miércoles, 11 de diciembre de 2019

15 de diciembre de 2019. III domingo de Adviento.


Lectura del libro de Isaías   35,1-6a.10
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá, germinará y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: “Sed fuertes, no temáis. ¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y os salvará”. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo. Retornan los rescatados del Señor. Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros. Los dominan el gozo y la alegría. Quedan atrás la pena y la aflicción.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
Que se regocije y florezca la estepa.
Is 41,19
Pondré en el desierto cedros, / acacias, mirtos y olivares; / plantaré en la estepa cipreses, / junto con olmos y alerces.
Le va a ser dada la gloria del Líbano
Is 60,13
Vendrá a ti el orgullo del Líbano, / el ciprés, el olmo y el abeto, / para embellecer mi santuario y ennoblecer mi estrado.
El esplendor del Carmelo y del Sarón
Is 40, 5
Se revelará la gloria del Señor, / y la verán todos juntos / - ha hablado la boca del Señor-.
Fortaleced las manos débiles
Is 40, 29-31
Fortalece a quien está cansado, / acrecienta el vigor del exhausto. / Se cansan los muchachos, se fatigan, / los jóvenes tropiezan y vacilan; / pero los que esperan en el Señor / renuevan sus fuerzas, / echan alas como las águilas, / corren y no se fatigan, / caminan y no se cansan.
Entonces se abrirán los ojos del ciego
Mt 11,5
Los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados.


Entonces saltará el cojo como el ciervo
Hch 3,8
Se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios.
Pues manarán aguas en el desierto
Is 41,18
Haré brotar ríos en cumbres desoladas, / en medio de los valles, manantiales; / transformaré el desierto en marisma / y el yermo en fuentes de agua.
Is 43,20
Me glorificarán las bestias salvajes, / chacales y avestruces, / porque pondré agua en el desierto, / corrientes en la estepa, / para dar de beber a mi pueblo elegido.
Is 48,21
Los llevó por la estepa / y no pasaron sed; / hizo brotar agua de la roca, / hendió la roca y brotó agua.
Jn 4,10
A la Samaritana: Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva.
Los redimidos de Yahvé volverán
Is 51,11
Volverán los rescatados del Señor, / entrarán en Sión con cánticos de júbilo, / alegría perpetua a la cabeza, / siguiéndolos, gozo y alegría; / pena y aflicción se alejarán.
Sal 126
Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, / nos parecía soñar: / la boca se nos llenaba de risas, / la lengua de cantares.
Comentario[2].
A la sentencia pronunciada contra Edom se contraponen las bendiciones reservadas a Jerusalén. Las relaciones con el Segundo Isaías son aquí especialmente abundantes.

Comentario[3].
-Después del capítulo 34 (oráculo contra Edom y todas las naciones) la perspectiva del libro de Isaías en el cap. 35 cambia.
-Apertura a la visión de una tierra restaurada y un pueblo renovado.
-Pequeña antología de profecías de salvación que podemos aplicar a cualquier situación en la que la esperanza brote en medio de la oscuridad de la desesperación.
Imágenes: consolar y animar a quienes sufren la debilidad corporal y psicológica y la desertización de la naturaleza.
Causa: la gloria del Señor.
Las tinieblas se han transformado en luces de liberación que iluminan la humanidad y el cosmos.
Dios-humanidad-cosmos / yo

Salmo responsorial

                   Salmo 145

R/. Ven, Señor, a salvarnos.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

Textos paralelos[4].
Hace justicia a los oprimidos
Sal 103,6
El Señor hace justicia / y defiende a todos los oprimidos.
Yahvé libera a los condenados.
Sal 68,7
Dios prepara casa a los desvalidos, / libera a los cautivos y los enriquece, / solo los rebeldes se quedan en la tierra abrasada.
Is 49,9
Para decir a los cautivos: “Salid”. / a los que están en tinieblas: “Venid a la luz”. / Aun por los caminos pastarán / tendrán praderas en todas las dunas.
Yahvé abre los ojos a los ciegos
Is 61,1
El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí, / porque el Señor me ha ungido. / me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, / para curar los corazones desgarrados, / proclamar la amnistía a los cautivos, / y a los prisioneros la libertad.

