Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y
enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de
haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el
Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas
pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les ordenó que no se
alejaran de Jerusalén, sino “aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la
que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis
bautizados con Espíritu Santo, dentro de no muchos días.
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:
-Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?
Les dijo:
-No os toca a vosotros conocer los tiempos o mementos que el Padre
ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del
Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea y Samaría y “hasta el confín de la tierra”.
Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que
una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se
iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les
dijeron:
-Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando el cielo? El mismo
Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo volverá como lo
habéis visto marcharse al cielo.
Textos
paralelos.
El primer libro lo dediqué,
Teófilo, a todo lo que Jesús hizo.
Lc 1, 1-4: Puesto que muchos
emprendieron la tarea de contar los sucesos que nos han acontecido, tal como
nos lo transmitieron los primeros testigos presenciales, puestos al servicio de
la palabra, también yo he pensado, ilustre Teófilo, escribirte todo por orden y
exactamente, comenzando desde el principio; así comprenderás con certeza las
enseñanzas que has recibido.
Hch 1, 22: Desde el bautismo de
Juan hasta que nos fue arrebatado, uno tiene que ser con nosotros testigo de su
resurrección.
Después de haber dado
instrucciones.
Mt 28, 19-20: Por tanto, id a
hacer discípulos entre todos los pueblos, bautizadlos consagrándolos al Padre y
al Hijo y al Espíritu Santo, y enseñadlos a cumplir cuanto os he mandado. Yo
estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.
Lc 24, 49: Yo os envío lo que
el Padre prometió. Vosotros quedaos en la ciudad hasta que desde el cielo os
revistan de fuerza.
Alos apóstoles que él
había elegido.
Lc 24, 51:Y mientras los
bendecía se separó de ellos y era llevado al cielo.
1 Tm 3, 16: Grande es, sin
duda, el misterio de nuestra religión: Se manifestó corporalmente, lo garantizó
el Espíritu, se apareció a los ángeles, fue proclamado a los paganos, fue
creído en el mundo y exaltado en la gloria.
Después de su pasión, se
presentó dándoles pruebas de que vivía.
Hch 10, 40-41: Pero Dios lo
resucitó al tercer día e hizo que se apareciese, no a todo el pueblo, sino a
los testigos designados de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos
con él después de resucitar de la muerte.
Hch 13, 31: Y se apareció
durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén.
Ellos son hoy sus testigos ante el pueblo.
Dejándose ver durante
cuarenta días.
Mt 28, 10: Jesús les dijo: No
temáis; id a avisar a mis hermanos que vayan a Galilea, donde me verán.
Lc 24, 42-43: Le ofrecieron un
trozo de pescado asado. Lo tomó y lo comió en su presencia.
No vayáis a Jerusalén.
Lc 24, 49: Yo os envío lo que
el Padre prometió. Vosotros quedaos en la ciudad hasta que desde el cielo os
revistan de fuerza.
Hch 2, 33: Exaltado a la
diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha
derramado. Es lo que estáis viendo y oyendo.
Aguardad la promesa del
Padre.
Ga 3, 14: Así la bendición de
Abrahán, por medio de Cristo Jesús se extiende a los paganos, para que podamos
recibir por la fe el Espíritu prometido.
Ef 1, 13: Por él, también
vosotros, al escuchar el mensaje de la verdad, la buena noticia de vuestra
salvación, creísteis en él y fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido.
Seréis bautizados con
Espíritu Santo.
Hch 11, 16: Queridos hermanos,
tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo profetizó por medio de David
acerca de Judas, el que guio a los que
arrestaron a Jesús.
Lc 3, 16: Juan se dirigió a
todos: Yo os bautizo con agua; pero está para llegar el que tiene más autoridad
que yo, y yo no tengo derecho a desatarle la correa de las sandalias. Él os
bautizará con Espíritu Santo y fuego.
No os toca a vosotros
conocer el tiempo.
Dn 2, 21: Él cambia tiempos y
estaciones, destrona y entroniza a los reyes. Él da sabiduría a los sabios y
ciencia a los expertos.
Mt 24, 36: En cuanto al día y a
la hora, no los conoce nadie, ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solo los
conoce el Padre.
1 Ts 5, 1-2: Acerca de fechas y
momentos no hace falta que os escriba; pues vosotros sabéis exactamente que el
día del Señor llegará como ladrón nocturno.
Cuando el Espíritu Santo
venga sobre vosotros.
Is 32, 15: Hasta que se derrame
sobre nosotros un aliento de lo alto; entonces el desierto será un vergel, el
vergel contará como un bosque.
Recibiréis una fuerza que
os hará ser mis testigos.
