Lectura del libro del Eclesiástico 3,
2-6.12-14
El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de
la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta
a su madre es como quien acumula tesoros. Quien honra a su padre se alegrará de
sus hijos y cuando rece, será escuchado. Quien respeta a su padre tendrá larga vida,
y quien honra a su madre obedece al Señor. Hijo, cuida de tu padre en su vejez
y durante su vida no le causes tristeza. Aunque pierda el juicio, sé indulgente
con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor. Porque la compasión
hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.
Textos
paralelos.
Hijo cuida de tu padre en
su vejez.
Mt 15, 4-6: Pues Dios mandó: “Sustenta a tu padre y a tu madre. El
que abandona a su padre o a su madre es reo de muerte”. Vosotros, en cambio,
decís: “Si uno declara a su padre o su madre que el socorro que le debía es
ofrenda sagrada, ya no tiene que sustentar a su padre o a su madre”. Y así
invalidáis el precepto de Dios en nombre de vuestra tradición.
Pr 19, 26: Quien maltrata al padre y expulsa a la madre / es hijo
indigno e infame.
Notas
exegéticas.
3 6 Griego II y lat. añaden: Quien
teme al Señor honra a su padre.
3 14 Comienzo del texto hebreo del
manuscrito C de la Gueniza de El Cairo.
Comentario.
-El Sirácida, autor del libro
del Eclesiástico:
Se dirige a sus lectores como hijos.
Se describe a sí mismo como
padre.
-Primera explicación del
Antiguo Testamento sobre el cuarto mandamiento:
Ex 20, 12 (promesa de larga
vida fruto del cuidado de los padres):
Versículo 6 de nuestro texto.
Importante para el Sirácida:
Para él no existe otra vida
después de la muerte.
La mayor recompensa.
-Alternancia del padre y de la
madre.
-Relación que une a los padres
con el Señor:
Autoridad paternal proviene
directamente de Dios.
La obediencia al Señor se
expresa en la ayuda a los padres.
Maltratar a los padres es
injuriar a Dios.
Si se les honra su oración será escuchada
(v. 5).
Los padres:
Verdaderos embajadores y
colaboradores de Dios sobre la tierra.
Honrar a los padres permite que
se perdonen los pecados a los hijos (v. 3.14).
-Cuidado de los padres debe
durar de por vida, hasta la vejez:
Reparar los pecados.
Salmo responsorial
Salmo 128 (127)
Dichosos
los que temen al Señor
y
siguen sus caminos. R/.
Dichoso
el que teme al Señor
y
sigue sus caminos.
Comerás
del fruto de tu trabajo,
serás
dichoso, te irá bien. R/.
Tu
mujer, como parra fecunda,
en
medio de tu casa;
tus
hijos, como renuevos de olivo,
alrededor
de tu mesa. R/.
Esta
es la bendición del hombre
que
teme al Señor.
Que
el Señor te bendiga desde Sión,
que
veas la prosperidad de Jerusalén
todos
los días de tu vida. R/.
Textos paralelos.
¡Dichosos los que temen a Yahvé!
Sal 112, 1: Aleluya. Dichoso el
que respeta al Señor / y es entusiasta de sus mandatos.
Sal 37, 3-5: Confía en el Señor
y haz el bien, / habita una tierra y cultiva la fidelidad; / sea el Señor tu delicia
/ y te dará lo que pide tu corazón. / Encomienda al Señor tu camino, / confía en
él, que él actuará.
Del trabajo de tus manos
comerás.
Sal 112, 3: En casa habrá riquezas
y abundancia, / su justicia se afirma para siempre.
Tu esposa como parra fecunda.
Pr 31, 10-31: Una mujer
hacendosa, ¿quién la hallará? / Vale mucho más que los corales. / Su marido se
fía de ella / y no le hacen falta despojos. / Le trae ganancias y no pérdidas /
todos los días de su vida. / Adquiere lana y lino, / sus manos trabajan a
gusto. / Es como nave mercante / que importa grano de lejos. / Todavía de noche
se levanta / para dar la ración a sus criados / y la porción a sus criadas. /
Examina un terreno y lo compra, / con lo que ganan sus manos planta una viña. /
Se ciñe la cintura con firmeza / y despliega la fuerza de sus brazos. / Aprecia
el valor de sus mercancías / y aun de noche no se apaga su lámpara. / Extiende
la mano hacia el huso / y sostiene con la palma la rueca. / Abre sus palmas al
necesitado / extiende sus manos al pobre. / Si nieva no teme por la
servidumbre, / porque todos los criados llevan trajes forrados. / Confecciona
mantas para su uso, / se viste de lino y púrpura. / En la plaza su marido es
respetado / cuando se sienta entre los ancianos del pueblo. / Teje sábanas y
las vende, / provee de cinturones a los comerciantes. / Esta vestida de fuerza
y dignidad, / sonríe ante el día de mañana. / Abre la boca juiciosamente / y su
lengua enseña con bondad. / Vigila las andanzas de sus criados, / no come su
pan de balde. / Sus hijos se levantan para felicitarla, / su marido proclama su
alabanza: / “Muchas mujeres reunieron riquezas, / pero tú las ganas a todas”. /
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, / la que respeta al Señor merece
alabanza. / Cantadle por el éxito de su trabajo, / que sus obras la alaben en
la plaza.
Tus hijos, como brotes de
olivo.
Sal 144, 12: Sean nuestros
hijos un plantío, / crecidos desde la adolescencia; / sean nuestras hijas
columnas talladas, / estructuras de un templo.
Jb 29, 5: El Todopoderoso
estaba conmigo / y me rodeaban mis hijos.
El hombre que respeta a
Yahvé.
