viernes, 27 de diciembre de 2019

Sagrada Familia. 29 de diciembre de 2019.


Primera lectura.

Lectura del libro del Eclesiástico   3,2-6.12-14
El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros. Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos  y cuando rece, será escuchado. Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor. Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza. Aunque pierda el juicio, se indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor. Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
 No te gloríes de la deshora del padre.
Dt 33,1-25:  Esta es la bendicón con la que Moisés, el hombre de Dios, bendijo a los hijos de Israel, antes de morir. Dijo: “El Señor vino del Sinaí, / surgió ante ellos desde Seir, / irradió desde el monte Farán, / y con él, di mil santos; / en su diestra, una ley íngea para ellos”.
La gloria de un hombre depende de la honra de su padre.
Prov 17,6: Cornoa de los ancianos, sus nietos; / gloria de los hijos, sus padres.
Hijo, cuida de tu padre en la vejez
Mt 15,4-6: Pero vosotros decís: “Si uno dice al padre o a la madre: “Los bienes con que podría ayudarte son ofrenda sagrada”, ya no tiene que honrar a su padre o a su madre. Y así invalidáis el mandato de Dios en nombre de vuestra tradición.
Prov 19,26: El testigo perverso se burla del derecho, la boca del malvado se traga el delito.

Comentario[2].
-Primer comentario del cuarto mandamiento (Ex 20,12):
Perspectiva positiva (v.2-6):
La manera de actuar de Dios.
Expía los pecados (v.3).
Rasgo nuevo en el pensamiento bíblico.
Antes: la redención de los pecados se lograba mediante sacrificios en el Templo.
Perspectiva negativa (v. 12-14):
No causar tristeza al padre, ser indulgente con él, compadecerse de él y no abandonarlo.
Toda la vida, sin echarse atrás cuando su debilidad mental pueda ser mal vista para la sociedad.
Compasión con los padres:
Reparar los pecados.
Dios perdonador.

Salmo responsorial

Salmo 127

R/. Dichosos los que temen al Señor
y siguen sus caminos.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Textos paralelos[3].
 ¡Dichosos los que temen a Yahvé!
Sal 112,1: Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos.
Sal 27,3-5: Si un ejército acampa contra mí, / mi corazón no tiembla; / si me declaran la guerra, / me siento tranquilo. // Una cosa pido al Señor, / eso buscaré: / habitar en la casa del Señor / por los días de mi vida; / gozar de la dulzura del Señor, / contemplando su templo. // El me protegerá en su tienda / el día del peligro; / me esconderá en lo escondido de su morada, / me alzará sobre la roca. 
Tu esposo como parra fecunda.
Prov 31,10-12: Una mujer fuerte, ¿quién la hallará= / Supera en valor a las perlas. / Su marido se fía de ella, / pues no le faltan riquezas.  Le trae ganancias, no pérdidas, / todos los días de su vida.
Tus hijos como brotes de olivo.
Sal 144,12: Sean nuestros hijos un plantío, / crecidos desde su adolescencia; / nuestras hijas sean columnas talladas, / estructura de un templo.
Job 29,5: Cuando el Todopoderoso estaba conmigo / y me veía rodeado de mis hijos.
¡Bendígate Yahvé desde Sión,
Sal 134,3: El Señor te bendiga desde Sión, / el que hizo cielo y tierra.
Sal 122, 9: Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.
Gn 50, 23: José llegó a conocer a los descendientes de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, que nacieron sobre sus rodillas.
¡Paz a Israel!
Job 42,16: Job vivió otros ciento cuarenta años, y conoció a sus hijos, a sus nietos y a sus biznietos.
Prov 17,6: Corona de los ancianos, sus nietos; / gloria de los hijos, sus padres.
Sal 125,5: Y a los que se desvían por sendas tortuosas, / que los rechace el Señor con los malhechores. / ¡Paz a Israel!
Ga 6, 16: La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma, también sobre el Israel de Dios.

