miércoles, 13 de enero de 2021

Domingo II Tiempo Ordinario. 17 de enero de 2021.

 

Primera lectura.

Lectura del primer libro de Samuel 3, 3b-10.19

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. Entonces el Señor llamó a Samuel. Este respondió:

-Aquí estoy.

Corrió adonde estaba Elí y dijo:

-Aquí estoy, porque me has llamado.

Respondió:

-No te he llamado. Vuelve a acostarte.

Fue y se acostó. El Señor volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, fue adonde estaba Elí y dijo:

-Aquí estoy, porque me has llamado.

Respondió:

-No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte.

Samuel no conocía aún al Señor, ni se le había manifestado todavía la palabra del Señor. El Señor llamó a Samuel, por tercera vez. Se levantó, fue adonde estaba Elí y dijo:

-Aquí estoy, porque me has llamado.

Comprendió entonces Elí que era el Señor el que llamaba al joven. Y dijo a Samuel:

-Ve a acostarte. Y si te llama de nuevo, di:

-Habla, Señor, que tu siervo escucha.

Samuel fue a acostarse en su sitio. El Señor se presentó y llamó como las veces anteriores:

-Samuel, Samuel.

Respondió Samuel:

-Habla, que tu siervo escucha.

Samuel creció. El Señor estaba con él, y no dejó que se frustrara ninguna de sus palabras.

 

Textos paralelos.

Samuel estaba acostado en el santuario donde se encontraba el arca de Dios.

Ex 25, 22: Allí me encontraré contigo, y desde encima de la placa, en medio de los querubines del arca de la alianza, te diré todo lo que tienes que mandar a los israelitas.

Samuel crecía y Yahvé estaba con él.

1 Sam 2, 21: El Señor se cuidó de Ana, que concibió y dio a luz tres niños y dos niñas. El niño Samuel crecía en el templo del Señor.

Gn 39, 2: El Señor estaba con José y le dio suerte, de modo que lo dejaron en casa de su amo egipcio.

Jc 20, 1: Todos los israelitas, desde Dan hasta Berseba, incluido el país de Galaad, fueron como un solo hombre a reunirse ante el Señor en Mispá.

 

Notas exegéticas.

3 Primera revelación que consagra a Samuel como profeta, v.20. No se trata de un sueño, ya que la voz despierta a Samuel, ni de una “visión” más que en sentido Iato, porque Samuel no ve a Yahvé; solo oye.

3 3 (b) Yahvé se hace presente encima del arca, desde donde comunica sus órdenes.

3 19 Fórmula que expresa el fiel cumplimiento de la palabra de Dios.

 

Comentario.

-Momento crucial de la historia de Israel:

Poco antes el texto nos decía que escaseaba la Palabra de Dios.

Va a surgir en el pueblo de Dios el movimiento profético cuyo iniciador es Samuel.

 

Salmo responsorial

Salmo 40 (39), 2.4.7-10

 

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. R/.

Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito;

me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R/.

 

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios;

entonces yo digo: “Aquí estoy”. R/.

 

-Como está escrito en mi libro –

para hacer tu voluntad.

Dios mío, lo quiero,

y llevo tu ley en las entrañas. R/.

 

He proclamado tu justicia

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios,

Señor, tú lo sabes. R/.

 

 

Textos paralelos.

No has querido sacrificio ni oblación.

Hb 10, 5-7: Por eso dice al entrar en el mundo: No quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo. No te agradaron holocaustos ni sacrificios expiatorios. Entonces dije: Aquí estoy, he venido para cumplir, oh Dios, tu voluntad – como está escrito de mí en el libro –. Primero dice que no ha querido ni le han agradado ofrendas, sacrificios, holocaustos ni sacrificios expiatorios (que se ofrecen legalmente); después añade aquí estoy para cumplir tu voluntad. Excluye lo primero para afirmar lo segundo. Pues según esa voluntad, quedamos consagrados por la ofrenda, hecha una vez para siempre, del cuerpo de Cristo.

Pero me has abierto el oído.

Is 50, 5: El Señor me abrió el oído: yo no me resistí ni me eché atrás.

No pedías holocaustos ni víctimas.

Am 5, 21: Detesto y rehúso vuestras fiestas, no me aplacan vuestras reuniones litúrgicas.

Sal 50, 8-9: No te reprocho tus sacrificios / pues a diario tengo presentes tus holocaustos. / No me llevaré un novillo de tu casa / ni machos cabríos de tus rebaños.

Sal 51, 18-19: Un sacrificio no te satisface; / si te ofrezco un holocausto, no lo aceptas. / Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado, / un corazón quebrantado y triturado, / tú, Dios, no lo desprecias.

Sal 69, 31-32: Alabaré el nombre de Dios con cantos; / te engrandeceré con acción de gracias: / le agradará a Dios más que un toro, / que un novillo con cuernos y pezuña partida.

He proclamado tu justicia.

Sal 37, 31: Lleva en el corazón la ley de su Dios: / sus pasos no vacilarán.

Jn 4, 34: Mi sustento es cumplir la voluntad del que me envió y dar remate a su obra.

Jn 8, 29: El que me envió es veraz, y yo he de decir al mundo lo que he escuchado.

Sal 22, 23: Contaré tu fama a mis hermanos, Y en plena asamblea te alabaré.

Sal 35, 18: Y te daré gracias en la gran asamblea, / ante un pueblo numeroso te alabaré.

Sal 149, 1: ¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo, / resuene su alabanza en la asamblea de los leales.

 

Notas exegéticas.

40 Al himno de acción de gracias, vv. 2-12, sigue un grito de angustia, vv.14-18, compartido en el Sal 70. En el conjunto actual, la primera parte aparece como un examen del pasado, opuesto a las miserias del presente y que justifica el recurso a Yahvé.

40 7 Lit. “cavado”, Dios comunica su voluntad al fiel, ver Is 50, 5. Una variante del griego: “Tú me has formado un cuerpo” fue interpretada en sentido mesiánico y aplicada a Cristo, Hb 10, 5s.

40 9 La obediencia vale más que el sacrificio, 1 S 14, 22. Los profetas alertaron con frecuencia a Israel contra prácticas que no empeñaban el corazón o contra una confianza presuntuosa en la presencia de Dios en su templo. En el judaísmo posteiror al destierro, sea cual fuere aún la importancia del Templo, como señal de salvación, el culto interior se va afinando más y más, y las disposiciones del corazón, lka oración, la obediencia, el amor, cobran por sí mismas valor de culto. Esta evolución prepara la supervivencia del Judaísmo después de la destrucción del templo y proseguirá en el Nuevo Testamento.

 

Tres lecturas.

Con Israel: el movimiento de este salmo de acción de gracias es admirable: primero un grito de plegaria en una situación dramática, luego una acción de gracias por ser escuchado. Pero no está todo terminado: nueva súplica en medio de nuevas desgracias.

Con Jesús: la epístola a los Hebreos, comentando el sacrificio que Jesús hizo de sí mismo, toma las palabras de este salmo. Es la oración misma de Jesús.

Con nuestro tiempo: Es nuestra oración, a condición de no caer en el ritualismo: lo que Dios espera de nosotros no son los sacrificios externos, las oraciones ajenas a nosotros,… Sino, el ofrecimiento de nuestra carne y sangre, de nuestra vida cotidiana, del sacrificio espiritual.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 13c-15a.17-20

Hermanos:

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Y Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la inmoralidad. Cualquier pecado que cometa el hombre que da fuera del cuerpo. Pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido de Dios? Y no os pertenecéis, pues habéis sido comprados a buen precio. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

 

Textos paralelos.

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor.

1 Co 10, 31: Pues bien, ya comáis o bebáis o hagáis lo que sea, hacedlo todo a gloria de Dios.

Dios que resucitó al Señor nos resucitará.

1 Co 15, 12: Ahora bien, si se proclama que Cristo resucitó de la muerte, ¿cómo decís algunos que no hay resurrección de los muertos?

Rm 1, 4: A partir de la resurrección, establecido por el Espíritu Santo Hijo de Dios con poder.

Rm 8, 11: Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de la muerte habita en vosotros, el que resucitó a Jesús de la muerte dará vida a vuestros cuerpos mortales, por el Espíritu suyo que habita en vosotros.

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?

1 Co 12, 12: Como el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, y los miembros, siendo muchos, forman un solo cuerpo, así es Cristo.

Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él.

Rm 8, 9-10: Pero vosotros no seguís el instinto, sino al Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Mesías, no le pertenece. Pero si el Mesías está en vosotros, aunque el cuerpo muera por el pecado, el espíritu vivirá por la justicia.

¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?

Rm 3, 16-17: Sus pies corren para derramar sangre, sus caminos están sembrados de ruina y destrucción. No conocen la ruta de la paz ni tienen el temor de Dios.

Rm 5, 8: Pues bien, Dios nos demostró su amor en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

1 Ts 4, 4-8: Que cada uno sepa usar de su cuerpo con respeto sagrado, no por pura pasión, como los paganos que no conocen a Dios; que en este asunto nadie ofenda o perjudique a su hermano, porque el Señor castiga tales ofensas, como os lo tenemos dicho e inculcado. Dios no os ha llamado a la impureza, sino a la santificación. Por tanto, quien lo desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que además os dio su Espíritu.

1 Co 3, 23: Vosotros sois de Cristo, Cristo es de Dios.

1 Co 7, 23: Os compraron pagando un precio; no seáis esclavos de hombres.

Habéis sido comprados a buen precio.

Rm 3, 24: Pero son absueltos sin merecerlo, generosamente, por el rescate que Jesucristo entregó.

Rm 6, 15: Entonces, ¿qué? Como no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia, ¡a pecar! ¡De ningún modo!

Usad, pues, vuestro cuerpo para honrar a Dios.

Flp 1, 20: Espero y aguardo no arredrarme por nada; antes bien, con mi valentía, ahora como siempre, Cristo será engrandecido con mi vida corporal o con mi muerte.

 

Notas exegéticas.

6 13 Pablo impugna una opinión según la cual no existe diferencia alguna entre las necesidades alimenticias y la vida sexual. Y responde: las primeras están ligadas al mundo presente y desaparecerán con él; pero la vida sexual afecta a la pertenencia a Cristo y debe ser tal y como conviene a un miembro de Cristo.

6 14 La resurrección demuestra la importancia del cuerpo, que no es destruido por la muerte.

6 15 El verbo griego correspondiente (aireo) significa también “arrancar”, “quitar”. Existe, pues, una oposición absoluta entre la unión con Cristo y la unión sexual ilegítima. El argumento implica, por oposición, que la unión conyugal de los cristianos debe comprometerles en la unión con Cristo.

6 17 Cabía esperar: un solo cuerpo. Pablo quiere evitar que el realismo físico de la unión con Dios sea entendido de forma demasiado material.

6 18 (a) Para los que en Corintio no daban al cuerpo ningún valor permanente todas las acciones corporales eran moralmente irrelevantes. El pecado era solo posible en el nivel espiritual de las motivaciones.

6 18 (b) La finalidad sexual del cuerpo es hacer de dos personas una.

6 20 Lit.: “Habéis sido comprados a precio”.

 

Comentario.

-Ciudad de Corintio:

Capital de Acaya, una de las tres provincias griegas, por iniciativa de Augusto (27 a.C.).

Cerca del istmo que lleva su nombre, entre dos puertos (Lequeo y Cencreas) que separaban en pocos kilómetros dos mares: el Adriático (al occidente) y el Egeo (al oriente).

Ciudad populosa y llena de vida: soldados, comerciantes, marineros, viajantes.

En la Acrópolis (parte alta) se levantaba un templo dedicado a la diosa Afrodita con hieródulas o “cortesanas sagradas” que practicaban la prostitución sagrada y recibían el nombre de “las santas”, por eso san Pablo no utilizaba este nombre para denominar a las cristianas).

Junto a esta prostitución sagrada se practicaba en la ciudad la prostitución profana: “vivir a la corintia” = desorden sexual en la vida.

El cuerpo ha perdido todo su valor positivo, simbólico y religioso.

-Pablo manifiesta el valor simbólico y religioso del cuerpo desde distintas perspectivas:

Para el Señor / esclavo y al servicio de los excesos sexuales.

Los cristianos son miembros de Cristo en virtud de su Resurrección y muerte (cristología).

El cuerpo es Templo del Espíritu Santo.

¡Glorificad a Dios con vuestros cuerpos!

Cristiano: dejar atrás sus antiguas costumbres para iniciar el nuevo camino de fe.

 

 

 

 

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:

-Este es el Cordero de Dios.

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:

-¿Qué buscáis?

Ellos le contestaron:

-Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?

Él les dijo:

-Venid y veréis.

Entonces fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:

-Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).

Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:

-Tú eres Simón, el hijo de Juan; tu te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro).

 

Textos paralelos.

Mt 4, 18-20.

Mc 1, 16-20.

Lc 5, 1-11.

Mientras paseaba junto al lago de Galilea,

 

 

 

vio a dos hermanos – Simón, apodado Pedro, y a Andrés su hermano – que estaban echando una red al agua, pues eran pescadores. Les dice:

 

“Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al punto dejaron las redes y lo siguieron.

 

Caminando junto al lago de Galilea,

 

 

 

vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo:

 

 

 

“Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al punto, dejando las redes, lo siguieron.

Un trecho más adelante vio a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, que arreglaban las redes en la barca. Los llamó. Ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se fueron con él.

 

La gente se agolpaba junto a él para escuchar la palabra de Dios, mientras él estaba a la orilla del lago de Genesaret.

Vio dos barcas junto a la orilla, pues los pescadores se habían bajado y estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, la de Simón,

 

le pidió que se apartase un poco de tierra. Se sentó y se puso a enseñar a la gente desde la barca. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Boga lago adentro y echa las redes de pescar”. Le replicó Simón: “Maestro, hemos bregado toda la noche sin cobrar nada; pero, ya que lo dices, echaré las redes. Lo hicieron y capturaron tal cantidad de peces, que reventaban las redes. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que fueran a echarles una mano. Llegaron y llenaron las dos barcas que casi se hundían. Al verlo, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús y dijo: “Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”. Pues el estupor se había apoderado de él y de todos sus compañeros por la cantidad de peces que había pescado. Lo mismo sucedía a Juan y Santiago, que eran socios de Simón. Jesús dijo a Simón: “No temas, en adelante pescarás hombres”. Entonces, atracando las barcas en tierra, lo dejaron todo y lo siguieron.

 

Tú eres Simón, el hijo de Juan.

Mt 16, 18-19: Pues te digo que tú eres Pedro y sobre esta Piedra construiré mi iglesia y el imperio de la Muerte no la vencerá.

Mc 3, 16: A Simón lo llamó Pedro.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

1 36 Los vv. 35-36 y 33a son un duplicado de los vv. 29 y 31a. Provienen de dos tradiciones joánicas paralelas, que aquí ha fundido el evangelista. Es posible que el v. 15, duplicado del v. 30 y 1u3 en el Prólogo se halla fuera de contexto, se leyera primitivamente después de los vv. 35-36.

1 37 Ver Mc 1, 18. El relato joánico de la vocación de Pedro y Andrés no tiene en común con el de Mc 1, 16-18 = Mt 4, 18-20 (Lc lo omite) más que la expresión “siguieron a Jesús”, característica del discípulo. La tradición joánica parece preferible. En Mc y Mt la vocación de Pedro y Andrés es un calco de la de Santiago y Juan, que presenta rasgos más primitivos.

1 39 Hacia las cuatro de la tarde. Todo el relato está estilizado para describir la condición del discípulo de Cristo. En el At para encontrar a Dios había que buscarle, ahora, el que “busca” a Cristo lo “encuentra”; y porque “sigue” “encuentra”, el discípulo llega adonde el vive. En el extremo opuesto de los discípulos están los judíos que se niegan a creer en Jesús.

1 40 Se piensa a menudo que el otro discípulo era el apóstol Juan. Pero ¿no sería más bien Felipe, el compañero habitual de Andrés y que va a reaparecer a partir del v. 43? Eta interpretación supone la variante textual del v. 41: “Este, el primero, encuentra…”. Según 1, 7, todos van a creer por el testimonio del Bautista, primero Andrés y Felipe, después, gracias a ellos, el mundo judío (las dos escenas están constituidas de manera similar) y después el mundo pagano.

1 41 Juan se dirige probablemente a lectores de habla griega. Sin embargo, en distintos momentos, utiliza vocablos hebreos o arameos que luego traduce. De este modo, quiere posiblemente poner de relieve que, en este momento concreto de la historia, en Palestina, entre los humanos, se ha encarnado la Palabra de Dios, “Cristo” (chistós) es traducción de “Mesías” (masîah), que significa “Ungido”. En la tradición judía este título designaba al nuevo David, esperado al final de los tiempos.

1 42 Jesús conoce misteriosamente a cuantos se le acercan. Al dar un nuevo nombre a Simón (Cefas en arameo), le confiere una nueva vocación.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

35-36 DOS DE SUS DISCÍPULOS: Juan es el único evangelista que indica que los primeros seguidores de Jesús habían pertenecido al grupo de discípulos del Bautista. Los datos del primer encuentro con Jesús apuntan a un testigo de vista.

38 AL… VER QUE LO SEGUÍAN: lit. contemplando a ellos siguientes. // QUÉ BUSCÁIS: o qué queréis. // SIGNIFICA: lit. es dicho. // DÓNDE VIVES: lit. dónde permaneces, verbo muy del vocabulario de Juan.

39 VENID A VER… FUERON A VER: con el verbo ver comenzó para ellos el itinerario de la fe. // DONDE VIVÍA: lit. donde vive, REFLEJANDO EL ESTILO DIRECTO. // CON ÉL: o en su casa, que sería una tienda, o choza de ramaje. // [LA] HORA DÉCIMA: hacia las cuatro de la tarde.

40-42: A JESÚS: lit. a él (pronombre que puede crear ambigüedad): no a Juan. // ENCONTRÓ… Y LE DICE (lo mismo que en los vs. 43-45): en el texto griego está en presente narrativo o histórico. // HEMOS ENCONTRADO: el vocablo griego heurêkamen recuerda el famoso grito de Arquímedes; pero, en la historia humana, el descubrimiento de una persona por otra siempre es de más valor que descubrir un principio hidrostático; más aún, si la persona encontrada es   “CRISTO” // El MESÍAS: es casi transliteración griega (Messías) de un vocablo hebreo-arameo que significa ungido; nunca aparece en la LXX, solo dos veces en el Nuevo Testamento, y las dos en Jn (aquí y en boca de la Samaritana: 4, 25); la traducción “normal” en griego es Christós (=ungido).

  

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

1, 35-41 Es interesante notar que algunos de los primeros discípulos acudieron a Cristo por invitación de otros que ya se eran seguidores suyos. Este es un claro ejemplo de que el apostolado o la evangelización tienen lugar de modo natural a través de las amistades y de las relaciones personales. Este pasaje también incluye muchos de los títulos que Jesús tendría: Cordero de Dios, Rabí, Mesías, Rey de Israel, Hijo del hombre. Cat. 3, 520, 608, 878, 1618.

1, 42 Cefas: proviene del arameo y significa “roca”; en griego es Petros, de donde viene “Pedro”. En la Sagrada Escritura, el poder de nombrar a alguien indica “tomar posesión” de esa persona e indica el nuevo papel o misión que Dios le asigna. Su papel especial será ejercer de roca sobre la que Cristo construirá su Iglesia. Cat. 552, 881.

En este enlace se puede consultar el catecismo íntegro.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

 

Comentarios de los Santos Padres.

La voz no podía retener a sus discípulos junto a ella y les envió hacia el Verbo. En efecto, cuando aparece la luz del sol conviene apagar la luz del farol.

Efrén de Nisibi. Comentario al Diatessaron, 4, 17.

El que sigue al Señor es el que lo imita; sigue al Señor el que en cuanto lo permite la fragilidad humana, no descuida los ejemplos de humildad que el Hijo de Dios manifestó en su naturaleza humana; y le sigue quien, por participar en la vida de sus padecimientos, anhela llegar a participar de su resurrección y ascensión al cielo.

Beda. Homilías sobre los Evangelios, 1, 7.

La hora era como las diez. Este número significa le ley. Por eso se dio en diez mandamientos. Pero había llegado ya el tiempo de cumplir la ley por el amor, ya que los judíos no podían cumplirla por el temor. Por eso dice el Señor: “No he venido a destruir la ley, sino a cumplirla” (Mt 5, 17).

Agustín. Tratados sobre el Ev. de Juan, 7, 10.

También las almas afligidas deseaban escuchar noticias de Él. Ellas eran instrumentos del Señor, conforme a sus mismas palabras: “Yo os elegí angtes del mundo”. Eligió a los galileos, un pueblo rudo, a quien los profetas habían llamado un pueblo tosco y que vivían en tinieblas, pero son los que han visto la luz, mientras que los doctores de la ley estuvieron confundidos: “Dios eligió la flaqueza del mundo para confundir a los fuertes” (1 Co 1, 27).

Efrén de Nisibi, Comentario al Diatessaron, 4, 18.

A él le dio ese nombre. A Santiago y a su hermano, el de “hijos del trueno”. ¿Por qué hizo eso? Para demostrar que Él era el mismo Dios que estableció la Antigua Alianza y cambió mu9chísimos nombres, pues llamó Abrahán a Abram, a Saray Sara y a Jacob, Israel.

Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Juan, 19, 2-3.

 

 

San Agustín.

¡Qué día tan feliz y qué noche tan dichosa pasaron! ¿Quién podrá decirnos lo que oyeron de boca del Señor? Edifiquemos y levantemos también nosotros una casa en nuestro corazón a donde venga él a hablar con nosotros y a enseñarnos.

Él es el maestro de su ley y él mismo la enseña. Como la misericordia está en sus labios, la enseña misericordiosamente. Así lo dice la Escritura hablando de su sabiduría: Lleva en su lengua la ley y la misericordia (Prov 31, 26). No temas que no puedas cumplir la ley; huye a la misericordia. Si te parece demasiado para ti el cumplir la ley, utiliza aquel pacto, aquella firma, aquellas palabras que compuso para ti el abogado celestial.

Comentario sobre el evangelio de San Juan 7, 7-10. Pg. 715-717.

 

San Juan de Ávila.

¡Oh Jesús bonitísimo, Hijo de Dios Padre y de la bendita Madre Virgen María, Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo (cf. Jn 1, 29.36), abogando y amansamiento delante del Padre por nosotros tus siervos, consuelo de tristes, riqueza de pobres, poderoso esfuerzo de los enriquecidos!

¡Oh casa dichosa donde, Señor, visitas! Y otra vez lo diré: Venerunt mihi omnia bona pariter cum illa[1] (cf. Sab 7, 11). San Andrés y otro discípulo preguntaron a vuestro Hijo bendito: Ubi habitas? (Jn 1, 39). Señora, preguntamos a vuestros indignos siervos: “¿Dónde visitáis?”.

Visitación de la Virgen. OC III. Pg. 892.

 

Comentario Homilética

-Evangelio de Juan:

Prólogo (1, 1-18).

Primera parte de la semana inaugural (1,1-28).

Primer día: testimonio de Juan Bautista ante los sacerdotes y levitas (1, 19-28).

Segundo día, “al día siguiente”: Juan califica a Jesús “cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y es bautizado (1, 29-34).

Tercer día: comienza el seguimiento, el discipulado, a iniciativa de Andrés (1, 35-42).

Cuarto día, “al día siguiente”: Jesús llama a Felipe y habla con Natanael (1, 43-51).

El séptimo día, “tres días después”: la boda de Caná, donde Jesús dio comienzo a “los signos” y “manifestó su gloria” (2, 1-12).

-Estructura del texto:

Presentación de Juan y Jesús y transición de los discípulos de Juan a Jesús (vv. 35-37).

Diálogo entre Jesús y los que habían sido discípulos de Juan (vv. 38-39).

Andrés lleva a Simón donde Jesús (vv. 40-42).

-Texto:

Transiciones y movimientos.

Miradas en dos direcciones.

Traducción de nombres.

-Verbos:

De mirada: fijarse (vv. 36.42), venir y ver, fueron y vieron.

Oír-seguir (vv. 37.40).

Buscar-encontrar.

Permanecer (vivir y quedarse):

En la teología del cuarto evangelio es discípulo el que permanece en Jesús (15, 4-5), en su palabra (8, 31; 15, 7) y en su amor (15, 10).

Supone aprender de Él, vivir de Él y como Él.

  

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S., Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Mercedes Navarro Puerto. Marcos.Guía de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.

Homilética. Sal Terrae. 2020/6.

Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.

 

MISA DE NIÑOS. III TIEMPO ORDINARIO.

 

Monición de entrada.

Este domingo vamos a escuchar lo que dijo Jesús después de ser bautizado y pasar cuarenta días en el desierto.

Él llamó a las personas a convertirse.

Esto significa que los llamó a estar con él.

También nos llama a nosotros a estar con él.

Y le hemos dicho que sí viniendo a misa.

Además estamos en la semana en la que todas las personas que amamos a Jesús, los que tienen al Papa Francisco como jefe y los que tienen a otras personas, como el patriarca Bartolomé, rezamos juntos.

 

Señor, ten piedad.

Porque te escuchamos a ti en misa. Señor, ten piedad.

Porque no hacemos caso a lo que Tú nos dices en misa. Cristo, ten piedad.

Porque tenemos tiempo para jugar y hacer los deberes, pero no para rezar todos los días las oraciones. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco, el patriarca Bartolomé y los jefes de las otras iglesias cristianas. Te lo pedimos Señor.

-Por los cristianos que amamos a Jesús y le escuchamos en la Biblia.  Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que mandan en las escuelas, institutos y universidades. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que no quieren escuchar a Jesús. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, que venimos los domingos a misa. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias por nosotros, tus hijos, ya no nos peleamos entre nosotros ni nos insultamos. Gracias por todos los que cada día en Taizé y otros sitios rezan juntos.



[1] Con ella vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas incontables. Traducción: Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal.

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