Lectura
del segundo libro de Samuel 5, 1-3.
En
aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebrón y
le dijeron:
-Hueso
tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros,
eras tú el que dirigía las salinas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor
te ha dicho: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”.
Los
ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con
ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de
Israel.
Lectura del llibre de Samuel 5, 1-3.
En aquells dies les tribus d’Israel anaren a trobar David a Hebron
i li digueren:
-Som família teua, som os del teu os i carn de la teua carn. Ja
abans, mentre Saül era el nostre rei, tu conduïes les tropes d’Israel quan anàvem
a la guerra i quan en tornaven, i el Senyor et digué: “Tu pastaràs Israel, el
meu poble, seràs el seu sobirà”.
Així, quan els ancians d’Israel anaren a trobar el rei a Hebron,
el rei David va fer amb ells un pacte davant el Senyor i l’ungiren rei d’Israel.
Paraula de Déu.
Comentario.
-Tribus del centro y norte de
Israel:
Piden a David que reine sobre
ellas y las del sur.
-3 unciones reales recibidas
por David:
1 Sam 16, 13: en Belén por
Samuel cuando es escogido entre sus hermanos.
2 Sam 2, 4: en Hebrón por la
tribu de Judá, tras la muerte de Saúl.
2 Sam 5, 3: en Hebrón por las
otras tribus, tras la muerte del hijo de Saúl Isboset.
-A continuación conquista
Jerusalén (2 Sam 5, 6-12) y la convierte en la capital de su reino.
-Figura de David y su reino:
Uno de los puntos centrales de
la teología de Israel.
Mesianismo de David:
Punto de partida: profecía de
Natán (2 Sam 7).
Fundamento: fidelidad de Dios a
la promesa hecha a David.
Dimensiones: histórica,
profética, sacerdotal, escatológica y cristológica.
Salmo responsorial
Sal 122 (121).
Vamos
alegres a la casa del Señor. R/.
¡Qué
alegría cuando me dijeron:
“Vamos
a la casa del Señor”!
Ya
están pisando nuestros pies
tus
umbrales, Jerusalén. R/.
Allá
suben las tribus,
las
tribus del Señor,
según
la costumbre de Israel,
a
celebrar el nombre del Señor;
en
ella están los tribunales de justicia,
en
el palacio de David. R/.
Sal 122 (121).
Quina
alegria quan em van dir:
“Anem
a la casa del Senyor”. R/.
Quina
alegria quan em van dir:
“Anem
a la casa del Senyor”.
Ja
han arribat els nostres peus
al
teu llindar, Jerusalem. R/.
Jerusalem,
ciutat ben construïda,
conjunt
harmoniós;
és
allà que pugen les tribus,
les
tribus del Senyor. R/.
A
complir l’aliança d’Israel,
a
lloar el nom del Senyor.
Allí
hi ha els tribunals de justícia,
els
tribunals del palau de David. R/.
Notas exegéticas.
122 Deteniéndose a las puertas de la
ciudad santa, los peregrinos le dirigen un saludo: Shalóm (“paz”)
jugando con la etimología popular de Jerusalén: “ciudad de paz”. La paz deseada
formaba parte de las esperanzas mesiánicas. El amor a la santa Sión es un rasgo
de la piedad judía.
122 3 Jerusalén sólidamente
restaurada. Ne 2, 17, es el símbolo de la unidad del pueblo elegido (versiones:
“donde la comunidad es una”) y figura de la unidad d ela Iglesia. – Otra interpretación
podría ser: “sólidamente unificada”, aludiendo a la sólida muralla, construida
por Ezequías y halla en las excavaciones de Jerusalén, mediante la cual se unían
a la ciudad los antiguos barrios extramuros.
Segunda
lectura.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1,
12-20.
Hermanos:
Demos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las
tinieblas, y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor, por cuya sangre hemos
recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y dominaciones,
principados y potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a
todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo de la
Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el
primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por
él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la
tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta de sant Pau als cristians de Colosses 1, 12-20.
Germans:
Donem gràcies al Pare, que vos ha fet dignes de tenir part en l’heretat
del poble sant, en el Regne de la llum. Ell ens alliberà del poder de les
tenebres i ens traspassà al Regne del seu Fill estimat, en qui tenim el nostre
rescat, el perdó dels nostres pecats.
Ell és imatge del Déu invisible, engendrat abans de tota la
creació, ja que Déu ha creat totes les coses per ell, tant les del cel, com les
de la terra, tant les visibles com les invisibles, trons, sobirans, governs i
potestats.
Déu ha creat tot l’univers per ell i l’ha destinat a ell. Ell
existeix abans que tot, i tot es manté unit gràcies a ell. Ell és també el cap
del cos, que és l’Església. Ell n’és l’origen, és la primícia dels qui retornen
d’entre els morts, perquè ell ha de ser en tot el primer.
Déu volgué que residís en ell la plenitud de tot el que existeix;
per ell Déu volgué reconciliar-se tot l’univers, posant la pau en tot el que hi
ha tant a la terra com al cel, per la sang de la creu de Jesucrist.
Paraula de Déu.
Comentario.
-Himno cristológico:
Vv. 15-20.
Podría remontarse a una liturgia bautismal
previa a Pablo:
Teología y cristología no es propia del
apóstol.
-Él:
Pronombre que más se repite.
Primer pronombre se refiere Dios Padre: “Él
nos ha sacado”.
El resto a Jesucristo: “imagen, cabeza,
principio”, etc.
-Estructura:
Acción de gracias (vv. 12-14).
