Primera lectura.
Lectura del libro del Éxodo 20, 1-17.
En aquellos días, el Señor pronunció estas palabras:
-Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de
la casa de esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te fabricarás
ídolos, ni figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra,
o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás
culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso. que castigo el pecado
de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian.
Pero tengo misericordia por mil generaciones de los que me aman y guardan mis
preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no
dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Recuerda el día
del sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus
tareas, pero el día séptimo es día de descanso, consagrado al Señor, tu Dios.
No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu
esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que reside en tus ciudades. Porque en
seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y lo que hay en ellos; y el
séptimo día descanso. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra
a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días en la tierra, que el
Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No
darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu
prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni
su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
Textos
paralelos.
Dios pronunció estas palabras.
Dt 5, 6-22: El Señor dijo: “Yo
soy el Señor, tu Dios. Yo te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás
otros dioses frente a mí. No te harás ídolos: figura alguna de lo que hay
arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te
postrarás ante ellos ni les darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un
Dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos cuando
me aborrecen. Pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y
guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso,
porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre falso. Guarda el
día del sábado, santificándolo, como el Señor, tu Dios, te ha mandado. Durante
seis días trabaja y haz tus tareas; pero el día séptimo es día de descanso
dedicado al Señor, tu Dios. No te harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni tu ganado, ni
el emigrante que viva en tus ciudades, para que descansen como tú, el esclavo y
la esclava. recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que te sacó de allí el
Señor, tu Dios, con mano fuerte y con brazo extendido. Por eso te manda el
Señor, tu Dios, guardar el día del sábado. Honra a tu padre y a tu madre, como
te mandó el Señor; así prolongarás la vida y te irá bien en la tierra que el
Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. Ni cometerás adulterio. Ni robarás. Ni
darás testimonio falso contra tu prójimo. Ni pretenderás la mujer de tu
prójimo. Ni codiciarás su casa, ni sus tierras, ni su esclavo, ni su esclava,
ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él”. Estos son los mandamientos que
el Señor pronunció con voz potente ante toda vuestra asamblea, en la montaña,
desde el fuego y los nubarrones. Y, sin añadir más, los grabó en dos losas de
piedra y me las entregó.
Ex 34, 10-28: Respondió el
Señor: “Yo voy a hacer un pacto. En presencia de tu pueblo haré maravillas como
no se ha hecho en ningún país ni nación; así, todo el pueblo que te rodea verá
la obra impresionante que el Señor va a realizar contigo. Cumple lo que yo te
mando hoy, y te quitaré de delante a amorreos, cananeos, hititas, fereceos,
hebeos y jebuseos. No hagas alianza con los habitantes del país donde vas a
entrar, porque sería un lazo para ti. Derribarás sus altares, destrozarás sus
estelas, talarás sus árboles sagrados. No te postres ante dioses extraños, porque
el señor se llama Dios celoso, y lo es. No hagas alianza con los habitantes del
país, porque se prostituyen con sus dioses, y cuando les ofrezcan sacrificios
te invitarán a comer de las víctimas. Ni tomes a sus hijas por mujeres para tus
hijos, pues cuando sus hijas se prostituyan con sus dioses, prostituirán a tus
hijos con sus dioses. No te hagas estatuas de dioses. Guarda la fiesta de los
ázimos: comerás ázimos durante siete días por la fiesta del mes de abril, según
te mandé, porque en ese mes saliste de Egipto. Todas las primeras crías machos
de tu ganado me pertenecen, sean terneros o corderos. La primera cría del
borrico la rescatarás con un cordero, y si no la rescatas, la desnucarás. A tu
primogénito lo rescatarás, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
Seis días trabajarás y al séptimo descansarás; durante la siembra y la siega
descansarás. Celebra la fiesta de las semanas al comenzar la siega del trigo y
la fiesta de la cosecha al terminar el año. Tres veces al año se presentarán
todos los varones al Señor, dios de Israel. Cuando desposea a las naciones a tu
llegada y ensanche tus fronteras, si subes a visitar al Señor, tu Dios, tres
veces al año, nadie codiciará tu tierra. No ofrezcas nada fermentado con la sangra
de tus víctimas. De la víctima de la Pascua no quedará nada para el día
siguiente. Ofrece en el templo del Señor, tu Dios, las primicias de tus
tierras. No cocerás el cabrito en la leche de la madre”. El Señor dijo a Moisés:
“Escríbete estos mandatos hago alianza contigo y con Israel”. Moisés pasó allí
con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches: no comió pan ni bebió agua,
y escribió en las losas las cláusulas del pacto, los diez mandamientos.
Mt 19, 16-22: Entonces se le
acercó uno y le dijo: “Maestro, ¿qué obras buenas tengo que hacer para alcanzar
vida perdurable?”. Le contestó: “Guarda los mandamientos”. Le pregunta: “¿Cuáles?”.
Jesús le dijo: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no perjurarás,
honra al padre y a la madre, y amarás al prójimo como a ti mismo”. El joven le
dijo: “Todo eso lo he cumplido, ¿qué me queda por hacer?”. Jesús le contestó: “Si
quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, dáselo a los pobres y tendrás un
tesoro en el cielo; después sígueme”. Al oírlo, el joven se marchó triste, pues
era muy rico.
Mt 5, 17: “No penséis que he
venido a abolir la ley o los profetas. No vine para abolir, sino para cumplir”.
No tendrás otros dioses.
Dt 6, 4: Escucha, Israel, el
Señor nuestro Dios, es solamente uno.
Os 13, 4: Pero yo soy el Señor,
Dios tuyo desde Egipto, no conocías a otro dios que a mí, ningún salvador fuera
de mí.
Lv 19, 4: No acudáis a ídolos
ni os hagáis dioses de fundición. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
Dt 4, 15-20: ¡Mucho cuidado!,
que cuando el Señor, vuestro Dios, os habló en el Horeb, desde el fuego, no
visteis figura humana. No os pervirtáis haciéndoos ídolos o figuras esculpidas,
imágenes de varón o hembra, imágenes de animales terrestres, imágenes de aves
que vuelan con el cielo, imágenes de reptiles del suelo, imágenes de peces del
agua bajo la tierra. Al levantar los ojos al cielo y ver el sol, la luna y las estrellas,
el ejército entero del cielo, no te dejes arrastrar a prosternarte ante ellos
para darles culto; pues el Señor, tu Dios, se lo ha repartido a todos los
pueblos bajo el cielo. En cambio a vosotros os tomó el Señor y os sacó del
fuego del horno de hierro de Egipto para que fueseis el pueblo de su heredad,
como lo eres hoy.
Soy un Dios celoso.
Dt 4, 24: Pues el Señor, tu
Dios, es fuego voraz, dios celoso.
Ex 24, 7: Tomó el documento del
pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió: “Haremos todo lo
que manda el Señor y obedeceremos”.
No pronunciarás el nombre
de Yahvé.
Lv 19, 12: No juraréis en falso
por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
Recuerda el día del
sábado.
Ex 23, 12: Durante seis días
harás tus faenas, pero el séptimo día descansarás, para que reposen tu turo y
tu asno y se repongan el hijo de tu esclava y el emigrante.
Ex 31, 12-17: El Señor habló a
Moisés: “Di a los israelitas: Guardaréis mis sábados, porque el sábado, es la
señal convenida entre yo y vosotros, por todas vuestras generaciones, por las
que conocéis que yo soy el Señor, que os santifica. Guardaréis el sábado porque
es día santo para vosotros; el que lo profane es reo de muerte; el que trabaje
será excluido de su pueblo. Seis días podéis trabajar; el séptimo es día de
descanso solemne dedicado al Señor. El que trabaje en sábado es reo de muerte.
