domingo, 13 de diciembre de 2020

Domingo IV Tiempo de Adviento. 13 de diciembre de 2020.

 


Lectura del libro de Isaías 61, 1-2a.10-11

El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para curar los corazones desgarrados y proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad; para proclamar un año de gracia del Señor. Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación, y me ha envuelto con un manto de justicia, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

 

Textos paralelos.

 El Espíritu del Señor me acompaña.

Lc 4, 18-19: El Espíritu del Señor sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor.

Is 42, 1: Mirad a mi siervo, / a quien sostengo; / mi elegido, a quien prefiero. / Sobre él he puesto mi espíritu, / para que promueva / el derecho en las naciones.

Is 11, 2: Sobre el cual se posará / el espíritu del Señor: / espíritu de sensatez e inteligencia, / espíritu de valor y de prudencia, / espíritu de conocimiento / y respeto del Señor.

Mt 3, 15: Acudían a él de Jerusalén, de toda la Judea y de la comarca del Jordán.

Lc 7, 22: Después les respondió: “Id a informar a Juan lo que habéis visto y oído: ciegos recobran la vista, cojos caminan, leprosos quedan limpios, sordos oyen, muertos resucitan, pobres reciben la buena noticia.

A pregonar a los cautivos la liberación.

Lv 25, 10: Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis manumisión en el país para todos los moradores. Celebraréis jubileo, cada uno recobrará su propiedad y retornará a su familia.

Gozo y disfruto de Yahvé.

1 S 2, 1: Y Ana rezó esta oración: “Mi corazón se regocija por el Señor, / mi poder se exalta por Dios, / mi boca se ríe de mis enemigos, / porque celebro tu salvación”.

Lc 1, 46: María dijo: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, / mi espíritu festeja a Dios mi salvador”.

Como la novia se orna con aderezos.

Ap 21, 2: Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajando del cielo, de Dios, preparada como novia que se arregla para el novio.

Ap 19, 8: La han vestido de lino puro resplandeciente (el lino son las obras buenas de los santos).

El Señor hace germinar la liberación.

Is 45, 8: Así dice el Señor / a su ungido, Ciro, / a quien lleva de la mano: / Doblegaré ante él naciones, / desceñiré las cinturas de los reyes, / abriré ante él las puertas, / los batientes no se le cerrarán.

 

Notas exegéticas.

61 1 Aunque el término empleado no lo indica expresamente, evidentemente se trata de la buena nueva, es decir, del “Evangelio”. Ver Lc 14, 18-19 donde Jesús, en Nazaret, parte de este texto para explicar su propia misión.

61 2 La liberación de los oprimidos es presentada como el año sabático o como el año jubilar, cuando tenga lugar la manumisión de los esclavos, bien al cabo de siete años, bien después de cuarenta y nueve.

61 10 “se pone” yakin conj.; “oficia de sacerdote” yekaen hebreo.

 

Comentario.

-Relato de vocación y misión.

-Profeta anónimo que a la vuelta del exilio de Babilonia (¿s. V a.C.?) dirige su mensaje al pueblo de Juda.

-Final del libro de Isaías.

-Ecos de textos similares a Is 40-55:

Seguidor de la escuela de Isaías.

Llamado a una misión similar.

-Su misión y servicio a la palabra:

Ámbito propio y específico de los profetas de Israel.

El Señor lo ha ungido con el Espíritu para enviarlo a dar una buena noticia, evangelizar.

Destinatarios:

Los que sufren, los que tienen el corazón roto, los cautivos y prisioneros.

Choque entre los retornados del exilio y quienes habían permanecido en Palestina.

-Proclama el año de gracia del Señor:

Años sabáticos y jubilares (Levítico 25, 10-17):

Restauración de la justicia, liberación de los esclavos y perdón de las deudas.

Alegría semejante a los novios que esperan el desposorio.

La semilla de la palabra del profeta hace surgir en Israel la justicia ante el asombro de los pueblos.

Eco del universalismo.

 

Salmo responsorial

Lucas 1, 46b-50.53-54

 

Me alegro con mi Dios. R/.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humildad de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/.

 

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación. R/.

 

A los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia. R/.

 

 

Textos paralelos.