Himno cristológico (vv. 15-20):
Cosmológica (vv. 15-17)
Eclesial (vv. 18-20).
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según Lucas 23, 35-43.
En aquel tiempo, los
magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
-A otros ha salvado;
que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.
Se burlaban de él
también los soldados que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
-Si eres tú el rey de
los judíos, sálvate a ti mismo.
Había también por
encima de él un letrero: “Este es el rey de los judíos”. Uno de los malhechores
crucificados lo insultaba diciendo:
-¿No eres tú el Mesías?
Sálvate a ti mismo y a nosotros.
Pero el otro
respondiéndole e increpándolo, le decía:
-¿Ni siquiera temes
tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente,
porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho
nada malo.
Y decía:
-Jesús, acuérdate de
mí cuando llegues a tu reino.
Jesús le dijo:
-En verdad te digo:
hoy estarás conmigo en el paraíso.
X Lectura de l’Evangeli segons sant Lluc 23, 35-43.
En aquell temps les autoritats i la gent que s’ho
estava mirant es reien de Jesús clavat en creu i deien:
-Ell, que en salvava d’altres, que se salve
ell mateix, si és el Messies de Déu, l’Elegit.
Els soldats també se’n burlaven: tot oferint-li
vinagre, li deien:
-Si ets el rei dels jueus, salva’t a tu
mateix.
Sobre ell hi havia un rètol que deia:
-El rei dels jueus.
Un dels criminals penjats a la creu, també li
deia insultant-lo:
-No ets el Messies? Salva’t a tu mateix i a
nosaltres.
Però l’altre, reptant-lo, li respongué:
-Tu que estàs sofrint la mateixa pena tampoc
no tens temor de Déu? I nosaltres ens ho mereixíem, perquè estem sofrint el
castic que ens correspon pel que hem fet, però aquest no ha fet res de mal.
I deia:
-Jesús, recordeu-vos de mi, quan arribeu al vostre
Regne.
Jesús li respongué:
-T’ho dic amb tota veritat: Avui seràs amb mi
al paradís.
Paraula del Senyor.
Textos
paralelos.
Mc 15, 29-32a |
Mt 27, 39-43 |
Lc 23, 35-38 |
Los que pasaban lo
injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: -Tú que destruyes
el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la
cruz. De igual modo, también
los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose: -A otros ha
salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel,
baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos. |
Los que pasaban,
lo injuriaban, y meneando la cabeza, decían: -Tú que destruyes
el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo
de Dios, baja de la cruz. Igualmente los
sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban también
diciendo: -A otros ha
salvado y él no se puede salvar. ¡Es el Rey de Israel!, que baje ahora de la
cruz y le creeremos. Confió en Dios, que lo libre si es que lo ama, pues
dijo: “Soy Hijo de Dios”. |
El pueblo estaba
mirando, pero los
magistrados le hacían muecas diciendo: -A otros ha
salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido. Se burlaban de él
también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: -Si eres tú el rey
de los judíos, sálvate a ti mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido. Se burlaban de él
también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: -Si eres tú el rey
de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también por
encima de él un letrero: “Este es el rey de los judíos”. |
Si es el Cristo de Dios,
el Elegido.
Lc 2, 26: Le había
sido revelado [a Simeón] por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de
ver al Mesías del Señor.
Lc 9, 35: [Transfiguración]
Y una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo”.
Is 49, 7: Así dice
el Señor, redentor y Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las
naciones, al esclavo de los tiranos: “Te verán los reyes, y se alzarán; los
príncipes, y se postrarán; porque el Señor es fiel, porque el Santo de Israel te
ha elegido”.
Uno de los
malhechores.
Mt 27, 44: De esta
manera los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban.
Mc 15, 32b: También
los otros crucificados lo insultaban.
Notas
exegéticas Biblia de Jerusalén.
23
35 Este
título, al que aluden las palabras del Padre en 9, 35, evocan Is 49, 7, donde
designa al Siervo elegido por Dios para llevar a cabo su obra de salvación y
despreciado por los hombres. Es también uno de los nombres del Mesías en el
libro de las Parábolas de Henoc.
23,
38 Numerosos
testigos añaden: “en caracteres griegos, latinos y hebreos” (ver Jn 19, 20).
23,
39 El
mal ladrón interpela a Jesús como “Cristo”, v. 39, el buen ladrón le reconoce
como “Rey”, v. 42: son los dos títulos, religioso y político, entorno a los
cuales ha girado todo el proceso de Jesús, ante los Judíos primeramente, y ante
Pilato después.
23
40 El
episodio de los vv. 40-43 es propio de Lc, que se interesa por las escenas de
conversión (7, 36-50; 19, 1-10; Hch 9, 1-25; 10; 16, 14-15.29.34).
23 42
“con”
(es decir en posesión de) tu Reino”. – Var.: “cuando vengas en tu Reino”, es
decir, para inaugurarlo.
23 43
Para
algunos judíos de aquel tiempo, el paraíso era el lugar donde los justos
difuntos esperaban la resurrección. Se encuentra la idea, aunque no la palabra,
en Lc 16, 22-31 (Lázaro y el rico).
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.
35 EL ELEGIDO: apelativo
del Mesías, muy frecuente en la segunda parte de Henoc, en el llamado Libro
de las Parábolas.
39 CRUCIFICADOS: lit. colgados,
traducción que sería valida si esa palabra en nuestra lengua no significase “ahorcados”.
