Lectura de la
profecía de Malaquías 3, 1-4
Esto dice el
Señor:
-Voy a enviar a
mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su
santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la
alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su
mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará
como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como
oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas. Entonces agradará
al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como
antaño.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[1].
Voy a enviar a mi
mensajero.
Mt
11, 10ss.: Este es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”. En verdad os digo que no ha nacido de
mujer uno más grande que Juan el Bautista.
Ya llega, dice Yahvé Sebaot.
Hch 13,24-25: Juan predicó a todo Israel un
bautismo de conversión antes que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para
concluir el curso de su vida decía: “Yo
no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco
desatarle las sandalias de los pies.
Lc 1, 17: Irá delante del Señor, con el espíritu
y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y
a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un
pueblo bien dispuesto.
Na 1,6: ¿Quién resistirá su ira? / ¿Quién
aguantará el ardor de su cólera?
Jl 2,11: El Señor grita a su ejército, /
pues muchos son sus campamentos, / innumerables los que cumplen su palabra. /
Grande es el Día del Señor, / terrible, ¿quién podrá con él?.
Purificará a los hijos de Leví:
Jr
6, 29: Sopla el fuelle, y el fuego / va consumiendo el plomo; / pero en vano
refina el fundidor / no se desprende la escoria.
Notas
exegéticas[2].
3 1 (a) El precursor de Yahvé, ver ya Is 40,3, será identificado con Elías,
Ml 3,23; Mt 11, 10 aplica este texto a Juan Bautista, nuevo Elías, Mt 11,14s.;
Mc 1,2; Lc 1,17.76.
3 1 (b) El Ángel de la nueva Alianza no es el precursor del que se ha
hablado más arriba, porque su llegada al templo es simultánea a la de Yahvé. Se
trata sin duda de una designación misteriosa del mismo Yahvé, con referencia
implícita a Ex 3,2; 23,20; ver Gn 16,7ss; Mt 11,10 invita a interpretarlo de
Cristo.
3 3 (b) “Legítimas” , lit,. “según la justicia”, es decir, conforme
a los ritos prescritos y, al mismo tiempo, con las disposiciones morales correspondientes
a un culto auténtico.
Salmo responsorial
Salmo 23
R/. El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
R/. El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso,
el Señor valeroso en la batalla. R/.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria. R/.
Textos
paralelos[3].
¡Puertas,
alzad los dinteles!
2 S 6, 12: Entonces David fue y
trajo con algazara el Arca de Dios de la casa de Obededón a la ciudad de David.
Sal 118, 19-20: Abridme las puertas
de la salvación, / y entraré para dar gracias al Señor. / Esta es la puerta del
Señor, / los vencedores entrarán por ella.
Ez 44,2: El Señor me dijo: “Este
pórtico permanecerá cerrado. No se abrirá nunca y nadie entrará por él, porque
el Señor, Dios de Israel, ha entrado por él. Por eso quedará cerrado”.
Ml 3,1: Voy a enviar a mi
mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario
el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en
quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor.
1 Cor 2,8: Ninguno de los príncipes
de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran
crucificado al Señor de la gloria.
¿Quién es ese rey de la gloria?
1 S 1,3a: Ese hombre subía desde
su ciudad de año en año a adorar y ofrecer sacrificios al Señor del universo en
Siló.
Ex 24,16-17: La gloria del Señor
descansaba sobre la montaña del Sinaí y la nube cubrió la montaña durante seis
días. Al séptimo día llamó a Moisés desde la nube. El aspecto de la gloria del
Señor era para los hijos de Israel como fue voraz sobre la cumbre de la
montaña.
Notas
exegéticas[4].
24 Los vv. 7-10 pueden referirse al traslado del arca en tiempo de
David 2 S 6, 12-16; ver Sal 68 25ss; 132. El contexto vv. 1-6 parece posterior,
ver Sal 15: el creador del universo es también el amigo qwue acoge al justo.
Segunda
lectura.
Lectura de la
carta a los Hebreos 2, 14-18
Lo mismo que los
hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de
nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al Señor de la muerte,
es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la
vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no
a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser
sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los
pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la
tentación, puede auxiliar a los que son tentados.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[5].
Por tanto, del mismo modo
que los hijos comparten la sangre.
Mt 16, 17: ¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque esto no te lo ha
revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Al que tenía dominio sobre la muerte, es decir, el diablo.
Jn 12,31: Ahora va a ser juzgado el mundo;
ajora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera.
