
al otro como fianza. Quiso probarlos de este modo, reteniendo a uno y dejando
partir al otro, y cuando este volvió el día fijado, lleno de admiración por su
mutua fidelidad, les rogó que lo admitieran como tercero [Cicerón. Sobre los
deberes, III, 45). Podemos igualmente interpretar esto en sentido
espiritual; cuando el espíritu, el alma y el cuerpo están de acuerdo y no se
hacen la guerra teniendo deseos encontrados, la carne y sus deseos contra el
espíritu y el espíritu contra la carne, obtendrán del Padre todo lo que le
pidieren; sin ninguna duda la petición es buena cuando elk cuerpo tiene los
mismos deseos que el alma.
San Agustín.
Hay algo
realmente grave. Los hombres desprecian de tal modo la medicina del perdón, que
no sólo no perdonan cuando se les ofende, sino que tampoco quieren pedirlo
cuando ellos pecan. Penetró la tentación y se apoderó la ira de ellos. De tal
manera les dominó el deseo de venganza, que no sólo se apoderó de su corazón,
sino que hasta la lengua vomitó ultrajes y crímenes.
Miraos a
vosotros mismos. El mismo Cristo dice: Si peca tu hermano… El pagano es
un gentil; y gentil es aquel que no cree en Cristo. Si no escucha a la
comundiad, dale por muerto.
Pero he aquí que
vive, que entra en la Iglesia, que hace la señal de la cruz, que se arrodilla,
que ora y se acerca al altar. A pesar de todo eso, tenlo por pagano y
publicano. No hagas caso de esas falsas señales de vida. Esta muerto.
Aunque no nos
sobrevenga la muerte repentina, lo cierto es que no podemos vivir por largo
tiempo. La vida humana en su totalidad es breve: desde la infancia hasta la
ancianidad. Aunque Adán viviera todavía y debiera morir hoy, ¿qué hubiera
ganado con haber vivido tanto? A todo esto debes añadir que el mismo presente,
aunque bullicioso por naturaleza, resulta incierto por una especie de
enfermedad radical. A diario mueren hombres. Los vivos los llevan a enterrar,
celebran sus funerales y se prometen a sí mismos una larga vida. Nadie dice: “Me
corregiré, no sea que mañana esté yo como este a quien hemos acompañado al
cementerio”. A vosotros os agradan las palabras, pero yo busco los hechos. No
me entristezcáis con vuestras costumbres perversas, ya que mi deleite en la
vida presente no es otro que vuestra digna vida.
Sermón17, 6-7.
San Juan de Ávila.
¿Pues qué remedio para que, si me hicieren
mal, no me haga yo malo? Si pecara contra ti tu hermano, dice nuestro Redemptor,
vade, et corrige eum inter te et illum; si te hiciere mal, no te tornes tú
malo. ¡Gran locura es imitar la locura del loco! – Al avariento duélele cuando
le quitan la hacienda; al regalado, cuando le hacen mal. ¿Qué hará el hombre a
quien le hacen mal? – Dolerse más del mal y pecado del otro que de su propio
daño. – ¿Qué harás si te hicieren mal? – No dalle de cuchilladas; no ponello a
pleito; no levantar bandos. – Vete a él y dile: “Catá que no tenéis razón de hacerme
mal, por esto y por esto”. Si te oyere, si recibiere tu razón, has ganado no tu
hacienda, no honra, sino su ánima; y si no te oyere, toma dos amigos tuyos y
suyos, corrígelo entre ti y ellos. Si no los oyere, dilo a la iglesia, al
perlado [clérigo que tiene algunas de las dignidades superiores en la iglesia,
rae.es], a la congregación; y si no te oyere, apártate de él como étnico y
infiel.
Ciclo
temporal. Sermones de tiempo. 25. Domingo 21 después de Pentecostés. OC III, pg. 299.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia
Católica. BAC. Madrid. 2016.
Guijarro, S. Los Dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.
Jerónimo.
Comentario al evangelio de Mateo. Editorial Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Estudio
Agustiniano. Valladolid. 1986.
San Juan de Ávila. Obras Completas i.
Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados
de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III.
Sermones. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
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