sábado, 17 de octubre de 2009

Domingo XXIX T.O.18 de Octubre de 2009


PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 53,10-11 El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,y entregar su vida como expiación:verá su descendencia, prolongará sus años,lo que el Señor quiere prosperará por su mano.Por los trabajos de su alma verá la luz,el justo se saciará de conocimiento.Mi siervo justificará a muchos,porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios.


MEDITACIÓN
El libro de Isaías es el de mayor prestigio entre los libros proféticos. Fue escrito por varios profetas de nombre desconocido y discípulos de Isaías, quienes durante casi trescientos años conservaron las enseñanzas de su maestro, añadiendo sus prpios oráculos a los oráculos de aquél.
Ello dio lugar a un libro dneso y complejo que abarca tres etapas distintas de la historia de Israel, dividiéndose en:
Isaías Primero (capítulos 1 al 39): recoge la vida y las palabras del profeta Isaías en Jerusalén, quien nace hacia el año 765 a.C. y ejerce su actividad en un tiempo lleno de inquietudes y sobresaltos. En esta parte se encuentra el anuncio del nacimiento de Cristo o Libro del Emanuel (Is 7-12).
Isaías Segundo (capítulos 40-55) se desarrolla doscientos años después de la muerte de Isaías, un profeta anónimo predica en el final del destierro de Babilonia. Jerusalén había sido tomada y el pueblo desterrado en Babilonia. Ciro derrota a éstos, inaugurando un tiempo de esperanza para el pueblo. Es en estas circunstancias cuando aparece este personaje, cuyas palabras quedarán escritas en el Libro de la Consolación.
Isaías Tercero (capítulos 55-66): está formado por un mosaico de profecías anónimas escritas por un grupo de discípulos de Isaías que posiblemente vivieron en Jerusalén los años 539-440 a.C. La situación es difícil, los repatriados deben hacer frente a los pueblos vecinos, cunde el desaliento y algunos se aprovechan para enriquecerse a costa de los demás. No hay solidariedad y el culto se reduce a ritos externos mezclados con prácticas paganas. Ante estas circunstancias este libro trata de infundir optimismo.
La primera lectura se encuentra dentro del Segundo Isaías y en concreto pertenece a los Cantos del Siervo de Yahvé. Para comprender el texto conviene conocer estos cuatro cantos o cánticos. Son: Isaías 42, 1-4; Isaías 39, 1-9; Isaías 50, 4-9; e Isaías 52, 13-53,12.
Todos ellos presentan la figura de un Siervo cuyos rasgos coinciden con Jesús. Dios le elige, le llama, le unge con el Espíritu Santo, que le hace siervo predilecto y le convierte en el hombre de las Palabras. El Siervo obedece a Dios y se hace solidario de sus hermanos. El Siervo se opone a la decisión diabólica de no servir, aceptando la misión de reunir a todos los hombres y de ser un humilde artesano de la salvación, para que, por él Dios renueve la alianza con su pueblo.
Y él realiza su misión sin apoyarse en la violencia, con suavidad ante el débil y con firmeza ante el sufrimiento, porque es el Cordero de Dios que carga con el pecado del mundo y acepta en silencio el sufrimiento injusto, sin reclamar el castigo de los enemigos, sin cobardía. Y así abre los ojos para que los hombres reconozcan su pecado.
Sumergidos ya en el texto, en él descubrimos tres afirmaciones:
Los sufrimientos del Siervo de Yahvé obedecen a los designios de Dios. El Siervo entrega su vida como sacrificio de expiación, padece en lugar de otros y en favor de los otros.
Gracias a los padecimientos del Siervo del Señor se cumplen los planes de Dios y muchos alcanzan justicia y salvación por la muerte de uno.
Dios restituye la fama a su siervo y lo devuelve al a vida, que se prolongará en la tierra con una larga descendencia.
Este texto nos anuncia a Jesús. En él descubrimos el retrato de la Pasión y así la Iglesia nos lo ofrece durante la Semana Santa. La muerte de Jesús es la del Siervo abofeteado, azotado, coronado de espinas, obligado a cargar la cruz y crucificado, triturado por el sufrimiento. Pero un dolor que tiene sentido, su entrega será expiación, pagará por los pecados de la humanidad, justificando a todos. Su muerte se transformará en vida, su noche en luz, su extrema soledad en conocimiento de amor, sentado a la Diestra del Padre, abarcando con sus brazos a toda la humanidad por la que ha cargado con sus crímenes.
Y el texto nos lleva a plantearnos una opción. Somos juniors y por tanto rezamos en la oración que queremos marchar por el camino que él nos marca, seguir sus huellas, nuestro estilo de vida es el de Jesús. Y eso significa asumir su destino.
El mundo se divide en tres grupos: los que sufren, los que hacen sufrir y los que callan ante el sufrimiento de los demás. ¿Y los que están al lado de los que sufren? Ellos como Cristo pertenecen al primer grupo. ¿Dónde nos encontramos nosotros? ¿Estamos dispuestos a “defender la justicia y luchar por un mundo nuevo”? Para ello el camino no es el de la violencia, sino el de Cristo y el de tantas personas que trabajan por ese nuevo mundo desde el silencio o la protesta pacífica. Para acabar con el dolor del mundo sólo hay un camino, el de Cristo, que “cargó con los crímenes”. Contemplemos a Jesús en esta profecía y pidámosle nos ayude a estar donde Él está.


SALMO

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,como lo esperamos de ti.Que la palabra del Señor es sincera,y todas sus acciones son leales;él ama la justicia y el derecho,y su misericordia llena la tierra. R/.Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,en los que esperan en su misericordia,para librar sus vidas de la muertey reanimarlos en tiempo de hambre. R/.Nosotros aguardamos al Señor:él es nuestro auxilio y escudo.Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,como lo esperamos de ti. R/.
R/.

MEDITACIÓN
4 lecturas.
Con Israel: nos encontramos con un samo alfabético, es decir, en el original hebreo cada verso o estrofa, empieza con una de las 22 letras del alfabeto hebraico. De ahí que estos salmos no desarrollen un tema único. Constatan pensamientos, enseñanzas, alabanzas o peticiones entremezcladas, en las que domina el tema del doble camino: los favores con que Dios distingue a los justos y el castigo que ca a los malhechores. El salmo respira un agradecimiento cordial por el amor que Dios muestra a sus fieles.
Con Jesús: él fue capaz de entregarse a la cruz porque vivió desde esta experiencia, sabiendo que el Padre había puesto sus ojos en Él y le libraría de la muerte.
Con nuestro tiempo: es necesario personalizar este salmo, en nuestra propia vida y en nuestro propio estilo: alabar … creer en el poder de Dios … creer que Dios interviene hoy y siempre en los acontecimientos contemporáneos hacerse pobre. La mirada de Dios sobre nosotros es una defensa más segura que todos los medios humanos.
Con los juniors: el junior como joven le gusta el canto y he aquí uno, le gusta dar gracias por la naturaleza, por el campamento, por su juventud. Por eso este salmo sintoniza tan bien con nosotros. Y ahora se trata de que lo recitemos como juniors. Cantemos a quien cada mañana tiene una Palabra para con nosotros, quien actúa en nuestra vida. Démosle gracias porque en él descubrimos los ideales de todo joven como son la justicia y el derecho, un mundo donde no hayan desigualdades, donde se respeten los derechos humanos, donde no haya guerra, hambre, sufrimiento. Sintamos sus ojos en nosotros. Dios nos ama y cuida de cada uno de nosotros. Así pues, hagámoslo nuestro, que Él sea realmente el centro de nuestra vida y de los juniors.

CARLOS VALLÉS.
CARLOS VALLÉS. BUSCO TU ROSTRO.
«El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad».
Estas palabras me tranquilizan, Señor, como han de tranquilizar a todos los que se preocupan por el futuro de la humanidad. Leo los periódicos, oigo la radio, veo la televisión, y me entero de las noticias que día a día pesan sobre el mundo. «Los planes de las naciones». Todo es violencia, ambición y guerra. Naciones que quieren conquistar a naciones; hombres que traman matar a hombres. Cada nueva arma en la carrera de armamentos es testigo triste e instrumento potencial de los negros pensamientos que tienen hombres en todo el mundo, de «los planes de las naciones» para destruirse, unas a otras. Desconfianza, amenazas, chantaje, espionaje... La pesadilla internacional de la lucha por el poder en el mundo, que amenaza a la existencia misma de la humanidad.
Ante la evidencia brutal de violencia en todo el mundo, hombres de buena voluntad sienten la frustración de su impotencia, la inutilidad de sus esfuerzos, la derrota del sentido común y la desaparición de la cordura del escenario internacional. «Los planes de las naciones» traen la miseria y la destrucción a esas mismas naciones, y nada ni nadie parece poder parar esa loca carrera hacia la autodestrucción. Más aún que la preocupación por el futuro, lo que entristece hoy a los hombres que piensan es la pena y la sorpresa de ver la estupidez del hombre y su incapacidad de entender y aceptar él mismo lo que le conviene para su bien. ¿Cuándo parará esta locura?
«El Señor deshace los planes de las naciones». Esa es la garantía de esperanza que alegra el alma. Tú no permitirás, Señor, que la humanidad se destruya a sí misma. Esos «planes de las naciones», en su edición inicial, eran los planes de los reinos vecinos de Israel para destruirlo y destruirse unos a otros. Y esos planes fueron desarticulados. La humanidad sigue viva. La historia continúa. Es verdad que en esa historia continúan los planes de las naciones para destruirse unas a otras, pero también continúa la vigilancia del Señor que aleja el brazo de la destrucción de la faz de la tierra. El futuro de la humanidad está a salvo en sus manos.
Contra «los planes de las naciones» se alzan «los planes de Dios», y ése es el mayor consuelo del hombre que cree, cuando piensa y se preocupa por su propia raza. No conocemos esos planes, ni pedimos que se nos revelen, ya que nos fiamos de quien los ha hecho, y nos basta saber que esos planes existen. Siendo los planes de Dios, han de ser favorables al hombre y han de ser llevados a cabo sin falta. Esos planes protegerán a cada nación y defenderán a cada individuo de mil maneras que él no conoce ahora, pero que descubrirá un día en la alegría y la gloria de la salvación final. La victoria de Dios será, en último lugar, la victoria del hombre y la victoria de cada nación que a sus planes se acoja. Los planes de Dios son el comienzo sobre la tierra de una eternidad dichosa.
«El plan del Señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad». La historia de la humanidad en manos de su Creador.


lenitud de mi vida en cada instante de ella.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16 Hermanos:Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios



.

MEDITACIÓN
A los judíos convertidos que añoran el templo de Jerusalén y el esplendor del culto externo, el autor de la carta a los Hebreos les quiere mostrar la grandeza y la eficacia del culto cristiano.
Así la carta inicia la segunda sección de la segunda parte (4, 14-5,10) invitando a mantener “la confesión de la fe”, motivada por el hecho de que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
Al final de la primera parte ya había anunciado las dos cualidades de Jesucristo: compasivo y fiel. Ahora las desarrolla y saca las consecuencias.
Para nosotros nos puede parecer lejano el tema del Sumo Sacerdocio, pero bien podemos comprenderlo en estos tiempos de desánimo, donde otros “sumossacerdotes” se imponen con más fuerza frente a las enseñanzas de Jesús: los cantantes, actores o actrices de moda los “mesías actuales” o líderes mundiales, los escritores de novelas,… Estos “enganchan” más. Por ello debemos dirigir nuestra mirada a Cristo, descubrir en Él al mismo Dios que se compadece de nosotros y nos ayuda.
Jesús es el único que pude dar sentido a nuestra vida, porque conoce al ser humano en todo menos en el pecado y porque es misericordia, amor total a cada uno de nosotros, compasión. Por eso mantengámonos fieles en la confesión de la fe, no nos desanimemos.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: — «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: — «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: — «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: — «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: — «Lo somos.»
Jesús les dijo: — «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.»
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: — «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.» Palabra del Señor


MEDITACIÓN
Estamos llegando al final de este viaje hacia Jerusalén que hemos recorrido con Jesús. El domingo pasado nos invitaba a desprendernos de las riquezas para poder entrar en Jerusalén y compartir su destino.
Entre el fragmento del pasado domingo y éste se encuentra el tercer anuncio de la pasión (Mc 10, 32-34), en él describe con dramatismo los acontecimientos que se avecinan: “entregado a los sumos sacerdotes y escribas, condenarán a muerte, entregarán a los paganos, se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y lo matarán” vividos desde la total confianza en la resurrección: “a los tres días resucitará”.
Pero los discípulos siguen en sus esquemas y ambiciones. Tan sólo queda el pasaje del ciego de Jericó para entrar en la Ciudad Santa y en este momento, se acercan Santiago y Juan. A pesar del largo camino en el que ha sembrado la enseñanza del Reino de Dios entendido como total confianza en Dios y pequeñez ante el mundo, ellos han sido incapaces de despojarse de las expectativas y las ambiciones de gloria, exclusivamente humanas. Creen que su Maestro es el Mesías esperado como triunfador y, atestiguàndole su confianza, le piden tener una parte digna de consideración en el Reino que va a restrablecer. Jesús examina a sus aspirantes y les pregunta sobre su disponibilidad para pasar por el camino del sufrimiento, el del Siervo de Yahvé de la Primera Lectura y el del Jesús Sumo y Eterno Sacerdote de la carta a los Hebreos. Éste consiste en beber el cáliz y ser bautizado, es decir, beber la copa de la Pasión y Cruz y sumergirse en las profundas aguas de la muerte y del descenso a los infiernos.
Ellos con ingenioso atrevimiento aceptan. Pero Jesús les recuerda que es un don que sólo Dios puede otorgar gratuítamente.
¿Y quién se hace digno de recibirlo? Se lo explica a los Doce, a quienes el deseo de ser los primeros pone en conflicto y nos lo explica a nosotros: el humilde servicio recíproco, la entrega incondicionada de uno mismo para el bien de los hermanos es lo que nos hace grandes.
Toda una enseñanza de cara al comienzo de curso que nos cura de la ambición de querer ser los primeros en influencia en el barrio o pueblo, de ser apreciados y queridos por los demás. Lo fundamental es vivir la actitud de Cristo, asumiendo la experiencia dura de beber el cáliz y recibir el bautismo.

REVISIÓN DE HECHOS DE VIDA
VER:
Vivimos unos tiempos recios para cuantos seguimos a Cristo. Cada día contamos menos para la sociedad, nos consideran los causantes de todos los males de la humanidad, en películas, series de TV, prensa,… se nos ridiculiza constantemente. Y eso también lo experimentamos en nuestros centros, especialmente en el número de niños.
JUZGAR:
Como juniors estamos llamados a “dar testimonio del Evangelio para transformar la realidad que nos rodea (Rasgos de Identidad, pg. 27). Esto se ha de llevar a cabo con las actitudes de Jesús. A diferencia de la mentalidad de los apóstoles que buscan la implantación del Reino de Dios mediante la violencia y el poder, Jesús tiene otra actitud. También nosotros, ante el fracaso vivido muchas veces en nuestras actividades podemos añorar otros tiempos o situaciones. Hoy la situación es bien diferente. Como Jesús y los Apóstoles después de Pentecostés anunciamos el Reino de Dios en medio de una sociedad indiferente y en ocasiones hostil al mensaje de la Iglesia.
Pero lejos de desalentarnos, la Palabra de Dios nos indica el camino. Éste se basa en una actitud de servicio, de estar dispuesto a beber la copa del vino del testimonio cristiano y ser bautizados con el bautismo del rechazo.
Quizás nos cueste, no es fácil, preferimos la mentalidad de Santiago y Juan a la de Jesus, pero éste es el único camino que el Padre quiere. La salvación llega al mundo con la muerte de Cristo y sigue actuando con la entrega sacrificada y a veces marcada por la persecución, la tortura y la muerte, de muchos cristianos que dan testimonio de Cristo.
ACTUAR.
¿Qué es el junior para mí? ¿Un lugar donde tengo amigos y me lo paso bien o un medio para sentirme Iglesia, cada día más minoritaria, y sentir la presencia de Cristo? ¿El medio para que los niños me quieran y yo me sienta como un maestro o el medio para anunciar les a Cristo? ¿Cómo asumo las críticas, burlas, desprecios que en alguna ocasión he recibido de mis amigos o compañeros de trabajo cuando les he dicho que el sábado no iría con ellos porque estaba de convivencia con los juniors? ¿Alegre por ser ocasión para beber la copa que bebió Cristo en su Pasión o triste?



ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN
AMBIENTACIÓN:
Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia, cartel y vela encendida.

Signo de esta semana: varias sábanas, trozos de tela o lazos de color blanco, símbolo de la “Semana contra la Pobreza” y el Domingo Mundial de las Misiones (Domund). Con ellos colocamos distintos objetos que nos recuerdan las distintas realidades de pobreza en el mundo: un cayuco, unas esterillas, collares, platos o cuencos, vasos vacíos,… También podemos concretarlo con signos del proyecto Togo como el cartel, fotografías (en este enlace encontrarás las realizadas durante la estancia allí: http://picasaweb.google.es/fotosromajuniorsmd2009/FotosTogo# ), la Cruz de Togo (San Damián), las pulseras, velas, …

Inicio: permanecemos en silencio con una música de fondo, puede ser música africana o misionera. En esta web de Obras Misionales Pontificias, hay canciones: http://www.domund.org/Domund/Jornada/Materiales/Cancion.htm

El drama de la pobreza:

Diversas personas leen las siguientes frases:
En 2015 morirás 45 millones de niños y niñas.
Una quinta parte de la población mundial es responsable del 60 % del consumo global poniendo en peligro los recursos disponibles en la tierra.
247 millones de personas en África Subsahariana sobrevivirán con menos de un dólar al día.
2.200 millones de personas (51 veces la población española) no disponen de atención sanitaria.
La expectativa de vida de un recién nacido en los países más pobres como Togo es de 38 años.
53% de los togoleños son analfabetos.

Silencio: se puede acompañar de la música africana.
Se lee este pequeño relato de Tony de Melo:

“Por la calle vi una niña aterida y tiritando de frío dentro de su ligero vestidito y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolericé y le dije a Dios:
-¿Por qué permites esas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?
Durante la noche Dios guardó silencio, pero aquella noche, de improviso, me respondió:
-Ciertamente he hecho algo. Te he hecho a ti.

Proyección audiovisual:
Escogemos de las fotografías de Togo una selección en las que se muestre en primer lugar la realidad de pobreza de este país, a continuación los misioneros, seguidamente los educadores que marcharon y finalmente fotografías de las cenas y actos previos a la peregrinación a Togo. Mientras se escucha de fondo la canción de Ana Belén “Sólo le pido a Dios”.
Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacía y sola sin haber hecho lo suficiente.
Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferene,
que no me abofetee la otra mejilla
después de que una garra me arañó esta suerte.
Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente,
desahuciado está el que tiene que marcharse
a vivir una cultura diferente.

Otra alternativa es proyectar el video de Togo: http://www.youtube.com/watch?v=fkzli9h4bk8

Proclamación de la Palabra:
Del Evangelio de San Lucas.
Como el día había comenzado a declinar, se le acercaron los Doce y le dijeron:
-Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar desabitado.
Él les dijo:
-Dadles vosotros de comer.
Pero ellos respondieron:
-No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente (es que había como cinco mil hombres).
Jesús dijo entonces a sus discípulos:
-Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta.
Lo hicieron así y acomodaron a todos. Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y se los fue dando a los discípulos para que, a su vez, se los sirvieran a la gente. Comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastos con los trozos que les habían sobrado.
Lc 9, 12-17
Comentario:
¿Qué os sugiere todo esto?
¿Qué llamada nos hace Dios en estos momentos?
Gesto: colocamos nuestras manos sobre la sábana y encendemos una vela.
Padrenuestro. Previamente se pueden incluir oraciones espontáneas.
Canto final: llamados o alguna de las canciones de la web de Obras Misionales Pontificias.

GUIÓN CELEBRACIÓN
Monición de entrada.
Queridos hermanos y hermanas:
(Si se celebra la misa de inscripción)
Este domingo comenzamos la catequesis en nuestra parroquia con la misa de inscripción. Es por tanto una misa especial por cuanto a partir de hoy se unirán a la comunidad los niños de catequesis, especialmente los que en este curso celebrarán la fiesta más importante de su infancia: la Primera Comunión.
(continua y para las misas donde no se celebra la misa de inscripción),.
La misa de este domingo (además) nos invita a abrir nuestro corazón para dar cabida al amor de Dios, que llega a todos los hombres y mujeres y que gracias a los misioneros y misioneras se hace presente en los lugares más pobres y alejados de nosotros.
Escuchemos su Palabra, la que es luz para todos los pueblos y dejemos que ella nos ilumine, unidos a los hermanos y hermanas de los cinco continentes.

Acto penitencial.
Hijo de Dios, que te compadeces de todos. Señor, ten piedad.
Salvador del mundo, que das tu vida en rescate por todos. Cristo, ten piedad.
Señor resucitado, que iluminas a los pueblos . Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
El lema del DOMUND nos invita a reflexionar sobre el alcance universal que tiene la Palabra de Dios. Ella es “luz de los Pueblos”, es decir, hace comprender cómo las aspiraciones y deseos que hay en el corazón de cada ser humano y de cada pueblo alcanzan pleno cumplimiento en Cristo, la palabra hecha carne. Ella va a ser vuestra luz durante este curso, pues gracias a las catequistas os iluminará y enseñará a amar a Dios y a los demás.

Gesto :
La colecta en sí constituye el mejor gesto, la comunidad comparte con los misioneros. También se puede colocar el cartel de DOMUND y encender junto a él una luz.

Preces:
Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, especialmente pidamos por los pastores que se encuentran en países de misión, para que el Señor les aliente en su labor. Roguemos al Señor.
Por los que tienen responsabilidades de gobierno en los pueblos del mundo, para que el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, celebrado ayer, 17 de octubre, les lleve a pensar en los demás pueblos. Roguemos al Señor.
Por los niños que hoy se han inscrito en la catequesis de comunión, para que el Espíritu les ilumine en este camino de acogida de Dios. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que seamos responsables en la misión de la Iglesia. Roguemos al Señor.
Rito de la inscripción.

Inscripción:

Un niño presenta al sacerdote el libro (bien un libro unas hojas dentro de unas tapas). El sacerdote los llama, se acercan, él les pregunta el nombre y los escribe en este libro.

Oración:

Jesús,
aquí tienes a los niños que hoy comienzan la catequesis.
Esta mañana, en nombre de la Comunidad Parroquial de S. N.
te pedimos que abras los ojos de estos niños
para que te descubran en sus catequistas
y en la eucaristía.
Enciendas en ellos el deseo
de amarte y conocerte cada día mas en la catequesis.
Y que la labor realizada por sus catequistas
vaya germinando en su corazón.
Bendice  a estos niños,
para que como el árbol que vamos a plantar
crezcan hacia lo alto,
acogiendo el agua que tú les envías
en cada eucaristía y en la catequesis.

Gesto:

Como gesto este año vamos a plantar un pequeño árbol. Él representa nuestra fe y nuestro deseo de crecer en el amor a Jesús. Entre todos colocamos la tierra, plantamos el árbol en la maceta y cada niño lo riega. Nuestra labor en este curso será cuidar de él y si logramos crezca y viva, al final del curso lo plantaremos en un lugar apropiado (huerto de la Casa Abadía, jardín de la parroquia, campamento parroquial, patio del colegio parroquial, calvario parroquial o un jardín con el permiso del Ayuntamiento).





Monición de entrada.
Queridos hermanos y hermanas:
(Si se celebra la misa de inscripción)
Este domingo comenzamos la catequesis en nuestra parroquia con la misa de inscripción. Es por tanto una misa especial por cuanto a partir de hoy se unirán a la comunidad los niños de catequesis, especialmente los que en este curso celebrarán la fiesta más importante de su infancia: la Primera Comunión.
(continua y para las misas donde no se celebra la misa de inscripción),.
La misa de este domingo (además) nos invita a abrir nuestro corazón para dar cabida al amor de Dios, que llega a todos los hombres y mujeres y que gracias a los misioneros y misioneras se hace presente en los lugares más pobres y alejados de nosotros.
Escuchemos su Palabra, la que es luz para todos los pueblos y dejemos que ella nos ilumine, unidos a los hermanos y hermanas de los cinco continentes.

Acto penitencial.
Hijo de Dios, que te compadeces de todos. Señor, ten piedad.
Salvador del mundo, que das tu vida en rescate por todos. Cristo, ten piedad.
Señor resucitado, que iluminas a los pueblos . Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
El lema del DOMUND nos invita a reflexionar sobre el alcance universal que tiene la Palabra de Dios. Ella es “luz de los Pueblos”, es decir, hace comprender cómo las aspiraciones y deseos que hay en el corazón de cada ser humano y de cada pueblo alcanzan pleno cumplimiento en Cristo, la palabra hecha carne. Ella va a ser vuestra luz durante este curso, pues gracias a las catequistas os iluminará y enseñará a amar a Dios y a los demás.

Gesto :
La colecta en sí constituye el mejor gesto, la comunidad comparte con los misioneros. También se puede colocar el cartel de DOMUND y encender junto a él una luz.

Preces:
Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, especialmente pidamos por los pastores que se encuentran en países de misión, para que el Señor les aliente en su labor. Roguemos al Señor.
Por los que tienen responsabilidades de gobierno en los pueblos del mundo, para que el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, celebrado ayer, 17 de octubre, les lleve a pensar en los demás pueblos. Roguemos al Señor.
Por los niños que hoy se han inscrito en la catequesis de comunión, para que el Espíritu les ilumine en este camino de acogida de Dios. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que seamos responsables en la misión de la Iglesia. Roguemos al Señor.
Rito de la inscripción.

Inscripción:

Un niño presenta al sacerdote el libro (bien un libro unas hojas dentro de unas tapas). El sacerdote los llama, se acercan, él les pregunta el nombre y los escribe en este libro.

Oración:

Jesús,
aquí tienes a los niños que hoy comienzan la catequesis.
Esta mañana, en nombre de la Comunidad Parroquial de S. N.
te pedimos que abras los ojos de estos niños
para que te descubran en sus catequistas
y en la eucaristía.
Enciendas en ellos el deseo
de amarte y conocerte cada día mas en la catequesis.
Y que la labor realizada por sus catequistas
vaya germinando en su corazón.
Bendice  a estos niños,
para que como el árbol que vamos a plantar
crezcan hacia lo alto,
acogiendo el agua que tú les envías
en cada eucaristía y en la catequesis.

Gesto:

Como gesto este año vamos a plantar un pequeño árbol. Él representa nuestra fe y nuestro deseo de crecer en el amor a Jesús. Entre todos colocamos la tierra, plantamos el árbol en la maceta y cada niño lo riega. Nuestra labor en este curso será cuidar de él y si logramos crezca y viva, al final del curso lo plantaremos en un lugar apropiado (huerto de la Casa Abadía, jardín de la parroquia, campamento parroquial, patio del colegio parroquial, calvario parroquial o un jardín con el permiso del Ayuntamiento).






SANTA TERESA DE JESÚS

VIVO SIN VIVIR EN MÍ .
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
puso en él este letrero:
Que muero porque no muero.

Aquesta divina unión
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo
y libre mi corazón.
Y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

VUESTRA SOY, PARA VOS NACÍ.

Vuestra soy, para Vos nací:
¿Qué mandáis hacer de mi?

Vuestra soy, pues me criastes,
vuestra, pues me redimistes,
vuestra, pues me sufriste,
vuestra, pues me llamastes.
Vuesta, porque me esperastes,
vuestra, pues no me perdí:
¿Qué mandáis hacer de mí?

Dadme muerte, dadme vida;
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad;
dadme guerra o paz crecida,
flaqueza o fuerzas cumplida,
que a todo digo que sí:
¿Qué queréis de mí?

Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo:
pues del todo me rendí,
¿qué mandáis de mi?

Si queréis, dadme oración;
si no, dadme sequedad,
si abundancia y devoción,
y sino esterilidad.
Soberana Majestad,
sólo hallo paz aquí:
¿qué mandáis hacer de í?

NADA TE TURBE.
Nada te turbe,
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.












COMENTARIOS AL EVANGELIO
El Evangelio de hoy recoge unas palabras que, como un epitafio, resumen el sentido de la vida de Jesús: “No he venido para que me sirvan, sino para servir y a dar la vida en rescate por todos”. Normalmente, al escuchar estas palabras, los cristianos solemos pensar en el sacrificio último realizado por el Hijo de Dios en lo alto de la Cruz, olvidando que el gesto que culminó en el Calvario se engendró a lo largo de toda una vida de entrega y servicio. En realidad, la muerte de Jesús no fue sino una culminación de un “desvivirse” constante a lo largo de los años. Día tras día, fue entregando sus fuerzas, su juventud, sus energías, su tiempo, su esperanza, su amor. La Cruz fue el mejor sello, la garantía, de una vida de servicio total a los hombres, haciendo la voluntad de su Padre.
Los cristianos somos seguidores de alguien que ha dado su vida por los demás. Lo más precioso que tenemos y lo más grande que podemos dar es nuestra propia vida; dar con generosidad lo que está vivo en nosotros: nuestra alegría, nuestra fe, nuestra ternura, nuestra confianza, la esperanza que nos sostiene y nos anima desde dentro, la caridad que se convierte en compartir bienes. Tal vez, sea éste el secreto más importante de la vida y el más ignorado: Vivimos intensamente la vida sólo cuando la regalamos.
Sólo se puede vivir cuando se hace vivir a los otros, cuando nos desvivimos por ellos. Es la exigencia del amor, el primer mandamiento que nos une a Dios y al hermano.
El problema de muchas personas, hoy, es que viven sin saber qué hacer con la vida. Han trabajado incansablemente, han logrado casi todo lo que se han propuesto, han alcanzado éxito allí donde lo han buscado, pero siguen insatisfechas: lo tienen casi todo, pero les falta lo fundamental.
Su existencia sólo ha sido acumular, competir, dominar. Pero no entienden nada de lo que es dar y por lo tanto, nada saben de enriquecer, liberar y salvar la vida de los demás. Jesús nos deja un “secreto para vivir bien”: “sólo quien da su vida por los demás, la gana para siempre”. Sólo quien se “desvive” sabe vivir.
Alfonso Crespo, sacerdote

Fue ayer, 14 de octubre de 2009. En una parcela de cementerio, reservada no sé por quién para los muertos de nadie, fueron enterrados los que el mar devolvió del último naufragio en el Estrecho. Me pregunto por qué, de esa misericordia que es enterrar a los muertos, fuimos excluidos los vivos: familiares, amigos, hermanos de fe, hermanos de sufrimiento, hermanos de pan compartido. Me pregunto quién ha impuesto a la misericordia la condición de clandestina e invisible. Me pregunto si, además de enterrar a unos muertos, no se pretendió también enterrar en la misma parcela sus vidas: sus deseos, sus razones, sus derechos, sus gritos, sus sueños, su memoria, su historia.
Los muertos del último naufragio, los pocos que el mar devolvió, fueron enterrados como abortos a los que no se considera dignos, no digo ya de una oración o de una lágrima, ni siquiera de una mirada. Tal vez pretendamos ignorar a los que murieron, para olvidar a los que van a morir en el mismo camino. Tal vez para eso, para olvidar, sirvan parcelas, enterradores y silencio.
Enterrar muertos es un deber; enterrar vidas sería una infamia.
+ Fr. Santiago Agrelo Martínez
Arzobispo de Tánger
P. D. Cuando murieron, con ellos en su angustia, con Cristo en su cruz, rezamos esperanzados: “¡Oh Dios!, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder… escúchame… atiéndeme”. Hoy, con ellos y con Cristo, rezamos también por quienes los crucifican y los olvidan: “Padre, perdónalos, porquen o saben lo que hacen”.

NADA DE ESO ENTRE NOSOTR0S

Camino de Jerusalén, Jesús va advirtiendo a sus discípulos del destino doloroso que le espera a él y a los que sigan sus pasos. La inconsciencia de quienes lo acompañan es increíble. Todavía hoy se sigue repitiendo.
Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, se separan del grupo y se acercan ellos solos a Jesús. No necesitan de los demás. Quieren hacerse con los puestos más privilegiados y ser los primeros en el proyecto de Jesús,tal como ellos lo imaginan. Su petición no es una súplica sino una ridícula ambición:«Queremos que hagas lo que te vamos a pedir ». Quieren que Jesús los ponga por encima de los demás.
Jesús parece sorprendido. «No sabéis lo que pedís ». No le han entendido nada. Con paciencia grande los invita a que se pregunten si son capaces de compartir su destino doloroso. Cuando se enteran de lo que ocurre, los otros diez discípulos se llenan de indignación contra Santiago y Juan. También ellos tienen las mismas aspiraciones. La ambición los divide y enfrenta. La búsqueda de honores y protagonismos interesados rompen siempre la comunión de la comunidad cristiana. También hoy. ¿Qué puede haber más contrario a Jesús y a su proyecto de servir a la liberación de las gentes?
El hecho es tan grave que Jesús «los reúne » para dejar claro cuál es la actitud que ha de caracterizar siempre a sus seguidores. Conocen sobradamente cómo actúan los romanos, «jefes de los pueblos » y «grandes » de la tierra: tiranizan a las gentes, las someten y hacen sentir a todos el peso de su poder. Pues bien, «vosotros nada de eso».
Entre sus seguidores, todo ha de ser diferente:«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos». La grandeza no se mide por el poder que se tiene, el rango que se ocupa o los títulos que se ostentan. Quien ambiciona estas cosas, en la Iglesia de Jesús, no se hace más grande sino más insignificante y ridículo. En realidad, es un estorbo para promover el estilo de vida querido por el Crucificado. Le falta un rasgo básico para ser seguidor de Jesús.
En la Iglesia todos hemos de ser servidores. Nos hemos de colocar en la comunidad cristiana, no desde arriba, desde la superioridad, el poder o el protagonismo interesado, sino desde abajo, desde la disponibilidad, el servicio y la ayuda a los demás. Nuestro ejemplo es Jesús. No vivió nunca «para ser servido, sino para servir». Éste es el mejor y más admirable resumen de lo que fue él: SERVIR.

José Antonio Pagola

Queridos niños:
Nos encontramos en el año 304. El Emperador Diocleciano ha prohibido, bajo pena de muerte, reunirse el domingo para celebrar la eucaristía, poseer Biblias y construir lugares para reunirse.
En Abitinia, una pequeña población del actual Túnez, una mañana de domingo, se encuentran reunidos en la casa de Octavio Félix. Allí san Saturnino, sacerdote, celebra misa con sus cuatro hijos y otros cristianos, celebrando la misa 49 cristianos. Ellos son sorprendidos y llevados prisioneros ante el magistrado dela ciudad. Allí confiesan ser cristianos. Por este motivo son enviados a Cartago, ante la presencia del proconsul Anulino.
Entre ellos se encuentra Emérito quien ante la acusación de haber transgredido la ley del Emperador pronuncia una frase que nos ha de hacer pensar: “sine dominico non possumus”, es decir, “sin el domingo no podemos vivir”.
Después de atroces torturas murieron. Y entre ellos destacan los hijos de San Saturnino: Saturnino el joven y Felix, lectores, María e Hilarion, niños.

Estos niños representan a tantos de vosotros que acudís a misa con vuestros padres. Y su enseñanza es bien clara: prefirieron la muerte a estar sin la misa. Realmente nos ofrecen una lección a nosotros que muchas veces nos cuesta ir a misa o no vamos porque estamos cansados.
Igual que no podéis vivir sin comer y sin ir a la escuela, necesaria para vuestra formación, no podemos vivir sin la misa semanal. El domingo es nuestro día y no sólo para descansar y en verano irnos a la playa, sino también para estar con Dios.
Su fiesta se celebra el 12 de Febrero.


San Juan Leonardi
Queridos hermanos y hermanas:
Pasado mañana, 9 de octubre, se cumplirán 400 años de la muerte de san Juan Leonardi, fundador de la Orden religiosa de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, canonizado el 17 de abril de 1938 y elegido patrono de los farmacéuticos el 8 de agosto de 2006.
Se le recuerda también por su gran celo misionero. Junto con monseñor Juan Bautista Vives y el jesuita Martín de Funes proyectó y contribuyó a la institución de una Congregación específica de la Santa Sede para las misiones, la de Propaganda Fide, y al futuro nacimiento del Colegio Urbano de Propaganda Fide, que en el curso de los siglos ha forjado a miles de sacerdotes, muchos de ellos mártires, para evangelizar a los pueblos. Se trata, por lo tanto, de una luminosa figura de sacerdote, que me agrada señalar como ejemplo a todos los presbíteros en este Año sacerdotal. Murió en 1609 por una gripe contraída mientras se prodigaba atendiendo a los afectados por la epidemia en el barrio romano de Campitelli.
Juan Leonardi nació en 1541 en Diecimo, en la provincia de Lucca. Era el menor de siete hermanos; su adolescencia se caracterizó por los ritmos de fe que se vivían en un núcleo familiar sano y laborioso, así como por la asidua asistencia a un establecimiento de aromas y medicamentos de su pueblo natal. A los 17 años su padre lo inscribió en un curso regular de especiería en Lucca, para que llegara a ser farmacéutico, más aún, un especiero, como se decía entonces. Durante cerca de una década el joven Juan Leonardi fue un alumno atento y diligente, pero, cuando según las normas previstas en la antigua República de Lucca, adquirió el reconocimiento oficial que le autorizaría a abrir su propia especiería, comenzó a pensar que tal vez había llegado el momento de llevar a cabo un proyecto que desde siempre albergaba en su corazón. Tras una madura reflexión decidió encaminarse al sacerdocio. Y así, dejando la tienda de especiería y habiendo adquirido una formación teológica adecuada, fue ordenado sacerdote y el día de la Epifanía de 1572 celebró su primera misa. Con todo, no abandonó la pasión por la farmacopea, pues percibía que la mediación profesional de farmacéutico le permitiría realizar plenamente su vocación de transmitir a los hombres, a través de una vida santa, "la medicina de Dios", que es Jesucristo crucificado y resucitado, "medida de todas las cosas".
Animado por la convicción de que todos los seres humanos tienen más necesidad de esa medicina que de cualquier otra cosa, san Juan Leonardi procuró hacer del encuentro personal con Jesucristo la razón fundamental de su existencia. "Es necesario recomenzar desde Cristo", amaba repetir con mucha frecuencia. El primado de Cristo sobre todo se convirtió para él en el criterio concreto de juicio y de acción, y en el principio generador de su actividad sacerdotal, que ejerció mientras estaba en marcha un movimiento grande y extenso de renovación espiritual en la Iglesia, gracias al florecimiento de nuevos institutos religiosos y al testimonio luminoso de santos como Carlos Borromeo, Felipe Neri, Ignacio de Loyola, José de Calasanz, Camilo de Lellis y Luis Gonzaga. Se dedicó con entusiasmo al apostolado entre los adolescentes mediante la Compañía de la doctrina cristiana, reuniendo a su alrededor a un grupo de jóvenes con los cuales, el 1 de septiembre de 1574, fundó la Congregación de los Sacerdotes reformados de María Santísima, que sucesivamente tomó el nombre de Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios.
Recomendaba a sus discípulos que tuvieran "ante los ojos de la mente sólo el honor, el servicio y la gloria de Jesucristo crucificado" y, como buen farmacéutico acostumbrado a dosificar los preparados gracias a una referencia precisa, añadía: "Alzad un poco más vuestros corazones a Dios y medid según él las cosas".
Movido por el celo apostólico, en mayo de 1605 envió al Papa Pablo V, recién elegido, un Memorial en el que sugería los criterios de una auténtica renovación en la Iglesia. Observando que es "necesario que quienes aspiran a la reforma de las costumbres de los hombres busquen especialmente, y en primer lugar, la gloria de Dios", añadía que deben resplandecer "por la integridad de vida y la excelencia de costumbres; así, más que obligar, atraerán dulcemente a la reforma". Afirmaba, además, que "quien quiere realizar una seria reforma religiosa y moral debe hacer ante todo, como un buen médico, un diagnóstico atento de los males que atormentan a la Iglesia para tener así la capacidad de prescribir para cada uno de ellos el remedio más apropiado". E indicaba que "la renovación de la Iglesia debe llevarse a cabo por igual en los jefes y en los subordinados, en lo alto y en lo bajo. Debe comenzar por quien manda y extenderse a los súbditos". Por ello, mientras pedía al Papa que promoviera una "reforma universal de la Iglesia", se preocupaba de la formación cristiana del pueblo y especialmente de los niños, a quienes hay que educar "desde los primeros años... en la pureza de la fe cristiana y en las santas costumbres".
Queridos hermanos y hermanas, la luminosa figura de este santo invita en primer lugar a los sacerdotes, y a todos los cristianos, a tender constantemente a la "medida elevada de la vida cristiana" que es la santidad, naturalmente cada uno según su estado. De hecho sólo de la fidelidad a Cristo puede surgir la auténtica renovación eclesial.
En aquellos años, en el paso cultural y social entre los siglos XVI y XVII, empezaron a perfilarse las premisas de la futura cultura contemporánea, caracterizada por una escisión indebida entre fe y razón, que ha producido entre sus efectos negativos la marginación de Dios, con el espejismo de una posible y total autonomía del hombre que elige vivir "como si Dios no existiera". Es la crisis del pensamiento moderno, que varias veces he puesto de relieve y que desemboca frecuentemente en formas de relativismo. San Juan Leonardi intuyó cuál era la verdadera medicina para estos males espirituales y la sintetizó en la expresión: "Cristo ante todo", Cristo en el centro del corazón, en el centro de la historia y del cosmos. Y de Cristo -afirmaba con fuerza- la humanidad tiene extrema necesidad, porque él es nuestra "medida". No hay ambiente que no pueda ser tocado por su fuerza; no hay mal que no encuentre remedio en él; no hay problema que no se resuelva en él. "¡O Cristo o nada!". Esa es su receta para todo tipo de reforma espiritual y social.
Hay otro aspecto de la espiritualidad de san Juan Leonardi que quiero subrayar. En diversas circunstancias recalcó que el encuentro vivo con Cristo se realiza en su Iglesia, santa pero frágil, enraizada en la historia y en su evolución a veces oscura, donde trigo y cizaña crecen juntos (cf. Mt 13, 30), pero que es siempre Sacramento de salvación. Con la lúcida conciencia de que la Iglesia es el campo de Dios (cf. Mt 13, 24), no se escandalizó de sus debilidades humanas. Para contrarrestar la cizaña, optó por ser buen trigo: decidió amar a Cristo en la Iglesia y contribuir a hacerla cada vez más signo transparente de él. Miró a la Iglesia y su fragilidad humana con gran realismo, pero también su ser "campo de Dios", el instrumento de Dios para la salvación del hombre. No sólo eso. Por amor a Cristo trabajó con empeño para purificarla, para hacerla más bella y santa.
Comprendió que toda reforma hay que hacerla dentro de la Iglesia y jamás contra la Iglesia. En esto san Juan Leonardi fue verdaderamente extraordinario y su ejemplo sigue siendo siempre actual. Toda reforma afecta ciertamente a las estructuras, pero en primer lugar debe incidir en el corazón de los creyentes. Sólo los santos, hombres y mujeres que se dejan guiar por el Espíritu divino, dispuestos a tomar decisiones radicales y valientes a la luz del Evangelio, renuevan la Iglesia y contribuyen, de manera determinante, a construir un mundo mejor.
Queridos hermanos y hermanas, la vida de san Juan Leonardi estuvo siempre iluminada por el esplendor del "Rostro Santo" de Jesús, custodiado y venerado en la iglesia catedral de Lucca, que se convirtió en el símbolo elocuente y en la síntesis indiscutible de la fe que le animaba.
Conquistado por Cristo como el apóstol san Pablo, señaló a sus discípulos, y sigue señalándonos a todos, el ideal cristocéntrico según el cual "hay que desnudarse de cualquier interés propio y preocuparse sólo del servicio de Dios", teniendo "ante los ojos de la mente sólo el honor, el servicio y la gloria de Jesucristo crucificado".
Además de en el rostro de Cristo, fijó la mirada en el rostro materno de María. La Virgen, a la que eligió patrona de su Orden, fue para él maestra, hermana y madre, y experimentó su constante protección. Que el ejemplo y la intercesión de este "fascinante hombre de Dios" sean, exhorten y alienten, especialmente en este Año sacerdotal, a los sacerdotes y a todos los cristianos a vivir con pasión y entusiasmo su vocación.


CATEQUESIS BENEDICTO XVI
Queridos hermanos y hermanas:
Como es costumbre después de los viajes apostólicos internacionales, aprovecho la audiencia general para hablar de la peregrinación que realicé en los días pasados a la República Checa. Lo hago ante todo como acción de gracias a Dios, que me concedió realizar esta visita y que la bendijo ampliamente. Fue una verdadera peregrinación y, al mismo tiempo, una misión en el corazón de Europa: peregrinación, porque Bohemia y Moravia son desde hace más de un milenio tierra de fe y de santidad; misión, porque Europa necesita volver a encontrar en Dios y en su amor el fundamento firme de la esperanza.
No es casual que los santos evangelizadores de aquellas poblaciones, Cirilo y Metodio, sean patronos de Europa juntamente con san Benito. "El amor de Cristo es nuestra fuerza": este fue el lema del viaje, una afirmación que recuerda la fe de tantos testigos heroicos del pasado remoto y reciente — pienso de modo particular en el siglo pasado —, pero que sobre todo quiere interpretar la certeza de los cristianos de hoy. Sí, nuestra fuerza es el amor de Cristo. Una fuerza que inspira y anima las verdaderas revoluciones, pacíficas y liberadoras, nos sostiene en los momentos de crisis y nos permite volver a levantarnos cuando la libertad, arduamente recuperada, corre el riesgo de perderse a sí misma, de perder su propia verdad.
La acogida que me dispensaron fue cordial. El presidente de la República, a quien renuevo la expresión de mi agradecimiento, quiso estar presente en varios momentos y me recibió junto con mis colaboradores en su residencia, el histórico Castillo de la capital, con gran cordialidad.
Toda la Conferencia episcopal, y de modo especial el cardenal arzobispo de Praga y el obispo de Brno, me hicieron sentir, con gran afecto, el vínculo profundo que une a la comunidad católica checa con el Sucesor de san Pedro. Les agradezco también por haber preparado con esmero las celebraciones litúrgicas. También expreso mi agradecimiento a todas las autoridades civiles y militares, y a cuantos de distintas formas cooperaron al éxito de mi visita.
El amor de Cristo comenzó a revelarse en el rostro de un Niño: al llegar a Praga, la primera etapa fue en la iglesia de Santa María de la Victoria, donde se venera al Niño Jesús, conocido precisamente como "Niño de Praga". Esa imagen remite al misterio del Dios hecho hombre, al "Dios cercano", fundamento de nuestra esperanza. Ante el "Niño de Praga" recé por todos los niños, por sus padres, por el futuro de la familia. La verdadera "victoria", que hoy pedimos a María, es la victoria del amor y de la vida en la familia y en la sociedad.
El Castillo de Praga, extraordinario tanto desde el punto de vista histórico como arquitectónico, sugiere una ulterior reflexión más general: contiene en su vastísimo espacio múltiples monumentos, ambientes e instituciones, casi representando una polis, en la que conviven en armonía la catedral y el palacio, la plaza y el jardín. Así, en ese mismo contexto, mi visita pudo tocar el ámbito civil y el religioso, no yuxtapuestos, sino en cercanía armónica dentro de la distinción. Por tanto, dirigiéndome a las autoridades políticas y civiles y al Cuerpo diplomático, quise referirme al vínculo indisoluble que debe existir siempre entre la libertad y la verdad. No hay que tener miedo a la verdad, porque es amiga del hombre y de su libertad; más aún, sólo en la búsqueda sincera de la verdad, del bien y de la belleza se puede ofrecer realmente un futuro a los jóvenes de hoy y a las futuras generaciones.
Por lo demás, ¿qué es lo que atrae a tantas personas a Praga sino su belleza, una belleza que no es sólo estética, sino histórica, religiosa, humana en sentido amplio? Quien ejerce responsabilidad en el campo político y educativo debe saber sacar de la luz de aquella verdad que es el reflejo de la Sabiduría eterna del Creador; y está llamado a dar testimonio de ella en primera persona con su propia vida. Sólo un compromiso serio de rectitud intelectual y moral es digno del sacrificio de cuantos han pagado caro el precio de la libertad.
Símbolo de esta síntesis entre verdad y belleza es la espléndida catedral de Praga, dedicada a los santos Vito, Wenceslao y Adalberto; en ella tuvo lugar la celebración de las Vísperas con los sacerdotes, los religiosos, los seminaristas y una representación de los laicos comprometidos en las asociaciones y movimientos eclesiales. Las comunidades de Europa centro-oriental están viviendo un momento difícil: a las consecuencias del largo invierno del totalitarismo ateo se están añadiendo los efectos nocivos de un cierto laicismo y consumismo occidental. Por eso animé a todos a sacar nuevas energías del Señor resucitado, para poder ser levadura evangélica en la sociedad y comprometerse, como ya sucede, en actividades caritativas, y aún más en las educativas y escolares.
Este mensaje de esperanza, fundado en la fe en Cristo, lo extendí a todo el pueblo de Dios en las dos grandes celebraciones eucarísticas que tuvieron lugar respectivamente en Brno, capital de Moravia, y en Stará Boleslav, lugar del martirio de san Wenceslao, patrono principal de la nación. Moravia hace pensar inmediatamente en san Cirilo y san Metodio, evangelizadores de los pueblos eslavos y, por tanto, en la fuerza inagotable del Evangelio, que como un río de aguas curativas atraviesa la historia y los continentes, llevando a todas partes vida y salvación. Sobre el portal de la catedral de Brno están impresas las palabras de Cristo: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré" (Mt 11, 28). Estas mismas palabras resonaron el domingo pasado en la liturgia, recordando la voz perenne del Salvador, esperanza de los hombres ayer, hoy y siempre. Del señorío de Cristo, señorío de gracia y de misericordia, es signo elocuente la existencia de los santos patronos de las diversas naciones cristianas, como es el caso de san Wenceslao, joven rey de Bohemia del siglo X, que se distinguió por su testimonio cristiano ejemplar y fue asesinado por su hermano. San Wenceslao antepuso el reino de los cielos a la fascinación del poder terreno y ha permanecido para siempre en el corazón del pueblo checo como modelo y protector en las diferentes vicisitudes de la historia. A los numerosos jóvenes presentes en la misa de san Wenceslao, procedentes también de las naciones vecinas, dirigí la invitación a reconocer en Cristo al amigo más verdadero, que colma los anhelos más profundos del corazón humano.
Por último, debo mencionar, entre otros, dos encuentros: el ecuménico y el que celebré con la comunidad académica. En el primero, que tuvo lugar en el arzobispado de Praga, participaron los representantes de las distintas comunidades cristianas de la República Checa y el responsable de la comunidad judía. Pensando en la historia de ese país, que por desgracia ha conocido ásperos conflictos entre cristianos, es motivo de vivo agradecimiento a Dios el habernos reunido como discípulos del único Señor, para compartir la alegría de la fe y la responsabilidad histórica frente a los desafíos actuales. El esfuerzo de progresar hacia una unidad cada vez más plena y visible entre nosotros, creyentes en Cristo, hace más fuerte y eficaz el compromiso común en favor del redescubrimiento de las raíces cristianas de Europa.
Este último aspecto, que tanto interesaba a mi amado predecesor Juan Pablo II, se abordó también en el encuentro con los rectores de las universidades, los representantes de los profesores y de los estudiantes y otras personalidades destacadas en el ámbito cultural. En ese contexto quise insistir en el papel de la institución universitaria, una de las estructuras básicas de Europa, que tiene en Praga uno de los ateneos más antiguos y prestigiosos del continente, la universidad Carlos, así llamada por el nombre del emperador Carlos IV que la fundó, junto con el Papa Clemente VI. La universidad de los estudios es un ambiente vital para la sociedad, garantía de libertad y de desarrollo, como lo demuestra el hecho de que precisamente en los círculos universitarios se puso en marcha, en Praga, la llamada "Revolución de terciopelo". Veinte años después de aquel histórico acontecimiento, volví a proponer la idea de la formación humana integral, basada en la unidad del conocimiento enraizado en la verdad, para contrarrestar una nueva dictadura, la del relativismo unido al dominio de la técnica. La cultura humanística y la científica no pueden estar separadas; más aún, son las dos caras de una misma medalla: nos lo recuerda una vez más la tierra checa, patria de grandes escritores como Kafka, y del abad Mendel, pionero de la genética moderna.
Queridos amigos, doy gracias al Señor porque, con este viaje, me permitió encontrar un pueblo y una Iglesia de profundas raíces históricas y religiosas, que conmemora este año varios aniversarios de alto valor espiritual y social. A los hermanos y hermanas de la República Checa renuevo un mensaje de esperanza y una invitación a la valentía del bien, para construir el presente y el mañana de Europa. Encomiendo los frutos de mi visita pastoral a la intercesión de María santísima y de todos los santos y las santas de Bohemia y Moravia. Gracias.


Este domingo, 18 de octubre de 2009, celebramos el día del DOMUND 2009. Una Jornada en la que resuenan siempre con novedad aquellas palabras de Jesús: “Id por el mundo y anunciad el Evangelio”. Es una gracia de Dios para todos nosotros que en esta Jornada del DOMUND, podamos tener la experiencia, que nos propician todos los misioneros y misioneras, de poder estar muy cerca de todos los hombres, pues a todos tiene que llegar el anuncio de Jesucristo.
Nos acercamos por una parte con el recuerdo de quienes están entregando su vida para que el Señor sea alabado y conocido; por otra con la oración que se abre a la universalidad para que llegue a todos los hombres y muy especialmente a quienes aún no han tenido noticia de Cristo; y por otra parte nos acercamos también colaborando con nuestra ayuda económica en el anuncio del Evangelio a todos los hombres. En este día se nos pide que estemos dispuestos a esta colaboración: Jesucristo sana el corazón de todos los hombres y de todas las culturas.
Esta Jornada del DOMUND 2009, tiene un lema: “La Palabra, Luz de los Pueblos”. Y es verdad, pues como nos decía el Sínodo de Obispos en la proposición 49 de octubre del año 2008: “La Palabra de Dios es un bien para todos los hombres, que la Iglesia no debe conservar sólo para sí, sino compartir con alegría y generosidad con todos los pueblos y las culturas, para que también ellos puedan encontrar en Jesucristo la vía, la verdad y la vida”. Desde esta responsabilidad, nosotros hemos de asumir el compromiso personal y también de comunicarlo a todos los hombres. Compromiso que debe tener estas cuatro características fundamentales:
1ª) Hemos de sentarnos ante Dios y hemos de invitar a todos los hombres a que se sienten ante Dios: “El rey David entró y se sentó ante el Señor…” (2 Sam. 7, 18). Antes de escuchar hay que situarse ante su presencia, ante su rostro. Y esto hay que hacerlo con reposo y sin prisas. En nuestra vida cotidiana, solamente recibimos de pie, cuando son asuntos de trámite, pero cuando invitamos a alguien a sentarse, esto ya es un gesto de amistad, es el inicio de una conversación más personal e íntima. El Señor nos invita a descansar en su presencia, nos invita asentarnos sin prisas y sin agobios. Nos invita a adoptar la postura de María de Betania: “sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres” (Lc 10, 39). Hoy si queremos ser misioneros y si deseamos que los hombres se encuentren con Jesucristo, tenemos que repetir esta escena. ¿Quién es nuestro Maestro? ¿Quién va modelando nuestra vida, criterios, actitudes, escala de valores? San Jerónimo decía que “desconocer la Escritura es desconocer a Cristo” (P. L. 24, 17).
2ª) Hemos de ser conscientes de que “toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar” (2 Tim 3, 16). Nuestra misión es que esta verdad la descubran todos los hombres: La Escritura ha sido redactada bajo la inspiración del Espíritu y debe ser leída también bajo la inspiración del mismo Espíritu. No se trata de un libro meramente humano. Si fuera así, bastaría para entenderlo con ser un filólogo con experiencia en la interpretación de lenguas semíticas. Pero toda la ciencia humana no basta para hacernos penetrar en el mensaje de la Escritura. ¡Qué bien suenan las palabras del Concilio Vaticano II!: “recuerden que a la lectura de la sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre” (DV 25). “La Escritura se ha de leer con el mismo Espíritu con que fue escrita” (DV 12). Santa Teresa explicaba a sus monjas cómo ningún otro libro produce los mismos efectos que la Palabra de Dios; “siempre yo he sido aficionada y me han recogido más las palabras de los evangelios que libros muy concertados” (Camino de perfección, XXI). Para leer la Escritura hay que acercarse al texto como a la zarza ardiendo de Moisés; hay que descalzarse, porque se trata de un terreno sagrado (cf. Ex 3, 5). Ir descalzo significa que estamos en una tierra donde no pisamos fuerte, donde no dominamos, donde hay que “cubrirse el rostro con el manto” ante una luz cegadora. ¿Me doy cuenta de que quien me habla es Dios mismo?
3ª) Constatemos que la Palabra de Dios, “permanece operante en los creyentes” (1Tes 2, 13), para descubrir la grandeza de proclamarla en todos los pueblos: La palabra tiene que ser conservada, atesorada, pero no de una manera pasiva, como mero depósito o almacén, es una Palabra viva, que germina, que crece, que va desarrollando todas sus potencialidades. Conservando y meditando la palabra, iremos descubriendo nuevos sentidos. No vagabundeamos por la Biblia, sino que nos detenemos y gustamos un texto, hasta que hayamos extraído todo el sabor del mismo. Como dice San Ignacio de Loyola: “No el mucho saber harta y satisface el alma, mas el sentir y degustar de las cosas internamente” (Ejercicios Espirituales, 2). “Si hallo lo que quiero…, no pasaré adelante… En el punto en el cual hallare lo que quiero, ahí me reposaré sin tener ansia de pasar adelante hasta que me satisfaga” (Ejercicios Espirituales, 76). ¿Cómo ha operado en mí la Escritura?
4ª) Descubramos los efectos de la Palabra de Dios y sentiremos la urgencia de que todos los hombres conozcan esta Palabra: El salmo 119 es todo él un bellísimo poema de alabanza a la Palabra y a la ley de Dios. La ley se califica como “las delicias del fiel” (v. 24), “dulce al paladar más que la miel a la boca” (v. 103), “antorcha para mis pies, luz en mi sendero” (v. 105), “mi herencia para siempre, la alegría de mi corazón” (111), “justicia terrena y verdad” (v. 142), “un gran botín” (v. 162), “mi esperanza” (v. 49), “mi consuelo en la miseria” (v. 50), “mi refugio y mi escudo” (v. 114), “un bien para mí, más que miles de monedas de oro y plata” (v. 72). Por otra parte, hay una gama muy variada de verbos para designar la actitud íntima que se debe guardar ante la Palabra: “desear” (v. 20), “meditar” (v. 97), “recordar” (v. 55), “amar” (v. 119), “esperar” (v. 147), “creer” (v. 66), “escoger” (v. 173), “confiar” (v. 42), “observar” (v. 5), “guardar” (v. 88), “cumplir” (v. 166), “contemplar” (v. 18), “contar” (v. 13). En definitiva, “los libros sagrados enseñan solidamente, fielmente y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en dichos libros para salvación nuestra” (DV 11). “Es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual” (DV 21). ¿Cuáles han sido a través de mi vida, los efectos de la Palabra de Dios en mi existencia?
Ante la vocación radical de la humanidad a regresar a su fuente que es Dios mismo, la Iglesia sin confines y sin fronteras se siente responsable del anuncio del Evangelio ante los pueblos. Su misión es llamar a todos los pueblos a la salvación operada por Dios a través de su Hijo Jesucristo. Por eso, todos los cristianos estamos llamados a evangelizar, hasta dar la vida también con el martirio. “La Palabra, Luz para los Pueblos”. ¿Por qué llevar la Palabra a todos los Pueblos? Tres expresiones me sirven para responder: porque la Palabra de Dios cura, la palabra de Dios consuela y la Palabra de Dios ilumina.
Que la Mare de Déu dels Desamparats interceda por nosotros y nos guíe en la acción misionera, para que Ella nos ayude a ser generosos en obras y en oración, en todo tiempo y especialmente en este día del DOMUND, Ella que ha dado al mundo a Cristo, Palabra hecha carne y Luz de todos los Pueblos.
Con gran afecto, os bendice+ Carlos, Arzobispo de Valencia


CARTA DE D. CARLOS OSORO
Hace muy pocos días celebraba el centenario de una escuela católica. Después de aquel evento, regresando a casa, me hice consciente aún más de todo lo que suponen estas instituciones para la Iglesia, para el mundo y para todos los hombres de buena voluntad, pues a éstas acuden todos cuantos quieren, comparten y respetan el proyecto educativo.
Un proyecto que se tiene que alcanzar en un ambiente escolar impregnado de espíritu evangélico de libertad y de caridad, que favorezca siempre el desarrollo armónico de la personalidad de cada uno de los que a ella asisten.
En un ambiente así, se coordina el conjunto de la cultura humana con el mensaje de la salvación y así los alumnos van adquiriendo un conocimiento del mundo, de la vida y del hombre iluminado por el Evangelio. Estos lugares son singulares para que surjan héroes (testigos) y santos. Hablo de héroes en el sentido cristiano, y no pagano, que significa ser testigos.
En mis reflexiones de lo que es la escuela católica, pensaba que es tremenda la situación a la que hemos llegado en nuestra sociedad, cuando la medida de los hombres la establece cualquier hombre consciente de su humanidad, a veces de su responsabilidad, que vive en cualquier lugar de este mundo y decide tomar la palabra. De tal modo, que es el hombre medio, el intermedio y el promedio de los hombres quien establece pesas y medidas con las que se evalúa y se mide hoy lo humano.
¿A dónde hemos llegado? Este hombre que habla, se convierte en la norma y cualquier otra forma de humanidad queda como si fuese una excepción. En una situación así es difícil que queden espacios para los héroes y los santos, porque éstos son los que normalmente desbordan la humanidad hacia otras áreas de sentido, que en principio van más allá y se convierten en sobrehumanas. Aquí viene la urgencia de la presencia de Dios en la historia de los hombres.
Es triste constatar que de los héroes y de los santos se habla como si fueran posibilidades del pasado. ¡Qué desgracia más grande para esta humanidad vivir desde una concepción antropológica que se cierra a la dimensión trascendente! De ahí la necesidad de la escuela católica en nuestra sociedad, para sanar a la misma, pues su tarea sigue siendo ayudar a todos los hombres a que abran los ojos, los oídos, la boca y el corazón, para que vean, oigan, pronuncien y acojan lo que viene de más allá de sí mismos, lo que viene del Dios que se nos ha revelado en Jesucristo.
Voy a deciros algo que me parece vital: una generación que silencia el heroísmo y la santidad por los motivos que fuere y que está obsesionada por resentimientos, igualitarismos exacerbados, negación de las posibilidades religiosas del hombre, es una generación que se destruye a sí misma, pues amputa algo para su existencia que es esencial, como es el héroe y el santo. Y para que surjan hombres así, es necesario aproximarles a quien describió lo que era ser hombre en toda su plenitud: Jesucristo.
Todas las realidades tienen una interna verdad y belleza que no está en manos del hombre cambiar su sentido, sino que está en manos de Dios. Y la realidad que más cambia cuando acoge a Dios con todas las consecuencias es el hombre. Acogido con todas las consecuencias, transforma al ser humano en un héroe y un santo. Es la gloria de una obra bien hecha que hacen del hombre que transparente aquello de lo que se ha llenado: belleza, verdad y gloria. ¿No os parece que instituciones que provoquen esto son necesarias y urgentes en nuestra sociedad?
¡Qué belleza tiene la valentía, el coraje, la lucha por la verdad, el testimonio de la presencia de lo bueno, bello y verdadero en medio de los hombres! ¡Qué absurda es la cobardía, la vileza, la fealdad, el temor y la inactividad que engendran cobardías, miedos y mentira por la falta de ponerse frente a la Belleza!
La fe cristiana establece una división clara ante la totalidad de lo real: por un lado está Dios y por otro el resto de las criaturas que han sido creadas por Él. La división es tajante. No hay más que héroes (testigos) y santos. No hay héroes paganos en el sentido de ser una especie de semidioses. El ser humano es criatura de Dios, creada a su imagen y con la misión de llegar a ser semejante a Él responsabilizándose del mundo. Es precisamente la historia, ese espacio abierto por Dios a la capacidad creadora del hombre, donde el hombre se hace héroe y santo. ¡Qué importante que surjan hombres héroes (testigos) y santos! ¡Qué mundo tan diferente haríamos con testigos y santos! ¿Veis la importancia de la escuela?
Os lo aseguro, necesitamos una escuela cristiana para descubrir la generosidad de Dios, que hace salir el sol sobre todos y el perdón que ofrece a buenos y malos. Una escuela cristiana que visibilice como es Dios: su amor, su misericordia, su preocupación por el hombre, la santidad como celo por el hombre, para que éstos sean capaces de engendrar libertad que nos capacita para ser justos y buenos. ¿No seremos capaces los cristianos de regalar esperanza a este mundo, ofertando esta escuela, este espacio para que Jesucristo vaya engendrando héroes y santos? ¿No será la sociedad lo suficientemente serena para descubrir la necesidad dentro de la pluralidad, de la presencia de esta escuela?
Con gran afecto, os bendice+ Carlos, Arzobispo de Valencia

RESSÓ DE LA PARAULA. CARITAT EN LA VERITAT SOBRE L’ABORTAMENT
Celebrem el «Dia de les missions», ’anomenat «DOMUND»,enguany sota el lema «La Paraula de Déu, Llum per als Pobles».
La tria d’aquest lema es pot interpretar en el sentit de voler recordar que allò essencial de les missions és evangelitzar i que evangelitzar, com diu sant Pau, és parlar de Crist i anunciar la seva Paraula» (cf. Rm 10,14-17). Cal recordar-ho, tot i ser una cosa tan evident?
Sembla que sí. Des de fa molts anys s’ha difós la idea que el missionerno és sinó un agent social al servei del desenvolupament humà dels pobles més pobres. Aquesta idea ha anat formant-se pel fet què molts missioners s’han lliurat plenament a l’ajuda humana, sigui perquè han trobat situacions de misèria i d’injustícia que clamen al cel, sigui perquè pensen que realment no han de fer altra cosa, sigui perquè esperen poder trametre la Paraula de Crist més endavant… També s’ha format aquesta imatge potser perquè, quan se’ns parla del que fan i se’ns demanen diners, gairebé sempre es tracta de projectes i obres de promoció humana.
Tenim davant la darrera encíclica de Benet XVI, que, com ja hem dit, posa el fonament de tot en la relació mútua i necessària entre la «Caritat i la Veritat»: la caritat no es pot practicar sinó en la veritat, i la veritat no es pot realitzar sinó en la caritat. En el cas dels missioners, sembla que la caritat és la base de tota l’acció social i humanitària que fan, i la veritat correspon a la Paraula de Crist que prediquen. Però cal aprofundir una mica més. Citant Pau VI, diu l’encíclica:
«El testimoniatge de la caritat de Crist mitjançant obres de justícia, pau i desenvolupament forma part de l’evangelització.» (n. 15)
«A més de la llibertat, el desenvolupament humà integral com a vocació exigeix també que es respecti la veritat… (I la veritat del desenvolupament humà) és que ha de ser integral, és a dir, promoure tots els homes i tot l’home… L’evangeli és un element fonamental del desenvolupament humà perquè en ell, Crist, en la mateixa revelació del misteri del Pare i del seu amor, manifesta plenament l’home a l’home mateix… Precisament perquè Déu pronuncia el “sí” més gran a l’home no pot deixar d’obrir-se a la vocació divina per realitzar el seu desenvolupament.» (n. 18)
El missioner és un evangelitzador, perquè comunica Jesucrist a fi i efecte que creguin en Ell i, creient, com diu sant Pau, se salvin.
Però a la llum d’aquestes afirmacions ens preguntem com la caritat i la veritat estan presents en la vida i la tasca del missioner.
En tant que bon evangelitzador, el missioner:
—Viu l’Amor en l’origen de la seva vocació i en l’acció missionera: és missioner perquè estima i viu i treballa estimant.
—Serveix a la Veritat salvadora: és missioner perquè creu en ella i vol que els altres també hi creguin.
—Però l’Amor i la Veritat són Jesucrist. No estimaria de debò si no comuniqués el do més preuat i necessari, que és la fe en Jesucrist; no serviria a la Veritat, si no ho testifiqués també en el servei al desenvolupament humà.
Entenem així el que diu el missatge del Papa per al dia del DOMUND: que la Paraula que trameten els missioners és realment «Paraula de salvació». La salvació, que és el Crist anunciat i demostrat en les obres, el Crist cregut i estimat sobre totes les coses, el Crist adorat en la pregària i servit en els pobres.
† Agustí Cortés Soriano
Bisbe de Sant Feliu de Llobrega


SANTOS SACERDOTES: SAN JUAN DE ÁVILA
Hijo único de Alonso de Ávila y Catalina Xinxon, nació en Almodovar del Campo (Ciudad Real) en 1500.
En 1526 fue ordenado sacerdote, deseando ser misionero, marchó a Sevilla y allí fue encarcelado por el Santo Oficio. Habiéndo abandonado este deseo fue a Córdoba, donde entabló amistad con fray Luis de Granada. Y de allí a la ciudad de la Alahambra, consiguiendo la conversión de un mercader portugués, San Juan de Dios. En esta ciudad fundó el colegio y se encontró con San Francisco de Borja.
También conoció a San Ignacio de Loyola, quien en numerosas ocasiones intentó entrase en la Compañía de Jesús. Sin embargo él optó por la formación de los sacerdotes seculares, es decir, los no religiosos o diocesanos.
Durante su vida mantuvo correspondencia con san Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Juan de Ribera,…
Su vida fue una entrega total al pueblo, siendo llamado el Apóstol de Andalucía, muriendo en Montilla (Córdoba) el 10 de Mayo de 1569. León XIII lo proclamó beato en 1894, Pio XII patrono principal del clero español (1946) y Pablo VI lo canonizó en 1970.
Este gran santo fue un hombre de la Palabra. Ésta primero penetraba en lo profundo de su corazón mediante la meditación de la Biblia y la oración personal, acompañada por la lectura de los Santos Padres (primeros escritores cristianos) y encendida por un ardiente amor a Cristo. Así su predicación centrada en las iglesias de los pueblos y en las plazas, era capaz de persuadir y conmover. Sus palabras, entendibles por las gentes, iban directamente a provocar la conversión y la limpieza de corazón. El contenido era profundo, con una teología muy escriturística, acomodado a los tiempos litúrgicos y centrado en laEucaristía, el Espíritu Santo, la Pasión, la denuncia de la explotación que sufrían los pobres, dedicando especial atención a los sacerdotes de aquellos pueblos.
En aquellos tiempos difíciles, surgió un profeta, un hombre apasionado por Cristo.
Hoy nos quejamos de la situación social, pero, ¿vivimos apasionados por el Evangelio? ¿nuestro apostolado está encendido por la oración bíblica?



Día 19 – Obediencia
“La obediencia es la gran virtud que nos hace “Cristos”. Precisamente su vida –que es lo que tenemos que imitar- se reduce a eso, a la obediencia. Y en su vida oculta, obediente a sus padres. En su vida pública, se hizo obediente. Y en su muerte, “obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz”. Eso fue Cristo, y lo fue porque esa era la voluntad del Padre. ¿Quieres ser Cristo, quieres ser Jesús? No seas “yo”. Para eso, imítale, que aunque seáis dos personas –Él y tú-, haya tal identificación en tu criterio y voluntad, que no seas tú sino Él.”
Palabra: Heb 5, 7-10

Día 20 – Obediencia
“¡Qué descanso tan grande, si tanto en problemas sencillos como difíciles, en problemas arduos, seguimos siempre la voz de la obediencia! Obediencia: palabra esta que ha de ser atractiva para nosotros, como atractiva es siempre la voz de Dios. Porque obediencia no es más que una especie de receptor de la onda divina, que nos trasmite el latido del corazón de Dios. De ese corazón de Dios que nos ama desde toda la eternidad.”
Palabra: 1 S 15, 22-23

Día 21 – Obediencia
“No es solamente obedecer. Sino obedecer como prueba de amor; porque queremos dar a Dios gusto, y al obedecer, aprovechamos la ocasión más oportuna de demostrarle que queremos darle siempre lo que nos pide, con gusto, a través de la obediencia. Pero, al pedir por parte de Dios es darse Dios a nosotros. Y el dar nosotros a Dios es darnos. Por parte de Dios es prueba de amor y por parte nuestra, es la razón de nuestro amor.”
Palabra: Rm 13, 1-2

Día 22 – Entrega
“Tomar nuestra cruz con gozo y alegría, por vernos tratados en vida y en muerte como el maestro. Queremos que nuestra vida y muerte sean la prueba de nuestro amor a Él, muriendo y viviendo en la cruz. No se puede llegar a un Tabor definitivo, sino por un Calvario consumado. No se puede separar la santidad –monte Tabor, transfigurándonos- del camino de la cruz -monte Calvario, sacrificándonos-. No se podrá probar que amamos, si no sufrimos; ni podremos soportar el sufrimiento, si no amamos.”
Palabra: 2 Tm 2, 8-13

Día 23 – Entrega
“Cruz sobre el hombro y seguir a Jesús. Que Él nos dará fuerzas para seguirle hasta el final. Hemos de convencernos de que, para aspirar al cielo, hemos de seguir el camino que marca Jesucristo. No nos engañemos: para seguir a Jesucristo hay que llevar la cruz. Si no hay redención sin cruz, no hay salvación sin cruz. No hay más que un camino: vivir, pensar, trabajar, “ser como Él”.”
Palabra: Lc 9, 23-25



TERESA DE CALCUTA

2ª Semana. 11-17 de Octubre.

No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. (Lucas 6:37)

La mujer adúltera
Se fue Jesús al monte de los Olivos; pero, de mañana, otra vez volvió al templo, y todo el pueblo venía a El, y, sentado, les enseñaba. Los escribas y fariseos trajeron a una mujer tomada en adulterio y, poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante delito de adulterio. En la Ley nos ordena Moisés apedrear a éstas; tú ¿qué dices? Esto lo decían tentándole, para tener de qué acusarle. Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra. Como ellos insistieron en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero. E inclinándose de nuevo, escribía en tierra. Ellos que le oyeron fueron saliéndose uno a uno, comenzando por los más ancianos, y quedó El solo, y la mujer en medio. Incorporándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Dijo ella: Nadie, Señor. Jesús dijo: Ni yo te condeno tampoco; vete y no peques más. (Juan 8:1-11)



Reflexiones de la Madre:
“Pienso en nuestro Señor cuando dijo a la gente alrededor de la mujer pecadora que tirarán la piedra solo si estaban libres de pecado. Como sabéis todos se fueron yendo porque sabían que Jesús conocía sus pecados. Cuando hablamos sin caridad – de frente o a españdas; cuando hacemos comentarios dañinos… escuchemos a Jesús diciendo – “tira la piedra sólo si estás libre de pecado”. Decidme quién podrá hacerlo.

“Jesús tuvo compasión de los pecadores. La mujer pecadora quedó frente a Jesús y Él no la condenó. Eso es la confesión. Yo también necesito que se me perdone. La confesión es quedarse frente a Jesús como la mujer pecadora, porque he pecado.”

“Debemos recordar – no podemos evitar ver las faltas de…. la gente y de los niños, pero … no debemos juzgar sus intenciones – la intención sólo la conoce Jesús. Por eso Jesús es tan cariñoso y lleno de misericordia, porque Él sabe porque lo hicimos.”


Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonar nuestros pecados y purificarnos de toda injusticia. (1 Juan 1:9)
3ª Semana (18-24 de Octubre)
La parábola del hijo pródigo
«Dijo también: Un hombre tenía dos hijos; el más joven de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de hacienda que me corresponde. Y les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo más joven, reuniéndolo todo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna viviendo lujuriosamente. Después de gastar todo, hubo una gran hambre en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; le entraban ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba. Recapacitando, se dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan abundante mientras yo aquí me muero de hambre! Me levantaré e iré a mi padre y le diré: padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. Y levantándose se puso en camino hacia la casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se compadeció; y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Comenzó a decirle el hijo: Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: Pronto, sacad el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, y vamos a celebrarlo con un banquete; porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron a celebrarlo.
El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a casa oyó la música y los cantos y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Este le dijo: Ha llegado tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano. Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo. El replicó a su padre: Mira cuántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya, y nunca me has dado ni un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero en cuanto ha venido este hijo tuyo que devoró tu fortuna con meretrices, has hecho matar para él el ternero cebado. Pero él respondió: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.' (Lucas 15)



Bibliografía y webs de referencia.

Comentarios a las lecturas.
Nueva Biblia de Jerusalén. DDB.
Bibilia de la Iniciación Cristiana. Edice.
La Biblia Católica para jóvenes. Verbo Divino.
Lectio Divina para cada dia del año. 14. Verbo Divino.

Comentario al salmo
Carlos G. Vallés. Busco tu rostro.
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/24B/marco_24b.htm : comentario a los salmos (Noel Quesson y Carlos G. Vallés).

Orando con las lecturas de la misa.
http://www.acga.es/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=1182&Itemid=26

Hoja para la celebración
Diálogos semanales con Jesús. Libro 4. Verbo Divino.
Misa Dominical. CPL.
http://www.mercaba.org/pagina_javier_leoz.htm

Oraciones.
Santa Teresa de Jesús. Obras Completas. Editorial de Espiritualidad.

Comentarios al Evangelio.
http://www.diocesismalaga.es/index.php?mod=evangelio
http://blogs.periodistadigital.com/religiondigital.php/2009/09/10/la-experiencia-de-la-cruz-experiencia-de : comentario de Santiago Agrelo, Arzobispo de Tanger.
http://www.acga.es/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=1180&Itemid=26: José Antonio Pagola.
http://www.bisbatsantfeliu.org/mcs/FullDominical/2009/091011_6_41.pdf: Agustín Cortés

Santos Niños.
Nuevo Año Cristiano. Edibesa.
Carta de D. Carlos Osoro
http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=3&pad=81&modulo=91&id=1532&v=41&id_autor=6

Catequesis de Benedicto XVI.
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2009/documents/hf_ben-xvi_aud_20090805_sp.html

Caritas in veritate
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate_sp.html

Apuntes vocacionales
http://www.seminariomenorvalencia.com/

Centenario del nacimiento de la madre Teresa de Calcuta
http://www.motherteresa.org/Centenary/Spanish/August_sp.html


Dibujos.
http://cruzblanca.org/hermanoleon/sem/b/to/24/sem24.htm: ofrece más dibujos sobre el evangelio del domingo.
http://www.diocesismalaga.es/index.php?mod=imagenes&id=93 : para cada domingo.

POWERS POINTS PARA MEDITAR LAS LECTURAS DEL DOMINGO.

En http://www.acga.es/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=39&Itemid=26

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