Primera lectura.
Lectura del libro
del Génesis 12, 1-4a.
En aquellos
días, el Señor dijo a Abrán:
-Sal de tu
tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre y será una
bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que maldigan, y en
ti serán benditas todas las familias del mundo.
Abrán marchó,
como le había dicho el Señor.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[1].
Sb 10, 5: Cuando la confusión de los pueblos
malvados, / ella se fijó en el justo Abrahán, lo conservó intachable ante Dios
/ y lo mantuvo firme a pesar del amor a su hijo.
Hch 7, 2-3: [Esteban] respondió: “Hermanos y
hermanas, escuchad. El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abrahán
cuando estaba en Mesopotamia; antes de establecerse en Jarán, y le dijo: “Sal
de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que te mostraré”.
Hb 11, 8s: Por la fe obedeció Abrahán a la
llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber
adónde iba. Por la fe obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que
iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por la fe vivió como
extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas.
Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra.
Jr 4, 2: Si jurases “¡Por vida del Señor!” /
con verdad, justicia y derecho, / todas las naciones se bendecirían, / se
darían parabienes entre sí / utilizando el nombre del Señor.
Si 44, 21: [Abrahán] Por eso Dios le
prometió con juramento / bedecir a las naciones por su descendencia, /
multiplicaré como el polvo de la tierra, / exaltar su estirpe como las
estrellas, / y darle una herencia de mar a mar, / desde el Río hasta los
confines de la tierra.
Hch 3, 25: Vosotros sois los hijos de los
profetas; los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le
dijo a Abrahán: ·En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la
tierra”.
Ga 3, 8: En efecto, la Escritura, previendo
que Dios justificaría a los gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia
de que por ti serán benditas todas las naciones.
Notas exegéticas[2].
12 (a) Titulo que debe estenderse de forma neutra: relatos en torno a los
patriarcas.
12 (b) Los relatos sobre Abrahán tal como se presentan en el Génesis, son
una “teología de la promesa”, la doble promesa divina de descendencia y del don
de la tierra son los ejes centrales en torno a los cuales de un modo u otro se
organiza todo lo que los escritores sagrados tienen que decir sobre el
patriarca.
12 (c) Los capítulos 12-13 pertenece a lo esencia de las tradiciones
yahvistas, pero no todo se sitúa en el mismo nivel de la tradición o de su
fijación escrita. Muy probablemente una breve noticia de salida de Jarán y de
llegada a Canaán, especie de itinerario, con la orden divina de abandonar Jarán,
12, 1-4, y un primer punto de asentamiento alrededor de Betel, 12, 8; 13, , son
el núcleo central de la tradición. El itinerario continua con el relato de la
separación de Abrahán y Lot, 13 3 s. Promesas de descendencia y de bendición
12, 2-3, y luego del don de la tierra, 12, 7, han podido ser añadidas en un
estadio relativamente antiguo de la tradición, lo mismo que el relato de la
bajada a Egipto, 12, 10-20, relato que no habla de Lot, con 13, 1-4. Un
desarrollo más reciente puede ser la promesa solemne de 13, 14-17. A los
autores sacerdotales se deben algunos complementos en los que se insiste en la
riqueza de Abrahán y de Lot, motivo de su separación. 12, 4-5; 13, 2.4-5. Si
tal ha podido ser el desarrollo de los dos capítulos, la doble promesa de descendencia
y del don de la tierra vienen a ocupar un lugar cada vez más preponderante.
Rompiendo todos sus vínculos terrenos. Abrahán sale para un país desconocido,
con su mujer estéril, 11 30, porque Dios le ha llamado y le ha prometido una
posteridad. Primer acto de fe de Abrahán que volverá a expresarse cuando le sea
renovada la promesa, 15 5-6+, y que Dios pondrá a prueba reclamándole a Isaac,
fruto de esta promesa, 22 +. La existencia y el porvenir del pueblo elegido
dependen de este acto absoluto de fe. Hb 11, 8-19. No se trata solamente de su
descendencia carnal, sino de todos aquellos a quienes la misma fe hará hijos de
Abrahán, como enseña san Pablo, Rm 4; Ga 3, 7
12 3 La fórmula se repite (con la palabra “nación” o “linaje” en 18 18;
22 18; 26 45; 28 14. En sentido estricto, significa (ver v. 2 y 48 20; Jr 29
22): “las gentes dirán: ‘Bendito seas como Abrahán’”. Pero Si 44 21, la tradición
de los LXX y el NT han entendido: “En ti serán benditas todas las naciones”.
Comentario revista Homilética[3]
-Promesa de
Abrahán:
Nueva fase en
la narración del libro del Génesis:
Abraham, el padre de una nación.
Dominada por el
término bendición: 5 veces.
Ser una
nación: hijos y tierra.
Alcanzará a
todos los pueblos.
Israel:
mediador (Eclesiástico 44,21).
-Abrahán:
Confianza en la
acción divina.
Fe expresada en
una vida errante que, ante los desafíos que encuentre, buscará respuesta en el
Dios de la promesa.
Fe acompañada por
la duda y la oscuridad.
Padre de la fe.
Salmo responsorial
Salmo 32
R/. Que tu misericordia, Señor,
R/. Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros, como lo esperamos
de ti.
La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en quien
lo teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre
nosotros;
como lo esperamos de ti. R/.
Textos
paralelos[4].
Pues
recta es la palabra de Yahvé.
Dt 32, 4: Él es la Roca, sus
obras son perfectas, / sus caminos son justos, / es un Dios fiel, sin maldad; /
es justo y recto.
Sal 89, 15: Justicia y derecho
sostienen tu trono, / misericordia y fidelidad te preceden.
Los ojos de Yahvé sobre sus adeptos.
Sal 32, 8: Te instruiré y te
enseñaré / el camino que has de seguir, / fijaré en ti mis ojos.
Sal 34, 16: Los ojos del Señor
miran a los justos, / sus oídos escuchan sus gritos.
Esperamos anhelantes a Yahvé.
Sal 115, 9: Israel confía en el
Señor; / él es su auxilio y escudo.
Notas
exegéticas[5].
33 18 Lit. “los que le temen”.
Tres
lecturas con Noel Quesson[6]
Con Israel.
La poesía hebrea
utiliza constantemente el paralelismo: los versos van siempre de dos en dos. El segundo retoma la idea del
primero. Ejemplos: El Señor frustró los planes de las naciones. / Y aniquiló
los proyectos de los pueblos.
Con Jesús.
Jesús es el
Verbo (la palabra) creador, "por quien todo ha sido hecho". (Juan
1,3). El nos revela: "el Padre os ama" (Juan 16,17). La tierra está
llena de su amor... Los proyectos de su
corazón subsisten de generación en generación. "¡He aquí este corazón que tanto ha amado a los hombres!".
Con nuestro
tiempo.
Es necesario
personalizar este salmo, en nuestra propia vida y en nuestra propio
estilo: alabar... Creer en el poder de
Dios... Creer que Dios interviene "hoy y siempre en los acontecimientos contemporáneos..."
"hacerse pobre": la "mirada de Dios" sobre nosotros es una defensa más segura que todos los medios
del poder humano. He aquí un ejemplo de personalización... He aquí como PAUL Claudel
"releía" este salmo a su
manera, vigorosa, truculenta, poética: "Escuchad, pájaros cantores, el
ímpetu que doy a mi canto: lo que llaman en música la anacrusa. Mirad mis dedos que sin hacer ruido
en los rayos del sol, pulsan el arpa entre mis
rodillas: hay diez cuerdas, ¡Atentos cuando levante la mano! Yo también
canto muy suave, y los ojos bien
abiertos, llevo el compás, el oído atento a vuestra vociferación. Dios es hombre de bien: se escucha la conciencia en
todo lo que El ha hecho.
Segunda
lectura.
Lectura de la segunda
carta del apóstol san Pablo Timoteo 1, 8b-10.
Querido hermano:
Toma parte en
los padecimientos por el evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos
llamó con una vocación santa, no por nuestras obras, sino según su designio y
según la gracia que nos dio en Cristo Jesús desde antes de los siglos, la cual
se ha manifestado ahora por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que
destruyó la muerte e hizo brillar la vida y la inmortalidad por medio del
evangelio.
Palabra de Dios.
Textos
paralelos[7].
Nos ha
llamado a una vocación santa.
Tt 3, 5: No por las obras de justicia que
hubiéramos hecho nosotros, sino, según su propia misericordia, nos salvó por el
baño del nuevo nacimiento y de la renovación del Espíritu Santo.
Rm 8, 28: Por otra parte, sabemos que a los
que aman a Dios todo les sirve para el bien, a los cuales les ha llamado
conforme a su designio.
Rm 16, 25s: Al que puede consolidaros según
mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación
del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora
mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios
eterno para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe a Dios,
único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Esta gracia se ha hecho patente ahora.
Tt 2, 11: Pues se ha manifestado la gracia
de Dios, que trae la salvación para todos los hombres.
3, 4: Más cuando se manifestó la bondad de
Dios nuestro Salvador y su amor al hombre.
Rm 6, 9: Pues sabemos que Cristo, una vez
resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio
sobre él.
Rm 8, 2: Pues la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Hb 2, 14-15: Por tanto, lo mismo que los
hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de
nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la
muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por medio de la muerte,
pasaban la vida entera como esclavos.
Notas exegéticas[8]:
1 9 La palabra designa en primer lugar la llamada de los cristianos a la
salvación, ver Rm 1 6-7; 8, 28; 1 Co 1 2.24; Col 3 15; Ef 1 18; 4 4; Flp 3, 14
etc., y luego, por metonimia, el estado (vocación) al que son llamados los
cristianos. Ambos sentidos son igualmente posibles.
1 10 Este término [manifestación] ver 1 Tm 6 14+, designa aquí el ministerio
de Jesús.
Comentario revista Homilética[9]
-2 Timoteo:
Sabios consejos y recomendaciones
pastorales destinados al discípulo.
Pablo en la prisión presiente
cercana la muerte y exhorta a los discípulos a mantenerse en la fidelidad.
Argumentos de Pablo:
Sufre por el Evangelio / honores.
La salvación no es consecuencia
de nuestras decisiones u obras sino por la gracia de Dios en Cristo.
La gracia de Dios, manifestado en
Israel, se ha manifestado y dado en la persona de Cristo.
Esta salvación está vinculada a
la experiencia de la muerte y de la vida.
Novedad: destrucción de la muerte
e inmortalidad.
-La llamada a la “vocación santa”,
la santidad:
Tradición bíblica / griega.
Enraizada en el concepto “Dios es
santo” (Levítico) y el ser humano está llamado a vivir y reflejar esta
santidad.
-Reflejo de la teología y vida de
las comunidad paulinas pertenecientes a la segunda generación cristiana, que
viven en un ambiente hostil.
Evangelio.
X Lectura del santo evangelio según
san Mateo 17, 1-9
En aquel tiempo,
Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos
aparte a un monte alto. Se transfiguró delate de ellos, y su rostro
resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. De
repente, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces,
tomó la palabra y dijo a Jesús:
-Señor, ¿qué
bueno es que estemos aquí? Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra
para Moisés y otra para Elías..
Todavía estaba
hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la
nube decía:
-Este es mi Hijo,
el amado, en quien me complazco. Escuchadlo.
Al oírlo, los
discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos,
les dijo:
-Levantaos, no
temáis.
Al alzar los
ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús
les mandó:
-No contéis a
nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.
Evangelios paralelos[10]
// Mc 2-8: Seis días más tarde Jesús toma
consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, sube aparte con ellos solos a un monte
alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco
deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les
aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra
y dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres
tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía qué decir,
pues estaban asustados. Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la
nube: “Este es mi Hijo, el amado, escuchadlo”. De pronto, al mirar alrededor,
no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban del monte,
les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del
hombre resucitara de entre los muertos.
// Lc 9, 28-36: Unos ocho días después de
estas palabras, tomó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte
para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos
brillaban de resplandor. De repente, dos hombres conversaban con él: eran
Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a
consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron
y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se
alejaban de él, dijo Pedro a Jesús: “Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí!
Haremos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. No
sabía lo que decía. Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los
cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz
desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo”. Después de
oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos
días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Textos
paralelos[11].
Tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan.
2 Pe 1, 16-18: Pues no nos fundábamos en
fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro
Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.
Porque él recibió de Dios Padre honor y gloria cuando desde la sublime Gloria
se le transmitió aquella voz: “Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido”.
Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando
con él en la montaña sagrada.
Se transfiguró.
Ex 24, 13-16: Se levantó Moisés, con Josué,
su ayudante, y subieron a la montaña de Dios. A los ancianos les dijo: “Quedaos
aquí hasta que volvamos; Aarón y Jur están con vosotros, el que tenga algún
asunto que se lo traiga a ellos”. Subió, pues, Moisés a la montaña; la nube cubría
la montaña. La gloria del Señor descansaba sobre la montaña del Sinaí y la nube
cubrió la montaña durante seis días. Al séptimo día llamó a Moisés desde la
nube.
Blancos como la luz.
Mt 28, 3: Su aspecto era de relámpago y su
vestido blanco como la nieve.
Todavía estaba hablando.
Ex 19, 16: Al tercer día, al amanecer, hubo
truenos y relámpagos y una densa nube sobre la montaña; se oía un fuerte sonido
de trompeta y toda la gente que estaba en el campamento se echó a temblar.
Mt 24, 30: Entonces aparecerá el Hijo del
hombre sobre nubes del cielo con gran poder y gloria.
Salió de la nube una voz.
Mt 3, 17: Y vino una voz de los cielos que
decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”.
Mt 12, 18: “Mirad a mi siervo, mi elegido,
mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie
el derecho de las naciones”.
Gn 22, 2 (LXX): Dijo Dios: “Toma a tu hijo
único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria, y ofrécemelo allí en
holocausto en uno de los montes que yo te indicaré”.
Dt 18, 15-19: El Señor, tu Dios, te
suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él
lo escucharéis.
Is 42, 1: Mirad a mi siervo, / a quien
sostengo; / mi elegido, / en quien me complazco. / He puesto mi espíritu sobre
él, / manifestará la justicia a las naciones.
Dn 10, 9: Entonces oí el sonido de sus
palabras y, al oírlo, caí de bruces, en un letargo, con el rostro en tierra.
Ha 3, 2 (LXX): Señor, he oído tu fama. / En
medio de los años, realízala; / en medio de los años, manifiéstala; / en el
terremoto acuérdate de la misericordia.
Notas exegéticas Biblia de Jerusalén[12].
1-13 Para los discípulos, que acaban de oír que el Mesías realizaría su misión
mediante el sufrimiento, la transfiguración de Jesús tenía una
funciónpedagógica: sostener su fe con una experiencia de gloria, breve anticipación
de lo que verían cuando el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos (v.
9). Como todos los misterios de la vida terrena de Jesús, también la
Transfiguración está relacionada con la Encarnación: en ella asumió nuestrta
carne para poder transfigurarla.
Notas exegéticas Nuevo Testamento, versión crítica[13]:
1 Pedro, Santiago y Juan. cf. referencias bíblicas en Mc 5, 37.
2 Se transfiguró: o fue transfigurado (por Dios; voz
pasiva “teológica”).
3 Moisés,
junto con Elías, representan la revelación del AT, la alianza antigua.
4 Tomando Pedro la palabra: cf. 3, 15. Lo que lit. dice Pedro es: Señor, hermoso (o bueno) es
nosotros aquí estar. Como el verbo “einai” a veces equivale a “permanecer”
(p.ej. v. 17; 2,13), y en el griego del NT es corriente la indeterminación de
grados de comparación, las palabras de Pedro suenan así: “Lo mejor [que
podemos hacer] es quedarnos aquí”. ¿Pensaba Pedro en la fiesta de los
Tabernáculos, cuyo rito principal era hacer o poner cabañas de ramaje
y habitar en ellas (Ex 23,16; Lv 23,33-36; Dt 16,13)? Probablemente como le
ocurrió en otras ocasiones, “no sabía lo que decía” (lo anotan expresamente Mc
9, 6 y Lc 9, 33).
5 Estaba hablando, cuando una nube… (lit. él hablante, mira, nube,…). En
las teofanías más importantes del AT la nube indica la presencia de Dios
que se manifiesta. Es un elemento de las tradiciones judías sobre la fiesta de
los Tabernáculos, junto con la gloria o esplendor de Dios (v. 2). Cabaña
y nube. Dios habita entre los suyos y los protege.
Los cubrió (probablemente solo a Jesús y a sus dos
interlocutores) con su sombra; o los envolvió.
Este es mi Hijo… (cf. Mc 1,1), en quien me
complazco: el tiempo verbal griego es aoristo.
7 No tengáis miedo: dejad de tener miedo, no sigáis teniendo miedo (imperativo griego
negativo de presente).
8 Más que… solo: lit. sino a él en persona a Jesús solo.
Notas exegéticas desde la Biblia Didajé[14]:
17, 1-13 En la Transfiguración aparece la divinidad de
Cristo de una manera extraordinaria. Moisés y Elías recuerdan dos montañas
sagradas: el monte Sinaí y el Horeb, respectivamente y representan la Ley y los
Profetas. Cristo, en el centro, se muestra como el referente de toda la
revelación de Dios. Cat. 444 y 554.
San Jerónimo. Comentario al
Evangelio de san Mateo. 17[15].
Los
llevó a un aparte. Son llevados aparte porque muchos son los llamados, pocos los elegidos
(Mt 22,14).
Y se transfiguró ante ellos. Tal como será en el momento del
juicio, así se apareció a los apóstoles.
Su rostro resplandecía como el sol. Ciertamente el Señor se ha
transformado en esa gloria en la que vendrá después en su Reino.
Se les aparecieron Moisés y Elías, hablando
con él. Aquí
para acrecentar la fe de los apóstoles les da un signo venido del cielo: Elías,
descendiendo de donde había subido, y Moisés, surgiendo de los infiernos [el
Seno de Abraham]. Así se manifiestan la Ley y los profetas, cuyas voces
anunciaron frecuentemente la pasión y resurrección del Señor.
Si quieres, haré tres tiendas, una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías. Te equivocas, Pedro. No vayas a buscar tres
tiendas, no hay más que una, la tienda del Evangelio donde se recapitulan la
Ley y los Profetas. Pero si buscas tres tiendas, de ningún modo compares a los
servidores con el Señor. Hay pues tres tiendas, o más bien, una sola, para el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; única en su divinidad, que sea una también
tu tienda en tu corazón.
Al oír esto, los discípulos cayeron con el
rostro en tierra, llenos de temor. Tres son las causas de que los aterrorice
este temor: el reconocimiento de su error, la nube luminosa que los había
cubierto y oír la voz de Dios Padre que les hablaba. La fragilidad humana no
puede sostener la visión de una gloria tan grande. Cuanto más grandes son las
aspiraciones, tanto más profunda es la caída cuando no se ha tenido en cuenta
la propia medida.
San Agustín. Comentario
al salmo 90, II 6-7[16].
En ella está el Señor, la Ley y los profetas;
pero el Señor como Señor; la ley en Moisés; la profecía en Elías, en condición
de servidores, de ministros. Ellos, como vasos; él, como fuente. Moisés y los
profetas hablaban y escribían, pero cuanto fluía de ellos, de él lo tomaban.
El que me ama será amado por mi Padre y yo también lo amaré. Y como si te preguntase: “Dado
que le amas, ¿qué le vas a dar?”. Y me mostraré a él. ¡Gran don y gran
promesa! El premio que Dios te reserva no es algo suyo, sino él mismo. ¿Por qué
no te basta, ¡oh avaro!, lo que Cristo prometió? Te crees rico, pero si no
tienes a Dios, ¿qué tienes? Otro puede ser pobre, pero si tiene a Dios, ¿qué no
tiene?
Ahora, no obstante, dice: “Desciende [Pedro]
a trabajar a la tierra, a servir a la tierra, a ser despreciado, a ser
crucificado en la tierra. Descendió la Vida para encontrar la muerte; bajó el
Pan para sentir hambre; bajó el Camino para cansarse en el camino; descendió el
manantial para sentir sed, y ¿rehúsas trabajar tú? No busques tus cosas. Ten
caridad, predica la verdad; entonces llegarás a la eternidad, donde encontrarás
seguridad.
Otros comentarios patrísticos[17]:
Orígenes. Comentarios al Ev. de Mateo, 12,
37.
Y cuando se transfiguró su rostro brilló como
el sol porque se manifestó a los hijos de la luz que habían abandonado las
obras de las tinieblas y fueron revestidos de la armas de la luz (cf. Ef 5, 8);
ya no eran hijos de las tinieblas ni de la noche, sino que eran hijos del día,
comportándose honradamente como a pleno día. Jesús, una vez manifestado, ya no
brillará simplemente como un sol, sino que les demostrará que Él es “el sol de
justicia”.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de
Mateo, 56, 2.
Los dos [Moisés y Elías] se enfrentaron
valientemente a tiranos: Moisés al de Egipto, Elías a Acab, y en favor de
hombres ingratos y rebeldes. Porque los dos se vieron en extremo peligro por
culpa justamente de los mismos a quienes habían salvado. Los dos trataron de
librar al pueblo de la idolatría, y los dos eran hombres privados. El uno era
mudo y de escasa voz; el otro de trato rústico. Los dos, seguidores de la suma
perfección de la pobreza puesto que ni Moisés poseía nada, ni menos Elías. ¿Qué
tenía este fuera de una piel de oveja?
Orígenes. Comentarios al Ev. de Mateo, 12, 42.
Puede que la nube luminosa sea también el
Espíritu Santo, que da sombra a los justos y habla proféticamente, pues es Dios
quien actúa en esa nube: “Este es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido”.
Incluso me atrevería a decir que esta nube es también nuestro salvador.
San León Magno, Sermones, 51, 7.
Escuchad al que han anunciado los misterios
de la Ley y han cantado la voz de los profetas. Escuchad al que ha redimido al
mundo con su sangre, ha arado al diablo y le ha arrebatado sus armas; ha roto
la cédula del pecado y el pacto de la prevaricación. Escuchad al que abre el
camino del cielo y por el suplicio de la cruz os prepara la escala para subir
al reino.
San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Ev. de
Mateo, 56, 2.
Es que la soledad, la altura, el silencio
grande, la transfiguración del Señor, llena de tanto estremecimiento; aquella
luz purísima, aquella nube que los cubría, todo hubo de contribuir a
infundirles un gran terror.
Juan de Ávila. Viernes
Santo.[18]:
Este es el Señor, por el cual el Padre nos
mira con agraciados ojos, por vernos hechos miembros de Aquel de quien el Padre
mismo dio testimonio diciendo: Este es mi Hijo muy amado, en el cual yo me
he agradado (Mt 17,5). Y así como la desgracia de Adán se extendió a los
que venían de él, así mucho más el amor y agradecimiento que Dios Padre tiene
en su Hijo es cosa universal y general para todos, chicos y grandes, que se
quisieren juntar y encorporar en el mismo Hijo.
[1] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[2] Ib.
[3] Homilética. 2020/2. Sal Terrae.
[4] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[5] Ib.
[6] Noel Quesson. 50
salmos para todas los días. Tomo I. Paulinas. Bogotá (Colombia). 1988. https://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/07A/marco_domingo_07A.htm
[7] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[8] Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019.
[9] Homilética. 2020/1. Sal Terrae. Pgs. 77
[10] Sagrada Biblia, versión
oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC. Madrid. 2016.
[11] Indicaciones Biblia de Jerusalén.
DDB. Bilbao. 2019. Texto Sagrada Biblia,
versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
[12] Biblia de Jerusalén. DDB.
Bilbao. 2019.
[13] Iglesias González, M. Nuevo
Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego. BAC. Madrid.
2017.
[14] Biblia Didaje con comentarios
del Catecismo de la Iglesia Católica. BAC. Madrid. 2016. Textos copiados de
www.vatican.va
[15] San Jerónimo. Comentario
al evangelio de Mateo. Biblioteca Patrística. Ciudad Nueva. Madrid. 1999.
[16] Pío de Luis, OSA. Comentarios
de san Agustín a las lecturas litúrgicas (NT). Selección de textos e introducción.
Estudio Agustiniano. Valladolid. 1986.
[17] Merino Rodríguez, M. La
Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Nuevo Testamento 1ª. Evangelio
según san Mateo (1-13) . Ciudad Nueva. Madrid. 2004.
[18] San Juan de Ávila. Obras
Completas 3, Sermones. BAC. Madrid. 2015.
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