jueves, 25 de marzo de 2021

Domingo de Ramos. 28 de marzo de 2021.

 

Primera lectura.

Lectura del libro de Isaías 40, 4-7.

El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

 

Textos paralelos.

 El Señor Yahvé me ha dado una lengua avezada.

Is 42, 1: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que promueva el derecho a las naciones.

Jn 3, 11: Te lo aseguro: hablamos de lo que sabemos, atestiguamos lo que hemos visto, y no aceptáis nuestro testimonio.

No me resistí, ni me hice atrás.

Is 53, 7: Maltratado, aguantaba, no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja muda ante el esquilador, no abría la boca.

No hurté mi rostro a insultos y salivazos.

Mt 27, 30: Le escupían, le quitaban la caña y le pegaban con ella en la cabeza.

Ofreció mi cara como el pedernal.

Ez 3, 8-9: Mira, hago tu rostro tan duro como el de ellos y tu cabeza terca como la de ellos; como el diamante, más dura que el pedernal hago tu cabeza. No les tengas miedo ni te acobardes ante ellos, aunque sean casa rebelde.

Sabiendo que no quedaría defraudado.

Sal 25, 3: Los que esperan en ti no quedan defraudados; quedan defraudados los desleales sin razón.

 

Notas exegéticas.

50 4 En este tercer canto, el Siervo se muestra menos como profeta que como sabio, discípulo fiel a Yahvé, encargado de enseñar a su vez a los que “temen a Dios”, es decir, a todos los judíos piadosos y también a los extraviados o infieles “que andan a oscuras”. Gracias a su coraje y a la ayuda divina soportará las persecuciones hasta que Dios le haya concedido un triunfo definitivo. – El que habla hasta el v. 9 incluido es el Siervo.

50 6 Esta descripción de los sufrimientos del Siervo se repetirá con más amplitud en el canto cuarto 52, 13-53, 12. Evoca ya a Mt 26, 67; 27, 30 y paralelos.

 

Comentario.

-Segundo Isaías:

Profeta anónimo que escribe desde el exilio de Babilonia en el s. VI a.C.

Comienzo del tercer canto del Siervo.

-Siervo:

Discípulo fiel al Señor.

No cesa de escuchar sus palabras.

Las pone en práctica.

Confianza plena en Dios, quien le da fuerzas.

Acepta el sufrimiento:

Causa: fidelidad al camino trazado por Dios / masoquismo.

Dios está de parte de quienes le sirven fielmente:

Escucha de la palabra de Dios.

Sin resistencia a ella.

Origen:

Quienes no aceptan esta palabra.

-“No endurecí el rostro como pedernal”:

Comienzo del camino de Jerusalén (Lucas 9, 51).

 

Salmo responsorial

Salmo 22 (21), 1a.8-9.17-18a.19-20.23-24

 

Dios mío, Dios mío,

¿por qué me has abandonado? R/.

Al verme, se burlan de mí,

hacen visajes, menean la cabeza:

“Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;

que lo libre si tanto lo quieres”. R/.

 

Me acorrala una jauría de mastines,

me cerca una banda de malhechores;

me taladran las manos y los pies,

puedo contar mis huesos. R/.

 

Se reparten mi ropa,

echan a suerte mi túnica.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.

 

Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré.

“Los que teméis al Señor, alabadlo;

linaje de Jacob, glorificadlo;

temedlo, linaje de Israel”. R/.

Textos paralelos.

¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?

Mt 27, 46: A media tarde Jesús gritó con voz potente: “Eli Eli lema sabactani ( o sea: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?).

Is 49, 14: Decía Sión: “Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado”.

Is 54, 7: Por un instante te abandoné, pero con gran cariño te reuniré.

Todos cuantos me ven, se mofan de mí.

Mt 27, 39:  Los que pasaban lo insultaban meneando la cabeza.

Se confió a Yahvé, pues que lo libre.

Mt 27, 43: Se ha fiado de Dios: que lo libre si tanto es que lo ama. Pues ha dicho que es hijo de Dios.

Sb 2, 18-20: Si el justo ese es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo arrancará de las manos de los enemigos. Lo sometemos a tormentos despiadados, para apreciar su paciencia y comprobar su temple.

Reparten entre sí mi ropa y se echan a suertes mi túnica.

Mt 27, 35: Después de crucificarlo, se repartieron a suertes sus vestidos.

Jn 19, 24: Así que dijeron: “No la rasguemos; echémosla a suertes, para quien le toque”. Así se cumplió lo escrito: Se repartieron mis vestidos y se sortearon mi túnica). Es lo que hicieron los soldados.

Contaré tu fama a mis hermanos.

Hb 2, 12: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.

Sal 40, 10: He proclamado el derecho a una asamblea numerosa. No he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.

 

Notas exegéticas.

22 La lamentación y la oración de un inocente perseguido concluyen en acción de gracias por la liberación esperada y se adaptan a la liturgia nacional mediante el v. 24 y el final universalista, vv.28-32, en que el advenimiento del reino de Dios al mundo entero aparece como consecuencia de las pruebas del siervo fiel. Afín al poema del Siervo Doliente Is 52, 13-53, 12, este salmo, cuyo comienzo pronunció Cristo en la cruz, y en el que los evangelistas han visto descritos por anticipado varios episodios de la Pasión, es por lo mismo mesiánico, al menos en sentido típico.

22 1 Quizá el comienzo de una melodía conocida. Versiones: “Para el consuelo matinal”.

22 17 Otros: “me inmovilizan mis manos y mis pies” o, con 2 manuscritos y las versiones antiguas, “me atraviesan”. Hebreo a‘arî “como un león”, ininteligible. El pasaje recuerda Is 53, 2, pero los evangelistas no lo utilizaron en el relato de la Pasión.

 

 

Tres lecturas.

Con Israel:  Aunque parezca paradójico, se trata de un salmo de acción de gracias. El salmista canta la acción de gracias de Israel resucitado a la vuelta del exilio. Lo que más llama la atención, es que este poeta describe la liberaci6n de su pueblo, bajo el «ropaje» de un «crucificado vuelto a la vida».

Con Jesús:   En Jesús se dan hasta los más mínimos detalles sugeridos por el salmista: la agonía, el carácter infamante del suplicio, la sed causada por la deshidratación, los miembros dislocados, la sangre que mana de pies y manos, el golpe de gracia con la lanza,  las vestiduras dadas a los verdugos según la costumbre, los insultos de los acusadores... expresa su dolor en medio de una paz  profunda en que mezcla acentos de esperanza «Tú, sin embargo, eres santo... en Ti  esperaron nuestros padres... Tú me acogiste desde mi nacimiento... Tú eres mi Dios...»  Tampoco aparece ninguna preocupación filosófica sobre el problema del mal: sufre, y ora con mayor intensidad.

Con nuestro tiempo: «Por qué me has abandonado...» Esta oración la podemos hacer nuestra. Pero vayamos hasta el final y digamos: «¡los que buscan al Señor le alabarán... a vosotros, vida y felicidad... Yo vivo para El... He ahí la obra de Dios!».

 

Segunda lectura.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11.

Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

 

Textos paralelos.

 El cual, siendo de condición divina.

Sb 2, 23: Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo imagen de su propio ser.

A ser tratado igual a Dios.

Is 53, 12: Por eso le asignaré una porción entre los grandes y repartirá botín con los poderosos; porque desnudó el cuello para morir y fue contado entre los pecadores, él cargó con el pecado de todos e intercedió por los pecadores.

Sino que se despojó de sí mismo.

2 Co 8, 9: Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, por vosotros se hizo pobre para enriqueceros con su pobreza.

Asumiendo semejanza humana.

Ga 4, 4: Pero cuando se cumplió el plazo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley.

Haciéndose obediente hasta la muerte.

Rm 5, 19: Hay más: por medio de Jesucristo, que nos ha traído la reconciliación, ponemos nuestro orgullo en Dios.

Por eso Dios lo exaltó.

Is 52, 13: Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.

Le otorgó el nombre.

Rm 14, 9: Para eso murió el Mesías y resucitó: para ser Señor de muertos y vivos.

Toda rodilla se doble.

Is 45, 23: Lo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua.

Toda lengua confiese.

Rm 10, 9: Si confiesas con la boca que Jesús es Señor, si crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás.

Para gloria de Dios Padre.

1 Co 12, 3: Pero quiero que comprendáis que el Mesías es cabeza de todo, el varón es cabeza de la mujer y Dios es cabeza del Mesías.

 

Notas exegéticas.

2 6 (a) Lit “en la forma de Dios”. La misma palabra griega (morphe) es utilizada en el v. 7 (lit. “tomando la forma de esclavo”). Su significado es casi idéntico al de “imagen” (eikôn), y los dos términos son utilizados indistintamente por los LXX. La “forma de Dios” es, pues, sinónimo de “imagen de Dios”, que es el predicado aplicado a Adán y a Cristo.

2 6 (b) Cristo, al no tener pecado no tenía que morir (idéntica idea aparece en algunos apócrifos, como Henoc, IV Esdras o II Baruc). Tenía, pues, el derecho a vivir eternamente, algo propio de la divinidad. Otras traducciones posibles: “No retuvo celosamente el rango que le igualaba a Dios” o “No consideró como presa el ser igual a Dios·. En este último caso, habría una oposición implícita entre Jesús, segundo o último Adán y el primer Adán.

2 7 (a) Lit.: “Se vació a sí mismo·. El término kénosis procede de una raíz que significa “vaciar”. La fórmula está tomada de Is 53, 12. El pronombre reflexivo, que aparece en el v. 7 (y ver Ga 2, 20), subraya la decisión del mismo Cristo, que optó por la muerte.

2 7 (b) Este modo de existencia, a la luz de la alusión a Is 53, 12, solo puede ser el del humillado Siervo paciente de Yahvé, que murió por los demás. Nótese el contraste con Señor, v. 11.

2 7 (c) No hay intención de atenuar la humanidad de Jesús. No obstante, si no hubiera sido diferente, no habría podido salvarnos. Él que estaba “vivo” resucitó a los que estaban “muertos”. Él no tenía necesidad de ser reconciliado con Dios, mientras todos los demás la tenían.

2 7 (d) Aunque diferente en su modo de existencia, Cristo compartió la naturaleza humana común a todos.

2 8 (a) Al envío del Hijo con el Padre para salvar a la humanidad, corresponde, de parte de Cristo, la obediencia.

2 8 (b) Mientras que la tradición primitiva solo insistía en el efecto salvífico de la muerte de Cristo, Pablo subraya lógicamente que el valor ejemplar de esta muerte está en el cruel castigo de la crucifixión.

2 9 (a) Lit.: “sobre-exaltó”. El verbo griego hypsoô, que significa normalmente elevar, se traduce a menudo por “exaltar”. Aquí lleva además el prefijo hyper (del que se forma el mismo verbo), que redobla su significado, por el hecho de que, si es cierto que todos los justos serán exaltados, Cristo es superior a todos ellos.

2 9 (b) El nombre es el de “Señor”, como explica el v. 11. Se trata aquí de un término funcional que no se refiere precisamente a la naturaleza de Cristo; es un título que Cristo lo consigue por su pasión y resurrección. A pesar de su uso cotidiano, y de su frecuente aplicación a Cristo a lo largo de todo el NT, aquí se toma como que Cristo lo consigue por su pasión y resurrección. A pesar de su uso cotidiano, y de su frecuente aplicación a Jesucristo a lo largo de todo el NT, aquí se toma como un título “que está sobre todo nombre”, la razón es que el NT lo reserva para Dios.

2 10 (a) La humanidad entera reconoce la nueva dignidad de Jesús, como estaba anunciado que las naciones reconocerían a Yahvé, Is 45, 23. El nombre propio de “Jesús” – sin más añadiduras – se usa aquí deliberadamente para evocar la figura humillada y paciente de los vv. 6-8.

2 10 (b) Estas frases, que alteran la cuidada estructura del himno, fueron probablemente añadidas por Pablo con el fin de poner de relieve tanto el ilimitado alcance de la autoridad de Cristo, como la dependencia respecto de su Padre.

2 11 Es la profesión de fe esencial del cristianismo. – El Padre, que ha exaltado a Jesús, recibe toda gloria cuando el Nombre que Él le ha dado es adorado y confesado. En Él desemboca, pues, la glorificación del Hijo y, al mismo tiempo, su humillación.

 

Comentario.

-Himno cristológico prepaulino que él aprendió en las primeras catequesis.

-Doble movimiento:

Cristo desciende – Dios lo asciende.

Cristo se rebaja – Dios lo levanta.

-Partes:

1ª:

Condición divina de Jesús.

Descenso – muerte de cruz.

2ª:

Sujeto: Dios.

Lo levanta – resurrección – le concede autoridad – todo se le somete.

 

Evangelio.

FORMA LARGA

C.-

X Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 14, 1-15, 47.

Faltaban dos días para la Pascua y los Ácimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando como prender a Jesús a traición y darle muerte. Pues decían:

S.-

No durante las fiestas; podría amotinarse el pueblo.

C.-

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó sobre la cabeza. Algunos comentaban indignados:

S.-

-¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres.

C.-

Y reprendían a la mujer. Pero Jesús replicó:

X

-Dejadla, ¿por qué la molestáis? Una obra buena ha hecho conmigo. Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros y podéis socorrerlos cuando queráis; pero a mí no me tenéis siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. En verdad os digo que, en cualquier parte del mundo donde se proclame este evangelio, se hablará de lo que esta ha hecho, para memoria suya.

C.-

Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a los sumos sacerdotes para entregárselo. Al oírlo, se alegraron y le prometieron darle dinero. Él andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.

El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos.

S.-

-¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?

C.-

Él envió a dos discípulos, diciéndoles:

X

-Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. Él os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí.

C.-

Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.

Al atardecer fue él con los doce. Mientras estaban a la mesa comiendo dijo Jesús:

X

-En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo.

C.-

Ellos comenzaron a entristecerse y a preguntarle uno tras otro.

S.-

-¿Seré yo?

C.-

Respondió:

X

Uno de los Doce, el que está mojando en la misma fuente que yo. El Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre será entregado!; ¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!

C.-

Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:

X

Tomad, esto es mi cuerpo.

C.-

Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron. Y les dijo:

X

Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.

C.-

Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos. Jesús les dijo:

X

Todos os escandalizaréis, como está escrito: “Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas”. Pero cuando resucite, iré delante de vosotros a Galilea.

C.-

Pedro le replicó:

S.-

Aunque todos caigan, yo no.

C.-

Jesús le dice:

X

En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres.

C.-

Pero él insistía:

S.-

Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.

C.-

Y los demás decían lo mismo.

Llegan a un huerto, que llaman Getsemaní, y dice a sus discípulos:

X

Sentaos aquí mientras voy a orar.

C.-

Se lleva consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir espanto y angustia, y les dice:

X

Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad.

C.-

Y, adelantándose un poco, cayó en tierra y rogaba que, si era posible, se alejase de él aquella hora; y decía:

X

-¡Abba!, Padre: tú lo puedes todo, aparta de mí este cáliz.

Pero no sea como yo quiero, sino como tú quieres.

C.-

Vuelve y, al encontrarlos dormidos, dice a Pedro:

S.-

Simón, ¿duermes?, ¿no has podido velar una hora? Velad y orad, para no caer en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil.

C.-

De nuevo se apartó y oraba repitiendo las mismas palabras. Volvió y los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se les cerraban. Y no sabían que contestarle. Vuelve por tercera vez y les dice:

X

Ya podéis dormir y descansar. ¡Basta! ¡Ha llegado la hora; mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ‘Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega.

C.-

Todavía estaba hablando, cuando se presenta Judas, uno de los Doce, y con él gente con espadas y palos, mandada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles:

S.-

-Al que yo bese, es él: prendedlo y conducidlo bien sujeto.

C.-

Y en cuanto llegó, acercándosele le dice:

X

-¡Rabbí!.

C.-

Y lo  besó.

Ellos le echaron mano y lo prendieron. Pero uno de los presentes, desenvainando la espada, de un golpe le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo:

S.-

¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como si fuera un bandido? A diario os estaba enseñando en el templo y no me detuvisteis. Pero, que se cumplan las Escrituras.

C.-

Y todos lo abandonaron y huyeron.

Lo iba siguiendo un muchacho envuelto solo en una sábana; y le echaron mano, pero él, soltando la sábana se le escapó desnudo.

Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes y los escribas y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote; y se sentó con los criados a la lumbre para calentarse.

Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no lo encontraban. Pues, aunque muchos daban falso testimonio contra él, los testimonios no concordaban. Y algunos, poniéndose de pie, daban falso testimonio contra él diciendo:

S.-

-Nosotros le hemos oído decir: “Yo destruiré este templo, edificado por manos humanas, y en tres días construiré otro no edificado por manos humanas”.

C.-

Pero ni siquiera en esto concordaban los testimonios. El sumo sacerdote, levantándose y poniéndose en el centro, preguntó a Jesús:

S.-

-¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que presentan contra ti?

C.-

Pero él callaba, sin dar respuesta. De nuevo le preguntó el sumo sacerdote:

S.-

-¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?

C.-

Jesús contestó:

X

-Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene entre las nubes del cielo.

C.-

El sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras, dice:

S.-

¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?

C.-

Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle y, tapándose la cara, lo abofeteaban y le decían:

S.-

-Profetiza.

C.-

Y los criados le daban bofetadas.

Mientras Pedro estaba abajo en el patio, llega una criada del sumo sacerdote, ve a Pedro calentándose, lo mira fijamente y dice:

S.-

-También tú estabas con el Nazareno, con Jesús.

C.-

Él lo negó diciendo:

S.-

-Ni sé ni entiendo lo que dices.

C.-

Salió fuera al zaguán y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes:

S.-

-Este es uno de ellos.

C.-

Pero él de nuevo lo negaba. Al poco rato, también los presentes decían a Pedro:

S.-

-Seguro que eres uno de ellos, pues eres galileo.

C.-

Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:

S.-

-No conozco a ese hombre del cual habláis.

C.-

Y enseguida, por segunda vez, cantó el gallo. Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús:

“Antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres”, y rompió a llorar.

Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:

S.-

¿Eres tú el rey de los judíos?

C.-

Él respondió:

X

-Tú lo dices.

C.-

Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:

S.-

-¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.

C.-

Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarles un preso, el que le pidieran.

Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en una revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre. Pilato les preguntó:

S.-

-¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?

C.-

Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:

S.-

-¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?

C.-

Ellos gritaron de nuevo:

S.-

Crucifícalo.

C.-

Pilato les dijo:

S.-

-Pues, ¿qué mal ha hecho?

C.-

Ellos gritaron más fuete:

S.-

-Crucifícalo.

C.-

Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

Los solados se lo llevaron al interior del palacio – al pretorio – y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:

S.-

-¡Salve, rey de los judíos!

C.-

Le doblegaron la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él.

Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacan para crucificarlo.

Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz.

Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de “la Calavera”), y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno.

Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: “El rey de los judíos”. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:

S.-

-Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.

C.-

De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose:

S.-

-A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.

C.-

También los otros crucificados lo insultaban. Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente:

X

-Eloí, Eloí, lemá sabaqtaní.

C.-

Que significa:

X

-Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

C.-

Algunos de los presentes, al oírlo, decían:

S.-

-Mira, llama a Elías.

C.-

Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:

S.-

-Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.

C.-

Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.

Todos se arrodillan y se hace una pausa.

 

El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

El centurión, que estaba enfrente, al ver como había expirado, dijo:

S.-

-Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

C.-

Había también unas mujeres que miraban desde lejos; entre ellas María la Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de Joset, y Salomé, las cuales, cuando estaba en Galilea, lo seguían y servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba el reino de Dios; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que hubiera muerto ya; y, llamando al centurión, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto.

Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso en el sepulcro, excavado en una roca, y rodó una piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de Joset, observaban donde lo ponían.

 

 

FORMA BREVE.

C.-

Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:

S.-

¿Eres tú el rey de los judíos?

C.-

Él respondió:

X

-Tú lo dices.

C.-

Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:

S.-

-¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.

C.-

Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarles un preso, el que le pidieran.

Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en una revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre. Pilato les preguntó:

S.-

-¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?

C.-

Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:

S.-

-¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?

C.-

Ellos gritaron de nuevo:

S.-

Crucifícalo.

C.-

Pilato les dijo:

S.-

-Pues, ¿qué mal ha hecho?

C.-

Ellos gritaron más fuete:

S.-

-Crucifícalo.

C.-

Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

Los solados se lo llevaron al interior del palacio – al pretorio – y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:

S.-

-¡Salve, rey de los judíos!

C.-

Le doblegaron la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él.

Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacan para crucificarlo.

Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz.

Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de “la Calavera”), y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno.

Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: “El rey de los judíos”. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:

S.-

-Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.

C.-

De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose:

S.-

-A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.

C.-

También los otros crucificados lo insultaban. Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente:

X

-Eloí, Eloí, lemá sabaqtaní.

C.-

Que significa:

X

-Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

C.-

Algunos de los presentes, al oírlo, decían:

S.-

-Mira, llama a Elías.

C.-

Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:

S.-

-Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.

C.-

Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.

Todos se arrodillan y se hace una pausa.

 

El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

El centurión, que estaba enfrente, al ver como había expirado, dijo:

S.-

-Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

C.-

Había también unas mujeres que miraban desde lejos; entre ellas María la Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de Joset, y Salomé, las cuales, cuando estaba en Galilea, lo seguían y servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba el reino de Dios; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que hubiera muerto ya; y, llamando al centurión, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto.

Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso en el sepulcro, excavado en una roca, y rodó una piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de Joset, observaban donde lo ponían.

 

Textos paralelos.

 Dejadla, ¿por qué la molestáis?

Dt 15, 11-12: Nunca dejará de haber pobres en la tierra; por eso yo te mando: Abre la mano a tu hermano, a tu pobre, a tu indigente de tu tierra.

Id a la ciudad. Os saldrá al paso una persona.

1 S 10, 2: [Samuel a Saúl] El Señor te unge como jefe de su heredad. Hoy mismo, cuando te separes de mí, te tropezarás con dos hombres junto a la tumba de Raquel, en la linde de Benjamín, que te dirán: “Aparecieron las burras que saliste a buscar; mira, tu padre ha olvidado el asunto de las burras y está preocupado por vosotros, pensando qué va a ser de su hijo”.

Mientras estaban comiendo.

1 Co 11, 23-25: Pues recibí del Señor lo que os transmití: que el Señor, la noche que era entregado, tomó pan, dando gracias lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía. Lo mismo, después de cenar, tomó la copa y dijo: esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre. Haced esto cada vez que lo bebéis en memoria mía”.

Sangre de la alianza.

Mt 8, 11:Os digo que muchos vendrán de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios.

Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.

Za 13, 7: ¡Despierta, espada, contra mi pastor, contra mi valeroso compañero! – oráculo del Señor del universo –. Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas, mi brazo castigará incluso a los zagales.

Tú me habrás negado tres.

Mc 14, 72: Al instante cantó por segunda vez el gallo. Pedro recordó lo que le había dicho Jesús: Antes que el gallo cante dos veces me habrás negado tres. Y rompió a llorar.

Pedro, Santiago y Juan.

Mc 5, 37: No permitió que lo acompañase nadie, salvo Pedro, Santiago y su hermano Juan.

El espíritu está pronto.

Rm 7, 5: Mientras vivíamos bajo el instinto, las pasiones pecaminosas, incitadas por la ley, actuaban en nuestros miembros y dábamos fruto para la muerte.

Sus ojos estaban cargados.

Mc 9, 6: (No sabía lo que decía pues estaban llenos de miedo).

Mirad, el que me va a entregar está cerca.

Jn 14, 31: Pero el mundo ha de saber que amo al Padre y hago lo que el Padre me encargó. ¡Arriba! vámonos de aquí.

Pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo.

Am 2, 16: El más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día – oráculo del Señor –.

Destruiré este santuario hecho por hombres.

2 Co 5, 1: Para ser libres Cristo nos ha librado: manteneos pues firmes y no os dejéis atrapar de nuevo en el yugo de la esclavitud.

Veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder.

Mc 13, 26: Entonces verán llegar al Hijo del Hombre en una nube, con gran poder y majestad.

Sal 110, 1: Oráculo del Señor a mi Señor; “Siéntate a mi derecha hasta que haga de tus enemigos escabel[1] de tus pies”.

También tú estabas con Jesús de Nazaret.

Mt 2, 23: Y se estableció en una población llamada Nazaret. Así se cumplió la anunciado por el profeta: se llamará Nazareno (Is 11, 1).

Se repartieron sus vestidos, echándolos a suertes.

Sal 22, 19: Se reparten mis vestidos, se sortean mi túnica.

Crucificaron a dos bandidos.

Is 53, 12: Por eso le asignaré una porción entre los grandes y repartirá botín con los poderosos: porque desnudó el cuello para morir y fue contado entre los pecadores, él cargó con el pecado de todos e intercedió por todos los pecadores.

¡Es el Cristo, el rey de Israel!

Jn 6, 30: ¿Qué señal haces para que veamos y creamos?, ¿en qué trabajas?

Verdaderamente este hombre era hijo de Dios.

Mt 4, 3: Se acercó el tentador y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”.

 Que le seguían y servían.

Mc 6, 3: ¿No es este el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y esto lo sentían como un obstáculo.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

14 1 Aunque de origen distinto, la fiesta de Pascua y la de los Ázimos estaban tan unidas entre sí que prácticamente se la identificaba (ver Dt 16, 1-8). Según la costumbre de Jerusalén, los corderos eran sacrificados en el templo la tarde del día 14 del primer mes (Nisán, generalmente en abril), víspera del plenilunio que sigue al equinoccio de primavera. Los corderos eran consumidos al atardecer en el interior de la ciudad, en familia o en grupos de diez a veinte personas (Ex 12, 1-14). A partir de las últimas luces del día 14, la levadura era retirada de las casas y la consumición de pan fermentado estaba prohibida durante siete días (Ex 12, 15-20). Al celebrar la antigua liberación de Egipto, Israel recordaba y actualizaba los beneficios de Dios con la esperanza puesta en la salvación mesiánica. Era la fiesta más grande el año. Como Pentecostés y la fiesta de las Chozas, atraía a Jerusalén a numerosos peregrinos.

14 3 (a) Quizá un antiguo leproso, que había conservado este apodo tras la curación.

14 3 (b) Mc concreta, con Jn 12, 3, la calidad del perfume: nardo, extracto de una planta aromática de la India, y solo él da el detalle de que la mujer quiebra el frasco para derramarlo más abundantemente y más deprisa, gesto de afectuosa prodigalidad.

14 5 El equivalente a trescientas jornadas laborales de un obrero agrícola (ver Mt 20, 20).

14 7 En griego los verbos están en presente, por lo que la frase podría traducirse: “Porque pobres tenéis siempre con vosotros y podéis hacerles bien cuando queráis, pero a mi no me tenéis siempre”. Pero estos tiempos verbales pueden tener matiz de futuro. Expresan el valor, siempre actual, de las palabras de Jesús.

14 8 Jesús relaciona el gesto de la mujer con el drama que se avecina. Probablemente es esta la razón por la que Mc sitúa este episodio al comienzo de los relatos de la Pasión, poniendo así de relieve que esta unción desvela su sentido desde la Pasión y Resurrección de Jesús.

14 9 Ver 8, 35. Se puede reconocer aquí el interés de Mc por la proclamación del evangelio, cuya finalidad es proponer al creyente la obra de salvación cumplida en Cristo. Debido a su referencia a la Pasión, el gesto de la mujer forma parte de la Buena Nueva.

14 12 Según Mt Jesús daba a conocer su decisión al morador de Jerusalén a cuya casa él mismo se invitaba; según Mc, una señal llevará a los discípulos delegados a una sala que encontrarán completamente preparada. Aunque señal y preparación pudieron haberse ya convenido de antemano, su presentación literaria, inspirada en 1 S 10, 2-5, da a la escena una aureola de presciencia[2] sobrenatural. Obsérvese además que la estructura del episodio se parece mucho a la preparación de la entrada mesiánica, Mc 11, 1-6.

14 14 Se puede entender de dos formas: “la sala que me pertenece” o, más probablemente, “la sala que necesito”.

14 20 Estas palabras evocan también el Sal 41. Cada invitado tomaba el alimento con la mano, directamente del plato común.

14 21 No se puede aducir ningún texto del AT que hable específicamente de la traición al Hijo del hombre. Quizás esta referencia a la Escritura evoque en sentido muy amplio el Sal 41, citado antes (ver Lc 22, 22 “según está determinado), y aplicado a la tradición de Judas por Jn 13, 18.

14 24 La expresión “sangre de la alianza· es la de Ex 24, 8.

14 25 El Reino de Dios es presentado aquí con la imagen del banquete mesiánico (ver Is 25, 6; Lc 13, 28).

14 26 Se trata de los Salmos 115-118, que se cantaban como acción de gracias al final de la cena pascual. Formaban la segunda parte del Hallel, serie de salmos que empezaban con la aclamación Aleluya = Alabad al Señor.

14 28 Otra traducción: “Yo os conduciré a Galilea”. En contraste con el anuncio de la defección[3] de los discípulos, estas palabras de esperanza dejan entrever su reagrupación. Según Mc, fue en Galilea, donde Jesús se manifestó por primera vez (ver 1, 14); será allí también donde se aparecerá resucitado (16, 7).

14 30 Entendido quizá en sentido literal: “antes de que un gallo tenga tiempo de cantar dos veces” (e.d. de inmediato), o como expresión proverbial de “antes de la aurora”.

14 33 Una vez más, estos tres discípulos son señalados como testigos privilegiados. Mc subraya así la importancia que concede a esta última escena, en al que el Maestro y los suyos están todavía reunidos, pero en la que se manifestará la oposición entre la actitud de Jesús y la de los discípulos.

14 35 No se trata de una mera indicación temporal. El contenido de esta “hora” que se aproxima es el de la Pasión. Idéntico sentido de la palabra “copa”. Es la hora del cumplimiento del designio de Dios.

14 36 Abbá es un nombre arameo que, en labios de Jesús, expresa la familiaridad del Hijo de Dios con el Padre. Por eso será puesto en boca de los cristianos a los que el Espíritu, Rm 5, 6, hace hijos de Dios.

14 37 En este uso del nombre que Pedro tenía antes de ser discípulo se advierte una clara intención: no poder asociarse durante una hora a la vigilia de Cristo en agonía no es digno del discípulo Pedro. El evangelista juega también con el término “hora”: mientras Jesús, en último término, parece estar dispuesto a aceptar la “hora” determinada por el Padre, Pedro es incapaz de compartir una “hora” con él.

14 38 La contraposición espíritu-carne debe ser entendida no en el sentido paulino (el hombre natural opuesto al espíritu de Dios) o griego (el cuerpo opuesto al espíritu), sino en el sentido en que lo entendían algunos judíos de la época: Dios ha puesto en el ser humano un espíritu orientado hacia el bien, pero al mismo tiempo es todo él carne, en cuanto sometido al poder del pecado. El ser humano no está dividido en dos partes, una buena y otra mala, sino que en su totalidad se halla situado entre dos poderes.

14 41 (a) Estas palabras pueden significar “ya no es necesario que veléis”, pero probablemente tienen un matiz irónico. Otros traducen: “¿Estáis durmiendo y descansando?

14 41 (b) Para “Basta ya. Llegó…” existe una variante: “El fin apremia”. La forma del verbo (apajei) está bien atestiguada en los documentos profanos de la época (papyri), donde significa “pagada”, “satisfecha”, hablando de una deuda. La expresión “Basta ya” (o, según otros, “Se acabó”) se explica en relación con la hora determinada por Jesús. Jesús se somete a la voluntad de su Padre, que él reconoce en la llegada a la hora escatológica (v. 35).

14 44 Forma corriente de saludo entre maestro y discípulo.

14 52 Detalle propio de Mc. Muchos comentaristas ven en este joven al propio evangelista.

14 55 Mc presenta esta reunión como una sesión oficial del Sanedrín, que está decidido a terminar con el proceso mediante una condena a muerte. La búsqueda de testigos supone que se quieren respetar las normas jurídicas de un proceso.

14 56 Lit. “No eran iguales”, bien porque los testimonios eran distintos (de ahí la traducción; ver Dn 13, 48-61), o bien porque no respondían a la realidad.

14 57 Mc insiste en los falsos testigos (ver v. 59). Una afirmación como la de 13, 2 podía estar en el origen de esta actuación, que reaparecerá en la crucifixión, (ver 15, 29 que aplica estas palabras al cuerpo de Cristo resucitado).

14 58 Se trata del edificio reservado a los sacerdotes, que constituía el lugar más sagrado del Templo. A diferencia de Mt 26, 61, Mc destaca la oposición entre el templo antiguo y el templo nuevo.

14 60 Como en Mt 26, 62, también se traduce: “¿Nada respondes a lo que estos atestiguan contra ti?”.

14 61 (a) El silencio de Jesús ha sido interpretado de diversas maneras. Parece evocar el del Siervo de Is 50, 6-8; 53, 7; ver también Sal 39, 3.10.

14 61 (b) Calificativo que sustituye al nombre de Yahvé, cuya pronunciación evitaban los judíos. De igual modo “el Poder”, en el v. 62.

14 62 Esta declaración es una fórmula de revelación. Según Mc, Jesús reconoce que es el Mesías y el Hijo de Dios, tal como lo anu9nció al comienzo del evangelio. Según Mt 26, 64 (“Tú lo has dicho”) y Lc 22, 67 (“Si os lo digo, no me creeréis), Jesús se expresa con cierta reserva.

14 64 (a) Declararse el Mesías o el Hijo de Dios (en el sentido de los textos judíos antiguos) no constituía una blasfemia. Pero al hablar a la vez, de “sentarse a la diestra del Padre” y de “venir entre las nubes del cielo”, Jesús reivindicaba un rango divino y podía ser acusado de atentar contra las prerrogativas divinas.

14 64 (b) Mc piensa en un acto jurídico de condena (Mt 26, 6 es menos explícito; Lc 22, 71 no menciona el veredicto). La fórmula empleada distinta de la de 10 33, no permite decir si se trata de una condena a muerte o de una decisión de enviar a Jesús donde Pilato reclamando su muerte.

14 65 “escupirle” D Antigua Versión Latina (a.f) , , texto de Cesarea Pesitta: “escupirle encima y cubrirle la cara con un velo”, la mayoría de los manuscritos, por armonización con Lc 22, 64. Adicción: “¿Quién es el que te ha pegado?”, testimonios de valor secundario, por armonización con Mt 26, 68 y Lc 22, 65. Si Mc no menciona ni el velo ni la pregunta, la escena no tiene carácter adivinatorio y se limita a ser una ilustración de los ultrajes al profeta anunciados por Is 50, 6.

14 68 Este primer canto del galo, que no inmuta a Pedro, y la falsa salida que le acompaña resultan extraños y llevan a presentir un relato primitivo que solamente contenía una negación, con canto del gallo y salida. Su combinación con dos relatos paralelos, procedentes de otras tradiciones, produjo la cifra tradicional de tres negaciones. La combinación de los textos, perceptible en Mc, ha sido difuminada en Mt y Lc, que han suprimido el primer canto del gallo y restringido (o eliminado, Lc) la primera falsa salida; esta está sugerida en Jn por la separación entre la primera negación y las otras dos.

15 2 También podría traducirse: “Eres tú quien lo dices”, una respuesta que implicaría cierta reserva por parte de Jesús. En toda esta escena, Mc subraya más que Mt y Lc que el debate gira en torno a la realeza de Jesús.

15 3 La imprecisión que se desprende de “muchas cosas” (Lc 23, 3.5.14 menciona algunas) resalta la importancia dada al tema de la realeza de Jesús.

15 8 Esta indicación supone que el Pretorio se hallaba en un lugar elevado, lo cual se justifica mejor tratándose de la colina occidental, donde se hallaba el antiguo palacio de Herodes el Grande.

15 9 En Mc, la muchedumbre llega al Pretorio para pedir el indulto de un preso, sin pensar en el caso de Jesús. Pilato es el que se aprovecha de esta petición para proponer el indulto de Jesús y librarse de ese modo de un caso embarazoso; pero los sumos sacerdotes desbaratan su maniobra, contraponiéndole el nombre de Barrabás. Mt 27 17 ha perdido estos matices atribuyendo a Pilato la torpeza de proponer él mismo la elección entre Barrabás y Jesús.

15 13 La crucifixión, suplicio de origen persa, fue adoptada por los cartagineses y se convirtió, entre los romanos, en la pena más cruel e infamante para castigar el robo, el asesinato, la traición y8 las revueltas. No podía ser aplicada a los ciudadanos romanos. En Palestina fueron crucificados dos mil rebeldes por orden del legado romano Varo, tras la muerte de Herodes el Grande. El año 7 sufrió el mismo suplicio Judas el Galileo, por haber promovido un movimiento de oposición a los romanos.

15 15 Conforme a la costumbre romana, la flagelación precedía a la crucifixión.

15 16 La cohorte era la décima parte de una legión y estaba formada por seiscientos hombres. Pero no es necesario dar al término su sentido técnico; posiblemente Mc piensa sin más en todos los solados que estaban en el palacio.

15 18 El vestido púrpura (simulado aquí con algún paño rojo), la corona y ese tipo de saludos eran prerrogativas de un rey. En esta escena de escarnio, Mc insiste de nuevo en el tema de la realeza de Jesús, Mesías crucificado.

15 21 Alejandro y Rufo eran sin duda conocidos de la comunidad romana donde Marcos escribió su evangelio. Ver Rm 16, 13.

15 23 Según una costumbre judía, que el Talmud fundamenta en Pr 31, 6, se suministraba a los condenados esta bebida sedante o adormecedora.

15 25 Nueve de la mañana o, en sentido más amplio, en tiempo entre las nueve y el mediodía.

15 27 Adicción v. 28: “Y se cumplió la escritura que dice: Ha sido contado entre los malhechores” (Is 53, 12)”. Ver Lc 22, 37.

15 29 La expresión evoca Salmo 22, 8. Se trata de un gesto de desprecio (Sal 109, 25).

15 33 Esta mención de la oscuridad en pleno mediodía evoca quizá Am 8, 9-10; ver Ex 10, 22. – “Toda la tierra” o también “todo el país”.

15 34 Forma aramea, Elahî, transcrito Elôí, quizá bajo la influencia del hebreo Elohím. La forma Elí dada por Mt es hebrea; es la del texto original del salmo y explica mejor el juego de palabras de los soldados.

15 36 En torno de burla fingen querer prolongar la vida de Jesús para ver si llega Elías. Pero, por alusión al Sal 69, 22, el relato vuelve a poner de relieve su interés teológico.

15 38 Este v. y el siguiente quieren resaltar la importancia de la muerte de Jesús para la historia de la salvación. El velo que ocultaba el Santo de los Santos (ver Ex 26, 33) se rasga, como símbolo del libre acceso de todos a Dios (ver Hb 6, 19-20). Mc se muestra así atento a todo lo que preludia la participación de los paganos en la salvación.

15 39 Lc hace decir al centurión: “Ciertamente, este hombre era justo”, 23, 37. Ha visto, pues en Mc 15, 39 una alusión al texto de Sb 2, 17: “Si el justo es hijo de Dios, él lo rescatará y lo librará del poder de sus adversarios. Es un anuncio velado de la resurrección que será confirmado por el descubrimiento del sepulcro vacío. La profesión de fe del centurión forma inclusión con la proclamación de la voz celeste en el bautismo de Cristo.  

15 40 Probablemente la misma a la que Mt 27, 56 llama madre de los hijos de Zebedeo.

15 43 Es decir, del Sanedrín. Los romanos no se preocupaban del enterramiento de los condenados. Por el contrario, la ley judía ordenaba enterrar a un ajusticiado antes de la caída del sol (Dt 21, 22-23). También Hch 13, 29 atribuye a los judíos el enterramiento de Jesús. El relato de Mc sugiere que era urgente debido a la proximidad de la noche y el comienzo del sabbat. – Mc hace de José un simpatizante (ver Lc 23, 51); Mt 27, 57 y Jn 19, 38 lo presentan como discípulo de Jesús.

15 44 Var.: “si efectivamente había muerto ya”.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

14 El relato de la pasión y resurrección de Jesús según Mc es el más sobrio y realista en los evangelios sinópticos. En él se revela e interpreta totalmente el misterio de Jesús-Cristo (cf. 1,1), verdadero Hijo del hombre y verdadero Hijo de Dios. En medio de las tinieblas brota la luz en la confesión del centurión pagano.

1 ERA LA PASCUA: gramaticalmente, casi con valor de futuro: iba a ser, LA PASCUA no fue en su origen lo mismo que la fiesta de LOS (PANES) ÁZIMOS (fiesta agrícola de primavera que empezaba el día siguiente de la Pascua y duraba una semana; cf. Lv 23, 5-14. // COMO MATAR (LO)…: lit. cómo de él en astucia habiéndose apoderado matarían.

3-9 Teniendo en cuenta el dato de Jn 11, 2 y 12, 3, el título de esta perícopa[4] concreta identificamos a quien es llamado por Mc y Mt, sin más, “una mujer”. La unción en Betania tuvo lugar seis días antes de la Pascua, en casa de un tal Simón, que había sido leproso; Jesús la interpreta y agradece como honras fúnebres anticipadas, homenaje a su cuerpo entregado a la muerte. El relato es antítesis del siguiente, brevísimo (vs. 10-11); María, frente a Judas; la generosidad frente al cálculo mezquino; el amor al Maestro frente a la traición.

3 BETANIA: aldea de Lázaro, Marta y María, en cuya casa solía hospedarse Jesús. // NARDO AUTÉNTICO: en oposición al falsificado; o quizá se trata, simplemente, del nombre concreto – transliteración del arameo – de aquel perfume. El vocablo griego nárdos es de origen semítico. // ROMPIÓ… Y… : “Si el alabastro no se rompe, no podemos ungir”, el perfume no se expande (san Jerónimo).

4 ENTRE ELLOS: en su origen parecería un dativo ético[5] arameo; o quizá equivale a: “realmente indignados” (M. Black).

7 LOS TENÉIS: o, con valor de futuro: los tendréis.

8 La muerte que Jesús ve próxima, en condiciones externas iguales a las de un malhechor público, debería acabar sin ritos funerarios: su cadáver podría quedar insepulto, a merced de las aves de rapiña, o ser arrojado a la fosa común. Esta mujer que lo unge, al adelantarse a rendir homenaje a un “difunto”, hace, previsoramente, una obra de caridad, y por caridad: ama a Jesús.

9 Os digo de verdad: cf. Mt 5, 18.

10 Para determinar a JUDAS ISCARITOE (cf. 3, 19) el texto griego dice: “el UNO DE LOS DOCE”.

11 PROMETIERON DARLE DINERO: la colocación estratégica del pronombre griego permite traducir: “le prometieron que (le) darían dinero”.

12 EL PRIMER DÍA DE LOS (PANES) ÁZIMOS: probablemente, el día anterior a la fiesta de los panes ázimos (panes sin levadura). // EL CORDERO PASCUAL, lo mismo que en el v. 14, es, lit., la Pascua. // VAYAMOS A HACER LOS PREPARATIVOS: lit. habiendo ido preparemos.

15 CON ALFOMBRAS: actualmente diríamos amueblada elegantemente.

19 UNO TRAS OTRO (lit. uno tras uno): o individualmente, e.d., cada uno por su parte.

20 EL QUE MOJA: el que “está mojando” ahora mismo; o “el que suele mojar” a diario. Si tenemos en cuenta el simbolismo de la comida en Oriente, las palabras de Jesús dicen: “El que participa de mi intimidad”.

21 “Aquel “¡ay!” no de dijo únicamente por Judas, sino por todos los que traicionan a Cristo”. (Orígenes).

23-24 Jesús rubrica con su propia sangre un pacto nuevo (cf. Jr 31, 31-33), que supera al de Moisés sellado con sangre de víctimas (cf. Ex 24, 8). De todo el contexto se deduce que Jesús celebró en la cena un verdadero sacrificio, aunque incruento y misterioso: la víctima real son el cuerpo y la sangre de Jesús.

29 LE DIJO: lit. decía a él.

30 HOY. el día empezaba a contar desde la puesta del sol.

31 Lit. él empero sobreabundantemente hablaba…

32 Y LLEGAN A… GETSEMANÍ (= “lagar de aceite”, almazara); finca particular (“huerto”; Jn 18, 1) en la ladera occidental del Monte de los Olivos.

33 LLEVÓ… Y JUAN: cf. referencias bíblicas en 5, 37. // HORRORIZADO: o desanimado, desmoralizado. SENTIRSE… HUNDIDO es angustiarse. Mc registra sin tapujos las reacciones de angustia y tristeza mortal de Jesús aquella noche: tristeza del Hijo del hombre ante su rechazo por parte del pueblo elegido y ante los pecados de los hombres, aun dentro de la Iglesia, a lo largo de la historia humana; angustia y pavor ante el gravísimo sufrimiento injusto; repugnancia y tedio ante la muerte, y muerte en cruz, humillación suprema para un inocente que prevé la ingratitud de muchos redimidos por él.

34 LLENA DE TRISTEZA MORTAL: lit. triste hasta la muerte. // QUEDAOS AQUÍ Y VELAD: el tiempo verbal griego, diverso en cada uno de estos imperativos, da matices a la petición de Jesús: “No os marchéis… quedaos velando”.

35 SE POSTRÓ: lit. se postraba. // SI ERA POSIBLE: lit. si posible es. // AQUELLA HORA: lit. la hora dolorosa de la Pasión, que entraba en los planes divinos.

36 ABBÁ (cf. Rm 8, 14-17), traducido por el evangelista para sus lectores no judíos (PADRE), es el término del lenguaje infantil para llamar padre natural (papá). Aunque más tarde se extendió como título de cortesía (cf. Mt 23, 9), siempre se consideró demasiado familiar para que un judío se dirigiera de esa forma a Dios en su oración ersonal. Lit, abbá, el Padre. // ESTE CÁLIZ: el término ha entrado en nuestra lengua, en expresiones como “el cáliz de la Pasión”, “cáliz de amargura”. El vocablo grtiego es el mismo que en el v. 23 traducimos por vaso. (( PERO NO SE TRATA DE LO QUE YO QUIERO, SINO más bien de LO QUE q uieres TÚ: el “yo” y el “tú” encierran las dos últimas frases; el final triunfa sobre la sensibilidad humana del hijo.

37 FUE Y LO ENCONTRÓ: ¿Por qué Jesús llama a PEDRO con su nombre antiguo de SIMÓN?

38 VELAD Y REZAD: o, como endíadis: velad rezando, velad en oración. // EL ESPÍRITU … LA CARNE…: la buena voluntad, deseosa de agradar a Dios; y la debilidad natural o corporal, que resiste el esfuerzo. La contraposición supone el dualismo alma-cuerpo en el ser humano.

39 VOLVIÓ A APARTARSE: lit. de nuevo habiéndose apartado. // LA MISMA ORACIÓN: lit. la misma palabra, en singular; no necesariamente “las mismas palabras”.

41 ¡PODÉIS SEGUIR DURMIENDO Y DESCANSANDO!: la diversa puntuación que puede adoptarse en el texto, y la expresión griega “tò loipòn”, hacen posibles otras traducciones: interrogativa, de queja (“Y, mientras tanto, dormís!”; o “Lo que queda por hacer es dormir”); o permisiva, en tono irónico (“Para lo que queda, ¡dormid!”); o “Lo que es por mí, seguid durmiendo”). // ¡YA ESTÁ! o ¡basta! ¿Es una expresión familiar? ¿Hay que dar al verbo griego el sentido comercial de “recibir” (“Ya está cerrada la cuenta”)? ¿Hay que pensar bajo esa palabra, en el verbo arameo “dhq”, no “rhq”, que diría “urge” (=urge la hora)? // MIRAD: lo mismo que en el versículo siguiente es, lit., mira (imperativo griego singular, prácticamente convertido en una partícula para llamar la atención). // EN MANOS: lit. a las manos.

43 LOS SUMOS SACERDOTES… LOS ESCRIBAS Y… LOS ANCIANOS: los tres grupos que componían el sanedrín (cf. Hch 5, 21). Judíos, básicamente del partido saduceo, fueron los directamente responsables del prendimiento de Jesús.

44 AQUEL ES: lit. este (o ese) precisamente es.

47 UNO DE LOS PRESENTES: por Jn 18, 10 sabemos que fue Pedro. // LA ESPADA: su propia ESPADA: es uno de los posibles matices de la voz media griega original: aspasámenos.

49 QUE SE CUMPLAN LAS ESCRITURAS: o bien: “(Tenía que suceder esto) para que se cumplieran las Escrituras”.

50 ABANDONÁNDOLO, HUYERON TODOS: dejaron de ser discíulos suyos. Demasiado contraste con 1, 18.20 (“dejando las redes lo siguieron”, “dejando a su padre en la barca lo siguieron”) y con 10, 28 (¡nosotros dimos el paso de dejarlo todo, y venimos siguiéndote”).

51-52 ¿Tal vez es un dato autobiográfico del evangelista? DESNUDO: el vocablo original puede significar también 2vestido con ropa interior”.

53 SE REUNIERON los tres grupos componentes del sanedrín. Tal vez el relato de Mc anticipa a la reunión nocturna, precipitada, los datos de la reunión “legal” tenida al amanecer (cf. 15,1).

54 LA LUMBRE es, lit., la luz; quizá se tradujo equivocadamente al griego el vocablo hebreo-arameo ’wr (or/ur): “luz” y “fuego”.

58 En Jn 2, 19 se aplica la frase a la resurrección de Jesús. Al poner en boca de Jesús que él mismo destruiría violentamente el templo de Jerusalén, deformaban lo que realmente había dicho: “Podéis destruir vosotros este templo, pero yo lo levantaré en tres días”. La fórmula EN TRES DÍAS es similar a la de Lc 9, 22.

60-61 A(L) MEDIO: o en medio, ante todos, en público. // QUE TESTIFICAN ESTOS: qué es lo que estos están diciendo contra ti. // CALLABA Y NO RESPONDÍA NADA: sobre el silencio de Jesús ante los diversos tribunales, dato que repiten todos los evangelistas. // ¿TÚ ERES… EL HIJO BENDITO?: “el Bendito” era un apelativo que evitaba pronunciar directamente el nombre de Dios. Se ha considerado imposible que un sumo sacerdote saduceo preguntara eso, por asumir él mismo la dignidad de Mesías; si eso es cierto, la respuesta de Jesús fue, en los oídos de aquellos hombres, además de “blasfema”, ofensiva para Caifás.

62 Ha terminado el tiempo del “secreto mesiánico”. Ante la pregunta del sumo sacerdote confiesa Jesús públicamente su identidad; con su declaración firma su sentencia de muerte; luego, con la alusión al texto de Dan 7, 13, añade una advertencia a sus jueces: “También vosotros seréis juzgados un día”. // “Sentarse a la derecha” de Dios (hebraísmo); circunlocución que significa participar de la divinidad, tener el mismo poder de Dios. // EL PODER: la Omnipotencia, el Omnipotente. También Jesús, con esa fórmula, evita pronunciar directamente el nombre de Dios, aunque entonces no hubiera sido pronunciado “en vano”.

63 RASGÁNDOSE LA TÚNICA (lit. rasgado las túnicas de él) como signo oriental de horror, de disgusto o de tristeza. “Rompió su vestido para romper las leyes divinas y humanas. Hizo pedazos su ropa para hacer pedazos la sacrosanta humanidad de Cristo. ¿Qué necesidad tenemos de testigos, dijo. Respondido se está que ninguna, donde el juez es juntamente testigo falso y falso testimonio”; es el comentario de Quevedo.

64 Conforme a Sn 7, 5 nadie es culpable de blasfemia “si no pronuncia explícitamente el Nombre (de Dios)”. LA BLASFENIA de Jesús, según apreciación de Caifás, consiste en que aquel aldeano de Nazaret, al aplicarse las prerrogativas de Juez escatológico, propias de Dios, se colocaba en la esfera divina. Entendieron la respuesta de Jesús en su verdadero significado; así la dignidad mesiánica de Jesús quedó rechazada clamorosamente. El blasfemo merecía la pena de muerte, en concreto ser colgado de un madero o de un árbol (Escritos rabínicos Sifre Deuteronomio 21,22 y Sn 6, 4).

65 ALGUNOS de los mismos miembros del sanedrín, según el relato de Mc, empezaron a torturar al prisionero. // … A ESCUPIRLE, Y A TAPARLE EL ROSTRO “para poder abofetearle a gusto” (A. Manaranche). Probablemente la expresión “SE ENSAÑARON…” es en el texto griego un latinismo vulgar.

66-72 Mc narra con crudeza la caída de Pedro, que tantas veces le oiría predicar. Hay tres pasos: ignorancia fingida, negación seca, negación reforzada con maldiciones y juramente.

67 SE FIJÓ… Y DICE: las palabras de la sierva suenan así, lit.: también tú con el Nazareno estabas, el Jesús.

70 La traducción de la parte narrativa del versículo quiere señalar el matiz de acción repetida de las formas verbales griegas: lit. nuevamente negaba… nuevamente decían.

72 LA FRASE (lit. la palabra) QUE LE HABÍA DICHO (lit. cómo dijo a él). // ROMPIÓ A LLORAR ES, lit. habiendo irrumpido (?) lloró.

15, 1 DE MADRUGADA: porque sólo tenían valor legal los juicios celebrados durante el día. // ES DECIR, TODO EL SANEDRÍN: pero no asistieron todos sus miembros (al menos José de Arimatea, según Lc 23, 52; y probablemente tampoco asistió Nicodemo). // PARA ENTREGAR(LO) A PILATO, que normalmente residía en Cesarea, pero en las grandes fiestas subía a Jerusalén para prevenir o controlar de cerca posibles revueltas. Su residencia en Jerusalén era: o la torre Antonia, cuartel de la guarnición romana en el noroeste del templo o, más probablemente, el palacio de Herodes (llamado palacio “de los asmoneos”), en la colina occidental, distrito en el que residía Herodes Antipas.

2 TÚ (LO) DICES (cf. “Tú lo has dicho”: Mt 26, 25: afirmación velada de que verdaderamente es eso que le reprochan: EL REY DE LOS JUDÍOS, e.d., el Mesías, aunque no como ellos lo imaginan.

4-5 DE CUANTAS COSAS: O, COMO ADVERBIO: con que insistencia. Sobre el silencio de Jesús en la Pasión, cf. referencias bíblicas en 14, 60s. San Ambrosio comentó: “Acusan al Señor, y calla. Y calla bien, pues no necesita defensa. Ansíen ser defendidos los que temen ser vencidos. Con su silencio, (Jesús) no confirma la acusación, sino que, al no rechazarla, la menosprecia. Pues, ¿qué podría temer el que no ambicionaba su propia salvación? La salvación de todos pone en peligro la suya, para poder seguir la de todos”.

6 Esta costumbre de que EN CADA FIESTA (DE PASCUA) dejara el gobernador en libertad a un preso la conocemos únicamente por los textos evangélicos.

8 AL SUBIR hacia el pretorio. // LA GENTE: la turba, quizá son los partidarios de Barrabás el revolucionario.

10 La palabra hebrea y aramea quin‘ah “envidia”, “ira”, también vale para decir “celos”. En el texto quizás subyace ese aramaísmo, y así resultaría que LOS SUMOS SACERDOTES pidieron la muerte de Jesús por celo de Dios, por honra de Dios. Impresiona esa ira santa contra un “blasfemo”. Por su parte, Pilato sabía que en la acusación de traición contra la autoridad romana había otros intereses, y no la tomó en serio; pero por esto mismo, si pensaba que Jesús era inocente, al condenarlo a muerte cometía pecado (Jn 19, 11).

12-14 LES DIJO (bis): lit. decía a ellos. // VOLVIERON A GRITAR: Mc no ha hablado de un clamor anterior, pero es característico de su estilo el uso frecuente del adverbio griego pálin (“de nuevo”, “otra vez”), sin valor específico.

15 El gran motivo de la justicia humana para condenar a un inocente: QUERIENDO DAR GUSTO A LA GENTE. // DESPUÉS DE FLAGELAR(LO): Para evitar la flagelación Jesús no pudo apelar a la ciudadanía romana, como Pablo (cf. Hch 22, 25-29), ni acogerse a la Ley judía, que prohibía dar más de cuarenta golpes, suponiendo que el reo los soportase (cf. Makkot 3, 11). Los romanos no ponían límite al número de azotes de modo que el reo podía morir bajo los golpes. En el caso de Jesús, la flagelación no fue la tortura en un interrogatorio, ni suplicio independiente de la crucifixión, capaz por sí solo de dar la muerte al reo, sino el tormento aplicado al reo antes de crucificarlo, para quebrantar sus fuerzas y abreviar el final.

16 Comienza una descripción brevísima de la mayor vergüenza histórica del género humano: el reino de Dios, presente ya en Jesús, no solo es rechazado intelectualmente, sino que es tomado a burla: ¡los hombres se divierten burlándose de Dios! // O SEA, (EL) PRETORIO: lit. que es pretorio. // TODA LA COHORTE: todos los soldados de la cohorte que andaban por allí. Una cohorte solía tener entre seiscientos y mil hombres; el gobernador romano disponía de cuatro cohortes: una en Jerusalén, las otras tres, normalmente en Cesarea.

20 DE LA LABRANZA: o, simplemente, del campo. // ALEJANDRO Y RUFO eran, sin duda, conocidos por los destinatarios de Mc. // LA CRUZ DE JESÚS: el texto griego, traducido a la letra, podría crear confusión: dice “su cruz”.

22 A (JESÚS): lit. a él. // La pequeña elevación rocosa DEL GÓLGOTA (en arameo Gûlgûta‘: cráneo, o CALAVERA) estaba fuera de la muralla, en el noroeste de la ciudad; su nombre se debía a su parecido con una calavera humana. // SIGNIFICA: lit. es.

23 EL VINO MIRRADO servía de narcótico.

24 LO CRUCIFICARON: “Así, con los términos más sencillos posibles, se consigna aquel acto espantoso, sin intentar describir los detalles desgarradores (V. Taylor). La crucifixión, suplicio originario de Persia (s. V a.C.), era usada por los romanos para ajusticiar a esclavos, bandidos, y revolucionarios.

25 ERA (LA ) HORA TERCIA: las nueve de la mañana, dato que parece menos exacto que el de Jn 19, 14; ¿reconstruyó Mc el horario de la Pasión tomándolo de alguna primitiva celebración cristiana, o fijándose en las horas usuales de oración?

26 ESTABA ESCRITA LA ACUSACIÓN…: lit. y estaba la inscripción de la causa (= de la denuncia, del cargo, del motivo de la condena) de él (=contra él) sobre escrita. // EL REY DE LOS JUDÍOS: Oficialmente en los informes del gobernador a Roma pudo figurar esta explicación de la muerte de Jesús como revolucionario o subversivo. Pero Jesús nunca se consideró Mesías político-social, ni aceptó ser tenido por tal; al contrario, rechazó como tentación la concepción política del mesianismo; basta repasar su predicación sobre la no violencia, sobre no devolver mal por mal, el amor a los enemigos, la bienaventuranza de los pacificadores, la orden de no sacar la espada, la obediencia a la autoridad, etc.

27 UNO A… SU IZQUIERDA: lit. a uno desde (las regiones) derecha y otro desde (las regiones) izquierdas de él. Algunos manuscritos añaden el v. 28 con parte de Lc 22, 37.

29 (TÚ), QUE IBAS A DESTRUIR… Y A EDIFICAR (LO): lit. el que destruye… y que edifica.

33 (LA) HORA SEXTA: EL MEDIODÍA. // EL PAÍS: Palestina. // (LA) HORA NONA: las tres de la tarde.

34 Las palabras iniciales del Sal 22, que probablemente Jesús recitó entero, expresan el abandono misterioso del Hijo (aunque un “justo” que empieza su oración diciendo: “Dios mío, Dios mío” …¡no está abandonado de Dios!). En la cita del Salmo en arameo, como es el caso de Mc, el por qué arameo original ha sido traducido para qué (también en Mt). Es verdad que la frontera entre ambos significados – por qué y para qué – es fácilmente franqueable, pero aquí el enfoque es diverso: para Mc y Mt Jesús (y con él ha de hacer lo mismo todo cristiano que sufre) no pregunta el motivo (=¿qué he hecho yo de malo para sufrir esto?), sino la finalidad, la intención  de Dios para mayores bienes (=¿qué pretende Dios con mi crucifixión?, ¿hacia dónde me lleva?, ¿qué objetivo quiere alcanzar con este sufrimiento mío?. // SIGNIFICA: lit. es. // DIOS MÍO: lit. es vocativo semítico: el Dios de mí.

36 VINAGRE: vino-agrio, la bebida de los soldados.

37 La muerte real de Jesús, sucedida aproximadamente el 7 de abril del año 30 de nuestra era, fue atestiguada por testigos fidedignos (explícitamente los cuatro evangelistas; Pedro en sus discursos de Hechos y en sus cartas, las mujeres que estuvieron en el Calvario, Nicodemo y José de Arimatea, los sumos sacerdotes y el centurión que dirigió la ejecución: vv. 44-45). Es dato que no pudieron rebatir los jefes religiosos de Israel.

38 LA CORTINA del “Santo de los santos” (Ex 26, 31-33) SE RASGÓ EN DOS, DE ARRIBA ABAJO: así ha quedado abierta la entrada a la intimidad de Dios; podemos pasar al Padre a través de la humanidad de su Hijo.

39 Las palabras de un pagano que vio morir a Jesús son el punto culminante del “Evangelio de Jesucristo Hijo de Dios”. Aparte del significado original que pudieron tener en boca de un soldado romano, el evangelista Mc ha considerado esas palabras como auténtica confesión de fe en la filiación divina de Jesús.

40 MARÍA LA MAGDALENA: e.d. probablemente, oriunda o habitante de Magdala (o Magdala, del hebreo migdôl = torre), importante centro industrial de consrvas de pescado, en la ribera occidental del lago de Galilea, doce kilómetros al sur de Cafarnaún. ¿Por qué los evangelistas no mencionan ninguna visita de Jesús a esta ciudad, situada en una ruta que él frecuentó? // SANTIAGO… Y… JOSÉ: ¿son los mismos citados en 6, 3? // SALOMÉ: madre de los apóstoles Santiago (el Mayor) y Juan, según Mt 27, 56.

42 O SEA: lit. que es (=que significa). En un parénteisis, Mc explica el término griego que traducimos “Preparación”; como si dijera: puesto que era el viernes.

43 DE la aldea llamada ARIMATEA, a unos treinta kilómetros al norte de Jesusalén. // AUDAZMENTE FUE: lit. habiéndose atrevido, fue.

44 En vez de SI HACÍA TIEMPO QUE, algunos manuscritos leen: si ya.

46 A (JESÚS): lit. a él.

 

Notas exegéticas desde la Biblia Didajé.

14, 1s. Con Cristo ahora en Jerusalén, la determinación de sus enemigos se fortaleció. Sin embargo, temían una protesta pública e incluso un motín si lko detenían, ya que tenía un respaldo significativo entre el pueblo judío. Cuando Judas se acercó a los sumos sacerdotes para tramar el arresto de Cristo, su plan de acción comenzó a tomar forma. Cat. 574.

14, 1 La Pascua conmemora la liberación de Israel de Egipto e implica una comida compartida, sagrada. En los días del Templo, era necesario que los hombres judíos celebrasen esta fiesta en Jerusalén; por tanto, la población de la ciudad santa aumentaba varias veces al llegar los peregrinos llegaban. Cat. 1363.

14, 5 Un denario era un día de salario para un obrero (Mt 20,2). El perfume era muy costoso.

14, 8 Los cuerpos de aquellos que eran condenados a la pena de muerte por sus crímenes no eran ungidos con los perfumes utilizados habitualmente en las prácticas funerarias judías. En este pasaje, la unción de Cristo por la mujer le prepara espiritualmente para su sepultura anticipando parte de su muerte en la cruz. Cat 1525.

14, 12-31 En la comida de Pascua que Cristo celebró con sus discípulos, anunció la traición de un apóstol. Debido a que Dios puede sacar el bien incluso del mal, nuestra libertad de elección hacia el mal, puede mediante las intervenciones misteriosas de la gracia de Dios, estar integrada en los planes para nuestra redención. Cat. 597 y 1339.

14, 21 Esta declaración fue hecha para subrayar la enorme gravedad del pecado de Judas. Sin embargo, solo Dios conoce el grado del pecado y la culpabilidad de cada uno de los que jugaron un papel en la traición y muerte de Cristo. Cat 597.

14, 22-25 Cristo, el cordero inmaculado de Dios, ofreció su propio cuerpo y su propia sangre instituyendo así la Eucaristía en la Última Cena. La liturgia eucarística es una participación en el banquete celestial y una representación del único sacrificio de Cristo. En la Última Cena, el sacrificio eucarístico de Cristo anticipó su pasión y8 muerte de una manera incruenta. En cada Misa, se renueva ese mismo sacrificio. La palabra de Cristo en el relato de la institución no puede tomarse solamente de forma simbólica. La Iglesia ha enseñado siempre que tras las palabras de la consagración, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La presencia de Cristo en la Eucaristía se conoce como la presencia real, mientras que la manera de cambio se llama transustanciación. Cat. 1339-1340, 1374-1378.

14, 22 Nótese cómo las palabras usadas por Cristo en la institución de la eucaristía son las que empleó en la multiplicación de los panes (Mc 6, 41). Las palabras “tomó”, “bendición”, “partió” y “dio” vinculan claramente la alimentación de las multitudes con la institución de la Eucaristía. Por su parte, la institución de la Eucaristía predijo la ofrenda de su cuerpo en la Cruz. Estas mismas palabras se emplean en la oración eucarística en la Misa. Cat. 1328-1332.

14, 24 Al igual que la sangre del sacrificio fue derramada en el Monte Sinaí para establecer la antigua alianza con Moisés, la sangre del sacrificio de Cristo fue derramada para establecer la antigua alianza. La oferta sacramental de su Cuerpo y Sangre reafirma el nuevo pacto de Cristo de gracia y amor. Cat. 1365.

14, 25 El “nuevo” vino representa el banquete de bodas del cielo, “donde los fieles beberán el vino nuevo convertido en la Sangre de Cristo (Cat 1335). La pasión y muerte de Cristo son la Pascua definitiva y, al mismo tiempo, la recepción de la Eucaristía es la definitiva comida de la Pascua. Cat. 1402-1403.

14, 36 En su angustia y temor, Cristo pidió a su Padre un aplazamiento de su sufrimiento inminente. Aunque Cristo se dirigió a su pasión y crucifixión con angustia, en su oración afirmaba claramente, que aceptaba plenamente la voluntad del Padre. Cat. 473, 2607, 2620 y 2701.

14, 38 Con estas palabras se describe el problema fundamental del pecado. No solo debemos desear el bien sino también trabajar para conseguirlo. La oración y el negarse a sí mismo (mortificación) son esenciales en esta batalla. Cat. 2849.

14, 43-52 Con el arresto de Cristo, los discípulos lo abandonaron. Entre aquellos que huyeron estaba un hombre joven que huyó desnudo. Algunos estudiosos sugieren que Marcos puede estar refiriéndose a sí mismo. Cat. 1851.

14, 55 El sanedrín – del griego syn y hedra, significan “con asiento” – fue el más alto tribunal de la ley judía, y los romanos le permitieron mantener una amplia autoridad sobre los asuntos religiosos y civiles. Presidido por el sumo sacerdote, el sanedrín incluía a los jefes de los sacerdotes (antiguos sumos sacerdotes), a los ancianos, y a los escribas. Cat. 443, 585.

14, 58 Cristo predijo la destrucción del Templo (Mc 13, 2) pero aquí se estaba refiriendo al templo de su cuerpo que sería reconstruido en tres días por medio de su resurrección. Cat. 593.

14, 62 Yo soy: estas palabras de Cristo son una reminiscencia de YHWH (Ex 3, 14-15), el nombre de Dios dado a Moisés. Aquí, Cristo aceptó el título de “Hijo del Bendito” (es decir, “Hijo de Dios”), que le condujo a su condena por blasfemia. A la derecha del todopoderoso: esto indica la gloria y honor de Cristo como una de las Tres Personas de la Trinidad, de Dios. El credo de los apóstoles y el credo de Nicea afirman que Cristo, después de su Ascensión, está sentado a la derecha de Dios Padre. Cat. 659 y 663.

14, 63 Este acto dramático expresa una gran angustia o tristeza, así como indignación y protesta contra el sacrilegio de blasfemia. Al rasgar sus vestidos, Caifás acusó a Cristo de blasfemia; sin embargo, violó la misma ley mosaica (Lv 21,10) en virtud de la cual él acababa de condenar a Cristo. Como señala Juan, la túnica de Cristo, símbolo de su eterno sumo sacerdocio, no fue dividida (Jn 19, 23-24).

14, 66-72 Tras la negación, Pedro recordó inmediatamente las predicciones de Jesús y lloró amargamente de dolor por su pecado. Cat 1429.

15, 1-15 Cristo habló poco con Poncio Pilato, el procurador romano de Judea, que se dirigió a la multitud para ofrecerles la opción de liberar a Jesús o a Barrabás, un revolucionario. Barrabás en arameo significa “hijo del padre”; es irónico que fuese liberado mientras que Jesucristo, el Hijo de Dios Padre, era condenado a muerte. Cat. 591.

15, 15 Pilato era de personalidad débil que sabía perfectamente que Cristo era inocente pero lo declaró culpable por cobardía y lo entregó para que lo crucificarona con el objetivo de aplacar las multitudes encolerizadas. La flagelación era un tipo de castigo que implicaba azotar a la víctima con un látigo. Cat 572.

15, 16-20 Cristo fue rechazado no solo por los judíos sino también por los gentiles. Los soldados gentiles lo reconocen como rey, pero en tono de burla. Cat. 597-598.

15, 27 Muchos códices añaden aquí (v. 28): “Así se cumplió la Escritura que dice: “Lo consideraron como un malhechor” (cita de Is 53, 12); la lectura no parece original, pues no corresponde a la forma normal de citar el AT Marcos.

15, 34 El grito de Cristo viene del salmo 22, que es la oración de un hombre santo humillado y perseguido, pero que finalmente sale victorioso, alabando a Dios por su amparo final. La oración de Cristo no es, por tanto, de desesperación sino de identificación con el salmista en un dolor al que puede descubrirse un sentido. Cat. 603, 2605.

15, 38 Este velo establecía una separación entre el pueblo y la presencia de Dios ene l santo de los santos, el sanctum del Templo, donde el sumo sacerdote, solo, hacia sacrificios en presencia de Dios, en nombre del pueblo, una vez al año. Su desgarramiento simboliza la reconciliación de Dios con la humanidad, desgarrándose lo que separa al hombre de Dios. La antigua alianza había cumplido su función y ahora reflejaba por la nueva alianza en Cristo.

15, 39 El reconocimiento de la divinidad de Cristo por parte del centurión es un signo de que las personas de todas las naciones y culturas están invitadas a participar en su ofrenda de redención. Cat. 444, 599-603.

15, 42-47 Los hombres de Pilato confirmaron que Cristo había muerto, y un destacado miembro del sanedrín lo enterró en su propio sepulcro con las dos Marías como testigos. El entierro tuvo que hacerse de prisa porque el Sabbat comenzaría con la puesta del sol. Cat. 641.

En este enlace se puede consultar el catecismo íntegro.

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

 

Comentarios de los Santos Padres.

Por tanto, duda como hombre, y como hombre se perturba. No se perturba como Poder, no se perturba su divinidad, sino que se perturba el alma; se perturba porque ha asumido la fragilidad humana. Precisamente porque asumió el alma, asumió también las pasiones del alma. Porque era Dios no podía perturbarse ni morir. Finalmente, dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Habla como hombre, llevando consigo mismo mis propios miedos, pues cuando nos encontramos en peligros también nosotros pensamos que Dios nos ha abandonado. Es perturbado como hombre, como hombre llora, y como hombre es crucificado.

Ambrosio. Sobre la fe, 2, 7, 56. 2, pg. 299.

Sale de esta vida por un acto de su poder, ya que no había venido por la ley de la fatalidad. Por eso algunos se asombraron más de este poder del que muere que del poder de hacer milagros.

Agustín. Tratado sobre el Ev. de Juan, 31, 6. 2, pg. 300.

El velo se rasgó. El Señor indica por este hecho que quitaría el Reino para dárselo a otro pueblo que diera fruto (cf. Mt 21, 43). También el velo rasgado podría significar que el templo sería destruido, puesto que ya no albergaba su Espíritu. El sumo sacerdote, al desgarrar injustamente su vestido, rasgó también el velo del Espíritu.

Efrén de Nisibi. Comentario al Diatesaron, 21, 4. 2, pg. 300.

Entrega el alma (al Padre), pero tiene poder para recuperarla, se rompe el velo del Templo – porque se manifiestan las cosas de lo alto –, las piedras se resquebrajan y los muertos resucitan antes de tiempo.

Gregorio Nacianceno. Discurso teológico, 22, 20. 2, pg. 301.

Fueron muchos los milagros de aquellos tiempos: Dios pendiendo de una cruz, el sol se ocultó y de nuevo se inflamó (pues convenía que las criaturas se lamentaran con su Creador), el velo del templo se rasgó, sangre y agua fluyeron del costado; unas cosas (sucedieron) como hombre que era, y otras, por ser más que hombre. La tierra se convulsionó por un temblor; las piedras se rompieron unas contra otras; los muertos resucitaban para testimoniar la resurrección última y universal. Las señales del sepulcro, y las posteriores a la sepultura, ¿quién puede no alabarlas con admiración? No obstante, ninguna se puede comparar con el milagro de mi propia salvación. En dicho milagro, unas insignificantes gotas de sangre renuevan el mundo entero y, lo mismo que la leche coagulada, sirven a todos los hombres para que estemos nosotros bien unidos y trabados en uno.

Gregorio Nacianceno. Discurso teológico, 45, 29. 2, pg. 301.

Por la sencillez del sepulcro del Señor se condena la ambición de riquezas de aquellos que no pueden estar sin ellas ni siquiera en los sepulcros… Por esto mismo nació en la Iglesia la costumbre de no celebrar el sacrificio del altar con manteles de seda o de tela teñida, sino de lino, lo mismo que el cuerpo del Señor fue colocado en el sepulcro con una sábana limpia.

Agustín. Exposición al Ev. de Marcos, 4, 15, 46.

 

San Agustín.

He aquí la debilidad de Dios que es más fuerte que los hombres, y la necedad de Dios más sabia que los hombres. El sucederse de los acontecimientos lo mostró con mayor claridad aún. ¿Qué buscaba entonces la ira rabiosa de los enemigos, sino arrancar su memoria de la tierra? Pero quien fue crucificado en una sola nación se ha asentado en los corazones de tantas otras y quien entonces fue entregado a la muerte en un solo pueblo ahora es adorado por todos.

Amadísimos celebremos este aniversario con devoción; gloriémonos en la cruz de Cristo, pero no una sola vez al año, sino con una vida continua de santidad.

Sermón, 218 B. I, pgs. 395-396.

 

San Juan de Ávila.

Aunque delate el acatamiento de Dios debemos estar postrados, y temiendo no nos desampare él por nuestros pecados, mas en el tiempo de la guerra, que nuestro enemigo, despreciándolo a él, y llamando a nuestro Señor. De esta manera leemos que el mismo Señor oró a su Padre antes de su prendimiento, postrado y con angustia de corazón; y de allí salió tan esforzado, que él mismo fue a recebir a sus enemigos.

Audi, fiia (II), cap. 29, 1. I, pg. 598.

Somos hechos contrarios a nos y aun contrarios a Dios; por eso volvamos a Él, pidámosle misericordia, supliquémosle que nos quite esta pesadumbre y nos dé corazón conforme al suyo, porque ni santo ni santa de su cosecha no hubo que no fuese hecho al revés de Dios; y por eso fueron conformes a Dios, porque trabajaron y con lágrimas se lo pidieron; y ansí, si alguno siente en su corazón alguna poquita devoción, algún buen deseo, alguna buena obra, donde Dios es; agradézcaselo y déle muchas gracias, y diga de aquí adelante cada uno: “Señor, pues que tan malo soy, no se haga cosa que yo quiera; sígase vuestra voluntad y no la mía” (Mc 14, 36).

Plática 16. A unas monjas de Zafra, 14. OC I, pg. 894-895.

En cualquier cosa que hiciérades, sea como una representación del Señor: cuando os levantáis de la cama, acordaos cómo le levantaron en la cruz, y pedilde que levante vuestro corazón a las cosas divinas; cuando os vestís, acordaos cómo le vistieron en casa de Herodes y Pilato (cf. Lc 23, 11), y pedilde que vista vuestra ánima de gracia y virtudes; cuando os calzáis, cómo le enclavaron (cf. Mc 15, 17), y pedilde que vuestro corazón esté clavado con él con tres clavos, que son fe, esperanza y caridad; cuando ponéis el bonete, la corona de espinas (cf. Lc 23, 33), y pedilde que no perdáis vos la corona que Él con tanto trabajo ganó; cuando os ceñís, la soga con que fue atado (cf. Jn 19, 5), y pedid que os libre de las prisiones del pecado; cuando os laváis, pedid que lave vuestra alma, etc.; cuando andéis por las calles, aquellas estaciones de la pasión, como si le fuésedes acompañando; cuando coméis, pensad la hiel y vinagre del Señor (cf. Lc 23, 36); cuando os desnudáis para acostaros, cómo le desnudaron para crucificarlo (cf. Lc 23, 34) y cómo Él es descanso de mi alma mucho mejor que la cama de mi cuerpo, etc.

Dialogus ingter confessarium et paenitentem, 20. OC II, pgs. 783-784.

Caminó nuestra Arca en el día del Jueves Santo desde Betania al sacro Cenáculo de Jerusalem (Mt 26, 17ss; Mc 14, 12ss), dejando allí a su sacratísima Madre muy llena de penas, como lo iba Él; y anduvo camino de dos millas, con pasos bastantes para cansar a su delicadísimo cuerpo, mayormente con la carga de la compasión que de su sagrada Madre llevaba. Y después de esta procesión que con sus discípulos hizo (Jn 18, 1ss), se siguió otra, desde el dicho Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, que, según Él estaría cansado del primero camino, y del trabajo de lavar los pies a sus discípulos, y de la gran tristeza que su ánima sintió, no se pudieron dejar de andar sin grande cansancio.

Mas, en lugar de descanso, es el Señor preso, y con muy mal tratamiento es llevado cuesta arriba hasta casa de Anás, que estaba en lo alto del monte de Sión, en distancia de otros mi y tantos pasos; de allí anduvo otros cuarenta y ocho pasos hasta la casa de Caifás, en la cual fue muy maltratado gran parte de la noche; y lo demás de ella estuvo preso y atado a una coluna en una estrechísima cárcel. Y tras haber estado toda la noche en pie, anduvo por la mañana otra procesión de mil y trescientos y cincuenta y cuatro pasos que había desde casa de Caifás hasta la casa de Pilato. De allí fue llevado a casa de Herodes, que hay ciento veinte pasos; y después tornó a andar, siendo traído de Herodes a Pilato. El trabajo y todo lo cual fue tan grande, que, si no fuera por vía de milagro, no se pudiera tener el Señor en pie.

Salgan mañana los sacerdotes, a quien Él tanto honró, que los eligió por ministros suyos, y llévenlo encima de sus hombros con gran reverencia y amor, tiniéndose en esto por muy favoridos, en recompensa de que el Señor llevó la cruz a cuestas y todos nuestros pecados encima de él. Cérquenle los devotos cristianos, honrándole tan de corazón, que echen delante de Él la ropa en el suelo, para que la huellen los pies de los que al Señor llevan, como hicieron los que iban con Él el día de Ramos (cf. Mt 21, 8).

37. Vísperas del Corpus, 10-11.17. OC III, pgs. 492-493 y495.

En la cruz, ¿qué otra cosa da más que su sangre y su pasión y misericordia para el hombre, por cuyo consuelo da voces el Señor, que fue desamparado (Mc 15, 34) y desconsolado? Mas allí está tan guardado de sus enemigos, que sus amigos, por mucho que lo deseen y lloren, no pueden llegar a él. Y aquí está tan puesto en nuestras manos y tan abierta la puerta, que Él está rogando consigo, y solo aquel que no quiere no llega. Y aunque el velle derramar su sangre en la cruz es tan grande consuelo para el pecador, mas como se derrama por todos, y es menester que se aplique a cada uno en particular, por eso es necesario que tú le recibas en tu pecho con fe y amor para que participes de tantas riquezas como allí se dan.

30. En la Infraoctava del Corpus, 15. OC III, pg. 648.

Dícenme que vuestra merced trabaja mucho: querría que se templase, a lo menos en las confesiones; porque, cierto, somos de carne, la cual es flaca, aunque el espíritu sea fuerte (cf. Mc 14, 38), y no querría verle como yo estoy de indiscretos trabajos, que a cada sermón me da una calentura. Esto es en cuanto a lo del cuerpo, en lo cual encomiendo que ni es regalado ni demasiadamente lo trabaje. Y porque por carta no se puede esto especificar, baste esto.

4. A un predicador. OC IV, pg. 30.

Entended que la cosa en que más podéis agradar a Dios es tener vuestra ánima limpia delante su acatamiento; y la mayor misericordia que podéis hacer es tener vuestra ánima agradable a él. Por tanto, velad y orad (Mc 14, 38), como dijo nuestro Señor; porque no os halle el demonio desapercibido, que os anda buscando mil achaques y lazos para os derribar.

46. Al mismo Juan de Dios. OC IV, pg. 239.

En cruz conviene estar hasta que demos el espíritu al Padre; y vivos, no hemos de bajar de ella, por mucho que letrados y fariseos nos digan que descendamos y que seguirá provecho de la descendida, como decían al Señor (cf. Mc 15, 32). La cruz se tomó por Él, y Él la ha ayudado a llevar hasta agora; y si alguna vez es tan pesada que hace arrodillar, así también hizo a nuestro Señor; y no se maravillará Él que nuestra flaqueza arrodille, pues su gran fortaleza arrodilló; lo cual Él quiso hacer para que no desmayasen los flacos, cuando con el peso de los trabajos algunas veces les parece que, no pudiendo sufrir tanto, quedan atollados con tristeza y como con alguna desconfianza, y sin aquella alegría en el padecer que otras veces.

97. A la misma (una señora que sentía muchos impedimentos en el servicio de Dios). OC IV, pg. 404.

 

Comentario Homilética

-Cuidadosamente preparado:

Mc 2,20: Jesús: novio destinado a ser arrebatado.

Mc 3, 6: complot de los fariseos y herodianos para acabar con Jesús.

Mc 12, 12: los sumos sacerdotes, escribas y ancianos manifiestan acabar con Él.

-Partes:

1ª:

Concluye con el prendimiento.

Personajes: Jesús y los discípulos.

2ª:

Concluye con la sepultura.

Personajes: Jesús y sus oponentes.

-Recoge los momentos que impactaron a la comunidad.

-Citas del Antiguo Testamento: interpretación teológica de los hechos.

-Aspectos:

Cristología:

Confesión de Jesús como Hijo de Dios:

Secreto mesiánico.

Discipulado:

Huida.

Fe y cruz.

Medir la autenticidad de nuestro seguimiento.

 

 

MISA DE NIÑOS. DOMINGO DE RAMOS.

Monición de entrada.

Buenos días:

Hoy es un día de alegría, porque Jesús ha resucitado.

Es el día más importante para los amigos de Jesús.

Tan importante es que todos los domingos son como repetir este domingo de Pascua.

Y cada misa Jesús está con nosotros porque él resucitó.

 

 

 Señor, ten piedad.

Tú que estás vivo. Señor, ten piedad.

Tú que eres nuestra vida. Cristo, ten piedad.

Tú que nos cuidas. Señor, ten piedad.

Homilía:

Comparamos como está Jesús en la imagen del crucificado y en la imagen del resucitado.

Tienen que indicar donde está ahora Jesús resucitado, es decir, el sagrario.

Peticiones.

-Por el Papa Francisco para que sus palabras nos ayuden a tener la vida. Te lo pedimos Señor.

-Por la familia de Jesús que es la Iglesia, para que pueda decir en todos los sitios que Jesús ha resucitado. Te lo pedimos Señor.

-Por las niñas, los niños y las personas mayores que han sido bautizadas o van a serlos, para que cada día intenten ser más amigos de Jesús. Te lo pedimos, Señor.

-Por las personas que están enfermas, para que sientan que Jesús les ayuda. Te lo pedimos, Señor.

-Por nosotros que estamos celebrando la Pascua, para que no nos olvidemos que en cada segundo Jesús está dentro de nuestro corazón, aunque no le veamos. Te lo pedimos Señor.

 Acción de gracias.

Virgen María este domingo queremos contarte que estamos muy contentos de que tú lo estés y te felicitamos porque Jesús ha resucitado y ya nunca más va a separarse de ti.

 

 

EXPERIENCIA.

Mira el vídeo “Querido diario” (Verbo Divino): https://www.youtube.com/watch?v=G-ZzM2M_xoU

¿Cómo te has sentido mientras escuchabas el vídeo?

¿De qué se habla en él?

¿Quién es el autor del diario?, ¿cómo se siente?

Al final hace unas afirmaciones donde compara lo que piensan muchos y lo que él piensa. Escúchalo de nuevo. ¿Con qué te frase te quedas?

¿Quiénes son hoy, en 2021, María y Jesús? A nivel social y a nivel cercano, en tu pueblo o barrio. Piensa en ellos.

  

REFLEXIÓN.

Lee el fragmento o perícopa de la muerte de Jesús.

X Del evangelio según san Marcos.

Y lo sacan para crucificarlo. Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz. Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de “la Calavera”), y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: “El rey de los judíos”. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:

-Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.

De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose:

-A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.

También los otros crucificados lo insultaban. Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente:

-Eloí, Eloí, lemá sabaqtaní.

Que significa:

-Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Algunos de los presentes, al oírlo, decían:

-Mira, llama a Elías.

Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:

-Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.

Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.

El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

El centurión, que estaba enfrente, al ver como había expirado, dijo:

Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

 

Pídele a Dios que te envíe el Espíritu Santo para que te de conocimiento interno de Jesús, es decir, a través de esta oración adentrarte en la escena de la pasión.

Lee el texto 2 veces.

En la segunda sitúate en la escena, mediante la composición de lugar. Según san Ignacio de Loyola consiste en imaginar el monte Gólgota, las tres cruces, los soldados, el camino, las montañas de alrededor.

Visualiza los diálogos.

Pregúntate: ¿qué narra y qué le dicen?, ¿qué me dice?

Mantén sendos coloquios con Jesús y la Virgen María, contándoles aquello que brota de tu corazón, o como si estuvieses en el lugar.

 

COMPROMISO.

Escribe en una hoja el programa para esta semana, integrando las celebraciones principales de la parroquia a las que te comprometas asistir: Misa Cena del Señor, Hora Santa el jueves; Vía Crucis y Acción Litúrgica de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesús; y Vigilia Pascual.

Si no puedes prográmate para el jueves, viernes, sábado y domingo un tiempo para estar solo, tomar en tus manos una cruz y leer las última cena y Getsemaní (jueves), camino de la cruz y muerte (viernes) y resurrección de Jesús (sábado-domingo).

 

CELEBRACIÓN.

Mira este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=XLrXnr2GAmE

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Biblia del Peregrino. Edición de Luis Alonso Schökel. EGA-Mensajero. Bilbao. 1995.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Secretariado Nacional de Liturgia. Libro de la Sede. Primera edición: 1983. Coeditores Litúrgicos. Barcelona. 2004.

Robinson, Jame M.; Hoffmann Paul y John S., Kloppenborg. El Documento Q. Ediciones Sígueme. Salamanca. 2004.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 2. Evangelio según san Marcos. Ciudad Nueva. Madrid. 2009.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 3. Evangelio según san Lucas. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Merino Rodríguez, Marcelo, dr. ed. en español. La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento. 4a. Evangelio según san Juan (1-10). Ciudad Nueva. Madrid. 2012.

San Juan de Ávila. Obras Completas i. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Francisco. Fratelli Tutti. www.vatican.va

Mercedes Navarro Puerto. Marcos. Guía de lecturas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. Estella. 2006.

Homilética. Sal Terrae. 2020/6.

Noel Quesson. 50 salmos para todos los días. Paulinas. Bogota-Colombia. 1988. En: mercaba.org.

http://www.quierover.org

https://www.juniorsmd.org



[1] Escabel:1. Tarima pequeña que se pone delante de la silla para que descansen los pies del que está sentado. 2. Asiento pequeño hecho de tablas, sin respaldo. www.rae.es

[2] Presciencia: 1. Conocimiento de las cosas futuras. www.rae.es

[3] Defección: 1. Acción de separarse con deslealtad de la causa o parcialidad a que se pertenecía. Ib.

[4] Perícopa: 1. Pasaje de la Biblia que se lee en determinadas ocasiones del culto religioso.

[5] Dativo ético: 1. Pronombre dativo no requerido por el significado del verbo que se usa con intención afectiva para aludir a la persona que se verá afectada indirectamente por la acción verbal.

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