Sal 134, 3: El Señor te bendiga
desde Sión, / el que hizo el cielo y la tierra.
Sal 20, 3: Que te envíe
refuerzos desde el santuario / que te apoye desde Sión.
Bendígate Yahvé desde Sión.
Sal 122, 9: Por la casa del
Señor nuestro Dios / te deseo todo bien.
Veas a los hijos de tus
hijos.
Gn 50, 23: [José] Llegó a
conocer a los hijos de Efraín hasta la tercera generación, y también a los
hijos de Maquir, hijo de Manasés, y se los puso en su regazo.
Jb 42, 16: Después Job vivió
ciento cuarenta años y conoció a sus hijos, nietos y bisnietos.
¡Paz a Israel!
Pr 17, 6: Corona de los
ancianos son los nietos, / honra de los hijos son los padres.
Sal 125, 5: A los que siguen
sendas tortuosas / que los conduzca el Señor con los malhechores. / ¡Paz a
Israel!
Ga 6, 16: Paz y misericordia
para cuantos siguen esta norma, el Israel de Dios.
Notas
exegéticas.
128 Este salmo celebra la felicidad
doméstica que Dios concede al justo, según la doctrina de los Sabios sobre la
retribución temporal.
Tres lecturas.
Con Israel: forma parte de los “salmos
graduales” que los peregrinos cantaban caminando hacia Jerusalén. La fórmula
final es una bendición que los sacerdotes pronunciaban sobre los peregrinos a
su llegada.
Con Jesús: Con frecuencia dijo Jesús
“dichosos”, por ejemplo en las Bienaventuranzas. Y lo cantó cuando subía a
Jerusalén.
Con nuestro tiempo: el padre
Teilhard de Chardin tiene un capítulo admirable sobre las reglas fundamentales
de la “felicidad”, que resume en tres palabras: “ser”, “amar” y “adorar”.
Segunda lectura.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12-21.
Hermanos.
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable,
bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos
cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros
lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad
perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido
convocados en un solo cuerpo. Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo
habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda
sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con
salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis,
sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos,
amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a
vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor. Padres, no exasperéis a
vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimo.
Textos paralelos.
// Ef 4, 1-2: Así pues, yo, el prisionero
por el Señor, os exhorto a proceder como pide vuestra vocación: con humildad y
modestia, con paciencia, soportándoos unos a otros con amor.
// Ef 4, 32: Sed amables y compasivos unos con otros.
Perdonaos, como Dios os ha perdonado, en atención a Cristo.
Como el Señor os perdonó.
Mt 6, 14: Pues si perdonáis a
los hombres las ofensas, vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros.
Mt 18, 21: Entonces se acercó
Pedro y le preguntó: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que
perdonarle?, ¿hasta siete veces?
Mt 18, 35: Así os tratará mi
Padre del cielo si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano.
Revestíos del amor.
Rm 13, 8-10: No tengáis deudas
con nadie, si no es la del amor mutuo. Pues el que ama al prójimo tiene
cumplida la ley. De hecho, el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás,
no codiciarás y cualquier otro precepto, se resume en este: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. Quien ama no hace mal al prójimo, por eso el amor es el
cumplimiento cabal de la ley.
1 Co 13, 1: Aunque hable todas
las lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, soy un metal estridente o un
platillo estruendoso.
Que la paz de Cristo
reine en vuestros corazones.
Jn 14, 27: La paz os dejo, os
doy mi paz, y no os la doy como la da el mundo. No os turbéis ni os acobardéis.
Flp 4, 7: Y la paz de Dios, que
supera la inteligencia humana, custodie vuestros corazones y mentes por medio
de Cristo Jesús.
Ef 2, 16: Por medio de la cruz,
dando muerte en su persona a la hostilidad, reconcilió a los dos con Dios,
haciéndolos un solo cuerpo.
Ef 4, 3-4: Esforzándoos por
mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Uno es el cuerpo, uno
el Espíritu, como es una la esperanza a que habéis sido llamados.
1 Co 12, 12: Como el cuerpo,
siendo un, tiene muchos miembros, y los miembros, siendo muchos, forman un solo
cuerpo, así es Cristo.
Formando un solo cuerpo.
Ef 5, 20: Dando gracias siempre
y por todo a Dios Padre, en nombre del Señor nuestro Jesucristo.
Amonestaos con toda
sabiduría.
Ef 4, 29: Vosotros despojaos de
la conducta pasada, de la vieja humanidad que se corrompe con deseos falaces.
// Ef 5, 19-20: Entre vosotros
entonad salmos, himnos y cantos inspirados, cantando y tañendo de corazón en
honor del Señor, dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre del Señor
nuestro Jesucristo.
De palabra y de obra.
1 Co 10, 31: Pues bien, ya
comáis o bebáis o hagáis lo que sea, hacedlo todo a gloria de Dios.
Mujeres, sed sumisas a
vuestros maridos.
// Ef 5, 21: Someteos unos a
otros en atención a Cristo.
Ef 6, 9: Amos, tratadlos del
mismo modo, dejándoos de amenazas, conscientes de que está en el cielo el amo
de ellos y vuestro, y no cede a favoritismos.
1 P 3, 1-2: Lo mismo vosotras,
mujeres, someteos a vuestros maridos, de modo que, aunque algunos no crean en
el mensaje, por la conducta de sus mujeres, aun sin palabras, que den ganados
al observar vuestro proceder casto y respetuoso.