Yahvé endereza a los encorvados.
Sal 145,14
El Señor sostiene a los que van a caer / endereza a los que ya se doblan.
Yahvé protege al forastero
Ex 22,20ss.
No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Sostiene al huérfano y a la viuda
Sal 68,6
Padre de huérfanos, protector de viudas, / Dios vive en su santa morada.
Yahvé ama a los honrados
Sal 11,7
Porque el Señor es justo y ama la justicia: / los buenos verán su rostro.
Yahvé reina para siempre
Ex 15,18
El Señor reina por siempre jamás.
Sal 145,13a.
Tu  reinado es un reinado perpetuo, / tu gobierno va de edad en edad.

Notas exegéticas[5]:
Este salmo es el comienzo de un tercer Hallel, Sal 145-150, que los judíos recitaban por la mañana. Ver Sal 113-118 y 136.

Comentario[6].
Este himno es una letnía de alabanza a Dios por las muchas intervenciones en la historia. Con respecto a este salmo, el papa Benedicto XVI ha subrayado las frases de las perfecciones de Dios que incluye en la descripción de “bueno con todos” y compasivo “con todo lo que él ha hecho”. Sus obras de creación son magníficas pero su atributo más destacado es su infinita misericordia hacia nosotros. V·: Es incalculable su grandeza: la mente humana, siendo finita, no puede comprender plenamente la infinita sabiduría y poder divinos. A Dios se le puede conocer indirectamente por la magnificencia y esplendor de su creación. La omnipotencia y perfecciones absolutas son conceptos que podemos captar débilmente por analogía. V.8s; El Señor es clemente… criaturas: Dios creó libremente una rica variedad de cosas con vida e inanimadas que reflejan de una manera finita su sabiduría, inteligencia y bondad. Él comparte su bondad de una manera especial haciendo al hombre a imagen y semejanza.


Comentario[7].
Con Israel.
Es un "himno" del reino de Dios. A partir del salmo 145, hasta el último, el 150, tenemos una serie que se llama el "último Hallel", porque cada uno de estos seis salmos comienza y termina por "aleluia". En esta forma el salterio termina en una especie de ramillete de alabanza. Recordemos que la palabra "hallélouia" significa, en hebreo "alabad a Yahveh", "alabad a Dios".
El salmista canta el amor de Dios en una especie de carillón festivo, más sensible en hebreo por la repetición, nueve veces, de una misma construcción gramatical que se llama el "participio hímnico":
Con Jesús.
Nada impide poner este salmo en boca de Jesús. Parece que escucháramos el Evangelio.
Jesús, lejos de contar en los poderes mundanos, deliberadamente se pone de lado de los pobres, desde el pesebre hasta la cruz, apoyándose únicamente en su Padre.
Muchos milagros de Jesús fueron el cumplimiento de esta palabra: la multiplicación de los panes para los hambrientos, la devolución de la vista a los ciegos, la liberación de los prisioneros del pecado...
A la sala del festín mesiánico, los pobres, los lisiados, los encorvados, los ciegos, son los primeros invitados.
Con nuestro tiempo.
"Si Dios se interesa por los desgraciados... ¿Tú qué? ¿Qué haces?... Proteger, guardar, curar, levantar, sostener. Dios ha confiado al hombre sus propias tareas. Si el hombre es "este humilde polvo inconsistente, tiene la admirable dignidad de poder imitar a Dios. "Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto", decía Jesús. He ahí, en las palabras de este salmo, todo el compromiso del cristiano por la promoción, por el desarrollo, por el "servicio", personal y colectivo de la sociedad. "El Señor reinará de generación en generación... ". ¡Venga tu reino, hágase tu voluntad sobre la tierra, en los grupos humanos a los que pertenezco!

Segunda lectura.
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,7-10
Hermanos, esperad con paciencia hasta la venida del Señor. Mirad: el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca. Hermanos, no os quejéis los unos de los otros, para que no seáis condenados; mirad: el juez está ya a las puertas. Hermanos, tomad como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
Palabra de Dios.
Textos paralelos[8].
Tened, pues, paciencia hasta la Venida del Señor.
1 Cor 15,25ss.
Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El
Hasta recibir las lluvias tempranas y tardías
Dt 11,14
Yo daré a vuestra tierra la lluvia temprana a su tiempo, las primeras lluvias y las tardías, y cosecharás tu grano, tu mosto y tu aceite.
Fortaleced vuestro ánimo
Ap 1,3
Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
No os quejéis unos de otros
2 Cor 6,2ss
Pues dice: “En tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayude”. Pues mirad:  ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.
Mt 24,33
Pues cuando veáis todas estas cosas, sabed que él está cerca, a la puerta.
Rm 2,6 ss.
El cual pagará a cada uno según sus obras: vida eterna a quienes, perseverando en el bien, buscan gloria, honor e incorrupción.
Tomad como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas
Mt 5,11-12p. 
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Notas exegéticas[9]:
5,8 La espera de la Venida (Parusía, 1 Cor 15, 23ss.) es el motivo último de la paciencia cristiana. 1, 2-4.12; 1 Ts 3,13; 1 Pe 4,7; 5,10. La comparación del labrador v. 7 sugiere a Mc 4, 26-29
Comentario[10]
5,7-11 Reiterando su llamada a la paciencia en el sufrimiento y el edificio de a virtud, Santiago llama a la solidaridad entre los cristianos y la fortaleza en la fe al tiempo que les invita a reflejar la compasión y la misericordia de Cristo. La venida del Señor: la segunda venida de Cristo para juzgar al final de los tiempos.
Comentario[11]: .
-Refleja el pensar y el sentir de un grupo con toda probabilidad de judíos que han abrazado la fe cristiana.
-Testimonio de la espera.
-Idea principal:
La paciencia:
Forma de espera.
Necesaria en la labor agrícula.
Relacionada con el fortalecimiento interior.
Modelo: los profetas.
Tema teológico:
El tiempo de Dios no es nuestro tiempo.
Dejemos a Dios ser Dios y que vaya llevando el ritmo de la historia de la salvación.
Virtud a cultivar: tesón, atención y vigilancia.

Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle:
-¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
Jesús les respondió:
-Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los sordos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
-¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”. En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Palabra del Señor.




Textos paralelos[12].
Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió
Dt 18,15
El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis.
¿Eres tú el que ha de venir?
Sal 118,26
Mi alma se consume, deseando continuamente tus mandamientos.
Dn 7,13
En mi visión nocturna / vi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo. / Avanzó hacia el anciano y llegó a su presencia.
Dn 9,26
Pasadas las setenta y dos semanas, matarán a un ungido inocente. Vendrá un príncipe con su tropa y arrasará la ciudad y el templo, pero su final será un cataclismo: guerra y destrucción están decretadas hasta el fin.
Mal 3,1
Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando, y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
Los ciegos ven
Mt 3,11
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no merezco ni llevarle las sandalias.
Jn 1,23
“¿Qué dices de ti mismo?”. Él contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías.
Is 26,19
¡Revivirán tus muertos, / resurgirán nuestros cadáveres, / despertarán jubilosos los que habitan en el polvo! Pues Pues rocío de luz es tu rocío, / que harás caer sobre la tierra de las sombras.
Is 29,18s
Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro, / sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos.
Is 35,5a
El desierto y el yermo se regocijarán, / se alegrará la estepa y florecerá.


Is 42, 7
Para que abras los ojos de los ciegos, / saques a los cautivos de la cárcel, / de la prisión a los que habitan en tinieblas.
Is 42,18
¡Sordos, escuchad; ciegos mirad y ved!
Is 61,1
El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí, / porque el Señor me ha ungido. / Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, / para curar los corazones desgarrados, / proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad.
Mt 5,3.
Bienaventurados los pobres en el Espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mt 8,3ss.
Extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero, queda limpio”. Y enseguida quedó limpio de lepra.
Mt 15,31
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
¡Y dichoso aquel a quien yo no le sirva de escándalo!
Mt 13,57
Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: “Solo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta”.
Is 8,7
Por eso, el Señor hará subir contra ellos las aguas del Éufrates, impetuosas y abundantes: al rey de Asiria con todo su poder.
Jn 6,51
Se puso a hablar de Juan
Mt 3,1.
Por aquellos días Juan el Bautista se presenta en el desierto de Judea.
Mt 3,4-6
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. 
Mt 16,14
Ellos contestaron: “Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas”.



Lc 1,76-79
Y a ti niño, te llamarán profeta del Altísimo, / porque irás delante del Señor a preparar sus caminos. / anunciando a su pueblo la salvación / por el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, / nos visitará el sol que nace de lo alto, / para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, / para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Voy a enviar a mi mensajero
Ex 23,20
Voy a enviarte un ángel para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.
Mal 3,1
Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mi. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
Dn 4,14
Por decreto de los ángeles llega la sentencia, y por mandato de los santos la resolución, a fin de que los vivientes reconozcan que el dominio del Altísimo está por encima del reinado de los hombres; él lo da a quien quiere y eleva hasta el reino al más humilde de los hombres.
Mc 1,2
Como está escrito en el profeta Isaías: “Yo envío a mi mensajero delate de ti, el cual preparará el camino”.
Hch 13,24-25
Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno de tras de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies”.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[13].
11,1 Las ciudades de los judíos.
11,2 Var. “dos de sus discípulos”, ver Lc 7,18
11,3 Sin dudar absolutamente de Jesús, Juan Bautista se extraña viéndole plasmar un tipo de Mesías tan distinto del que él esperaba, ver 3,10-12.
11,5 Lit.: “los pobres son evangelizados”, ver Mc 4,23; Lc 1,19ss. Con esta alusión a los oráculos de Isaías Jesús muestra a Juan que sus obras inauguran ciertamente la era mesiánica, pero con maneras de bondad y salvación, no de violencia y castigo: ver Lc 4,17-21.
11,11 Por el solo hecho de pertenecer al Reino, mientras Juan, en tanto que Precursor, se ha quedado a la puerta. Esta frase contrapone dos ópticas de la obra divina, dos “economías·, sin minusvalorar en nada a la persona de Juan, los tiempos del Reino, trascienden totalmente a los que los han precedido y preparado.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[14]:
3 El que tenía que venir: expresión técnica que designa al Mesías esperado, como el profeta anunciaba Dt 18,15-19.
O hemos de aguardar a otro: o bien: o aquel a quien aguardamos es otro. En el círculo del Bautista surge la duda: el anunciado por Mal 3,1-5 sería irresistible contra los malos, ¡y no se ve que Jesús actúe con “fuego de fundidor, lejía de lavadores”!
4. El comienzo del v. es, lit.: y habiendo respondido el Jesús dijo a ellos (3,15).
Id a contar: lit. habiendo ido, contad.
5. No hay un solo artículo en la enumeración del texto griego: ciegos,… cojos…, leprosos…, etc. Jesús cita en mosaico varias frases de Isaías, pero la última cita (61,1) no se prolonga hasta el fin del versículo, que anuncia “amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad”. Juan deberá permanecer en la cárcel; su “liberación” será el martirio.
muertos son despertados: los muertos vuelven a la vida.
El que no dé un mal paso (cf.5,29ss.) a causa de mí: el que no tropiece en mí; el que no “se escandalice” por ver en mí algo con lo que no contaba.
7-9 Aquel gentío (“las multitudes”) con valor de adjetivo demostrativo.
¿Qué salisteis? ¿A ver a un hombre, etc.?
Pero entonces: supone una respuesta implícita negativa a las preguntas anteriores.
10 Está escrito: el tiempo verbal griego (perfecto) equivale a “se escribió en el pasado, y eso está realizándose ahora”.
11 De mujer: lit. de mujeres.
El menor: tal vez se refiere al mismo Jesús, “más joven” que Juan.

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[15]:
11,1-15 Cristo responde con sus acciones, en especial con sus curaciones milagrosas, a la pregunta formulada por los discípulos de Juan el Bautista. todas ellas eran signos del Mesías profetizado en el Antiguo Testamento. Mediante la fe podemos ver el reino de Dios presente a través de los milagros de Cristo de su Iglesia.
11,9 Los profetas estaban inspirados por el Espíritu Santo para llamar al pueblo elegido a la fidelidad de la ley de Dios y para proclamar la venida del Mesías. Juan Bautista es considerado como el último de los profetas, completando el ciclo iniciado por Elías. Juan también fue el primero en anunciar la llegada del reino de Dios, así como Elías fue el primero en anunciar la promesa de la redención hecha por Dios.

