Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
En aquellos días, lleno de Espíritu Santo, Pedro dijo:
-Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un
enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre;
quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de
Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó
de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano antes vosotros. Él
es “la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el
cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos.
Textos
paralelos.
Pedro, lleno del Espíritu Santo.
Hch 2, 14: Pedro se puso en pie
con los once y alzando la voz les dirigió las palabras: Judíos y vecinos todos
de Jerusalén, sabedlo bien y prestad atención a lo que os digo.
Hch 1, 8: Pero recibiréis la
fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en
Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.
Puesto que, con motivo de
una obra buena.
Lc 1, 15: Será grande a juicio
del Señor; no beberá vino ni licor. Estará lleno de Espíritu Santo desde el
vientre materno.
Hch 2, 22: Israelitas, escuchad
mis palabras. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros
con los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por su medio, como bien
sabéis.
El nombre de Jesucristo,
el Nazoreo.
Hch 3, 6: Pero Pedro le dijo: Plata
y oro no tengo, pero lo que tengo te lo doy: en nombre de Jesucristo, el
Nazareno, echa a andar.
Hch 3, 16: Porque ha creído en
su nombre, este que conocéis y estáis viendo ha recibido de ese nombre vigor, y
la fe obtenida de él le ha dado salud completa en presencia de todos vosotros.
Hch 2, 23-24: A este, entregado
según el plan previsto por Dios, lo crucificasteis por mano de gente si ley y
le disteis muerte. Pero Dios, liberándolo de los rigores de l a muerte, lo
resucitó, pues la muerte no podía retenerlo.
Él es la piedra que
vosotros, los constructores, habéis despreciado.
Sal 118, 22: La piedra que desecharon
los arquitectos es ahora la piedra angular.
Mt 21, 42: Jesús les dice: ¿No
habéis leído nunca la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es
ahora la piedra angular: es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro?
1 P 2, 4: El es la piedra viva,
desechada por los hombres, escogida y estimada por Dios.
1 P 2, 7-8: Es preciosa para
vosotros que creéis; en cambio, para los que no creen la piedra que desecharon
los arquitectos es ahora la piedra angular y piedra de tropiezo, roca de
precipicio. En ella tropiezan los que no creen la palabra: tal era su destino.
Notas exegéticas.
4 10 En los vv. 10-12 seguimos el
antiguo texto occidental.
4 12 El nombre de Jesús significa
Dios salva, Mt 1, 21.
Comentario.
-Palabras pronunciadas por
Pedro ante el Sanedrín:
Respuesta a la pregunta sobre
las curaciones que ha hecho y el anuncio de la resurrección de Jesús.
-Lleno de Espíritu (v. 8):
Confirma la inspiración
recibida en Pentecostés.
Promesa de Jesús: El Espíritu
os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir (Lc 12, 12).
-Causa del interrogatorio:
Curación de un enfermo (v.9).
Horizonte: la salvación, no la
sanación (v. 12).
-En el nombre de Jesucristo
(v.10):
Poder con el que actúa.
Utilizado en la curación (Hch
4, 3.6.16).
Esfera de poder en la que actúa
Jesús.
A la obra mortífera de los
hombres Dios opone la resurrección del Hijo:
-Piedra rechazada por los
hombres, piedra angular (v. 11):
Salmo 118, 2:
Uno de los textos favoritos de
los primeros cristianos en su debate con la sinagoga.
-Correlato soteriológico:
Curación del paralítico en el
nombre de Jesús:
Signo de la salvación
universal.
Salmo responsorial
Salmo 118 (117), 1.8-9.21-23.26.28-29
La
piedra que desecharon los arquitectos
es
ahora la piedra angular. R/.
Dad
gracias al Señor porque es bueno,
porque
es eterna su misericordia.
Mejor
es refugiarse en el Señor
que
fiarse de los hombres,
mejor
es refugiarse en el Señor
que
fiarse de los jefes. R/.
Te
doy gracias porque me escuchaste
y
fuiste mi salvación.
La
piedra que desecharon los arquitectos
es
ahora la piedra angular.
Es
el Señor quien lo ha hecho,
ha
sido un milagro patente. R/.
Bendito
el que viene en nombre del Señor,
os
bendecimos desde la casa del Señor.
Tú
eres mi Dios, te doy gracias;
Dios
mío, yo te ensalzo.
Dad
gracias al Señor porque es bueno,
porque
es eterna su misericordia. R/.
Textos paralelos.
Dad gracias a
Yahvé, porque es bueno.
Sal 100, 5: El Señor es bueno,
su misericordia es eterna, su fidelidad de edad en edad.
Sal 136, 1: Dad gracias al
Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
La piedra que desecharon
los albañiles.
Is 28, 16: El Señor dice así:
Mirad, yo coloco en Sión una piedra probada, angular, preciosa, de cimiento: quien
se apoya no vacila.
Za 3, 9: Mirad la piedra que se
presentó a Josué: es una y lleva siete ojos. Tiene una inscripción: En un día
removeré la culpa de esta tierra – oráculo del Señor de los ejércitos –.
Za 4, 7: ¿Quién eres tú,
montaña señera? Ante Zorobabel serás allanada. Él sacará la piedra de remate
entre exclamaciones: ¡Qué bella, qué bella!
