Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31
En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse
con los discípulos, pero todos le tenían miedo porque no se fiaban de que fuera
discípulo. Entonces Bernabé, tomándolo consigo, lo presentó a los apóstoles y
él les contó como había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y
como en Damasco había actuado valientemente en el nombre de Jesús. Saulo se
quedó con ellos y se movía con libertad en Jerusalén, actuando valientemente en
el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los helenistas, que se
propusieron matarlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo
enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se
iba construyendo y progresaba en el temor del Señor, y se multiplicaba con el
consuelo del Espíritu Santo.
Textos
paralelos.
Ga 1, 18-19: Pasados tres años, subí a
Jerusalén para conocer a Cefas y me quedé quince días con él. De los otros
apóstoles no vi más que a Santiago, el pariente del Señor.
Entonces Bernabé lo tomó
consigo.
Hch 4, 36-37: Un tal José, a
quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa Consolado), levita y
chipriota de nacimiento, poseía un campo: lo vendió, llevó el precio y lo
depositó a los pies de los apóstoles.
Cómo había predicado con
valentía en Damasco.
Hch 13, 46: Entonces Pablo y
Bernabé hablaron con franqueza: A vosotros los primeros tenía que anunciarse la
palabra de Dios. Pero, puesto que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la
vida eterna, nos dirigiremos a Damasco.
Predicando con valentía
en el nombre del Señor.
Hch 5, 41: Ellos se marcharon
del tribunal contentos de haber sido considerados dignos de sufrir desprecios
por su nombre.
También hablaba y
discutía con los helenistas.
Hch 22, 17-21: Cuando volví a
Jerusalén, estando en oración en el templo, caí en éxtasis y lo vi que me
decía: Sal a toda prisa de Jerusalén porque no van a aceptar tu testimonio
acerca de mí. Repliqué: Señor, ellos saben que yo arrestaba a los que creían en
ti y los azotaba en las sinagogas. También que, cuando se derramaba la sangre
de tu testigo Esteban, allí estaba yo aprobando y guardando la ropa de los que
lo mataban. él me dijo: Ve, que yo te envío a pueblos lejanos.
Crecían y progresaban en
el temor del Señor.
1 Co 8, 1: Sobre la carne
inmolada a los ídolos: Es cosa sabida que todos tenemos conocimiento. Pero el
conocimiento infla mientras que el amor edifica.
Hch 2, 41: Los que aceptaron
sus palabras se bautizaron y aquel día se incorporaron unas tres mil personas.
Notas exegéticas.
9 26 Pablo refiere esta visita, Ga 1,
18-19. Indica que en aquel entonces las iglesias de Judea no le conocían aún de
vista, pero jada dice de la intervención de Bernabé. Por lo que a apóstoles se refiere,
declara no haber visto más que a Pedro, y también a Santiago, el hermano del Señor;
los Hechos esquematizan hablando de los apóstoles en general.
9 30 Adonde irá a buscarle Bernabé,
11, 25. Comparar con Ga 1, 18-21 y con Hch 22, 17-21.
9 31 (a) “Las iglesias” texto accidental
y antioqueno: “La Iglesia”, texto alejandrino.
9 31 (b) En ningún sitio hay noticia
de la fundación de una iglesia en Galilea.
9 31 (c) Es la alegría de la fe.
Otros traducen: “crecían por la consolación (o: por la asistencia; o: gracias a
los estímulos) del Espíritu Santo.
Comentario.
-Previo:
Conversión y misión en Damasco.
-Pablo llega a Jerusalén:
Sospechas (v. 26).
Bernabé: garantiza su
conversión.
Incorporado a la vida
comunitaria y misión: “me movía con libertad” (v. 28).
Debate con los helenistas,
judíos de lengua griega:
Mismo efecto que en Damasco:
amenazado de muerte:
Enviado a Tarso, su ciudad natal,
donde Bernabé irá a buscarlo para evangelizar Antioquía, la comunidad base (11,
25-26), desde la que se iniciará la evangelización de Asia Menor (Turquía) y Grecia.
-Sumario conclusivo de esta
sección:
Típico en Hechos.
Idealizadamente generaliza y
marca una transición (v. 31).
La Iglesia se iba construyendo
tomando como guía “el temor del Señor”, es decir, la fidelidad a su Palabra.
Consuelo del Espíritu.
Nueva misión: Lida, Jafa y Cesarea
(costa de Palestina):
Foco narrativo: vuelve a Pedro
(hasta el final de Hch 11).
Salmo responsorial
Salmo 22 (21), 26b-28.30-32
El
Señor es mi alabanza en la gran asamblea. R/.
Cumpliré
mis votos delante de sus fieles.
Los
desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán
al Señor los que lo buscan.
¡Viva
su corazón por siempre! R/.
Lo
recordarán y volverán al Señor
hasta
de los confines del orbe
en
su presencia se postrarán
las
familias de los pueblos.
Ante
él se postrarán los que duermen en la tierra,
ante
él se inclinarán los que bajan al polvo. R/.
Mi
descendencia lo servirá;
hablarán
del Señor a la generación futura,
contarán
su justicia al pueblo que ha de nacer:
“Todo
lo que hizo el Señor”. R/.
Textos paralelos.
Todos los confines de la
tierra.
Is 45, 22: Acudid a mí para
salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro.
Is 52, 10: El Señor desnuda su
santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra
la victoria de nuestro Dios.
Su descendencia le
servirá.
Is 53, 10: El Señor quería
triturarlo con el sufrimiento: si entrega su vida como expiación, verá su
descendencia, prolongará sus años y por su medio triunfará el plan del Señor.
Hablará del Señor a la
edad venidera.
Sal 48, 14: Fijaos en sus baluartes,
observad sus palacios, para poder contarle a la próxima generación.
Sal 71, 18: ¡Bendito el Señor
Dios de Israel, el único que hace maravillas!
Contará su justicia al
pueblo que ha de nacer.
Sal 78, 6: De modo que lo
conociera la generación siguiente, los hijos que habían de nacer.
