martes, 28 de enero de 2020

2 de febrero de 2020. Presentación del Señor.


Primera lectura.
Lectura de la profecía de Malaquías   3, 1-4
Esto dice el Señor:
-Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. ¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
 Voy a enviar a mi mensajero.
Mt 11, 10ss.: Este es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”. En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista.
Ya llega, dice Yahvé Sebaot.
Hch 13,24-25: Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida  decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies.
Lc 1, 17: Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Na 1,6: ¿Quién resistirá su ira? / ¿Quién aguantará el ardor de su cólera?
Jl 2,11: El Señor grita a su ejército, / pues muchos son sus campamentos, / innumerables los que cumplen su palabra. / Grande es el Día del Señor, / terrible, ¿quién podrá con él?.
Purificará a los hijos de Leví:
Jr 6, 29: Sopla el fuelle, y el fuego / va consumiendo el plomo; / pero en vano refina el fundidor / no se desprende la escoria.

Notas exegéticas[2].
3 1 (a) El precursor de Yahvé, ver ya Is 40,3, será identificado con Elías, Ml 3,23; Mt 11, 10 aplica este texto a Juan Bautista, nuevo Elías, Mt 11,14s.; Mc 1,2; Lc 1,17.76.

3 1 (b) El Ángel de la nueva Alianza no es el precursor del que se ha hablado más arriba, porque su llegada al templo es simultánea a la de Yahvé. Se trata sin duda de una designación misteriosa del mismo Yahvé, con referencia implícita a Ex 3,2; 23,20; ver Gn 16,7ss; Mt 11,10 invita a interpretarlo de Cristo.
3 3 (b) “Legítimas” , lit,. “según la justicia”, es decir, conforme a los ritos prescritos y, al mismo tiempo, con las disposiciones morales correspondientes a un culto auténtico.

Salmo responsorial
Salmo 23

R/. El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso,
el Señor valeroso en la batalla. R/.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria. R/.

Textos paralelos[3].
 ¡Puertas, alzad los dinteles!
2 S 6, 12: Entonces David fue y trajo con algazara el Arca de Dios de la casa de Obededón a la ciudad de David.
Sal 118, 19-20: Abridme las puertas de la salvación, / y entraré para dar gracias al Señor. / Esta es la puerta del Señor, / los vencedores entrarán por ella.
Ez 44,2: El Señor me dijo: “Este pórtico permanecerá cerrado. No se abrirá nunca y nadie entrará por él, porque el Señor, Dios de Israel, ha entrado por él. Por eso quedará cerrado”.
Ml 3,1: Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor.
1 Cor 2,8: Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.

¿Quién es ese rey de la gloria?
1 S 1,3a: Ese hombre subía desde su ciudad de año en año a adorar y ofrecer sacrificios al Señor del universo en Siló.
Ex 24,16-17: La gloria del Señor descansaba sobre la montaña del Sinaí y la nube cubrió la montaña durante seis días. Al séptimo día llamó a Moisés desde la nube. El aspecto de la gloria del Señor era para los hijos de Israel como fue voraz sobre la cumbre de la montaña.

Notas exegéticas[4].
24 Los vv. 7-10 pueden referirse al traslado del arca en tiempo de David 2 S 6, 12-16; ver Sal 68 25ss; 132. El contexto vv. 1-6 parece posterior, ver Sal 15: el creador del universo es también el amigo qwue acoge al justo.

Segunda lectura.
Lectura de la carta a los Hebreos 2, 14-18
Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al Señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[5].
 Por tanto, del mismo modo que los hijos comparten la sangre.
Mt 16, 17: ¡Bienaventurado tú, Simón,  hijo de Jonás!, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Al que tenía dominio sobre la muerte, es decir, el diablo.
Jn 12,31: Ahora va a ser juzgado el mundo; ajora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera.
Rm 5, 12: Por tanto, lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Sino a la descendencia de Abrahán.
Is 41,8: A quien escogí de los extremos de la tierra, / a quien llamé desde sus confines, diciendo: / “Tú eres mi siervo, / te he elegido y no te he rechazado”.
Por eso tuvo que asemejarse.
Rm 8, 3:Lo que era imposible a la ley, por cuanto que estaba debilitada a causa de la carne, lo ha hecho Dios: enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y en orden al pecado, condenó el pecado de la carne.
Rm 8, 29: Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.
3, 1: Por tanto, hermanos santos, vosotros que compartís una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos: a Jesús.
4,15: No tenemos un sumo sacerdote incapaz de ocmpadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado.
5,7: Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial.
Rm 3,25: Dios lo constituyó medio de propiciación mediante la fe en su sangre, para mostrar su justicia pasando por alto los pecados del mundo.
Pues, habiendo pasado él la prueba del sufrimiento:
1 Jn 2,2: Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
1 Jn 4,15: Quién confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Mt 4ss: las tentaciones de Jesús.
1 Cor 10,13ss: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea de medida humana. Dios es fiel, y él no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas.

Notas exegéticas[6]:
2 14 Pecado y muerte son correlativos, ambos proceden de Satanás, cuyo reino se opone al de Cristo.
3 15 Por su victoria sobre la muerte, garantía de la del creyente, 13 20; Rm 8, 11ss.
2 17 (a) El autor introduce aquí su tema principal.
2 17 (b) El verbo “expiar” no tiene las connotaciones que presenta en castellano, en el sentido de “sufrir un castigo”. En el AT la expiación era un rito purificador del que Yahvé dotó a su pueblo (ver Lv 4,20; 16,6; 17, 11). Aquí expresa la capacidad que posee Cristo glorificado de liberar a las personas de sus pecados (ver 7, 25; 9, 14; 1 Jn 2, 1-2), por lo que “expiar los pecados” podría traducirse como “borrar los pecados”.
2 17 (c) Este v. introduce los desarrollos que vienen a continuación: el adjetivo “fiel” será comentado a partir de 3, 1; y “sumo sacerdote misericordioso” será explicado de 4, 15 a; 5,10.



Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Lucas 2,22-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: “Todo varón primogénito será consagrado al Señor”, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”. Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
-Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:
-Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción – y a ti misma una espada te traspasará el alma –, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Textos paralelos[7].
Cuando se cumplieron los días.
Lv 12,2-4: Di esto a los hijos de Israel: Cuando una mujer quede embarazada y tenga un hijo varón, quedará impura durante site días, será impura como durante sus reglas. El octavo día será circuncidado el niño, y ella permanecerá trenta y tres días más purificando su sangre. No tocará ninguna cosa santa ni entrará en el Santuario hasta terminar los días de la purificación.
Como está escrito en la Ley del Señor.
Ex 13,2: Conságrame todo primogénito, todo primer parto entre los hijos de Israel, sea de hombre o de ganado.
Ex 13,11: Cuando el Señor te introduzca en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya entregado, consagrarás al Señor todos los primogénitos.
Lv 5, 5-7: El que ha incurrido en culpa en cualquiera de esos casos [negarse a declarar en un juicio como testigo, tocar un animal impuro o inmundicias humanas, pronunciar a la ligera un juramento,…] confesará su pecado, y presentará al señor, como reparación por el pecado cometido, una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio expiatorio y el sacerdote hará así la expiación por su pecado. Si no alcanza para una res menor, presentará al Señor, como reparación por su pecado, dos tórtolas o dos pichones, una de las aves como sacrificio expiatorio y otra en holocausto.
Lv 12,8: Si no le alcanza para ofrecer una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para el sacrificio expiatorio; el sacerdote hará por ella [la madre del niño] el rito de expiación y quedará pura.
Era una persona justa.
Is 40, 1-2: Consolad, consolad a mi pueblo – dice vuestro Dios –;  hablad al corazón de Jerusalén / gritadle, / que se ha cumplido su servicio / y está pagado su crimen.
Is 52,1: ¡Despierta, despierta, / vístete de tu fuerza, Sión, / vístete el traje de gala, Jerusalén, / ciudad santa!, / porque no volverán a entrar en ti / incircuncisos ni impuros.
Porque han visto a tu salvador.
Is 52,10: Ha descubierto el Señor su santo brazo / a los ojos de todas las naciones, / y verán los confines de la tierra / la salvación de nuestro Dios.
Is 46, 13: Yo aproximo mi justicia, no está lejos, / mi salvación no se pospone, / concedo a Sión la salvación y mi honor a Israel.
Luz para iluminar.
Is 42,6: Yo, el Señor, / te he llamado en mi justicia, / te cogí de la mano, te formé / e hice de ti alianza de un pueblo / y luz de las naciones.
Is 49, 6: Es poco que seas mi siervo / para restablecer las tribus de Jacob / y traer de vuelta a los supervivientes de Israel. / Te hago luz de las naciones, / para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Jn 8,12: Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Está destinado para ser caída de muchos:
7, 23: ¡Bienaventurado el que no se escandalice de mí!
12, 51-53: ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra.
Jr 15,10: ¡Ay de mí, madre mía, me has engendrado / para discutir y pleitear por todo el país! Ni presté ni me han prestado, / en cambio, todos me maldicen.
Quedó viuda:
Jdt 8, 4-5: Judit llevaba viuda tres años y cuatro meses. Vivía en una habitación que había mandado construir sobre la terraza de su casa. Se ciñó un sayal y llevaba vestidos de viuda.
1 Tm 5,5: La que es verdaderamente viuda, y ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y persevera en las súplicas y en las oraciones noche y día.
Comenzó a alabar a Dios:
2,20 ss: Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[8].
2 22 La purificación solo obligaba a la madre, pero habla de rescatar al hijo. Lucas observa cuidadosamente que tanto los padres de Jesús, como los de Juan, cumplieron todas las prescripciones de la Ley. La presentación del niño en el santuario no era obligatoria, pero estaba permitida. Nm 18,15, y al parecer la gente piadosa lo estimaba conveniente, ver 1 S 1 24-28. Lucas centra su relato, en este primer acto cultual de Jesús, en la Ciudad santa, a la que atribuye gran importancia, como lugar del acontecimiento pascual y punto de partida de la misión cristiana. Ver 2 38s; Hc 1,4.
2 23 Lit. “Todo varón que abra la matriz será llamado santo para el Señor”. Esta ley (Ex 13,2.12.15) implicaba el rescate del primogénito (Ex 13,13; 34,20), que se cumplía dando cinco siclos de plata en el plazo del mes que seguía al nacimiento (Nm 18,15-16). Lc nada dice de este rescate de Jesús, pero podría deducirse del v. 39.
2 24 Es la ofrenda de los pobres.
2 25 (a) A partir de Is 40,1; 51,12; 61,2, estas palabras designan la salvación de Israel.
2 25 (b) Según el lenguaje del AT (Nm 11, 17; 25,29; 2 Re 2, 15; Is 11,2; 52,1; 61,1; Ez 11, 5), esta expresión indica que Simeón es profeta.
2 26 “El Cristo del Señor”, es aquel que el Señor ha ungido, ver Ex 30,22ss, es decir, consagrado para una misión de salvación, como el rey de Israel, un príncipe elegido por Yahvé y, finalmente y de un modo eminente, el Mesías que instaurará el reino de Dios.
2 27 Lc que ha hablado claramente de la concepción virginal de Jesús, no duda en mencionar a “sus padres”· (ver vv. 41.43), incluso al “padre” (vv. 33.48). A menudo los copistas han reemplazado estos términos por “María y José”, para poner de relieve que Jesús solo tiene un padre, el del cielo.
2 29 A diferencia de los cánticos precedentes, este parece haber sido compuesto por Lucas mismo, en especial valiéndose de textos de Isaías. Después de unprimer trísico que se refiere a Simeón y a su próxima muerte, otro define la salvación universal traída por el Mesías Jesús: una iluminación del mundo gentil que, salida del pueblo elegido, concluirá en gloria de este mismo pueblo.
2 12 La salvación de los paganos es anunciada aquí por vez primera en la obra de Lc Solo será claramente proclamada a partir de la revelación pascual (Lc 24, 47).
2 34 La misión de luz en el mundo gentil irá aocmpañada, con respecto a Jesús, de hostilidad y persecución por parte de su propio pueblo. Ver Mt 2,1.
2 35 Verdadera Hija de Sión, María llevará en su propia vida el destino doloroso de su pueblo. Con su Hijo, se hallará ene l centro de esa contradicción donde los corazones deben manifestarse en pro o en contra de Jesús. El símbolo de la espada puede inspirarse en Ez 14, 17, o según otros en Za 12, 10.
2 36 Mujer consagrada a Dios e intérprete de sus designios. Ver Ex 15,20; Jc 4,4; 2 Re 22,14.
2 37 (a) Es el ideal del perfecto israelita (Sal 23,6; 26,6; 27,4; 84,5.11).
2 37 (b) Ver Hch 26, 7. A Lc le gusta destacar esta constancia en el servicio y en la oración (ver 18,7; Hch 20, 31) y la atribuye aquí a Ana, a pesar de la costumbre judía de no permitir que las mujeres permaneciesen de noche en el recinto del templo.
2 38 La liberación mesiánica del pueblo elegido, 1 68; 24,2, interesaba ante todo a la capital, ver Is 40,2; 52, 9 (y ver 2 S 5,9ss). Jerusalén es para Lucas el centro predestinado para la obra de la salvación, 9,31.51.53; 13, 22.23; 17, 11; 18,31; 19,11; 24,47-49.52; Hch 1, 8ss. – Algunos testigos textuales antiguos dicen “en Jerusalén” o “de Israel”.