Mt 21, 42: Jesús les dice: ¿No habéis
leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora
la piedra angular; es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro?
Hch 4, 11: El es la piedra
desechada por vosotros, los arquitectos, que se ha convertido en piedra
angular.
Bendito el que entra en
nombre de Yahvé.
Mt 21, 9: La multitud, delante
y detrás de él, clamaba: ¡Hosana al hijo de David! Bendito en nombre del Señor
el que viene. ¡Hosana al Altísimo!
Mt 23, 39: Os digo que a partir
de ahora no volveréis a verme hasta que digáis: Bendito en el nombre del Señor
el que viene.
Notas exegéticas.
Salmo 118 (117), 1.8-9.21-23.26.27-29
118 Este canto cierra el Hallel, ver
Sal 113. Un invitatorio, vv. 1-4, precede al himno de acción de gracias puesto
en labios de la comunidad personificada, completado con la serie de responsorios,
vv. 19s y 25s, recitados por diversos grupos cuando la procesión entraba en el
Templo. El conjunto se utilizó quizá para la fiesta descrita en Ne 8, 13-18.
118 23 El templo ha sido
reconstruido. La “piedra angular” (o “clave de bóveda”) que puede convertirse
en “piedra de escándalo” es un tema mesiánico y designará a Cristo.
118 26 A la aclamación ritual del v.
25 (“danos la salvación” Hosanna) los sacerdotes respondían con esta bendición,
que la muchedumbre repitió el día de Ramos. Ha entrado en el Santo de la misa
romana.
Tres lecturas.
Con Israel: * Este salmo fue utilizado por primera vez el
año 444 Antes de Jesucristo, en la fiesta de los Tabernáculos (Nehemías 8,13-18).
Hace parte del ritual actual de esta fiesta. Según M. Mannati, especialista en
el estudio de los salmos, se ha puesto en evidencia el diálogo entre los
diversos actores de la celebración: los levitas... el rey... Ia muchedumbre...
Podemos imaginar, el lirismo festivo, el entusiasmo comunicativo, la alegría
rítmica, que irrumpen en este canto a varias voces. La fiesta de los
Tabernáculos era la más popular: el "patio de las mujeres" en la
explanada del Templo, permanecía iluminado toda la noche... Procesionalmente se
iba a buscar el "agua viva" a la piscina de Siloé... Y durante siete
días consecutivos, se vivía en chozas de ramaje en recuerdo de los años de la
larga peregrinación liberadora en el desierto... En el Templo la alegría se
expresaba mediante una "danza" alrededor del altar: en una mano se
agitaba un ramo verde; la otra se apoyaba en el hombro del vecino, en una
especie de ronda... se giraba alrededor del altar balanceándose rítmicamente y
cantando "¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor!"
Con Jesús: Según testimonio de los tres evangelistas
sinópticos, Jesús se aplicó explícitamente este salmo (Mateo 21,42; Marcos
12,10; Lucas 20,17), para concluir la parábola de los "viñadores
homicidas": "la piedra que desecharon los constructores, se convirtió
en la ¡piedra angular!". Jesús, se consideraba como esta
"piedra" rechazada por los jefes de su pueblo (anuncio de su muerte),
y que llegaría a ser la base misma del edificio espiritual del pueblo de Dios.
El día de los ramos, los mismos evangelistas señalan cuidadosamente que la
muchedumbre aclamó a Jesús con las palabras del salmo: "¡Hosanna, bendito
el que viene en nombre del Señor!".
No olvidemos que el "rey" que habla en este salmo, es un
símbolo, un "revestimiento midráshico" (método de estudio bíblico
empleado por el judaísmo). Todos los exegetas están de acuerdo en afirmar que
la composición de este salmo se hizo después del exilio, es decir, en una época
en que ya no había reyes en Israel. ¿Se trata entonces de una fábula? No.
Porque este rey vencedor de todos sus enemigos, es el Rey Mesiánico. Y la
victoria que se celebra aquí, es la victoria escatológica, la victoria completa
y definitiva de Dios sobre todas las potencias del "mal".
Con nuestro tiempo: El salmo 117 se parece a un inmenso anfiteatro
donde se representa una gran ópera. En el escenario se desarrolla una gesta de
liberación, con aires casi épicos.
Segunda
lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2
Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de
Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos,
ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos
que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal
cual es.
Textos paralelos.
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre.
Rm 8, 14-17: Cuantos se dejan
llevar del Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y no habéis recibido un espíritu
de esclavos, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos que nos permite
clamar Abba, Padre. El Espíritu atestigua a nuestro espíritu que somos hijos de
Dios. Si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios, coherederos con
Cristo; si compartimos su pasión, compartiremos su gloria.
Rm 8, 37-39: En todas esas
circunstancias vencemos de sobra gracias al que nos amó. Estoy persuadido de
que ni muerte ni vida, ni ángeles ni potestades, ni presente ni futuro, ni poderes
ni altura ni hondura, ni criatura alguna nos podrá separar del amor de Dios
manifestado en Cristo Jesús nuestro.
