miércoles, 15 de septiembre de 2021

Domingo 25. Tiempo ordinario.

 


Primera lectura.

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12.17-20.

Se decían los impíos: “Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación recibida. Veamos si es verdad lo que dice, comprobando cómo es su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos. Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su resistencia. Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según dice, Dios lo salvará.

 

Textos paralelos.

Pongamos trampas al justo, que nos fastidia.

Jr 11, 19: Yo, como cordero manso llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que tramaban contra mí: “Cortemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que su nombre no se pronuncie más”.

20, 10-13: Oía el cuchicheo de la gente: “Cerco de Pavor”, ¡a delatarlo, a delatarlo! Mis amigos, acechaban mi traspié. A ver si se deja seducir, lo violaremos y nos vengaremos de él. Pero el Señor está conmigo como fiero soldado, mis perseguidores tropezarán y no me vencerán; sentirán la confusión de su fracaso, un sonrojo eterno e inolvidable. Señor de los ejércitos, examinador justo que ves las entrañas y el corazón, que yo vea como tomas venganza de ellos, pues a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró al pobre del poder de los malvados”.

Jn 5, 15: El hombre fue y dijo a los judíos quien lo había curado.

Jn 5, 18: Por lo cual los judíos con más ganas intentaban darle muerte, porque no solo violaba el sábado, sino además llamaba a Dios Padre suyo, igualándose a Dios.

Mt 26, 3-4: Entonces se reunieron los sumos sacerdotes y senadores del pueblo en casa del sumo sacerdote Caifás, y se pusieron de acuerdo para apoderarse de Jesús, con una estratagema y darle muerte.

Mt 23, 37: ¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los enviados, cuántas veces intenté reunir a tus hijos como la gallina reúne la pollada bajo sus alas, y os resististeis.

Pues si el justo es hijo de dios, él lo rescatará.

Sal 22, 9: Acudió al Señor, que lo ponga a salvo, que lo libre si tanto lo quiere.

Mt 27, 43: Se ha fiado de Dios, que lo libre si es que lo ama. Pues ha dicho que es hijo de Dios.

Para conocer su temple.

Is 53, 7: Maltratado, aguantaba, no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja muda ante el esquilador, no abría la boca.

Mt 26, 67-68: Entonces le escupieron al rostro, le dieron bofetadas y lo golpeaban diciendo: “Mesías, adivina quien te ha pegado”.

Mt 27, 12: Pero, cuando lo acusaban los sumos sacerdotes y los senadores, no respondía nada. Entonces le dice Pilato: “¿No oyes de cuántas cosas te acusan?”.

Notas exegéticas.

2 12 Influencia literaria de Is 3, 10 (LXX), a mes que la dependencia haya sido en sentido inverso. – Los malvados se ensañan con el justo con intención de darle muerte, pues para ellos es un continuo reproche. Puede tratarse de un individuo concreto, cuya suerte ha sido comparada con la del Maestro de Justicia de Qumrán o con la del Siervo sufriente de Is 53. Pero el singular podría designar también a los justos en general, tanto más cuanto que el autor hablará después del destino colectivo de los justos (3, 1-9).

2 17 Latina añade: “y sabremos cuál será su suerte final”. Es una segunda traducción del texto griego.

2 18 En la Biblia, la expresión “hijo de Dios” designa a menudo a Israel o a los Israelitas, Ex 4, 22-23. Pero pronto se nota la tendencia a reservarla solo para los justos o para el pueblo del futuro, ver Os 2, 1. En ocasiones recibe una aplicación individual. Pero aunque un israelita invoque a Dios como padre, Si 23, 1-4, ver también Sal 89, 27, nadie se designa a sí mismo como “hijo suyo”. En el resto del libro, se atribuye el título a los israelitas del pasado, miembros de un pueblo santo, 9, 7.

2 20 Lit.: “habrá una visita (de Dios) para él. Sobre esta visita, ver 3, 7. – Las correspondencias con la Pasión de Cristo condenado a una “muerte afrentosa” porque afirmaba ser “hijo de Dios” llamaron la atención de las primeras generaciones cristianas y muchos Padres consideraron este pasaje como profético. El autor se refiere directamente a judíos fieles de Alejandría, blanco de los sarcasmos y persecuciones de los renegados y de sus aliados paganos. Pero se ve inducido a describir una persecución ideal o típica. Por eso su texto cuadra a la perfección al Justo por excelencia, Hb 12, 3.

 

Comentario.

-Textos más antiguos del AT se llama a Dios padre de Israel (Dt 32, 26; Is 63, 16; Jr 3, 19):

Más tarde: filiación divina del rey como representante del pueblo (2 Sam 7, 14; Sal 89, 27).

Sabiduría:

Profundidad religiosa que se profundizará en el NT:

Filiación: uno de los rasgos de la cristología.

 

Salmo responsorial

Salmo 54 (53), 3-6.8.

 

El Señor sostiene mi vida R/.

Oh, Dios, sálvame por tu nombre,

sal por mí con tu poder.

Oh, Dios, escucha mi súplica,

atiende a mis palabras. R/.

 

Porque unos insolentes se alzan contra mí,

y hombres violentos me persiguen a muerte,

sin tener presente a Dios.  R/.

 

Dios es mi auxilio,

el Señor sostiene mi vida.

Te ofreceré un sacrificio voluntario,

dando gracias a tu nombre, que es bueno.  R/.

 

Textos paralelos.

Contra mí han surgido arrogantes.

Sal 86, 14: ¡Oh Dios, gente soberbia se levanta contra mí, una banda violenta atenta contra mi vida, sin contar contigo.

El Señor defiende mi vida.

Sal 118, 7: El Señor está de mi parte y me auxilia: veré la derrota de mis enemigos.

Te daré gracias por tu bondad.

Sal 52, 11: Te daré gracias siempre porque has actuado; espero en tu nombre, que es bueno, delante de tus fieles.

 

Notas exegéticas.

54 3 El nombre es sustitutivo de la persona, ver Ex 3, 14s.:

54 5 “Arrogantes” zedîm manuscrito hebreo. Targum: “extranjeros” zarîm hebreo, testigo de una relectura xenófoba de la época macabea.

 

Tres lecturas.

Con Israel:  La introducción de este salmo atribuye esta oración a una situación real de la vida de David. Procedimiento literario semítico, muy revelador: la realidad concreta de esta situación histórica es temible. David está acosado por su enemigo Saúl. El primer rey de Israel teme que el joven David le arrebate su trono, tanta es su popularidad. "Extranjeros", entre los cuales se refugió David, están listos a "venderlo" (1 Samuel 23,19-28). Este salmo ha sido recitado y releído a lo largo de la historia, en particular en los momentos de persecución de los Macabeos, por todos los "Anawîm", los "pobres", oprimidos por los poderosos, orgullosos, sin fe ni ley, que no "tienen en cuenta para nada a Dios".

Con Jesús: Poniendo este salmo en labios de Jesús encontramos: Su oración porque el mundo "sea liberado del mal, y no caiga en tentación". Al comienzo de la Pasión, su súplica para "ser liberado de la muerte": "si es posible pase de Mí este cáliz".

Con nuestro tiempo: La victoria del bien está asegurada. Quien ora en este salmo, sabe que será escuchado, y anuncia que "dará gracias": "He visto a mis enemigos humillados". Sin orgullo, sin pretensión, el cristiano debería tener una mentalidad de vencedor... La seguridad de la victoria final de Dios, lejos de inmovilizar, debe da dar ánimo al cristiano para su combate de cada día.

 

Segunda lectura.

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4,3.

Queridos hermanos:

Donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencia y todo tipo de malas acciones. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera. El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz. ¿De dónde proceden los conflictos y las luchas que se dan entre vosotros? ¿No es precisamente de esos deseos de placer que pugnan dentro de vosotros? Ambicionáis y no tenéis, asesináis y envidiáis y no podéis conseguir nada, lucháis y os hacéis la guerra, y no obtenéis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones.

 

Textos paralelos.

 En cambio, la sabiduría que viene de lo alto.

St 1, 5: Si a alguien de vosotros le falta sensatez, pídala a Dios, que da a todos generosamente sin reproches, y se la dará.

Pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia.

1 Co 13, 4-7: El amor es paciente, es amable, el amor no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado, no busca su interés, no se irrita, no apunta las ofensas, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad. Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Flp 1, 11: Cargados con el fruto de la honradez que procura Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios.

Hb 12, 11: Ninguna corrección, cuando es aplicada, resulta agradable, antes duele; pero más tarde produce a los que la han ejercitado frutos de paz y de justicia.

Los que procuran la paz siembran en paz frutos de justicia.

Mt 5, 9: Dichosos los que procuran la paz, porque se llamarán hijos de Dios.

Sino de los deseos de placer que luchan en vuestros miembros.

Rm 7, 23: En los miembros descubro otra ley que guerrea con la ley de la razón y me hace prisionero de la ley del pecado que habita en mis miembros.

Ga 5, 17: Pues el instinto desea contra el Espíritu y el Espíritu contra el instinto; y son tan opuestos, que no hacéis lo que queréis.

1 P 2, 11: Queridos, como a huéspedes y forasteros os exhorto a absteneros de los deseos sensuales, que hacen guerra al espíritu.

No tenéis porque no pedís.

Sal 66, 18: Si hubiera yo tenido miras perversas, no me habría escuchado el Señor. 

Mt 6, 5-13: Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas, que aman rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse a la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo escondido, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos, que piensan que a fuerza de palabras serán escuchados. No los imitéis, pues vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de que se lo pidáis. Vosotros rezad así: ¡Padre nuestro del cielo! Sea respetada la santidad de tu nombre, venga tu reinado, cúmplase tu designio en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan del mañana, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes sucumbir a la prueba y líbranos del maligno.

Mt 6, 13: No nos dejes sucumbir a la prueba y líbranos del maligno.

Rm 8, 26: De ese modo el Espíritu socorre nuestra debilidad. Aunque no sabemos pedir como es debido, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inarticulados.

 

Notas exegéticas.

3 17 Vulgata añade: “concorde con lo bueno”.

4 1 Guerras y contiendas en las comunidades están directamente relacionadas con los daños causados por la lengua y por los falsos doctores. Sin embargo, la alusión a las pasiones (“que luchan en vuestros miembros”), que dan pábulo al mundo y al diablo, es un indicio de que se da paso a una nueva sentencia proveniente de la tradición.

4 2 Otra traducción (corr.): “Deseáis y no tenéis; codiciáis y envidiáis, y no podéis conseguir, combatís y hacéis la guerra”. – La “guerra” no designa aquí las luchas interiores de cada hombre sino las disensiones o rencillas entre los fieles, quizá verdaderos conflictos, en los que se supone que los cristianos tomaban parte activa.

4 3 La epístola usa dos términos para designar la intercesión: los verbos “pedir” (aiteo, 1 5) y “orar” (proséuchomai; ver 5, 13-18). Los dos son utilizados con idéntico significado en el NT. Quizá estas variantes de vocabulario son indicio de sentencias provenientes de tradiciones diferentes.

 

Comentario.

-Santiago:

Documento breve (5 capítulos).

Diversidad de temas pastorales, sociales y catequéticos.

Aspectos exhortativos y morales.  

-Texto sapiencial:

Sabiduría bíblica:

Sigue el camino de la hokma (ley, provecía y sabiduría) / sofía:

Procede de Dios / reflexión.

De ella brotan la paz (shalom) y de la paz emana la justicia (tsedaquah).

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:

-El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará.

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó:

-¿De qué discutíais por el camino?

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

-Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

-El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

 

Textos paralelos.

 Mc 9, 30-37

Mt 17, 22-23; 18, 1-5

Lc 9, 43-48

 

 

 

 

 

Desde allí fue recorriendo Galilea, y no quería que nadie lo supiese.

 

A los discípulos les explicaba:

 

 

 

 

-Este Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, que le darán muerte; después de morir, al cabo de tres días, resucitará.

 

Ellos, aunque no entendían el asunto,

 

 

 

no se atrevían a hacerle preguntas.

 

Llegaron a Cafarnaúm y, ya en casa, les preguntaba:

-¿De qué hablabais por el camino?

Se quedaron callados,

 

pues por el camino iban discutiendo quien era el más grande.

 

 

 

Se sentó, llamó a los doce, y les dice:

-Si uno aspira a ser el primero, sea el último y servidor de todos.

 

Después llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos, lo acarició y le dijo:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Quien acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Quien me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me envió.

 

 

 

 

 

Mientras paseaban juntos por Galilea,

 

 

Jesús les dijo:

 

 

 

 

 

-Este Hombre será entregado en manos de los hombres que le darán muerte. Al tercer día resucitará.

 

 

Ellos se entristecieron profundamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:

-¿Quién es el más grande en el reino de Dios?

 

 

 

 

 

 

 

Él llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos y dijo:

 

 

-Os aseguro que si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de Dios. Quien se humille como este niño, es el más grande en el reino de Dios.

 

Y el que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge.

Y todos se maravillaron de la grandeza de Dios. Como todos se admiraban de lo que hacía,

 

 

 

 

 

dijo a sus discípulos:

 

 

-Prestad atención a estas palabras:

 

Este Hombre será entregado en manos de los hombres.

 

 

 

 

Pero ellos no entendían aquel lenguaje; su sentido les resultaba oculto e inteligible;

 

pero no se atrevían a preguntar acerca de ello.

 

 

 

 

 

 

 

Surgió una discusión entre ellos sobre quién era el más grande.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús sabiendo lo que pensaban, acercó un niño, lo colocó junto a sí y le dijo:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¿Quién acoge a este niño en atención a mí, a mí me acoge; y quien me acoge a mí acoge al que me envió. El más pequeño de todos vosotros es el mayor.

 

Iba enseñando a sus discípulos.

Jn 7, 1: Algún tiempo después recorría Jesús la Galilea, y no quería recorrer la Judea porque los judíos intentaban darle muerte.

Mc 1, 39: Y fue predicando y expulsando demonios en sus sinagogas por toda Gailea

Lo matarán, mas a los tres días de haber muerto resucitará.

Mc 8, 31: Y empezó a explicarles que aquel Hombre tenía que padecer mucho, ser reprobado por los senadores, los sumos sacerdotes y los letrados, sufrir la muerte y al cabo de tres días resucitar.

No entendían sus palabras.

Mc 4, 13: Y les añadió: Si no entendéis esta parábola, ¿cómo vais a entender las restantes?

¿De qué discutíais?

Mc 7, 24: Desde allí se puso en camino y se dirigió al territorio de Tiro. Entró en una casa con intención de pasar desapercibido, pero no logró ocultarse.

Me acoja a mí, no me acoge a mí, sino a Aquel que me ha enviado.

Mt 10, 40: Quien os recibe a vosotros a mí me recibe; quien me recibe a mí recibe al que me envió.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

30 NADIE: lit. alguno.

31 VA A SER ENTREGADO: el tiempo verbal es presente con valor de futuro y está en voz pasiva “teológica”: Dios es quien entrega a su Hijo (Is 53, 6, según el texto de la LXX decía: “y (el) Señor (=Yahveh) lo entregó a (o por; o a merced de) nuestros pecados”). La formulación original en labios de Jesús pudo ser una sentencia enigmática, jugando con el uso genérico de la expresión: “Hijo del Hombre”; tal vez esta: “Dios va a entregar al Hombre a los hombres” (J. Jeremías).

32 AUELLA CONVERSACIÓN: lit. la palabra, o la cosa.

33 LES PREGUNTÓ: lit. preguntaba a ellos.

35 SE SENTÓ…: lit.: y habiéndose sentado llamó… y dice a ellos. // sea (lit. será)… SERVIDOR DE TODOS: es la lección central. La acepción de “servidor” y la de “niño” con intercambiables en el mismo vocablo griego (NT y LXX), hebreo (AT) y arameo; Jesús pudo usar la palabra tly’; o, si pensamos en la tradición targúmica, ‘wlym’.

36 EN MEDIO DE: puede ser también ante. // LO ALZÓ EN BRAZOS Y LE DIJO: lit. y habiendo alzado en brazos a él dijo a ellos.

37 NO TANTO… CUANTO: otra posibilidad: no solo…, sino también.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

9, 32 A pesar de todos los signos que Cristo había efectuado y de la instrucción privilegiada que Él le había dado, los discípulos no estaban reconciliados todavía con su inminente pasión y muerte en cruz. Ellos solamente lo entenderían con la efusión del Espíritu en Pentecostés. Cat. 474, 557.

9, 36 Aquí el niño no es solo una imagen de juventud, sino de todos aquellos que son débiles y dependen de los demás. Cat. 1825.

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

9, 33-50 Marcos reúne en una instrucción una serie de sentencias de Jesús, conservadas y transmitidas por la tradición y unidas por conexiones temáticas o verbales. Predomina el tema de la humildad, es decir, la dignidad y grandeza de lo pequeño.

9, 36-37 El niño sirve como ejemplo de último, a quien Jesús dedica su preferencia. Además el niño puede representar a Jesús, como Jesús al Padre.

 

Comentarios de los Santos Padres.

Tristeza que procedía de ignorar la fuerza de la palabra del Señor. (…) Si lo ignoraban, ¿cómo se entristecieron? Porque no todo lo ignoraban. Que había de morir lo sabían perfectamente, pues se lo estaban oyendo de continuo; mas qué muerte hacía de ser aquella y cómo había de terminar rápidamente y los bienes inmensos que había de producir, todo eso no lo sabían aun a ciencia cierta, lo mismo que ignoraban totalmente qué cosa fuera, en fin, la resurrección.

Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 58, 1. II, pg. 185.

Observad el árbol: echa primero raíces hacia abajo para crecer después hacia arriba, clava su raíz en lo humilde para lanzar al cielo su picota. ¿Dónde sino en la humildad se afianza? ¿Quieres, pues, tú, sin caridad, subir a las almas? ¿Buscas sin raíz el espacio? Esto es la ruina, no el crecimiento.

Agustín. Sermón, 117, 17. II, pg. 186.

Que ningún aire de orgullo se manifieste entre vosotros, sino que la simplicidad, la armonía y la actitud sencilla forjan la comunidad. Y que cada uno se persuada no solo de que es inferior al hermano que vive con él, sino que es inferior a todo hombre. Cuando haya entendido todo esto será en verdad discípulo de Cristo.

Gregorio de Nisa. Sobre la forma de vida cristiana. II, pg. 186.

 

San Agustín

Quien, pues, esté hinchado, no se tenga por grande; deshínchese para tener grandeza auténtica y sólida. No ambiciones estas cosas huidizas y corruptibles; oiga la voz. (…) En dos palabras lo dice: sé humilde, sé manso. (…) Escucha lo que dice el Apóstol; escucha, según te dice antes; no te quiebre la desesperación las alas del ánimo; oye cómo fuiste amado cuando no eras digno de serlo; oye cómo fuiste amado cuando eras torpe y feo; antes, en fin, de que hubiera en ti cosa signa de amor. Fuiste amado primero para que te hicieras digno de ser amado.

Sermón 142, 5-6. II, pgs. 1311-1312.

 

San Juan de Ávila

Porque mirado el precioso precio que Jesucristo dio por un hombre, cuando con su preciosa sangre lo compró en la cruz, ¿qué debe hacer este tal, sino ofrecerse todo a servicio de Cristo, deseando que se ofrezcan cosas en que enseñe su agradecimiento y su amor? Y como oye de la boca de Dios: Si me amas, apacienta mis ovejas (Jn 21, 17); y: Quien a un chiquito de estos recibe, a mí me recibe (Mc 9, 37); y: Quien hace obras de misericordia a uno de estos, a mí las hace (Mt 25, 40), tiene por señalada merced que tenga tan cerca de sí tan buen aparejo en que mostrar y ejercitar el amor que él tiene a Jesucristo; pareciéndole el trabajo, que por el prójimo pasa, pequeño, y los años breves, por la grandeza del amor (cf. Gn 29, 20) que a Cristo tiene por sí, ya e los por él y en él. Y trae a la contina en su corazón lo que el Señor amoroso tan estrechamente mandó, cuando dijo: Mi mandamiento es aqueste: que os améis unos a otros como yo os amé (Jn 15, 12).

 

San Oscar Romero.

El que respeta a los niños es querido por Cristo y es querido por Dios, pero no con un sentido así romántico, como acabamos de decir. Son simpáticos los niños y es peligroso que nos quedemos solamente en la simpatía humana.

Son tan sencillos, son tan ingenuos, cualquier broma les cae bien, parecen cosa de nadie porque cualquiera que llega ante una mamá que está chineando a su niño le dice: "¡Préstemelo!" y se lo coge como cosa propia y todos sentimos que es de nosotros el niño. Una sonrisa de niño equivale a millones. ¡Cuánto vale más para mí que un niño me tenga la confianza de sonreírme, de abrazarme y hasta de darme un beso a la salida de la Iglesia, que si tuviera millones y fuera espantable a los niños!  

 

Comentario Homilética

-Contexto:

Primer anuncio de la pasión, reacción negativa de Pedro y condiciones del discipulado (Mc 8, 31-38).

Transfiguración (9, 1-13): adelanto de la resurrección.

Exorcismo (9, 14-29): necesidad de la fe y la oración.

Segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección.

Estructura de tríptico:

Segundo anuncio (vv. 30-31).

Reacción negativa de los discípulos (vv. 32-34).

Enseñanza de Jesús (vv. 35-36).

 

MISA DE NIÑOS. XXVI T.O.

Monición de entrada.

Buenos días:

La misa de los domingos tiene que ser la reunión de la familia de Jesús que está unida y por tanto nos queremos todos y no estamos peleados.

Porque es lo que quiere Jesús.

 

 Señor, ten piedad.

Porque a veces nos peleamos. Señor, ten piedad.

Porque a veces tenemos celos. Cristo, ten piedad.

Porque a veces somos envidiosos.. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Para que todos los que vamos a misa queramos mucho al Papa Francisco. Te lo pedimos Señor.

-Para que los cristianos católicos, ortodoxos y de las iglesias de la Reforma estemos unidos y no nos peleemos.  Te lo pedimos Señor.

-Para que los que mandan en los países no dividan a los que viven en ellos. Te lo pedimos, Señor.

-Para que aceptemos y queramos a las personas que no piensan como nosotros Te lo pedimos, Señor.

-Para que los que vamos a misa acojamos a todos, especialmente a las personas que no son queridas. Te lo pedimos, Señor.

 

 Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias porque eres madre que cada día quiere que todos estemos unidos y haces que hagamos las paces entre nosotros.

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D.  DOMINGO XXV T.O.

EXPERIENCIA.

Durante unos minutos permanece en silencio, tomando conciencia de que Dios está aquí y va a hablarte al corazón.

Mira este vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=sNK_-dG6Azk

Piensa en alguna de las frases, en la escalera, en la última frase.

¿Qué opinas sobre “para ser más, tienes que ser menos?

Este menos no se refiere a que te dejes pisotear o acosar en la familia, el trabajo, los estudios, tu entorno. Entonces, ¿qué significa ser menos?

 

REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee el evangelio de este domingo:

X Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:

-El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará.

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó:

-¿De qué discutíais por el camino?

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

-Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

-El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

Imagina la escena, incluso sitúate en el lugar del niño, siente el abrazo de Jesús.

Después sitúate en el lugar de los discípulos.

¿Cómo se ven a sí mismos cada uno? ¿Cómo los ve Jesús?

¿Dónde te sientes mejor? ¿Dónde te pide Jesús que estés?

Repite en tu interior alguna o algunas de las frases que dice el texto.

¿Qué te dicen a ti? ¿En qué ha cambiado tu manera de pensar, sentir y actuar?

Habla con Jesús a propósito del texto y el vídeo.

COMPROMISO.

Juan XXIII escribió una oración que comenzaba así: “Solo por hoy…”. ¿Qué harás tú “solo por hoy” en relación con el evangelio? Complétala y cada día al levantarte recuérdala.

 

CELEBRACIÓN.

Escucha la canción Tuyo soy de Luis Alfredo.

https://www.youtube.com/watch?v=Bw9ETxRIbfQ

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

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