Rm 5, 12: Por tanto, lo mismo que por un
hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte
se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Sino a la descendencia de Abrahán.
Is 41,8: A quien escogí de los extremos de
la tierra, / a quien llamé desde sus confines, diciendo: / “Tú eres mi siervo,
/ te he elegido y no te he rechazado”.
Por eso tuvo que asemejarse.
Rm 8, 3:Lo que era imposible a la ley, por
cuanto que estaba debilitada a causa de la carne, lo ha hecho Dios: enviando a
su Hijo en semejanza de carne de pecado y en orden al pecado, condenó el pecado
de la carne.
Rm 8, 29: Porque a los que había conocido de
antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el
primogénito entre muchos hermanos.
3, 1: Por tanto, hermanos santos, vosotros
que compartís una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de
la fe que profesamos: a Jesús.
4,15: No tenemos un sumo sacerdote incapaz
de ocmpadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como
nosotros, menos en el pecado.
5,7: Cristo, en los días de su vida mortal,
a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de
la muerte, siendo escuchado por su piedad filial.
Rm 3,25: Dios lo constituyó medio de
propiciación mediante la fe en su sangre, para mostrar su justicia pasando por
alto los pecados del mundo.
Pues, habiendo pasado él la prueba del sufrimiento:
1 Jn 2,2: Él es víctima de propiciación por
nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo
entero.
1 Jn 4,15: Quién confiese que Jesús es el
Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Mt 4ss: las tentaciones de Jesús.
1 Cor 10,13ss: No os ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea de medida humana. Dios es fiel, y él no permitirá que
seáis tentados por encima de vuestras fuerzas.
Notas exegéticas[6]:
2 14 Pecado y muerte son correlativos, ambos proceden de Satanás, cuyo reino
se opone al de Cristo.
3 15 Por su victoria sobre la muerte, garantía de la del creyente, 13 20; Rm
8, 11ss.
2 17 (a) El autor introduce aquí su tema principal.
2 17 (b) El verbo “expiar” no tiene las connotaciones
que presenta en castellano, en el sentido de “sufrir un castigo”. En el AT la
expiación era un rito purificador del que Yahvé dotó a su pueblo (ver Lv 4,20;
16,6; 17, 11). Aquí expresa la capacidad que posee Cristo glorificado de
liberar a las personas de sus pecados (ver 7, 25; 9, 14; 1 Jn 2, 1-2), por lo
que “expiar los pecados” podría traducirse como “borrar los pecados”.
2 17 (c) Este v. introduce los desarrollos que vienen
a continuación: el adjetivo “fiel” será comentado a partir de 3, 1; y “sumo
sacerdote misericordioso” será explicado de 4, 15 a; 5,10.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Lucas 2,22-40
Cuando se
cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de
Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo
escrito en la ley del Señor: “Todo varón primogénito será consagrado al Señor”,
y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o
dos pichones”. Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre
justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo
estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la
muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al
templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo
acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
-Ahora, Señor,
según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto
a tu salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar
a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Su padre y su
madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo
a María, su madre:
-Este ha sido
puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de
contradicción – y a ti misma una espada te traspasará el alma –, para que se
pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.
Había también una
profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años.
De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y
cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche
y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del
niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando
cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a
su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose,
lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Textos
paralelos[7].
Cuando se cumplieron los días.
Lv 12,2-4: Di esto a los hijos de Israel:
Cuando una mujer quede embarazada y tenga un hijo varón, quedará impura durante
site días, será impura como durante sus reglas. El octavo día será circuncidado
el niño, y ella permanecerá trenta y tres días más purificando su sangre. No
tocará ninguna cosa santa ni entrará en el Santuario hasta terminar los días de
la purificación.
Como está escrito en la Ley del Señor.
Ex 13,2: Conságrame todo primogénito, todo
primer parto entre los hijos de Israel, sea de hombre o de ganado.
Ex 13,11: Cuando el Señor te introduzca en
la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya
entregado, consagrarás al Señor todos los primogénitos.
Lv 5, 5-7: El que ha incurrido en culpa en
cualquiera de esos casos [negarse a declarar en un juicio como testigo, tocar
un animal impuro o inmundicias humanas, pronunciar a la ligera un juramento,…] confesará
su pecado, y presentará al señor, como reparación por el pecado cometido, una hembra
de ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio expiatorio y el sacerdote hará
así la expiación por su pecado. Si no alcanza para una res menor, presentará al
Señor, como reparación por su pecado, dos tórtolas o dos pichones, una de las
aves como sacrificio expiatorio y otra en holocausto.