Jn 1, 12: Pero a los que la
recibieron los hizo capaces de ser hijos de Dios: a los que creen en él.
Ef 1, 5: Por Jesucristo, según
el designio de su voluntad, nos predestinó a ser sus hijos adoptivos.
Porque no le reconoció a
él.
Jn 15, 21: Todo eso os lo harán
a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
Jn 16, 3: Y eso lo harán porque
no conocen al Padre ni a mí.
Jn 17, 25: Padre justo, el mundo
no te ha conocido; yo te he conocido y estos han conocido que tú me enviaste.
Sabemos que, cuando se
manifieste, seremos semejantes a él.
Col 3, 4: Cuando se manifieste
Cristo, vuestra vida, entonces vosotros apareceréis gloriosos junto a él.
Flp 3, 21: El cual transformará
nuestro cuerpo humilde en la forma de su cuerpo glorioso, con la eficacia con
que puede someterse todo.
Rm 8, 29: A los que escogió de
antemano los destinó a reproducir la imagen de su Hijo, de modo que fuera él el
primogénito de muchos hermanos.
1 Co 13, 12: Ahora vemos como
enigmas en un espejo, entonces veremos cara a cara. Ahora conozco a medias,
entonces conoceré tan bien como soy conocido.
Notas
exegéticas.
3 1 (a) Om.: “pues ¡lo somos! y var.
(Vulgata): “y que lo seamos).
3 1 (b) El verbo “(re) conocer”,
empleado dos veces, no está en perfecto (como en 2, 3-4), sino primero en
presente y después en aoristo, para señalar mejor el aspecto incoativo del
conocimiento. El mundo, incapaz de descubrir en Dios al Padre que nos ha revelado
su amor en su hijo, no puede conocer a los cristianos en su condición de hijos
de Dios.
3 2 (a) Jn distingue dos etapas en la
condición filial de los creyentes: el estadio inicial, a partir del
conocimiento de la vida cristiana, y su cumplimiento escatológico, en la
perfecta semejanza al Hijo de Dios.
3 2 (b) La conjunción “porque” no va
unida probablemente a “seremos semejantes a él”, sino a “Sabemos”: la certeza
que ya tenemos de ver un día al Hijo de Dios en su gloria nos asegura que
llegaremos a ser plenamente semejantes a él. En consecuencia no se trata
directamente de una visión transformadora, como en el helenismo.
Comentario.
-Centro del texto:
Condición humana
como hijos de Dios (filiación divina).
-Partes:
Invitación a dejarse
sorprender (“¡mirad!”) – afirmación (“¡lo somos!”).
Llamada a la
contemplación:
Nace de la
iniciativa divina: “el amor del Padre”:
Teología bíblica:
Dios sale al encuentro del ser humano por propia iniciativa.
Filiación divina:
Base de la dignidad
humana.
Criaturas amadas por
Dios.
Hijos de Dios.
Fundamento de la
existencia del creyente.
Referencia al mundo,
filiación divina:
Mundo: no nos
conoce.
Filiación divina:
Dos tiempos salvíficos:
Ya, ahora, hoy:
Somos hijos de Dios.
Aún, futuro:
Esperanza escatológica.
“Semejantes a Él,
porque lo veremos tal cual es”.
Semejanza y visión.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 10, 11-18
En
aquel tiempo, dijo Jesús:
-Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas;
el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo,
abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un
asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las
mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de
este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un
solo rebaño y un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi
vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente.
Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he
recibido de mi Padre.
Textos paralelos.
Que no es propietario de las ovejas.
Jr 23, 1-3: ¡Ay de los pastores
que dispersan y extravían las ovejas de mi rebaño – oráculo del Señor –. Pues
así dice el Señor Dios de Israel a los pastores que pastorean a mi pueblo:
Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no hicisteis cuenta de
ellas; pues yo os tomaré cuentas de vuestras malas acciones – oráculo del Señor
–. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas en todos los países adonde las
expulsé.
Ez 34, 3-8: Os coméis su enjundia,
os vestís con su lana; matáis las más gordas, y las ovejas no las apacentáis.
No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las
heridas; no recogéis las descarriadas, ni buscáis las perdidas y maltratáis
brutalmente a las fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto
de las fieras salvajes. Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por
montes y altos cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que
nadie las buscase siguiendo su rastro. Por eso, pastores, escuchad la palabra
del Señor: ¡Lo juro por mi vida! – oráculo del Señor –. Mis ovejas fueron
presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras salvajes, por falta de pastor,
pues mis pastores no cuidaban mi rebaño, los pastores se apacentaban a sí mismos
y mi rebaño no lo apacentaban.
Za 11, 17: ¡Ay del pastor torpe
que abandona el rebaño! Un puñal contra su brazo, contra su ojo derecho: que se
le paralice el brazo, que se le ciegue el ojo derecho.
El Padre me conoce.
Jn 15, 9: Como me amó el Padre
os amé yo; manteneos en mi amor.
Mt 11, 25-27: En aquella
ocasión Jesús tomó la palabra y dijo: ¡Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y
tierra! porque, ocultando estas cosas a los entendidos, se las revelaste a los
ignorantes. Sí, Padre, esa ha sido tu elección. Todo me lo ha encomendado mi
Padre: nadie conoce al Hijo, sino el Padre, nadie conoce al Padre, sino el Hijo
y aquel a quien el Hijo decida revelarse.
También tengo otras
ovejas.
Jr 23, 3: Yo mismo reuniré el
resto de mis ovejas en todos los países adonde las expulsé, las volveré a traer
a sus pastos, para que crezcan y se multipliquen.
Que no son de este redil.
Jr 31, 10: Escuchad, pueblos,
la palabra del Señor, anunciadlas, islas remotas: El que esparció a Israel lo
reunirá, lo guardará como el pastor a su rebaño.
Ef 2, 14: Él es nuestra paz, el
que de dos hizo uno, derribando con su pueblo el muro divisorio, la hostilidad;
anulando la ley con sus preceptos y cláusulas, creando así en su persona de dos
una sola y nueva humanidad, haciendo las paces.
Ef 4, 4-6.: Uno es el cuerpo,
uno el Espíritu, como es una la esperanza a que habéis sido llamados, uno el
Señor, una la fe, uno el bautismo, uno Dios, Padre de todos, que está sobre
todos, entre todos, en todos.
Escucharán mi voz.
Jn 5, 25: Os aseguro que llega
la hora, ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los
que oigan vivirán.
Jn 18, 37d: Lo que dices. Yo
soy rey: para esto he nacido, para eso he venido al mundo, para atestiguar la
verdad. Quien está por la verdad escucha mi voz.
Jn 11, 52:Y no solo por la
nación, sino para congregar a los hijos de Dios dispersos.
Bajo un solo pastor.
Ez 34, 23: Les daré un pastor
único que las pastoree: mi siervo David: él las apacentará, él será su pastor.
Ez 37, 22: Los haré un solo pueblo
en su país, en los montes de Israel, y un solo rey reinará sobre todos ellos.
No volverán a ser dos naciones ni a desmembrarse en dos monarquías.
Mi 2, 13: Delante avanza el
cabestro, los demás se abren paso, atraviesan la puerta y salen: delante marcha
su rey, el Señor a la cabeza.
Para recobrarla de nuevo.
Jn 3, 35: El Padre ama al Hijo
y todo lo que pone en sus manos.
Jn 8, 29: El que me envió está
conmigo y no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Notas exegéticas
Biblia de Jerusalén.
10 11 (a) Dios, también el pastor de su
pueblo, debía darle, en los tiempos mesiánicos, un pastor elegido por él. Al
declararse el buen pastor, Jesús plantea una reivindicación mesiánica.
10 11 (b) Lit.: “pone” (títhesin)
su vida”. Esta expresión parece análoga de la fórmula “dar” (dounai) la
vida” de Mc 10, 45, que parece provenir de Is 53, 12.
10 14 En la Biblia, ver Os 2, 2, el “conocimiento”
no procede de una actividad puramente intelectual, sino de una “experiencia”,
de una presencia, que acaba necesariamente en el amor.
10 16 (a) Var.: “un solo redil”.
10 18 Cristo tiene la vida en sí mismo
y nadie puede quitársela, la da libremente, de ahí esa serena majestad, esa
plena libertad ante la muerte.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
11 YO SOY EL BUEN
PASTOR: lit. yo soy el pastor el hermoso (=bueno para las ovejas). Nueva
revelación de Jesús con la fórmula Yo soy (cf. Jn 4, 26; 6, 35). El título
de “pastor”, atestiguado en el NT (Hb 13, 20; 1 Pe 5, 4; Ap 7, 17)(, era
conocido en el AT como apelativo de príncipes, sacerdotes y profetas, del
Mesías, y del mismo Dios (cf. Sal 23,1). EL BUEN PASTOR se contrapone a los
ladrones que se aprovechan de las ovejas; y se distingue de los asalariados; y
aun de otros pastores, porque ENTREGA SU VIDA (lit. el alma de él pone)
en bien del rebaño. En Jn, la muerte de Jesús es causa de vida abundante para
los que creen en él.
14 De nuevo, el valor del
“conocimiento”, tan importante en Jn.
16 En 21, 15-17 se nos
dirá que el único verdadero Pastor confió a Pedro el encargo de ser en la
tierra su representante visible, cuidador de la unidad del rebaño.
18 POR MI PROPIA
VOLUNTAD (lit. de sí mismo): voluntariamente, o por iniciativa propia.
La misma expresión en 5, 19.30 servía para decir que Jesús “no hace nada por su
cuenta”. Pero, si la muerte de Jesús no hubiera sido un acto enteramente libre,
no se podría hablar ni de verdadera voluntad humana en Cristo ni de una redención
voluntaria y meritoria. Este pasaje desvela un poco el misterio de la obediencia
filial de Jesús: puede hacer por su cuenta una cosa: entregar su vida en favor
de los que el Padre le ha confiado: y puede hacerlo ¡porque recibió del Padre
ESTE MANDATO!
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
10, 11 Dios era el pastor de Israel en
última instancia, a pesar de que designó pastores humanos como Moisés o José,
que hablaban en su nombre; Cristo es el Buen Pastor de la estirpe de David que
fue profetizado por Ezequiel (Ez 34, 14-24). En la Iglesia, los obispos son
pastores de sus diócesis, asistidos por los sacerdotes y diáconos que sirven en
sus parroquias. Cat. 553, 896, 1465 y 2686.
10, 16 Referencias a los gentiles, a
quienes Cristo invitó a tomar parte de su rebaño, la Iglesia. A través de su
enseñanza y testimonio de fe, la Iglesia transmite el mensaje del Evangelio
tanto a los católicos como a los no católicos. Cat. 60.
10, 17s. El sacrificio de Cristo reparó los pecados del mundo. Dado que él
es el Hijo de Dios, consubstancial (un mismo ser) con el Padre y el Espíritu
Santo, su sacrificio obtuvo el valor sin límites. Resucitó de entre los muertos
al tercer día en visita de su poder divino. Cat. 606, 609, 614, 651-655, 649.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
Ciertamente, hermanos, siendo Él
el pastor, concedió serlo también a sus miembros, pues pastor es Pedro, pastor
es Pablo, pastores los demás apóstoles y pastores también los obispos santos.
Pero ninguno de nosotros se llamará puerta; esta es propiedad suya, por la cual
han de entrar las ovejas.
Agustín. Tratado sobre el Ev.
de Jn, 47, 1.3. 4a, pg. 459.
Él hizo lo que aconsejó. Él puso
en práctica lo que mandó. Pastor bueno, dio su vida por sus ovejas, para
cambiar su cuerpo y su sangre en sacramento para nosotros, y saciar con el
alimento de su sangre a las ovejas que había redimido. El camino del desprecio
hacia la muerte que debemos seguir ya se nos ha manifestado, la norma a la cual
debemos conformarnos ya se nos ha dado. Lo primero que tenemos que hacer es
emplear misericordiosamente nuestros bienes exteriores en las ovejas de él. Y
lo último, si fuera necesario, es ofrecer hasta la vida por las mismas ovejas…
Quien no da por las ovejas sus bienes, ¿cómo dará por ellas su vida?
Gregorio Magno. Homilías
sobre los Evangelios, 1, 14, 1. 4a, pg. 460.
Expía (nuestra) pasión con su
pasión, cura (nuestra( muerte con la suya, se adueña de (nuestro) sepulcro con
el suyo, y con sus clavos destruye los cimientos del infierno. El dominio de la
muerte se mantuvo hasta que Cristo murió. El sepulcro era amargo y la cárcel
indestructible hasta que el Pastor descendió y anunció la liberación de las
ovejas apresadas. Su presencia aquí abajo dio a las ovejas la esperanza de su
resurrección y las llamó a una nueva vida más allá del infierno. “El buen
pastor da la vida por sus ovejas”; de esta manera busca tu amistad.
Basilio de Seleucia, Sermones,
26, 2. 4a, pg. 460.
En el Evangelio se nos presenta
fatigado: fatigado por nosotros y prometiendo dar su alma (su vida) como
rescate por muchos. Esto – añade – sólo es propio del buen pastor.
Clemente de Alejandría, El
pedagogo, 1, 84, 3-85, 2. 4a, pg. 460.
Es mercenario quien ocupa, sí,
el puesto de pastor, pero no busca las ganancias de las almas; quien codicia
las comodidades de la tierra, goza con el honor de la prelatura, se apacienta
con las ganancias temporales y se alegra de la reverencia que le tributan los
hombres.
Gregorio Magno, Homilías
sobre los Evangelios, 1, 14, 1-2. 4a, pg. 461.
Precisamente porque ha sufrido
voluntariamente por nosotros, es como podemos advertir su amor por nosotros y
la grandeza de su generosidad.
Cirilo de Alejandría, Comentario
al Ev. de Juan, 6, 1. 4a, pg. 465.
San Agustín.
¡Lejos de nosotros afirmar que
faltan ahora buenos pastores; lejos de nosotros el que falten, lejos de su misericordia
el que no los haga nacer y otorgue! En efecto, si hay ovejas buenas, hay
también pastores buenos, pues de las buenas ovejas salen buenos pastores. Pero
todos los buenos pastores están en uno, son una sola cosa. Apacientan ellos: es
Cristo quien apacienta. Los amigos del esposo no dicen que es su voz propia,
sino que gozan de la voz del esposo.
Sermón 46, 30. I, Pg. 325.
S. Juan de Ávila
Aunque he visto haber sido
muchos los que temen a Dios gravemente atribulados en estas peleas, ninguno he visto
que haya parado en mal. Por tanto, quien en estos trances se viere, como metido
en el vientre de la ballena (cf. Jonás 10, 11), llame desde allí a Jesucristo,
y ayúdese de los buenos consejos que su defensor le da; y tengan entrambos
buena esperanza en el buen pastor (cf. Jn 10, 11), que dio su vida por sus
ovejas, que mortifica y vivifica, mete en los infiernos y saca (1 Sam 2, 6);
porque ya que en un tiempo envíe trabajos, en otro los quita, y con mucha
ganancia del atribulado.
Audi, filia (II), 30. OC I, pg. 606.
