miércoles, 6 de enero de 2021

10 de enero. Bautismo del Señor.

 


Primera lectura.

Lectura del libro de Isaías 42, 1-4.6-7

Esto dice el Señor:

-Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te tomé de la mano, te formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos a los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas.

 

Textos paralelos.

Mt 12, 18-21: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él pondré mi Espíritu para que anuncie el derecho a los paganos. No gritará, no altercará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante, no lo apagará. Promoverá eficazmente el derecho. En su nombre esperaran los paganos.

Mt 11, 5: Ciegos recobran la vista, cojos caminan, leprosos quedan limpios, sordos oyen, muertos resucitan, pobres reciben la buena noticia.

Jn 1, 32-34: Juan dio este testimonio: “Contemplé al Espíritu, que bajaba del cielo como una paloma y se posaba sobre él. Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo. Yo lo he visto y atestiguo que él es el Hijo de Dios.

Mt 3, 16: Jesús se bautizó, salió del agua y al punto se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba en él.

Proclamará la justicia y la lealtad.

Jn 8, 45: Cuando yo digo la verdad, no me creéis.

Jn 14, 6: Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al Padre, si no es por mí.

A ser luz de las naciones.

Jn 8, 12: Yo soy la luz del mundo, quien me siga no caminará en tinieblas, antes tendrá la luz de la vida.

Lc 7, 22: Id a informar a Juan lo que habéis visto y oído: ciegos recobran la vista, cojos caminan, leprosos quedan limpios, sordos oyen, muertos resucitan, pobres reciben la buena noticia.

Jn 9, 39: He venido a este mundo a entablar proceso, para que los ciegos vean y los que vean queden ciegos.

Jn 8, 31-32: Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis realmente discípulos míos, entenderéis la verdad y la verdad os hará libres.

De la cárcel a los que viven en tinieblas.

Sal 107, 10: Yacían en oscuridad y tinieblas, / cautivos de hierros y desgracias.

Lc 1, 79: Que ilumina a los que habitan en tinieblas / y en sombra de muerte, / que endereza nuestros pasos por un camino de paz.

 

Notas exegéticas.

42 Este es el primero de los cuatro “cantos del Siervo” (42, 1-4 (5-9); 49, 1-6; 50, 4-9 (10-11); 52, 13-53, 12). Algunos ponen fin a este primer canto en el v. 7, otros en el v. 4. En este poema, se presenta al siervo como un profeta, objeto de una misión y de una predestinación divina, animado por el Espíritu para enseñar a toda la tierra, con discreción y firmeza a pesar de las oposiciones. Pero su misión rebasa la de los demás profetas, puesto que él mismo es alianza y luz, y lleva a cabo una obra de liberación y salvación.

42 1 A la elección del Siervo acompaña una efusión del Espíritu, como en el caso de los jefes carismáticos de los tiempos antiguos, los Jueces y los primeros reyes, Saúl y David. El relato del bautismo de Jesús, Mt 3, 16-17, asocia a la venida del Espíritu una cita que combina este v. y los vv. 1-4 son aplicados a Jesús por Mateo 12, 17-31. – Al precisar “Jacob, mi siervo,… Israel, mi elegido”, la versión griega da fe, como la glosa de 49, 3 de una tradición judía que reconocía en el Siervo a la Comunidad de Israel, así designada en otros textos del Segundo Isaías.

42 2 “ni se quebrará”, griego, Targum (lo‘ yerós); “no correrá”, lo‘ yurús, hebreo.

42 6 [lo formé] Término idéntico al utilizado en Gn 2, 7 para describir a Yahvé “modelando” al primer hombre.

 

Comentario.

-Segundo Isaías:

Profeta anónimo que escribe desde Babilonia en el s. VI a.C.

Mensaje central:

Consolar al pueblo de Israel que ha perdido su tierra, su rey y su templo:

Canto del Siervo de Yahvé:

Ciro, rey extranjero, instrumento de Dios.

Sentido más allá de esta referencia histórica.

Texto mesiánico recogido por Mateo, quien identifica a Cristo con este servidor anunciado por el profeta (Mt 3, 16.17; 12, 8; 17, 5).

