viernes, 14 de febrero de 2020

16 de febrero de 2020. VI Tiempo Ordinario.


Primera lectura.
Lectura del libro del Eclesiástico 15, 15-20
Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad. Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras. Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo. Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre. A nadie obligó a ser impío y a nadie dio permiso para pecar.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
 Él te ha puesto delante fuego y agua.
Dt 11,26-28: Mira: yo os propongo hoy bendición y maldición: la bendición, si escucháis los preceptos del Señor vuestro Dios, que yo os mando hoy; la maldición, si no escucháis los preceptos del Señor, vuestro Dios, y os apartáis del camino que yo os mando hoy, yendo en pos de dioses que no conocéis.
Ante los humanos está la vida y la muerte.
Dt 30, 15-20: Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues yo te mando hoy amar al Señor tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerá. Pues, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas arrastrar y te `postras ante otros dioses y les sirves, yo os declaro hoy que moriréis sin remedio; no duraréis mucho en la tierra adonde tú vas a entrar para tomarla en posesión una vez pasado el Jordán. Hoy cito como testigos contra vosotros la cielo y a la tierra. Pongo delate de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que viváis tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juró dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob.
Jr 21,8: El centinela gritó: “En la atalaya, señor mío, paso yo todo el día, / y en mi puesto de guardia estoy en pie todas las noches”.
Tiene un gran poder y todo lo ve.
Sal 33,13-18: El Señor mira desde el cielo, / se fija en todos los hombres. / Desde su morada observa / a todos los habitantes de la tierra: / él modelo cada corazón / y comprende todas sus acciones. / No vence el rey por su gran ejército, / no escapa el soldado por su mucha fuerza; / nada valen sus caballos para la victoria, / ni por su gran ejército se salvan. / Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, / en los que esperan su misericordia.
Sal 34,16: Los ojos del Señor miran a los justos, / sus oídos escuchan sus gritos.



Notas exegéticas[2].
15 15 Para este segundo hemistiquio, el msA dice: “y la perspicacia para hacer su voluntad”; y añade (también msB): “Si crees en él, también tú vivirás”.
15 17 Tema de los dos caminos: el del pecado y el de la sabiduría. Ver Dt 30, 15-20; Jr 21,8; Prov 2, 8-9.12-20; Didajé 1, 1-2; 5-1. – El msB trae otro estico: “Pues abundante es la sabiduría del Señor, / Dios poderoso que observa todo”.
15 19 Para este hemistiquio, dice MsA: “Los ojos de Dios ven sus obras”.
15 20 El segundo hemistiquio dice así en el msA: “y no fortaleció a los mentirosos”. A continuación trae otro estico (también msB): “No se apiada de quien obra falsamente, / ni de quien descubre un secreto·.
Salmo responsorial
Salmo 118

R/. Dichoso el que camina en la ley del Señor.

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.

Tu promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos. R/.

Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu ley. R/.

Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos,
y lo seguiré puntualmente:
enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla de todo corazón. R/.

Textos paralelos[3].
 Dichosos los que caminan rectamente.
Sal 1,1: Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos.
Sal 112,1: Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos.
Mt 5, 3: Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dt 4, 29: Entonces buscarás allí al Señor, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.
2 Cro 31, 21: Todo lo que él [Ezequías] emprendió para el servicio del templo de Dios, de la ley y de los mandamientos lo hizo buscando a su Dios con todo su corazón, por eso tuvo éxito.

Notas exegéticas[4].
119 (118) Salmo “alfabético”. Los ocho versos dobles de cada estrofa comienzan por una de las 22 letras del alfabeto hebreo, y cada de ellos, con la única excepción del v.122, contiene uno de los términos que designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa, palabra, juicio, camino. La palabra “ley” y sus sinónimos han de ser tomadas en el sentido más amplio de enseñanza revelada, tal como la han transmitido los profetas. tenemos en este salmo uno de los monumentos más característicos de la piedad israelita hacia la revelación divina.

Segunda lectura.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10
Hermanos:
Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino que, como está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman”. Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[5].
Una sabiduría de Dios, misteriosa.
Rm 16, 25ss: Al que puede consolidaros según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe; a Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos.
Desconocida para todos los jefes de este mundo.
Ef 3,10: Así, mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios.

1 Pe 1,12: Y se reveló que no era en beneficio propio, sino en el vuestro / por lo que administraban estas cosas / que ahora os anuncian quienes os proclaman el evangelio / con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo. / Son cosas que los mismos ángeles desean contemplar.
Is 19, 11: Son insensatos los señores de Soán, / necio el consejo / de los más sabios consejeros del faraón / ¿Cómo podéis decir al faraón: / “Soy hijo de sabios, / hijo de antiguos reyes”?
Is 19, 13: Los señores de Soán son necios, / se engañan los señores de Menfis, / extravían a Egipto con notables de sus tribus.
Ba 3,14: Aprende donde está la prudencia, / dónde el valor y la inteligencia, / donde una larga vida, / la luz de los ojos y la paz.
Lo que ni el ojo vio, ni el oído escuchó.
Is 64,3: Jamás se oyó ni se escuchó, / ni ojo vio un Dios, fuera de ti, / que hiciera tanto por quien espera en él.
Sal 19, 4: Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz.
Si 1,10:
Y Dios nos reveló todo esto por medio de su Espíritu.
2 Cor 13,13: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
Jn 14,26: Pero el paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que he dicho.

Notas exegéticas[6]:
2 6 (a) No un grupo esotérico de iniciados, sino los que han alcanzado el pleno desarrollo de la vida y del pensamiento cristianos. Ver 14,20; Flp 3, 15; Col 4,12; Hb 5,14; Mt 19, 21. Se identifican con los “espirituales” a los que Pablo contrapone ·los niños en Cristo”, 3,1

Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y de los enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que compadecer ante el Sanedrín, y el que lo llama “necio” merece la condena de la “gehena” del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.
Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehena”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehena”.
Se dijo: “el que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.
Palabra del Señor.

Los dichos de Jesús (Fuente Q)[7]
Q 16, 17
[Antes] pasarán el cielo y [la] tierra, [que se pierda una letra o] una coma de la ley.
Q 16, 18
Todo el que repudia a su mujer [y se casa con ] comete adulterio, y el que se casa con una repudiada comete adulterio.

Textos paralelos[8].
 No penséis que he venido a abolir la Ley y los profetas.
Rm 3,31: Entonces, ¿qué?, ¿privamos a la ley de su valor mediante la fe? De ningún modo. Más bien confirmamos la ley.
Rm 10,4: Pues el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.
Rm 13,8-10: A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo, porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De echo el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal a su prójimo, por eso la plenitud de la ley es el amor.
Mientras duren el cielo y la tierra.
// Lc 16,17: Es más fácil que pasen el cielo y la tierra que no que caiga un ápice de la ley.
Ni una i ni una tilde de la ley.
Mt 24,34-35: En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
El que no de importancia a uno de estos mandamientos.
St 2, 10: Pues quien observa toda la ley, pero falla en un solo precepto, se hace responsable de todos.
Ga 6, 2: Llevad los unos las cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo. Pues si alguien cree ser algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.
St 1,25: Pero el que se concentra en una ley perfecta, la de la libertad, y permanece en ella, no como oyente olvidadizo, sino poniéndola en práctica, ese será dichoso al practicarla.
Si vuestra justicia no es mayor.
Lv 19,15: No serás parcial ni para favorecer al pobre ni para honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
Rm 10, 3: En efecto, desconociendo la justicia de Dios y buscando establecer su propia justicia, no se sometieron a la justicia de Dios.
Flp 3,9: No con una justicia mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de dios y se apoya en la fe.
No matarás.
Gn 9, 6: Quien derrame la sangre de un hombre, / por otro hombre será su sangre derramada; / porque a imagen de Dios hizo él al hombre.
Ex 20, 13: No matarás.
Dt 5, 17: No matarás.
Si 10,6: Por ningún agravio guardes rencor al prójimo, / ni actúes guiado por un arrebato de insolencia.
Ef 4, 26: Si os indignáis, no lleguéis a pecar; que el sol no se ponga sobre vuestra ira.
St 1,19-20: Tened esto presente, mis queridos hermanos, que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar y lenta para la ira, pues la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere.
El que llame a su hermano.
Si 28,2: Apártate de las disputas y evitarás el pecado, / porque el violento atiza las disputas.
No saldrás de allí:
Lc 12, 58-59: Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.

No cometerás adulterio.
Ex 20, 14: No cometerás adulterio.
Dt 5, 18: No cometerás adulterio.
Si 9, 5: No te fijes demasiado en la doncella, / no sea que te castiguen por causa suya.
Mt 18, 8-9: Si tu mano o tu pie te induce a pecar, córtatelo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que con las dos manos o los dos pies ser arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo te induce a pecar, sácalo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida con un solo ojo que con los dos ser arrojado a la gehenna del fuego.
El que repudie a su mujer.
Dt 24, 1-4: Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, y le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, y ella sale de la casa, va y se casa con otro, y el segundo también la aborrece, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, o bien muere el segundo marido, el primer marido que la despidió no podrá casarse otra vez con ella, porque ha quedado impura; sería una abominación ante el Señor; no eches un pecado sobre la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en heredad.
Ml 2, 14-16: Y encima decís: “¿Por qué?” Porque el Señor es testigo de que traicionaste a la mujer de tu juventud, a tu compañera, a la mujer con quien te uniste por alianza. Nadie que tenga un mínimo de espíritu actúa así; ¡cuánto menos quien busca descendencia divina! Cuidad vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud. El que la odia y la despacha, dice el Señor Dios de Israel, cubre sus vestidos de violencia, dice el Señor del universo. Cuidad vuestro espíritu y no seáis traidores.
Mt 19, 9: Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – y se casa con otra, comete adulterio.
// Mc 10, 11-12: Él les dijo: “Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.
// Lc 16, 18: Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una repudiada por su marido comete adulterio.
1 Cor 7, 10-11: A los casados les ordeno, no yo sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con su marido, y que el marido no repudie a la mujer.
Os 1, 2: Comienzo de lo que dijo el señor por medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas: “Ve, despósate con una mujer / ligada a la prostitución, / porque el país no hace sino prostituirse, / apartándose del Señor”.
No perjurarás.
Ex 20, 7: No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.
Nm 30, 3: Si un hombre hace un voto al Señor, o se compromete a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: cumplirá todo lo que ha proferido su boca.
Dt 23, 22: Si haces un voto al Señor tu Dios, no tardarás en cumplirlo, porque el señor, tu Dios, te lo reclamará e incurrirás en pecado.
Si 23,9: No habitúes tu boca al juramento / ni te acostumbres a nombrar al Santo.
St 5,12: Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de juramento, que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo condena.
Sal 11,4: El Señor está en su templo santo, / el Señor tiene su trono en el cielo; / sus ojos están observando, / sus pupilas examinan a los hombres.
Is 66,1:
Sal 48,3-4: El monte Sión, confín del cielo, / ciudad del gran rey; / entre sus palacios, / Dios descuella como un alcázar.
2 Cor 1,17-19: Al hacer estos planes, ¿actué a la ligera?, ¿o es que los planes que hago los hago con miras humanas, de forma que se dan en mí el sí y el no? ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no es sí y no. Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no, sino que en él sólo hubo sí.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[9].
5 17 Jesús no viene ni a destruir la Ley, Dt 4, 8ss (y toda la economía antigua) ni a consagrarla como intangible, sino a darle con su enseñanza y su modo de actuar una forma nueva y definitiva, en la que por fin se realiza en plenitud aquello hacia lo que la Ley conducía. Esto es así en particular de la “Justicia”, v. 20, ver 3,15; Lv 19,15; Rm 1,16ss, justicia “perfecta”, v. 42, de la que las sentencias de los vv. 21-48 dan varios ejemplos relevantes. El precepto antiguo se hace interior y llega hasta el deseo y el motivo secretos, ver 12,34; 23, 25-28. Por tanto, ningún detalle de la Ley debe ser omitido mientras no haya sido así llevado a su cumplimiento, vv. 18-19; ver 13,52. No se trata tanto de aligeramiento como de profundización, 11, 28. El amor, en el que ya se resumía la Ley antigua, 7, 12; 22,34-40p, pasa a ser el mandamiento nuevo e inagotable de Jesús. Jn 13,34, y cumple toda le Ley, Rm 13,8-10; Ga 5, 14; ver Col 3, 14.
5 18 (a) Lit: “en verdad (Amén) os digo…”. Introduciendo algunos de sus dichos con Amén, término hebreo que significa “en verdad·, Sal 41,14; Rm 1,25; Jesús subraya su autoridad: 6, 2-5.16, etc.; Jn 1, 51, etc. La palabra hebrea que en su origen significaba “firmeza”, evolucionó en dos direcciones: la de “verdad”, y la de “fidelidad”.
5 18 (b) Se trata de los rasgos más pequeños del alfabeto hebreo.
5 18 (c) Expresión difícil. Probablemente no se trata de “hasta que haya cumplido todo en la cruz”, ni de “hasta que todos los mandamientos hayan sido cumplidos por mis discípulos”, sino “hasta que todo se cumpla”, es decir, hasta el final del mundo. La ley, revalorizada por Jesús, conservará toda su autoridad.
5 19 Las palabras “el más pequeño…ese será grande” no implican la idea de una jerarquía en el Reino. Mediante esta expresión, los rabís aprobaban o desaprobaban los diversos comportamientos de las personas.
5 20 Justicia es la fidelidad de los discípulos a la ley de Dios, fidelidad nueva, que la interpretación autorizada (7, 29) que Jesús ofrece de dicha ley hace posible y urgente. Idéntica palabra con el mismo sentido en 3, 15; 5, 6. 10; 6, 1-33; 21,32.
5 21 Por la enseñanza tradicional, dada oralmente sobre todo en la sinagoga.
5 22 (a) El termino [imbécil] Raqa, traducido del arameo significa cabeza vacía, sin seso.
5 22 (b) Aquí, el Gran Sanedrín, que tenía su sede en Jerusalén, por oposición a los simples “tribunales”, vv. 21-22, distribuidos por el país.
5 22 (c) Al sentido originario del término griego “insensato”, el uso judío añadía un matiz mucho más grave de impiedad religiosa.
5 22 (d) La Gehena era una de las vaguadas de Jerusalén donde se ofrecieron holocaustos de niños en honor de Moloc (2 Cro 28,3; 33,6). Profanado por Josías (2 Re 23,10), fue quizá transformado en vertedero público. En cualquier caso, se convirtió en símbolo de maldición (Jr 7, 31; 19,6), incluso de maldición eterna en la literatura apocalíptica. En este último sentido lo emplea el NT (diez veces en Mc).
5 26 [Céntimo] Lit. “cuadrante” (kodrántés), e.d., la cuarta parte de un as, moneda romana que permitía comprar un par de pajarillos (ver Mt 10, 29).
5 28 La mirada dirigida a una mujer (esposa o prometida) con pretensiones de arrebatársela a otro. Esta palabra (gyné) tiene el mismo valor en Mt 1,20.24; 5,31; 14,3. Jesús no condena el hecho de que un hombre se sienta atrtaído por una mujer, sino el deseo activo, que de algún modo se apropia de la mujer ajena.
5 29 Lit. “te escandaliza”. El término griego por “escándalo” (skandalon) significa propiamente “obstáculo”, “emboscada”, “lazo” (Sal 124,7), “piedra de tropiezo” (KIs 8, 14-15; Rm 9, 33; 1 Pe 2, 8). Muchas son las causas u ocasiones de caída: en primer lugar Jesús (Mt 11, 6; 13,57; 17,24; 26, 31-33), pero también, en otro sentido, los hombres (5, 29; 16,23; 18, 6-9), el mundo (13,41; 18, 7), la persecución (13,21; 24,10).
5 31 Como en 19,9, aquí no se trata del divorcio en el sentido moderno del término, sino del derecho que tenía un hombre a repudiar a su esposa.
5 32 El término griego correspondiente (porneía) es interpretado de diversas maneras. 1. algo deshonroso (ver Dt 24, 1 griego, y las discusiones rabínicas que remiten a este texto). En este caso, el texto autorizaría el repudio de la esposa por diversas razones no prescritas aquí. 2. El adulterio, es decir, la infidelidad de la mujer a su esposo. En este caso, el texto autorizaría el repudio de la adúltera. 3 La unión conyugal ilegal, sobre todo según la legislación de Lv 18,6-18, sentido que se encuentra probablemente en Hch 15, 28-29. En este caso, Jesús prohibiría cualquier acto de repudio, excepto en los casos de uniones ilegales previstas por Lv 18. Esta célebre “excepción mateana” es quizá la aplicación de una situación nueva (análoga a la que hace suponer 1 Cor 7) de una palabra de Jesús que excluía cualquier tipo de repudio. Sea lo que sea de estas hipótesis, este texto quiere recordar la indisolubilidad de la unión conyugal. Basándose en él, la tradición ortodoxa considera el adulterio como causa de divorcio.
5 37 Esta fórmula, que aparentemente se entiende bien, ver 2 Cor 1,17; St 5,12, puede explicarse de diversas maneras: 1º Veracidad: si es sí, decid sí; si es no, decid no. 2º Sinceridad: que el sí (o el no) de la boca corresponda al sí (o al no) del corazón. 3º Solemnidad: la afirmación de negación que debe bastar y dispensar de recurrir a un juramento, comprometiendo a la divinidad.  

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[10]:
17-20 Relación de Jesús con la Ley antigua, de la alianza nueva con la alianza antigua: no son realidades contrarias; Jesús conserva lo esencial de la tradición judía, pero le aporta un sello nuevo, original, superior (cf. v. 20): se cumple desde dentro, con espíritu y corazón nuevo. Escritores cristianos de los primeros tiempos, siguiendo la línea del pensamiento judío – la Ley = personificación de la sabiduría divina -, presentan a Jesús no solo como legislador de la nueva ley: él mismo es la Ley; también por eso, Jesús es punto de unión del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. El documento Le peuple juif et ser Saintes Écritures dans la Bible chrétienne (2001) afirma, al hablar del “cumplimiento”: “ Jesús no se limita a interpretar un papel ya escrito, el papel de Mesías, sino que confiere a las nociones de Mesías y de salvación una plenitud que no se podía imaginar por adelantado; las llena de un contenido nuevo. Se puede incluso hablar a este respecto de una “nueva creación”.
17 Cumplir (término técnico de la escatología): llevar a plenitud, dar plenitud, perfeccionar; o bien: revelar con la vida el verdadero sentido de la Ley. Le ley es necesaria, como la caridad, y ambas deben ir unidas; quedarse en la ley es fariseísmo, despreciar la ley en nombre de una moral de la caridad es desconocer al ser humano: unidad de materia y espíritu.
18 Os digo de verdad (griego: amên légô hymîn): fórmula solemne (casi como un juramento), que introduce rotundamente una afirmación importante. Si está duplicado el vocablo hebreo amên (siempre en Jn) la traducimos: “De verdad os aseguro”.
No… ni mucho menos: la negación en el texto griego es enfática.
Una “i”: la letra yod, la más pequeña del alfabeto hebreo, la yota del alfabeto griego.
Se realice todo: ¿todo lo que anunciaron los profetas?; ¿lo que exige la nueva “justicia”? ; ¿el fin del mundo?
19 Estos mandamientos, aun los mínimos: se refiere a los de la ley mosaica, más bien que a los de Jesús.  En el escrito rabínico Sifré Deuteronómico, SfDT, (12,28; 19,11) se decía: “Que el mandamiento leve te sea tan querido como el mandamiento grave; […] si se quebranta un mandamiento leve, se termina por quebrantar un mandamiento grave”.
Será llamado (cf. v. 9), se entiende, por Dios (voz pasiva “teológica”).
20 Justicia: fidelidad a la Ley en cuanto expresión de la voluntad de Dios.
Los escribas y fariseos: al igual que “publicanos y pecadores”, no es una división adecuada, pues la mayoría de los escribas era del partido fariseo (Hch 5,21 y 23,6).
21 Las antítesis ante el v. 44, resaltan el contraste entre lo antiguo y lo nuevo, y explican en qué y cómo la ·justicia cristiana” es superior a la de los escribas y fariseos.
Oísteis, como en los vs. 27-33.38 y 43, es un semitismo: el vocablo talmúdico sm’ significa recibir una tradición, u9na doctrina, y, por tanto, ser enseñado, aprender.
Se dijo (literalmente fue dicho; lo mismo en los vs. 27.32.33.38 y 43): nuevo ejemplo de voz pasiva “teológica”; equivale a Dios dijo. Por eso ees mayor la audacia de Jesús, en apariencia mero aldeano de Nazaret, al explicar y definir la voluntad de Dios al mismo nivel de Dios (Dios dijo… per yo os digo), no solo transmitiendo disposiciones ajenas, como hizo Moisés.
Reo ante el tribunal: o bien: merecedor de condena (lit. reo de juicio condenatorio). Sobre la pena de muerte para el homicida, cf. Ex 21, 12 y Lv 24,17. Para Jesús, el sentido del 5º mandamiento dado por Dios es la caridad más delicada para con el prójimo. No matarás es 1º) No tendrás rencor; y 2º) Darás vida.
22 Hay gradación en la condena: condenado a muerte por el tribunal de 1ª instancia; confirmada la sentencia por el tribunal supremo (el sanedrín de Jerusalén: cf. 10,17; Hch 5, 21); merecerá el infierno. En cambio, los insultos no van de menos a más, y hasta no parecen indicar malicia especial, por eso, es más sorprendente la pena impuesta.
¡Estúpido!”: en griego raká, versión literal del arameo reqa’ (=vacío, cabeza huera).
¡Necio!”: en 23, 17 Jesús mismo pronuncia esta palabra contra los fariseos (propiamente, hermano es el que pertenece a la comunidad).
La gehena: “Ge Hinnom”, valle del suroeste de Jerusalén, donde hubo sacrificios humanos en honor de Molok (cf. 2 Re 23, 10; 2 Cron 28, 3; 33,6); por eso mismo, lugar simbólico de maldición en el AT (cf. Jr 7, 31-33; 19, 5-6; 32-35). A partir del destierro fue convertido en basurero. Desde el siglo II a.C. empezó a considerarse como emplazamiento del “infierno” (lugar de castigo para los impíos). En los escritos apocalípticos, la gehena, y otros nombres sinónimos, designan el (lugar del) suplicio eterno de los condenados, después de la resurrección corporal y del juicio final; en esta línea hay que entender (5, 29-30; 10, 28; 18, 9; Mc 9, 43; Lc 12,5; St 3, 6.
25-26 La lección es “¡Arrepiéntete a tiempo!”.
Ponte de acuerdo: lit. sé benévolo.
Alguacil: Lc 4,20.
Y te echen: lit. y serás echado.
Céntimo: lit. es un latinismo: cuadrante, la cuarta parte de un “as”, u9n céntimo de denario; como quien dice, el último valor monetario (cf. Mc 12,42).
28 Una mujer casada, o ya desposada con otro.
Para desearla, o deseándola(a modo de infinitivo hebreo-arameo). La pureza cristiana empieza por lo más secreto del hombre, el corazón. Según Sifré Números Sf Nm 14,38, no se mira primeramente y luego peca el corazón, sino al revés: “los ojos siguen al corazón, como lo demuestra el ciego que comete todas las abominaciones.
29-30 La condición está expresada en griego como condición real: “sí, efectivamente…”, “si de hecho…”. “Hacer caer”, hacer que otro dé un mal paso – lit. escandalizar -, ser ocasión de tropiezo físico o moral (ocasionar la pérdida de la fe, apartar del seguimiento de Jesús, obstaculizar el camino de la fe y la vida moral), es algo que nace del corazón (Mc 7, 21-22); el ojo o la mano son solamente instrumentos del corazón, de esa fuente buena o mala.
31 Despedir” no es “divorciarse” en el sentido moderno; se trata, más bien, de “repudio” o separación.
32 Caso (griego: lógos, con valor jurídico, como en Hch 19,38: “Si… tienen una querella) de unión ilegítima: lit. de fornicación, con el sentido probable de concubinato, o de poligamia sucesiva; cf. Ef 5, 3.
33 Lo que prometiste con juramento: lit. tus juramentos.
37 Vuestro lenguaje sea “Sí”…: decid si cuando sea sí, etc. La misma norma aparece en la literatura rabínica (p.ej., Mélkita Éxodo 19,24.
Del malvado: del demonio; o bien: del mal, de lo malo.

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[11]:
5, 20 Los escribas y los fariseos cumplían la ley, pero no su espíritu; ambos son necesarios para la salvación. Catecismo Iglesia Católica (Cat) 2054.
5, 21 Mientras que el quinto mandamiento prohíbe el asesinato, la palabra de Cristo va a prohibir el odio, la ira, y cualquier forma de violencia, radicalizando así el precepto antiguo, es decir, llevándolo a su raíz más profunda. Cat 678, 2257, 2662-2665, 2302-2303
5, 22 El Sanedrín era el máximo representante judicial de Israel. La gehena del fuego (Gehenna es una palabra aramea) se deriva del hebreo “Valle de Hinom”, fosa cerca de Jerusalén donde la basura se quemaba constantemente. Se utilizaba en sentido figurado para describir un lugar de castigo donde los muertos sufrirán por sus pecados. Cat 1036.
5 23s Para poder reconciliarse con Dios, es necesario reconciliarse con el prójimo. Esto se expresa también en la oración del Señor (el Padrenuestro), donde pedimos que se nos perdone como nosotros perdonamos. El sacramento de la Penitencia es el medio sacramental habitual de la reconciliación con Dios y con el prójimo. Cat 1388-1390, 1424, 2608, 2792, 2841-2845.
5 27 La tradición ha entendido el sexto mandamiento referido a la globalidad de los pecados contra la moral sexual, incluyendo la fornicación, los actos homosexuales, la masturbación, y otros pecados contra la pureza. El adulterio del corazón (el deseo de la actividad sexual ilícita) también es gravemente pecaminoso. Oseas y Jeremías comparan la idolatría con el adulterio (cf. Os 2, 7; Jr 5, 7; 13, 27). Cat 2513, 2523-2533.
5 30 Córtatela y tírala: esta exhortación insta al cristiano a rechazar impetuosamente todo lo que nos separa de Dios. Los cristianos deben emplear medios rigurosos para luchar contra las tentaciones, aquí las tentaciones contra la castidad. El ejemplo de Cristo es una advertencia: todo el mundo debe estar alerta ante cualquier cosa que pueda llegar a convertirse en ocasión de pecado. Cat 226, 1034.
5 31s Dios creó el matrimonio, como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer (cf. Gn 2,24). Cristo elevó el matrimonio a sacramento de la nueva alianza, insistiendo en su indisolubilidad originaria. Unión ilegítima (en griego: porneia): algunos estudiosos afirman que este término se refiere a la infidelidad o al adulterio. Pero no es así. El griego (y particularmente Mateo, cf. 15,19) conoce un término técnico específico para hablar del adulterio (moicheia) diverso a porneia Mt 5, 31-32, se refiere con esta expresión a matrimonios ilícitos tales como aquellos entre parientes cercanos, regularos en Lv 18, 7-13 (y ver Mt 14,4). El matrimonio entre un hombre y una mujer bautizados, una vez ratificado y consumado, no puede ser disuelto excepto por la muerte. Cat 174-175, 2380-2382.
5, 33-37 Todo juramento invoca a Dios como testigo; por tanto, es un pecado grave jurar contradiciendo la verdad intencionadamente. Cristo llama a sus discípulos a amar y defender la verdad incondicionalmente. Cat 2150-2153, 2463, 2466.

Comentarios patrísticos[12]:
San Agustín. Sermones, 55,2
Por tanto hermanos, si ningún hombre puede dominar su lengua, acudamos a dios para que la domine. Si quieres dominarla tú solo, no podrás, porque eres hombre. “Ningún hombre puede dominar su lengua” (St 3,8). […] Busquemos a Dios para que dome al hombre.
San Pedro Crisólogo. Sermones, 177,6-7.
Alguien podría decir: ¿Cómo la maldición de un hermano puede encerrar fuerza tan grande que merezca un castigo tan extremo? Tanta, hermanos, tanta que Cristo está en el hermano, y Cristo es la sabiduría de Dios. Port ello, quien maldice a su hermano ridiculiza la sabiduría de Dios.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 16.9.
Cuando esta se halla ya sobre el altar, cuando ya ha comenzado el sacrificio, te manda reconciliarte. No después de acabar el sacrificio ni antes de presentarlo: en medio del sacrificio mismo nos manda correr a la reconciliación. ¿Por qué causa, pues, con qué fin nos manda obrar así? […] El Señor quiere aquí imponer la necesidad ineludible de la reconciliación. Porque quien tiene orden de no ofrecer el sacrificio antes de reconciliarse con su hermano, sino por amor de su prójimo, siquiera porque no quede sin ofrecerse el sacrificio, se dará prisa para correr al ofendido y poner término a la enemistad.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 17,4
El que es manso, pacífico, pobre de espíritu y misericordioso, ¿cómo imaginar que eche de casa a su mujer? El que a otros pone en paz, ¿cómo estará él en discordia con su propia mujer?... Porque el que no mirare con ojos impúdicos a mujer ajena, tampoco cometerá adulterio; y, no cometiendo adulterio, tampoco dará ocasión al hombre para que repudie a su mujer.
San Jerónimo. Comentario al Evangelio de san Mateo. 5.19[13].
Critica a los fariseos que despreciando los mandatos de Dios establecían sus propias tradiciones, su enseñanza al pueblo no les sirve para nada si destruyen, por poco que sea, un precepto de la Ley.
El que llame a su hermano: Raca. Esta expresión es propia del hebreo. Raca significa kenós, es decir, vano, vacío, que podemos traducir por la injuria corriente: “sin seso”. Si hemos de rendir cuentas de una palabra inútil, ¡cuánto más de una injuria! Pero con toda intención se añade: El que llame a su hermano: Raca. No tenemos otro hermano que el que tiene el mismo padre que nosotros. Si también él cree en dios y conoce a Cristo, Sabiduría de Dios, ¿cómo podemos despreciarlo con el epíteto de tonto?
San Agustín. Sermón 338[14].
Nadie diga: “No pequé contra Dios, sino contra un hermano, contra un hombre; pecado leve o casi nulo”. Quizá dices que es leve porque se cura fácilmente. Pecaste contra el hermano; repara el pecado y quedarás sano. Cometiste la acción moral con rapidez y con la misma rapidez encontraste remedio. Dios no se aíra porque tardes en presentar tu ofrenda; Dios te quiere a ti más que tu ofrenda. Pues si te presentas con la ofrenda ante Dios lleno de malos sentimientos hacia tu hermano, te responderá: “Perdido tú, ¿qué me has ofrecido?”. Presentas tu ofrenda sin ser tú mismo ofrenda.  Cristo busca más a quien redimió con su sangre que lo que tú hallaste en tu hórreo.
Juan de Ávila. Domingo 10 después de Pentecostés, 17[15]:
-No soy robador. – No basta no ser robador, más no has de amar demasiadamente tu hacienda. No basta no matar a nadie, mas no te has de airar, etc. Y esto es lo que Cristo dijo. La justicia del fariseo era aquella; la del cristiano es esta. Como aquél es un mal tan general y que tanta inclinación tenemos a ello, que hasta los niños, si uno tiene unos zapatos nuevos o un sayo, luego se nos hincha y luego desprecia a otros. Si uno tiene un poco de ciencia, si uno es de linaje, si una mujer es un poco hermosa, de ahí viene a decir: “No soy como aquél”, y tenerse en mucho y al otro en nada, como este fariseo. Esta es la una persona de la farsa. Entra agora la otra.
Juan de Ávila. Vísperas del Corpus, 47[16]:
Y el varón oiga y cumpla lo que el señor dice: Si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y arrójalo de ti. Baje los ojos; y si los alza, mire al Señor. No hagas, cristiano, cuenta que tienes ojos mañana para mirar tus malos deseos y tu vista de fuera; que mientras más penoso te fuere, más meritorio te será; y según es Dios lleno de misericordia, por ventura por verte mañana trabajar contigo por no le ofender con tu vista, te dará fuerza para que te quedes con la buena costumbre de tener vista casta y corazón casto, que no será pequeña merced.

Comentario de José Luis Sicre[17]
-Jesús ha venido a dar cumplimiento a la Ley, pero interpretándola en su sentido profundo, no como hacen los escribas y fariseos.
-Este punto de vista coincide con el de los antiguos profetas, que distinguían siempre entre lo esencial y lo secundario en relación con Dios.
-Jesús no es un hereje ni un traidor. Todo lo contrario. En él “se cumple lo que está dicho por los profetas”. Lo que no acepta es la interpretación legalista de la ley. Para aclarar ideas, desarrollará este tema a continuación, contrastando la interpretación de Jesús con la de los escribas y fariseos y dando unas nuevas normas de conducta, tan importantes que de su observancia depende cómo será considerado cada uno en el Reino de Dios.
-Actitud cristiana ante:
La Ley – escribas.
Las obras de piedad – fariseos.
-Peligro de los escribas: legalismo, exaltación de la ley y de la norma por encima de todas las cosas. Al legalismo se llega:
Buscando seguridad humana: persona inmadura, con miedo a correr riesgos.
Buscando seguridad religiosa: conciben la voluntad de Dios no como una actitud global en la vida sino concretada en una serie de actos.
Peligros:
Quedarse en la letra de la ley:
Por ejemplo: le ley manda ir a misa los domingos, lo cumple pero no le dedica ni un minuto a Dios durante el resto de la semana.
Con la Ley en la mano se puede machacar al prójimo:
Se critica al que no vive como uno cree convenientemente y se le condena interiormente.
-Para combatir esta postura legalista y enseñar a sus discípulos a actuar cristianamente:
6 casos concretos: asesinato, adulterio, divorcio, juramento, venganza y amor al prójimo.
Contraposición: “lo que se ha dicho” (la Ley de Dios y de Moisés) / “pero yo os digo” (la nueva ley).
No matarás:
La ley: no hincharle el puñal al prójimo.
Jesús: no encolerizarse, insultar (raka) y llamar “renegado, tonto, desobediente, rebelde, impío, criminal” (moré)
No cometerás adulterio:
“Quien deliberadamente considera a una mujer es como si hubiera tenido relación con ella” (Talmud judío).
No jurarás:
Jesús considera el juramento una falta de respeto a Dios y una estupidez. Porque el hombre, al jurar, está invocando algo que no le pertenece, de lo que no puede disponer. Al mismo tiempo, puede encubrir con el juramento una mentira. El discípulo de Jesús tiene que moverse en una honradez tan absoluta que le baste decir “sí” y “no”.



[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.  
[2] Ib. 
[3] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[4] Ib. 
[5] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[6] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[7] Guijarro, Santiago. Los dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.
[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  
[9] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[10] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[11] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[12] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[13] San Jerónimo. Comentario al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[14] Pío de Luis, OSA. Comentarios de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[15] San Juan de Ávila. Obras Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pg.263
[16] San Juan de Ávila. Obras Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015. Pg.447
[17] José Luis Sicre. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino. Pamplona. 2019.

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