miércoles, 8 de febrero de 2023

6º domingo T. Ordinario. 12 de febrero de 2023.

 


Primera lectura.

Lectura del libro del Eclesiástico 15, 15-20.

Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad. Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras. Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es s poder y lo ve todo. Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre. A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar.

 

Comentario.

-Texto sapiencial.

-Precedente:

Dt 30, 15-20:

Última sección de la Torá.

Enseñanza de los dos caminos (vida/muerte) por parte de Moisés antes de morir.

-Contexto:

Situaciones en las que algunos judíos acusan a Dios de todo cuanto pasa, incluso los extravíos personales.

Incapacidad para asumir responsablemente la propia vida.

-Dios no quiere el mal ni el pecado:

Dios no quiere que los israelitas abandonen el buen camino.

Pero ha depositado en el ser humano la libertad de elección.

 

Salmo responsorial

Sal 119 (118)

 

Dichoso el que camina en la ley del Señor. R/.

Dichoso el que, con vida intachable,

camina en la ley del Señor;

dichoso el que, guardando sus preceptos,

lo busca de todo corazón. R/.

 

Tu promulgas tus mandatos

para que se observen exactamente.

Ojalá esté firme mi camino,

para cumplir tus decretos.   R/.

 

Haz bien a tu siervo: viviré

y cumpliré tus palabras;

ábreme los ojos, y contemplaré

las maravillas de tu ley. R/.

 

Muéstrame, Señor,

el camino de tus decretos,

y lo seguiré puntualmente;

enséñame a cumplir tu ley

y a guardarla de todo corazón. R/.

 

Notas exegéticas.

119 Salmo “alfabético”. Los ochos versos dobles de cada estrofa comienzan con una de las 22 letras del alfabeto hebreo, y cada uno de ellos, con la única excepción del v. 122, contiene uno de los términos que designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa, palabra, juicio, camino. La palabra “ley” y sus sinónimos han de ser tomados en el sentido más amplio de la enseñanza revelada, tal como la han transmitido los profetas. Tenemos en este salmo uno de los monumentos más característicos de la piedad israelita hacia la revelación divina.

 

Segunda lectura.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10.

Hermanos:

Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino que, como está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman”. Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios.

 

Comentario.

-Reflexión sobre las consecuencias cristológicas, teológicas y eclesiológicas de la fe en el crucificado-resucitado.

-Pensamiento apocalíptico:

Separación entre unos y otros:

Los que pertenecen a la luz / los que pertenecen a las tinieblas.

Creyentes: reciben una sabiduría distinta a la del mundo.

Los que viven según los criterios del Evangelio / los que viven según los criterios del mundo.

 

Evangelio.

X Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-37.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que n o saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.

Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”. Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.

También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco, o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, si, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

 

Textos paralelos.

No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas.

Rm 3, 31: Entonces, ¿qué?, ¿privamos a la ley de su valor mediante la fe? De ningún modo. Más bien confirmamos la ley.

Rm 10, 4: Pues el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.

Rm 13, 8-10: A nadie le debáis nada, más que amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.

Os aseguro que mientras duren el cielo.

Lc 16, 17: Es más fácil que pasen el cielo y la tierra que no que caiga un ápice de la ley.

Ni una tilde de la ley.

Mt 24, 34-35: En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

No de importancia a uno de estos mandamientos.

St 2, 10: Pues quien observa toda la ley, pero falta en un solo precepto. se hace responsable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás; por tanto, si no cometes adulterio, pero matas, te haces transgresor de la ley.

El que los observe y los enseñe, ese será grande.

Ga 6, 2: Llevad los unos las cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo.

St 1, 25: Pero el que se concentra en una ley perfecta, la de la libertad, y permanece en ella, no como oyente olvidadizo, sino poniéndola en práctica, ese será dichoso al practicarla.

Porque os digo que si vuestra justicia.

Lv 19, 15-16: No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo. No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.

Rm 10, 3: En efecto, desconociendo la justicia de Dios y buscando establecer su propia justicia, no se sometieron a la justicia de Dios.

Flp 3, 8-9: Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él, no con una justificación mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.

No matarás.

Gn 9, 6: [Alianza de Dios con Noé] Quien derrame la sangre de un hombre por otro será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre.

Ex 20, 13: No matarás.

Dt 5, 17: No matarás.

Todo aquel que se encolerice contra su hermano.

Si 10, 6: Por ningún agravio guardes rencor al prójimo, ni actúes guiado por un arrebato de insolencia.

Ef 4, 26-27: Si os indignáis, no lleguéis a pecar; que el solo no se ponga sobre vuestra ira. No deis ocasión al diablo.

St 1, 19-20: Tened esto presente, mis queridos hermanos: que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar y lenta para la ira, pues la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere.

Será reo de la Gehenna.

Mt 3, 12: [Juan Bautista] Él tiene el bieldo de la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.

Mc 11, 25: Y cuando os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas.

Vete primero a reconciliarte.

Si 28, 2: Perdona la ofensa del prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados.

Lc 12, 58-59: Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.

No hayas pagado el último céntimo.

Ex 20, 14: No cometerás adulterio.

Dt 5, 18: No cometerás adulterio.

Todo el que mira con deseo a una mujer.

Si 9, 5: No te fijes demasiado en la doncella, no sea que te castiguen por causa suya.

Ya cometió adulterio con ella en su corazón.

Mt 18, 8-9: Si tu mano o tu pie te induce a pecar, córtatelo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que con las dos manos o los pies ser arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo te induce a pecar, sácalo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida con un solo ojo que con los dos ser arrojado a la gehenna del fuego.

Todo su cuerpo vaya a la Gehenna.

Dt 24, 1-4: Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, y le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, y ella sale de la casa, va y se casa con otro, y el segundo también la aborrece, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa, o bien muere el segundo marido, el primer marido, que la despidió, no podrá casarse otra vez con ella, porque ha quedado impura; sería una abominación ante el Señor; no eches un pecado sobre la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en heredad.

Ml 2, 14-16: Y encima decís: “¿Por qué?”. Porque el Señor es testigo de que traicionaste a la mujer de tu juventud, a tu compañera, a la mujer con quien te uniste por alianza. Nadie que tenga un mínimo de espíritu actúa así: ¡cuánto menos quien busca descendencia divina! Cuidad vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud. El que odia y la despacha, dice el Señor Dios de Israel, cubre sus vestidos de violencia, dice el Señor del universo. Cuidad vuestro espíritu y no seáis traidores.

Le dé acta de repudio.

Mt 19, 9: Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – y se casa con otra, comete adulterio.

Todo aquel que repudia a una mujer.

Mc 10, 11-12: Él les dijo: Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Lc 16, 18: Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una repudiada por su marido comete adulterio.

Excepto en caso de unión legítima.

1 Co 7, 10-11: A los casados les ordeno, no yo sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con el marido; y que el marido no repudie a la mujer.

Os 1, 2: Comienzo de lo que dijo el Señor por medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas: Ve y despósate con una mujer ligada a la prostitución y acepta los hijos de su prostitución, porque el país no hace sino prostituirse, apartándose del Señor.

Habéis oído que se dijo a los antepasados: No perjuradas.

Ex 20, 7: No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.

Nm 30, 3: Si un hombre hace un voto al Señor o se compromete a algo bajo juramento; no faltará a su palabra: cumplirá todo lo que ha proferido su boca.

Dt 23, 22: Si haces un voto al Señor tu Dios, no tardarás en cumplirlo, porque el Señor, tu Dios, te lo reclamarás e incurrirás en pecado.

Si 23, 9: No habitúes tu boca al juramento, ni te acostumbres a nombrar al Santo.

St 5, 12: Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de juramento; que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo condena.

Sal 11, 4: Pero el Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo y sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los hombres.

Is 66, 1: Esto dice el Señor: El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies; ¿Qué templo podréis construirme o que lugar para mi reposo?

Es el trono de Dios.

Sal 48, 3-4: El monte Sión, confín del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios Dios descuella como un alcázar.

Tampoco jures por tu cabeza.

2 Co 1, 17-19: Al hacer estos planes, ¿actué a la ligera?, ¿o es que los planes que hago los hago con miras humanas, de forma que se dan en mí el sí y el no? ¡Dios me es testigo! La palabra, que os dirigimos no es sí y no. Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí.

St 5, 12: Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de juramento; que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo condena.

 

Notas exegéticas Biblia de Jerusalén.

5 17 Jesús no viene ni a destruir la Ley (y toda la economía antigua) ni a consagrarla como intangible, sino a darle con su enseñanza y su modo de actuar una forma nueva y definitiva, en la que por fin se realiza en plenitud aquello hacia lo que la Ley conducía. Esto es así, en particular de la “Justicia”, justicia “perfecta”, de la que sentencias de los vv. 21-48 dan varios ejemplos relevantes. El precepto antiguo se hace interior y llega hasta el deseo y el motivo secretos. Por tanto, ningún detalle de la Ley debe ser omitido mientras no haya sido así llevado a su cumplimiento. No se trata tanto de aligeramiento como de profundización. El amor, en el que ya se resumía la Ley antigua, pasa a ser el mandamiento nuevo e inagotable y cumple toda la ley.

5 18 (a) Lit.: “en verdad (Amén) os digo...”. Introduciendo algunos de sus dichos con Amén, término hebreo que significa “en verdad”. Jesús subraya su autoridad. La palabra hebrea, que en su origen significaba “firmeza”, evolucionó en dos direcciones: la de “verdad” y la de “fidelidad”.

5 18 (b) Se trata de los rasgos más pequeños del alfabeto hebreo.

5 18 (c) Expresión difícil. Probablemente no se trata de “hasta que haya cumplido todo en la cruz”, ni “hasta que todos los mandamientos hayan sido cumplidos por mis discípulos”, sino “hasta que todo se cumpla”, e.d. hasta el final del mundo. La ley, revalorizada por Jesús, conservará toda su autoridad.

5 19 Las palabras “el más pequeño... ese será grande” no implican la idea de una jerarquía en el Reino. Mediante esta expresión, los rabís aprobaban o desaprobaban los diversos comportamientos de las personas.

5 20 Justicia es la fidelidad de los discípulos a la ley de Dios, fidelidad nueva, que la interpretación autorizada que Jesús ofrece de dicha ley hace posible y urgente. Idéntica palabra con el mismo sentido en 3, 15.

5 21 Por la enseñanza tradicional, dada oralmente sobre todo en las sinagogas.

5 22 (a) El término Raqa, traducido del arameo, significa: cabeza vacía, sin seso.

5 22 (b) Aquí el Gran Sanedrín, que tenía su sede en Jerusalén, por oposición a los simples “tribunales” distribuidos por el país.

5 22 (c) Al sentido originario del término griego “insensato”, el uso judío añadía un matiz mucho más grave de impiedad religiosa.

5 22 (d) La Gehenna era una de las vaguadas de Jerusalén donde se ofrecieron holocaustos de niños en honor de Moloc. Profanado por Josías fue quizá transformado en vertedero público. En cualquier caso, se convirtió en símbolo de maldición, incluso de maldición eterna en la literatura apocalíptica. En este último sentido lo emplea el NT (diez veces en Mt).

5 26 Lit. “cuadrante” (kodrántes), e.d., la cuarta parte de un as, moneda romana que permitía comprar un par de pajarillos.

5 28 La mirada dirigida a una mujer (esposa o prometida) con pretensiones de arrebatársela a otro. Esta palabra (gyné) tiene el mismo valor en Mt 1, 20. Jesús no condena el hecho en sí de que un hombre se sienta atraído por una mujer, sino el deseo activo, que de algún modo se apropia de la mujer ajena.

5 29 Lit. “te escandaliza”. El ´termino griego por “escándalo” (skándalon) significa propiamente “obstáculo”, “emboscada”, “lazo”, “piedra de tropiezo (Is 8, 14-15; Rm 9, 33; 1 P 2, 8). Muchas son las causas u ocasiones de caída: en primer lugar Jesús, pero también, en otro sentido, los hombres, el mundo, la persecución.

5 31 Como en 19, 9, aquí no se trata del divorcio en el sentido moderno del término, sino del derecho que tenía un hombre a repudiar a su esposa.

5 32 El término griego correspondiente (porneia) es interpretado de diversas maneras: 1. algo deshonroso. En este caso, el texto autorizaba el repudio de la esposa por diversas razones, no precisadas aquí. 2. El adulterio, e.d. la infidelidad de la mujer a su esposo. En este caso, el texto autorizaría el repudio de la adúltera. 3. La unión conyugal ilegal, sobre todo según la legislación de Lv 18, 6-18, sentido que se encuentra probablemente en Hch 15, 18-29. En este caso, Jesús prohibiría cualquier acto de repudio, excepto en los casos de uniones ilegales previstas por Lv 18. Esta célebre “excepción mateana” es quizá la aplicación a una situación nueva (análoga a lo que hace suponer 1 Co 7) de una palabra de Jesús que excluía cualquier tipo de repudio. Sea lo que sea de estas hipótesis, este texto quiere recordar la indisolubilidad de la unión conyugal. Basándose en él, la tradición ortodoxa considera el adulterio, como causa posible de divorcio.

5 37 Esta fórmula, que aparentemente se entiende bien puede explicarse de diversas maneras: 1º Veracidad: si es sí, decid sí; si es no, decid no. 2º Sinceridad: que el sí (o el no) de la boca corresponda al sí (o al no) del corazón. 31 Solemnidad: la repetición del sí o del no sería una fórmula solemne de afirmación o de negación que debe bastar y dispensar de recurrir a un juramente comprometiendo a la divinidad.

 

Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica.

17-20 Relación de Jesús con la Ley antigua, de la alianza nueva con la alianza antigua: no son realidades contrarias; Jesús conserva lo esencial de la tradición judía, pero le aporta un sello nuevo, original, superior (cf. v. 20): se cumple desde dentro, con espíritu y corazón nuevos. Escritores cristianos de los primeros tiempos, siguiendo la línea del pensamiento judío – la Ley = personificación de la sabiduría divina –, presentan a Jesús no solo como legislador de la nueva ley; él mismo es la ley; también por eso, Jesús es punto de unión del AT y del NT. El documento Le peuple juif et ses Saintes Éscritures dans la Bible chrétienne (2001) afirma, al hablar del “cumplimiento”: “Jesús no se limita a interpretar un papel ya escrito, el papel de Mesías, sino que confiere a las nociones de Mesías y de salvación una plenitud que no se podía imaginar por adelantado; la llena de un contenido nuevo. Se puede incluso hablar a este respecto de una “nueva creación” (Enquiridion bíblico 1724).

17 LA LEY mosaica. // CUMPLIR (término técnico de la escatología): llevar a plenitud, dar plenitud, perfeccionar; o bien: revelar con la vida el verdadero sentido de la Ley. La ley es necesaria, como la caridad, y ambas deben ir unidas, quedarse en la ley es fariseísmo; despreciar la ley en nombre de una moral de la caridad es desconocer al ser humano: unidad de materia y espíritu.

18 OS DIGO DE VERDAD (griego: amên légô hymîn): fórmula solemne (casi como juramento), que introduce rotundamente una afirmación importante. Si está duplicado el vocablo hebreo amên (siempre en Jn) la traducimos: “De verdad os aseguro”. // NO... NI MUCHO MENOS: la negación, en el texto griego, es enfática. // UNA “I”: la letra yod, la más pequeña del alfabeto hebreo, la yota del alfabeto griego. // SE REALICE TODO: ¿todo lo que anunciaron los profetas?; ¿lo que exige la nueva “justicia”?, ¿el fin del mundo?

19 ESTOS MANDAMIENTOS: aun los MÍNIMOS: se refiere a los de la ley mosaica, más bien que a los de Jesús. En el escrito rabínico Sifré Deuteronomio (12, 28; 19, 11) se decía: “Que el mandamiento leve te sea tan querido como el mandamiento grave; [...] si se quebranta un mandamiento leve, se termina por quebrantar un mandamiento grave”. // SERÁ LLAMADO, se entiende, por Dios (voz pasiva “teológica”).

20 JUSTICIA: fidelidad a la Ley en cuanto expresión de la voluntad de Dios. // LOS ESCRIBAS Y FARISEOS, al igual que “publicanos y pecadores”, no es una división adecuada, pues la mayoría de los escribas era del partido fariseo (Hch 5, 21 y 23, 6).

21 Las antítesis, hasta el v. 44, resaltan el contraste entre lo antiguo y lo nuevo, y explican en qué y cómo la “justicia cristiana” es superior a la de los escribas y fariseos. // OÍSTEIS, como en los vs. 27.37.38 y 43, es un semitismo: el vocablo talmúdico sm’ significa recibir una tradición, una doctrina, y, por tanto ser enseñado, aprender. // SE DIJO (lit. fue dicho; lo mismo en los vs. 27.31.33.38 y 43): nuevo ejemplo de voz pasiva “teológica”; equivale a Dios dijo. Por esto, es mayor la audacia de Jesús, en apariencia mero aldeano de Nazaret, al explicar y definir la voluntad de Dios al mismo nivel de Dios (Dios dijo..., pero yo os digo), no solo transmitiendo disposiciones ajenas, como hizo Moisés. // REO ANTE EL TRIBUNAL: o bien: merecedor de condena (lit. reo de juicio condenatorio). Sobre la pena de muerte para el homicida, cf. Ex 21, 12 y Lv 24, 17. Para Jesús, el sentido del 5º mandamiento dado por Dios es la caridad más delicada con el prójimo. No matarás es: 1º) No tendrás rencor; y 2) Darás vida.

22 Hay gradación en la condena: condenado a muerte por el tribunal de 1ª instancia; confirmada la sentencia por el tribunal supremo (EL SANEDRÍN) de Jerusalén; merecerá el infierno. En cambio, los insultos no van de menos a más, y hasta no parecen indicar malicia especial, por eso, es más sorprendente la pena impuesta. // “¡ESTÚPIDO!”: en griego raká, versión literal del arameo reqa’ (=vacío, cabeza hueca). // “¡NECIO!”, en 23, 17 Jesús mismo pronuncia esta palabra contra los fariseos (propiamente, HERMANO es el que pertenece a la comunidad). // LA GEHENA: “Gé-Hinnom”, valle del suroeste de Jerusalén, donde hubo sacrificios en honor a Molok (cf. 2 Re 23, 10); por eso mismo, lugar simkbólico de maldición en el AT (cf. Jr 7, 31-33). A partir del destierro fue convertido en basurero. Desde el siglo II a.C. empezó a considerarse como emplazamiento del “infierno” (lugar de castigo para los impíos). En los escritos apocalípticos, la gehena, y otros nombres sinónimos, designan el (lugar del) suplicio eterno de los condenados, después de la resurrección corporal y del Juicio final; en esta línea hay que entender 5, 29-30.

25-26 La lección es: “¡Arrepiéntete a tiempo!”. // PONTE DE ACUERDO: lit. sé benévolo. // Y TE ECHEN: lit. y serás echado. // CÉNTIMO: lit. es un latinismo: cuadrante, la cuarta parte de un “as”, un céntimo de denario; como quien dice, el último valor monetario.

28 UNA MUJER casada o ya desposada con otro. // PARA DESEARLA, o deseándola (a modo de infinitivo hebreo-arameo con le). La pureza cristiana empieza por lo más secreto del hombre, el corazón. Según el escrito rabínico Sifré Números 15, 38, no se mira primeramente y luego peca el corazón, sino al revés: “Los ojos siguen al corazón, como lo demuestra el ciego que comete todas las abominaciones”.

29-30 La condición está expresada en griego como condición real: “si efectivamente...”, “si de hecho...”. “Hacer caer”, hacer que otro dé un mal paso – lit. escandalizar –, ser ocasión de tropiezo físico o moral (ocasionar la pérdida de la fe, apartar del seguimiento de Jesús, obstaculizar el camino de la fe y la vida moral), es algo que nace del corazón (Mc 7, 21-22); el OJO o la MANO son solamente instrumentos externos del corazón, de esa fuente buena o mala.

31 Despedir” no es “divorciarse” en el sentido moderno; se trata, más bien, de “repudio” o separación.

32 CASO (griego: lógos, con valor jurídico, como en Hch 19, 38: “Sí... tiene una querella”) DE UNIÓN ILEGÍTIMA: lit. de fornicación, con el sentido probable de concubinato, o de poligamia sucesiva.

33 LO QUE PROMETISTE CON JURAMENTO: lit. tus juramentos.

37 VUESTRO LENGUAJE SEA “Sí”...: decid cuando sea sí, etc. La misma norma aparece también en la literatura rabínica (p. ej. Melkitá Éxodo 19, 24). // DEL MALVADO: del demonio; o bien: del mal, de lo malo.

 

Notas exegéticas de la Biblia Didajé.

5, 20 Los escribas y los fariseos cumplían la ley, pero no su espíritu; ambos son necesarios para la salvación. Cat. 2054.

5, 21 Mientras que el quinto mandamiento prohíbe el asesinato, la palabra de Cristo va a prohibir el odio, la ira, y cualquier forma de violencia, radicalizando así el precepto antiguo, es decir, llevándolo a su raíz más profunda. Cat. 678, 2257, 2262-2265, 2302-2303.

5, 22 El Sanedrín era el máximo representante judicial de Israel. La gehenna del fuego (Gehenna es una palabra aramea) se deriva del significado hebreo “Valle de Hinom), fosa cerca de Jerusalén donde la basura se quemaba constantemente. Se utilizaba en sentido figurado para describir un lugar de castigo donde los muertos sufrirán por sus pecados. Cat 1036.

5, 23s Para reconciliarte con Dios, es necesario reconciliarte con el prójimo. Esto se expresa también en la oración del Señor (el Padrenuestro), donde pedimos que se nos perdone como nosotros perdonamos. El sacramento de la Penitencia es el medio sacramental habitual de la reconciliación con Dios y con el prójimo. Cat. 1388-1390, 1424, 2608, 2792, 2841-2845.

5, 27 La tradición ha entendido el sexto mandamiento referido a la globalidad de los pecados contra la moral sexual, incluyendo la fornicación, los actos homosexuales, la masturbación, y otros pecados contra la pureza. El adulterio del corazón (el deseo de actividad sexual ilícita) también es gravemente pecaminoso. Oseas y Jeremías comparaban la idolatría con el adulterio (cf. Os 2, 7; Jr 5, 7; 13, 27). Cat. 1456, 2336, 2380-2381, 2513, 2523-2533.

5, 30 Córtatela y tírala: esta exhortación insta al cristiano a rechazar impetuosamente todo lo que nos separa de Dios. Los cristianos deben emplear medios rigurosos para luchar contra las tentaciones, aquí las tentaciones contra la castidad. El ejemplo de Cristo es una advertencia: todo el mundo debe estar alerta ante cualquier cosa que pueda llegar a convertirse en ocasión de pecado. Cat. 226, 1034.

5, 31 Dios creó el matrimonio como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer (cf. Gn 2, 24). Cristo elevó el matrimonio a sacramento de la nueva alianza, insistiendo en su indisolubilidad originaria. Unión ilegítima (en griego: porneia): algunos estudiosos afirman que este término se refiere a la infidelidad o al adulterio. Pero no es así. El griego (y particularmente Mt) conoce un término técnico específico para hablar del adulterio (moicheia) diverso de porneia. Mt 5, 31-32 se refiere con esta expresión a matrimonios ilícitos tales como aquellos entre parientes cercanos, regulados en Lv 18, 7-13 (ver Mt 14, 4). El matrimonio entre un hombre y una mujer bautizados, una vez ratificado y consumado, no puede ser disuelto excepto por la muerte. Cat. 174-175, 2380-2382.

5, 33-37 Todo juramento invoca a Dios como testigo; por lo tanto, es un pecado grave jurar contradiciendo la verdad intencionadamente. Cristo llama a sus discípulos a amar y a defender la verdad incondicionalmente. Cat. 2150-2153, 2463, 2466.

 

Catecismo de la Iglesia Católica.

2262 En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda el precepto “No matarás” (Mt 5, 21), y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos presentar la otra mejilla, amar a los enemigos. El mismo no se defendió y dijo a Pedro que guardase la espada en la vaina.

2302 Recordando el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21) nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera homicida y del odio: La ira es un deseo de venganza. “Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el mantenimiento de la justicia” (Sto. Tomás de Aquino, Summa theologiae). Si la ira llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo gravemente, constituye una falta grave contra la caridad, es pecado mortal. El Señor dice: “Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt 5, 22).

2303 El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave.

1036 Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión.

2380 El adulterio. Esta palabra, designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una mujer, de los cuales al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque ocasional, cometen un adulterio. Cristo condena incluso el deseo del adulterio. El sexto mandamiento y el Nuevo Testamento prohíben absolutamente el adulterio. Los profetas denuncian su gravedad; ven en el adulterio la imagen del pecado de idolatría.

2529 El noveno mandamiento pone en guardia contra el desorden o concupiscencia de la carne.

2530 La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón y por la práctica de la templanza.

2532 La purificación del corazón es imposible sin la oración, la práctica de la castidad y la pureza de intención y de mirada.

2533 La pureza del corazón requiere el pudor, que es paciencia, modestia y discreción. El pudor preserva la intimidad de la persona.

2153 Jesús enseña que todo juramento implica una referencia a Dios y que la presencia de Dios y de su verdad debe ser honrada en toda palabra. La discreción del recurso a Dios al hablar va unida a la atención respetuosa a su presencia, reconocida o menospreciada en cada una de nuestras afirmaciones.

 

Concilio Vaticano II

Así pues, Dios, inspirador y autor de los libros de uno y otro testamento, dispuso en su sabiduría que el Nuevo estuviera latente en el Antiguo y en el Nuevo el Antiguo se hiciera patente (cf. S. Agustín, Quaest. in Hept., 2, 73). Pues aunque Cristo en su sangre fundó una Nueva Alianza (cf. Lc 22, 20; 1 Co 11, 25); sin embargo, los libros del Antiguo Testamento, asumidos en su integridad en la predicación evangélica (cf. S. Ireneo, Adv. haer. III, 21, 3), adquieren y muestran su completa significación en el Nuevo Testamento (cf. Mt 5, 17) y a su vez lo iluminan y explican.

Dei Verbum, 16.

 

San Agustín

Debemos reprender con amor; no con deseo de dañar, sino con afán de corregir. [...] Si lo haces por amor propio, nada haces. Si lo haces por amor hacia él, obras excelentemente. [...] ¿Quién de nosotros, hermanos míos, puede esperar el reino de los cielos, diciendo el evangelio: Quien llama a su hermano “necio” será reo del fuego de la gehenna? (Mt 5, 22). Pánico grande; pero advierte allí mismo el remedio: Si presentas tu ofrenda ante el altar y allí mismo te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda ante el altar (Mt 5, 22-24). Dios no se aira porque tardes en presentar tu ofrenda; Dios te quiere a ti más que a tu ofrenda. Pues si te presentas con la ofrenda ante Dios lleno de malos sentimientos hacia tu hermano, te responderá: “Perdido tú, ¿qué me has ofrecido?”. Presentas tu ofrenda si ser tú mismo ofrenda. Cristo busca más a quien redimió con su sangre que lo que tú hallaste en tu hórreo. Por tanto, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete a reconciliarte antes con tu hermano, y cuando vengas presenta la ofrenda (ib.,24). Mira cuán pronto se desató aquel reato digno del fuego eterno. Antes de reconciliarte, lo merecías; una vez reconciliado, presentas confiado tu ofrenda ante el altar.

Sermón 82, 4-5. II, pgs. 812-813.

 

Los Santos Padres.

Esta es una manera magnífica de introducir la superación de las obras de la Ley, superación que, sin abolirla, constituye un mejoramiento progresivo. En efecto, manifiesta que la entrada en el cielo es ofrecida a los apóstoles únicamente si superan la justicia de los fariseos. Así pues, una vez expuestas las prescripciones de la Ley, las supera perfeccionándolas, no aboliéndolas.

Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 16. 1a, pg. 152.

Todo lo que la Ley no ha condenado, aunque se trate de acciones, lo condena la fe del Evangelio por culpa de la ligereza en el insultar, aunque solo sea con palabras.

Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 17. 1a, pg. 157.

¿Cómo la maldición de un hermano puede encerrar fuerza tan grande que merezca el castigo tan extremo? Tanta, hermanos, tanta que Cristo está en el hermano, y Cristo es la sabiduría de Dios. Por ello, quien maldice a su hermano ridiculiza la sabiduría de Dios.

Pedro Crisólogo, Sermones, 177, 6-7. 1a, pg. 159.

La frase “si presentas tu ofrenda”, etc., significa que Dios ha inventado para los pecadores el arrepentimiento como modo de salvación y de evitar el castigo, y enuncia que un modo de evitar el castigo consiste en la atención del afligido. Puesto que el que no ama a su hermano, no ama al Señor, es justo que el Señor no acepte a quien tiene malos sentimientos contra el hermano, porque no se acerca a Él con espíritu de verdad.

Cirilo de Alejandría, Fragmentos sobre el Ev. de Mateo, 50. 1a, pg. 160.

El ojo derecho, la mano derecha, representan el afecto por los hermanos, la mujer, los hijos, los familiares y parientes. Si vemos que nos impiden contemplar la verdadera luz, debemos cortar estas partes de nosotros mismos, no sea que queriendo ganar a otros, nosotros mismos nos perdamos en la eternidad.

Jerónimo, Comentario al Ev. de Mateo, 1, 5, 29. 1a, pg. 167.

En esta cuestión nada me parece más congruente que decir que el ojo significa el amigo muy amado, pues ciertamente podemos llamarlo miembro nuestro, y miembro que amamos intensamente; y él es el consejero que como ojo nos muestra el camino, y consejero en las cosas divinas, porque es nuestro ojo derecho. El ojo izquierdo, en cambio, es consejero muy estimado, pero en las cosas terrenas pertenecientes a las necesidades de la vida: de él es superfluo hablar cuando es ocasión de pecado, porque ni siquiera el derecho se ha de perdonar en estos casos. Luego también la mano derecha podemos entender un ministro y cooperador amado en nuestras obras santas. Así pues, como el ojo representa la contemplación, la mano la acción. De este modo la mano izquierda significa las obras que son necesarias a esta vida y al cuerpo.

Agustín, Sermón del Señor en la Montaña, 1, 13, 38. 1a, pg. 168.

La fe elimina la costumbre frecuente de jurar. Establece la actividad de nuestra vida en la verdad y, rechazando la inclinación a mentir, prescribe la lealtad tanto en el hablar como en el escuchar... Por tanto, los que viven en la sencillez de la fe no necesitan hacer uso del juramento. Con tales personas lo que es, siempre es, y lo que no es, no es, pues todas las palabras y todas sus acciones permanecen en la verdad.

Hilario de Poitiers, Sobre el Ev. de Mateo, 4, 23. 1a, pg. 172.

 

San Juan de Ávila

Los moros que van a Meca a ver el zancarrón de Mahoma, se tienen por tan bienaventurados de lo ver, que muchos de ellos se sacan los ojos, porque, habiendo visto cosa tan santa con ellos, les parece que le es hacer desacato, si con los mesmos ojos miran otra cosa. [...] Con mucha razón, por cierto, mandaste tú que todos los tuyos se saquen el ojo que les escandaliza (Mt 5, 29); y con mucha razón nosotros nos los debemos sacar. Quiere decir que los mortifiquemos, por el acatamiento que se debe a la vista de su sagrada persona. La lengua del sacerdote llave es con que se cierra el infierno y se abre el cielo, y se abran las conciencias, y consagra a Dios. Si quisiéramos, padres, pecar con la lengua, pidamos otra lengua prestada; que esta con la cual consagramos a Dios y hacemos tan admirables afectos, en ninguna manera se sufre emplearla en servir al demonio con ella.

Plática a los sacerdotes. I, pg. 789.

El hombre es justificado por la fe, sin obras de aquesta ley. Sí, que por la fe no destruimos la ley, sino establecémosla; antes la confirmamos y damos entendimiento. Lo mismo dijo nuestro Señor por san Mateo: Non veni solvere legem, sed adimplere (Mt 5, 17).

Lecciones sobre 1 Juan (I). II, pg. 178.

Porque todo lo que la ley vieja era sombra y todo se hacía por figura, todas aquellas cerimonias, y aquel “no comáis esto y estotro”, todo era por figura. Dice Sant Juan: La ley es dada por Moisén; la gracia y la verdad fue hecha por Cristo. La verdad es contraria a sombra. La verdad es cuerpo de la sombra. Quien cumplió lo figurado, dio verdad a las figuras. Que mi Señor dijo: No vine a quebrantar la ley, sino a cumplilla (Mt 5, 17).

Lecciones sobre 1 Juan (I). II, pg. 331.

Verdad algunas veces se toma, según que se opone a mentira, que es acepción común; otras, según que se opone a vanidad y a cosa de poco tomo, como solemos decir: “Aquesto es verdad”, porque es cosa sólida y de importancia; otras, a figura, porque en el Testamento Viejo había tantas figuras cuya verdad era nuestro Señor Jesucristo, como del cordero y pan cenceño. No solamente fue hecha la verdad por nuestro Señor, según las dos primeras maneras; mas también según la tercera. ¿Hay otra manera de verdad que haya sido hecha por nuestro Señor? Sí; Él dice: Non veni salvere Legem, sed adimplere (Mt 5, 17).

Lecciones sobre 1 Juan (II), II, pg. 452.

Amas a Dios y amas al prójimo por Dios: este amor no compadece pecado mortal. Qui non diligit, manet in morte (1 Jn 3, 14). Luego el que ama, con vida está. Sacaremos de aquí que la vida del alma es la caridad. Omnis qui odit fratrem suum, homicida est. Et scitis quoniam omnis honicida non habet vitam aeternam in se manentem (1 Jn 3, 15). Con Caín lo ha San Mateo: Qui autem occiderit  reus erit iudicio. Ego autem dico vovis; quia omnis qui irascitur fratri suo, reus erit iudicio (Mt 5, 21-22).

Lecciones sobre 1 Juan (I), 304-305.

Decís: “No eché mano a la espada, ni le saqué sangre, ¿cómo, por querer mal a mi prójimo, soy homicida?”.

Eso es para con el alcalde, mas para con Dios, homicida es. Omnis qui irascitur fratri suo, dignus erit iudicio (Mt 5, 22). Digno es la pena y juicio de homicida, el que se enojare con odio de su hermano; porque, si no es más de una ira que no pasa en querello mal, ni desealle mal, no sería pecado mortal, sino venial. Y que, aliende de enojarse, queriéndolo mal, lo muestra por obra, que es con alguna señal o meneo, que es decir racca, esto es decille fatue (necio). Y por eso se engañaban los fariseos, a los cuales nuestro Señor esto hablaba, pensando que solos los que sacaban sangre eran matadores.

Lecciones sobre 1 San Juan (II). II, pg. 438.

“El que dijere a su prójimo loco o necio (cf. Mt 5, 22) no por castigallo mas por injuriallo digno es del fuego del infierno”. Y, pues esto es así, mira por ti y ten caridad como Dios lo manda y ternás sana tu alma de esta enfermedad; porque quien ama no quiere mal, ni sabe injuriar, ni herir ni matar, mas antes sufrir sin volver mal por mal, mas perdonar de buena voluntad. Y si aquesto te parece recio, más te parecerá cuando Cristo te dirá: “Vete al infierno pues heciste mal y no quieres perdonar. Allí será el temblar”.

Tratado de Doctrina cristiana. II, pg. 817.

Dice la ley vieja: No te perjudarás; dice el Evangelio: Non jurare omnino (Mt 5, 34). Hobo herejes que dijeron que jurar, de cualquier manera que fuese, era pecado; tomáronlo de esta parte del Evangelio. Dijo un doctor que lo habían dicho porque no sabían lógica; que, si supieran, entenderían que en algunas cosas no es pecado jurar; que no quiere decir,m sino: no juréis a todo viento. Non omnis homo currit, id est, aliquis homno currit (Decir que no todo hombre corre es igual a decir que hay algún hombre que corre). Que no va la sagrada Escriptura para esa lógica. En ninguna cosa juréis: pues si me toman juramento, en ese caso se permite. Lo que Dios defiende es jurar de la manera que el vulgo usa a jurar.

Lecciones sobre 1 San Juan (I), pg. 187.

No jurar, aunque sea con verdad, ni por Dios, ni por sus santos, ni fe, ni cruz, ni cielo, ni tierra, ni por el cabello de tu cabeza. Tu habla sea “sí” o “no” (Mt 5, 37) o “por cierto” o “en verdad”. Lo demás es, de mal procede, si no hubiere gran necesidad y con verdad. Tercamente pecan en este mandamiento los que no cumplen los votos que prometen.

Tratado de Doctrina cristiana. II, pg. 815-816.

Porque otra cosa no es nueva ley, sino espíritu de la vieja, encerrado en la carne y sombras de la ley y figuras. Y por eso, aunque muere según la letra, vive según su ánima; y más se dice cumplida y mejorada que destruida; y así protestó el Señor que la venía a cumplir: Non veni solvere legem sed adimplere (cf. Mt 5, 17).

Sermón del Jueves Santo. III, pg. 410.

Porque no penséis que son de mi cabeza, os diré las palabras que dice Dios, el cual es tan verdadero, que primero faltará el cielo y la tierra que su palabra falte (cf. Mt 5, 18).

Sermón domingo 4 después de Cuaresma. III, pg. 172.

-No soy robador, - No basta no ser robador, mas no has de amar demasiadamente tu hacienda. No basta no matar a nadie, mas no te has de airar, etc. Y esto es lo que Cristo dijo: Nisi abundaverit iustitia vestra plusquam phariseorum, etc. (cf. Mt 5, 20). La justicia del fariseo era aquella; la del cristiano es esta. Como aquel es un mal tan general y que tanta inclinación tenemos a ello, que hasta los niños, si uno tiene unos zapatos nuevos o un sayo, luego se nos hincha y luego desprecia a los otros. Si uno tiene un poco de ciencia, si uno es de linaje, si una mujer es un poco hermosa, de ahí viene a decir: “No soy como aquel”, y ternese en mucho y al otro en nada, como ese fariseo. Esta es la una persona de la farsa. Entra agora la otra.

Domingo 10 después de Pentecostés. III, pg. 263.

Y el varón oiga y cumpla lo que el Señor dice: Si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y arrójalo de ti (cf. Mt 5, 20). Baje los ojos; y si los alza, mire al Señor. No hagas, cristiano, cuenta que tienes ojos mañana para mirar a mujeres; dáselos al Señor para que le sirvan a Él, pues Él te lo dio; refrena tus malos deseos y tu vista de fuera; que mientras más penoso te fuere, más meritorio te será; y según es Dios lleno de misericordia, por ventura por verte mañana trabajar contigo por no le ofender con tu vista, te dará fuerza para que te quedes con la buena costumbre de tener vista casta y corazón casto, que no será pequeña merced. Y de esta manera dice San Pablo, templo del Espíritu Santo, que cumpliremos lo que nos dijo: Comprados sois con precio grande, honrad y llevad a Dios en vuestro cuerpo (1 Co 6, 20) y en el espíritu de vuestra mente.

Sermón vísperas del Corpus. III, pg. 447.

Mis ovejas, dice el Señor, oyen mi voz. Estáis vos enemistado o andáis vos fornicando, hozáis vos en las vanidades del mundo, y díceos Dios: No fornicarás, amarás a tu prójimo, no jurarás mi nombre en vano (cf. Ex 20, 2-17; Dt 5, 6-21; Mt 5, 21ss), y vos, como mala oveja, no dejáis de comer y pacer y hozar en las enemistades y carnalidades.

Sermón miércoles de la semana de Pasión. III, pg. 210.

Porque el ser bueno para sí solo, cosa imperfecta es; y el ser bueno para otros, y no para sí, cosa es dañosa. Y aquel será llamado grande en el reino de los cielos (Mt 5, 19) que, siendo él bueno, procumpla con entrambas obligaciones, sin que la obligación de mirar por sí le haga estrecho para contentarse con ellas, ni el cuidado de mirar por los otros le haga aflojar el cuidado de sí.

Carta a un señor de este reino, siendo asistente de Sevilla. IV, pg. 59.

Sentencia es de Cristo que, si nuestro ojo derecho nos es ocasión de pecar, lo saquemos y alacemos de nos (cf. Mt 5, 29). El ojo derecho  es el amor que tenemos a la hacienda, honra, vida o parientes; el amor de estas cosas ofende a nuestro Señor, nos habemos de extrañar a él y cortarle de nos, porque no nos extrañemos a Dios. Ninguna cosa nos debe ser tan amada, que no la hollemos si nos estorba estar bien con Dios. No se da la amistad del reino soberano sino a quien piensa que compra barato, aunque le cueste la misma vida; que los que quieren cumplir con sus afectos y con el amor del Señor, muy engañados están amando a Dios como a una de las otras cosas, queriendo Él ser amado sobre todas.

Carta a un su devoto. IV, pg. 370.

 

San Oscar Romero.

Queridos compañeros y hermanos sacerdotes, hagamos nuestra esta página de la lectura de hoy; no pongamos nuestra confianza en el poder de la tierra.

Jamás he tolerado ni he consentido que la predicación del Evangelio se revuelva con el lenguaje de una revolución. Y cuando me han acusado a algún sacerdote que predica la revolución, he pedido pruebas, casos concretos. Sólo así podemos proceder. Pero muchas veces es la calumnia o una información de terceros; informaciones a veces interesadas, pero cuando he platicado con el sacerdote buscando su pensamiento, encuentro que su lenguaje no es otro que la sabiduría de Cristo, que supo reclamar también contra las injusticias y no sabía tolerar los atropellos de los pobres y necesitados. Por eso, hermanos, nuestra Iglesia tiene que tener mucho cuidado, las queridas comunidades de base, los grupos de reflexión, para que al reflexionar en la Biblia, en la palabra del Señor, no busquen otra cosa más que la sabiduría de Cristo Crucificado, no el poder de la política o del dinero. ¡A cuántos ha seducido y los ha hecho sal insípida ese apoyo frágil de las fuerzas de la tierra! Ni tampoco en el otro extremo: La puesta de las armas y de la violencia. No es el lenguaje Cristiano.

Homilía, 5 de febrero de 1978.

 

Papa Francisco.  

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy (cf. Mateo 5, 17-37) está tomado del “Sermón de la Montaña” y trata el tema del cumplimiento de la Ley: cómo debo cumplir la Ley, cómo hacerlo. Jesús quiere ayudar a sus oyentes a tener un acercamiento justo a las prescripciones de los Mandamientos dados a Moisés, exhortándolos a estar disponibles para Dios que nos educa para la verdadera libertad y responsabilidad a través de la Ley. Se trata de vivirla como un instrumento de libertad. No olvidemos esto: vivir la Ley como un instrumento de libertad, que me ayude a ser más libre, que me ayude a no ser esclavo de las pasiones y el pecado. Pensemos en las guerras, pensemos en las consecuencias de las guerras, pensemos en esa niña que murió de frío en Siria anteayer. Tantas calamidades, tantas. Esto es el resultado de las pasiones, y la gente que hace la guerra no sabe cómo dominar sus pasiones. No cumplen con la ley. Cuando se cede a las tentaciones y pasiones, uno no es señor y protagonista de su vida, sino que se vuelve incapaz de manejarla con voluntad y responsabilidad.

El discurso de Jesús está estructurado en cuatro antítesis, expresadas con la fórmula «Habéis oído que se dijo... pues yo os digo». Estas antítesis se refieren a otras tantas situaciones de la vida cotidiana: el asesinato, el adulterio, el divorcio y el juramento. Jesús no suprime las prescripciones relativas a estas cuestiones, sino que explica su pleno significado e indica el espíritu en el que deben ser observadas. Nos anima a pasar de la observancia formal de la Ley a la observancia sustancial, aceptando la Ley en nuestros corazones, que es el centro de las intenciones, decisiones, palabras y gestos de cada uno de nosotros. Del corazón salen las buenas y las malas acciones.

Acogiendo la Ley de Dios en nuestros corazones entendemos que, cuando no amamos a nuestro prójimo, nos matamos de alguna manera a nosotros mismos y a los demás, porque el odio, la rivalidad y la división matan la caridad fraternal, que es la base de las relaciones interpersonales. Y esto se aplica a lo que he dicho sobre las guerras y también a las habladurías, porque el lenguaje mata. Aceptando la Ley de Dios en el corazón se entiende que los deseos deben ser guiados, porque no se puede tener todo lo que uno desea, y no es bueno ceder a sentimientos egoístas y posesivos. Cuando se acepta la Ley de Dios en el corazón, se comprende que hay que abandonar un estilo de vida de promesas rotas, así como pasar de la prohibición del perjurio a la decisión de no jurar en absoluto, asumiendo la actitud de plena sinceridad con todos.

Y Jesús es consciente de que no es fácil vivir los mandamientos de una manera tan completa. Por eso nos ofrece la ayuda de su amor: vino al mundo no sólo para cumplir la Ley, sino también para darnos su gracia, para que podamos realizar la voluntad de Dios, amándolo a Él y a nuestros hermanos y hermanas. ¡Todo, todo lo podemos hacer con la gracia de Dios! Así, la santidad no es otra cosa que guardar esta gratitud que Dios nos ha dado, esta gracia. Se trata de confiar y encomendarse a Él, a su Gracia, a esa gratitud que nos ha dado y coger la mano que nos tiende constantemente, para que nuestros esfuerzos y nuestro compromiso necesario puedan ser sostenidos por su ayuda, llena de bondad y misericordia.

Hoy Jesús nos pide que avancemos en el camino del amor que nos ha indicado y que comienza en el corazón. Éste es el camino que hay que seguir para vivir como cristianos. Que la Virgen María nos ayude a seguir el camino trazado por su Hijo, a alcanzar la verdadera alegría y a difundir la justicia y la paz por todas partes.

Ángelus, 16 de febrero de 2020.

 

Papa Francisco. Audiencia.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La semana pasada visité dos países africanos: la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Doy las gracias a Dios que me ha permitido realizar este viaje, deseado desde hace tiempo. Dos “sueños”: visitar al pueblo congoleño, custodio de un país inmenso, pulmón verde de África: junto a la Amazonia, son los dos pulmones del mundo. Tierra rica de recursos y ensangrentada por una guerra que no termina nunca porque siempre hay quien alimenta el fuego. Y visitar al pueblo sursudanés, en una peregrinación de paz junto al arzobispo de Canterbury Justin Welby y al moderador general de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields: fuimos juntos para testimoniar que es posible y necesario colaborar en la diversidad, especialmente si se comparte la fe en Jesucristo.

Los primeros tres días estuve en Kinsasa, capital de la República Democrática del Congo. Renuevo mi gratitud al presidente y a las otras autoridades del país por la acogida que me reservaron. Inmediatamente después de mi llegada, en el Palacio Presidencial, pude dirigir el mensaje a la nación: el Congo es como un diamante, por su naturaleza, por sus recursos, sobre todo por su gente; pero este diamante se ha convertido en motivo de contiendas, de violencias, y paradójicamente de empobrecimiento del pueblo. Es una dinámica que se encuentra también en otras regiones africanas, y que vale en general para ese continente: continente colonizado, explotado, saqueado. Frente a todo esto dije dos palabras: la primera es negativa, “¡basta!”, ¡basta de explotar África! He dicho otras veces que en el inconsciente colectivo está “África debe ser explotada”: ¡basta con esto! Dije eso. La segunda es positiva: juntos, juntos con dignidad, todos juntos, con respeto recíproco, juntos en el nombre de Cristo, nuestra esperanza, ir adelante. No explotar e ir adelante juntos.

Y en el nombre de Cristo nos hemos reunido en la gran Celebración eucarística.

También en Kinsasa hubo otros encuentros: con las víctimas de la violencia en el este del país, la región que desde hace años está desgarrada por la guerra entre grupos armados manejados ​​por intereses económicos y políticos. No pude ir a Goma. La gente vive en el miedo y en la inseguridad, sacrificada en el altar de negocios ilegales. Escuché los testimonios impactantes de algunas víctimas, especialmente mujeres, que depositaron a los pies de la Cruz armas y otros instrumentos de muerte. Con ellos dije “no” a la violencia, “no” a la resignación, “sí” a la reconciliación y a la esperanza. Han sufrido mucho y siguen sufriendo.

Después me reuní con representantes de diferentes obras de caridad presentes en el país, para darles las gracias y animarlos. Su trabajo con los pobres y para los pobres no hace ruido, pero día tras día hace crecer el bien común. Y sobre todo con la promoción: las iniciativas de caridad deben estar siempre en primer lugar para la promoción, no solo para la asistencia sino para la promoción. Asistencia sí, pero promoción.

Un momento entusiasmante fue el encuentro con los jóvenes y los catequistas congoleños en el estadio. Fue como una inmersión en el presente proyectado hacia el futuro. ¡Pensemos en la fuerza de renovación que puede llevar a esa nueva generación de cristianos, formados y animados por la alegría del Evangelio! A ellos, a los jóvenes, les indiqué cinco caminos: la oración, la comunidad, la honestidad, el perdón y el servicio.  A los jóvenes del Congo les dije: vuestro camino es este; oración, vida comunitaria, honestidad, perdón y servicio. Que el Señor escuche el grito que invoca paz y justicia.

Después, en la Catedral de Kinsasa me reuní con los sacerdotes, los diáconos, los consagrados y las consagradas y los seminaristas. Son muchos y son jóvenes, porque las vocaciones son numerosas: es una gracia de Dios. Les exhorté a ser servidores del pueblo como testigos del amor de Cristo, superando tres tentaciones: la mediocridad espiritual, la comodidad mundana y la superficialidad. Que son tentaciones ―yo diría― universales, para los seminaristas y para los sacerdotes. Cierto, la mediocridad espiritual, cuando un sacerdote cae en la mediocridad, es triste; la comodidad mundana, es decir, la mundanidad, que es uno de los peores males que pueden suceder a la Iglesia; y la superficialidad. Finalmente, con los obispos congoleños compartí la alegría y la fatiga del servicio pastoral. Les invité a dejarse consolar por la cercanía de Dios y a ser profetas para el pueblo, con la fuerza de la Palabra de Dios, ser signos de cómo es el Señor, de la actitud que tiene el Señor con nosotros: compasión, cercanía y ternura. Son tres maneras de cómo el Señor se relaciona con nosotros: se hace cercano ―la cercanía― con compasión y con ternura. Esto pedí a los sacerdotes y a los obispos.

Después, la segunda parte del viaje tuvo lugar en Yuba, capital de Sudán del Sur, Estado nacido en 2011. Esta visita tuvo una fisonomía totalmente particular, expresada por el lema que retomaba las palabras de Jesús: “Rezo para que sean una sola cosa” (cfr. Jn 17,21). De hecho, se trató de una peregrinación ecuménica de paz, realizada junto a los jefes de dos Iglesias históricamente presentes en esa tierra: la Comunión Anglicana y la Iglesia de Escocia. Era el punto de llegada de un camino iniciado hace algunos años, que nos había visto reunidos en Roma en 2019, con las autoridades sursudanesas, para asumir el compromiso de superar el conflicto y construir la paz. En 2019 se hizo un retiro espiritual aquí, en la Curia, de dos días, con todos estos políticos, con toda esta gente aspirante a los puestos, algunos enemigos entre ellos, pero estaban todos en el retiro. Y esto dio la fuerza para ir adelante. Lamentablemente el proceso de reconciliación no ha avanzado mucho, y el recién nacido Sudán del Sur es víctima de la vieja lógica del poder, de la rivalidad, que produce guerra, violencias, refugiados y desplazados internos. Agradezco mucho al señor presidente la acogida que nos dio y cómo está tratando de gestionar este camino nada fácil, para decir “no” a la corrupción y al tráfico de armas y “sí” al encuentro y al diálogo. Y esto es vergonzoso: muchos países llamados civilizados ofrecen ayuda a Sudán del Sur, y la ayuda consiste en armas, armas, armas para fomentar la guerra. Esto es una vergüenza. Y sí, ir adelante diciendo “no” a la corrupción y al tráfico de armas y “sí” al encuentro y al diálogo. Solo así podrá haber desarrollo, la gente podrá trabajar en paz, los enfermos curarse, los niños ir al colegio.

El carácter ecuménico de la visita a Sudán del Sur se manifestó en particular en el momento de oración celebrado junto con los hermanos anglicanos y con los de la Iglesia de Escocia. Juntos escuchamos la Palabra de Dios, juntos le dirigimos oraciones de alabanza, de súplica y de intercesión.  En una realidad fuertemente conflictual como la de Sudán del Sur este signo es fundamental, y no es descontado, porque lamentablemente está quien abusa del nombre de Dios para justificar violencias y abusos.

Hermanos y hermanas, Sudán del Sur es un país de unos 11 millones de habitantes ―¡pequeño!― de los cuales, a causa de los conflictos armados, dos millones son desplazados internos y otros tantos han huido a países vecinos. Por esto quise reunirme con un gran grupo de desplazados internos, escucharlos y hacerles sentir la cercanía de la Iglesia. De hecho, las Iglesias y las organizaciones de inspiración cristiana están en primera línea junto a esta pobre gente, que desde hace años vive en los campos para desplazados. En particular me dirigí a las mujeres ―hay mujeres valientes allí― que son la fuerza que puede transformar el país; y animé a todos a ser semillas de un nuevo Sudán del Sur, sin violencia, reconciliado y pacificado.

Luego, en el encuentro con los pastores y los consagrados de esa Iglesia local, miramos a Moisés como modelo de docilidad a Dios y de perseverancia en la intercesión.

Y en la celebración eucarística, último acto de la visita a Sudán del Sur y también de todo el viaje, me hice eco del Evangelio animando a los cristianos a ser “sal y luz” en esa tierra tan probada. Dios no pone su esperanza en los grandes y en los poderosos, sino en los pequeños y en los humildes. Así es como se mueve Dios.

Doy las gracias a las autoridades de Sudán del Sur, al señor presidente, a los organizadores del viaje y a todos aquellos que han puesto su esfuerzo, su trabajo para que la visita saliera bien. Doy las gracias a mis hermanos, Justin Welby e Iain Greenshields, por haberme acompañado en este viaje ecuménico.

Recemos para que, en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, y en toda África, broten las semillas de su Reino de amor, de justicia y de paz.

 

Comentario al evangelio del domingo.

-Evangelio de Mateo:

Jesús: intérprete autorizado de las Escrituras (Ley y Profetas).

-Contexto:

Pluralismo interpretativo de la Escritura en el judaísmo contemporáneo a Jesús y Mateo:

Litigio de la comunidad de Mateo con un sector judío de la ciudad en la que vive  (¿Antioquía?).

 

ORACIÓN JUNIORS.

EXPERIENCIA.

Busca un lugar tranquilo, apacigua tus pensamientos, cierra los ojos, sígnate y dile a Jesús: “Aquí estoy, háblame”.

Invoca el Espíritu Santo para que Él abra tu corazón a la Palabra de Dios y te conceda el don de la oración.

Mira el vídeo.

https://www.youtube.com/watch?v=nbgM97um2pw´

¿Cómo te has sentido?

Resume en una idea el vídeo.

¿Alguna vez te has identificado con la anciana y con el joven?

Permanece en silencio pensando en el vídeo.

+REFLEXIÓN.

Toma la Biblia y lee :

X Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-37.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que n o saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.

Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”. Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.

También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco, o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, si, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

¿Qué dice el texto? Después de invitar a los discípulos a ser sal y luz Jesús concreta esta llamada en la profundización de la Ley de Moisés. Él no inventa nada ajeno a las leyes del Antiguo Testamento, sino que las profundiza y conduce al oyente a penetrar en el espíritu de los preceptos, pasar del minimalismo formal, es decir, cumplir a la letra los Diez Mandamientos, al maximalismo sustancial, es decir, cumplirlos con el corazón en todas las implicaciones que derivan del precepto. Ser cristiano no es ser siervo de un Señor que legisla, premia y castiga; sino hijo de un Padre que espera de nosotros toda la potencialidad que contiene nuestro corazón. Después de una primera lectura, divide el texto en las partes y cada día medita sobre una de ellas.

¿Qué te dice? Vuelve a leerlo, con pausas, permitiendo al Espíritu trabajar tu corazón, relacionando cada frase con tu pasado, presente y expectativas a corto y largo plazo.

COMPROMISO.

Anota un propósito relacionado con la enseñanza de Jesús y proponte estar vigilante a fin de no dañar con tus palabras y miradas a los demás.

CELEBRACIÓN.

Escucha la canción Mírame Jesús de Fran.

https://www.youtube.com/watch?v=6ezWHdQzD2o

 

GUIÓN MISA NIÑOS.

DOMINGO VII T.O.  19 de febrer de 2023

 

Monición de entrada.-

Hola:

Cuando venimos a misa tenemos que ser como san Pedro.

Él un día le dijo a Jesús:

¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.

Porque las palabras que Jesús nos dice nos ayudan.

Y nos ayudan a que las personas se sientan queridas por nosotros.

 

 Señor ten piedad.-

Tú eres Santo. Señor, ten piedad.

Tú eres perfecto. Cristo, ten piedad.

Tú eres compasivo. Señor, ten piedad.

 

Peticiones.-

Jesús,  te pido por el Papa Francisco y el obispo Enrique. Te lo pedimos, Señor.

Jesús, te pido por la Iglesia, para que sea lugar de perdón.  Te lo pedimos, Señor.

Jesús, te pido los que no conocen a Jesús, para que te conozcan. Te lo pedimos, Señor.

Jesús, te pido los que mandan, para que no sean vengativos. Te lo pedimos, Señor.

Jesús, te pido por las personas, para que no nos odiemos. Te lo pedimos, Señor.

Jesús, te pido para que seamos obedientes a tus palabras. Te lo pedimos, Señor.

 

Acción de gracias.-

María, queremos darte las gracias porque nos ayudas a ser buenas niñas y buenos niños y a querer a las personas que están tristes.

 

 

GUIÓ MISSA D’INFANTS. DIUMENGE VII T. O. 18 de febrer de 2023.

 

Monició d’entrada.-

Hola:

Quan venim a missa hem de  ser com sant Pere.

Ell un dia li digué a Jesús:

On anirem? Tu tens paraules de vida eterna.

Perquè les paraules que Jesús ens diu ens ajuden.

I ens ajuden a que les persones es senten estimades per nosaltres.

 

Senyor, tingueu pietat.

Vos sou sant. Senyor, tingueu pietat.

Vos sou perfecte. Crist, tingueu pietat.

Vos sou compassiu. Senyor, tingueu pietat.

 

Plegaries.-

Jesús, et demane pel Papa Francesc i el bisbe Enric. T’ho demane, Senyor.

Jesús, et demane per l’església, perquè siga un lloc de perdó. T’ho demane, Senyor.

Jesús, et demane pels qui manen, perquè no siguen venjatius. T’ho demane, Senyor.

Jesús, et demane per les persones, perquè no ens odiem. T’ho demane, Senyor.

Jesús, et demane perquè siga’m obedients a les teues paraules. T’ho demane, Senyor.

 

Acció de gràcies.

Maria, volem donar-te les gràcies perquè ens ajudes a ser bones xiquetes i bons xiquets i a estimar les persones que estan tristos.

 

DIUMENGE VII T. O.

 

Lectura del llibre del Levític 19, 1-2.17-18.

El Senyor digué a Moisés:

-Digues a tota la comunitat dels israelites: Sigueu sants, perquè jo, el Senyor, el vostre Déu, soc sant. No tingues malícia als teus germans dins el teu cor. Reprèn els altres, si cal; així no et faràs responsable del seu pecat. No et venges ni guardes rancúnia contra ningú del teu poble. Estima els altres com a tu mateix. Jo soc el Senyor.

Paraula de Déu.

 

Sal 102

El Senyor és compassiu i benigne.  R/.

Beneeix el Senyor, ànima meua,

del fons del cor beneeix el seu sant nom.

Beneeix el Senyor, ànima meua,

no t’oblides dels seus favors. R/.

 

Ell et perdona les culpes

i et cura de tota malaltia;

rescata de la mort la teua vida

i et sacia d’amor entranyable. R/.

 

El Senyor és compassiu i benigne,

lent per al castic, ric en l’amor.

No ens castiga els pecats com mereixíem,

no ens paga com deuria les nostres culpes. R/.

 

Llança les nostres culpes lluny de nosaltres

com l’Orient és lluny de l’Occident.

Com un pare s’apiada dels fills,

el Senyor s’apiada dels fidels. R/.

 

Lectura de la primera carta de sant Pau als cristians de Corint 3, 16-23.

Germans:

No ho sabeu que sou un temple de Déu i que l’Esperit de Déu habita en vosaltres? Si algú profana el temple de Déu, Déu li’n demanarà compte, perquè el temple de Déu és sagrat, i aquest temple sou vosaltres.

Que ningú no s’enganye ell mateix. Si entre vosaltres algú es té per savi segons la saviesa d’aquest món és ignorància. L’Escriptura diu: “Fa caure els savis en els seus propis paranys”. I també: “El Senyor sap què valen els pensaments dels savis: no s’aguanten més que el fum”.

Per tant, que ningú no es glorie de ser seguidor de cap home. Tot és vostre: Pau, Apollo, Quefes, el món, la vida, la mort, el present, el futur. Tot és vostre, però vosaltres sou de Crist, i Crist és de Déu.

Paraula de Déu.

 

X Lectura de l’Evangeli segons sant Mateu 5, 38-48.

En aquell temps, Jesús digué als seus deixebles:

-Ja sabeu que van dir: “Ull per ull, dent per dent”. Doncs jo vos dic: No vos hi torneu contra els qui vos fan mal. Si algú et pega a la galta dreta, para-li també l’altra. Si algú et vol posar un plet per quedar-se el teu vestit, dona-li també el mantell. Si algú t’obliga a portar una càrrega un quart d’hora de camí, porta-li-la mitja hora. Dona a tothom qui et demane, no et desentengues del qui et vol manllevar.

Ja sabeu que van dir: “Estima els altres”, però no els enemics.

Doncs jo vos dic: Estimeu els enemics, pregueu per aquells que vos persegueixen. Així sereu fills del vostre Pare del cel, ell fa eixir el sol sobre bons i dolents, i fa ploure sobre just i injusts. Perque si estimeu només els qui vos estimen, quina recompensa mereixeu? Els publicans, no fan també aixó mateix?

I si només saludeu els germans, que feu d’extraordinari? Els pagans, no fan també això mateix? Sigueu bons del tot, com ho és el vostre Pare celestial.

Paraula del Senyor.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.

Biblia de Jerusalén. 5ª edición – 2018. Desclée De Brouwer. Bilbao. 2019.

Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego de M. Iglesias González. BAC. Madrid. 2017.

Biblia Didajé con comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016.

Catecismo de la Iglesia Católica. Nueva Edición. Asociación de Editores del Catecismo. Barcelona 2020.

La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Ciudad Nueva. Madrid. 2006.

Riutort Mestre, P. Llibre del poble de Déu. Gorg. València. 1975.

Pío de Luis, OSA, dr. Comentarios de San Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). II. Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.

San Juan de Ávila. Obras Completas I. Audi, filia – Pláticas – Tratados. BAC. Madrid. 2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas II. Comentarios bíblicos – Tratados de reforma – Tratados y escritos menores. BAC. Madrid. 2013.

San Juan de Ávila. Obras Completas III. Sermones. BAC. Madrid.   2015.

San Juan de Ávila. Obras Completas IV. Epistolario. BAC. Madrid. 2003.

Eucaristía. Verbo Divino.

https://www.servicioskoinonia.org/romero/homilias/B/#IRA

www.vatican.va

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