40-43
El
llamado “Buen Ladrón” fue también buen evangelizador: por la luz de la gracia
se confesó pecador, conoció al Dios perdonador que es Jesús, lo aceptó, y lo
anunció a su manera, no con palabras de sabiduría humana (cf. 1 Cor 2, 1-5). En
él tenemos condensado el itinerario de salvación descrito en Rm 10, 8-10. Su
carrera fue rápida: “Poco antes homicida, poco después acusado, convicto,
condenado, crucificado, liberado” (san Agustín).
40 DIJO: lit. decía.
// Y ESO QUE...: o “ (tú) que...”, con matiz adversativo: “a pesar
de que...”. // SUFRES: lit. estás en.
41 EL PAGO DE: lit. cosas
dignas de. // La palabra griega traducida por MALO es, lit., fuera-de-sitio,
algo parecido a nuestro “desordenado”, “desencaminado”.
42 CUANDO VUELVAS
(matiz de retorno, frecuentemente implícito en el verbo griego érkhomai)
COMO REY: lit. en la realeza (o en el reino) de ti. La
partícula griega en es, en este caso, instrumental y asociativa: “volver
con el reino” propio de uno es “volver como rey”. Si con algunos manuscritos
leemos eis en vez de en, habría que traducir: cuando vayas (o
llegues) a tu reino. De hecho, Jesús ahora no aparece visiblemente COMO
REY, pero el título de la cruz, que ha podido leer el malhechor, será efectivo
un día; para ese día de Cristo Rey, su compañero de suplicio solo le
pide una cosa: que se acuerde de él. La petición quedará superada por la
concesión.
43 HOY: más bien que
indicación cronológica exacta (“en estas veinticuatro horas”), aunque no se
excluya ese significado, es el tiempo de la salvación inaugurado por Jesús: “no
tendrás que esperar; ya, a partir de ahora...”). // EL PARAÍSO: la
respuesta de Jesús amplía el significado del término: el ladrón arrepentido no
va a estar simplemente en “el regazo de Abrahán”, sino que estará en la
intimidad de Dios (=CONMIGO). EL PARAÍSO era, como en el judaísmo tardío, la
morada de los justos antes de la resurrección corporal al fin del mundo; es,
como lo llama Henoc 61, 12, “el jardín de la vida” donde “habitan los
elegidos”.
Notas exegéticas
de la Biblia Didajé.
23,
39-43 Este episodio ilustra cómo la aceptación voluntaria por los delitos de
uno puede tener un valor expiatorio, y por tanto redentor. También implica un
juicio inmediato después de la muerte y el destino final del alma a la
salvación o a la condenación eterna. Cat. 440, 1021, 2266 y 2615.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
440 Jesús acogió la confesión de fe
de Pedro que le reconocía como el Mesías anunciándole la próxima pasión del
Hijo del Hombre. Reveló el auténtico contenido de su realeza mesiánica en la
identidad trascendente del Hijo del hombre “que ha bajado del cielo” (Jn 3, 13),
a la vez que en su misión redentora como Siervo sufriente: “el Hijo del hombre
no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por
muchos” (Mt 20, 28). Por esta razón, el verdadero sentido de su realeza no se
ha manifestado más que desde lo alto de la Cruz (cf. Lc 23, 39-43). Solamente
después de su resurrección su realeza mesiánica podrá ser proclamada por Pedro
ante el pueblo de Dios: “Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que
Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis
crucificado” (Hch 2, 36).
Concilio Vaticano II
Cristo, como siempre lo ha profesado y profesa la
Iglesia, abrazó voluntariamente, y movido por inmensa caridad, su pasión y
muerte por los pecados de todos los hombres, para que todos consigan la
salvación. Es, pues, deber de la Iglesia en su predicación el anunciar la cruz
de Cristo como signo del amor universal de Dios y como fuente de toda gracia.
Declaración Nostre aetate, 4.
San Agustín
Él anunció, anunciemos nosotros también; sufrió él,
suframos nosotros con él; él fue glorificado, también nosotros lo seremos con
él.
Con el corazón se cree para la justicia y con la
boca se hace la profesión que aporta la salvación (Rm 10, 10). Tal fue hallado
aquel ladrón que pendía en la cruz con el ladrón y reconoció que era el Señor,
precisamente en su cruz. Algunos no lo reconocieron cuando hacía milagros, y él
lo reconoció cuando estaba en la cruz. Tenía clavados todos sus miembros
taladrados, todo el cuerpo estaba adherido al madero; no quedaba libre: solo la
lengua y el corazón: en su corazón creyó, con la lengua hizo la profesión de
fe. Le dijo: Acuérdate de mí, Señor, cuando estés en tu reino. Esperaba
su salvación para el futuro y estaba contento de recibirla tras un largo plazo
de tiempo. La esperaba para largo, pero el día no se hizo esperar. Él dijo: Acuérdate
de mí, cuando llegues a tu reino, a lo que el Señor respondió: En verdad
te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Hoy – dijo – estarás conmigo
en el paraíso (Lc 23, 42-43). El paraíso tiene árboles de felicidad: hoy
estás conmigo en el madero de la cruz, hoy estarás conmigo en el árbol de la
salvación.
Comentario al salmo 39, 15. II, pgs. 179-180.
Los Santos Padres.
Extiendo tu brazo hacia la cruz, para que el Señor crucificado extienda
sus brazos hacia ti; pues el que no extiende la mano hacia la cruz no puede
acercarse a la mesa. Privará de su mesa a los invitados que deberían acercarse
a Él hambrientos y en cambio van sacios. No te sacies antes de acercarte a la
mesa del Hijo, pues te hará levantarte mientras estás hambriento todavía.
Efrén de Siria, Comentario al Diatessaron, 20, 23. III, pg. 480.
Precisamente [el buen ladrón] mereció el paraíso porque pensó que la cruz
de Cristo no es escándalo, sino poder.
Por eso, sin duda, el Señor también le confiere el paraíso, poruqe sobre
el patíbulo de la cruz confiesa a aquel que Judas Iscariote había vendido en el
monte de los Olivos. ¡Oh maravilla!, repito: el ladrón confiesa a aquel al que
el discípulo había negado. ¡Oh maravilla!, repito: el ladrón alaba, mientras
sufre, al que Judas había traicionado mientras le besaba. Uno vende el afecto
de la paz; el otro alaba las heridas de la cruz.
Máximo de Turín, Sermón, 74, 3. III, pg. 481.
Puso una espada llameante para guardar el paraíso (cf. Gn 3, 24); pero
Cristo abrió el paraíso con su propia autoridad e introdujo al ladrón.
Juan Crisóstomo, Contra anomeos, 9, 2. III, pg. 482.
San Juan de Ávila
Cosa
triste que un pecador y un rufián tiemblen de una amenaza de Dios oyendo un
sermón (cf. Lc 23, 40), y tengan alguna reverencia al templo, y altar y sus cosas;
y el sacerdote ha pedido el temor con mucha comunicación. Amor no lo tiene, ni
sabe qué es. ¿Qué falta para hacerse
semejable a Judas en vida y muerte?
Tratado sobre el sacerdocio. I, pg. 935.
Y, por escondida que sea la cosa, no se puede esconder a los ojos de la
fe; como parece en aquel buen ladrón, que, viendo en Cristo crucificado tanto
desprecio y bajeza exterior, entró con la fe en lo escondido, y conociólo por
Señor del cielo y por tal lo confesó con grande humildad y firmeza.
Audi, filia (II). I, pg. 628.
Cuando os levantáis de la cama, acordaos cómo le levantaron en la cruz,
y pedidle que levante vuestro corazón a las cosas divinas; cuando os vestís,
acordaos cómo le vistieron en casa de Herodes y Pilato (cfr. Lc 23, 11), y pedilde
que vista vuestra ánima de gracia y virtudes; cuando os calzáis, cómo le
enclavaron (cf. Mc 15, 17), y pedilde que vuestro corazón esté enclavado con Él
con tres clavos, que son fe, esperanza y caridad; cuando ponéis el bonete, la
corona de espinas (cf. Lc 23, 33), y pedilde que no perdáis vos la corona que
Él con tanto trabajo ganó; cuando os ceñís, la soga con que fue atado (cf. Jn
19, 5), y pedid que os libre de las prisiones del pecado; cuando os laváis,
pedid que lave vuestra alma, etc. cuando andáis por las calles, aquellas
estaciones de la pasión, como si le fuésedes acompañando; cuando coméis, pensad
la hiel y vinagre del Señor (cf. Lc 23, 36); cuando os desnudáis para acostaros,
como le desnudaron para crucificarlo (cf. Lc 23, 34) y cómo Él es descanso de
mi alma mucho mejor que la cama de mi cuerpo, etc.
Dialogus inter confessarium et paenitentem. II, ps. 783-784.
Estad muy atentos a lo que pasa en este convite y veréis una clara
figura de cómo la ira a cada uno en el día del juicio que está por venir. San
Agustín dice que la cruz donde el Señor fue crucificado, “no solo fue tormento
de quien padecía, mas también silla de Juez que daba sentencia”. Dos culpados
tenía a los lados este Juez; y a aquel que confesó sus pecados y le dijo: ¡Señor, acuérdate de mí
cuando estuvieres en el reino! (Lc 23, 42), lo perdonó y aquel mismo día lo llevó a paraíso, y lo hizo convidado de su mesa divina, compañero de los santos y de los
ángeles, que comen a Dios y se mantienen de Él para siempre. ¡Dichosa suerte,
por cierto, y copiosa paga de su confesión! Y por el contrario desdichado el de
la mano izquierda, que, por no hacer lo que el otro hizo, perdió el convite de
Dios y fue sentenciado a serle manjar de la muerte que lo pazca, y sin
acabarlo, lo esté siempre matando, mientras Dios fuere Dios. Pues aquello que
en la cruz pasó, de ser salvo el que estaba a la mano derecha y condenado el
que a la izquierda mano, que fue figura del día postrero, cuando el Señor, que
fue de los hombres juzgado y condenado, venga en las nubes del cielo con gran majestad (cf. Mt 24, 30) y absuelva a
los de la mano derecha y condene a los de la mano izquierda, esto mismo se representa
en esta mesa sagrada: mal de unos, bien de otros, si hay ojos que lo saben
mirar.
¿Qué piensas, hermano, que es paraíso? Es un juntarse con Dios y decir:
Él: Venid,
benditos de mi Padre, a poseer el reino que está aparejado desde el principio
del mundo (cf.
Mt 25, 34).
En la infraoctava del Corpus. III, pg. 744-745.
Llamole el ladrón y respondióle: Hoy serás conmigo en paraíso (Lc 23, 43).
Viernes de la semana 4 de Cuaresma. III, pg. 200.
Conjeturan los santos algunas cosas; a mí más cierto e razonable me
parece que paró en el paraíso terrenal, y así entiendo aquello: Hoy en paraíso (cf. Lc 23, 43).
Lunes de Pascua. III, pg. 224.
San Oscar Romero.
Gracias, hermanos, por escucharme y por reflexionar. Yo les
invito a que celebremos esta misa íntimamente unidos, con esa presencia que
todavía es invisible. En la hostia y en el cáliz Cristo no se ve, pero está. Y
eso basta a un cristiano. Está Cristo aquí en medio de la sociedad cristiana;
en medio de esas comunidades de base, donde ahora están reunidos reflexionando,
ahí está Cristo. Aquí en Catedral, Cristo es ustedes, hermanos. Este Cristo
vive. En El pongamos nuestra esperanza. No desesperemos. Cierto, les decía que
hemos vivido una semana que inicia, parece, una nueva fase de terror, de miedo,
de violencias quiera Dios que no. Los cristianos, desde luego, no se dejen
llevar por el miedo, vivan en su corazón la certeza de que Cristo vive. Vive
ofreciéndonos todas las soluciones de los problemas. Únicamente nos pide que no
seamos sordos mucho menos perseguidores de su mensaje, sino que lo escuchemos y
tratemos, sobre todo, de vivirlo. No señalemos en otros las culpas de los
males. Veamos a nosotros mismos, si hemos vivido realmente como verdaderos
seguidores del Cristo Profeta, del Cristo sacerdote, del Cristo rey.
Homilía Cristo Rey. 20 de noviembre 1977.
Papa Benedicto XVI
La solemnidad de Cristo Rey fue instituida por el Papa Pío XI
en 1925 y más tarde, después del concilio Vaticano II, se colocó al final del
año litúrgico. El Evangelio de san Lucas presenta, como en un gran cuadro, la
realeza de Jesús en el momento de la crucifixión. Los jefes del pueblo y los
soldados se burlan del «primogénito de toda la creación» (Col 1, 15) y lo ponen
a prueba para ver si tiene poder para salvarse de la muerte (cf. Lc 23, 35-37).
Sin embargo, precisamente «en la cruz, Jesús se encuentra a la “altura” de
Dios, que es Amor. Allí se le puede “reconocer”. (...) Jesús nos da la “vida”
porque nos da a Dios. Puede dárnoslo porque él es uno con Dios» (Benedicto XVI,
Jesús de Nazaret, Madrid 2007, pp. 403-404. 409). De hecho, mientras que el
Señor parece pasar desapercibido entre dos malhechores, uno de ellos,
consciente de sus pecados, se abre a la verdad, llega a la fe e implora «al rey
de los judíos»: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino» (Lc 23, 42).
De quien «existe antes de todas las cosas y en él todas subsisten» (Col 1, 17)
el llamado «buen ladrón» recibe inmediatamente el perdón y la alegría de entrar
en el reino de los cielos. «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el
Paraíso» (Lc 23, 43). Con estas palabras Jesús, desde el trono de la cruz,
acoge a todos los hombres con misericordia infinita. San Ambrosio comenta que
«es un buen ejemplo de la conversión a la que debemos aspirar: muy pronto al
ladrón se le concede el perdón, y la gracia es más abundante que la petición;
de hecho, el Señor —dice san Ambrosio— siempre concede más de lo que se le pide
(...) La vida consiste en estar con Cristo, porque donde está Cristo allí está
el Reino» (Expositio Evangelii secundum Lucam X, 121: ccl 14, 379).
Papa Francisco. Audiencia general. ¿Por qué estamos
desolados?
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días, bienvenidos!
Retomamos hoy las catequesis sobre el tema del
discernimiento. Hemos visto lo importante que es leer lo que se mueve dentro
de nosotros, para no tomar decisiones apresuradas, en la ola emocional del
momento, solo para arrepentirnos cuando ya es demasiado tarde. Es decir,
leer qué sucede y después tomar las decisiones.
En este sentido, también el estado espiritual que llamamos
desolación, cuando en el corazón todo está oscuro, está triste, este estado
de desolación puede ser ocasión de crecimiento. De hecho, si no hay un
poco de insatisfacción, un poco de tristeza saludable, una sana capacidad de
habitar en la soledad y de estar con nosotros mismos sin huir, corremos el
riesgo de permanecer siempre en la superficie de las cosas y no tomar nunca
contacto con el centro de nuestra existencia. La desolación provoca una
“sacudida del alma”: cuando uno está triste es como si el alma se sacudiera;
mantiene despiertos, favorece la vigilancia y la humildad y nos protege del
viento del capricho. Son condiciones indispensables para el progreso en la
vida, y, por tanto, también en la vida espiritual. Una serenidad perfecta,
pero “aséptica”, sin sentimientos, nos hace deshumanos cuando se convierte
en el criterio de decisiones y comportamientos. Nosotros no podemos no hacer
caso a los sentimientos: somos humanos y el sentimiento es una parte de nuestra
humanidad; sin entender los sentimientos seremos deshumanos, sin vivir los
sentimientos seremos también indiferentes al sufrimiento de los otros e
incapaces de acoger el nuestro. Sin considerar que tal “perfecta serenidad”
no se alcanza por este camino de la indiferencia. Esta distancia aséptica: “Yo
no me involucro con las cosas, yo tomo distancia”: esto no es vida, esto es
como si viviéramos en un laboratorio, cerrados, para no tener microbios,
enfermedades. Para muchos santos y santas, la inquietud ha sido un impulso
decisivo para dar un giro a la propia vida. Esta serenidad artificial, no va,
mientras que la sana inquietud es buena, el corazón inquieto, el corazón que
trata de buscar camino. Es el caso, por ejemplo, de Agustín de Hipona o de
Edith Stein o de José Benito Cottolengo o de Carlos de Foucauld. Las decisiones
importantes tienen un precio que la vida presenta, un precio que está al
alcance de todos: es decir, las decisiones importantes no vienen de la
lotería, no; tienen un precio y tú debes pagar ese precio. Es un precio que tú
debes pagar con tu corazón, es un precio de la decisión, un precio que hay
llevar adelante, un poco de esfuerzo. No es gratis, pero es un precio al alcance
de todos. Todos nosotros debemos pagar esta decisión para salir del estado de
indiferencia, que nos abate, siempre.
