martes, 25 de enero de 2022

Domingo 4º. 30 enero 2021.


 Primera lectura.

Lectura del libro de Jeremías 1,4-5.17-19.

En los días de Josías, el Señor me dirigió la palabra:

-Antes de transformarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones. Tú cíñete los lomos; prepárate para decirles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, o seré yo quien te intimide. Desde ahora te convierto en plaza fuerte, en columna de hierra y muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y al pueblo de la tierra. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte – oráculo del Señor –.

 

Textos paralelos.

 Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía.

Is 49, 1: Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.

Is 49, 5: Y ahora habla el Señor, que ya en el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel – tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza –.

Lc 1, 15: Será grande a juicio del Señor; no beberá vino ni licor. Estará lleno de Espíritu Santo desde el vientre materno.

Ga 1, 15: Pero cuando el que me apartó desde el vientre materno y me llamó por puro favor.

Antes que nacieses, te había consagrado yo profeta.

Rm 8, 29: A los que escogió de antemano los destinó a reproducir la imagen de su Hijo, de modo que fuera él el primogénito de muchos hermanos.

Ponte firme y diles cuanto te ordene.

Jr 1, 7-8: El Señor me contestó: No digas que eres un muchacho: que a donde yo te envíe, irás; lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte – oráculo del Señor –.

Por mi parte te convierto desde hoy en plaza fuerte.

Jr 15, 20: Frente a este pueblo te pondré como muralla de bronce inexpugnable: lucharán contra ti y no te vencerán porque yo estoy contigo para librarte y salvarte – oráculo del Señor –.

 

Notas exegéticas.

1 5 “Conocer”, por parte del Señor, equivale a elegir y predestinar. “Consagrar”, más que una santificación interior indica una segregación para el ministerio profético.

1 18 O “pueblo del país”. Se trata de la aristocracia rural, de ciudadanos con plenos derechos, defensores de la dinastía davídica y de las tradiciones yahvistas. En el período postexílico esta expresión acabó designando al conjunto de los ciudadanos.

 

Comentario Homilética.

-Llamada directa de Dios (relatos de vocación):

Amós (Am 7, 14-15), Isaías (Is 6, 1-13), Ezequiel (Ez 1, 4-3.15) y Jeremías (Jr 1, 4-5.17-19).

Credenciales de profeta.

Para ser enviado a su pueblo.

-Profeta de las naciones:

No solo Israel.

Dimensión universal.

Oráculos destinados a las otras naciones.

Asediada y ocupada Jerusalén tiene que elegir entre Egipto y Babilonia.

 

Salmo responsorial

Salmo 71 (70), 1-6b.15ab.17.

 

Mi boca contará tu salvación, Señor. R/.

A ti, Señor, me acojo:

no quede yo derrotado para siempre.

Tú que eres justo,

líbrame y ponme a salvo,

inclina a mí tu oído y sálvame. R/.

 

Sé tú mi roca de refugio,

el alcázar donde me salve,

porque mi peña y mi alcázar eres tú.

Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.

 

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza

y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti,

en el seno tú me sostenías. R/.

 

Mi boca contará tu justicia,

y todo el día tu salvación,

Dios mío, me instruiste desde mi juventud,

y hasta hoy relato tus maravillas.  R/.

 

Textos paralelos.

A ti me acojo, Yahvé.

Sal 31, 2-4: A ti me acojo, Señor: no quede yo nunca defraudado; por tu justicia ponme a salvo. Préstame oído, ven aprisa a librarme, sé mi roca de refugio, mi alcázar salvador; que mi peña y alcázar eres tú: por tu nombre dirígeme y guíame.

Nunca quede confundido.

Sal 25, 2: En ti confío, no quede defraudado, no triunfen de mí mis enemigos.

Líbrame, Dios mío, de la mano del impío.

Sal 140, 2: Líbrame, Señor, del malvado, guárdame del hombre violento.