Notas del Catecismo de la Iglesia Católica[16]
548 Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre le ha enviado (cf. Jn 5, 36; 10, 25). Invitan a creer en Jesús (cf. Jn 10, 38). Concede lo que le piden a los que acuden a él con fe (cf. Mc 5, 25-34; 10, 52). Por tanto, los milagros fortalecen la fe en Aquel que hace las obras de su Padre: éstas testimonian que él es Hijo de Dios (cf. Jn 10, 31-38). Pero también pueden ser "ocasión de escándalo" (Mt 11, 6). No pretenden satisfacer la curiosidad ni los deseos mágicos. A pesar de tan evidentes milagros, Jesús es rechazado por algunos (cf. Jn 11, 47-48); incluso se le acusa de obrar movido por los demonios (cf. Mc 3, 22).
549 Al liberar a algunos hombres de los males terrenos del hambre (cf. Jn 6, 5-15), de la injusticia (cf. Lc 19, 8), de la enfermedad y de la muerte (cf. Mt 11,5), Jesús realizó unos signos mesiánicos; no obstante, no vino para abolir todos los males aquí abajo (cf. Lc 12, 13. 14; Jn 18, 36), sino a liberar a los hombres de la esclavitud más grave, la del pecado (cf. Jn 8, 34-36), que es el obstáculo en su vocación de hijos de Dios y causa de todas sus servidumbres humanas.
2443 Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprueba a los que se niegan a hacerlo: “A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda” (Mt 5, 42). “Gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres (cf Mt 25, 31-36). La buena nueva “anunciada a los pobres” (Mt 11, 5; Lc 4, 18)) es el signo de la presencia de Cristo.
719 Juan es "más que un profeta" (Lc 7, 26). En él, el Espíritu Santo consuma el "hablar por los profetas". Juan termina el ciclo de los profetas inaugurado por Elías (cf. Mt 11, 13-14). Anuncia la inminencia de la consolación de Israel, es la "voz" del Consolador que llega (Jn 1, 23; cf. Is 40, 1-3). Como lo hará el Espíritu de Verdad, "vino como testigo para dar testimonio de la luz" (Jn 1, 7; cf. Jn 15, 26; 5, 33). Con respecto a Juan, el Espíritu colma así las "indagaciones de los profetas" y la ansiedad de los ángeles (1 P 1, 10-12): "Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo lo he visto y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios [...] He ahí el Cordero de Dios" (Jn 1, 33-36).
524 Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida (cf. Ap 22, 17). Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la Iglesia se une al deseo de éste: "Es preciso que él crezca y que yo disminuya" (Jn 3, 30).

Comentario José Luis Sicre[17]
-El relato se basa en Q, pero Mt ha introducido al principio un cambio fundamental:
No dice Jesús (Q/Lc) sino Mesías.
Las obras: todo lo anterior (palabras, curaciones, misión).
-Lo que debía animar a Juan provoca duda:
Había esperado un Mesías enérgico, que solucionase definitivamente los problemas, dispuesto a cortar el árbol que no de buen fruto (3,10).
Jesús le desconcierta.
-El que ha de venir:
Sal 118,26.
Reaparecerá durante la entrada triunfal en Jerusalén (Mt 21,9).
-Respuesta de Jesús:
Desconcertante, repite lo que Juan ya sabe.
Lo importante: se está cumpliendo lo anunciado por los profetas.
A partir de estas promesas reelabora Jesús la respuesta:
Enfermedad  física, muerte y evangelización de los pobres.
Jesús podría haber actuado de otra forma, pero elige esta.
-Muy importante para la pedagogía de la fe:
La persona que protagoniza la duda de la fe es Juan el Bautista, quien ya conocía a Jesús por revelación divina.
No da una respuesta directa a la duda, sino que obliga a sacar una conclusión personal.
Nos hace caer en la cuenta de la necesidad de reflexionar sobre nuestra imagen de Dios.
-Juan el Bautista:
En los ambientes judíos del siglo I era más conocido que Jesús y sus discípulos llegaron a Grecia antes que los cristianos.
Los discípulos del Bautista cuando apareció Jesús siguieron viviendo según sus enseñanzas.
Surgió una disputa con los discípulos de Jesús sobre quién era el más importante.
Jesús:
Lo exalta y lo coloca en su lugar.
Elogia las cualidades humanas de Juan:
Austeridad, asceta, profeta, mensajero, el Elías que tenía que venir,…
El más pequeño en el Reino de Dios es mayor que Juan:
Excluye del Reino a Juan el Bautista.
Juan anunció el reino pero se quedó a la puerta.
Con Juan el Bautista se ha cerrado una etapa del plan de Dios.
Ahora comienza una nueva, superior y positiva.




Comentario Marta García Fernández[18]
-Hechos previos:
Sermón de la Montaña (Mt 5-7) – sección de los milagros (Mt 8-9).
Discurso misionero (Mt 10) – sección reacciones que suscita el ministerio de Jesús y de sus discípulos:
Pregunta de Juan (Mt 11,2-15).
Cerrazón de Israel (Mt 11,26-30).
Conflicto con los fariseos (Mt 12,1-50).
-Jesús y Juan el Bautista (Mt 11,2-19):
Díptico similar a la presentación de Juan (Mt 3,1-12) y el encuentro con Jesús en el bautismo (Mt 3,13-17).
-Pregunta del Bautista (Mt 11,2-6):
Había anunciado un mesianismo diferente:
En su mano tiene el bieldo y va a limpiar la era; recogerá el trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.
Respuesta de Jesús:
Se corresponde a los cinco milagros realizados anteriormente
Ciego, paralítico, leproso, sordo, resurrección de la hija de un magistrado.
Signos de la llegada del Reino.
Lo que oís y veis:
Binomio propio de Isaías.
Desarrollo del Sermón de la Montaña (Mt 5-7).
Sermón de la Montaña: oís.
Milagros: veis.
A los pobres se les anuncia el Evangelio:
La primera bienaventuranza: los pobres.
En las obras de Jesús el Bautista ha de encontrar la respuesta.
Los milagros legitiman la actividad profética de Jesús.
-Mesianismo de Jesús:
Distinto del esperado:
Pasa por la cruz.
Desde el amor, el servicio y la humildad.
No aceptado.

Juan el Bautista:
No es el Mesías ni un profeta como otros.
Es el mensajero (Mal 3,1) que prepara el camino (Is 40,3) al Mesías.
Es Elías (Mal 3,23): “estad atentos porque yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor”.

Comentario revista Homilética[19]
-Situado al comienzo de una nueva sección de Mt (11,2-12,50):
Reacciones negativas  al programa de Jesús:
Juan: duda de su mesianismo.
La presente generación.
Las ciudades impertinentes.
Comienza la polémica con los adversarios de Jesús que alcanzará la cima durante la Pasión.
-El texto nos interpela sobre nuestra propia respuesta a Jesús y su programa.
-Partes:
vv.2-6: la pregunta planteada por Juan y la respuesta de Jesús.
vv.7-11: las palabras de Jesús a la multitud.
-Personajes:
Juan: profeta
Jesús: mesías.
-Temas:
Evangelio (Buena Nueva).
Reino de los cielos.
-Insistencia en el “oír” y “ver”: tiempo nuevo.
-Obras de Jesús:
Acreditan su persona.
Compasión ante la realidad doliente.
-Jesús:
Distinto al que Juan y nosotros esperamos.





Comentarios patrísticos:
Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 11,2[20]:
La Ley había anunciado a Cristo, había predicado la remisión de los pecados y había prometido el reino de los cielos; pero Juan había cumplido toda esa tarea de la Ley. Ahora que cesaba la Ley, prisionera de los pecados de la gente y encadenada por los vicios del pueblo, también estaba encarcelada porque no podía entender a Cristo. 

Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 11,3[21]:
¿Qué es lo que quiere dar a entender con la frase de que “a los pobres se les anuncia el Evangelio”. Estos son los que han perdido su vida, los que han tomado su cruz y le han seguido, los que se han hecho humildes de espíritu y para los que está preparado el reino de los cielos.  Puesto que parece que todos estos sufrimientos están relacionados con el Señor y que su cruz constituiría un escándalo para mucha gente, manifiesta que son bienaventurados aquellos cuya fe no sufría ninguna prueba por el hecho de su cruz, de su muerte y de su sepultura.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Mateo, 2,11,8[22]:
[¿Qué salisteis a ver?] Con esto se nos muestra que una vida austera y una predicación austera deben evitar las cortes de los reyes y los palacios de los hombres voluptuosos.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Mateo, 2,11,13[23].
“Todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan”, muestra que ha llegado el tiempo de Cristo, pues aquel que ellos anunciaban que vendría, Juan lo proclamó como quien ya había venido.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Mateo, 2,11,15[24]
Juan es llamado Elías no en el sentido de ciertos filósofos necios, de algunos herejes que apelan a la metempsícosis [como si el alma de Elías hubiese ocupado el cuerpo de Juan Bautista], sino porque según otro testimonio del Evangelio, vino con el espíritu y el poder de Elías y tuvo la misma gracia y plenitud del Espíritu Santo (Lc 1,17). Además, Elías y Juan son iguales en cuanto a la austeridad de vida y al rigor de su doctrina. Aquel en el desierto, este en el desierto; aquel se ceñía con un manto de piel y éste tenía un cinturón de la misma especie. Aquel por haber censurado al rey Acab y a Jezabel su impiedad, se vio obligado a huir; este, por haber denunciado la unión ilícita de Herodes y Herodías, es decapitado. Algunos piensan que Juan es llamado Elías porque así como, según Malaquías, Elías precederá la segunda venida del Salvador y anunciará al Juez que viene, lo mismo hizo Juan en la primera venida. Ambos son mensajeros, uno de la primera venida del Señor y el otro de la segunda.
Misa de Niños
Monición de entrada:
Buenos días:
Hoy el sacerdote va vestido de rosa y no de morado.
Él va así porque es el domingo de la alegría. Así lo vamos a oír en el evangelio, cuando Jesús diga que las personas están alegres porque las ha curado.
Además hoy el sacerdote va a bendecir los Niños Jesús que tenemos en el belén o en casa.
 Oración de la corona de Adviento.
Jesús vamos a encender la tercera vela, la vela de la alegría.
Y te pedimos al encenderla
que enciendas la vela de las personas que están tristes
y que nos ayudes a nosotros a ser niños alegres
que hacen felices a sus papás y abuelos.

Señor, ten piedad.
Tú que nos llenas de alegría.  Señor, ten piedad.
Tú que nos llenas de gozo. Cristo, ten piedad.
Tú que nos llenas de felicidad.   Señor, ten piedad.

Homilía:
Les entregamos dibujos con acciones humanas buenas y malas. Entre las buenas les mostraremos a personas ayudando a un ciego, un cojo, un leproso y un muerto. Ellos han de clasificarlas en las que haría Jesús y las que no. Después escogerán las que hacen referencia al evangelio. Y de entre las que podrían realizar. Esta la depositamos en el altar.
Peticiones.-
Por el Papa Francisco, para que nunca deje de tener en la cara la sonrisa que nos hace felices. Te lo pedimos, Señor.
Por los niños que no pueden jugar, para que puedan jugar pronto con otros niños.  Te lo pedimos, Señor.
Por los sordos, los ciegos, los que no pueden caminar, para que tengan con ellos personas que les ayuden.  Te lo pedimos, Señor.
Por nosotros, para que hagamos muy  felices a nuestros abuelos, sobre todo cuando están serios.. Te lo pedimos, Señor.

 Acción de gracias.
Gracias Virgen María por tu sonrisa de madre la que vemos en tus imágenes y en las pinturas. Gracias por las personas buenas que ayudan a las que están malas.



[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009.  Pg.1130.
[2]  Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009.  Pg.1130.
[3] García Viana, L.F. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae. Pg. 683
[4] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009.   Pg. 815
[5] O.c. Pg. 815
[6]  Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Pg.975.
[7] Quesson, Noel. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Colombia. 1988.   En www.mercaba.org   

[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009. 
[9] O.c. Pgs. 1786-1787.
[10] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Pg.2075.
[11] Fraile Yécora, Pedro. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae. Pg. 683-684

[12] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009. Traducción Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. Pg.1434-1435.
[13] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2009.
[14] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[15] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[16] Catecismo de la Iglesia Católica. www.vatican.va Notas tomadas de la Bíblia Didaje.
[17] Sicre, J.L. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino. Estella. 2019. Pgs.214ss.
[18] García Fernández, M. Mateo. Guías de lectura del Nuevo Testamento. Verbo Divino. Estella. 2015. Pgs. 148ss.
[19] Badiola, J.A. (2019).  Homilética (2019/6). Sal Terrae. Pg. 673-674
[20] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio según san Mateo (1-13). Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
[21] Id.
[22] Id.
[23] Id.
[24] Id.

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