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[9]:
22 Cinco veces se menciona expresamente la ley en los vs. 22-39.
El tiempo: lit. los días (como en el v.6). Lucas dice, lit., la purificación de ellos, es decir, de María y de Jesús, porque se trata de dos ritos: la purificación ritual de la madre y la presentación del primogénito.
Lo subieron a Jerusalén: “subir a Jerusalén” es expresión acuñada y normal, incluso cuando, como en este caso, hay que bajar (Belén está a 888 metros sobre el nivel del mar, Jerusalén está a 750).
23 Está prescrito: el tiempo griego (perfecto) dice: “se escribió esa norma en el pasado y actualmente sigue en vigor.
Todo primer parto varón: más lit. todo varón que abre [el] seno materno.
Será consagrado: lit. santo para el Señor será llamado (cf. 1,32-33).
25 Justo y religioso: exacto en el cumplimiento de los deberes que imponía la Ley (cf. Mt 1,19), como manifestación del santo temor de Dios. El término “consolación” aparece en la literatura targúmina frecuentemente como sinónimo de “liberación”; en concreto, “el Consolador” es título mesiánico.
Espíritu Santo, sin artículo: inspiración divina. con otras palabras: Simeón era “profeta”.
26 Mesías: “ungido”, “Cristo”.
27 Introdujeron al niño Jesús en el templo, probablemente en el atrio de las Mujeres, pasando por la puerta de Nicanor.
28 Simeón: lit. y él en persona.

Bendijo a Dios, diciendo un pequeño himno inspirado: la salvación no se ofrece sólo a Israel, sino a “todos los pueblos”, si aceptan a Jesús por la fe. Luego añadió: Jesús es la prueba dada por Dios (v.34); María está asociada a la obra redentora del Hijo, mediante la cruz (v.35).
39 Dueño: la palabra griega déspota es, en el contexto, el amo de un esclavo, el señor de un siervo; si hay un trasfondo litúrgico, equivale a soberano.
Dejar  [ir]: manumitir [dar libertad a un esclavo].
30-31 Salvación: puede ser instrumento de salvación, lo que salva, e.d. “el salvador”.
A la vista de: o “al alcance de”, a disposición de.
32 Luz que servirá para iluminar, para llevar la Revelación divina a  [las] naciones paganas.
34 Está puesto o destinado para ser: o bien piedra de tropiezo (“escándalo”), o bien cimento firme.
Una prueba (cf. Mt 12, 38): un signo revelador, una muestra significativa dada por Dios.
Que se discute: o, si es un presente verbal con valor de futuro: que será discutida, que será combatida.
35 Salgan a la luz: lit. sean descubiertos.
36 Ana: nombre hebreo (=”piedad”, “compasión”).
En matrimonio: lit. con marido.
37 Sirviendo: dando culto.
38 De él: probablemente se refiere al niño, no a Dios.
Algunos manuscritos leen Israel en vez de Jerusalén.

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[10]:
2, 21-40 Cristo fue circuncidado al octavo día de su nacimiento, evento que se celebra en algunos calendarios litúrgicos al octavo día de la Navidad, el 1 de enero. La circuncisión era un signo para unirse a la alianza de Israel como descendiente de Abrahán (Lc 1, 59-66). Del mismo modo, según lo exigido por la ley judía, los padres de Cristo le llevaron al templo, cuarenta días después de su nacimiento, para el ritual de la purificación de María y su presentación como hijo primogénito. La purificación de una mujer tras el parto era necesaria antes de que pudiera adorar en el Templo; se requería el sacrificio de un cordero, dos tórtolas o dos pichones. Sin duda, las circunstancias de la concepción de María y del nacimiento de Cristo aseguraban su pureza, pero ella cumplió con la ley. El rito de presentación de un niño era una “redención pública· necesaria para cualquier hijo primogénito de cualquier tribu distinta de la Leví. Los padres de familia ofrecían simbólicamente su hijo a Dios y lo recuperaban luego tras una pequeña ofrenda monetaria. La presentación de Jesús en el Templo es el cuarto misterio gozoso del rosario y se celebra en el calendario litúrgico cuarenta días después de Navidad, el dos de febrero. Esta fiesta se llama también Candelaria (“Misa de las candelas”) para subrayar que Cristo es la luz del mundo tal como lo predijo Simeón. Por esta razón se bendicen las velas en este día para su uso a lo largo de todo el año.
2, 25 Consuelo de Israel: la venida del Mesías, el Redentor: este término, así como “la redención de Jerusalén” indica que tanto Simeón como Ana esperaban al Mesías y vieron su deseo cumplido en el niño Jesús.
2, 32 Este lenguaje que identifica al Mesías es una reminiscencia del canto del Siervo del profeta Isaías (Is 49, 5ss).
2, 35 La fe de María nunca vaciló ya que confiaba plenamente en la Palabra de Dios. Ella, más que cualquier otra persona de la historia, experimentó y participó íntimamente en el misterio del sufrimiento redentor que Cristo soportó por nuestra salvación.
1,36 La promesa de Ana de celibato y oración se asemeja a la de las órdenes religiosas y comunidades contemplativas que se desarrollaron en la Iglesia y que siguen activas hoy en día. El ayuno siempre ha sido una práctica muy recomendable en la Iglesia católica y se requiere a los fieles en los días prescritos durante la Cuaresma y durante una hora antes de recibir la Sagrada Comunión.

Notas del Catecismo de la Iglesia Católica[11]
 435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula Per Dominum nostrum Jesum Christum... ("Por nuestro Señor Jesucristo..."). El "Avemaría" culmina en "y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". La oración del corazón, en uso en Oriente, llamada "oración a Jesús" dice: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador". Numerosos cristianos mueren, como santa Juana de Arco, teniendo en sus labios una única palabra: "Jesús".
529 La Presentación de Jesús en el Templo (cf. Lc 2, 22-39) lo muestra como el Primogénito que pertenece al Señor (cf. Ex 13,2.12-13). Con Simeón y Ana, toda la expectación de Israel es la que viene al Encuentro de su Salvador (la tradición bizantina llama así a este acontecimiento). Jesús es reconocido como el Mesías tan esperado, "luz de las naciones" y "gloria de Israel", pero también "signo de contradicción". La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación, perfecta y única, la de la Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado "ante todos los pueblos".
583 Como los profetas anteriores a Él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo de Jerusalén. Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su nacimiento (Lc. 2, 22-39). A la edad de doce años, decidió quedarse en el Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre (cf. Lc 2, 46-49). Durante su vida oculta, subió allí todos los años al menos con ocasión de la Pascua (cf. Lc 2, 41); su ministerio público estuvo jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas judías (cf. Jn 2, 13-14; 5, 1. 14; 7, 1. 10. 14; 8, 2; 10, 22-23).
1245 La bendición solemne cierra la celebración del Bautismo. En el Bautismo de recién nacidos, la bendición de la madre ocupa un lugar especial.
711 "He aquí que yo lo renuevo"(Is 43, 19): dos líneas proféticas se van a perfilar, una se refiere a la espera del Mesías, la otra al anuncio de un Espíritu nuevo, y las dos convergen en el pequeño Resto, el pueblo de los Pobres (cf. So 2, 3), que aguardan en la esperanza la "consolación de Israel" y "la redención de Jerusalén" (cf. Lc 2, 25. 38).
713 Los rasgos del Mesías se revelan sobre todo en los Cantos del Siervo (cf. Is 42, 1-9; cf. Mt 12, 18-21; Jn 1, 32-34; y también Is 49, 1-6; cf. Mt 3, 17; Lc 2, 32, y por último Is 50, 4-10 y 52, 13-53, 12). Estos cantos anuncian el sentido de la Pasión de Jesús, e indican así cómo enviará el Espíritu Santo para vivificar a la multitud: no desde fuera, sino desposándose con nuestra "condición de esclavos" (Flp 2, 7). Tomando sobre sí nuestra muerte, puede comunicarnos su propio Espíritu de vida.
149 Durante toda su vida, y hasta su última prueba (cf. Lc 2,35), cuando Jesús, su hijo, murió en la cruz, su fe no vaciló. María no cesó de creer en el «cumplimiento» de la palabra de Dios. Por todo ello, la Iglesia venera en María la realización más pura de la fe.
575 Muchas de las obras y de las palabras de Jesús han sido, pues, un "signo de contradicción" (Lc 2, 34) para las autoridades religiosas de Jerusalén, aquéllas a las que el Evangelio de san Juan denomina con frecuencia "los judíos" (cf. Jn 1, 19; 2, 18; 5, 10; 7, 13; 9, 22; 18, 12; 19, 38; 20, 19), más incluso que a la generalidad del pueblo de Dios (cf. Jn 7, 48-49). Ciertamente, sus relaciones con los fariseos no fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le previnieron del peligro que corría (cf. Lc 13, 31). Jesús alaba a alguno de ellos como al escriba de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de fariseos (cf. Lc 7, 36; 14, 1). Jesús confirma doctrinas sostenidas por esta élite religiosa del pueblo de Dios: la resurrección de los muertos (cf. Mt 22, 23-34; Lc 20, 39), las formas de piedad (limosna, ayuno y oración, cf. Mt 6, 18) y la costumbre de dirigirse a Dios como Padre, carácter central del mandamiento de amor a Dios y al prójimo (cf. Mc 12, 28-34).
587 Si la Ley y el Templo de Jerusalén pudieron ser ocasión de "contradicción" (cf. Lc 2, 34) entre Jesús y las autoridades religiosas de Israel, la razón está en que Jesús, para la redención de los pecados —obra divina por excelencia—, acepta ser verdadera piedra de escándalo para aquellas autoridades (cf. Lc 20, 17-18; Sal 118, 22).
1387 Para prepararse convenientemente a recibir este sacramento, los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia (cf CIC can. 919). Por la actitud corporal (gestos, vestido) se manifiesta el respeto, la solemnidad, el gozo de ese momento en que Cristo se hace nuestro huésped.
2687 Muchos religiosos han consagrado y consagran toda su vida a la oración. Desde el desierto de Egipto, eremitas, monjes y monjas han dedicado su tiempo a la alabanza de Dio s y a la intercesión por su pueblo. La vida consagrada no se mantiene ni se propaga sin la oración; es una de las fuentes vivas de la contemplación y de la vida espiritual en la Iglesia.



Comentarios patrísticos[12]:
San Ambrosio. Exámeron. 5, 19,62.
Este es el verdadero sacrificio agradable a Dios, la pureza del cuerpo y la gracia del espíritu. La castidad se refiere a la tórtola y la gracia a la paloma.
Orígenes. Homilías sobre el Ev. de Lucas. 15,1-3.
Si tú también quieres sostener a Jesús y abrazarlo y hacerte digno de salir de la cárcel, debes esforzarte con todo empeño en que el Espíritu te conduzca y llegues al templo de Dios. Mira, ahora está s en el templo del Señor Jesús, es decir, en su Iglesia; este es el templo construido con piedras vivas.
Orígenes. Homilías sobre el Ev. de Lucas. 17, 4-5.
Todo lo que se narra en la historia del Salvador es objeto de contradicción. Una virgen es madre, y es contradictorio. Tuvo un cuerpo humano, y este signo también se contradice. Él resucitó de entre los muertos, y este es también un signo de contradicción. Pienso que las predicciones de los profetas son igualmente signo de contradicción. Todo esto es contradicción no para los que creen en Él, pues sabemos bien que lo que afirma la Escritura es verdad. Pero para los incrédulos es signo de contradicción todo lo que se ha escrito respecto de Cristo.
Beda. Exposición sobre el Ev. de Lucas. 1,2.
En un sentido místico Ana simboliza a la Iglesia que en este mundo aparece como viuda por la muerte de su Esposo y Señor. El número de años de su viudedad también designa el tiempo en que la Iglesia continúa en el cuerpo peregrinando lejos del Señor y, mirando con gran devoción hacia las puertas del templo celestial, aguarda todos los días la llegada del Señor.
 Bernardo[13]:
En este día cuatro personajes celebran una primera procesión; procesión que, mas tarde, se celebrará con gozo en todo el universo. No os extrañéis de que esta procesión sea tan pequeña, porque es también muy pequeño aquel a quien el templo recibe. En este lugar no hay pecadores: todos son justos, todos son santos, todos son perfectos.
Abracemos, pues, esta misericordia que hemos recibido en medio del templo, y como la bienaventurada Ana, no nos alejemos de él.
Juan de Ávila. Sermones de Nuestra Señora. 64,5[14]:
Padres sacerdotes, si hubiera ahora muchos Simeones, ¡qué bienaventurados fuéramos! ¡Qué confusión para nosotros, que nos contrentamos con decir una misa, y qué de paso, y qué de priesa, sin amor, sin agradecimiento! Bienaventurado el que, cuando tuviere a Cristo en sus manos, sintiere lo que este viejo Simeón. Que el sacerdote tan limpio ha de ser que no ha de llevar pecados que llorar en el altar, sino los pecados del pueblo; porque, según San Agustín, dice, el pecado mortal no es el pecado de cristiano, ¿cuánto menos lo será de sacerdote? Y así se quejaba Dios. […] ¡Cómo no deshacernos en alegría cuando vemos a Dios en nuestras manos! […] ¡Oh que pena debe haber para el mal sacerdote en el infierno! San Basilio dice que a la muerte del buen sacerdote muchos ángeles bajan del cielo por su ánima, y a la muerte del malo muchos demonios vienen por su ánima.
Santa Teresa de Liseaux. Porque te amo, María. PN 54, 11[15]:
Te amo porque te mezclas con las demás mujeres / que dirigen sus pasos al templo del señor, / te amo cuando presentas al Niño que nos salva / poniéndolo en los brazos del viejo Simeón. / Al principio yo escucho, sonriendo, su cántico, / más pronto sus acentos ahogan mi emoción; / hundiendo en el futuro tu mirada profética, / Simeón te predice la espada del dolor.

Antonio Rodriguez Carmona. Evangelio de san Lucas[16]
Texto:
Si la circuncisión de Juan y la imposición de nombre dieron lugar a la revelación de Zacarías, la de Jesús da lugar a las revelaciones de Simeón y de Ama.
Partes:
Purificación de María y circuncisión de Jesús en el templo.
Actuaciones proféticas de Simeón y Ana que explican el alcance de los acontecimientos.
Toda la escena está impregnada del ambiente religioso tradicional judíos.
Comentario:
El rescate del primogénito se realiza en memoria de la última plaga de Egipto, muerte de los primogénitos, en que Dios perdonó a los primogénitos israelita.
Lucas no habla de rescate del niño sino de consagración a Dios, que entiende como “presentarlo al Señor” en sentido sacrificial, de acuerdo con lo anunciado por el ángel en 1,35 “será santo”.
Culmen de lo anunciado por Malaquías 3,1-4, que afirma que después del precursor venderá a su templo el Mesías para inaugurar un culto agradable a Dios: María se purifica uy junto con José comienzan el nuevo culto existencial, ofreciendo al niño.
Subyace a esta presentación el recuerdo de la presentación del pequeño Samuel (1 Sam 1,22-28).
Los padres aparecen actuando de acuerdo con la palabra de Dios, uno de los temas importantes de la teología de Lucas:
Tres alocuciones a la Ley del Señor (2, 22.23.27).
Dos citas explícitas del Antiguo Testamento.
Alusión al mandato del ángel (2,21).
Revelaciones de Simeón y de Ana:
Representan al pueblo piadoso del Antiguo Testamento.
Al comienzo del tiempo del cumplimiento bendicen a Dios y proclaman la presencia del Salvador.
Simeón:
Hombre justo y piadoso, vivía de acuerdo con la voluntad de Dios manifestada en la Ley.
Aguardaba el consuelo de Israel: frase inspirada en Is 52,9, que alude a la Buena Noticia que trae el Evangelizador: “El Señor consuela a su pueblo”.
El Espíritu Santo estaba con él y por tanto puede actuar proféticamente.
Partes de la profecía de Simeón:
Bendición a Dios:
Continuación de la presentación sacrificial de Jesús, que acaba de realizar María.
Simeón lo toma en brazos en actitud oferente y bendice a Dios.
Palabras a la madre:
Las relaciones de María con Jesús no se limitan al ámbito físico sino que como discípula sufre por la causa de su Hijo.
Actualización:
Jesús ha inaugurado el sacrificio agradable a Dios, el existencial, pues no quiere las cosas del hombre, sino la vida donada por amor, correspondiendo así a su acción creadora y salvadora.
La liturgia de esta fiesta presenta a Jesús inaugurando el sacrificio existencial agradable a Dios.
María representa a la Iglesia, oferente del sacrificio.










Misa de Niños[17]

Monición de entrada.-
Hoy es la fiesta de la Presentación del Señor en el templo de Jerusalén.
Así después de cuarenta días, María, José y Jesús van a esta ciudad y allí, como hacen las mamás y los papás con los niños, ofrecieron el bebé a Dios.
Nosotros en esta misa vamos a ofrecerle el corazón a Dios y a verle cuando el sacerdote lo enseñe en el pan.

Señor, ten piedad.
Tu eres la luz que ilumina los sitios oscuros. Señor, ten piedad.
Tú eres la luz que ilumina a las personas. Cristo, ten piedad.
Tú eres la luz que nos da la vida. Señor, ten piedad.

Peticiones.-
Por el Papa Francisco, para que sus palabras iluminen a los que les gusta la oscuridad. Te lo pedimos Señor.
Por la Iglesia, la luz de Jesús, para que nos ilumine cada día con las palabras de Jesús.  Te lo pedimos Señor.
Por las personas que mandan en los países, para que les ilumines. Te lo pedimos Señor.
Por el Sínodo de Valencia, para que ilumine los próximos años a la familia de Jesús en Valencia. Te lo pedimos Señor.
Por las personas que están enfermas, para que encuentren en ti la luz que les ayude. Te lo pedimos Señor.
Por las madres de familia, para que se sientan muy queridas por los padres y los hijos. Te lo pedimos Señor.
Por nosotros, para que seamos luz para las personas que se encuentran con nosotros. Te lo pedimos Señor.

Oración.
Virgen María, queremos darte las gracias por llevar a Jesús al templo y porque cada día cuando rezamos lo pones en nuestro corazón.  


[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.  
[2] Ib. 
[3] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[4] Ib. 
[5] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[6] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[7] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  
[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[9] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[10] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[11] Catecismo de la Iglesia Católica. www.vatican.va Notas tomadas de la Bíblia Didaje.
[12] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento Lucas. . Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
[13] Magnificat. 195. Febrero 2019.
[14] San Juan de Ávila. Obras Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pgs. 856-858.
[15] Teresa de Liseaux. Obras Completas. Editorial Monte Carmelo. Burgos. 2003.
[16] Rodriguez Carmona, A. Evangelio según san Lucas. BAC. Madrid. 2014.
[17] Adaptación del Libro de la Sede. Secretariado Nacional de Liturgia. Coeditores Litúrgicos. Barcelona (España). 2004.