Lectura
de la profecía de Malaquías 1, 14b-2, 2b.8-10
Yo soy un gran rey, dice el Señor del universo, y todas las
naciones temen mi nombre. Esto es lo que os mando, sacerdotes:
Si no escucháis y no ponéis todo vuestro corazón en glorificar mi
nombre, dice el Señor del universo, os enviaré la maldición. Os habéis separado
del camino recto y habéis hecho que muchos tropiecen en la ley, invalidando la
alianza de Leví, dice el Señor del universo. Pues yo también os voy a hacer despreciables
y viles para todo el pueblo, ya que vuestra boca no ha guardado el camino recto
y habéis sido parciales en la aplicación de la ley. ¿No tenemos todos un mismo
padre? ¿No nos creó el mismo Dios? ¿Por qué entonces nos traicionamos unos a
otros profanando la alianza de nuestros padres?
Textos paralelos.
¿No tenemos un mismo padre?
Dt 1, 31: Y en el
desierto ya has visto que el Señor, tu Dios, te ha llevado como a un hijo por
todo el camino hasta llegar aquí.
Ef 4, 6: Uno Dios, Padre
de todos, que está sobre todos, entre todos, en todos.
Notas exegéticas.
2 2 “vuestra bendición”, griego, ver el resto del v.; “nuestras
bendiciones” hebreo. – Se trata, en sentido concreto, de bienes materiales
distribuidos por los levitas.
Salmo responsorial
Guarda mi alma en
la paz, junto a ti, Señor. R/.
Señor,
mí corazón no es ambicioso,
ni
mis ojos altaneros;
no
pretendo grandezas
que
superan mi capacidad. R/.
Sino
que acallo y modero mis deseos,
como
un niño en brazos de su madre;
como
un niño saciado
así
está mi alma de mí. R/.
Espere
Israel en el Señor
ahora
y por siempre. R/.
Textos paralelos.
Mi corazón, Yahvé, no es
engreído.
Mi 6, 8: Hombre, ya te he explicado lo que está bien, lo que el Señor
desea de ti: que defiendas el derecho y ames la lealtad, que seas humilde con
tu Dios.
No doy vía libre a la grandeza.
Sal 139, 6: Tanto saber me sobrepasa, es sublime y no lo abarco.
No, me mantengo en paz y silencio.
Is 30, 15: Así decía el Señor, el Santo de Israel. Vuestra salvación
está en convertiros y tener calma, vuestro valor consiste en confiar y estar
tranquilos. Pero no quisisteis.
Mt 18, 3: Os aseguro que si no os convertís y no os hacéis como niños,
no entraréis en el reino de Dios.
Como niño en regazo materno.
Os 11, 4: Con correas de amor los atraía, con cuerdas de cariño. Fui
para ellos como quien alza una criatura a las mejillas; me inclinaba y les daba
de comer.
¡Mi deseo no supera al de un niño!
Is 66, 12-13: Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos y
apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: Yo
haré derivar hacia ella, como un río, la paz; como un torrente en crecida, las
riquezas de las naciones. Mamaréis, os llevarán en brazos, y sobre las rodillas
os acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo.
Notas exegéticas.
131 El alma en paz se abandona a Dios, sin inquietud ni ambición. La
misma confianza se pide (v. 3) a todo el pueblo de Dios.
Segunda lectura.
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 7b-9.13
Hermanos:
Nos portamos con delicadeza entre vosotros, como una madre que
cuida con cariño a sus hijos. Os queríamos tanto que deseábamos entregaros no
solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os
habíais ganado nuestro amor.
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y
noche para no ser gravosos a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de
Dios.
Por tanto, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar,
porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis no como
palabra humana, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios que permanece
operante en vosotros los creyentes.
Textos paralelos.
Nos mostramos amables con
vosotros.
1 Co 3, 2: Leche os di a beber y no alimento sólido, pues aún no
podíais con él; ni ahora podéis.
Ga 2, 20: Y ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí. Y mientras vivo
en carne mortal, vivo de fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
Os proclamamos el Evangelio de Dios.
Hch 18, 3: Como eran del mismo oficio, se alojó en su casa para
trabajar: eran fabricantes de lonas.
1 Ts 4, 11: Esmeraros en mantener la calma, en atender a vuestros
asuntos y trabajar con vuestras manos, como os encomendamos.
2 Ts 3, 6-12: Hermanos, en nombre del Señor nuestro Jesucristo os
recomendamos que os apartéis de cualquier hermano de conducta desordenada y en
desacuerdo con las instrucciones recibidas de nosotros.
La palabra de Dios que os predicamos.
1 Co 11, 2: Os alabo porque os acordáis siempre de mí y mantenéis mis
enseñanzas como yo os la transmití.
Permanece activa en vosotros, los creyentes.
Rm 1, 16: Yo no me avergüenzo de la buena noticia, que es una fuerza
divina de salvación para todo el que cree – primero el judío, después el griego
–.
Hb 4, 12: Pues nos anunciaron la buena noticia lo mismo que a ellos.
Pero el mensaje que oyeron no les valió porque no compenetraron por la fe con
los que oyeron.
Notas exegéticas.
2 7 (b) “amables”;
variante: “pequeños”.
2 9 Pablo
recuerda en ocasiones con orgullo que nunca quiso depender materialmente de las
comunidades que había fundado. Sin embargo, en el momento de evangelizar
Tesalónica, había aceptado una ayuda de los filipenses (Flp 4, 15-16).
2 13 (a) Esta
segunda acción de gracias se ha visto como el comienzo de una epístola
originalmente independiente que terminaba en 4, 2, porque 3, 11-4, 2 tiene el
aspecto de una conclusión, y ésta, si es la misma carta, se repetirá en 5,
23-38. Algunos autores consideran que los vv. 13-16 son una interpolación; las
razones no son convincentes.
2 13 (b) Descripción
concentrada de la tradición apostólica. La palabra, primero es recibida, es
decir, escuchada, luego, penetrando hasta el corazón, es allí acogida, es decir
que el oyente reconoce que Dios habla por su enviado.
2, 13 (c) O quizá “se hace activa”, obrando Dios por su palabra en los creyentes.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 23, 1-12
En aquel
tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
-En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos:
haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque
ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a los hombros, pero ellos no estánd
ispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias
y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias
en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no es dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es
vuestro maestro y todos vosotros hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es
vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el
Mesías.
El primero entre vosotros sea vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Textos paralelos.
¡En la cátedra de Moisés se han sentado!
Ex 17, 12: Y como le pesaban las manos, ellos,
cogieron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentase; mientras,
Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo los brazos hasta
la puesta del sol.
Observad todo lo que os digan.
Dt 17, 10: Lo que ellos te digan en el lugar elegido
por el Señor, tú lo harás y cumplirás con decisión.
Atan cargas pesadas.
Rm 2, 17-24: Tú, que te llamas judío, te apoyas en
la ley, te glorías de Dios, conoces su voluntad, instruido por la ley aprecias
lo que es mejor, estás convencido de ser guía de ciegos, luz de los que están a
oscuras, maestro de necios, instructor de ignorantes, y que posees en la ley la
suma del conocimiento de la verdad; tú que enseñas a otros ¿no te enseñas a ti?
Tú que predicas que no se robe, ¿robas? Tú que prohíbes el adulterio, ¿lo
cometes? Tú que aborreces los ídolos ¿saqueas sus templos? Pones tu orgullo en
la ley, ¿y deshoras a Dios quebrantando la ley? Pues está escrito: por vuestra
culpa blasfeman los paganos el nombre de Dios.
Lc 11, 46: ¡Ay de vosotros también, juristas! que
cargáis a los hombres con cargas insoportables mientras vosotros no arrimáis un
dedo a las cargas.
Mt 11, 28: Acudid a mí, los que andáis cansados y
agobiados, y yo os aliviaré.
Ensanchan las filacterias.
Mt 6, 1: Guardaos de hacer las obras buenas en
público para ser contemplados.
Alargan las orlas del manto.
Am 4, 5: Ofreced ázimos, pronunciad la acción de
gracias, anunciad dones voluntarios, que eso es lo que os gusta, israelitas –
oráculo del Señor –.
Les gusta ocupar el primer sitio.
Mc 12, 38-39: Guardaos de los letrados. Les gusta
pasear con largas túnicas, que los saluden por la calle, los primeros asientos
en las sinagogas y los mejores puestos en los banquetes.
Lc 20, 46: Guardaos de los letrados, que gustan de
pasear con hábitos amplios, aman los saludos por la calle y los primeros
puestos en las sinagogas y banquetes.
Les llame Rabbí.
Jr 31, 34: Ya no tendrán que enseñarse unos a otros,
mutuamente, diciendo: “Tienes que conocer al Señor”, porque todos, grandes y
pequeños, me conocerán.
No os dejéis llamar Maestro.
Jn 13, 13: Vosotros me llamáis maestro y señor, y decís
bien.
Ni llaméis a nadie Padre.
Hch 22, 1: Hermanos y padres, escuchad mi defensa.
Uno solo es vuestro Padre.
1 Jn 2, 14: Os escribo, muchachos, que conocéis al
Padre.
Ni tampoco os dejéis llamar Instructores.
Ml 2, 8-10: Pero vosotros os apartasteis del camino,
hicisteis tropezar a muchos con vuestra instrucción, invalidasteis la alianza
con Leví.
El mayor entre vosotros será vuestro servidor.
Mt 20, 26: No será así entre vosotros; antes bien,
quien quiera ser grande entre vosotros que se haga vuestro servidor.
Lc 14, 11: Pues quien se ensalza será humillado,
quien se humilla será ensalzado.
Mt 18, 18: Os aseguro que lo que atéis en la tierra
quedará atado en el cielo, lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el
cielo.
El que se enaltece será humillado.
Mt 18, 4: Quien se humille como este niño, es el más
grande en el reino de Dios.
Lc 1, 52-53: Desbarata a los soberbios en sus
planes, derriba del trono a los potentados y ensalza a los humildes: colma de
bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.
23 En
este capítulo, el evangelista ha recogido palabras de Jesús útiles para la
polémica de la Iglesia contra la Sinagoga de su tiempo, que era una confesión
farisea. Se puede distinguir: una descripción de los escribas y fariseos
(1-12), lamentaciones sobre ellos (13-31), algunas invectivas y un terrible
anuncio del juicio a los interlocutores de Jesús (32-36).
23 3 En cuanto que transmiten la doctrina tradicional recibida de Moisés. Esto
no impone sus interpretaciones personales, de la que ya ha indicado Jesús en
otras ocasiones lo que se debe pensar.
23 4 Expresión judía que designaba al conjunto de prescripciones legales,
cuyos guardianes eran los escribas.
23 5 Filacterias: pequeños estuches que contenían las palabras esenciales de
la Ley y que los judíos fijan en sus brazos o en su frente, practicando
materialmente Ex 13, 9. Orlas: borlas cosidas a las puntas del manto.
23 7 Término hebreo que significa “mi grande”, modelado sobre el arameo ribboni,
rabbuni”, título respetuoso como “mi señor”, y más tarde, después del 70,
título habitual de los doctores judíos, como aquí.
23 8 Los vv. 8-12, dirigidos solo a los discípulos propiamente, no pertenecían
sin duda al mismo discurso. – Estos vv. no prohíben a los discípulos ejercer el
ministerio del maestro o catequesis, sino de usurpar una autoridad que solo es
propia de Cristo y de Dios.
23 9 En arameo Abbá, otro título honorífico.
23 10 Jesús alude quizá al jefe religioso de la comunidad de Qumram, el “Director
justo”, llamado comúnmente “Maestro de justicia”.
Notas
exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.
23 2 LA CATEDRA DE MOISÉS. asiento de piedra colocado en lugar preferente de
la sinagoga, de cara al pueblo. ESTÁN SENTADOS: lit. se sentaron; aquí
el aoristo griego es, probablemente, un semitismo; equivale a un perfecto (se
sentaron y siguen sentados). // LOS ESCRIBAS Y LOS FARISEOS. En los vs.
siguientes Jesús no condena la enseñanza transmitida por los escribas y los
fariseos, sino la vida de estos, que no corresponde a la doctrina que predican.
4 PESADOS:
algunos manuscritos añaden e insoportables.
5 El
fariseísmo más puro pensaba de modo parecido al Evangelio acerca de la pureza
de intención: “Todo lo que hagáis, hacedlo todo por amor (Sifré Deuteronómico,
11, 13). Abot 6, 4, aunque este capítulo puede ser glosa tardía (algunos lo
datan en el s. XI) dice: “No busques para ti grandezas, ni ambiciones, ni honores.
Que tus obras sobrepasen tu estudio. No desees la mesa de los reyes… Fiel es tu
Amo, que te dará el pago de tu trabajo”. // FILACTERIAS: “fragmentos de piel o
pergamino, en los que estaban escritos textos del pentateuco. Se guardaban en
cajitas que, a su vez, se ataban con cintas a la frente y al brazo izquierdo.
// FRANJAS: o borlas.
8-9 NO OS DEJÉIS LLAMAR: lit. no seáis llamados. // HERMANOS:
condiscípulos. // “Padre”: título honorífico de personas de respeto; en
concreto, los “maestros de la Ley”. Sobre la relación maestro-discípulo,
entendida como relación de paternidad-filiación, cf. Hch 3, 6 (“hijo de
fariseo”). Los evangelistas usan con toda normalidad la palabra padre o padres
(terrenos) en su sentido propio más de cuarenta veces; Jesús mismo cita el
4º Mandamiento y exige su cumplimiento; san Pablo se considera “padre” de sus cristianos;
san Juan los llama “hijitos”; históricamente las primeras generaciones
cristianas no tuvieron escrúpulo en aplicar ese apelativo a los superiores jerárquicos
en la Iglesia, sabiendo que no desobedecían una orden del Señor. La prohibición
de Jesús formula – a la manera de Mc 10, 18 (“nadie es bueno sino solo Dios”) –
una cualidad típicamente divina, la paternidad, que no es propiedad de ninguna
criatura (favorece esta interpretación el semitismo “llamar” = ser;
nadie es padre, sino por la gracia de Dios). Por tanto, lo que Jesús
prohíbe a los suyos es suplantar a Dios, Padre (Maestro, Director); si
alguien puede ser llamado con ese nombre, será porque es, y en cuanto es,
imagen del único verdadero padre.
10 Un
guía: un “director” espiritual, un orientador, preceptor en la
vida moral o espiritual. El vocablo original procede del lenguaje filosófico
griego, y puede considerarse equivalente de maestro (todo este versículo
parece un duplicado del v. 8); por el paralelismo en el contexto, parece
sinónimo de Rabí y de Padre, es decir, “Padre espiritual”. //
CRISTO: lit. el Mesías.
11 SEA:
lit. será.
12 SERÁ
HUMILLADO… ELEVADO…: por Dios (sujeto agente de esa voz pasiva teológica).
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.
23, 2 Los fariseos y escribas enseñan con la autoridad de Moisés (desde su
cátedra), y por eso se debe hacer lo que dicen; pero falsifican esa misma
enseñanza con su propio comportamiento. Cat. 85.
23, 5 Filacterias: Tefilín en arameo, consiste en pequeñas cajas que contienen
versículos de la Escritura escritos en rollos; se llevaban en la frente y en el
brazo izquierdo durante la oración (Dt 6, 4). Orlas: esto se refiere a
los flecos que debían llevar los judíos en sus mantos (Nm 15, 38-29; d 22, 12).
Se utilizaban para hacer presentes los mandamientos de Dios entre el pueblo
judío. Cat. 2057-2061.
23, 9 El versículo no prohíbe dirigirse a los padres o a los sacerdotes ordenados
con el título de “padre”. De hecho, los apóstoles se designaban a sí mismos
como padres espirituales, y los cristianos, en las comunidades por ellos
fundadas, se reconocía hijos suyos (1 Co 4, 14-15; 1 Pe 5, 13; Ga 4, 19). Cat.
2367.
23, 12 Esta llamada a la humildad es similar a la exhortación anterior de Cristo
a “hacerse niños” para entrar en el cielo (Mt 18, 3-4). Cat. 526.
Catecismo de la Iglesia Católica.
85 “El
oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios oral o escrita, ha sido
encomendado solo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en
nombre de Jesucristo” (C. Vaticano II, Dei Verbum, 10), es decir, a los obispos
en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.
2057 El Decálogo se comprende ante todo cuando se lee en el contexto del
Éxodo, que es el gran acontecimiento liberador de Dios en el centro de la
antigua Alianza.
2058 Las “diez palabras” resumen y proclaman la ley de Dios.
526 “Hacerse niño” con relación a Dios es la condición para entrar en el
Reino; para eso es necesario “nacer de lo alto” (Jn 3, 7), “nacer de Dios” para
hacerse hijos de Dios” (Jn 1, 13).
Concilio Vaticano II
No se equivocan menos quienes, por el contrario,
piensan que pueden sumergirse en los negocios terrestres, como si estos fuesen
totalmente ajenos a la vida religiosa, porque piensan que esta consiste solo en
actos de culto y en el cumplimiento de algunos deberes morales. La separación
entre la fe que profesan y la vida cotidiana de muchos debe ser considerada
como uno de los errores más graves de nuestro tiempo. Ya en el Antiguo
Testamento los profetas condenaban vehementemente este escándalo (cf. Is 58, 1-12),
y mucho más en el Nuevo Testamento, donde el mismo Jesucristo amenazaba con
grandes castigos (cf. Mt 23, 3-13; Mc 7, 10-13). Por consiguiente, no deben
oponerse falsamente entre sí las actividades profesionales y sociales, por una
parte, y la vida religiosa por otra. El cristiano que descuida sus deberes
temporales, descuida sus deberes con el prójimo, e incluso al mismo Dios y pone
en peligro su su salvación eterna.
Gaudium et spes, 43.
Los Santos Padres.
Antes de la venida de Cristo se sentaban dignamente “en la cátedra de
Moisés” quienes interpretaban digna y fielmente las palabras de Moisés. Después
de la venida de Cristo “se sienta sobre la cátedra” la Iglesia, que es la
cátedra y el trono de Cristo.
Orígenes, Serie de comentarios sobre el Ev. de Mateo, 9. 1b, pgs.
208-209.
Hay quienes se sientan en la cátedra de la Iglesia, enseñando lo que hay
que “hacer” a los demás, mientras ellos no lo hacen.
Orígenes. O.c.
Doble maldad señala aquí el Señor: primero, exigir inexorablemente de sus
súbditos la suma perfección de vida, y luego, permitirse ellos la más absoluta
libertad. Todo lo contrario de lo que debe hacer el óptimo gobernante: ser para
sí mismo juez inflexible y severo, y benigno y blando para con sus súbditos. Escribas
y fariseos hacían lo contrario. Tales son todos los que filosofan de palabra,
inflexibles y severos, con quienes no saben lo que es poner por obra la
enseñanza. No es poca maldad esta ni agrava en poco la anterior acusación.
Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Ev. de Mateo 72. 1b, pg. 209.
El Señor los acusa de vanagloria, que fue los perdió. Su culpa anterior
era de crueldad y tibieza; ahora se trata de su loca ambición de gloria, que
fue la que los apartó de Dios. (…) Y mirad también la gravedad de su culpa.
Porque no es que hagan unas cosas así y otras de otro modo. No. “Todas sus
obras - dice el Señor – las hacen por vanagloria”. Todas en absoluto. Ya que el
Señor ha acusado a escribas y fariseos de vanagloria, les hace ver seguidamente
que su vanagloria no tiene siquiera por objeto grandes y necesarias (ninguna,
en efecto tenían, yermos como estaban de buenas obras), sino frías y sin
importancia, aquellas justamente que eran prueba de su maldad. “Ensanchan –
dice – sus filacterias y alargan las franjas de sus vestidos”.
Juan Crisóstomo. O. c.
En la Iglesia de Cristo también hay quienes andan a la caza de banquetes
y de las mesas de quienes las organizan; también hay gente amante de las
primeras cátedras y que hacen otras muchas cosas, para conseguir ser diáconos
(no como de los que habla la Escritura, sino como aquellos que “devoran las
haciendas de las viudas y fingen largas oraciones. Estos recibirán una condena
más severa”, Mc 12, 40). Estos tales que quieren ser diáconos, además
ambicionan a las claras arrebatar las “primeras cátedras” de los presbíteros.
No contentos con esto, algunos se dan mucha maña para ser llamados obispos “por
los hombres” (o lo que es lo mismo, “rabí”), cuando deberían saber que el
obispo debe ser “irreprensible” y lo que sigue, para que si no es llamado
obispo “por los hombres”, lo sea ante Dios.
Orígenes. O. c.
¿Y dónde hallaremos esa humildad? Vayamos, si os place, nuevamente a la
ciudad de la virtud, a las tiendas de los santos, a los montes, digo, y a los
valles poblados de monjes. Allí, allí veremos la cumbre misma de esta humildad.
Juan Crisóstomo, o.c.
San Jerónimo.
4, 23 Es tentado por los fariseos, sus trampas se rompen y según el salmista: “Sus
golpes han sido como las flechas de los niños” (Sal 63), y sin embargo, por
respeto al sacerdocio, por la dignidad de su nombre, exhorta al pueblo a
sometérseles en consideración no de sus obras sino de su doctrina. En cuanto a
la frase: “Los escribas y fariseos se sentaron sobre la cátedra de Moisés”, por
cátedra designa la doctrina de la Ley. También se debe entender en el sentido
de doctrina lo que se dice en el salmo: “No se sentó en la cátedra pestilente”
(Sal 1) y: “Derribó las cátedras de los vendedores de palomas” (Mt 21, 12).
A estas cédulas del decálogo las llamaban filacterias porque cualquiera
que las llevase era como si gozara de su custodia y protección. Los fariseos no
comprendían que es en el corazón donde hay que llevarlas, no en el cuerpo. Por
lo demás, los armarios y los cofres tienen libros sin tener el conocimiento de
Dios. Del mismo modo, a menudo, aun en nuestros días, proceden las pobres
mujeres supersticiosas con pequeños evangelios, con madera de la cruz y otros
objetos semejantes; ellas tienen, ciertamente, el celo de Dios pero no según la
ciencia; cuelan el mosquito y se tragan el camello.
San Agustín.
Si enseño el bien y obro el bien, imítame; si por el contrario, no cumplo
que enseño, tienes el consejo del Señor: haz lo que enseño, mas no lo que yo
hago; en todo caso, nunca abandones la cátedra católica. (…) Esto he aprendido
ante todo en la Iglesia católica: a no poner mi esperanza en hombre alguno.
Comentario al salmo 36. II, pg. 1492.
San Juan de Ávila.
Y pues así es, no deben luego despreciar a los sabios, pues que la
sabiduría de sí misma, no les es impedimento para ser humildes y santos, antes
a muchos ha sido y es grande ocasión para serlo. Y juzgar que no lo son es una
grande soberbia e injurioso juicio. Y, ya que no lo fuesen, acuérdense que está
escrito: Sobre la cátedra de Moisés se asentaron los letrados y fariseos;
haced lo que os dicen y no hagáis lo que hacen (Mt 23, 2-3). Y estos son al
reves, porque no toman la buena doctrina que los sabios dan, y hacen lo malo
que ellos dicen que hacen, que es de ser soberbios, despreciándolos, y no
curando del orden natural y divino, que es que los menos sabios sean regidos
por los más sabios.
Audi, filia (II), 54. I, pg. 652.
Nos mandó que os llamásemos Padre (cf. Mt 6, 9) por la grandeza del amor
que nos tenías; y, sobre todo esto, nos dijo que no llamásemos a otro padre sobre
la tierra, porque tú solo eres nuestro Padre (Mt 23, 9). Porque ansí como
tú solo eres bueno por la eminencia de tu soberana bondad, así tú solo eres Padre;
y de tal manera lo eres y tales obras haces, que, en comparación de tus entrañas
paternales, no hay alguno que pueda ansí llamarse.
Tratado del amor de Dios. I, pg. 951.
Así lo dice Cristo: Sper cathedram,… (Mt 23, 2-3). No estaba el
defecto en la doctrina, sino en la vida y en el ejemplo que daban; y por esto son
castigados o reprehendidos, porque esto era loq ue provocaba a no guardar la
Ley.
Lecciones sobre la Epístola a los Gálatas. II, pg. 50.
Los que de verdad celan el bien de la Iglesia, siempre deben temer este
resbaladero y tenerlo prevenido con buenas leyes; porque como por la mayor
parte seamos carnales, estimamos en mucho lo que es carne, como son letras, y
habilidad, y cosas semejantes, y en poco lo que es espíritu, como es la virtud,
y así, preferimos aquello a esto; lo cual es camino para destruirse la Iglesia
y venir a tener tales sacerdotes y maestros de los cuales el Salvador dice: Quaecumque
dicunt vovis, facite: secundum autem opera eorum, nolite facere (Mt 23, 3).
Reformación del estado eclesiástico. II, pg. 496.
-¿Quién es mi hermano? – No son los de una carne y una sangre. Mateo 23: Omnes
vos fratres estis (Mt 23, 8).
Lecciones sobre 1 San Juan (I), pg. 296.
Y que se tuerza la regla con lo torcido, que se ha de reglar, no es
bueno; sino que lo torcido se enderece con la regla. Que ansí lo dijo Él: No
queráis a nadie llamar sobre la tierra maestro que uno es vuestro, que es
Jesucristo (Mt 23, 8), y no hay más de Él.
Lecciones sobre 1 San Juan (II). II, pg. 387.
Por San Mateo nos dice: Nolite vocare vobis patrem super terram; unius
est enim pater vester, qui in coelis est (Mt 23, 9). Este es nuestro
verdadero Padre. Plega a Él que de tal manera sepamos ser sus hijos que le
gocemos en la gloria, la cual nos dé por su bondad infinita. Amén.
Lecciones sobre 1 San Juan (I). II, pg. 266.
¿Y quién es mi hermano? Todos los cristianos se llaman hermanos, según
aquello de Jesucristo: Patrem noli vocare super terram (Mt 23, 9).
Lecciones sobre 1 San Juan (II). II, pg. 432.
Y así lo dijo Él: No queráis llamar a nadie sobre la tierra maestro,
que uno solo es vuestro maestro, que es Cristo (Mt 23, 10), y no hay más de
Él. Que los maestros de por acá son debajo de él para enseñar lo que este
maestro enseñó.
Lecciones sobre 1 San Juan (I). II, pg. 218.
Y también sabrían por experiencia los mayores las cargas de los menores,
y no se diría de ellos aquella afrentosa palabra: Ponen cargas pesadas… (cf.
Mt 23, 4). Veces hay que los sacerdotes con el peso de las andas o de la
custodia van tan cargados y reventados, que van forzados como Simón Cireneo, y
huyen otro año cuando pueden de tomar sobre sí aquel trabajo. No es razón que,
pues Dios nuestro Señor halló modo de como, yendo allí verdaderamente su
cuerpo, no haya más peso que los accidentes de pan que lo llevan encubierto,
que, siendo su carga liviana, la hagan pesada y odiosa por cosas que son fuera
de Él.
Sermón víspera del Corpus. III, pg. 440.
¿Quién contará las grandes misericordias, Señor, que están en aquellas
palabras dulcísimas que por tu meliflua
boca dejiste: No queráis padre (Mt 23, 9). No porque tú, Señor, viedas
que llamemos y honremos por padres a los que sigun el cuerpo nos engendraron,
antes lo has mandado en tu cuarto mandamiento, y es cosa más agradable en tus ojos,
como dice San Pablo (cf. Col 3, 20). Mas quieres descubrir el secreto de tu
Padre, que nosotros no sabíamos, y tanto más importaba saber y es que el
paternal amor que nos tiene excede tanto al que nos tienen nuestros padres.
Sermón Asunción de María. III, pg. 944.
No quiere hacienda ni quiere alteza; porque el cuidado de la hacienda no
lleve el amor, y por la cédula que tiene de Dios: Quien se abajare será
ensalzado. (Mt 23, 12).
Sermón de Santa María Magdalena. III, pg. 1035.
Y lo que más es de maravillar, que no solo les deja padecer persecuciones
levantadas por el demonio y otras personas, mas el mesmo Padre de las
misericordias (2 Co 1, 3) y verdadero amador de sus hijos sobre cuantos
padres hay, el cual solo sabe ser Padre, en cuya comparación los padres no
saben amar ni amparar – y por eso nos mandó que no llamásemos padres sobre
la tierra sino a Él (cf. Mt 23, 9) – único amparo nuestro.
A una doncella atribulada por el desamparo espiritual que sentía. IV, pg. 216.
Esforzaos a servir a Dios, que alcanzarlo heis. Tanto alcanzaréis de Él,
cuanto perdiéredes de vos; tanto os consolará, cuanto por Él trabajaredes; y
tanto seréis ensalzados, cuanto acá humillados (cf. Mt 23, 12).
San Oscar Romero. Homilía.
Hermanos, Dios es infinitamente bueno, pero también infinitamente justo y
toda esta sangre, todos estos crímenes, todas estas hipocresías -y aquí ya
desde el principio les dije, no me estoy refiriendo a denunciar solamente hacia
afuera de la Iglesia, estamos en una denuncia íntima de nosotros mismos.
También toda nuestra iniquidad de pastores; también toda nuestras hipocresía de
sacerdotes; también toda nuestra falta de santidad, de vida consagrada; también
toda la falta de fidelidad de tantos matrimonios cristianos, pero adúlteros; de
tantos jóvenes que no viven la pureza propia que Dios les pide; de tanta
sociedad donde se abren burdeles, donde hay todos los centros de vicio, de
tantas apariencias- todo esto no puede quedar así, sería un Dios alcahuete e
injusto y todo eso que quedara sin un día de la ira del Señor. Ya llega, dice
Cristo.
Y llegó, en una forma histórica, para ejemplo y escarmiento de los
pueblos el año 70 de Jerusalén. Dice el historiador Flavio Josefo, que escribió
esas tremendas situaciones, que no alcanzaban los palos que se cortaban en los
alrededores de Jerusalén para crucificar a tanto judío y que adentro de
Jerusalén las madres se comían a sus propios hijos y que no había ni agua ni
comida, y que se morían de hambre y parecían esqueletos ambulantes.
Es que todo eso que está pasando también entre nosotros, hermanos, Dios
nos libre. Ojalá escucháramos a tiempo esta llamada de misericordia con que
termina el capítulo 23. "Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a
los que te son enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos a la manera que
la gallina reúne a sus pollos bajo las alas y no quisiste. Vuestra casa quedará
desierta, porque en verdad os digo que no me veréis más, hasta que digáis
bendito el que viene en el nombre del Señor".
Homilía 5 de noviembre de 1978.
Papa Francisco. Ángelus. 5 de noviembre
de 2017
Queridos hermanos y hermanas,
¡buenos días!
El Evangelio de hoy (cf Mateo
23, 1-12) está ambientado en los últimos días de la vida de Jesús, en
Jerusalén; días cargados de expectativas y también de tensiones. Por un lado
Jesús dirige críticas severas a los escribas y a los fariseos, por otra deja importantes
mandatos a los cristianos de todos los tiempos, por tanto también a nosotros.
Él dice a la multitud: «En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y
observad todo lo que os digan». Esto significa que ellos tienen la autoridad de
enseñar lo que es conforme a la Ley de Dios. Sin embargo, justo después, Jesús
añade: «pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen» (v. 2-3).
Hermanos y hermanas, un defecto frecuente en los que tienen una autoridad,
tanto autoridad civil como eclesiástica, es el de exigir de los otros cosas,
también justas, pero que ellos no ponen en práctica en primera persona. Tienen
una doble vida. Dice Jesús: «Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas
de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas» (v. 4). Esta actitud
es un mal ejercicio de la autoridad, que sin embargo debería tener su primera
fuerza precisamente en el buen ejemplo.
La autoridad nace del buen
ejemplo, para ayudar a los otros a practicar lo que es justo y necesario, sosteniéndoles en
las pruebas que se encuentran en el camino del bien. La autoridad es una
ayuda, pero si está mal ejercida, se convierte en opresiva, no deja crecer a
las personas y crea un clima de desconfianza y de hostilidad, y lleva también a
la corrupción.
Jesús denuncia abiertamente
algunos comportamientos negativos de los escribas y de algunos fariseos:
«quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las
sinagogas, que se les salude en las plazas» (v. 6-7).
Esta es la tentación que corresponde a
la soberbia humana y que no siempre es fácil de vencer. Es la actitud de vivir
solo por la apariencia.
Después Jesús les da mandatos a
sus discípulos: «no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro
Maestro, y vosotros sois todos hermanos. […] Ni tampoco os dejéis llamar
“Directores”, porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre
vosotros será vuestro servidor» (vv. 8-11).
Nosotros discípulos de Jesús no
debemos buscar título de honor, de autoridad o de supremacía. Yo os digo que
a mí personalmente me duele ver a personas que psicológicamente viven corriendo
detrás de la vanidad de las condecoraciones. Nosotros, discípulos de Jesús,
no debemos hacer esto, ya que entre nosotros debe haber una actitud sencilla
y fraterna.
Todos somos hermanos y no
debemos de ninguna manera dominar a los otros y mirarlos desde arriba. No. Todos somos
hermanos. Si hemos recibido cualidades del Padre celeste, debemos ponerlas al
servicio de los hermanos, y no aprovecharnos para nuestra satisfacción e
interés personal. No debemos considerarnos superiores a los otros; la
modestia es esencial para una existencia que quiere ser conforme a la enseñanza
de Jesús, que es manso y humilde de corazón y ha venido no para ser servido
sino para servir.
Que la Virgen María, «humilde y
alta más que otra criatura» (Dante, Paraíso, XXXIII, 2), nos ayude, con su
materna intercesión, a rehuir del orgullo y de la vanidad, y a ser mansos y
dóciles al amor que viene de Dios, para el servicio de nuestros hermanos y para
su alegría, que será también la nuestra.
Francisco. Catequesis. La
pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente. 24. Los Santos
Cirilo y Metodio, apóstoles de los eslavos. 25 de octubre de 2023.
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy
os hablaré de dos hermanos muy famosos en Oriente, hasta el punto de que se les
llame “los apóstoles de los eslavos”: los santos Cirilo y Metodio. Nacidos en
Grecia en el siglo IX en una familia aristocrática, renuncian a la carrera
política para dedicarse a la vida monástica. Pero su sueño de una existencia
retirada dura poco. Son enviados como misioneros en la Gran Moravia, que en la
época comprendía varios pueblos, ya en parte evangelizados, pero en los cuales
sobrevivían muchas costumbres y tradiciones paganas. Su príncipe pedía un
maestro que explicara la fe cristiana en su lengua.
