-La muerte y resurrección de Jesús:
Testigos: los Apóstoles.
A lo largo de la historia
la Iglesia ha transmitido este mensaje:
Cristo está vivo.
Es Dios con nosotros.
En Él encontramos la luz;
No hay sombra que pueda
oscurecer la luz de Cristo.
Viviendo con él y por él
podemos vivir en la luz.
-La Iglesia:
Nos ofrece y nos da a
Cristo.
No podemos alcanzar a
Cristo separados de la Iglesia.
Bautismo: entramos en la
vida de Dios, que es amor, en la vida de la Trinidad, por la gracia de Dios.
Después del bautismo
acompaña y prepara para recibir los otros sacramentos de la iniciación
cristiana: confirmación y eucaristía.
-Nosotros:
Acogiendo a Jesús, la
luz, en la Iglesia, iluminamos a los demás.
Catequesis:
Medio para conocer y amar
a Jesucristo para ser testigo del Señor.
“Catequesis”:
“Hacer resonar”,
instruir, explicar.
Enseñar a los que no
conocen a Jesús.
Finalidad:
Llegar a ser cristianos.
-Jesucristo:
Ha tomado verdaderamente
la luz del cielo y ha traído a la tierra la luz de la verdad y el fuego del
amor que transforma a cada persona.
Por él sabemos quiénes
somos nosotros y para qué existimos.
-Bautismo:
Vela:
Encendida en el cirio
pascual, la luz de Cristo resucitado que nos convierte a nosotros en hijos de
la luz.
Ef 5, 8-9: Antes sí eras
tinieblas, pero ahora sois luz por el Señor. Vivid como hijos de la luz, pues
toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz.
Los cristianos hemos de
proteger y acrecentar esta luz:
Escuchamos la Palabra de
Dios.
Celebramos la Eucaristía.
Amamos como Jesús nos
enseñó.
Catequesis:
Conocer, amar y
contemplar la luz verdadera, Cristo.
-Vigilia Pascual:
La celebración más
importante del Año Cristiano.
Conmemoramos la
Resurrección del Señor.
Cirio Pascual:
Representa el misterio de
la luz de Cristo.
¡Qué noche tan dichosa
en que se une el cielo
con la tierra,
lo humano con lo divino!
Pregón Pascual:
Pedimos al Señor que la
llama que él ha encendido no se apague sino que sea cada vez más luminosa.
ORACIÓN.
1.¿Cómo he llegado?
-Presencia de Dios:
Dios está conmigo en todo
momento y lugar.
Miro el sagrario,
respiro, siento a Dios en lo profundo de cada célula, del núcleo de la célula,
del gen.
-Petición:
Pedimos a Cristo que nos
ayude y ayude a cuantos estáis unidos en esta oración para que podamos escuchar
lo que el Señor nos está diciendo al corazón.
-Composición de lugar:
Miro el sagrario. Lo
imagino presente. En el altar, o aquí, a mi lado, mirando la pantalla del móvil
o del ordenador. Siento su cercanía.
-Texto:
Salmo 23.
El Señor es mi pastor,
nada me falta:
en verdes praderas me
hace recostar;
me conduce hacia fuentes
tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero
justo,
por el honor de su
nombre.
Aunque camine por cañadas
oscuras,
nada temo, porque tú vas
conmigo;
tu vara y tu cayado me
sosiegan.
Preparas una mesa ante
mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con
perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu
misericordia me acompañan
todos los días de mi
vida,
y habitaré en la casa del
Señor
por años sin término.
-Meditación:
Dios es mi pastor.
Nos acercamos con
confianza a Dios y a nosotros mismos.
No tenemos que tenerle
miedo a nuestro corazón.
Nos disponemos a la
escucha.
Nuestro corazón es una
guitarra con muchas cuerdas:
Temores, preguntas,
desánimos, tristezas, confianzas.
Escucho lo que me rodea.
Dejo sentir lo que me
brota en el interior.
¿Qué me ha traído a
conectar el móvil, el ordenador?
¿Qué es lo que estoy
esperando de este tiempo de oración?
Leo el salmo con actitud
de confianza en Dios.
¿Por qué camino o prados
me ha conducido?
¿Pasando qué quebradas
oscuras me ha protegido?
-Coloquio:
Pedirle al Señor la
gracia de sentir su presencia y compañía permanentes en mi caminar.
Me abandono en sus manos.
-Otros textos:
Ap 3, 20: Mira que estoy
a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en mi
casa y cenaré con él y él conmigo.
Jn 1, 38: Maestro, donde
vives.
No hay comentarios:
Publicar un comentario