Los israelitas guardarán el sábado en todas sus generaciones como alianza
perpetua. Será la señal perpetua entre yo y los israelitas, porque el Señor
hizo el cielo y la tierra en seis días y el séptimo descansó”.
Ex 34, 21: Seis días trabajarás
y al séptimo descansarás; durante la siembra y la siega descansarás.
Ex 35, 1-3: Moisés convocó a
toda la asamblea de los israelitas y les dijo: “Esto es lo que el Señor so
manda hacer: Durante seis días haréis vuestras tareas, pero el séptimo es el
día del descanso solemne dedicado al Señor. El que trabaje en él es reo de
muerte. Ese día no haréis lumbre en ninguno de vuestros poblados”.
Lv 19, 3: Respetad a vuestros
padres y guardad mis sábados. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
Lv 23, 3: Durante seis días trabajaréis, pero el día séptimo
es día de descanso solmene, de asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. Es
día de descanso dedicado al Señor en todos vuestros poblados.
Nm 15, 32-36: Estando los
israelitas en el desierto, sorprendieron a un hombre recogiendo leña en sábado.
Se lo llevaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad. Lo arrestaron mientras
se decidía lo que había que hacer con él. El Señor dijo a Moisés: “Ese hombre
es reo de muerte. Que toda la comunidad lo apedree fuera del campamento”. La
comunidad lo sacó fuera del campamento y lo apedrearon ahsta matarlo, como el
Señor había mandado a Moisés.
Dt 5, 12-15: Guarda el día del sábado,
santificándolo, como el Señor, tu Dios, te ha mandado. Durante seis días
trabaja y haz tus tareas; pero el día séptimo es día de descanso dedicado al
Señor, tu Dios. No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni tu ganado, ni el emigrante
que viva en tus ciudades, para que descansen como tú, el esclavo y la esclava.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que te sacó de allí el Señor, tu Dios,
con mano fuerte y con brazo extendido. Por eso te manda el Señor, tu Dios,
guardar el día del sábado.
2 Cro 36, 21: Así se cumplió lo
que anunció el Señor por Jeremías, y la tierra disfrutó de su descanso sabático
todo el tiempo que estuvo desolada, hasta cumplirse setenta años.
Lc 13, 14: El jefe de la
sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, intervino para decir a
la gente: “Hay seis días en que se debe trabajar: venid esos días a curaros y
no en sábado”.
Ni el forastero que
habita en la ciudad.
Gn 2, 2-3: Para el día séptimo
había concluido Dios toda su tarea; y descansó el día séptimo de toda su tarea.
Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque ese día descansó Dios de
toda su tarea de crear.
Honra a tu padre y a tu
madre.
Lv 19, 3: Respetad a vuestros
padres y guardad mis sábados. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
Ef 6, 2-6: Honra a tu padre y a
tu madre: es el primer mandamiento que incluye una promesa: para que te vaya
bien y vivas mucho tiempo en la tierra. Padres, no irritéis a vuestros hijos;
educadlos, más bien, en la disciplina y con la exhortación de Dios. Esclavos,
obedeced a vuestros amos corporales, escrupulosa y sinceramente, como Cristo;
no por servilismo o para halagarlos, sino como siervos de Cristo que cumplen
con toda el alma la voluntad de Dios.
No matarás.
St 2, 11: El que dijo no
cometerás adulterio dijo también no matarás. Si tú no cometes adulterio, pero
matas, has quebrantado la ley.
No darás testimonio falso
contra tu prójimo.
Lv 19, 11: No robaréis, ni
defraudaréis, ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
Dt 5, 20: Ni darás falso
testimonio contra el prójimo.
No codiciarás la casa de
tu prójimo.
Mi 2, 2: Codician campos y los
roban, casas y las ocupan, oprimen al varón con su casa, al hombre con su
heredad.
Notas
exegéticas.
20 En el estado actual del libro, el
Decálogo no enlaza con el relato que lo enmarca: parece estar relacionado más
bien con la orden de hablar al pueblo. El Decálogo, las “diez palabras” ha sido
conservado en dos lugares del Pentateuco: aquí y en Dt 5, 6-21. Las
indicaciones de la introducción aquí (v. 1), del contexto inmediato (Dt 5) y de
la conclusión de la alianza en Ex 24, 3-8 permiten decir que esta lista de
mandamientos, de hecho, más que nada prohibiciones, contiene las “Palabras” de
Yahvé. El Decálogo señala al pueblo las obligaciones de la alianza y el pueblo
se compromete a poner en práctica sus exigencias. Por tal motivo se hablará
también de un “libro de la alianza”, “libro” porque Moisés puso por escrito las
“Palabras”; “de la alianza” porque sus mandamientos son las cláusulas de la
alianza entre Yahvé e Israel. El actual tiene tras de sí una larga historia. Dt
5, 6-21, con el contexto inmediato, pertenece a una de las últimas redacciones
del Deuteronomio, y algunas de sus formulaciones han pasado a Ex 20, 2-17. Aquí
parece que algunas de sus fórmulas, sobre todo la motivación del sábado,
pertenecen a una redacción sacerdotal, todavía más reciente. Pero eso vale de
los desarrollos posteriores: explicaciones y motivaciones. Se puede pensar que
una lista de prohibiciones (“Honra a tu padre y a tu madre” podría haber tenido
también una formulación negativa, y la mención del sábado es un elemento tardío
en el Decálogo) con una introducción más breve: “Yo soy Yahvé, tu Dios desde el
país de Egipto es más antigua, quizás de tradición elohísta. Os 4, 2 sería
probablemente la primera cita explícita de una parte de las prohibiciones del
Decálogo, una cita posterior es la Jr 7, sobre todo v. 9. En el estado actual
de nuestros conocimientos, nos podemos remontar aproximadamente al s. VIII,
pero no hasta Moisés. El Decálogo abarca todo el campo de la vida religiosa y
moral. Se ha propuesto dos divisiones de los mandamientos: a) vv. 2-3; 4-6;
8-11; 12; 1; 14; 15; 16; 17; b) vv. 3-6; 8-11; 12; 13; 14; 15; 16; 17a; 17b. La
primera, que es la de los Padres griegos se ha conservado en las Iglesias ortodoxas
y reformadas. La Iglesia católica y luterana han adoptado la segunda,
establecida por San Agustín conforme al Deuteronomio. La polémica de San Pablo contra
la Ley, Rm y Ga, no afecta a estos deberes esenciales para con Dios y para con
el prójimo.
20 3 Yahvé exige a Israel un culto
exclusivo, es la condición de la Alianza. La negación de la existencia de otros
dioses no vendrá hasta más adelante.
20 4 Prohibición de hacer imágenes
cultuales de Yahvé (véase la justificación dada en Dt 4, 15). Esta prohibición
separa a Israel de todos los pueblos que lo rodean. Se puede observar el paso
casi imperceptible de la prohibición de toda imagen cultual a la polémica
contra los ídolos.
20 5 “ante ellas”, es decir, los
dioses del v. 3, con el que está relacionado este verso.
20 7 Lo cual podría incluir, además
del perjuro, Mt 5, 33, y el falso testimonio, v. 16 y Dt 5, 20, el empleo
mágico del nombre divino: el griego y la Vulgata lo han traducido “en vano”.
20 8 El nombre del sábado es
relacionado explícitamente por la Biblia, Ex 16, 29-30, con una raíz que
significa “cesar”, “descansar”. Es un día de reposo semanal, consagrado a
Yahvé, que descansó en el séptimo día de la creación, ver Gn 2, 2-3. A este
motivo religioso se añade una preocupación humanitaria. La institución del
sábado es muy antigua, pero su observancia cobró especial importancia a partir
del Destierro y se convirtió en un distintivo del Judaísmo, Ne 13, 15-22; 1 M
2, 32-41.
20 15 Según una tradición bien
atestiguada (Ex 21, 16; los midrashim más antiguos; la exégesis judía de Rashi)
adoptada por algunos exegetas modernos este mandamiento prohibiría retener
contra su voluntad a personas para reducirlas a esclavitud; por otra parte,
apuntaría a cualquier tipo de alienación de la libertad de los demás. Pero es
perfectamente legítimo considerar este mandamiento como una prohibición general
de desposeer a otra persona de sus bienes.
Comentario.
-Contexto:
La liberación precede a la ley:
Dios da el primer paso para
establecer la alianza con el pueblo de Israel.
Ley: respuesta agradecida del
pueblo a la iniciativa salvífica de Dios.
Antiguo Testamento:
La obra de Dios siempre precede
a la respuesta humana.
-Exigencias fundamentales de la
alianza o pacto entre Dios e Israel:
La primera parte (v. 3-11): los
israelitas con Dios.
La segunda parte (v. 12-17):
entre ellos.
-Diez Mandamientos:
Las más importantes
instrucciones que da Dios en el monte Sinaí.
Las únicas que dicta
directamente Dios:
Las otras por medio de Moisés.
Escritas en dos tablas de
piedra “por el dedo de Dios” (Ex 31, 18).
Importancia:
Repetición: Deuteronomio 5, 6-21.
Depositados en el arca de la
Alianza.
Salmo responsorial
Salmo 118, 8-11
Señor,
tu tienes palabras de vida eterna. R/.
La
ley del Señor es perfecta
y
es descanso del alma;
el
precepto del señor es fiel
e
instruye al ignorante. R/.
Los
mandatos del Señor son rectos
y
alegran el corazón;
la
norma del Señor es límpida
y
da a luz a los ojos. R/.
El
temor del señor es puro
y
eternamente estable;
los
mandamientos del Señor son verdaderos
y
enteramente justos. R/.
Mas
preciosos que el oro,
más
que el oro fino;
más
dulces que la miel
de
un panal que destila. R/.
Textos paralelos.
Hace revivir.
Sal 119, 1: Dichosos los de
conducta intachable, que siguen la voluntad de Dios.
Apetecibles más que el
oro.
Sal 119, 127: Por eso amo tus
mandatos más que el oro más puro.
Más dulces que la miel.
Sal 119, 103: ¡Qué dulce es tu
promesa al paladar! más que miel a la boca.
Notas
exegéticas.
19 El himno celebra en Yahvé al
creador del cielo, especialmente del sol, y al autor de la Ley: la naturaleza y
la Ley manifiestan las perfecciones divinas. En el Antiguo Oriente, el sol era
el símbolo de la justicia, ver Sb 5, 6; Ml 3, 20: así se explica la unión de
las dos partes del salmo. La liturgia de Navidad lo aplica al Verbo de Dios,
sol de Justicia, Ml 3, 20; Jn 1,9; Lc 1, 78. El v. 5 es aplicado a los apóstoles,
ver Rm 10, 18; 19, 4. Las versiones entienden, por el contrario, “cuyo sonido
no se oiga”. Pero lo que sigue alude al tema asirio-babilónico de los astros,
silenciosa “escritura de los cielos”.
Tres lecturas.
Con Israel: Así
como el mundo sólo se ilumina y vive mediante el sol, el hombre se desarrolla y
alcanza la plenitud de su vida mediante la "ley", que es "vida
de Dios", "pensamiento de Dios", "querer de Dios"
entre los hombres. (Chouraqui). Las dos partes de este salmo están
profundamente ligadas: ¡aquel que hace las leyes "físicas" del mundo
es el mismo que hace las leyes "morales" del hombre!
Con Jesús: De seguro, Jesús cantó este salmo con mucho
fervor. Sus parábolas, casi todas tomadas de la "naturaleza", nos
muestran su gran admiración por la creación. ¡Todo lo bello le
"hablaba", le hablaba del Padre! De su amor a la "voluntad del
Padre", el evangelio está lleno: "mi alimento, es hacer su voluntad".
Lo que sorprende, es nuestra admiración de hombres modernos ante este amor a la
ley. Hemos llegado al punto de no amar la ley, ninguna ley. ¡No conocemos
"leyes amables"! ¡Olvidamos que la sola ley, es el amor! "Este
es mi mandamiento: ¡Amarás!"
Releamos a la luz del pensamiento de Jesús el elogio que este salmo hace
a la ley...
Con nuestro tiempo: La ley de Dios. Nosotros, hombres modernos,
¿no tendríamos que redescubrir lo que es una "ley"? El autor de este salmo
proclama jubilosamente que tiene una "ley". No da la impresión de
estar presionado, forzado por ella, como si esta ley se la impusieran de
fuera... "Los mandatos del Señor
son rectos, alegran el corazón... son más preciosos que el oro, más dulces que
la miel".
Segunda lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 22-25.
Hermanos:
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para
los gentiles; pero para los llamados – judíos o griegos –, un Cristo que es
fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los
hombres; y lo débil de Dios es más fuertte que los hombres.
Textos paralelos.
Así, mientras los judíos
piden señales.
Mt 12, 38: Entonces algunos
letrados y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos ver te hacer algún prodigio”.
Jn 2, 18: Los judíos le
dijeron: “¿Qué señal nos presentas para actuar de ese modo?”.
Hch 17, 19-23: Lo llevaron al
Areópago y le preguntaron: “¿Podemos saber en qué consiste esa nueva doctrina
que expones? Dices cosas que nos suena extrañas y queremos saber lo que
significan” (Pues todos los atenienses y los extranjeros que residen allí en
nada pasan mejor el tiempo que en contar y escuchar novedades). Pablo se puso en
pie en medio del Areópago y habló así: “Atenienses, observo que sois en extremo
religiosos. Pues paseando y observando vuestros lugares de culto, sorprendí un
ara con esta inscripción: Al Dios desconocido. Pues bien, al que veneráis sin conocerlo
yo os lo anuncio”.
Jn 12, 34: La gente le
contestó: “Hemos oído en la ley que el Mesías permanece para siempre; ¿cómo
dices tú que aquel Hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese hombre?
Ga 5, 11: En cuanto a mí,
hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué me persiguen? ¡Se acabó
el escándalo de la cruz!
Notas
exegéticas.
1 22 Se buscan seguridades humanas:
milagros que garanticen la verdad del mensaje; sabiduría o doctrina que
satisfaga a una inteligencia ávida de conocimiento. Este interés no es
condenable en sí mismo y, paradójicamente, la cruz de Cristo será su respuesta.
Pero si se trata de una exigencia previa, y desde ella se rechaza la adhesión,
es inadmisible.
1 24 Humanamente, la Cruz aparecía
como lo contrario a las aspiraciones tanto de judíos como de griegos; fracaso
en vez de manifestación gloriosa, locura en vez de sabiduría. Pero en la fe, la
cruz aparece como algo que colma y supera las aspiraciones en el poder y la
sabiduría divina por excelencia.
1 25 Este carácter paradójico de la
acción divina tiene lugar en la elección de los Corintios y en la predicación
de Pablo.
Comentario.
-Centro:
Nosotros predicamos
a Cristo crucificado:
Centro de la vida de
Pablo.
Contenido del
mensaje paulino.
