martes, 8 de febrero de 2022

Domingo 6º T. Ordinario. 13 de febrero de 2022.

 


Primera lectura.

Lectura del libro de Jeremías 17, 5-8.

Esto dice el Señor: “Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en Él su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en el año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto”.

 

Textos paralelos.

Maldito quien se fía de las personas.

Sal 146, 3-4: No confiéis en los nobles, en un hombre que no puede salvarse: sale su aliento y él vuelve al polvo, ese día perecen sus planes.

Bendito quien se fía de Yahvé.

Sal 40, 5: ¡Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, y no acude a idolatrías que extravían con engaños!

Es como el árbol plantado.

Sal 1, 3: Será como un árbol plantado junto a acequias, que da fruto en su sazón y su follaje no se marchita. Cuanto hace prospera.

A la vera del agua.

Ez 47, 12: A la vera del río, en sus dos riberas, crecerá toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario, su fruto será comestible y sus hojas medicinales.

 

Notas exegéticas.

17 5 En esta prolongación del oráculo precedente vuelve a desarrollarse  (vv.5-8) el tema de las falsas y verdaderas seguridades (Is 30, 15), pero con una perspectiva más universal, que incorpora el tema de los dos caminos (Dn 30, 14-20; Sal 1; Pr 4, 18-19; Si 15, 17; Mt 3, 13-14), acompañados alternativamente de maldición o de bendición. El oráculo es completado con dos apéndices (vv. 9-10 y 11).

17 6 “No-verá”, verbo muy semejante por su grafía al que se emplea en el paralelo del v. 8, “no temerá”, lo que ha supuesto para este último un error de vocalización.

 

Comentario Homilética.

-Comparación Jr 17, 5-8 / Salmo 1:

Salmo: hombre justo que prospera / malvado que perece.

Salmo: el justo pone su confianza en el estudio y el cumplimiento de la Ley.

Jeremías: la confianza se ha de poner en Dios y no en los hombres.

Mensaje central de Jeremías.

-Crítica a quienes en el reino de Judá para sobrevivir optaban por Egipto y Babilonia / Dios.

-Destinatarios de la maldición: los que confían en Egipto o Babilonia y se olvidan del camino trazado por el Dios de la alianza.

 

Salmo responsorial

Salmo 1, 1-6.

 

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. R/.

Dichoso el hombre

que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R/.

 

Será como un árbol

plantado al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

 

No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos;

pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

 

 

Textos paralelos.

 Feliz quien no sigue consejos de malvados.

Jr 21, 8: Le dirás: Así dice el Señor: Yo os pongo delante el camino de la vida y el camino de la muerte.

Dt 30, 14-20: El mandamiento está a tu alcance: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo. Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerá; el Señor tu Dios, te bendecirá en la tierra adonde vas a entrar para conquistarla. Pero si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob.

Pr 4, 18-19: La senda de los honrados brilla como la aurora, se va esclareciendo hasta pleno día; el camino de los malvados es tenebroso, no saben dónde tropezarán.

Mt 7, 13-14: Entrad por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. ¡Qué estrecha es la puerta, qué angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que dan con ella!

Susurrando su ley día y noche.

Jos 1, 8: Que el libro de esa Ley no se te caiga de los labios; medítalo día y noche, para poner por obra todas sus cláusulas; así prosperarán tus empresas y tendrás éxito.

Sal 119,1: ¡Dichosos los de conducta intachable, que siguen la voluntad del Señor!

Será como árbol plantado entre acequias.

Jr 17, 8: Será como un árbol plantado junto al agua, arraigado junto a la corriente; cuando llegue el bochorno, no temerá, su follaje seguirá verde, en año de sequía no se asusta, no deja de dar fruto.

Ez 47, 12: A la vera dele río, en sus dos riberas, crecerá toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos, se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.

Serán como tamo impulsado por el viento.

Jb 21, 18: Y son como paja que empuja el viento, como tamo que arrolla el torbellino.

No se sostendrán los malvados en el juicio.

Sal 35, 5: Sean paja ante el viento, que los desbarate el ángel del Señor.

El camino de los malvados se extravía.

Sal 112, 10: El malvado al verlo se irritará, rechinará los dientes hasta consumirse. La ambición del malvado fracasará.

 

Notas exegéticas.

1 Los Sal 1 y 2 son como el prólogo del Salterio, cuya doctrina moral e ideas mesiánicas resumen. El Sal 1, contraponiendo los “dos caminos”, ensalza la Ley, dada a los hombres para su felicidad. Estos dos salmos fueron en algún tiempo considerados uno solo, como se observa en algunos manuscritos griegos de Hch 13, 33 y en ciertas tradiciones judías.

1 2 Esta recitación en voz baja es una meditación que se contrapone al clamor de la oración en la prueba.

1 5 El juicio escatológico, según el texto masorético: un juicio cualquiera de Dios en esta vida, según el griego.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12.16-20.

Hermanos:

Si se anuncia que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Pues si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís estando en vuestros pecados; de modo que incluso los que murieron en Cristo han perecido. Si hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solo en esta vida, somos los más desgraciados de toda la humanidad. Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.

 

Textos paralelos.

Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana.

Rm 8, 11: Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de la muerte habita en vosotros, el que resucitó a Jesucristo de la muerte dará vida a vuestros cuerpos mortales, por el Espíritu suyo que habita en vosotros.

Col 1, 18: Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia. Es el principio, primogénito de los muertos, para ser el primero de todos.

1 Ts 4, 14: Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, lo mismo Dios, por medio de Jesús, llevará a los difuntos a estar consigo.

 

Notas exegéticas.

15 17 Porque lo que elimina al pecado es la vida nueva, participación de la vida de Cristo resucitado.

15 19 Renunciar a los goces del tiempo presente es un engaño, si todo termina con la muerte. No se considera la inmortalidad del alma fuera de la perspectiva de la resurrección de la carne.

 

Comentario Homilética.

-Reflexión sobre la resurrección de Jesús.

-Punto de partida: algunos de la comunidad de corintio no aceptan la resurrección.

-Pensamiento y teología de Pablo: cristológica.

-Fe en la resurrección:

No nace de la filosofía: inmortalidad del alma.

No es un consuelo para personas débiles espiritualmente.

Resurrección de Jesús / inmortalidad del alma.

-Sin resurrección:

No hay salvación.

Cristología y soteriología (estudio de la salvación de Cristo): inseparables.

-Cristo resucitado: primicia de los que han muerto y resucitarán.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 17.20-26.

En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Él, levantado los ojos hacia sus discípulos, les decía:

-Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Esto es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas.

 

Textos paralelos.

 

Mc 3, 7

Mt 4, 24-25

Lc 6, 17

Jesús se retiró con sus discípulos junto al lago.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo seguía una multitud desde Galilea, Judea, Jerusalén, Idumea,

 

 

 

Transjordania

 

y del territorio de Tiro y Sidón. Una multitud, al oír lo que hacía, acudía a él.

 

 

 

Jesús recorría toda la Galilea

 

enseñando en las sinagogas, proclamando la buena noticia del reino y curando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias.

Su fama se difundió por toda Siria, de modo que le traían todos los que padecían diversas enfermedades o sufrían achaques: endemoniados, lunáticos, paralíticos. Él los curó.

 

Lo seguía una gran multitud de Galilea, la Decápolis, Jerusalén, Judea y

 

  






Transjordania.

Bajó con ellos y se detuvo en un llano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había un gran número de discípulos y una gran multitud del pueblo, venidos de toda Judea, de Jerusalén,

 

 

 

 

de la costa de Tiro y Sidón.

Is 65, 13-14: Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo. Al verlo se alegrará vuestro corazón y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos, y su cólera, a sus enemigos.

Dirigiendo la mirada a sus discípulos.

Mt 5, 1: Al ver la multitud, subió al monte. Se sentó y se le acercaron los discípulos.

Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.

Mt 5, 3: Dichosos los pobres de corazón, porque el reinado de Dios les pertenece.

Dichosos los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.

Mt 5, 6: Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque se saciarán.

Dichosos seréis cuando la gente os odie, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como infame por causa del Hijo del hombre.

Mt 5, 5: Dichosos los desposeídos, porque heredarán la tierra.

Y proscriban vuestro nombre como infame por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltar de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de este modo trataron sus antepasados a los profetas.

Mt 5, 11-12: Dichosos vosotros cuando os injurien y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad contentos y alegres, porque vuestro premio en el cielo es abundante. Lo mismo persiguieron a los profetas que os precedieron.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

6 20 (a) El conjunto de las enseñanzas de los vv. 20-49 corresponde al Sermón del monte de Mt 5-7, donde se halla la mayor parte de los elementos de Lc. Pero está situado más tarde en la misión de Jesús (sus actos preceden a sus palabras) y es mucho más corto. Lc debió de suprimir de su fuente los elementos propiamente judíos que no interesaban a sus lectores, como los que se encuentran en Mt 5, 17-18; 6, 1-6.16-18. Lc presenta estos vv. como un discurso dirigido en primer lugar a los discípulos para definir la conducta del perfecto discípulo. Tras las bienaventuranzas y las maldiciones (vv. 20-26), pueden distinguirse invitaciones al amor a los enemigos (vv. 27-35), a la generosidad hacia el prójimo (vv. 36-42), al realismo eficaz del verdadero discípulo (vv. 43-49); a la gracia de la salvación que le anuncian las bienaventuranzas, el que es fiel a Jesús debe responder con un amor generoso y concreto.

6 20 (b) Las bienaventuranzas son fórmulas clásicas en la tradición bíblica y judía para expresar el anu9ncio profético de una alegría futura (Is 30, 18; Dn 12, 12) o la acción de gracias por una alegría presente (Sal 32, 1-2), o bien, en las exhortaciones de los sabios, la promesa de una recompensa (Pr 3, 13; Si 14, 1-2; Sal 1, 1). Los evangelios han transmitido varias bienaventuranzas de Jesús. Unas son felicitaciones por un don ya concedido (Mt 13, 16); las más numerosas son promesas a quienes acogen su mensaje (Mt 11, 6).

El discurso presente empieza con bienaventuranzas tanto en Lc como en Mt. Pero Lc solo trae cuatro, con equivalencias en las nueve de Mt. Las de Lc parecen tener en cuenta situaciones presentes concretas; las de Mt, actitudes que constituyen la justicia. No es imposible que Mt haya acentuado su función de exhortación y Lc su carácter social, siguiendo su interés por los pobres. Las bienaventuranzas de Lc van seguidas de cuatro antítesis que proclaman sistemáticamente la desgracia de los que viven felices. Mt no las menciona, por lo que algunos han pensado que son obra del propio Lc para sustentar la lección que se desprende de las bienaventuranzas. Pero esta hipótesis no parece cierta, pues ya en el AT se encuentran parejas de bienaventuranzas y de maldiciones (Tb 13, 14; Pr 28, 14; Qo 10, 16-27; Is 3, 10-11; Jr 17, 5-8): y la dureza de estas amenazas no se aviene con la suavidad habitual de Lc. La idea general de las bienaventuranzas de Lc es la de prometer la salvación a los que ahora son pobres y viven afligidos. El Reino de Dios aparece como un cambio radical de las situaciones presentes.

6 20 (c) Como indican las otras bienaventuranzas y las maldiciones que vienen a continuación, aquí se trata en un principio de pobres en bienes de este mundo (Mt habla de los pobres de espíritu). Jesús manifiesta con frecuencia su predilección por ellos y Lc les presta una atención particular. Cuando Jesús dirige su mensaje a los pobres tiene también en cuenta a los pequeños y a los humildes, en medio de los cuales él mismo nació. Esta preferencia para con los pobres y pequeños es la señal de la liberalidad soberana de Dios, una invitación a esperar todo de él. Apela también (y Lc es sensible a ello) a la compasión hacia los desgraciados.

6 21 Esta promesa tiene cierto eco escatológico. El AT anunciaba ya la saciedad de los hambrientos (Is 49, 10; Jr 31, 12-25; Ez 34, 29) y a veces se añadía, como aquí, el anuncio de la alegría que seguiría al llanto (Is 25, 6-9).

6 23 A partir de la persecución de Antíoco IV en el 167 a.C. el judaísmo insistió con frecuencia en las persecuciones padecidas por los profetas y en sus martirios. También Jesús suele mencionar el martirio o el asesinato de los profetas.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

20 El versículo comienza lit.: y él en persona levantando… // Las bienaventuranzas en Lc las dice Jesús para sus discípulos. En griego, los pobres es vocativo semítico (artículo + nominativo); si se refiriera a los pobres en general, sean los que sean, el texto caería en la incongruencia de decir: “porque… es vuestro” (=tenéis parte en él). Jesús se dirige a un auditorio concreto y en un “ahora” urgente; el reino de Dios, cuyas categorías son “ahora” tan radicales, cambia “ahora” la categoría de valores de quien lo acepta “ahora” plenamente.

22 DESTIERREN VUESTRO NOMBRE (semitismo): os destierren a vosotros. “Desterrar el nombre de alguno” (suponiendo un ’ppq arameo: M. Black) equivale a: “crear mala fama a alguno”, “hacer circular una mala reputación”. Cf. Mt 5, 11: “Digan toda clase de calumnias contra vosotros”. // POR CAUSA DEL HIJO DEL HOMBRE: por ser sus discípulos.

24-25 Es conocida la inclinación de Lc a señalar la predilección de Jesús por los pobres. A las bienaventuranzas añade “malaventuranzas”, que resuenan también en St 5, 1-5: quejas contra los ricos encerrados en dureza y egoísmo (a pesar del VOSOTROS, parece dirigirse a un auditorio genérico que no está presente; en el v. 27 vuelve la referencia directa a los discípulos, “los que me escucháis”). Desde los ebionitas judeocristianos, que pasaron a la herejía a partir del año 70 d.C., la Iglesia ha conocido en su historia movimientos de “pauperismo” exagerados, como si los bienes terrenos en sí mismos fueran pecaminosos. El cristianismo no considera objetivamente malo poseer y acrecentar los bienes terrenos, ni considera tampoco ninguna forma determinada de organización social y económica; sí pide la referencia absoluta de esos bienes a los valores religiosos, y exige el desapego, al menos de corazón, respecto a los bienes, para que no se conviertan en falsa seguridad fuera de Dios y en fuente de egoísmo. // AHORA Y YA (implícito en el presente griego apékhete: “ya os han dado el recibo”) se refieren a la situación terrena; la contraposición con la situación después de la muerte es clara.

 

Notas exegéticas de la Biblia Didajé.

6, 20-26 Lucas enumera solo cuatro bienaventuranzas pero agrega cuatro “invectivas”, advirtiendo que aquellos que disfrutan de un exceso de placeres terrenos pueden experimentar una alegría fugaz o temporal y encontrar únicamente una vida vacía y sin sentido. San Ambrosio vio en las cuatro bienaventuranzas de Lucas las virtudes cardinales de la templanza, la justicia, la prudencia y la fortaleza. Este contacto con Cristo para garantizar una curación milagrosa se continúa en la recepción de los sacramentos. Cat. 2444, 2546-2547.

 

Notas exegéticas de la Biblia del Peregrino.

6, 20-49 El discurso se divide en tres partes: las bienaventuranzas y malaventuranzas (20-26), el precepto del amor (27-38), parábolas y comparaciones (39-49). Jesús une bienaventuranzas y malaventuranzas en un díptico esencial de dicha y desdicha, bien y mal del hombre. Revelación escatológica que se abre paso por la paradoja (no fruto de un árbol vedad). Anuncio que confronta y divide a la humanidad, que introduce y difunde el reinado de Dios en la historia humana.

6, 23 o: porque Dios os recompensará con abundancia.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

2444 “El amor de la Iglesia por los pobres (…) pertenece a su constante tradición” (Juan Pablo II, Solicitudo rei socialis, 47). Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús, y en su atención a los pobres. El amor a los pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de hacer partícipe al que se halle en necesidad. No abarca solo la pobreza material, sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa (cf. Juan Pablo II, Centesimus annus, 57).

2445 El amor a los pobres es incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta.

2546 “Bienaventurados los pobres en el espíritu” (Mt 5, 3). Las bienaventuranzas revelan un orden de felicidad y de gracia, de belleza y de paz. Jesús celebra la alegría de los pobres, a quienes pertenece ya el Reino: “El Verbo llama “pobreza en el Espíritu” a la humildad voluntaria de un espíritu humano y su renuncia; el apóstol nos da como ejemplo la pobreza de Dios cuando dice: “Se hizo pobre por nosotros” (S. Gregorio de Nisa).

2547 El Señor se lamenta de los ricos porque encuentran su consuelo en la abundancia de bienes. “El orgulloso busca el poder terreno, mientras el pobre en espíritu busca el Reino de los cielos” (S. Agustín). El abandono en la providencia del Padre del cielo libera la inquietud por el mañana. La confianza en Dios dispone a la bienaventuranza de los pobres: ellos verán a Dios.

 

Notas exegéticas Biblia del Peregrino

4, 16-30 Jesús se ajusta al ritual y lee la perícopa señalada: Is 61, 1-2 según la versión griega, con un verso sustituido por 58, 6 y con el verso final suprimido. Jesús no lee sin más un texto casual de la Escritura. A la enseñanza polémica de Jesús, citando a Elías y Eliseo como taumaturgos al servicio de los paganos (1 Re17, 1-7; 2 Re 5, 1-27) responde ya la indignación de los paisanos. Si Jesús no acredita su pretensión con un milagro, es usurpador del título mesiánico y merece la muerte.


Comentarios de los Santos Padres.

Considera atentamente todas las cosas: cómo Él sube con los apóstoles y desciende hacia la muchedumbre. ¿Cómo verá a Cristo la muchedumbre si no se humilla? Esta no le sigue hacia las alturas, no se eleva hacia lo sublime. Donde descendió encontró enfermos, pues los enfermos no pueden estar en las alturas. También san Mateo nos dice que los enfermos eran curados al bajar del monte; así cada uno era curado de tal forma, que, aumentando sus fuerzas poco a  poco, pudiese subir la montaña. Por lo mismo, Él sana al bajar, es decir, aparta de la indiferencia y quita la desgracia de la ceguera. Desciende hacia nuestras heridas a fin de hacernos, por su intimidad y su trato, partícipes de su naturaleza celestial.

Ambrosio, Exposición sobre el Ev. de Lucas, 5, 46. III, pg. 162.

Dos caminos hay, el de la vida y el de la muerte; pero grande es la diferencia entre los dos caminos. El camino de la vida es este: En primer lugar, amarás a Dios, que te ha creado; en segundo lugar, a tu prójimo como a ti mismo, y todo cuanto no desees que se haga contigo, tú tampoco se lo hagas a otro.

Didaché, 1, 1-5. III, pg. 163-164.

Ahora diremos cómo san Lucas ha sintetizado en cuatro las ocho bienaventuranzas. Sabemos que existen cuatro virtudes cardinales: templanza, justicia, prudencia y fortaleza. El que es pobre de espíritu no tiene avidez. El que llora no se enorgullece sino que es manso y sosegado; el que llora se humilla. El que es justo no niega lo que sabe que es dado a todos por el uso común. El que tiene compasión da de lo suyo; el que da de lo suyo no busca lo ajeno ni engaña a su prójimo. Existe, pues, una unión y enlazamiento entre las virtudes, de tal forma que el que posee una parece que tiene muchas; los santos tienen su virtud propia, mas la que es mayor recibe una recompensa más grande… Luego la templanza implica la pureza de corazón y del alma; la justicia, la misericordia; la prudencia, la paz; la fortaleza, la mansedumbre.

Ambrosio, Exposición sobre el Ev. de Lucas, 5, 62-63.68. III, pg. 165.

El cristiano que, por su buen comportamiento y por el don del Espíritu, ha avanzado hasta la medida de la edad del conocimiento, una vez que ha recibido la gracia, tiene por gloria, felicidad y gozo mayor que todos los placeres el ser odiado a causa de Cristo, ser perseguido, padecer toda clase de ultrajes e infamias a causa de su fe en Dios. Y como él tiene u9na esperanza total en la resurrección y los bienes verdaderos, toda injuria, los azotes, las persecuciones y los demás padecimientos, hasta la cruz, todo se le convierte en felicidad, descanso y prenda de los tesoros celestiales.

Gregorio de Nisa. Enseñanza sobre la vida cristiana, 97-98. III, pg. 166.

 

San Agustín

Bienaventurados los mansos: imitad a aquel que dijo: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Bienaventurados los que lloran: imitad a quien lloró sobre Jerusalén. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: imitad a aquel que dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado. Bienaventurados los misericordiosos: imitad al que socorrió al herido por los ladrones y yacía en el camino medio muerto y sin esperanzas. Bienaventurados los limpios de corazón: imitad a aquel que no cometió pecado y en cuya boca no se halló dolo. Bienaventurados los pacíficos: imitad a aquel que dijo en favor de sus perseguidores: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: imitad a aquel que padeció por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. Quienes imitan estas virtudes, siguen en ellas al cordero. Pero también los casados pueden caminar por estas huellas, y, aunque no calquen con la misma exactitud sus pisadas, van caminando, sin embargo, por los mismos senderos.

La santa virginidad, 28, 28. II, pgs. 817-818.

 

San Juan de Ávila

Si el Señor no bajara del monte a la llanura, “a saber: bajo desde la altura de su majestad para sanar nuestra humanidad” (trad. editor), ¿qué fuer de nosotros? En nuestras enfermedades nos quedáramos.

Sermón a los santos Fabian y Sebastián. II, pg. 997.

Los judíos amaban tierra, los romanos honra, los gentiles razones. Entra Jesucristo. Entró Sansón en el templo y abrazó la columna de él y dio con todo en el suelo, y mató a los que de dentro estaban. Vino Jesucristo, abrazóse con estas columnas del mundo y dio con ellas en el suelo, derribólas, mató, como Sansón, a los dos pueblos, judaico y gentil. Mete su santo Evangelio y da con todo en el suelo. ¡Qué cosa fuera ver decir a Cristo: Beati pauperes spiritu! (Mt 5, 3; Lc 6, 20). Veis derribada la honra, la riqueza. ¿Qué cosa es esta palabra para el que se va por riquezas, que anda buscando y revolviendo el mundo por ellas? ¡Bienaventurado el que no se arrima en sí mesmo ni halla adarme de riquezas en sí mesmo, ni en sus fuerzas, ni en su poder!

Miércoles de la semana 4 de Cuaresma. III, pg. 187.

107, 701, 56, 360, 364

Campo hay donde la gente común oye al Señor (cf. Lc 6, 17), y monte donde los más fuertes suben a le oír (cf. Mt 5, 1).

A un señor de título. IV, 107.

Deje a los vanos seguir sus vanidades, que ellos y ellas perecerán; pásese a la región de la verdad, que ha de durar para siempre. Y acuérdese que, cuando el Juez soberano se sentare en su silla y juzgare según la verdad, aprobará por mejor el lloro que la risa y la penitencia más que el regalo, y las temporales necesidades con paciencia llevadas que las consolaciones que tienen los ricos, a los cuales dijo: Vae vobis! (Lc 6, 24). Y entonces se holgará uno de no haber tenido muchos a su cargo de quien le sea pedida cuenta, porque verá que tiene harto que hacer en darla de sí; y, en fin, parecerá más cuerdo quien emplea su vida y cuidado en purificar su ánima y ser amador de Dios que el que descuidó de esto y puso su cuidado en otras cosas que se le antojaron.

A un sacerdote que estaba alegre por las mercedes que el Señor le hacía. IV, pg. 56.

Allá veréis cómo no fuisteis engañada en el trueque que habéis hecho; mas viendo llamar de locos y malaventurados a los que pusieron aquí su corazón (cf. Rm 1, 22; Lc 6, 24-26) y, embaucados con esto presente, olvidaron lo que Dios prometió, daréis alabanzas a nuestro Señor, que, yendo vos engañada, os desengañó; y mirando a la tierra, os alzó los ojos al cielo; y siendo esclava de la vanidad, os hizo hija de Él; y viviendo sin la esperanza de las promesas divinas, os ha puesto en camino para que podáis esperar que Él os ayudará a bien vivir y después a bien morir.

A una persona devota. IV, pg. 360.

Allí veréis cómo no fuisteis engañada en el trueque que habéis hecho; mas viendo llamar de locos y malaventurados (cf. Rm 1, 22; Lc 6, 24-26) a los que pusieron aquí su corazón y, embaucados en esto presente, se olvidaron de lo que Dios promete, daréis gracias a nuestro Señor, que siendo vos engañada, os desengañó; y mirando a la tierra, os alzó los ojos al cielo; y siendo esclava de la vanidad, os hizo hija de él; y viviendo sin la esperanza de las promesas divinas, os ha puesto en camino, para que podáis esperar que os ayudará Él a bien vivir y después a bien morir.

A una religiosa. IV, pg. 364.

 

San Oscar Romero.

Este es el prestigio de la Iglesia: sentir que los pobres la sienten como suya, sentir que la Iglesia vive una dimensión en la tierra llamando a todos, también a los ricos, a convertirse y salvarse desde el mundo de los pobres, porque ellos son únicamente los bienaventurados...17 febrero 1980.

 

Comentario Homilética.

-Contexto:

Trazado narrativo de Marcos.

Vocación de los discípulos.

Curaciones y disputas de Jesús.

Elección de los Doce en el monte (Lc 6, 12-16).

Marcha aun paraje llano.

Bienaventuranzas y malaventuranzas.

Sermón del Llano: amor a los enemigos.

-Versión lucana del Sermón del Monte de Mateo:

Más breve y menos orgánico.

4 bienaventuranzas y 4 malaventuranzas / 8 bienaventuranzas.

-Estructura:

V. 17a: presentación de la situación.

Vv. 17b-19: sumario de la actividad de Jesús (no recogido por el evangelio dominical).

Vv. 20-26:

Vv. 20b-23: 4 bienaventuranzas.

Vv. 24-26: 4 malaventuranzas (“ayes”).

 

MISA DE NIÑOS. VII DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.

Monición de entrada.

Buenos días:

En la misa aprendemos muchas cosas.

Y una de esas es que tenemos que perdonar.

Así lo decimos en el Padrenuestro, cuando decimos:

Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

Por eso si no estamos dispuestos a perdonar no somos amigos de Jesús.

 

Señor, ten piedad.

Tú que nos amas primero.  Señor, ten piedad.

Tú que nos amas gratis. Cristo, ten piedad.

Tú que nos amas siempre. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.

-Por el Papa Francisco, para que siga enseñándonos a perdonar. Te lo pedimos Señor.

-Por la familia de Jesús, que somos la Iglesia, para que siempre nos perdonemos. Te lo pedimos Señor.

-Por las personas no quieren a los demás e insultan a los que tienen otro color de piel o han venido de otros países, para que conozcan a Jesús y cambien. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que no saben perdonar porque de pequeños no fueron queridos por sus padres, para que tengan personas que los perdonen y enseñan a perdonar. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros, para que en la misa, la catequesis y la clase de religión aprendamos a perdonar. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.

Virgen María. Gracias por porque enseñaste a Jesús a perdonar y a querer a las personas, queriéndole mucho.

 

 

ORACIÓN PARA EL CENTRE JUNIORS MONTAVERNER-SANT JERONI ALFARRASÍ. JUNIORS M.D. DOMINGO VI T.O.

EXPERIENCIA.

Comienza realizando la señal de la cruz y pidiendo a Jesús te envíe el Espíritu Santo para que puedas escuchar, pensar y rezar, orar.

Escucha las voces y tu alrededor.

Piensa en las personas que viven en tu calle, en tus vecinos, en la infinidad de gestos de amor quien hacia sus familiares, hacia ti.

Piensa en las personas de tu entorno cercano que admiras y los motivos por los que son un modelo que imitar.

Entra en este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=r6qg2EKj9cg

Permanece en silencio un tiempo, buscando la imagen o la frase que más ha tocado tu corazón.

 

REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee :

X Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 17.20-26.

En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Él, levantado los ojos hacia sus discípulos, les decía:

-Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Esto es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas.

 

¿QUÉ DICE? después de escoger a los Doce apóstoles Jesús desciende y en un llano dirige las bienaventuranzas y malaventuranzas. En el trasfondo se halla la realidad de los dos caminos que tiene el ser humano ante sí: confiar en Dios o en sí mismo, servir a Dios o servirse de Dios, la cruz o el trono. Ante Jesús hay que tomar opción, no se puede permanecer en tierra de nadie, sino hay que decidirse por cruzar una de las dos fronteras: la del Reino de Dios o la del reino de este mundo. El primero nos conduce a desposeernos de nosotros mismos y optar por los excluidos, siguiendo el ejemplo de Jesús que fue pobre, tuvo hambre, lloró y fue odiado, insultado y proscrito. El segundo nos conduce a vivir muy bien, pero lejos de Él.

¿QUÉ TE DICE?  Lee y relee las veces que necesites. Aterriza el texto a tu vida. ¿Qué significa vivir desde las bienaventuranzas? ¿En qué se concreta? ¿A qué ideas y planteamientos vitales tienes que renunciar? ¿De qué tienes que prescindir? ¿Llenando el corazón de las bienaventuranzas qué te sobra? ¿A qué te aferras? Mantén un diálogo con Jesús, pidiéndole te ayude, reconociendo tu pobreza para edificar la vida que él desea construir en ti, desbordando con silencios y palabras tu corazón.

 

COMPROMISO.

Este domingo es la Campaña del Hambre, una oportunidad para ayunar el viernes y para compartir entregando un donativo a Manos Unidas. ¿Cuánto dinero estás dispuesto a entregar a las personas necesitadas a través de Cáritas, Manos Unidas,… que te duela al tener que renunciar a comprar algún producto no necesario?

 

CELEBRACIÓN.

Entra y escucha esta canción del cantante católico español Migueli, acompañado por Ismael Serrano.

https://www.youtube.com/watch?v=7hNl_Fk2SH4

No decir bien sí o no,

no conseguir lo que espero;

será que otros a mi hambre

le llamen lo que no quiero,

será ser de otro color,

será no estar en lo cierto,

será no sentir pasión

en las fiestas de los pueblos.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?

 

Será no sentir calor,

no tener amigos cerca,

que te exploten sin problemas,

que la frialdad te endurezca;

tal vez, a tu alrededor,

un cerco de indiferencia

y fronteras de rechazo,

de incomprensión, de impaciencia.

 

No mirarte al corazón,

que no valoren tus hechos,

que el dolor te obligue a huir

y a morir en el Estrecho,

que sufras y te culpemos,

de miserias en extremo,

guerras, hambre, dictadores

y no nos solidaricemos.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?

 

Sí, mi hermano, tú, extranjero,

tú que nunca lo sentiste,

tú que te crees muy dueño

y a compartir te resistes

como si el canto y los aires

de la tierra fueran nuestros,

como si el río y los valles

no tuvieran ya su Dueño.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?

 

Con el rezo del Padrenuestro y la señal de la cruz.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

San Juan de la Cruz. Obras completas. Sígueme. Salamanca. 1992.

Homilética. Sal Terrae.  

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA

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