viernes, 20 de noviembre de 2009

Domingo Cristo Rey. 22 de Noviembre de 2009


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Daniel 7, 13-14
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin



MEDITACIÓN
Para comprender el texto hemos de tener presente el género literario y la visión en la cual se inserta este pequeño fragmento.
Nos encontramos ante un relato apocalíptico que busca interpretar el sentido profundo de los acontecimientos de una forma esquemática y ficticia, sirviéndose para ello de elementos simbólicos.
Así el fragmento se encuentra insertado dentro de la “visión de las bestias” (Daniel 7). En ella todas las etapas históricas son juzgadas por Dios.
De lo profundo del mar, elemento caótico, hostil y fuente del mal, donde habitan las bestias salvajes, surgen cuatro bestias, es decir, cuatro imperios: Babilonico, Medo, Persa y helénico. De éste último, tras la muerte de Alejandro Magno, surge un reino, pequeño en un principio, fuerte tras desembarazarse de los reinos enemigos, Antioco.
Todos ellos son juzgados, surgiendo del lugar donde habita Dios, el Hijo del Hombre. Éste entra en oposición con las bestias, a diferencia de ellas viene sobre las nubes del cielo y su poder no es temporal sino eterno. Su rostro no provoca terror y horror, sino una gran paz, pues a diferencia de las bestias, es un hombre.
Así la profecía anuncia la venida de Jesucristo. Al final de los tiempos y tras la tribulación y cataclismo universal aparecerá en el cielo, sobre las nubes, el Hijo del hombre, quien se presentará con gran poder y gloria (Mt 24, 29-31).
Así el texto nos invita a no colocar nuestra confianza en los poderes políticos, unos suceden a otros, ninguno lleva a la paz y todos son temporales. Para el junior, al mirar la historia desde la Palabra de Dios, la contempla sabiendo que ésta camina hacia el juicio divino y al mirar el presente sabe que el único que puede construir una sociedad justa, es Cristo. A nosotros nos corresponde anticipar con nuestra vida, entregada a Éll y a los demás, su reino de amor.
Tomado de: Missa Dominical, Lectio Divina y www.mercaba.org


SALMO

Sal 15, 5 y 8. 9-10. 11

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;mi suerte está en tu mano.Tengo siempre presente al Señor,con él a mi derecha no vacilaré. R/.Por eso se me alegra el corazón,se gozan mis entrañas,y mi carne descansa serena.Porque no me entregarás a la muerte,ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.




MEDITACIÓN
3 lecturas.
Con Israel: nos encontramos ante un himno al Señor Rey por su victoria sobre las fuerzas del mal y la fundación del orbe.
Con Jesús: partiendo de la visión simbólica de las fuerzas de destrucción podemos contemplarlas en la violencia desatada contra Jesús: contra la persona, el prestigio, el mensaje, los milagros. Frente a esta violencia se alza la victoria de la resurrección por la cual es exaltado y constiuído rey universal. Una escena en la que se narra la victoria de Jesús sobe las aguas le encontramos en Mateo 8,24, cuando calma la tempestad. El es el Señor del mar, del caos.
Con los juniors: la persona de Jesús constituye el centro del movimiento junior. Rezar este salmo es contemplar a quien reina en nuestra vida, es descubrir en Él la razón de la propia existencia, sus mandatos, proclamados en el Evangelio son fieles y seguros.
Tomado de Luis Alonso Schökel y Ceciia Carniti. Salmos II. Verbo Divino.

CARLOS VALLÉS. BUSCO TU ROSTRO.
EL SEÑOR DE LAS AGUAS
Contemplo con temor reverente el espectáculo eterno de las olas enfurecidas de un mar en rebeldía que se abaten sin tregua sobre las rocas altaneras del acantilado inmóvil. El fragor creciente, la marea en pulso, el choque frontal, la furia blanca, la firmeza estatuaria, la espuma rabiosa, el arco iris súbito, la omnipotencia frustrada, y las aguas que retroceden para volver a la carga una y otra vez. Nunca me canso de contemplar el poder del mar, el abismo original donde se formó la vida, la profundidad secreta, el palpitar incansable, la oscura transparencia, la extensión sin fin. Imagen y espejo del Señor que lo hizo.
«Más que la voz de aguas caudalosas, más potente que el oleaje del mar, más potente que el cielo es el Señor».
Adoro tu poder, Señor, y me inclino en humildad ante tu majestad. Me regocijo al ver destellos de tu omnipotencia, al verte como Dueño absoluto de la tierra y del mar, porque yo lucho en tu bando, y tus victorias son mías. Aumenta mi confianza, mi valor y mi alegría. Mi Rey es Rey de reyes y Señor de señores. Mi vida es más fácil, porque tú eres Rey. Mi futuro está asegurado, porque tú reinas sobre todos los tiempos. Mi salvación está conseguida, porque tú, Dios omnipotente, eres mi Redentor. Tu poder es la garantía de mi fe.
Me gusta contemplar el mar, porque me habla de tu majestad, Señor.
«El Señor reina, vestido de majestad».
Carlos G. Vallés. Busco tu rostro. www.mercaba.org


SEGUNDA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 1, 5-8 Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra.Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.Mirad: El viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén.Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»



MEDITACIÓN
El texto que nos presenta la liturgia este domingo pertenece a los primeros versículos del Apocalipsis Tras el saludo de Juan a la comunidad ésta acoge su mensaje y responde alabando directamente al Cristo, autor de salvación, Amante, Libertador y Glorificador. A él se ridirigen las oraciones y cantos. Jesucristo se muestra como “Aquel que nos ama”, no en pasado sino en presente pascual, celebrativo. Tanto el vidente como la comunidad se sienten amados y entienden el drama final como encuentro de amor que dirige a las Bodas (Ap 21-22). Este amor es donación. Si en el Antiguo Testamento la sangre de las ovejas ofrecida ante el altar de Dios liberaba del pecado, ahora es la sangre de Cristo nos libera. Él es quien nos ha hecho sacerdotes, cumpliendo la promesa del Sinaí (Exodo 19,6) y de Isaías (16, 6).
La comunidad se pone en las manos de Cristo amante y redentor, devolviendo a Dios la gloria y el poder. Jesucristo viene no como un desconocido sino como el que nos ama y libera y siguiendo la profecía proclamada en la primera lectura (Dn 7, 13).
No es fácil desentrañar esta lectura, si bien, Xavier Picaza nos ha ayudado. Aún así recordemos lo fundamental: la centralidad de Jesucristo, Él es el comienzo y el final. Apliquémoslo a nuestra vida. En su origen estaba Cristo, pues antes de existir ya nos amaba el Padre en Él y el final de nuestra existencia terrena, si somos fieles, es el abrazo de amor con Jesucristo. Entre el nacimiento y la muerte vivimos gracias a Él, quien no sólo nos ha perdonado los pecados sino que, por el bautismo, nos ha hecho sacerdotes, nos ha introducido en el espacio de Dios. Y Él es el origen, la identidad y la finalidad de movimiento junior.

Obra consultada: Xavier Picaza. Apocalipsis. Verbo Divino.




EVANGELIO

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 18, 33b-37
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús:
— «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mi?.»
Pilato replicó:
— «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho? .»
Jesús le contestó:
— «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo:
— «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó:
— «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.» .



MEDITACIÓN
Esta perícopa representa el centro teológico joáneo, en ella descubrimos dos conceptos diferentes de realeza: el concepto político-militar de Pilato y político-teocrático de Anás y los judíos. Ellos son el significado que da el mundo a la realeza, al poder sobre los demás, amparado en la fuerza de unas leyes, unos ejércitos o una clase sacerdotal que domina al pueblo.
Frente a este concepto se presenta Jesús, atado, cautivo en manos de los judíos y romanos. Él ofrece otra realeza. Él, que es el único Dios, el realmente poderoso frente a los reinos de este mundo, a las bestias que nos presentaba el profeta Daniel, se presenta ante quien aparentemente tiene el poder, como Rey, pero de un reino que no pertenece a otra esfera, no es de este mundo, por eso puede dejarse aplastar por el reino de este mundo y vencer. Jesús es verdaderamente rey, pero no de aquí abajo, donde el poder impone su dominio mediante la fuerza de la violencia, el miedo, la mentira.
Jesús es el Rey que ha venido a reinar mediante la verdad, una verdad que se ofrece al ser humano con la fuerza desconcertante de la cruz.
Y a nosotros nos corresponde acoger a este rey, diferente del mundo, no como se acoge a los reyes de este mundo, sólo externamente, sino acogiéndolo en la profundidad de nuestra vida, escuchándole, dejándose llevar por la verdad que no es un concepto, sino una persona: Jesucristo.


REVISIÓN DE HECHOS DE VIDA
VER:
En el corazón del ser humano anida el deseo de tener, disfrutar y el más peligroso de todos, poder. A veces de niños soñamos ser padres para poder mandar y que nadie nos mandase, la realidad cuando se ha llegado a la paternidad es más bien la contraria, los padres son quienes sirven y obedecen a sus hijos desde el nacimiento. Lo mismo nos ha ocurrido en la escuela, la catequesis, el centro junior, el equipo de futbol,… soñar ser maestro, catequista, educador, entrenador,… para tener un grupo al que mandar y que obedeciese. El ansia de poder está dentro del corazón del hombre y la mujer, presentándose como un medio para ser alguien.
JUZGAR:
Jesús siendo el Hijo de Dios tiene todo el poder. Así la Palabra de Dios cuando anuncia el final del mundo y la historia, le presenta a Él como Hijo del Hombre que viene a salvar a los justos, Juez que juzgará el mundo, la historia y cada persona, Señor del Cielo y la tierra que vendrá el último día a tomar posesión de su reino.
Y Él es Señor y lo manifestó en su vida terrena, apaciguando las tempestades, sanando a los enfermos, resucitando a los muertos. Durante este año litúrgico que concluye el evangelista Marcos nos lo ha presentado así, como Señor a quien se le someten las fuerzas indomables por el hombre de la naturaleza y el demonio, a cuya voz abandona a los endemoniados y cuyo poder sobre la vida de la persona es frenado por Jesús, quien libera del pecado, el sufrimiento y la muerte. Pero porque tiene poder y es libre su forma de ejercerlo es diferente a como lo ejercen aquellos que tienen responsabilidades en la sociedad, es desde el servicio y la entrega a los demás. Así nos lo presenta el evangelio de este domingo. El Cristo Rey a quien hoy celebramos no aparece en el evangelio triunfante, con corona de oro, cetro y trono, sino aparentemente sometido al poder religioso, político y militar de su tiempo.
ACTUAR.
Y nosotros, ¿cómo entendemos el poder en la pequeña porción de la Iglesia que es la parroquia y el Centro Junior? ¿Asumimos con gozo una Iglesia sin poder, al servicio de la sociedad, comprometida con las víctimas y los que no cuentan para los poderosos? ¿realmente a quién preferimos a Pilato o a Cristo?





ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

AMBIENTACIÓN:
Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia, cartel y vela encendida.

Signo de esta semana: en el centro un sillón y un taburete o silla destartalada.

Preparación: les invitamos a contemplar la escena y les preguntamos que piensen realmente lo que representan el sillón y el taburete. Si entrase en rey, presidente del gobierno, gerente de una importante empresa, presidente de un gran equipo de fútbol,… ¿dónde se sentaría y dónde le invitaríamos a sentarse? Imaginemos que tenemos que elegir para sentarnos el sillón o el taburete, la elección se basa en el lugar que ocupamos como educadores, ¿en cuál de los dos merecemos sentarnos?

Proclamación del Evangelio: leemos el Evangelio del domingo. Podemos proyectar el powerpoint de este domingo, de nuevo recurrimos a la web de las benedictinas de Cataluña donde ofrecen materiales audiovisuales muy interesantes.

Interiorización: Jesús está sentado a la diestra del Padre, ocupa desde siempre el trono de Dios, sin embargo en su vida terrena, ¿dónde se sentó?
Puesta en común: Cada uno expone los momentos en los que Jesús se mostró, siendo el Rey del Universo, como el esclavo y servidor de todos.

Gesto: Colocamos en el taburete la Cruz y el icono de la Virgen María, si cabe encima también la Biblia y la vela. Cristo nos habla desde el lugar que ocupan los humildes, los que se sientan en los puestos menos “dignos”. Pasamos ante él, bien nos arrodillamos o nos postramos, permaneciendo en silencio, adorando a quien es nuestro Dios.


Oración final: Terminamos rezando el Padrenuestro, fijándonos en la frase “venga a nosotros tu Reino”.



GUIÓN CELEBRACIÓN
Monición de entrada.
Queridos papás y músicos.
Hoy la Iglesia celebra a Jesús como Rey. Así cada vez que celebramos la misa decimos que Él es el Señor y lo aceptamos como la persona más grande que conocemos y amamos.
Hoy además celebramos a Santa Cecilia, la patrona de los músicos. Ella quería tanto a Jesús que prefirió morir antes que dejar de ser su amiga y ella nos enseña a amar a Jesús sobre todas las cosas.
Con la alegría de la música y de querer mucho a Jesús comenzamos esta misa.

Acto penitencial.

Por las veces que nos olvidamos de ayudar a los demás. Señor, ten piedad.
Por las veces que preferimos mandar a obedecer. Cristo, ten piedad.
Por las veces que nos olvidamos de rezar. Señor, ten piedad.

Monición a la Primera lectura.
Cada vez que en la misa se leen las lecturas es Dios quien nos habla a todos, a los niños y mayores. Sus palabras son para nosotros las más importantes que hay, porque vienen de Él y porque son verdad, tan verdad que muchos cristianos han dado la vida por obedecer lo que Dios nos enseña en la Biblia.

Homilía : colocamos un sillón y una silla, a ser posible pobre y destartalada. En el sillón pegamos frases (p.ej.: “soy el rey”, “yo mando”, “hago lo que quiero”,… y encima una corona, un cetro y un sobre vacío, cerrado o con la imagen de pilato. En la silla pegamos frases del evangelio (p.ej.: “no ha venido a que le sirvan”,…), una corona de espinas, una cruz y un sobre con la imagen de Jesús coronado de espinas. Les preguntamos a los niños sobre lo que ven. Seguidamente les invitamos a buscar a Jesús, intentando que abran primero el sobre del sillón. A partir de estos gestos les explicamos el evangelio. Si se celebra santa Cecilia lo relacionamos con ella, quien siendo una mujer rica optó por ser una mujer condenada a muerte, como los pobres y malhechores, siguiendo así a Jesús que siendo el Rey pasó por un condenado a muerte, la misma muerte que se aplicaba a los esclavos.

Preces:
Por la Iglesia, para que nos enseñe a querer a Jesús. Roguemos al Señor.

Por las personas que están tristes, para que se sientan queridas por Jesús. Roguemos al Señor.

Por los músicos de N., para que no se cansen y sean buenos músicos. Roguemos al Señor.

Por la N., para que Jesús les ayude en todo. Roguemos al Señor.

Por nosotros, para que seamos como los músicos, dispuestos a llenar de alegría nuestro pueblo. Roguemos al Señor.


ORACION
A ti, Cecilia
patrona de los músicos,

Te rogamos
por todos nuestros hermanos
que están sirviéndote en la música
Danos sabiduría y humildad,
danos un corazón como el tuyo,
que amó hasta dar la vida
por quien es el Amor, Jesucristo.

Te pedimos especialmente
por los que estan
continuamente viajando
y lejos de sus familias,
protegeles y llevales con bien.

Te pedimos que nos proveas
en todas nuestras verdaderas
necesidades , espirituales y materiales.

Que nunca nos falte el pan,
por el honor de tu nombre.

Te pedimos por los hermanos músicos
que han perdido la ilusión
por servir a la sociedad,
llenando
las calles, las iglesias, los auditorios
con el son de sus instrumentos,
componiendo obras musicales
que elevan el espíritu.

Guardanos y protegenos
de la división.
Guardanos como a las niñas
de tus ojos,
y a la sombra de tus alas
escondenos.
Te pedimos
que nuestra labor
sea profunda y fructífera.

Queremos dar los frutos
que nuestro Señor quiere,
no mas y no menos
que el fruto en abundancia
que Él quieres, para así darle la gloria,
y alegrar su corazón de Padre.

Te ofrecemos nuestro corazón
y nuestra vida,
nuestros 5 panes
y 2 peces.

Con todo nuestro amor,
pues amamos al Padre,
a su Hijo Jesucristo
y al Espíritu,
inspirador de la belleza
y la armonía.
Queremos amarle cada día
que Él sea nuestra melodía,
la que nos llena de paz
cuando los ruídos turban
nuestro corazón,
la que eleva a la eternidad
nuestras notas.

Cecilia,
patrona nuestra,
intercede por nosotros
y en especial por nuestra banda,
la N. [nombre de la asociación]
de N. [nombre del pueblo o barrio],
para que cada día
seamos mas semejantes
a la Familia de Nazaret
y como ella
ayudemos en la convivencia,
el progeso cultural
y el crecimiento en la fe
de nuestro pueblo.

http://www.cristomania.com/cafe/oraciones/default.htm

Imagen de Santa Cecilia en el altar de su basílica en el Trastevere.

COMENTARIOS AL EVANGELIO


SIEMPRE EN EL CORAZÓN DE CRISTO
En la eucaristía y en los pobres nos visita… ¡El Rey!

A un pobre, juzgado por sanedrines teocráticos y magistrados imperiales, condenado por todos, ajusticiado como blasfemo, como esclavo y criminal, y sellado en un sepulcro para enterrar allí con su cuerpo también su memoria, a ese pobre los cristianos lo celebramos en la liturgia de cada día, que es lo mismo que decir, lo recordamos con agradecimiento y con fiesta, y hoy lo declaramos, no sólo nuestro Rey, sino El Rey del universo, ¡El Rey!
Interrogado por el procurador romano: ¿Eres tú el rey de los judíos?, Jesús de Nazaret, un hombre despojado de todo poder, un acusado a quien todos podían escupir y despreciar, humillar y atormentar, responde: Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.
Ese hombre, Jesús, con su púrpura de burla, su corona de espinas, su trono de crucificado, ése es el Rey ante quien nosotros nos inclinamos, henchidos de luz los ojos, henchido de gozo el corazón; ése es el Rey a quien hoy aclamamos diciendo: El Señor reina, vestido de majestad.
En ese hombre, en ese pobre, en su abandono, en su debilidad, reconocemos el amor que da consistencia al universo, la fuerza que lo mueve; en ese retoño sin aspecto que pudiéramos apreciar, en ese desecho de hombre, reconocemos al Hijo más amado, en quien el Padre quiso fundar todas las cosas: Así está firme el orbe y no vacila.
En ese crucificado reconocemos a Aquel que nos amó y nos liberó de nuestros pecados y nos ha convertido en un reino, y nos ha hecho sacerdotes de Dios.
De ese hombre nos fiamos. A ese Rey le abrimos de par en par las puertas de nuestra vida
Sea que lo recibamos resucitado y humilde en la divina eucaristía, sea que lo recibamos herido y necesitado en el cuerpo de sus pobres, es siempre el Rey quien entra en nuestra vida, es el Señor quien se sienta como rey eterno, es el Señor quien bendice a su pueblo con la paz.
Pero éstas son sólo cosas de la fe, misterios que la fe revela, alegría que ella pone en el corazón, luz que ella enciende en la mirada. El milagro de la fe nos permite ver al Rey, recibirlo y abrazarlo en la Eucaristía y en los pobres.
Remitido por el autor. También en www.religiondigital.com


Celebramos el último domingo del Año Litúrgico, solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Preguntado por Pilatos, Jesús afirma: “Sí, soy Rey”. Este lenguaje de la realeza en Jesús, a veces mal comprendido, no pretende imponer un estilo de “estar Jesús entre nosotros como los reyes de este mundo”. Se trata de reforzar una idea clave: sobre el mundo, sobre la vida y la muerte, hay alguien que domina, Dios y su enviado Jesucristo.
Porque como dice el libro del Apocalipsis, el Señor que viene es “Alfa y Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso”. Así lo confirma también el profeta Daniel: “Su poder es eterno y su reino no acabará”.
Este poder real de Jesús, el Salvador del mundo, no es motivo de miedo o sumisión irracional sino causa de ilusión y esperanza gozosa: Con este mensaje comprendemos que hay algo más allá del caos o el sin sentido, algo eterno que acepta los cambios pero que impide la destrucción total: Jesús, hombre como los hombres, Hijo de Dios, que reinando sobre el Universo y la muerte, nos espera en un abrazo de vida eterna.
Un Rey que tiene señorío sobre la vida y la muerte y que nos aguarda al final de la vida para hacer un balance y Juicio Final. Jesús explica, en otro pasaje del evangelio, el motivo de la justificación o la condena: quien ha amado y ha visto el rostro de Dios en el pobre, será salvado por el Amor de Dios; quien no ha amado y vivió en egoísmo, buscó su propia condena.
Por ello, recomienda: “Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. EXAMINADOS DEL A M O R ¡Al final de la vida seremos examinados del amor! dice el místico Juan de la Cruz. Sabemos, pues, la pregunta del examen y estamos invitados a practicar cada día su ejercicio para entrar triunfantes con Jesús en su Reino. Dios, que nos amó primero, nos ha librado del pecado y la perdición por la muerte de su Hijo Jesucristo que ahora, constituido en Rey del Universo, se nos ofrece como fuente generosa de salvación.
Alfonso Crespo, sacerdote
http://www.diocesismalaga.es/index.php?mod=evangelio


JOSÉ ANTONIO PAGOLA

No todos los que han abandonado la práctica religiosa tienen la misma postura ante Dios. Algunos rechazan todo contacto con lo religioso; Dios les resulta un ser incómodo y amenazador del que prefieren prescindir. Otros viven absolutamente despreocupados de estas cosas; les basta con ir resolviendo los problemas de cada día; Dios no tiene sitio en su vida. Hay, sin embargo, un número creciente de no practicantes en los que comienza a despertarse una inquietud religiosa.
No es fácil expresar lo que sienten ni lo que buscan. Ciertamente no están pensando en volver al cristianismo que un día conocieron y que, por una razón o por otra, han abandonado. Su búsqueda se sitúa ahora a otro nivel diferente. Andan detrás de algo que ni ellos mismos aciertan a definir con precisión.
Lo que conocen de la Iglesia les parece excesivamente complicado. El lenguaje eclesiástico les resulta difícil. Tampoco les convence mucho la vida de otros cristianos practicantes que conocen. Pero sienten la necesidad de algo que dé más coherencia y más sentido a su vida.
En el fondo de todo está la cuestión de Dios. La mayoría no duda de que Dios existe. Pero, ¿cómo es ese Dios del que la Iglesia habla tanto? ¿Es un Dios terrible y peligroso del que uno no se puede fiar nunca del todo? ¿Es un Dios bueno que entiende nuestra debilidad y busca siempre solo nuestro bien?
Pero, ¿con quién hablar de todo esto? Al que se ha alejado de la Iglesia no se le hace fácil acercarse a un sacerdote. Es normal. Si al menos pudiera hablar con toda confianza con algún amigo creyente. Porque es bueno escuchar la experiencia de alguien que vive gozosamente su fe para aclarar equívocos, deshacer prejuicios o exponer las propias dudas.
En cualquier caso, lo importante son los pasos que uno mismo va dando por dentro. Hay preguntas que es bueno contestar: ¿Por qué he abandonado yo el contacto con lo religioso? ¿Me ha hecho bien alejarme de Dios? Ahora sé lo que es vivir de espaldas a la fe, ¿quiero terminar así mi vida? ¿No necesito encontrarme con un Dios Amigo?
¿Se puede rezar? Hay personas que se alejaron hace mucho de todo esto, pero tampoco tienen nada contra Dios. En este momento no sabrían cómo rezar; han olvidado las palabras del Padre Nuestro; no les sale ninguna oración. ¿Es difícil decir a Dios: «Tú me conoces y me entiendes. Ayúdame a vivir. Enséñame a creer»?
Puede parecer algo trivial y, sin embargo, una invocación sincera a Dios puede significar un cambio interior importante. Las palabras de Jesús son alentadoras: «Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.»
http://svicentemartir-abando.org/ordinario_b/cristo_rey/pagola.htm





SANTOS NIÑOS. BEATOS FRANCISCO Y JACINTA
Nuestro santo nació en Cracovia el 3 de Octubre de 1458. Sus padrs fueron el rey Casimiro IV Jagellón, soberano de Plonia y de Lituania y la hija del emperador Alberto II, Isabel de Austria.
Como ocurre muchas veces, la presencia de un buen sacerdote condiciona la santidad de la persona. Así tuvo como preceptor a Juan Dlugosz, canónigo de Cracovia, quien infundió en el joven el amor al estudio, la piedad y el sentido de reponsabilidad moral, tres rasgos que marcaron su vida.
En 1471 los húngaros, descontentos con su rey, pidieron al rey de Polonia que les enviara a su hijo Casimiro como nuevo rey. A pesar de no gustarle la idea obedeció y partió hacia la frontera húngara, acompañado por el ejército. Sin embargo al llegar los húngaros se habían reconciliado con su rey, preparándose para resistir al ejército de Casimiro si invadía el país. Por otra parte el mismo papa Sixto IV había pedido a su padre que respetase a este pueblo. Por este motivo y en contra de la voluntad del rey decidió no invadir Hungría. Aquello representó para el joven príncipe ser recluído en el castigo de Dobzki durante varios meses, entregándose a la vida religiosa.
Desde los 17 años ayudó a su padre en los asuntos de estado, que compaginó con una vida de piedad, atención a los pobres, amabilidad, humildad, prudencia, austeridad y penitencia. A ella acompañó el deseo de no casarse, renunciando en 1483 al matrimonio con la hija del emperador Federico III de Austria.
Enfermo de tuberculosis murió en el castillo de Grodno el 4 de marzo de 1484 con 25 años de edad. Aquellos últimos días su rostro se fijó en el crucifijo y sus labios invocaron a la Virgen María


CATEQUESIS DEL PAPA
La reforma cluniacense
Queridos hermanos y hermanas:
Esta mañana quiero hablaros de un movimiento monástico que revistió gran importancia en los siglos de la Edad Media, y al que ya me he referido en catequesis anteriores. Se trata de la Orden de Cluny, que, a comienzos del siglo XII, en el momento de su máxima expansión, contaba con cerca de mil doscientos monasterios: ¡una cifra verdaderamente impresionante! En Cluny, hace mil cien años, en 910, gracias a la donación de Guillermo el Piadoso, duque de Aquitania, se fundó un monasterio que se encomendó al abad Bernón. En aquel tiempo el monaquismo occidental, que había florecido algunos siglos antes con san Benito, sufría una fuerte decadencia por diversas causas: las condiciones políticas y sociales inestables, debidas a las continuas invasiones y devastaciones de pueblos no integrados en el tejido europeo, la pobreza generalizada y, sobre todo, la dependencia de las abadías de los señores locales, que controlaban todo lo que pertenecía a los territorios de su competencia. En ese contexto, Cluny representó el alma de una profunda renovación de la vida monástica, a fin de reconducirla a su inspiración originaria.
En Cluny se restableció la observancia de la Regla de san Benito con algunas adaptaciones ya introducidas por otros reformadores. Sobre todo se quiso garantizar el papel central que debe ocupar la liturgia en la vida cristiana. Los monjes cluniacenses se dedicaban con amor y gran esmero a la celebración de las Horas litúrgicas, al canto de los Salmos, a procesiones tan devotas como solemnes y, sobre todo, a la celebración de la santa misa. Impulsaron la música sagrada; quisieron que la arquitectura y el arte contribuyeran a la belleza y solemnidad de los ritos; enriquecieron el calendario litúrgico con celebraciones especiales como, por ejemplo, a principios de noviembre, la Conmemoración de los fieles difuntos, que también nosotros acabamos de celebrar; incrementaron el culto a la Virgen María. Los monjes de Cluny otorgaban tanta importancia a la liturgia porque estaban convencidos de que era participación en la liturgia del cielo. Y se sentían responsables de interceder ante el altar de Dios por los vivos y los difuntos, puesto que muchísimos fieles les pedían con insistencia que los recordaran en la oración.
Por otro lado, esta era precisamente la finalidad con la que Guillermo el Piadoso había querido que naciera la abadía de Cluny. En el antiguo documento que atestigua su fundación, se lee: "Establezco con este don que en Cluny se construya un monasterio de regulares en honor de los Apóstoles san Pedro y san Pablo; que en él se congreguen monjes que vivan según la Regla de san Benito (...); que allí sea frecuentado un venerable refugio de oración con votos y súplicas; que allí se busque y se aspire con todo deseo e íntimo ardor la vida celestial; y que asiduamente se dirijan allí al Señor oraciones, invocaciones y súplicas".
Para salvaguardar y alimentar este clima de oración, la regla cluniacense subrayó la importancia del silencio, a cuya disciplina los monjes se sometían de buena gana, convencidos de que la pureza de las virtudes, a la que aspiraban, requería un recogimiento íntimo y constante. No sorprende que muy pronto la fama de santidad envolviera al monasterio de Cluny, y que muchas otras comunidades monásticas decidieran seguir sus costumbres. Muchos príncipes y Papas pidieron a los abades de Cluny que difundieran su reforma, de manera que en poco tiempo se extendió una tupida red de monasterios vinculados a Cluny o por auténticos vínculos jurídicos o por una suerte de afiliación carismática. De este modo se iba delineando una Europa del espíritu en las diferentes regiones de Francia, en Italia, en España, en Alemania y en Hungría.
El éxito de Cluny se debió ante todo a la elevada espiritualidad que allí se cultivaba, pero asimismo a otras condiciones que favorecieron su desarrollo. A diferencia de lo que había sucedido hasta entonces, al monasterio de Cluny y a las comunidades que dependían de él se los eximió de la jurisdicción de los obispos locales y se los sometió directamente a la del Romano Pontífice. Esto conllevaba un vínculo especial con la sede de Pedro y, justamente gracias a la protección y el aliento de los Pontífices, los ideales de pureza y de fidelidad, que la reforma cluniacense quería buscar, pudieron difundirse rápidamente. Además, los abades eran elegidos sin ninguna injerencia de las autoridades civiles, a diferencia de lo que sucedía en otros lugares. Personas verdaderamente dignas se sucedieron en el gobierno de Cluny y de las numerosas comunidades monásticas dependientes: el abad Odón de Cluny, del que hablé en una catequesis hace dos meses, y otras grandes personalidades, como Emardo, Mayolo, Odilón y sobre todo Hugo el Grande, que desempeñaron su servicio durante largos periodos, asegurando estabilidad a la reforma emprendida y a su difusión. Además de Odón, se venera como santos a Mayolo, Odilón y Hugo.
La reforma cluniacense tuvo efectos positivos no sólo en la purificación y en un nuevo esplendor de la vida monástica, sino también en la vida de la Iglesia universal. La aspiración a la perfección evangélica representó un estímulo para luchar contra dos males graves que afectaban a la Iglesia de ese tiempo: la simonía, es decir, la adquisición de cargos pastorales comprándolos, y la inmoralidad del clero secular. Los abades de Cluny con su autoridad espiritual y los monjes cluniacenses que llegaron a obispos, algunos de ellos incluso a Papas, fueron protagonistas de tan imponente acción de renovación espiritual. Y no faltaron los frutos: el celibato de los sacerdotes volvió a ser estimado y vivido, y en la asunción de los cargos eclesiásticos se introdujeron procedimientos más transparentes.
Asimismo, fueron significativos los beneficios que los monasterios inspirados en la reforma cluniacense aportaron a la sociedad. En una época en la que sólo las instituciones eclesiásticas prestaban ayuda a los indigentes, la caridad se practicó con empeño. En todas las casas el limosnero tenía la obligación de hospedar a los viandantes y los peregrinos necesitados, a los sacerdotes y los religiosos que estaban de viaje y, sobre todo, a los pobres que acudían para pedir comida y un techo durante algunos días. No menos importantes fueron otras dos instituciones, típicas de la civilización medieval, promovidas desde Cluny: las llamadas "treguas de Dios" y la "paz de Dios". En una época fuertemente marcada por la violencia y por el espíritu de venganza, con las "treguas de Dios" se aseguraban largos periodos sin beligerancia, con ocasión de determinadas fiestas religiosas y de algunos días de la semana. Con "la paz de Dios" se pedía, bajo la pena de una censura canónica, que se respetara a las personas inermes y los lugares sagrados.
De este modo, en la conciencia de los pueblos de Europa se incrementaba el proceso de larga gestación que llevaría a reconocer, cada vez con más claridad, dos elementos fundamentales para la construcción de la sociedad, es decir, el valor de la persona humana y el bien primario de la paz. Además, como sucedía con las demás fundaciones monásticas, los monasterios cluniacenses disponían de amplias propiedades que hacían rendir diligentemente, contribuyendo así al desarrollo de la economía. Junto al trabajo manual, se llevaban a cabo también algunas actividades culturales típicas del monaquismo medieval como las escuelas para los niños, las bibliotecas y los scriptoria para la transcripción de libros.
De este modo, hace mil años, cuando estaba en pleno desarrollo el proceso de formación de la identidad europea, la experiencia cluniacense, difundida en amplias regiones del continente europeo, aportó su contribución importante y valiosa. Recordó la primacía de los bienes del espíritu; mantuvo viva la tensión hacia las cosas de Dios; inspiró y favoreció iniciativas e instituciones para la promoción de los valores humanos; educó en un espíritu de paz.
Queridos hermanos y hermanas, oremos para que todos los que se interesan por un humanismo auténtico y por el futuro de Europa sepan redescubrir, apreciar y defender el rico patrimonio cultural y religioso de estos siglos.



CARTA DE D. CARLOS, ARZ. DE VALENCIA

Lo habréis percibido en muchas ocasiones pero, por si no habéis reflexionado, quiero recordaros que el ser humano se realiza plenamente cuando es capaz de aprender a mirar desde diversas perspectivas. Hoy os propongo que practiquéis cuatro miradas, que son como cuatro pilares: hacia fuera, es decir hacia el mundo; hacia arriba, es decir mirada hacia la trascendencia; hacia dentro, es decir, hacia la interioridad; y hacia delante, es decir se mira el futuro. Por tanto son miradas al mundo, a la trascendencia, al interior de uno mismo y al futuro.
Y más que miradas son como cuatro movimientos esenciales que debe practicar el ser humano si quiere permanecer como humano. Movimientos que implican abrirnos al mundo (la naturaleza, los hombres), abrirnos al misterio de Dios, abrirnos a la íntima realidad humana y abrirnos al sentido de la historia total. Cuando no ejercemos estos movimientos al mismo tiempo, es fácil perder la esperanza. Y todo ello, porque la verdad del hombre habita en estos cuatro ámbitos: en lo exterior, en lo superior, en el interior y en el futuro. ¿Están los cuatro ámbitos en vuestras vidas? ¿Los cultivamos al mismo tiempo y al menos con la misma pasión? ¿Descubrimos que alguno de ellos genera una influencia mayor sobre los otros?
¿Qué es lo que está pasando en nuestra cultura en estos momentos? ¿Por qué hay desesperanza en nuestra cultura? Porque estos cuatro movimientos no se dan al mismo tiempo y, además, se margina u olvida alguno de ellos. Entre otras consecuencias, esto está provocando una profunda soledad que genera pesimismo y desesperanza. No podemos negar que en la cultura nuestra se percibe una profunda crisis de esperanza.
¿Dónde radica la raíz de esta desesperanza? Creo que en la separación de los tres mundos donde la existencia es real y donde se dan los cuatro movimientos o miradas: naturaleza, hombre y Dios. Cuando se separan, se niega alguno o se margina, viene la desesperanza. Más aún, creo que además no sólo se presenta cuando viene una separación sino también cuando se niega o no se atiende a las exigencias de alguno de esos tres mundos. Uno de esos mundos que se cuestiona o se niega o se vive como si no existiese, es Dios mismo, el Dios revelado en Jesucristo.
Esto provoca precisamente una crisis de fundamentos y que se ponga en interrogante si existe un arriba y un abajo, lo que hace que la desesperanza se precipite en la vida personal y en la historia de los hombres. Es terrible tener crisis de fundamentos, la vida resulta inaguantable, sin cimientos. La crisis de fundamentos produce crisis de verdad y de moralidad y, por qué no decirlo, la crisis de vida personal que es crisis de sentido, de soledad y de acompañamiento. ¡Cuantas situaciones de vacío!
La presencia del Dios que se nos ha revelado en Jesucristo, en la vida personal y en la historia de los hombres tiene una importancia capital para el presente y el futuro de la existencia humana. El tema de Dios no es secundario en la construcción de un mundo con esperanza. Hay algo que deseo decir con todas mis fuerzas: con la marginación de Dios de la conciencia del hombre y del horizonte de la sociedad se pone en cuestión el significado mismo de la vida humana.
Cuestionar a quien se nos ha revelado diciéndonos “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, es de tal trascendencia que nos podemos imaginar las consecuencias que trae. Y es que suprimidos los criterios objetivos de verdad y moralidad, ¿qué importancia tiene la vida humana? La importancia que le quieran dar quienes tengan el poder y la fuerza. La importancia de Dios en la existencia del hombre para crear futuro, para ser creativos, para tener esperanza, es definitiva.
Tenemos claros ejemplos en la historia del arte en la que observamos las mayores maravillas en los artistas que trabajaron delante de Dios, bajo su mirada. Por eso se dijo siempre que trabajaban para la eternidad. Y la contemplación de sus obras nos ayuda a vislumbrar destellos de la eternidad. Cuando los artistas retiran a Dios de su horizonte, ¿será posible hacer un arte semejante en grandeza, al que hemos conocido, sin la presencia de un testigo que es Dios mismo, ante quien se realiza la obra de arte con horizontes de eternidad y grandeza?
Por otra parte, sin la presencia de Dios, ¿qué es del prójimo? Con la parábola del buen samaritano, sin la presencia de Dios en el camino, peligra de una manera singular el prójimo. Peligró con el marxismo en Europa, que fue el último proyecto ético con pretensión de ultimidad y de universalidad. Pero hoy peligra por la absolutización del individualismo. Es más, hoy se quita de en medio al prójimo y se pone en el centro el individuo. Por eso, cuando se produce esto, el individuo egoísta se convierte en el centro del universo, sin estar dispuesto a ordenarse a ninguna meta comunitaria, ni a reconocer ningún valor absoluto, ni a elevarse a nada que le trascienda. La “sociedad del bienestar” aporta comodidades fragmentarias a unos segmentos de población, sin embargo, la sensación de íntima de soledad, el fracaso en el desarrollo personal, la fuga al mundo irreal de las drogas y la autodestrucción es una realidad amplia. Eso se está produciendo hoy en nuestra cultura. ¿Cómo no va a existir desesperanza? Así el ser humano pierde más esperanza, se sitúa más al margen de la esperanza porque no tiene a nadie a su lado que le entregue presente y el futuro manifestado en Jesucristo.
Os invito a tener la misma actitud que San Agustín para volver a la esperanza. ¿Cuál fue su actitud? Más que una actitud, fue la decisión de dejarse convertir por Dios, contemplando la condición humilde y encarnada del Dios cristiano. ¡Qué fuerza tiene siempre reconocer que es precisamente la humildad de Dios la que revela su gloria y que solamente el hombre que es como Jesús la descubre! ¡Qué expresión de tanta belleza la de San Agustín!: “yo no era humilde para reconocer por mi Dios al humilde Jesús, ni sabía de qué cosa pudiera ser muestra su flaqueza” (Confesiones, 7, 18, 24).
El pasado viernes quise estar un día entero acompañando a los internos del centro penitenciario de Picassent. Son personas que han sufrido la soledad, la marginación y la condena social por sus actos, pero a los que el mismo Jesús se dirigió desde la cruz con su mensaje de salvación, que no excluye ni al ladrón ajusticiado ni a la mujer condenada a muerte. Quien deja que se acerque a su vida Jesús y le sigue, sabe quién es Dios y quién es su prójimo, sabe que tiene que ser hombre para Dios y hombre para los demás, con los mismos gestos y actitudes que Jesús. Y sabe que la esperanza le acompaña siempre. Contemplar a Jesucristo es contemplar cómo se solidariza Dios con el hombre, desde un abajamiento de Dios a las criaturas, con la consiguiente elevación de la criatura a la dignidad de Dios. Donde Dios se hace debilidad y donde Dios se hace servicio, allí la igualdad tiene su cátedra, la bondad su norma, la compasión su medida. Jesús es quien da sentido a nuestras vidas, en todo tiempo y lugar, en medio de la prisión de Picassent y en las calles de la libertad. Aprender a sostener las cuatro miradas de las que os he hablado hoy nos da la plena perspectiva del ser humano que sacia su sed de eternidad.
Con gran afecto, os bendice
+ Carlos, Arzobispo de Valencia


www.paraula.org


RESSÓ DE LA PARAULA.
Hem de transmetre la fe estimant, perquè Déu és l’Amor i la Veritat. Aquí, més que en altre lloc, mana la llei de la coherència entre el que diem i la manera de dir-ho. I no només per l’eficàcia que la coherència dóna a aquest anunci des del punt de vista testimonial, sinó per l’exigència del mateix missatge. De vegades s’ha explicat la coherència entre el que anunciem quan evangelitzem i la manera com ho fem, dient, per exemple, que «a ningú se li acudeix regalar una perla preciosa, embolicada en paper de diari» o «posar-li un marc de plàstic lluent a un quadre de Velázquez» o «fer la bandera del país amb draps bruts de fer la neteja»… Cada cosa demana el reconeixement de la seva dignitat.
Però aquests exemples no ens serveixen gaire per a entendre com hem de transmetre la fe. La perla, la pintura o la bandera, potser mereixen una dignificació del gènere propi, és a dir, d’acord amb el tipus de coses que són. Però a l’hora de triar la manera de transmetre la fe, què pot dignificar l’anunci del Déu Amor i Veritat? No es tracta de «fer amable» el que de per sí ja ho és… L’amor que ha d’acompanyar la transmissió de la fe té el seu rostre peculiar. Jesús ho va deixar ben clar als Dotze: «No prengueu res per al camí: ni bastó, ni sarró, ni pa, ni diners, i no us endugueu dos vestits. Quan entreu en una casa, quedeuvos-hi fins que deixeu aquell lloc. I si no us acullen, sortiu d’aquella població i espolseu-vos la pols dels peus com a acusació contra ells.» (Lc 9,1-5)
D’aquestes paraules els evangelitzadors, delerosos de trobar la manera més adient per a transmetre la fe en Déu Amor i Veritat, en treiem, si més no, quatre grans conseqüències:
—El Déu Amor i Veritat no vol ésser anunciat amb la seguretat que donen els recursos i la riquesa, sinó amb pobresa i abandó.
—Així mateix, no vol que l’apòstol triï la casa segons el seu afecte o la seva comoditat, sinó que accepti senzillament el lloc, sigui bo o dolent.
—Pel mateix motiu vol ésser proposat i anunciat, no pas imposat, de manera que el missatge pugui ser rebutjat.
—Tanmateix el pes, la vàlua i l’autoritat de l’anunci és tal, que qui el rebutja es tanca a l’Amor i a la Veritat.
Així doncs, no deixa de sorprendre’ns que el rostre i la figura de l’amor que hem de practicar per transmetre la fe és talment la pobresa. La pobresa és l’embolcall, el marc, el material i el llenguatge de l’amor. La pobresa en tant que despreniment de béns que donen seguretat; pobresa del qui accepta la casa o les circumstàncies que li toca viure; pobresa del qui no fa servir la coacció i el poder per convèncer; pobresa que permet retirar-se, deixant que la llum del missatge posi en evidència les tenebres del qui es tanca a l’Amor i la Veritat (com diria sant Joan: cf. Jo 3,18-19).
Tot té la seva lògica. Aquest vestit, aquestes maneres d’estimar en pobresa, foren les que va triar el mateix Déu, quan va decidir comunicar-se amb nosaltres. Encara més: no només va triar formes de pobresa, sinó que Ell mateix va esdevenir pobre. Com podem dubtar del camí per transmetre la fe?
Aviat encetem l’Advent i el Nadal. Ho veurem encara més clar i celebrarem amb goig que l’amor de Déu tingui aquest rostre.
† Agustí Cortés Soriano
Bisbe de Sant Feliu de Llobregat


SACERDOTES:
AÑO SACERDOTAL: D. JOSÉ BAU.
El sacerdote a quien dedicamos este número pertenece a ese grupo de curas rurales cuya labor en las parroquias tanto bien ha hecho.
Había nacido en plena huerta valenciana, en el camino de Torrent, concretamente en l’Alquería de Burguet. Ya de niño aprovechaba el tiempo libre para entrar en la Capilla del Cristo de la Fe y de la Virgen de los Dolores, retirándose a orar tres y cuatro horas.
Tras cursar estudios en el Seminario Conciliar y en el Colegio de Santo Tomás donde se entregó a la Virgen, mediante la esclavitud mariana promovida por S. Juan María Griñón de Monfort, fue ordenado sacerdote, celebrando la primera misa en Santa María de Jesús el 27 de Diciembre de 1891.
En Enero de 1892 fue nombrado coadjutor de Segart, una aldeita cercana al Monasterio de Santo Espíritu (Gilet) y a Sagunto. Allí pasaba las noches arrodillado ante el Santísimo Sacramento. Fueron diez años en los cuales vivió la hermosa labor de ser cura rural, sus fieles le consideraron un santo.
Habiendo opositado a párroco con la máxima calificación, pudiendo escoger entre las parroquias, llegó a recoger el nombramiento el último día, ejerciendo como párroco de Massarrojos desde 1902 a 1910.
Este año fue nombrado Director Espiritual del Colegio de Santo Tomás, pero además de esta labor, realizó trabajos catequéticos, fundó las Cofradías de la Penitencia, predicó en Albaida y Agullent, fundó la Asociación de los Sacerdotes de María, escribió los gozos al Cristo de los Prodigios, construyó la Capilla de la V. de los Desamparados en Moraira e impulsó la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados. Posteriormente fue nombrado párroco de S. Miguel y San Sebastián, director de las Operarias Doctrineras de Alacuas y Capellán de las Agustinas de Benicalap.
Fue un hombre que destacó de la predicación, alimentada por las largas horas de oración, la Palabra de Dios y los Santos Padres. Sus sermones, a diferencia de los de la época, eran de gran sencillez y riqueza en contenido doctrinal, llegando al corazón.
Por otra parte repartió todo lo que tenía entre los pobres, así cuando enfermó en1932 no tenía dinero para pagar las medicinas. El 22 de Noviembre murió santamente.


APUNTES VOCACIONALES
Llamada de Dios

Día 23 – El pueblo tiene hambre…

El pueblo no sólo tiene hambre de pan, que la tiene de muchas cosas que valen más que el pan. Tiene hambre de verdad, de cariño, de bienestar, de justicia, de cielo, y quizá, sin darse cuenta, de Dios… Hay que procurarle, junto y después del pan del cuerpo, el pan del alma. Hay que imitar al Maestro que reconoce el hambre del pueblo y después de hartar de pan, lo prepara para anunciar el otro pan que da la vida eterna.

Palabra de Dios Mc 6, 24-42


Día 24 - ¡Ser apóstol!, Dándose…

Ser apóstol, es llenarse hasta rebosar de Jesucristo, de su doctrina, de su amor, de su virtud, de su vida y mojar hasta empapar a todo el que nos toque o se nos acerque.
Jesús añadió un precepto nuevo: “amaos los unos a los otros como yo os he amado” y él nos amó dándose. Dar y darse todo a Dios y por Dios al prójimo, sin esperar nada en pago, ésa es toda la moral y la mística cristiana y ésa es la lección de da instante del maestro callado del sagrario.

Palabra de Dios Mc 9, 33-37


Día 25 - Con alegría

“Quisiera ser alguien que constantemente sirva al Señor con alegría, con una alegría alimentada por la fe, por lo que pueda acompañarme en todo lo que de desagradable, penoso y fatigosos contraríe o desbarate mis planes, sabiendo que lo que me hace feliz es servirle” (cf. II 2801)

Palabra de Dios Hch 8, 27-39


Día 26 – Con paz

El servir al Señor, aparate de otros muchos bienes, trae el mayor de todos que es la paz con Dios, con los hombres y con nosotros mismos. ( II 2915)

La paz de vivir el momento presente bajo la mirada de Jesús sacramentado, sabiendo que si es preciso, hasta un ángel enviará para librarnos de los enemigos que nuestra debilidad no pueda librarnos (I 1082)

Palabra de Dios Jn 14,27-30

Día 27 - Confiados

Yo creo que ha de empezar un sacerdote para su ministerio, mirando sólo a Cristo… Ese es el primer paso, asociarse a Cristo, entrar en compañía con él, enamorarse de él, quererlo con toda el alma… chiflarse de amor por él. Pues ya vendrá gente, ya vendrá dinero, por que quien tiene poder para ablandar corazones lo tiene más para ablandar bolsillos. Vendrán ingenios e iniciativas, porque el amor tiene grandes intuiciones, Vendrá constancia para no desmayarse ni ante las ingratitudes de los hombres, ni ante las pruebas de Dios.

Palabra de Dios 1 Tm 1, 9-12


Día 28- Siempre se es sacerdote

El sacerdote no tiene horas de sacerdocio como el empleado las tiene de oficina. Es sacerdote de día y de noche; en su casa y en la calle; en sus bromas y en sus seriedades; entre sus feligreses y entre sus amigos; entre sus negocios y en sus obras de celo. En una palabra, no es hombre y sacerdote, es sacerdote. (II 2238) y cuanto debe gozar el corazón del sacerdote de vivir sólo para dar a Jesús y darse con Jesús a los demás!!!!

Palabra de Dios Mt 24, 44-47
Día 29 – En nombre de Jesús

Porque por la ordenación su lengua es para hacer del pan y vino, carne y sangre de Jesús, y para hacer vivir a los demás de las Palabras de Jesús; sus ojos son para mirar y compadecerse al modo de Jesús, sus manos son para dar bendiciones, dirección a los caminantes, apoyos a los débiles, levantar a los caídos, pan a los hambrientos, abrigo a los desnudos, medicina a los enfermos… en nombre de Jesús. Sus pies son para ir siempre en seguimiento de las ovejas perdidas, su corazón para amar y perdonar, agradecer y volverse loco a lo Jesús y su cabeza para pensar en Jesús y con criterios de Jesús, conociéndolo y dándolo a conocer cada vez más y mejor. (II 2448-2449)

Palabra de Dios Mt 28, 16-20


http://www.seminariomenorvalencia.com/
CENTENARIO DE TERESA DE CALCUTA
4 ª semana (Noviembre 22 - 28 )
Palabras de la Sagrada Escritura.
Ved: ¡qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos! (Psalmo 133:1)
Que el Dios de la paciencia y del Consuelo os dé un mismo sentir entre vosotros, según Cristo Jesús. (Romanos 15:5)
Palabras de la Madre.
“Amemos a los demás, como amamos a Jesús. En el hogar de Nazaret se respiraba amor, unidad, oración, sacrificio y trabajo infatigable; pero, sobre todo, una profunda comprensión, mutua estima y permanente solicitud de todos por todos.”
“Mientras la Sociedad crece, acecha el riesgo de que el maravilloso espíritu de la familia vaya desapareciendo, y por ello cada uno de nosotros debe protegerlo y crear una vida de amor y unidad, de humildad y servicio que traiga frutos a cada uno de nosotros y a las personas a quienes servimos. Proteger este espíritu familiar de amor y unidad implica tener vida espiritual, de elevarnos y, que a través del buen ejemplo de una vida de oración y unión con Dios, animar y ayudarnos los unos a los otros para mantenernos fieles a nuestra vocación.”
“… mira más allá – mira y verás solo a Jesús y allí habrá paz, alegría, amor y todo lo contrario estará prohibido. Tened profundo respeto los unos por los otros., … Lo que tu tienes, yo no lo tengo; lo que tu puedes hacer, yo no puedo hacerlo; pero juntos podemos hacer algo maravilloso por Dios. Si queremos una Sociedad santa, nos necesitamos los unos a los otros… Necesitamos tener un corazón limpio para descubrir a Dios en los demás – revelándonos unos a otros que Dios nos ama.

NOTICIAS JUNIORS

ENCONTRE DE MONITORS
Los días 7 y 8 la Zona Montcabrer celebró el Segundo Encuentro de Monitores de F.M.
Con la experiencia adquirida el sábado por la mañana los más de cincuenta adolescentes, tras la oración y juego de presentación, participaron de forma rotatoria en las dinámicas. Éstas fueron cuatro entorno a la película Charlye y la Fábrica de Chocolate. Sobre ellas reflexionaron acerca de los valores de los personajes y la respuesta que da la fe cristiana a sus actitudes.
La tarde comenzó con la eucaristía concelebrada por el Vicario Episcopal D. José Antonio Varela y el Consiliario de Zona D. José Andrés Boix. Seguidamente continuaron las dinámicas.
Por la noche la oración y un juego fueron los momentos centrales.
Al día siguiente la oración de la mañana, una dinámica entorno a historias con sentido y la despedida concluyeron este encuentro, valorado muy positivamente por todos.
Este encuentro contó con la visita del Centro Junior BJOMA de Atzeneta, quien ha comenzado los trámites para incorporarse a Juniors m.d. y por tanto a las actividades de la Zona Montcabrer. Desde esta hoja les damos la bienvenida.


ZONA MONTCABRER
El lunes 9 se celebró en Muro la reunión de la Secretaría de Formación. En ella se revisó el Encuentro de Monitores de F. M. y se abordó la Primera Marcha Juniors al Montcabrer.
El lunes 16 se reunió el Consejo de Zona. En ella tras la oración y lectura del acta anterior, se abordó la incorporación del Centro Junior BJOMA. Seguidamente los delegados de cada centro informaron acerca del comienzo del curso, constantándose las dificultades para incorporar niños en Pacto, ante lo cual se valoró positivamente la propuesta de invitar personalmente a cada niño, visitando sus hogares. A continuación se informó sobre la cuota diocesana. Acerca de la Secretaría de Formación se presentó la Pujada al Moncabrer. En la reunión, además, fueron presentadas las cuentas de la zona, la reunión de consiliarios y la situación actual del Proyecto Togo, con la visita del misionero salesiano Pepe Guillem.
Finalmente se animó a asistir a la oración con el Sr. Arzobispo del día 11 de Diciembre en Canals.

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