Tt 2, 1-10: Tú en cambio,
explica lo que corresponde a la sana doctrina: que los ancianos sean sobrios,
dignos, moderados, sanos en la fe, el amor y la paciencia. Así mismo las
ancianas tengan una compostura digna de la religiosidad; no sean esclavas de la
maledicencia ni de la bebida; sean buenas maestras, capaces de enseñar a las
jóvenes a amar a los maridos y los hijos, a ser moderadas, castas, hacendosas,
bondadosas, sumisas al marido; de modo que la palabra de Dios no se
desprestigie.
1 Tm 2, 9-15: Así mismo que las
mujeres se arreglen decentemente, se adornen con modestia y sobriedad: no con trenzas,
con oro y perlas, con vestidos lujosos, sino con las buenas obras, como
corresponde a mujeres que se profesan religiosas. La mujer ha de aprender en
silencio y sumisa.
Notas exegéticas.
3 12 (a) Estos calificativos
caracterizan al pueblo de la alianza, llamado a imitar el comportamiento de
Dios en Cristo.
3 12 (b) Tras la enumeración de los “vicios·
llega la de las virtudes, conforme a un procedimiento que se encuentra tanto en
ej judaísmo tardío como entre los filósofos griegos. No hay por qué
individualizar estas cualidades: caracterizan en conjunto a las obras del
hombre nuevo.
3 14 O bien: “vínculo de la
perfección”. Como en 1 Co 13, el amor es aquí el don por excelencia. Se ha entendido
de dos formas: une entre sí a todas las virtudes cristianas, sujetando como un cinturón
el vestido nuevo, o bien, es el vínculo que une a los miembros del cuerpo
comunitario (v. 15).
3 16 (a) Var.: “del Señor”, o “de Dios”.
Probablemente el texto primitivo decía sólo “la palabra”. Compárese Flp 1, 14 y
2, 30.
3 16 (b) Se trata, sin duda, de
improvisaciones “carismáticas” sugeridas por el Espíritu durante las asambleas
litúrgicas, ver 1 Co 12, 7; 14, 26.
3 18 Preceptos muy sencillos de la
moral corriente, cristianizados por Pablo mediante la simple fórmula “en el
Señor”, que aquí equivale a “según la vida cristiana”. En Ef 5, 21s., la
elaboración cristiana está más desarrollada.
Comentario.
-Carta deuteropaulina:
Si bien responde a una teología
de matriz paulina, no se puede afirmar, que haya salido de la pluma del apóstol.
Pertenece a la segunda generación
cristiana:
Las comunidades se van
asentando en la sociedad.
-Colosas:
Corazón de Asia Menor
(Turquía).
Ciudad griega rodeada de otras
ciudades similares.
Los cristianos, “el pueblo
elegido, el pueblo sacro y amado”:
Minoría: unas decenas.
-¿En qué se debe notar la
pertenencia a Cristo:
No solo en el credo, sino en la
forma de vida.
Virtudes: “misericordia
entrañable”, “bondad, humildad,…” y “el amor”.
Catálogo de virtudes de la
comunidad que quiere vivir en paz con la socidad y a la vez responder al alto
nivel ético que le pide la fe.
-Comunidad que participa en la
mentalidad de la época:
La esposa bajo la protección
del marido, a quien debe obediencia:
No se puede leer literalmente
estos textos.
-No se trata de afirmar un tipo
de relaciones familiares, sino de dejar claro:
La la bondad, la comprensión y
dulzura: universales.
Amor: ceñidor de la unidad.
-Pablo:
El evangelio debe arraigarse en
una cultura y transformarla desde su interior.
Familias: unidas y virtuosas.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Lucas 2, 22-40.
Cuando se cumplieron los días de
la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a
Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del
Señor: “Todo varón primogénito será consagrado al Señor”, y para entregar la
oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”. Había
entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que
aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había
sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al
Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban
con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley,
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, según tu
promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos “han visto a tu
Salvador”, a quien has presentado ante todos los pueblos: “luz para alumbrar a
las naciones” y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban
admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su
madre: “Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y
será como un signo de contradicción – y a ti misma una espada te traspasará el
alma–, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones”·.
Había también una profetiza, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy
avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta
los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y
oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y
hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y,
cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y
robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Textos paralelos.
Cuando se cumplieron los
días.
Lv 12,2-4: Di esto a los hijos
de Israel: Cuando una mujer quede embarazada y tenga un hijo varón, quedará
impura durante siete días, será impura como durante sus reglas. El octavo día
será circuncidado el niño, y ella permanecerá treinta y tres días más purificando
su sangre. No tocará ninguna cosa santa ni entrará en el Santuario hasta
terminar los días de la purificación.
Como está escrito en la
Ley del Señor.
Ex 13,2: Conságrame todo
primogénito, todo primer parto entre los hijos de Israel, sea de hombre o de
ganado.
Ex 13,11: Cuando el Señor te
introduzca en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la
haya entregado, consagrarás al Señor todos los primogénitos.
Lv 5, 5-7: El que ha incurrido
en culpa en cualquiera de esos casos [negarse a declarar en un juicio como
testigo, tocar un animal impuro o inmundicias humanas, pronunciar a la ligera
un juramento, …] confesará su pecado, y presentará al señor, como reparación
por el pecado cometido, una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como
sacrificio expiatorio y el sacerdote hará así la expiación por su pecado. Si no
alcanza para una res menor, presentará al Señor, como reparación por su pecado,
dos tórtolas o dos pichones, una de las aves como sacrificio expiatorio y otra en
holocausto.
Lv 12,8: Si no le alcanza para
ofrecer una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto
y otro para el sacrificio expiatorio; el sacerdote hará por ella [la madre del
niño] el rito de expiación y quedará pura.
Era una persona justa.