La desolación es también una invitación a la gratuidad, a no
actuar siempre y solo en vista de una gratificación emotiva. Estar desolados
nos ofrece la posibilidad de crecer, de iniciar una relación más madura, más
hermosa, con el Señor y con las personas queridas, una relación que no se
reduzca a un mero intercambio de dar y tomar. Pensemos en nuestra infancia, por
ejemplo, cuando somos niños, sucede a menudo que buscamos a los padres para
obtener algo de ellos, un juguete, dinero para comprar un helado, un permiso...
Y así los buscamos no por sí mismos, sino por un interés. Sin embargo, ellos
son el don más grande, los padres, y esto lo entendemos a medida que crecemos.
También muchas de nuestras oraciones son un poco de este
tipo, son peticiones de favores dirigidos al Señor, sin un verdadero interés
por Él. Vamos a pedir, pedir, pedir al Señor. El Evangelio señala que Jesús
a menudo estaba rodeado de mucha gente que lo buscaba para obtener algo,
curaciones, ayudas materiales, pero no simplemente para estar con Él. Estaba
rodeado de multitud y, sin embargo, estaba solo. Algunos santos, y también
algunos artistas, han meditado sobre esta condición de Jesús. Podría parecer
raro, irreal, preguntar al Señor: “¿Cómo estás?”. Y sin embargo es una manera
muy hermosa de entrar en una relación verdadera, sincera, con su humanidad, con
su sufrimiento, también con su singular soledad. Con Él, con el Señor, que ha
querido compartir hasta el fondo su vida con nosotros.
Nos hace mucho bien aprender a estar con Él, a estar con el
Señor sin otro fin, exactamente como nos sucede con las personas a las que
queremos: deseamos conocerlos cada vez más, porque es hermoso estar con ellos.
Queridos hermanos y hermanas, la vida espiritual no es una
técnica a nuestra disposición, no es un programa de “bienestar” interior que
nosotros debemos programar. No. La vida espiritual es la relación con el
Viviente, con Dios, el Viviente, irreductible a nuestras categorías. Y la
desolación entonces es la respuesta más clara a la objeción que la experiencia
de Dios sea una forma de sugestión, una simple proyección de nuestros deseos.
La desolación es no sentir nada, todo oscuro: pero tú buscas a Dios en la
desolación. En este caso, si pensamos que es una proyección de nuestros deseos,
siempre seríamos nosotros quienes la programáramos, siempre estaríamos felices
y contentos, como un disco que repite la misma música. En cambio, quien reza
se da cuenta de que los resultados son imprevisibles: experiencias y pasajes de
la Biblia que a menudo nos han entusiasmado, hoy, extrañamente, no suscitan
ningún entusiasmo. E, igualmente de forma inesperada, experiencias,
encuentros y lecturas a los que nunca se había hecho caso o que se prefería
evitar ―como la experiencia de la cruz― dan una paz inmensa. No tener miedo a
la desolación, llevarla adelante con perseverancia, no huir. Y en la
desolación tratar de encontrar el corazón de Cristo, encontrar al Señor. Y
la respuesta llega, siempre.
Frente a las dificultades, por tanto, nunca desanimarse, por
favor, sino afrontar la prueba con decisión, con la ayuda de la gracia de Dios
que nunca nos falla. Y si escuchamos dentro de nosotros una voz insistente que
quiere distraernos de la oración, aprendamos a desenmascararla como la voz del
tentador; y no nos dejemos impresionar: simplemente, ¡hagamos precisamente lo
contrario de lo que nos dice! Gracias.
Comentario al evangelio del
domingo.
-Estructura:
Vv. 35-38: intervención de los personajes de abajo (pueblo, magistrados y
soldados).
Vv. 38-43: personajes de arriba (malhechores y Jesús).
-3:
Preguntas sobre la identidad de Jesús: Cristo-rey-Cristo.
Peticiones de salvación.
EXPERIENCIA.
Toma una cruz, no
importa como sea de grande. Tócala con las manos, apriétala entre tus dedos,
mírala durante unos segundos. En tres palabras define lo que has sentido.
¿Qué significan para ti
las términos: Jesús, cruz, rey?
Mira este vídeo de la
editorial Verbo Divino.
https://www.youtube.com/watch?v=AXInVj3LtOM
Piensa en él, reiniciándolo,
deteniéndote en alguna de las frases, relacionándolas con tu experiencia como
Juniors.
Redacta el texto en
primera persona: “Érase una vez una monitora/monitor...”. Piensa en lo que has
escrito.
Responde a las
preguntas del vídeo:
¿Crees de verdad en el
sueño de Dios?
¿Cuál es tu papel en la
construcción del Reino?
¿Como te comprometes
con una misión en la que no bastan las palabras?
Ser monitor es una
tarea muy exigente que solo injertada en el árbol de la cruz puede permanecer
durante tiempo. Por eso requiere fe en Jesucristo, conversión al Evangelio y
acción en favor de los demás.
El audiovisual concluye
con este pensamiento: El Paraíso no nos espera en otra vida, tenemos que hacerlo
en esta.
Y para ti, para mí, se
concreta en la Iglesia y de modo más específico en el centro Juniors, en el
sábado tras sábado con las niñas y niños.
+REFLEXIÓN.
Toma la Biblia y lee :
X Lectura del santo evangelio según
Lucas 23, 35-43.
En aquel tiempo, los
magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
-A otros ha salvado;
que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.
Se burlaban de él
también los soldados que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
-Si eres tú el rey de
los judíos, sálvate a ti mismo.
Había también por
encima de él un letrero: “Este es el rey de los judíos”. Uno de los malhechores
crucificados lo insultaba diciendo:
-¿No eres tú el Mesías?
Sálvate a ti mismo y a nosotros.
Pero el otro
respondiéndole e increpándolo, le decía:
-¿Ni siquiera temes
tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente,
porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho
nada malo.
Y decía:
-Jesús, acuérdate de
mí cuando llegues a tu reino.
Jesús le dijo:
-En verdad te digo:
hoy estarás conmigo en el paraíso.
¿QUÉ DICE? El Camino de Jerusalén
iniciado este verano ha alcanzo la meta: el Paraíso por la cruz. Los tres
anuncios han llegado a su cumplimiento, queda la Resurrección, inseparable
desde la eternidad de la muerte de Cristo. El Hoy de la Salvación cuestiona al
ser humano. Puede ser aceptado o rechazado. Lo rechaza quien exige a Dios. Lo
acepta quien se humilla ante Dios, reconoce su pecado y acoge su perdón. El Paraíso
no es un lugar, es un encuentro con Cristo, que exige renunciar a uno mismo
para que creer en Él. Lee el texto varias veces, deteniéndote en las palabras o
frases que más toquen tu corazón.
¿QUÉ TE DICE? San Ignacio de Loyola ofrece estas pautas para
la contemplación “de los misterios hechos en la cruz: Primero. Habló site
palabras en la cruz. Rogó por los que le crucificaban. Perdonó al ladrón. Encomendó
a san Joan a su Madre, y a la Madre a san Joan. Dijo con alta voz: ‘Sitio’, y
diéronle hiel y vinagre. Dijo que era des[m]amparado. Dijo: ‘Acabado es’. Dijo:
‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’” (Ejercicios Espirituales, 297).
Entra en la escena, empatiza con los magistrados, los soldados, el ladrón
respondón y el ladrón conformado. ¿Qué hay en tu corazón de cada uno de ellos
cuando te enfrentas con una situación de sufrimiento?
¿QUÉ LE DICES? Repite la oración de
san Dimás, el buen ladrón.
COMPROMISO.
En tu entorno, ¿quién está pasando un mal momento?, ¿puedes
ayudarle? Si puedes no lo dejes para mañana. Envíale un WhatsApp y pregúntale
qué tal se encuentra. Lo peor de pasar una mala racha no es pasarla sino sentir
que a nadie le importa la situación por que se atraviesa, la soledad con la que
se sufre. Y si lo consideras oportuno invítale a rezar y confiar en Jesús.
CELEBRACIÓN.
Mira y escucha la canción El buen ladrón del cantante cristiano Francisco Javier Ruiz Méndez.
https://www.youtube.com/watch?v=qSOL4xrSiF4
GUIÓN MISA NIÑOS.
DOMINGO 1º DE ADVIENTO. 27 de noviembre de 2022.
Monición de entrada.-
En esta misa empezamos el Adviento.
Adviento es esperar a Dios.
Adviento es esperar a Jesús que un día volverá y quienes estén vivos le verán.
Adviento es preparar la Navidad.
Así durante cuatro semanas iremos preparando el nacimiento de Jesús.
La corona de Adviento.
Jesús, la tierra te está esperando.
Y nosotros también, tu familia en nuestro pueblo.
Por eso hemos preparado esta corona, con velas y ramas.
Cada semana encenderemos una vela más hasta que estén las cuatro encendidas.
Hoy nos dices estad en vela.
Y nosotros te decimos que lo estaremos encendiendo la primera vela.
Señor ten piedad.-
Porque a veces no te hacemos caso. Señor, ten piedad.
Porque a veces nos olvidamos de ti. Cristo, ten piedad.
Porque a veces nos hacemos los sordos. Señor, ten piedad.
Peticiones.-
Jesús, te pido por el Papa Francisco y los obispos Antonio y Enrique; para que no te separes de ellos. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por la misión de la iglesia de Valencia; para que nos ayudes a hacerla bien. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por la Iglesia; para que nos ilumine con tus palabras. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por las personas que mandan; para que se preocupen para que no haya guerra. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por los mayores que no tienen ilusión; para que la encuentren contigo. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, te pido por nosotros; para que estemos en vela. Te lo pedimos, Señor.
Oración a la Virgen María.-
María, madre de Jesús, queremos darte gracias por decir que sí al ángel. Así Jesús nació en Belén y podemos prepararnos con el Adviento. Ayúdanos a preparar la Navidad como tú la preparaste.
GUIÓ MISSA D’INFANTS.
DIUMENGE 1r. DEL TEMPS D’ADVENT. 27 de novembre de 2022.
Monició d’entrada.-
A aquesta missa hem començat l’Advent.
Advent és esperar a Déu.
Advent és esperar a Jesús, qui un dia tornarà i els qui estiguen vius el voran.