-Grupos humanos:
Sabios judíos:
Exigen signos: la
Ley y su observancia.
La cruz: escándalo
inadmisible porque la ley dice que “el que cuelga de un madero es un maldito” (Dt
21, 23).
Filósofos griegos:
Desentrañaban el
sentido, los porqués, de las cosas.
Se les escapa el
sentido de la muerte de Cristo: necedad.
Los llamados a
Cristo:
Los que se mueven en
la nueva dinámica de Dios inaugurada por Cristo.
Cruz: fuerza y sabiduría
de Dios.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 2, 13-25.
Se acercaba la Pascua de los
judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de
bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo una zote de
cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les
esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les
dijo:
-Quitad esto de aquí: no convirtáis
en un mercado la casa de mi Padre.
Sus discípulos se acordaron de
lo que está escrito: “El celo de tu casa me devora”. Entonces intervinieron los
judíos y le preguntaron:
-¿Qué signos nos muestras para
obrar así?
Jesús contestó:
-Destruid este templo, y en
tres días lo levantaré.
Los judíos replicaron:
-Cuarenta y seis años ha costado
construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?
Pero él hablaba del templo de
su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron
de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho
Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron
en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos,
porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un
hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Textos paralelos.
Mt 21, 12-13 |
Mc 11, 11.15-17 |
Lc 19, 45-46 |
Jn 2, 13-17 |
Entró Jesús en el templo y echó fuera a los que vendían y compraban en el templo, volcó las
mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas. Les dijo: -Está escrito que mi casa será casa de oración, mientras que vosotros
la habéis convertido en guarida de bandidos. |
Entró en Jerusalén y se dirigió al templo. Después de inspeccionarlo todo, como era tarde, volvió con los doce a
Betania. Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, se puso a echar a los que
vendían y compraban en el templo, volcó las mesas de los cambistas y las
sillas de los que vendían palomas, y no dejaba a nadie transportar objetos
por el templo. Y les explicó: -Está escrito: mi casa será casa de oración, mientras que vosotros la
habéis convertido en guarida de bandidos. |
Después entró en el templo y se puso a echar a los mercadores diciéndoles: -Está escrito que mi casa es casa de oración y vosotros la habéis
convertido en guarida de bandidos. |
Como se acercaba la Pascua judía, Jesús subió a Jerusalén. Encontró
en el recinto del templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
sentados. Se hizo un látigo de cuerdas y expulsó del templo ovejas y bueyes;
espació las monedas de los cambistas y volcó las mesas; a los que vendía
palomas les dijo: -Quitad eso de aquí y no convirtáis la casa de mi Padre en un mercado. Los discípulos se acordaron de aquel texto: el celo por tu casa me
devora. |
Se acercaba la Pascua.
Ne 13, 7: Volví a Jerusalén y
advertí la maldad que había cometido Eliasib acondicionándole a Tobías una
habitación en los atrios del templo.
Cambistas en sus puestos.
Ml 3, 1-4: Mirad, yo envío un
mensajero a prepararme el camino. De pronto entrará en el santuario el Señor
que buscáis; el mensajero de la alianza que deseáis, miradlo entrar – dice el
Señor de los ejércitos - ¿Quién resistirá cuando él llegue?, ¿Quién quedará en
pie cuando aparezca? Será fuego de fundidor, lejía de lavandero: se sentará
como fundidor a refinar la plata, refinará y purificará como plata y oro a los
levitas, y ellos ofrecerán al Señor ofrendas legítimas. Entonces agradará al Señor
la ofrenda de Judá y Jerusalén, como en tiempos pasados, como en años remotos.
Za 14, 21: Todos los calderos
de Jerusalén y Judá estarán consagrados al Señor. Los que vengan a ofrecer
sacrificios los usarán para guisar en ellos. Y ya no habrá mercaderes en el
templo del Señor de los ejércitos aquel día.
El celo por tu casa me
devorará.
Sal 69, 10: Porque me devora el
celo por tu templo y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí.
¿Qué signo puedes darnos?
Jn 6, 30: Le dijeron: “¿Qué señal
haces para que veamos y creamos?, ¿en qué trabajas?”.
Destruid este santuario.
Mt 26, 61: Y, aunque se
presentaron muchos testigos falsos, no lo encontraron. Finalmente se
presentaron dos alegando: “Este ha dicho: Puedo derribar el templo de Dios y
reconstruirlo en tres días”.
Cuarenta y seis años se
ha tardado.
Mt 12, 6: Pues os digo que aquí
hay alguien mayor que el templo.
Mt 12, 38-40: Entonces algunos
letrados y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer algún prodigio”.
Él les contestó: “Una generación malvada y adúltera reclama un prodigio, y no
se le concederá otro prodigio que el del profeta Jonás: Como estuvo Jonás en el
vientre del cetáceo tres días y tres noches, así estará este Hombre en las
entrañas de la tierra tres días y tres noches”.
Pero él hablaba del
santuario de su cuerpo.
Jn 1, 14: La Palabra se hizo
hombre y acampó entre nosotros. Contemplamos su gloria, gloria como de Hijo
único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad.
Creyeron en la Escritura.
Jn 5, 39: Estudiáis la
Escritura pensando que encierra vida eterna: pues ella da testimonio de mí.
Jn 14, 26: El Valedor, el
Espíritu Santo que enviará el Pare en mi nombre, os lo enseñará todo y os
recordará todo lo que yo os dije.
No necesitaba que alguien
le dijera como son las personas.
Jn 1, 48: Le pregunta Natanael:
“¿De qué me conoces?”. Jesús le contestó: “Antes de que te llamara Felipe, te
vi bajo la higuera”.
Jr 7, 1-11a: Palabras que el
Señor dirigió a Jeremías: “Ponte a la puerta del templo y proclama allí: Escuchad,
judíos, la palabra del Señor, los que entráis por estas puertas a adorar al
Señor, así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel. Enmendad vuestra
conducta y vuestras acciones, y habitaré con vosotros en este lugar; no os
hagáis ilusiones con razones falsas, repitiendo: el templo del Señor, el templo
del Señor, el templo del Señor. Si enmendáis vuestra conducta y vuestras
acciones, si juzgáis rectamente los pleitos, si no explotáis al emigrante, al
huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, si no
seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal, entonces habitaré con vosotros
en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde antiguo y para
siempre. Os hacéis ilusiones con razones falsas, que no sirven: ¿de modo que
robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, quemáis incienso a Baal,
seguís a dioses extranjeros y desconocidos, y, después entráis a presentaros
ante mí, en este templo que lleva mi nombre, y decís: Estamos salvados, para
seguir cometiendo tales abominaciones? ¿Creéis que es una cueva de bandidos
este templo que lleva mi nombre?”.
Notas exegéticas
Biblia de Jerusalén.
2 14 Se trata de animales destinados
a los sacrificios y de monedas autorizadas para las ofrendas, señales de una
economía ya caduca.
2 17 Los discípulos explican el
significado del acontecimiento recordando el Sal 69, 10 (LXX). La Iglesia
primitiva captó el carácter mesiánico de este gesto y percibió aquí un anuncio
de la Pasión (el uso del futuro y el contexto general del evangelio lo sugieren
con bastante claridad).
2 18 En opinión de los judíos, la autoridad
que Jesús se arroja en los asuntos del templo debería ser autentificada
mediante un hecho prodigioso.
2 19 En el evangelio de Juan, Cristo
suele emplear palabras que, además de su sentido natural (el único comprendido
por sus interlocutores), puede incluir otro sentido, sobrenatural o figurado; ver
2, 21 (templo); 3,3 (nuevo nacimiento); 4, 15 (agua viva); 4 32 (alimento); 6,
24 (pan vivo); 7, 35 (irse); 8, 33 (esclavitud); 11, 11 (despertar); 12, 34
(levantar); 13, 9 (lavar); 13, 36s (irse); 14, 22 (manifestarse). De ahí un malentendido
que da ocasión a Cristo para desarrollar su enseñanza.
2 20 La reconstrucción del Templo se
había emprendido el año 19 antes de nuestra era. Esto sitúa la escena en la
Pascua del año 28.
2 21 La humanidad de Cristo es el
lugar de la presencia y de la manifestación de Dios en medio de los hombres:
Jesús es, pues, el verdadero templo, y en adelante el culto estará vinculado a
su persona.
2 22 En función de la resurrección de
Jesús y del don del Espíritu, los discípulos comprenden plenamente los
acontecimientos y las palabras de la vida terrena de Jesús.
2 23 Igual que en los sinópticos,
Juan ofrece sumarios que aluden a signos que él no relata. A diferencia de Mt, Mc
y Lc, que (a excepción de la Pasión) sitúan lo esencial de la actividad de
Jesús en Galilea, Juan localiza la mayor parte de su obra en Jerusalén.
Notas exegéticas Nuevo Testamento,
versión crítica.
13-22
La
colocación de este relato en este momento del ministerio público, responde más
al significado del hecho y de las palabras de Jesús que a la exactitud
cronológica, que en este caso parece más respetada por los tres evangelios
sinópticos.
15 UN AZOTE: un
zurriago: el vocablo griego phragéllion es un latinismo (flagelum).
16 ¡BASTA YA DE CONVERTIR…!:
es el matiz del imperativo griego de presente: “no sigáis convirtiendo”, dejad de
convertir. // PLAZA DE MERCADO (o mercado, sin más): el texto griego
traduce un semitismo arcaico casa de préstamos, casa de banca), que me
corresponde, en total oposición, con la CASA DE MI PADRE.
17 ME DEVORARÁ: otra
traducción posible: me va a destruir, o me va a perder. De hecho, Jesús
arriesgó su vida con este gesto.
18 La pregunta de Mc
11, 28 (“¿con qué autoridad haces esto?”), en Jn es literal: “¿qué
prueba muestras nosotros porque esto haces?”.
19 Hay un juego con el
doble significado del verbo griego: levantar o despertar (“resucitar”).
Tal vez la creencia judía en que la corrupción de un cadáver empezaba el cuarto
día después de la muerte explica, un poco, la insistencia de la primera
tradición cristiana en la resurrección al tercer día: realmente murió,
pero no permaneció bajo el dominio de la muerte (Hch 2, 31). Implícitamente,
las palabras de Jesús dicen más: si la resurrección de un cadáver requiere la
intervención divina, al declararse Jesús autor de su propia existencia (cf.
también 10, 17s) está afirmando su divinidad.
20 Comenzado en el año
20 o 19 a.C., durante el reinado de Herodes el Grande, el templo estaba aún en
construcción; se terminó propiamente en el año 66 d.C.; cuatro años más tarde
fue destruido por los romanos.
21 La humanidad de
Jesús es el verdadero templo de los cristianos: en él “habita corporalmente
toda la plenitud de la esencia divina” (Col 2, 9); a su imagen, en medida muy
inferior, también el cristiano es “templo de Dios”.
22 Despertó: lit. fue
despertado (se entiende: por Dios; voz pasiva “teológica”). Los
textos del NT atribuyen la resurrección de Jesús indistintamente a Jesús, al
Padre, al Espíritu Santo. // HABÍA DICHO AQUELLO: lit. esto decía. // LA
ESCRITURA: el artículo puede indicar un pasaje concreto: “aquel texto de
la Escritura”: ¿el citado en el v. 17?
23 EN LA FIESTA DE LA
PASCUA (cf. Lc 22, 1): lit. en la Pascua, en la fiesta. Juan menciona
diversas fiestas: tres Pascuas (2, 13; 6, 4; 11, 55), una fiesta de los Tabernáculos
(7, 2), una fiesta de la dedicación del templo (10, 22), además de una fiesta
no precisada (5, 1).
24-25
NO
SE CONFIABA A ELOS. Jn usa el mismo verbo griego traducido por “creer” en el v.
23, pero la construcción es diversa. // CONOCÍA POR EXPERIENCIA: por el
conocimiento natural (verbo griego ginôskó, no oída). // EN EL
INTERIOR DEL HOMBRE: lit. qué había en el hombre.
Notas exegéticas
desde la Biblia Didajé.
2, 13-23 Juan deja claro que lo que
Cristo dice sobre volver a construir el Templo es una referencia a su propio
cuerpo. Sin embargo, estas palabras se usarán contra Cristo cuando fue
arrestado y desafiado. El Templo de Jerusalén sería destruido por los romanos
en el 70 d.C., pero el mismo Cristo es el nuevo y eterno templo de Dios. La afirmación
que hace aquí predice su muerte y resurrección, a pesar de que los discípulos
no llegarían a comprender esto verdaderamente hasta después de la resurrección.
Cat. 575, 583, 586, 994.
2, 13 Juan sitúa la pruificación del
Templo al comienzo del ministerio de Jesús. Cristo echó a los mercaderes del Templo
por amor a la casa de su Padre, que en teoría es un lugar de oración. Cat 584.
2, 18 En Juan, este término debería
tomarse por el significado de “autoridades judías” más que por la totalidad de
la población judía. Incluso en eso, entre las autoridades judías (escribas,
fariseos, sanedrín, etc.) había muchos que simpatizaban con Cristo e incluso le
apoyaban. Cat. 575.
2, 25 Como su naturaleza humana estaba
plenamente unida a su naturaleza divina en la unión hipostática, Cristo podía
leer los pensamientos internos y los corazones de los demás. Cat. 473.
En este enlace se puede consultar
el catecismo íntegro.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Comentarios
de los Santos Padres.
¿Quiénes son, pues, los que
venden bueyes? Es para que en la figura busquemos la inteligencia del misterio
del hecho. ¿Quiénes son los que venden ovejas y palomas? Son los mismos que buscan
en la Iglesia sus intereses, no los intereses de Jesucristo. Todo lo venden
quienes no quieren ser rescatados; no quieren ser rescatados, lo que quieren es
vender. ¿Qué cosa, sin embargo, mejor para ellos que ser redimidos con la
sangre de Cristo para llegar a la paz de Cristo? Porque ¿qué aprovecha en este
mundo adquirir bienes temporales y transitorios, como es el dinero, o el placer
del vientre o del gusto, o el humo de las alabanzas humanas? ¿Es todo más que
humo y viento? ¿No pasa y se va todo en veloz carrera? Y ¡ay de aquellos que se
adhieren a lo que así pasa, porque pasan junto con ello! Quienes procuran cosas
tales, hermanos míos, venden. Y por eso aquel Simón quería comprar al Espíritu
Santo (Hch 8, 9-24), porque quería venderlo. Creía que los apóstoles eran como
los mercaderes que echó el Señor del templo a latigazos. Él, sí, era como esos:
quería comprar lo que podía vender. ¿Por qué hablan así, y a qué precio lo
venden? El precio son sus honores y dignidades. Reciben como precio de la venta
cátedras temporales. Así son como venderos de palomas. Que se pongan en guardia
contra el látigo hecho de cuerdas. La paloma no se puede vender. Se da
gratuitamente. Su nombre es gracia.
Agustín. Tratados sobre el
Ev. de Juan, 10, 6. Tomo 4a. Pg. 169
Heracleón dice que el látigo
simboliza el poder y la acción del Espíritu Santo. El látigo fue atado a
unmango de madera como figura de la cruz, y sigue afirmando que con esta madera
son destruidos y hechos desaparecer los mercaderes deshonestos y todo cuanto es
malo.
Orígenes. Comentario al Ev.
de Juan, 10, 212-214. Tomo 4a. Pg. 170.
Dios no quiere que nada extraño
a su voluntad se mezcle en el alma de los hombres en general y, en particular,
de quienes intentan acoger la realidad divina.
Orígenes. Comentario al Ev.
de Juan, 10, 221. Tomo 4a. Pg. 170.
¿Quién se consume por el celo de
la casa de Dios? Aquel que pone su empeño en que se corrija todo lo censurable
que en ella observa, desea que desaparezca y no descansa, y, si no lo logra, lo
soporta y gime… ¡Que a cada uno de los cristianos le consuma el celo de la casa
de Dios, de la que son miembros! Sí, pues, tus afanes son que no haya desorden
alguno en tu casa, ¿tolerarás tú, en cuanto esté de tu parte, los desórdenes
que tal vez presencies en la casa de Dios, donde se ofrece la salud y el
descanso sin fin? ¿Es tu amigo? Amonéstalo con dulzura. ¿Es tu esposa o esposo?
Amonéstalos también. Haz lo que puedas, según la conducta de tu persona.
Agustín. Tratados sobre el
Ev. de Juan, 10, 9. Tomo 4a. Pg. 171.
El expulsó del templo sin
contemplaciones a los impíos, porque este templo era figura del templo de su
cuerpo, en el que no podía haber mancha alguna de pecado.
Beda. Homilía sobre los
Evangelios, 2, 1. Tomo 4a. Pg. 173.
San Agustín.
El siervo de Dios es el pueblo
de Dios, es la Iglesia de Dios. Los que quieren la paz de la Iglesia de Dios,
alaben al Señor, no al siervo, ni cesen nunca de decir: Sea
glorificado el Señor. Estos[1],
en cambio, se sirven de las mismas Escrituras para engañar a los pueblos con el
fin de recibir de ellos honores y alabanzas, no su conversión a la verdad.
Comentarios sobre el evangelio de San Juan, 10, 4-8. Pg. 311.
San Juan de Ávila.
El mundo amó su razón.
Entró Jesucristo y puso desprecio y pobreza. Y floreció y alumbró aquel
relámpago en aquel tiempo, y hubo tanta pobreza en muchos, tanto menosprecio,
tanto amor de Jesucristo. Paraos a mirar la obra de este día. ¿Qué es el desprecio
del mundo, de la propia honra y razón? Paraos a mirar las costumbres nuestras,
tan malas y aun peores que las de los judíos. Más honra tenemos los cristianos
que romanos, más razones que griegos. ¿Qué es la pobreza de Jesucristo? ¿Qué es
la de la humildad y bajeza? ¿Qué es del desprecio y desarrimo y poca fiuza que
en nosotros hay y en nuestra razón y discreción tenemos?
El judío amaba
dineros y no hora. Veréis agora en un miso pecho de un cristiano espíritu de judaísmo
y gentilidad; y si queréis tres males, también los hallaréis en uno, el escudriño
de razón. ¿Dónde está el desprecio de lo de la tierra, el tener en poco estas
cosas temporales y visibles? ¿Qué? ¿Amáis ser pobre y padecer trabajos? ¿Qué
más haría un moro, o qué otra vida viviría, sino como nosotros vivimos? ¿Qué
dejamos de hacer, que podamos hacer? ¿Quién puede ser rico y lo deja de ser?
¿Quién honrado y lo deja de ser y escoge deshoras? ¿Quién echa su razón y seso
al rincón y toma el seso y parecer de Dios y se fía de él y rige por él?
Ciegos debemos
estar, o a lo menos tenemos tan poca vista, que no vemos leer desde lejos. Ojos
que no ven sino desde cerca y no pueden ver lo de lejos; no son esos ojos de
cristiano, sino de gentiles. Ves la honra, la hacienda; ves los deleites, que
son cosas que están cerca. Ser piadoso, manso, pobre, humilde, sufrir trabajos
y necesidades, si entendieses y vieses desde lejos, harías burla de lo de acá,
de estas cosas de la tierra, de esta hacienda que tanto estimas, desta honra
que tanto precias.
Miércoles de
la semana 4 de Cuaresma. OC III. Pg. 188.
La honra de la
Iglesia es Jesucristo; que a él dice ella: Tu es gloria mea (Sal 3,4); y
la honra de ella es celestial y deseñarse de ser honrados con seda, y con
vestidos, y con semejantes poquedades, como si quisiesen ataviar el oro con
cercarlo de lodo. La honra de los ministros de Cristo es seguir a su Señor, no
solo en lo interior, sino también en lo exterior; para que así como Él,
viviendo en el mundo, fue luz que desengañó a los mundanos y les dio a entender
con su palabra y ejemplo que había otra vida muy más excelente, la cual se
había de desear y ganar con el desprecio de esta, así ellos fuesen luz del
mundo y sal de la tierra (Mt 5, 13-14), que diesen a entender que su reino no
es de este mundo, y con su ejemplo moviesen al pueblo flaco a despreciar las
cosas de acá. Porque si en los ministros de Cristo reinan estas vanidades, ¿en
qué parará la miserable gente común, pues su luz se les ha apagado y su sal
perdido? ¿Qué se espera de los maestros y guías de la humanidad y de la
templanza tomadas en maestros de lo contrario, sino que, siendo ciegos tras
ciegos, caigan todos en la hoya? (Lc 6, 39). Plugiese a Dios quisiesen los
eclesiásticos ver el negocio con los ojos claros, o siquiera oír lo que dice de
ellos el vulgo; que cierto es que no dirían que con estas cosas son ellos
estimados, y, mediante ellos, la Iglesia; antes entendieran cómo por esto son
desestimados y tenidos por profanos y juzgados por malos aun de los muy
ignorantes, los cuales juzgan haber raíces de soberbia en el corazón viendo de
fuera tanta abundancia de frutos de ella; y, cotejando su propia pobreza con la
abundancia y pompa de los eclesiásticos, conciben descontento con su propia
vida y envidia de la de ellos, y lo que peor es, murmuran contra nuestro Señor
de tan gran desigualdad como entre unos y otros puso. (…) Y así, poco a poco, escandalizados,
se apartan de la Iglesia, como en Alemania lo ha hecho.
Estas y otras
consideraciones más y mejores tuvieron los santos pasados que tan rígidamente
hablaron contra las riquezas de los eclesiásticos, las cuales han sido fomento
para estos males. San Jerónimo niega tener el clérigo por parte a Dios si tiene
parte en la tierra. San Agustín no recebía al clericato a nadie si no se
desapropiase y trujese a comunidad su hacienda.
Caigan, pues,
los ídolos de la soberbia e intemperancia de los eclesiásticos; y entiendan que
si al obispo, jerarca y superior tan principal, el cual conviene ser muy
estimado para bien de muchos, le son entredichas aquellas pompas que ellos llaman
la honra de la Iglesia, y le mandan que con otro medio diferente busque la
honra de su dignidad, que a fortiori a ellos les son entredichas, y se les
declara el modo como han de ser estimados de los hombres, y la Iglesia por
ellos. Este es el sentido que las riquezas son ocasión de muchos males y que es
difícil ser uno bueno y templado entre ellas, y, por consiguiente, salvarse con
ellas, según dice el Evangelio (cf. Mt 19, 24; Mc 10, 25; Lc 18, 25), quisieron
que los clérigos no fuesen ricos, porque tuviesen vida desocupada para servir a
Dios y camino seguro y fácil para ganar su reino. Y, aunque a los eclesiásticos
virtuosos las riquezas sean ayuda para ejercitar las virtudes, mas son estos
tan pocos y los mal inclinados muchos, y mozos libres y sin virtud, que es
razón mirar a lo que más acaece, pues a estas cosas se oponen las leyes, y dar
a los eclesiásticos vida sin mendicidad y riquezas, que es la más segura para
los que no son perfectos, y desocupación para vacar a Dios con corazón libre (cf.
Prov 30, 8), señalándoles un razonable mantenimiento; de manera que ningún
beneficio haya que no sea suficiente para mantenimiento mediano; y el que fuere
mayor, quítenle lo que sobra y deposítese en quien seguramente esté, sin que
entre primero en manos del beneficiado, para gastarse en estos colegios o en
obras pias de misericordia.
¡Dichoso
concilio si esto quiere remediar y si trocase así las cosas, que lo que servía
al Baco y a la lujuria lo consagrase al reparo de los templos místicos de Dios
vivo; y, en lugar de los graves escándalos que el pueblo ha recibido de los
eclesiásticos, fuese con esto notablemente edificado, y tantos pobres y
menesterosos, enfermos y captivos, remediados, y tantas ánimas, con la doctrina
y vida de eclesiásticos, ganadas.
Memorial
primero al Concilio de Trento (1551). Reformación del estado eclesiástico, 21-23. Escritos sacerdotales. BAC. Madrid. 2013. Pgs. 27-30-
Papa Francisco. Fratelli tutti (propuesta de la revista
Homilética)
67. Esta
parábola es un ícono iluminador, capaz de poner de manifiesto la opción de
fondo que necesitamos tomar para reconstruir este mundo que nos duele. Ante
tanto dolor, ante tanta herida, la única salida es ser como el buen samaritano.
Toda otra opción termina o bien al lado de los salteadores o bien al lado de
los que pasan de largo, sin compadecerse del dolor del hombre herido en el
camino. La parábola nos muestra con qué iniciativas se puede rehacer una comunidad
a partir de hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que
no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que se hacen prójimos y
levantan y rehabilitan al caído, para que el bien sea común. Al mismo tiempo,
la parábola nos advierte sobre ciertas actitudes de personas que sólo se miran
a sí mismas y no se hacen cargo de las exigencias ineludibles de la realidad
humana.
Comentario Homilética
-Episodio
anterior:
Primer signo o
milagro de los 7 que Juan cuenta de Jesús: la boda de Caná (Jn 2, 1-12).
-Los signos:
Dimensión
simbólica:
Revelan la
identidad de Jesús y su íntima relación con el Padre.
Fin: la fe del
lector, la confianza en Jesús y en su camino.
-Episodio que
le sigue:
Encuentro con
Nicodemo: nacer de nuevo (Jn 3, 1-21).
-Partes:
Centro: la
resurrección de Jesús presentada con el equívoco.
Vv. 13-18: llegada de Jesús a Jerusalén, acción mesiánica
profética y reacción de los discípulos.
Vv. 18-22: diálogo de Jesús con los judíos, explicación del
evangelista y reacción de los discípulos.
VV. 23-25: falsa reacción de muchos, reacción de Jesús y
explicación de la misma.
-Incidente del Templo:
Reacción:
Discípulos: creen – memorial-recuerdo:
Aceptada por Jesús.
Judíos: creen – exigen signos:
Rechazada por Jesús.
-Referencia a la Pascua:
Abre y cierra el evangelio.
-Imagen del Templo:
Comercio / oración y encuentro con Dios.
MISA DE NIÑOS. DOMINGO IV TIEMPO DE
CUARESMA.
Monición de entrada.
Hola:
Vamos a empezar la misa del cuarto domingo.
Es el domingo de la alegría, porque ya hemos pasado la mitad de la cuaresma
y estamos más cerca del domingo de pascua.
Y escucharemos lo que le dijo Jesús a una persona que fue a hablar con él
por la noche.
Señor, ten piedad.
Tú que eres fiel. Señor, ten piedad.
Tú que eres humilde. Cristo, ten piedad.
Tú que eres la luz. Señor, ten piedad.
Homilía:
La botella con los propósitos.
Tienen que buscar o decir tres cosas que hacen referencia
al evangelio: la serpiente, la cruz y la luz. Les explicamos la relación que
tienen con la lectura.
Peticiones.
-Por el Papa Francisco que siga enseñándonos a querer a la iglesia. Te lo pedimos
Señor.
-Por la Iglesia, para que cada día siga caminando por la cuaresma. Te lo
pedimos Señor.
-Por las personas que están tristes y buscan una luz en su vida. Te lo pedimos,
Señor.
-Por las personas que se van de la iglesia. Te lo pedimos, Señor.
-Por nosotros para que esta semana miremos mucho a Jesús. Señor.
Acción de gracias.
San José este domingo es el séptimo domingo en
el que nos acordamos cuando Jesús se perdió y lo encontrasteis en el templo de
Jerusalén. Te damos gracias por que has estado con nosotros estos siete
domingos y porque este Año de San José nos estás ayudando a tener un corazón
como el tuyo.
EXPERIENCIA.
Mira el vídeo las veces
que necesites hasta que toque tu corazón: https://www.youtube.com/watch?v=rZyG6PR-vhE Testimonios de vida.
Intenta completar estas
frases:
Dicen que cuando nos hacemos mayores la memoria se va _______.
Nos movemos______.
Dicen que nos hacemos viejos, pero viejos se hacen ____, nosotros ____
y somos mayores porque _______.
Necesitamos cada vez _______, hablo también de las cosas______.
No necesitamos grandes lujos, sino ________.
No necesitamos teléfonos móviles, preferimos ________.
Dicen que las personas mayores ya no tenemos ________
Se aprende____ y en el momento en que dejas de aprender comienzas_______.
A nosotros no nos interesan los grandes cambios, sino _______, porque
son los que se hacen ________ y _______.
Si en este momento fuera joven no se_________.
Antes la gente paseaba por las calles y hoy parece que _____.
Dicen que cuando te vas solo te llevas _______
Que la vida no sea_______, sino de _________.
El día que no recuerde quien soy yo, solo desear que ______, y si pude
hacer____ habrá________.
Dicen que cuando nos hacemos mayores, _________.
-¿Qué te parece? ¿Estás
de acuerdo? ¿En qué sí y en qué no?
-A los jóvenes y
adultos nos da miedo envejecer, porque es perder lo que consideramos necesario,
sin embargo, lo aparentemente necesario (la salud, el dinero, el trabajo, el
coche, el móvil,…) son medios no fines. No significa despreciar la salud, el
trabajo, pero sí situarlo en su lugar y los objetos relativizarlo. La pandemia
nos ha enseñado que realmente las personas son más importantes que los objetos.
-Piensa en lo que tienes
y realiza una escala de valores, es decir, ordénalos de lo más importante a lo
menos.
REFLEXIÓN.
Busca la cita en tu
Biblia (Juan 2,
13-25), como quien va a iniciar
un viaje, porque lo es, por los caminos de Jesús.
Párate un momento,
realiza la señal de la cruz, pídele al Padre que te envíe el Espíritu Santo para
que puedas descubrir lo que Jesús espera de ti con la lectura del texto.
Lee el texto:
X Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25.
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
sentados; y, haciendo una zote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas
y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a
los que vendían palomas les dijo:
-Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: “El celo de tu casa
me devora”. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
-¿Qué signos nos muestras para obrar así?
Jesús contestó:
-Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Los judíos replicaron:
-Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a
levantar en tres días?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los
muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la
Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén
por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que
hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos y no
necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay
dentro de cada hombre.
-Al final del vídeo se anota la
siguiente frase: “Los años, la experiencia y la vida nos hacen descubrir lo
verdaderamente importante”: ¿Qué es lo realmente importante en los años que
tienes de vida?
-¿Por qué eres feliz en los
campamentos y convivencias? Te faltan muchas cosas que tienes en tu casa, y sin
embargo, deseas que pase la pandemia para volver a dormir en la tienda de
campaña. ¿Qué es lo más importante en un campamento?
-“No conviertan la casa de mi
Padre en un mercado”, es la cita del evangelio de este domingo. La “casa de mi
Padre” es Jesús, el templo que será destruido por sus interlocutores en la
pasión y muerte y él levantará en tres días. Pero por extensión son las
iglesias y lugares sagrados y lo somos cada uno de nosotros, “templo del
Espíritu Santo” (1 Corintios 6, 19): ¿cuáles son las mesas de cambistas que
anidan en mi corazón?, ¿cuáles son mis apegos?
-Jesús se sirvió de un flagelo,
látigo, y de sus manos para echar de allí a los mercaderes. Este látigo es la
cruz, las manos son el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, las dos tablas
de la Ley, los Diez Mandamientos, el nuevo Mandamiento de amar a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a ti mismo: recuerda los mandamientos, revisa
tu vida, no tanto lo que haces, sino el porque lo haces.
-Imagina la escena,
imaginándote que eres los cambistas, atrapado por las actitudes, emociones, objetos,
… que te impiden convertir tu persona en casa de oración, es decir, espacio
donde los demás y tú podáis encontraros con la bondad y compasión de Dios.
-Imagina que Jesús entra en tu
corazón, pídele que te ayude a echar todo lo que es egoísmo, deseo de tener y
poseer.
-Y ahora piensa, ¿quién tienen
más tus abuelos o tú?
A continuación puedes
ayudarte con los anexos 1 y 2.
COMPROMISO.
Piensa en uno de estos u otros propósitos: renunciar
a una parte del tiempo para hacer una visita a mis mayores y para rezar, al uso
de palabras malsonantes, a pequeños caprichos para entregar el dinero que me he
ahorrado a Cáritas, a mis padres para los gastos de la casa, a un regalo,…
CELEBRACIÓN.
Mira y escucha esta música: https://www.youtube.com/watch?v=mKRLw2zkc8s u otra del canto “Nada te turbe” de Taizé.
ANEXO 1.
TEMA 30. LLAMADOS A VIVIR COMO
HIJOS DE DIOS.
Síntesis del tema.
Por el Bautismo estamos llamados a vivir como
hijos de Dios siguiendo a Jesús.
Seguir a Jesús es responder a su llamada: amar
a Dios y al prójimo como Él nos enseña.
Por el Espíritu, que vive en nuestro corazón,
podemos seguir a Jesús y cumplir los Mandamientos.
Tema.
Deseamos ser felices, querer y que nos
quieran, tener amigos, vivir en familia; que el amor y la verdad sean la luz
que ilumine nuestro camino.
Dios Padre, por medio de Moisés, dio a su
Pueblo un Decálogo o Diez Mandamientos, que son una luz que señala el camino
para amarlo, ser feliz y hacer felices a los demás.
Jesús enseñó a vivir estos Mandamientos de una
forma nueva. Los resumió en dos: “Amar a Dios y al prójimo” (Mateo 22,
34-40). Para que podamos cumplirlos con alegría y generosidad, sin separarlos
nunca, nos dio al Espíritu Santo que actúa en nuestro interior.
Jesús, con la parábola del Buen Samaritano,
nos enseñó que todo hombre, sea extranjero o enemigo, es nuestro prójimo y
tenemos que amarlo. Jesús, al dar su vida por todos, nos mostró cómo quiere
Dios que los cristianos amemos al prójimo.
Así nos dijo Jesús cómo tiene que ser nuestro
amor:
“Os doy un Mandamiento
nuevo:
que os améis unos a
otros como yo os he amado.
La señal por la que
conocerán todos que sois discípulos míos
será que os amáis unos
a otros”
(Juan
13, 34-35)
Oración.
Gracias,
Padre,
porque
nos has dado un camino de vida:
los
Mandamientos. Con su luz podemos hacer
obras
de amor: dar de comer al hambriento;
visitar
al que está solo o enfermo; consolar al que sufre;
acoger
al que no tiene casa; perdonar las ofensas;
orar
por todos. Gracias, Padre, porque así
somos
felices y hacemos felices a los demás.
Frase de síntesis final.
Los Mandamientos son el camino de una
vida libre para amar.
Preguntas:
-¿A qué estamos llamados por el Bautismo?
-¿Qué es seguir a Jesús?
-¿Por qué podemos seguir a Jesús y cumplir los
Mandamientos?
-¿Qué son los Diez Mandamientos?
-¿Cómo resumió Jesús los Diez Mandamientos?
-¿Cuál es la enseñanza que nos ofrece Jesús en
la parábola del Buen Samaritano?
-¿Qué nos mostró Jesús al dar su vida?
ANEXO 2.
EN CLAVE JUNIORS:
-Rasgos de
Identidad. Pg. 32. El itinerario testimonio nos puede iluminar sobre la
necesidad que tenemos de ser educadores como apóstoles, no como mercaderes, es
decir, intentando librarse de todo lo que no es ser cristiano.
-Rasgos de
Identidad. Pg. 50. El rito de la entrega de la cruz es el medio para crecer en
el conocimiento de Jesús y vivir la Ley Juniors.
-Rasgos de
Identidad. Pg. 51. La ley Juniors “Amamos a todos los hombres del mundo como
Jesús ama”. Así nuestra persona es casa de oración.
-Manual de
Formador de Educadores. Pg. 27. En la fe de los educadores. Un educador no es
un profesional que obtiene un beneficio material o personal, sino una persona
de fe, un medio para que la niña o el niño se encuentren con Dios.
-Manual de
Espiritualidad Juniors. Pg. 66. Amaos. El mandamiento de Jesús que quita al
mercader que todos llevamos dentro y cambia nuestra persona en lugar de
encuentro. Sin la vivencia del amor pasamos de ser educadores a ser mercaderes.
-La “Campanya
2003-2004: Cridats a viure en l’amor” desarrolla los 10 Mandamientos.
-Proyecto Educativo Juniors M.D.:
Libro 1. Pacto. Pg. 86: los
Mandamientos.
Libro 5. Experiencia II. Pg. 109:
el joven rico, cumple los mandamientos.
Libro 7. Estilo de Vida II. Pg.
92: los Mandamientos.
BIBLIOGRAFÍA.
Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC. Madrid. 2016.
Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.
Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero.
Bilbao. 1995.
Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego
de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.
Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica.
BAC. Madrid. 2016.
Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de
la Sede. Primera
edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.
Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S.,
Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.
Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio
según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio
según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en
español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento.
4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.
San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi,
filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados
de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.
San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones.
BAC. Madrid. 2015.
San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.
Francisco. Fratelli Tutti. www.vatican.va
Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía
de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.
Homilética. Sal Terrae. 2020/6.
Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas.
Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.
[1] Los que forman parte de
la secta de los donatistas, quienes aseguraban que solo los sacerdotes de vida
intachable podían administrar los sacramentos y excluían de la Iglesia a los
pecadores.
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