Is 40, 1-2: Consolad, consolad
a mi pueblo – dice vuestro Dios –;hablad al corazón de Jerusalén / gritadle, /
que se ha cumplido su servicio / y está pagado su crimen.
Is 52,1: ¡Despierta, despierta,
/ vístete de tu fuerza, Sión, / vístete el traje de gala, Jerusalén, / ciudad
santa!, / porque no volverán a entrar en ti / incircuncisos ni impuros.
Porque han visto a tu
salvador.
Is 52,10: Ha descubierto el
Señor su santo brazo / a los ojos de todas las naciones, / y verán los confines
de la tierra / la salvación de nuestro Dios.
Is 46, 13: Yo aproximo mi
justicia, no está lejos, / mi salvación no se pospone, / concedo a Sión la
salvación y mi honor a Israel.
Luz para iluminar.
Is 42,6: Yo, el Señor, / te he
llamado en mi justicia, / te cogí de la mano, te formé / e hice de ti alianza
de un pueblo / y luz de las naciones.
Is 49, 6: Es poco que seas mi
siervo / para restablecer las tribus de Jacob / y traer de vuelta a los
supervivientes de Israel. / Te hago luz de las naciones, / para que mi
salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Jn 8,12: Yo soy la luz del mundo,
el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Está destinado para ser
caída de muchos:
7, 23: ¡Bienaventurado el que
no se escandalice de mí!
12, 51-53: ¿Pensáis que he
venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán
divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la
hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra.
Jr 15,10: ¡Ay de mí, madre mía,
me has engendrado / para discutir y pleitear por todo el país! Ni presté ni me
han prestado, / en cambio, todos me maldicen.
Quedó viuda:
Jdt 8, 4-5: Judit llevaba viuda
tres años y cuatro meses. Vivía en una habitación que había mandado construir
sobre la terraza de su casa. Se ciñó un sayal y llevaba vestidos de viuda.
1 Tm 5,5: La que es
verdaderamente viuda, y ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y
persevera en las súplicas y en las oraciones noche y día.
Comenzó a alabar a Dios:
2,20 ss: Y se volvieron los
pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto,
conforme a lo que se les había dicho.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
2 22 La purificación solo obligaba a
la madre, pero habla de rescatar al hijo. Lucas observa cuidadosamente que
tanto los padres de Jesús, como los de Juan, cumplieron todas las
prescripciones de la Ley. La presentación del niño en el santuario no era
obligatoria, pero estaba permitida. Nm 18,15, y al parecer la gente piadosa lo
estimaba conveniente, ver 1 S 1 24-28. Lucas centra su relato, en este primer
acto cultual de Jesús, en la Ciudad santa, a la que atribuye gran importancia, como
lugar del acontecimiento pascual y punto de partida de la misión cristiana. Ver
2 38s; Hc 1,4.
2 23 Lit. “Todo varón que abra la
matriz será llamado santo para el Señor”. Esta ley (Ex 13,2.12.15) implicaba el
rescate del primogénito (Ex 13,13; 34,20), que se cumplía dando cinco siclos de
plata en el plazo del mes que seguía al nacimiento (Nm 18,15-16). Lc nada dice
de este rescate de Jesús, pero podría deducirse del v. 39.
2 24 Es la ofrenda de los pobres.
2 25 (a) A partir de Is 40,1; 51,12; 61,2,
estas palabras designan la salvación de Israel.
2 25 (b) Según el lenguaje del AT (Nm 11,
17; 25,29; 2 Re 2, 15; Is 11,2; 52,1; 61,1; Ez 11, 5), esta expresión indica
que Simeón es profeta.
2 26 “El Cristo del Señor”, es aquel
que el Señor ha ungido, ver Ex 30,22ss, es decir, consagrado para una misión de
salvación, como el rey de Israel, un príncipe elegido por Yahvé y, finalmente y
de un modo eminente, el Mesías que instaurará el reino de Dios.
2 27 Lc que ha hablado claramente de
la concepción virginal de Jesús, no duda en mencionar a “sus padres”· (ver vv. 41.43),
incluso al “padre” (vv. 33.48). A menudo los copistas han reemplazado estos
términos por “María y José”, para poner de relieve que Jesús solo tiene un
padre, el del cielo.
2 29 A diferencia de los cánticos
precedentes, este parece haber sido compuesto por Lucas mismo, en especial
valiéndose de textos de Isaías. Después de un primer tríptico que se refiere a
Simeón y a su próxima muerte, otro define la salvación universal traída por el
Mesías Jesús: una iluminación del mundo gentil que, salida del pueblo elegido,
concluirá en gloria de este mismo pueblo.
2 12 La salvación de los paganos es
anunciada aquí por vez primera en la obra de Lc Solo será claramente proclamada
a partir de la revelación pascual (Lc 24, 47).
2 34 La misión de luz en el mundo
gentil irá acompañada, con respecto a Jesús, de hostilidad y persecución por
parte de su propio pueblo. Ver Mt 2,1.
2 35 Verdadera Hija de Sión, María
llevará en su propia vida el destino doloroso de su pueblo. Con su Hijo, se
hallará el centro de esa contradicción donde los corazones deben manifestarse
en pro o en contra de Jesús. El símbolo de la espada puede inspirarse en Ez 14,
17, o según otros en Za 12, 10.
2 36 Mujer consagrada a Dios e intérprete
de sus designios. Ver Ex 15,20; Jc 4,4; 2 Re 22,14.
2 37 (a) Es el ideal del perfecto
israelita (Sal 23,6; 26,6; 27,4; 84,5.11).
2 37 (b) Ver Hch 26, 7. A Lc le gusta
destacar esta constancia en el servicio y en la oración (ver 18,7; Hch 20, 31)
y la atribuye aquí a Ana, a pesar de la costumbre judía de no permitir que las
mujeres permaneciesen de noche en el recinto del templo.
2 38 La liberación mesiánica del
pueblo elegido, 1 68; 24,2, interesaba ante todo a la capital, ver Is 40,2; 52,
9 (y ver 2 S 5,9ss). Jerusalén es para Lucas el centro predestinado para la
obra de la salvación, 9,31.51.53; 13, 22.23; 17, 11; 18,31; 19,11; 24,47-49.52;
Hch 1, 8ss. – Algunos testigos textuales antiguos dicen “en Jerusalén” o “de
Israel”.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
22 Cinco
veces se menciona expresamente la ley en los vs. 22-39. // EL TIEMPO: lit. los
días (como en el v.6). Lucas dice, lit., la purificación de ellos,
es decir, de María y de Jesús, porque se trata de dos ritos: la purificación
ritual de la madre y la presentación del primogénito. // LO SUBIERON A
JERUSALÉN: “subir a Jerusalén” es expresión acuñada y normal, incluso cuando,
como en este caso, hay que bajar (Belén está a 888 metros sobre el nivel del
mar, Jerusalén está a 750).
23 ESTÁ
PRESCRITO: el tiempo griego (perfecto) dice: “se escribió esa norma en el pasado
y actualmente sigue en vigor. TODO PRIMER PARTO VARÓN: todo varón que
abre [el] seno materno. // SERÁ CONSAGRADO: lit. santo para el Señor
será llamado (cf. 1,32-33).
25 JUSTO
Y RELIGIOSO: exacto en el cumplimiento de los deberes que imponía la Ley (cf.
Mt 1,19), como manifestación del santo temor de Dios. El término “CONSOLACIÓN”
aparece en la literatura targúmica frecuentemente como sinónimo de “liberación”;
en concreto, “el Consolador” es título mesiánico. // ESPÍRITU SANTO, sin
artículo: inspiración divina. con otras palabras: Simeón era “profeta”.
26 MESÍAS:
“ungido”, “Cristo”.
27 INTRODUJERON
AL NIÑO JESÚS en el templo, probablemente en el atrio de las Mujeres,
pasando por la puerta de Nicanor.
28 SIMEÓN:
lit. y él en persona. // BENDIJO A DIOS, DICIENDO un pequeño himno inspirado:
la salvación no se ofrece sólo a Israel, sino a “todos los pueblos”, si aceptan
a Jesús por la fe. Luego añadió: Jesús es la prueba dada por Dios (v.34);
María está asociada a la obra redentora del Hijo, mediante la cruz (v.35).
39 DUEÑO:
la palabra griega déspota es, en el contexto, el amo de un
esclavo, el señor de un siervo; si hay un trasfondo litúrgico, equivale
a soberano. DEJAR [IR]: manumitir[1] a un esclavo.
30-31 SALVACIÓN: puede ser instrumento de salvación, lo que salva, e.d. “el
salvador”. // A LA VISTA DE: o “al alcance de”, a disposición de.
32 LUZ
que servirá para iluminar, para llevar la REVELACIÓN divina a [LAS] NACIONES paganas.
34 ESTÁ
PUESTO o destinado para ser: o bien piedra de tropiezo (“escándalo”),
o bien cimento firme. // UNA PRUEBA (cf. Mt 12, 38): un signo revelador, una
muestra significativa dada por Dios. // QUE SE DISCUTE: o, si es un presente
verbal con valor de futuro: que será discutida, que será combatida.
35 SÍ:
kaí con valor enfático. // SALGAN A LA LUZ: lit. sean descubiertos.
36 ANA:
nombre hebreo (=”piedad”, “compasión”). // EN MATRIMONIO: lit. con marido. //
SIRVIENDO: dando culto.
38 DE
ÉL: probablemente se refiere al niño, no a Dios. //Algunos manuscritos
leen Israel en vez de Jerusalén.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
2, 25 Consuelo de Israel: la venida del Mesías, el Redentor: este término, así como “la redención
de Jerusalén” indica que tanto Simeón como Ana esperaban al Mesías y vieron su
deseo cumplido en el niño Jesús. Cat. 711.
2, 32 Este lenguaje que identifica al Mesías es una reminiscencia del canto del
Siervo del profeta Isaías (Is 49, 5ss). Cat. 713.
2, 35 La fe de María nunca vaciló ya que confiaba plenamente en la Palabra de
Dios. Ella, más que cualquier otra persona de la historia, experimentó y
participó íntimamente en el misterio del sufrimiento redentor que Cristo
soportó por nuestra salvación. Cat. 149, 575, 587, 618 y 695.
1,36 La promesa de Ana de celibato y oración se asemeja a la de las órdenes
religiosas y comunidades contemplativas que se desarrollaron en la Iglesia y
que siguen activas hoy en día. El ayuno siempre ha sido una práctica muy
recomendable en la Iglesia católica y se requiere a los fieles en los días
prescritos durante la Cuaresma y durante una hora antes de recibir la Sagrada
Comunión. Cat. 711, 1387 y 2687.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
Este es el verdadero sacrificio
agradable a Dios, la pureza del cuerpo y la gracia del espíritu. La castidad se
refiere a la tórtola y la gracia a la paloma.
San Ambrosio. Exámeron.
5, 19,62.
Si tú también quieres sostener a
Jesús y abrazarlo y hacerte digno de salir de la cárcel, debes esforzarte con
todo empeño en que el Espíritu te conduzca y llegues al templo de Dios. Mira,
ahora está s en el templo del Señor Jesús, es decir, en su Iglesia; este es el
templo construido con piedras vivas.
Orígenes. Homilías sobre el
Ev. de Lucas. 15,1-3.
Todo lo que se narra en la
historia del Salvador es objeto de contradicción. Una virgen es madre, y es
contradictorio. Tuvo un cuerpo humano, y este signo también se contradice. Él
resucitó de entre los muertos, y este es también un signo de contradicción.
Pienso que las predicciones de los profetas son igualmente signo de
contradicción. Todo esto es contradicción no para los que creen en Él, pues
sabemos bien que lo que afirma la Escritura es verdad. Pero para los incrédulos
es signo de contradicción todo lo que se ha escrito respecto de Cristo.
Orígenes. Homilías sobre el
Ev. de Lucas. 17, 4-5.
En un sentido místico Ana
simboliza a la Iglesia que en este mundo aparece como viuda por la muerte de su
Esposo y Señor. El número de años de su viudedad también designa el tiempo en
que la Iglesia continúa en el cuerpo peregrinando lejos del Señor y, mirando
con gran devoción hacia las puertas del templo celestial, aguarda todos los
días la llegada del Señor.
Beda. Exposición sobre el Ev.
de Lucas. 1,2.
San Agustín.
Os es lícito amar con amor
humano a vuestros cónyuges, a vuestros hijos, a vuestros amigos y
conciudadanos. Todos estos nombres tienen un lazo de necesidad y en cierto modo
un aglutinante de amor. Mas veis que este amor pueden tenerlo incluso los
impíos, es decir, los paganos, los judíos y los herejes. ¿Quién de ellos no ama
a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, vecinos, parientes, amigos, etc. Este amor
es, pues humano. Por tanto, si alguien se siente arrastrado por tal crueldad
que le hace perder hasta el afecto humano del amor y no ama a sus hijos ni a su
esposa, no merece ni ser contado entre los hombres. No hay que prodigar
alabanzas a quien ama a sus hijos, pero sí qué condenar a quien no los ama,
pero vea con quiénes tiene en común este amor. También las fieras aman a sus
hijos; los aman los áspides, los tigres, los leones. No hay fiera alguna que no
se insinúe con ternura a sus hijos. Pues aunque aterrorice a los hombres,
acaricia a sus pequeñuelos. Ruge el león en la selva y nadie se atreve a pasar;
entra en su guarida donde tiene sus cachorros y depone su ferocidad. Así, pues,
quien no ama a sus hijos, es peor que un león. Se trata de un amor humano, pero
un amor lícito. Guardaos del amor ilícito. Sois miembros y cuerpos de Cristo. […]
San Juan de Ávila.
Simeón cantó, ya que se quería morir,
diciendo: Agora
dejas, Señor, a tu siervo en paz, según tu promesa, porque vieron mis ojos a mi
salud, la cual pusiste ante el acatamiento de todos los pueblos, lumbre para
los gentiles y honra para tu pueblo Israel (Lc 2, 29-32). Si miramos que Cristo fue
puesto por mano de Pilato a ser visto de aquel pueblo en su propria casa, y
después en el alto de la cruz en el monte Calvario, claro es que, aunque de
todo estado y linaje, y naturales y extranjeros, que habían venido a la Pascua
había gran copia de gente, mas no fue Cristo puesto en el acatamiento de todos los pueblos, como dice Simeón. Y, por tanto,
es Cristo, puesto
en el acatamiento y vista de todos los pueblos, cuando es predicado en el mundo por los
apóstoles y sus sucesores, de los cuales dice David que en toda la tierra salió su sonido y hasta sus
fines de la tierra sus palabras (Sal 18, 5). Y Cristo
predicado es luz entonces y agora para los judíos que le
quisieren creer; porque grande honra es para ellos venir de ellos, y
principalmente a ellos, el que es Salvador de todo el mundo y verdadero Dios y
hombre.
Audi, filia
[I]. Hermosura del alma, 28. OC I, pg. 526.
Y entonces se
cumple lo que aquel santo cisne Simeón cantó, ya que quería morir, diciendo: Ahora
dejas, Señor, a tu siervo en paz, según tu promesa; porque vieron mis ojos a tu
salud, la cual pusiste ante el acatamiento de todos los pueblos, lumbre para
los gentiles, y honra para tu pueblo Israel (Lc 2, 29-32).
Audi, filia
[II]. Cap. 111, 2. OC I, pg. 774.
Y esto se llama Presentación,
la cual se hacía en los cuarenta días después del nacimiento, y así dice el
Evangelio: Postquam impleti sunt dies Purificationis Mariae (cf. Lc 2,
22) (la glosa interlineal dice, y refiérese a nuestra Señor, según nosotros en
nuestro texto decimos, o, como quiere la mesma glosa, a Jesucristo), no porque
en ella hubiese que purificar, sino para denotar lo que mandaba la ley; como si
dijese: los cuarenta días que la ley mandaba para la purificación.
Ciclo santoral.
Sermones de Nuestra Señora. 64. Purificación de Nuestra Señora, 2. OC III, pg. 856.
Santifícame
todo primogénito. Señor, aunque bastaba ese
título que habéis mostrado, si fuéramos los que habíamos de ser, pero somos muy
avarientos. Mirad si tenéis otro título. – Sea el segundo título. Porque yo
maté a todos los primogénitos; yo maté al demonio y a sus primogénitos, que son
los pecados; porque yo maté tus pecados, por los cuales estuvieras en el
infierno para siempre jamás; yo te saqué de allá y te puse en el camino del cielo.
