jueves, 3 de septiembre de 2020

Domingo XIII. T. Ordinario. 6 de septiembre de 2020.

 


Primera lectura.

Lectura de la profecía de Ezequiel 33, 7-9 

Esto dice el Señor:

-A ti, hijo de hombre, te he puesto de centinela en la casa de Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte. Si yo digo al malvad: “Malvado, eres reo de muerte”, pero tú no hablas para advertir al malvado que cambie de conducta, él es un malvado y morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Pero si tú adviertes al malvado que cambie de conducta, y no lo hace, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida.

 

Textos paralelos.

 A ti también, hijo de hombre, te he hecho centinela.

Ez 3, 17-19: Hijo de Adán, te he puesto de atalaya enla casa de Israel. Cuando escuches una palabra de mi boca, le darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado que es reo de muerte y tú no le das la alarma – es decir, no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie su mala conducta y conserve la vida –, entonces el malvado morirá por su culpa y a ti te pediré cuenta de su sangre. Pero si tú pones en guardia al malvado, y no se convierte de su maldad y de su mala conducta, entonces él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida.

 

Notas exegéticas.

33 10 El pueblo desalentado, se declara abrumado por el peso de sus pecados e incapaz de librarse de él. Ezequiel afirma como respuesta la posibilidad de una conversión. Este trozo, vv. 10-20, es la reanudación del tema ya tratado en 18, 21-31.

 

Salmo responsorial

Sal 94, 1-2.6-9

 

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del señor;

“No endurezcáis vuestro corazón”.

 

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

 

Ojalá escuchéis hoy su voz:

“No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras. R/.

 

 

 Textos paralelos.

 

Venid, cantemos gozosos a Yahvé.

Dt 32, 15: Comió Jacob hasta saciarse, / engordó mi cariño, y tiró coces / - estabas gordo y cebado y corpulento - / y rechazó a Dios, su creador; / deshonró a su roca salvadora.

Porque él es nuestro Dios.

Sal 100, 3: Sabed que el Señor es Dios, / él nos hizo y somos suyos, / pueblo suyo y ovejas de su aprisco.

Ez 34, 1-2a: Me dirigió la palabra el Señor: – Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel.

Sal 23, 1-4: El Señor es mi pastor: nada me falta. / En verdes praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas: / me guía por senderos oportunos / como pide su título. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo: Tú vas conmigo; / tu vara y tu cayado me sosiegan.

Sal 80, 2: Pastor de Israel, escucha: / tú que guías a José como a un rebaño; / en tu trono de querubines resplandece.

No seáis tercos como en Meribá.

Ex 19, 5: Por tanto, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, entre todos los pueblos seréis mi propiedad, porque es mía toda la tierra.

Como el día de Masá en el desierto.

Hb 3, 7-11:

Sal 81, 9: Escucha, pueblo mío, que te amonesto, / Israel, ojalá me escuches.

Ex 17, 5-7: [la comunidad israelita se queja contra Moisés por carecer de agua, Dios interviene] “Pasa delante del pueblo, acompañado de las autoridades de Israel, empuña el bastón con el que golpeaste el Nilo y camina; yo te espero allí, junto a la roca de Horeb. Golpea la roca y saldrá agua para que beba el pueblo”. Moisés lo hizo ante las autoridades israelitas y llamó al lugar Masá y Meribá,  porque los israelitas se habían careado y habían tentado al Señor, preguntando: “¿Está o no está con nosotros el Señor?”.

Nm 20, 12-13: [la misma escena, pero Moisés golpea dos veces]. El Señor dijo a Moisés y a Aarón: “Por no haberme creído, por no haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no haréis entrar a esta comunidad en la tierra que les voy a dar”. (Esta es Meribá, donde los israelitas se carearon con el Señor, y él les mostró su santidad).

Dt 6, 16: No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Masá.

Dt 33, 8: Para tus leales los tumim y urim. / Los pusiste a prueba en Masá. / los desafiaste en Meribá.

Nm 20, 2: Faltó agua al pueblo y se amotinaron contra Moisés y Aarón.

Sal 78, 8: Para que no imitaran a sus antepasados: / generación rebelde y contumaz, / generación de corazón inconstante, / de espíritu desconfiado de Dios.

Sal 78, 37: Su corazón no era constante con él / ni eran fieles a su alianza.

Dt 32, 5: Hijos degenerados, se portaron mal con él, / generación malvada y pervertida.

Dt 32, 18: ¡Despreciaste a la Roca que te engendró, / y olvidaste al Señor que te dio a luz!

Jb 21, 14: Ellos que decían a Dios: “Apártate de nosotros, / que no nos interesan tus caminos”.

Sal 132, 8: ¡Levántate, Señor, ven a tu descanso, / ven con el arca de tu poder! / Que tus sacerdotes se vistan de gala / y tus leales vitoreen.

Sal 132, 14: Este es mi descanso para siempre, / aquí habitaré, porque la quiero.

Nm 14, 30: No entraréis en la tierra donde juré que os establecería. Solo exceptúo a Josué, hijo de Nun, y a Caleb, hijo de Jefoné.

Dt 12, 9: La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó.

 

Notas exegéticas.

95 Himno procesional, recitado quizá en la fiesta de las tiendas, ver Dt 31, 11.

95 1 Alusión repetida en el v. 8, a la roca de donde brotó el agua en el desierto. Ex 19, 1s. o a la roca sobre la que se hallaba edificado el Templo, 2 S 24, 18.

95 8 Meribá significa “disputa” y Masá “tentación”.

 

Segunda lectura.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10

Hermanos:

A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el “no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.

 

Textos paralelos.

Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor.

Mt 22, 34-40: Al enterarse los fariseos de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en un lugar; y uno de ellos, le preguntó capciosamente: “Maestro, ¿cuál es el precepto más importante de la ley?” Le respondió: “Amarás al Señor tu Dos de todo corazón, con toda el alma, con toda tu mente. Este es el precepto más importante; pero el segundo es equivalente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos preceptos sustentan la ley entera y los profetas”.

Jn 13, 34: Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado: amaos así unos a otros.

Ga 5, 14: Pues la ley entera se cumple con un precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

No adulterarás, no matarás

Ex 20, 13-17: No matarás. / No cometerás adulterio. / No robarás. / No darás testimonio falso contra tu próximo. / No codiciarás los bienes de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.

Dt 5, 17-21: No matarás. / Ni cometerás adulterio. / Ni robarás. / Ni darás testimonio falso contra tu prójimo. / Ni pretenderás la mujer de tu prójimo. Ni codiciarás su casa, ni sus tierras, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.

Amarás a tu prójimo.

Lv 19, 18: No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Ga 5, 14:

La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud.

1 Co 13, 4-7: Pues la ley entera se cumple con un precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

 

Notas exegéticas.

13 8 La ley, en general, según parece, y no sólo la Ley mosaica.

13 9 (a) Adicción (Vulgata): “No levantarás falso testimonio”.

13 9 (b) El prójimo ya no es, como en Levítico, el miembro del mismo pueblo, sino todos los miembros de la familia humana, unificada en Cristo, Ga 3, 28; Mt 25, 40.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará desatado en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

 

Textos paralelos.

// Lc 17, 3: Estad en guardia: Si tu hermano peca, repréndelo; si se arripiente, perdónale.

 Si tu hermano llega a pecar.

Lv 19, 17: No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado por su causa.

Ga 6, 1: Hermanos, si alguien es sorprendido en un delito, vosotros, los espirituales, corregidlo con modestia. Pero vigílate tú, no vayas a ser tentado tú también.

Todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.

Dt 19, 15: No es válido el testimonio de uno solo contra nadie, en cualquier caso de pecado, culpa o delito. Solo por la deposición de dos o tres testigos se podrá fallar una causa.

Considéralo como al pagano.

Rm 16, 17: Hermanos, os recomiendo que vigiléis a los que siembran discordias y tropiezos contra la doctrina que aprendisteis; evitadlos.

1 Co 5, 11: Concretamente os escribí que no os juntarais con uno que lleva el nombre de hermano y es inmoral, avaro, explotador, idólatra, difamador o borracho. Con ese ni comer.

Yo os aseguro que todo lo que atéis.

Mt 16, 19: A ti te daré las llaves del reino de Dios: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.

Jn 20, 23: A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los mantengáis les quedan mantenidos.

De acuerdo en la tierra para pedir algo.

Jn 15, 7: Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y os sucederá.

Jn 15, 16: No me elegisteis vosotros; yo os elegí y os destiné a ir ay dar fruto, un fruto que permanezca; así, lo que pidáis al Padre alegando mi nombre yo os lo concederé.

Donde dos o tres están reunidos.

Mt 1, 23: Mira la virgen está encinta, dará a luz un hijo que se llamará Emanuel (que significa Dios-con-nosotros).

Mt 28, 20:  Y enseñadles a cumplir cuanto os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.

Ex 20, 24: Hazme un altar de tierra y en él ofrecerás tus holocaustos, tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus vacas. En los lugares donde pronuncie mi nombre bajaré a ti y te bendeciré.

 

Los dichos de Jesús.

Q 17, 3-4

3 Si tu hermano peca [contra ti], repréndele; y si [se arrepiente], perdónale.

4 Y si peca contra ti siete veces al día, perdónale siete veces.

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

18 15 La precisión “contra ti”, añadido por numerosos testigos, parece que se debe rechazar. Se trata de una falta grave y pública que no se ha hecho necesariamente al que la corrige. El caso del v. 21 es distinto.

18 17 (a) La “ekklesia”, es decir, la asamblea de los hermanos.

18 17 (b) Personas “impuras” con las que los judíos piadosos no podían tratar, ver 5, 46. Véase la excomunión en 1 Cor 5, 11.

18 18 Extensión a los ministros de la Iglesia (a la que en primer lugar se dirige todo este discurso) de uno de los poderes conferidos a Pedro.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

15-17 La Iglesia es esencialmente santa; pero, mientras dure la historia humana, habrá en ella pecadores, a los que habrá que corregir: primero la corrección en secreto, luego la corrección privada ante testigos, finalmente la denuncia pública ante la autoridad constituida en la Iglesia. Ese “tribunal” para dirimir cuestiones entre hermanos, para absolver o condenar, es un elemento externo y visible de la Iglesia. La comunidad judía de Qumrán tenía una norma semejante. (Qumrán, Regla de la Comunidad, col. V, 26-VI,1).

15 SI TU HERMANO PECA (algunos manuscritos añaden contra ti): cf. Lev 19, 17. HERMANO es el que comparte la misma fe, un miembro de la comunidad de creyentes. // VETE A CORREGIRLO: lit. vete, corrígelo. // “Escuchar” (y “no escuchar”: v. 16) son semitismos: su significado es: “hacer caso”, “no hacer caso”. // GANASTE: conseguiste que tu hermano siga perteneciendo a la comunidad.

16 TODA CAUSA (lit. toda palabra; hebraísmo) …SOBRE [LA] DECLARACIÓN, lit. … sobre [la] bica.

17 CONSIDÉRALO COMO…: lit. sea para ti como.

18 Mientras los vs. 15-17 expresan una norma de comportamiento, este v. 18 es una entrega de poderes. Hay una pequeña, pero importante, ruptura gramatical con lo que antecede: Jesús no habla en singular, ni a cualquier seguidor suyo, sino en plural, y a un grupo cualificado; son palabras que implican un poder jerárquico, una autoridad que rige a la comunidad (un régimen de gobierno que los judíos contemporáneos de Jesús conocían y entendían perfectamente). La Iglesia católica ha definido, citando este versículo, que los católicos y sacerdotes son los únicos ministros de la absolución sacramental (H. Denzinger – A. Schönmetzer, Enchiridion Symboloru, Definitounum et Declarationum de rebus fidei et morum. Barcelona. 1973.

19 LO OBTENDRÁN: lit. les sucederá para ellos.

20 EN MI NOMBRE: en el v. 5 era “epì tôi onómati mou” (“apoyado en mi”, “por causa de mí”); ahora es “eis tò emòn ónonta” (“teniéndome en cuenta a mí”, “para honrarme a mí”, “para entregarse a mí”).

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

18, 20 Cristo está presente entre nosotros de muchas maneras, incluso en la asamblea de los fieles (en la misa, en los sacramentos, en su ministerio en el altar, en la palabra de Dios, y cada vez que los fieles se reúnen para orar). Sin embargo, está presente de un modo único en las especies sagradas de la Eucaristía. Es en este gran Sacramento donde recibimos el Cuerpo, la Sangre, el Alma, y la Divinidad de Cristo. Cat. 832, 833, 1088, 1373 y 2689.

 

San Jerónimo.

15-17 Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo en privado, etc. Si nuestro hermano ha pecado contra nosotros y nos ha perjudicado en algo, tenemos la posibilidad, más bien la obligación, de perdonarlo, porque se nos ha prescrito que perdonemos sus deudas a nuestros deudores; pero si alguien hubiera pecado contra Dios, no depende de nosotros. En efecto, la divina Escritura dice: Si un hombre ha pecado contra un hombre, el sacerdote rogará por él; pero si ha pecado contra Dios, ¿quién rogará por él?” (1 Samuel 2, 25). Nosotros, por el contrario, indulgentes con las injurias que se hacen a Dios, manifestamos odio por las ofensas que nos hacen. Y debemos corregir al hermano en privado no sea que, si ha perdido una vez el pudor y la vergüenza, permanezca en pecado. Y si nos escucha ganamos su alma y por la salud de otro procuramos también la nuestra. Pero si se niega a escucharnos, que se llame a un hermano; si se niega a escuchar a este, llámese a un tercero, ya sea para tratar de corregirlo ya para amonestarlo delante de testigos. Pero si tampoco a ellos quiere escucharlos, entonces hay que decirlo a muchos para que lo detesten y el que no pudo ser salvado por la vergüenza se salve por las afrentas. Cuando dice: Considéralo como pagano y publicano, muestra que se debe detestar más a aquel que bajo el nombre de fiel hace obras propias de infieles que al que es abiertamente gentil. En sentido tropológico [doctrina moral que se dirige a la reforma o enmienda de las costumbres, rae.es] se llama publicanos a los que corren tras las riquezas del mundo y exigen impuestos por medio de negocios ilícitos, fraudes y robos, crímenes y perjurios.

18 Os aseguro que todo lo que atéis … Dio poder a los apóstoles para que supieran quienes reciben tal condenación que la sentencia de los hombres es corroborada por la sentencia divina y todo lo que sea atado en la tierra quedará atado en el cielo.

19.20 También os digo… Todo lo dicho anteriormente nos había invitado a la concordia. Ahora nos promete también un premio para que con mayor solicitud persigamos activamente la paz; al decir que se encontrará en medio de dos o tres pensamos en el ejemplo de aquel tirano que había tomado prisioneros a dos amigos. Uno de ellos había vuelto a ver a su madre, dejando al otro como fianza. Quiso probarlos de este modo, reteniendo a uno y dejando partir al otro, y cuando este volvió el día fijado, lleno de admiración por su mutua fidelidad, les rogó que lo admitieran como tercero [Cicerón. Sobre los deberes, III, 45). Podemos igualmente interpretar esto en sentido espiritual; cuando el espíritu, el alma y el cuerpo están de acuerdo y no se hacen la guerra teniendo deseos encontrados, la carne y sus deseos contra el espíritu y el espíritu contra la carne, obtendrán del Padre todo lo que le pidieren; sin ninguna duda la petición es buena cuando elk cuerpo tiene los mismos deseos que el alma.

 

San Agustín.

Hay algo realmente grave. Los hombres desprecian de tal modo la medicina del perdón, que no sólo no perdonan cuando se les ofende, sino que tampoco quieren pedirlo cuando ellos pecan. Penetró la tentación y se apoderó la ira de ellos. De tal manera les dominó el deseo de venganza, que no sólo se apoderó de su corazón, sino que hasta la lengua vomitó ultrajes y crímenes.

Miraos a vosotros mismos. El mismo Cristo dice: Si peca tu hermano… El pagano es un gentil; y gentil es aquel que no cree en Cristo. Si no escucha a la comundiad, dale por muerto.

Pero he aquí que vive, que entra en la Iglesia, que hace la señal de la cruz, que se arrodilla, que ora y se acerca al altar. A pesar de todo eso, tenlo por pagano y publicano. No hagas caso de esas falsas señales de vida. Esta muerto.

Aunque no nos sobrevenga la muerte repentina, lo cierto es que no podemos vivir por largo tiempo. La vida humana en su totalidad es breve: desde la infancia hasta la ancianidad. Aunque Adán viviera todavía y debiera morir hoy, ¿qué hubiera ganado con haber vivido tanto? A todo esto debes añadir que el mismo presente, aunque bullicioso por naturaleza, resulta incierto por una especie de enfermedad radical. A diario mueren hombres. Los vivos los llevan a enterrar, celebran sus funerales y se prometen a sí mismos una larga vida. Nadie dice: “Me corregiré, no sea que mañana esté yo como este a quien hemos acompañado al cementerio”. A vosotros os agradan las palabras, pero yo busco los hechos. No me entristezcáis con vuestras costumbres perversas, ya que mi deleite en la vida presente no es otro que vuestra digna vida.

Sermón17, 6-7.

 

San Juan de Ávila.

¿Pues qué remedio para que, si me hicieren mal, no me haga yo malo? Si pecara contra ti tu hermano, dice nuestro Redemptor, vade, et corrige eum inter te et illum; si te hiciere mal, no te tornes tú malo. ¡Gran locura es imitar la locura del loco! – Al avariento duélele cuando le quitan la hacienda; al regalado, cuando le hacen mal. ¿Qué hará el hombre a quien le hacen mal? – Dolerse más del mal y pecado del otro que de su propio daño. – ¿Qué harás si te hicieren mal? – No dalle de cuchilladas; no ponello a pleito; no levantar bandos. – Vete a él y dile: “Catá que no tenéis razón de hacerme mal, por esto y por esto”. Si te oyere, si recibiere tu razón, has ganado no tu hacienda, no honra, sino su ánima; y si no te oyere, toma dos amigos tuyos y suyos, corrígelo entre ti y ellos. Si no los oyere, dilo a la iglesia, al perlado [clérigo que tiene algunas de las dignidades superiores en la iglesia, rae.es], a la congregación; y si no te oyere, apártate de él como étnico y infiel.

 Ciclo temporal. Sermones de tiempo. 25. Domingo 21 después de Pentecostés. OC III, pg. 299.

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Guijarro, S. Los Dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.

Jerónimo. Comentario al evangelio de Mateo. Editorial Ciudad Nueva. Madrid. 1999.  

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

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