Sal 102, 19: Quede esto escrito
para la generación futura, y el pueblo recreado alabará al Señor.
Ef 2, 7: Para que se revele a
los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia y la bondad con que
nos trató por medio de Cristo Jesús.
Notas exegéticas.
Salmo 22 (21), 26b-28.30-32
22 La lamentación y la oración de un
inocente perseguido, concluyen en acción de gracias por la liberación esperada,
v. 23-2, y se adaptan a la liturgia nacional mediante el v. 24 y el final
universalista, vv. 28-32, en que el advenimiento del reino de Dios al mundo
entero aparece como consecuencia de las pruebas del siervo fiel. Afín al poema
del Siervo doliente, Is 52, 13-32, 12, este salmo, cuyo comienzo pronunció
Cristo en la cruz, y en el que los evangelistas han visto descritos por
anticipado varios episodios de la Pasión, es por lo mismo mesiánico, al menos
en sentido típico.
22 27 Alusión al banquete mesiánico,
Is 55, 1s., más bien que a la comida ritual que sigue al sacrificio de
comunión, Lv 3, 1.
22 28 Según versiones: “en tu
presencia”, hebreo.
22 30 (a) “ante él” ’aklô
conj.; “comerán” ’aklû hebreo.
22 30 (b) “los que duermen en la
tierra”, “los que bajan al polvo” son los mortales.
22 31 Texto difícil. Puede también
entenderse: “él (el impío) no vivirá, pero un linaje le servirá”. Algunos
manuscritos y el griego dicen: “mi alma vivirá para él”, retoque añadido en
función de la creencia en la resurrección.
22 32 “venidera” griego; “vendrán”
hebreo.
Tres lecturas.
Con Israel: Las
últimas palabras de este salmo son las que le dan su sentido esencial: aunque parezca
paradójico, se trata de un salmo de acción de gracias. El salmista canta la
acción de gracias de Israel resucitado a la vuelta del exilio. Lo que más llama
la atención, es que este poeta describe la liberaci6n de su pueblo, bajo el
«ropaje» de un «crucificado vuelto a la vida».
Con Jesús: El
ritmo de este salmo nos permite llegar a lo profundo del alma de Jesús: «Tú
estás lejos... no permanezcas alejado... me has respondido...» La Resurrección,
la gloria, la alabanza, estaban en su corazón aun mientras permanecía en la
cruz. Lee una vez más la tercera parte de este salmo, poniéndola en labios de
Jesús en la cruz: es una explosión de acción de gracias (Eucaristía en griego).
La víspera de su muerte, Jesús «mimó» su sacrificio en la «acción de Gracias»
de la comida Pascual. Era consciente de la enorme fecundidad de su muerte;
convidó a todos sus hermanos a tomar parte en la «comida de los pobres» para
asociarlos a la alabanza del Padre: «¡Esta es la obra del Señor!» Cada Misa realiza
este deseo.
Con nuestro tiempo: «Por qué
me has abandonado...» Esta oración la podemos hacer nuestra. Pero vayamos hasta
el final y digamos: «¡los que buscan al Señor le alabarán... a vosotros, vida y
felicidad... Yo vivo para El... He ahí la obra de Dios!».
Segunda
lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 18-24
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.
En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestro corazón
ante él, en el caso de que nos condene nuestro corazón y lo conoce todo. Queridos,
si el corazón no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Cuanto pidamos
lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le
agrada. Y este es su mandamiento; que creamos en el nombre de su Hijo,
Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda
sus mandamientos permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Textos paralelos.
Hijos míos, no amemos de palabra, solo con la
boca.
St 1, 22: Sed ejecutores del mensaje
y no solo oyentes que se hacen ilusiones.
Mt 7, 21: No todo el que me
diga ¡Señor, Señor! entrará en el reino de Dios, sino el que cumpla la voluntad
de mi Padre del cielo.
Está por encima de nuestra
conciencia.
1 Jn 4, 4: Nosotros lo hemos
contemplado y atestiguamos que el Padre envió a su Hijo como salvador del
mundo.
Obtendremos de él todo lo
que pidamos.
Mt 7, 7-11: Pedid y os darán,
buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; pues quien pide recibe, quien busca
encuentra, a quien llama le abren. ¿Quién de vosotros, si su hijo le pide pan,
le da una piedra¿, ¿o si le pide pescado, le da una culebra? Pues si vosotros,
con lo malo que sois, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más
dará vuestro Padre del cielo cosas buenas a los que se las pidan!
Jn 14, 13-14: Y lo que pidáis
alegando mi nombre lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del
Padre. Si pedís algo alegando mi nombre, yo lo haré.
Y hacemos lo que le
agrada.
Jn 8, 29: El que me envió está
conmigo y no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Según el mandamiento que
Él nos dio.
Jn 13, 34: Os doy un
mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado: amaos así
unos a otros.
Quien guarda sus
mandamientos mora en Dios y Dios en él.
Jn 15, 17: Esto es lo que os
mando, que os améis unos a otros.
Mora en Dios y Dios en
él.
1 Jn 1, 3: Lo que vimos y oímos
os lo anunciamos también a vosotros para que compartáis nuestra vida, como
nosotros la compartimos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
1 Jn 1, 7: Pero si caminamos en
la luz, como él está en la luz, compartimos nuestra vida y la sangre de su Hijo
Jesús nos limpia de todo pecado.
En esto conocemos que
mora en nosotros.
Jn 14, 21-23: Quien conserva y
guarda mis mandamientos, ese si que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, lo
amaré yo y me manifestaré a él. Le dice Judas (no el Iscariote): ¿Qué pasa que
te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? Jesús le contestó: Si alguien me
ama cumplirá mi palabra, mi Padre lo amará, vendremos a él y habitaremos en é.
En que nos hay dado el
Espíritu.
Jn 4, 13: Le contestó Jesús: El
que bebe de esta agua vuelve a tener sed; quien beba del agua que yo le daré no
tendrá sed jamás, pues el agua que le daré se convertirá dentro de él en
manantial que brota dando vida eterna.
Notas
exegéticas.
3 18 Esta fórmula propone dos
aspectos esenciales del amor: para ser auténtico, debe traducirse en hechos
concretos; pero solo será verdaderamente cristiano si prolonga en las vidas el
amor de Dios manifestado en Cristo.
3 19 (a) Variante (Vulgata): “sabemos”.
3 19 (b) Juan da a la “verdad” un
sentido muy amplio que abarca fe y amor. Son “de la verdad” los que creen, los
que aman. Ver 2 Jn 4-6; 3 Jn 3-8.
3 20 El hombre que escucha los
reproches de su conciencia (lit.: “su corazón” sabe que Dios lo conoce todo y
que él es el Amor que por lo mismo es más clarividente y magnánimo que nuestra
conciencia. Pero se presupone la práctica del amor y los mandamientos. Otra
traducción: “y ante él persuadiremos a nuestra conciencia, en caso de que ésta
nos condene, de que Dios es mayor que nuestra conciencia y que conoce todo”.
3 23 Lit. “que creamos en el nombre
de su Hijo…”. Por primera vez en la epístola, el autor utiliza aquí el verbo “creer”,
con el fin de preparar la sección dedicada a la fe y al discernimiento de los espíritus.
Todavía no se trata propiamente de la fe interior cono en 5, 1-13, sino de la
adhesión comunitaria a un credo. Como ocurre con el verbo “creer” en el v.
precedente, también la palabra “Espíritu” es mencionada aquí por primera vez.
Jn no alude a los dones carismáticos, ni siquiera directamente, al parecer, a
la experiencia personal del Espíritu en nosotros (ver Rm 8, 16). Piensa más
bien en el Espíritu que suscita nuestra confesión de fe y nuestro amor fraterno
y, nos permite así reconocer que estamos en comunión con Dios.
Comentario.
-Pensamiento
joánico:
Amor que procede de
Dios.
Mandamiento del
amor, como expresión máxima del conocimiento de Dios.
No se puede amar de
palabras, sino de obras.
-Corazón:
4 veces.
Pensamiento bíblico:
Corazón:
Lugar de la
interioridad, no de los sentimientos.
Lugar donde se juega
la verdad o la mentira de la persona.
Dios juzga el
corazón de las personas, su interioridad.
-Si el corazón no
nos condena:
Si llevamos una vida
conforme a los mandamientos de Dios: sencillez y honestidad.
Dios no nos va a
condenar.
-Confianza en Dios:
Salmos: salmos de
confianza.
Conexión entre
corazón y mandamientos.
Patente en la
obediencia a los mandamientos y la seguridad de que él no falla.
-Mandamientos:
En clave de amor.
-Permanencia:
Dios permanece en el
creyente que ama.
El amor es
permanente.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento
que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé
más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado;
permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por
sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da
fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que se seca; luego los
recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria
mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.
Textos paralelos.
Yo soy la vid verdadera.
Is 5,1-7: Voy a cantar en
nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en
fértil collado. La entrecavó, la descantó[1] y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar.
Y esperó que diera uvas, pero dio agrazones. Pues ahora, habitantes de Jerusalén,
hombres de Judá, por favor, sed jueces entre mí y mi viña. ¿Qué más cabía hacer
por mi viña que yo no haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio
agrazones? Pues ahora os diré a vosotros lo que voy a hacer con mi viña: quitar
su valla para que sirva de pasto, derruir su cerca para que la pisoteen. La
dejaré arrasada: no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos;
prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella. La viña del Señor de los ejércitos
es la casa de Israel, son los hombres de Judá su plantel preferido. Esperó de
ellos derecho y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis:
lamentos.
El corta todo sarmiento.
Mt 15, 13: Él respondió: Toda
planta que no plantó mi padre del cielo será arrancada.
Limpia todo el que da
fruto.
Is 18, 5: Porque antes de la
vendimia, concluida la floración, cuando la cierna se vuelve agraz que va
madurando, cortará los zarcillos[2] con la podadera, arrancará y arrojará los sarmientos.
Vosotros estáis ya
limpios.
Jn 13, 10: Le responde Jesús:
El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues el resto está
limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.
Gracias a la palabra que
os he dicho.
Jn 3, 11: Te lo aseguro:
hablamos de lo que sabemos, atestiguamos lo que hemos visto, y no aceptáis
nuestro testimonio.
Permaneced en mí.
Jn 6, 56-57: Quien come mi
carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió
y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí.
Dará mucho fruto.
Jn 15, 16: No me elegisteis
vosotros; yo os elegí y os destiné a ir y dar fruto, un fruto que permanezca;
así, lo que pidáis al Padre alegando mi nombre yo os lo concederé.
Porque separados de mí
nada podéis hacer.
Jn 1, 3: Todo existió por medio
de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe.
Luego los recogen.
Ez 15, 1-8: Me dirigió la
palabra el Señor: Hijo de Adán, ¿en qué gana la vid a los demás arbustos
silvestres? ¿Sacan de ella madera para cualquier labor? ¿Sacan acaso clavos
para colgar la vajilla? Si la echan a la lumbre para cebarla, y el fuego le
devora las puntas y el centro se quema, ¿para qué labor valdrá? Si cuando estaba
entera no hacía ningún avío, cuando la queme el fuego y la devore aún sacarán
de ella menor partido. Por tanto, esto dice el Señor: Igual que el leño de la
vid silvestre que echó a la lumbre para cebarla, así echaré a los habitantes de
Jerusalén; me encararé con ellos.
Los echan al fuego para
que ardan.
Mt 3, 10: El hacha está ya
aplicada a la cepa del árbol: árbol que no produzca frutos buenos será cortado
y arrojado al fuego.
Mt 13, 30: Dejad que crezcan
juntas hasta la siega. Cuando llegue la siega, diré a los segadores: Recoged
primero la cizaña, atadla en gavillas y echadla al fuego; el trigo lo metéis en
mi granero.
Mt 13, 40: Como se recoge la
cizaña y se echa al fuego, así sucederá al fin del mundo.
Pedid lo que queráis y lo
conseguiréis.
Jn 14, 13: Y lo que pidáis
alegando mi nombre lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del
Padre.
1 Jn 5, 14: Nos dirigimos a
Dios con la confianza de que, si pedimos algo según su voluntad, nos escuchará.
La gloria del Padre está
en que deis mucho fruto y seáis mis discípulos.
Mt 5, 16: Brille vuestra luz
ante los hombres, de modo que, al ver vuestras obras, glorifiquen a vuestro
Padre del cielo.
Rm 7, 4: Nos consta que la ley
es espiritual, pero yo soy carnal y estoy vendido al pecado.
Notas exegéticas
Biblia de Jerusalén.
15 1 Sobre la imagen de la viña, ver
Jn 2, 21, Is 5. Jesús la emplea en los Sinópticos como parábola del Reino de
los cielos y hace del “fruto de la vid” la eucaristía de la nueva alianza. Aquí
se proclama a sí mismo la verdadera vid cuyo fruto, el verdadero Israel, no
causará decepción a las esperanzas divinas.
15 2 El fruto es la santidad de una
vida fiel a los mandamientos, especialmente al mandamiento del amor.
15 3 O bien: “podados”. La misma raíz
designa en griego la poda y la pureza.
15 4 Para el ser humano “permanecer”
consiste en referirse con firmeza a lo que se ha recibido en el pasado,
mantenerlo en el presente y prever el futuro en función de ello. En este mismo
sentido el creyente permanece en la palabra, en el amor, en la luz y en Dios.
Por la otra parte, para Dios o para Jesús, “permanecer” expresa la estabilidad
de los dones de la salvación concedidos a los creyentes.
15 5 Sin negar la realidad y el valor
propio de las empresas humanas, hay que reconocer que pueden caer finalmente en
el vacío, si quienes las realizan no están en comunión con Cristo, único que
puede conferir a sus vidas un valor de eternidad.
15 8 Variante: “y así seréis mis
discípulos”. – Y entonces el Padre es “glorificado en el Hijo”.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
15 1
Nueva
fórmula de revelación de Jesús (“YO SOY”). Ahora, con la imagen bíblica de LA
VID, símbolo de la unión vital de Cristo y los cristianos, y de los cristianos
entre sí. La comunidad de creyentes en Jesús es el nuevo Israel que sustituye
al antiguo, viña devastada (cf. Is 5, 1-7). San Pablo habla del cristiano que
se une a Cristo en el bautismo, con la imagen vegetal de una rama tierna que se
injerta en el tronco (cf. Rm 6, 5); aunque prefiere expresar la misma realidad con
otra imagen: la del “cuerpo místico”.
2-3 SIN DAR FRUTO: lit. no
llevando fruto; en griego es participio con valor de oración condicional: si
no da fruto… // En el original hay un juego de palabras: limpiar es poder
(aquí se habla de la limpieza de un vegetal). // LA ENSEÑANZA: cf. “la
doctrina que expuse”: 12, 47s. La adhesión a esa doctrina, la fe en Jesús al
someterse a su palabra, es lo que limpia al discípulo. El FRUTO es el
amor de caridad, manifestación externa de la fe en Jesús.
4 QUEDAOS: permaneced,
seguid. Diez veces usa Jn este verbo en los vs. 4-10, con el significado de
adherirse a Cristo y perseverar fielmente a esa adhesión.
5-6 EL QUE SE QUEDA EN
Cristo por la fe, vive y actúa como vive y actúa Cristo, movido por el mismo
Espíritu. // SE LE ECHA FUERA…, SE SECA: lit. en tiempo verbal aoristo – quizás
porque indica dramáticamente lo inmediato de la acción (Moule) - , que ha sido
entendido diversamente por diversos gramáticos: como aoristo proléptico[3] (Mandilaras), o gnómico (V. Psani), etc.
7 El discípulo que permanece
en Cristo, puede pedir lo que quiera; en realidad, pedirá lo que pide
Jesús: en la línea del fruto (fe-caridad) que hay que producir, en
sintonía con lo que agrada al Padre.
8 ES GLORIFICADO: lit.
en tiempo verbal aoristo (aoristo proléptico).
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
15, 1-17 La alegoría de la vid y los
sarmientos, tan arraigada en el Antiguo Testamento (Is 5, 1-7), ilustra las
enseñanzas de Cristo sobre el buen discipulado. Para extender el reino de dios se
requiere dar fruto, es decir, el arrepentimiento y el compromiso con la vida
cristiana; requiere una unión íntima con Dios a través de la Eucaristía (la
vid) y la palabra de Dios. Ser discípulo de Cristo implica estar unido a Cristo
para recibir de él vida y alimento. Él vivirá en nosotros y nosotros en él, y,
en Cristo, estaremos unidos los unos a los otros. El Catecismo caracteriza
al Espíritu Santo como la “savia de la vid del Padre”, que nos ayuda a estar en
comunión con Cristo y a dar fruto. Cat. 755, 859, 864, 1108, 1988.
15, 3 Escuchar la palabra de Dios con
el deseo de conocer y vivir por la verdad purifica al que la escucha. Cat. 517.
15, 5 El éxito del trabajo de
evangelización de la Iglesia pone en juego también las vidas espirituales de
los evangelizadores. Por esa razón los santos han sido los mejores impulsores
del Evangelio. Sin mí no podéis hacer nada: Un sarmiento no puede crecer
separado de la vid. Solo podemos dar fruto, es decir, alcanzar la santidad
personal, hacer buenas obras y guardar los mandamientos por medio de la gracia
de Dios. Cristo es la fuente del trabajo de la Iglesia, tanto del ministerio
llevado a cabo por los ministros ordenados, como del apostolado de los laicos,
ya que ellos se esfuerzan por iluminar con la luz de Cristo a sus familias y
amigos. El amor de Cristo en sus discípulos es lo que se transmite a otros
corazones. Cat. 308, 737, 787, 2074, 2732.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
Con razón habló Jacob de “uva”
(cf. Gn 49, 11), ya que Cristo fue colgado de la cruz como una uva. Él es la
vid y la uva: vid atada a la cruz, porque de su costado abierto por la lanza
del soldado manó sangre y agua (Jn 19, 34) … El agua nos ha lavado y la sangre
nos ha rescatado.
Ambrosio, Sobre los patriarcas,
4, 24. 4b, pg. 217.
La vid produce el vino, como el
Logos da la sangre, y ambos son bebida saludable para el hombre: el vino, para
el cuerpo; la sangre, para el alma.
Clemente de Alejandría, El
pedagogo, I, 15, 3. 4b, pg. 218.
El quiere mostrar lo provechoso
que es amar, el estar atado al amor por Él y cuánto ganamos por estar unidos a
Él. A modo de ilustración dice que Él es la vid y llama sarmientos a los que
están unidos a Él, fijos y enraizados en cierto modo en Él, hechos ya
partícipes de su naturaleza por la participación del Espíritu Santo.
Clemente de Alejandría, Comentario
al Ev. de Juan, 10, 2. 4b, pg. 218.
Es propio de la vid alimentar a
sus propios sarmientos y es propio del agricultor cuidarla. Pero si pensamos
rectamente, pensaremos realmente que ni aquello sin el Padre ni esto otro sin
el Hijo o sin el Espíritu Santo mantendría en pie al conjunto: en efecto, todo
viene del Padre por medio del Hijo en el Espíritu, como habíamos dicho. Con
grandísimo acierto, también ahora el Salvador llamó agricultor al Padre.
Cirilo de Alejandría, Comentario
al Ev. de Juan, 10, 2. 4b, pg. 218.
El mismo Señor pone de
manifiesto su modo de actuar al describir alegóricamente la multiplicidad y
utilidad de sus cuidados… Si la vid no es podada se vuelve silvestre; y con el
hombre pasa lo mismo. El Logos, que es el machete que poda, limpia cortando las
ramificaciones lujuriosas y encauzando las energías vitales, para que den fruto
y no se pierdan en simples deseos.
Clemente de Alejandría, El
Pedagogo, I, 66, 4-5. 4b, pg. 220.
San Agustín.
Los sarmientos están en la vid
de tal modo que, sin darle ellos nada a ella, reciben de ella la savia que les
da vida; a su vez la vid está en los sarmientos proporcionándoles el alimento
vital, sin recibir nada de ellos. De la misma manera, tener a Cristo y
permanecer en Cristo es de gran provecho para los discípulos, no para Cristo;
porque, arrancando un sarmiento, puede brotar otro de la raíz viva, mientras
que el sarmiento cortado no puede tener vida sin la raíz.
Los sarmientos son tanto más despreciables
fuera de la vid cuanto más gloriosos unidos a ella. Como dice el Señor por boca
del profeta Ezequiel, cortados de la vid son enteramente inútiles para el
agricultor y no sirven al carpintero. El sarmiento ha de estar en uno de esos
dos lugares: o en la vid o en el fuego; si no está en la vid estará en el
fuego. Permanezca, pues, en la vid para librarse del fuego.
Permaneciendo unidos a Cristo,
¿qué otra cosa puede querer sino lo que es conforme a Cristo? Estando unidos al
Salvador, ¿qué otra cosa pueden querer sino lo que no es extraño a la
salvación? En cuanto estamos unidos a Cristo queremos unas cosas y en cuanto
estamos aún en este mundo queremos otras. Por el hecho de vivir en este mundo,
a veces nos viene la idea de pedir algo cuyo daño desconocemos. Nunca tengamos
el deseo de que se nos conceda, si queremos permanecer en Cristo, el cual no nos
concede sino aquello que nos conviene. Permaneciendo pues, en él y reteniendo
en nosotros sus palabras, pediremos cuanto queramos, y todo nos será concedido.
Porque si no obtenemos lo que pedimos, es porque no pedimos lo que permanece en
él ni lo que se encierra en sus palabras, que permanecen en nosotros, sino que
pedimos lo que desea nuestra codicia y la flaqueza de la carne.
Comentario al evangelio de San Juan 81. I, pg. 555-558.
Si, pues, no dispones de tiempo
para escudriñar todas las páginas santas, para quitar todos los velos a sus
palabras y penetrar en todos los secretos de las Escrituras, mantente en el
amor, del que pende todo; así tendrás lo que allí aprendiste y también lo que
aún no has aprendido. En efecto, si conoces el amor, conoces algo de lo que
pende también lo que tal vez no conoces. En lo que comprendes de las
Escrituras, se descubre evidente el amor; en lo que no entiendes se oculta.
Quien tiene el amor en sus costumbres posee, pues, tanto lo que está a la vista
como lo que está oculto en la palabra divina.
Sermón 350. I, pg. 560.
S. Juan de Ávila
Y para declarar que era estar en
él y en su amor, dijo: Si estuviéredes en mí, y mis palabras
estuvieren en vosotros, cualquiera cosa que quisiéredes pediréis, y os será
cumplida (Jn 15, 4-9). De manera que quien quebranta su palabra no piense que
está en su amor, ni encorporado en su cuerpo como miembro vivo; porque fija
está la sentencia de la divina Escritura, que dice: Aborrecible es a Dios el malo, y
su maldad (Sab 14, 9).
Audi, filia (II), 90, 3. OC I, pg. 732.
Y a los de Corintio dijo: Vosotros
estáis en Jesucristo (cf. 1 Cor 1, 30): El cual modo de hablar, por esta
palabra “en”, nos da a entender esta unión de Cristo y su Iglesia. Y así lo
dice el Señor por San Juan: Quien está en mí y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque sin mí ninguna cosa podéis hacer (Jn 15, 5).
Audi, filia (II), 85, 8. OC I, pg. 721.
Frescos están los sarmientos, y
llenos de fruto, cuando están vivos en la vid; y por esta comparación quiso
Cristo que entendiésemos qué tal están los suyos que están en gracia
encorporados en él (cf. Jn 15,5), porque están semejables a él, teniendo propios
bienes que reciben de él y por él, para que así se cumpla lo que dice San
Pablo, que los que han de ser salvos, ordenó Dios que fuesen conformes
a la imagen de su Hijo (Rm 8, 29).
Audi, filia (II), 90, 2. OC I, pg. 732.
San Agustín, sobre aquello de San
Juan: Ego sum vitis, vera[4] (Jn 15, 1): “El que está en la vid está en Cristo; el que está en
Cristo llámase cristiano”. Recia palabra es ésta, mas verdadera.
Lecciones
sobre 1 San Juan (II), 19. OC II, pg. 426.
Dos cosas
habemos de decir en la presente lección, conformes a las dos cláusulas que pone
el evangelista Sant Juan. La primera: En esto sabemos que estamos en Él. Y
la otra, que dice: Que debe andar como Él anduvo. Esta palabra es mucho
de San Juan: estar en Dios: Manete in Deo et Deus manet in vobis[5]
(Jn 15, 4). Esta manera de hablar en ningún evangelista la hallaréis.
Lecciones
sobre 1 San Juan (I), 8. OC II, pg. 166.
Gran consuelo es
tener confianza en aquel día. Esto, que es estar en Dios o en Jesucristo,
es término propio de San Juan, y es estar arrimado y engerido en Dios, del cual
se recibe influjo de vida de gracia, como el sarmiento que está en la vid. Ego
sum vitis vera, et vos palmites; manete in me, et ego in vobis[6]
(Jn 15, 5). Que ni Él se deshaga de nosotros, ni nosotros de Él. Pues el que
así estuviere unido e engerido[7]
con Jesucristo por fe y amor y vida nueva, no será en el juicio avergonzado.
Lecciones
sobre 1 San Juan (II), 16. OC II, pg. 415.
Ya os he dicho
que San Juan tiene términos propios de hablar; “estar en Cristo”, “estar Dios
en nosotros”, “estar en Cristo”, “estar arrimados a Cristo”. Es como un arco:
está arrimado a un poste; como una vid: está arrimada a una cepa. Así lo dijo
nuestro Señor: Yo soy vid y vosotros sois sarmientos; todo sarmiento que en
mí no hiciere fructo, esrá cortado, y metido en el fuego (Jn 15, 5-6).
Lecciones
sobre 1 San Juan (I), 17. OC II, pg. 259.
Si queremos que
Dios nos oiga en nuestras tribulaciones y oraciones, en tiempo de nuestra
prosperidad oigamos sus mandamientos. Esto es lo que nos dijo el Señor: Si
manseritis in me, et verba mea in vobis manserint, quocumque volueritis petetis
et fiet vobis[8]
(Jn 15, 7). Mirad lo que aquí os dice Jesucristo y después quejaos. Abrid las
orejas a los mandamientos de Dios y abrirá Dios las suyas a vuestros trabajos.
De esta manera, yo os doy por bien negociado.
Lecciones
sobre 1 San Juan (I), 24. OC II, pg. 339.
Como lo dijo el
Salvador el jueves de la Cena: Si estuviéredes en mí, y mis palabras quedaren
en vosotros, todo lo que quisiéredes me pideréis, y os lo daré (Jn 15, 7). ¿Queréis
que os oiga Dios? Cumplid sus mandamientos. No lo cumplís y ¿quejás que no os
oye Dios? Abrid vos las orejas a la voz de Dios, que Él abrirá las suyas a la
vuestra.
Lecciones
sobre I San Juan (II), 24. OC II, pg. 456.
Mas ser cuerpo
de Cristo y estar unido con él con tal unión que se llamen una persona y se
llamen un Cristo, esta dignidad es cosa admirable; y este no estar el hombre
arrimado así, ni tener nombre propio, ni sonar como tal, es grande ganancia y
grande riqueza; porque, en lugar de ello, en levantando el hombre a ser miembro
vivo de Jesucristo nuestro Señor y a ser llamado por nombre de Él; y por ser
oca de Cristo, es mirando del Padre con amorosos ojos y tiene cuidado como de
cosa tan conjunta a su Hijo. Y para certificarnos de aquesta verdad, dijo el
mismo Señor: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador; y a todo
sarmiento que no llevare fruto en mí, alimpiarlo ha; y a todo aquel que llevare
fruto en mí, limpiarlo ha para que lleve más fruto (cf. Jn 15, 1-2). ¿Quién
callará tales mercedes? ¿Quién agradecerá tales beneficios? ¿Quién será tan
sabio que conozca el precio que vale tener Dios tal cuidado de un hombre
incorporado en su Hijo como un sarmiento en su vid, para alimpiarlo,
corregirlo, abrigarlo, a semejanza de lo que hace un podador con la vid?
Jueves Santo.
OC III, pg. 424.
Así como un
sarmiento no puede crecer si no está asido a su vid, sino que luego se seca,
así Jesucristo predicó que es vid y que el que no estuviere asido en él, que se
secará y arderá siempre en los infiernos (cf. Jn 15, 1-7). Esto es comulgar, ser
participante de Jesucristo, ser hecho una cosa en Él.
Octava del
Corpus. OC III, pg. 789.
Cosa es de considerar
cuántas preparaciones se requieren para bien gozar de aqueste Señor, significadas
en las santas palabras que el Señor a sus discípulos el Jueves Santo en la
noche antes que los comulgarse les dijo, con las cuales les alimpió las ánimas
de las inmundicias que se les habían pegado de las ordinarias flaquezas, y
particularmente de la soberbia y contención[9]
que habían tenido, deseando ser cada uno mayor y pensando que lo merecía ser en
ausencia de su Maestro. Reprehendióles y enseñóles el Señor y no sin fruto,
pues dijo: Vosotros limpios estáis por la palabra que os he hablado (Jn
15,3).
Santísimo
Sacramento. OC III, pg. 665.
Vid y sarmientos
con un jugo se mantienen; cabeza y cuerpo con una virtud[10]
se sustentan: el Espíritu de Cristo y de los que en Él están incorporados todo
es uno. El es la vid, y sus miembros son los sarmientos. Yo soy puerta (cf.
Jn 15, 5), quien quisiere al Espíritu Santo, entre por mí.
Domingo de
Pentecostés. OC III, pg. 356.
Decid: – ¿Quién
sustenta a quién? ¿La cepa al sarmiento o el sarmiento a la cepa? ¿Quién recibe
jugo de quién? ¿La cepa del sarmiento o el sarmiento de la cepa? – El sarmiento
no sustenta a la cepa ni le da jugo, antes la cepa sustenta al sarmiento. Pues Cristo
es la cepa, y Él os sustenta y da ser (cf. Jn 15, 5).
En la Infraoctava
del Corpus. OC III, pg. 638.
Pues, si no
estuviera en Él, ¿qué fuera de mí? Si el sarmiento no permaneciere en la
vid, no escapará del fuego?; y si no estuvieres en Jesucristo, no escaparás
del infierno.
Domingo
infraoctava de la Ascensión. OC III, pg. 339.
San Juan de
la Cruz.
Amado, y me
dejaste con gemido? Llámale Amado para más moverle e inclinarle a su ruego,
porque cuando Dios es amado, con grande facilidad acude a las peticiones de su
amante. Y así lo dice él por san Juan diciendo: Si permaneciéredes en mí,
todo lo que quisiéredes pediréis (15, 17) y hacerse ha.
Cántico
espiritual 1, 12. Pg. 581.
Comentario Homilética
-“Levantaos,
vámonos de aquí”:
Frase
inmediatamente anterior al evangelio de hoy.
Juan 13 y 14:
Despedida de
Jesús.
Promesa del
Espíritu y la Paz.
Tiempo de los
discípulos:
Levantarse e
irse:
Llamada al
compromiso discipular.
Permanecer en
Cristo y dar fruto.
-Discursos de
Jesús (Jn 13-17):
Preparación de:
La Pasión,
Muerte y Resurrección de Jesús.
La futura
misión de los discípulos.
-Partes:
1ª (vv. 1-4):
permanecer en él.
2ª (vv. 5-7):
destino infértil del que no permanece en Jesús (v. 6).
Conclusión
(b.8): los frutos de los discípulos (finalidad).
-Palabras:
Permanecer en
Cristo: 7 veces.
Dar frutos: 6
veces.
Padre: abre y
cierra.
La vid:
Antiguo
Testamento: imagen de Israel como Pueblo de Dios.
En Jesús nace
el verdadero pueblo de Dios.
Creyente:
radicado en su persona y proyecto.
MISA DE NIÑOS. VI DOMINGO DE T.P. VIRGEN
DE LOS DESAMPARADOS Y JORNADA DE VALENCIA MISIONERA..
Monición de entrada.
Buenos días.
La misa es la reunión de las personas que nos queremos como
hermanas y hermanos, porque sabemos que donde hay amor allí está Jesús.
Además hoy es la fiesta de la Virgen de los Desamparados,
la mamá de todos los valencianos que tiene una iglesia en Valencia y muchas
capillas en las iglesias de la diócesis.
Y el Día de Valencia Misionera, en la que nos acordamos
de los valencianos que están en otros países hablando de Jesús a las personas y
ayudándoles a tener iglesias, escuelas, hospitales y todo lo que necesitan.
Por eso les vamos a ayudar con la colecta y rezando por
las misioneras y misioneros valencianos.
Señor, ten piedad.
Tú que eres el espejo de Dios. Señor, ten piedad.
Tú que nos quieres más que nadie. Cristo, ten piedad.
Tú que nos cuidas. Señor, ten piedad.
Homilía:
Les entregamos dos bloques de fichas. En la primera hay
el nombre de una misionera o misionero valenciano con una pista y en la otra el
nombre de un país. Pueden ser los que conozcamos o estos: Juan Salvador, vivo en
un país que tiene un río muy grande y su selección de fútbol es de las mejores
del mundo – Brasil; Esperanza Calabuig – el país ayudo a las personas que están
solas es una isla con unas playas muy buenas, además hay muchos de ellos que
viven en nuestros pueblos y barrios – Cuba; Mari Carmen Izquierdo, ayudo dando
comida a las personas y en mi país se habla español, tiene un monte con unas ruinas
de los incas y su nombre tiene estas consonantes PR – Perú; Carmen Sancho, ayudo
a las personas con medicinas y mi país no hay indios, pero a los indios se les
llama como si fuesen de él – India; Felisa Alcocer, ayudamos en la iglesia, en
el catecismo y a las niñas y niños que nos necesitan, mi país es de África y
tiene estas consonantes: BRKN FS – Burkina Faso; Enrique Sarneguet, soy sacerdote,
antes de venir a este país a decir misa y ayudar a los pobres estuve en Alcoy, Montaverner,
Alfarrasí y Bufali como sacerdote, el mío es un país muy, muy largo, su nombre
se parece a chicle – Chile.
Después les hablamos de lo que ellos hacen, de la
importancia que tiene el ayudar a las personas a conocer a Jesús y como gracias
a las misioneras y misioneros, y a hablarles de Jesús, ahora que hay menos
sacerdotes, tenemos ayuda de las personas a las que ellos ayudaron, como son
los sacerdotes de fuera de España que están en las parroquias.
Lo relacionamos con las lecturas: ¿por qué hay
valencianas y valencianos que se van de España a estos países? Porque se
sienten muy queridos por Jesús que cuida de ellos y quieren hacer caso a lo que
nos ha dicho san Juan en la segunda lectura.
Además ellos son como la Virgen de los Desamparados,
cuidan de las personas que no tienen todo lo que nosotros tenemos.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco para que lo cuides mucho. Te lo pedimos
Señor.
-Por las personas que tienen cargos en la Iglesia, para
que obedezcan lo que les dice el Espíritu Santo . Te lo pedimos Señor.
-Por las personas que quieren que todos piensen como
ellas, para que entiendan que Dios quiere a todas las personas que le aman y
aman a los demás. Te lo pedimos, Señor.
-Por las personas que están enfermas, para que sientan
como la Virgen de los Desamparados les cuida y se curen. Te lo pedimos, Señor.
-Por las misioneras y misioneros valencianos, para que
sigan dando ejemplo del amor que Dios tiene a los que viven en los países
pobres. Te lo pedimos Señor.
-Por nosotros para que queramos a todos como Jesús nos
quiere. Te lo pedimos Señor.
Acción de gracias.
Ante la imagen de la Virgen de los
Desamparados rezamos la oración de D. Marcelino Olaechea.
Ampáranos, Señora y Madre
nuestra.
Ampara a nuestras familias,
a nuestra España,
a nuestro mundo actual.
Aleja guerras y discordias.
Une los corazones divididos
con la alegría de sentirse,
junto a Ti, hijos tuyos.
Da, a los que tienen y pueden,
ojos de misericordia y corazón
abierto.
Da a todos pan, abrigo y
amoroso hogar.
Da salud a los enfermos,
paciencia en el dolor a los
que sufren,
consuelo a los tristes,
ilusión a quienes la han
perdido.
Aparta de las mentes el error,
y de los corazones la
debilidad.
Mueve a los pecadores a volver
en sí,
y a los justos a virtud más
alta.
Haz que vivamos cantándote y
que vayamos,
con tu nombre en los labios,
a contemplarte en la Gloria
junto a tu Hijo Jesucristo,
que con el Padre y el Espíritu
Santo
vive y reina Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
EXPERIENCIA.
Busca un lugar adecuado,
tu habitación, tu rincón preferido de tu casa, el patio, un árbol, un sendero.
Jesús te acompaña, está a tu lado. Escucha los sonidos del entorno. Acógelo realizando
la señal de la cruz para que Él esté en tu mente, tu boca y tu corazón.
Pídele a Cristo que te
envíe el Espíritu Santo, respira profundamente, al inspirar siente que su Espíritu,
el aliento de vida de Dios sobre el barro del primer ser humano, Adán, entra en
ti. Al expirar expulsa todo lo que hay de negatividad en tu interior, las toxinas
que dañan tus neuronas.
Sobre una hoja de papel
o pensándolo, a modo de lluvia de ideas, durante dos minutos responde a esta
pregunta: ¿qué harías tú para cambiar el mundo?
Visualiza el vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=rOCftVc8YS0
Por segunda vez míralo
fijándote en las frases anotadas: ¿añadirías alguna a las tuyas?
Piensa el tiempo que
necesites en ello, repite el vídeo completo las veces que consideres oportuno,
sin prisas, con serenidad, pausadamente, tomando conciencia del ritmo de tu
respiración, el soplo que mantiene en vida. Es Dios quien mantiene en
funcionamiento el fuelle.
REFLEXIÓN.
Lee el evangelio de este domingo.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
-Yo soy la verdadera vid,
y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y
a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis
limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque
sin mí no podéis hacer nada. Al que se seca; luego los recogen y los echan al
fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros,
pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que
deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.
Visualiza de nuevo el vídeo.
¿Qué relación hay entre el
vídeo y el evangelio?
Imagina el lugar, Jesús, los Once,
los manteles, sin las copas ni los platos ni las viandas.
Cierra los ojos, intenta
recordar alguna frase. Si no lo consigues, búscala en el texto.
Pregúntate qué dice y qué te
dice. Saboréala.
En el silencio de la oración
siente esta unión con Jesús. Toma de nuevo conciencia de tu respiración, repite
la frase acompasada con ella.
¿Qué te aporta ser Junior y de
la parroquia a tu vida?
COMPROMISO.
¿Qué puedo hacer para intensificar mi relación
con Jesús.
CELEBRACIÓN.
https://www.youtube.com/watch?v=zRyi3dPuo9k
Entra aquí.
Es la Adoración
Eucarística en Vivo retransmitida en directo por los Franciscanos Conventuales
desde la Capilla de la Parroquia Inmaculada Concepción de Buenos Aires.
Permanece en silencio el tiempo que necesites, abandonándote en el amor de
Cristo como el sarmiento se abandona en la corriente de savia que discurre
desde la cepa.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio
según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio
según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.
San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados
de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca.
1992.
Francisco. Fratelli Tutti. www.vatican.va
Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía
de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.
Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas.
Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
http://www.vatican.va/content/vatican/es.html
[1] Descantar: 1. Limpiar
de cantos (// trozos de piedra). www.rae.es
[2] Zarzillo: 3. Botánica.
Cada uno de órganos largos, delgados y volubles que tienen ciertas plantas y
que sirven a estas para asirse a tallos u otros objetos próximos, y que pueden
ser de naturaleza caulinar [perteneciente o relativo a tallo], como en la vid,
o foliácea [perteneciente o relativo a las hojas de lsa plantas], como en la calabacera
o el guisante. www.rae.es
[3] Aoristo: forma verbal griega intemporal, se refiere generalmente
al pasado, pero sin aspecto de duración. Aoristo gnómico (sentencioso):
usado en máximas y frases sentenciosas; con frecuencia equivale a un presente
(se trata de una acción que suele repetirse, etc.: “Un hombre echó en su
huerto un grano de mostaza” (Lc 13, 19). Proléptico: anticipa una acción
futura, normalmente momentánea, fulmínea. Otros lo denominan “profético” (“Se secó”
= “Se secará”; Jn 15, 6. Nota del autor.
[4] Yo soy la vid
verdadera. Traducción editor.
[5] Permaneced en Dios y
Dios permanecerá en vosotros. Ib.
[6] Yo soy la vid verdadera
y vosotros los sarmientos; permaneced en mí y yo en vosotros.
[7] Engerir: 1. Verbo
transitivo desusado injerir. www.rae.es
[8] Si permanecéis unidos a
mí y mi palabra permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo tendréis.
[9] Contención: 2.
Contienda, disputa entre varios.
[10] Virtud: 4. Poder o
potestad de obrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario