viernes, 28 de febrero de 2020

1 de marzo de 2020. I domingo de Cuaresma.


Primera lectura.
Lectura del libro del Génesis 2, 7-9; 3,1-7
El Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo. Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la ida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer:
-¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?
La mujer contestó a la serpiente:
-Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín no nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis?
La serpiente replicó a la mujer:
-No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal.
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió. Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se la ciñeron.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
 Entonces Yahvé Dios modeló al hombre con polvo del suelo
Qo 3, 20s: Todos caminan al mismo lugar, todos vienen del polvo y todos vuelven al polvo.
Qo 12, 7: Y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva al Dios que lo dio.
Sb 15, 8-11: Luego, malgastando esfuerzos, modela un dios falso con el mismo barro; / lo modela uno que poco antes nació de la tierra / y que pronto regresará al lugar de donde fue sacado / cuando le reclamen la vida prestada. / Pero no le preocupa tener que morir / ni que su vida sea efímera, / sino que compite con orfebres y plateros, / imita a los que forjan el bronce / y presume de modelar figuras falsas. / Su corazón es ceniza, / su esperanza, más vulgar que la tierra / y su vida, más despreciable que el barro, / porque desconoce al que lo modeló, / al que le infundió un alma activa / y le insufló un aliento vital.
Sal 104, 29s: Escondes tu rostro, y se espantan / les retiras el aliento, y expiran / y vuelven a ser polvo.
Jb 34, 14-15: Si decidiera por cuenta propia / retirar su espíritu y su aliento, / dejarían de respirar los vivientes, / y volverían los humanos al polvo.
Plantó Yahvé un jardín en Edén:
Jb 33, 4: El soplo de Dios me formó, / el aliento del Todopoderoso me dio vida.
1 Cor 15, 45: Efectivamente, así está escrito: el primer hombre, Adán, se convirtió en ser viviente. El último Adán, en espíritu vivificante.
La serpiente era el más astuto de todos los animales:
Sb 2, 23-24: Dios creó al hombre incorruptible / y lo hizo a imagen de su propio ser; / mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, / y la experimentan los de su bando.
Jn 8, 44: Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira.
Ap 12, 9: Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.
20, 2: Sujetó al dragón, la antigua serpiente, o sea, el Diablo o Satanás, y lo encadenó por mil años.
Rm 5, 12-21: Por lo tanto, lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.
No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte:
Gn 2, 17: Pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que morir.
Gn 3, 22: Y el Señor Dios dijo: “He aquí que el hombre se ha hecho como uno de nosotros en el conocimiento del bien y el mal no vaya ahora a alargar su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él y viva para siempre.

Notas exegéticas[2].
2 7 (a) El hombre ‘adam, viene del suelo, ‘adamâ, ver 3, 19. Este nombre colecgtivo será el nombre propio del primer ser humano, Adán, ver 4, 25; 5, 12
2 7 (b) Es la palabra nefes, que designa al ser animado por un soplo (también manifestado por el “espíritu”, ruah, 6, 17; Is 11, 2), ver Sal 6, 5.
2 8 “Jardín” se traduce por “paraíso” en la versión griega, y luego en toda la tradición literaria. “Edén” es un nombre geográfico imposible de localizar, y tal vez, significa “estepa”. Podría compararse con el bit adimi asirio-babilónico, región a orillas del Éufrates de la que hablan también algunos textos bíblicos, Am 1,5; 2 Re 19, 12; Is 37, 12; Ez 27, 23. Pero los israelitas interpretaron la palabra según la raíz hebrea dn “delicias”. La distinción entre Edén y el jardín, expresada aquí y en el v.10, se difumina luego; se habla de “jardín de Edén·, v. 15; 3, 23.24. En Ez 28, 13 y 31,9. Edén es el “jardín de Dios” y en Is 51,3 Edén, el “jardín de Dios”, se corresponde al desierto y a la estepa.
2 9 Símbolo de la inmortalidad, ver 3, 22. Sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal, ver v. 17ss.
3 1 ¿Sirve la serpiente de disfraz a un ser hostil a Dios y enemigo del hombre? Es sabido que la tradición sapiencial, y luego el NT y toda la tradición cristiana, han reconocido en ella al Adversario (o Tentador), al Diablo, véase Jb 1,6ss. En favor de esta identificación se puede aducir que la serpiente quiere rebatir la prohibición divina, haciendo ver que Dios intenta ocultar al hombre y a la mujer lo que ocurrirá si comen de la fruta prohibida; pero está en tensión con la descripción que la presenta como un simple animal, aunque astuto, y con la condena a caminar sobre su vientre y comer polvo, v. 14. Quizá la intervención de un animal astuto como tentador no es más que una manera de sugerir que el hombre y la mujer solo pueden acusarse a sí mismos por su transgresión. El autor presentaría como un diálogo entre la serpiente y la mujer lo que es el resultado de un proceso humano; la atracción del fruto prohibido conduce a la transgresión: 3, 6 describe el proceso.
3 4 La serpiente interpreta la advertencia divina como indicación de una muerte inmediata. El hombre y la mujer no morirán después de la transgresión, como predice la serpiente, pero la muerte se convertirá en el destino inevitable de los humanos.
3 5 Nótese la diferencia de perspectiva respecto de 1, 26-27: allí es Dios mismo el que crea al varón y a la mujer a su imagen, aquí el “ser como dioses” (o “como Dios”) sería una empresa humana.
3 6 Con frecuencia se ha visto el hecho de que la serpiente se dirija a la mujer la prueba de que es más fácil de seducir que los hombres. Sin embargo, hay que advertir que el hombre tiene un papel desdibujado en este relato, ya que come del fruto sin plantearse ninguna pregunta.
3 7 Lo que el hombre y la mujer perciben como novedad es en realidad una experiencia turbadora. En la conciencia de su desnudez habría ya una manifestación del desajuste introducido por el pecado en la armonía y el orden de la creación.

Comentario revista Homilética[3]
-Relato de la creación del hombre y primer pecado:
Perspectiva universal.
Refleja la situación de la humanidad en todo momento de la historia.
-El hombre:
Modelado del polvo de la tierra:
Su profunda implicación en la naturaleza.
No es creado solo:
Árbol de la vida: símbolo de la presencia de Dios.
Árbol del bien y del mal: la prueba.

-La serpiente:
Libro de la Sabiduría (s. I): no es Satán.
Mitos cananeos: asociada a los ritos de la fertilidad.
Su culto: una de las tentaciones de Israel.
Advertencia para que el pueblo de Israel se aleje de estos cultos.
Tentaciones del ser humano de ayer, hoy y mañana.
Muerte: sentido teológico / biológico.
-El bien y el mal:
Corresponde a Dios.
-Consecuencia:
Quiebra de la relación con Dios.
La humanidad no puede “cubrir” su culpa y restaurar la relación con Dios.
Solo la gracia y la misericordia de Dios pueden restaurarla y hacer que recupere la filiación divina.

Salmo responsorial
Salmo 50

R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia R/.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

Textos paralelos[4].
 2 S 11-12: el pecado de David.
Piedad de mí, oh Dios, por tu bondad:
Ex 18, 23ss: Si haces lo que te digo, cumplirás lo que Dios te manda y podrás resistir, y el pueblo se volverá a casa en paz.
Pues yo reconozco mi delito:
Is 59, 12: Porque son muchas nuestras transgresiones contra ti, / nuestros pecados testimonian contra nosotros, / nos acompañan nuestros delitos, / y reconocemos nuestras culpas.
Ez 6, 9: Los que sobrevivan se acordarán de mí en las naciones adonde serán llevados cautivos. Quebrantaré su corazón adúltero que se apartó de mi, y sus ojos adúlteros, que se volvieron a sus ídolos, y tendrán horror de sí mismos por las maldades y acciones detestables que cometieron.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro:
Ez 11, 19-20: Les daré otro corazón e infundiré en ellos un espíritu nuevo: les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que sigan mis preceptos y cumplan mis leyes y las pongan en práctica: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Sb 1,5: Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, / se aleja de los pensamientos necios / y es ahuyentado cuando llega la injusticia.
Sb 9, 17: ¿Quién conocerá tus designios, si tú no les das sabiduría / y les envías tu santo espíritu desde lo alto?
Rm 8, 9: Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros; en cambio, si alguien no posee el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Rm 8, 14-16: Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: “¡Abba, Padre!”.
Is 57, 15 s: Porque esto dice el Alto y Excelso, / que vive para siempre y cuyo nombre es “Santo”: / Habito en un lugar alto y sagrado, / pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, / para reanimar a los humildes, / para reanimar el corazón quebrantado.

Notas exegéticas[5].
Este salmo penitencial, ver 6+, tiene un estrecho parentesco con la literatura profética, sobre todo con Isaías y Ezequiel.
50 6 Totalmente puro e íntegro, Dios, al perdonar, manifiesta su poder sobre el mal y su victoria sobre el pecado.
50 12 [crea en mí] Este verbo es exclusivo de Dios y designa el acto por el cual da excelencia a algo nuevo y maravilloso, Gn 1,1; Ex 34,m 10; Is 48, 7; 65, 17; Jr 31, 21-22. La justificación del pecador es la obra divina por excelencia, análoga al acto creador, ver Ez 36, 25s. – Ver también Jr 31, 33; 32,39-40.
50 13 Se trata del principio intrínseco al hombre, pero dado por Dios, de la vida moral y religiosa, ya no individual, Sal 143, 10; Sb 1,5; 9, 17, ya de todo el pueblo, Ne 9,20; Is 63, 11; Ag 2,5.

Tres lecturas con Noel Quesson[6]
Con Israel.
 Este salmo está dedicado a David. Este pecado del rey (2 Samuel 11 y 12) que hizo matar a Urías para tomar a su mujer Betsabé y el arrepentimiento admirable de David, son el símbolo del "mal" y del "perdón". Pero en el trasfondo de este salmo, está también la destrucción trágica de Jerusalén que inaugura la deportación a Babilonia: la repercusión del pecado es colectiva: lo es también la conversión ("... vuelve a levantar los muros de Jerusalén").
Con Jesús.
Para hacer comprender la maravilla del perdón de Dios, Jesús inventó la parábola del "Hijo pródigo", y espontáneamente utilizó expresiones del salmo 50: "He pecado contra el cielo y contra ti"... Como el salmista, expresó el perdón mediante "cantos festivos" y "danzas"...
Con nuestro tiempo.
Las raíces profundas del mal. La sicología moderna ha puesto en evidencia hasta qué punto el hombre está marcado por determinismos que provienen de condicionamientos corporales, de influencias sociales, de hábitos fundados en reflejos profundos. El salmista, se sentía aplastado por el peso de los determinismos: consciente del mal que había hecho, se sentía incapaz de realizar la reparación tan deseada. Por esto pide la intervención de Dios... Descubre que la raíz del pecado antes que en la culpabilidad personal, está en la misma condición humana: "soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre".

Segunda lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-19
Hermanos:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron… Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó, desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una trasgresión como la de Adán, que era figura del que había que venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgando en virtud de un hombre, Jesucristo, se ha desbordado sobre todos. Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno: pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados, acabó en justicia. Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo. En resumen: lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos. Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[7].
 Por una persona entró el pecado en el mundo.
1 Co 15, 21-22: Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados.
Sb 2, 23-24:Dios creó al hombre incorruptible / y lo hizo a imagen de su propio ser; / mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, / y la experimentan los de su bando.
Gn 3, 17: A Adán le dijo: “Por haber hecho caso a tu mujer / y haber comido del árbol del que te prohibí, / maldito el suelo por tu culpa: / comerás de él con fatiga mientras vivas”.
Gn 3, 19: “Comerás el pan con sudor de tu frente, / hasta que vuelvas a la tierra, / porque de ella fuiste sacado; pues eres polvo y al polvo volverás”.
Rm 6, 23: Porque la paga del pecado es la muerte, mientras que el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Rm 3, 23: Y ahora, ¿dónde está la gloria? Queda eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿De la ley de las obras? No, sino en virtud de la ley de la fe.
Rm 4, 15: Pues la ley provoca ira; ya que donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Rm 7, 7: Entonces, ¿qué diremos?, ¿Qué la ley es pecado? ¡En absoluto! Pero ocurre que yo no he conocido el pecado sino a través de la ley. Pues yo no habría conocido el deseo, si la ley no dijera: No desearás.
Por la obediencia de uno todos serán constituidos justos.
Is 53, 11: Port trabajos de su alma verá la luz, / el justo se saciará de conocimiento. / Mi siervo justificará a muchos, / porque cargó con los crímenes de ellos.

Notas exegéticas[8]:
5, 12 (a) El pecado habita en el hombre, Rm 7, 14-24, más como la muerte, castigo del pecado, ha entrado en el mundo a consecuencia del pecado de Adán, Sb 2, 24, Pablo deduce que el mismo pecado ha entrado en la humanidad por medio de esta falta inicial; es la doctrina del pecado original que interesa aquí al Apóstol por el paralelismo que ofrece entre la obra nefasta del primer Adán y la reparación sobreabundante del “último Adán”, vv. 15-19; 1 Co 15,21-25. Si Cristo salva a la humanidad, lo hace como “nuevo Adán”, imagen según la cual restaura Dios su creación. Rm 8,29; 2 Co 5, 17ss.
5 12 (b) El pecado separa al hombre de Dios. Esta separación es la “muerte”, muerte espiritual y “eterna”, cuya señal es la muerte física, ver Sb 1, 13; 2, 24; Hb 6, 1ss.
5 12 (c) La proposición del v. 12 d se puede interpretar como oración de relativo (“por lo cual”), o como una circunstancial causal (“por cuanto”, “por el hecho de que”), o consecutiva (“ya que”). La traducción propuesta aquí expresa el interés de Pablo en subrayar el hecho universal del pecado desde el principio: 1º pecado de uno solo (vv.12.15.17). 2º que tiene como consecuencia la muerte de todos (vv.12.13.17). 3º seguidamente la situación de pecado (vv.12.19), 4º y finalmente, la venida de la ley mosaica y su función (vv.13.20).
5 14 “figuras” ver 2 Co 10, 6, semejante pero imperfecta. Por lo mismo, la comparación, esbozada en el v. 12 e interrumpida por el largo paréntesis de los vv. 13 y 14 se transforma en v. 15 en un contraste.
5 15 Este “todos” incluye a todos los hombres, ver v.18; ver Mt 20, 28.
5 18 Tras los argumentos a fortiori de los tres versos precedentes Pablo retoma la comparación del v. 12
5 19 No sólo es el Juicio Final (para Pablo la justificación es actual, ver 5, 1, etc.), sino conforme los hombres van renaciendo en Cristo.

Comentario revista Homilética[9]
-San Pablo lee toda la Biblia, comenzando en los primeros capítulos del Genésis desde la perspectiva de Cristo.
Adán: contrapeso a Cristo.
No hay proporción entre:
El delito de Adán (muerte) y el don de Cristo (vida).
El pecado de Adán (condena) y la gracia de Cristo.
Adán (desobediencia) y Cristo (obediencia).
En estos dos modelos estamos todos:
Por la desobediencia de Adán todos somos pecadores.
Por la obediencia de Cristo todos hemos sido justificados.

-Centro de la teología paulina:
Cristo Jesús, con quien el creyente se vincula.

Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 1-11
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo para ser tentado por el diablo. Y, después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se el acercó y le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Pero él le contestó:
-Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en tus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras.
Jesús le dijo:
-También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”.
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
-Todo esto te daré, si te postras y me adoras.
Entonces le dijo Jesús:
-Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás, y a él solo darás culto”.
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
Palabra del Señor.

Los dichos de Jesús (Fuente Q)[10]
Q 4, 1 Jesús fue llevado [al] desierto por el Espíritu.
Q 4, 2 [para ser] tentado por el diablo. Y “no comió nada” durante cuarenta días, … sintió hambre.
Q 4, 3 Y le dijo el diablo: Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes.
Q 4, 4 Y Jesús [le] respondió: Está escrito: No solo de pan vivirá el ser humano.
Q 4, 9 [El diablo] le llevó a Jerusalén y le puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo.
Q 4, 10 Pues está escrito: Dará órdenes a sus ángeles sobre ti
Q 4, 11 y te tomarán en sus manos, para que tu pie no tropiece con la roca.
Q 4, 12 Y Jesús le [respondió] diciendo: Está escrito: No pondrás a prueba al Señor, tu Dios.
Q 4, 5 Y el diablo lo llevó a un monte [muy alto] y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria,
Q 4, 6 y le dijo: Todo esto te daré,
Q 4, 7 si te postras ante mí.
Q 4, 8 Y Jesús le [respondió] diciendo: Está escrito: Ante el Señor tu Dios te postrarás y solo a Él le darás culto.
Q 4, 13 Y el diablo le dejó.

Evangelios paralelos[11]
// Mc 1, 12-13: A continuación, el Espíritu lo empujó al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles le servían.
// Lc 4, 1-13: Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús le contestó: “Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”. Después llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: “Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo”. Respondiendo Jesús, le dijo: “Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”. Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles también. “te sostendrán sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”. Respondiendo Jesús, le dijo: “Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”. Acabada toda la tentación se marchó hasta otra ocasión.

Textos paralelos[12].
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto.
Dt 8, 2: Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho re correr estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: si observas sus preceptos o no.

El tentador se acercó:
Hb 2, 18: Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.
Hb 4,15: No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado.
Ex 24,18: Moisés se adentró en la nube y subió a la montaña. Moisés estuvo en la montaña cuarenta días y cuarenta noches.
Ex 34, 28: Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las Diez Palabras.
Dt 9, 9: Cuando yo subí al monte a recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que concertó el Señor con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua.
1 Re 19,8: Elías se levantó, comió, bebió y, con la fuerza de aquella comida, caminó cuarenta días y cuanta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.
Jb 2, 6: El Señor respondió a Satán: “Haz lo que quieras con él, pero respétale la vida”.
No solo de pan vive el hombre.
Dt 8, 3: El te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte  reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios.
Sb 16, 23: Así aprenderán los hijos queridos, Señor, / que la variedad de frutos no alimenta al hombre, / sino tu palabra, que mantiene a los que creen en ti.
Lo puso sobre el alero del templo.
Dn 3,28: Has decretado sentencias justas / en todo lo que has hecho caer sobre nosotros / sobre la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén, / pues lo has hecho con rectitud y justicia / a causa de nuestros pecados.
A sus ángeles te encomendará.
Sal 91, 11-12: No se te acercará la desgracia, / ni la plaga llegará a tu tienda, / porque a sus ángeles ha dado órdenes / para que te guarden en tus caminos. / Te llevarán en sus palmas, / para que tu pie no tropiece en la piedra, / caminarás sobre áspides y víboras, / pisotearás leones y dragones.
No tentarás al Señor tu Dios.
Dt 6,16: No tentaréis al Señor, vuestro Dios, como lo habéis tentado en Masá.
Ap 21,10: Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios.
Dt 34,1-4: Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan.
Todo esto te daré.
Mt 16, 23: Jesús se volvió y dijo a Pedro: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios”.
Dt 6, 13: Al Señor tu Dios, temerás, a él servirás y en su nombre jurarás.
1 Re 19, 5: [Elías] se recostó y quedó dormido bajo la retama, pero un ángel lo tocó y dijo: “Levántate y come”.
Mt 26, 53: ¿Piensas tú que no puedo acudir a mi Padre? Él me mandaría enseguida más de doce legiones de ángeles.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[13].
4 Jesús es conducido al desierto para ser allí tentado durante cuarenta días, como lo había sido antes Israel durante cuarenta años. Dt 8,2-4; ver Nm 14,34. Allí sufre tres tentaciones, subrayadas por tres citas tomadas del Dt 6-8, capítulos dominados (como la ética de Mateo) por el mandamiento de amar a Dios: Dt 6,5. Las tres tentaciones, a primera vista enigmáticas, pueden entenderse (a la luz de la interpretación tradicional judía de Dt 6, 5) como tentaciones contra el amor de Dios, valor supremo: a) No amar a Dios “con todo el corazón”, esto es, no someter a Dios tus deseos interiores, revelarse contra el alimento divino. b) No amar a Dios con “toda el alma·”, esto es, con tu vida, con tu cuerpo físico hasta el extremo del martirio si es preciso. c) No amar a Dios “con todas las fuerzas”, esto es, con tus riquezas, lo que se posee, los bienes exteriores. Al final Jesús se muestra como uno que ama a Dios perfectamente.
4 1 (a) El Espíritu Santo, “Soplo” y energía creadora de Dios, que dirigía a los profetas, Is 11, 2; Jc 3,10, va a dirigir ahora a Jesús mismo en el cumplimiento de su misión, ver 3, 16; Lc 4,1, como más tarde dirigirá los comienzos y el desarrollo de la Iglesia, Hch 1,8.
4 1 (b) Este nombre, que quiere decir Acusador, Calumniador, ha traducido a veces  el hebreo Satán (Adversario), Jb 1,6; ver Sb 2,24. El personaje que lo lleva es considerado responsable de todo lo que obstaculiza la obra de Dios y de Cristo: 13,39; Jn 8, 44; 13,2; Hch 10,38; Ef 6, 11; 1 Jn 3, 8; etc. Su derrota significará la victoria final de Dios, Mt 25,41; Hb 2, 14; Ap 12,9; 20,2.10.
4 3 El título bíblico de “Hijo de Dios” no expresa necesariamente una filiación de naturaleza, sino que puede indicar simplemente una filiación adoptiva resultante de una elección divina que establece entre Dios y su criatura relaciones de una protección particular. Así este título es aplicado a los ángeles, Jb 1,6, al pueblo elegido, Ex 4,22; Sb 18,13, a los israelitas Dt 14,1; Os 2,1; ver Mt 5,9.45, etc., a sus jefes Sal 82,6. Por tanto, cuando se dice del Rey Mesías 1 Cro 17, 13; Sal 2,7; 89, 27, no exige que este sea más que humano, y no es necesario suponer más en el pensamiento de Satán. Mt 4, 3.6, de los endemoniados Mc 3,11; 5,7; Lc 4,41, a fortiori del centurión Mc 15, 39, ver Lc 23,47. Incluso las palabras del Bautismo Mt 3,17 y de la Transfiguración 17, 5, no implicarían de suyo más que el favor especial otorgado al Mesías-Siervo y la pregunta del sumo sacerdote 26, 643 no parece que va más allá de esta significación mesiánica. Pero el titulo “Hijo de Dios” queda abierto en otros pasajes a la significación más elevada de una filiación propiamente dicha, y Jesús lo ha sugerido claramente al designarse como Hijo, 21,37, superior a los ángeles, 24,36, que tiene a Dios por Padre a título enteramente especial Jn 20, 17 y ver Padre mío, Mt 7,21, etc., porque sostiene con él relaciones únicas de conocimiento y de amor. Mt 11,2y. Estas declaraciones apoyadas por otras sobre el rango divino del Mesías 22, 42-46, y sobre el origen celestial del Hijo del hombre, 8, 20, confirmadas finalmente por el título de la Resurrección, han dado a la expresión  Hijo de Dios el sentido propiamente divino que se encontrará, pro ejemplo, en San Juan, Jn 1,18. Si los discípulos no tuvieron clara conciencia de ello en vida de Je´sus (los textos de Mt 14, 33 y 16,16, al añadir esta expresión al texto más primitivo de Mc reflejan sin duda una fe más evolucionada), la fe que definitivamente adquirieron después de Pascua, con la ayuda del Espíritu Santo, se apoya no menos realmente en las palabras históricas del Maestro que expresó hasta donde podían captarlo sus contemporáneos, su conciencia de ser Hijo propio del Padre.
4 4 Mateo cita Dt 8, 3 según el griego; el texto hebreo no es tan preciso: “…de todo lo que sale de la boca de Yahvé”.
4 5 Podría tratarse de la cornisa superior de una de las grandes puertas de donde se esperaba que Jesús se tirase para demostrar su mesianismo ante la muchedumbre que habitualmente se arremolinaba en ese lugar, 4 6. El Sal 91, 11-12 es citado según el griego. Como Dt 8, 3, estas palabras del salmo no se referían precisamente al Mesías, sino a todo israelita fiel que solo espera ayuda de Dios.
4 7 Tentar a Dios es un tema recurrente en el AT (Ex 17,2-7; Nm 14,22; Sal 78, 18, etc.) con dos sentidos complementarios: desobedecerle para ver hasta donde llega su paciencia o, como aquí, valerse de su bondad con fines interesados.
4 9 Este verbo denota un acto de sumisión total de consecuencias concretas e inmediatas (ver 2, 2; 8, 2; 9, 18; Gn 37, 7-10). Idéntico sentido en 28, 17.
4 11 Este verbo significa servir la mesa, dar de comer (ver 8, 15). A Jesús le atienden ángeles (“mensajeros” de Dios) y le ofrecen comida que él había rechazado previamente desoyendo las palabras del diablo. Enseñará a sus discípulos a pedirla y recibirla igualmente del Padre (6, 11).

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[14]:
4 1-11 Las llamadas “tres tentaciones” – experiencia personal del Hijo de Dios que, en su humanidad, se vio sometido a pruebas (eso es una tentación) –, son variantes del mismo ataque diabólico, tendente a hacer que Jesús se presentara como Mesías político y predicara el Evangelio con métodos de “mundo”. Del texto de Mt, en el que abundan los presentes históricos, no puede deducirse si se trata de visiones corporales y tangibles o de visiones imaginarias experimentadas en la psicología humana de Jesús.
3 El tentador…: lit. y habiéndose acercado el tentador dijo a él.
Hasta en el Calvario se repite ese estribillo tentador: “Si… eres [el] Hijo de Dios…”. La forma gramatical griega es la de una oración condicional real: “Si eres, efectivamente, [el] Hijo de Dios”. El Hijo: porque se trata del Hijo de Dios por excelencia. Algunos opinan que el tentador pedía a Jesús, nuevo Moisés, algo parecido a un nuevo milagro del maná.
4 En respuesta dijo: lit. habiendo respondido dijo.
Está escrito: tiempo verbal griego de perfecto: “Se escribió en el pasado, y ahora sigue vigente esa escritura”.
5-6 La ciudad santa es Jerusalén. Frente a un camino fácil para atraer a las masas – lo espectacular – Jesús se adhiere a la voluntad del Padre, que quiere ganar cada corazón humano por la conversión y renovación de vida.
10 Servirás: o bien darás culto.
11 Se acercaron para asistirle (lit. se acercaron y servían a él). “Asistir” tiene el significado primitivo de servir a la mesa.
A continuación v. 12-17 Contra lo sugerido por el demonio, Jesús comienza su apostolado con medios humildes, obediente al Padre.

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[15]:
4, 1-11 Cristo oró y ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches para prepararse a su ministerio. En las Escrituras, el número cuarenta simboliza un periodo de espera y de preparación. Moisés pasó cuarenta días y cuarenta noches en la montaña para prepararse para recibir la Ley (cf. Ex 34, 28), y Elías pasó cuarenta días en el desierto para prepararse para su misión (cf. 1 Re 19, 5-8). Los israelitas anduvieron errantes por el desierto durante cuarenta años para prepararse a la tierra prometida (cf. Dt 8, 1-6). A diferencia de los israelitas, que a menudo, caían en el pecado, Cristo salió victorioso en previsión de su victoria sobre el pecado y la muerte en el misterio pascual. Esto es rememorado durante la Cuaresma y el Triduo pascual, que incluye un periodo de cuarenta días de oración, ayuno y mortificación, como preparación para la resurrección de Cristo en la Pascua. Estas prácticas penitenciales constituyen también medios sobrenaturales para extender el reino de Dios en el mundo. Cat 333, 394, 538, 540.
4, 1 Tentado por el diablo: el diablo intentó desviar a Cristo de su misión, que era cumplir la voluntad del Padre. La oración es necesaria para vencer las tentaciones del diablo (cat. 394 y 2849). a diferencia de Adán que sucumbió a la tentación, Cristo, el nuevo Adán, superó la tentación (cat. 539). Cristo es “en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado”; aunque experimentó la tentación, su voluntad humana estaba perfectamente conformada con la voluntad de su Padre que no cometió pecado (cat. 470, 475, 482, 2849).
4, 2 El ayuno es un medio de preparación espiritual, disciplina y penitencia, que se practica sobre todo durante el tiempo de Cuaresma. Los católicos de rito latino están obligados a ayunar el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y durante la hora previa a recibir la Sagrada Comunión. También se recomienda ayunar como práctica piadosa en otros momentos, según a uno le parezca (cat. 1387).
4, 4 No solo de pan: en la oración del Padrenuestro pedimos a Dios: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Dependemos de Dios para todas nuestras necesidades y reconocemos que, en último término, nuestro corazón hambrea a Dios mismo (2835).
4, 10 Cristo recordó el primer y segundo mandamiento del Decálogo y la Shemá (cf. Dt 6, 4-9). Adorar a Dios correctamente es cumplir con la virtud de la religión en obediencia al primer mandamiento. Satanás significa “adversario” y “oponente”, en hebreo y arameo (cat. 2083 y 2135).

San Jerónimo. Comentario al Evangelio de san Mateo. 4[16].
Para ser tentado por el diablo. Es conducido no a pesar suyo ni como cautivo, sino con la voluntad de luchar.
Cuarenta días. En este número se manifiesta el misterio de la cuarentena, durante este lapso Moisés ayunó en el monte Sinaí y Elías junto al monte Horeb. El cuerpo es sometido al hambre para dar al diablo la ocasión de tentación.
No solo de pan vive el hombre. El Señor respondió así porque su intención era vencer al diablo por la humildad y no por el poder.
El que no se alimenta de la Palabra de Dios, no vive.
Lo puso en el alero del templo. Después de haberlo tentado con el hambre, lo tienta en la vanagloria.
Tírate abajo. Palabras del diablo, que siempre desea que todos caigan. Tírate, dice; puede persuadir, pero no precipitar.
A los ángeles te encomendará. Por tanto el diablo interpreta mal las Escrituras. Sin duda, si hubiera sábado verdaderamente que este salmo estaba escrito acerca del Salvador, debería haber agregado lo que sigue, que está dirigido contra él mismo: Pisarás sobre el león y la víbora, hollarás el leoncillo y al dragón. Habla de la ayuda de los ángeles como interpelando a un ser débil pero asuto como es, calla que será pisoteado.
No tentarás al Señor tu Dios. Destroza las flechas falsas que el diablo toma de las Escrituras con los escudos verdaderos de las Escrituras.
Le lleva el diablo a un monte muy alto. El Señor descendió a los lugares bajos y a las llanuras para vencer al diablo por la humildad.
Si postrándote me adoras. Por tanto el que va a adorar al diablo ya se está desmoronando.
Apártate Satanás. Vete al fuego eterno preparado para ti y tus ángeles.
Al Señor tu Dios adorarás. El diablo dice al Salvador: Si postrándote me adoras, y escucha que más bien es él quien debe adorarlo como su Señor y su Dios.
Se acercaron los ángeles y le servían. La tentación precede, para que siga la victoria. Los ángeles le sirven para demostrar la dignidad del vencedor

Comentarios patrísticos[17]:
.San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 13,1.
Y ciertamente lo maravilloso es que le lleva el Espíritu Santo – así lo afirma expresamente el Evangelio –. Y es que, como el Señor todo lo hacía y sufría para nuestra enseñanza, quiso también ser conducido al desierto y trabar allí combate contra el diablo, a fin de que los bautizados, si después del bautismo sufren mayores tentaciones, no se turben por ello, como si fuera cosa que no era de esperar. No, no hay que turbarse, sino permanecer firme y soportarlo generosamente como la cosa más natural del mundo.
San Hilario de Poitiers. Sobre el Ev. de Mateo, 3, 1-2.
El haber sido conducido al desierto significa la libertad del Espíritu Santo, que siempre libera su humanidad del diablo. Él no tenía hambre del alimento de los hombres, sino de su salvación. En efecto, tuvo hambre después de los cuarenta días, no durante ellos; tampoco Moisés y Elías tuvieron hambre durante el mismo periodo de días.
San Máximo de Turín. Sermones, 51,2.
Quien se alimenta de la palabra de Cristo no necesita comida terrena. Tampoco puede desear el pan mundano quien se sacia con el pan del Salvador. En efecto, el Señor tiene su propio pan, es más, el Salvador mismo es el pan, como enseñó al decir: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo” (Jn 6, 41). De este mismo pan dice también el profeta: “El pan fortalece el corazón del hombre” (Sal 104, 15).
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 13,3.
¿Cómo es que el diablo incita cada tentación con las palabras: “Si eres Hijo de Dios”? Lo que hizo con nuestros primeros padres, eso mismo hace aquí. Alllí calumnió a Dios diciéndoles: “No, el mismo día en que comiereis se os abrirán los ojos”. Con lo que les quería dar a entender que habían sido engañados y eran unos ilusos, y que no le debían beneficio alguno. Aquí también viene a significar lo mismo, como si le dijera al Señor: “Vanamente te ha dado Dios nombre de Hijo, y te ha burlado con semejante don. Y, si, esto no es así, dame la prueba de que tú tienes el poder que corresponde al Hijo de Dios”.
No tentarás al Señor tu Dios. Es que quería enseñarnos que al diablo hay que vencerle no por medio de milagros, sino por la paciencia y la longanimidad; y que, por otra parte, nada absolutamente debemos hacer por ostentación y ambición de gloria.
San Hilario de Poitiers. Sobre el Ev. de Mateo, 3, 5.
Después de la huida del diablo, los ángeles se pusieron a servir a Cristo. Esto significa que si nosotros vencemos y pisoteamos la cabeza del diablo, tampoco a nosotros nos faltarán el servicio de los ángeles y de sus beneficios celestes.

San Agustín. Comentario al salmo 90, II 6-7[18].
¿Por qué entonces, no hizo el milagro? Para enseñarte cómo debes responder al tentador. Suponte que te hallas afligido. Se te acerca el tentador y te sugiere: “Si fueras cristiano y en verdad pertenecieras a Cristo, ¿te abandonaría en este apuro? ¿No te hubiese enviado socorro?”. Quizá el médico está todavía sajando, y por eso te abandona; pero no te abandona. De la misma manera que Pablo no fue escuchado porque fue escuchado. En efecto, Pablo dice que no se le escuchó a propósito del aguijón de su carne, el ángel de Satanás, por quien decía que era abofeteado: Por lo cual rogué tres veces al Señor que me lo quitase y me respondió: Te basta mi gracia, pues la fortaleza llega a su plenitud en la debilidad (2 Cor 12, 7-9). Es como si el enfermo dijera al médico que le aplicó un cataplasma: “Este emplasto me molesta; te ruego que me lo quites”. El médico le responderá: “No, es necesario que lo tengas aún más tiempo; de otro modo no podrás curar”. El médico no escuchó al enfermo en ese deseo, porque le escuchó en su ansia de salud. Por tanto, hermanos, sed fuertes. Si alguna vez os veis tentados por alguna estrechez, es Dios quien os azota para probaros, él que os ha preparado y os reserva la herencia eterna. No permitáis que el diablo os diga: “Si fueses justo, ¿acaso no te mandaría Dios el pan por medio de un cuervo como lo mandó a Elías? (1 Re 17,6) ¿Acaso no has leído las palabras: nunca he visto al justo abandonado, ni a su descendencia mendigar el pan (Sal 36, 25).

Juan de Ávila. Domingo I de Cuaresma.[19]:
7. Una guerra traemos en la que nos va el ánima; guerra de mucha importancia es y negocio en que todo nuestro corazón debíamos ocupar, y oficio en el cual nos habíamos de hacer ejercitados. No lo hacemos ansí, somos muy flojos, ocupándonos en otras cosas que menos nos va, abrimos nuestros corazones para que Dios nos ayude en otros negocios y olvidamos éste, yéndonos tanto en él. No es bien hecho; descuidámonos, como si no tuviésemos guerra. ¿Y qué perdemos? Abrimos nuestra puerta y casa; señal es que tenemos poco que perder y lo dejamos abierto. Lo que mucho amamos y en mucho tenemos, mucho lo guardamos y mucho recado ponemos en ello, porque no se pierda. Grande señal y la más cierta que tienes a Dios es si temes mucho de lo perder y te guardas las cosas que te pueden apartar de Él, por grande que sea.
10. ¡Qué de promesas hace!, ¡qué de apariencias nos pone para que creamos! Y en todo miente. Quien es nada no puede dar algo, y si algo da, es lo que él tiene, que es fuego y infierno. Convídate a deleites; dice que no se han de acabar, que te subirá a grandes honras, que te dará grandes riquezas, que te prosperará en esta vida. Y en todo falta, porque en nada tiene poder, ni puede dar sino de lo que él tiene, que es arder en los fuegos artificiales.
17. ¡Qué de personas, qué de corazones hay flojos y quejosos, porque son tentados, como los así tentados se aflojen y descontenten; como si esto lo permitiese Dios para daño suyo! Tened paciencia en los trabajos y tentaciones, pues es cierto que el Señor los permite por vuestro bien. ¿Cómo coronará Dios vuestros trabajos sin paciencia? ¿Cómo te coronará Dios si en todo se hace tu voluntad, la cual está inclinada a no padecer? Espera y llégate debajo de la sombra de las alas de Dios, y en todo serás ayudado y de todos los males y peligros librado. Verdaderamente te ama y procura tu bien. Padre tuyo es y buen padre; a todos ayuda, y hace bien a los que en Él esperan.
18. Por eso digo que el afligirte Dios y permitir que seas gravemente tentado, consiéntelo Su Majestad por dos cosas que de ello se siguen: por la gloria que le das a Él en esperar en Él y darle la honra de la victoria, y también por provecho tuyo, pues conoces tu flaqueza y te conservas en humildad.
22. Llámase día malo el de la tentación por el trabajo que el tentado padece en resistir y por el gran peligro en que está durante la tentación. […] esfuérzate tú, hermano, con el favor del Señor, para vencer, considerando que mayor es el placer que ternás de haber vencido que la pena que padeces cuando eres tentado.
24. Dice más San Pedro: Vigilate (1 Pe 5, 8). Habíasenos de pasar la mayor parte de la noche velando y rogando a Dios nos librase de este enemigo y nos diese fuerza para echar de nosotros todo mal, pues nuestro enemigo no duerme, antes siempre está velándonos, cuándo descubriremos una hebilleta por donde nos pueda herir y inflicionar con sus tentaciones.
25. Curas, prelados, mirad y velad, catad que el demonio sabe que el bien de otros pende de vosotros y de vuestro ejemplo. Trabaja mucho por derribaros y hace que contra vosotros se acueste la mayor fuerza de sus engaños, pues derribando a vosotros, juntamente derriba a otros muchos. […] Porque derribado el capitán, en quien todos tienen los ojos, luego desmayan. Y por eso la caída de los tales es más procurada y deseada del demonio que la de los otros hombres, porque no va tanto en ella. Y por tener guerra contra él no te has de espantar ni acobardar, pues es cierto que el día que hiciste paz con el Señor, ése mesmo heciste guerra con el demonio. Si el demonio es poderoso para te vencer y engañar, más fuerte y sabio es Dios para te defender. Más te ayuda Dios que él te tentará.

Comentario de José Luis Sicre[20]
 -Mateo estaba acostumbrado a leer y comentar las tentaciones de Jesús en el desierto.
-Se relacionan directamente con el bautismo y explican cómo entiende Jesús esa filiación divina que ha proclamado la voz del cielo.
-Cuando conoció el evangelio de Marcos:
Advirtió que las contaba de forma brevísima, enigmática, no las detallaba.
Prefirió atenerse a lo que contaban los Dichos de Jesús [Fuente Q].
-Lo lógico es que después del bautismo Jesús se dedique de inmediato a anunciar la buena noticia a los que sufren.
Sin embargo el Espíritu lo empuja al desierto para ser tentado por el diablo.
¿Por qué quiere el Espíritu que lo tiente el diablo?
Las tentaciones pretenden decirnos cómo entiende Jesús su filiación divina.
Las dos primeras tentaciones comienzan con las palabras: “Si eres Hijo de Dios”.
-Primera tentación: el pan.
Utilizar el poder en beneficio propio.
Tentación de las necesidades imperiosas:
Experiencia del pueblo de Israel durante el desierto.
Debería haber aprendido:
Confiar en la providencia.
Vivir es mucho más amplio y profundo que satisfacer las necesidades primarias: alimentarse de la Palabra.
El pueblo no aprendió la lección.
Jesús tiene aprendida la lección que el pueblo no asimiló durante años:
No utiliza el poder en beneficio propio.
Tiene una visión amplia y profunda de la vida.
-Segunda tentación: tirarse desde el pináculo del templo.
Solo ante el tentador y los ángeles, sin la muchedumbre como espectadora.
Pedir pruebas que corroboren la misión encomendada:
Típico en el Antiguo Testamento: Moisés (Ex 4,1-7), Gedeón (Ju 6, 36 -40), Saúl (1 Sm 10, 2-5) y Acaz (Is 7, 10-14).
Dios concede un signo milagroso al elegido como respuesta al miedo y la incertidumbre.
Derecho al que Jesús renuncia.
Respuesta de Jesús, citando Deuteronomio: “No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Tentación” (Masá):
En el desierto el pueblo duda de la presencia y protección de Dios.
Cualquier petición de signos y prodigios implica dudar de la protección divina.
Jesús confía plenamente en Dios, no quiere ni pide signos.
-Tercera tentación: el dominio mundial.
Deseo de tener todo el poder y gloria del mundo.
Los profetas y salmos hablan del dominio universal que le concede Dios.
Ansia de poder y gloria:
Todos nos creamos a menudo pequeños ídolos ante los que nos postramos y damos culto.
-El servicio de los ángeles:
Marcos: durante los cuarenta días de estancia en el desierto.
Mateo: en el momento final, modificando el relato de Marcos.
Lucas: no ofrece este detalle.
-Tentaciones de Jesús:
Mateo: Pedro (Mt 16, 23) y las autoridades judías (Mt 27,40) le tientan.
Juan: sin mencionarlas se refiere a ellas durante la vida de Jesús, la más fuerte es la del poder, cuando los galileos intentan nombrarlo rey.
Son un hecho en la vida de Jesús, más por culpa de los hombres / diablo.
A lo largo de su vida Jesús rechazó la tentación de:
Utilizar su poder en beneficio propio.
Pedir pruebas a Dios.
Hacerse con la gloria del mundo.
Un ejemplo para todos los que formamos la Iglesia.




[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.  
[2] Ib. 
[3] Homilética. 2020/2. Sal Terrae.  
[4] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[5] Ib. 
[6] Noel Quesson. 50 salmos para todas los días. Tomo I. Paulinas. Bogotá (Colombia). 1988. https://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/07A/marco_domingo_07A.htm
[7] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[9] Homilética. 2020/1. Sal Terrae. Pgs. 77
[10] Guijarro, Santiago. Los dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.
[11] Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  BAC. Madrid. 2016.
[12] Indicaciones Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. Texto Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  
[13] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[14] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[15] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[16] San Jerónimo. Comentario al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[17] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[18] Pío de Luis, OSA. Comentarios de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[19] San Juan de Ávila. Obras Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pg.643
[20] José Luis Sicre. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino. Pamplona. 2019.