martes, 6 de octubre de 2020

Domingo XXVIII Tiempo Ordinario. 11 de octubre de 2020.

 


Primera lectura.

Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a. 

Preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo – lo ha dicho el Señor –. Aquel día se dirá:

-Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperábamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor.

 

Textos paralelos.

 Preparará Yahvé Sebaot para todos los pueblos.

Mt 8, 11: Os digo que muchos vendrán de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios.

Un convite de manjares enjundiosos.

Jn 6, 51: Yo soy el pan vivo que baja del cielo. Quien coma de este pan vivirá siempre. El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne.

Jn 6, 54: Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Acabará para siempre con la Muerte.

Os 13, 14: ¿Los libraré del poder del Abismo / los rescataré de la Muerte?

Enjugará el Señor Yahvé.

Ap 21, 4: Les enjugará las lágrimas de los ojos. Ya no habrá muerte ni pena ni llanto ni dolor. Todo lo antiguo ha pasado.

1 Cor 15, 26: El último enemigo en ser destruido es la muerte.

Ap 7 17: Pues le han declarado: Tú eres sacerdote perpetuo en la línea de Melquisedec.

En toda la superficie del país.

Is 35, 10: Y volverán a Sión con cánticos: / en cabeza, alegría perpetua, / siguiéndolos, gozo y alegría; / pena y aflicción se alejarán.

 

Notas exegéticas.

25 6 Volviendo sobre los conceptos universalistas ya difundidos entre los profetas anteriores Is 2, 2-3, Za 8, 20, etc., y ampliándolos, el autor describe la afluencia de los pueblos a Jerusalén como a un inmenso banquete. A partir de este texto la idea de un banquete mesiánico se hizo corriente en el Judaísmo y vuelve a encontrarse en el NT: Mt 22, 2-10.

25 7 Este velo que oculta los rostros, ver 1 R 19 13, puede impedir la visión y la comprensión o con más frecuencia es señal de duelo. El término apocalipsis significa precisamente desvelamiento y es empleado a propósito de las naciones en el Cántico de Simeón (Lc 2, 32).

 

Comentario.

-Este texto pertenece al “Apocalipsis de Isaías” (24-27).

-Textos tardíos postexílicos (s. V o IV a.C.), cuyo estilo y mensaje no tiene nada que ver con el profeta Isaías (s. VIII a.C.).

-Imagen de un gran banquete:

Describir el futuro en el que Dios aniquilaría la muerte y aportaría la salvación anhelada a todos los pueblos.

Todas las naciones participan de ese gran banquete.

Salmo responsorial

Sal 23 (22)

 

R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

 

El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

 

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.

 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.

 

Textos paralelos.

 Yahvé es mi pastor.

Ez 34, 1: Me dirigió la palabra el Señor: “Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza diciéndoles: ¡Pastores! Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas los que tienen que apacentar los pastores?

En verdes pastos me hace reposar.

Jn 10, 9: Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar pastos.

Me conduce a fuentes tranquilas.

Jn 4, 1: Los fariseos se enteraron de que Jesús ganaba más discípulos y bautizaba más que Juan.

Allí reparo mis fuerzas.

Is 40, 31: Pero los que esperan en el Señor / renuevan sus fuerzas, / echan alas como las águilas, / corren sin cansarse, / marchan sin fatigarse.

Me guía por cañadas oscuras.

Jr 31, 25: Regaré gargantas sedientas, / colmaré a los muertos de hambre.

Pr 4, 11: Te instruyo sobre el camino de la sensatez, / te encamino por la senda recta.

Sal 116, 1: ¡Yo amo! , porque el Señor escucha / mi voz suplicante.

Aunque fuese por valle tenebroso.

Is 50, 10: ¿Quién de vosotros respeta al Señor / y obedece a su siervo? / Aunque camine en tinieblas, / sin rayo de luz, / que confíe en el Señor / y se apoye en su Dios.

Jb 10, 21-22: Antes de partir, para no volver / al país de tinieblas y sombras, / a la tierra lóbrega y opaca, / de confusión y negrura, / donde la misma claridad es sombra.

Preparas ante mí una mesa.

Ex 16, 1: Toda la comunidad de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes después de salir de Egipto.

Sal 22, 27: Comerán los desvalidos hasta saciarse / y alabarán al Señor los que lo buscan: / ¡No perdáis nunca el ánimo!

Bondad y amor me acompañan.

Sal 16, 6: Me ha tocado una parcela apacible, / es espléndida mi heredad.

Sal 63, 6: Como de enjundia y de manteca / se saciará mi garganta, / y con labios jubilosos / te alabará mi boca.

Habitaré en la casa de Yahvé.

Sal 27, 4: Una cosa pido al Señor, / es lo que busco: / habitar en la casa del Señor / todos los días de mi vida; / contemplando la belleza del Señor, / observando su templo.

 

Notas exegéticas.

23 La solicitud divina por los justos, descrita bajo la doble imagen del pastor u del huésped que ofrece el lenguaje mesiánico. Este salmo se aplica tradicionalmente a la vida sacramental especialmente al Bautismo y a la Eucaristía.

23 4 “pues tú vienes” adicción probable para armonizar con 1 S 22 23 y subrayar así la alusión al gesto davídico. El texto primitivo sería: “Cerca de mí, tu vara, tucayado están ahí”.

25 5 Conforme a la costumbre de la hospitalidad oriental.

23 6 “y habitaré” versiones: “volveré a”, hebreo (simple corrección vocálica).

 

Segunda lectura.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14.19-20

Hermanos:

Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

Textos paralelos.

 A la saciedad y al hambre.

2 Co 12, 9-10: Y me contestó: te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad. Así que muy a gusto presumiré de mis debilidades, para que se aloje en mí el poder de Cristo. Porque estoy contento con las debilidades, insolencias, necesidades, persecuciones y angustias por Cristo. Pues cuando soy débil, entonces son fuerte.

Col 1, 29: Para ello trabajo y peleo, con la energía suya que actúa eficazmente en mí.

Mi Dios proveerá.

2 Co 2, 15: En efecto, somos el aroma de Cristo ofrecido a Dios, para los que se salvan y para los que se pierden.

Al Dios y Padre nuestro, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Rm 16, 27: A Dios, el único sabio, por medio de Jesucristo, sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

Notas exegéticas.

4 12 Lit. “he sido iniciado”. Término propio de los cultos mistéricos (vb. myéo), cuyo sentido aquí es sencillo: he aprendido una cosa que todos no saben.

4 13 Var.: “en Cristo”.

4 19 Var. (Vulgata): “provea”.

 

Comentario.

- Concluimos este domingo la lectura de los textos de la carta a los filipenses.

- Contexto:

Pablo está agradecido a los filipenses. De ellos ha recibido presentes que le han aliviado en las precarias condiciones que ha tenido que vivir. Si bien, se muestra más interesado en el amor que reflejan que en el bien material que le pueden hacer.

- Se siente profundamente libre en relación con los bienes materiales.

- Su libertad no es un ejercicio de puro ascetismo, sino que tiene su fundamento consistente en Cristo.

- Su presencia le permite dar el justo valor a sus necesidades.

- La comunión de bienes:

Tema recurrente.

Seña de identidad de la comunidad cristiana.

-          Actitudes clave de lectura:

Libertad de los bienes materiales.

Agradecimiento por la comunión de estos, espacio para construir la comunidad.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

-El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidaos: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envío sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis llamadlos a la boda·. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.

 

Los dichos de Jesús.

Q 16 Un hombre preparó una [gran] cena [e invitó a muchos].

Q 17 Y envió a su siervo [a la hora de la cena] para decir a los invitados: Venid, porque ya está preparada.

Q 18 “Uno se excusó a causa de su” campo.

¿Q 19? “Otro se excusó a causa de sus negocios”.

¿Q 20? ..

Q 21 “Y el siervo <regresó y dijo> a su siervo:

Q 23 Sal a los caminos y llama a los que encuentras, para que se llene mi casa.

 

Textos paralelos.

// Lc 14, 16-24:

Mateo

Lucas

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

-El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo;

mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidaos: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.

Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.

 

 

El rey montó en cólera, envío sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

 

Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis llamadlos a la boda·. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.

 

 

 

Un hombre daba un gran banquete, al que invitó a muchos.

Hacia la hora del banquete despachó a su criado a avisar a los invitados: Venid que ya está preparado. Uno tras otro se fueron excusando todos.

 

 

 

El primero dijo: He comprado un terreno y tengo que ir a examinarlo; por favor, acepta mis excusas. El segundo dijo: He comprado una yunta y voy a probarlos; por favor acepta mis excusas. El tercero dijo: Me acabo de casar y no puedo ir. El criado volvió a informar al amo.

El amo de casa, irritado, dijo al criado: Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, lisiados, ciegos y cojos. El criado le dijo: Señor, se ha hecho lo que me ordenabas y todavía sobra sitio.

El amo dijo al criado: Sal a los caminos y veredas y oblígalos a entrar hasta que se llene la casa. Pues os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi banquete.

 

Tomó Jesús de nuevo la palabra y les habló en parábolas.

Mt 8, 11: Os digo que muchos vendrán de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios.

Pr 9, 1-6: La sensatez se ha edificado una casa, / ha labrado siete columnas, / ha matado las reses, mezclado el vino / y puesto la mesa, / ha despachado a sus criadas a pregonarlo / en los puntos que dominan la ciudad. / “El que sea inexperto, venga acá; / al falto de juicio le quiero hablar. / Venid a comer de mis manjares / y a beber el vino que he mezclado; / dejad la inexperiencia y viviréis, / seguid derechos el camino de la prudencia.

Semejante a un rey.

Is 25, 6-10: El Señor de los ejércitos / ofrece a todos los pueblos, / en este monte, / un festín de majares suculentos, / un festín de vinos de solera, / manjares enjundiosos, / vinos generosos. / Arrancará en este monte / el velo que cubre a todos los pueblos, / el paño que tapa a todas las naciones; / y aniquilará la muerte para siempre. / El Señor enjugará las lágrimas / de todos los rostros / y alejará de la tierra entera / el oprobio de su pueblo / – lo ha dicho el Señor –.

Envió a sus siervos a llamar a los invitados.

Mt 21, 34: Cuando llegó la vendimia, despachó a sus criados a recoger de los agricultores el fruto que le correspondía.

Los escarnecieron y los mataron.

Mt 21 35: Ellos agarraron a los siervos: a uno lo desollaron, a otro lo mataron, al tercero lo apedrearon.

El rey enojado.

2 S 11, 1: Al día siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel a devastar la región de los amonitas y sitiar Rabá.

2 S 12, 26: Mientras, Joab había atacado a la capital de los amonitas y se había apoderado de ella.

Dio muerte a aquellos homicidas.

Is 64, 10: Nuestro templo, nuestro orgullo, / donde te alabaron nuestros padres, / ha sido pasto del fuego, / y lo que más queríamos / está reducido a escombros.

Ap 17, 16: Los diez cuernos que viste y la fiera aborrecerán a la prostituta, la dejarán arrasada y desnuda, se comerán su carne y la quemarán.

Invitad a la boda a los que encontréis.

Ap 19, 7: Hagámosle fiesta alegre dándole gloria, porque ha llegado la boda del Cordero y su novia está preparada.

Reunieron a todos los que encontraron.

Mt 13, 38: El campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los súbditos del maligno.

Mt 13, 47: El reinado de Dios se parece a una red echada al mar, que atrapa peces de toda especie.

Le dijo: Amigo.

Ap 19, 8: La han vestido de lino puro resplandeciente (el lino son las obras buenas de los santos).

Él se quedó callado.

Sb 4, 19: Se convertirán en cadáver sin hora, / baldón entre los muertos para siempre; / pues los derribará cabezas abajo, sin dejarles hablar, / los zarandeará desde los cimientos, y los arrasará hasta lo último; / vivirán en dolor y su recuerdo perecerá.

Sb 17, 2: Pensaban los malvados que controlaban la nación santa, / mientras yacían ellos prisioneros de las tinieblas, / en el calabozo de una larga noche, recluidos bajo sus techos, / prófugos de la entera providencia.

Sb 8, 12: Si callo, estarán a la expectativa; si tomo la palabra, prestarán atención; y si me alargo hablando, se llevarán la mano a la boca.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

22 Parábola entreverada de rasgos alegóricos, como la precedente, ,y que entraña la misma lección: el rey es Dios, el banquete de bodas es la felicidad mesiánica, ya que el hijo del rey es el Mesías; los enviados son los profetas y los apóstoles; los invitados que hacen caso omiso de ellos o los ultrajan son los judíos; los que son llamados de los caminos son los pecadores y los gentiles; el incendio de la ciudad es la ruina de Jerusalén. A partir del v. 11 cambia la escena y se trata del Juicio final. Parece que Mt ha combinado dos parábolas, una análoga a la de Lc 14, 16-24, la otra aquella cuya conclusión se encuentra en vv. 11s: el hombre que responde a la invitación ha de llevar vestido de bodas; las obras de justicia deben acompañar la fe.

22 10 Estas palabras pueden aludir al hecho de que en el Reino antes del juicio final se encuentran mezclados malos y buenos, o más probablemente a la gracia de Dios, que invita al disfrute del Reino a todos los hombres, sobre todo a los pecadores.

22 14 Esta sentencia parece corresponder a la primera parte de la parábola más bien que a la segunda. No se trata de los elegidos en general, sino de los judíos, los primeros invitados. La parábola no dice, pero tampoco excluye, que algunos “pocos” de entre ellos hayan respondido y hayan sido elegidos.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

22 1-2 UN REY: lit. un hombre rey. // DIO UN BANQUETE…: lit. hizo bodas (así en toda la parábola, con el significado secundario de “banquete de boda”) para el hijo de él (en honor de su hijo).

4 Esos OTROS ESCLAVOS tenían el encargo de llamar definitivamente, o por última vez, A LOS anteriormente CONVIDADOS.

7 SU EJÉRCITO: lit. sus ejércitos (plural de generalización).

10 TODOS LOS QUE ENCONTRARON, MALOS Y BUENOS: comenta san Agustín: “Así está ahora la Iglesia, llena de buenos y malos […]. Esa muchedumbre la oprime a veces y está a punto de hacerla naufragar. La muchedumbre de los que viven mal turba a los que viven bien, y los perturba hasta el punto de que el que vive bien piensa, cuando ve a los otros vivir mal, que está haciendo el tonto; sobre todo porque, según los valores de este mundo, hay muchos malos felices, hay muchos buenos infelices”.

11-12 ¿Pertenecieron estos vs. a otra parábola, originariamente separada de la anterior? // UNO: lit. un hombre. El TRAJE DE BODA no tiene porque entenderse como vestido especial; simplemente es la ropa limpia, la que se pone un invitado que quiere hacer honor a su anfitrión. Alegóricamente simboliza “lasa buenas obras” (Ap 19, 8): no basta ser invitado, es preciso convertirse y producir los frutos de esta conversión.

12 SIN TRAJE: lit. no teniendo traje.

13 DESPUÉS DE ATARLO [DE] PIES Y MANOS, ECHADLO…: lit. habiendo atado de él pies y manos echad a él…

14 Forma semitizante de comparativo: son más los invitados que los realmente participantes en el banquete. Es la enseñanza de la parábola: los primeros invitados a entrar en el reino de Dios – los judíos – se han quedado fuera, al no aceptar la invitación. Este sería el sentido directo, si el v. 14 iba después del 10 originariamente; tal como está colocado, su alcance se extiende a toda la humanidad invitada por Dios a su “fiesta de familia”. Las formas verbales griegas están en la voz pasiva “teológica”: “Dios invita a muchos” (e. d., a todos: cf. v. 10 y Mc 10, 45), pero elige a pocos (a un número menor que el de los invitados).

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

22, 1-14 La imagen del banquete de bodas evoca la alegría escatológica. Cristo, el Hijo, es el esposo prometido a su Iglesia. A veces se describe el reino de los cielos como el banquete de bodas del Cordero (cf. Ap 19, 9). El invitado que no llevba un traje adecuado representa probablemente a aquellos que, aun estando entre los invitados, no se han preparado adecuadamente en vida, con un “sí” total a la vocación a la santidad y, por lo tanto, no pueden participar en el banquete de bodas. Catecismo de la Iglesia Católica 546.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

 

San Jerónimo.

1-3. Jesús les habló otra vez en parábolas. Los fariseos, comprendieron que estas parábolas se referían a ellos, buscaban detenerlo y matarlo. El Señor conocía su designio, sin embargo acusa a los que están enfurecidos contra él y no se deja dominar por el temor a oponerse a los pecadores. Este rey que celebró las bodas de su hijo es Dios omnipotente. Celebró las bodas de nuestro Señor Jesucristo y de la Iglesia, donde son congregados tanto los judíos como los gentiles; envió a su servidor para llamar a los invitados a las bodas: sin duda se trata de Moisés por quien dio la Ley a los invitados. Si leyéramos “servidores”, como traen la mayoría de los manuscritos, se referiría a los profetas, ante cuya invitación se negaron a venir los invitados.

4. De nuevo envió a otros servidores. En estos servidores que fueron enviados en segundo lugar es mejor ver a los profetas que a los apóstoles, siempre que más arriba esté escrito “su servidor”. En cambio, si leemos “servidores”, por estos servidores enviados en segundo lugar debemos entender los apóstoles. El banquete preparado, los terneros y los mejores animales que han sido muertos describen, mediante una metáfora, las riquezas del rey, para que a través de imágenes carnales entendamos las cosas espirituales, o bien se puede percibir en ellos la grandeza de los dogmas y una doctrina totalmente imbuida de la Ley de Dios.

5.6. Y se fueron, uno a su granja. Entre los que no reciben la verdad del Evangelio hay muchas diferencias. Los que se negaron a venir porque estaban ocuapdos en otras cosas son menos culpables que aquellos que, despreciando los sentimientos del que los invitaba, respondieron con crueldad a su amabilidad y deteniendo a los servidores del rey los mataron y les dieron muerte. En esta parábola no se habla de la muerte del esposo, se muestra el desprecio de las bodas por la muerte de los servidores.

7. Y envió a sus tropas. Por sus tropas entendamos sus ángeles vengadores de los que está escrito en los salmos: Dirigió contra ellos los ángeles de su ira, o bien los romanos, bajo la conducción de Vespasiano y Tito, que mataron al pueblo judío e incendiaron la ciudad pecadora [año 70 d.C.].

8.9. Salid a los cruces de los caminos. El pueblo de los gentiles no estaba en los caminos sino en los cruces de los caminos. Uno se pregunta cómo, en aquellos que estaban afuera, entre los malos, se han encontrado algunos buenos. El Apóstol  trtata este punto con más detalle en la carta a los Romanos: los gentiles que hacen naturalmente lo que está contenido en la Ley condenan a los judíos que no cumplen la Ley escrita (Rm 2, 14). Entre los mismos paganos hay diversidad infinita, sabemos que algunos están inclinados al vicio y corren precipitadamente hacia el mal, otros practican la virtud por la honestidad de sus costumbres.

11.12. El rey entró. Los vestidos de fiesta son los preceptos del Señor y las obras cumplidas según la Ley y el Evangelio que son las vestiduras del hombre nuevo.

Amigo, ¿cómo has entrado aquí? Lo llama amigo porque ha sido invitado a las bodas, le reprocha su desvergüenza por haber manchado la pureza de las bodas con la sordidez de su vestido.

14. Porque muchos son llamados pero pocos son elegidos. Una breve sentencia resume todas las parábolas porque tanto en los obreros de la viña como en la edificación de la casa y en el banquete de bodas lo que se busca no es el principio sino el fin.

 

San Agustín.

¿Qué cosa es el vestido nupcial? Sin duda alguna, se trata de algo que no tienen en común los buenos y los malos. Hallando esto, habremos hallado el vestido nupcial. Entre los dones de Dios, ¿cuál no tienen en común los buenos y los malos? El ser hombres y no bestias es un don de Dios, pero lo poseen tanto buenos como malos. El que nos llegue la luz del cielo, en el que las nubes descarguen la lluvia, las fuentes manen, los campos den fruto, es don de Dios, pero común a buenos y malos. Entremos en la boda; dejemos de lado a quienes no vinieron a pesar de haber sido llamados. Centrémonos en los comensales, es decir, en los cristianos. Don de Dios es el bautismo; lo tienen buenos y malos. El sacramento del altar lo reciben tanto buenos como malos. Profetizó el inicuo Saúl, enemigo de aquel varón santo y justísimo; profetizó mientras lo perseguían (1 Re 19). ¿Acaso se afirma que solo los buenos creen? también los demonios creen, pero tiemblan (St 2, 19). ¿Qué he de hacer? He tocado todo y aún no he llegado al vestido nupcial. […] ¿Por qué nos tienes en vilo, ¡oh Apóstol!? Quizá es la profecía el don de Dios que no tienen en común los buenos y los malos. Si no tengo caridad – dijo – de nada me sirve (1 Co 13, 1-3).

He aquí el vestido nupcial; vestíos con él. ¡Oh comensales!, para estar sentados con tranquilidad. No digáis: “Somos pobres para llevar ese vestido”. Vestid y seréis vestidos. Es invierno, vestid a los desnudos. Cristo está desnudo y a quienes no tienen el vestido nupcial él se lo dará. Corred a él, pedídselo. Sabe santificar a sus fieles, sabe vestir a los desnudos. Para que teniendo el vestido nupcial, no quepa el miedo a las tinieblas exteriores, a ser atado de miembros, manos y pies, nunca os falten las obras. Si faltan, cuando tenga atadas las manos, ¿qué ha de hacer? ¿A dónde ha de huir con los pies atados? Tened este vestido nupcial, ponéoslo y sentaos tranquilos, cuando él venga a inspeccionar. Llegará el día del juicio. Ahora se concede un largo plazo; quien se hallaba desnudo, vístase de una vez.

Sermón 95, 7

 

San Juan de Ávila.

28. ¿Acodáisos del  evangelio de las bodas? Amigo, ¿a qué entraste no teniendo vestidura de bodas? Plega a Dios, hermanos, que sepáis entender las bodas, para que las fiestas que se hacen el suelo se hagan también en el cielo. En bodas estáis; los ojos del cielo os están mirando. Mirad qué tanta razón es que tengáis limpieza mucha; plegue a Dios, por quien es, que [no] estéis en las bodas sin tener vestidura de bodas. [S]i mirándoos Dios viese alguna sin vestidura de bodas, ¿qué sería? Si mirase Dios, vuestro corazón y lo hallase ajeno de la perfición, ¿qué diría Dios? ¿Qué sería si Dios os dijese: “Cómo entrastes en Santa Clara o Santa Inés sin tener la vestidura de bodas? ¿Cómo os osáis asentar en lugar de santas, sin hacer las obras que hicieron?...  

Plática 16. A las monjas de Zafra. OC I. Pgs. 899-900.

23. Y, pues tantos y tan claros motivos tiene para se mirar si va bien vestido, para parecer agradable y hermoso a los ojos de Dios, no lleve sus ojos cerrados, porque no oiga aquella terrible sentencia: Amice, quomodo huc intrati non habens vestem nuptialen? (Mt 22, 12); y, atados los pies y las manos, lo echen en las tinieblas de fuera, [pues] amó las tinieblas de dentro, no queriendo mirar la luz, que pudiera declarar sus faltas y enseñar [le] sus obligaciones para que cumpliera con ellas. Mírese y remírese, y pida para ello particular gracia del Espíritu Santo, como la pedían los santos, y las faltas que en sí conociere lávelas con abundancia de lágrimas.

Tratado sobre el sacerdocio. OC I. Pg. 928.

Finalmente privada de la vestidura de boda (cf. Mt 22, 12-15), átala el diablo, por orden de la divina justicia, de pies y de manos, porque la hace andar a su gusto y querer, y échala en las tinieblas, que en esta vida son interiores, para que ni se vea a sí misma, ni conozca a Dios, ni el peligro en que está, ni lo que perdió.

Diálgos iner confesarium et penitentem. OC II. Pg. 790.

27 ¿Cómo eres manso, si por una palabra que te dijeron tienes rencor, y no bastan frailes ni clérigos para hacerte perdonar, ni viernes santo, en el cual se te representa más la pasión de Cristo y la liberalidad y caridad, con que, sin que se lo regasen sus contrarios, los perdonó y rogo a su Padre por ellos? Si eso no das, ¿cómo creeré yo que derramarás la sangre y darás la vida por tu prójimo? Vestis ergo nuptialis est Christus,… (Mt 22, 11).

24. Domingo 19 después de Pentecostés. O.C. III. Pg. 293

En fiesta tan principal, ¿vienes con tus andrajos? (cf. Mt 22, 11-14). Estos que están aquí, tan pobres eran como tú, pero tuvieron respeto a mis bodas y demandaron prestadas vestiduras, etc. ¿Cómo tu veniste sin ella?, etc. Como aquel desventurado enmuciese, mandóloel rey echar, etc. ¡Dios nos guarde! Al infierno. ¡Dios nos libre que or su infinita bondad! Y concluye el santo [evangelio] diciendo: Multi sunt vocati, apuci vero electi. Dios, por quien es, nos dé gracia para que seamos de los pocos escogidos y no de los muchos perdidos. ¡Hágalo Él, por la sangre que por nosotros derramó en la cruz! … - Señor, ¿por qué juicio tan recio? – Por estar sin ropa. ¿Quién entenderá las justicias de Dios? Ansí como no hay sabio que entienda, como dice David, sus misericordias (cf. Sal 106, 43), no hay sabio que entienda sus justicias. ¿Quieres entender quién es Dios? La cosa más misericordiosa que se puede pensar y la cosa más rigurosa que se puede decir. Misericordioso más que ángeles y arcángeles, etc., más que cielo y tierra y que todas las criaturas. Aunque cada una tuviese mas lenguas, no pueden decir las misericordias de Dios. Y riguroso más que se puede pensar. Dios os guarde de caer en su ira. Dios os dé gracia para aprovecharos de las justicias de Dios. Si no, después, de norabuena os parió vuestra madre. Estas dos cosas, misericordia y justicia, se declaran en este evangelio. Misericordia en el llamamiento y convite a las bodas; justicia en castigarlos.

24. Domingo 19 después de Pentecostés. O.C. III. Pg. 286.

¡Cuán valerosa cosa es el amor, y necesario para bien usar del oficio público!, pues él es el que hace emplear bien los talentos y ser guarlardonado por ello; y la falta de él hace al hombre descuidado y flojo y lo echa a las penas eternas.

11. A un señor de este reino, siendo asistente de Sevilla. O.C. IV. Pg. 68.

 

Comentario del padre José Luis Sicre.

-Se parece mucho a otra que se conserva en el evangelio de Lucas (14, 15-24) y en el Evangelio de Tomás (n. 64).

- Ni Mateo ni Lucas reproducen la parábola primitiva.

- Mateo ha reinterpretado la parábola a la luz de los acontecimientos posteriores y en clara polémica con las autoridades religiosas judías.

- Con estos cambios la parábola explica por qué la comunidad cristiana está compuesta de personas imprevisibles y, al mismo tiempo, contiene un toque de atención para todas ellas. En el Reino de Dios puede entrar cualquiera, bueno o malo. Pero, si acepta la invitación, debe presentarse dignamente vestido.

 

Comentario Homilética

-Texto continuación de la parábola del domingo anterior y última del grupo de parábolas que Jesús dirige a las clases dirigentes de Israel.

- Después entrarán en escena los fariseos que le propondrán el tema del tributo del Cesar (22, 15-22).

- Misma idea que las dos anteriores:

El rechazo del “Israel oficial” a la oferta de salvación.

-          Partes:

Versículos introductorios (1-2).

Cuerpo de la parábola:

vv. 3-7: envío de siervos a los invitados y reacciones de estos.

vv. 8-13: tercer envío, encuentro del rey con un invitado y reacción.

Antítesis de Jesús.

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Guijarro, S. Los Dichos de Jesús. Introducción al Documento Q. Sígueme. Salamanca. 2014.

Jerónimo. Comentario al evangelio de Mateo. Editorial Ciudad Nueva. Madrid. 1999.  

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Sicre, J.L. El evangelio de Mateo. Un drama para ser feliz. Verbo Divino. Estella. 2019.

Homilética. Sal Terrae. 2020/5.

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