Lv 12,8: Si no le alcanza para ofrecer una
res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para
el sacrificio expiatorio; el sacerdote hará por ella [la madre del niño] el
rito de expiación y quedará pura.
Era una persona justa.
Is 40, 1-2: Consolad, consolad a mi pueblo –
dice vuestro Dios –; hablad al corazón
de Jerusalén / gritadle, / que se ha cumplido su servicio / y está pagado su
crimen.
Is 52,1: ¡Despierta, despierta, / vístete de
tu fuerza, Sión, / vístete el traje de gala, Jerusalén, / ciudad santa!, /
porque no volverán a entrar en ti / incircuncisos ni impuros.
Porque han visto a tu salvador.
Is 52,10: Ha descubierto el Señor su santo
brazo / a los ojos de todas las naciones, / y verán los confines de la tierra /
la salvación de nuestro Dios.
Is 46, 13: Yo aproximo mi justicia, no está
lejos, / mi salvación no se pospone, / concedo a Sión la salvación y mi honor a
Israel.
Luz para iluminar.
Is 42,6: Yo, el Señor, / te he llamado en mi
justicia, / te cogí de la mano, te formé / e hice de ti alianza de un pueblo /
y luz de las naciones.
Is 49, 6: Es poco que seas mi siervo / para
restablecer las tribus de Jacob / y traer de vuelta a los supervivientes de
Israel. / Te hago luz de las naciones, / para que mi salvación alcance hasta el
confín de la tierra.
Jn 8,12: Yo soy la luz del mundo, el que me
sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Está destinado para ser caída de muchos:
7, 23: ¡Bienaventurado el que no se
escandalice de mí!
12, 51-53: ¿Pensáis que he venido a traer paz
a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos el padre contra
el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la
madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra.
Jr 15,10: ¡Ay de mí, madre mía, me has
engendrado / para discutir y pleitear por todo el país! Ni presté ni me han
prestado, / en cambio, todos me maldicen.
Quedó viuda:
Jdt 8, 4-5: Judit llevaba viuda tres años y
cuatro meses. Vivía en una habitación que había mandado construir sobre la
terraza de su casa. Se ciñó un sayal y llevaba vestidos de viuda.
1 Tm 5,5: La que es verdaderamente viuda, y
ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y persevera en las súplicas
y en las oraciones noche y día.
Comenzó a alabar a Dios:
2,20 ss: Y se volvieron los pastores dando
gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que
se les había dicho.
Notas exegéticas Biblia de
Jerusalén[8].
2 22 La purificación solo obligaba a la madre, pero habla de rescatar al hijo.
Lucas observa cuidadosamente que tanto los padres de Jesús, como los de Juan,
cumplieron todas las prescripciones de la Ley. La presentación del niño en el
santuario no era obligatoria, pero estaba permitida. Nm 18,15, y al parecer la
gente piadosa lo estimaba conveniente, ver 1 S 1 24-28. Lucas centra su relato,
en este primer acto cultual de Jesús, en la Ciudad santa, a la que atribuye
gran importancia, como lugar del acontecimiento pascual y punto de partida de
la misión cristiana. Ver 2 38s; Hc 1,4.
2 23 Lit. “Todo varón que abra la matriz será llamado santo para el Señor”.
Esta ley (Ex 13,2.12.15) implicaba el rescate del primogénito (Ex 13,13;
34,20), que se cumplía dando cinco siclos de plata en el plazo del mes que
seguía al nacimiento (Nm 18,15-16). Lc nada dice de este rescate de Jesús, pero
podría deducirse del v. 39.
2 24 Es la ofrenda de los pobres.
2 25 (a) A partir de Is 40,1; 51,12; 61,2, estas
palabras designan la salvación de Israel.
2 25 (b) Según el lenguaje del AT (Nm 11, 17; 25,29; 2
Re 2, 15; Is 11,2; 52,1; 61,1; Ez 11, 5), esta expresión indica que Simeón es
profeta.
2 26 “El Cristo del Señor”, es aquel que el Señor ha ungido, ver Ex 30,22ss,
es decir, consagrado para una misión de salvación, como el rey de Israel, un
príncipe elegido por Yahvé y, finalmente y de un modo eminente, el Mesías que
instaurará el reino de Dios.
