jueves, 13 de enero de 2022

Domingo 2º Tiempo Ordinario. 16 de enero de 2021

 


Lectura del libro de Isaías 62, 1-5.

Por amor a Sion no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fulgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán “Abandonada” ni a tu tierra “Devastada”; a ti te llamarán “Mi predilecta”, y a tu tierra “Desposada”, porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá un esposo. Como un joven se desposa con una doncella, así te desposan tus constructores. Como se regocija el marido con su esposa, se regocija tu Dios contigo.

 

Textos paralelos.

 Te llamarán con un nombre nuevo.

Is 56, 5: Les daré en mi casa y en mis murallas un monumento y un nombre mejores que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no se extinguirá.

Is 65, 15: Legaréis vuestro nombre a mis elegidos como fórmula de imprecación. A vosotros el Señor os dará muerte y a sus siervos les dará otro nombre.

Jamás te dirán “Abandonada”.

Os 2, 25: Y me la sembraré en el país, me compadeceré de Incompadecida y diré a No-pueblo-mío: Eres mi pueblo y él responderá: Dios mío.

Is 60, 15: Estuviste abandonada, aborrecida, sin un transeúnte, pero te haré el orgullo de los siglos, la delicia de todas las edades.

Te llamarán “Mi complacencia”.

Is 1, 26: Te daré jueces como los antiguos, consejeros como los de antaño: entonces te llamarás Ciudad Justa, Villa Fiel.

Serás el gozo de tu Dios por ti.

Is 65, 19: Me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.

 

Notas exegéticas.

62 Nuevo poema a la gloria de Jerusalén, como el cap. 60. Pero aquí, el tema de los desposorios adquiere gran relieve: el triunfo de Jerusalén y del país, que le rodea consiste en convertirse en esposa de Yahvé.

62 4 “Abandonada” (Azubah), “Mi complacencia” (Jefsi-Bah): estos nombres dados aquía Jerusalén y al país de Judá a causa de su significación son nombres propios comprobados en otros lugares de la Biblia. En esta atribución de nombres propios se reconoce el uso profético iniciado por Os 2, 25.

62 5 “Se casará contigo tu edificador” yib’alek honek conj. según el comentario; “se casarán contigo tus hijos” yib’aluk banayik hebreo.

 

Comentario Homilética.

-Tercer Isaías:

Profeta anónimo que escribe en Jerusalén después de la vuelta del exilio (s. VI-V a.C.).

Situación desalentadora, particularmente para los afligidos, presos y esclavos.

Desmoralización.

Mensaje: hacia el futuro:

Jerusalén, esposa de Yahvé, va a recibir una promesa de salvación.

Día de bodas / reconciliación.

El pasado de Jerusalén, ciudad abandonada y devastada, no turba el tono gozoso y alegre del poema.

De ciudad abandonada y devastada pasará a ser ciudad desposada.

 

Salmo responsorial

Salmo 96 (95) 1-3.7-8a.9-10.

 

Contad las maravillas del Señor

a todas las naciones. R/.

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor, toda la tierra;

cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

 

Proclamad día tras día su victoria.

Contad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones. R/.

 

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,

aclamad la gloria y el poder del Señor;

aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

 

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,

tiemble en su presencia la tierra toda.

Decid a los pueblos: “El Señor es rey:

él gobierna a los pueblos rectamente”. R/.

 

Textos paralelos.

1 Cro 16, 23-33: Canta al Señor la tierra entera, pregonad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones; porque es grande el Señor y muy digno de alabanza; más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los paganos son apariencia, mientras que el Señor hizo los cielos; honor y majestad están en su presencia, fuerza y belleza en su santuario. Tributad al Señor, familias de los pueblos, tributad al Señor gloria y poder, tributad al Señor la gloria de su nombre, entrad en sus atrios trayéndole ofrendas; postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra entera. Él afianzó el orbe y no vacilará. Alégrese los cielos, goce la tierra, y digan los pueblos: “El Señor es rey”. Retumbe el mar y cuanto contiene, exulte la campiña y cuanto hay en ella, aclamen los árboles silvestres delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra.

Sal 98, 1: Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas; su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

Anunciad su salvación día a día.

Sal 98, 2: El Señor da a conocer su victoria, revela su justicia a la vista de los pueblos.

Sal 105, 1: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, informad de sus hazañas a los pueblos.

Tributad a Yahvé, familias de los pueblos.

Sal 29, 1-2a: Hijos de Dios, aclamad al Señor; aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor.

Postraos ante Yahvé en el atrio sagrado.

Sal 29, 2b: Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

El orbe está seguro, no vacila.

Sal 93, 1: El Señor reina, de majestad vestido, el poder, vestido y ceñido de poder. Así está firme el orbe y no vacila.

 

Notas exegéticas.

96 Este himno, que agrupa quizá dos poemas que celebran la realeza divina y el advenimiento del Juez del mundo, se compone de reminiscencias de Salmos y de Isaías. – El orden es distinto en la recensión de 1 Cro 16, 23-33. – El griego añade un título al salmo: “Cántico de David. Cuando se construía la casa tras el cautiverio”.

96 8 El poeta sigue el Sal 29, 1-2, cuyo tono universalista acentúa.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11.

Hermanos:

Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, donde curar. A este se le ha concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

 

Textos paralelos.

 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu.

Hch 1, 8: Pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.

1 Co 12, 28-30: Dios los dispuso en la Iglesia: primero apóstoles, segundo profetas, tercero maestros, después milagros, después carismas de curaciones, de asistencia, de gobierno, de lenguas diversas. ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿son todos maestros?, ¿son todos taumaturgos?, ¿tienen todos carismas de curaciones?, ¿hablan todos lenguas arcanas? ¿son todos intérpretes?

Rm 12, 6-8: Usemos los dones diversos que poseemos según la gracia que nos han concedido: por ejemplo, la profecía regulada por la fe, el servicio para administrar la enseñanza, para enseñar; el que exhorta, exhortando; el que reparte, con generosidad; el que preside, con diligencia; el que alivia, de buen humor.

Don de profecía.

Hch 11, 27: Por aquel tiempo bajaron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.

A otro, discernimiento de espíritus.

1 Jn 4, 1-3: Queridos, no os fieis de cualquier espíritu, antes comprobad si los espíritus proceden de Dios; pues muchos falsos profetas han venido al mundo. El Espíritu de Dios lo reconoceréis en lo siguiente: todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne mortal procede de Dios; todo espíritu que no confiesa a Jesús no procede de Dios, sino más bien del Anticristo. Oísteis que iba a venir, ahora ya está en el mundo.

Don de interpretarlas.

Hch 2, 4: Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar lenguas extranjeras, según el Espíritu Santo les permitía expresarse.

 

Notas exegéticas.

12 4 Pablo pone los carismas en paralelo con los “misterios” (servicios) y la “diversidad de actuaciones”, y atribuye el conjunto de esta animación eclesial no solo al Espíritu, sino también al Señor (Jesús) y a Dios (Padre). Anuncia ya los grandes temas de la parábola del cuerpo: la diversidad y la unidad (oposición entre “diversidad de “ y “un mismo”).

12 6 Nótese la presentación trinitaria del pensamiento.

12 8 (a) Probablemente para exponer las verdades cristianas más elevadas, las que se refieren al ser de Dios y su acción en nosotros: la enseñanza “de lo perfecto” de Hb 6, 1.

12 8 (b) El don de exponer las verdades elementales del cristianismo: “la enseñanza elemental acerca de Cristo” de Hb 6, 1.

12 9 La fe en grado extraordinario.

12 10 (a) El don de distinguir el origen (Dios, la naturaleza, el Maligno) de los fenómenos carismáticos.

12 10 (b) El carisma de las lenguas – glosolalia – o de la xenoglosia (lenguas extrañas) es el don de alabar a Dios profiriendo, bajo la acción del Espíritu Santo y en estado más o menos extáticos, sonidos ininteligibles. Es lo que Pablo llama “hablar en lenguas” o “hablar en lengua”. Este carisma se remonta a la iglesia primitiva, en la que era el primer efecto sensible de la venida del Espíritu a las almas.

 

Comentario Homilética.

-Cartas de San Pablo:

Respuesta a situaciones reales por las que atravesaban las comunidades paulinas / exposición articulada.

-Comunidad de Corintio:

Reflejo de la ciudad: popular, dispar, plural, diversa, portuaria (2 puertos), con tránsito permanente de personas, infinidad de religiones y filosofías.

-Mundo grecorromano:

Politeísta.

Sectas paganas que cultivan el dualismo entre espíritus buenos y malos.

La comunidad cristiana: monoteísta.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11.

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaban allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:

-No tienen vino.

Jesús le dice:

-Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.

Su madre dice a los sirvientes:

-Haced lo que él os diga.

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice:

-Llenad las tinajas de gua.

Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice:

-Sacad ahora y llevadlo al mayordomo.

Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:

-Todo el mundo pone primero el vino nuevo y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.

Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

 

Textos paralelos.

Boda en Caná de Galilea.

Jn 21, 2: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Mellizo), Natanael de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros discípulos.

Haced lo que él os diga.

Gn 41, 55: Llegó el hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan para el Faraón; el Faraón decía a los egipcios: Dirigíos a José y haced lo que él os diga.

Dos o tres medidas cada una.

Mc 7, 3-4: Es a saber que los fariseos y los judíos en general no comen sin antes lavarse las manos restregando, siguiendo la tradición de los ancianos; cuando vuelven del mercado, no comen sin antes lavarse; y observan otras muchas reglas tradicionales, abluciones de copas, jarras y ollas.

