Primera lectura.
Lectura del
libro del Génesis 2, 7-9; 3,1-7
El Señor Dios
modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y
el hombre se convirtió en ser vivo. Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén,
hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo
brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para
comer; además, el árbol de la ida en mitad del jardín, y el árbol del
conocimiento del bien y el mal. La serpiente era más astuta que las demás
bestias del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer:
-¿Conque Dios os
ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?
La mujer
contestó a la serpiente:
-Podemos comer
los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en
mitad del jardín no nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo
contrario moriréis?
La serpiente
replicó a la mujer:
-No, no moriréis;
es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y
seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal.
Entonces la
mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y
deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se
lo dio a su marido, que también comió. Se les abrieron los ojos a los dos y
descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se la
ciñeron.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[1].
Entonces Yahvé Dios modeló
al hombre con polvo del suelo
Qo 3, 20s: Todos caminan al mismo lugar,
todos vienen del polvo y todos vuelven al polvo.
Qo 12, 7: Y el polvo vuelva a la tierra que
fue, y el espíritu vuelva al Dios que lo dio.
Sb 15, 8-11: Luego, malgastando esfuerzos,
modela un dios falso con el mismo barro; / lo modela uno que poco antes nació
de la tierra / y que pronto regresará al lugar de donde fue sacado / cuando le
reclamen la vida prestada. / Pero no le preocupa tener que morir / ni que su
vida sea efímera, / sino que compite con orfebres y plateros, / imita a los que
forjan el bronce / y presume de modelar figuras falsas. / Su corazón es ceniza,
/ su esperanza, más vulgar que la tierra / y su vida, más despreciable que el
barro, / porque desconoce al que lo modeló, / al que le infundió un alma activa
/ y le insufló un aliento vital.
Sal 104, 29s: Escondes tu rostro, y se espantan
/ les retiras el aliento, y expiran / y vuelven a ser polvo.
Jb 34, 14-15: Si decidiera por cuenta propia
/ retirar su espíritu y su aliento, / dejarían de respirar los vivientes, / y
volverían los humanos al polvo.
Plantó Yahvé un jardín en Edén:
Jb 33, 4: El soplo de Dios me formó, / el
aliento del Todopoderoso me dio vida.
1 Cor 15, 45: Efectivamente, así está
escrito: el primer hombre, Adán, se convirtió en ser viviente. El último Adán,
en espíritu vivificante.
La serpiente era el más astuto de todos los animales:
Sb 2, 23-24: Dios creó al hombre incorruptible
/ y lo hizo a imagen de su propio ser; / mas por envidia del diablo entró la
muerte en el mundo, / y la experimentan los de su bando.
Jn 8, 44: Vosotros sois de vuestro padre el
diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el
principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando dice
la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira.
Ap 12, 9: Y fue precipitado el gran dragón,
la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo
entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.
20, 2: Sujetó al dragón, la antigua serpiente,
o sea, el Diablo o Satanás, y lo encadenó por mil años.
Rm 5, 12-21: Por lo tanto, lo mismo que por
un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la
muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.
No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte:
Gn 2, 17: Pero del árbol del conocimiento
del bien y el mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que
morir.
Gn 3, 22: Y el Señor Dios dijo: “He aquí que
el hombre se ha hecho como uno de nosotros en el conocimiento del bien y el mal
no vaya ahora a alargar su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él
y viva para siempre.
Notas exegéticas[2].
2 7 (a) El hombre ‘adam, viene del suelo, ‘adamâ, ver 3, 19.
Este nombre colecgtivo será el nombre propio del primer ser humano, Adán, ver
4, 25; 5, 12
2 7 (b) Es la palabra nefes, que designa al ser animado por un
soplo (también manifestado por el “espíritu”, ruah, 6, 17; Is 11, 2),
ver Sal 6, 5.
2 8 “Jardín” se traduce por “paraíso” en la versión griega, y luego en
toda la tradición literaria. “Edén” es un nombre geográfico imposible de
localizar, y tal vez, significa “estepa”. Podría compararse con el bit adimi
asirio-babilónico, región a orillas del Éufrates de la que hablan también
algunos textos bíblicos, Am 1,5; 2 Re 19, 12; Is 37, 12; Ez 27, 23. Pero los
israelitas interpretaron la palabra según la raíz hebrea dn “delicias”.
La distinción entre Edén y el jardín, expresada aquí y en el v.10, se difumina
luego; se habla de “jardín de Edén·, v. 15; 3, 23.24. En Ez 28, 13 y 31,9. Edén
es el “jardín de Dios” y en Is 51,3 Edén, el “jardín de Dios”, se corresponde
al desierto y a la estepa.
2 9 Símbolo de la inmortalidad, ver 3, 22. Sobre el árbol de la
ciencia del bien y del mal, ver v. 17ss.
3 1 ¿Sirve la serpiente de disfraz a un ser hostil a Dios y enemigo
del hombre? Es sabido que la tradición sapiencial, y luego el NT y toda la
tradición cristiana, han reconocido en ella al Adversario (o Tentador), al Diablo,
véase Jb 1,6ss. En favor de esta identificación se puede aducir que la
serpiente quiere rebatir la prohibición divina, haciendo ver que Dios intenta
ocultar al hombre y a la mujer lo que ocurrirá si comen de la fruta prohibida;
pero está en tensión con la descripción que la presenta como un simple animal,
aunque astuto, y con la condena a caminar sobre su vientre y comer polvo, v.
14. Quizá la intervención de un animal astuto como tentador no es más que una
manera de sugerir que el hombre y la mujer solo pueden acusarse a sí mismos por
su transgresión. El autor presentaría como un diálogo entre la serpiente y la
mujer lo que es el resultado de un proceso humano; la atracción del fruto
prohibido conduce a la transgresión: 3, 6 describe el proceso.
3 4 La serpiente interpreta la advertencia divina como indicación de
una muerte inmediata. El hombre y la mujer no morirán después de la
transgresión, como predice la serpiente, pero la muerte se convertirá en el destino
inevitable de los humanos.
3 5 Nótese la diferencia de perspectiva respecto de 1, 26-27: allí es
Dios mismo el que crea al varón y a la mujer a su imagen, aquí el “ser como
dioses” (o “como Dios”) sería una empresa humana.
3 6 Con frecuencia se ha visto el hecho de que la serpiente se dirija
a la mujer la prueba de que es más fácil de seducir que los hombres. Sin
embargo, hay que advertir que el hombre tiene un papel desdibujado en este
relato, ya que come del fruto sin plantearse ninguna pregunta.
3 7 Lo que el hombre y la mujer perciben como novedad es en realidad
una experiencia turbadora. En la conciencia de su desnudez habría ya una manifestación
del desajuste introducido por el pecado en la armonía y el orden de la
creación.
Comentario revista Homilética[3]
-Relato de la
creación del hombre y primer pecado:
Perspectiva
universal.
Refleja la
situación de la humanidad en todo momento de la historia.
-El hombre:
Modelado del
polvo de la tierra:
Su profunda
implicación en la naturaleza.
No es creado
solo:
Árbol de la
vida: símbolo de la presencia de Dios.
Árbol del bien
y del mal: la prueba.
-La serpiente:
-La serpiente:
Libro de la Sabiduría
(s. I): no es Satán.
Mitos cananeos:
asociada a los ritos de la fertilidad.
Su culto: una
de las tentaciones de Israel.
Advertencia
para que el pueblo de Israel se aleje de estos cultos.
Tentaciones del
ser humano de ayer, hoy y mañana.
Muerte: sentido
teológico / biológico.
-El bien y el mal:
Corresponde a
Dios.
-Consecuencia:
Quiebra de la
relación con Dios.
La humanidad no
puede “cubrir” su culpa y restaurar la relación con Dios.
Solo la gracia
y la misericordia de Dios pueden restaurarla y hacer que recupere la filiación
divina.
Salmo responsorial
Salmo 50
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia R/.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
Textos
paralelos[4].
2 S 11-12: el
pecado de David.
Piedad de mí, oh Dios, por tu bondad:
Ex 18, 23ss: Si haces lo que te
digo, cumplirás lo que Dios te manda y podrás resistir, y el pueblo se volverá
a casa en paz.
Pues yo reconozco mi delito:
Is 59, 12: Porque son muchas
nuestras transgresiones contra ti, / nuestros pecados testimonian contra
nosotros, / nos acompañan nuestros delitos, / y reconocemos nuestras culpas.
Ez 6, 9: Los que sobrevivan se
acordarán de mí en las naciones adonde serán llevados cautivos. Quebrantaré su
corazón adúltero que se apartó de mi, y sus ojos adúlteros, que se volvieron a
sus ídolos, y tendrán horror de sí mismos por las maldades y acciones
detestables que cometieron.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro:
Ez 11, 19-20: Les daré otro
corazón e infundiré en ellos un espíritu nuevo: les arrancaré el corazón de
piedra y les daré un corazón de carne, para que sigan mis preceptos y cumplan mis
leyes y las pongan en práctica: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Sb 1,5: Pues el espíritu educador
y santo huye del engaño, / se aleja de los pensamientos necios / y es ahuyentado
cuando llega la injusticia.
Sb 9, 17: ¿Quién conocerá tus
designios, si tú no les das sabiduría / y les envías tu santo espíritu desde lo
alto?
Rm 8, 9: Pero vosotros no estáis
en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en
vosotros; en cambio, si alguien no posee el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Rm 8, 14-16: Cuantos se dejan
llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido
un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un
Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: “¡Abba, Padre!”.
Is 57, 15 s: Porque esto dice el
Alto y Excelso, / que vive para siempre y cuyo nombre es “Santo”: / Habito en
un lugar alto y sagrado, / pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, /
para reanimar a los humildes, / para reanimar el corazón quebrantado.
Notas
exegéticas[5].
Este salmo
penitencial, ver 6+, tiene un estrecho parentesco con la literatura profética,
sobre todo con Isaías y Ezequiel.
50 6 Totalmente puro e íntegro, Dios, al perdonar, manifiesta su poder
sobre el mal y su victoria sobre el pecado.
50 12 [crea en mí] Este verbo es exclusivo de Dios y designa el acto por
el cual da excelencia a algo nuevo y maravilloso, Gn 1,1; Ex 34,m 10; Is 48, 7;
65, 17; Jr 31, 21-22. La justificación del pecador es la obra divina por
excelencia, análoga al acto creador, ver Ez 36, 25s. – Ver también Jr 31, 33;
32,39-40.
50 13 Se trata del principio intrínseco al hombre, pero dado por Dios,
de la vida moral y religiosa, ya no individual, Sal 143, 10; Sb 1,5; 9, 17, ya
de todo el pueblo, Ne 9,20; Is 63, 11; Ag 2,5.
Tres
lecturas con Noel Quesson[6]
Con Israel.
Este salmo está dedicado a David. Este pecado
del rey (2 Samuel 11 y 12) que hizo matar a Urías para tomar a su mujer Betsabé
y el arrepentimiento admirable de David, son el símbolo del "mal" y
del "perdón". Pero en el trasfondo de este salmo, está también la
destrucción trágica de Jerusalén que inaugura la deportación a Babilonia: la
repercusión del pecado es colectiva: lo es también la conversión ("...
vuelve a levantar los muros de Jerusalén").
Con Jesús.
Para hacer
comprender la maravilla del perdón de Dios, Jesús inventó la parábola del
"Hijo pródigo", y espontáneamente utilizó expresiones del salmo 50:
"He pecado contra el cielo y contra ti"... Como el salmista, expresó
el perdón mediante "cantos festivos" y "danzas"...
Con nuestro
tiempo.
Las raíces
profundas del mal. La sicología moderna ha puesto en evidencia hasta qué punto
el hombre está marcado por determinismos que provienen de condicionamientos
corporales, de influencias sociales, de hábitos fundados en reflejos profundos.
El salmista, se sentía aplastado por el peso de los determinismos: consciente
del mal que había hecho, se sentía incapaz de realizar la reparación tan
deseada. Por esto pide la intervención de Dios... Descubre que la raíz del
pecado antes que en la culpabilidad personal, está en la misma condición
humana: "soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi
madre".
Segunda
lectura.
Lectura de la
primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5,
12-19
Hermanos:
Lo mismo que por
un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la
muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron… Pues, hasta que
llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no
había ley. Pese a todo, la muerte reinó, desde Adán hasta Moisés, incluso sobre
los que no habían pecado con una trasgresión como la de Adán, que era figura
del que había que venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el
don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de
Dios y el don otorgando en virtud de un hombre, Jesucristo, se ha desbordado
sobre todos. Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno: pues
el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir
de muchos pecados, acabó en justicia. Si por el delito de uno solo la muerte inauguró
su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales
el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo,
Jesucristo. En resumen: lo mismo que por un solo delito resultó condena para
todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para
todos. Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán
constituidos justos.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[7].
Por una persona entró el
pecado en el mundo.
1 Co 15, 21-22: Si por un hombre vino la
muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren
todos, así en Cristo todos serán vivificados.
Sb 2, 23-24:Dios creó al hombre incorruptible
/ y lo hizo a imagen de su propio ser; / mas por envidia del diablo entró la
muerte en el mundo, / y la experimentan los de su bando.
Gn 3, 17: A Adán le dijo: “Por haber hecho
caso a tu mujer / y haber comido del árbol del que te prohibí, / maldito el
suelo por tu culpa: / comerás de él con fatiga mientras vivas”.
Gn 3, 19: “Comerás el pan con sudor de tu frente,
/ hasta que vuelvas a la tierra, / porque de ella fuiste sacado; pues eres
polvo y al polvo volverás”.
Rm 6, 23: Porque la paga del pecado es la
muerte, mientras que el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
Rm 3, 23: Y ahora, ¿dónde está la gloria?
Queda eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿De la ley de las obras? No, sino en
virtud de la ley de la fe.
Rm 4, 15: Pues la ley provoca ira; ya que
donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Rm 7, 7: Entonces, ¿qué diremos?, ¿Qué la ley
es pecado? ¡En absoluto! Pero ocurre que yo no he conocido el pecado sino a
través de la ley. Pues yo no habría conocido el deseo, si la ley no dijera: No desearás.
Por la obediencia de uno todos serán constituidos justos.
Is 53, 11: Port trabajos de su alma verá la
luz, / el justo se saciará de conocimiento. / Mi siervo justificará a muchos, /
porque cargó con los crímenes de ellos.
Notas exegéticas[8]:
5, 12 (a) El pecado habita en el hombre, Rm 7, 14-24,
más como la muerte, castigo del pecado, ha entrado en el mundo a consecuencia
del pecado de Adán, Sb 2, 24, Pablo deduce que el mismo pecado ha entrado en la
humanidad por medio de esta falta inicial; es la doctrina del pecado original
que interesa aquí al Apóstol por el paralelismo que ofrece entre la obra nefasta
del primer Adán y la reparación sobreabundante del “último Adán”, vv. 15-19; 1
Co 15,21-25. Si Cristo salva a la humanidad, lo hace como “nuevo Adán”, imagen según
la cual restaura Dios su creación. Rm 8,29; 2 Co 5, 17ss.
5 12 (b) El pecado separa al hombre de Dios. Esta separación
es la “muerte”, muerte espiritual y “eterna”, cuya señal es la muerte física,
ver Sb 1, 13; 2, 24; Hb 6, 1ss.
5 12 (c) La proposición del v. 12 d se puede interpretar
como oración de relativo (“por lo cual”), o como una circunstancial causal (“por
cuanto”, “por el hecho de que”), o consecutiva (“ya que”). La traducción
propuesta aquí expresa el interés de Pablo en subrayar el hecho universal del
pecado desde el principio: 1º pecado de uno solo (vv.12.15.17). 2º que tiene
como consecuencia la muerte de todos (vv.12.13.17). 3º seguidamente la
situación de pecado (vv.12.19), 4º y finalmente, la venida de la ley mosaica y
su función (vv.13.20).
5 14 “figuras” ver 2 Co 10, 6, semejante pero imperfecta. Por lo mismo, la comparación,
esbozada en el v. 12 e interrumpida por el largo paréntesis de los vv. 13 y 14
se transforma en v. 15 en un contraste.
5 15 Este “todos” incluye a todos los hombres, ver v.18; ver Mt 20, 28.
5 18 Tras los argumentos a fortiori de los tres versos precedentes Pablo
retoma la comparación del v. 12
5 19 No sólo es el Juicio Final (para Pablo la justificación es actual, ver 5,
1, etc.), sino conforme los hombres van renaciendo en Cristo.
Comentario revista Homilética[9]
-San Pablo lee toda la Biblia, comenzando
en los primeros capítulos del Genésis desde la perspectiva de Cristo.
Adán: contrapeso a Cristo.
No hay proporción entre:
El delito de Adán (muerte) y el
don de Cristo (vida).
El pecado de Adán (condena) y la
gracia de Cristo.
Adán (desobediencia) y Cristo (obediencia).
En estos dos modelos estamos
todos:
Por la desobediencia de Adán
todos somos pecadores.
Por la obediencia de Cristo todos
hemos sido justificados.
-Centro de la teología paulina:
Cristo Jesús, con quien el
creyente se vincula.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 4, 1-11
En aquel tiempo,
Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo para ser tentado por el
diablo. Y, después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin
sintió hambre. El tentador se el acercó y le dijo:
-Si eres Hijo de
Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Pero él le
contestó:
-Está escrito: “No
solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Entonces el
diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
-Si eres Hijo de
Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca
de ti y te sostendrán en tus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras.
Jesús le dijo:
-También está escrito:
“No tentarás al Señor, tu Dios”.
De nuevo el
diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria,
y le dijo:
-Todo esto te
daré, si te postras y me adoras.
Entonces le dijo
Jesús:
-Vete, Satanás,
porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás, y a él solo darás culto”.
Entonces lo dejó
el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
Palabra del Señor.
Los dichos de Jesús (Fuente Q)[10]
Q 4, 1 Jesús fue llevado [al] desierto por el
Espíritu.
Q 4, 2 [para ser] tentado por el diablo. Y “no
comió nada” durante cuarenta días, … sintió hambre.
Q 4, 3 Y le dijo el diablo: Si eres Hijo de Dios,
manda que estas piedras se conviertan en panes.
Q 4, 4 Y Jesús [le] respondió: Está escrito: No
solo de pan vivirá el ser humano.
Q 4, 9 [El diablo] le llevó a Jerusalén y le puso
en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo.
Q 4, 10 Pues está escrito: Dará órdenes a sus ángeles
sobre ti
Q 4, 11 y te tomarán en sus manos, para que tu pie
no tropiece con la roca.
Q 4, 12 Y Jesús le [respondió] diciendo: Está
escrito: No pondrás a prueba al Señor, tu Dios.
Q 4, 5 Y el diablo lo llevó a un monte [muy alto] y
le mostró todos los reinos del mundo y su gloria,
Q 4, 6 y le dijo: Todo esto te daré,
Q 4, 7 si te postras ante mí.
Q 4, 8 Y Jesús le [respondió] diciendo: Está
escrito: Ante el Señor tu Dios te postrarás y solo a Él le darás culto.
Q 4, 13 Y el diablo le dejó.
Evangelios paralelos[11]
// Mc 1, 12-13: A continuación, el Espíritu
lo empujó al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado
por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles le servían.
// Lc 4, 1-13: Jesús, lleno del Espíritu
Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días
por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días
estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si
eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús le contestó:
“Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”. Después llevándole a lo alto,
el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: “Te
daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy
a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo”.
Respondiendo Jesús, le dijo: “Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él
solo darás culto”. Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo
y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha
dado órdenes a sus ángeles también. “te sostendrán sus manos, para que tu pie
no tropiece contra ninguna piedra”. Respondiendo Jesús, le dijo: “Está escrito:
“No tentarás al Señor, tu Dios”. Acabada toda la tentación se marchó hasta otra
ocasión.
Textos
paralelos[12].
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto.
Dt 8, 2: Recuerda todo el camino que el
Señor, tu Dios, te ha hecho re correr estos cuarenta años por el desierto, para
afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: si observas sus
preceptos o no.
El tentador se acercó:
Hb 2, 18: Pues, por el hecho de haber
padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.
Hb 4,15: No tenemos un sumo sacerdote
incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo,
como nosotros, menos en el pecado.
Ex 24,18: Moisés se adentró en la nube y
subió a la montaña. Moisés estuvo en la montaña cuarenta días y cuarenta
noches.
Ex 34, 28: Moisés estuvo allí con el Señor
cuarenta días con sus cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y escribió
en las tablas las palabras de la alianza, las Diez Palabras.
Dt 9, 9: Cuando yo subí al monte a recibir
las tablas de piedra, las tablas de la alianza que concertó el Señor con
vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan
ni beber agua.
1 Re 19,8: Elías se levantó, comió, bebió y,
con la fuerza de aquella comida, caminó cuarenta días y cuanta noches hasta el
Horeb, el monte de Dios.
Jb 2, 6: El Señor respondió a Satán: “Haz lo
que quieras con él, pero respétale la vida”.
No solo de pan vive el hombre.
Dt 8, 3: El te afligió, haciéndote pasar
hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus
padres, para hacerte reconocer que no
solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de
Dios.
Sb 16, 23: Así aprenderán los hijos
queridos, Señor, / que la variedad de frutos no alimenta al hombre, / sino tu
palabra, que mantiene a los que creen en ti.
Lo puso sobre el alero del templo.
Dn 3,28: Has decretado sentencias justas /
en todo lo que has hecho caer sobre nosotros / sobre la ciudad santa de
nuestros padres, Jerusalén, / pues lo has hecho con rectitud y justicia / a causa
de nuestros pecados.
A sus ángeles te encomendará.
Sal 91, 11-12: No se te acercará la
desgracia, / ni la plaga llegará a tu tienda, / porque a sus ángeles ha dado
órdenes / para que te guarden en tus caminos. / Te llevarán en sus palmas, /
para que tu pie no tropiece en la piedra, / caminarás sobre áspides y víboras,
/ pisotearás leones y dragones.
No tentarás al Señor tu Dios.
Dt 6,16: No tentaréis al Señor, vuestro
Dios, como lo habéis tentado en Masá.
Ap 21,10: Y me llevó en espíritu a un monte
grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del
cielo, de parte de Dios.
Dt 34,1-4: Moisés subió de la estepa de Moab
al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó; y el Señor le mostró toda
la tierra: Galaad hasta Dan.
Todo esto te daré.
Mt 16, 23: Jesús se volvió y dijo a Pedro: “¡Ponte
detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como
los hombres, no como Dios”.
Dt 6, 13: Al Señor tu Dios, temerás, a él
servirás y en su nombre jurarás.
1 Re 19, 5: [Elías] se recostó y quedó
dormido bajo la retama, pero un ángel lo tocó y dijo: “Levántate y come”.
Mt 26, 53: ¿Piensas tú que no puedo acudir a
mi Padre? Él me mandaría enseguida más de doce legiones de ángeles.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[13].
4 Jesús es conducido al desierto para ser allí tentado durante cuarenta
días, como lo había sido antes Israel durante cuarenta años. Dt 8,2-4; ver Nm
14,34. Allí sufre tres tentaciones, subrayadas por tres citas tomadas del Dt 6-8,
capítulos dominados (como la ética de Mateo) por el mandamiento de amar a Dios:
Dt 6,5. Las tres tentaciones, a primera vista enigmáticas, pueden entenderse (a
la luz de la interpretación tradicional judía de Dt 6, 5) como tentaciones
contra el amor de Dios, valor supremo: a) No amar a Dios “con todo el corazón”,
esto es, no someter a Dios tus deseos interiores, revelarse contra el alimento
divino. b) No amar a Dios con “toda el alma·”, esto es, con tu vida, con tu
cuerpo físico hasta el extremo del martirio si es preciso. c) No amar a Dios “con
todas las fuerzas”, esto es, con tus riquezas, lo que se posee, los bienes exteriores.
Al final Jesús se muestra como uno que ama a Dios perfectamente.
4 1 (a) El Espíritu Santo, “Soplo” y energía creadora
de Dios, que dirigía a los profetas, Is 11, 2; Jc 3,10, va a dirigir ahora a
Jesús mismo en el cumplimiento de su misión, ver 3, 16; Lc 4,1, como más tarde
dirigirá los comienzos y el desarrollo de la Iglesia, Hch 1,8.
4 1 (b) Este nombre, que quiere decir Acusador, Calumniador,
ha traducido a veces el hebreo Satán (Adversario),
Jb 1,6; ver Sb 2,24. El personaje que lo lleva es considerado responsable de
todo lo que obstaculiza la obra de Dios y de Cristo: 13,39; Jn 8, 44; 13,2; Hch
10,38; Ef 6, 11; 1 Jn 3, 8; etc. Su derrota significará la victoria final de
Dios, Mt 25,41; Hb 2, 14; Ap 12,9; 20,2.10.
4 3 El título bíblico de “Hijo de Dios” no expresa necesariamente una
filiación de naturaleza, sino que puede indicar simplemente una filiación adoptiva
resultante de una elección divina que establece entre Dios y su criatura
relaciones de una protección particular. Así este título es aplicado a los
ángeles, Jb 1,6, al pueblo elegido, Ex 4,22; Sb 18,13, a los israelitas Dt 14,1;
Os 2,1; ver Mt 5,9.45, etc., a sus jefes Sal 82,6. Por tanto, cuando se dice
del Rey Mesías 1 Cro 17, 13; Sal 2,7; 89, 27, no exige que este sea más que
humano, y no es necesario suponer más en el pensamiento de Satán. Mt 4, 3.6, de
los endemoniados Mc 3,11; 5,7; Lc 4,41, a fortiori del centurión Mc 15, 39,
ver Lc 23,47. Incluso las palabras del Bautismo Mt 3,17 y de la Transfiguración
17, 5, no implicarían de suyo más que el favor especial otorgado al
Mesías-Siervo y la pregunta del sumo sacerdote 26, 643 no parece que va más
allá de esta significación mesiánica. Pero el titulo “Hijo de Dios” queda
abierto en otros pasajes a la significación más elevada de una filiación
propiamente dicha, y Jesús lo ha sugerido claramente al designarse como Hijo,
21,37, superior a los ángeles, 24,36, que tiene a Dios por Padre a título
enteramente especial Jn 20, 17 y ver Padre mío, Mt 7,21, etc., porque sostiene
con él relaciones únicas de conocimiento y de amor. Mt 11,2y. Estas declaraciones
apoyadas por otras sobre el rango divino del Mesías 22, 42-46, y sobre el
origen celestial del Hijo del hombre, 8, 20, confirmadas finalmente por el
título de la Resurrección, han dado a la expresión Hijo de Dios el sentido propiamente divino
que se encontrará, pro ejemplo, en San Juan, Jn 1,18. Si los discípulos no
tuvieron clara conciencia de ello en vida de Je´sus (los textos de Mt 14, 33 y
16,16, al añadir esta expresión al texto más primitivo de Mc reflejan sin duda
una fe más evolucionada), la fe que definitivamente adquirieron después de
Pascua, con la ayuda del Espíritu Santo, se apoya no menos realmente en las
palabras históricas del Maestro que expresó hasta donde podían captarlo sus
contemporáneos, su conciencia de ser Hijo propio del Padre.
4 4 Mateo cita Dt 8, 3 según el griego; el texto hebreo no es tan preciso: “…de
todo lo que sale de la boca de Yahvé”.
4 5 Podría tratarse de la cornisa superior de una de las grandes puertas de
donde se esperaba que Jesús se tirase para demostrar su mesianismo ante la
muchedumbre que habitualmente se arremolinaba en ese lugar, 4 6. El Sal 91,
11-12 es citado según el griego. Como Dt 8, 3, estas palabras del salmo no se
referían precisamente al Mesías, sino a todo israelita fiel que solo espera
ayuda de Dios.
4 7 Tentar a Dios es un tema recurrente en el AT (Ex 17,2-7; Nm 14,22; Sal 78,
18, etc.) con dos sentidos complementarios: desobedecerle para ver hasta donde
llega su paciencia o, como aquí, valerse de su bondad con fines interesados.
4 9 Este verbo denota un acto de sumisión total de consecuencias concretas e
inmediatas (ver 2, 2; 8, 2; 9, 18; Gn 37, 7-10). Idéntico sentido en 28, 17.
4 11 Este verbo significa servir la mesa, dar de comer (ver 8, 15). A Jesús le
atienden ángeles (“mensajeros” de Dios) y le ofrecen comida que él había
rechazado previamente desoyendo las palabras del diablo. Enseñará a sus
discípulos a pedirla y recibirla igualmente del Padre (6, 11).
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[14]:
4 1-11 Las llamadas “tres tentaciones” – experiencia
personal del Hijo de Dios que, en su humanidad, se vio sometido a pruebas (eso
es una tentación) –, son variantes del mismo ataque diabólico, tendente a hacer
que Jesús se presentara como Mesías político y predicara el Evangelio con
métodos de “mundo”. Del texto de Mt, en el que abundan los presentes históricos,
no puede deducirse si se trata de visiones corporales y tangibles o de visiones
imaginarias experimentadas en la psicología humana de Jesús.
3 El tentador…: lit. y habiéndose acercado el tentador dijo a él.
Hasta en el Calvario se repite ese estribillo
tentador: “Si… eres [el] Hijo de Dios…”. La forma gramatical griega es
la de una oración condicional real: “Si eres, efectivamente, [el] Hijo
de Dios”. El Hijo: porque se trata del Hijo de Dios por excelencia. Algunos
opinan que el tentador pedía a Jesús, nuevo Moisés, algo parecido a un nuevo
milagro del maná.
4 En respuesta dijo: lit. habiendo respondido dijo.
Está escrito: tiempo verbal griego de perfecto: “Se
escribió en el pasado, y ahora sigue vigente esa escritura”.
5-6 La ciudad santa es Jerusalén. Frente a un camino
fácil para atraer a las masas – lo espectacular – Jesús se adhiere a la
voluntad del Padre, que quiere ganar cada corazón humano por la conversión y
renovación de vida.
10 Servirás: o bien darás culto.
11 Se acercaron para asistirle (lit. se acercaron y servían
a él). “Asistir” tiene el significado primitivo de servir a la mesa.
A continuación v. 12-17 Contra lo sugerido
por el demonio, Jesús comienza su apostolado con medios humildes, obediente al
Padre.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[15]:
4, 1-11 Cristo oró y ayunó durante cuarenta días y
cuarenta noches para prepararse a su ministerio. En las Escrituras, el número
cuarenta simboliza un periodo de espera y de preparación. Moisés pasó cuarenta
días y cuarenta noches en la montaña para prepararse para recibir la Ley (cf.
Ex 34, 28), y Elías pasó cuarenta días en el desierto para prepararse para su
misión (cf. 1 Re 19, 5-8). Los israelitas anduvieron errantes por el desierto
durante cuarenta años para prepararse a la tierra prometida (cf. Dt 8, 1-6). A
diferencia de los israelitas, que a menudo, caían en el pecado, Cristo salió
victorioso en previsión de su victoria sobre el pecado y la muerte en el
misterio pascual. Esto es rememorado durante la Cuaresma y el Triduo pascual,
que incluye un periodo de cuarenta días de oración, ayuno y mortificación, como
preparación para la resurrección de Cristo en la Pascua. Estas prácticas
penitenciales constituyen también medios sobrenaturales para extender el reino
de Dios en el mundo. Cat 333, 394, 538, 540.
4, 1 Tentado por el diablo: el diablo intentó desviar a
Cristo de su misión, que era cumplir la voluntad del Padre. La oración es
necesaria para vencer las tentaciones del diablo (cat. 394 y 2849). a
diferencia de Adán que sucumbió a la tentación, Cristo, el nuevo Adán, superó
la tentación (cat. 539). Cristo es “en todo semejante a nosotros, excepto en el
pecado”; aunque experimentó la tentación, su voluntad humana estaba
perfectamente conformada con la voluntad de su Padre que no cometió pecado
(cat. 470, 475, 482, 2849).
4, 2 El ayuno es un medio de preparación espiritual, disciplina y penitencia,
que se practica sobre todo durante el tiempo de Cuaresma. Los católicos de rito
latino están obligados a ayunar el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y
durante la hora previa a recibir la Sagrada Comunión. También se recomienda
ayunar como práctica piadosa en otros momentos, según a uno le parezca (cat.
1387).
4, 4 No solo de pan: en la oración del Padrenuestro pedimos a
Dios: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Dependemos de Dios para todas
nuestras necesidades y reconocemos que, en último término, nuestro corazón hambrea
a Dios mismo (2835).
4, 10 Cristo recordó el primer y segundo
mandamiento del Decálogo y la Shemá (cf. Dt 6, 4-9). Adorar a Dios
correctamente es cumplir con la virtud de la religión en obediencia al primer
mandamiento. Satanás significa “adversario” y “oponente”, en hebreo y
arameo (cat. 2083 y 2135).
Para ser tentado por el diablo. Es conducido no a pesar suyo ni
como cautivo, sino con la voluntad de luchar.
Cuarenta días. En este número se manifiesta el misterio de
la cuarentena, durante este lapso Moisés ayunó en el monte Sinaí y Elías junto
al monte Horeb. El cuerpo es sometido al hambre para dar al diablo la ocasión
de tentación.
No solo de pan vive el hombre. El Señor respondió así porque su
intención era vencer al diablo por la humildad y no por el poder.
El que no se alimenta de la Palabra de Dios,
no vive.
Lo puso en el alero del templo. Después de haberlo tentado con
el hambre, lo tienta en la vanagloria.
Tírate abajo. Palabras del diablo, que siempre desea que
todos caigan. Tírate, dice; puede persuadir, pero no precipitar.
A los ángeles te encomendará. Por tanto el diablo interpreta
mal las Escrituras. Sin duda, si hubiera sábado verdaderamente que este salmo
estaba escrito acerca del Salvador, debería haber agregado lo que sigue, que
está dirigido contra él mismo: Pisarás sobre el león y la víbora, hollarás
el leoncillo y al dragón. Habla de la ayuda de los ángeles como interpelando
a un ser débil pero asuto como es, calla que será pisoteado.
No tentarás al Señor tu Dios. Destroza las flechas falsas que
el diablo toma de las Escrituras con los escudos verdaderos de las Escrituras.
Le lleva el diablo a un monte muy alto. El Señor descendió a los lugares
bajos y a las llanuras para vencer al diablo por la humildad.
Si postrándote me adoras. Por tanto el que va a adorar al
diablo ya se está desmoronando.
Apártate Satanás. Vete al fuego eterno preparado
para ti y tus ángeles.
Al Señor tu Dios adorarás. El diablo dice al Salvador: Si
postrándote me adoras, y escucha que más bien es él quien debe adorarlo
como su Señor y su Dios.
Se acercaron los ángeles y le servían. La tentación precede, para que
siga la victoria. Los ángeles le sirven para demostrar la dignidad del vencedor
Comentarios patrísticos[17]:
.San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 13,1.
Y ciertamente lo maravilloso es que le lleva
el Espíritu Santo – así lo afirma expresamente el Evangelio –. Y es que, como
el Señor todo lo hacía y sufría para nuestra enseñanza, quiso también ser
conducido al desierto y trabar allí combate contra el diablo, a fin de que los
bautizados, si después del bautismo sufren mayores tentaciones, no se turben
por ello, como si fuera cosa que no era de esperar. No, no hay que turbarse,
sino permanecer firme y soportarlo generosamente como la cosa más natural del
mundo.
San Hilario de Poitiers. Sobre el Ev. de Mateo, 3,
1-2.
El haber sido conducido al desierto significa
la libertad del Espíritu Santo, que siempre libera su humanidad del diablo. Él
no tenía hambre del alimento de los hombres, sino de su salvación. En efecto,
tuvo hambre después de los cuarenta días, no durante ellos; tampoco Moisés y
Elías tuvieron hambre durante el mismo periodo de días.
San Máximo de Turín. Sermones, 51,2.
Quien se alimenta de la palabra de Cristo no
necesita comida terrena. Tampoco puede desear el pan mundano quien se sacia con
el pan del Salvador. En efecto, el Señor tiene su propio pan, es más, el
Salvador mismo es el pan, como enseñó al decir: “Yo soy el pan que ha bajado
del cielo” (Jn 6, 41). De este mismo pan dice también el profeta: “El pan
fortalece el corazón del hombre” (Sal 104, 15).
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de
Mateo, 13,3.
¿Cómo es que el diablo incita cada tentación
con las palabras: “Si eres Hijo de Dios”? Lo que hizo con nuestros primeros
padres, eso mismo hace aquí. Alllí calumnió a Dios diciéndoles: “No, el mismo
día en que comiereis se os abrirán los ojos”. Con lo que les quería dar a
entender que habían sido engañados y eran unos ilusos, y que no le debían
beneficio alguno. Aquí también viene a significar lo mismo, como si le dijera
al Señor: “Vanamente te ha dado Dios nombre de Hijo, y te ha burlado con
semejante don. Y, si, esto no es así, dame la prueba de que tú tienes el poder
que corresponde al Hijo de Dios”.
No tentarás al Señor tu Dios. Es que quería enseñarnos que al
diablo hay que vencerle no por medio de milagros, sino por la paciencia y la
longanimidad; y que, por otra parte, nada absolutamente debemos hacer por ostentación
y ambición de gloria.
San Hilario de Poitiers. Sobre el Ev. de Mateo,
3, 5.
Después de la huida del diablo, los ángeles se
pusieron a servir a Cristo. Esto significa que si nosotros vencemos y
pisoteamos la cabeza del diablo, tampoco a nosotros nos faltarán el servicio de
los ángeles y de sus beneficios celestes.
San Agustín. Comentario
al salmo 90, II 6-7[18].
¿Por qué entonces, no hizo el milagro? Para
enseñarte cómo debes responder al tentador. Suponte que te hallas afligido. Se
te acerca el tentador y te sugiere: “Si fueras cristiano y en verdad
pertenecieras a Cristo, ¿te abandonaría en este apuro? ¿No te hubiese enviado
socorro?”. Quizá el médico está todavía sajando, y por eso te abandona; pero no
te abandona. De la misma manera que Pablo no fue escuchado porque fue
escuchado. En efecto, Pablo dice que no se le escuchó a propósito del aguijón
de su carne, el ángel de Satanás, por quien decía que era abofeteado: Por lo cual rogué tres
veces al Señor que me lo quitase y me respondió: Te basta mi gracia, pues la
fortaleza llega a su plenitud en la debilidad (2 Cor 12, 7-9). Es como si el enfermo
dijera al médico que le aplicó un cataplasma: “Este emplasto me molesta; te
ruego que me lo quites”. El médico le responderá: “No, es necesario que lo
tengas aún más tiempo; de otro modo no podrás curar”. El médico no escuchó al
enfermo en ese deseo, porque le escuchó en su ansia de salud. Por tanto,
hermanos, sed fuertes. Si alguna vez os veis tentados por alguna estrechez, es
Dios quien os azota para probaros, él que os ha preparado y os reserva la herencia
eterna. No permitáis que el diablo os diga: “Si fueses justo, ¿acaso no te mandaría
Dios el pan por medio de un cuervo como lo mandó a Elías? (1 Re 17,6) ¿Acaso no
has leído las palabras: nunca he visto al justo abandonado, ni a su descendencia mendigar
el pan (Sal
36, 25).
Juan de Ávila. Domingo
I de Cuaresma.[19]:
7. Una guerra traemos en la que nos va el ánima; guerra de mucha importancia
es y negocio en que todo nuestro corazón debíamos ocupar, y oficio en el cual
nos habíamos de hacer ejercitados. No lo hacemos ansí, somos muy flojos, ocupándonos
en otras cosas que menos nos va, abrimos nuestros corazones para que Dios nos
ayude en otros negocios y olvidamos éste, yéndonos tanto en él. No es bien
hecho; descuidámonos, como si no tuviésemos guerra. ¿Y qué perdemos? Abrimos nuestra
puerta y casa; señal es que tenemos poco que perder y lo dejamos abierto. Lo
que mucho amamos y en mucho tenemos, mucho lo guardamos y mucho recado ponemos
en ello, porque no se pierda. Grande señal y la más cierta que tienes a Dios es
si temes mucho de lo perder y te guardas las cosas que te pueden apartar de Él,
por grande que sea.
10. ¡Qué de promesas hace!, ¡qué de apariencias nos pone para que creamos! Y
en todo miente. Quien es nada no puede dar algo, y si algo da, es lo que él
tiene, que es fuego y infierno. Convídate a deleites; dice que no se han de
acabar, que te subirá a grandes honras, que te dará grandes riquezas, que te
prosperará en esta vida. Y en todo falta, porque en nada tiene poder, ni puede
dar sino de lo que él tiene, que es arder en los fuegos artificiales.
17. ¡Qué de personas, qué de corazones hay flojos y quejosos, porque son
tentados, como los así tentados se aflojen y descontenten; como si esto lo
permitiese Dios para daño suyo! Tened paciencia en los trabajos y tentaciones,
pues es cierto que el Señor los permite por vuestro bien. ¿Cómo coronará Dios
vuestros trabajos sin paciencia? ¿Cómo te coronará Dios si en todo se hace tu
voluntad, la cual está inclinada a no padecer? Espera y llégate debajo de la
sombra de las alas de Dios, y en todo serás ayudado y de todos los males y
peligros librado. Verdaderamente te ama y procura tu bien. Padre tuyo es y buen
padre; a todos ayuda, y hace bien a los que en Él esperan.
18. Por eso digo que el afligirte Dios y permitir que seas gravemente
tentado, consiéntelo Su Majestad por dos cosas que de ello se siguen: por la
gloria que le das a Él en esperar en Él y darle la honra de la victoria, y
también por provecho tuyo, pues conoces tu flaqueza y te conservas en humildad.
22. Llámase día malo el de la tentación por el trabajo que el tentado padece
en resistir y por el gran peligro en que está durante la tentación. […] esfuérzate
tú, hermano, con el favor del Señor, para vencer, considerando que mayor es el
placer que ternás de haber vencido que la pena que padeces cuando eres tentado.
24. Dice más San Pedro: Vigilate (1 Pe 5, 8). Habíasenos de pasar la
mayor parte de la noche velando y rogando a Dios nos librase de este enemigo y
nos diese fuerza para echar de nosotros todo mal, pues nuestro enemigo no duerme,
antes siempre está velándonos, cuándo descubriremos una hebilleta por donde nos
pueda herir y inflicionar con sus tentaciones.
25. Curas, prelados, mirad y velad, catad que el demonio sabe que el bien de
otros pende de vosotros y de vuestro ejemplo. Trabaja mucho por derribaros y
hace que contra vosotros se acueste la mayor fuerza de sus engaños, pues
derribando a vosotros, juntamente derriba a otros muchos. […] Porque derribado
el capitán, en quien todos tienen los ojos, luego desmayan. Y por eso la caída
de los tales es más procurada y deseada del demonio que la de los otros hombres,
porque no va tanto en ella. Y por tener guerra contra él no te has de espantar
ni acobardar, pues es cierto que el día que hiciste paz con el Señor, ése mesmo
heciste guerra con el demonio. Si el demonio es poderoso para te vencer y
engañar, más fuerte y sabio es Dios para te defender. Más te ayuda Dios que él
te tentará.
Comentario de José Luis Sicre[20]
-Mateo estaba acostumbrado a leer y comentar
las tentaciones de Jesús en el desierto.
-Se relacionan
directamente con el bautismo y explican cómo entiende Jesús esa filiación
divina que ha proclamado la voz del cielo.
-Cuando conoció
el evangelio de Marcos:
Advirtió que
las contaba de forma brevísima, enigmática, no las detallaba.
Prefirió
atenerse a lo que contaban los Dichos de Jesús [Fuente Q].
-Lo lógico es
que después del bautismo Jesús se dedique de inmediato a anunciar la buena
noticia a los que sufren.
Sin embargo el
Espíritu lo empuja al desierto para ser tentado por el diablo.
¿Por qué quiere
el Espíritu que lo tiente el diablo?
Las
tentaciones pretenden decirnos cómo entiende Jesús su filiación divina.
Las dos
primeras tentaciones comienzan con las palabras: “Si eres Hijo de Dios”.
-Primera
tentación: el pan.
Utilizar el
poder en beneficio propio.
Tentación de
las necesidades imperiosas:
Experiencia
del pueblo de Israel durante el desierto.
Debería haber
aprendido:
Confiar en la
providencia.
Vivir es mucho
más amplio y profundo que satisfacer las necesidades primarias: alimentarse de
la Palabra.
El pueblo no
aprendió la lección.
Jesús tiene aprendida
la lección que el pueblo no asimiló durante años:
No utiliza el
poder en beneficio propio.
Tiene una
visión amplia y profunda de la vida.
-Segunda tentación:
tirarse desde el pináculo del templo.
Solo ante el
tentador y los ángeles, sin la muchedumbre como espectadora.
Pedir pruebas
que corroboren la misión encomendada:
Típico en el
Antiguo Testamento: Moisés (Ex 4,1-7), Gedeón (Ju 6, 36 -40), Saúl (1 Sm 10,
2-5) y Acaz (Is 7, 10-14).
Dios concede
un signo milagroso al elegido como respuesta al miedo y la incertidumbre.
Derecho al que
Jesús renuncia.
Respuesta de
Jesús, citando Deuteronomio: “No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a
prueba, como lo tentasteis en Tentación” (Masá):
En el desierto
el pueblo duda de la presencia y protección de Dios.
Cualquier
petición de signos y prodigios implica dudar de la protección divina.
Jesús confía
plenamente en Dios, no quiere ni pide signos.
-Tercera
tentación: el dominio mundial.
Deseo de tener
todo el poder y gloria del mundo.
Los profetas y
salmos hablan del dominio universal que le concede Dios.
Ansia de poder
y gloria:
Todos nos
creamos a menudo pequeños ídolos ante los que nos postramos y damos culto.
-El servicio de
los ángeles:
Marcos: durante
los cuarenta días de estancia en el desierto.
Mateo: en el
momento final, modificando el relato de Marcos.
Lucas: no
ofrece este detalle.
-Tentaciones de
Jesús:
Mateo: Pedro (Mt
16, 23) y las autoridades judías (Mt 27,40) le tientan.
Juan: sin
mencionarlas se refiere a ellas durante la vida de Jesús, la más fuerte es la
del poder, cuando los galileos intentan nombrarlo rey.
Son un hecho en
la vida de Jesús, más por culpa de los hombres / diablo.
A lo largo de su
vida Jesús rechazó la tentación de:
Utilizar su
poder en beneficio propio.
Pedir pruebas
a Dios.
Hacerse con la
gloria del mundo.
Un ejemplo para
todos los que formamos la Iglesia.
[1] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[2] Ib.
[3] Homilética. 2020/2. Sal Terrae.
[4] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[5] Ib.
[6] Noel Quesson. 50
salmos para todas los días. Tomo I. Paulinas. Bogotá (Colombia). 1988. https://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/07A/marco_domingo_07A.htm
[7] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[8] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[9] Homilética. 2020/1. Sal Terrae. Pgs. 77
[10] Guijarro, Santiago. Los
dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.
[11] Sagrada Biblia, versión
oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.
[12] Indicaciones Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019. Texto Sagrada Biblia,
versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[13] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[14] Iglesias González, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[15] Biblia Didaje con comentarios
del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de
www.vatican.va
[16] San Jerónimo. Comentario
al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[17] Merino Rodríguez, M. La
Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio
según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[18] Pío de Luis, OSA. Comentarios
de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción.
Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[19] San Juan de Ávila. Obras
Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pg.643
[20] José Luis Sicre. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz.
Verbo Divino. Pamplona. 2019.