La
primera tarea de Cirilo y Metodio es por tanto estudiar a fondo la cultura de
esos pueblos. Siempre este estribillo: la fe debe ser inculturada y la
cultura debe ser evangelizada. Inculturación de la fe, evangelización de la
cultura, siempre. Cirilo pregunta si tenían un alfabeto; le responden que
no. Y él replica: ¿quién puede escribir un discurso sobre el agua?”. De hecho,
para anunciar el Evangelio y para rezar hacía falta un instrumento propio,
adecuado, específico. Inventa así el alfabeto glagolítico. Traduce la Biblia y
los textos litúrgicos. La gente siente que esa fe cristiana ya no es
“extranjera”, sino que se convierte en su fe, hablada en la lengua materna.
Pensad: dos monjes griegos que dan un alfabeto a los eslavos. Esta es la apertura
del corazón que arraigó el Evangelio entre ellos. No tenían miedo estos dos,
eran valientes.
Pero
pronto comenzaron los conflictos por parte de algunos latinos, que ven
arrebatado el monopolio de la predicación entre los eslavos, esa lucha
dentro de la Iglesia, siempre así. Su objeción es religiosa, pero solo en
apariencia: Dios puede ser alabado – dicen – solo en las tres lenguas
escritas en la cruz, el hebreo, el griego y el latín. Estos tenían la mentalidad cerrada para
defender la propia autonomía. Pero Cirilo responde con fuerza: Dios
quiere que todo pueblo lo alabe en la propia lengua. Junto al hermano
Metodio apela al Papa y este aprueba sus textos litúrgicos en lengua eslava,
los hace colocar en el altar de la iglesia de Santa María Mayor y canta con
ellos las alabanzas del Señor según esos libros. Cirilo muere pocos días
después, sus reliquias son todavía veneradas aquí en Roma, en la basílica de
San Clemente. Metodio, sin embargo, es ordenado obispo y enviado de nuevo a los
territorios de los eslavos. Aquí tendrá que sufrir mucho, incluso será
encarcelado, pero, hermanos y hermanas, nosotros sabemos que la Palabra de Dios
no es encadenada y se difunde entre esos pueblos.
Mirando
el testimonio de estos dos evangelizadores, que san Juan Pablo II quiso
copatrones de Europa y sobre los cuales escribió la encíclica Slavorum
Apostoli, vemos tres aspectos importantes.
En
primer lugar, la unidad: los griegos, el Papa, los eslavos. En esa época
había en Europa una cristiandad no dividida, que colaboraba para evangelizar.
Un
segundo aspecto importante es la inculturación, de la cual he dicho algo
antes: evangelizar la cultura y la inculturación hace ver que la evangelización
y cultura están estrechamente conectadas. No se puede predicar un Evangelio
en abstracto, destilado, no: el Evangelio debe ser inculturado y es también
expresión de la cultura.
Un
último aspecto, la libertad. En la predicación hace falta libertad,
pero la libertad siempre necesita de la valentía, una persona es libre
cuanto más valiente es y no se deja encadenar por tantas cosas que le quitan la
libertad.
Hermanos
y hermanas, pidamos a los santos Cirilo y Metodio, apóstoles de los eslavos,
ser instrumentos de “libertad en la caridad” para los otros. Ser creativos, ser constantes y ser
humildes, con la oración y con el servicio.
DOMINGO XXXII T. O. 12 de Noviembre de
2023.
Monición de entrada.-
El día en el que nos bautizaron el sacerdote dio una
vela con luz al padrino.
La vela quería decir la fe.
Que tiene que estar encendida, es decir:
Tenemos que ser siempre amigos de Jesús.
También en el altar hay velas encendidas.
Y así queremos decirle a Jesús que somos amigos de Él.
Señor, ten piedad.-
Llévanos a ti. Señor, ten piedad.
Ilumínanos. Cristo, ten piedad.
Ábrenos tu puerta. Señor, ten piedad.
Peticiones.-
Por el Papa Francisco, para que siendo
la luz de Jesús. Te lo pedimos, Señor.
Por la Iglesia para que sepa enseñarnos
las palabras de Jesús. Te lo pedimos, Señor.
Por los que mandan en la Iglesia, para
que hagan cosas buenas para los pueblos. Te lo pedimos, Señor.
Por los que mandan, para que acepten que
les digan lo que hacen mal. Te lo pedimos, Señor.
Por los que no se portan bien en su
casa, para que cambien. Te lo pedimos, Señor.
Por nosotros, para que seamos siempre
amigos de Jesús. Te lo pedimos, Señor.
Acción de gracias.-
María, gracias por ayudarnos a ser
buenos amigos de Jesús y llevar la luz a los demás.
Sagrada
Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
BAC. Madrid. 2016.
Biblia
de Jerusalén. 5ª
edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González.
BAC. Madrid. 2017.
Biblia
Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.
Catecismo
de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación
de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia.
Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Pío de Luis,
OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las
lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Jerónimo.
Comentario al evangelio de Mateo. Editorial Ciudad Nueva. Madrid. 1999. Pgs. 105-106.
San Juan de
Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid.
2015.
San Juan de Ávila. Obras
Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores.
BAC. Madrid. 2013.
San
Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid. 2015.
San
Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
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