Eres mi fuerza desde el seno materno.

Jr 17, 14: Sáname, Señor y quedaré sano; sálvame, y quedaré a salvo; para ti es mi alabanza.

Sal 22, 4: Aunque tú habitas en el santuario, alabanza de Israel.

Sal 109, 1-2: Dios de mi alabanza, no te hagas el sordo, que una boca perversa y traicionera se abre contra mí, discute conmigo una lengua mentirosa.

Mi boca publicará tu justicia.

Sal 35, 28: Y mi lengua repasará tu justicia y tu alabanza todo el día.

Sal 109, 30: Muchas gracias dará mi boca al Señor, lo alabaré en medio de una multitud.

Oh Dios, me has instruido desde joven.

Os 2, 17: Allí me responderá como en su juventud, como cuando salió de Egipto.

Jr 2, 1: El Señor me dirigió la palabra.

Y he anunciado hasta hoy tus maravillas.

Sal 129, 1-2: ¡Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud, - que lo diga Israel – cuanta guerra me han hecho desde mi juventud pero no me pudieron.

Is 49, 3-4: Y me dijo: Tú eres mi siervo (Israel), de quien estoy orgulloso. Mientras yo pensaba: En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas; en realidad mi derecho lo defendía el Señor, mi salario lo tenía mi Dios.

 

Notas exegéticas.

71 La versión griega lleva por título: “De David. De los hijos de Jonadab y de los primeros desterrados”.

71 3 “de refugio”, manuscritos, versiones; “moradas” hebreo; -“alcázar donde me salve” griego y sal 31, 3; “para ir siempre, has decidido salvarme”, hebreo.

71 6 Sentido dudoso, “mi fuerza” según versiones; otros: “mi parte”, “mi lote”.

71 15 El hebreo añade: “no he sabido leer las letras”, glosa sin duda.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 13, 31-13,13.

Hermanos:

Ambicionad los carismas mayores. Y aún os voy a mostrar un camino más excelente. Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría. El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará. Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; mas, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará. Cuando yo era niño hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño. Ahora veremos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios. En una palabra, quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.

 

Textos paralelos.

 Si no tengo caridad, soy como bronce que suena.

Mt 7, 22: Cuando llegue aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor! ¿No hemos profetizado en tu nombre?, ¿no hemos expulsado demonios en tu nombre?, ¿no hemos hecho milagros en tu nombre?

Una fe capaz de trasladar montañas.

Mt 17, 20: Les contestó: Por vuestra poca fe. Os aseguro que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a aquel monte que se trasladara allí, y se trasladaría. Y nada os resultaría imposible.

Si no tengo caridad, nada soy.

St 2, 14-17: Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe si no tiene obras? ¿Podrá salvarlo la fe? Suponed que un hermano o hermana andan medio desnudos, falto del sustento cotidiano, y uno de vosotros le dice: id en paz, calientes y saciados; pero no le da para las necesidades corporales, ¿de qué le sirve? Lo mismo la fe que no va acompañada de obras, está muerte del todo.

Yo repartir todos mis bienes.

Mt 6, 2: Cuando hagas limosna, no hagas tocar la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que los alabe la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Entregar mi cuerpo a las llamas.

Dn 3, 28: Son justas las sentencias que has ejecutado contra nosotros, contra tu ciudad santa, la Jerusalén de nuestros padres; con justicia y derecho lo has actuado todo por nuestros pecados.

La caridad es paciente.

Rm 13, 8-10: No tengáis deudas con nadie, si no es la del amor mutuo. Pues el que ama al prójimo tiene cumplida la ley. De hecho, el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciaras y cualquier otro precepto, se resumen en este: Amarás al prójimo como a ti mismo. Quien ama no hace mal al prójimo, por eso el amor es el cumplimiento cabal de la ley.

Rm 12, 9-10: El amor sea sin fingir: detestando el mar y adheridos al bien. El amor fraterno sea afectuoso, estimando en más a los otros.

