martes, 11 de octubre de 2022

16 de octubre de 2022. Domingo 29 Tiempo Ordinario.

 


Primera lectura.

Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13.

En aquellos días, Amalec vio y atacó a Israel en Refidín. Moisés dijo a Josué:

-Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano.

Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se las pusieron debajo, para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de espada.

 

Comentario.

-Camino de los israelitas por el desierto:

Después del paso por el mar Rojo.

Encuentro con los amalecitas, pueblo nómada que controlaba las rutas de caravanas entre Egipto y Arabia y eran grandes enemigos de Israel.

-Por primera vez en la Biblia se menciona a Josué.

-Bastón de Moisés:

Cayado que dividió el mar Rojo y proporcionó agua de las fuentes de Masá y Meribá.

Símbolo de la presencia de Dios en favor de su pueblo.

 

Salmo responsorial

Sal 121 (120).

 

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,

que hizo el cielo y la tierra. R/.

Levanto mis ojos a los montes:

¿de dónde me vendrá el auxilio?

El auxilio me vine del Señor,

que hizo el cielo y la tierra. R/.

 

No permitirá que resbale tu pie,

tu guardián no duerme;

no duerme ni reposa

el guardián de Israel.  R/.

 

El Señor te guarda a su sombra,

está a tu derecha;

de día el sol no te hará daño,

ni la luna de noche. R/.

 

El Señor te guarda de todo mal,

él guarda tu alma;

el Señor guarda tus entradas y salidas,

ahora y por siempre. R/.

 

 

Notas exegéticas.

120 1 Los “cantos de las subidas” (Sal 120-134) eran interpretados probablemente por los peregrinos camino de Jerusalén. Con excepción del Sal 132, están formados por versos “elegíacos” de esticos desiguales, y utilizan a menudo el “ritmo gradual”: las mismas palabras o expresiones se repiten como un eco de un verso a otro. – Según algunos, el gran Hallel (gran canto de alabanza), que incluye sobre todo el Sal 136, comenzaría con este salmo.

121 Este salmo, que recuerda a los fieles que Dios los protege, era propio de los peregrinos que subían a Jerusalén por caminos difíciles. Conviene igualmente a los cristianos en camino hacia la Jerusalén celestial.

 

Segunda lectura.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14-4,2.

Querido hermano:

Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe, en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena. Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.

 

Comentario.

-Biblia:

Fuente de sabiduría, inspirada por Dios y dotada de la capacidad de cambiar a las personas y la realidad que nos rodea.

-Destinatarios:

Timoteo y la humanidad de todos los tiempos.

-Hombre de Dios:

Titulo profético del Antiguo Testamento.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según Lucas 18, 1-8.

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer:

-Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”.

Y el Señor añadió:

-Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

 

Textos paralelos.

Lc 11, 5-8: Y les dijo: “Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’; y, desde dentro aquel le responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos’; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Les propuso una parábola.

Lc 11, 9: Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá.

1 Ts 5, 17:

¿No hará entonces Dios justicia a sus elegidos que están clamando?

Ap 6, 9-11: Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantenían. Y gritaban con voz potente: “¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin vengar nuestra sangre de los habitantes de la tierra?”. A cada uno de ellos se le dio una túnica blanca, y se les dijo que tuvieran paciencia todavía un poco, hasta que se completase el número de sus compañeros y hermanos que iban a ser martirizados igual que ellos.

Os digo que les hará justicia pronto.

Si 35, 19: El Señor no tardará, ni tendrá paciencia con los impíos.

2 P 3, 9: El Señor no retrasa su promesa, como piensan algunos, sino que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda sino que todos accedan a la conversión.

Mc 9, 1: Y añadió: ·En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia”.

Mc 13, 30: En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda.

¿Encontrará la fe sobre la tierra?

Mt 24, 12: Y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría.

Mt 8, 10: Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe.

2 Ts 2, 3: Que nadie en modo alguno os engañe: Primero tiene que llegar la apostasía y manifestarse el hombre de la impiedad, el hijo de la perdición.

Mt 24, 10-12: Entonces muchos se escandalizarán y se traicionarán mutuamente, y se odiarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente, y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

18 Los vv. 2-5 constituyen la parábola que, en su origen, pudo formar una pareja con la de 11, 5-8. Lc la introduce con el v. 1, al que añade como aplicación los vv. 6-7, así como el 8.

18 1 Idea y vocabulario paulinos: ver Rm 1, 10.

18 7 En Si 35, 18-19, donde parece inspirarse este versículo, se dice que Dios no tendrá paciencia ni tardará en hacer justicia a los pobres oprimidos; aquí se dice que tiene paciencia. Quizá esta adaptación refleje el afán de explicar el retraso de la Parusía. Comparar con actitud análoga en 2 P 3, 9; Ap 6, 9-11.

18 8 (a) Jesús anuncia aquí un juicio a corto plazo, como lo ha hecho en otros casos (Mc 9, 1; 13, 30). Lo mismo que en 17, 22-37. Lc debe pensar en un juicio inesperado en un futuro indeterminado.

18 8 (b) Esta sentencia, que en su origen debía ser independiente de la parábola precedente, habla de la apostasía que se producirá al final de los tiempos, un tema clásico de la apocalíptica (ver 2 Ts 2, 3; Mt 24, 10-12).

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

18, 1-14 De nuevo aparece en Lc el tema de la oración, ahora en dos parábolas. La primera (1-8), sobre el valor de la perseverancia o insistencia en la oración de petición; según santo Tomás de Aquino la oración “presupone el deseo”, por lo cual, si el deseo se debilita, dejamos de pedir; y también la oración “es la interpretación de la esperanza”, por lo cual, si no somos atraídos por la esperanza, porque vemos la dificultad de conseguir, la oración decae. La segunda (9-14), sobre una condición básica para que la oración sea escuchada por Dios: la humildad del orante.

1 “Rabí Johanam dijo: Quiera el cielo que el hombre rece todo el día” (Talmud de Babilonia, Berakot 21a).

2 NI TEMÍA A DIOS (= no era un hombre religioso) NI RESPETABA A NADIE (lit. y al hombre no respetando): tenía desquiciados los dos polos de la vida: la relación con Dios y con el prójimo.

3 QUE SOLÍA... PARA DECIRLE: lit. e iba a él diciendo. Es posible que la demanda fuera por cuestiones de dinero; la viuda, presumiblemente pobre, tenía un CONTRARIO que sin duda era rico (J. Jeremías).

4 NO QUERÍA: quizás con el sentido de no se atrevía (cf. v. 13). // PERO DESPUÉS: lit. después empero de estas cosas. // A NADIE: lit. a hombre.

5 PORQUE... ME DA GUERRA: el juez solo pretende que la viuda le deje en paz (algo parecido a lo que le pasó al amigo despertado de noche: cf. 11, 5-8). // NO ACABE CON MI PRESTIGIO: lit. no... golpee-bajo-el-ojo a mí: ese extraño verbo griego puede tener sentido material (nosotros decimos con otra imagen “romper la cara”) y sentido metafórico que, a su vez, puede ser doble: importunar (nuestra lengua conoce “romperse la cabeza”) o desprestigiar (decimos “hacer caer la cara”, “se me cae la cara de vergüenza”; la cara = la fachada, la apariencia, el prestigio); de hecho, en el v. 7, entra en juego el prestigio de Dios, el “amor propio” de Dios.

7-8 La constancia (v. 1) es el núcleo de la enseñanza: si un corrupto accede finalmente a la petición porfiada de la viuda, ¿cómo no va a atender Dios – el único justo y bueno – nuestras peticiones, si pedimos con fe incansable? “La oración es lo único que vence a Dios” (Tertuliano). // La construcción del v. 7 es un calco del arameo. La lección es: hay que perseverar, a pesar de la amarga experiencia de que Dios “no interviene”. // A PESAR DE QUE LE DA LARGAS: aunque en realidad está contemporizando. Otra traducción posible: “(Dios), que es paciente con ellos”. // RÁPIDAMENTE: o también: de pronto. // ¿ENCONTRARÁ ESA FE SOBRE LA TIERRA?: algunos piensan que esta frase perteneció primitivamente a otro contexto (unida a 17, 35, aludiendo a la apostasía final: cf. Mt 24, 10-12). ESA FE (lit. la fe): si se refiere a lo inmediatamente anterior, sería la fe de aquella viuda, o una fe así, e.d., la fe necesaria para perseverar en la oración.

 

Notas exegéticas de la Biblia Didajé.

18, 1-8 Esta parábola enseña el valor de la perseverancia y la confianza en la oración. El juez en esta parábola no es un hombre de fe ni particularmente amable, pero otorga a la viuda su petición simplemente para poner fin a sus inoportunas peticiones. Un Dios que nos ama, por tanto, será aún más generoso si somos fieles y persistentes. La Iglesia cumple el precepto del Señor de “orar siempre” en la Liturgia de las Horas, cuya finalidad es la de santificar el día entero y todas las actividades humanas. Cat. 2098, 2573, 2613 y 2710.

18, 3 La viuda tenía pocos medios a su disposición y dependía de su familia o de la generosidad de los demás para sus necesidades básicas. Así pues, las viudas se encontraban entre los miembros débiles y vulnerables de la sociedad. Cat. 922, 1351, 2208.

18, 8 Este versículo significa que la Iglesia pasará por un período de intensa prueba que verificará la fe de muchos de los creyentes, antes del regreso de Cristo. Cat. 675.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

Cat. 2098, 2573, 2613 y 2710. Cat. 922, 1351, 2208. Cat. 675.

2098 Los actos de fe, esperanza y caridad que ordena el primer mandamiento se realizan en la oración. La elevación del espíritu hacia Dios es una expresión de nuestra adoración a Dios: oración de alabanza y de acción de gracias, de intercesión y de súplica. La oración es una condición indispensable para poder obedecer los mandamientos de Dios. “Es preciso orar siempre sin desfallecer” (Lc 18, 1).

2573 La tradición espiritual de la Iglesia ha tomado de este relato [la lucha de Jacob contra el Ángel de Dios, Gn 32, 25-31] como símbolo de la oración como un combate en la fe y una victoria en la perseverancia.

2613 San Lucas nos ha transmitido tres parábolas principales sobre la oración: La primera, “el amigo inoportuno” (Lc 11, 5-13), invita a una oración insistente: “Llamad y se os abrirá”. Al que ora así, el Padre del cielo “le dará todo lo que necesite”, y sobre todo el Espíritu Santo que contiene todos los dones. La segunda “la viuda inoportuna” (Lc 18, 1-8), está centrada en una de las cualidades de la oración: es necesario orar para siempre, sin cansarse, con la paciencia de la fe. “Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra”. La tercera parábola, “el fariseo y el publicano” (Lc 18, 9-14), se refiere a la humildad del corazón que ora. “Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador”. La Iglesia no cesa de hacer suya esta oración: ¡Kyrie eléison!

 

San Agustín

La lectura del santo evangelio nos impulsa a orar y a crecer, y a no presumir de nosotros, sino del Señor.

Si la fe flaquea, la oración perece. ¿Quién hay que ore, si no cree?

No puede fluir el río cuando se seca el manantial de agua.

Creamos, pues, para poder orar. Y para que no decaiga la fe, mediante la cual oramos, oremos. De la fe fluye la oración; y la oración suplica firmeza para la misma fe. Para que la fe no decayese en medio de las tentaciones, dijo el Señor: Vigilad y orad, para no entrar en tentación.

Las palabras del Señor: ¿Creéis que cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe en la tierra? se refieren a la fe perfecta. Esta apenas se encuentra en la tierra. La Iglesia

Sermón 115, 1. Pgs. 1421-1422.

 

Los Santos Padres.

Para alcanzar esa vida bienaventurada enseñó a orar la misma y auténtica Vida bienaventurada; pero no con largo hablar, como si nos escuchase mejor cuanto más habladores fuéramos, ya que como el mismo Señor dijo, oramos a aquel que conoce nuestras necesidades antes de que se las expongamos. Aunque el Señor nos haya prohibido el mucho hablar, puede causar extrañeza el que nos haya exhortado a orar, siendo así que conoce nuestras necesidades antes de que las expongamos. Dijo en efecto: “Es preciso orar sin desfallecer”, aduciendo el ejemplo de cierta viuda: deseando triunfar sobre su adversario, a fuerza de interpelaciones se hizo escuchar por un juez inicuo, que, aunque no se dejaba mover por la justicia o la misericordia, se sintió abrumado por el cansancio. De ahí tomó Jesús pie para advertirnos que el Señor, justo y misericordioso, mientras oramos sin interrupción, nos ha de escuchar con absoluta certeza, pues un juez inicuo e impío no pudo resistir la continua insistencia de la viuda.

Agustín. Cartas, 130, 8, 15. III, pg. 375-376.

De los que confían en las veracísimas palabras de Cristo, ¿quién no arderá en deseos de orar sin desmayo, ante su invitación: “Pedid y se os dará, pues todo el que pide recibe”?

Orígenes, Sobre la oración, 10, 12. III, pg. 376.

Es cosa excelente el hacer peticiones con una oración constante, porque Cristo escuchará nuestras súplicas y nos concederá lo que pedimos.

Cirilo de Alejandría. Comentario al Ev. de Lucas, 119. III, pg. 377.

 

San Juan de Ávila

Notorio está cuán contino fue en Cristo el orar, y que se escribe en Él que se le pasaba la noche en oración (cf. Lc 6, 12). Y como quien sabe el bien que en ella va, nos amonesta muchas veces que oremos, y que siempre oremos (cf. Lc 18, 1). Y sus santos apóstoles, especialmente San Pablo, nos amonesta orar en todo lugar (cf. 1 Ts 5, 17; 1 Tm 2, 8).

Audi filia (I). OC I, pg. 466.

Y por esto debiera decir San Dionisio que en principio toda obra hemos de comenzar por la oración . San Pablo amonesta que entendamos con instancia en en la oración (Rm 12, 12); y el Señor dice que conviene siempre orar y no aflojar (cf. Lc 18, 1); que quiere decir, que se haga esta obra con frecuencia, diligencia y cuidado. Porque los que quieren valerse con tener cuidado de sí en hacer obras agradables a Dios, y no curan de tener oración, con sola una mano nada, con sola una mano pelea, y con solo un pie andan.

Audi, filia (II). OC I, pg. 688.

Y aconsejaba el Señor, in exemplo de miliere cum iudice  (cf. Lc 18, 2ss), que seamos importunos; y todos los lugares donde el Señor dice esto se debe mucho meditar, y el servicio y contento que el Señor recibe en que le pidan. Débese trabajar hasta que el corazón no vaya a otra parte a buscar su remedio.

Platica 3. A los padres de la Compañía. OC I, pg. 814.

¡Oh!, qué mala señal ver cumplido en nuestros días lo que dijo el Señor: ¿Piensas, cuando venga el Hijo de la Virgen, que hallará fe en la tierra? (cf. Lc 18, 8). Veislo aquí con nuestros pecados cumplido. De lo que podréis tomar conjetura que estamos en los días postreros, cercanos al juicio de Dios. (...) Si lo queréis entender de la fe amorosa y lealtad obediente que se debe tener con nuestro Señor, mirad cuántas ofensas le son hechas cada día en el mundo y cuán pocos hay que se pongan a las estorbar, aunque pueda, y que giman sobre las abominaciones que se hacen en Jerusalén. Y Por uno y por lo otro entenderéis que no hay lealtad para con Dios en la tierra.

Vísperas del Corpus. OC III, pg. 477.

 

San Oscar Romero.

Así como debemos de construir, con oración y trabajo. "Ora et labora", como es el hermoso lema de los benedictinos, que todo el día se pasan trabajando; pero haciendo de su trabajo una continua oración al Padre: Iglesia en oración. Hemos de incorporar este valor de la oración, a la promoción Humana, porque si no hacemos oración, miramos las cosas con mucha miopía, con resentimientos, con odios, con violencias; y es solo hundiéndose en el corazón de Dios, desde donde se comprenden los planes de Dios sobre la historia, solo hundiéndose en momentos de oración íntima con el Señor es cuando aprendemos a ver en el rostro del hombre, sobre todo el más sufrido, el más pobre, el más harapiento, la imagen de Dios y trabajamos por él. Sólo desde la contemplación de la plegaria podemos percibir una fuerza del Espíritu, que es la que va entretejiendo la historia, y que los hombres pueden abusar como azotes de Dios, pero hasta cierto punto Dios nos dice: basta. Y es la hora en que nosotros, tal vez impacientes, nos parece que no llega, pero va a llegar.

Homilía. 16 de octubre de 1977.

 

Papa Francisco. Angelus.

Para vivir plenamente la misión hay una condición indispensable: la oración, una oración ferviente e incesante, según la enseñanza de Jesús que se proclama también en el Evangelio de hoy, en el que cuenta una parábola sobre el hecho de que es «preciso orar siempre sin desfallecer» (Lucas 18, 1). La oración es el primer sustento del pueblo de Dios a los misioneros, pues ésta es rica en afecto y gratitud por su difícil tarea de anunciar y dar la luz y la gracia del Evangelio a los que aún no lo han recibido. Hoy es una buena ocasión para preguntarnos: ¿rezo por los misioneros? ¿Rezo por aquellos que van lejos para llevar la Palabra de Dios con su testimonio? Pensemos en ello.

Angelus. 20 de octubre de 2019.

Esta es una buena pregunta, que nos hace profundizar en un aspecto muy importante de la fe: Dios nos invita a orar con insistencia no porque no sabe lo que necesitamos, o porque no nos escucha. Al contrario, Él escucha siempre y conoce todo sobre nosotros, con amor. En nuestro camino cotidiano, especialmente en las dificultades, en la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos con Él a nuestro lado, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia, también su ayuda. Pero la lucha contra el mal es dura y larga, requiere paciencia y resistencia —como Moisés, que debía tener los brazos levantados para que su pueblo pudiera vencer (cf. Ex 17, 8-13). Es así: hay una lucha que conducir cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza, y la oración es la expresión de esta fe. Por ello Jesús nos asegura la victoria, pero al final se pregunta: «Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?» (Lc 18, 8). Si se apaga la fe, se apaga la oración, y nosotros caminamos en la oscuridad, nos extraviamos en el camino de la vida. Por lo tanto, aprendamos de la viuda del Evangelio a orar siempre, sin cansarnos. ¡Era valiente esta viuda! Sabía luchar por sus hijos. Pienso en muchas mujeres que luchan por su familia, que rezan, que no se cansan nunca. Un recuerdo hoy, de todos nosotros, para estas mujeres que, con su actitud, nos dan un auténtico testimonio de fe, de valor, un modelo de oración. ¡Un recuerdo para ellas! Rezar siempre, pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras. Él conoce mejor que nosotros aquello que necesitamos. La oración perseverante es más bien expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer el mal con el bien.

Angelus. 20 de octubre de 2013.

 

Papa Francisco. Audiencia general.

Conocerse a uno mismo no es difícil, pero es fatigoso: implica un paciente trabajo de excavación interior. Requiere la capacidad de detenerse, de “apagar el piloto automático”, para adquirir conciencia sobre nuestra forma de hacer, sobre los sentimientos que nos habitan, sobre los pensamientos recurrentes que nos condicionan, y a menudo sin darnos cuenta. Requiere también distinguir entre las emociones y las facultades espirituales. “Siento” no es lo mismo que “estoy convencido”; “tengo ganas de” no es lo mismos que “quiero”. Así se llega a reconocer que la mirada que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la realidad a veces está un poco distorsionada. ¡Darse cuenta de esto es una gracia! De hecho, muchas veces puede suceder que convicciones erróneas sobre la realidad, basadas en experiencias del pasado, nos influyen fuertemente, limitando nuestra libertad de jugárnosla por lo que realmente cuenta en nuestra vida.

La tentación no sugiere necesariamente cosas malas, sino a menudo desordenadas, presentadas con una importancia excesiva. De esta manera nos hipnotiza con lo atractivo que estas cosas suscitan en nosotros, cosas bellas pero ilusorias, que no pueden mantener lo que prometen, y así nos dejan al final con un sentido de vacío y de tristeza. Ese sentido de vacío y de tristeza es una señal de que hemos tomado un camino que no era justo, que nos ha desorientado. Pueden ser, por ejemplo, el título de estudio, la carrera, las relaciones, todas cosas en sí loables, pero hacia las cuales, si no somos libres, corremos el riesgo de nutrir expectativas irreales, como por ejemplo la confirmación de nuestro valor. Tú, por ejemplo, cuando piensas en un estudio que estás haciendo, ¿lo piensas solamente para promoverte a ti mismo, por tu interés, o también para servir a la comunidad? Ahí se puede ver cuál es la intencionalidad de cada uno de nosotros. De este malentendido derivan a menudo los sufrimientos más grandes, porque ninguna de esas cosas puede ser la garantía de nuestra dignidad.

Estad atentos a eso: ¿soy libre o me dejo llevar por los sentimientos del momento, o por las provocaciones del momento?

Una ayuda para esto es el examen de conciencia, pero no hablo del examen de conciencia que todos hacemos cuando vamos a la confesión, no. Esto es: “He pecado de esto, eso…”. No. Examen de conciencia general de la jornada: ¿qué ha sucedido en mi corazón en este día? “Han pasado muchas cosas…”. ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Qué huellas dejaron en el corazón? Hacer el examen de conciencia, es decir, la buena costumbre de releer con calma lo que sucede en nuestra jornada, aprendiendo a notar en las valoraciones y en las decisiones aquello a lo que damos más importancia, qué buscamos y por qué, y qué hemos encontrado al final. Sobre todo aprendiendo a reconocer qué sacia mi corazón. El examen de conciencia ayuda mucho, porque así vemos que nuestro corazón no es un camino donde pasa de todo y nosotros no sabemos. No. Ver: ¿qué ha pasado hoy? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué me ha hecho reaccionar? ¿Qué me ha puesto triste? ¿Qué me ha puesto contento? Qué ha sido malo y si he hecho mal a los otros.

Catequesis, 5 de octubre de 2022.

 

Comentario.

-Textos precedentes:

Curación de los leprosos (Lc 17, 11-19), venida del Reino de Dios (Lc 17, 20-21) y Día del Hijo del Hombre (Lc 17, 22-37).

-Emerge la escatología:

Final de los tiempos.

Juicio con doble cara:

Castigo para los enemigos de Israel y el Israel infiel a la Alianza.

Salvación para los pobres y oprimidos.

-Centro del texto de hoy:

La oración.

-Verbo que domina la parábola y aplicación:

Hacer justicia.

-La comunidad cristiana debe estar en estado de oración para que llegue con rapidez la venida del Señor y con ella la justicia de Dios.

-Estructura:

Exhortación a la oración (vv. 1).

Parábola (vv. 2-5).

Enseñanza (vv. 6-8).

 

ORACIÓN JUNIORS.

EXPERIENCIA.

Coloca ante ti una cruz o estampa de Cristo.

Apaga o silencia el móvil.

Cierra los ojos. Repite varias veces en tu interior: “Ven, Espíritu Santo”.

Implora al Espíritu el don de la oración.

El tiempo que vas a dedicar a la oración es el más importante del día, por tanto, serénate, no tengas prisa, no estás perdiendo el tiempo, sino ganándolo.

Mira los ojos de Cristo o búscalos en lo profundo de tu mente, donde se hallan tatuados.

Jesús se encuentra contigo. Toma conciencia de su presencia.

Entra en este enlace, apaga el altavoz, dale al play y míralo.

https://www.youtube.com/watch?v=PxYdDct0NFU

Reza con él, en silencio, permitiendo que afloren los pensamientos que te sugieren las imágenes, hablándole a Jesús de ellas. Deteniéndote en alguna y permaneciendo en silencio ante lo visualizado.

De momento no escuches el vídeo.

 

+REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee :

X Lectura del santo evangelio según Lucas 18, 1-8.

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer:

-Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”.

Y el Señor añadió:

-Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

 

¿QUÉ DICE?  Jesús nos recuerda la importancia de la oración, relacionada íntimamente con la fe. Porque es rezando como crece la fe y solo quien tiene fe puede orar. Para ello nos ofrece la parábola del juez que vive al margen de Dios y de las personas. Por contraste si él al final escucha a la viuda, cuanto más Dios que es Amor nos escuchará. La raíz del silencio del Padre no se encuentra en Él sino en nosotros, quienes necesitamos acrecentar nuestra fe mediante la práctica de la oración y el servicio a los demás. Vuelve a leer el texto, resumiéndolo.

 

¿QUÉ TE DICE?  Centra la oración en la frase que más te ayuda. Repítela en tu interior, permanece en silencio.

 

COMPROMISO.

En el libro Rasgos de Identidad de Juniors m.d. se nos indica: “es fundamental ayudar a los juniors a buscar el tiempo y el espacio en los cuales la relación con el Señor se ponga en primer lugar, con el fin de adquirir un estilo de vida que tenga como centro el vivir con y en el Señor” (pg. 31). Sin oración la vida de la educadora o educador Juniors va secándose, por eso revisa el tiempo semanal que dedicas a la oración personal. Es un buen propósito para este curso no dejar una sola jornada sin leer el Evangelio 2022 o 20223 y rezar siguiendo la Lectio Divina (leer-meditar-orar).

 

CELEBRACIÓN.

Retoma el vídeo del principio y escucha la oración.

https://www.youtube.com/watch?v=PxYdDct0NFU

 

 

 

GUIÓN MISA NIÑOS.

DOMINGO XXIX T. O. 16 de octubre de 2022.

Monición de entrada.-

Hola amigos.

Todos nosotros venimos a misa para estar con Jesús, escucharle, hablarle y quienes ya han tomado la primera comunión recibirle.

De esta manera hacemos lo que él nos pide, que es, que tenemos que rezar mucho.

Que en esta mis estemos muy atentos y cuando recemos lo hagamos poniendo el corazón.

 

Señor ten piedad.-

Porque te necesitamos. Señor, ten piedad.

Porque sin ti todo es muy difícil. Cristo, ten piedad.

Porque contigo todo es más fácil. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.-

Jesús,  te pido por el papa Francisco y por los obispos Antonio y Enrique. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por la Iglesia y las personas que rezan. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por las personas que están enfermas o tienen hambre. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por las niñas y niños de comunión. Te lo pido, Señor.

Jesús, te pido por los que estamos en misa.  Te lo pido, Señor.

 

Oración a la Virgen María.-

María, madre de Jesús, queremos darte gracias porque nos enseñas a rezar y sobre todo porque todos los días rezas por nosotros y le pides a Jesús que nos ayude.

 

GUIÓN MISA NIÑOS.

DOMINGO XXX. 23 de Octubre de 2022. DOMUND.

Monición de entrada.-

Hola amigos.

Hoy empezamos las misas de niños en nuestra parroquia.

Y además tenemos la misa del envío.

En ella la parroquia les dará una tarea muy importante a nuestras catequistas.

La de enseñarnos a conocer, querer y rezar a Jesús en la catequesis.

Y así que podamos tomar la Primera Comunión.

Las niñas y niños de comunión os damos las gracias por decir que sí a la parroquia: muchas gracias.

Y además hoy es el Domund, el día que nos acordamos de las misones.

Señor ten piedad.-

Porque a veces nos enfadamos con los amigos. Señor, ten piedad.

Porque a veces nos creemos mejores que los compañeros. Cristo, ten piedad.

Porque a veces nos olvidamos de pedir perdón. Señor, ten piedad.

Peticiones.-

Jesús,  te pido por el papa Francisco, para que le ayudes. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por la Iglesia para que tenga siempre misioneros. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por las personas que se van a otros países a ayudar, para que estés a su lado. Te lo pido Señor.

Jesús, te pido por los misioneros y los niños de sus parroquias, para que les ayudes mucho. Te lo pido, Señor.

Jesús, te pido por nuestras catequistas, para que el Espíritu Santo les ilumine. Te lo pido, Señor.

Jesús, te pido por nosotros, para que nos acordemos de los misioneros y los niños que van a las iglesias de allí. Te lo pido, Señor.

 Oración a la Virgen María.-

María, madre de Jesús, queremos darte gracias por los cristianos que van a los países de misión a ayudar a quienes allí están. Gracias por el ejemplo que nos dan.

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Homilética. Sal Terrae.  

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA

www.vatican.va

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