Cuando ya están bebidos.

Mt 26, 29: Os digo que en adelante no beberé de este producto de la vid hasta el día en que lo beba con vosotros en el reino de mi Padre.

Lc 5, 37-39: Llegará un día en que les arrebaten el novio: entonces ayunarán. Y les propuso una comparación: Nadie rasga un retazo de un manto nuevo para remediar uno viejo. Pues sería rasgar el nuevo, y el remiendo del nuevo no le cae bien al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; pues el vino nuevo reventaría los odres, se derramaría y los odres se echarían a perder. El vino nuevo se ha de echar en odres nuevos. Nadie que ha bebido el viejo quiere el nuevo; pues dice: bueno es el viejo.

Comienzo de los signos que realizó Jesús.

Jn 4, 54: Esta fue la segunda señal que hizo Jesús cuando se trasladó de Judea a Galilea.

Jn 12, 37: A pesar de las muchas señales que había realizado en su presencia no creían en él.

Ex 4, 30-31: Aarón repitió todo lo que el Señor había dicho a Moisés, y este realizó los signos ante el pueblo. El pueblo creyó, y al oír que el Señor se ocupaba de los israelitas y se fijaba en su opresión, se inclinaron y se postraron.

Jn 1, 14: La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. Contemplamos su gloria, gloria como de Hijo único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

2 1 (a) Tres días después del encuentro con Felipe y Natanael. De este modo, el evangelio se abre con una semana completa, contada día por día, y que concluye con la manifestación de la gloria de Dios.

2 1 (b) María está presente en el primer milagro que manifiesta la gloria de Jesús, y de nuevo en la cruz. Con evidente intención, varios rasgos se corresponden en las dos escenas.

2 4 (a) Lit.: “¿Qué a mí y a ti?”. Semitismo bastante frecuente en el AT y en el NT. Se emplea para rechazar una intervención que se juzga inoportuna y hasta para indicar a alguien que no se quiere mantener relación alguna con él. Solo el contexto permite precisar el matiz exacto en cada caso. Aquí Jesús presenta a su madre la dificultad de que “todavía no ha llegado su hora”.

2 4 (b) Este tratamiento, insólito en un hijo para con su madre, se repetirá en 19, 26, donde su significación se aclara como evocación de Gn 3, 15.20. María es la nueva Eva, “la madre de los vivientes”.

2 4 (c) La “hora” de Jesús es la hora de su glorificación, de su vuelta a la diestra del Padre. El evangelio señala su proximidad. Fijada por el Padre, no podrá ser adelantada. Con todo, el milagro conseguido con la intervención de María será su anuncio simbólico.

2 11 Al igual que Moisés Jesús debe realizar “signos” para probar que ha sido enviado por Dios, ya que solo Dios puede obrar contra las leyes de la naturaleza. Durante su vida terrestre realizará seis, el último de ellos la resurrección de Lázaro, que prefigura su propia resurrección, el signo por excelencia. Estos signos, y otros muchos que no se han descrito explícitamente, deben suscitar la fe en la misión de Cristo, sin embargo, es una nota de decepción lo que cierra la primera parte del evangelio, de redacción probablemente más tardía. Jesús reprocha a sus interlocutores que tengan necesidad de “signos” para creer. A excepción de este último texto, el término “signo” lo usa solo el evangelista a propósito de Jesús; por su parte, Jesús habla de sus “obras” o de las obras de los discípulos.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

2 1-2 AL TERCER DÍA después de lo narrado en 1, 43-51: e.d., el día séptimo, si empezamos a contar desde el testimonio del Bautista en 1, 19-27. // CANÁ DE GALILEA: entre los evangelistas solo Juan cita esta población (aquí y en el v. 11; 4, 46; 21, 2), innominada en todo el AT y en el resto del NT. ¿Qué significado tiene lo ocurrido en esta aldea, cuya localización se discute, para que Jn haya guardado su recuerdo? // LA MADRE DE JESÚS participa en el “prototipo” de los demás signos o pruebas milagrosas. Sin llamarla por su nombre propio (como tampoco lo hace en todo su Evangelio), aparece por primera vez María, que en Jn es más que una persona individual: es figura, símbolo, como tal, es designada la Madre, y, directamente: Mujer. Después de esta escena “desaparecerá” hasta la crucifixión de Jesús (cf. Jn 19, 25-27). La redacción del texto parece sugerir que la presencia de María motivó que TAMBIÉN fuera invitado JESÚS con SUS DISCÍPULOS.

3 Algunos manuscritos añaden la explicación: “no tienen vino porque se les terminó el vino de l boda”. Propiamente María no pide un milagro, ni apunta soluciones; se limita a exponer una necesidad que ha advertido.

4 QUÉ (TENGO en común, o QUÉ VER) YO CONTIGO (lit. que para mí y para ti): cf. Mt 8, 29 con ese giro en plural. Esta fórmula señala que los interlocutores hablan desde distintos puntos de vista, y puede entenderse qué quieres tú de mí, o por qué vienes tú a mí, o qué asunto hay par que lo tratemos tú y yo. // MUJER: el empleo de esta palabra no indica falta de respeto; tratándose de “la Madre de Jesús”, tiene además en Jn cierto tono solemne no exento de simbolismo: es “la Mujer”. // TODAVÍA NO… MI HORA: sobre “la hora” de su Pasión y glorificación; mientras tanto, durante su ministerio público, María quedará en segundo plano. Si se acepta que la segunda frase de Jesús es también interrogativa (=¿es que no ha llegado lla mi hora?), habría que decir que “la hora” de Jesús se adelantó a este signo de Caná y cubrió toda su vida pública. La traducción afirmativa adoptada, deja entender que Jesús, que empieza a manifestarse como Mesías, implícitamente remite a María a la hora de su manifestación plena en la cruz: “No ha llegado mi hora en que con el nombre de Mujer, padeciendo en la carne que me diste, te nombraré”, comentaba, entre nuestros clásicos, Quevedo en el s. XVII.

5 DE JESÚS: lit. de él. En cierto sentido, la respuesta de Jesús tenía un tono similar a la de Lc 2, 49, pero Jn ya no dice que María “no entendió” (Lc 2, 50); desde aquel misterio del Niño en el templo han pasado bastantes años y María ha crecido en conocimiento de su Hijo. Lo que ella dice a los sirvientes (testamento espiritual de la Madre, últimas palabras suyas conservadas en los Evangelios) indican que intuía cuál era la voluntad de Jesús; su consejo coincide con el del Padre (“¡escuchadlo!”: Lc 9, 35). Se ha sugerido la comparación entre las palabras de María a los sirvientes y la ratificación de la Alianza por el pueblo: “Hermanos todo lo que ha dicho Yahvé” (Ex 19, 8; 24, 3); si esto se admite, hay que concluir que María queda en relieve como figura representativa del Israel fiel (Muñoz León).

6 CONFORME A… LA PURIFICACIÓN: lit. conforme a – o para la purificación de los judíos. Para las abluciones de los judíos (cf. Mc 7, 3-4; ¿y Jn 3, 25), las vasijas de piedra, que no se contaminaban ritualmente, eran preferidas a las de barro o de madera. Jesús va a transformar el agua de la antigua alianza en el vino mejor de la revelación evangélica. // DOS O TRES METRETAS: cada “metreta” equivalía a unos 40 litros.

9-10 El vino abundante es, en los escritos proféticos del AT, signo de la abundancia de los bienes mesiánicos, de la felicidad de los últimos tiempos (cf. Is 25, 6; Jr 31, 12; Am 9, 13). En la tradición judía, la Torah es llamada frecuentemente “vino”, que también simbolizó la ley que iba a enseñar el Mesías. Cf., además la efusión del Espíritu en Pentecostés, con efectos externos comparables a los de la embriaguez, al decir de los observadores (Hch 2, 13). // TODOS: lit. todo hombre. // EL VINO MEJOR: lit. el buen (positivo que hace veces de comparativo y superlativo) vino.

11 Lit. esto hizo comienzo de las señales el Jesús en Caná de la Galilea, etc. “Comienzo”: no con el sentido de primero en una serie (al que seguirá un segundo, un tercero, etc.), sino como modelo-tipo (PROTOTIPO) de los siguientes. “Signo revelador” es el vocablo de Jn para la “prueba maravillosa” en los Sinópticos, lo que nosotros llamaríamos, sin más, “milagro”: una prueba o símbolo, una muestra no tanto del poder de Dios cuanto de la verdadera realidad de Jesús, Dios que se revela presente (cf. Hch 2, 22). Jn ha seleccionado siete de estos signos reveladores. Con la palabra signo, el verbo más usado en el NT es hacer; la traducción prefiere ofrecer, mostrar, etc., ya que en nuestro idioma “hacer señales” o “hacer signos” significa otra cosa. // Y ASÍ MANIFESTÓ (o también, para manifestar ) SU ESPLENDOR, su cualidad divina,  su gloria propia del Hijo de Dios (cf. 1, 14). // El objetivo inmediato del milagro fue solucionar una carencia material; la finalidad profunda era que SUS DISCÍPULOS empezaran A CREER EN ÉL.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

2, 1-12 Cristo obró su primer milagro en el banquete de bodas de Caná por petición de su madre, María. El banquete de bodas de Caná es una afirmación del carácter sagrado del matrimonio cristiano, que Cristo elevó al nivel de sacramento. Este banquete de bodas prefigura también el eterno banquete de bodas del Cordero en el cielo, en el que habrá una unión perfecta y gozosa entre Cristo y cada miembro de su Cuerpo Místico, la Iglesia. Dado que no se menciona a José, el padre adoptivo de Jesús y marido de María, tanto aquí como en el resto del Evangelio, se puede deducir que José había fallecido antes de que Cristo comenzara su vida pública. Cat. 967-975, 1613, 2618.

2, 3 La preocupación maternal de María sigue vigente hacia cada persona a través de su poderosa intercesión. Una conocida devoción mariana, el Memorare, dice así: “Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a tu protección implorando tu auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a ti acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante ti, Madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente. Amén". Cat. 2618, 2677.

2, 4 La respuesta de Cristo reconduce la petición de su Madre. Ya de niño, Jesús había reconducido la recriminación de su Madre tras hallarle perdido en el Templo (cf. Lc 2, 41s). Jesús el hace ver ahora a María que aquí solo se va a anticipar su Hora (la Hora de Jesús llega cuando comienza su entrega en la Pasión: Jn 13, 1). María aprende así a percibir el milagro como un signo. Al llamar a su madre “mujer”, Cristo hace alusión a su papel de nueva Eva (Gn 3, 15), cuya obediencia a Dios contrasta con la desobediencia de Eva; más tarde, su papel de nueva Eva (Gn 3, 15), cuya obediencia a Dios contrasta con la desobediencia de Eva; más tarde, cuando María se mantenga al pie de la cruz, Cristo volverá a dirigirse a ella como “mujer”. Cat. 964 y 2168.

2, 5 Raras veces se cita a María directamente en la Escritura, y cada una de sus intervenciones está cargada de un profundo significado para todos los cristianos. La instrucción que dio a los sirvientes supone un principio fundamental para cualesquiera que desee seguir a Cristo. Cat. 148, 2674.

2, 10 La transformación del agua en vino tiene varios significados. Una de las lecciones obvias que se puede sacar de este milagro es la importancia de ofrecer lo mejor para gloria de Dios. Se dieron cuenta claramente de que el vino era excelente. Entre otras, están la prefiguración de la Eucaristía, en el que el vino se transforma en cuerpo y sangre de Cristo, el “vino nuevo” del banquete nupcial celestial. También se anuncia que en poco tiempo Cristo será glorificado y la Nueva Alianza simbolizada, lo que completaría y reemplazaría la Antigua Alianza entre Dios e Israel. Cat. 1335.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

968 Por su total adhesión a la voluntad del Padre, a la obra redentora de su Hijo, a toda moción del Espíritu Santo, la Virgen María es para la Iglesia el modelo de la fe y de la caridad. Por eso es “miembro supereminente y del todo singular de la Iglesia” (Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, 59), incluso constituye “la figura” (typus) de la Iglesia (o.c., 63).

968 Pero su papel con relación a la Iglesia y a toda la humanidad va más lejos: “Colaboró de manera totalmente singular a la obra del Salvador por su obediencia, su fe, esperanza y ardiente amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es nuestra Madre en el orden de la gracia” (o.c., 61).

1613 En el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo – a petición de su Madre – con ocasión de un banquete de bodas. La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo.

2618 El Evangelio nos revela cómo María ora e intercede en la fe en Caná, la madre de Jesús ruega a su Hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su Esposa. Y en la hora de la nueva Alianza, al pie de la Cruz, María es escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera “madre de los que viven”.

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

2, 1-11 La boda sustenta y unifica los símbolos. El matrimonio es en el AT símbolo frecuente del amor de Yahwh por la comunidad, muchas veces personificada en la capital (Os 2, Is 1, 21-26; Ez 16; Bar 4-5). En el NT es símbolo de la unión del Mesías con la Iglesia (Ef 5, 21-33; Mt 22, 1-14; Ap 12; 2 Cor 11, 1-4). El vino es don de amor (Cant 1, 2) y se anuncia como don mesiánico (Am 9, 13-14; Os 14, 7; Jr 31, 12; Is 25, 6). Es además símbolo del Espíritu (Hch 2, 15-16).

 

Comentarios de los Santos Padres.

Quien no tuvo a menos asumir la naturaleza de siervo, con mayor razón no tendría inconveniente en asistir a los desposorios de unos siervos.

Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Ev. de Juan, 21, 1. IV, pg. 154.

Con su presencia honró el matrimonio, que es alegría y regocijo de todos, y así (el Salvador) canceló la antigua tristeza del parto.

Cirilo de Alejandría, Comentario al Ev. de[1] Juan, 2, 1. IV, pg. 155.

María Santísima le dice: “No tienen vino”. Jesús, como contrariado, le responde: “Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí?”. No cabe duda de que esta respuesta es la de uno que se ha contrariado. Pero, en mi opinión, es porque su madre le advertía tan de repente la falta de bebida material, cuando él había venido a procurar a todos los hombres del mundo la nueva bebida de la salvación eterna. Pues con lo de “todavía no ha llegado mi hora”, estaba anunciando el tiempo gloriosísimo de su pasión, o el vino de nuestra redención, provechoso para la vida de todos. Lo que pedía María era un beneficio temporal; lo que Cristo preparaba era el gozo eterno. Con todo, el Señor en su bondad no dudó en hacer aquel pequeño favor, mientras llegaban las gracias mayores.

Máximo de Turín, Sermones, 23. IV, pg. 158.

El evangelista no precisó sin motivo eso de “para las purificaciones de los judíos”, no fuera a ser que algún incrédulo pensara que se había quedado en su interior alguna hez de vino que, al mezclarse con el agua vertida en ellas, habría producido una especie de vino ligerísimo. Por eso dice “para las purificaciones de los judíos”, para precisar que en aquellas tinajas jamás se había guardado vino. Pues como Palestina padece escasez de agua y siendo raros allí los manantiales, los judíos tenían tinajas llenas de agua para no verse en la obligación de acudir al río cuando quedaban impuros y para tener a mano el medio de purificarse.

Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Ev. de Juan, 22, 2. IV, pg. 161.

Hermanos carísimos, veneremos con toda el alma estas bodas de Cristo y de la Iglesia, que entonces se representaban en una aldea, y ahora se celebran en el mundo entero.

Beda, Homilías sobre los Evangelios, 1, 14. IV, pg. 164.

 

San Agustín

Excluido todo significado místico, el hecho de que el Señor, invitado, haya asistido a la boda, quiso confirmar que él es el autor del matrimonio. Habían de surgir los hombres de quienes habla el Apóstol, que prohibirían el matrimonio, diciendo que es cosa mala e invención del diablo, siendo así que el mismo Señor en el evangelio, a la pregunta de si es lícito al hombre despedir a la mujer por una causa cualquiera, responde negativamente, a no ser en caso de fornicación. La respuesta, si recordáis, suena así: Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre (Mt 19, 6).

Comentario sobre el evangelio de San Juan 9, 2. II, pg. 718.

 

San Juan de Ávila

Factae sunt nuptiae in Cana Galileae. Fueron hechas bodas en Caná de la provincia de Galilea (Jn 2, 1). En gran manera es Nuestro Señor amigo de la unidad; es su oficio ayuntar las cosas apartadas y divididas, y las juntas conservarlas en su unidad; parecióle bien a sus ojos, agradóle la unidad. Veremos en esto, si bien miramos, el mesmo ser de Dios, que es tan unísima esencia, simplicísima, que no se puede pensar cosa que más una sea, sin ninguna composición ni división.

Domingo 2 después de Epifanía. III, pg. 96.

Pues aprendan de la Reina de los ángeles, que nunca hablaba sino para una de estas tres cosas: o para ser informada, como se muestra en la embajada del ángel, que le preguntó que cómo podría ser aquello que le decía: oyó la respuesta que con obra del Espíritu Santo (Lc 1, 34ss.); o para socorrer faltas o miserias de prójimos como se muestra en el Evangelio que dijo nuestra Señora a su Hijo en el convite: No tienen vino (Jn 2, 3): habló para remediar aquella falta; o para mostrar su fatiga o congoja, como se muestra en el Evangelio de cuando se perdió el Señor, que dijo: Hijo, ¿cómo lo habéis hecho ansí? Que yo y vuestro padre con gran dolor os hemos buscado (Lc 2, 48). El alma que quisiere aprovechar es de menester que su conversación y habla sea con alguno de estos intentos, conviene a saber: o para ser informada o instruida, o para socorrer necesidades de faltas de prójimos, o para mostrar sus fatigas y miserias.

A una doncella. IV, pg. 718.

Mire y remire el que gobierna república si tiene esta fortaleza de amor, que, como fuerte vino, le embriague y saque de sí y de sus intereses y pase a ser padre de muchos con el amor y esclavo de ellos con el trabajo. Y a todo aquello que a esto le contradijere, desconocerlo, por muy conocido y amado que sea, y decirle lo que el Señor dijo a su benditísima Madre: Mujer, ¿qué a mí contigo? (Jn 2, 4). ¿Qué parentesco, qué conjunción puede haber más íntima que la que el Hijo de Dios tenía con su benditísima Madre? Y cuando se ofreció que convenía a la honra del Padre, que eternamente lo engendró, que el milagro se hiciese, no cuando era pedido, desconoce tal Hijo a tal Madre; para darnos ejemplo de tener cuenta con lo que Dios quiere, sin tenerla, poco ni mucho, con lo que a esto contradijere.

A un señor de este reino, siendo asistente de Sevilla. OC IV, pg. 61.

-¿Qué haré por la Virgen? Muchos bienes me ha dado Dios por ella, ¿qué haré por ella? - ¿Acuérdaseos de aquellas bodas cuando faltó el vino, que dijo la Virgen a su Hijo: “Hijo, no tienen vino, compasión tengo de ellos”? Díjole nuestro Redemptor: Mujer, ¿qué tengo que ver contigo? – “¡Bien lo entiendo!”. Base a los que servían las bodas: Quodqumque dixerit vobis, facite: Todo lo que os dijere mi Hijo hacedlo (Jn 2, 5). Y así el mayor servicio que le podéis hacer es hacer lo que manda su Hijo: “Señora, por vuestro amor perdono esta injuria”. ¿Tenéis amor malo a mujer: “Quiero apartarme de ella por vos. Quiero callar, silencio quiero tener por amor de vos; aquello que más me duele hacerlo o dejarlo de hacer, ofrecerlo por la Virgen”. Que quererla bien y no imitarla, poco aprovecha. Imitémosla en la humildad y en las demás virtudes; porque ella es el dechado de quien hemos de sacarlas; y haciendo esto nos alcanzará gracia y después gloria.

Sermones de Nuestra Señora, III, pg. 854.

Olvidado tenemos a Dios y a su ley, y por eso no somos visitados de la Virgen, que ella ansí lo siente, pues dice: Quodcumque dixerit vobis, facite (Jn 2, 5).

Visitación de la Virgen. III, pg. 893.

Y si la amamos, imitémosla; si por Madre la tenemos, obedezcámosla. Y lo que nos manda es que hagamos todo aquello que su hijo bendicto nos manda (cf. Jn 2, 5). Porque el camino por donde ella ganó lo que tiene, la obediencia de Dios fue.

Asunción de María, III, pg. 946.

Esfuércese vuestra reverencia en la gracia del Señor, y haga buen rostro a la cruz, y no espere en lo que ya queda de la vida sino un trabajo sobre otro. Los cuales, cuanto más crecidos fueren, tanto más los tome por prenda de su salvación y por señales de que el descanso está cerca, que ya sabe que al fin de los caminos está una cuesta para subir a la ciudad, la cual, aunque por una parte cansa mucho, por venir sobre cansancio, mas por otra da consuelo, por ser trabajo que da fin a los trabajos, entrando el hombre en la ciudad deseada. Y este postrer trtabajo, que a la vejez suele venir, es el buen vino de la cruz, el cual el Señor guarda para dar a sus amigos a la postre, como cuando convirtió el agua en vino (Jn 2, 10). Bébalo vuestra reverencia con alegría, porque de él se entiende: Inebriamini, carissimi[2] (Ct 5, 1). Y por medio de él espere ser uno de aquellos de los cuales está escrito: Inebriabuntur ab ubertate domus tuae, et torrente voluptatis tuae potabis eos[3] (Sal 35, 9); y no piense que tardará mucho este día, pues nuestro barro es tan flaco y tantos golpes le dan, que, cuando no pensemos, será quebrado, y diremos: Laqueus contritus est, et nos liberati sumus[4] (Sal 123, 7).

A un amigo sacerdote. OC IV, pg. 605-606.

 

San Oscar Romero.

La actitud de María debe ser nuestra actitud de Iglesia: confiada pero activa. Orar como si todo dependiera de él, pero trabajar como si todo dependiera de nosotros porque apenas le dice a Jesús su oración, María se va a decir a los sirvientes: "pongamos nuestra parte, llenemos las tinajas, obedezcamos a lo que él dice". No se puede dar un milagro sólo esperándolo de Dios, hay que poner de nuestra parte todo lo que está a nuestro alcance... Supone, pues, el milagro pero también supone la acción. María es la conjugación maravillosa de la fe y de la actividad. Eso debe ser cada católico también: conjugación maravillosa de fe que pone en Dios toda su confianza y conjugación también de los valores humanos. Creer también en mi actividad humana, y la necesidad de poner confianza, también, en los hombres. Homilía, 20 enero 1980.

Comentario Homilética.

-Contexto:

Libro de los Signos.

Jesús es señalado por Juan Bautista como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (1, 29).

Primeros discípulos (1, 35-51) e inicio del ministerio público.

-Partes:

Vv. 1-2: introducción narrativa en relación con la conclusión (v. 11).

Vv. 3-6: intervención de María e indicación de las tinajas de agua.

Vv. 7-10: órdenes de Jesús, respuesta de los sirvientes y reacción del maestresala.

V. 11: conclusión, como en 1-2 se repiten las palabras Jesús, Caná de Galilea y los discípulos.

 

 

MISA DE NIÑOS. III DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.

Monición de entrada.

Buenos días:

Hemos venido a misa para escuchar la Palabra de Dios en las lecturas y tenerla guardada en nuestro corazón.

También hemos venido para celebrar la consagración del pan y del vino, recibir el cuerpo de Jesús y ser obedientes a Jesús.

 

 Señor, ten piedad.

Tú tienes palabras que nos ayudan a ser felices.  Señor, ten piedad.

Tus amigos, si te hacemos caso, siempre estaremos contigo. Cristo, ten piedad.

Los que escuchamos tu palabra y te hacemos caso somos niñas y niños muy felices.   Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco, para que le ayudes a hablar de ti y a enseñarnos a hacerte caso. Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que estudian la Biblia, el credo y los mandamientos, para que sepan enseñarnos lo que aprenden. Te lo pedimos Señor.

-Por los sacerdotes y catequistas, para que nos ayuden con tu Palabra. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que hablan y escriben en la radio, la tele e internet, para que no digan mentiras. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que seamos obedientes a lo que tú nos enseñas.   Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María. Gracias por ser obediente a lo que Dios te decía, por estar muy atenta cuando escuchabas hablar de Dios.

 

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. LAS BODAS DE CANÁ (II T.O.)

EXPERIENCIA.

Cierra los ojos, haz presencia de Dios, signándote en la frente, los labios y el corazón.

Junta las manos y con los ojos cerrados permanece unos minutos.

¿En qué has pensado? ¿Cómo te has sentido?

Mira tu reloj, o el del móvil, en el modo en el que se muestren los segundos.

Permanece uno, dos, tres minutos observándolo.

¿En qué has pensado? ¿Cómo te has sentido?

Entra en internet y mira este vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=MWwJOGXuoRw

Vuelve a mirarlo.

Piensa en las frases que se anotan:

Tal vez no haya llegado el tiempo.

Puede que el tiempo no sea el mejor.

Pero la hora ha llegado.

¿Cuál será tu excusa?

Su madre dice a los sirvientes: ¿haced lo que él os diga?

 

REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee :

X Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11.

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaban allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:

-No tienen vino.

Jesús le dice:

-Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.

Su madre dice a los sirvientes:

-Haced lo que él os diga.

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice:

-Llenad las tinajas de gua.

Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice:

-Sacad ahora y llevadlo al mayordomo.

Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:

-Todo el mundo pone primero el vino nuevo y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.

Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

 

Pide a Jesús la gracia de comprender el mensaje que Dios tiene ahora y aquí para ti a través de este texto.

Imagina el lugar: la sala, las mesas, los cubiertos, las jarras de vino, los novios, los invitados.

Imagina que eres uno de ellos y observa la escena. En un momento determinado Jesús aparta la mirada de los convidados y te mira a ti, con una mirada directa. ¿Cómo te sientes?

¿Qué dice el texto? La anécdota tomada de la vida cotidiana, una boda, nos remite a un significado más profundo. Son las bodas del Cordero, de Cristo con la Iglesia, que alcanzará su mayor significado cuando el transforme el pan y vino en su cuerpo y sangre, durante la Última Cena y en la cruz, cuando de su costado mane sangre y agua. Las promesas del Antiguo Testamento se cumplen con el primer signo de Jesús: Él ha venido desposarse con el nuevo Israel, la Iglesia. De los cántaros del Antiguo Testamento mana el vino nuevo, que nunca se terminará.

¿Qué te dice el texto? Recuerda la última frase del vídeo. Búscala y repítela en tu interior. Porque hoy, aquí y ahora, ha llegado no solo la hora de Jesús, sino tu hora, la hora en la que te unas a la hora de Jesús, en la que te entregues totalmente a Él. Puedes plantearte la vocación religiosa o sacerdotal. Dios puede estar esperando este momento para ello. Pero no olvides que la entrega total a Cristo no es solo para sacerdotes, monjas y frailes, es para todos. Se trata de un modo nuevo de vivir, de un despertarte de tu zona de confort para viviendo el Evangelio hacer este mundo más habitable, pensando más en los demás que en ti.

 

COMPROMISO.

Ha comenzado el segundo trimestre del curso Juniors, ¿cómo puedes darte más al Centro, la parroquia, la Iglesia y la sociedad?

 

CELEBRACIÓN.

Reza pausadamente la Oración Juniors o escúchala en este vídeo del Coro Diocesano de Juniors M.D.:

https://www.youtube.com/watch?v=3gLPEXWjPuk

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.

Homilética. Sal Terrae.  

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA



[1] Hez: 1. En las preparaciones líquidas, parte de desperdicio que se deposita en el fondo de las cubas o vasijas. www.rae.es

[2] Bebed mi vino amadísimos. Trad. editor.

[3] Se nutren de lo sabroso de tu casa, y les das a beber del torrente de tus delicias. Trad. editor.

[4] La trampa se rompió y escapamos. Trad. editor.

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