-Mensaje:

Es alguien sobre el que reposa el Espíritu de Dios.

Misión:

Traer el derecho a las naciones.

Dimensión universal.

Ámbito escatológico.

Este siervo:

Trabajará con un estilo en el que el respeto y el cuidado de los marginados y los débiles estarán en primera línea.

No asumirá la violencia de las conquistas.

Luz de las naciones.

Liberará a su pueblo.

Despertará la fe donde estaba dormida o cegada.

Confirmará la alianza de Dios con la  humanidad.

 

Salmo responsorial

Salmo 29 (28), 1a-4.9c-10

 

El Señor bendice a su pueblo con la paz. R/.

Hijos de Dios, aclamad al Señor,

aclamad la gloria del nombre del Señor,

postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.

 

La voz del Señor sobre las aguas,

el Señor sobre las aguas torrenciales.

La voz del Señor es potente,

la voz del Señor es magnífica. R/.

 

El Dios de la gloria ha tronado.

En su templo un grito unánime: “¡Gloria!”

El Señor se sienta sobre las aguas del diluvio,

el Señor se sienta como rey eterno. R/.

 

Textos paralelos.

Sal 18, 14: Mientras el Señor tronaba en el cielo, / el Altísimo lanzaba su voz.

Sal 68, 8: Oh Dios, cuando salías al frente de tu pueblo, / cuando avanzabas por el páramo.

Sal 77, 17-19: Te vio el mar, oh Dios, / te vio el mar y tembló, / las olas se estremecieron. / Las nubes descargaban su agua, / retumbaban los nubarrones, / tus saetas zigzagueaban. / Rodaba el estruendo de tu trueno, / los relámpagos deslumbraban el orbe, / la tierra temblaba y retemblaba.

Sal 97, 2-6: Nubes y nubarrones lo rodean, / Justicia y Derecho sostienen su trono. / Delante de él avanza Fuego / abrasando en torno a sus enemigos. / Sus relámpagos deslumbran el orbe, / al verlo, la tierra se estremece. / Los montes se derriten como cera ante el Señor, / ante el Dueño de toda la tierra. / Los cielos proclaman su justicia / y todos los pueblos contemplan su gloria.  

Sal 144, 5-6: Señor, inclina los cielos y desciende; / toca las montañas y echarán humo. / Fulmina el rayo y dispérsalos, / dispara tus saetas y desbarátalos.

Ex 19, 16: Al tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos y una nube espesa en el monte, mientras el toque de la trompeta crecía en intensidad, y el pueblo se echó a temblar en el campamento.

Ha 3, 6: Se detiene y tiembla la tierra, / lanza una mirada / y dispersa las naciones; / se derrumban las viejas montañas,  se prosternan / los collados primordiales, / los órbitas primordiales, ante él.

Rendid a Yahvé gloria y poder.

Sal 96, 7-9: Tributad al Señor, familias de los pueblos, / tributad al Señor gloria y poder. / Tributad al Señor la gloria de su nombre, / entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. / Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra entera.

La voz de Yahvé sobre las aguas.

Sal 77, 19: Rodaba el estruendo de tu trueno, / los relámpagos deslumbraban el orbe, / la tierra temblaba y retemblaba.

El Dios de la gloria truena.

Sal 104, 7: Pero a tu bramido huyeron, / al fragor de tu trueno se precipitaron.

¡Es Yahvé sobre las aguas caudalosas!

Is 30, 30: El Señor hará oír / la majestad de su voz, / mostrará su brazo que descarga /

con ira furiosa y rayos abrasadores, / con tormenta y aguacero y pedrisco.

La voz de Yahvé con fuerza.

Ez 10, 5: El rumor de las alas de los querubines llegó hasta el atrio exterior; era como la voz del Todopoderoso cuando habla.

Jb 37, 4-5: Tras el ruge su voz, atruena con voz majestuosa / y ya no lo detiene una vez que se escucha su voz.  / Dios atruena con voz maravillosa / y realiza proezas que no comprendemos.

Yahvé se sentó sobre el diluvio.

Gn 7, 17: El diluvio cayó durante cuarenta días sobre la tierra. El agua, al crecer, levantó el arca, de modo que iba más alta que el suelo.

Is 54, 9:  Me sucede como en el tiempo de Noé. / juré que las aguas del diluvio / no volverían a cubrir la tierra; / así juro no airarme contra ti / ni reprocharte.

 

Notas exegéticas.

29 La tormenta evoca el poder y la gloria divinos, que causan pavor a los enemigos de Israel y aseguran la paz al pueblo de Dios.

29 1 (a) El griego precisa la utilización de este salmo: “para la clausura de la Fiesta de las tiendas” (Dt 16, 3), fiesta en la que se pedía la lluvia (Za 14, 16-19).

29 1 (b) Lit. “hijos de los dioses”, ver Sal 82, 1, identificados con los ángeles que forman la corte divina. El pasaje se aplica en ocasiones a Israel, “hijo de Dios·, Ex 4, 22. – Griego y Vulgata tienen a continuación la variante: “Traed a Yahvé crías de carnero”.

29 2 Se trata del cielo, réplica invisible del Templo de Jerusalén.

29 10 Entronizado sobre las aguas primordiales, símbolo del caos.

 

Tres lecturas.

Con Israel:  en la liturgia judía este salmo se canta en Pentecostés para celebrar la revelación del Sinaí. Israel recuerda esta “teofanía” formidable que vivió a lo largo de su peregrinación de cuarenta años en el desierto de Cadés.

Con Jesús:  Para un judío de tiempos de Jesús el trueno era la voz de Dios.

Con nuestro tiempo:  la imagen de la tempestad que fulmina los cedros, que domina la fuerza de las aguas, nos dice que Dios tendrá la última palabra contra todas las potencias hostiles. Jesucristo es este “Señor de la gloria” cantado por el salmista.

 

Segunda lectura.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38.

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

-Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los hijos de Israel, anunciando la Buena Nueva de la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

 

Textos paralelos.

Hch 2, 22: Israelitas, escuchad mis palabras. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por su medio, como bien sabéis.

Dios no hace acepción de personas.

Dt 10, 17: Que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta soborno.

Ga 2, 6: En cuanto a los “respetables” – hasta qué punto lo eran no me importa, pues Dios no es parcial con los hombres – esos respetables no me impusieron nada.

Le es grata cualquier persona.

Rm 2, 11: Que Dios no es parcial.

1 P 1, 17: Y si llamáis Padre al que juzga imparcialmente las acciones de cada uno, proceded con cautela durante vuestra permanencia en la tierra.

Anunciándoles la Buena Nueva.

Is 52, 7: ¡Qué hermosos son sobre los montes / los pies del heraldo que anuncia la paz, / que trae la buena nueva, / que pregona la victoria, / que dice a Sión: “Ya reina tu Dios!”

Na 2, 1: Mirad sobre los montes los pies / del heraldo que pregona la paz; / “Festeja tu fiesta, Judá, / cumple tus votos, / que el Criminal / no volverá a atravesarte / porque ha sido aniquilado.

Vosotros sabéis lo que sucedió en toda Judea.

Rm 10, 12: Y no hay diferencia entre judíos y griegos; pues es el mismo el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan.

Lc 4, 44: Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús.

Is 61, 1: El Espíritu del Señor / está sobre mí, / porque el Señor me ha ungido. / Me ha enviado para dar / una buena noticia a los que sufren, / para vendar los corazones desgarrados, / para proclamar la amnistía a los cautivos / y a los prisioneros la libertad.

Mt 3, 16: Jesús se bautizó, salió del agua y al punto se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él.

Hch 1, 8: Pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.

Pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo.

Hch 2, 22: Israelitas, escuchad mis palabras. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por su medio, como bien sabéis.

Dios estaba con él.

Mt 4, 1: Entonces Jesús, movido por el Espíritu, se retiró al desierto para ser puesto a prueba por el Diablo.

Nosotros somos testigos.

Mt 8, 29: De pronto se pusieron a gritar: “¡Hijo de Dios! ¿qué tienes con nosotros? ¿Has venido antes de tiempo a atormentarnos?

 

Notas exegéticas.

10 35 Terminología cultual. Es grato a Dios el sacrificio irreprochable o, el que lo ofrece. Isaías había anunciado que, al fin de los tiempos, los sacrificios de los gentiles serían gratos a Yahvé.

10 36 Variante: “La palabra que ha enviado”.

10 37 (a) Los vv. 37-42 forman un resumen de la historia evangélica que subraya los puntos que el mismo Lucas pone de relieve en su evangelio.

10 37 (b) Variante: “el comienzo”.

10 38 Ver Lc 4, 18-21 (citando a Is 61, 1), que sugiere que la bajada del Espíritu sobre Jesús con ocasión de su bautismo fue una unción. Este mismo Espíritu va a descender sobre los incircuncisos que escuchan a Pedro (v. 44).

 

Comentario.

-Libro de los Hechos:

Pedro: predicador de la nueva noticia de salvación (kerygma) que se extiende imparablemente.

-Anuncio llega a la costa mediterránea:

Cesarea Marítima.

Casa del Centurión romano Cornelio que se abre a la fe.

-Lucas presenta en este discurso ecos del kerygma:

Anuncia a Jesús: actividad, muerte y resurrección.

Dimensión salvífica de Jesús.

-Los acontecimientos en torno a Jesús:

No son míticos.

Son históricos: Galilea, Jesús de Nazaret, después del bautismo de Juan.

-¿Quién es Jesús?

Rasgos principales del Siervo de Yahvé:

Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu.

No permite que la caña termine por romperse.

Misión universal.

-Jesús es confesado por la primera comunidad cristiana como “Señor de todos”.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 7-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

-Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos:

-Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

 

Textos paralelos.

Y proclamaba: “Detrás de mi viene uno…”.

Jn 1, 26-27: Yo os bautizo con agua. Entro vosotros está uno que no conocéis, que viene detrás de mí; y yo no soy quien para soltarle la correa de la sandalia.

Yo os he bautizado con agua.

Jn 1, 33: Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.

Hch 1, 5: Que Juan bautizó con agua, vosotros seréis bautizados dentro de poco con Espíritu Santo.

Hch 11, 16: Yo me acordé de lo que había dicho el Señor: Juan bautizó con agua, ,vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.

Mt 3, 13-17

Mc 1, 7-11

Lc 3, 21-22:

 

 

 

 

 

 

 

 

Por entonces fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Juan se lo impedía diciendo: “Soy yo quien necesito que me bautices tú, ¿y tú acudes a mí?” Jesús le respondió: “Ahora cede, pues de ese modo conviene que realicemos la justicia plena”. Ante esto accedió. Jesús se bautizó,

 

salió del agua y al punto se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él; se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo querido, mi predilecto”.

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

-Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.

 

 

 

 

 

 

Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos:

-Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

Mientras todo el pueblo se bautizaba, también

 

 

 

 

 

 

Jesús se bautizó; y mientras oraba, se abrió el cielo,

 

 

 

 

 

 

 

 

bajó sobre él el Espíritu Santo en figura corpórea de paloma y se oyó una voz del cielo: “Tú eres mi hijo querido, mi predilecto”.

 

En cuanto salió del agua.

Is 63, 11: Se acordaron del pasado, / del que sacó a su pueblo: / ¿Dónde está el que sacó de las aguas / al pastor de su rebaño? / ¿Dónde el que metió en su pecho / su santo espíritu?

Is 63, 19: Estamos como antaño, / cuando no nos gobernabas / y no llevábamos tu nombre.

Jn 1, 32-34: Juan dio este testimonio: “Contemplé al Espíritu, que bajaba del cielo como una paloma y se posaba sobre él. Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo. Yo lo he visto y atestiguo que él es el Hijo de Dios.

Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

Is 42, 1: Mirad a mi siervo, / a quien sostengo; / mi elegido, a quien prefiero. Y/ Sobre él he puesto mi espíritu, / para que promueva / el derecho a las naciones.

Mc 9, 7: Vino una nube que les hizo sombra, y salió una voz de la nube: “Este es mi hijo querido. Escuchadle”.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

1 7 La expresión “detrás de mí” es indicativa de rango, como ocurre en un cortejo. Resalta el contraste entre Juan y Jesús: el que viene detrás es en realidad “mas fuerte”. La fuerza, “atributo del Mesías” se manifestará en la lucha de Jesús contra Satán. Por el contrario, quien viene delante es en realidad un siervo: poner o quitar la sandalia era una tarea de esclavo.

1 9 Al recibir el Espíritu, Jesús es ungido como rey sobre el nuevo pueblo de Dios. Esto es lo que la voz celeste le declara, citando Sal 2, 7, ver Lc 3, 22, completado por Is 42, 1: Jesús es también el “Siervo” que va a enseñar el derecho a las naciones. Para describir la escena, Mc se inspira en Is 63, 11.19: Jesús es presentado como un nuevo Moisés, la voz celeste ya no se dirige a Jesús, sino a la gente. Según Jn 1, 34-35, es el Bautista quien ve al Espíritu bajar sobre Jesús y quien proclama a la gente su verdadera personalidad.

1, 10 “Los cielos se rasgaban” como un paño, ver 15, 38, señal de que Dios interviene para realizar su promesa (Is 63, 19), aquí el envío del Espíritu Santo.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

7 ANTE EL QUE… DESATAR: lit. del que no soy digno de, habiéndome agachado, desatar (menester propio de esclavos).

10 El texto de Mc parece decir que Jesús fue el único testigo del acontecimiento.

11 TÚ ERES…: lit. tú eres el hijo de mí, el [hijo] querido. “El hijo querido” equivale a “el únicamente querido”, e.d., “el hijo único·. De este apelativo no está ausente, ni siquiera en esta ocasión, un trasfondo de sacrificio y muerte (cf. 12, 6); el sacrificio de Isaac – “el hijo querido –, que tanto influyó en la literatura rabínica, posiblemente tiene algo que ver con estas palabras. // EN TI ME COMPLAZCO: el tiempo verbal griego es aoristo, a modo de perfecto estativo hebreo: “Me agradé en ti y mi agrado permanece, por eso te elegí”.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

1, 9-11 Dios entró en el mundo a través de la Encarnación de Jesucristo, Hijo de Dios, segunda Persona de la Santísima Trinidad. El bautismo de Cristo fue la primera manifestación explícita de la Santísima Trinidad: la presencia física del Hijo, la voz del Padre, y el Espíritu Santo representado por la paloma. Cat. 151, 333 y 422.

En este enlace se puede consultar el catecismo íntegro.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

 

 

Documento Q.

16 b. Yo os bautizo (con) agua, pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo. Yo no soy digno de (quitarle) las sandalias. Él os bautizará con Espíritu (santo) y fuego.

17 Tiene su bieldo en la mano y aventará su parva, y reunirá el trigo en su granero, pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga.

21 (… Jesús… bautizado, se abrió el cielo).

22 (y… el Espíritu… sobre él…Hijo…)

 

Comentarios de los Santos Padres.

“Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo; yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias”. Lo de “Es preciso que él crezca y yo disminuya”, equivale a decir: es preciso que el Evangelio crezca y yo, la ley, disminuya. Llevaba Juan, es decir, la ley en Juan, un vestido hecho de pelos de camello: no podía llevar la túnica propia del cordero, de quien dice: “He aquí el cordero de Dios, he aquí el que quita los pecados del mundo”, y también: “Como oveja fue llevado a la muerte”. Bajo la ley no podemos llevar la túnica propia de aquel cordero.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Marcos, homilía 1.

Aquí establece una comparación entre la ley y el Evangelio. Y dice también: “Yo os bautizo con agua”, esto es la ley, “pero él os bautizará con Espíritu Santo”, esto es el Evangelio.

Jerónimo. Comentario al Ev. de Marcos, homilía 2.

No puede llamarse bautismo perfecto sino en virtud de la cruz y de la resurrección de Cristo.

Jerónimo. Diálogo contra los luciferianos, 7.

¿Te das cuenta, querido, cuáles y cuántos bienes habríamos perdido, si el Señor no hubiera hecho caso a Juan, y no hubiésemos recibido el bautismo? Antes, las puertas del cielo permanecían cerradas y la región de arriba era inaccesible. Podemos descender a lo más bajo, en cambio no podemos volver a subir a lo alto. ¿Acaso tuvo lugar solo el bautismo del Señor? También tuvo lugar la renovación del hombre viejo y también confió los tronos de la misma adopción. Al instante, “los cielos se abrieron”. Se hizo la reconciliación de lo visible con lo invisible. Los poderes del cielo se llegaron de alegría, y fueron curadas las enfermedades de la tierra; las cosas que permanecían escondidas salieron a la luz; los que estaban entre el número de los enemigos se hicieron amigos.  

Hipólito. Homilía sobre la santa Teofanía, 6.

[La paloma] es el pájaro de la dulzura, símbolo de la inocencia y de la sencillez. También nos prescribe imitar la inocencia de las palomas.

Orígenes. Homilías sobre el Ev. de Lucas, 27, 6.

La paloma es un ave mansa y pura. Como el Espíritu Santo es espíritu de mansedumbre, aparece bajo la forma de paloma. Por otra parte, la paloma nos recuerda también la antigua historia, Pues bien sabéis que, cuando nuestro linaje sufrió naufragio universal y estuvo a punto de desaparecer, apareció la paloma para señalar la terminación de la tormenta, y, llevando un ramo de olivo, anunció la buena nueva de la paz sobre toda la tierra. Todo lo cual era figura de lo venidero… Por eso aparece ahora la paloma, no para traer un ramo de olivo en el pico, sino para señalarnos al que venía a librarnos de todos nuestros males y para infundirnos las más bellas esperanzas. Esa paloma no venía para sacar a un solo hombre del arca, sino para levantar al cielo de la tierra entera, y, en lugar del ramo de olivo, traer a todo el género humano la filiación divina.

Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 12,3.

Se muestra claramente la Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu Santo en la paloma.

Agustín. Tratado sobre el Ev. de Juan, 6, 5.

Este, el llamado hijo de José, es también mi Hijo conforme a la naturaleza divina. “Este es mi Hijo, el amado”. Este es el que alimenta a miles de hambrientos; el que trabajando, da descanso a los que trabajan; el que no teniendo ni siquiera dónde reclinar su cabeza, tiende a todos la mano; el que sufre, y cura todas las enfermedades; el que cae golpeado, y regala a todos la libertad; el que es herido en un costado, y repara el costado de Adán.

Hipólito. Homilía sobre la santa Teofanía, 7.

 

San Agustín.

El bautismo de Juan valía tanto como valía Juan. Era un bautismo santo, porque era conferido por un santo, pero siempre hombre; aunque un hombre que había recibido del señor la gracia extraordinaria de preceder al juez, indicarlo con el dedo, cumpliendo así la profecía: “Yo soy la voz del que clama en el desierto: Preparad el camino al Señor” (Jn 1, 23). El bautismo del Señor, en cambio, valía tanto cuanto el Señor: era, por tanto, un bautismo divino, porque el Señor es Dios.

Comentario sobre el evangelio de San Juan 5, 3-6. Pg. 234.

 

San Juan de Ávila.

Pues en tales espejos se mire el sacerdote que va a consagrar, y entre ellos no olvide aquel tan principal que es San Juan Bautista, que, de solamente echar agua en la cabeza de Cristo, se tenía por indigno, y con profundo temblor y reverencia decía: Ego a Te debeo baptizari, et Tu venis ad me? (Mt 3, 14). Y, a esta cuenta, mayor santidad ha menester un sacerdote, y mayor espanto y admiración le ha de tomar, pues trata al Señor con un trato más familiar que San Juan Bautista.

Tratado sobre el sacerdocio, 20. OC I, pg. 927.

¿Quién, después que ha consagrado, no queda atónito, o con profunda humildad no dice al Señor, a semejanza de San Pedro y de San Juan Baptista: Tú, Señor, vienes a mí? (cf. Lc 5, 8; Mt 3, 14). ¿Qué sacerdote, si profundamente considerase eseta admirable obediencia que Cristo le tiene, mayor a menor, Rey a vasallo, Dios a criatura, ternía corazón para no obedecer a nuestro Señor en sus santos mandamientos y para perder antes la vida, aun en cruz, que perder su obediencia? ¿Quién alzaría el cuelo contra su mayor, quién no se abajaría a su igual y menor? Viendo esto San Juan, se espantó y dijo: Ego a te debeo baptizari et tu venis ad me? Y aun así podríamos nosotros decir: “Yo, Señor, había de ir a ti y obedecerte, ¿y tú vienes a mí?”. Y responderemos ha lo que a él respondió: Sic enim decet implere omnem iustitiam (cf. Mt 3, 14-15). Y dice la glosa que “toda humildad”, scilicet, humillarse al mayor, igual y menor. Sic decet: ¿Para qué, Señor? Para abajar nuestra soberbia, para que tenga vergüenza el sacerdote de parecer soberbio y desobidiente siendo Dios tan humilde para con él.

Platicas: I. A sacerdotes, 2. OC I, pg. 787-788.

De manera que, así como dice el santo Evangelio que, siendo el Señor baptizado, se abrieron los cielos a él (Mt 3, 16), porque, aunque muchos han entrado allá después de él, a ninguno se le abren sino por causa de él; así podemos decir que las entrañas de su Eterno Padre, que se abren para conceder nuestros ruegos, a Cristo se abren; y él es el oído del Padre, pues que la gracia y favores con que somos oídos, por él lo tenemos.

Audi, filia (II), cap. 85. OC I, pg. 720.

Hic est Filius meus dilectus, in quo mihi bene complacui (Mt 3, 17). Él es el que le hace quitar el enojo, y no solamente no le castiga, mas echa el espada cullá y dale abrazos de amor en lugar de castigos; y no solo está rogando por nosotros, mas por los pecados de todo el mundo. No habría predicadores verdaderos que predicasen esto. Dios es amansamiento por todos los pecados del mundo; no hay que temer, que pagados están todos los pecados y los pecados de los que están en el infierno.

Lecciones sobre 1 San Juan (I), lección 6. OC II, pg. 151.

Como dice san Agustín, que “como Cristo solo descendió del cielo, solo Cristo sube al cielo”. Y conforme a esta sentencia, dice san Mateo que siendo Cristo baptizado le fueron abiertos los cielos (Mt 3, 16).

En la infraoctava del Corpus, 28. OC III, pg. 697.

Del Señor leemos que en su santo baptismo fue declarado por voz celestial por Hijo carísimo del Eterno Padre (Mt 3, 17).

San José, 7. OC III, pg. 1003.

No seamos, señora, de aquéstos; agradezcámosle que nos quiere por casa, pues Salomón le agradeció que le dio licencia para hacerle una casa fuera de sí. Ogiamos este mensaje de Dios, que quiere venir a nos, como lo oyó la bienaventurada María, que toda se ofreció por esclava de Dios (cf. Lc 1, 38), y conozcamos esta merced; y tengámonos por indignos de ella, diciendo con San Juan: Yo tengo de ir a ti, ¡y tú vienes a mí! (cf. Mt 3, 14).

A una mujer devota en tiempo de Adviento. OC IV, pg. 372.

Acordarse de Cristo, mirando qué obró en la tierra de Jordán, donde fue bautizado¸ para nuestro provecho y le fueron abiertos los cielos (Mt 3, 16), no para Él, que abiertos le estaban, mas para nosotros, a quien por Adán estaban cerrados. Y porque se nos abrieron por Cristo, dice el Evangelio que le fueron los cielos abiertos, porque a aquél se dice hecha una merced por cuyo amor se hace, aunque él no llevase parte de ella. Pues mirando… A quien así mira que por Cristo le son los cielos abiertos y que por el santo bautismo es tomado por hijo de Dios, osa esperar como hijo la herencia del cielo, viviendo en obediencia de los mandamientos de Dios.

A un señor de estos reinos. OC IV, pg. 92.

 

Comentario Homilética

Marcos:

Título (1,1).

Tríptico inicial:

Anuncio de Juan Precursor (1,2-8).

Bautismo de Jesús (1,9-11).

Tentaciones en el desierto (1,12-13).

-Jesús:

Declarado “hijo amado” por Dios.

Asistido por el Espíritu.

Vencedor de Satanás.

Comienza su misión de hacer presente la soberanía de Dios en el atormentado Israel del siglo I (1, 14-15).

-Evangelio de este domingo:

Parte final del primer relato del tríptico inicial (vv. 7-8).

Segundo relato (vv. 9-11):

Momentos:

Bautismo de Jesús (v. 9).

Venida del Espíritu de Jesús (v. 10).

Declaración de Dios sobre Jesús (v. 11).

Pequeños episodios que llegan a un clímax narrativo:

La divina declaración solemne de la identidad de Jesús:

Es el Hijo amado.

-Contraste:

Tiempos: os bauticé con agua / os bautizará con Espíritu Santo.

Movimientos: Jesús sube del agua / el Espíritu baja de los cielos.

-Verbo rasgar:

Bautismo de Jesús: los cielos.

Muerte de Jesús: el velo del Templo.

Dos espacios divinos se rasgan.

-Títulos de Jesús:

De la parte humana (Juan): “el que es más fuerte”.

De la parte divina (la voz celestial): “Mi Hijo amado”.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S., Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). I. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Mercedes Navarro Puerto. Marcos.Guía de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.

Homilética. Sal Terrae. 2020/6.

Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.

 

 

 

 

 

 

Monición de entrada.

Buenos días.

Hoy en la iglesia nos acordamos del bautismo de Jesús.

En el río Jordán Juan bautiza a Jesús.

Y entonces sale una paloma y se oye una voz.

La paloma es el Espíritu Santo y la voz es del Padre.

Así pues, allí están las tres personas de la Santísima Trinidad.

Ellas también estuvieron el día de nuestro bautismo. Porque el sacerdote nos bautizó en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Y hoy vamos a recordar nuestro bautismo, contestando a las preguntas que hizo el sacerdote a nuestros padres y padrinos.

 

Señor, ten piedad.

Tú que fuiste bautizado por Juan. Señor, ten piedad.

Tú que recibiste el Espíritu Santo. Cristo, ten piedad.

Tú que eres el Hijo amado del Padre. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco y todas las personas que hemos sido bautizados, para que seamos buenos. Te lo pedimos Señor.

-Por todas las madres y los padres, para que les enseñen las palabras de Jesús y a querer a las personas.  Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que están enfermas de Covid, para que les ayudes a cuidarse. Te lo pedimos, Señor.

-Por todas los niños, para que los Reyes Magos vengan todos los años a traernos regalos y nos den ganas de dejarlos a los hermanos y amigos. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que seamos como Jesús, ayudando a las personas que nos piden ayuda. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias por la visita de los Reyes Magos, por las personas que se pusieron muy contentas al vernos contentos. También te damos gracias por que un día nos bautizaron y la iglesia nos recibió como madre.

 

 

 

MISA DE NIÑOS. II TIEMPO ORDINARIO.

 

Monición de entrada.

Buenos días.

Cada domingo venimos aquí los niños y mayores que buscamos a Jesús.

Las personas que queremos, como Juan y Andrés, estar con Él.

Y en la misa le escuchamos cuando el sacerdote lee el Evangelio.

Además hoy estamos a diecisiete de enero, es la fiesta de san Antonio.

Él es el amigo de Dios que cuida de los animales.

Y aunque este año no podemos traerlos para que los bendiga Jesús, si que vamos a acordarnos de ellos.

 

Señor, ten piedad.

Porque a veces no nos interesa escuchar palabras que hablan de Jesús. Señor, ten piedad.

Porque a veces no estamos atentos en misa. Cristo, ten piedad.

Porque a veces no hacemos caso a lo que Jesús nos dice en misa. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco y la Iglesia, para que esté atenta a lo que Dios le dice en las cosas que pasan. Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que buscan a Jesús, para que lo encuentren.  Te lo pedimos Señor.

-Por los chicos y chicas que desean ser frailes, monjas o sacerdotes, para que les ayudes a saber si tú quieres que lo sean. Te lo pedimos, Señor.

-Por nuestras mascotas y todos los animales de nuestro pueblo, para que san Antonio los cuide. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que no nos cansemos de escuchar y leer los evangelios y la Biblia. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias por las catequistas que cada semana nos hablan de tu hijo Jesús. También te damos gracias por nuestras mascotas que siempre nos muestran que nos quieren.

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