Lc 24, 47-48: Que en su nombre
se predicará penitencia y perdón de pecados a todas las naciones, empezando por
Jerusalén. Vosotros sois testigos de ello.
Hasta los confines de la
tierra.
Mt 28, 19: Por tanto, id a
hacer discípulos entre todos los pueblos, bautizándolos, consagrándolos al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Fue levantado en
presencia de ellos.
2 R 2, 11: Mientras ellos
seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con caballos de
fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino.
Una nube lo ocultó a sus
ojos.
Lc 24, 50-51: Después los sacó
hacia Betania y, alzando las manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se
separó de ellos y era llevado al cielo.
Mc 16, 19: El Señor Jesús,
después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de
Dios.
Jn 20, 17: Le dice Jesús:
Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: Subo a
mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.
Mientras ellos estaban
mirando fijamente al cielo.
Rm 10, 6: En cambio, la
justicia que procede de la fe suena así: No digas por dentro: ¿quién subirá al
cielo (a saber, para hacer bajar al Mesías)?
Ef 4, 8-10: Por eso se dice:
Subiendo a lo alto llevaba cautivos y repartió dones a los hombres. (Lo de
subió ¿qué significa sino que bajó a lo profundo de la tierra?). El que bajó es
el que subió por encima de los cielos para llenar el universo.
Se presentaron de pronto dos
hombres.
1 P 3, 22: Que subió al cielo y
está sentado a la diestra de Dios, y se le han sometido ángeles, potestades y
dominaciones.
Lc 24, 4: Estaban
desconcertadas por el hecho, cuando se les presentaron dos personajes con vestidos
refulgentes.
Volverá como lo habéis
visto marchar.
Hch 3, 20: Y así recibáis del
Señor tiempos favorables y os envíe a Jesús, el Mesías predestinado.
Za 14, 4: Aquel día asentará
los pies sobre el Monte de los Olivos, a oriente de Jerusalén, y lo dividirá
por el medio con una vega dilatada de levante a poniente: la mitad del monte se
apartará al norte, la otra mitad hacia el sur.
Notas exegéticas.
1 1 El evangelio de Lucas.
1 2 (a) Se subraya la acción del
Espíritu en los comienzos de la misión de los apóstoles como en los comienzos
del ministerio de Jesús.
1 2 (b) El texto occidental no
menciona aquí la Ascensión.
1 3 (a) Este texto parece no
avenirse al evangelio de Lucas. Aquí hay una separación de cuarenta días entre
la resurrección y la ascensión. Este espacio de tiempo puede entenderse como
una duración tipo de la iniciación a la enseñanza del Resucitado o como el
tiempo límite para sentar las bases de la autoridad de los primeros testigos.
1 3 (b) El Reino de Dios será el gran
tema de la predicación de los apóstoles, como lo había sido de la predicación
de Jesús.
1 4 Para Lucas Jerusalén es el
centro predestinado de la obra de la salvación, el punto terminal de la misión
terrestre de Jesús y el punto inicial de la misión universal de los apóstoles.
1 5 El bautismo en el Espíritu
anunciado ya por Juan el Bautista y prometido aquí por Jesús, se inaugurará con
la efusión de Pentecostés. Los apóstoles seguirán administrando el bautismo de
agua como rito de iniciación al Reino mesiánico, pero lo conferirán “en el
nombre de Jesús”; y por la fe en la obra realizada por Cristo, dispondrá en lo sucesivo
del poder eficaz de perdonar los pecados y de dar el Espíritu Santo. Se ve
aparecer por otra parte, y en conexión con este Bautismo cristiano de agua,
otro rito, el de la imposición de manos, que se ordena a una comunicación visible
y carismática del Espíritu, análoga a la de Pentecostés; rito que está en el
origen del sacramento de la Confirmación. Al lado de estos sacramentos cristianos,
siguió practicándose por algún tiempo y por algunos fieles, imperfectamente
instruidos, el bautismo de Juan.
1 6 (a) Hch 1 6 reanuda el hilo del
relato interrumpido en Lc 24, 49.
1 6 (b) El establecimiento del Reino
mesiánico se les representa aún a los apóstoles como una restauración temporal
de la realeza davídica.
1 7 Insertando su plan de salvación
en la historia humana, Dios ha dispuesto desde toda la eternidad “su tiempo y
su momento”: primero, el tiempo de la preparación y de la paciencia; luego, en
la “plenitud de los tiempos” el momento escogido para la venida de Cristo, que
inaugura la era de la salvación; después el tiempo que transcurre hasta la
Parusía; finalmente precedido por los “últimos días”, el “Día” escatológico, y
el Juicio Final.
1 8 (a) El Espíritu, tema
especialmente predilecto de San Lucas, ante todo aparece como un poder enviado
de junto a Dios por Cristo para la difusión de la Buena Nueva. El Espíritu
otorga los carismas, que garantizan la predicación: don de lenguas, de
milagros, de profecía, de sabiduría, comunica fuerza para anunciar a
Jesucristo, a pesar de las persecuciones y para dar testimonio de él, ver nota
siguiente, finalmente interviene en las decisiones de capital importancia: admisión
de los gentiles en la Iglesia, supresión para ellos de observancias legales,
misión de Pablo a través del mundo gentil (texto Occidental). Pero los Hechos
conocen también el don del Espíritu recibido en el bautismo y que concede el
perdón de los pecados.
1 8 (b) La misión esencial de los apóstoles
es dar testimonio de la resurrección de Jesús y también de toda su vida
pública.
1 8 (c) La misión de los apóstoles
se extiende al universo. Las etapas aquí señaladas dibujan, a grandes rasgos,
el esquema geográfico de los Hechos: Jerusalén, que era el punto de llegada del
Evangelio, es ahora el punto de partida.
1 9 La nube forma parte del marco de
las teofanías[1] del Antiguo Testamento.
Es característica de la Parusía[2] del Hijo del hombre.
1 11 El glorioso advenimiento de la Parusía.
Comentario.
-Prólogo (v. 1-3):
Dirigido a Teófilo, ¿un mecenas
interesado por el cristianismo?
Finalidad:
Los lectores reconozcan la
continuidad con el relato del evangelio.
Interés teológico:
Lo que viene a continuación no
puede ser separado de la vida de Jesús.
-Comida del Resucitado (v.4-8):
Se repite la promesa de la
venida del Espíritu:
Anunciada en Lc 24, 49.
Judaísmo:
Venida del Espíritu: tiempos
escatológicos.
Recorrido geográfico de la
misión:
Libro de los Hechos.
La iglesia hereda el encargo de
Isaías a Israel:
Is 49, 6: “Que lleves mi
salvación hasta los confines de la tierra”.
Sin restaurar el pasado, sino
abriéndose a un futuro inédito.
-Ascensión (v. 9-11):
Acontecimiento bisagra entre
Lucas y Hechos.
Lucas lo cuenta dos veces:
Lc 24, 50-53:
Jesús se separa de los suyos.
Estos regresan a Jerusalén
alabando a Dios.
Concluye la vida de Jesús.
Hechos 1, 1-11:
Jesús “sube al cielo” confiando
a los apóstoles una misión:
Ser testigos hasta el confín de
la tierra.
Se inicia la aventura de la
Iglesia en el mundo.
Jesús se eclipsa para dar lugar
a los testigos del Evangelio.
Salmo responsorial
Salmo 47 (46), 1-2.6-9
Dios
asciende entre aclamaciones;
el
Señor, al son de trompetas. R/.
Pueblos
todos, batid palmas,
aclamad
a Dios con gritos de júbilo;
porque
el Señor altísimo es terrible,
emperador
de toda la tierra. R/.
Dios
asciende entre aclamaciones;
el
Señor al son de trompetas:
tocad
para Dios, tocad;
tocad
para nuestro Rey, tocad. R/.
Porque
Dios es el rey del mundo:
tocad
con maestría.
Dios
reina sobre las naciones,
Dios
se sienta en su trono sagrado. R/.
Textos paralelos.
Sube Dios entre
aclamaciones.
So 3, 14-15: ¡Grita, ciudad de
Sión; lanza vítores, Israel; festéjalo exultante, Jerusalén, capital! Que el
Señor ha expulsado a los tiranos, ha echado a tus enemigos; el Señor dentro de
ti es el rey de Israel y ya no temerás nada malo.
Nm 23, 21: No descubre maldad
en Jacob ni encuentra crimen en Israel; el Señor, su Dios, está con él y él lo
aclama como a rey.
Sal 24, 7-10: ¡Portones, alzad
los dinteles! que se alcen las antiguas compuertas: que va a entrar el Rey de
la Gloria. - ¿Quién es ese Rey de la Gloria? – El Señor, héroe valeroso, el
Señor, héroe de la guerra. – ¡Portones, alzad los dinteles! alzad las antiguas
compuertas: que va a entrar el Rey de la Gloria. – ¿Quién es el Rey de la Gloria?
– El Señor de los Ejércitos, él es el Rey de la Gloria.
Sal 68, 19: Subiste a la cumbre
llevando cautivos, recibiste como tributo hombres, incluso rebeldes; y te
instalaste, Señor Dios.
Sal 89, 16: Dichoso el pueblo
que sabe aclamarte: caminará, Señor, a la luz de tu rostro.
Sal 98, 6: Con clarines y al
son de trompetas vitoread ante el Señor y Rey.
Reina Dios sobre todas
las naciones.
Jr 10, 7: Tú lo mereces, Rey de
las naciones; entre todos sus sabios y reyes, ¿quién hay como tú?
Sal 72, 11: Así son los malvados:
siempre seguros acumulan riquezas.
Notas exegéticas.
47 Himno escatológico, el primero de
los “salmos del Reino”; desarrolla la aclamación “Yahvé es Rey”. El Rey de
Israel sube al templo con un cortejo triunfal, en medio de aclamaciones
rituales. Su gobierno se extiende a todos los pueblos, que vendrán a sumarse al
pueblo elegido.
47 7 “nuestro Dios”, griego, “Dios”
hebreo.
Tres lecturas.
Con Israel: Uno de los días de la "fiesta de los
Tabernáculos", Jerusalén festejaba a "su rey" Dios. Se partía de
la parte baja, de la fuente de Sión en el fondo del valle del Cedrón, luego la
procesión subía, "se elevaba" hasta la colina de Sión dominada por el
Templo. En una especie de "mimo" simbólico, se hacía el simulacro de
entronizar a Dios en su realeza, "en su trono sagrado". Dios, estaba
allí, en medio de su pueblo regocijado que lo aclamaba: esta dinámica realizaba
lo que ella significaba, la ceremonia no daba la realeza a Dios porque Yahveh
es Dios desde siempre... Pero sí actualizaba esta realeza, ya que, por la
celebración misma, Dios reinaba, de hecho, sobre este pueblo.
Con Jesús: ¡Era un anuncio
profético! Lo que jamás se había realizado humanamente, llegó a ser realidad
misteriosa con Jesucristo. El Verbo "Dios se eleva", Dios sube,
presente en el corazón de este salmo esperaba su plena realización. La Iglesia
desde el comienzo, tomó este verbo "subir" para aplicarlo a la
Ascensión de Jesús resucitado en la gloria del Padre. Más allá de la palabra,
es "la realeza universal de Dios" que quería celebrar este salmo, y
que también canta la fiesta de la Ascensión.
Con nuestro tiempo: Dios, el gran rey... el Altísimo... El
adorable... Un día, un día escatológico seremos deslumbrados por esta grandeza
divina. Ahora, Dios es extrañamente discreto e invisible. Pero nada impide que
anticipemos este día... Desde hoy.
Segunda
lectura.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos:
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé
espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de
vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál
la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria
grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de
su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos
y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder,
fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este
mundo, sino en el futuro. Y “todo lo puso bajo sus pies·, y lo dio a la
Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena
todo en todos.
Textos paralelos.
Al Padre de la gloria.
Ef 3, 14: Por eso doblo las
rodillas ante el Padre.
Ef 3, 16: Para que os conceda
por la riqueza de su gloria: fortaleceros internamente con el Espíritu.
Para conocerle perfectamente.
1 Jn 5, 20: Sabemos que el Hijo
de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Estamos
con el Verdadero y con su hijo Jesucristo. Él es el Dios verdadero y vida
eterna.
Ilumine los ojos de
vuestro corazón.
2 Co 4, 6: El mismo Dios que
mandó a la luz brillar en la tiniebla, iluminó vuestras mentes para que brille
en el rostro de Cristo la manifestación de la gloria de Dios.
Notas
exegéticas.
1 17 Este “espíritu” designa lo que
hoy entendemos por “gracia” (actual).
1 18 Las acepciones morales y
espirituales de “corazón” en el AT siguen vigentes en el NT. Dios conoce el
corazón. El hombre ha de amar a Dios de todo corazón. Dios ha depositado en el
corazón del hombre el don de su Espíritu. También Cristo habita en el corazón.
Los corazones sencillos, rectos, puros, están abiertos sin limitaciones a la
presencia y acción de Dios. Y los creyentes tienen un solo corazón y una sola
alma.
1 21 Nombres de las potencias
cósmicas frecuentes en la literatura judía apócrifa. Sin someter a crítica la
existencia de esos seres celestes, Pablo se limita a encuadrarlos bajo el
dominio de Cristo. Al asociarlas con los ángeles de la tradición bíblica y con
el don de la Ley, las integra en la historia de la salvación, con una calificación
moral cada vez más peyorativa, que concluye convirtiéndolas en potencias demoniacas.
1 23 A la Iglesia, cuerpo de Cristo,
se le puede llamar plenitud, ver también en el sentido de que abarca todo el
mundo nuevo, que participa, en cuanto marco de la humanidad de la regeneración
universal bajo la autoridad de Cristo, Señor y Cabeza. La expresión adverbial “todo
en todo” intenta sugerir una amplitud ilimitada.
Comentario.
-Oración:
Contenido teológico
denso.
Deseo de bendición
para los destinatarios:
“Os dé” y “os
ilumine Dios”, el Padre de nuestro Señor Jesucrito.
Se derrama sobre los
creyentes:
Llamados a conocer a
Dios y sus designios.
-Resurrección:
Acción de Dios y de
su poder / milagro.
Cristo: por encima,
más allá, vencedor de los poderes cósmicos.
-Creyente:
No es esclavo de
ningún dios menor.
No está sometido al servicio
de potestades impersonales, el azar, la necesidad o el destino cruel.
-Iglesia:
Ha recibido cuanto
Dios ha sometido a los pies de Cristo.
Participa, se alegra
y hace presente la salvación de Cristo.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les
dijo:
-Id al mundo entero
y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se
salvará; el que no crea será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos:
echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en
mis manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a
los enfermos y quedarán sanos.
Después de hablarles,
el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se
fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra
con las señales que los acompañaban.
Textos paralelos.
Mt 28, 18-20: Jesús se acercó y les habló:
Me han concedido plena autoridad en el cielo. Por tanto, id a hacer discípulos
entre todos los pueblos, bautizándolos consagrándolos al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo, y enseñadlos a cumplir cuanto os he mandado. Yo estaré con
vosotros siempre, hasta el fin del mundo.
Proclamad la Buena Nueva
a toda la creación.
Col 1, 23: Con tal de que
permanezcáis cimentados y asentados en la fe, sin desplazaros de la esperanza
que conocisteis por la buena noticia, proclamada en toda la creación bajo el
cielo. Yo, Pablo, soy su ministro.
Estos son los signos que
acompañarán.
Hch 1, 8: Pero recibiréis
fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en
Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.
Mt 10, 1: Y llamando a sus doce
discípulos, les confirió poder sobre espíritus inmundos, para expulsarlos y
para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Echarán demonios.
Lc 10, 19: Mirad, os he dado
poder para pisotear serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del
enemigo, y nada os hará daño.
Hch 28, 3-6: Mientras Pablo
recogía un haz de leña y la arrimaba al fuego, una víbora, ahuyentada por el calor,
se agarró a la mano de Pablo. Cuando los nativos vieron el animal colgando de
su mano, comentaban: Mal asesino tiene que ser este hombre, que se hay salvado
del mar y la justicia divina no le deja vivir. Pero él sacudió el animal en el
fuego y no sufrió daño alguno. Ellos esperaban que se hinchase o cayese muerto
de repente. Tras mucho esperar y, viendo que no le sucedía nada de particular,
cambiaron de opinión y decían que era un dios.
Impondrán las manos sobre
los enfermos.
1 Tm 4, 14: No descuides tu
carisma personal, que te fue concedido por indicación profética al imponerte
las manos los ancianos.
Con esto, el Señor Jesús,
después de hablarles, fue elevado al cielo.
Lc 24, 50-53: Después los sacó
hacia Betania y, alzando las manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se
separó de ellos y era llevado al cielo. Ellos se postraron ante él y se
volvieron a Jerusalén muy contentos. Y pasaban el tiempo en el templo bendiciendo
a Dios.
Hch 1, 3:Se les había
presentado vivo, después de padecer, durante cuarenta días, con muchas pruebas,
mostrándose y hablando del reinado de Dios.
Hch 2, 33: Exaltado a la
diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha
derramado. Es lo que estáis viendo y oyendo.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
15-16
En
pocas palabras aparecen: a) la necesidad de la iglesia y de su misión
evangelizadora. b) La catolicidad cualitativa de la Iglesia, el “derecho” y el “deber”
de ir a todos los pueblos de la tierra. // TODA LA CRACIÓN: o todo el mundo,
el universo; si se entiende como sinónimo de “todas las criaturas”, es posible
traducir todos los hombres (toda la humanidad), pues el plural arameo “criaturas”
se usa con el significa de “hombres”. // EL QUE CREA…: para la salvación son necesarios:
a) La fe (respuesta de adhesión íntegra al Evangelio proclamado). b) El
bautismo, puerta de la Iglesia.
17 EN MI NOMBRE: valiéndose
de mi nombre, utilizando (invocando) mi nombre.
29 LA PREDICACIÓN (lit.
la palabra): la proclamación del Evangelio. // SIGNOS PRODIGIOSOS… ACOMPAÑABAN
esa predicación.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
16, 15 En este envío, Cristo manda a
sus discípulos predicar a todas las naciones y ofrecerles los sacramentos de su
salvación, refiriéndose específicamente al bautismo. Otros actos milagrosos de
los discípulos proporcionarían más indicios de que el poder de Cristo estaba
actuando a través de ellos. Cat. 75, 748, 1507. El mandato de Cristo a sus
apóstoles era universal, es decir, llevar el mensaje del Evangelio al mundo
entero. Al dar esta instrucción, les prometió la asistencia del Espíritu Santo,
que les daría la fuerza y guía para cumplir esta misión. El mandato dado a los apóstoles
sigue siendo la tarea principal de la Iglesia, la cual es guiada por los
obispos – los sucesores de los apóstoles – junto con sus sacerdotes y diáconos,
como colaboradores en el ministerio. Los laicos están llamados a participar en
esta misión apostólica hablando y viviendo en fidelidad a Cristo y a su Iglesia
dentro de su estado de vida. Cat. 888-889, 897-900, 977.
16, 16 Al asignar su misión a los
apóstoles, Cristo vinculó el perdón de los pecados con el bautismo y la fe. La
fe es esencial para la salvación, y el Bautismo es el sacramento de la fe.
Siguiendo las palabras de Cristo, la Iglesia ha enseñado siempre que el
bautismo es necesario para la salvación “en aquellos a los que el Evangelio ha
sido anunciado y han tenido la posibilidad el sacramento” (CEC 1257). Solo
dentro de la Iglesia, sacramento de salvación fundado por Cristo, los fieles
pueden encontrar a Cristo en la forma más plena posible ofrecido por los
sacramentos. Cat. 161, 183, 1223, 1253-1257.
16, 17s. Los signos realizados por Cristo
y sus discípulos proporcionan pruebas del reino de Dios y de la fuerza curadora
de Cristo, que trabaja por medio de sus ministros. Los discípulos fueron
capaces de realizar tales trabajos porque actuaban en su nombre. Cat. 670, 434,
1673, 699. “Los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, el crecimiento
y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y estabilidad “son signos certísimos
de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos”, motivos de credibilidad
que muestran que “el asentamiento de la fe no es en modo alguno un movimiento
ciego del espíritu” (Concilio Vaticano I. Dei Filius 3: DS 300-3010; cf.
Mc 16, 20; Hb 2, 4) sino que más bien es bastante razonable. Cat. 434, 670,
699, 1507 y 1673.
16, 20 Después de que Cristo ascendiese
al cielo, los discípulos continuaron la misión para la que habían sido
enviados. Cat. 2, 156, 659 y 670.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
Los apóstoles salieron por el
mundo y anunciaron a las naciones la misma doctrina y la misma fe. En cada
ciudad establecieron iglesias, de las que desde ese momento las restantes iglesias
tomaron el esqueje de la fe, la semilla de la doctrina y la toman todos los
días para poder ser ellas mismas iglesias. Por ello, estas han de ser
consideradas como apostólicas, puesto que son retoños de las Iglesias
apostólicas.
Tertuliano. Prescripción
contra los herejes, 20, 4-9. 2, pg. 316.
A los apóstoles se les dijo: “Me
serviréis de testigos en Jerusalén y en toda la Judea y Samaría y hasta el fin
de la tierra” (Hch 1, 8), pero no como si solos los presentes hubiesen de
cumplir esa misión tan grande. También parece que a ellos solos se les dijo: “He
aquí que estoy con vosotros hasta el fin del mundo”. Pero, ¿quién no entenderá
que la promesa mira a toda la Iglesia, que ha de durar hasta la consumación del
mundo, mientras unos mueren y otros nacen?
Agustín. Carta a Hesiquio, 199,
12, 49. 2, pg. 316.
La fe católica es dada a conocer
a los fieles por medio del Símbolo, para que se aprenda de memoria en la medida
en que puede ser resumida en pocas palabras. De este modo, los que comienzan y
son todavía como niños de peco, tras haber renacido en Cristo, y no han sido
aún fortalecidos por el conocimiento y la explicación muy detallada y espiritual
de las Santas Escrituras, pueden resumir su fe en pocas palabras.
Agustín. La fe y el Símbolo
de los Apóstoles, 1, 1. 2, pg. 316.
Estos carismas o regalos se han
concedido primero a nosotros, los Apóstoles, puesto que habríamos de predicar
el Evangelio a todas las gentes, y después se han concedido por necesidad a
quienes han creído por nuestro ministerio, y esto no para utilidad de los que
hagan tales cosas, sino para utilidad de los infieles, para que a quienes no
persuadan las palabras, les doblegue el poder de tales prodigios y les llene de
vergüenza.
Anónimo. Constituciones
Apostólicas, 8, 1. 2, pg. 317.
Muere, pero vivifica y destruye
la muerte con la muerte. Es sepultado, pero resucita. Desciende a los
infiernos, pero asciende a las almas y sube a los cielos y vendrá “a juzgar a
los vivos y a los muertos”, y a examinar discursos como los tuyos.
Gregorio Nacianceno, Discurso
teológico, 29, 20. 2, pg. 319.
Lo que fue visible a nuestro Redentor
ha pasado a los sacramentos. Y, para que la fe fuese más excelente y firme, la
visión ha sido sustituida por una enseñanza, cuya autoridad, iluminada con
resplandores celestiales, ha aceptado los corazones de los fieles.
León Magno, Sermón, 74,
1-2. 2, pg. 320.
San Agustín.
Ved cuán grande fue la
condescendencia de nuestro Señor. Quien nos hizo descendió hasta nosotros,
puesto que habíamos caído de él. Mas, para venir a nosotros, él no cayó, sino
que descendió. Por tanto, si descendió hasta nosotros, nos elevó. Nuestra
Cabeza nos ha elevado ya en su cuerpo, adonde está él le siguen también sus
miembros. Él es la Cabeza, nosotros los miembros. Él está en el cielo, nosotros
en la tierra. ¿Tan lejos está de nosotros? De ningún modo. Si te fijas en el
espacio está lejos; si te fijas en el amor está con nosotros.
(…) Él nos dará lo prometido;
tenemos esa certeza porque nos dejó una garantía. Escribió el evangelio; nos
dará lo prometido. Más es lo que nos ha dado. ¿Acaso vamos a pensar que no nos
dará la vida futura quien ya nos dio su muerte?... Caminemos confiados hacia
esa esperanza porque es veraz quien hay hecho la promesa; pero vivamos de tal
manera que podamos decirle con la frente bien alta: “Cumplamos lo que nos
mandaste, danos lo que nos prometiste”.
Sermón 395. I, pg. 610.
S. Juan de Ávila
Tiene este mal la soberbia, que
despoja el ánima de la verdadera gracia de Dios y, si algunos bienes le deja,
son falsificados para que no agraden a Dios y sean ocasión al que los tiene de
mayor caída. Leemos de nuestro Redemptor que, cuando apareció a sus discípulos
el día de su ascensión, primero les reprendió la incredulidad y dureza de
corazón (Mc 16, 14-15), y después los mandó ir a predicar, dándoles poder para
hacer muchos y grandes milagros, dando a entender que a quién Él levanta a
grandes cosas, primero le abate en sí mesmo, dándole conocimiento de sus proprias
flaquezas para que, aunque vuelen sobre los cielos, queden asidos a su propia
bajeza, sin poder atribuir a sí mismos otra cosa sino su indignidad.
Audi, filia (I), 24. OC I, pg. 487.
Y si, por decir, la Escritura
que somos justificados por la fe, se hobiesen de echar fuera los sacramentos,
también se podría echar fuera la fe, pues dice que se da la salud y limpieza
por el santo baptismo. Mas el Señor entrambas cosas junta diciendo: Quien
creyere y fuere baptizado, aquí será salvo (Mc 16, 16).
Audi, filia (II), 44, 7. OC I, pg. 631.
-¿Quién sabe cómo verná este
día? – Solo Dios. - ¿No hay alguna señal? - ¿Para qué queréis señal? San Hierónimo
y San Gregorio dicen que en sus tiempos había muchas señales. En este nuestro
tiempo grande paso se ha dado para este día. Será predicado este evangelio en
la redondez de la tierra (Mt 24, 14). Esta codicia del dinero de las Indias,
¿pensáis que es en balde? No lo ha Dios por dinero; por estotro anda Dios:
Predicades el Evangelio (cf. Mc 16, 15), que cumpliendo se anda ya.
Domingo I de Adviento, 13. OC III, pg.
26-27.
Aquella Iglesia que cree y tiene
la Escritura divina, y que tiene y confiesa haber sacramentos por los cuales se
da la gracia, aquella tiene señales de la verdadera Iglesia. Porque la que dice
que no hay Escritura o que la gracia se da por la fe sola, y no los
sacramentos, no es agua en cántaro ni tiene la señal que dio Cristo, y la que
dijo cuando dijo: Quien bien creyere y fuere baptizado, será salvo (Mc 16, 16).
No creer solo, no baptismo solo; fe y sacramentos bien recibidos y obras es
menestar para ser salvos.
Jueves Santo, 12. OC III, pg. 411.
Experimentarías como tienes
fuerza para sufrir aires y vientos de persecuciones, sol de tentaciones
carnales, heladas de las que causan los demonios; y beberías ponzoña y no
morirías con ella (cf. Mc 16, 18), porque aquel fuerte amor de Jesucristo
nuestro Señor a los que con porfía le buscan, de tal manera enseña al ánima,
que puede decir con San Pablo: Yo sé abundar y sé padecer pobreza; ser humillado
y ser ensalzado en todas cosas y en todo lugar me sé haber bien, y este amor
que así enseña, hace al ánima tan robusta, que puede decir: todas las cosas
puedo en Aquel que me conforta (cf. Flp 4, 12-13). ¿Qué se puede comparar con
el alegría y riquezas de aquesta salud? ¿Qué trabajo puede ser grande, saliendo
tan precioso fruto de él?
Santísimo Sacramento, 54. OC III, pg.
705.
Comentario Homilética
-Versículos
finales del evangelio de Marcos:
No pertenecen
al evangelio original que termina en Mc 16, 8.
Canónicos desde
siempre.
Parte del
final largo de Marcos.
Insistencia:
Proclamación
del Evangelio.
Signos que la
acompañan.
-Forma parte de
la perícopa 16, 9-20.
-Estructura
ternaria:
vv. 15-18:
envío en la fe y signos que acompañan a la fe.
v. 19: partida
de Jesús al cielo.
v. 20:
reacción discipular: obediencia y fidelidad gracias a una nueva presencia de
Jesús:
-Triple
inclusión:
Proclamar (vv.
15 y 20) – todos los sitios (vv. 15 y 20) – signos (vv. 17 y 20).
MISA DE NIÑOS. ASCENSIÓN
DEL SEÑOR.
Monición de entrada.
Buenos días.
Hoy es la fiesta de Pentecostés, que quiere
decir, los cincuenta días después del domingo de Pascua.
Hoy Jesús envió el Espíritu Santo.
Él fue quien estuvo con los profetas y con
los apóstoles.
Y Él es el que nos habla al corazón para que
escuchemos a Jesús.
Señor,
ten piedad.
Que tu Espíritu Santo nos cambie. Señor, ten piedad.
Que tu Espíritu Santo nos limpie. Cristo, ten
piedad.
Que tu Espíritu Santo nos haga nuevos. Señor,
ten piedad.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco para que el Espíritu
Santo le ayude. Te lo pedimos Señor.
-Por la Iglesia, para que esté atenta a lo
que pasa en la tierra. Te lo pedimos Señor.
-Por todos los países, para que el Espíritu
Santo abra su corazón al mensaje de Jesús. Te lo pedimos, Señor.
-Por nuestro mundo, para que no perdamos la
ilusión de que puede ser mejor. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros para que ayudados por el
Espíritu Santo demos ejemplo de que somos amigos de Jesús. Te lo pedimos Señor.
Acción de gracias.
Virgen María, cuando
el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles tú estabas con ellos. Queremos darte
gracias porque también este domingo estás con Jesús y nosotros.
EXPERIENCIA.
Mira el vídeo https://www.youtube.com/watch?v=npxZruoXawk
¿Qué imágenes
recuerdas?
Piensa en ellas. Puedes
volver a visualizar el vídeo.
REFLEXIÓN.
Lee el evangelio de este domingo.
X Lectura del santo evangelio según
san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
-Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda
la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre,
hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en mis manos y, si beben un veneno
mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al
cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar por todas
partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los
acompañaban.
Lee pausadamente el texto.
Ahora vuelve al vídeo, escucha
la música mientras lees el texto.
Abre los ojos, mira el vídeo
pensando en las palabras de Jesús: “Id al mundo entero y proclamad el evangelio
a toda la creación”.
¿Qué te pide en estos momentos
Jesús?
¿Qué le dices a Jesús? ¿Estás
dispuesto o dispuesta a llevar el evangelio?
COMPROMISO.
Tradúcelo en una acción concreta. El camino
que Jesús te marca es el anuncio del evangelio con tu forma de vivir cristiana.
CELEBRACIÓN.
Escucha la
canción Llamados de los Juniors Patriarca de San José de Valencia. https://fb.watch/5q9QUjm8Rn/
BIBLIOGRAFÍA.
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Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
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Bilbao. 1995.
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de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
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BAC. Madrid. 2016.
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la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
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Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
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Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio
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Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
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San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
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Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
http://www.vatican.va/content/vatican/es.html
[1] Teofanía: 1.
Manifestación de la divinidad de Dios. www.rae.es
[2] Parusía: 1.
Advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos. Ib.
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