Lectura del
segundo libro de Salmuel 5, 1-3
En
aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebrón y
le dijeron:
-Hueso
tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros,
eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor
te ha dicho: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”.
Los
ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con
ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de
Israel.
Palabra de Dios.
Textos paralelos[1].
1 Cro 11,1-3:
Los israelitas
se reunieron con David en Hebrón y le dijeron:
-Mira: hueso tuyo y sangre tuya somos. Desde mucho
antes, incluso cuando Saúl era rey, eras tú el que dirigía las entradas y
salidas de Israel. El Señor, tu Dios, te dijo: “Tú pastorearás a mi pueblo,
Israel; tú serás el jefe de mi pueblo, Israel.
Dt 17,14-15:
Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te
va a dar, la tomes en posesión y habites en ella, si dices: “Voy a poner sobre
mí un rey, como todas las naciones que me rodean”, podrás poner sobre ti un rey
que elija el Señor tu Dios. De entre tus hermanos, pondrás un rey sobre ti; no
pondrás sobre ti un extranjero, que no sea hermano tuyo.
1 S 18,15-16:
Al ver Saúl que David tenía mucho éxito, llegó a
tenerle miedo. En cambio, todo Israel y Judá amaba a David, que salía y volvía
de las campañas al frente de ellos.
Comentario.
Homilética[2]
(resumen):
-Las
tribus del centro y del norte de Palestina piden a David que reine, “pastoree”
(v.20)-
-Unción
real de David:
1 Sam 16, 13: en Belén. Después de descartar Dios a Saúl.
“Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos”.
2 Sam 2,4: en Hebrón. Después de la muerte de Saúl.
“Los hombres de Judá vinieron a ungir a David como rey sobre la casa de
Judá”
2 Sam 5, 1-3: en Hebrón. Después del asesinato de Isboset, hijo de
Saúl.
-A
continuación David conquista a los jebuseos la ciudad de Jerusalén (2 Sam
5,6-12).
-Figura
de David y su reino:
Central en la teología de Israel.
El mesianismo de David que toma como punto de partida la profecía de
Natán (2 Sam 7) va dar lugar a la esperanza de un futuro mesías, fundamentada
en la promesa de Dios y su fidelidad.
Evolución del mesianismo davídico:
Historia de Israel o intrahistoria.
Escatología desarrollada por la literatura judía intertestamentaria.
Dimensiones: real, profética y sacerdotal.
Tema de reflexión del cristianismo primitivo en la búsqueda del
significado teológico de Jesús:
Revelado en la vida de Jesús.
Manifestado en toda su riqueza en la vida de la Iglesia postpascual.
Salmo responsorial
Salmo 121
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
“Vamos a la casa del Señor”!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Segunda lectura.
Lectura
de la carta del apóstol San Pablo a los Colosesnes 1,
12-20
Hermanos:
Demos
gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del
pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas y nos ha
trasladado al reino del Hijo de su amor, por cuya sangre hemos recibido la
redención, el perdón de los pecados. Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones,
Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anteiror a
todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo de la
Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el
primero en todos. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por
él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra
de Dios.
Textos paralelos.
Hch
26,18:
Te libraré de tu pueblo y de los gentiles, a quienes
te envío para que les abras los ojos y se vuelvan de las tinieblas a la luz y
del dominio de Satanás a Dios; para que reciban el perdón de los pecados y
parte en la herencia entre los que han sido santificados por la fe en mí.
Ef
1,11-13
En él hemos heredado también / los que ya estábamos
destinados por decisión / del que lo hace todo según su voluntad / para qué
seamos alabanza de su gloria / quienes antes esperábamos en el Mesías. / En él
también vosotros, / después de haber escuchado la palabra de la verdad / -el
evangelio de vuestra salvación -, creyendo en él / habéis sido marcados por el
sello del Espíritu Santo prometido.
1
Pe 2,9
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un
sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que
anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a la luz maravillosa.
Jn
8, 12:
Jesús habló de nuevo diciendo: “Yo soy la luz del mundo,
el que me sigue no camina en tiniebla, sino que tendrá la luz de la vida”.
Ga
1,3-4:
Gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del
Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados para librarnos de este
perverso mundo presente, conforme al designio de Dios, nuestro Padre.
Ef
1,5-7
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, / según
el beneplácito de su voluntad, / a ser sus hijos, / para alabanza de la gloria
de su gracia, / que tan generosamente nos ha concedido en el Amado. / En él, por
su sangre, tenemos la redención / el perdón de los pecados, / conforme a la
riqueza de la gracia.
Rm
3,24ss
Pues no hay distinción, ya que todos pecaron y están
privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención realizada en Cristo Jesús. Dios lo constituyó medio de
propiciación mediante la fe en su sangre, para mostrar su justicia pasando por
alto los pecados del pasado en el tiempo de la paciencia de Dios; actuó así
para mostrar su justicia en este tiempo, a fin de manifestar que era justo y
que justifica al que tiene fe en Jesús.
Comentario .
Homilética (resumen) [3]:
-Himno
cristológico en el que se ensalza a Jesucristo glorificado como cabeza del
universo.
-Estructura:
Introducción (v.12-14): acción de gracias a Dios Padre, el cual “nos ha
hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz”.
Los gentiles han sido insertados en la Historia de la Salvación.
Paso de las tinieblas a la luz.
Himno (v.15-20). Partes:
Primacía de Cristo en la naturaleza o creación (v. 15-17).
Primacía de Cristo en lo sobrenatural o redención (v.18-20).
Jesucristo:
Imagen (eikón) de Dios:
refleja a Dios invisible.
Cristo ha creado y sostiene el mundo material (visible) y ángelico
(invisible).
Del orden de la creación se pasa al orden de la redención:
“Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia”.
Primogénito por su victoria sobre la muerte.
Conclusión. Nuevos elementos:
Plenitud (pléróma, la
divinidad mísma en cuanto puede comunicarse a la humanidad de Cristo).
Reconciliación.
Evangelio.
X Lectura
del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43
En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
-A
otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el
Elegido.
Se
burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre,
diciendo:
-Si
eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Había
también por encima de él un letrero:
-Este
es el rey de los judíos.
Uno
de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
-¿No
eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
Pero
el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
-¿Ni
siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo
estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en
cambio, este no ha hecho nada malo.
Y
decía:
-Jesús,
acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.
Jesús
le dijo:
-En
verdad te digo: hoy estarás conmigo en
el paraíso.
Palabra
del Señor.
Textos paralelos:
Mc
15, 25-32:
Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la
acusación estaba escrito: “El rey de los judíos·.
Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
-Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a
ti mismo bajando de la cruz.
De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos
burlándose:
-A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el
rey de Israel, baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos. También los
otros crucificados lo insultaban.
Mt
27, 23-44:
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir lugar de “la
Calavera”), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no
quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándolas a
suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de la cabeza colocaron un
letrero con la acusación: ·Este es Jesús, el rey de los judíos”.
Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la
izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban, y meneando la cabeza, decían:
-Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a
ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz.
Igualmente los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se
burlaban también diciendo:
-A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¡Es el Rey de Israel!, que
baje ahora de la cruz y le creeremos. Confío en Dios, que lo libre si es que lo
ama, pues dijo: “Soy Hijo de Dios”. De la misma manera los bandidos que estaban
crucificados con él lo insultaban.
Notas exegéticas 1[4].
Los crucificados:
Literalmente colgados.
El llamado “Buen
Ladrón” fue también buen evangelizador:
Por la luz de
la gracia se confesó pecador, conoció al Dios perdonador que es Jesús, lo
aceptó, y lo anunció a su manera, no con palabras de sabiduría humana (cf. 1
Cor 2,1-5).
En él tenemos
condensado el itinerario de salvación descrito en Rm 10, 8-10 (“si profesas con tus labios que Jesús es
Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás
salvo”).
Su carrera fue
rápida: “Poco antes homicida, poco después acusado, convicto, condenado,
crucificado, liberado” (san Agustín).
-Hoy:
Más bien que
indicación cronológica exacta, aunque no se excluya este significado, es el
tiempo de la salvación inaugurado por Jesús.
-El paraíso:
La respuesta de
Jesús amplía el significado del término: el ladrón arrepentido no va a estar
simplemente en el regazo de Abrahán, sino que estará en la intimidad de Dios.
El paraíso era,
como en el judaísmo tardío, la morada de los justos antes de la resurrección
corporal al fin del mundo, es, como lo llama Henoc 61,12 “el jardín de la
vida”, donde “habitan los elegidos”.
Notas exegéticas 2[5]:
-El
mal ladrón interpela a Jesús como “Cristo”, el buen ladrón le reconoce como
“Rey”:
Dos títulos, religioso y político, entorno a los cuales ha girado todo
el proceso de Jesús, ante los Judíos primeramente, y ante Pilato después.
Comentario 1[6]:
-Culminación del
Camino hasta Jerusalén (9,51-19,28).
-Jesús ha sido
obediente al plan trazado por el Padre.
-Relato de la
Pasión (22,39-23,56):
Escenas
sucesivas y bien ensambladas que ayudan a comprender el sentido de la pasión y
muerte de Jesús:
Expresión de la
voluntad de Dios anunciada por las Escrituras.
El lector
confronta su vida con ellas.
-Partes:
23,35b-38:
burlas y utlrrajes que recibe de parte de diferentes personajes.
23,39-43:
diálogo entre Jesús y los malhechores crucificados a su lado.
Preguntas:
¿Es Jesús
realmente el Mesías?
¿Por qué no se
salva de la cruz?
-Personajes:
El pueblo:
Mirada
contemplativa y respetuosa / neutral.
Magistrados:
Sus palabras
recuerdan las del tentador en el desierto (Lc 4, 1-13).
Soldados:
Lo encarnecen.
No comprenden
el significado del mesianismo de Jesús:
Entrega de la
vida, servicio y amor hasta el extremo / triunfo y gloria.
Primer
malhechor:
Misma pregunta:
“¿no eres el Mesías?”.
Segundo
malhechor:
Ha entendido lo
que los otros no han llegado a comprender.
Jesús es el
justo condenado sin delito alguno, el Rey, pero de otro modo.
El Salvador
desde la cruz.
En la
obediencia a la voluntad de Dios manifiesta su realeza.
El poder
y la fuerza de la misericordia con
todos:
Quienes le
crucifican y no le reconocen como Mesías de Dios.
El malhechor
colgado en la cruz.
Su reinado es
la entrega de la vida, obediente a la voluntad de Dios, manifestado su amor y
su ternura.
El Mesías que
da la vida para siempre.
La esperanza
de salvación, porque su muerte inaugura la salvación para quien confía en él.
Comentario exegético[7]
-Texto:
Lucas sigue en
este relato a Marcos, reelaborándolo y añadiendo datos procedentes de L.
Omite:
Indicación de
la hora tercia.
Rechazo del
vino con mirra.
Las burlas del
pueblo.
Cambia de lugar
otros datos.
Matiza las
palabras de las burlas de los sacerdotes y añade el título el elegido.
La escena con
los ladrones es propia de Lucas, tomada de L.
-Comentario:
Omite la burlas
de los transeúntes y la sustituye por la contemplación silenciosa del pueblo.
Narra las
burlas de los magistrados y soldados.
Aludiendo a su
comparecencia ante ellos en el Sanedrín (Lc 22,66-71).
No nombra a los
romanos: tendencia apologética a favor de Roma.
Informa sobre
el letrero de la causa de la crucifixión en alusión a la acusación de los sumos
sacerdotes y escribas.
Vuelve a
resaltar la inocencia de Jesús.
Muestra la
eficacia de su muerte para el perdón.
El hoy no es materialmente el viernes sino
el día de Pascua, el día de la salvación mesiánica.
Paraíso: palabra de origen persa designaba un jardín cerrado, pero con el
tiempo designó:
Ez 31,8: lugar de la bienaventuranza suprema.
“Los cedros del jardín de Dios / no podrán igualarlo, / ningún ciprés
tenía un ramaje parecido, / ni los plátanos tallos similares. / Ningún árbol se
le semejaba en hermosura / en el jardín de Dios.
Literatura intertestamentaria:
Morada positiva de los justos en el estado intermedio, esperando la
resurrección.
Morada definitiva de los justos, en oposición a la gehenna.
Hoy estarás conmigo en el paraíso:
Para participar en la gloria de Jesús no es necesario esperar al final de
la historia, pues desde la resurrección está abierta a los hombres.
Actualización:
La Iglesia
siguiendo los pasos de Jesús tiene la misión de continuar ofreciendo su
salvación perdonando y en contexto de burla y persecución a todos los hombres,
sean los que fuesen sus antecedentes.
Comentario desde el Magisterio 1 (Catecismo de la Igl. Cat. 1992)[8]:
-Escena de los dos
ladrones (Lc 23,39-43):
Este episodio ilustra como la aceptación voluntaria del castigo por los
delitos de uno puede tener un valor expiatorio, y por tanto redentor.
También implica un juicio inmediato, después de la muerte y elk destino
final del alma a la salvación o la condenación eternas.
440. Jesús acogió la confesión de fe de Pedro que le reconocía como el
Mesías anunciándole la próxima pasión del Hijo del Hombre (cf. Mt 16, 23).
Reveló el auténtico contenido de su realeza mesiánica en la identidad
transcendente del Hijo del Hombre "que ha bajado del cielo" (Jn 3,
13; cf. Jn 6, 62; Dn 7, 13), a la vez que en su misión redentora como Siervo
sufriente: "el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y
a dar su vida como rescate por muchos" (Mt 20, 28; cf. Is 53, 10-12). Por
esta razón, el verdadero sentido de su realeza no se ha manifestado más que
desde lo alto de la Cruz (cf. Jn 19, 19-22; Lc 23, 39-43). Solamente después de
su resurrección su realeza mesiánica podrá ser proclamada por Pedro ante el
pueblo de Dios: "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios
ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado"
(Hch 2, 36).
1021. La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo
abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo
(cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la
perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también
asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la
muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del
pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón
(cf. Lc 23, 43), así como otros textos del Nuevo Testamento (cf. 2 Co 5,8; Flp
1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de un último destino del alma (cf. Mt 16, 26)
que puede ser diferente para unos y para otros.
Comentario desde el Magisterio 2.
Benedicto XVI[9]
De
quien «existe antes de todas las cosas y en él todas subsisten» (Col 1, 17) el
llamado «buen ladrón» recibe inmediatamente el perdón y la alegría de entrar en
el reino de los cielos. «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23, 43). Con
estas palabras Jesús, desde el trono de la cruz, acoge a todos los hombres con misericordia
infinita. San Ambrosio comenta que «es un buen ejemplo de la conversión a la
que debemos aspirar: muy pronto al ladrón se le concede el perdón, y la gracia
es más abundante que la petición; de hecho, el Señor —dice san Ambrosio—
siempre concede más de lo que se le pide (...) La vida consiste en estar con
Cristo, porque donde está Cristo allí está el Reino» (Expositio
Evangelii secundum Lucam X, 121: ccl
14, 379).
Comentarios patrísticos[10]:
San Ambrosio
Con
razón se pone un título sobre la cruz; porque el reino que tiene Jesucristo no
es propio del cuerpo, sino de su poder divino. Leo el título de rey de los
judíos, cuando leo (Jn 18,36) mi reino no es de este mundo. Leo la causa de
Jesús escrita encima de su cabeza, cuando leo (Jn 1,1) y Dios era el Verbo; (1
Cor 11,3) la cabeza de Cristo es Dios.
San Juan Crisóstomo:
El
buen ladrón predicaba a los presentes, reflexionando sobre las palabras con que
el otro increpaba al salvador. Pero vuando vio que estaban endurecidos sus
corazones, se volvió hacia Aquel que conoce los secretos de la conciencia.
Prosigue: “Y decía a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino”.
Ves un crucificado y lo confiesas Dios. Ves el aspecto de un sentenciado, y
publicas su dignidad de rey. Abrumado de tormentos, pides a la fuente de la
justicia que perdone tu maldad. Ves, aunque oculto, el reino, más tú olvidas
tus maldades públicas, y reocnoces la fe de una cosa oculta. La iniquidad
perdió al discípulo de la verdad; la misma verdad, ¿no perdonará al discípulo
de la iniquidad?.
San Gregorio:
El
Apóstol hace mención (1 Cor 3) de tres virtudes en aquél que está lleno de
gracia, y que el ladrón recibió y conservó en la cruz. Tuvo fe, porque creyó
que reinaría con Dios, a quien veía morir a su lado; tuvo esperanza, porque
pidió entrar en el reino, y tuvo caridad, po reprendió con severidad a su
compañero de latrocinios, que moría al mismo tiempo que él, y por la misma
culpa.
San Ambrosio:
Se
da un admirable ejemplo de verdadera conversión, por lo que se concede tan
pronto al ladrón el perdón de sus culpas. El Señor perdonó pronto, porque pronto
se convirtió: la gracia es más poderosa que la súplica. El Señor concede más de
lo que se le pide. La vida consiste en habitar con Jesucristo y donde está
Jesucristo allí está su reino.
San Efren de Nisibi. Comentario al Diatessaron, 20,23:
Extiende
tus brazos hacia la cruz, para que el Señor crucificado extienda sus brazos
hacia ti; pues el que no extiende la mano hacia la cruz no puede acercarse a su
mesa.
¡Qué
pensamientos tan sabios y qué razonamientos tan excelentes! Él fue el confesor
de la gloria del Salvador y el acusador de la soberbia de los que le
crucificaron…
Contemplemos,
pues, esta hermosa confesión de fe.
Prudencio. Himno para los funerales de un difunto, 157-168.
¡Oh
Redentor!, seguimos tus palabras, con que, triunfando de la negra muerte, al
ladrón, de la cruz tu compañero, ordenas caminar tras tus pisadas. He aquí que
ya a los fieles queda abierta la clara vía del ancho paraíso y al bosque aquel
al fin entrar se puede que al hombre arrebatara la serpiente.
San Juan de Ávila[11]
Estad
muy atentos a lo que pasa en este convite y veréis una clara figura de cómo le
irá a cada uno en el día del juicio que está por venir. San Agustín dice que la
cruz donde el Señor fue crucificado, “no sólo fue un tormento de quien padecía,
más bien fue silla de Juez que daba sentencia”. Dos culpados tenían a los lados
este juez; y a aquel que confesó sus pecados
y le dijo: ¡Señor, acuérdate de mí
cuando estuvieres en tu reino! (Lc 23,42) lo perdonó, aquel mismo día lo llevó a paraíso,
y lo hizo convidado de su mesa divina, compañero de los santos y de los
ángeles, que comen a Dios y se mantienen de Él para siempre. ¡Dichosa suerte,
por cierto, y copiosa paga de su confesión!.
En la infraoctava del
Corpus. Pg. 744
Misa de Niños
Monición de entrada:
Hola:
Hoy es
la fiesta de Jesús, el Jefe del Universo, la persona más importante de la tierra, el
cielo, los planetas y las estrellas.
Pero
no es porque sea un mandón, sino porque nos ama mucho.
Así en
cada misa Jesús nos perdona, nos habla, nos da su cuerpo y está con nosotros.
Señor, ten piedad.
Tú que
nos das tu reino de paz. Señor, ten
piedad.
Tú que
nos das tu reino de amor. Cristo, ten piedad.
Tú que
nos das tu reino de vida. Señor, ten piedad.
Peticiones.-
Para
que la Iglesia siga ayudando a las personas. Te lo pedimos, Señor.
Para
que las personas que mandan ayuden a los pobres. Te lo pedimos, Señor.
Para
que las personas que sufren no estén solas. Te lo pedimos, Señor.
Para
que en todos los países se respeten los derechos de los niños. Te lo pedimos,
Señor.
Para
que nosotros tengamos siempre a Jesús en nuestro corazón. Te lo pedimos, Señor.
Acción
de gracias.
Gracias
Virgen María
porque
enseñaste a Jesús
que
lo importante no es mandar
sino
ayudar a los demás
y le
hablaste de Dios
como
un papá bueno
que
quiere que todos
sean
muy felices.
Homilía de niños[12].
-En cuartillas les entregamos dibujos de diversos personajes: una
futbolista, un actor, un soldado romano, una grupo de personas mirando a Jesús
crucificado, los malhechores, Jesús,…
-Les pedimos que de ellos escojan los que menciona el evangelio.
-Les entregamos el dibujo de Fano y lo comentamos.
-Les preguntamos: ¿quiénes son las personas más importantes de vuestra
casa?
-La mamá y el papá son los más importantes, porque ellos os han
dado la vida, os enseñan y vosotros les
obedecéis, ¿les obedecéis?
-Pero ¿quién ayuda más en casa los papás o los hijos? Lo
comentamos.
-Jesús fue un rey como la mamá y el papá, siempre ayudando a los
demás.
-Y nosotros, ¿queremos ser un rey como Jesús?
[1] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2009. Traducción Sagrada
Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[2] García Viana, L.F. (2019).
Homilética (2019/5). Sal
Terrae. Pg. 604.
[3] Vázquez Péres, J.L . (2019).
Homilética (2019/5). Sal
Terrae. Pg. 604-605
[4] IGLESIAS GONZÁLEZ, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[5] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2009.
[6] Fuente de la Fuente de la, O. (2019). Homilética
(2019/5). Sal Terrae. Pg. 605-606.
[7] RODRIGUEZ CARMONA, A. Evangelio
según san Lucas. Colección Comprender la Palabra de Dios. BAC. 2014. Pgs.
387-391.
[8] Biblia Didaje con
comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos
copiados de www.vatican.va
[10] AQUINO, T. Catena Aurea.
Comentarios Evangelio San Lucas. Ivory Falls Books. Leipzing (Alemania).
2017. MERINO RODRÍGUEZ. M. La Biblia comentada por los Padres de la
Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudaad Nueva.
Madrid. 2006.
[11] San Juan de Ávila. Obras
completa III. Sermones. BAC. Madrid. 2015.
[12] Homilética (2019/5).
Sal Terrae. Pg. 641-644
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