1 S 2, 1-10: Y Ana rezó esta oración: “Mi corazón se regocija por el Señor, / mi poder se exalta por Dios, / mi boca se ríe de mis enemigos, / porque celebro tu salvación. / No hay santo como el Señor, / no hay roca como nuestro Dios. / No multipliquéis discursos altivos, / no echéis por la boca arrogancias, / porque el Señor es un Dios que sabe, / él es quien pesa las acciones. / Se rompen los arcos de los valientes, / mientras los cobardes se ciñen de valor; / los hartos se contratan por el pan, / mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, / mientras la madre de muchos queda baldía. / El Señor da la muerte y la vida, / hunde en el abismo y levanta; / da la pobreza y la riqueza, / el Señor humilla y enaltece. / El levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre, / para hacer que se siente entre principies / que herede un trono glorioso, / pues del Señor son los pilares de la tierra, / y sobre ellos afianzó el orbe. / Él guarda los pasos de sus amigos / mientras los malvados perecen en las tinieblas / - porque el hombre no triunfa por su fuerza - . / El Señor desbarata a sus contrarios, el Altísimo truena desde el cielo, / el Señor juzga hasta el confín de la tierra. / Él da autoridad a su rey, / exalta el poder de su ungido”.

Is 29, 19: Los oprimidos volverán / a festejar al Señor / los pobres se alegrarán / con el Santo de Israel.

Mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.

1 S 2, 1: Y Ana rezó esta oración: “Mi corazón se regocija por el Señor, / mi poder se exalta por Dios, / mi boca se ríe de mis enemigos, / porque celebro tu salvación.

Is 61, 10: Desbordo de gozo con el Señor, / y me alegro con mi Dios; / porque me ha vestido un traje de gala / y me ha envuelto en un manto de triunfo, / como novio que se pone la corona / o novia que se adorna con sus joyas. / Los que lo vena reconocerán, / que son la estirpe que él bendijo.

Ha 3, 18: Yo festejaré al Señor / gozando con mi Dios salvador.

Porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava.

1 S 1, 11: Y añadió esta promesa: “Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida y no pasará la navaja por su cabeza.

Desde ahora, todas las generaciones me llamarán bienaventurada.

Lc 11, 27: Cuando decía esto, una mujer de la multitud alzó la voz y dijo: “¡Dicho el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!”

Gn 30, 13: Y Lía comentó: “¡Qué felicidad!” Las mujeres me felicitarán. Y lo llamó Aser [felicidad].

Santo es su nombre.

Sal 111, 9: Envió la redención a su pueblo, / ratificó para siempre la alianza, / su nombre es sagrado y temible.

Su misericordia alcanza de generación.

Sal 103, 17: Pero la misericordia del Señor con sus fieles / dura desde siempre hasta siempre; / su justicia pasa de hijos a nietos.

A los hambrientos los colmó de bienes.

Sal 107, 9: Calmó las gargantas sedientas / y a los hambrientos los colmó de bienes.

Acogió a Israel, su siervo.

Is 41, 8-9: Tú, Israel, siervo mío; / Jacob, mi elegido; / estirpe de Abrahán, mi amigo. / Tú, a quien tomé / en los confines del orbe, / y llamé en sus extremos, / a quien dije: “Tú eres mi siervo, / te he elegido y no te he rechazado”.

Acordándose de la misericordia.

Sal 98, 3: Se acordó de su lealtad y fidelidad / para la Casa de Israel. / Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios.

 

Notas exegéticas.

1 46 “María” y no “Isabel”, var. sin apoyo suficiente. El cántico de María se inspira en el cántico de Ana 1 S 2, 1-10 y en muchos otros pasajes del AT. Además de las principales afinidades literarias subrayadas por las referencias marginales, obsérvese los dos grandes temas: 1º, los pobres y humiles socorridos en detrimento de los ricos y poderosos, So 2, 3; 2º, Israel objeto del favor de Dios, ver Dt 7, 6, etc., desde la promesa hecha a Abraham Gn 15, 1. Lucas debió dar con este cántico en el ambiente de los “pobres” donde quizá lo habían atribuido a la Hija de Sión: estimó oportuno ponerlo en labios de María, incluyéndolo en su relato en prosa.

1 54 En el AT decir que Dios “se acuerda” significa que es fiel a su promesa y que la lleva a cabo.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 16-24.

Hermanos.

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: esta es la voluntad de Dios, en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis las profecías. Examinadlo todo; quedaos con lo bueno. Guardaos de toda clase de mal. Que el mismo Dios de la paz os santifique totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, se mantenga sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os llama es fiel, y él lo realizará.

 

Textos paralelos.

Dad gracias por todo.

Ef 5, 20: Dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre del Señor nuestro Jesucristo.

Ef 4, 3: Esforzándoos por mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz.

No extingáis el Espíritu.

1 Co 12, 3: Por eso os hago notar que nadie, movido por el Espíritu de Dios puede decir ¡maldito sea Jesús! Y nadie puede decir ¡Señor Jesús! si no es movido por el espíritu.

No despreciéis las profecías.

1 Co 12, 9-10: Otro por el mismo Espíritu la fe, otro por el único Espíritu carismas de curaciones, otro realizar milagros, otro profecía, otro discreción de espíritus, otro hablar lenguas diversas, otro interpretar lenguas arcanas.

Quedaos con lo bueno.

Jb 1, 1: Había una vez en el país de Hus un hombre llamado Job: era justo y honrado, religioso y apartado del mal.

Jb 1, 8: El Señor le dijo [a Satán]: “¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, religioso y apartado del mal?”.

Jb 2, 3: El Señor le dijo [a Satán]: “¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, religioso y apartado del mal, y tú me has incitado contra él, para que lo aniquilara sin motivo; pero todavía persiste en su honradez”.

Que Él, el Dios de la paz, os haga plenamente santos.

2 Ts 3, 16: Que el Señor de la paz os dé siempre y en todo la paz. El Señor esté con vosotros.

Is 11, 6: Entonces el lobo y el cordero / irán juntos, y la pantera / se tumbará con el cabrito, / el novillo y el león engordarán juntos; / un chiquillo los pastorea.

Fiel es el que os ha llamado.

1 Ts 3, 13: Fortalezca vuestros corazones para que podáis presentaros santos e inmaculados a Dios Padre nuestro, cuando venga el Señor nuestro Jesús con todos sus santos.

1 Co 1, 9: Fiel es Dios, el que os llamó a la comunión con su Hijo, Jesucristo Señor nuestro.

2 Ts 3, 3: El Señor que es fiel, os fortalecerá y protegerá del Maligno.

 

Notas exegéticas.

5 17 Este breve consejo de orar “constantemente” tuvo una inmensa influencia en la espiritualidad cristiana.

5 19 El don del Espíritu es un rasgo del tiempo mesiánico, pero el discernimiento de lo que el Espíritu inspira es uno de sus dones.

5 20 No se trata de las profecías del AT, sino de la intervención de los profetas cristianos para exhortar a la comunidad.

5 21 En las iglesias griegas, las manifestaciones espirituales (profetizar, hablar lenguas extrañas, etc.) se habían extendido con una frecuencia y unas consecuencias tales que llamaron la atención de Pablo. Encontramos, ya aquí un esbozo de las normas que dará Pablo a la iglesia de Corintio en vista de la actitud verdaderamente positiva de la comunidad cristiana frente a los fenómenos espirituales. Es necesario respetarlos, pero no son todo en el cristianismo. Más aún, hay que practicar el discernimiento de espíritus para dirigir lo bueno de lo inútil.

5 23 Algunos interpretan: “y que todo vuestro ser, es decir, el espíritu, el alma y el cuerpo…”. Esta división de la persona en tres elementos sería la de la filosofía griega, pero no es habitual en Pablo. Entendiendo, de este modo, el contenido del v. sería una concepción totalmente aislada en el NT. Para evitar esta dificultad, otros han entendido el primer elemento (“vuestro espíritu”) como el equivalente de “vosotros mismos”, y traducen: “que toda vuestra persona, alma y cuerpo…”, recuperando así la representación de la persona que tenía el judaísmo y Pablo. Hemos traducido la frase de forma que aparezca como una simple enumeración de términos que individualmente designan en Pablo a la persona en su totalidad, se manifieste esta como pneuma (espíritu), como psyché (alma) o como soma (cuerpo). No es necesaria, pues, una explicación que remita a la antropología griega de los tres componentes, que además nunca es formulada con estos términos.

 

Comentario.

-1 Tesalonicenses:

Primer escrito del Nuevo Testamento.

San Pablo se encuentra en Corintio y recibe noticias preocupantes por la muerte de los primeros miembros de la comunidad fundada por él.

Esta no sabe como afrontar la situación, pues esperan la inminente venida del Señor.

Pablo les exhorta, les indica rutas a seguir.

-Serie de exhortaciones morales, espirituales y de carácter práctico.

-Les invita a la alegría, la constancia en la oración, la escucha de la voz del Espíritu (interior y profetas).

-Punto principal:

Mantenerse firmes hasta la venida del Señor Jesús:

Solo a él le pertenece la última palabra.

Vida moral: acompaña la vida de fe / añadido.

Fe, esperanza y caridad forman parte de la vida nueva de los que se han incorporado a Cristo.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 6-8.19-28

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía cono testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: “¿Tú quién eres? Él confesó y no negó; confesó: “Yo no soy el Mesías”. Le dijeron: “¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?”. Él contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías”. Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: “Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?”. Juan les respondió: “Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”. Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

 

Textos paralelos.

Este vino para un testimonio.

Jn 1, 19: Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos le enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.

Para dar testimonio de la luz.

Jn 5, 31: Si yo diera testimonio en mi favor, mi testimonio no sería válido.

Para que todos creyeran en él.

Jn 1, 40: Uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro.

Este fue el testimonio de Juan.

Jn 1, 7-8: Que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él. No era la luz, sino un testigo de la luz.

Jn 1, 15: Juan grita dando testimonio de él: “Este es aquel del que yo decía: El que viene detrás de mí existía antes que yo, porque está antes que yo”.

Cuando los judíos enviaron desde Jerusalén.

Jn 5, 33: Vosotros enviasteis una delegación a Juan y él dio testimonio de la verdad.

Yo no soy el Cristo.

Lc 3, 15: Como el pueblo estaba a la expectativa y todos discurrían por dentro si no sería Juan el Mesías.

Hch 13, 25: Hacia el fin de su carrera mortal dijo: No soy el que pensáis; detrás de mí viene uno al que no tengo derecho a quitarle las sandalias de los pies.

Él contestó: “No lo soy”.

Mt 17, 10-13: Los discípulos le preguntaron: “¿Por qué dicen los letrados que primero tiene que venir Elías?” Respondió: “Elías tiene que venir a restaurarlo todo. Pero os aseguro que Elías ya vino y no lo reconocieron y lo trataron a su antojo. Otro tanto ha de sufrir de ellos este Hombre.

Mt 16, 14: Contestaron: “Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o algún otro profeta”.

La voz que clama en el desierto.

Is 40, 3: Una voz grita: En el desierto / preparad un camino al Señor; / allanad en lka estepa / una calzada para vuestro Dios.

// Mt 3, 3: Es lo que había anunciado el profeta Isaías: Una voz clama en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad su calzada.

Yo os bautizo con agua.

Mt 3, 6: Y se hacían bautizar por él en el Jordán confesando sus pecados.

Pero entre vosotros hay uno.

Jn 7, 27: Solo que de este sabemos de dónde viene; cuando venga el Mesías nadie sabrá de donde viene.

Viene detrás de mí.

Mc 1, 7: Y predicaba así: “Detrás de mí viene uno con más autoridad que yo, y yo no tengo derecho a agacharme para soltarle la correa de las sandalias”.

Esto ocurrió en Bethabará, al otro lado del Jordán.

Jn 10, 40: Pasó de nuevo a la orilla del Jordán, donde Juan bautizaba en otro tiempo, y se quedó allí.

 

Los dichos de Jesús.

Q 2b <…> Juan…

Q 3a <…> toda… la… región… del Jordán <…>

Q 16b Yo os bautizo (con) agua, pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo. Yo no soy digno de (quitarle) las sandalias. él os bautizará con Espíritu (santo) y fuego.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

1 6 Primitivamente, los vv. 6-8 debían de preceder inmediatamente a los vv. 19ss.

1 7 Juan el Bautista es considerado un profeta, cuya enseñanza conservaba entonces todo su valor de testimonio. – Queda aquí acentuado el contraste entre Juan y el revelador por excelencia, Jesús.

1 19 En el evangelio de Juan, este término tiene diferentes significados. Designa, a veces a los adeptos del judaísmo, cuyos ritos se explican a los lectores de origen no judío; se los distingue de los samaritanos y de los gentiles. Pero con más frecuencia la palabra tiene un significado técnico que designa a los fariseos contemporáneos de la redacción del evangelio, que representaban entonces, a partir del año 70, el judaísmo frente a su rival el cristianismo, comparar 9, 22 con 12, 42.

1 20 En el momento del evangelio, Juan Bautista quiere afirmar seguramente que él no es el Mesías esperado.

1 21 (a) Sobre la vuelta esperada de Elías, ver Ml 3, 22-24.

1 21 (b) Apoyados en Dt 18, 5 (ver la nota), los judíos esperaban al Mesías como a un nuevo Moisés (el profeta por excelencia) que renovaría centuplicados los prodigios de Éxodo.

1 28 Significa “lugar de paso”, recordando el paso del Jordán al final de Éxodo, Jos 3, Juan bautiza todavía al otro lado del Jordán, pero este bautismo de penitencia prepara al pueblo de Dios para “pasar” a la Tierra Prometida. – Variante más corrientemente adoptada: Betania.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

6-8 POR DIOS: o de parte de Dios. // O ERA ÉL (lit. aquel) LA LUZ (v. 20), ¿pincelada polémica de Juan contra los herejes que defendían a Juan Bautista como Mesías?

19 Comienzan las notas de Juan, a modo de diario personal: los días de la semana inaugural van indicándose con la fórmula “al día siguiente” (vs. 29.35.43) y “al tercer día” (2, 1). // LOS JUDÍOS: en Jn suelen ser los representantes del pueblo israelita, presentados casi siempre con matiz peyorativo: incrédulos ante Jesús; por eso son también tipo del “mundo” malo y de todo increyente. SACERDOTES Y LEVITAS dan carácter religioso al interrogatorio oficial.

21 EL PROFETA que estamos esperando; podría ser Elías (cf. Mt 17,10); pero en los vs. 21 y 24 se distingue a Elías de ese otro personaje.

23 DIJO: lit. decía.

24 ERAN del partido DE LOS FARISEOS (cf. Hch 23, 6); o  bien habían sido enviados unos fariseos, lo que daría pie para pensar que se trata de una embajada distinta de la del v. 19.

25-26 LE PREGUNTARON ASÍ: lit. preguntaron a él y dijeron a él. // LES RESPONDIÓ ASÍ: cf. Mt 3, 15 // Al bautismo CON AGUA se contrapone el bautismo “con Espíritu Santo” (v. 33; Mt 3, 11).

28 Esta BETANIA, no lejos del Mar Muerto, cuya localización EN LA OTRA ORILLA (=la orilla oriental) DEL JORDÁN (cf. 10, 40; Mt 3, 13) se ignoraba hasta hace poco, no era la aldea de María, Marta y Lázaro citada en 12, 1.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

1, 6 Juan: se refiere a Juan Bautista, el último y el más importante de todos los profetas. El evangelio de Juan a menudo clarifica la función del Bautista en relación a Cristo. Cat. 717-720.

1, 19-34 Juan Bautista no se identificó con Cristo, ni como Elías o Moisés; más bien afirmó que era la voz que clamaba en el desierto, que preparaba el camino para la venida del Mesías, cordero de Dios. Cat 438, 613.

En este enlace se puede consultar el catecismo íntegro.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

Comentarios de los Santos Padres.

Su venida, como Dios, no sería para quienes no tenían ojos para verle. Dios, como tal, ni viene ni se aleja. Está presente en todas partes y no le encierra lugar alguno. ¿Cómo vino? Como hombre, porque era hombre, que ocultaba su divinidad, le precedió un gran personaje con la misión de testificar que era más que hombre. Y éste, ¿quién es? Hubo un hombre.

Agustín. Tratados sobre el Ev. de Juan, 2, 4-5.

Los demás profetas anunciaron la venida de la Luz del Padre y soñaron en aquello que predicaban. En cambio Juan lo anunció de antemano como los otros profetas, lo vio cuando vino, lo señaló y convenció a muchos de que creyesen en Él; de manera que al mismo tiempo fue profeta y apóstol.

Ireneo. Contra las herejías, 3, 11, 4.

“Su nombre era Juan”. Su nombre es apropiado a su ministerio. En efecto, “Juan” significa “la gracia del Señor”. Pues “jun” equivale a “Señor” y “anna” equivale a “gracia”. Por tanto, Juan quiere decir “la gracia del Señor”. Su misión la recibió del Señor.

Jerónimo. Homilía sobre el evangelio de Juan.

Juan no alumbra a todo hombre, Cristo sí. Juan reconoció que era una lámpara para que no lo apagase el viento de la soberbia. Una lámpara puede encenderse y apagarse. La Palabra de Dios no puede apagarse, pero sí la lámpara.

Agustín. Sermones, 289, 4.

Vino la voz delante de la Palabra. Hemos escuchado, pues, que Cristo es la Palabra; oigamos que Juan es la voz. Cuando se le preguntó: “¿Tú, quién eres?”, respondió: “Yo soy la voz del que clama en el desierto”. Si, pues, Cristo es la Palabra y Juan la voz, para comunicarnos a nosotros la Palabra tomó a Juan como voz, y para llegar a nosotros como Palabra le precedió la voz. Así, pues, Cristo existía antes que Juan desde la eternidad, y, sin embargo, no nació antes, pues Juan y la voz debían preceder a la Palabra ante nosotros. Llegará el momento en que veamos a la Palabra como la ven los ángeles; ahora, sin embargo, progresemos en ella para permanecer con ella por siempre.

Agustín. Sermones, 293 A, 5.

En efecto, el bautismo del renacimiento no fue el administrado por Juan, sino por Jesús mediante sus discípulos; este se llama también “baño de regeneración” y se realiza a la vez con una “renovación en el Espíritu”, que flota sobre el agua, porque es Espíritu que proviene de Dios.

Orígenes. Comentarios al Ev. de Juan, 6, 168-169.

Había entre los antiguos la costumbre de que, si alguno no quería recibir por esposa a la que le pertenecía, esta quitara el calzado al que por derecho de afinidad debía tomarla por esposa (Rut 4, 7). ¿Y cómo apareció Cristo entre los hombres sino como Esposo de la Iglesia? Del cual dice también este mismo Juan “El Esposo es aquel que tiene esposa” (Jn 3, 29). Y porque los hombres creyeron que Juan era el Cristo – cosa que el mismo Juan niega –, con razón se declara indigno de desatar la correa del calzado de Cristo. Como si claramente dijera: Yo no puedo desatar el calzado de nuestro Redentor, porque, con razón, no usurpo el nombre de Esposo. Esto, sin embargo, puede también entenderse de otra manera, pues ¿quién no sabe que el calzado se hace de los animales muertos? Pues bien, el Señor, al venir en la carne, apareció como calzado, porque en su divinidad asumió la mortalidad de nuestra corrupción… Ahora bien, no puede el entendimiento humano penetrar el misterio de esta encarnación, pues no le es posible en modo alguno investigar cómo se encarna el verbo, cómo el sumo y vivificador Espíritu se anima en el útero de la madre, cómo el que existe y no tiene principio es concebido.

Gregorio Magno. Homilías sobre los Evangelios, 1, 7, 3.

Moisés no es el esposo, pues a él se dice: “Quita las sandalias de tus pies” (Ex 3, 5), para acercarse a su Señor. No fue el esposo Josué, el hijo de Nun, pues incluso a él se dice: “Quítate las sandalias de tus pies” (Jos 5, 15), para que por la semejanza del nombre no se creyera que es el esposo de la Iglesia. Ningún otro sino Cristo es el esposo, del cual dijo Juan: “El que tiene esposa es el esposo” (Jn 3, 29). Así pues, a aquellos se les quita el calzado, a este no se le puede desatar, como dice Juan: “Yo no soy digno de desatar la correa de su calzado”… ¿A qué otro sino al Verbo de Dios encarnado conviene el dicho: “Sus piernas son como columnas de alabastro asentadas sobre base de oro” (Cantar 5, 15) En efecto, solamente Cristo pasea en las almas y sube a la mente de los santos, en los que, como en estrados de oro y en suelos preciosos, quedaron adheridas las sólidas huellas del Verbo celestial.

Ambrosio. Sobre la fe, 3, 10, 71-74.

 

San Agustín.

Juan era, pues, también la luz, pero una luz tal que el mismo Señor dio testimonio de él, diciendo: Él era una lámpara que ardía e iluminaba (Jn 5, 35).  

Quien no la [la palabra] conoció fue el mundo que no fue hecho por ella; solo la criatura racional tiene la potencia de conocer, aunque también haya sido hecho por ella este mundo visible, esto es el cielo y la tierra. Cuando se lamenta de que el mundo no la conoció se refiere a los infieles establecidos en el mundo.

Carta 140, 7-8.

 

San Juan de Ávila.

Pues veamos agora, Señor, si Vos nos amáis; y si es así que nos amáis, qué tanto es el amor que nos tenéis. Mucho aman los padres a los hijos; pero ¿por ventura amaisnos vos como padre? No hemos nosotros entrado en el seno de vuestro corazón, Dios mío, para ver esto; mas el Unigénito vuestro, que descendió de este seno, trajo señas de ello (cf. Jn 1, 1-18), y nos mandó que os llamásemos Padre (cf. Mt 6, 9) por la grandeza del amor que nos tenías; y, sobre todo esto nos dijo que no llamásemos a otro padre sobre la tierra, porque tú solo eres nuestro Padre (Mt 23, 9).

Tratado del amor de Dios, 1. OC I. Pg. 951.

Si el Evangelio llama luz a los apóstoles y San Pablo a los cristianos, ¿cómo decís que se pone propio de Dios? Luz dice Sant Juan Evangelista, hablando de Sant Juan Baptista: Non erant ille lux, sed ut testimonium perhiberet de lumine. En lo griego dice: Para que diese testimonio de la luz (Jn 1, 18). ¿Por qué se afirma en el Evangelio ser luz los apóstoles  y en San Pablo los cristianos y no se afirma de San Juan Baptista?

Lecciones sobre 1 San Juan (I). Lección 4. OC II. Pg. 126.

Tan ruin cosa es nunca reprehenderos el corazón como reprehendernos de todo. Algunos vanamente confiados de bondad engañada, tienen que no pecan; contra los cuales escribió San Hierónimo, y muy bien San Juan: Si dixerimus quoniam peccatum nn habemus, ipsi, etc. (Jn 1, 8). De ley, ninguno se puede excusar ni ha sido excusado ni exento, excepto nuestro Señor y su gloriosa Madre.

Lecciones sobre 1 San Juan (II). Lección 24. OC II. Pg. 457.

Fuele preguntado a San Joán Baptista quién era, y él respondió: Yo no soy el Mesías, ni Elías; ni  soy aquel profeta de quien dijo Dios a Moisés: Yo resucitaré un profeta de medio de tus hermanos como tú, y quien de éste me tocare, él me lo pagará (Dt 18, 18-19). Ninguno de éstos – dice San Joán – yo no soy, - Pues, si tú no eres ninguno de estos, dicen ellos, ¿cómo has sido osado de poner rito nuevo en el pueblo?, ¿cómo baptizas? – No os espantéis, que mi baptismo no hace más de lavar la cabeza y el cuerpo con sola agua; no es más de para que los que vienen a él profesen que son pecadores y que han menester quien los lave de sus pecados. (No era aquel baptismo como el nuestro de agora, que da gracia). Empero, en medio de vosotros está uno al cual no conocéis vosotros y al que os convenía conocer; éste lava con agua y fuego y mete la mano en las almas y de sucias las hace limpias, y yo soy tan diferente que Él que aun no soy digno ni merezco servirle de muchacho para descalzarle los zapatos; este es de quien otras veces os he profetizado y predicado que, aunque viene después de mí, es hecho primero que yo. (Per delcarationem dic errorem arianorum, et qualiter sit absolvendus, et quid sit enendum, ut habes in alio sermone[1]). De manera que este que os digo que está entre vosotros es tan mayor que yo, que no merezco yo descalzarle los zapatos ni servirle de esclavo (cf. Jn 1, 19-27). Dice el evangelista que los que traían aquel mensaje eran de los fariseos, para dar a entender que era mensaje muy grande y mjuy honrado, porque eran ellos los más honrados. – No soy, dice San Joán, el que pensáis, - Pues ¿quién sois? – Aquel de quien profetizó Esaías: Vox clamantis in deserto; mi oficio, mi honra y mi dignidad y mi ser este es; yo no soy el Mesías, sino voz del Señor que quiere venir a vosotros (cf. Jn 1, 23; Is 40, 3): Io[o] aparejad la casa para el Señor.

Vox clamantis in deserto, etc. (Jn 1, 23). Agora estaba pensando que no sé si este sermón ha de ir en balde, como otros. Sois tan enemigos de huéspedes, que aunque os digan que aparejéis vuestra casa, que quiere Dios venir a ella, no sé si lo habéis de querer hacer o si diréis: “Váyase en hora buena, que no estoy para recebir agora huéspedes”·. Habéisme de creer hoy a Dios, que no a mí. El negocio es tan grande, que, si fuese bien creído, sería bien recibido. Cuando Dios dice una cosa grande, no tenemos corazón para oírla, y así dice San Joán Crisóstomo que, cuando San Pablo quería dicir una cosa de estas grandes, primero ensanchaba los corazones de los oyentes con palabras de admiración, porque, cupiese en ellos lo que quería dicir.

Ciclo temporal. Sermones de tiempo. 2. Domingo III de Adviento, 1.3. OC III. Pgs. 35-36.

Porque, de otra manera, miedo me he que, como en aquel tiempo que este sagrado Pastor, viviendo vida mortal, andaba en medio de sus ovejas, usando oficio de sabio Médico y de amoroso Padre, no lo supieran estimar, y dijo San Juan Baptista: En medio de vosotros está el que conocéis (Jn 1, 26); que así ahora hay muchos, que, aunque, por conocimiento de fe muerta, creen aqueste divino misterio, mas con la afección hacen tan poco caso de él, que por gozar de él no quieren pasar un poco de trabajo en poner rienda a sus pasiones, en entender en buenas obras; antes huyen de llegarse a él muchas veces, por no obligarse a vivir con mayor cuidado y a negar en algo su propia voluntad.

Ciclo temporal. Sermones del Santísimo Sacramento. 34. Santísimo Sacramento, 36. OC III. Pg. 712.

 

Comentario Homilética

-Juan el Bautista:

Precursor histórico de Jesús.

-Texto:

Arreglado litúrgicamente / unidad literaria o perícopa.

Vv. 6-8: prólogo de Juan.

 Vv. 19-28: comienzo narrativo de Juan:

Estructurado temporalmente:

Semana completa.

“Al día siguiente” (Jn 1, 29.35.43).

“Tres días después” (Jn 2, 1): bodas de Caná (Jn 2, 1-12).

-Estructura:

Presentación del personaje (vv. 6-8):

Juan, enviado por Dios para ser testimonio de la luz:

Testimonio: 3 veces.

Luz: 3 veces.

Testimonio del personaje en torno a un doble diálogo (vv. 19-28):

Con los sacerdotes y levitas, a cuenta de su identidad (vv. 19-23).

Con los fariseos, a cuenta de la acción de bautizar (vv. 24-37).

Conclusión (v. 28).

-Juan:

Precursor de Jesús. El que prepara el camino. Es testimonio y da testimonio.

Enviado por Dios para una misión.

Conoce su identidad: sabe quien es (la voz) y quien no es (la palabra).

Sabe los límites, fuerzas y dones de su persona:

Hay alguien más poderoso que él.

Tiene el don de bautizar.

Al servicio de las personas y su conversión.

Respuestas negativas de más a menos: Cristo – Elías – el profeta.

Anonadamiento:

No obstaculizar la presencia de Jesús.

No apagar su luz.

-Corazón de este evangelio:

Imperativo.

Hacer recto el camino del Señor.

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S., Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). I. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodriguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Mercedes Navarro Puerto. Marcos.Guía de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.

Homilética. Sal Terrae. 2020/6.

Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.

 

 

Monición de entrada.

Con este domingo estamos más cerca de la navidad.

Las palabras que hemos escuchado los domingos de antes: estad en vela, preparad el camino del Señor, estad alegres, se hacen oración.

Un amigo de Jesús nos dijo: ábrase la tierra y brote el Salvador.

Al encender la cuarta vela te pedimos que decimos que nuestro corazón está abierto.

Para así recibirte el día de la Navidad.

Además cuando termine la misa el sacerdote va a bendecir los Niños Jesús que hemos traído a la iglesia.

 

Señor, ten piedad.

Tú que vienes a salvarnos. Señor, ten piedad.

Tú que eres el Hijo de Dios. Cristo, ten piedad.

Tú que eres el fruto bendito del vientre de María. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco y la Iglesia, para que haga que Jesús esté en el corazón de las personas. Te lo pedimos Señor.

-Por las personas que el día Navidad no estarán con sus familias.  Te lo pedimos Señor.

-Por las abuelas y abuelos que el día de Navidad no estarán con sus nietas y nietos. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que el día de Navidad estarán en los hospitales, trabajando, en el mar, en la cárcel o fuera de su país. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para estas navidades nos queramos mucho. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María, te damos gracias porque en la Nochebuena tuviste a Jesús en el portal de Belén, gracias por estos Niños Jesús que nos recuerdan cuando él nació en Belén.



[1] Se puede exponer el error de los arrianos: que es lo que se les puede perdonar y a qué están obligados, como se dice en otro sermón. Nota del editor.

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