¡So entendéis cuánto debes a Dios por no te haber dado muerte cuando tenías
grandes pecados! ¿Sabes cuánto le debes? Que tantos infiernos merecían, cuantos
pecados has hecho; y si considerases que tanto es no te dar el infierno
mereciéndolo como sacarte de él estando allá, si una vez de allá te hubieran
sacado, ¿qué te pareciera recia ley, aunque te mandara los mayores trabajos del
mundo?
Ciclo santoral.
Sermones de Nuestra Señora. 64. Purificación de Nuestra Señora, 13. OC III, pg. 860.
Et expectabat
redemptionen (cf. Lc 2, 26). No puede haber mayor
señal para ver si este buen viejo era santo y bueno que desear el bien común.
Dice San Ambrosio: “Era justo porque deseaba el bien del pueblo”. Decía: “¿Pensáis
que tengo de ver tanto bien?, ¿qué tengo yo de ver con mis ojos al Señor?, ¿Qué
vea yo la libertad del pueblo? ¡Oh Señor! Si vos sois servido no me llevéis hasta
que yo con mis ojos vea tanto bien!”. Este era. Viejo, que no nos consta ser
sacerdote, y tan deseoso del bien común. Padres sacerdotes, si hubiera ahora
muchos Simeones, ¡qué bienaventurados fuéramos! ¡Qué confusión para nosotros,
que nos contentamos con decir una misa, y qué de paso, y qué de priesa, sin
amor, sin agradecimiento! Bienaventurado el que, cuando tuviere a Cristo en sus
manos, sintiere lo que este viejo Simeón. Que el sacerdote tan limpio ha de
ser, que no ha de llevar pecados que llorar en el altar, sino los pecados del
pueblo; porque, según San Agustín dice, el pecado mortal no es pecado de
cristiano, ¿cuánto menos lo será de sacerdote? Y así se quejaba Dios por Malaquías,
diciendo: ¿Por qué me hinches mi altar de gemidos? (cf. Mal 2, 13). Lo
cual se puede entender de dos maneras: la una, de las quejas que tienen
vuestros prójimos de vosotros, padres sacerdotes, las viudas pobres; la segunda
se puede entender: “¿Por qué hacéis pecados que tenéis después que gemir en mi
altar?”. Decí, aunque veis las necesidades de la Iglesia, ¿cuántas lágrimas os
cuestan? ¿Cuántos gemidos rogando a Dios que la remedie? […] Pues porque el
santo Simeón deseaba este bien común (Sal 102), por eso era justo; y así como
Dios se lo había prometido se lo cumplió, porque vino in spiritu in templum.
No quiere decir que vino en espíritu, y no en cuerpo, sino movido por
Espíritu Santo; no como vienen muchos, a parlar, a reír o movidos por otras
vanidades.
Ciclo Santoral.
Sermones de Nuestra Señora. 64. Purificación de Nuestra Señora, 5-6. OC III, pg. 857.
Et acepit eum
in ulnas, etc. (Lc 2, 28). ¡Qué pensáis qué
regocijo ternía cuando viese tal merced, y tan deseada, cumplida, y viese en
sus brazos el bien del mundo! Comiénzase a hacer niño con el niño, que es
Cristo. Renovarse ha como la del águila tu juventud. Si en el deseo de
este santo te ocupases o con él vinieses con espíritu al templo, la Virgen te
daría su Hijo en los brazos como a éste; y pues es tan dadivosa, pidámosle a su
Hijo, que dárnoslo ha. En las manos lo tomó; porque no le recibió por
palabra, sino por obra. Aquel que recibe la gracia del Señor en sus manos,
que la pone por obra. ¿Veis cómo se regocija el buen viejo teniendo a Dios en
sus manos? Pues, ¿cómo puede u9n sacerdote ofender a Dios teniendo a Dios en
sus manos? ¡Oh quien con trompetas dijese aquel Benedicite, sacerdotes
Domini, Domino! (Dan 3, 84). ¿Cómo nos atrevemos a le ofender, y no decimos
como Josef de su amo: ¿Cómo podré yo ofender al que todas las cosas de su
casa me tiene entregadas? (cf. Gn
39, 9). ¿Con qué ojos le vemos, pues así le ofendemos puesto en nuestras manos?
¿Sabéis de adonde viene no sentir lo que este santo viejo? Por no haber con
lagrimas procurado y demandado esta venida, como este la pidió. ¡Oh qué pena
debe haber para el mal sacerdote en el infierno! San Basilio dice que a la muerte
del buen sacerdote muchos ángeles bajan del cielo por su ánima, y a la muerte
del malo muchos demonios vienen por su ánima. Bendijo a Dios, y dice: Nunc
dimittis. Con razón, por cierto; porque quien a Dios recibe, ni tiene más
que pedir ni que desear.
Ciclo
santoral. Sermones de Nuestra Señora. 64. Purificación de Nuestra Señora. OC III, pg. 857.
¡Oh Virgen gloriosa,
que de una mesma fuente os nace lo dulce y amargo, lo que os hace a Dios
agradable y lo que os martiriza! El amor y grandísimo amor, que sobrepuja todo
conocimiento, que a Dios tuvistes, este os hace falta, y agradable, y
bienaventurada en su acatamiento; y este mesmo a la medida de su grandeza, os
atormenta como gran sayón. Aquel cuchillo que el santo viejo Simeón os profetizó
que había de traspasar vuestro corazón (cf. Lc 2, 35), cuando vistes a vuestro
Hijo crucificado y morir en la cruz, fue figura al vivo. Mas si no hubiera en
vuestro corazón cuchillo de amor, con que vuestra sacratísima ánima
estaba dulcemente herida hasta lo más íntimo de ella, poco os atormentara el
ver padecer a quien mucho amábades. Este, este vivísimo amor os hacía cuidar lo
que convenía a vuestro sacratísimo Hijo; este, temer no le viniese algún mal; este,
llorar cuando le vino y sentir dolores de muerte en su muerte. Y cuando al
humano juicio parecía que este amor os hubiese de dar descanso, gozando en el
cielo del que tanto amaste viviendo en la tierra, comience de nuevo, por
consejo de Dios, a atormentaros como de antes, y que dure el tormento por toda
la vida, y aun que vaya creciendo mientras creciere la vida.
Ciclo santoral.
Sermones de Nuestra Señora. 70. Asunción de María, 9. OC III, pg. 949s.
Comentario Homilética
-Mezcla
dos costumbres judías distintas:
Purificación
de la madre tras dar a luz.
Presentación
del recién nacido en el templo.
-Partes:
Vv.
22-24: viaje a Jerusalén para la purificación y presentación.
Vv.
25-35: sección de Simeón (presentación, encuentro y cántico).
Vv.
36-38: sección de Ana (presentación y testimonio).
Vv.
39-40: retorno de la familia a Nazaret.
-A
destacar:
Extensión
y contenido de la sección de Simeón.
Costumbre
lucana de poner casi siempre un relato protagonizado por un hombre y otro
protagonizado por una mujer.
Importancia
concedida al cumplimiento de la Ley.
-Dos
mandatos bíblicos:
Purificación
de la madre:
Levítico
12, 2-8.
A
los 40 días de dar a luz.
Exigía
una ofrenda de animales pequeños, un cordero de leche, un pichón o una tórtola.
Hasta
ese momento la madre no podía entrar en lugares sagrados.
Consagración
del primogénito o presentación en el templo.
Éxodo
13, 11-16.
Rescate
por la liberación de Egipto.
-Llamativas:
Referencias
a la Ley:
5
ocasiones: vv. 2.23.24.27.39.
Padres
de Jesús: judíos piadosos y observantes de la Ley.
Destinatarios:
cristianos de origen no judío:
Fieles
en el vivir y cumplimiento de la nueva Ley, el Evangelio.
-Simeón:
Asistido
por el Espíritu Santo: 3 referencias.
Forma
de vida: justo y piadoso.
Obediencia
al Espíritu:
Reconoce
a Jesús.
Experimenta
la alegría y consuelo de encontrarlo.
El
que espera y acoge.
-Ana:
Edad:
Gran
valor simbólico.
Resultado
de multiplicar los años de casa (7) por el número de las tribus de Israel (12).
84-7=77:
la perfección redoblada.
Modo
de vida:
Permanente
servicio a Dios en ayuno y oración.
Tribu:
Aser:
la más pequeña de las 12.
-Espada
que traspasa el corazón de María:
Recorrido
espiritual de todo creyente que tiene que dejarse ttaspasar por el mensaje de Jesús
y su estilo.
Itinerario
de fidelidad a Jesús y su mensaje.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S.,
Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). I.
Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en
español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento.
2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en
español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento.
3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en
español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento.
4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.
San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados
de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Mercedes Navarro Puerto. Marcos.Guía
de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.
Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
Noel Quesson. 50 salmos para todos los días.
Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
Monición de entrada.
Buenos días.
Hoy es el primer día de 2021.
Hace ocho días fue navidad.
Con el nacimiento de Jesús
empezaron los años a contar.
Así decimos que estamos en el año
2021 después de Cristo.
Además hoy es la fiesta de María,
Madre de Dios.
Y rezamos para que haya paz en
todos los países.
Señor, ten piedad.
Tú que eres el amo del tiempo.
Señor, ten piedad.
Tú que eres el hijo de María, la
Madre de Dios. Cristo, ten piedad.
Tú que eres el rey de la paz. Señor,
ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco y la
Iglesia, para que haga lo que Jesús quiere. Te lo pedimos Señor.
-Por todos las naciones, para que
no haya guerra ni violencia y las niñas y niños vivan en paz. Te lo pedimos Señor.
-Por el rey, el gobierno de
España y los que vivimos en nuestro país, para que nos ayudemos. Te lo pedimos,
Señor.
-Por todas las personas que trabajan
para que no hayan guerras, para que lo consigan. Te lo pedimos, Señor.
-Por nuestro pueblo y por
nosotros, para que tengamos un año feliz y lleno de amor. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
Virgen
María, te damos gracias por el año pasado. Aunque tuvimos
la Covid, muchas personas se pusieron enfermas y nosotros tuvimos que estar
unos meses sin salir de casa, fue un año en el que Jesús y tú seguisteis queriéndonos
y nuestra familia nos dio cada día el mejor regalo: su amor.
MISA DE NIÑOS. II TIEMPO DE NAVIDAD.
Monición de entrada.
Buenos días. Este domingo es el segundo después del día
de Navidad. Y en misa es como si fuese Navidad.
Porque las lecturas volvemos a celebrar que Jesús nació
en el portal de Belén.
Señor, ten piedad.
Porque a veces preferimos la oscuridad a la luz. Señor,
ten piedad.
Porque a veces no queremos estar contigo. Cristo, ten piedad.
Porque a veces no nos parecemos a ti. Señor, ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco y la Iglesia, para que enseñar con
la Palabra de Dios y que se le entienda. Te lo pedimos Señor.
-Por los que salen en la televisión, la radio, los vídeos
de internet, para que ayuden a los demás con sus palabras y canciones. Te lo pedimos Señor.
-Por las maestras y maestros, para que nos enseñen a ser
buenas personas. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros, que hemos venido a misa, para que vivamos
como Jesús nos enseña. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.
Virgen María, te damos gracias
por este domingo y por ser la madre de Jesús. Gracias porque sin él la vida no
tendría colores.
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