2 27 Lc que ha hablado claramente de la concepción virginal de Jesús, no duda
en mencionar a “sus padres”· (ver vv. 41.43), incluso al “padre” (vv. 33.48). A
menudo los copistas han reemplazado estos términos por “María y José”, para
poner de relieve que Jesús solo tiene un padre, el del cielo.
2 29 A diferencia de los cánticos precedentes, este parece haber sido
compuesto por Lucas mismo, en especial valiéndose de textos de Isaías. Después
de unprimer trísico que se refiere a Simeón y a su próxima muerte, otro define
la salvación universal traída por el Mesías Jesús: una iluminación del mundo
gentil que, salida del pueblo elegido, concluirá en gloria de este mismo
pueblo.
2 12 La salvación de los paganos es anunciada aquí por vez primera en la obra
de Lc Solo será claramente proclamada a partir de la revelación pascual (Lc 24,
47).
2 34 La misión de luz en el mundo gentil irá aocmpañada, con respecto a Jesús,
de hostilidad y persecución por parte de su propio pueblo. Ver Mt 2,1.
2 35 Verdadera Hija de Sión, María llevará en su propia vida el destino doloroso
de su pueblo. Con su Hijo, se hallará ene l centro de esa contradicción donde
los corazones deben manifestarse en pro o en contra de Jesús. El símbolo de la
espada puede inspirarse en Ez 14, 17, o según otros en Za 12, 10.
2 36 Mujer consagrada a Dios e intérprete de sus designios. Ver Ex 15,20; Jc
4,4; 2 Re 22,14.
2 37 (a) Es el ideal del perfecto israelita (Sal 23,6;
26,6; 27,4; 84,5.11).
2 37 (b) Ver Hch 26, 7. A Lc le gusta destacar esta
constancia en el servicio y en la oración (ver 18,7; Hch 20, 31) y la atribuye
aquí a Ana, a pesar de la costumbre judía de no permitir que las mujeres
permaneciesen de noche en el recinto del templo.
2 38 La liberación mesiánica del pueblo elegido, 1 68; 24,2, interesaba ante
todo a la capital, ver Is 40,2; 52, 9 (y ver 2 S 5,9ss). Jerusalén es para
Lucas el centro predestinado para la obra de la salvación, 9,31.51.53; 13,
22.23; 17, 11; 18,31; 19,11; 24,47-49.52; Hch 1, 8ss. – Algunos testigos
textuales antiguos dicen “en Jerusalén” o “de Israel”.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[9]:
22 Cinco veces se menciona expresamente la ley en los vs. 22-39.
El tiempo: lit. los días (como en el v.6).
Lucas dice, lit., la purificación de ellos, es decir, de María y de
Jesús, porque se trata de dos ritos: la purificación ritual de la madre y la
presentación del primogénito.
Lo subieron a Jerusalén: “subir a Jerusalén” es
expresión acuñada y normal, incluso cuando, como en este caso, hay que bajar
(Belén está a 888 metros sobre el nivel del mar, Jerusalén está a 750).
23 Está prescrito: el tiempo griego (perfecto) dice: “se
escribió esa norma en el pasado y actualmente sigue en vigor.
Todo primer parto varón: más lit. todo varón que
abre [el] seno materno.
Será consagrado: lit. santo para el Señor será llamado
(cf. 1,32-33).
25 Justo y religioso: exacto en el cumplimiento de
los deberes que imponía la Ley (cf. Mt 1,19), como manifestación del santo
temor de Dios. El término “consolación” aparece en la literatura targúmina
frecuentemente como sinónimo de “liberación”; en concreto, “el Consolador” es
título mesiánico.
Espíritu Santo, sin artículo: inspiración divina. con otras
palabras: Simeón era “profeta”.
26 Mesías: “ungido”, “Cristo”.
27 Introdujeron al niño Jesús en el templo, probablemente en
el atrio de las Mujeres, pasando por la puerta de Nicanor.
28 Simeón: lit. y él en persona.
Bendijo a Dios, diciendo un pequeño himno inspirado: la
salvación no se ofrece sólo a Israel, sino a “todos los pueblos”, si aceptan a
Jesús por la fe. Luego añadió: Jesús es la prueba dada por Dios (v.34);
María está asociada a la obra redentora del Hijo, mediante la cruz (v.35).
39 Dueño: la palabra griega déspota es, en el
contexto, el amo de un esclavo, el señor de un siervo; si hay un trasfondo
litúrgico, equivale a soberano.