1 Ts 5, 14-15: Eso os recomendamos, hermanos: a los insumisos amonestadlos, a los deprimidos animadlos, a los débiles socorredlos, con todos sed pacientes. Cuidado, que nadie devuelva mal por mal; buscad siempre el bien entre vosotros y para todos.

Se alegra con la verdad.

Pr 10, 12: El odio provoca reyertas, el amor disimula las ofensas.

La caridad no acabará nunca.

1 Co 13, 13: Ahora nos quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande de todas es el amor.

Desaparecerán las profecías.

Hch 11, 27: Por aquel tiempo bajaron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.

Pasarán las lenguas.

Hch 2, 4: Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, según el Espíritu Santo les permitía expresarse.

Dejé todas las cosas de niño.

2 Co 5, 7: Pues procedemos por la fe, no por visión.

Vemos como en un espejo.

Nm 12, 8: A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?

Veremos cara a cara.

1 Jn 3, 2: Queridos, ya somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Nos consta que, cuando aparezca, seremos semejantes a él y lo veremos con él es.

Ahora conozco de un modo parcial.

Ga 4, 9: Ahora que reconocéis a Dios, mejor, que él os reconoce, ¿por qué os volvéis de nuevo a esos elementos débiles e indigentes?, ¿por qué queréis volver otra vez a venerarlos?

 

Notas exegéticas.

12 31 El tema de la caridad se desarrolla en tres secciones: a) Superioridad e la caridad (1-3); be) sus actos (4-7); c) su perennidad (8-13). Se trata aquí de la caridad fraterna. No se toca directamente el tema del amor de Dios, pero está latente, especialmente en el v. 13, en conexión con la fe y la esperanza.

13 1 A diferencia del amor pasional y egoísta, la caridad, agapê, es un amor de benevolencia que quiere el bien ajeno. Su fuente está en Dios, que fue el primero en amor y entregó a su hijo para reconciliar consigo a los pecadores y hacerlos sus elegidos y sus hijos. Atribuido primeramente a Dios (Padre) este amor, que es la naturaleza misma de Dios se halla igualmente en el Hijo que ama al Padre como es amado por él y como él ama a los hombres, por quienes se ha entregado. Es también el amor del Espíritu Santo que lo difunde en los corazones cristianos, otorgándoles la gracia de cumplir este precepto esencial de la Ley que es el amor de Dios y de prójimo. Porque el amor a los hermanos y aun a los enemigos es la consecuencia necesaria y la verdadera prueba del amor de Dios, el nuevo mandamiento que dio Jesús y que sus discípulos no cesan de inculcar. Así es como Pablo ama a los suyos y es amado por ellos. Esta caridad a base de sinceridad y de humildad, de olvido y de donde sí, de servicio y de ayuda mutua se ha de probar con obras y ha de guardar los mandamientos del Señor haciendo efectiva la fe. La caridad es el vínculo de la perfección y cubre los pecados. Apoyándose en el amor de Dios, nada teme. Acatándose en la verdad da el verdadero sentido moral y abre al hombre a un conocimiento espiritual del misterio divino del amor de Cristo, que supera todo conocimiento. Haciendo a Cristo habitar en el alma y también a toda la Trinidad nutre la vida de las virtudes teologales, de las que es la reina, porque solo ella no acabará sino que llegará a su plenitud en la visión, cuando Dios otorgue a sus elegidos los bienes que ha prometido a los que le aman.

13 2 En este versículo “nada soy” tiene sentido de “carente de consistencia o sustancia”.

13 3 Lit. “para ser quemado”. Variante muy atestiguada y preferida por algunos editores: “para enorgullecerme”. En este caso se entendería: “Incluso si me entregase a mí mismo (como esclavo, para dar a los pobres el producto de la venta), si fuese para enorgullecerme y sin amor, no ganaría nada.

13 4 En los vv. 4-7 se define la caridad mediante una serie de quince verbos cuyo sujeto es siempre la caridad. De ahí que la definición de la misma no sea de tipo abstracto, sino funcional, referida a las actividades que realiza.

13 8 Pablo contrapone el presente (“ahora”), en el que los corintios exageran puerilmente el valor de los carismas, a un futuro (“entonces”) en el que ellos mismos darán la mayor importancia a las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad.

13 13 La permanencia de la fe y la esperanza pone de manifiesto que Pablo no está pensando en la vida después de la muerte. El grupo de las tres virtudes teologales, que aparece en Pablo desde 1 Ts 1, 3, y que sin duda es anterior, se repite a menudo en sus epístolas, con variaciones en cuanto al orden. Además se encuentran juntos amor y fe, paciencia en el sufrimiento, caridad y paciencia en el sufrimiento.

 

Comentario Homilética.

-Corazón del pensamiento paulino en 1 Cor:

Himno a la caridad.

-Enlaza el argumento sobre los carismas con un canto al agapé.

-Agapé:

Amor:

Filia (amistad).

Eros (pasión).

Agapé (amor oblativo).

No es un carisma.

Origen y cima de los carismas.

Criterio para discernir lo que es verdadero carisma de lo que es adorno personal.

-Estructura:

Rutas que impresionan al gran público: don de lenguas, generosidad sin límites,…

Cualidades del verdadero amor.

Experiencia del crecimiento: edad adulta / infancia.

Rúbrica: fe-esperanza-amor.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 21-30.

En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga:

-Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían:

-¿No es este el hijo de José?

Pero Jesús les dijo:

-Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.

Y añadió:

-En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio.

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

 

Textos paralelos.

 

Mc 6, 1-6

Mt 13, 53-58

Lc 4, 21-30

Saliendo de allí, se dirigió a su ciudad, acompañado de sus discípulos.

 

Un sábado se puso a enseñar en la sinagoga.

 

 

 

 

La multitud que lo escuchaba comentaba asombrada:

 

 

 

-¿De dónde saca este todo eso? ¿Qué clase de saber se le ha dado, que tales milagros realiza con sus manos?

 

¿No es este el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y esto lo sentían como un obstáculo.

 

 

Jesús les decía:

-A un profeta lo desprecian solo en su patria, entre sus parientes y en su casa.

 

 

Y no podía hacer allí ningún milagro, salvo unos pocos enfermos a quienes les impuso las manos y curó. Y se extrañó de su incredulidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Después recorría las aldeas del contorno enseñando.

Cuando Jesús terminó etas parábolas, se marchó de allí, se dirigió a su ciudad

 

y se puso a enseñarles en su sinagoga.

 

 

 

 

Ellos preguntaban asombrados:

 

 

 

-¿De dónde saca este su saber y sus milagros?

 

 

 

¿No es este el hijo del artesano?, ¿no se llama su madre María y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? Sus hermanos ¿no viven entre nosotros?

 

¿De donde saca todo eso?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y lo sentían como un obstáculo.

 

 

Jesús les dijo:

-A un profeta lo desprecian solo en su patria y en su casa.

 

 

 

Y, por su incredulidad, no hizo allí muchos milagros.

 

 

 

 

Él empezó diciéndoles:

 

-Hoy, en presencia vuestra, se ha cumplido esta escritura.

 

 

Todos lo aprobaban, admirados de aquellas palabras sobre la gracia que salían de su boca. Y decían:

 

 

 

 

 

 

-Pero, ¿no es este el hijo de José?

 

 

 

 

 

 

 

Él les contestó:

-Seguro que me diréis aquel refrán: médico cúrate tú. Lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún, hazlo aquí, en tu ciudad.

Y añadió:

-Os aseguro que ningún profeta es aceptado en su patria. Ciertamente, os digo, había muchas viudas en Israel en tiempo de Elías, cuando el cielo estuvo cerrado tres años y medio y hubo una gran carestía en todo el país. A ninguna de ellas fue enviado Elías, si no es a la viuda de Sarepta en Sidonia. Muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; ninguno se curó, sino Naamán el sirio.

 

Al oírlo, todos en la sinagoga se indignaron.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Levantándose, lo sacaron fuera de la ciudad y lo llevaron a un barranco del monte sobre el que estaba edificada la ciudad, con intención de despeñarlo.

 

Pero él, abriéndose paso entre ellos, se marchó.

Hazlo también aquí en tu patria.

Jn 4, 44: Jesús mismo había declarado que un profeta no recibe honores en su patria.

En vida de Elías.

1 R 17, 1: Elías, el tesbita (de Tisbé de Galaad), dijo a Ajab: ¡Vive el Señor, Dios de Israel, a quien sirvo! En estos años no caerá rocío ni lluvia si yo no lo mando.

1 R 18, 1: Pasó mucho tiempo. El año tercero dirigió el Señor la palabra a Elías: Preséntate a Ajab, que voy a mandar lluvia a la tierra.

St 5, 7: Hermanos, tened paciencia hasta que vuelva el Señor. Fijaos en el labrador: como aguarda con paciencia hasta recibir la lluvia temprana y tardía, con la esperanza del fruto valioso de la tierra.

Fue enviado Elías sino a una mujer viuda de Sarepta.

1 R 17, 9: Anda, vete a Sarepta de Fenicia a vivir allí; yo mandaré a una viuda para que te de la comida.

Naamán, el sirio.

2 R 5, 14: Entonces Naamán bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta, y su carne quedó limpia, como la de un niño.

Levantándose, lo sacaron fuera del pueblo.

Hch 7, 57: Ellos dieron un grito estentóreo, se taparon los oídos, se arrojaron a una contra él, lo echaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos habían dejado los mantos a los pies de un muchacho llamado Saulo.

Pasando por medio de ellos, se marchó.

Jn 8, 59: Recogieron piedras para apedrearlo; pero Jesús se escondió y salió del templo.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

4 21 Lit. “a vuestros oídos”. Jesús presenta su venida como el acontecimiento de la era de gracia anunciado por el profeta. Lc alude con frecuencia al hoy de la salvación.

4 22 Lit. “de palabras de gracia que salían de su boca”. Pero la expresión “palabras de gracia” (en hebreo dibrè hen) hace referencia al donaire al hablar: autoridad y elocuencia.

4 23 En realidad, estos milagros solo serán referidos después de la visita de Nazaret. – Algunos testigos textuales dicen habitualmente Capernaún, que podría ser la pronunciación siria del nombre.

4 25 La historia de Elías solo habla de tres años de sequía, mientras que aquí dura seis meses más, como en Jc 5, 17. Esta prolongación podría estar inspirada en la duración de la tradición judía atribuida a la prueba escatológica según Dn 7, 25.

4 29 Este dato no se corresponde con la geografía de Nazaret. Parece que Lc ha forzado estos datos para prefigurar la muerte de Jesús a manos de Israel.

4 30 Esta vaga expresión no permite precisar si se trata de un hecho milagroso. Lo esencial para Lc es mostrar que Jesús sigue su camino, que solo acabará en Jerusalén.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

21 HOY… se realiza esa profecía, no en forma de la esperada liberación material: “No hay que confundir la salvación con una u otra liberación (político-social); la buena nueva deberá conservar su originalidad propia: la de un Dios que nos salva del pecado y de la muerte y nos lleva a la vida divina” (Pablo VI). // ANTE VOSOTROS QUE ME OÍS: lit: en los oídos de vosotros (semitismo): ante este auditorio.

22 ASENTÍAN: lit. testificaban a él. // LAS PALABRAS DE LA GRACIA: el artículo gramatical que determina a GRACIA indica que no se trata de “las palabras agradables (=de gracia)”, sino de “las palabras de aquel mensaje de gracia” divina que acaba de proclamar Jesús. Cf. v. 19: el “año de gracia” es un año santo de perdón, de salvación que Dios ofrece.

24 OS DIGO DE VERDAD. En el versículo siguiente hay una variante de este giro. // PERSONA GRATA: en griego es la misma palabra del v. 19: año de gracia.

25 EN TIEMPO DE : lit. en los días de (hebraísmo). // SE CERRÓ: lit. fue cerrado, se entiende: por Dios (voz pasiva “teológica”, de la que él versículo siguiente ofrece otro ejemplo: “fue enviado”). // TODO EL PAÍS: Palestina.

29 UN PROMONTORIO DEL MONTE…: este dato geográfico se concilia mal con lo que conocemos actualmente de Nazaret.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

4, 24 Las palabras de Jesús evocan los días de los profetas Elías y Eliseo, cuando los israelitas eran tan infieles que Dios dio su bendición a los gentiles en su lugar. Elías se ocupó de una viuda pagana en Sidón (1 R 17, 9), y Eliseo de un leproso sanado de Siria (2 R 5, 10-14). Las referencias de Cristo son una crítica a aquellos que carecían de fe y exigían con arrogancia signos externos. Cat. 548 y 1151. Muchos de los profetas del Antiguo Testamento fueron despreciados e incluso perseguidos por su propio pueblo. Cat. 1441 y 2034.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

548 Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre le ha enviado. Invitan a creer en Jesús. Concede lo que le piden a los que acuden a él con fe. Por tanto, los milagros fortalecen la fe en Aquel que hace las obras de su Padre: estas testimonian que él es el Hijo de Dios. Pero también pueden ser ocasión de escándalo. No pretenden satisfacer la curiosidad ni los deseos mágicos. A pesar de tan evidentes milagros, Jesús es rechazado por algunos, incluso se le acusa de obrar movido por los demonios.

2582 Elías es el padre de los profetas, de la raza de los que buscan a Dios, los que van tras su rostro. Su nombre, “el Señor es mi Dios”, anuncia el grito del pueblo en respuesta a su oración sobre el monte Carmelo. Santiago nos remite a él para incitarnos a orar: “La oración ferviente del justo tiene mucho poder” (St 5, 16).

2583 Después de haber aprendido la misericordia en su retiro en el torrente de Kérit, Elías enseña a la viuda de Sarepta la fe en la palabra de Dios, fe que confirma con su oración insistente. Dios devuelve la vida al hijo de la viuda (cf. 1 R 17, 7-24).

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

4, 16-30 Jesús se ajusta al ritual y lee la perícopa señalada: Is 61, 1-2 según la versión griega, con un verso sustituido por 58, 6 y con el verso final suprimido. Jesús no lee sin más un texto casual de la Escritura. A la enseñanza polémica de Jesús, citando a Elías y Eliseo como taumaturgos al servicio de los paganos (1 Re 17, 1-7; 2 Re 5, 1-27) responde ya la indignación de los paisanos. Si Jesús no acredita su pretensión con un milagro, es usurpador del título mesiánico y merece la muerte.

 

Comentarios de los Santos Padres.

No sin motivo se disculpa el Señor de no haber hecho milagros en su patria, para que nadie pensase que el amor a la patria ha de ser en nosotros poco estimado: amando a todos los hombres, no podía dejar de amar a sus compatriotas; mas fueron ellos los que por envidia renunciaron al amor de su patria.

Ambrosio, Exposición sobre el Ev. de Lucas, 4, 47. III, pg. 137.

Con esto se refiere a la iglesia de los gentiles que le aceptaría y sería librada de la lepra, por culpa de la insensibilidad de Israel.

Cirilo de Alejandría, Comentario al Ev. de Lucas, 4, 23. III, pg. 137.

No huía del sufrimiento -había venido precisamente para esto –, sino que esperaba el momento oportuno. Ahora, al comienzo de su predicación, no era oportuno sufrir antes de proclamar la palabra de la verdad.

Cirilo de Alejandría, Comentario al Ev. de Lucas, 4, 28-30. III, pg. 138.

Entiende al mismo tiempo que la pasión en su cuerpo no ha sido obligada, sino voluntaria; no ha sido apresado por los judíos, sino que Él se ha ofrecido. Cuando quiere, es arrestado; cuando quiere, cae; cuando quiere, es crucificado; cuando quiere, nadie le retiene. En esta ocasión subió a la cima de la montaña para ser precipitado; pero descendió en medio de ellos, cambiando repentinamente y quedando estupefactos aquellos espíritus furiosos, pues no había llegado aún la ora de su pasión. Él quería mejor salvar a los judíos que perderlos, a fin de que el resultado ineficaz de su furor los hiciese renunciar a querer lo que no podían realizar.

Ambrosio, Exposición sobre el Ev. de Lucas, 4, 55-56. III, pg. 138.

 

San Agustín

Buscáis la vida: corred hacia él, que es la fuente de la vida, y, alejadas las tinieblas de vuestros oscuros deseos, veréis la luz en la luz de aquel Unigénito, vuestro clementísimo Redentor y brillantísimo Iluminador. Si buscáis la salvación, poned vuestra esperanza en quien salva a los que esperan en él (Sal 16, 7). Si deseáis la embriaguez y las delicias, tampoco os las negará. Solo es preciso que vengáis, lo adoréis, os prosternéis y lloréis en presencia de quien os hizo (Sal 94, 6), y él os embriagará de la abundancia de su casa y os dará a beber del torrente de sus delicias (Sal 35,9). Pero estad atentos, no entre a vosotros el pie de la soberbia; vigilad para que nos arrastren las manos de los pecadores (Sal 35, 12).

Sermón 216, 7-9. II, pg. 769.

 

San Juan de Ávila

Por maravilla, y muy a pospelo se hallará hombre que con eficacia repreheda el vicio en que él está; porque ya que no tema que los hombres le digan: Médico, cúrate a ti mismo (Lc 4, 23) (porque por ventura su mal es secreto), mas aquellos latidos de su propia conciencia le da, acobardan tanto, y el amor que al vicio tiene le ata de tal manera, que cuando de él dice mal, es como cosa fingida, y que el modo del decir da a entender cuán poco aborrece en el corazón lo que reprende de fuera.

En la infraoctava del Corpus. III, pg. 733.

 

San Oscar Romero.

Lucas presenta a Cristo como el profeta que lanza al mundo un Reino que no tendrá fin y los años se van encargando de confirmar a este profeta y fundador de la Iglesia. También destaca San Lucas la actuación de Cristo entre los gentiles, entre los pobres, entre los marginados. Esto conmueve más a un pueblo que no ha hecho de esa religión, un privilegio; sino que hace de su conocimiento nuevo de un Cristo, la comprensión para aquel mundo tan despreciado de los esclavos, de los marginados.27 de enero de 1980.

 

Comentario Homilética.

-Continuación del domingo anterior.

-Fuente:

Marcos: guía de la obra de Lc.

-Contexto:

Presentación programática (Lc 4, 1-30).

Realización del programa:

Enseñanza y curación en Cafarnaún (4, 31-37).

Curación de la suegra de Pedro (4, 38-39).

Sumario de curaciones (4, 40-41().

Evangelización de Judea (4, 42-44).

-Estructura:

Vv. 21-22a: primera reacción positiva.

Vv. 22b-27: duda de la gente / respuesta de Jesús.

Vv. 28-30: reacción final y partida de Jesús.

-Temas:

Contraste: anuncio / rechazo.

Jesús en la línea de los profetas Elías y Eliseo.

Expulsión: anuncia la crucifixión.

Palabras llenas de gracia (Jesús) / palabras llenas de ira (nazarenos).

 

MISA DE NIÑOS. V DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.

Monición de entrada.

Buenos días:

En cada misa pasa una cosa que es muy grande:

Jesús nos habla con las lecturas.

Y nos da a comer su cuerpo y su sangre en el pan y el vino.

Así él está con nosotros.

Y nosotros le abrinmos el corazón para que entre dentro.

 

 Señor, ten piedad.

Tú eres Santo.  Señor, ten piedad.

Tu eres el Hijo de Dios. Cristo, ten piedad.

Tú eres nuestro Señor. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco. Te lo pedimos Señor.

-Por la Iglesia, que es santa y pecadora. Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que creen que Jesús es el más bueno de todos, pero no es Dios. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que trabajan en las fábricas, los hospitales y los servicios públicos. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, que queremos abrir el corazón a Jesús.   Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María. Gracias por ayudarnos cada día a abrir el corazón a Jesús.

 

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. DOMINGO IV T.O.

EXPERIENCIA.

Mira la cruz, sígnate y déjate invadir por ella, que en el silencio vaya despertando sentimientos.   

Pídele a Jesús crucificado que con el bisturí del Evangelio de hoy abra las carnes de tu corazón, hasta que te encuentres con Él, con su cruz.

Mira el vídeo sin audio:

https://www.youtube.com/watch?v=tiNAAttG8vc

Vuelve a mirarlo escuchando la voz y música.

¿Cuál es el tema? ¿Qué le ocurre a la protagonista? ¿Se deja vencer por los fracasos? ¿Cuándo logra que la botella sea recogida por una viandante?

¿Eres soñadora o soñador o más bien “realista”? ¿Cuáles son tus sueños?

¿Y él sueño de Jesús? ¿Consiguió regalarlo a quienes le conocían desde pequeño?

 

 

REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee :

X Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 21-30.

En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga:

-Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían:

-¿No es este el hijo de José?

Pero Jesús les dijo:

-Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.

Y añadió:

-En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio.

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

 

¿QUÉ DICE? el evangelio de hoy es continuación del pasado domingo. Jesús tuvo un sueño y quiso compartirlo con los vecinos de Nazaret. Sin embargo ellos si bien lo compartían no aceptaban que él fuese el Mesías, el Hijo de Dios. La razón del rechazo es la fe, es decir, no tienen fe en Él, son incrédulos, no creen que sea Dios, porque creen que le conocen, puesto que conocen a sus padres y familiares. La escena concluye con un anticipo de la pasión, intentando matarlo entre todos. Pero el hoy de la muerte no lo van a determinar los hombres, sino ya está fijado por el Padre, el día y la hora de su muerte es cuando está determinado, por eso Jesús, a pesar de ser empujado al precipicio, logra escapar y salvar su vida.

¿QUÉ TE DICE? Imagina la escena, recréala en tu mente. Mira las manos que le echan fuera de Nazaret y le empujan fuera de la vida. Mira tus manos. Son también las tuyas. ¿Cuándo? Cuando no permites a Jesús que dirija tu vida. Cuando consideras que las palabras de Jesús no son realistas y por tanto no se pueden vivir en el mundo. Cuando apagas tus sueños. Cuando no le reconoces como Hijo de Dios y por tanto le quitas el autentico valor de Jesús: ser Dios. Piensa en ello.

 

COMPROMISO.

Mirando la cruz recita el Credo con pausa, pensando en cada uno de los artículos, particularmente los que se refieren a Jesús. Son las verdades sobre las que se apoya nuestra fe y nuestra vida.

 

CELEBRACIÓN.

Permanece en silencio, mirando la cruz. Personalizando el credo: “Creo en ti, Jesucristo, que eres mi Señor, mi Dios, mi…, que…”.

Con el rezo del Padrenuestro y la señal de la cruz.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.

Homilética. Sal Terrae.  

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA