martes, 21 de enero de 2020

26 enero 2020. II Tiempo Ordinario.


Primera lectura.
         Lectura del libro de Isaías   8, 23b-9,3
En otro tiempo, humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.
Palabra de Dios.

Textos paralelos[1].
Percibió una luz cegadora.
Jn 8, 12: Jesús habló de nuevo diciendo: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Acreciste el regocijo.
Sal 126, 1-3: Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, / nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, / la lengua de cantares. / Hasta los gentiles decía: / “El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande con nosotros, / y estamos alegres.
Porque el yugo que les pesaba.
Is 10,25-27: Dentro de muy poco mi indignación se habrá completado, y mi furor llevará a su destrucción. El Señor del universo agita el látigo contra él, como cuando castigó a Madián en la roca del Horeb y alzó su bastón sobre el mar en el camino de Egipto. Aquel día, su carga caerá de tus hombros y su yugo de tu cuello.
Is 14,25: Quebrantar a Asiria en mi propia tierra, / pisotearla en mi montaña. / Se apartará de ellos su yugo / y su carga de sus hombros.
Has roto.
Jue 7, 15: Al oír Gedeón el relato del sueño y su interpretación, se postró. Volvió al campamento de Israel y ordenó: “¡Levantaos, pues el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián!”

Notas exegéticas[2].
8 23 Este versículo que, para las regiones del norte de Palestina, contrapone un porvenir glorioso a un pasado de humillación, parece aludir a las campañas de Teglatfalasar en Galilea y a la deportación del 732, ver 2 Re 15,29. En el oráculo que sigue, Isaías anuncia un “día de Yahvé” que traerá la liberación a los deportados anuncia al mismo tiempo el reinado pacífico de un hijo del linaje real, el Emmanuel de 7,14. La aparición del Mesías en Galilea dará a esta profecía su plena realización, ver Mt 4,13-16. El “distrito de los gentiles” (hebreo gelil haggôyim) designa a Galilea.
9 1 El contraste ultraje-honor (8, 23) es seguido por el contraste oscuridad-luz. La oscuridad es símbolo de desgracia, ver 13,9-10, y más concretamente de opresión (ver v.3 y la comparación explícita de 8, 22-23; 59, 9), de cautiverio (42, 7; 49,9; Sal 107, 10,14) y de muerte (Job 10, 21-22; 15,22-24; 38, 17). La luz es símbolo de salvación (58, 8-10; 60, 1-20; Mi 7, 8; Sal 27,1). Pero el contraste con la oscuridad evoca aquí con más precisión la salida del sol, con el que la mentalidad de la época y, en particular, los rituales dinásticos comparaban el advenimiento de un rey (la aparición del faraón en el trono era expresada en egipcio jeroglífico mediante la salida del sol; se encuentra la misma imagen a propósito de David o de sus sucesores en 2 Sam 23,3-4; Sal 110, 3; el rey es comparado al sol Sal 72,5.17). Puede ser que el advenimiento real descrito en los versículos 5-6 sea ya evocado aquí (ver también la aparición de la gloria de Yahvé comparada con la salida del sol en Is 60,1-2).
9 2 “el regocijo” haggîlâ “la gente no” haggôy lo hebreo.
9 3 (a) Literalmente “el yugo de su carga”, ver 10,27 y 14,24. Según el contexto, no se trata del yugo de la dinastía nacional, ver 1 R3 12,4.9, sino de un yugo extranjero, ver Lv 26,213; Dt 28,48, etc., en este caso el de Asiria (10,27; 14, 25), que se dejaba sentir en las provincias del norte.
9 3 (b) El recuerdo del “día de Madián” muestra que la victoria anunciada por el oráculo se deberá a la intervención divina y no a la importancia de las fuerzas humanas utilizadas, ver Jc 7-8 y en particular 7,2; Is 10, 24-27; Sal 83, 10. Por otra parte, se trata de un recuerdo concerniente, ver Jc 6,35, al conjunto de las provincias del Norte (Manasés, Aser, Zabulón, Neftalí), salvo Efraín, ver Jc 8,1
Comentario.
Con la expresión “Galilea de los gentiles” el profeta presenta la región donde hay mayor presencia de las religiones originarias de los pueblos cercanos (fenicios y cananeos). Es a esta región excluida donde Dios enviará la salvación expresada con terminología concreta: luz, gozo en la siega, reparto del botín y liberación del yugo. Esta profecía se cumplirá con la venida del Mesías, quien centrará su predicación en estas tierras (Mt 4,12).

Salmo responsorial

Salmo 26

R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Textos paralelos[3].
Yahvé es mi luz
Sal 18,29: Señor, tú eres mi lampara; / Dios mío, tú alumbras mis tinieblas.
Sal 36,10: Porque en ti está la fuente viva, / y tu luz nos hace ver la luz.
Sal 43,3: Envía tu luz y tu verdad: / que ellas me guíen / y me conduzcan hasta tu monte santo, / hasta tu morada.
Mi 7,8: No te alegres por mi causa, enemiga mía, / pues si caí me levantatré; / si vivo en tinieblas, / el Señor es mi luz.
Is 10, 17: La luz de Israel se convertirá en fuego, / el Dios santo en llamas, / arderá y devorará en un día / sus espinos y zarzas.
Morar en la Casa de Yahvé.
Sal 23,6: Tu bondad y tu misericordia me acompañan, / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor, / por años sin término.
Sal 42,3: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: / ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Creo que gozaré de la bondad de Yahvé.
Sal 116,9: Caminaré en presencia del Señor / en el país de los vivos.
Sal 142,6: A ti grito, Señor, / te digo: “Tú eres mi refugio / y mi lote en el país de la vida”.

Comentario[4].
Con Israel.
  Este es un "salmo de confianza"... Compuesto quizá en dos ocasiones. En su estado  actual, llama la atención el admirable ritmo de sentimientos: Afirmación del credo "Dios es salvación". Esta salvación conlleva una participación del hombre, un combate. Este valor tiene una fuente: la oración. Y la vida con sus combates sigue su curso, ansiosa. Pero todo culmina de nuevo en una certeza, apoyada en Dios. El hebreo es una lengua concreta: saboreemos las imágenes. La muralla. Temblar. La  carne destrozada. Hacer pie. El despliegue del ejercito enemigo. La entrada en batalla.  Habitar en la casa de Dios, etc...
Con Jesús.
Una vez más, descubrimos que Jesús recitó este salmo. He aquí algunas alusiones  conmovedoras: "Los malvados se acercan para destrozar mi carne..." La flagelación, la pasión. "Falsos testigos se levantaron contra mi..." (Mateo 26,59). "Habitar en la casa del  Señor..."  "La única cosa que busco"... Buscad primero el Reino de Dios (Mateo 6,33). "A quién temeré"... No temáis pequeño rebaño (Lucas 12,32).  
Con nuestro tiempo.
 ¿Cuál es "el hoy de Dios"? Es el hoy del mundo, el hoy de la Iglesia, mi hoy, familiar,  profesional, etc... Este salmo, hay que actualizarlo, meditarlo con este Aggiornamento.  Tema de la esperanza. Una de las actitudes espirituales que el mundo moderno  necesita más urgentemente es la esperanza. Tener confianza. Dar confianza. Tener fe en el  éxito. Luchar por ello. La esperanza no es una virtud lenitiva y fácil: es una actitud de valor  y fortaleza. No es solamente una virtud "humana", sino un "don del Espíritu", una virtud  teologal que se fundamenta en la oración, en el deseo de intimidad con Dios... "¡La única  cosa que busco!" ¿es esto cierto? Tema de la crisis. El mundo está en crisis. La Iglesia está en crisis. La esperanza que  canta este salmista es ansiosa: el miedo ronda las puertas... Se da la señal de batalla. Así  traduce Paul Claudel este pasaje: "¡Si me declaran la guerra, es ganancia para la  esperanza!... ¡Fuego! Yo grito: ¡hurra!". ¿Creemos, sí o no, que Dios es nuestra defensa? ¿Querríais que yo temblara?"

Segunda lectura.
Lectura de la carta primera del apóstol san Pablo a los Corintios 1,10-13.17
Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir. Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros. Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: “Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo”. ¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo? Pues no me envío Cristo a bautizar, sino a anunciar el evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.  
Palabra de Dios.

Textos paralelos[5].
Seáis unánimes en el hablar.
Rm 15,5: Que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener entre vosotros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús.
Flp 2,2: Dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.
¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
-Ef 4,5: Un Señor, juna fe, un bautismo.

Notas exegéticas[6]:
1 11 No se sabe a punto fijo quien era esta Cloe, probablemente una industrial o comerciante de Éfeso, con personal formado por esclavos, libertos y hombres libres.´
1 12 (a) Sea que Cefas (Pedro) hubiera visitado la iglesia de Corinto, ver 9,5, sea que sin haberla visto, algunos cristianos de aquella iglesia se hubieran apoyado particularmente en su autoridad reconocida por todos.
1, 12 (b) Quizás se apoyaban en Cristo conocido en su vida terrena, y en sus testigos directos, ver Hch 1,21s; 10, 41, con preferencia a los demás, ver 1 Cor 9,1; 2 Cor 5,16ss; 11 5,23; 12,11; o bien tenían la pretensión de adherirse a Cristo sin intermediarios humanos. O quizá ·Yo de Cristo” sea simplemente la respuesta de Pablo a los que se apoyaban en tal o cual maestro humano.
1, 17 (a) A esta sabiduría humana (alusión a las especulaciones del pensamiento y los artificios de la retórica) se opondrá la sabiduría de Dios v.24 y 2 5ss.
1, 17 (b) Lit. “vaciar” (de su contenido) Pablo desarrolla este punto en 2, 1-5

Comentario: .
La Palabra de Dios a través de la carta del apóstol Pablo se dirige a una comunidad compleja y marcada por los constantes conflictos: las cenas previas a la eucaristía donde unos abundaban en alimentos y otros carecían de lo mínimo necesario; el enorgullecimiento de quienes habían recibido determinados carismas; y la división en grupos cuyos miembros guardaban una unión vital con quienes les había bautizado. El apóstol centra su mensaje en la exclusiva vinculación existencial con Cristo, la salvación por medio de su cruz y la unidad entre los miembros de la comunidad.  

Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 12-23
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló”. Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
-Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo;
-Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, suyu padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Palabra del Señor.

Textos paralelos[7].
Mc 1,14-15: Después de que Juan fue entregado. Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
Lc 4, 14: Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.
Fue a residir a Cafarnaún.
Jn 4,1-3.43-45: Cuando supo Jesús que habían oído los fariseos que Jesús hacía más discípulos que Juan y que bautizaba (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), dejó Judea y partió de nuevo para Galilea. […] Después de dos días, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado: “Un profeta no es estimado en su propia patria”. Cuando l legó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Jn 13,54: Fue a su ciudad y se puso a enseñar en su sinagoga.
¡Tierra de Zabulón…”.
Is 8, 23: ¡No habrá ya oscuridad para la tierra que está angustiada! En otro tiempo humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
Is 9, 1: El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; / habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló.
1 Macabeos 5,14-15: Estaban todavía leyendo las cartas, cuando otros mensajeros, con la ropa hecha jirones, llegaron a Galilea con esta noticia: “Se han aliado los de Tolemaida, Tiro, Sidón y toda la Galilea de los gentiles para acabar con nosros”.
Jn 7, 52: Ellos le replicaron: “¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas.
El pueblo que habitaba en tinieblas.
Lc 1,79: Para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, / para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Jn 8, 12 ss.: Jesús les habló de nuevo diciendo: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Rm 2, 19: Te consideras guía de ciego, luz de los que viven las tinieblas.
Convertíos.
Mt 3,1-2.: Por aquellos días, Juan el Bautista se presenta en el desierto de Judea, predicando: “Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos”.
Dn 7,14: A él se le dio poder, honor y reino. / Y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron, / Su poder es un poder eterno, no cesará. / Su reino no acabará.
//Mc 1,16-20: Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.
// Lc 5, 1-11: Una vez que la gente se agolpaba entorno a él para oír la palabra de Dios, estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla, los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabo de hablar, dijo a Simón: “Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca·”. Respondió Simón y dijo: “·Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”. Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echo a los pies de Jesús diciendo: “Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador”. Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: “No temas, desde ahora serás pescador de hombres”. Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Jn 1,35-42: Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: “Este es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les pregunta: “¿Qué buscáis?”. Ellos le contestaron: “Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?”. El les dijo: “Venid y veréis”. Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: “Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)”. Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro).
Jn 10, 2: Pero el que entra por la puerta, es pastor de las ovejas.
Os haré pescadores de personas:
Jn 21,3: Simón Pedro les dice: “Me voy a pescar”. Ellos contestan: “Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada”.
2 Re 6,19: Los arameos descendieron contra él y Eliseo suplicó al Señor diciendo: “Hiere a las gentes con una luz cegadora”. Y quedaron deslumbrados conforme a la palabra del Señor.
Ez 47,10: Se instalarán pescadores a la orilla; será un tendedero de redes desde Engadí hasta Engalín. Habrá peces de todas las especies y en gran abundancia, como en el Mar Grande.
Mt 8,19: Se acercó un escriba y le dijo: “Maestro, te seguiré adonde vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”.
Mt 13,45: El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
Mt 19,27: Entonces dijo Pedro a Jesús: “Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido,

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[8].
4 12 “Entregado”, es decir, encarcelado (ver Lc 3,20) como se dice de Jesús (17, 22; 26,2; 27,2; 18,26). La elección del verbo (paradídomi) y su forma pasiva sugieren que, si bien los hombres son los actores del drama, es Dios quien los guía según sus designios (ver Hch 5,28).
4 13 (a) “Nazara”, forma muy rara atestiguada por excelentes autoridades: B Z Orígenes k, ver Lc 4,16: la masa de testigos ha vuelto a la forma común “Nazaret”.
4 13 (b) Se trata del lago de Genesaret (ver Lc t5,1; 8, 22). Cafarnaún es localizada generalmente al noroeste del lago.
4 16 Para precisar no solo el lugar sino el significado profético del ministerio de Jesús desde sus inicios Mateo (solo él) cita Is 8,23-9,1, modificando además profundamente el texto. Estas palabras caracterizan el conjunto de su evangelio en Galilea. Jesús se dirige a las tribus del pueblo más amenazadas por la “noche” pagana, como lo fue Israel por parte de los asirios. Así, su ministerio entra en contacto con “todas las gentes” (28,19). Mientras que otros se retiran al desierto (p.e. la gente de Qumrán o Juan Bautista) o concentran su actividad en Jerusalén, Jesús, el Emmanuel anunciado por el profeta (Is 7,14; 8, 8-10), escoge la “Galilea de los paganos”, algo que Mateo evoca a lo largo de su evangelio (ver 2,22; 3,13; 4,23-25; 28,16).
4 17 La Realeza de Dios sobre el pueblo elegido y a través de él sobre el mundo, es el tema central de la predicación de Jesús, como lo era el del ideal teocrático del Antiguo Testamento. Implica un reino de “santos” cuyo Rey verdadero será Dios, porque su reinado será aceptado por ellos con conocimiento y amor. Esta Realeza, comprometida por la rebelión del pecado, debe ser restablecida por una intervención soberana de Dios y de su Mesías, Dn 2,28ss; y 13-14. Es esta intervención la que Jesús, después de Juan Bautista, 3,2 anuncia como inminente 4, 17-23; Lc 4,43. Antes de su realización escatológica definitiva en la que los elegidos virirán cerca del Padre en la alegría del banquete celestial, u8, 11ss; 13, 43; 26, 29 el Reino aparece con comienzos humildes 13, 31-33, misteriosos 13,11, impugnados 13,24-30, como una realidad ya comenzada. Predicado en el universo por la misión apostólica Mt 10,7; 24,14; Hch 1,3ss; será definitivamente establecido y devuelto al Padre, 1 Cor 15,24, por el retorno glorioso de Cristo. Mt 16,27; 25,31, en el Juicio final, 13,37-43.47-50; 25,31-46. Entretanto se presenta como una gran gracia 5, 3; 18,3-4; 19,14.23-24, y los abnegados 13,44-46; 19,12; Mc 9,47; Lc 9, 62; 18,29ss, rechazada por los soberbios y los egoístas 21,31-32.43; 22,2-8; 23,13. Solo se entra en él cojn la vestidura nupcial 22,11-13 de la vida nueva Jn 3,3-5; hay excluidos, Mt 8,12; 1 Cor 6, 9-10; Ga 5,21. Hay que velar para estar a punto cuando venga de improviso, Mt 25,1-13
4 20 En el judaísmo del siglo I el verbo “seguir” (akoloutheo) denotaba generalmente el respeto, la obediencia ty los numerosos servicios que los discípulos de los rabís debían a su maestro. Al aplicar este término a Jesús y a sus discípulos, Mt transforma su sentido en varios aspectos: 1, no es el discípulo quien elige al maestro: la llamada viene de Jesús y es respondida generalmente por una obediencia inmediata (4, 22; 9,9); 2 los discípulos siguen a Jesús no solo como oyentes, sino como colaboradores, testigos del Reino de Dios. 3: Mt subraya que la muchedumbre sigue a Jesús, indicando así que buscan en él al maestro que no han encontrado entre los rabís oficiales de la sinagoga (4,25; 8,1; 12,14; 14,13, et.), 4 en un segundo momento, Jesús procede a criticar tal seguimiento, haciendo ver que significa mucho más de lo que habían imaginado los discípulos y la muchedumbre: seguir a Jesús no es ni más ni menos que cargar con su cruz (16, 24).
4 23 (a) Lit. el “Evangelio del Rino”, expresión propia de Mateo (9, 35; 24,14). Designa bien el anuncio de la llegada del Reino, o bien el anuncio como tal, con todas las instrucciones prácticas de Jesús que el evangelista vincula a él, e.d. todo el evangelio mateano.
4 23 (b) Las curaciones milagrosas son la señal preferente del advenimiento mesiánico, ver 10,1, 7ss; 11,4ss

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[9]:
12-17 Contra lo sugerido por el demonio, Jesús comienza su apostolado con medios humildes, obediente al Padre.
13 Nazaret: lit. es la forma rara de Nazará.
Cafarnaún: al noreste del mar, e.d., del lago de Genesaret, a poca distancia de la desembocadura del Jordán en el lago; pequeña ciudad estratégica como nudo de comunicaciones. Cf. 2,14.
17 Lit.: … comenzó a predicar y decir. Jesús usa las mismas palabras que el Bautista (cf. 3,2); la diferencia está en que Juan anunciaba el reino de Dios (Mc 1,15) pensando en el juicio divino sobre el mundo, mientras que Jesús lo proclamaba, especialmente, con la oferta de la misericordia y el perdón del Padre a quien quisiera acogerlo.
19 Venid (lit. aquí, adverbio griego con valor y forma griega de imperativo) detrás de mí: el primer mandamiento decía: “No vayáis detrás de otros dioses” (Dt 6,14); Jesús dice: Venid detrás de mí, y lo hace para vincularlos no precisamente a una nueva escuela de los rabinos, sino a su persona, a la comunidad de vida con Él.
Pescadores de hombres: “congregadores” de hombres para ofrecerles la salvación definitiva (cf. 13,47-50):
21 Reparando: o “poniendo en orden; o recomponiendo”. Este verbo griego seusa en las cartas del NT para una tarea propia de los “pescadores de hombres”: rehacer la armonía entre los creyentes en Jesús: cf. 1 Cor 1,10; 2 Cor 13,9.11; Gal 6,1; 1 Ts 3,10; Heb 13,21; 1 Pe 5, 10.
23 Toda Galilea; lit. en toda Galilea.
Enseñando…, predicando… y curando: así resume Mt, como en 9,35, la actividad de Jesús es la misma que, en orden inverso, encomendará a los suyos (cf. 10,17s; 28,20). Discursos y milagros, “obras y palabras” (Hch 1,1), son también el esquema de Mt.
Del reino (se sobreentiende de Dios): el contenido del Evangelio, de lo que se habla en el Evangelio, es el Reino de Dios. Cf. Mc 1,15.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[10]:
4,17 Convertíos: el griego emplea la palabra matanoia, que significa una conversión profunda del corazón acompañada de un apartamiento del pecado. Cristo llamó a la gente a la conversión, a responder a Dios, movidos por la gracia, y a alejarse del pecado para obtener así la justificación. Reino de los cielos: esta frase, en lugar de “reino de Dios” es un semitismo propio de Mateo. Este reino describe la felicidad eterna a la que Dios llama a su pueblo. La misión de Cristo fue establecer este reino.
4, 18 Nacido en Betsaida, Andrés fue discípulo de Juan el Bautista anters de convertirse en seguidor de Cristo, a quien también llevó a su hermano Pedro. Según la tradición , predicó luego el Evangelio en Grecia y fue crucificado en Patras en una cruz con forma de X en el año 60.
4 19 Ya en virtud de su bautismo, todos los cristianos estamos llamados a un discipulado expresado en santidad y en evangelización. Pero Dios escoge personalmente a hombres con una vocación especial para las sagradas órdenes. Al conferir los sacramentos los obispos y los sacerdotes actúan en la persona de Cristo Cabeza (in persona Christi capitis) de su Cuerpo Místico, la Iglesia.
4, 23-25 El poder sanador de Cristo era símbolo de su divinidad y el cumplimiento de la profecía de Isaías del Siervo doliente.

Notas del Catecismo de la Iglesia Católica[11]
1720 El Nuevo Testamento utiliza varias expresiones para caracterizar la bienaventuranza a la que Dios llama al hombre: la llegada del Reino de Dios (cf Mt 4, 17); la visión de Dios: “Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8; cf 1 Jn 3, 2; 1 Co 13, 12); la entrada en el gozo del Señor (cf Mt 25, 21. 23); la entrada en el descanso de Dios (Hb 4, 7-11): «Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá al fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin? (San Agustín, De civitate Dei, 22, 30).
1989 La primera obra de la gracia del Espíritu Santo es la conversión, que obra la justificación según el anuncio de Jesús al comienzo del Evangelio: “Convertíos porque el Reino de los cielos está cerca” (Mt 4, 17). Movido por la gracia, el hombre se vuelve a Dios y se aparta del pecado, acogiendo así el perdón y la justicia de lo alto. “La justificación no es solo remisión de los pecados, sino también santificación y renovación del interior del  hombre” (Concilio de Trento: DS 1528).
878 Por último, es propio también de la naturaleza sacramental del ministerio eclesial tener carácter personal. Cuando los ministros de Cristo actúan en comunión, actúan siempre también de manera personal. Cada uno ha sido llamado personalmente ("Tú sígueme", Jn 21, 22; cf. Mt 4,19. 21; Jn 1,43) para ser, en la misión común, testigo personal, que es personalmente portador de la responsabilidad ante Aquel que da la misión, que actúa "in persona Christi" y en favor de personas : "Yo te bautizo en el nombre del Padre ..."; "Yo te perdono...".
879 El ministerio sacramental en la Iglesia es, pues, un servicio colegial y personal a la vez, ejercido en nombre de Cristo. Esto se verifica en los vínculos entre el colegio episcopal y su cabeza, el sucesor de san Pedro, y en la relación entre la responsabilidad pastoral del obispo en su Iglesia particular y la común solicitud del colegio episcopal hacia la Iglesia universal.
897 "Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan a su manera de las funciones de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo" (LG 31).
898 "Los laicos tienen como vocación propia el buscar el Reino de Dios ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios [...] A ellos de manera especial corresponde iluminar y ordenar todas las realidades temporales, a las que están estrechamente unidos, de tal manera que éstas lleguen a ser según Cristo, se desarrollen y sean para alabanza del Creador y Redentor" (LG 31).
899 La iniciativa de los cristianos laicos es particularmente necesaria cuando se trata de descubrir o de idear los medios para que las exigencias de la doctrina y de la vida cristianas impregnen las realidades sociales, políticas y económicas. Esta iniciativa es un elemento normal de la vida de la Iglesia: «Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del jefe común, el Romano Pontífice, y de los Obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia» (Pío XII, Discurso a los cardenales recién creados, 20 de febrero de 1946; citado por Juan Pablo II en CL 9).
900 Como todos los fieles, los laicos están encargados por Dios del apostolado en virtud del Bautismo y de la Confirmación y por eso tienen la obligación y gozan del derecho, individualmente o agrupados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra; esta obligación es tanto más apremiante cuando sólo por medio de ellos los demás hombres pueden oír el Evangelio y conocer a Cristo. En las comunidades eclesiales, su acción es tan necesaria que, sin ella, el apostolado de los pastores no puede obtener en la mayoría de las veces su plena eficacia (cf. LG 33).
901 "Los laicos, consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, están maravillosamente llamados y preparados para producir siempre los frutos más abundantes del Espíritu. En efecto, todas sus obras, oraciones, tareas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo diario, el descanso espiritual y corporal, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida, si se llevan con paciencia, todo ello se convierte en sacrificios espirituales agradables a Dios por Jesucristo (cf 1P 2, 5), que ellos ofrecen con toda piedad a Dios Padre en la celebración de la Eucaristía uniéndolos a la ofrenda del cuerpo del Señor. De esta manera, también los laicos, como adoradores que en todas partes llevan una conducta sana, consagran el mundo mismo a Dios" (LG 34; cf. LG 10).
902 De manera particular, los padres participan de la misión de santificación "impregnando de espíritu cristiano la vida conyugal y procurando la educación cristiana de los hijos" (CIC, can. 835, 4).
1503 La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (cf Mt 4,24) son un signo maravilloso de que "Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca. Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados (cf Mc 2,5-12): vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan (Mc 2,17). Su compasión hacia todos los que sufren llega hasta identificarse con ellos: "Estuve enfermo y me visitasteis" (Mt 25,36). Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado, a lo largo de los siglos, de suscitar la atención muy particular de los cristianos hacia todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta atención dio origen a infatigables esfuerzos por aliviar a los que sufren.
Comentario José Luis Sicre[12]
-Desconcierto:
Jesús inicia su actividad colocándose en la fila de los pecadores para ser bautizado.
Después huye.
A continuación actúa en la región menos imaginable.
Y repite al pie de la letra la predicación de Juan el Bautista.
-Momento de actividad:
Después del bautismo Jesús vuelve al desierto y se entera de que a Juan lo han metido en la cárcel.
Se marcha a Galilea, a Nazaret.
Después de un tiempo (¿días, meses?) no considera Nazaret el sitio adecuado para la actividad que pretende desarrollar y se traslada a Cafarnaún.
-Lugar de la actividad:
Juan:
Predica su mensaje en el desierto, el lugar donde se espera la manifestación de Dios.
Jesús:
Se retira a Galilea:
Un rabino: “si alguien quiere enriquecderse, que vaya al norte; si desea adquirir sabiduría, que venga al sur”.
Nicodemo: “Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta” (Jn 7, 52).
En tiempos de Jesús era una zona rica, importante y famosa (Flavio Josefo, Guerra III, 41-43).
204 pueblos con un promedio de 500 habitantes: 365.000.
Solo en Séforis y Tiberíades abundan los paganos, el resto son poblaciones judías.
Ventajas:
Moverse en una región conocida y posibilidad de escapar fácilmente hacia el norte en caso de persecución.
Riesgos:
Es la zona más politizada, con graves conflictos y tensiones entre los judíos y Roma.
Cafarnaún:
Población: 1.000 habitantes (pescadores, agricultores, comerciantes y artesanos).
Frontera entre Galilea (Herodes Antipas) y los territorios de su hermano Filipo: cuenta con una aduana y una guarnición romana de unos cien soldados.
La elección de Galilea recuerda el texto de Isaías que anuncia la salvación a esta región después de la invasión asiria del siglo VIII a.C.
Isaías:
Juan: preparad el camino al Señor.
Jesús: una luz admirable.
Se dirige a “los que habitaban en tinieblas y en sombra de muerte”, la gente más despreciada y olvidada (campesinos y pescadores), no a los poderosos que pueden cambiar el mundo.
-Mensaje inicial:
La fuerza recae en la inminencia del Reinado de Dios, una buena noticia que exige conversión.
Mateo escribe hacia los años 80 y quiere evitar el equívoco de creer que el fin del mundo está cerca, subrayando la idea de conversión.
Insinúa el contenido primario del mensaje de Jesús: el Reino de Dios y cómo formar parte de él.
-Los primeros discípulos:
Jesús busca a unos muchachos que lo acompañen, difundan y continúen su obra, sin títulos de las universidades de Jerusalén o Babilonia ni estudios con los mejores rabinos. Basta que quieran seguirlo renunciando a todo.
Mateo sigue el evangelio de Marcos.
Pedro: el primer discípulo que terminará siendo el más importante.
Se encuentran tirando el esparavel (anfiblestron) o red pequeña que se lanza con una mano.
No les invita a seguirle, se lo ordena.
A Santiago y Juan los encuentra remendando sus redes, una red de trasmallo, para lo que se requiere un bote de cinco o seis metros y, al menos, cuatro o cinco personas. No les invita a convertirse en pescadores, les llama y le siguen, dejando la barca. Esta sugiere la diferencia social entre las dos parejas de hermanos. Los cuatro siguen con radicalidad a Jesús.
-Galilea: enseñanza y curaciones.
La enseñanza va acompañada de la acción: recorre, enseña, proclama, cura.
La palabra explica el misterio del Reino de Dios, los milagros lo anticipan.
Sinagoga:
Actitud distinta a la de Juan Bautista, quien rehuía el espacio sagrado y obligaba a la gente a acudir a él.
A diferencia de Juan Jesús no bautiza.
Recorría Galilea:
Supone esfuerzo, sacrificio, pasar de 38ºC en el lago a pueblecitos nevados en invierno; llegar a un lugar y tener que esperar horas hasta que la gente se reúna, o incluso días, sin aparentemente hacer nada, sin un sitio donde reclinar la cabeza, porque las casas no se prestan a acoger a cinco personas.
Mientras la actividad del Bautista se limitaba a los judíos, la de Jesús abarca el norte (Galilea), el este (Transjordania) e incluso territorio pagano (Decápolis: Damasco, Filadelfia, Rafaná, Escitópòlis, Gadara, Hipos, Dión, Pela, Gerasa y Canata, las cuales consiguen de Pompeyo en el año 63 a.C. que les permita una confederación con fines comerciales y defensivos bajo el dominio directo del gobernador romano de Siria). Las multitudes no acuden a ser bautizadas ni en busca de milagros. Siguen a Jesús.
-Una nueva imagen de Jesús:
El Jesús humilde del bautismo, el que no usa el poder en beneficio propio ni busca la gloria, muestra ahora su autoridad, su poder y su bondad universal.
Llama a cuatro muchachos y lo siguen, renunciando incluso a la familia.
Cura toda clase de enfermedades y tiene poder sobre demonios. Atiende a los paganos, venidos de todas las regiones de alrededor.

Comentario Marta García Fernández[13]
-Segunda parte. Proclamación del Reino con palabras y obras (Mt 4,12-16,20).
Se desarrolla fundamentalmente en Galilea.
Todo el camino está orientado de Galilea hacia Jerusalén.
Momentos:
Introducción (Mt 5,12-22).
Discurso de la Montaña (Mt 5-7) y relatos de curaciones (Mt 8-9).
Discurso misionero (Mt 10) y relaciones positivas y negativas con Jesús (Mt 11-12).
Discurso de las parábolas (Mt 13) y reacciones de los oyentes (Mt 14-16,20).
-Comienzo de la predicación de Jesús en Galilea (Mt 4,12-22):
Preámbulo a la predicación y misión de Jesús: presentación de las credenciales de Jesús como Hijo de Dios.
El Jesús mateano no aparece casi nunca solo sino siempre y desde el principio acompañado por sus discípulos en vida y misión compartida.
El esquema de partida (Mt 4,12-16) se asemeja al esquema de huida a Egipto (Mt 2,22-23).
Mateo busca hacer más admisibles cosas que eran escandalosas para una mentalidad judía:
Perseguido.
Origen de Nazaret o Galilea: por eso nace en Belén (Mt 2,5), huye a Egipto (2,15) y regresa a Nazaret (2,23) y aporta citas de cumplimiento (Mt 1,22-23; 2,5-6; 2,11; 2,17-18; 2,23; 4,14-15).
Predicación a los gentiles.

Comentarios patrísticos[14]:
Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 14,1
¿Por qué se retira el Señor otra vez? Para enseñarnos a no arrojarnos temerariamente a las tentaciones, sino a saber ceder y retirarnos. Porque no es una culpa no precipitarnos voluntariamente al peligro, pero sí lo es no mantenernos firmes valerosamente cuando nos encontremos en medio de él.
Cirilo de Alejandría. Fragmentos sobre el Ev. de Mateo, 34.
Luz grande es Cristo nuestro Señor y la luminosidad de la predicación evangélica, pero no lo era la ley, que se asemejaba a una lámpara. Por eso siempre ardía una lámpara en el Tabernáculo, por la pequeñez del brillo de la ley, que solo podía extender s propia luz a los límites judíos. De aquí que los gentiles estuvieran en las tinieblas al no tener esta lámpara luminosa.
Cromacio de Aquileya. Comentario al ev. de Mateo, 15,1.
Esto recordó en efecto el evangelista nuestro pasaje según la frase del profeta, diciendo: “Al otro lado del Jordán,. en la Galilea de los gentiles, el pueblo que habitaba en tinieblas”. ¿En qué tinieblas = Sin duda, en el profundo error de la ignorancia. ¿Qué gran luz vio? Aquella sin duda de la que está escrito: “Era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo”.
Orígenes. Fragmentos sobre el Ev. de Mateo, 74.
El reino de los cielos no está en un lugar, sino en una disposición. Pues “está dentro de nosotros” (Lc 17,21). Observa que si Juan predica que el reino de los cielos se está acercando, Cristo Rey nos entregará a Dios y al Padre.

Gregorio Magno. Homilías sobre los Evangelios. 5,2.
Mucho, por consiguiente, dejaron Pedro y Andrés, puesto que ambos dejaron los deseos de poseer; mucho dejaron los que con lo que poseían renunciaron también al deseo: tanto, pues, dejaron siguiéndolo, cuanto pudieron desear no siguiéndolo. Por consiguiente, tampoco nadie, al ver que algunos han dejado muchas cosas, diga dentro de sí mismo: Yo quiero imitar a los que desprecian este mundo, pero no tengo qué dejar. Mucho dejáis, hermanos, si renunciáis a los deseos terrenales, por insignificantes que sean nuestras cosas exteriores, bástale al Señor, porque Él atiende al corazón, no a la cosa, ni tiene en cuenta cuánto se le ofrece en sacrificio, sino con cuánto sacrificio.
Jerónimo. Homilías sobre el Ev. de Mateo, 14,2.
Esta es la obediencia que Cristo nos pide: ni un momento de dilación, por muy necesario que sea lo que pudiera retardar nuestro seguimiento.
Gregorio Magno. Homilías sobre los Evangelios. 5,2.
El reino de Dios no es propiamente estimable en precio; más, con todo, vale tanto cuanto tienes. En efecto, a Zaqueo le costó la mitad de su hacienda, porque reservó la otra mitad para restituir cuadriplicado lo que injustamente retenía; a Pedro y a Andrés les costó las redes y la barca; a la viuda, los dos pequeños cornadillos; al otro, un vaso de agua fresca,…; así que, como hemos dicho, el reino de Dios vale tanto cuanto tienes.
San Jerónimo. Comentario al evangelio de san Mateo. I, 4, 17[15]
Con razón comienza el Señor a predicar después que Juan ha sido entregado. Cuando cesa la Ley a continuación nace el Evangelio. Si el Salvador predica lo mismo que antes había anunciado Juan el Bautista, muestra que es el Hijo del mismo Dios de quien aquél es el profeta.
San Jerónimo. Comentario al evangelio de san Mateo. I, 4, 17[16]
Estos son los primeros llamados a seguir al Señor: pescadores e iletrados, son enviados a predicar, para que la fe de los creyentes no se atribuyera a la elocuencia y a la ciencia sino al poder de Dios.
Santa Teresa de Liseaux. Poesías. 5.[17]
Acuérdate, Jesús, de que llamaste padre / al humilde José, quien, por orden del cielo / sin que te despertases del maternal regazo, / te arrancó de la furia de un mortal traicionero. / Verbo de Dios, acuérdate de aquel misterio extraño: / ¡Hiciste hablar a un ángel, al guardar tu silencio! / De tu lejano exilio / a orillas del Nilo / ¡acuérdate!
San Oscar Romero. Homilía. 22 enero 1978[18].
Dios ha dado la vida a cada persona para una vocación; no todos a la vocación ministerial, sagrada, la que yo tengo el honor de tener. Pero la vocación que ustedes tienen, laicos: vocación del matrimonio, vocación de la profesión, vocación de la situación económica, política, social; el cargo político también es un lugar desde donde se puede servir a Dios.
Esta es la condición: convertirse. La conversión es necesaria para que se realice la liberación que los pueblos esperan. De allí que la Iglesia, predicando esta conversión, tiene que señalar el reino opuesto al reino de Dios: el reino del pecado. Predicación que no denuncia el pecado no es predicación de Evangelio; predicación que contenta al pecador para que se afiance en su situación de pecado está traicionando el llamamiento del Evangelio; predicación que no molesta al pecador sino que lo adormece en su pecado es dejar a Zabulón y Neftalí en su sombra de muerte. Predicación que despierta, predicación que ilumina como cuando se enciende una luz y alguien está dormido, naturalmente que lo molesta pero lo ha despertado. Esta es la predicación de Cristo: Despertad, convertíos. Esta es la predicación auténtica de la Iglesia. Naturalmente, hermanos, que una predicación así tiene que encontrar conflicto, tiene que perder prestigios mal entendidos, tiene que molestar, tiene que ser perseguida. No puede estar bien con los poderes de las tinieblas y del pecado.
Hay una inquietud inmensa, hermanos; el llamamiento de la conversión ha despertado muchos corazones que estaban dormidos en Zabulón y Neftalí, en el pecado, pensando que la Iglesia estaba metiéndose en política, en otros campos que no son los suyos. Y han comprendido, al fin, que no está haciendo más que predicar el reino de Dios, el cual señala el pecado aunque el pecado se encuentre en la política y se encuentre también en las situaciones económicas y demás situaciones de la humanidad.
La Iglesia no puede menos que ser la voz de Cristo, de decir: Convertíos porque el reino de Dios está cerca y el que lo quiera aprovechar, no lo logrará si no es convirtiéndose, arrepintiéndose de su pecado, acercándose a Dios. Este ha sido el clamor de la Iglesia en estos últimos tiempos: la conversión. Por eso, queridos hermanos: Convertíos. Yo el primero necesito conversión, todos necesitamos conversión porque el Apocalipsis dice: El que es santo, santifíquese más; el que es justo, justifíquese más y, naturalmente, el que está en pecado, póngase en gracia de Dios, renuncie a sus injusticias, a sus egoísmos, a sus atropellos. Póngase amigo de Dios; el pecado no lo quiere Dios.
Papa Francisco. Angelus. 22 enero 2017[19]:
Nosotros, cristianos de hoy en día, tenemos la alegría de proclamar y testimoniar nuestra fe, porque hubo ese primer anuncio, porque existieron esos hombres humildes y valientes que respondieron generosamente a la llamada de Jesús. A orillas del lago, en una tierra impensable, nació la primera comunidad de discípulos de Cristo. Que la conciencia de estos inicios suscite en nosotros el deseo de llevar la palabra, el amor y la ternura de Jesús a todo contexto, incluso a aquel más dificultoso y resistente. ¡Llevar la Palabra a todas las periferias! Todos los espacios del vivir humano son terreno al que arrojar las semillas del Evangelio, para que dé frutos de salvación.
Papa Francisco. Angelus. 26 enero 2014[20]:
Partiendo de Galilea, Jesús nos enseña que nadie está excluído de la salvación de Dios, es más, que Dios prefiere partir de la periferia, de los últimos, para alcanzar a todos. Nos enseña un método, su método, que expresa el contenido, es decir, la misericordia del Padre. «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 20).
Queridos amigos y amigas, el Señor llama también hoy. El Señor pasa por los caminos de nuestra vida cotidiana. Incluso hoy, en este momento, aquí, el Señor pasa por la plaza. Nos llama a ir con Él, a trabajar con Él por el reino de Dios, en las «Galileas» de nuestros tiempos. Cada uno de vosotros piense: el Señor pasa hoy, el Señor me mira, me está mirando. ¿Qué me dice el Señor? Y si alguno de vosotros percibe que el Señor le dice «sígueme» sea valiente, vaya con el Señor. El Señor jamás decepciona. Escuchad en vuestro corazón si el Señor os llama a seguirle. Dejémonos alcanzar por su mirada, por su voz, y sigámosle. «Para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz» (ibid., 288).

Misa de Niños
Monición de entrada.-
Buenos días.
Hoy hemos venido porque Jesús quiere hablarnos y nosotros queremos escucharle y tener nuestras palabras en el nuestro corazón.
Para eso Jesús nos ayudará, escuchando nuestras oraciones y estando con nosotros en el pan y vino.

Señor, ten piedad.
Tu tienes palabras de verdad.  Señor, ten piedad.
Tú tienes palabras de amor. Cristo, ten piedad.
Tú tienes palabras de vida. Señor, ten piedad.

Peticiones.-
Por el Papa Francisco, para que se sienta muy querido por todos los que formamos la Iglesia. Te lo pedimos Señor.
Por los que siguen a Jesús y no son católicos, especialmente los que viven en nuestro pueblo, para que cada día les ayudes a ser tus amigos.  Te lo pedimos Señor.
Por los maestros y los que nos enseñan, para que les ilumines. Te lo pedimos Señor.
Por el Sínodo de Valencia, para que nos ayude a ser tu familia en Valencia. Te lo pedimos Señor.
Por niños que están en los países de misión, para que tengan libros, escuelas e iglesias. Te lo pedimos Señor.
Por nosotros, para que cada día intentemos obedecer a Jesús. Te lo pedimos Señor.

Oración.
Virgen María, queremos darte las gracias por las catequistas y las personas que nos hablan de ti, porque ellas nos ayudan a ser cada día más amigos de Jesús.



[1] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.  
[2] Ib. 
[3] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[4] Quesson, Noel. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Colombia. 1988.   En www.mercaba.org   

[5] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[6] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. 
[7] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019. Traducción Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.  
[8] Biblia de Jerusalén. DDB. Bilbao. 2019.
[9] Iglesias González, M. Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid. 2017.
[10] Biblia Didaje con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de www.vatican.va 
[11] Catecismo de la Iglesia Católica. www.vatican.va Notas tomadas de la Bíblia Didaje.
[12] Sicre, J.L. El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino. Estella. 2019. Pgs.85 ss.
[13] García Fernández, M. Mateo. Guías de lectura del Nuevo Testamento. Verbo Divno. Estella (Navarra). 2015. Pgs. 52 ss.
[14] Merino Rodríguez, M. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio según san Mateo (1-13). Ciudad Nueva. Madrid. 2006.
[15] Jerónimo. Comentario al Evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[16] Ib.
[17] Teresa de Lisieux. Obras Completas. Monte Carmelo. Burgos. 2003.

No hay comentarios: