martes, 26 de enero de 2021

Domingo IV Tiempo Ordinario. 31 de enero de 2021.

 


Primera lectura.

Lectura del libro del Deuteronomio 18, 15-20

Moisés habló al pueblo, diciendo:

-El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: “No quiero volver a escuchar la voz del Señor mi Dios, ni quiero ver más ese gran fuego, para no morir”. El Señor me respondió: “Está bien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismo pediré cuentas a quien no escuche la palabra que pronuncie en mi nombre. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.

 

Textos paralelos.

 Yahvé tu Dios te suscitará de en medio de ti, de entre tus hermanos, un profeta.

Nm 12, 6: El Señor les dijo: “Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños”.

Mt 17, 5: Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa les hizo sombra y de la nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, mi predilecto”.

Yo les suscitaré de en medio de sus hermanos un profeta.

Hch 3, 22-23: Moisés dijo: “Un profeta como yo, uno de vuestros hermanos, os suscitará nuestro Dios: escuchad lo que diga”.

Hch 7, 37: Este [Jesucristo] es el Moisés que dijo a los israelitas: “De vuestros hermanos Dios suscitará un profeta como yo”.

Jn 1, 21: Le preguntaron [a Juan Bautista]: “Entonces ¿eres Elías?”. Respondió: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?”. Respondió: “No”.

Les dirá todo lo que yo les mande.

Ex 4, 12: [Dios a Moisés] Por tanto, ve; yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que tienes que decir.

Jn 12, 49-50: Porque yo no hablé por mi cuenta; el Padre que me envió me encarga lo que he de decir y hablar. Y sé que su encargo es vida eterna. Lo que digo lo digo como me lo ha dicho el Padre.

Lo que este profeta pronuncie en mi nombre.

Ez 3, 19: Pero si tú pones en guardia al malvado, y no se convierte de su maldad y de su mala conducta, entonces él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida.

Ez 33, 9: Pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, él morirá por su culpa y tú salvarás la vida.

Si el profeta tiene la presunción.

Dt 13, 1-6: Todo lo que yo os mando, lo podréis por obra: no añadirás nada ni suprimirás nada. Si entre los tuyos aparece un profeta o vidente de sueños y, anunciando un signo o prodigio, te propone: Vamos a seguir a dioses extranjeros y a darles culto; aunque se cumpla el signo o prodigio, no hagas caso a ese profeta o vidente de sueños. Pues se trata de una prueba del Señor, vuestro Dios, para ver si amáis al Señor, vuestro Dios, con todo el corazón y toda el alma. Al Señor, vuestro Dios, seguiréis, lo respetaréis, le daréis culto y os pegaréis a él. Y ese profeta o vidente de sueños será ejecutado: por haber predicado la rebelión contra el Señor, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os redimió de la esclavitud, y por haber intentado apartarse del camino que te mandó seguir el Señor, tu Dios. Así extirparás de ti la maldad.

Jr 14, 14-16: El Señor me contestó: “Mentira profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, no los mandé, no les hablé; visiones engañosas, oráculos vanos, fantasías de su mente es lo que profetizan. Por eso, así dice el Señor a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado: Ellos dicen: “Ni espada ni hambre llegarán a este país”; pues a espada y de hambre acabarán esos profetas; y el pueblo a quien profetizan yacerá por las calles de Jerusalén a causa del hambre y la espada y no habrá quien los entierre a ellos y a sus mujeres, a sus hijos e hijas; les echaré encima sus maldades”.

 

Notas exegéticas.

18 18 Paralelamente a la institución de la realeza de que habla 17, 14-20, se trata aquí de la institución del profetismo, que Moisés atribuye a Yahvé con ocasión de la teofonía del Horeb, institución a la que aluden, en el NT, San Pedro, Hch 3, 22-26 y San Esteban, Hch 7, 37. basándose en este texto del Dt, los judíos esperaban al Mesías como un nuevo Moisés, ver Jn 1, 21. El evangelio de San Juan subrayará el paralelismo entre Jesús y Moisés, ver Jn 1, 17.

 

Comentario.

-Profeta de Israel:

Frente a los falsos profetas:

Proliferaban en Israel.

Personajes heredados de la cultura cananea.

