Lectura del libro del Deuteronomio 26,
4-10.
Moisés habló al pueblo diciendo:
-El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias de los
frutos y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tomarás la
palabra y dirás ante el Señor, tu Dios: “mi padre fue un arameo errante, que
bajó a Egipto, y se estableció allí como emigrante, con pocas personas, pero
allí se convirtió en un pueblo grande, fuerte y numeroso. Los egipcios que nos
maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces
clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestros gritos,
miró nuestra indefensión, nuestra angustia y nuestra opresión. Él nos sacó de
Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran temor, con signos y
prodigios, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana
leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo
que tú, Señor, me has dado.
Los pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia
del Señor, tu Dios.
Textos
paralelos.
Bajó a Egipto.
Dt 10, 22:
Setenta eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te
ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.
Sal 105,
12: Cuando eran unos pocos mortales, contados y emigrantes en el país.
Vio
nuestra miseria, nuestras penalidades.
Dt 4, 34: ¿Intentó
algún Dios acudir a sacarse un pueblo de en medio de otro con pruebas, signos y
prodigios, en son de guerra, con mano fuerte y brazo extendido, con terribles
portentos, como hizo el Señor, vuestro Dios, con vosotros contra los egipcios,
ante vuestros ojos?
Notas
exegéticas.
26 Así como los primogénitos del hombre y de los animales pertenecen a
Dios también las primicias de los productos de la tierra le están consagrados.
Según Nm 18, 12 corresponden a los sacerdotes. Esta ofrenda de los productos de
la tierra, que en el antiguo calendario religioso está ligado a las fiestas de
origen cananeo, de la siega y de la recolección, se relaciona aquí con un
acontecimiento de la historia de la salvación: la entrada en la Tierra Prometida.
Es una vez más el tema del don de la Tierra, que es central en Dt.
26 5 (a) La profesión de fe de los vv. 5-9 resume la historia de la salvación,
centrada en la liberación de Egipto. Los mismos elementos se encuentran en las “profesiones”
de Dt 6, 20-23 y, con nuevos matices, de Jos 24, 1-13 y Ne 9, 7-25. La
insistencia en el don de la tierra que mana leche y miel, v. 9, conviene a esta
declaración, que está vinculada con la ofrenda de las primicias. El silencio
sobre los acontecimientos del Sinaí no significa que esta profesión se remonte
a una tradición que los ignoraba. El texto no es muy antiguo y el recuerdo de
la promulgación de la ley no entraba en su perspectiva.
26 5 (b) Se trata quizá de Jacob, antepasado de Israel, llamado aquí “arameo”
como sus predecesores. La palabra traducida aquí como “errante” (’obed) significa lit. “descarriado”,
como la oveja perdida en el desierto (idéntica palabra en Jr 50, 6; Ez 34, 4;
Sal 119, 17; Lc 15, 4-6).
Comentario Homilética.
Salmo responsorial
Salmo 91 (90),
1-2.10-11.12-13.14-16 (R.: cf. 15b).
Quédate
conmigo, Señor, en la tribulación. R/.
Tú
que habitas al amparo del Altísimo,
que
vives a la sombra del Omnipotente,
di
al Señor: “Refugio mío, alcázar mío,
Dios
mío, confío en ti. R/.
No
se acercará la desgracia,
ni
la plaga llegará hasta tu tienda,
porque
a sus ángeles ha dado órdenes
para
que te guarden en tus caminos. R/.
Te
llevarán en sus palmas,
para
que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás
sobre áspides y víboras,
pisotearás
leones y dragones. R/.
Se
puso junto a mí: lo libraré;
lo
protegeré porque conoce mi nombre;
me
invocará y lo escucharé.
Con
él estaré en la tribulación,
lo
defenderé, lo glorificaré. R/.
Textos
paralelos.
Salmo 91 (90), 1-2.10-16
(R.: cf. 15b).
Jb 5, 19-22: De seis peligros te salva y al séptimo no sufrirás
ningún mal; en tiempo de hambre te librará de la muerte y en la batalla, de la
espada; te esconderá del látigo de la lengua y cuando llegue el desastre, no
temerás; de demonios y carestías te reirás, no temerás a las fieras.
Diga a Yahvé: “Refugio, baluarte”.
Sal 18, 3: ¡Señor, mi peña, mi alcázar, mi libertador! ¡Dios mío,
roca mía en que me refugio! ¡Fuerza mía salvadora, mi baluarte famoso! Invoco
al Señor y quedo libre del enemigo.
El mal no te alcanza.
Dt 7, 14: Serás bendito entre todos los pueblos; no habrá estéril
ni impotente entre los tuyos ni en tu ganado.
Te guarden en todos tus caminos.
Mt 4, 6: Si eres hijo de Dios, tírate bajo, pues está escrito que
a sus ángeles ha dado órdenes acerca de ti; te llevarán en sus palmas para que
tu pie no tropiece en la piedra.
Hb 1, 14: ¿No son todos espíritus en funciones, enviados al
servicio de los que han de heredar la salvación?
Te llevarán ellos en sus manos.
Pr 3, 23: Seguirás tranquilo tu camino sin que tropiecen tus pies.
Pisarás
sobre el león y la víbora.
Is
11, 8: El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el
escondrijo de la serpiente.
Jb
5, 22: De demonios y carestías te reirás, no temerás a las fieras.
Lc
10, 19: Mirad, os he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones y sobre
tod ala fuerza del enemigo, y nada os hará daño.
Lo
protegeré, pues me reconoce.
Sal
9, 11: Y confíen en ti los que reconocen tu nombre, porque no abandonas a los
que te buscan, Señor.
Me
llamará y le responderé.
Jr
33, 3: Grítame, y te contestaré, te comunicaré cosas grandes e inaccesibles que
no conoces.
Pisarás
sobre el león y la víbora.
Jb
5, 22: De demonios y carestías te reirás, no temerás a las fieras.
Hollarás
al leoncillo y al dragón.
Lc
10, 19: Mirad, os he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones y sobre
toda la fuerza del enemigo, y nada os hará daño.
Puesto
que me ama, lo salvaré.
Sal
9, 11: Y confíen en ti los que reconocen tu nombre, porque no abandonas a los
que te buscan, Señor.
Lo
protegeré, pues me reconoce.
Jr
33, 3: Grítame, y te contestaré, te comunicaré cosas grandes e inaccesibles que
no conoces.
Estaré
a su lado en la desgracia.
Is
43, 2: Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo, la corriente no te anegará;
cuando pases por el fuego, no te quemarás, la llama no te abrasará.
Lo
saciaré de larga vida.
Pr
3, 2: Porque te darán muchos días, y años de vida, y prosperidad.
Pr
10, 27: Respetar al Señor prolonga la vida, los años de los malvados se
acortan.
Jb 5,
26: Bajarás a la tumba sin achaques, como una gavilla en sazón.
Sal
50, 23: El que ofrece como sacrificio la confesión me glorifica.
Notas exegéticas.
Segunda
lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos 10, 8-13.
Hermanos:
¿Qué dice la Escritura? “La palabra está cerca de ti: la tienes en
los labios y en el corazón”. Se refiere a la palabra de la fe que anunciamos.
Porque, si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón
que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón se
cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la
salvación. Pues dice la Escritura: “Nadie que crea en él quedará confundido”.
En efecto, no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor
de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues “todo el que invoque el
nombre del Señor será salvo”.
Textos
paralelos.
Cerca de ti está la palabra: en tu boca y en
tu corazón.
Dt 30, 14: El mandamiento está
a tu alcance: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo.
Si 21, 26: El necio tiene la
mente en los labios, el sabio tiene los labios en la mente.
Si confiesas con tu boca
que Jesús es el Señor.
Hch 2, 36: Por tanto, que toda
la Casa de Israel reconozca que a este Jesús que habéis crucificado, Dios lo ha
nombrado Señor y Mesías.
1 Co 12, 3: Existen actividades
diversas, pero un mismo Dios que ejecuta todo en todos.
Rm 1, 4: A partir de la
resurrección, establecido por el Espíritu Santo Hijo de Dios con poder.
Uno mismo es el Señor.
Rm 1, 16: Yo no me avergüenzo
de la buena noticia, que es una fuerza divina de salvación para todo el que
cree – primero el judío, después el griego –.
Todo el que invoque el
nombre del Señor se salvará.
Jl 3, 5: Todos los que invoquen
el nombre del Señor se librarán: en el monte Sión quedará un resto – lo dice el
Señor –, en Jerusalén los supervivientes que él convoque.
Hch 2, 21: Todos los que
invoquen el nombre del Señor se salvarán.
Notas exegéticas.
10 9 A la adhesión interior del “corazón”
corresponde la profesión de fe exterior, tal como se hace en el bautismo.
10 13 Esta aplicación a Jesús del
título “Señor” (kyrios), reservado a Yahvé en el AT, indica que, en el pensamiento de los
primeros cristianos, la obra de Cristo era la obra de Dios. Para Pablo, esta
unidad de vocabulario implica la continuidad de la alianza.
Comentario Homilética.
Evangelio.
X Lectura del
santo evangelio según san Lucas 4, 1-13.
En aquel tiempo, Jesús,
lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando
durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En
todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el
diablo le dijo:
-Si eres Hijo de
Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
-Está escrito: “No
solo de pan vive el hombre”.
Después, llevándole
a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le
dijo:
-Te daré el poder y
la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero.
Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Respondiendo Jesús,
le dijo:
-Está escrito: “Al
Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto.
Entonces lo llevó a
Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
-Si eres Hijo de
Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles
acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrá en sus manos, para
que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”.
Respondiendo Jesús,
le dijo:
-Está escrito: “No
tentarás al Señor, tu Dios”.
Acabada toda
tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Textos
paralelos.
Mt 4, 1-11 |
Lc 4, 1-13 |
|
Inmediatamente el Espíritu lo sacó al desierto, donde pasó cuarenta días, sometido a prueba por
Satanás. Vivía con las fieras y los ángeles le servían. |
Entonces Jesús, movido por el Espíritu, se retiró
al desierto para ser puesto a prueba por el Diablo. Guardó un
ayuno de cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre. Se acercó el tentador y le dijo: -Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan. Él contesto: -Está escrito que no de solo pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el Diablo se lo llevó a la Ciudad Santa,
lo colocó en el alero del templo y le dijo: -Si eres hijo de Dios, tírate abajo, pues está
escrito que a sus ángeles ha dado órdenes acerca de ti; te llevarán en sus
palmas para que tu pie no tropiece en la piedra. Jesús replicó: -También está escrito: No pondrás a prueba al
Señor tu Dios. De nuevo se lo llevó el Diablo a una montaña
altísima y le mostró todos los reinos del mundo en su esplendor, y le dijo: -Todo esto te daré si postrado me rindes homenaje. Entonces Jesús le replicó: -Vete, Satanás, que está escrito: Al Señor tu Dios
adorarás, a él solo darás culto. Al punto lo dejó el Diablo y unos ángeles vinieron
a servirle. |
Jesús, lleno del Espíritu Santo se alejó del
Jordán y se dejó llevar por el Espíritu en el desierto, durante cuarenta días, mientras el diablo lo ponía
a prueba. En este tiempo no comió nada, y al final sintió hambre. El Diablo le dijo: -Si eres hijo de Dios, di a esa piedra que se
convierta en pan. Le replicó Jesús: -Está escrito que el hombre no vive de solo pan. Entonces lo condujo a Jerusalén, lo colocó en el
alero del templo y le dijo: -Si eres hijo de Dios, tírate abajo desde aquí,
pues está escrito que ha dado órdenes a sus ángeles para que te guarden y te
llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra. Le replicó Jesús: -Está dicho que no pondrás a prueba al Señor tu
Dios. Después lo llevó a una cima y le mostró en un
instante todos los reinos del mundo. El Diablo le dijo: -Te daré todo ese poder y su gloria, porque a mí
me lo han dado y lo doy a quien quiero. Por tanto si te postras ante mí, todo
será tuyo. Le replicó Jesús: -Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a él
solo darás culto. Después lo llevó a una cima y le mostró en un
instante todos los reinos del mundo. El Diablo le dijo: -Te daré todo ese poder y su gloria, porque a mí
me lo han dado y lo doy a quien quiero. Por tanto si te postras ante mí, todo
será tuyo. Le replicó Jesús: -Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a él
solo darás culto. Entonces lo condujo a Jerusalén, lo colocó en el
alero del templo y le dijo: -Si eres hijo de Dios, tírate abajo desde aquí,
pues está escrito que ha dado órdenes a sus ángeles para que te guarden y te
llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra. Le replicó Jesús: -Está dicho que no pondrás a prueba al Señor tu
Dios. Concluida la prueba, el Diablo se alejó de él
hasta otra ocasión. |
Está escrito: No
solo de pan vive la gente.
Dt 8, 3: El te
afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná – que tú no
conocías ni conocieron tus padres – para enseñarte que el hombre no vive solo
de pan, sino de todo lo que sale de la boca de Dios.
Todo el poder y la
gloria de estos reinos.
Ap 13, 2-4: La fiera
de la visión parecía un leopardo, con patas como de oso y boca como de león. El
dragón le delegó su poder, su trono y una autoridad grande. Una de sus cabezas
parecía herida de muerte, pero la herida mortal se curó. Todo el mundo seguía
admirado a la fiera y adoraba al dragón que dio su autoridad a la fiera
diciendo: “¿Quién se mide con la fiera, quién podrá luchar contra ella?”.
Si me adoras.
Jr 27, 5: Yo he
creado la tierra y hombres y animales sobre la faz de la tierra, con mi gran
poder y con mi brazo extendido; y la doy a quien me parece.
Adorarás al Señor tu
Dios y solo a él darás culto.
Dt 6, 13: Al Señor,
tu Dios, respetarás, a él solo servirás, solo en su nombre jurarás.
A sus ángeles te encomendará
para que te guarden.
Sal 91, 11-12:
Porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Te
llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece en la piedra.
No tentarás al
Señor, tu Dios.
Dt 6, 16: No
tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Masa.
El diablo se alejó
hasta el tiempo propicio.
Lc 22, 3: Satanás
entró en Judas, por sobrenombre Iscariote, uno de los doce.
Lc 22, 53:
Diariamente estaba con vosotros en el templo y no me echasteis mano. Pero esta
es vuestra hora, el dominio de las tinieblas.
Jn 13, 2: Durante la
cena, cuando el diablo había sugerido a Judas Iscariote que lo entregara.
Jn 13, 27: Detrás
del bocado entró en él Satanás. Jesús le dice: “Lo que has de hacer hazlo
pronto”.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.
4 Lc une en su relato
los datos de Mc (cuarenta días de tentación) y los de mt (tres tentaciones al
final del ayuno de cuarenta días). Modifica el orden de Mt de modo que pueda
terminar en Jerusalén.
4 1 El interés especial
de Lucas por el Espíritu Santo no solo se manifiesta en sus dos primeros
capítulos, sino también en el resto de su evangelio, donde en diversas
ocasiones lo añade a los otros sinópticos. También habla de él con gran
frecuencia en los Hechos, Hch 1,8.
4 3 E.d. “Ya que eres
Hijo de Dios”, argumentación que hace suya la palabra divina en el bautismo.
4 5 Probablemente una
elección del terreno, como las mencionadas en las visiones de los apocalipsis
judíos.
4 6 Al introducir en el
mundo el pecado y su consecuencia, la muerte, Satanás ha hecho al hombre
cautivo de su tiranía; ha extendido en el mundo, del que se ha convertido en “Príncipe”
un dominio que Jesús ha venido a suprimir con la “redención”.
4 9 Mt presenta esta
tentación como la segunda, Lc como la tercera. Para este evangelista las
tentaciones acaban en Jerusalén, donde la Pasión será el supremo ataque del diablo.
4 13
Otra
traducción: “hasta una ocasión”. Lc, que narrará numerosas victorias de Jesús
sobre los demonios mediante curaciones y exorcismos, no menciona ningún nuevo
ataque de Satán contra Jesús antes de la Pasión. Señala así la victoria inicial
de Jesús, que concibe como un anticipo del triunfo definitivo de Pascua.
Notas exegéticas
Nuevo Testamento, versión crítica.
Notas exegéticas de la Biblia Didajé.
4,
1-13 Los cuarenta días que pasó en el desierto soportando la tentación de Satanás
nos recuerdan a los cuarenta años que Moisés y los israelitas vagaron por el
desierto. En ambos casos, el número cuarenta es símbolo de un período de
preparación, cuando Israel se preparaba para entrar en la Tierra Prometida y
cuando Cristo se preparaba para el ministerio público. Las tentaciones de
Cristo también ponen en parábola la experiencia de los israelitas. Mientras que
Israel sucumbió a la tentación en el desierto, adorando al becerro de oro,
Cristo se entregó por completo para al cumplimiento de la voluntad de su Padre
por medio de la oración y el ayuno, y superando así la tentación de Satanás en
el desierto.
4, 5
Satanás
reclamó para sí mismo todos los reinos del mundo y todo poder y gloria, pero
Cristo resistió a Satanás y reclamaría al mundo para su Padre. En la liturgia,
la una doxología que sigue al Padrenuestro reconoce esta restauración: “porque
tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre” (cat. 2855).
4, 8
Como
nos enseña el primer mandamiento, la adoración, el primer acto de la virtud de
la religión, se debe dar a Dios y solo Dios.
4, 9
El
diablo le encontraría en el huerto de Getsemaní, aprovechándose del miedo
natural del sufrimiento de Cristo para tentarle y evitar el plan divino de
morir en la cruz.
Catecismo
de la Iglesia Católica.
Notas exegéticas Biblia del Peregrino
4, 1-13 Antes de comenzar el ministerio,
Jesús es sometido a prueba. Lleno de Espíritu y movido por él va a repetir la
experiencia de Moisés y del pueblo en el desierto. La escena presenta en forma
dramática, en un escenario despojado, la oposición de los planes humanos, “diabólicos”,
al plan divino de salvación.
4, 5-8 La condición del diablo es
postrarse, reconociendo su dominio y sus leyes para triunfar. En la propuesta
descubrimos lo diabólico de la ambición, del poder incontrastado.
4, 13 Termina la prueba hasta otra
ocasión: la del poder de las tinieblas o cuando entre en Judas.
Comentarios de los Santos Padres.
¿Por qué Satanás no
lo tentó antes de los treinta años? Porque todavía no se había concedido una
señal cierta de su divinidad.
Efren de Nisibi, Comentario
al Diatessaron, 4, 4-5. III, pg. 126.
Es conveniente
recordar cómo el primer Adán fue expulsado del paraíso en el desierto, para que
adviertas cómo el segundo Adán viene del desierto al paraíso…; la muerte por un
árbol, la vida por la cruz. Uno, despojado de lo espiritual, se ha cubierto con
los despojos de un árbol; el otro, despojado de lo temporal, no ha deseado un
vestido corporal. Adán está en el desierto, también en el desierto está Cristo;
ciertamente Él sabía dónde podía encontrar al condenado para disipar su error y
conducirlo al paraíso.
Ambrosio, Exposición
sobre el Ev. de Lucas, 4, 7.14. III, pg. 127.
No es posible a
quien sigue al Verbo desear el pan de la tierra, cuando ha recibido la
sustancia del pan del cielo – sin duda alguna es preferible a lo humano lo
divino, a lo corporal lo espiritual -; por eso, el que desea la vida verdadera
espera este pan, que, por sustancia invisible, robustece el corazón de los
hombres.
Ambrosio, Exposición
sobre el Ev. de Lucas, 4, 19-20. III, pg. 128.
San Agustín
San Juan de Ávila
San Oscar Romero.
Comentario Homilética.
MISA DE NIÑOS. MIÉRCOLES DE CENIZA.
Monición de entrada.
Señor, ten piedad.
Peticiones.
Acción de gracias.
ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT
JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. DOMINGO VIII T.O.
EXPERIENCIA.
REFLEXIÓN.
COMPROMISO.
CELEBRACIÓN.
Sagrada
Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
BAC. Madrid. 2016.
Biblia
de Jerusalén. 5ª
edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia
del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de
M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva
Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la
Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de
San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano.
Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por
los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad
Nueva. Madrid. 2009.
San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan
de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados
y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Homilética. Sal Terrae.
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