Y esto es lo que fue figurado,
en el principio del mundo, cuando el justo Abel, pastor de ganados, ofreció a
Dios sacrificio de su manada, el cual sacrificio fue acepto, como la escritura
dice, que miró el Señor a Abel y a sus dones (Gn 4, 4); y este mirando quiere
decir que Abel le fue agradable, y por eso fueron agradables sus dones; y, en
señal del agradecimiento invisible, envió Dios fuego visible que quemó el sacrificio.
Lo cual es figura de nuestro justo y soberano pastor, el cual dice de sí: Yo
soy buen pastor (Jn 10, 11).
Audi, filia (II), 87, pg. 727.
Ha de arder en el corazón del
eclesiástico un fuego de amor de Dios y celo de las almas. Bonus
pastor animam dat pro ovibus suis (cf. Jn 10, 11), como hizo
Cristo. Ait Chrysostomus [El buen
pastor da la vida por sus ovejas… Dice Crisóstomo]: Todos los clérigos son
pastores, hortelanos y soldados y labradores; quiere decir: han de entender en
el bien de las ánimas con el oficio que tiene cada uno, según el talento que
Dios le ha comunicado, y para sufrir el trabajo el predicador en predicar, el
confesor en confesar y el que asiste al coro en cantar las horas, es menester
que tenga amor de Dios. Mercenarius autem fugit, quia
mercenarios: accipit in malam partem [El mercenario huye porque es
mercenario: va por camino errado] (Jn 10, 13). El jornalero, que principalmente
trabaja por el dinero, en viendo al lobo, salta por las tapias; el que asiste
al coro y a los oficios eclesiásticos, en viendo al lobo, luego se sale del
coro. Lobo, id est [el lobo aquí es]: algún deseo
de parlar o de pasearse. El que sirve por amor de Dios sufre la pesadumbre que
se ofrece y la molestia.
Pláticas. 7. A sacerdotes. OC I, pg.
856-857.
Ha de ser tanto su amor con
sus hermanos, que, si fuere menester derramar la sangre por ellos, derrámela,
como dijo nuestro Señor: que el buen pastor ponía su vida por
sus ovejas (Jn 10, 11). Dice San Gregorio: “El que no da substancia por el
prójimo, ¿cómo creeré yo que dará su vida?”. Habéis de tener tan gran amor con
los prójimos, que no solo la hacienda habéis de poner por ellos, mas la vida,
si fuere menester, la habéis de poner.
Lecciones sobre 1 San Juan (I), 22. OC
II, pg. 312.
Miren, pues, los prelados que
no les eligieron para carniceros, que compran el ganado para lo matar y pesar,
y sacar dinero de sus carnes y sus pieles, sino para pastores criadores del
ganado, que los apacienten en los pastos de ciencia y doctrina, quitándoles la
mala hierba, dándoles abrevaderos, limpios, untándoles la roña y llevándolos
sobre los hombros, aunque sea con no dormir de noche, no reposar siesta; y,
aunque sea con derramar sangre y dar la vida, como hizo Cristo, y dijo que este
tal es buen pastor (cf. Jn 10, 11-16), y el que no lo hace mercenario.
Advertencias al concilio de Toledo, 6. OC II,
pg. 650.
Si estás muerto, vete a
Cristo, que Él es manjar que te resucitará y dará vida. Sírvete de tu fe en
esto, que Jesucristo solo es tu arrimo, tu esfuerzo, tu remedio, tu vida, tu
confianza, quien te rige, te gobierna, te da ser y te sustenta. Échate a sus
pies, dile: “Señor mío, ¡cuántos milagros heciste en este mundo, cuántos
muertos resucitaste, cuántos cojos sanaste, a cuántos ciegos diste lumbre, a
cuantos sordos diste oídos!, ves aquí un muerto, que no tiene más de la lengua
de vivo; aplica en mí lo que padeciste; ayuda a mi flaqueza; alumbra mis ojos;
haz que oigan mis oídos tus palabras de vida; despierta mi ánima de un profundo
sueño; haz con mi corazón que oiga tus palabras; da gusto a mi paladar de tu dulzura,
y haz que pierda el sabor que toma de los pecados”. Si cobras esfuerzo, si
tienes esperanza y le llamas con amor, remediate ha y ayudarte ha. Si esto
haces no morirás; antes, si estás muerto, Él re resucitará porque es manjar que
da vida.
En la infraoctava del Corpus, 12. OC III,
pg. 640-641.
El Señor dijo: Yo vine para que tengan vida, y más abundantemente tengan vida (Jn 10,
10). Porque no se ha de contentar el cristiano con tener una vida tan flaca y
enferma, que no tenga más vida de que no está muerto del todo. Vivo está uno
que está desahuciado de médicos y oleado por el sacerdote; mas no creo que os
contentaríades vos con tener vida tan cercana a la muerte y vida de que tan
poco gozáis. Si amáis vida del cuerpo, sana, recia y alegre, ¿por qué la del
ánima la queréis al contrario? El pecado mortal es muerte del ánima, y el
pecado venial es enfermedad de ella; y la enfermedad hace al hombre flaco[1]
para hacer obras y para trabajar, quítale la fuerza para llevar cargas y trae
al hombre desabrido, y algunas veces tanto, que daría todas sus riquezas y
tener pobreza, por un poco de salud.
Santísimo Sacramento, 10. OC III,
pg. 659.
¡Dichosas ovejas que tal
pastora tenían y tal pasto recebían por medio de ella! Pastora, no jornalera
que buscase su propio interese, pues que amaba tanto a las ovejas (cf. Jn 10,
12), que, después de haber dado por la vida de ellas la vida de su amantísimo
Hijo, diera de muy buena gana su vida, si necesidad de ella tuvieran.
Asunción de María, 38. OC III,
pg. 961.
Por la salud de sus vasallos
nace pobre, y llora, y pasa trabajos, y derrama su sangre: posuit animam suam pro ovibus suis, pro nobis omnibus traadidit ilum [Dio su
vida por sus ovejas; lo entregó por todos nosotros] (cf. Jn 10, 15).
Epifanía, 4. OC III,
pg. 81.
Es vuestra merced confiada que
Dios fue servido de su venida y es servido de su estada; y con saber esto no
sentirá sus trabajos; porque dichoso es aquel que a Dios agrada, aunque le
cueste mil vidas. Tenga firme en la guerra y sufra de toda parte combate; que
los ojos de Dios la ven, y conoce a sus ovejas (cf. Jn 10,
14), y viene luego el balido que dan. Él proveerá de esfuerzo. Y aunque alguna
vez caiga con la carga, no se espante, sino levántese luego y pida mayor fuerza
a nuestro Señor, que así somos todos, y bien nos conoce nuestro Señor y no se
espanta de nuestras flaquezas; al cual le contenta mucho un corazón humillado y
que conoce su propria flaqueza y está colgado de su misericordia.
A una doncella. OC IV, pg.
336.
Esta puridad y esta
disposición es de menester para amar a Jesucristo y poder gozar de aquel dulce
dicho del Evangelio que dice: Yo conozco mis ovejas y les doy vida eterna
(Jn 10, 14.10). Que el corazón limpio de toda mancilla de pecado y de
toda afición y de cualquier cosa que no sea Dios, este tal gozará de la caridad
y amor del verdadero Esposo Jesucristo.
A una doncella. OC IV, pg.
715.
Y este principalmente es el
amor que Dios tiene a sus ovejas, de las cuales dice: que ninguno se las quitará de sus manos (Jn 10, 18), ni ellas tampoco
se le irán, porque Él las terná; y si las dejase caer, levantarlas ha. Si
quiere gozar de esto, crea que cabe esto en la bondad de Dios y alégrese en que
tal Dios la ha tomado por suya. E si su corazón le dijere que cómo es posible,
dígale que Dios todo lo que quiere puede, y que quiso Él darle su amor; y lo
que Él da, ella lo puede muy bien poseer, no por título de merecimiento, sino
de merced.
A una señora de título, casada, que
sentía varios espíritus. OC IV, pg. 381.
No tema la pecadorcita, mas
confíe que la mano poderosa de Dios la tiene en su mano y la echa en alto y en
el profundo, mas siempre le ha ido bien, por la fidelidad de Dios, que la ama;
y aunque ella tiembla y no halla la fiucia[2]
y firmeza en su corazón que querría, (sepa) que, mudándose ella, no se muda
Dios; mas allí en medio de los torbellinos y de los grandes despeñaderos, allí
puede estar confiada, pues está escripto: las ovejas que tengo de
mi mano, ninguno me las quitará (cf. Jn 10, 18). Y por la bondad de Él, puede
pensar que ella es oveja de Dios.
A una señora que sentía muchos impedimentos
en el servicio de Dios. OC IV, fol. 401.
Comentario Homilética
-Marco: fiestas
judías.
-El evangelista
nos presenta un “crescendo” narrativo en el que la oposición a Jesús va
aumentando hasta llegar a la decisión de matarlo.
-Contexto:
Antes:
Curación del
ciego de nacimiento (9, 1-39).
Fariseos
preguntan a Jesús si ellos también son ciegos (9, 40).
Respuesta de
Jesús: discurso del buen pastor (10, 1-18).
Después:
Incidentes
entre Jesús y los judíos.
Resucitación
de Lázaro.
Decisión de
dar muerte a Jesús (11, 53).
-Segunda parte
del discurso del Buen Pastor:
Destinatarios:
fariseos.
Primera parte:
Jesús es la
puerta que conduce a la salvación y a la vida (2 veces).
Jesús es el buen
pastor:
Dos veces.
Da la vida por
sus ovejas y las conoce.
Oposiciones:
Puerta /
ladrón y salteador.
Pastor /
asalariado.
-Partes:
El buen pastor
da su vida por las ovejas / asalariado (vv. 11-13).
El buen pastor
da su vida por las ovejas porque las conoce, aunque sean de diferentes rediles
(vv. 14-16).
El buen pastor
da su vida por las ovejas porque obedece y ama al Padre (vv. 17-18).
-Imágenes:
Buen pastor,
ovejas, asalariado, lobo, otras ovejas.
-Conocimiento
del Padre-donación de la propia vida:
Relación
directa.
MISA DE NIÑOS. V DOMINGO DE T.P. DOMINGO
DEL BUEN PASTOR.
Monición de entrada.
Buenos días:
El domingo pasado Jesús se comparaba con los pastores,
este domingo lo hace con la vid.
Cuando vamos por el campo vemos las viñas.
De ellas salen las ramas que son sarmientos y de estos los
racimos con las uvas.
Jesús nos compara con las ramas. Si estamos pegados a él
daremos buenas uvas.
Y estamos pegados a él cuando venimos a misa y estamos
antentos.
Señor, ten piedad.
Sin ti, no damos frutos. Señor, ten piedad.
Sin ti somos ramas de vid secas. Cristo, ten piedad.
Sin ti no podemos querer a las personas. Señor, ten piedad.
Homilía:
Les mostramos una flor: ¿por qué tiene colores?
Lo mismo nos pasa a nosotros.
Ponemos un cartel con la imagen de una vid.
Les entregamos los sarmientos con sus nombres.
Ellos tiene que pegarlos a la vid, como muestra de su
deseo de permanecer unidos a él.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco para que le ayudes a estar cada
día más unido a ti. Te lo pedimos Señor.
-Por la Iglesia, para que dé mucho fruto. Te lo pedimos Señor.
-Por las personas que hablan mal de los demás, para que
cambies su corazón. Te lo pedimos, Señor.
-Por las personas que sufren, para que encuentren en las
demás personas ayuda. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros para que siempre estemos muy unidos a Jesús.
Te lo pedimos Señor.
Acción de gracias.
Virgen María queremos darte
gracias porque nos enseñas a estar muy unidos a Jesús, como tú lo estabas desde
que estaba dentro de ti.
EXPERIENCIA.
Realiza la señal de la
cruz.
Pídele a Jesús que te
envíe su Espíritu para poder escuchar su voz en el vídeo, el sonido de tu alrededor,
tus propios sonidos (corazón, respiración, movimiento corporal,…), en tus pensamientos
y en el texto bíblico, donde Dios te habla directamente.
Entra aquí y conecta el
vídeo.
https://www.youtube.com/watch?v=guF_qG6p3zs¿Cómo
te has sentido mientras escuchabas el vídeo?
Escucha atentamente las
frases, con los ojos cerrados. Cuando alguna frase toque tu corazón, paralo.
Piensa en ella. Después continúa.
¿A quién has necesitado
o necesitas para continuar tus sueños? Reza por ellas y ellos.
Piensa en estas frase
tan certeras: “Yo no puedo ser solidario con los chicos de África si a tres
cuadras de mi casa tengo un comedor con setenta chicos que les falta todo”; “pensamos,
suponemos que el otro necesita la ayuda que le vamos a dar … Yo aprendí mucho
de empezar a escuchar al otro”.
REFLEXIÓN.
Lee el evangelio de este domingo.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 10, 11-18
En aquel tiempo, dijo Jesús:
-Yo soy el buen Pastor. El
buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño
de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba
y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el
buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre
me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además,
otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y
escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Por esto me ama el
Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita,
sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder
para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.
Imagina la escena. Con los ojos
cerrados acércate a Jesús que habita en tu corazón, siéntate, o arrodíllate o colócate
con la imaginación de la manera que más cómodo te sientas. Puedes hacerlo
físicamente.
Toma la Biblia, ábrela, busca el
texto, léelo de nuevo.
De las imágenes que has visto
en el vídeo, ¿cuál ilustraría el fragmento del Evangelio? Imagínala y repite una
de las frases, la que más significativa te es.
Deja que ella sea como la
llovizna, vaya empapándote por dentro.
Sigue con otra, si lo
consideras oportuno o tienes tiempo.
Realiza un coloquio con Jesús,
es decir, dialoga con él sobre lo que has aprendido, has sentido, te ha gustado
o no te ha gustado, si estás de acuerdo o en desacuerdo; si no brotan palabras,
siente la mirada de Jesús, el abrazo de quien es el Buen Pastor.
Reza un Padrenuestro.
COMPROMISO.
En el vídeo el pintor nos ofrecía varias enseñanzas:
preocuparnos por las personas que están cerca de nosotros, en nuestra familia,
calle, pueblo o barrio; escuchar, tan importante, porque el Buen Pastor
escucha. Muchas veces nos sentimos incomprendidos bien porque ayudamos sin
escuchar al otro y por tanto nos equivocamos en la forma de ayudarle o bien
porque la otra persona nos ayuda sin escucharnos.
CELEBRACIÓN.
Mira este vídeo
es el Salmo 23, “El Señor es mi pastor” en hebreo. Jesús lo escuchó en este
idioma y si alguna vez lo leyó en el sábado en la sinagoga fue en hebreo. El
vídeo además de sugerentes imágenes ofrece la transcripción en caracteres latinos
y la traducción al español. Escúchalo y déjate conducir por el Espíritu.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio
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Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio
según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.
San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados
de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Francisco. Fratelli Tutti. www.vatican.va
Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía
de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.
Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas.
Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
http://www.vatican.va/content/vatican/es.html
[1] Flaco: flojo, sin
fuerzas, sin vigor para resistir. www.rae.es
[2] Fiucia: confianza. www.rae.es
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