Astrólogos, adivinos, nigromantes[1] y vaticinadores.

Deuteronomio remonta la función profética hasta el monte Horeb (Sinaí).

Moisés: mediador que recibe el mensaje de Dios para el pueblo.

Desenmascara toda falsedad y libera al pueblo de la fascinación que siente por la magia y la adivinación.

Frente al mago que “maneja” y crea la palabra de Dios, Moisés se siente dominado por Dios, de cuya palabra no puede “disponer· a su gusto, sino que la recibe de Dios y dice al pueblo lo que Dios quiere.

Seducido por el Señor.

Siervo al servicio del pueblo.

Moisés: cuarenta años en los que se acreditó como el profeta ideal y modelo para los profetas que surgirán después.

-El texto apunta hacia el profeta ideal: el Mesías.

-La comunidad cristiana primitiva vio en este texto descrita y anunciada la función profética de Jesús de Nazaret (cf. Hch 3, 22):

Mediador definitivo con la humanidad.

Profeta ideal anunciado por Moisés.

 

Salmo responsorial

Salmo 95 (94), 1-2.6-9

 

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:

“No endurezcáis vuestro corazón”. R/.

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

 

Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

 

Ojalá escuchéis hoy su voz:

“No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras. R/.

  

Textos paralelos.

Venid, cantemos gozos a Yahvé.

Dt 32, 15: Descienda como lluvia mi doctrina, destile como rocío mi palabra; como llovizna sobre la hierba, como orvallo[2] sobre el césped.

Porque él es nuestro Dios.

Sal 100, 3: Sabed que el Señor es Dios, / él nos hizo y somos suyos, / pueblo suyo y ovejas de su aprisco.

Ez 34, 1:

Sal 23, 1-4: El Señor es mi pastor; nada me falta. / En verdes praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranqu8ilas / y repara mis fuerzas; / me guía por senderos oportunos / como pide su título. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo: Tú vas conmigo; / tu vara y tu cayado me sosiegan.

Sal 80, 2: Pastor de Israel escucha; / tú que guías a José como a un rebaño; / en tu trono de querubines resplandece.

No seáis tercos como en Meribá.

Ex 19, 5: Por tanto, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, entre todos los pueblos seréis mi propiedad, porque es mía, toda la tierra.

Hb 3, 7-11: En consecuencia, como dice el Espíritu Santo: Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón como cuando lo irritaron, el día de la prueba en el desierto, cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis acciones durante cuarenta años. Por eso me indigné contra aquella generación y dije: Su mente siempre se extravía y no reconocen mis caminos. Por eso, airado, juré: No entrarán en mi descanso.

Sal 81,9: Escucha, pueblo mío, que te amonesto, / Israel, ojalá me escuches.

Ex 17, 1-7: El Señor dijo a Moisés: “Di a Aarón, a sus hijos y a los israelitas. Esto es lo que manda el Señor: cualquier israelita que en el campamento o fuera de él degüelle un toro, un cordero o una cabra, y no los lleve a la entrada de la tienda del encuentro, para ofrecérselo al Señor, ante su morada, es reo de sangre. Ha derramado sangre, y será excluido de su pueblo. Así, pues, los israelitas llevarán al sacerdote las víctimas que maten en el campo y las ofrecerán al Señor en sacrificio de comunión, a la entrada de la tienda del encuentro. El sacerdote rociará con la sangre el altar del Señor, situado a la entrada de la tienda del encuentro, y dejará quemarse la grasa en aroma que aplaca al Señor. En adelante no inmolarán sus víctimas a los sátiros[3], con quienes se han prostituido.

Nm 20, 2-13: Faltó agua al pueblo y se amotinaron contra Moisés y Aarón. El pueblo se encaró con Moisés, diciendo: “Ojalá hubiéramos muerto como nuestros hermanos, delante del Señor! ¿Por qué has traído a la comunidad del Señor a este desierto, para que muramos en él nosotros y nuestras bestias? ¿Por qué nos han sacado de Egipto para traernos a este sitio horrible, que no tiene grano, ni higueras, ni viñas, ni granados, ni agua para beber?”. Moisés y Aarón se apartaron de la comunidad y se dirigieron a la entrada de la tienda del encuentro, y delante de ella se echaron rostro en tierra. La gloria del Señor se les apareció, y el Señor dijo a Moisés: “Agarra el bastón, reúne la asamblea tú con tu hermano Aarón, y en presencia de ellos ordenad a la roca que é agua. Sacarás agua de la roca para darles de beber a ellos y sus bestias”. Moisés retiró al vara de la presencia del Señor, como se lo mandaba; ayudado de Aarón, reunió la asamblea delante de la roca, y les dijo: “Escuchad, rebeldes, ¿Creéis que podemos sacaros agua de esta roca? Moisés alzó la mano y golpeó la roca con el bastón dos veces, y brotó agua tan abundante que bebió toda la gente y las bestias. El Señor dijo a Moisés y a Aarón: “Por no haberme creído, por no haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no haréis entrar a esta comunidad en la tierra que les voy a dar”. (Esta es Meribá, donde los israelitas se carearon con el Señor, y él les mostró su santidad).

Dt 6, 16: No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Masá.

Dt 33, 8: Para Leví: Para tus leales los tumim y urim[4]. Los pusiste a prueba en Masá, los desafiaste en Meribá.

Nm 14, 22: Ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los signos que hice en Egipto en el desierto, y me han puesto a prueba, ya van diez meces, y no me han obedecido, verá la tierra que prometí a sus padres, ninguno de los que me han desaparecido la verá.

Sal 78, 8: Para que no imitaran a sus antepasados; / generación rebelde y contumaz, / generación de corazón inconstante, / de espíritu desconfiando de Dios.

Sal 78, 37: Su corazón no era constante con él / ni eran fieles a su alianza.

Dt 32, 5-20: Hijos degenerados, se portaron mal con él, generación malvada y pervertida. ¿Así le pagas al Señor, pueblo necio e insensato? ¿No es él tu padre y tu creador, el que te hizo y te constituyó? Acuérdate de los días remotos, considera las edades pretéritas, pregunta a tu padre y te lo contará, a tus ancianos y te lo dirán. Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad y distribuía a los hijos de Adán, trazando las fronteras de las naciones, según el número de los hijos de Dios, la porción del Señor fue su pueblo, Jacob fue el lote de su heredad. Lo encontró en una tierra desierta, en una soledad poblada de aullidos; lo rodeó cuidando de él, lo guardó cojo a las niñas de sus ojos. Como el águila incita a su nidada revolando sobre los polluelos, así extendió sus alas, los tomó y los llevó sobre sus plumas. El Señor sólo los condujo, no hubo dioses extraños con él. Los puso a caballo de sus montañas, y los alimentó con las cosechas de sus campos; los crio con miel silvestre, con aceite de rocas de pedernal; con requesón de vaca y leche de ovejas, con grasa de corderos y carneros, ganado de Basán y cabritos, con la flor de la harina de trigo, y por bebida, con la sangre fermentada de la uva. Comió Jacob hasta saciarse, engordó mi cariño, y tiró coces – estabas gordo y cebado y corpulento – y rechazó a Dios, su creador; deshonró a su Roca salvadora. Le dieron celos con dioses extraños, lo irritaron con sus abominaciones, ofrecieron víctimas a demonios que no son dios, a dioses desconocidos, nuevos, importados de cerca, que no veneraban vuestros padres. ¡Despreciaste a la roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz! Lo vio el Señor, e irritado, rechazó a sus hijos e hijas, pensando: Les esconderé mi rostro, y veré en qué acaban, porque son una generación depravada, unos hijos desleales.

Jb 21, 14: Ellos que decían a Dios: “Apártate de nosotros, que no nos interesan tus caminos”.

Sal 132, 8: ¡Levántate, Señor, ven a tu descanso, / ven con el arca de tu poder!

Sal 132, 14: Este es mi descanso, para siempre, / aquí habitaré, porque la quiero.

Nm 14, 30: No entraréis en la tierra donde juré que os establecería. Solo exceptuó a Josué, hijo de Nun, y a Caleb, hijo de Jefoné.

Nm 14, 34: Contando los días que explorasteis la tierra, cuarenta días, cargaréis con vuestra culpa un año por cada día, cuarenta años. Para que sepáis lo que es desobedecerme.

Dt 12, 9: Porque no habéis alcanzado todavía vuestro reposo, la heredad que va a darte el Señor, tu Dios.

 

Notas exegéticas.

Sal 95: Himno procesional, recitado quizá en la fiesta de las Tiendas, ver Dt 35, 11.

Sal 95, 1 Alusión, repetida en el v. 8, a la roca de donde brotó el agua en el desierto, Ex 17, 1s., o a la roca sobre la que se hallaba edificado el templo, 2 S 24, 18.

Sal 8 Meribá, significa “disputa” y Masá “tentación”.

 

Tres lecturas.

Con Israel:  Mediante dos exhortaciones los levitas, organizadores del culto en el Templo, invitan a la asamblea a participar activamente en la celebración.

Con Jesús: Jesús quiso revivir el tiempo del desierto, lugar de la prueba, lugar de la tentación y desafío a Dios (“Meribá” y “Masá”).

Con nuestro tiempo:  Nadie es una isla. La liturgia se esfuerza por valorizar la participación comunitaria. Nunca deberíamos olvidar que si la Iglesia nos convoca a la misma hora, en el mismo lugar, no es para hacer una oración individual, sino para una oración “juntos”.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32-35

Hermanos:

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el no casado se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. También la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, de ser santa en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien; no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

 

Textos paralelos.

 En cambio el casado.

Ef 5, 28-29: Así tienen los maridos que amar a sus mujeres, como a su cuerpo. Quien ama a su mujer se ama a sí; nadie ha odiado nunca su cuerpo, antes lo alimenta y cuida, como Cristo a la Iglesia.

Y anda dividido.

1 Tim 5, 5: En cambio, la viuda de verdad, que vive sola, tiene su esperanza en Dios y persevera rezando y suplicando día y noche.

 

Notas exegéticas.

7 34 Variante: “... de cómo agradar a su mujer. Y hay una diferencia entre la mujer casada y la virgen. La mujer casada se preocupa de las cosas del Señor …”.

Comentario.

-Continuación de la semana pasada (invitación a vivir en medio del mundo como si no fuéramos plenamente partícipes de su forma de estar en el mundo).

-Grupos no bien definidos:

Solteros y casados.

Solteras y casadas.

-Centro:

Los asuntos del Señor / los asuntos del mundo.

Contentar al Señor / contentar a su mujer.

-Reflejo de la vida cotidiana de los nuevos cristianos.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21b-28

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:

-¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quien eres: El Santo de Dios.

Jesús lo increpó:

-¡Cállate y sal de él!

El espíritu inmundo salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:

-¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y le obedecen.

Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

 

Textos paralelos.

¿Qué tenemos nosotros contigo?

Mt 8, 29: De pronto [dos endemoniados] se pusieron a gritar: “¡Hijo de Dios! ¿qué tienes con nosotros? ¿Has venido antes de tiempo a atormentarnos?”.

Mt 2, 23: Y se estableció en una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo anunciado por el profeta: Se llamará Nazareno.

Sé quien eres: el Santo de Dios.

Hch 3, 14: Vosotros rechazasteis al santo e inocente, pedisteis que os indultasen a un homicida.

Mc 1, 34: Él curó a muchos enfermos de dolencias diversas, expulsó muchos demonios, y no les permitía hablar, porque lo conocían.

Su fama se extendió por todas partes.

Mc 4, 41: Llenos de miedo se decían: “¿Quién es este, que le obedecen hasta el viento y el lago?

 

Documento Q.

7, 1 (Y cuando) … terminó estas palabras entró en Cafarnaún.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

1 21 Jesús, por el Espíritu, que ha recibido en su bautismo, inaugura su misión tal como le ha prescrito la voz del cielo. Él enseña, como el Siervo de Is 42, 1-4; al expulsar los espíritus inmundos, agentes de Satán, pone de manifiesto que despoja a este de su poder regio.

1 22 Raramente precisa Mc el contenido de la doctrina de Jesús, pero sí subraya el hecho de su enseñanza, así como la impresión que causaba en sus oyentes tras un milagro. Su autoridad le viene de Dios. Jesús es presentado como opuesto a los escribas, intérpretes oficiales de la Ley y especialistas en las Escrituras, que se refugiaban tras la autoridad de los textos o de la tradición.

1 23 [Espíritu inmundo] El judaísmo calificaba así a los demonios forasteros y también hostiles a la pureza religiosa y moral que exige el servicio de Dios.

1 24 (a) Lit: “¿Qué a nosotros y a ti?”. Se trata de una expresión bíblica (Jc 11, 12) para rechazar una intervención considerada inoportuna o manifestar el rechazo de cualquier relación con alguien.

1 24 (b) Estas palabras son un eco de las que la viuda de Sarepta dirige a Elías, 1 R 17, 18; Jesús es comparado de nuevo con este profeta.

1 24 (c) “Santo” significa “consagrado, separado”. El espíritu inmundo reconoce en Jesús al profeta consagrado por Dios para su misión gracias al Espíritu que ha recibido.

1 27 La enseñanza de Jesús y los milagros que lo acompañan provocan la admiración y obligan a los espectadores a preguntarse: “¿Quién es este Jesús de Nazaret?”. Esta pregunta recorre toda la primera parte del evangelio. Pedro le dará finalmente la respuesta: Él es el Cristo, Mc 8, 29.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

21 CAFARNAÚN (Mt 4, 13) va a ser en adelante la ciudad de Jesús (“su ciudad”: Mt 9, 1), centro geográfico de su actividad misionera. // LOS [DÍAS DE] DESCANSO: en el sábado; o: en los sábados.

23 La traducción omite enseguida (lit. y, enseguida, ESTABA…) recurso de transición muy del gusto de Mc, sin valor temporal. // POSEÍDO POR UN ESPÍRITU IMPURO (cf. 5,2): lit. en espíritu impuro; para Mc, el poseso está como revestido de, metido en la esfera de, o asociado con, un espíritu demoniaco; este espíritu es el que hace que el hombre sea “impuro” (opuesto a Dios Santo), lo incapacita para el culto y para el trato con Dios. El relato confirma la predicación de Jesús (v. 15): el reino de Dios ha llegado, y empieza a destruir el reino de Satanás.

24 Algunos manuscritos leen, como primera palabra indignada del endemoniado, una exclamación griega (éa) que podría traducirse: ¡Déjanos! (déjanos en paz), o ¡Ya está bien! Los gritos de aquel hombre, que habla en plural como portavoz de las potencias del mal, son confesión de la categoría divina de Jesús (EL SANTO DE DIOS: cf. Hch 3, 14); su curación será signo de la liberación de los que están espiritualmente oprimidos (cf. 8, 28-34).

26 DANDO UN ALÁRIDO: lit. voceando con voz grande.

27 Al comienzo de su actividad pública, la ENSEÑANZA de Jesús era NUEVA (distinta y mejor: cf. Lc 22,20), más por el modo que por el contenido – de hecho, Mc no se ha preocupado de concretarnos el tema de aquella enseñanza –. Jesús instruye CON AUTORIDAD (v. 22), como quien tiene poder para imponer con fuerza de ley su interpretación personal de la Ley.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

1, 21 Aunque se le acusó de violar la ley del Sabbath (especialmente la prohibición de trabajar en Sabbath), Cristo no solo cumplía la Ley mosaica sino que la elevó a su máximo significado. Cat. 2173.

1, 27 Los maestros de la Ley mosaica invocaban la autoridad de otros maestros, y los exorcistas judíos expulsaban demonios en nombre de otra autoridad. Cristo, sin embargo, enseñaba con su propia autoridad (Lc 1, 22) y expulsaba espíritus en su propio nombre (Lc 1, 27). Cat 438.

En este enlace se puede consultar el catecismo íntegro.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

 

Comentarios de los Santos Padres.

Dejan todas las redes y al dejarlas, ¿qué encuentran? “Entran – dice el evangelista en Cafarnaum”, en el campo de la consolación. “Caphar” significa campo, “naum” significa consolación. O si queréis, – teniendo en cuenta que la lengua hebrea permite múltiples significados y que, según la distinta pronunciación, una palabra puede tener sentido diverso – “naum” significa no solo consolación sino también hermoso. Por tanto, Cafarnaún puede interpretarse como campo de la consolación o como campo hermoso.

Yo me pregunto: ¿Qué había enseñado de nuevo? ¿Qué de nuevo había predicado? Decía de sí mismo las mismas cosas que habían dicho los profetas. Mas se admiraban por esto, porque enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. No enseñaba como un maestro, sino como el Señor: no hablaba, apoyándose en otra autoridad superior, sino que hablaba el mismo con la autoridad que le era propia. Hablaba así, en definitiva, porque con su propia esencia estaba diciendo lo que había dicho por medio de los profetas: “Yo que hablaba, he aquí que estoy presente”.

Jerónimo, Comentario al Ev. de Marcos, homilía 2. Pg. 68.

Puesto que la muerte entró en el mundo por la envidia del demonio, por eso mismo la medicina de la salvación debía actuar en primer lugar contra el mismo autor de la muerte… La presencia del Salvador es un tormento para los demonios.

Beda, Exposición al Ev. de Marcos, 1,1,25. Pg. 69.

Estas palabras demuestran que los demonios poseían una gran ciencia y que les faltaba la caridad. Temían de Él su pena y no amaban en él la justicia.

Agustín. La ciudad de Dios, 9, 21. Pg. 70.

Gran cosa es la fe, pero no aprovecha nada sin la caridad. Los demonios confesaban a Cristo. La fe, no el amor, les hacía decir: “¿Qué hay entre nosotros y tú?”. Tenían fe, pero no caridad. Por eso eran demonios. No te gloríes de la fe, tú que todavía eres comparable con los demonios.

Agustín, Tratado sobre el Ev. de Juan, 6, 21. Pg. 70.

¿Por qué nueva? Porque “manda con autoridad a los espíritus inmundos”. No invoca a ningún otro, sino que él mismo ordena: no habla en nombre de otro, sino con su propia autoridad.

No por Judea ni por Jerusalén, pues los doctores judíos, llenos de envidia hacia Jesús, no dejaban que su fama se extendiera… ¿Por qué insisto en ello? Porque el alma que ha sido poseída de una vez por la envidia, difícil es que acoja las virtudes. Es casi imposible hallar remedio para un alma, a la que haya poseído la envidia.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Marcos, homilía 2. Pg. 71.

 

San Agustín.

El apóstol Santiago, hablando de la fe y de las obras contra quienes creían que les bastaba la fe y no querían tener buenas obras, dice: Tú crees que hay un solo Dios, haces bien; también los demonios lo creen y tiemblan (Santiago 2, 19). ¿Acaso serán liberados del fuego eterno los demonios por creer, aunque tiemblen? Y ahora considerad lo que oísteis en el evangelio. Lo que dice Pedro: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo (Mt 16, 16), es lo mismo que dijeron los demonios: Sabemos quién eres, el Hijo de Dios. Leed los evangelios y lo encontraréis. Pero mientras Pedro es alabado, el demonio es reprendido y expulsado. Palabras idénticas, pero hechos diversos. ¿En qué se distinguen estas dos confesiones? Se alaba el amor y se condena el temor. Si los demonios decían: Tú eres el Hijo de Dios, no era por amor; tales palabras se las dictaba el temor, no el amor. Además, en la misma confesión decían ellos: ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo? (Mc 1, 24-25). Pedro, en cambio, dijo: Yo estaré contigo hasta la muerte (Lc 22, 23).

 

San Juan de Ávila.

Los lenguajes del demonio son tantos cuantas son sus malicias para engañar, que son innumerables. Porque así como Cristo es causa de todos los bienes, que se comunican a las ánimas de los que se sujetan a Él, así el demonio es padre de pecados y tinieblas, porque, instigando y aconsejando a sus miserables ovejas, las induce a mal y mentira, con que eternamente sean perdidas, y porque sus astucias son tantas que solo el Espíritu del Señor basta a descubrirlas, hablaremos pocas palabras, remitiendo lo demás a Cristo, que es verdadero enseñador de las ánimas.

Audi, filia, 28. OC I, pg. 420.

Otras veces suele hacer desmayar, trayendo pensamientos muy sucios y abominables aun contra las cosas de Dios y hace entender al que los tiene que de él salen y que él los quiere tener, y con esto atribúlale de tal manera que le quita toda la alegría del ánima y le hace entender que está muy desechado de Dios y condenado de él, y dale gana de desesperar, creyendo que no puede parar en otra parte sino en el infierno, pues ya le parece tener blasfemias semejantes a las de allá.

O.c., 44. Pg. 425.

Entonces hemos de hacer lo que hacía David: Yo, como sordo, no oía; y como mudo, que no abre su boca (Sal 37, 14). Hecho soy como hombre que no oye y que no tiene en su boca reprensiones. Y pues no podemos dejar de oír este lenguaje, pues que el demonio, aunque no queramos nos trae estos pensamientos y hablas tan malas, seamos a lo menos como quien no oye. Lo cual hacemos cuando no nos turbamos ni entristecernos con ellos, mas estamos en nuestra paz como de antes, no curando de tomarnos a palabras ni respuestas con el demonio ni sus asechanzas, mas estamos como sordos y mudos, no haciendo caso de todo cuanto nos dice.

O.c., 45. Pg. 426.

 

Comentario Homilética

-Continuación del domingo pasado.

-Primer hecho liberador de Jesús:

Enseñanza de Jesús: palabras y hacer presente la dignidad de la vida que procede de Dios.

Jesús terapeuta y sanador.

-Estructura ternaria:

1ª: Llegada de Jesús y los discípulos a Cafarnaún y enseñanza en la sinagoga (vv. 21-22).

2ª: Encuentro entre Jesús y el espíritu inmundo: centro (vv. 23-26).

3ª: Reacción de los presentes (vv. 27-28).

-Temas:

Enseñanza de Jesús: hace presente la salvación / dar un discurso.

Autoridad de Jesús (exousía): autenticidad interior.

Movimiento: eythys (“al momento”).

Presencia central de Jesús:

Presencia central en la vida.

Sana y transforma desde el interior a las personas.

Soberanía de Dios:

Comienzo de los conflictos.

Reacciones: asombro, pasmo, fama de Jesús.

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S., Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.

Homilética. Sal Terrae. 2020/6.

Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.

 

 

 

 

 

MISA DE NIÑOS. V TIEMPO ORDINARIO.

 

Monición de entrada.

Buenos días:

En la iglesia todos los domingos nos encontramos con Jesús.

Pero nosotros no somos los únicos, porque hace muchos años, cuando Jesús caminaba con las personas, ellas también querían estar con él.

Y a él, como en misa, también le gustaba estar con ellos.

Por eso les decía: venid a mí los que estáis cansados y yo os cuidaré.

 

Señor, ten piedad.

Tú que eres bueno. Señor, ten piedad.

Tú que hacías el bien. Cristo, ten piedad.

Tú que cuidabas de las personas. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco para que siga cuidándonos. Te lo pedimos Señor.

-Por la familia de Jesús, la Iglesia, para que no se canse de hablar de Jesús.  Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que están solas en casas o los hospitales, para que sientan a Jesús en su corazón. Te lo pedimos, Señor.

-Por las sanitarias y sanitarios que en los hospitales están cuidando de las personas enfermas, para que les pagues todo lo que están haciendo. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que escuchando tus palabras, sintamos que nos ayudas. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

San José estamos en los siete domingos en los que en misa nos acordamos de ti.

Este año es muy especial, porque el papa Francisco, te lo ha dedicado.

El domingo pasado nos acordábamos de cuando te enteraste que tu novia María iba a ser la madre de Jesús.

Y este domingo nos acordamos de cuando Jesús nació en Belén y tú estabas con María y él en el portal.

Te pedimos que ayudes a las mujeres y a las madres, que siempre sean muy queridas por su familia.



[1] Nigromante: persona que ejerce la nigromancia. Nigromancia: adivinación mediante la invocación de los muertos. www.rae.es

[2] Orvallo: en Asturias, Galicia y León, llovizna. www.rae.es

[3] Sátiro: ser de la mitología romana, campestre con aspecto de hombre barbado con patas y orejas cabrunas y cola de caballo o de chivo.

[4] Instrumento diseñado para tomar decisiones sobre la base de una pregunta concreta, susceptible de ser respondida por un sí o por un no. www.wikipedia.org