Dejar [ir]:
manumitir [dar libertad a un esclavo].
30-31 Salvación: puede ser instrumento de salvación,
lo que salva, e.d. “el salvador”.
A la vista de: o “al alcance de”, a disposición de.
32 Luz que servirá para iluminar, para llevar la Revelación
divina a [las] naciones paganas.
34 Está puesto o destinado para ser: o bien piedra de
tropiezo (“escándalo”), o bien cimento firme.
Una prueba (cf. Mt 12, 38): un signo revelador, una
muestra significativa dada por Dios.
Que se discute: o, si es un presente verbal con valor de
futuro: que será discutida, que será combatida.
35 Salgan a la luz: lit. sean descubiertos.
36 Ana: nombre hebreo (=”piedad”, “compasión”).
En matrimonio: lit. con marido.
37 Sirviendo: dando culto.
38 De él: probablemente se refiere al niño, no
a Dios.
Algunos manuscritos leen Israel en vez
de Jerusalén.
Notas exegéticas desde la Biblia
Didajé[10]:
2, 21-40 Cristo fue circuncidado al octavo día de su
nacimiento, evento que se celebra en algunos calendarios litúrgicos al octavo
día de la Navidad, el 1 de enero. La circuncisión era un signo para unirse a la
alianza de Israel como descendiente de Abrahán (Lc 1, 59-66). Del mismo modo,
según lo exigido por la ley judía, los padres de Cristo le llevaron al templo,
cuarenta días después de su nacimiento, para el ritual de la purificación de
María y su presentación como hijo primogénito. La purificación de una mujer
tras el parto era necesaria antes de que pudiera adorar en el Templo; se
requería el sacrificio de un cordero, dos tórtolas o dos pichones. Sin duda,
las circunstancias de la concepción de María y del nacimiento de Cristo
aseguraban su pureza, pero ella cumplió con la ley. El rito de presentación de
un niño era una “redención pública· necesaria para cualquier hijo primogénito
de cualquier tribu distinta de la Leví. Los padres de familia ofrecían
simbólicamente su hijo a Dios y lo recuperaban luego tras una pequeña ofrenda
monetaria. La presentación de Jesús en el Templo es el cuarto misterio gozoso
del rosario y se celebra en el calendario litúrgico cuarenta días después de
Navidad, el dos de febrero. Esta fiesta se llama también Candelaria (“Misa de
las candelas”) para subrayar que Cristo es la luz del mundo tal como lo predijo
Simeón. Por esta razón se bendicen las velas en este día para su uso a lo largo
de todo el año.
2, 25 Consuelo de Israel: la venida del Mesías, el Redentor:
este término, así como “la redención de Jerusalén” indica que tanto Simeón como
Ana esperaban al Mesías y vieron su deseo cumplido en el niño Jesús.
2, 32 Este lenguaje que identifica al Mesías es una
reminiscencia del canto del Siervo del profeta Isaías (Is 49, 5ss).
2, 35 La fe de María nunca vaciló ya que confiaba
plenamente en la Palabra de Dios. Ella, más que cualquier otra persona de la historia,
experimentó y participó íntimamente en el misterio del sufrimiento redentor que
Cristo soportó por nuestra salvación.
1,36 La promesa de Ana de celibato y oración se asemeja a la de las órdenes
religiosas y comunidades contemplativas que se desarrollaron en la Iglesia y
que siguen activas hoy en día. El ayuno siempre ha sido una práctica muy
recomendable en la Iglesia católica y se requiere a los fieles en los días
prescritos durante la Cuaresma y durante una hora antes de recibir la Sagrada
Comunión.
Notas del Catecismo de la Iglesia
Católica[11]
435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la
plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula Per
Dominum nostrum Jesum Christum... ("Por nuestro Señor
Jesucristo..."). El "Avemaría" culmina en "y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús". La oración del corazón, en uso en Oriente,
llamada "oración a Jesús" dice: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de mí pecador". Numerosos cristianos mueren, como santa Juana
de Arco, teniendo en sus labios una única palabra: "Jesús".
529 La
Presentación de Jesús en el Templo (cf. Lc 2, 22-39)
lo muestra como el Primogénito que pertenece al Señor (cf. Ex 13,2.12-13).
Con Simeón y Ana, toda la expectación de Israel es la que viene al Encuentro de
su Salvador (la tradición bizantina llama así a este acontecimiento). Jesús es
reconocido como el Mesías tan esperado, "luz de las naciones" y
"gloria de Israel", pero también "signo de contradicción".
La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación, perfecta y única, la
de la Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado "ante todos los
pueblos".
583 Como
los profetas anteriores a Él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo
de Jerusalén. Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su
nacimiento (Lc. 2, 22-39). A la edad de doce años, decidió quedarse en
el Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre
(cf. Lc 2, 46-49). Durante su vida oculta, subió allí todos
los años al menos con ocasión de la Pascua (cf. Lc 2, 41); su
ministerio público estuvo jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con
motivo de las grandes fiestas judías (cf. Jn 2, 13-14; 5, 1.
14; 7, 1. 10. 14; 8, 2; 10, 22-23).
1245 La bendición solemne cierra la
celebración del Bautismo. En el Bautismo de recién nacidos, la bendición de la
madre ocupa un lugar especial.
711 "He aquí
que yo lo renuevo"(Is 43, 19): dos líneas proféticas se van a perfilar, una
se refiere a la espera del Mesías, la otra al anuncio de un Espíritu nuevo, y
las dos convergen en el pequeño Resto, el pueblo de los Pobres (cf. So 2, 3), que aguardan en la esperanza la
"consolación de Israel" y "la redención de Jerusalén" (cf. Lc 2, 25. 38).
713 Los rasgos del Mesías se revelan sobre todo en
los Cantos del Siervo (cf. Is 42, 1-9; cf. Mt 12,
18-21; Jn 1, 32-34; y también Is 49, 1-6;
cf. Mt 3, 17; Lc 2, 32, y por último Is 50,
4-10 y 52, 13-53, 12). Estos cantos anuncian el sentido de la Pasión de Jesús,
e indican así cómo enviará el Espíritu Santo para vivificar a la multitud: no
desde fuera, sino desposándose con nuestra "condición de esclavos" (Flp 2,
7). Tomando sobre sí nuestra muerte, puede comunicarnos su propio Espíritu de
vida.
149 Durante toda
su vida, y hasta su última prueba (cf. Lc 2,35), cuando Jesús, su hijo, murió en la cruz, su fe
no vaciló. María no cesó de creer en el «cumplimiento» de la palabra de Dios.
Por todo ello, la Iglesia venera en María la realización más pura de la fe.
575 Muchas de las
obras y de las palabras de Jesús han sido, pues, un "signo de
contradicción" (Lc 2, 34) para las autoridades religiosas de Jerusalén,
aquéllas a las que el Evangelio de san Juan denomina con frecuencia "los
judíos" (cf. Jn 1, 19; 2, 18; 5, 10; 7, 13; 9, 22; 18, 12; 19, 38; 20,
19), más incluso que a la generalidad del pueblo de Dios (cf. Jn 7, 48-49). Ciertamente, sus relaciones con
los fariseos no fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le
previnieron del peligro que corría (cf. Lc 13, 31). Jesús alaba a alguno de ellos como al escriba
de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de fariseos (cf. Lc 7, 36; 14, 1). Jesús confirma doctrinas
sostenidas por esta élite religiosa del pueblo de Dios: la resurrección de los
muertos (cf. Mt 22, 23-34; Lc 20, 39), las formas de piedad (limosna, ayuno y
oración, cf. Mt 6, 18) y la costumbre de dirigirse a Dios como Padre,
carácter central del mandamiento de amor a Dios y al prójimo (cf. Mc 12, 28-34).
587 Si la Ley y
el Templo de Jerusalén pudieron ser ocasión de "contradicción" (cf. Lc 2, 34) entre Jesús y las autoridades
religiosas de Israel, la razón está en que Jesús, para la redención de los
pecados —obra divina por excelencia—, acepta ser verdadera piedra de escándalo
para aquellas autoridades (cf. Lc 20, 17-18; Sal 118, 22).
1387 Para
prepararse convenientemente a recibir este sacramento, los fieles deben
observar el ayuno prescrito por la Iglesia (cf CIC can. 919). Por la actitud corporal (gestos, vestido) se manifiesta
el respeto, la solemnidad, el gozo de ese momento en que Cristo se hace nuestro
huésped.
2687 Muchos religiosos han
consagrado y consagran toda su vida a la oración. Desde el desierto de Egipto,
eremitas, monjes y monjas han dedicado su tiempo a la alabanza de Dio s y a la
intercesión por su pueblo. La vida consagrada no se mantiene ni se propaga sin
la oración; es una de las fuentes vivas de la contemplación y de la vida
espiritual en la Iglesia.
Comentarios patrísticos[12]:
San Ambrosio. Exámeron. 5, 19,62.
Este es el verdadero sacrificio agradable a
Dios, la pureza del cuerpo y la gracia del espíritu. La castidad se refiere a
la tórtola y la gracia a la paloma.
Orígenes. Homilías sobre el Ev. de Lucas.
15,1-3.
Si tú también quieres sostener a Jesús y
abrazarlo y hacerte digno de salir de la cárcel, debes esforzarte con todo
empeño en que el Espíritu te conduzca y llegues al templo de Dios. Mira, ahora
está s en el templo del Señor Jesús, es decir, en su Iglesia; este es el templo
construido con piedras vivas.
Orígenes. Homilías sobre el Ev. de Lucas. 17,
4-5.
Todo lo que se narra en la historia del
Salvador es objeto de contradicción. Una virgen es madre, y es contradictorio.
Tuvo un cuerpo humano, y este signo también se contradice. Él resucitó de entre
los muertos, y este es también un signo de contradicción. Pienso que las
predicciones de los profetas son igualmente signo de contradicción. Todo esto
es contradicción no para los que creen en Él, pues sabemos bien que lo que
afirma la Escritura es verdad. Pero para los incrédulos es signo de contradicción
todo lo que se ha escrito respecto de Cristo.
Beda. Exposición sobre el Ev. de Lucas. 1,2.
En un sentido místico Ana simboliza a la
Iglesia que en este mundo aparece como viuda por la muerte de su Esposo y
Señor. El número de años de su viudedad también designa el tiempo en que la
Iglesia continúa en el cuerpo peregrinando lejos del Señor y, mirando con gran
devoción hacia las puertas del templo celestial, aguarda todos los días la llegada
del Señor.
Bernardo[13]:
En este día cuatro personajes celebran una
primera procesión; procesión que, mas tarde, se celebrará con gozo en todo el
universo. No os extrañéis de que esta procesión sea tan pequeña, porque es
también muy pequeño aquel a quien el templo recibe. En este lugar no hay
pecadores: todos son justos, todos son santos, todos son perfectos.
Abracemos, pues, esta misericordia que hemos
recibido en medio del templo, y como la bienaventurada Ana, no nos alejemos de
él.
Padres sacerdotes, si hubiera ahora muchos
Simeones, ¡qué bienaventurados fuéramos! ¡Qué confusión para nosotros, que nos
contrentamos con decir una misa, y qué de paso, y qué de priesa, sin amor, sin
agradecimiento! Bienaventurado el que, cuando tuviere a Cristo en sus manos,
sintiere lo que este viejo Simeón. Que el sacerdote tan limpio ha de ser que no
ha de llevar pecados que llorar en el altar, sino los pecados del pueblo;
porque, según San Agustín, dice, el pecado mortal no es el pecado de cristiano,
¿cuánto menos lo será de sacerdote? Y así se quejaba Dios. […] ¡Cómo no deshacernos
en alegría cuando vemos a Dios en nuestras manos! […] ¡Oh que pena debe haber
para el mal sacerdote en el infierno! San Basilio dice que a la muerte del buen
sacerdote muchos ángeles bajan del cielo por su ánima, y a la muerte del malo
muchos demonios vienen por su ánima.
Te amo porque te mezclas con las demás
mujeres / que dirigen sus pasos al templo del señor, / te amo cuando presentas
al Niño que nos salva / poniéndolo en los brazos del viejo Simeón. / Al
principio yo escucho, sonriendo, su cántico, / más pronto sus acentos ahogan mi
emoción; / hundiendo en el futuro tu mirada profética, / Simeón te predice la
espada del dolor.
Antonio Rodriguez Carmona. Evangelio de san Lucas[16]
Texto:
Si la circuncisión
de Juan y la imposición de nombre dieron lugar a la revelación de Zacarías, la
de Jesús da lugar a las revelaciones de Simeón y de Ama.
Partes:
Purificación
de María y circuncisión de Jesús en el templo.
Actuaciones
proféticas de Simeón y Ana que explican el alcance de los acontecimientos.
Toda la escena
está impregnada del ambiente religioso tradicional judíos.
Comentario:
El rescate del
primogénito se realiza en memoria de la última plaga de Egipto, muerte de los
primogénitos, en que Dios perdonó a los primogénitos israelita.
Lucas no habla
de rescate del niño sino de consagración a Dios, que entiende como “presentarlo
al Señor” en sentido sacrificial, de acuerdo con lo anunciado por el ángel en
1,35 “será santo”.
Culmen de lo
anunciado por Malaquías 3,1-4, que afirma que después del precursor venderá a
su templo el Mesías para inaugurar un culto agradable a Dios: María se purifica
uy junto con José comienzan el nuevo culto existencial, ofreciendo al niño.
Subyace a esta
presentación el recuerdo de la presentación del pequeño Samuel (1 Sam 1,22-28).
Los padres
aparecen actuando de acuerdo con la palabra de Dios, uno de los temas
importantes de la teología de Lucas:
Tres
alocuciones a la Ley del Señor (2, 22.23.27).
Dos citas
explícitas del Antiguo Testamento.
Alusión al
mandato del ángel (2,21).
Revelaciones de
Simeón y de Ana:
Representan al
pueblo piadoso del Antiguo Testamento.
Al comienzo
del tiempo del cumplimiento bendicen a Dios y proclaman la presencia del
Salvador.
Simeón:
Hombre justo
y piadoso, vivía de acuerdo con la voluntad de Dios manifestada en
la Ley.
Aguardaba
el consuelo de Israel: frase inspirada en Is
52,9, que alude a la Buena Noticia que trae el Evangelizador: “El Señor
consuela a su pueblo”.
El Espíritu
Santo estaba con él y por tanto puede actuar proféticamente.
Partes de la
profecía de Simeón:
Bendición a
Dios:
Continuación
de la presentación sacrificial de Jesús, que acaba de realizar María.
Simeón lo toma
en brazos en actitud oferente y bendice a Dios.
Palabras a la
madre:
Las relaciones
de María con Jesús no se limitan al ámbito físico sino que como discípula sufre
por la causa de su Hijo.
Actualización:
Jesús ha inaugurado
el sacrificio agradable a Dios, el existencial, pues no quiere las cosas del hombre,
sino la vida donada por amor, correspondiendo así a su acción creadora y
salvadora.
La liturgia de
esta fiesta presenta a Jesús inaugurando el sacrificio existencial agradable a Dios.
María
representa a la Iglesia, oferente del sacrificio.
Misa de Niños[17]
Monición
de entrada.-
Hoy es la fiesta de la Presentación del Señor
en el templo de Jerusalén.
Así después de cuarenta días, María, José y
Jesús van a esta ciudad y allí, como hacen las mamás y los papás con los niños,
ofrecieron el bebé a Dios.
Nosotros en esta misa vamos a ofrecerle el
corazón a Dios y a verle cuando el sacerdote lo enseñe en el pan.
Señor,
ten piedad.
Tu eres la luz que ilumina los sitios oscuros.
Señor, ten piedad.
Tú eres la luz que ilumina a las personas.
Cristo, ten piedad.
Tú eres la luz que nos da la vida. Señor, ten
piedad.
Peticiones.-
Por el Papa Francisco, para que sus palabras
iluminen a los que les gusta la oscuridad. Te lo pedimos Señor.
Por la Iglesia, la luz de Jesús, para que nos
ilumine cada día con las palabras de Jesús. Te lo pedimos Señor.
Por las personas que mandan en los países,
para que les ilumines. Te lo pedimos Señor.
Por el Sínodo de Valencia, para que ilumine
los próximos años a la familia de Jesús en Valencia. Te lo pedimos Señor.
Por las personas que están enfermas, para que
encuentren en ti la luz que les ayude. Te lo pedimos Señor.
Por las madres de familia, para que se sientan
muy queridas por los padres y los hijos. Te lo pedimos Señor.
Por nosotros, para que seamos luz para las personas
que se encuentran con nosotros. Te lo pedimos Señor.
Oración.
Virgen María, queremos darte las gracias por
llevar a Jesús al templo y porque cada día cuando rezamos lo pones en nuestro
corazón.
[1] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[2] Ib.
[3] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[4] Ib.
[5] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[6] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[7] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada
Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[8] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[9] Iglesias González, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[10] Biblia Didaje con
comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos
copiados de www.vatican.va
[11] Catecismo de la Iglesia
Católica. www.vatican.va Notas tomadas
de la Bíblia Didaje.
[12] Merino Rodríguez, M. La
Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento Lucas. .
Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
[17] Adaptación del Libro de
la Sede. Secretariado Nacional de Liturgia. Coeditores Litúrgicos. Barcelona
(España). 2004.