miércoles, 29 de septiembre de 2021

Domingo 27 Tiempo Ordinario. 3 de octubre de 2021.

 


Lectura del libro del Génesis 2, 18-24.

El Señor Dios se dijo:

-No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle a alguien como él, que le ayude.

Entonces el Señor Dios modeló de la tierra todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y se los presentó a Adán, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que Adán le pusiera. Así Adán puso nombre a todos los ganados, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontró ninguno como él, que le ayudase. Entonces el Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió; le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios formó, de la costilla que había sacado de Adán, una mujer, y se la presentó a Adán. Adán dijo:

-¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será “mujer”, porque ha salido del varón”. Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.

 

Textos paralelos.

 Yahvé modeló del suelo todos los animales del campo.

Qo 3, 20: Todos caminan al mismo lugar, todos vienen del polvo y todos vuelven al polvo.

Le quitó una de las costillas y rellenó el vacío con carne.

1 Co 11, 8-9: Pues no procede el varón de la mujer, sino la mujer del hombre. Y no fue creado el varón para la mujer, sino la mujer para el varón.

1 Tm 2, 13: Pues Adán fue creado primero y Eva después.

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre.

Mt 19, 5: Y dijo: por eso abandona un hombre a sus padres, se junta a su mujer y los dos se hacen una sola carne.

Ef 5, 21: Someteos unos a otros en atención a Cristo.

1 Co 6, 16: O ¿no sabéis que quien se une a una prostituto se hace un cuerpo con ella? Pues se dice que formarán los dos una sola carne.

 

Notas exegéticas.

2 18 El relato de la creación de la mujer no es más que una transición a , no es la continuación lógica de 14-17, porque ahí “hombre” se toma colectivamente e incluye al varón y a la mujer. No obstante, tiene una función en el relato de la creación del hombre. Desde el punto de vista de la tradición, los vv. 18-24 son la continuación lógica del v. 7 (y 8), a pesar de que el pasaje se encuentra ahora un poco lejos como consecuencia del arreglo del autor, que ha preferido narrar la formación de la mujer justo antes del momento en que va a jugar un papel activo en la transgresión.

2 19 El animal es calificado de “ser viviente” (lit. “soplo de vida”) como el hombre. El autor insiste de momento en el estrecho vínculo entre el ser humano y el animal antes de precisar la superioridad de aquel. El hombre va a dar nombres particulares a las diferentes especies de animales, manifestando así su capacidad de discernimiento y su poder, si bien , no encuentra una ayuda adecuada en la creación animal.

2 21 La carne (basar) es ante todo, en el animal y en el hombre, la “carne-comida”, los músculos. Es también el cuerpo entero y, por tanto, el vínculo familiar, incluso la humanidad o el conjunto de los seres vivientes (“toda carne” 6, 17). El alma o el espíritu animan la carne sin mezclarse con ella, haciéndola sirviente. Sin embargo, la “carne” subraya con frecuencia lo que de frágil y perecedero hay en el hombre y poco a poco se irá percibiendo cierta oposición entre los dos aspectos del hombre viviente. El hebreo no tiene una palabra para decir “cuerpo”; el NT suplirá esta laguna promoviendo sôma junto a sarx, ver Rm 7, 5.

2 22 Imagen que expresa la relación que une al hombre y a la mujer y que les une en el matrimonio.

2 23 El hebreo juega con la palabra ’ts, “hombre, varón” y su femenino ’issa “mujer”, y la letra “varona”.

 

Comentario.

-Segundo relato de la creación:

Etiología: explicación del origen de una institución que hablando del pasado explica la realidad del presente:

Relación del hombre y la mujer les lleva a crear un nuevo hogar en el que está muy presente la sexualidad.

Más antiguo que el primero (Gn 1).

Estilo: relato popular / repeticiones y estructura cuidadosa (Gn 1).

Todo es llamado a la existencia por el poder de la palabra divina.

Centro: relación hombre-mujer-mundo / lo cósmico (Gn 1).

-Creación de la mujer:

Autor: busca explicar la relación hombre-mujer / naturaleza social de la humanidad.

Mujer: “ayuda ajustada para él” (literalmente) / esencia de la mujer.

“Hizo caer al hombre en un letargo”:

Sin paralelismo en las mitologías del Antiguo Oriente.

Lengua sumeria:

“Costilla” y “vida”: misma palabra.

“Huesos de mis huesos y carne de mi carne”:

Profunda relación hombre-mujer.

Igual de la mujer respecto del hombre.

 

Salmo responsorial

Salmo 128 (127).

 

Que el Señor nos bendiga

todos los días de nuestra vida. R/.

Dichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos.

Comerás del fruto de tu trabajo,

serás dichoso, te irá bien. R/.

 

Tu mujer, como parra fecunda,

en medio de tu casa;

tus hijos, como renuevos de olivo,

alrededor de tu mesa.  R/.

 

Esta es la bendición del hombre

que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,

que veas la prosperidad de Jerusalén

todos los días de tu vida.  R/.

 

Que veas a los hijos de tus hijos.

¡Paz a Israel!  R/.

 

Textos paralelos.

 

Dichosos los que temen a Yahvé.

Sal 112, 1: Aleluya. Dichoso el que respeta al Señor y es entusiasta de sus mandatos.

Sal 37, 3-5: Confía en el Señor y haz el bien, habita una tierra y cultiva la fidelidad; sea el Señor tu delicia y te dará lo que pide tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en él, que él actuará.

Del trabajo de tus manos comerás.

Sal 112, 3: En su casa habrá riquezas y abundancia, su justicia se afirma siempre.

Tu esposa, como parra fecunda.

Pr 31, 10: Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que los corales.

Pr 31, 28: Sus hijos se levantan para felicitarla, su marido proclama su alabanza.

Tus hijos como brotes de olivo.

Sal 144, 12: Sean nuestros hijos un plantío, crecidos desde la adolescencia; sean nuestras hijas columnas talladas, estructura de un templo.

Jb 29, 5: El Todopoderoso estaba conmigo y me rodeaban mis hijos.

Bendígate Yahvé desde Sión.

Sal 134, 3: El Señor te bendiga desde Sión, el que hizo el cielo y la tierra.

Sal 20, 3: Que envíe refuerzos desde el santuario, que te apoye desde Sión.

Sal 122, 9: Por la casa del Señor nuestro Dios te deseo todo bien.

Todos los días de tu vida.

Gn 50, 23: [José] llegó a conocer a los hijos de Efraín hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, y se los puso en el regazo.

Jb 42, 16: Después Job vivió ciento cuarenta años y conoció a sus hijos, nietos y biznietos.

Pr 17, 6: Corona de los ancianos son los nietos, honra de los hijos son los padres.

Paz a Israel.

Sal 125, 5: A los que siguen sendas tortuosas que los conduzca el Señor con los malhechores. ¡Paz a Israel!

Ga 6, 16: Paz y misericordia para cuantos siguen esta norma, el Israel de Dios.

 

Notas exegéticas.

128 Este salmo celebra la felicidad doméstica que Dios concede al justo, según la doctrina de los Sabios sobre la retribución temporal.

 

Tres lecturas.

Con Israel: Este salmo hace parte de los "salmos graduales" que los peregrinos cantaban caminando hacia Jerusalén. Desde los 12, cada año, Jesús "subió" a Jerusalén con motivo de las fiestas, y entonó este canto. La fórmula final es una "bendición" que los sacerdotes pronunciaban sobre los peregrinos, a su llegada: "Que el Señor te bendiga desde Sión, todos los días de tu vida..."

Con Jesús:   "¡Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente!" Con frecuencia dijo Jesús: "felices... felices... felices...". Son las Bienaventuranzas.

Con nuestro tiempo:   La felicidad... Tenemos marcada tendencia, a pensar en Dios sólo cuando "algo va mal", como si fuera el "tapa-huecos" de nuestras debilidades, de nuestros fracasos. Damos una imagen muy mezquina de Dios, cuando hacemos de El "motor auxiliar" de nuestras incapacidades. Descubramos la alabanza, y la oración festiva: que se alegra cuando "algo va bien", y que dice "¡gracias!"

 

Segunda lectura.

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9-11.

Hermanos:

Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos. Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.

 

Textos paralelos.

Sin embargo, si vemos a Jesús, que fue hecho inferior a los ángeles.

Flp 2, 6-11: El cual a pesar de su condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios; sino que se vació de sí y tomó la condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres. Y mostrándose en figura humana se humilló, se hizo obediente hasta la muerte, una muerte en cruz. Por eso Dios lo exaltó y le concedió un título superior a todo título, para que, ante el título de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, la tierra y el abismo; y toda lengua confiese para gloria de Dios Padre: ¡Jesucristo es Señor!

Aquel por quien y para quien existe todo.

Rm 11, 36: De él, por él, para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén.

1 Co 8, 6: Para nosotros existe un solo Dios, el Padre, que es principio de todo y fin nuestro, y existe un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y también nosotros.

Mediante el sufrimiento.

Hb 5, 9: Ya consumado llegó a ser para cuantos le obedecen causa de salvación eterna.

Hch 3, 15: Y disteis muerte al Príncipe de la vida. Dios lo ha resucitado de la muerte y nosotros somos testigos de ello.

Jn 17, 19: Por ellos me consagro, paa que queden consagrados con la verdad.

 

Notas exegéticas.

2 9 (a) La coronación “de gloria y honor” implica, o la proclamación regia, o bien la consagración sacerdotal.

2 9 (b) “Por la gracia de Dios”, var., con pocos testigos: “excepto Dios”. Se trata sin duda de una glosa, tal vez para subrayar la impasibilidad de la divinidad de Cristo: Jesús sufrió solo como hombre; o alude al grito de Jesús en la cruz. Finalmente puede entenderse que Cristo sufrió por todos, excepto por Dios.

2 10 Los sufrimientos y la muerte de Cristo, en cumplimiento de la voluntad del Padre, hacen perfecto a Cristo en cuanto Salvador, encargado de introducir a los hombres en la gloria de Dios. El verbo “perfeccionar”, “dar cumplimiento”, aparece varias veces en la Epístola para evocar los diversos efectos de la obra de Cristo en la relación del hombre con Dios;, pero evoca también el rito de consagración de los sacerdotes: la acción de “llenar las manos (con las víctimas)”, Ex 29, que la LXX traduce por “cumplimiento”. Este rito habilitaba al sacerdote para comparecer ante la presencia de Dios en el santuario.

2 11 También podría traducirse, según el contexto: “santificador y santificados forman un todo único”. Los vv. siguientes insisten en esta comunidad de carne y sangre, que el Hijo de Dios ha querido asumir, y por tanto sirven como de introducción al tema esencial de la epístola, el de Cristo sumo sacerdote.

 

Comentario.

-Comienza la lectura continua de Hebreos.

-Hebreos:

Autor anónimo / san Pablo:

Teología distinta a la paulina.

Sermón de carácter cristológico (Cristo es el centro) / carta.         

Contrapone:

Antigua Alianza:

Mediador: Moisés.

Incapaz de alcanzar la plenitud que prometía.

Nueva Alianza:

Mediador: Cristo Jesús.

Alcanza la “perfección”.

-Jesús:

Usa su nombre propio 8 veces.

Humano: poco inferior a los ángeles.

Coronado de gloria.

Muerte y pasión: 2 veces.

Encarnado:

No es salvador desde fuera (ángel), sino desde el interior de la condición humana.

-Circunloquios:

Dios juzga conveniente llevar a una multitud a la gloria mediante la pasión de Jesús.

-Líneas:

Jesús es santificador (cristológica) y la humanidad son santificados (soteriológica).

 

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2-16.

En aquel tiempo, acercándose unos fariseos, preguntaban a Jesús para ponerlo a prueba:

-¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?

Él les replicó:

-¿Qué os ha mandado Moisés?

Contestaron:

-Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

Jesús les dijo:

-Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo:

-Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:

-Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

 

Textos paralelos.

 

Mc 10, 2-16

Mt 19, 1-9; 13-15

Lc 18, 15-17

 

 

 

 

 

 

 

Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

-¿Puede un hombre repudiar a su mujer?

Le contestó:

-¿Qué os mandó Moisés?

 

Respondieron:

-Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

Jesús les dijo:

-Porque sois obstinados escribió Moisés semejante precepto. Pero al principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer,

 

 y por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer, y los dos se hacen una carne. De suerte, que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha juntado que el hombre no lo separe.

 

 

 

 

 

 

Entrados en casa, le preguntaron de nuevo los discípulos acerca de aquello.

 

Él les dice:

 

 

 

 

 

 

 

-Quien repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera. Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio.

 

 

Le traían niños para que los tocase,

 

 

 

y los discípulos los reprendían. Jesús al verlo, se enfadó y dijo:

 

-Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos.

 

Os aseguro, quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

 

Los acariciaba y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

Cuando terminó Jesús este discurso, se trasladó de Galilea a Judea, al otro lado del Jordán. Lo seguía un gentío inmenso, y él los curaba allí.

 

Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

-¿Puede uno repudiar a su mujer por cualquier cosa?

Él contestó:

 

 

 

 

 

 

 

-¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer? y dijo:

 

 

 

 por eso abandona un hombre a sus padres, se junta a su mujer y los dos se hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha juntado que el hombre no lo separe.