Comentario[4].
Con Israel.
Este salmo hace parte de los "salmos graduales" que los peregrinos cantaban caminando hacia Jerusalén. Desde los 12, cada año, Jesús "subió" a Jerusalén con motivo de las fiestas, y entonó este canto. La fórmula final es una "bendición" que los sacerdotes pronunciaban sobre los peregrinos, a su llegada: "Que el Señor te bendiga desde Sión, todos los días de tu vida..."
Con Jesús.
 "¡Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente!" Con frecuencia dijo Jesús: "felices... felices... felices...". Son las Bienaventuranzas.Jesús también prometió la felicidad: "Felices aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica".
Con nuestro tiempo.
 Adorar... Ir por el camino de Dios... El Padre Teilhard de Chardin tiene un capítulo admirable sobre las reglas fundamentales de la "felicidad", que resume en tres palabras: "ser", "amar", "adorar".









Segunda lectura.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,12-21
Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo. Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimo.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[5].
 Así que, como elegidos de Dios
Ef 4,1-2.32: Así, pues, yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor.  […] Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.
Soportándoos unos a otros
Mt 6,14: Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial.
Mt 18,21-23: Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le contesta: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.
Como el Señor os perdonó:
Rm 13,8-10ss: A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo, porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal a su prójimo, por eso la plenitud de la ley es el amor.
Y por encima de todo el amor.
1 Cor 13,4-8a: El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe, no es indecoroso ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca.
Jn 14,27: La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde.
Flp 4,7: Y la paz de Dios, que supera todo juicio,custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Ef 2, 16: Reconcilió con Dios a los dos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, a los de cerca.
Cristo reine
Ef 4,3-4: Esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
Formando un solo cuerpo
1 Cor 12,12: Pues lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Ef 5,20: Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en  nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amonestaos con toda sabiduría
Ef 4,29: Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen.
Hacedlo todo en nombre del Señor
Ef 5,19-20: Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
1 Cor 10,31: Así pues, ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios.
Mujeres, sed sumisas
Ef 5,21: Sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo.
1 Pe 3,1-4: Igualmente, que las mujeres estén a disposición de sus propios maridos, de modo que, si hay algunos que son reacios a la Palabra, se convenzan por la conducta de las mujeres y sin necesidad de palabras.. Que vuestro adorno no sea lo exterior, los peinados compicados, las joyas de oro, ni los vestidos lujosos, sino la profunda humanidad del corazón en la incorruptibilidad de un espíritu apacible y sereno, eso si que es valioso ante Dios.
Tit 2,1-5: Habla de lo que es conforme a la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, respetables, sensatos, sanos en la fe, en el amor y en la paciencia. Las ancianas, igualmente, sean en su comportamiento, como conviene a las personas religiosas; no sean columniadoras,  ni se envicien con el vino; sean maestras del bien, que inspiren buenos principios a las jóvenes, enseñándoles a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser sensatas, puras, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea maldecida.
1 Tim 2,9-11: las mujeres convenientemente vestidas, arregladas con decencia y modestia; no con peinados de trenzas y oro o perlas,  ni con ropa costosa, sino como conviene a mujeres que profesan la piedad mediante las buenas obras.

Notas exegéticas[6]:
3,12 (a) Estos calificativos caracterizan al pueblo de la alianza, llamado a imitar el comportamiento de Dios en Cristo.
3,12 (b) Tras la enumeración de los “vicios” llega la de las virtudes, conforme a su procedimiento, que se encuentra tanto en el judaísmo tardío como entre los filósofos griegos. No hay por qué individualizar estas cualidades: caracterizan en conjunto a las obras del hombre nuevo.
3,14 O bien “vínculo de perfección”. Como en 1 Cor 13, el amor es aquí el don por excelencia. Se ha entendido de dos formas: une entre sí a todas las virtudes cristianas, sujetando como un cinturón el vestido nuevo, o bien es el vínculo que une a los miembros del cuerpo comunitario.
3,16 (a) Var: “del Señor”, o “de Dios”. Probablemente el texto primitivo decía solo “la palabra”.
3,16 (b) Se trata, sin duda, de improvisaciones “carismáticas” sugeridas por el Espíritu durante las asambleas litúrgicas. Ver 1 Cor 12,7ss; 14,26.
3,18 Preceptos muy sencillos de la moral corriente cristianizados por Pablo mediante la simple fórmula “en el Señor”, que aquí equivale a “según la vida cristiana”. En Ef 5,21ss, la elaboración cristiana está más desarrollada.
3,22 Cristo Señor, único verdadero “amo” (igual palabra en griego) de señores y esclavos.

Comentario[7]: .
-Carta a los Colosenses:
Deuteropulina:
Segunda generación cristiana:
Situaciones nuevas a las que tienen que dar respuesta.
 Colosas:
Ciudad griega del Asia Menor (en el corazón de la actual Turquía).
Responde a una teología de matriz paulina.
-Partes:
Catálogo de virtudes propias de una comunidad que quiere vivir en paz y armonía con la sociedad, a la vez que responder al alto nivel ético que le pide la fe.
A la luz de estos catálogos de virtudes:
Por encima de todas las virtudes está el amor como el vínculo de la unidad perfecta.
Mentalidad social:
La esposa: bajo la protección del marido, a quien le debe obediencia.
-Reto: fidelidad a lo esencial.
-No podemos leer literalmente estos textos sobre la relación hombre-mujer:
Serían anacrónicos.
Distorsionarían la lectura actual de la Palabra de Dios.
-La comunidad cristiana de Colosas nos recuerda:
Nuestra verdadera condición: hijos de Dios.
Alto nivel ético al que somos llamados.

Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 13-15.19-23
Cuando se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
-Levántate, toma al niño y a su madre y huye de Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo. Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
-Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño.
Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a  la tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a  Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría Nazareno.
Palabra del Señor.

Textos paralelos[8].
Cuando ellos se fueron
Mt 1,20ss: Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”.
Prepárate, toma contigo al niño
Ex 2,15: Pero Moisés huyó del faraón y se refugió en la tierra de Madián. Allí se sentó junto a un pozo.
1 Re 11,17: Pero Hadad huyó en dirección a Egipto, junto con algunos hombres edomitas servidores de su padre.
2 Re 25,26: Entonces todo el pueblo, desde el más pequeño al mayor, y los jefes de tropas se pusieron en marcha y fueron a Egipto, porque tuvieron miedo de los caldeos.
Jer 26,21: Cuando el rey Joaquín, sus oficiales y sus dignatarios escucharon lo que decía, el propio rey intentó matarlo. Pero Urías se enteró e, impulsado por el miedo, se refugió en Egipto.
Jer 43,7: También llevaron al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Narías. Y así, desobedeciendo la voz del Señor, llegaron a Egipto y se instalaron en Tafne.
Ap 12, 6: Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser alimentada mil doscientos sesenta días.
Él se preparó, tomo consigo al niño
Ex 4, 19-20: El Señor dijo a Mosés en Madián: “Anda, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que te buscaban para matarte”. Moisés tomó a su mujer y a su hijo, los montó en un asno y regresó a la tierra de Egipto. Moisés tomó en su mano el bastón de Dios.
Avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea
Lc 2,39: Y, cuando se cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea.
Será llamado Nazareno.
Lc 2,51: Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Lc 4,16: Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la Sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura.
Lc 24,19: Jesús les dijo: “¿Qué? Ellos le contestaron: “Lo de Jesús el Nazareno, que fue profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo”.
Hch 2,22: Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis.
Hch 3,6: Pero Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y anda”.
Hch 6,14: Pues le hemos oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio Moisés.
Hch 22, 8: Yo soy el Nazareno a quien tú persigues.
Hch, 24 5: Hemos encontrado que este hombre es una peste, que promueve alborotos contra todos los judíos del mundo entero y que es el jefe de la secta de los nazarenos.
Hch 26,9: Yo creí que era mi deber actuar con todos los medios contra el nombre de Jesús el Nazareno.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[9].
2,13 Relato literalmente relacionado con los relatos elohistas de los sueños de Abimélec (Gn 20,3-7), de Labán (Gn 31,24) y, más en particular el de Jacob la noche de su partida a Egipto (Gn 46,2-4). Encontramos el esquema mandato-ejecución. Durante el sueño son recibidas las directrices de Dios, que guía a su pueblo. Idéntica concepción que en Hechos (1,9; 18,9; 23,11), pero sin la nota de ánimo de los sueños de Pablo.
2,14 Construcción parecida a la de los relatos de la huida de Jacob (Gn 27,43-45), de Lot (Gn 19,15) o de Moisés (Ex 2,15). Pero, sobre todo, el relato de la huida de Jeroboán a Egipto (1 Re 11,40), lugar tradicional de refugio en la Biblia.
2,15 Israel, el “hijo” del texto profético, era, pues, figura del Mesías.
2,22 (a) Este hijo de Herodes y de Maltaké (al igual que Herodes Antipas) fue etnarca de Judea del 4 a.C. al 6 d.C.
2,22 (b) Dominio de Herodes Antipas, ver Lc 3,1ss.
2,23 “Nazareo” Nadsôraios (forma adoptada por Mt, Jn y Hch) y su sinónimo Nadsarênos forma adoptada por Mc; Lc emplea las dos formas) son dos transcripciones corrientes de un adjetivo arameo (nasraya), derivado a su vez del nombre del lugar “Nazaret” (Nasrath). Aplicado a Jesús, cuyo origen denotaba, Mt 26,29.71, y luego a sus seguidores, Hch 24,5, este término se conservó en el mundo semítico para designar a los discípulos de Jesús, mientras que el nombre de “cristiano”, Hch 11,25, prevaleció en el mundo grecorromano. No se ve claramente a qué oráculos alude aquí Mt; se puede pensar en el nazir de Jc 13,5.7, o en el neser “vástago” de Is 11,1, o mejor todavía en el nasar “guardar” de Is 42,6; 49, 8, de donde nasûr = el Resto.

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[10]:
13-23 Prehistoria sangrienta, que anuncia de algún modo la futura Pasión del Mesías. Apenas nacido, es rechazado por Herodes, y Jerusalén se asusta (pero, ¿no lo habían estado esperando largo tiempo?). Mt, que en 1-2 parece entrecruzar datos de dos tradiciones orales próximas e independientes entre sí – una sobre José y otra sobre Herodes - , anticipa así, literaria y teológicamente, el rechazo posterior de Jesús por parte de los judíos.
13 Huye a Egipto, lugar clásico de refugio. Belén, en el camino hacia Egipto, era final de etapa (cf. Jr 41,17). El camino más corto y menos peligroso era el marítimo, embarcado en Ascalón, ciudad libre a 57 kilómetros de Belén, a cuyo puerto llegaban naves fenicias de cabotaje, que viajaban entre Egipto y Líbano (M. Ariza); de cualquier modo era desterrarse – “¡qué mal le prueba la tierra al Rey del cielo!” (B. Gracián) –, como si Dios, para defender a su Hijo, no tuviera más recurso que el de los cobardes: huir.
15 Así revive Jesús, en su propia historia, la historia de Israel, llamado de Egipto por Dios.
22 Arquelao (nombre griego: “jefe del pueblo”): hijo de Herodes el Grande y de Maltace; sanguinario y violento; solo desde el 4 al 6 d.C. , año en que fue depuesto por Augusto y desterrado a las Galias [Viena], tuvo cierto poder sobre Judea, Samaría e Idumea.
En Galilea reinaba entonces Herodes Antipas (cf. Mc 6,14 y Lc 3,1-2), menos sanguinario, al parecer.
23 Nazaret: cf. Lc 1,26. Termina el Evangelio de la Infancia con una cita que, tal como está, no se encuentra en el Antiguo Testamento.
Nazareno: Importa ese nuevo “nombre de Cristo”, calificativo de Jesús, añadido a los que aparecen en los dos primeros capítulos de Mt: “Jesús (Salvador)”, “Hijo de David”, “Cristo”, “Rey de los judíos”, “Enmanuel· y, mas cercano aún: “el niñito”.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[11]:
2, 13-23 Huida a Egipto: la estancia de la Sagrada Familia en Egipto es una reminiscencia del Antiguo Testamento. Cristo es asociado a Moisés y a los israelitas (cf. Os 11,1; Mt 2,15): él libera al pueblo de Dios de la esclavitud y de la opresión, y les conduce desde la oscuridad hacia la luz.

Notas del Catecismo de la Iglesia Católica[12]
530 La Huida a Egipto y la matanza de los inocentes (cf. Mt 2, 13-18) manifiestan la oposición de las tinieblas a la luz: "Vino a su Casa, y los suyos no lo recibieron"(Jn 1, 11). Toda la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución. Los suyos la comparten con él (cf. Jn 15, 20). Su vuelta de Egipto (cf. Mt 2, 15) recuerda el éxodo (cf. Os 11, 1) y presenta a Jesús como el liberador definitivo.
Comentario José Luis Sicre[13]
Hasta ahora, la imagen de Jesús Mesías no puede haber sido más positiva: culmen de la historia, nacido de una virgen, honrado por los magos. El horizonte ha comenzado a nublarse con el desinterés mostrado por las autoridades al no acudir a honrar al niño. Ahora se oscurece por completo. Mateo no cuenta lo que ocurre en la corte ni las órdenes impartidas por Herodes. Nos enteramos de forma indirecta.
Supone un paso más delante con respecto de lo anterior. No solo se desprecia al Mesías, se intenta matarlo, pero Dios lo salva milagrosamente. Igual que el faraón está a punto de matar a Moisés, Herodes decide matar a Jesús. Pero Mateo introduce una diferencia capital. A Moisés lo salvaron su familia y la hija del faraón. A Jesús lo salva su padre, pero avisado y guiado en todo momento por Dios a través de un ángel.
Vienen a la memoria las historias patriarcales: cuando Abrahán y Jacob bajaron a Egipto fue obligados por el hambre, pero allí germinó el pueblo de Israel. Allí también crecerá el Mesías, para que pueda realizarse en él la profecía de Oseas: “Desde Egipto llamé a mi hijo”. El profeta se refería al pueblo de Israel, recordando la salida de Egipto en tiempos de Moisés. Mateo lo aplica a Jesús, para sugerirnos una idea que desarrollará luego en su evangelio: Jesús no es solo el nuevo Moisés, encarna también al nuevo Israel.
Mateo ofrece una datación exacta: la muerte de Herodes, ocurrida en el año 4 a.C.
Esta vez no le envía un ángel, le comunica en un sueño que se dirija a Galilea, la región que terminará siendo el campo de actividad de Jesús.
Nazaret: Encerrada en tres colinas, en la falda de una de ellas, carecía de horizonte. Nisiquera se veían la cercana llanura de Esdrolón o el monte Tabor, si bien era posible divisarlos desde un elevado monte situado al sureste. La aldea contaba con unos doscientos habitantes, con las casas excavadas en ligera pendiente. Nazaret nunca fue mencionada en el AT, ni en las obras de Flavio Josefo, que conocía muy bien Galilea.
La idea de refugiarse en Nazaret es propia de Mateo. Según Lucas, la familia era originaria de esa Aldea.
“Jesús el nazoreo” lo llaman Lc 18,37; Hch 6,14; es el título que figura en la cruz (Jn 19,19); y el que él mismo se aplica en la aparición a Pablo (Hch 22,8). Generalmente se traduce “nazareno”, considerándolo equivalente al “Jesús nazareno” que aparece en Mc 1,24; 10,47; 14,67; 16,6; Lc 4,34; 24,19; pero ninguna profecía dice que el Mesías fue de Nazaret. Otros lo relacionan con Sansón, “consagrado naziraion a Dios (Jue 13,5.7). Más adecuado resultaría, recordando el texto hebreo, no el griego, ver una alusión a Is 11,1: “retoñará un tocón de Jesé, de su cepa brotará un vástago (neser)”. De todos modos, también Esd 9,10ss alude a la profecía de varios profetas que no se encuentra en ningún libro del AT.

Comentario Marta García Fernández[14]
Dios habla en sueños, pues cuando el hombre está completa pasivo. En este sentido, el sueño pone de manifiesto que la decisión radica totalmente en Dios. Por otra parte, el hecho de “soñar” establece una relación entre José y su homólogo, el patriarca e hijo de Jacob quien igualmente viaja a Egipto y será providencialmente su estancia allí la que traerá para sus hermanos la salvación de la carestía (Gn 37-50).
Sobre la cuestión de emigrar a Egipto, como notan algunos autores, aunque Egipto es símbolo de la esclavitud, en tiempos de Jesús – y a partir del período de los Macabeos – se convierte en tierra de refugio (cf. 1 Re 11,40).
Mateo solo utiliza el término nazõraios aquí y en la pasión (Mt 26,71). Además la cita bíblica es desconocida, ya que en ningún lugar de la Escritura se encuentra un texto análogo. Por este motivo algunos exégetas consideran que se alude no solo a un lugar (Nazaret) sino a la identidad mesiánica de Jesús.
La etimología del término podría remontarse a: 1) una raíz hebrea nãzir, que significa “consagrado” (cf. Nm 6); 2) a un sustantivo neser que tiene el sentido de “retoño” y que evocaría a Is 11,1; 3; finalmente, a un adjetivo nasur o “preservado· como en el segundo cántico del siervo de Isaías (Is 49,6). En cualquiera de estos tres casos, el título de “nazareno” tendría una connotación mesiánica.

Comentario revista Homilética[15]
-El texto evangélico consta de dos pequeñas unidades literarias:
vv.13-15: huida de la familia de Jesús a Egipto.
vv.19-23: el retorno de Egipto y el establecimiento en Nazaret.
Se omite la matanza de los inocentes (vv.16-18).
-Como en anteriores relatos del Evangelio de la Infancia toda la acción se presenta dirigida por Dios:
Por medio de un ángel.
Con la colaboración obediente del ser humano (José).
Para cumplir el plan de salvación establecido.
-Herodes y Arquelao:
Oposición real al proyecto del reina de Dios.
Impotencia para evitar que siga adelante la salvación de Dios.
-José:
Vida obediente.
Vida en respuesta a la voluntad de Dios.
Vida activa y comprometida con dicha voluntad.
Fruto de una profunda y continuada actitud de reflexión y discernimiento (sueños).
-Nombres geográficos:
Geografía habitada por Dios.
Egipto: éxodo y la liberación.
Nazaret: signo de la manifestación de Dios en las pequeñas cosas.


Comentarios patrísticos[16]:
Juan Taulero[17].
Hay tres enemigos fuertes y encamizados que debes vencer en ti, y de los cuales difícilmente se triunfa. Serás atacado por el orgullo de espíritu: quieres ser visto, considerado, escuchado. El segundo enemigo es tu propia carne, que te acosa por la impureza corporal y espiritual. El tercer enemigo es el que te ataca inspirándote la maldad, los pensamientos amargos, las sospechas, los malos juicios, el odio y los deseos de venganza; ¿quieres estar cada vez más cerca de Dios? Debes renunciar completamente a todo esto, porque todo esto es Arquelao, el malo. Teme y vigila, pues realmente quiere matar al niño.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 8,2.
Tú, que esto oyoes, cuando hayas merecido desempeñar un asunto espiritual y luego te veas entre sufrimientos intolerables y metido en peligros sin cuento, no te turbes ni digas: “¿Qué es esto? ¿No merecía yo que se me coronara y proclamara, no merecía ser ilustre y glorioso, puesto que estoy cumpliendo un mandato del Señor?”. No, ahí tienes el ejemplo, que esto acompaña partiuclarmente a los espirituales; que esa es su herencia: tentaciones y pruebas por todas partes. Mira, si no, como así sucede con la madre del niño y con los magos. Estos tienen que retirarse como fugitivos.
San Pedro Crisólogo. Sermones. 150,11.
Cristo huyó para cumplir la verda de la ley, la fe de la profecía, el testimonio del salmo. Cristo huyó para guardar los misterios dispensados en los tiempos. Cristo huyó para absolver con futuros poderes a los perversos y dar pruebas de fe a los que creerían. Y sobre todo Cristo huyó para darnos a nosotros confianza cuando tengamos que huir, puesto que en tiempos de persecución es mejor huir que negar. Así Pedro, que no quiso huir, le negó; en cambio Juan huyó para no negar al Señor.
San Jerónimo. Comentario al evangelio de san Mateo. 2,23[18]
Nazareo significa santo. El Señor será santo, como lo recuerda toda la Escritura. Podemos citar también lo que el original hebreo expresa con las mismas palabras en Isaías: Saldrá un vástago de la raíz de Jesé y el Nazareo se elevará de esta raiz.
Santa Teresa de Liseaux. Poesías. 5.[19]
Acuérdate, Jesús, de que llamaste padre / al humilde José, quien, por orden del cielo / sin que te despertases del maternal regazo, / te arrancó de la furia de un mortal traicionero. / Verbo de Dios, acuérdate de aquel misterio extraño: / ¡Hiciste hablar a un ángel, al guardar tu silencio! / De tu lejano exilio / a orillas del Nilo / ¡acuérdate!
Santa Teresa de Liseaux. Poesías. 54, 12.13[20]:
¡Oh, Reina de los mártires, hasta el fin de tu vida / la espada dolorosa, traspasará tu pecho! / Habrás de abandonar el suelo de tu patria, / para evitar de un rey el furor traicionero. / En paz duerme Jesús, a quien tu manto abriga, / cuando José te avisa ue habéis de partir luego. / Tu obediencia es puntual y enseguida se apresta, / y partís sin demora y sin razonamientos.
En la tierra de Egipto, me parece, ¡oh, María! / que, alegre, en el apobreza, vive tu corazón. / ¿O no es Jesús, de todas las patrias, la más bella? / ¿Qué te importa el destierro, si posees a Dios…? / Mas en Jerusalén una amarga tristeza, / como un inmenso océano, te anega el corazón: / tu, Jesús, por tres días, se oculta a tu ternura; / ¡tu destierro es entonces del máximo rigor…!
San Oscar Romero. Homilía. 30 diciembre 1979[21].
Hermanos, esta es nuestra familia, una familia que peregrina en el mundo y donde hay toda clase de miembros, pero que desde una perspectiva cristiana nos sentimos como un núcleo muy cercano a Dios y somos la pequeña Iglesia en el hogar y la gran Iglesia Universitaria en el mundo: la parroquia, la diócesis, la comunidad de base.
Benedicto XVI. Angelus. 26 diciembre 2010[22]:
La Sagrada Familia de Nazaret pasó por muchas pruebas, como la de la «matanza de los inocentes» —nos la recuerda el Evangelio según san Mateo—, que obligó a José y María a emigrar a Egipto (cf. 2, 13-23). Ahora bien, confiando en la divina Providencia, encontraron su estabilidad y aseguraron a Jesús una infancia serena y una educación sólida.
Benedicto XVI. La Infancia de Jesús[23]:
Con la huida a Egipto y su regreso a la tierra prometida, Jesús concede el don del éxodo definitivo. Él es verdaderamente el Hijo. Él no se irá para alejarse del Padre. Vuelve a casa y lleva a casa. Él está siempre en camino hacia Dios y con eso conduce del destino al hogar, a lo que es esencial y propio. Jesús, el verdadero Hijo, ha ido él mismo al “exilio” en un sentido muy profundo para traernos a todos desde la alienación hasta casa.
Puesto que Mateo se refiere explícitamente a Isaías 7 y 9, es lógico suponer también en él una insinuación a Isaías 11. La particularidad de esta promesa es que enlaza, más allá de David, con el fundador de la estirpe de Jesé. Del tronco aparentemente ya muerto, Dios hace brotar un nuevo retoño: pone un nuevo comienzo que, sin embargo, permanece en profunda continuidad con la historia de la promesa. […] Si a esto añadimos que, en la inscripción de la cruz, Jesús es denominado Nazoreo (ho Nazõraios) (cf. Jn 19,19), el título adquiere su pleno significado: lo que inicialmente debía indicar solamente su proveniencia, alude sin embargo al mismo tiempo a su naturaleza, él es el “retoño”, el que está totalmente consagrado a Dios, desde el seno materno hasta la muerte.

Papa Francisco. Angelus. 29 diciembre 2013[24]:
Vivamos intensamente en este día en que la liturgia nos ofrece el bello mensaje de la Sagrada Familia, cada uno en su propio puesto de familia universal siéntase hermano y colabore con todos los otros hermanos ha hacer de este mundo no una jauría de miedo, sino un paraíso, antesala de los hijos de Dios. Así sea…
En tierras lejanas, incluso cuando encuentran trabajo, no siempre los refugiados y los inmigrantes encuentran auténtica acogida, respeto, aprecio por los valores que llevan consigo. Sus legítimas expectativas chocan con situaciones complejas y dificultades que a veces parecen insuperables. Por ello, mientras fijamos la mirada en la Sagrada Familia de Nazaret en el momento en que se ve obligada a huir, pensemos en el drama de los inmigrantes y refugiados que son víctimas del rechazo y de la explotación, que son víctimas de la trata de personas y del trabajo esclavo. Pero pensemos también en los demás «exiliados»: yo les llamaría «exiliados ocultos», esos exiliados que pueden encontrarse en el seno de las familias mismas: los ancianos, por ejemplo, que a veces son tratados como presencias que estorban. Muchas veces pienso que un signo para saber cómo va una familia es ver cómo se tratan en ella a los niños y a los ancianos.
Y hoy el Evangelio nos presenta a la Sagrada Familia por el camino doloroso del destierro, en busca de refugio en Egipto. José, María y Jesús experimentan la condición dramática de los refugiados, marcada por miedo, incertidumbre, incomodidades (cf. Mt 2, 13-15.19-23). Lamentablemente, en nuestros días, millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad. Casi cada día la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, de la guerra, de otros peligros graves, en busca de seguridad y de una vida digna para sí mismos y para sus familias.
Jesús quiso pertenecer a una familia que experimentó estas dificultades, para que nadie se sienta excluido de la cercanía amorosa de Dios. La huida a Egipto causada por las amenazas de Herodes nos muestra que Dios está allí donde el hombre está en peligro, allí donde el hombre sufre, allí donde huye, donde experimenta el rechazo y el abandono; pero Dios está también allí donde el hombre sueña, espera volver a su patria en libertad, proyecta y elige en favor de la vida y la dignidad suya y de sus familiares.
Hoy, nuestra mirada a la Sagrada Familia se deja atraer también por la sencillez de la vida que ella lleva en Nazaret. Es un ejemplo que hace mucho bien a nuestras familias, les ayuda a convertirse cada vez más en una comunidad de amor y de reconciliación, donde se experimenta la ternura, la ayuda mutua y el perdón recíproco. Recordemos las tres palabras clave para vivir en paz y alegría en la familia: permiso, gracias, perdón. Cuando en una familia no se es entrometido y se pide «permiso», cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir «gracias», y cuando en una familia uno se da cuenta que hizo algo malo y sabe pedir «perdón», en esa familia hay paz y hay alegría. Recordemos estas tres palabras. Pero las podemos repetir todos juntos: permiso, gracias, perdón. (Todos: permiso, gracias, perdón) Desearía alentar también a las familias a tomar conciencia de la importancia que tienen en la Iglesia y en la sociedad. El anuncio del Evangelio, en efecto, pasa ante todo a través de las familias, para llegar luego a los diversos ámbitos de la vida cotidiana.


[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.  
[2] García Viana, L.F. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae.  
[3] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[4] Quesson, Noel. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Colombia. 1988.   En www.mercaba.org   

[5] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[6] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[7] Fraile Yécora, Pedro. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae. 

[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  
[9] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[10] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[11] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[12] Catecismo de la Iglesia Católica. www.vatican.va Notas tomadas de la Bíblia Didaje.
[13] Sicre, J.L. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino. Estella. 2019. Pgs.214ss.
[14] García Fernández, M. Mateo. Guías de lectura del Nuevo Testamento. Verbo Divno. Estella (Navarra). 2015.
[15] Badiola, J.A. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae. Pg. 673-674
[16] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio según san Mateo (1-13). Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
[17] Magnificat. Diciembre 2019 (193). Pg. 401.
[18] Jerónimo. Comentario al Evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[19] Teresa de Lisieux. Obras Completas. Monte Carmelo. Burgos. 2003.
[20] O.c.
[23] Benedicto XVI. La infancia de Jesús. Planeta. Barcelona (España). 2012. Pgs. 116 ss.