Advent és preparar el Nadal.
Així durant quatre setmanes anirem preparant-nos al naixement de Jesucrist.
La corona d’Advent.
Jesús, la terra t’està esperant.
I nosaltres també, la teua família al nostre poble.
Per això hem preparat aquesta corona, amb ciris i rames.
Cada setmana encendrem una més, fins que estiguen les quatre enceses.
Hui ens dius: estigueu en vetla.
I nosaltres et diguem que ho estarem, encenent la primera vetla.
Senyor, tingueu pietat.
Perquè de vegades no et fem cas. Senyor, tingueu pietat.
Perquè de vegades ens oblidem de tu. Crit, tingueu pietat.
Perquè de vegades és fem els sords. Senyor, tingueu pietat.
Peticions.-
Jesús, et demane pel Papa Francesc i els bisbes Antonio i Enrique; perquè no et separes d’ells. Vos ho demanem, Senyor.
Jesús, et demane per la missió de l’església de València; perquè ens ajudes a fer-la bé. Vos ho demanem, Senyor.
Jesús, et demane per l’església; perquè ens il.lumine amb les teues paraules. Vos ho demanem, Senyor.
Jesús, et demane per les persones que manen; perquè es preocupen per que no acaven en les guerres. Vos ho demanem, Senyor.
Senyor, et demane pels majors que no tenen il.lusió; perquè la troben amb tú. Vos ho demanem, Senyor.
Jesús, et demane per nosaltres; perquè estiguem en vetla. Vos ho demanem, Senyor.
Plegaria a la Mare de Déu.
Maria, Mare de Jesús. Volem donar-te les gràcies per dir que sí a l’àngel. Així Jesús va naixer en Betlem i poguérem preparar-nos amb l’Advent. Ajuda-nos a preparar el Nadal com tu el preparares.
LECTURES EN VALENCIÀ.
Lectura del llibre de Samuel 5, 1-3.
En aquells dies les tribus d’Israel anaren a trobar David a Hebron i li digueren:
-Som família teua, som os del teu os i carn de la teua carn. Ja abans, mentre Saül era el nostre rei, tu conduïes les tropes d’Israel quan anàvem a la guerra i quan en tornaven, i el Senyor et digué: “Tu pastaràs Israel, el meu poble, seràs el seu sobirà”.
Així, quan els ancians d’Israel anaren a trobar el rei a Hebron, el rei David va fer amb ells un pacte davant el Senyor i l’ungiren rei d’Israel.
Paraula de Déu.
Sal 122 (121).
Quina alegria quan em van dir:
“Anem a la casa del Senyor”. R/.
Quina alegria quan em van dir:
“Anem a la casa del Senyor”.
Ja han arribat els nostres peus
al teu llindar, Jerusalem. R/.
Jerusalem, ciutat ben construïda,
conjunt harmoniós;
és allà que pugen les tribus,
les tribus del Senyor. R/.
A complir l’aliança d’Israel,
a lloar el nom del Senyor.
Allí hi ha els tribunals de justícia,
els tribunals del palau de David. R/.
Lectura de la carta de sant Pau als cristians de Colosses 1, 12-20.
Germans:
Donem gràcies al Pare, que vos ha fet dignes de tenir part en l’heretat del poble sant, en el Regne de la llum. Ell ens alliberà del poder de les tenebres i ens traspassà al Regne del seu Fill estimat, en qui tenim el nostre rescat, el perdó dels nostres pecats.
Ell és imatge del Déu invisible, engendrat abans de tota la creació, ja que Déu ha creat totes les coses per ell, tant les del cel, com les de la terra, tant les visibles com les invisibles, trons, sobirans, governs i potestats.
Déu ha creat tot l’univers per ell i l’ha destinat a ell. Ell existeix abans que tot, i tot es manté unit gràcies a ell. Ell és també el cap del cos, que és l’Església. Ell n’és l’origen, és la primícia dels qui retornen d’entre els morts, perquè ell ha de ser en tot el primer.
Déu volgué que residís en ell la plenitud de tot el que existeix; per ell Déu volgué reconciliar-se tot l’univers, posant la pau en tot el que hi ha tant a la terra com al cel, per la sang de la creu de Jesucrist.
Paraula de Déu.
X Lectura de l’Evangeli segons sant Lluc 23, 35-43.
En aquell temps les autoritats i la gent que s’ho estava mirant es reien de Jesús clavat en creu i deien:
-Ell, que en salvava d’altres, que se salve ell mateix, si és el Messies de Déu, l’Elegit.
Els soldats també se’n burlaven: tot oferint-li vinagre, li deien:
-Si ets el rei dels jueus, salva’t a tu mateix.
Sobre ell hi havia un rètol que deia:
-El rei dels jueus.
Un dels criminals penjats a la creu, també li deia insultant-lo:
-No ets el Messies? Salva’t a tu mateix i a nosaltres.
Però l’altre, reptant-lo, li respongué:
-Tu que estàs sofrint la mateixa pena tampoc no tens temor de Déu? I nosaltres ens ho mereixíem, perquè estem sofrint el castic que ens correspon pel que hem fet, però aquest no ha fet res de mal.
I deia:
-Jesús, recordeu-vos de mi, quan arribeu al vostre Regne.
Jesús li respongué:
-T’ho dic amb tota veritat: Avui seràs amb mi al paradís.
Paraula del Senyor.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Riutort Mestre, P. Llibre del poble de Déu. Gorg. València. 1975.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Homilética. Sal Terrae.
https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA
www.vatican.va
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