 

Le replicaron:

-Entonces, ¿por qué Moisés mandó darle acta de divorcio al repudiarla?

 

 

 

 

 

Les respondió:

 

-Por vuestro carácter inflexible os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres. Pero al principio no era así.

 

Os digo que quien repudia a su mujer – si no es en caso de concubinato – y se casa con otra, comete adulterio, y el que se casa con la divorciada comete adulterio.

 

 

Entonces le llevaron unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y pronunciara una oración.

 

Los discípulos los reprendían. Pero Jesús dijo:

 

 

-Dejad a los niños y no les impidáis acercarse a mí, pues el reino de Dios pertenece a los que son como ellos.

 

 

 

 

 

Puso las manos sobre ellos y se marchó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Le acercaron también unos críos para que los tocara.

 

 

 

Los discípulos al verlo les reprendían. Pero Jesús los llamó diciendo:

 

-Dejad que los niños se acerquen y no se lo impidáis, pues a esos tales les pertenece el reino de Dios.

 

Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

¿Qué os prescribió Moisés?

Dt 24, 1: Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa.

Desde el comienzo de la creación Él los hizo varón y hembra.

Gn 1, 27: Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Gn 2, 24: Por eso un hombre abandona padre y madre, se junta a su mujer y se hacen una sola carne.

Ya en casa, los discípulos.

Mc 7, 24: Desde allí se puso en camino y se dirigió al territorio de Tiro. Entró en una casa con intención de pasar desapercibido, pero no logró ocultarse.

Se enfadó.

Lc 9, 47: Jesús sabiendo lo que pensaban, acercó un niño, lo colocó junto a sí.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

10 7 Adicción: “y se adherirá a su mujer”, ver Gn 2, 24 y Mt 19, 5.

10 12 Esta cláusula es reflejo del derecho romano, porque el derecho judío solamente concedía el derecho de repudio al hombre y no a la mujer.

2 15 La expresión “como un niño” puede ser una aposición[1] del sujeto (el que) o bien del complemento (el Reino de Dios). Es decir, hay que ser como un niño para acoger el Reino o bien acoger el Reino como se acoge a un niño. Del v. 14 (“los que son como estos”) se deduce que Mc piensa en el primer sentido. Mt 18, 3 lo explicita de este modo, mientras que Lc 18, 17 ha conservado la fórmula de Mc. Los niños y quienes se les parecían vivían en una situación de dependencia absoluta; era de hecho el estatuto de los niños en la sociedad de entonces. El niño no era símbolo de inocencia, sino de obediencia y disponibilidad. Quien acoge la buena nueva del Reino con tales disposiciones (v. 15), sin condiciones, entra inmediatamente en el Reino.

10 16 Mc es el único que menciona esta bendición. No se trata de una palabra o de un simple gesto; significa más bien el don del Reino.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

2-12 La unidad e indisolubilidad del matrimonio natural, según lo quiso Dios (Gn 2, 23ss), no fueron siempre observadas. Jesús, con su autoridad superior a la de Moisés, dignifica la institución matrimonial restableciendo su unidad frente a la poligamia, y su indisolubilidad frente al divorcio. Como corona, el matrimonio empieza a ser sacramento de la nueva ley. La unidad, indisolubilidad y sacramentalidad del matrimonio cristiano, son verdades de fe definidas por la Iglesia católica (H. Denzinger – A. Schönmetzer 1601-1801; 1802; 1805; 1807).

2 ¿PUEDE… (LA) MUJER (=la esposa?: lit. si es lícito a marido mujer repudiar.

4 Jesús les ha preguntado qué “ordenó” Moisés en nombre de Dios; ellos responden lo que Moisés “concedió”; pero lo que importa es el mandamiento de Dios (que Jesús interpreta citando dos pasajes del Génesis), no la dispensa del hombre; el sentido del matrimonio en el plan de Dios, no sus desviaciones. Al remitir a la voluntad de Dios en la creación, antes del pecado, la consecuencia es que ningún hombre tiene autoridad para romper lo que Dios unió.

5 LA DUREZA DE CORAZÓN (obstinación, terquedad en mantenerse en la desorientación radical de todo el ser) de sus oyentes es lo único que llegó a irritar a Jesús, a colmar su paciencia (3, 5).

6 DESDE EL PRINCIPIO: si se piensa en un aramaísmo, esta expresión sería: “Al principio” (como en Gn 1,1).

9 UNIÓ: lit. unció al mismo yugo: “hizo cón-yuges”. Esa voluntad de Dios es la que (EL) HOMBRE quebranta en el divorcio, que es “una ofensa grave a la ley natural” (Cat. 2384).

11-12 CONTRA SU ESPOSA: lit. contra ella (que resultaría ambiguo en la traducción); puede entenderse incluso como semitismo: con ella (con la segunda mujer). Puesto que una mujer judía no podía divorciarse, porque era derecho (¡) exclusivo del marido, el v. 12 podría ser una explicación para lectores de Mc que no se regían por el derecho judío; o podría ser la traducción incorrecta deun original arameo que Lc 16, 18 entendió bien.

13 LOS REPRENDIERON: no a los niños, sino a quienes los llevaban.

14 En la literatura rabínica LOS NIÑOS (lit. los niñitos) forman terna frecuente con los sordomudos e idiotas. Su valor legal y religioso era cero a la izquierda, por eso, es más llamativo que se diga que DE LOS (QUE SON) COMO ELLOS, de gente “así” que no vale nada ante los hombres ES EL REINO DE DIOS.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

10, 1-12 Juan el Bautista fue ejecutado por Herodes en gran parte debido a su predicación sobre el tema del divorcio y el volverse a casar. Frente a los fariseos, Cristo aclaró que si bien Moisés permitió el divorcio (por la dureza de sus corazones), el plan original de Dios sobre el matrimonio implicaba a un hombre y a una mujer unidos en un exclusivo e indisoluble vínculo de por vida. Cat. 1612-1617.

10, 4 Moisés permitió el divorcio como protección para las mujeres que se quedaban solas sin ningún apoyo financiero o protector. Cristo restauró el matrimonio a su estado original diseñado por Dios y lo elevó a la categoría de sacramento de la Nueva Alianza, que otorga la gracia de amar con la caridad de Cristo y de soportar los apuros propios del matrimonio y la crianza de los hijos. Cat. 1609-1611.

10, 8s En el matrimonio, Dios estableció que un hombre y una mujer “se hacen una sola carne” en una unión de entrega mutua y fiel de sí mismo. Entre bautizados, “el matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna causa fuera de la muerte” (Código de Derecho Canónico, canon 1141). Cat 1625-1632, 1638-1643, 2364 y 382.

10, 11s Aunque el divorcio es admisible con arreglo al derecho civil de la mayoría de países, no puede disolverse el matrimonio contraído válidamente. Según las enseñanzas de nuestro Señor, un bautizado válidamente casado que obtiene un divorcio civil y que luego contrae matrimonio con otra persona (sin una declaración de nulidad canónica) comete adultero. A pesar del estado civil del matrimonio, el matrimonio sigue siendo válido a los ojos de Dios, y cualquier matrimonio adicional sería nulo. Aquellos que en válido matrimonio intentan volverse a casar o llevar a cabo una relación sexual con otra persona, cometen un pecado grave y deben abstenerse de recibir la Eucaristía. La Iglesia ve con comprensión a aquellos que se encuentran en circunstancias difíciles y les invita a la conversión. Cat. 1649-1651, 2380.

10, 13-16 La entrada en el reino de Dios, que consiste en una íntima inmersión en la vida de Cristo, requiere una confianza filial y la aceptación de todo lo enseñado por Cristo. Cat. 699, 1261.

10, 14 Dejad que los niños se acerquen a mí: la Iglesia siempre ha enseñado la gran importancia del bautismo infantil. Este sentimiento se refleja también en la práctica llevada a cabo en las Iglesias Orientales, que administran los tres sacramentos de la iniciación (bautismo, confirmación y Eucaristía) a los bebés, repitiendo las palabras: “Dejad que los niños se acerquen a mí” antes de la recepción de la sagrada Comunión. En cuanto a los niños que mueren sin el bautismo, la Iglesia nunca ha hecho una declaración definitiva pero proclama firmemente la esperanza de que sean recibidos en el Cielo, y por lo tanto encomienda estas almas inocentes a la misericordia de Dios, como se muestra en el rito de exequias de estos niños. Cat. 1244 y 1261.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

1614 En su predicación, Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del hombre y la mujer, tal como el Creador quiso al comienzo: la autorización, dada por Moisés, de repudiar a la propia mujer era una concesión a la dureza del corazón; la unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo la estableció: “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre” (Mt 19, 6).

1615 Esta insistencia, inequívoca, en la indisolubilidad del vínculo matrimonial pudo causar perplejidad y aparecer como una exigencia irrealizable. Sin embargo, Jesús no impuso a los esposos una carga imposible de llevar y demasiado pesada, más pesada que la Ley de Moisés. Viniendo para restablecer el orden inicial de la creación perturbado por el pecado, da la fuerza y la gracia para vivir el matrimonio en la dimensión nueva del Reino de Dios. Siguiendo a Cristo, renunciando a sí mismos, tomando sobre sí sus cruces, los esposos podrán “comprender” el sentido original del matrimonio y vivirlo con la ayuda de Cristo. Esta gracia del Matrimonio cristiano es un fruto de la Cruz de Cristo, fuente de toda vida cristiana.

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

10, 1-12 La ley de Moisés (Dt 24, 1-3) intentaba proteger los derechos de la mujer, aun concediendo ventaja al hombre. Jesús contrapone a la ley de Moisés el proyecto original de Dios (Gn 1, 27; 2, 24; 5, 2), que busca la igualdad de los cónyuges, la entrega total y duradera que unifica. En la versión del primer evangelio no hay excepción.

10, 13-16 Al contexto general del matrimonio pertenecen también los niños. Son ejemplo de cómo acoger el reinado de Dios. ¿Por qué cualidad? Quizá por la sencillez sin prejuicios; o por el abandono confiado (Sal 131); o bien por el espíritu filial que se revela, sobre todo, en un niño.

 

Comentarios de los Santos Padres.

El origen mismo del género humano es una garantía para estimular la ley del matrimonio único, pues testimonia la norma que Dios estableció al comienzo y que ha de ser observada en la posteridad. Después de haber formado al hombre, vio previsible la necesidad de que tuviera una compañera, y de una de sus costillas modeló para el hombre una mujer, una sola.

Tertuliano. Exhortación a la castidad, 5, 1. II, pg. 194.

¡Qué unión la de los dos cristianos, unidos por una sola esperanza, un solo deseo, una sola disciplina, el mismo servicio! Ambos son hermanos, ambos son consiervos; nada les separa, ni en el espíritu ni en la carne; al contrario, ellos son verdaderamente “dos en una sola carne”. Donde hay una carne hay un solo espíritu: rezan a la vez, se postran a la vez, ayunan a la vez; se instruyen mutuamente, se exhortan mutuamente, se alientan mutuamente. Son iguales el uno y el otro en la Iglesia de Dios, en el banquete de Dios, en las pruebas, en las persecuciones y en los consuelos. Ninguno tiene celos del otro, ninguno engaña al otro, ninguno es gravoso para el otro.

Tertuliano. A su esposa, 2, 8, 6-8. II, pg. 195.

La declaración del Señor respecto a la indisolubilidad del matrimonio, excepto en caso de fornicación, se refiere por igual tanto a los hombres como a las mujeres.

Basilio el Grande, Carta a Anfiloquio, 188, 9. II, pg.195.

La mujer está unida a su marido mientras viva. Por consiguiente, también el varón está ligado mientras viva su mujer. Esta unión hace que no pueda contraerse un nuevo matrimonio que no sea una unión adulterina. Si ella se casa con otro y él con otra, de dos adúlteros se hacen cuatro necesariamente. Más criminal es el adulterio del que abandonó a su mujer inocente y tomó otra, y Mateo cita esta clase de adulterio (Mt 19, 9); pero no solo es adúltero él, sino que como está escrito en Marcos, “cualquiera que abandonare a su mujer y tomare otra, comete adulterio sobre ella; y si la mujer abandonase a su marido y se casase con otro, comete adulterio.

Agustín. Las uniones adulterinas, 2, 9, 8. II, pg. 196.

Enseña que no se debe tentar a los débiles, para no hacer caer sobre nosotros las faltas de esos cuyas plegarias tienen un gran poder ante el Señor, y aunque ellos son pobres, atendiendo al mérito de sus virtudes, sin embargo, están patrocinados por los ángeles.

Ambrosio. Tratado sobre el Ev. de Lucas, 8, 63. II, pg. 197.

 

San Agustín

Se me acerca un potentado del siglo. Ha reñido con su mujer o, quizá, siente deseos de la de otro, más hermosa, o de otra más rica. Quiere abandonar a la que tiene pero, con todo, no lo hace. Escucha al siervo de Dios, escucha al profeta, al apóstol y no lo lleva a efecto. Escucha a aquel que tiene en sus manos la espada de doble filo: “No lo hagas, no te es lícito, Dios no te permite abandonar a tu mujer, a no ser por causa de fornicación” (Mt 5, 32). Escucha estas palabras, se llena de temor y no lo hace. Sus pies ya se deslizaban hacia la caída, pero le sujetaron los grillos; tiene cadenas de hierro, tema a Dios. Se le dice: “Dios te condenará, si lo haces; el juez que está por encima de todos, oirá el gemido de tu esposa y te convertirás en reo en su presencia”. Por un lado le halaga la concupiscencia, por otro le aterra el castigo. Se encaminaba a consentir a la perversa perversión, si no le hubiese retenido las cadenas de hierro.

Pero hay más. Uno dice: “De ahora en adelante, quiero vivir en continencia; no quiero ya mujer”. “No puedes. ¿Qué sucede si quieres tú y ella no quiere? ¿Acaso debe convertirse en adúltera a causa de tu continencia? Si viviendo tú se casa con otro, será adúltera. Dios no quiere compensar tal daño con esa ganancia. Da el débito conyugal; aunque no lo exijas, dalo. Dios te computará como santidad perfecta si no exiges lo que tu esposa te debe, pero le das a ella lo que le debes.

Comentario al salmo 149, 15. II, pg. 1352.

 

San Juan de Ávila

 

Si deseáis hallarle, no dudéis perder padre y madre, y hermanos y casa, y aun vuestra propia vida, por Él (cf. Mc 10, 10-20).

Audi, filia (I). OC I, pg. 508.

-Qué es eso, padre, es casamiento? – Parece que es eso lo que Jesucristo dijo: serán dos en una carne (Mc 10, 8). - ¿Qué es esto, que Dios, que el Espíritu Santo se haga uno con el hombre?

Martes de Pentecostés. OC III, pg. 399.

No es cosa acostumbrada a los maridos fieles desamparar a sus esposas en manos de sus enemigos. Y si en la tierra, donde tan poco amor hay, esto pasa, ¿qué pensáis que será donde Cristo es esposo vuestro, sino muy más defenderos? Quien por amores perdió su vida, ¿dejaros ha perder tan ligero?

A una doncella que había comenzado a servir a Dios. OC IV, pg. 203.

 

San Oscar Romero.

Nadie se casa sólo para ser felices los dos; el matrimonio tiene una gran función social, tiene que ser antorcha que ilumina a su alrededor a otros matrimonios caminos de otras liberaciones. Tiene que salir del hogar el hombre, la mujer capaz de promover después en la política, en la sociedad, en los cambios de la justicia, los cambios que son necesarios y que no se harán mientras los hogares se opongan; en cambio, será tan fácil cuando desde la intimidad de cada familia se vayan formando esos niños y esas niñas que no pongan su afán en tener más sino en ser más. No en atraparlo todo sino en darse a manos llenas a los demás. Hay que educarse para el amor. No es otra cosa la familia que amar y amar es darse, amar es entregarse al bienestar de todos, es trabajar por la felicidad común...

Que cada uno como padre de familia, como madre de familia, como hijo, como novia, como abuelos, como simplemente huéspedes de un hogar, seamos artífices de paz.  

Homilía. 30 septiembre 1979.

 

Comentario Homilética

-Camino de Jesús a Jerusalén:

Enseñanza de Jesús a sus discípulos.

-Contexto:

Anterior escena: en Cafarnaúm, “en la casa” (9, 33).

Ahora: Judea, el otro lado del Jordán.

Después: tercer anuncio de la pasión, muerte y resurrección (10, 32-34).

-Estructura:

Enseñanza a las gentes (v.1).

Pregunta-trampa de los fariseos (vv. 2-9):

Cuestión planteada a Jesús sobre el repudio para tentarlo (v. 2)

Ordenanza de Moisés sobre el repudio (vv. 3-4).

Explicación del mandamiento de Moisés y adecuada comprensión desde el AT (vv. 5-8).

Enseñanza propia de Jesús (v. 9)

Instrucción a los discípulos en una casa (v. 10-12):

Pregunta sin malicia de los discípulos (v. 10).

Clara respuesta de Jesús (vv. 11-12):

Marcos se dirige a sus lectores de origen latino:

Derecho Romano: permitía a las mujeres divorciarse del marido.

Reacción equivocada de los discípulos (v. 13).

Enseñanza de Jesús (vv. 14-15).

Acciones de Jesús con los niños (v. 16).

-Repudio de la mujer:

Instrumento de poder y dominación del marido sobre la mujer.

Interpretación de Dt 24, 1:

“Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará acta de repudio”:

Cualquier motivo podía ser causa de repudio.

La mujer a merced del capricho del marido.

 

MISA DE NIÑOS. XXVIII T.O.

Monición de entrada.

Buenos días:

Este domingo es diferente a los otros domingos, porque estamos las niñas y niños de catequesis para comenzar el curso.

En él no vamos a olvidarnos de los pobres, porque la familia de Jesús, que es la Iglesia, es la Iglesia pobre y la Iglesia de los pobres.

Y esto es una de las cosas que aprenderemos este curso: que Jesús fue pobre y quiso mucho a los pobres y a los niños.

 

 Señor, ten piedad.

Ayúdanos a no querer tener todo lo que nos gusta. Señor, ten piedad.

Ayúdanos a preocuparnos por nuestras abuelas y abuelos. Cristo, ten piedad.

Ayúdanos a dejar las cosas a los amigos, hermanos y primos.  Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco, para que siga enseñándonos a ser amigos de Jesús. Te lo pedimos Señor.

-Por la Iglesia, para nos enseñe que la felicidad no está en tener cosas sino en tener a Dios y tener personas que queremos y nos quieren. Te lo pedimos Señor.

-Por los que tienen mucho dinero, para que ayuden a los que tienen poco dinero. Te lo pedimos, Señor.

-Por los pobres, para que les ayudemos. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que seamos más felices en dar que en tener cosas. Te lo pedimos, Señor.

 

 

 Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias porque tú eras muy pobre. Tan pobre que vivías en una cueva y nos enseñas que la felicidad está sobre todo en querer a Jesús y a las mamás, papás, abuelos, hermanos y amigos.

También te damos gracias por el comienzo del curso. Y te pedimos que estés en nuestro corazón todos los días.

 

 

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D.  DOMINGO XXVII T.O.

EXPERIENCIA.

Comienza con la señal de la cruz, tomando conciencia de hallarte en la presencia de Dios.

¿Cuáles han sido los mejores momentos de tu vida? ¿Con quién estabas?

Seguramente estos están relacionados con tu familia, tu infancia y las personas de tu entorno familiar que te rodearon.

Reza por ellos y agradece a Dios haber vivido las escenas evocadas con ellos.

Mira el vídeo publicado por la Editorial Verbo Divino:

https://www.youtube.com/watch?v=hEduqaBx25I

¿Quiénes son los protagonistas? ¿Cómo se relacionan entre ellos? ¿Qué es lo que les une?

 

REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee el evangelio de este domingo:

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2-16.

En aquel tiempo, acercándose unos fariseos, preguntaban a Jesús para ponerlo a prueba:

-¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?

Él les replicó:

-¿Qué os ha mandado Moisés?

Contestaron:

-Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

Jesús les dijo:

-Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo:

-Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:

-Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Ante la pregunta trampa de los fariseos, quienes estaban imbuidos por una mentalidad machista, donde la mujer, según la legislación judía, podía ser repudiada por el mero motivo de que el marido encontrase en ella algo que no le gustase (el derecho romano ampliaba el divorcio a la mujer, quien podía separarse de su esposo), Jesús responde remontándose al origen, cuando el ser humano no estaba herido por el pecado original.

Imagina la escena, esta se desarrolla en el espacio público, al principio, e íntimo, al final. Toma la mirada de uno de los apóstoles.

¿Qué dice el texto? ¿Tus actitudes a quiénes se asemejan: a los fariseos, los discípulos o del niño que vive en total disponibilidad hacia los demás?

¿Cómo te ayuda este evangelio en tus relaciones familiares?

Repite en silencio durante unos minutos una de las frases que más ha tocado tu corazón.

Mantén un diálogo con Jesús presentándole tu opinión o aquello que el corazón te indique. Él siempre te escucha.

 

COMPROMISO.

Todos los días al levantarte, al acostarte o durante la jornada, dedica un tiempo a rezar por tus familiares más cercano, agradeciendo a Jesús tenerlos cerca o haberlos tenido cerca, pidiendo por necesidades particulares de ellos y perdón si durante la jornada te has enfadado con algún miembro de tu familia o le has correspondido con la indiferencia, la invisibilidad.

 

CELEBRACIÓN.

Escucha la canción de José Luis Perales Por amor.

https://www.youtube.com/watch?v=Ln3Nlhf1grE

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.

Homilética. Sal Terrae. Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.http://www.quierover.org



[1] Aposición: Construcción en la que un sustantivo o un grupo nominal sigue inmediatamente a otro elemento de la misma clase con el que forma una unidad sintáctica; p. ej.: Madrid, capital de España; mi amigo, el tendero.